Are you Alice? | N.C | ST

Capitulo O39

El amor es la locura más grande en este mundo.

Que le cepillaran el cabello siempre hacía sentir mejor a Brennan, así que creyó que eso ayudaría a Perrie. La rubia se había duchado y su cabellera estaba húmeda pero limpia, libre de todas las ramas que antes la adornaban, sus ojos ya no tenían ese brillo diabólico que se veía unos días atrás, cuando aún estaba poseída por Ayleen, aunque ella se sentía un poco triste frente a eso. Pensaba en lo que se sentiría tener sólo siete días para controlar su propio cuerpo, pensaba en qué haría ella; Perrie se veía muy segura cuando decía que si no podía solucionar el dilema, permitiría que la enterraran viva si eso era necesario para no hacer daño a los demás. La hacía pensar qué sucedería con las Alice que no ganaban.
-Oye, disculpa por eso-Perrie señaló mediante el espejo en que las dos se reflejaban, la cicatriz en el brazo de Brennan, que la rubia le había ocasionado con su navaja-Te juro que traté de detener a la maldita.
-No te preocupes-sonrió la castaña-, sé que lo intentaste, no eres una mala persona.
Perrie suspiró asintiendo, sólo esperaba que su plan funcionara.
-¿Terminaste?-inquirió la ojimiel al ver a Brennan dejar el cepillo a un lado.
-Sí, Jack va a quedar deslumbrado.
La rubia sonrió, ligeramente sonrojada, al recordar la noche que había pasado con el apuesto Tweedledum. Brennan rió por la repentina cara roja de Perrie y la incitó a salir y buscar al castaño.
El sol estaba reluciendo en todo su esplendor en el azul y rosado cielo, aunque ya a ninguna le sorprendía cuando cambiaba a verde, o a morado o cualquier otra combinación e incluso patrón, las Alice llevaban tantos días ahí que habían dejado de contarlos y se habían ido acostumbrando a cosas extrañas, aunque claro, había cosas que era imposible que no las sorprendieran y asustaran, como el gato apareciendo de la nada, aunque había estado un poco menos fastidioso ahora que realmente se ocupaba de Lottie. Sin embargo por el momento, Brennan lo vió dando vueltas alrededor de Mad Hatter, quien intentaba atraparlo. Las dos chicas rieron al verlos y aún más fuerte cuando Mad logró tomar la cola del gato y éste soltó un maullido como queja antes de desvanecerse.
-Creo que piensa que si abraza a Cheshire un poco antes de que desaparezca, va a desaparecer con él-explicó Mary, la Alice de el titiritero, lo que era extraño porque ella casi nunca les hablaba.
-¿Y eso se puede?
-Ni idea-respondió la chica encogiéndose de hombros.
-¿Has visto a dum?-preguntó Perrie
-Sí, está por allá con su hermano y la pelirroja-señaló Mary. Perrie agradeció a la rubia y después a la castaña por cepillarle el cabello y corrió hacia donde los Tweedle
Brennan recorrió el bosque con la mirada, buscando a su guía que al parecer aún no terminaba sus asuntos con quien sea que estuviera; la castaña nunca había pasado mucho tiempo sin el lirón, se sentía como perdida. Había estado sentada un rato en la sala, luego ayudó a Lottie en la cociona –no sabía que la pelirroja fuese tan buena cocinera- y después se ofreció a ayudar a Perrie con su cabello, ahorase había quedado sin ideas y algo le decía que Mary no tenía ganas de una conversación amigable. Para su suerte llegó Emily.
-Hola-las saludó con su voz cantarina. Era extraño como la mayoría de las Alice eran rubias o con ojos hermosos de oclores claros. Tal vez porque así era la Alice de la que todos hablaban.
-Hola-contestó Brennan
-¿Qué hacen?
-Nada-respondió Mary
-¿Quieren caminar un rato, no encuentro a Logan
Horas más tarde Mary, Brennan, Emily caminaban junto a Lauren, Kenneth y Lottie que se les habían unido, por los alrededores de la casa de George, hablando sobre su vida antes de todo eso, sus países, su familia, ropa, sobre lo mucho que todas extrañaban escuchar música, sobre un sinfín de cosas que casi las hizo olvidar que se encontraban en una competencia, al menos hasta que Kenneth sacó a relucir el tema de las otras Alice.
-No ha visto a Charlotte o a la oruga desde hace mucho.
-Ni yo coincidió Lottie.
-Tal vez están en el castillo-sugirió Lauren-¿Creen que el rey sepa que Perrie ya no está poseída?
-No lo sé-contestó Emily
-Odio no saber nada de este lugar-se quejó Mary
-Yo odio no saber que pasará con nosotras cuando este juego termine-habló Brennan y todas se callaron, porque no era verdad, todas ya habían deducido que el resultado sería la locura.
En ese momento, la liebre, la tortuga, el lirón y el titiritero salían de la casa de éste último, habían terminado de discutir un asunto que pensaban que podría ayudar, pero resolvieron que no serviría de nada, el conejo había distorsionado demasiado el frágil equilibrio de Wonderland  y eran inútiles sus esfuerzos si ninguna de las Alice resultaba ser la elegida. Sólo podían esperar, pero tiempo no era algo que sobrara y eso lo sabían.
Miraron alrededor, en busca de sus Alice, las habían dejado solas mucho tiempo y era importante que no se metieran en problemas. Divisaron las seis figuras femeninas casi perdidas entre los árboles al mismo tiempo en que ellas a ellos.
-Por fin aparecieron-señaló Emily con la cabeza a los guías.
-Ya era hora-dijo Lauren y comenzó a caminar de regreso.
El resto la imitó y Brennan también lo hubiera hecho, de no haber sido por la voz que escuchó repentinamente.
-Alice-susurró una voz débil que tenía cierto nivel de tristeza, pero al mismo tiempo sonaba tenebrosa-Alice, ayuda-suplicó.
La chica se mantuvo en su lugar, como si sus pies se hubiesen quedado pegados al suelo.
-Mi nombre no es Alice-se atrevió a susurrar con voz trémula. No sabía que pasaba con ella, debería haber echado a correr para alcanzar a las demás en lugar de quedarse a discutir con la voz.
-Ayúdame-pidió de nuevo la voz.
-Ayúdanos-susurró una voz diferente, que fue seguida por algunas más.
No sabía qué hacer, las chicas ya estaban alejadas, parecían no haberse percatado de su ausencia y su boca se negaba a emitir sonido.
-¿Quieres saber qué pasa con las que no ganamos el juego?-esta vez el susurro fue directamente a su oído, casi pudo sentir los labios de la dueña de la voz articulando en su oreja.
Sobresaltado por el repentino contacto, miró a su alrededor, pero no había nadie, todo lucía normal, o al menos tan normal como era posible en Wonderland.
-Suceden cosas malas-murmuró la voz en su otro oído, entonces un grito de dolor quebró el aire. Un grito que provenía de algún lugar a espaldas de Brennan y, contra todo lo que le habían advertido, miro hacia atrás.
El lirón había comenzado a correr en su forma animal desde el momento en que vió que su Alice se quedó detrás de las demás, pero para cuando llegó a ella y para cuando las Alice se dieron cuenta, ya era demasiado tarde.
Tendida en el suelo, la chica respiraba a intervalos irregulares, sus manos estaban echas puños a sus costados y su vista estaba puesta en ninguna parte.
-Brennan-la llamó el rubio, conviertiéndose a su forma humana y tirándose en la tierra al lado de ella, que estaba demasiado aturdida en una lucha interna como para contestarle, aunque sin duda sintió su presencia-Lucha, lucha. No dejes que te venzan-dijo tomándola de la mano, que se volvió lánguida ante su toque.
Ella cerró los ojos, sentía cada célula de su cuerpo tratando de rebelarse, los murmullos de los lamentos de Alices pasadas se arremolinaban tratando de volverla loca y se habían convertido en gritos. Por segundos sentía frío, luego calor, pero se mantenía firme, no quería ceder, no quería vagar sola por el país de las maravillas loca y sin Niall.
Abrió los ojos, luego de lo que a él le pareció una eternidad,  con la esperanza de que ver el rostro del lirón le ayudaría a soportar, sin embargo su vista estaba borrosa y sólo pudo distinguir el cabello rubio de su guía y varias siluetas detrás de él.
-No te rindas Breannie-la alentaba con su suave voz Niall.
Todos los que compartían la casa del titiritero se habían congregado ahí, más que nada para asegurarse de que la chica iba a estar bien o iba a ser una menos en el juego que se llevaba a cabo desde hace mucho, mucho tiempo.
-¿Se va a volver loca?-preguntó nerviosa Gin, ganándose una mirada fulminante por parte del lirón
-Cállate-pidió Mad Hatter, para sorpresa de todos.
-Sigue hablándole Niall-lo incitó Lottie, eso había ayudado con ella.
-Tú puedes, tu puedes-continuó Niall durante varios minutos.
La castaña cerró los ojos, lo escuchaba vagamente, pues los gritos de los lamentos se volvían cada vez más fuerte y no sabía durante cuánto tiempo más lo soportaría, ya estaba comenzando a perder la batalla. De pronto dudó si sería lo suficientemente fuerte para continuar soportando los constantes “Perdiste Alice”, ”Sé una de nosotras”, ”Únete al club, Alice”.
-No soy ninguna Alice-soltó entre dientes, tratando de callar las voces.
-Tendrás que serlo, porque ahora no puedo quedarme sin ti.-respondió Niall acariciándole el cabello. Todos los presentes retuvieron el aliento ante la confesión en lo delicado de la situación y la liebre, el sombrerero, twedleedum e incluso Cheshire sintieron lástima por el lirón, porque ellos sabían lo que se sentía enamorarse de un caso perdido.
Y desgraciadamente Brennan apenas y podía resistir para ese momento, aunque el cielo sabía que lo estaba intentando.
Niall sintió un apretón en su mano.
-Brennan…-comenzó pero ella cerró los ojos y negó con la cabeza.-No, no te rindas linda-exigió, pero ella volvió a negar. Estaba haciendo acopio de todas sus fuerzas para ahogar las voces en su cabeza, ver todo con detalle y tener unos minutos para su lirón.
-Tal vez pueda ser tu bella durmiente-le dijo abriendo los ojos y recordando la ocasión en que le contó la historia de la bella durmiente, del príncipe que había roto, con un beso de amor, el hechizo que una horrible bruja le había puesto a una princesa, y lo maravillado que había quedado el chico con el cuento. Le acaricio la cabellera rubia despeinada y lo miró a los ojos, antes de volver a cerrar los suyos y entregarle su mente a los lamentos.
Se alegró el que su último suspiro de locura, se lo llevaran los labios de Niall.
Lo que el lirón había hecho, rompía las reglas del Rey sobre las Alice y sus guías, pero nadie lo detuvo porque cuando Brennan abrió los ojos de nuevo, su mirada estaba muy lejos de ser la de la chica que todos conocían y la de Niall repleta de lágrimas.
-Tienes que dejarla ir-comentó con pena la tortuga.
-NO-contestó firme-Esot es mi culpa, no debí dejarla sola.
Leo era el único que se atrevía a decir algo porque era el mejor amigo del lirón. Los demás estaban sumidos en el silencio, incluso Cheshire había dejado de sonreír, estaba en los brazos de KLottie mirando loa escena perturbado.
-No es tu culpa, fue ella quien miró atrás y ahora esta fuera del juego.
-No me importa el maldito juego
-Ella es peligrosa ahora-le recordó
-Ella no mataría ni a una mosca. Yo la voy a cuidar. No lastimará a nadie. Por favor-suplicó quitándose las lágrimas de las mejillas, parecía un crío.
Leo suspiró, nunca lo había visto así.
-Mi casa es para todos, déjenlo quedarse a la chica-intervino casi indiferente el titiritero-sólo mantenla vigilada.
Niall asintió y ayudo a la desorientada Brennan a levantarse. La chica los miraba a todos como si desconfiara de ellos y resultaba espeluznante, pero el lirón la tomo de la cintura y la condujo de vuelta por el camino. La castaña lo miro como si fuera la única persona buena del mundo.
-Niall-susurró y él asintió medio sonriendo.
Su Alice tal vez no era la que todos esperaban, pero sí a la que él había estado esperando sin darse cuenta.

NIKY <3
TU CAPITULO, MUJER<3 Me rompiste el corazón casi me pongo a llorar De verdad, yo creía que Brennan seria de las finalistas. Ademas, su pareja con Niall es una de mis favoritas Nunca pensé que ella caería en la locura D: en serio, me imagine a todos menos a ella(? es que es un dulcito de algodón y asfjsfakda que se yo. Pero en fin, de verdad que ame cada párrafo del capitulo. Me asuste demasiado con lo de las voces, y, deoh, con Niall siendo tan hermoso con eso de que va a tener que ganar, ya yo creía que Brennan se salvaría. Pero no D: Jesus; el beso <3 Estos capítulos me van a matar, lo presiento. Fue hermosoooo <3

Solo espero que Brennan sea una loca pasiva.

Espero a Ale :aah: