Runaway Love. |Harry Styles.

Hola Cami!! ese es tu nombre ¿no? si Niall es lo que toda chica quiere. Jajaja chusmas tenían que ser.  Emoción, tensión Styles trae muchas cosas. Suena muy prometedor lo de secretaria, no se que voy a hacer. Pronto ¡Besos!

Capítulo 3

I don't think you can define love♡

Su voz resonaba por toda mi cabeza y no podía evitar sonreír con cada anécdota que contaba. Me sentía en las nubes, y me repetía a mí misma que él no era el correcto, Niall era solo mi amigo y debía verlo como tal. Yo era fiel creyente en la amistad entre el hombre y la mujer pero si comenzaba a tener pensamientos inapropiados hacia su persona, estaría fracasando.

—Cambiando de tema— acomodo su voz. —¿Es cierto que serás la secretaria del nuevo Styles?

—Lamentablemente así es, Niall ¿Cómo te enteraste?— Pregunte limpiando mi boca.

—Pues hace un par de días me entere que Styles sería la mano derecha del señor Greg y supuse que tenías altas posibilidades de trabajar para él. Igualmente no entiendo muy bien, hasta ayer el señor Greg no te cambia por nada, ni nadie y de repente llega su hijo y las todas las cartas cambian— comento Niall para luego beber un poco de jugo.

— Las cosas cambian pero ¿Qué me insinúas, Niall? ¿Piensas que Harry tuvo algo que ver? — pregunte, este se encogió de hombros mientras dejaba mostrar una mueca.

—Ten cuidado Ash, no sé… ya sabes lo que pienso de Styles— Comento… ¿preocupado?

—Tranquilo, no soy su modelito ni una secretaria como en las películas, se lo deje bien en claro desde un principio— Respondí.

—Sí creo que le sería muy complicado propasarse contigo Ashlyn Williams— Reí a recordar aquella escena.

—ay ¿aún lo recuerdas Niall? No lo puedo creer— cubrí mi cara con mis manos avergonzada y escuche su risa al instante.

—Si hubiera sabido que no te gustaba que te toquen, ni siquiera hubiera tratado de taparte los ojos ¡Casi me dejas sin hijos! —Exclamo.

—Pero aprendiste la lección ¿no? — Pregunte divertida y el asintió sin poder parar de reír. Nos quedamos un rato más riendo o simplemente hablando, terminando nuestro almuerzo para luego volver al edificio.

Styles se encontraba en posición de 'coqueteo' como yo lo llamaba. La modelo se encontraba contra la pared y Harry acorralándola con un brazo, hablando con vos seductora y la chica cayendo en sus encantos como una estúpida mosca cuando se enreda en las telas de la araña. Mire a Niall y este me miro elevando sus cejas sucesivamente de forma que no pude evitar reír, ambas personas nos miraron y esta vez fue Niall que rió.

— ¿Están locos? — Nos preguntó Harry una vez que la chica se fue.

—Un poco— comente y volvimos a reír, Harry negó con la cabeza.

—Mira Styles este es un lugar de trabajo no un club nocturno para coquetear con chicas— Hablo Niall con superioridad en su voz.

— ¿Y me lo dices tú? — rió sarcásticamente. — ¿Horan, que tuvo como pareja a la hermosa modelo Lucille?— Niall lo miro con cierta rabia, nunca antes lo había visto de esa manera, en realidad nunca lo había visto enojado, no era de las personas que se enojaban con frecuencia.

—Mejor me voy, Ash cuídate— susurro esto último mirándome a los ojos, asentí y lo vi alejarse por el pasillo hasta su oficina.

—Le gustas—Admitió Harry detrás de mí.

—Recién termino su relación con Lucille, es imposible— respondí negando con la cabeza para luego voltear a verlo, su cara no detonaba nada, estaba serio y sus ojos estaban clavado sobre mis zapatos.

—Nada es imposible Sky, además tú tampoco lo niegas— esta vez levanto su vista pero sin mirarme aún, toco mi hombro. —supongo que algún indicio te dio ¿no? — me pregunto y se me dio por pensar, se estaba comportando diferente eso se había hecho notar pero eso no me aseguraba nada.

—¿Qué te hace pensar eso? — pregunte y se encogió de hombros para luego irse por el mismo lugar que Niall, lo seguí.


Lo que me había dicho Harry no me dejaba concentrar en nada mas que no sea en Niall en la forma que actuaba conmigo y entonces me di cuenta que me trataba de la misma forma que en la secundaria, como antes de conocer a Lucille. Quizás el que había cambiado no era exactamente él si no la que había cambiado e interpretado las cosas mal, era yo.

—¡Hey! — exclamo Jamie, mi loca pero querida amiga Jamie Simons. —No sé dónde estás pero ahora necesito que estés acá— Me ordeno y asentí. — ¿Que dices? — preguntó expectante.

— ¿qué digo? — pregunte dudosa, no había escuchado ni una sola palabra que estaba diciendo.

—¡Ashlyn! — suspiro irritada y luego me miro. — ¿en qué mundo estas Ash? Estas distinta, exactamente rara— corrigió.

—Supongo que estaba en el mundo de la confusión— respondí pensativa, pensando en Niall y lo que había comentado Harry, ¡estúpido Styles! si nunca me hubiera dicho eso jamás hubiera pensado en esas posibilidades. —pero no me hagas caso Jam— Negué con la cabeza.

—En realidad… lamento decirte que nunca lo hago Ash pero está bien. Entonces que dices ¿este? — me mostró un lindo vestido color dorado.

—¿o este otro? — Un hermoso vestido negro, sencillo pero formal yacía en su mano izquierda.

—No sé porque me preguntas sobre ropa Jamie, sabes que soy indecisa, peor que tu— Conteste tomando el vestido negro.

—Siempre debes vestirte como una modelo, con esas faldas cortas y esas lindas camisas que usas con frecuencia. Además siempre tuviste buen gusto con la ropa— Sí, todo lo que había dicho era verdad sin embargo, sí era por mí elegía algún jean, remera y converse, era estresante por lo cual cada vez que tenía la oportunidad de ser una chica de hogar, lo hacía. Sin darme cuenta seguía observando el vestido negro, viendo cada detalle que tenía este. —Me quedare con el dorado ya que al parecer alguien se enamoró de ti— Le hablo Jamie al vestido.

—Buena elección— comente y Jamie rió sin opción alguna.

—¿Cuándo lo usaras?— me pregunto, señalando mi bolsa que ahora se encontraba el vestido.

—en cuando tenga la oportunidad.— respondí. —¿Me acompañas a buscar al colegio a Luke? — pregunte mientras salíamos del centro comercial.

—¿No crees que es lo suficiente grande para volver a casa solo? — me pregunto Jamie una vez dentro de su vieja pero agradable camioneta, esa camioneta que tantas veces había sido nuestra única salida.

—También para montar una fiesta en casa— comente y ella se sorprendió tanto como yo cuando abrí las puertas de casa la noche anterior.

—¡No puede ser! Creo que se lo tomo muy a pecho— murmuro y la mire confundida, me miro y soltó una risita nerviosa. —Lo siento, no pensé que haría eso—

—Espera ¿Qué fue exactamente lo que paso? — pregunte con tono severo que no era común usarlo con ella.

—Le dije, solo para que me deje en paz, — hablo tan rápido que tuve que procesarlo —que no iba a poder hacer una fiesta en tu casa antes de que yo vuelva— respondió avergonzada.

—¡Diablo Jamie!— exclame. —Por favor no vuelvas a darle esa clase de ideas ¿ok? él hará todo lo posible para complacerte— Exacto mi hermano, Luke, estaba enamorado de Jamie desde que la conoció pero ella tenía la estúpida regla de que con los hermanos de sus amigas no se tocan. Y como ven, no estaba de acuerdo ni siquiera un poquito con su regla.

—Sí, lo sé es que se me escapo, además no creí que lo haría— respondió.

—Está bien. Ya vámonos— Indique algo irritada aun.
Luke, estaba delante de la escuela rodeado de chicos musculosos y espalda ancha, acorralándolo. Sin pensar Jamie y yo  bajamos de la camioneta y corrimos hasta mi hermano.

—¡hey! ¡hey! ¡hey!— dijo Jamie parándose en frente de aquel chico quien estaba a punto de golpear la cara de mi hermano.

—ay pobrecito, dos chicas tienen que defenderlo porque el solo no puede— comento y todos a su alrededor menos yo, Luke y Jamie, rieron. Luke quiso abalanzarse sobre el chico pero rápidamente lo detuvimos, su cara estaba roja de la rabia.

—¿Porque no mejor te vas con todos tus amiguitos?— pregunte.

—Tienes la inteligencia de tu hermana ¿eh?— le comento a Luke con una sonrisa divertida. —sí, tienes razón. No se merece que le rompamos la cara, no vale la pena— se volteo para irse pero Luke, logró zafarse de nuestro agarre y correr hasta el chico.

—¡hey!— lo llamo Luke y este se volteo con una sonrisa maligna.

—Luke, ya vayámonos, déjalo— le grite pero era demasiado tarde. Ambos quedaron en el suelo, Luke estaba debajo del patán mientras este golpeaba su cara, nuestros gritos por tratar de que se separaran no servían de nada, al parecer tenían tanta adrenalina dentro que eran incapaces de escuchar. De repente Luke tomo el mando, y aunque por dentro me puse feliz, quería que todo terminara.