Re: Take a Chance- Niall Horan & tú

por **NoeliadeTomlinson** Mar 07 Ene 2014, 6:33 pm

Auuuunque Nialler es un pocito creído

por **Dilingdingdong** Mar 07 Ene 2014, 9:27 pm

Dios, no soporto a Niall, esto esta mal askjaskjas.

Me encanto el capi, síguela cuando puedas<3.

por **Gisse** Miér 08 Ene 2014, 12:36 pm

***

Cuando estaba en mi alcoba secando mi cabello y preparándome para ir a la cama escuché que algo golpeaba insistentemente mi ventana
-¿Qué…?- me pregunté y me levante con la toalla aun en la mano y secándome el pelo.
Era él. Niall.
Subí la ventana y le dije:
-¿qué demonios sucede contigo huh?
-bueno, hola…- me dijo sonriéndome.
-¿qué quieres?- le pregunté mientras dejaba la toalla a un lado.
-quiero hablar contigo.- me dijo frunciéndose de hombros.
-bueno…habla- le dije gesticulando.
-sé que no tienes buen concepto de mi- comienza y mueve de un lado a otro su brazo desnudo. Lleva un pantalón con dibujos de cohetes y una polera sin mangas.
Si fuéramos amigos eso me parecería adorable. Pero como estamos en son de guerra debo despreciarlo y pensar que es infantil.
-mmmh- le digo mientras me cruzo de brazos.
-y quiero enmendar eso…- me dice- ¿qué te parece si nos presentamos de nuevo?
Lo miro y le sonrío. No me esperaba que esas palabras salieran de su bocota orgullosa. Aunque aprecio el gesto.
-bien…- le digo asintiendo- ¿y cómo se supone que nos presentemos?- le pregunto y el me mira risueño. Parece sonreír todo el tiempo.
-bueno… ¿desde un hola?- me dice y ya sabía yo que la dulzura no le podía durar por tanto tiempo.
- hola. Mi nombre es __ Lucas- le digo y él me sonríe desde el otro lado
-hola… mi nombre es Niall Horan. Soy nuevo aquí.
-bueno. Bienvenido- le digo y abro los brazos.
-gracias…- me responde y veo su sonrisa perfecta.
-¿cuántos años tienes?- le pregunto y el me mira y curva sus labios hacia arriba.
-tengo 18- me responde por lo que yo asiento.
-y, ¿usted señorita?- me pregunta y me hace gracia.
-tengo 17- le digo.
Él sonríe de lado y se afirma en la ventana. Sus brazos nuevamente están desnudos develando un entrenamiento. Sus brazos son pálidos y están cubiertos de masa muscular.
-debo entrarme- le digo haciendo una mueca e indicando mi cabello mojado- él sonríe y mira hacia el suelo.
-bien… no te retraso más- me dice. Y me permito admirar sus ojos azules.
-tienes los ojos azules…- le digo casi murmurando.
Él se queda quieto e inclina la cabeza hacia un lado.
Una esquina de su boca se eleva y parece una sonrisa.
-sí...- me responde.- tú tienes los ojos cafés…- dice ajustando sus ojos a la oscuridad entre nosotros- parecen negros- dice acercándose más a la ventana.
Eso hace que me sienta extraña. Me siento observada y no se siente del todo mal, pero no debería hacer esto.
-eh… bueno. Este- le digo carraspeando y tomando un mechón de pelo crespo entre mis dedos- adiós- le digo y de sopetón bajo la ventana sin esperar su respuesta.
Corro las cortinas y me voy al baño. Desesperada busco el secador de pelo. Pero me detengo frente al espejo del baño y admiro mis ojos.
-tú tienes los ojos cafés… parecen negros
Sus palabras resuenan en mi mente mientras peino mi cabello enredado.
Nadie nunca me había dicho eso respecto a mis ojos. Solo Lucila había dicho que eran del color del chocolate suizo, pero los demás solo decían que eran lindos.
Niall logra desarmarme. Vaya noticia.
Pongo los ojos en blanco frente al espejo mientras seco mi cabello.
Luego apago todas las luces y me vuelvo a leer mi libro.
Estoy probando leer un libro por cada fin de mes. Hoy le toca a Sherlock Holmes.
Mañana es feriado por lo que tendré tiempo libre y poder levantarme temprano.

Entonces me entrego a la lectura sintiéndome extrañamente feliz.

por **Gisse** Miér 08 Ene 2014, 12:37 pm

NoeliadeTomlinson escribió:Auuuunque Nialler es un pocito creído

HOla! SI Nialler es un pocito creido :))
pero eso puede cambiar :0 o empeorar o.o
jajaja

por **Gisse** Miér 08 Ene 2014, 12:37 pm

Dilingdingdong escribió:Dios, no soporto a Niall, esto esta mal askjaskjas.

Me encanto el capi, síguela cuando puedas<3.

ñaslkdhflñskdahf HOLA! jajaja
lo hice así para que atrajera a las nenas
pero parece que produce el efecto contrario jaajja
gracias por comentar! ya la sigo
<3

por **NoeliadeTomlinson** Miér 08 Ene 2014, 12:44 pm

Jajaja Nialler es un gran tierno

por **Dilingdingdong** Miér 08 Ene 2014, 6:51 pm

JJAJAJJAJAJAJAJ, ya la Rayis cayó a los pies del Niall.

Pero algo que no entiendo, ¿porqué a la Rayis le cae mal Niall? skjajskas.

Ame el capi <3

por **Gisse** Miér 16 Abr 2014, 7:27 pm

Capítulo 2: Conociéndote.
Take a Chance- Niall Horan & tú - Página 2 Tumblr_n45gk98CLz1slq8k5o1_250

-¡Annie Rain Lucas Blank! ¡El desayuno está servido! - oh, no mamá.

Deben ser las diez de la mañana.

Pongo una almohada encima de mi cabeza tratando de dormirme otra vez pero mi madre insiste en gritar desde el pasillo.

-¡Annie!- ahora tocan a mi puerta.

-¡no!- grito y agarro más fuerte la almohada. Pero escucho como Jack entra en mi habitación.

-mamá dice que bajes- me incorporo miro la hora en mi despertador

-11.30 -suspiro-¡vete ya! –digo lanzándole la almohada pero se hace a un lado esquivándola.

-bueno… me voy… pero mamá se enfadará contigo. Ha preparado algo delicioso- dice antes de cerrar la puerta- pero no sé lo que es- termina encogiéndose de hombros.

Yo vuelvo a enterrar la cabeza en la almohada.

Unos diez minutos después voy bajando las escaleras mientras escucho el ruido de platos y servicios en la cocina y escucho la voz del hombre que cocina en el canal 5.

-Cómete todo, Jack- dice mi mamá.

Me asomo por la puerta tratando de no hacer ruido.

Veo a mi papá con el periódico levantando más arriba de su cabeza y a mi mamá de espaldas a mí escribiendo recetas.

Y a Jack que sonríe con malicia mientras come un intento de ¿kuchen?

-hola, Nannie- ese es el sobrenombre que se le ocurrió a esa sabandija.

Mamá se gira hacia mí y me sonríe. No está enfadada

-cállate- le digo mientras tomo una silla y me siento al lado de mi madre.

-hoy iremos de compras- me dice sin despegar la vista del cuaderno de las recetas.

-ok…- le contesto mientras tomo un trozo del -quizás- desastre culinario de mamá.

Pruebo un trozo y el olor dulzón me produce nauseas.

-¿qué es esto?- pregunto con un hilo de voz.

-es Kuchen a la Tutti- me responde con una sonrisa.-tiene todas las frutas de la temporada.

Trago el trozo y saboreo. No está mal.

-esta bueno... -le digo y ella me regala una sonrisa.

-bien- dice mientras deja de escribir y trona sus dedos.-apura... tenemos que ir a la feria a comprar...-repite.

Papá baja el diario y toma un largo sorbo de café.

No conozco a muchos hombres adultos, pero creo que papá es lejos el hombre con más paciencia en la tierra. Y el más calmado.

Pero ama a mi madre. Y tiene paciencia y siempre es el primero en probar lo que ella cocina sin quejarse.

-yo me tengo que ir- dice mientras se acomoda la corbata en la camisa.-nos vemos en la cena.-dice se pone de pie y nos reparte besos a todos.

Cuando finalmente termino mi desayuno me desvío al baño y me hago una coleta alta.

Saco las llaves de encima de mi buró y salgo de mi habitación.

Cuando bajo las escaleras el recuerdo de Niall con su pijama de cohetes me hace sonreír.

En el jardín mamá está sacando el carrito de feria de la casucha que hicimos con papa hace muchos veranos.

Yo saco del garaje a mi Peugeot y lo estaciono en la entrada de mi casa.

Veo a Jack salir con su gorra de béisbol y espero.

Mamá sale del jardín vistiendo primaveral mientras saluda a la vecina: Maura. La madre de Niall

Mi cuerpo se pone en alerta máxima

Si ella está en casa Niall también está cerca

Me muevo incomoda en mi asiento y reviso constantemente el espejo retrovisor.

Mi madre comienza a parlotear con la Sra. Horan y eso me pone más nerviosa aun.

Abro la guantera y de ahí saco mi brillo gloss. Me aplico un poco para calmar los nervios. Pero inesperadamente mamá me habla haciéndome saltar. Es solo una psicosis. Estoy bien.

Respiro y me acerco a la ventana del copiloto bajándola con la antigua perilla.

-¡Annie, cariño!- me llama mi madre mientras sonríe-¿podrías acercar a la Sra. Horan hasta la clínica veterinaria?

Demonios....

-claro- contesto fingiendo una sonría que Maura me devuelve y vuelven a su conversación.

No me percato que una sombra se mueve detrás de mí.

Cuando me volteo Niall está apoyado en mi ventana y hace que me sobresalte

-Hola, Lucas-me dice con una sonrisa que antes me parecía exasperante.

Respiro hondo y entierro las uñas en el volante

-Hola, Horan-le digo forzando una sonrisa.

Viste una polera sin mangas con la bandera de los Estados unidos. Gafas y una gorra. Se ve veraniego y atractivo

Carraspeo y sus labios se curvan en una sonrisa

-¿a dónde vas?-me pregunta y yo me acomodo en mi asiento y bajo las manos del volante.

Siento sus ojos clavados en los míos debajo de sus gafas y sin quererlo me sonrojo.

-a la feria libre-le digo restándole importancia-tu madre nos ha pedido que la llevemos a la clínica veterinaria...-le digo y él se quita las gafas y muerde un bracito plástico

-oh...entonces vamos -me dice y yo hago una mueca. Rodea el auto y se sienta al lado mío.

-espero que no te aterre mi presencia, nena -dice guiñándome el ojo.

-no sabía que acompañabas a tu madre…- le digo mientras acomodo todo lo que tengo en la guantera y la cerraba ignorando el hecho de que es la segunda vez que me llama “nena”.

-oh… no, realmente nunca la acompaño… solo quería decirte hola- dice sonriendo y eso hace que una chispa de malicia se prenda en mí.

-¿quieres saber si podría llegar a matar a tu madre en la carretera?- le pregunto levantando la ceja.

Niall solo se hecha a reír mientras me mira. Luego me golpea el muslo y yo me sobresalto.

-eres tan graciosa- me dice secándose una lagrima.

-como digas- le contesto volviendo mi vista al frente-¿ya has hablado con Lucila?-le pregunto.

No he podido resistirme a preguntarle. Ojala las cosas vayan bien.

-tengo planeado llamarla esta noche…- me dice mientras afirma su brazo en la ventana que dejé baja en el lado del copiloto.

-oh…- le digo mientras asiento. La verdad es que no me importa tanto. Solo espero que él no meta la pata.

Busco por todos lados. En el tablero. Bajo mi asiento en el portavasos por mis gafas, pero no las encuentro.

-¿buscabas esto?- me pregunta Niall sosteniendo mis lentes y moviéndolos. Su sonrisa es un destello de dientes blancos y perfilados.

-gracias- le digo arrebatándoselas.

Luego mi madre y la señora Horan se acercan al auto.

-hola Niall- dice mi madre mientras entra con el carrito de la compra en el asiento de atrás.

-Hola señora Lucas- dice él. Ahora el siseo de serpiente se ha ido. Idiota. Pienso para mí.

-vamos, linda- me dice mi madre y entonces pongo en marcha mi Peugeot.

En el camino Niall no deja de hablar sobre béisbol. Mi madre lo acompaña hablando sobre Jack y que ha comenzado las prácticas.

Maura habla de vez en cuando para darme la dirección de la clínica veterinaria.

Estoy nerviosa. Preocupada de ser prudente para que Niall mantenga la boca cerrada.

Luego mi madre y la señora Horan comienzan a hablar sobre algún tema que yo ignoro y entonces paro en una luz roja.

Comienzo a tararear una canción y golpeo con mis dedos en el volante siguiendo el ritmo.

-Manejas bien…- me susurra Niall al oído haciendo que me desconcentre por completo. Yo sonrío y sigo mirando al frente a una pareja que cruza la calle-pero eres demasiado prudente…- rompe con una risotada. Y yo lo miro estrechando mis ojos.

-¿eso está mal?- le pregunto en un tono bajo mientras espero que la lucecita roja del semáforo se ponga verde.

-no… pero esperaba que fueras más osada- continua- conociendo tu carácter… esto se apega poco a lo que conozco de ti- me dice y yo sonrío con malicia.

No le daré en el gusto. No voy a ser una tarada conduciendo mal y pasándome de los límites de velocidad sólo para probar un punto.

-las cosas cambian cuando tienes bajo tu responsabilidad a familia y vecinos- le digo- y a tarados como tú que le piden citas a las amigas de sus vecinas poco amigables- agrego y Niall niega con la cabeza mientras ríe bajito.

-¿o sea que me consideras eso? ¿Un tarado?- me preguntó mientras la luz del semáforo cambiaba a verde y yo avanzaba tranquila.

-sip…- le digo y me mantengo callada el resto del viaje.

Cuando por fin llegamos a la clínica, la verdad es que esperaba con todo mí ser que Niall se bajara con su madre pero en cambio le dijo

<<“No… acompañaré a estas dos chicas… también necesito comprar algo”>>

Y su madre solo le beso la mejilla y entró en el interior de la consulta.

-Es una pena, Niall, que tu perrito esté herido- comenzó mi madre a sacar charla desde el asiento de atrás- hay tanto conductor loco en estos días- dice mi mamá mirando con aire de dolor por la ventana.

Yo sonreí mientras Niall sacaba su voz más amable.

-sep… es una pena. Pero Spike es fuerte. Es el perro de siete vidas- dice sonriendo y mamá lo acompaña con una carcajada delicada muy típica de ella.

Cuando por fin aparcamos al lado de la feria aseguro cada una de las puertas.

Suspiro y luego miro a mí alrededor. Pareceré una sardina dentro de su tarro, dando coletazos para poder avanzar entre este mar de gente.

-ay…- digo mientras me ajusto las gafas en el puente de la nariz- mamá…yo… ¿de verdad tengo que entrar ahí?- le pregunto pero ella está muy adelante, pero me sorprende que se gire y me conteste

-no querida… tu acompaña a Niall. Es nuevo y no sé si conozca el lugar- me sonríe y continua su camino arrastrando el carrito.

Suspiro pero me ha dejado una tarea mucho peor.

-¿vamos, Lucas?- me preguntó Niall con una sonrisa… Lasciva diría yo.

Un escalofrió me recorrió la espina dorsal pero comencé a caminar sin preocuparme si el me seguía o no.

Cuando por fin logré entrar al lugar designado para la venta de frutas y verduras pude caminar sin tener que dar codazos para pasar.

-y…- comienza Niall- ¿hace cuánto conoces a Lucila?- me parece más una pregunta con la que podrá salvarse en su cita con ella. Pero me relajo y sonrío.

-la conozco desde que éramos pequeñas- le contesto recordando los juegos en su piscina. El viaje al campo y todos los momentos que he pasado con ella- antes no solíamos ni siquiera hablar… pero ahora es una de mis grandes compañeras de salida- le digo y él se mueve algo interesado en lo que digo.

-¿compañera de salidas?- pregunta de vuelta mientras yo me paro en el puesto del señor Olsen y miro de cerca unas frutillas

-si…- le respondo mirando una frutilla y sonriendo al señor Olsen que me saluda- no es mi mejor amiga ni nada por el estilo- le respondo- solo vivimos cerca y salimos juntas…

Esa respuesta parece encender el interés de Niall y yo me siento bondadosa y despreocupada en estos momentos por lo que aguanto todas sus preguntas.

-oh… yo creí que eran mejores amigas- dijo el moviendo las manos y caminando a mi lado. A veces sus brazos chocaban con los míos y yo me alejaba.

-no… yo… no tengo mejores amigos- le digo sonriendo y avanzando.

-¿por qué no?- pregunta ahora y sin querer tropiezo con el pie de alguien y por poco caigo en un puesto de zarzamoras. Pero alguien me agarra de la cintura impidiendo que quedara embetunada en pulpa morada.

Suspiro y ahogo un chillido mientras esos brazos me devuelven al suelo. Una mujer a lo lejos ríe y yo me siento realmente incómoda por mi torpeza.

-ten más cuidado, Lucas- me dice Niall al oído con la voz un poco agitada mientras retira sus manos de mis caderas.

-gra...gracias- le respondo algo atontada.

El solo sonríe y sigue caminando a mi lado. Sigue haciendo preguntas que yo respondo.

-entonces- dice como concluyendo algo- tienes miedo a ser herida de nuevo…- me dice levantando la ceja y metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans.

-algo así…- le digo y asiento. Estamos llegando al final de la feria.

-creo que deberías correr el riesgo- me dice y yo volteo para mirarle. No me está mirando pero su expresión tiene decisión y su mandíbula tiene un ángulo favorable. Su mentón sostiene su orgullo y camina erguido.

-¿correr el riesgo de que alguien que divulgue mis secretos, se entrometa en mi vida privada y luego me abandone entre en mi vida?... see como digas- le respondo y él sonríe de lado.

Luego su mano me sostiene fuerte el brazo y me encamina a la zona de descampado.

-¿por qué tienes tanto miedo a que alguien te conozca de verdad?- me pregunta y yo quiero mirarlo a los ojos pero solo puedo verme a mí misma reflejada en los cristales negros de sus gafas.

-porque he sufrido lo suficiente como para caer ingenuamente en el juego de alguien más- le respondo y luego el me suelta y se aleja dos pasos de mí.

Él me está sondeando y sin quererlo le he revelado bastante. Ni siquiera con Lucila he tenido este tipo de conversación tan profunda y personal.

Suelto aire y me acomodo el cabello.

-sigamos…- digo de sopetón mientras meto mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón.

-si- contesta Niall quien me hace avanzar delante de él. Trato de dejar de pensar que me hace caminar delante de el para tener mejor vista de mi trasero pero continuo mi camino sin concentrarme en mis pompis.

Sigo caminando y embriagándome con los olores de especias y condimentos que invaden mi nariz.

Luego sin quererlo paro en un puesto de flores. Una señora ya anciana atiende y me sonríe. Tiene una hermosa sonrisa y las arrugas surcan su rostro color mate.

-¿qué busca, señorita?- me pregunta y yo la mira sorprendida.

-eh… yo, solo estoy mirando- le sonrío y ella vuelve a su asiento y me habla sobre sus flores. Y me nombra un montón.

Estoy sorprendida por la sencilla belleza de las flores.

Son muy importantes para la vida y sin quererlo siento su fragilidad.

-Hey… Lucas- me llama Niall y me volteo mientras me despido de la mujer ella asiente y sonríe.

-¿qué haces?- me pregunta cuando vuelvo a su lado.

-sólo estaba viendo las flores…- le respondo y me siento imbécil por sentirme tan cohibida a su lado.

-ah…- contesta el, sin entenderme en absoluto.

-¿De dónde eres?- le pregunto a Niall haciendo que este gire su rostro hacia mí- quiero decir… ¿dónde vivías antes?-le digo bajando la voz y jugando con mis manos. Sintiéndome de pronto muy insignificante bajo su mirada.

-yo… vengo de Irlanda- me responde y yo lo miro. Parece que mis ojos están viendo algo brillante y no puedo alejar mis ojos de él. Me imagino a un chico rubio corriendo por los campos estériles de Irlanda.

Siempre que alguien me habla de Irlanda o escocia me imagino a gente blanca como la leche y pelirroja de ojos azules.

-oh…- le digo y él me sonríe. Esa maldita sonrisa de matador.

Creo que él sabe que es atractivo y siempre utiliza su sonrisa como arma mortal

-cuéntame más- le digo mientras seguimos caminando uno al lado del otro. Siento su calor. Siento como su brazo roza a ratos la tela de mi pantalón y eso poco a poco me va centrando en un ritual

Caminar al lado de Niall Horan se siente distinto a caminar al lado de cualquier otro chico en la ciudad.

-bueno, provengo de una familia grande. Soy el hijo menor. Mi hermano mayor se llama Greg está haciendo su vida con su esposa y su hijo en Irlanda- continua hablando y me voy perdiendo en su acento que parecía diferente y encantador.

A medida que me cuenta de su vida en Irlanda sonrío. Parece ser un buen chico y me voy dando patadas mentales por haberlo tratado como un idiota.

Al parecer yo soy la idiota que no controla su carácter y no sabe perder.

Niall continúa hablándome de sus amigos y luego calla cuando le pregunto.

-¿y qué hay de las novias?- su silencio llega con mi terror al pensar que he metido la pata respecto a algo.

Luego el abre la boca y luego la cierra. Quiere decir algo pero no se atreve y lo entiendo. Soy una completa extraña.

-Yo…- dice y luego levanto la mano evitando que hable.

-en serio no es de mi incumbencia- le digo negando con la cabeza.

-no te preocupes…- me dice y roza mi hombro desnudo con su mano. Es cálida y fuerte.

Por poco me desestabilizo y me pongo a llorar como una boba pero retengo el sentimiento.

El me regala una sonrisa relajada y asiento. El no habla más por lo que interpreto eso como si debiera seguir andando.

Estamos de vuelta en la entrada de la feria y no diviso a mi madre por lo que me permito seguir caminando junto a Niall que parece incomodo por mi pregunta anterior.

Vuelvo al lugar en donde mi auto está aparcado y me siento encima del capó de mi viejo Peugeot.

Está haciendo calor y me abanico con la mano. Niall se sienta mi lado y sus codos chocan contra mi hombro mientras se acomoda subiendo las rodillas a su pecho.

-disculpa…- dice mientras sonríe de lado y yo le devuelvo la sonrisa.

Esto parece ser una tregua.

-nunca he tenido una novia…- me responde y giro mi rostro para mirarlo y él me mira devuelta. Sus ojos azules me miran con concentración. Son unos hermosos ojos azules que me miran brillosos- no sé lo que siente amar a alguien…- continua y trago saliva sonoramente. El comienza a jugar con sus manos que descansan sobre sus rodillas. Yo me rasco la nuca y siento como pequeños choques eléctricos recorren mi cuerpo y mi corazón late con mayor intensidad.

-yo… pensé que...- me callo y el me mira y las palabras ya no encuentra lugar ni manera de salir. “pensé que habías salido con al menos la mitad de tu pueblo” iba a decir pero me callé al notar que el parecía vulnerable y perdido.

-¿creíste que había salido con todas las chicas de mi ciudad?- me dijo levantando la ceja y riendo.

-eh… no…- le respondo y me callo y el sigue riendo.

-no… no he salido con nadie- me dice.

Eso sigue sorprendiéndome y me imagino a Niall nervioso por la cercanía de cualquier chica. Y mis mejillas se tornan carmín.

-estás muy callada- me dice rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.

-solo disfruto del silencio- le digo respirando hondo y botando el aire.

Ahora él pone sus brazos detrás de si afirmándose por completo en el capo.

Hoy se siente como Hoy. Es decir. Es relajante estar con alguien y disfrutar del silencio mientras toda la gente alrededor vive, respira, habla, grita, llora y un montón de cosas más.

Niall se acomoda y del bolsillo de su pantalón saca su teléfono.

Desbloquea el aparato y silba.

-son las 4 de la tarde…- dice y yo abro mis ojos como platos.

Creía que eran las dos de la tarde o algo por el estilo. El tiempo es tan frágil

-¿quieres ir a comer algo?- le pregunto y el me mira y asiente.

-estoy muerto de hambre.- yo le sonrío y ambos bajamos del capó mientras él se posiciona en la puerta al lado del copiloto pero yo voy en otra dirección.

-es caminando…- le digo y el me mira e inclina su cabeza hacia un lado y me mira como un cachorrito- hay un restaurant a unos metros de aquí- le digo poniendo los ojos en blanco y haciéndole una seña con la cabeza en señal de que me siga.

El caminó a mi lado y no sé si es mi imaginación pero siento su mano rozarme desde la muñeca al codo.

Ese simple roce hace que se me ericen los vellos de todo el cuerpo y mis sentidos estén alertas a un cien por ciento.

-¿qué haces?- le pregunto girándome hacia el mientras sigo mi camino cruzándome de brazos.

-n.nada- el responde tartamudeando. Quizás piensa que me ha ofendido pero fue tan natural que no me provocó nada más que nervios y añoranza de que no quitara nunca más sus manos de mi brazo.

Cuando llegamos al restaurant Niall se queda bastante tiempo admirando el letrero de la entrada.

-¿qué?- le pregunto- no me digas que eres vegetariano- le digo y el suelta una carcajada y me mira. Sus ojos no dejan de ponerme nerviosa. Son del color del cielo en un día de verano.

-no es eso- me responde y se acerca a mí y apunta el letrero- Nando’s es mi restaurante favorito en el mundo- dice y yo le miro y le sonrío. Vaya coincidencia.

-el mío también- le respondo y el ríe y yo también.

Entramos en el lugar y no esta tan lleno como otras veces en las que he venido.

-¿qué ordenaras?- me pregunta cuando encontramos una mesa cerca del ventanal

-no sé- le digo mirando el menú.

-pide el pollo a lo KFC y las papas salteadas con orégano- me dice y me sobresalto al escucharlo ya que es lo que siempre pido.

-Niall… ¿podrías dejar de pensar lo mismo que yo?- le digo mirándolo y él me devuelve la mirada- es exasperante- le digo y él sonríe mientras yo vuelvo la mirada mi menú.

Al rato nos dirigimos a la caja y pedimos las ordenes.

La chica nos da la boleta con una sonrisa y le habla a Niall

-aquí está el ticket de su novia…- me atraganto con mi propia saliva.

-él no es mi novio- me apresuro a decir pero ella ha desaparecido dejándonos a Niall y a mí en medio de la fila muy sonrojados.

Luego volvemos a nuestras mesas mientras esperamos que nos den las bandejas con lo que pedimos. Pedimos lo mismo.

-¿cuál es tu color favorito?- le pregunto y el vuelve su mirada a mí y me responde algo distraído.

-eh,el azul…- típico. Todos los chicos que he conocido responden lo mismo.

-¿y el tuyo?- me devuelve. Me encojo de hombros y sin pensarlo mucho suelto

-el verde.

-¿por qué?- me pregunta y está fastidiándome el hecho de crea que todo lo que digo tiene un significado más profundo de lo que en verdad es.

-porque me recuerda a los arboles- le respondo encogiéndome de hombros.

Sonríe y comienza a observarme. Nunca me había sentido tan nerviosa bajo la mirada de alguien.

¡Que alguien me ayude! Estaba pensando en que se sentiría besar a Niall Horan. ¡El chico de al lado que era un completo idiota!

-eres muy bonita- me dice y yo frunzo el seño

-err. ¿Qué?-le pregunto y el comienza a morderse las uñas- no hagas eso- le digo tomándole la mano.

El no quita mi mano de la suya. Sin embargo comienza a acariciarla pasando su dedo índice por el torso de mi mano haciendo que pequeñas corrientes eléctricas subieran y bajaran por la zona que tocaba.

Solté un leve gruñido y el rió

-tienes una piel híper sensible- agregó mientras yo quitaba mi mano de entre las suyas.

Me crucé de brazos subiendo mis piernas al sillón y sentándome a lo indio.

-eres muy observador- le dije con la voz más cargada de lo que tenía pensado que debía sonar.

El solo sonrió y espero en silencio junto a mí.

-No quiero salir con Lucila- me dijo al cabo de unos quince minutos.

Gire mi rostro y lo quedé mirando, pidiendo una explicación en silencio

-quiero decir… creo que es bonita, pero ella no me interesa- me dijo y yo fruncí el ceño aún más si es que era posible.

-¿por qué me estás diciendo esto ahora?, ¡no puedes retractarte!- le dije alejándome un poco más de él.

-lo siento… pero no puedo- me dijo extendiendo su mano en la mesa- ___- era la primera vez que me llamaba por mi nombre y sonaba malditamente caliente entre sus labios.

-¿qué?- le pregunte casi en un susurro mientras comenzaba a jugar con un mechón de pelo.

-yo quiero salir contigo…- dijo bajando la mirada.

¡¿Qué?! ¡Que alguien me despierte si esto es una pesadilla!

Niall Horan, el chico nuevo, el chico de al lado. El que me fastidiaba como ningún otro desde que puso su trasero irlandés en la casa de al lado, ¡¿quiere salir conmigo?! Esto no tenía nada de lógico. Ni una pisca

Por si quedaban dudas él y yo éramos completamente opuestos.

Él rubio, alto, de ojos azules y yo pequeña, menuda, castaña y sin nada especial.

-¿que tú qué?- le pregunte casi escupiendo las palabras y el me miro penetrante.

-quiero salir contigo- repitió y me senté derecha en la silla y comencé a respirar rápidamente mientras mil imágenes de lo destrozada que estaría Lucila pasaban como una película muda frente a mis ojos. ¡No!, era imposible. No podía hacerle esto a ella. Niall debía estar bromeando

-¿estás de broma cierto? ¡Dime que es una maldita broma!- le dije subiendo el tono de voz haciendo que una pareja de más adelante se volteara a mirarnos.

-no estoy jugando- me respondió Niall un poco indignado por mi reacción- eres malditamente linda, graciosa e inteligente… quiero salir contigo- me dijo de nuevo y mis ojos estaban vueltos locos buscando un lugar por donde escapar.

De pronto vi mi escapatoria. La chica que nos había atendido hacia unos momentos venia y traía nuestras bandejas.

Yo le sonreí nerviosa mientras esperaba que se tardara lo suficiente como para que mis ideas se aclararan.

-¿por qué?- le pregunte en un susurro casi inaudible…- ¿por qué yo?- le pregunte sintiendo las lágrimas pinchar en mis ojos.

No esperaba que alguien a quien apenas conocía de unas semanas se lanzara a por mí. No ahora.

-no lo sé…- me respondió y tomó mi mano entre las suyas y yo bajé mis defensas.- pero quiero que sepas que esto es lo más loco que he hecho en mi vida y que muero de miedo- me dijo y eso me relajo haciéndome reír un poco- no quiero asustarte y mucho menos espantarte, pero creo que si no lo decía hoy nunca volvería a tener una oportunidad parecida a esta- me dijo y su voz ronca era acompañada por sus hermosos ojos color cielo que no era capaz de dejar de mirar.

Su mano aun sostenía la mía y yo no pensaba soltarla. Estrechó a un más su mano y comenzó a acercarse más a mi lado. Yo no me moví mientras miraba a sus labios, pequeños y rosados. Su piel trigueña y su cabello en un copete hacia arriba. Era hermoso.

Y quería salir conmigo.

Su mano desocupada tomo lugar en mi cuello. Justo en el lugar donde se toma el pulso y eso me enloqueció. Me impulsé hacia delante y podía observar de más cerca sus embriagadores ojos. Pude oler su perfume y luego, sin previo aviso su boca invadía la mía.

Era mi primer beso y no podía creer que fuera así. Era perfecto.

Su boca se amoldaba perfectamente a la mía y mis manos tomaron el camino tomándolo de la camiseta acercándolo más a mí.

Besar… no sé cómo había sobrevivido tanto tiempo sin hacerlo.

Sus dientes chocaban con los míos pero no me importaba. Sus labios eran malditamente suaves y dulces. Rozaban con dulzura y eso me derretía abrí los ojos en medio del beso para descubrir que el continuaba con los ojos cerrados. Sonreí aun sobre su boca y luego lentamente me aparté mirándolo. Con sus ojos cerrados y los labios levemente rosados por la fricción de mis labios contra los suyos.

Era de no creer. Yo. __ Lucas, besando a Niall Horan. En Nando’s

-Me gustas…- susurró junto a mi oído y yo lo abracé tratando de transmitirle todo lo que sentía en ese momento.

Tú me gustas también…

por **Gisse** Sáb 05 Jul 2014, 11:43 am

Capítulo 3: Derribando el muro.

-¿te das cuenta de lo que me estás diciendo?- le pregunté buscando respirar con normalidad mientras la realidad me caía encima.
-si...- me dijo dejando un mechón de cabello detrás de mí oreja y jugando con mi lóbulo.
-estás loco- le dije y él me sonrió y se acercó más a mí para rozar nuestras narices.
-esto está mal…- dije de nuevo tratando de escapar de sus brazos. Pero el me apretó y me acercó a su pecho.
-no… está bien- dijo y eso hizo que pusiera los ojos en blanco.
-ya le dije a Lucila lo de la cita… esto está mal- agregué y por fin me zafé de su agarre quedando en el extremo de la cabina y acurrucando mis piernas contra mi pecho.
Remordimiento. Eso sentía en ese mismísimo momento.
La había jodido. Besar a mi vecino y al último chico con el cual creí tendría algún tipo de conexión extraña.
-no puedes hacer esto…- me dijo él. Levanté la mirada y me fije en sus ojos llenos de suplicas silenciosas acuchillándome- no puedes fingir que esto no pasó…- dijo acercándose pero levanté ambas manos.
-si puedo… y lo haré. Tu… solo aléjate- le dije poniéndome de pie y saliendo a toda prisa del lugar. Dejé mi bandeja de comida intacta y él también lo había hecho.
No quería voltear porque lo más seguro era que todo sería peor si lo hacía.
Llegué agitada a mi Peugeot lo abrí y me encerré allí hasta que divisé a mamá con su carrito de la compra. Siempre sonriendo.
Salí del auto para ayudarla a dejar el carro en el maletero.
No había rastro de Niall y eso me relajaba. No quería silencios incomodos ni su mirada en mí.
-querida… ¿dónde está Niall?- me pregunto y eso me cerró por completo el estómago.
-el… se fue en autobús a su casa…- le dije y ella asintió-ya sabes… tenia tarea pendiente- le dije sonriendo.
Y en el silencio prendí el motor y salí directo a la calle.
Al llegar a casa guardé el auto sin chistar.
Con mamá sacamos el carrito mientras a su vez sacábamos las bolsas con frutas y verduras.
Mamá se ensartó en la cocina prendiendo el televisor y justo en el canal de cocina que tanto le gustaba a ella.
Sonreí en mis adentros y subí las escaleras tratando de recordar si había corrido las cortinas o no.
Entré en mi habitación y la luz de la tarde entraba de lleno haciendo ver todo con más claridad.
Maldije en mi interior y me dirigí a la ventana para encontrarme a Niall tendido en su cama mirando al techo y a su lado dos bolsas de Nando’s.
Tragué saliva sonoramente.
Estaba a punto de correr las cortinas cuando su voz me llamó.
-¡Eh!-me gritó y yo miré a mis pies y luego levanté la vista sintiéndome una imbécil. Subí la ventana y lo enfrenté.
-olvidaste esto…- me dijo levantando entre sus manos la bolsa de papel.
Hizo ademán de lanzarla por la ventana.
Me puse un poco más atrás para alcanzarla y el la lanzá haciendo que la bolsa voladora callera en mi cama.
Sonreí y lo vi alejarse del ventanal.
-¡Niall!- grite y él se volteó y me sonrió. Parecía sereno. Pero no quería preguntar cómo estaba.
-estoy bien, Lucas…- me dijo como si leyera mis pensamientos- no hay que hablar de eso…- dijo y luego su expresión cambio a una sombria.
Y sin más cerró la ventana dejándome parada en medio de la habitación con el nudo de la culpa creciendo y creciendo más en mí.
Tomé la bolsa y la admiré. Era una idiota.
Podía negar durante siglos y hasta el fin que no sentí nada con ese beso, pero mis células y todo mi cuerpo me contestaban con un gran “NO”.
Había sido un beso delicado y simplemente perfecto.
Quería llorar, quería gritar pero no lo hice.
Al contrario. Abrí la bolsa de Nando’s y comencé a comer de allí ignorando que todo estaba frio.
Me tendí en la cama y me dejé ir por el sabor asqueroso de la comida helada.
Me estaba comiendo junto al pollo a lo KFC a mis sentimientos. El remordimiento y por sobre todo… el hecho de haber rechazado a la persona que, aunque jamás lo creí ni estimé, me había hecho feliz por una media hora en el día.
*
Desperté a las siete de la noche, a la hora de la cena a causa de mi teléfono que vibraba en mi velador.
Me desperecé y escuché el crujido de la bolsa de Nando’s sobre mi cama.
Tomé el aparato y la llamada entrante era de Lucila.
-¿hola?- contesté
-¡Hola! Eh, chica ¿por qué ese tono?- me contesto ella con todo el entusiasmo del mundo.
-estaba dormida- le contesto.
-wow, es tu record- me dice ella- ojj no puedo esperar para decirte algo…- esperaba que no fuera algo relacionado a Niall.
- esta noche, ¡¡¡Niall me llevará a cenar!!!- dijo ella y eso me llegó como una patada en el cuello
-ah... ¿sí?- respondí mientras me rascaba un ojo-... pues… que bueno- le respondí aun en medio del sueño. Solo quería volver a recostarme y ya no recordar lo que paso en ese restaurante.
-sé que te da lo mismo, pero, ¡oye! Es Niall Horan
-lo sé chica… ¡es mi vecino!- respondí y ella rió.
-bueno... era eso…- dijo ella
-adiós…pásatela bien- le dije y corte la llamada.
Debía resignarme a todo esto. Niall ya había decidido estar con Lucila lo que en parte me relajaba.
Me gustas [size=18]me gustas me gustas
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-No parece cierto…- hablé en voz alta mientras tiraba lejos la bolsa que sonaba con cada movimiento que hacía y luego volví a dormirme ignorando que todos cenaban allá abajo.
*
A la mañana siguiente tenía colegio pero no me sentía con ganas de levantarme por lo que me hice la loca durante media hora antes de que mamá entrara en mi habitación y me cantara al oído un hermoso.
-¡LEVANTATE FLOJA!- que casi me deja sorda.
Yo la ignoré y me corrí a la orilla de la cama
-eh… ¿qué te sucede, amor?…- me dijo ella mientras yo soltaba un quejido. Ella posó su suave mano en mi frente
-tienes temperatura…- habló para sí y luego depositó un beso en mi mejilla- puedes dormir, pero tienes prohibida la televisión. Te dolerá la cabeza- me dijo mientras salía de mi habitación dejándome dormir un rato más.
Eran las ocho de la mañana y mis pensamientos me devoraban y no me dejaban dormir.
Lucila quizás estaría esperándome afirmada en los casilleros para contarme como le fue con Niall anoche. Y quizás, solo quizás, después me abandonaría por él en el receso.
¿Por qué un simple chico debía llegar a complicar todas las cosas?
-¡tonta, tonta, tonta!- comencé a golpear mi almohada hasta que me aburrí del calor reconfortante de mi colchón y decidí que saldría a dar una vuelta en bicicleta.
Mientras me daba una ducha me permití a mí misma recordar el roce de los labios de Niall sobre los míos.
Recordar el olor de su perfume. Sus largas pestañas.
Pero ya era suficiente. Yo jamás me enamoraría del chico que había salido con mi “amiga”.
-No…- dije mientras me enjuagaba el shampoo del cabello.
Me vestí con unos shorts de mezclilla, mis vans azules y una camisa escocesa y bajo esta una remera de nirvana.
Dejé mi cabello suelto y despeinado.
Cogí las llaves de casa y las guardé en el bolsillo delantero.
Salí sin hacer ruido. Mamá no estaba en ningún lado por lo que opté por una pequeña nota pegada el refrigerador.
-Salí en bici… llego al almuerzo J “- escribí y fui a la cochera a buscar mi vieja Schwinn Sanctuary aro 26".
Primero recorrí el vecindario. Saludando de vez en cuando a los vecinos y luego me arriesgué por tomar la calle ocho. La que daba al valle residencial.
Allí me encontré con aire limpio ya que ese sector estaba plantado con pinos y arboles aromáticos.
Seguí el sendero que se dibujaba entre la calle, la cual, a medida que avanzaba, tenía menos casas a la vista. Y las que se podían divisar eran enormes y de familias adineradas.
Me dirigí al pequeño prado y zona de césped.
Reconocía la calle pues allí vivía mi mejor amigo, Sebastián.
Era un chico realmente agradable, pero se fue y nunca me dijo que se iría. Me rompió el corazón y se olvidó de mí.
Nunca le reproche nada ni lo busque por las redes sociales.
Lo había dejado irse poniéndose así el primer ladrillo del inmenso muro a mí alrededor.
Dejé la bici a un lado mientras me sentaba en el césped, el cual estaba húmedo haciéndome cosquillas en las piernas desnudas.
Inhalé y exhalé repetidas veces hasta que ya no sentía esa presión molesta en el pecho.
-lindo lugar…- dijo una voz detrás de mí sacándome de la relajante concentración de hacia un momento
Abrí los ojos de par en par al reconocer esa voz.
-¿Sam?…-dije volteándome.
Él fue el amor de mi vida. ¿Lo era?... no lo sabía con exactitud ya que me proponía olvidarlo pero cuando lo veía pasar volvía a empezar a esparcirse ese sentimiento dentro de mí- ¿qué haces aquí?- le pregunte sonriendo de lado.
Él se sentó a mi lado rosando sin querer su pierna, al igual desnuda por un short bermuda, con la mía.
-solo quería estar aquí y respirar...- dijo- y ¿tú?- me preguntó- no te vi en Lengua- dijo volviendo a poner esa sonrisa suya.
Nunca creí que alguien como el llegara a notar mi falta.
-me sentía enferma…- le dije acercando mis piernas al pecho- pero… aun no es hora de salida…- le dije mirándolo a los ojos ahora.
-es fácil escaparse… ya sabes- dijo jugueteando con su cabello.
Reí mientras él me sonreía.
Creo que nunca había tenido un encuentro tan cercano con él.
Corrijo. NUNCA había estado tan cerca de él como ahora.
-es hermoso…- dijo de pronto- tener un lugar en donde poder pensar y respirar con calma- dijo.
Nunca lo había imaginado como un chico del tipo depresivo.
-lo es…- dije soltando aire y mirando a la nada.
Los árboles se entremezclaban juntando sus ramas unos con otros mientras el sol estaba en lo alto.
-¿en qué piensas?- soltó. Volví a botar aire y luego negué.
-solo pasaba por aquí y… bueno, yo…- solo balbuceaba.
-¿querías escapar de algo?- me preguntó y yo sólo asentí. Era bueno encontrar a alguien que pudiera terminar lo que yo empezaba a decir pero que no podía decir.
-¿de qué?- me estaba incomodando abrirme con él. No le diría que estaba echa un desastre. Bueno no tanto como un desastre pero si decepcionada de mi misma porque me gustase el mismo chico que a mí “amiga”.
-sólo de mi vida…- le dije- es cansador… ¿sabes? Todos los días lo mismo. Es como si… como si…
-¿Cómo si esperaras a que se abriera el cielo y te diera todo lo que quieres al mismo tiempo en que tu saltas a ese precipicio que se abre ante ti y que estás dispuesto a saltar aunque te mueres de miedo pero lo necesitas para sentirte vivo?
Lo miré perpleja y sorprendida durante unos cuantos minutos.
-¿cómo sabes todo lo que quiero decir?- le pregunte mientras el reía
-porque me siento igual- me dijo el haciendo un dibujo en la tierra en medio del césped.
-jamás creí que te sentías así… pareces… tan feliz, despreocupado.
-uno sabe cómo fingir…- me dijo- nunca te dejes llevar sólo por una sonrisa. No te muestra el infierno que sufre la persona en su interior
Medité su respuesta durante unos segundos. Sam era infeliz.
Su familia era una de las más adineradas del poblado y él era un chico sociable. Respetable e inteligente. No parecía faltarle afecto ni nada.
-¿por qué eres tan infeliz?- le pregunte con suavidad.
-porque estoy obligado a ser algo que no quiero- me dijo entre un suspiro.- papá quiere que sea un abogado en los tribunales para apoyar a su empresa… y yo solo quiero ser feliz estudiando agronomía. Amo esto- me dijo apuntando a los árboles y el entorno verde que nos rodeaba- me encanta el olor de la naturaleza y… odio los juzgados y el olor a papeles en cada rincón. Es sofocante.- suspiro y yo me acerqué a él para abrazarlo para reconfortarlo en cierta forma. Aunque yo no sabía cómo hacer sentir mejor a una persona en esas condiciones.
Me lo permitió y nos quedamos así.
-se hace tarde…- le dije poniéndome de pie al mismo tiempo en que él me ayudaba a pararme.
-gracias…- me dijo el- por escuchar.
-gracias por entenderme…- le dije y luego el me beso la mejilla y se alejó montando su bicicleta mientras yo hacía lo mismo dirigiéndome al otro lado de la ciudad.
Entrando a mi calle bajé la velocidad.
Sabía que al entrar volvería la rutina y eso era tedioso.
No quería seguir yendo a la escuela y me reprendí a mí misma por eso.
Parecía una cobarde escapando de algo que nunca tuvo un inicio ni un final.
Sí. Besé a Niall Horan y fue el peor error que pude cometer. Pero eso ya era parte del pasado.
Estaba a punto de entrar mi bicicleta cuando una voz a lo lejos llamó a mi nombre
-¡Lucas!- sip. Era Niall.
Me quedé en mi lugar esperando a que dejara de correr y llegara a mi lado.
Vestía una campera verde opaco y unos jeans holgados que le caían por las caderas mostrando a breves intervalos el elástico de unos bóxer.
Una camiseta de mezclilla y bajo esta un polo blanco y unas zapatillas supras.
Se veía… natural.
Cuando poco espacio nos separaba comenzó a caminar exhalando e inhalando aire dificultosamente.
Cargaba dos cuadernos entre sus pálidas manos y sus mejillas habían tomado color por el trote.
Sonreí pero luego oculté esa sonrisa con mi mano.
-por…- volvió a respirar y apoyó ambas manos en sus piernas.
Esta vez reí a todo lo que pude y el me quedó mirando en silencio como si hubiera visto a un perro de dos cabezas.
-nunca te había escuchado reír…- dijo y eso me hizo parar.
-bueno… no soy de las que ríen por todo…- le dije casi balbuceando.
-no…- dijo el respirando con mayor facilidad- es… lindo- dijo irguiéndose.
Eso me intimido.
Aun sostenía mi bicicleta por los mangos y estaba nerviosa.
-¿por qué no fuiste a la escuela?- me preguntó mientras se acomodaba el cabello.
Lo miré a los ojos y estos me miraban cuestionándome.
-me sentía enferma en la mañana…- le respondí.
Había tensión en el aire. No era agradable.
-oh…- dijo ahora mirándome a sus anchas.
Sentía a sus ojos recorrer mis piernas desnudas.
-¿diste un paseo?- me pregunto cruzándose de brazos.
-que observador…- bromee- si…- le respondí.
-me gustaría ir contigo… si me das la oportunidad- agregó- aun no conozco muy bien el lugar… ya sabes. Vivo aquí cuatro días- continuo y eso me hizo sentir lastima pero no tanta.
Niall era fácil de llevar. Era dulce, pero obstinado. Y a veces era loco, pero podía agradarte con facilidad.
-cuando quieras…- le dije y el me sonrió.
-anoche salí con Lucila…- y eso rompió la magia.
-ya lo sé- le contesté.- Lucila me llamó anoche. Estaba realmente emocionada. ¿Se la pasaron bien?- le pregunté llena de dolor.
-si… Lucila es muy graciosa- agregó el rascándose la nuca.
Yo me mordí el labio y arrugué la frente.
Sentí una leve picazón en el ojo y mis ojos comenzaron a nublarse
-¿estás bien?- me pregunto Niall acercándose a mí.
-no… o sea… si- dije torpemente mientras me llevaba la mano a la cara- solo me entro una basurita al ojo…- le conteste buscando la excusa más antigua del libro.
-a ver…- dijo el examinando mi rostro y levantando mi mentón con su mano libre- ojos profundos… casi negros como dos aceitunas despejados…- dijo y el rubor pronto atacó mis mejillas.
El sonrió de lado.
-bueno…- dije alejándome de él- entraré mi bicicleta.
No entendía por qué tenía el afán de darle explicaciones de todo lo que hacía.
Era incómodo.
-yo…- dijo el- tengo tarea…- y se giró pero antes que pudiera dar un paso volteó nuevamente.
-fue lindo lo de ayer…- dijo estrechando sus ojos- no… no dejé de pensar en eso…- no entendía porque decía eso justo ahora- no deje de pensar en tus ojos, tus pestañas… en ti- continuo y avanzo otro paso.
Mi pulso estaba acelerándose y tenía la urgencia de retroceder pero mis piernas no me respondían.
-Casi le digo tu nombre a Lucila…- continúo y mis ojos picaban con mayor intensidad- y no paramos de hablar de ti en toda la noche…- ¿hablar de mí en su cita?...
-¿qué?- interrumpí totalmente confusa.
-hablamos de ti… ella me contó sobre tus aficiones. Me dijo que sueles hablar dormida. Y que te gusta el helado de pistacho y la sprite.- detente, detente… pensé mientras mis ojos se nublaban- dijo que detestabas ver sufrir a los animales y que si fuera por ti acogerías a todos los perritos vagabundos en tu casa- ´por favor para- y dijo que te echaste a ti misma la culpa cuando sin querer ella rompió el vitral de su casa un verano- ese era un secreto. ¿Qué has hecho Lucila?- y dijo que no confiabas en mí, pero creo que no le contaste toda la verdad- prosiguió y ya era tarde para huir… estaba a una pulgada* de mi- dijo también que tu primer beso fue un error. Y que siempre has construido muros a tu alrededor. Ella se siente mal porque no le cuentas tus cosas y que a veces no sabe qué hacer cuando lloras- las lágrimas ya corrían por mis mejillas y sentía el goteo de mi nariz- también dijo que amabas leer… y escribes… aunque se supone que nadie lo sabe pero ella si- ese era un secreto que nunca le había dicho a nadie- y también dijo que una vez le dijiste que te gustaban los rubios- lo miré a los ojos y sonreía. Traté de detener las lágrimas.
-y ahora… yo le dije que eras la chica más cautivante que había visto… y la única que podía lograr que mi concentración flaqueara si estuviéramos en la misma habitación.
>>Que tus ojos eran como miles de universos abriéndose de par en par cuando sonreían y que… olías a flores…- eso me golpeo hondo- le dije que eras difícil de encontrar… pero que ya te había encontrado.
-Niall… detente- le pedí.
-no puedo...- me contesto acariciando mi mejilla- he arruinado esa cita… y Lucila no se ha molestado en lo absoluto, al contrario… estaba feliz por ti- reí como tonta para luego dejar salir las lágrimas y pequeños sollozos.
-¿feliz por mí?- le pregunté.
-feliz por ti… por mi… me agradeció por haber llegado a ti- me dijo.
Y me abrazo aun con mi bicicleta interponiéndose.
-no te alejes ___... no- me dijo y me deshice.
-no lo haré…- le confié.
-bien…- me sonrió mientras me besaba la frente.- ten- me entregó sus cuadernos.
-¿Qué?…
-son los apuntes de tus clases…- continuo y me dejó con la boca abierta.
-le pregunte a Lucila tu horario-me sonrió y me beso en la comisura de la boca- cierra la boca linda- dijo y luego se fue a su casa dejándome perpleja y… ¿enamorada?
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