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Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 58 de 60. • 1 ... 30 ... 57, 58, 59, 60
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Lo se:'( pobre Ulises...Wild Heart escribió:Oh no podré rayis justo cuando se declaran algo malo pasa!
Espero que no le pase nada al abuelo :c
Síguela pronto linda, me encantó el capi
Jejejej Zayn tan tierno por fin le dijo lo que sentía :3
Hoy la sigooo! Y si, aaaalfin saben lo que sienten por uno al otro<3
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Jajajajaja hoy subire dos caps:)Dinis LOVE 1D escribió:NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
No me jodas! ¿¡Por qué la dejas así!?
No puede ser posible!
En un momento, no se hablan Zayn y ______,luego bailan, después se van a platicar a solas para que el le pudiera decir lo que siente por ella, se besuquean TODO el tiempo y luego le hablando diciendo que el abuelo Ulises tuvo un infarto, esta en el hospital y puede ser que muera!
Eso es horrible!!!!!! Pero solo la parte del abuelo! Lo demás es muy lindo y tierno
Siguela pronto porfas!!!!! No puede ser!! No me jodas! (otra vez) jejeje
Espero que la puedas seguir mañana!!!! Te quiero! Gracias por subir
XOXO BESOS Y ABRAZOS¡
-Diana V. :)
Tooodo era tan perfecto:( pobre Ulises...
Te quiero maas<3 jajaja
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Hoy la sigooo! Ojala que no muera ni le pase nada:(^_^pocitoLatigable:33 escribió:Síguela amo tu Novela y no el abuelo Ulises no puede morir no ahora que todo esa como debe estar :(
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Ow, enserio lloraste?:3 que lindaaa<3shary1D escribió:siguela no la dejes ah llore con el capi siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Hoy la sigoooo!
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Capitulo 60 ~ Sensor de Paz.
Mis dedos de las manos estaban engaturrados, y no contenía mi respiración. Zayn pasó su mano por mi espalda un par de veces, mientras que yo miraba nerviosamente hacia todas direcciones posibles, observando a la gente caminar con rumbo fijo hacia la sala de espera, o tal vez por una hamburguesa a la isla de McDonald's en el tercer piso.
— Te repito, no es necesario que vengas. — hasta a mi me había sorprendido la falta de voz y fuerza que tuvieron mis palabras, casi como si yo fuera la que estaba enferma. Me estaba muriendo de ansiedad, nervios y miedo.
— Si lo es. — susurró el, de un modo un poco mas fuerte pero igual de débil.
Cuando corté la llamada aún en la fiesta de la boda, Zayn tomó el teléfono y consiguió los primeros boletos hacia Italia que habían. Solo existía un problema: Obviamente no habían vuelos directos hacia Conelly o Fonseca, así que tendríamos que abordar en Venecia para después tomar otro avión hacia Conelly, y conseguir un taxi o alguien que nos llevase a Nove. ¿Por qué de repente todo el universo parece ponerse en tu contra? El vuelo estaba a tres horas de distancia de nosotros, ¡Tres horas! Me iba a volver loca. Pero si, gracias al cielo tenía a Zayn, a quien aunque le decía que no lo necesitaba, y que debía de quedarse en la boda de su hermana, insistía en acompañarme. No sabía que hubiera hecho sin su brazo en mi hombro consolandome en ese momento.
Lo bueno de Zayn es su sensatéz en tiempos de angustia: le vio el lado bueno a que el avión saliera en tres horas; podría hacer mis maletas rápidamente, cambiarme con un pants y una blusa ligera para no tener que llegar con vestido de gala al avión, y podría tomar un café o algo para calmar los nervios.
No quería café, quería llegar a Italia.
...
Zayn llegó con dos cafés americanos y dos panecillos de canela. No pude comer; mi estomago estaba lleno de mariposas de fuego que quemaban todo mi interior y mi garganta abarrotada de púas y agujas que me lastimaban cada vez que tragaba.
— Haz un intento — prosiguió Zayn —, por favor _____. — no lo miré, simplemente me quedé quieta, esprando a que el maravilloso sonido de "Vuelo 435" sonara por todo el aeropuerto haciendome saltar de la silla.
Y cuando lo escuché, literalmente salté y corrí hacia el andén.
...
Ese fue, sin mucho esfuerzo en recordar otras malas experiencias, el peor viaje de toda mi vida. No concilé el sueño en ningun momento del trayecto, y mientras más eran mis ganas de llegar, mas parecía la vida en quererme retener. Un retraso en la salida del vuelo 435 en Londres, luego en Venecia un retraso de 10 minutos del avión, y para terminar de arruinar el viaje, estando ya en Conelly no conseguíamos un camión para irnos a Nove hasta dos horas mas tarde.
Las peores dos horas de mi vida.
Pero cuando por fin comencé a ver las afueras de Nove, mi corazón bombardeaba al mil por hora. No era una sensación agradable, no era la misma sensación que me daba cuando iba de vacaciones y me preguntaba como es que mis abuelos me iban a recibir para aquél viaje, era una sensación de total vacío. Solamente rogaba por llegar rápidamente al hospital y poder tomar la mano de mi abuelo.
Oh Dios... era como si aún no lo captara, como si aún no entendiera lo que las palabras de Ronny al telefono me habían dicho: Mi abuelo estaba en su recta final, estaba delicado... mi abuelo se me iba de las manos. Ese hombre era como mi segundo padre, quizás mas padre que el primero. Perderlo sería sin duda, uno de los momentos mas dolorosos de mi vida.
En ese instante, me di cuenta de lo insignificante que somos. Miré por la ventana del taxi que nos llevaba hacia el hospital — sin preocuparnos a dejar las maletas en la casa — y descubrí nerviosa los arboles pasando junto a mi. ¿Que hora era? Ni siquiera sabía; me encontraba tan mareada por tantos viajes y cambios de horario que no estaba muy segura de cuánto tiempo había pasado. Miré hacia el frente, y descubrí en el tablero del taxi la hora: 5:45 a.m. ¡Mierda! ¿De qué día? ¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir? Resentí eso en mis dedos de las manos, así que los estiré y troné cada uno con la otra mano.
Nuestra vida es tan ligera como una pluma, una pluma que el viento puede volar sin dificultad. Justo en ese taxi podía morir de tantas maneras diferentes, que si lo ponía de ese modo, el estar viva cada segundo resultaba ser un milagro. En ese segundo podíamos chocar, podría darme un infarto, o incluso podría caer algo sobre nosotros, no lo sé.
Zayn pasó sus manos por mis brazos, pero yo ni siquiera pude voltear. No podía, no podía, no podía... no podía no pensar en mi abuelo, en perderlo. Y sí, lo decía tan facilmente por que era la verdad: él era un hombre mayor, pero fuerte. Si lo perdía, no quería tapar esas palabras con un dedo.
— Todo estará bien. — susurró Zayn a mi oreja. Bajo otras circunstancias esas palabras y ese calor de su aliento contra el lóbulo de mi oreja me hubieran hecho estremecerme, pero en ese caso no tuvo ninguna clase de efecto en mi. Así que si, basicamente me sentía insensible y muda, sin moverme, sin decir nada, simplemente existiendo. A Medias.
Y sentí que mi mundo se estaba bloqueando otra vez por perder a otro ser querido. Al final, todos se van. Todos.
— No lo sabes. — susurré sin aire, sintiéndome débil. Miré por sobre mi hombro a sus grandes ojos temblorosos, y el se quedó callado, tragando gordo. Volví la vista hacia la ventana, mirando el pueblo de Nove pasar frente a mis ojos.
Gracias al cielo, Nove era un pueblo pequeño, así que no tardamos nada en llegar al hospital.
Sin preocuparme por la paga, las maletas u otras cosas personales - ni siquiera por Zayn - me bajé del auto en un salto, y corrí por toda la entrada. En ese momento, nada era lo suficientemente rápido: Ni las puertas eléctricas, ni los enfermeros, ni los pacientes, ni las personas que estaban caminando por los pasillos, ni el elevador lo sería tampoco.
Corrí escaleras arriba, hasta llegar a donde sabía, estaban la segunda sala de espera, donde Ronny me había dicho que estaban todos. Una mujer de bata blanca y yo chocamos hombros mientras corría escaleras arriba, pero ni siquiera volteé para despedirme o escuchar su disculpa. Sentí mis ojos arder en lágrimas que se quedaban estancadas ahí mismo y mis manos temblar ante cualquier escena que mi cabeza imaginaba que pasaría al llevar al segundo piso. ¿Un doctor hablando con todos, y luego Ronny echándose a llorar a los brazos de Pauly? ¿Mi abuela con una sonrisa por que mi abuelo se salvó?...¿Los planes de un funeral? Estaba torturando a mi mente y a mis emociones con solo ideas; si alguna de esas ideas negativas se hacían realidad, ¿cómo iba a aguantar eso? Sacudí la cabeza alborotando mi cabello suelto, y me dediqué a simplemente contar los pasos que me faltaban para llegar a la sala de espera del segundo piso.
Quince, Diesciseis, Diescisiete... La puerta. Empujé la puerta haciendo estremecer la habitación cuadrada grande, donde varias familias se encontraban descanzando y esperando noticias de sus seres queridos. Y Ahí estaba la mía.
— ¡_____! - Ronny e Isabella soltaron un chillido espontaneo, y sentí como Pauly llegaba y se me colgaba del cuello. Su delineador estaba esparcido por sus mejillas, y su cabello era un verdadero caos, hasta peor que el mio.
Observé la escena por unos segundos mas; todos se encontraban ahí, mis tios a excepción de mi tía Dinn y mi tio Lorenzo, mi abuela, y mis primos mayores. O tenían los ojos rojos, o si no la ropa manchada, o tal vez el cabello a maraña, pero todos se veían nefastos. Hasta yo me veía nefasta.
— ¿Qué sucede? ¿Cómo está el abuelo? — Pauly levantó un poco el mentón aún en medio abrazo.
— Estable, solo eso. — Me abrazó con fuerza, y yo hice lo mismo. Después se separó de mi apartando sus lagrimas, y me regaló una pequeña sonrisa llena de tristeza y nostalgia.
Caminé entonces hacia los pequeños sofás donde estaban todos sentados. Apenas me vio, mi abuela me sonrió del mismo modo en que lo hizo Pauly; ahí me di cuenta de lo mucho que se parecían ellas dos. Tenían la misma nariz, y sus labios se curvaban exactamente del mismo modo. Eran hermosas.
Caminé hacia mi abuela, y me arrodillé frente a ella para abrazarla. Ella me besó la frente, y acarició mi cabello. Entonces yo comencé a sollozar.
— Perdón. — susurré. — Nunca debí de haberme ido, yo...
— No, principessa, Non farti del male. — me interrumpió con su voz ronca. — Hubiera pasado aún si tu estabas aquí.
Pero no pude evitar sentirme culpable al pensar en el hecho de que mientras yo estaba besándome intensamente con Zayn, mi abuelo sufría, y mi familia estaba toda al borde del colapso por el miedo y la impotencia.
Me levanté de aquella posición, y compartí miradas con mis tíos y primos, hasta llegar a los ojos grandes de Ronny. Me miró con piedad, y yo caminé hacia el sillón donde ella se encontraba sentada. Me senté a su lado, y nos abrazamos como hacía años que no lo hacíamos. Ese abrazo fue similar al abrazo que nos dimos el mismo día en que mi papá se fue de la casa, al que nos dimos el día que lloramos al saber que nuestra madre se iba a casar con ese idiota, el mismo abrazo que nos regalamos cuando huí de casa y fui corriendo con Ronny. Ese abrazo era mas que un abrazo común y corriente; con ese abrazo, ella me decía que estaba ahí para mi, y yo le decía que si me necesitaba estaría a su lado. Siempre habíamos sido ella y yo, solas contra todos, contra las tristezas y contra cualquiera que quisiera dañar a la otra.
— ¿Cómo estás? — pregunté temerosa a la respuesta. Ella soltó un fuerte suspiro y nos separamos del abrazo, manteniendo nuestras manos juntas.
— Ya mejor. — Sonrió quedadamente, y yo le respondí con lo mismo. — Contigo todo es mejor. Tu siempre has sabido como hacerme fuerte.
— Eres mas fuerte de lo que piensas, Ronny. — acaricié su brazo, y miré hacia mi costado derecho al resto de almas que se mantenían calladas o murmurando cosas solamente para que le silencio no los volviese locos. — ¿Y como les va a todos? ¿Dónde están mi tía Dinn y mi tío Lorenzo?
— Cuidando a todos los niños. — Ella también giró su rostro para mirar al resto. — Ellos no pueden venir al hospital, es demaciado triste para que vean a nuestra abuela así. Entre todos nos estamos turnando para ir a cuidarlos a casa de mi tío, y hacemos guardia aquí. — Yo asentí lentamente, y lancé un suspiro al aire. — Pero las cosas ya se calmaron, mi abuelo ya está estable, aunque aún nadie se atreve a irse de aquí. — En pocas palabras, eso significaba que todos tenían miedo de que mi abuelo volviese a recaer. — Cambiemos de tema. — Ronny se reacomodó en el sillón y me tomó de las manos. — ¿Cómo te iba con Zayn en Londres?
M.I.E.R.D.A. ¡Zayn! ¡Me había olvidado de él por completo! Mi rostro se tensó y abrí los ojos tan grandes que sentía la presión en mis parpados. Giré rapidamente la cabeza hacia la puerta, y como por arte de mágia él iba entrando con nuestras maletas colgadas de todas partes. Me levanté del sofá en un salto, y corrí hacia el; tomé una de las maletas que llevaba en las manos, y lo miré apenada.
— Lo siento. — fue lo único que se me ocurrió decir.
— Entiendo. — dijo él, sonriendo.
Zayn y yo dejamos las maletas en una esquina vacía, y después el procedió a hablar con mi abuela. Yo me fui a sentar junto a Ronny, y cuando sentí el alcochonado sillón debajo de mis piernas, fue cuando me di cuenta de lo agotada que estaba.
— Entonces, Zayn dejó todo para venir contigo, ¿Eh? — Oh Ronny, si supieras... pensé mientras que asentía y miraba como mi abuela y Zayn se abrazaban. Ella lo apreciaba mucho, y estoy segura de que a Zayn la noticia de mi abuelo también le dañó un poco. — Le encantas. — susurró ella acercandose a mi oido. Entonces, por primera vez en horas, sonreí genuinamente:
— Lo se. — me mordí el labio, y Ronny tan solo me miró con rostro de no entender nada. — Luego te cuento. — sonrió de oreja a oreja, y al final volvió su rostro ante el llamado de Omar.
...
Las horas pasaron, y yo sentía como si el tiempo no se moviera, como si pasara mas lento en cada segundo. En ese instante, a lo único que esperábamos, era a que algún doctor, o una enfermera, o alguien nos dijera que ya podíamos pasar a verlo. Todavía le estaban haciendo ciertos estudios, así que aún no teníamos la autorización para entrar con él.
La incertidubre de no saber lo que ocurría adentro de aquella habitación me estaba matando.
— Quiero un café. — habló de repente Ronny por primera vez en horas. Yo me encontraba sentada entre ella y Zayn, totalmente agotada y sin ánimos de moverme. — ¿Quieren algo? — nos preguntó.
— ¿No quieres que yo valla a conseguirte un café Ronny? Por mi no hay problema. — Zayn hizo ademán de ponerse de pie, pero Ronny inmediatamente se negó.
— Necesito salir, tomar aire fresco y desviar mi mente un poco. Gracias Zayn. — Zayn asintió.
— ¿Me puedes traer un americano? — pregunté, y ella me sonrió antes de caminar hacia la salida de la sala de espera.
Que horrible nombre, ¿No? Sala de espera: Esperas a ver que noticias te dan, esperas a ver si la persona muere o sobrevive. Oh, santa mierda, a veces odiaba ser tan negativa y directa con todo.
— ¿Te sientes mejor? — preguntó Zayn acercandose siguilosamente a mi. Yo negué con la cabeza, y crucé mis brazos sobre mi pecho.
— No me puedo sentir mejor ahora.
— Tu abuelo está fuera de peligro. — objetó el, y buscó con su mano la mía.
— Está estable, mas ¿Fuera de peligro? nadie ha dicho eso.
Eché mi cabeza hacia atrás en el sillón, y Zayn acarició mi mano.
— Ven aquí. — Abrió sus brazos frente a mi, y yo inmediatamente capté el mensaje. Entré en el abrazo de Zayn, y me recosté a medias en su pecho. El me apretó contra él, y me sentí por primera vez en horas, en paz. Los brazos de Zayn alrededor de mi tenían ese efecto tan tranquilizador, como si su roce activaran un sensor de paz por mi cuerpo. — Todo va a estar bien, princesa. Tu tranquila, que Ulises te seguirá hablando de tu niñez para la cena de la proxima semana. — susurró a mi oido. Entonces, de la nada, las lagrimas comenzaron a rebosar mis ojos.
Nunca lloraba, y si lo hacía era por que estaba sola. Chillaba de coraje, de emoción, de rabia y de sentimientos atorados, pero llorar, lo que se dice llorar largo y tendido era muy extraño en mi. La unica que me veía llorar a veces era Ronny, y eso si tenía suerte. Entonces, eso simplemente fue nuevo para mi. Zayn me hacía romper tantas reglas personales que hasta temía que terminara rompiendolas todas. Eso perdería mi escencia, ¿No? ya no sería la misma _____ nunca mas. Pero... ¿Quién dice que un cambio no es bueno?
Estando así, abrazada de Zayn, recargada en él, todo parecía un mal sueño. Todo parecía ser una pesadilla, pesadilla que se iría apenas abriera los ojos otra vez y me encontraría dormida en los brazos de Malik.
Así que cerré los ojos, y prentendí que aquello último era mi realidad. Fingí ser feliz, y que nada de eso estaba verdaderamente ocurriendo. Y abrí los ojos para ver si en verdad, despertaba en un cuarto con Zayn, solos el y yo, amandonos. Pero al abrirlos, me encontré con un mini paro en mi corazón: Justo en la puerta de entrada de la sala de espera, se encontraba ese chico de rulos de pie, mirandome. Harry estaba ahí.
~ C o n t i n u a r a
Mis dedos de las manos estaban engaturrados, y no contenía mi respiración. Zayn pasó su mano por mi espalda un par de veces, mientras que yo miraba nerviosamente hacia todas direcciones posibles, observando a la gente caminar con rumbo fijo hacia la sala de espera, o tal vez por una hamburguesa a la isla de McDonald's en el tercer piso.
— Te repito, no es necesario que vengas. — hasta a mi me había sorprendido la falta de voz y fuerza que tuvieron mis palabras, casi como si yo fuera la que estaba enferma. Me estaba muriendo de ansiedad, nervios y miedo.
— Si lo es. — susurró el, de un modo un poco mas fuerte pero igual de débil.
Cuando corté la llamada aún en la fiesta de la boda, Zayn tomó el teléfono y consiguió los primeros boletos hacia Italia que habían. Solo existía un problema: Obviamente no habían vuelos directos hacia Conelly o Fonseca, así que tendríamos que abordar en Venecia para después tomar otro avión hacia Conelly, y conseguir un taxi o alguien que nos llevase a Nove. ¿Por qué de repente todo el universo parece ponerse en tu contra? El vuelo estaba a tres horas de distancia de nosotros, ¡Tres horas! Me iba a volver loca. Pero si, gracias al cielo tenía a Zayn, a quien aunque le decía que no lo necesitaba, y que debía de quedarse en la boda de su hermana, insistía en acompañarme. No sabía que hubiera hecho sin su brazo en mi hombro consolandome en ese momento.
Lo bueno de Zayn es su sensatéz en tiempos de angustia: le vio el lado bueno a que el avión saliera en tres horas; podría hacer mis maletas rápidamente, cambiarme con un pants y una blusa ligera para no tener que llegar con vestido de gala al avión, y podría tomar un café o algo para calmar los nervios.
No quería café, quería llegar a Italia.
...
Zayn llegó con dos cafés americanos y dos panecillos de canela. No pude comer; mi estomago estaba lleno de mariposas de fuego que quemaban todo mi interior y mi garganta abarrotada de púas y agujas que me lastimaban cada vez que tragaba.
— Haz un intento — prosiguió Zayn —, por favor _____. — no lo miré, simplemente me quedé quieta, esprando a que el maravilloso sonido de "Vuelo 435" sonara por todo el aeropuerto haciendome saltar de la silla.
Y cuando lo escuché, literalmente salté y corrí hacia el andén.
...
Ese fue, sin mucho esfuerzo en recordar otras malas experiencias, el peor viaje de toda mi vida. No concilé el sueño en ningun momento del trayecto, y mientras más eran mis ganas de llegar, mas parecía la vida en quererme retener. Un retraso en la salida del vuelo 435 en Londres, luego en Venecia un retraso de 10 minutos del avión, y para terminar de arruinar el viaje, estando ya en Conelly no conseguíamos un camión para irnos a Nove hasta dos horas mas tarde.
Las peores dos horas de mi vida.
Pero cuando por fin comencé a ver las afueras de Nove, mi corazón bombardeaba al mil por hora. No era una sensación agradable, no era la misma sensación que me daba cuando iba de vacaciones y me preguntaba como es que mis abuelos me iban a recibir para aquél viaje, era una sensación de total vacío. Solamente rogaba por llegar rápidamente al hospital y poder tomar la mano de mi abuelo.
Oh Dios... era como si aún no lo captara, como si aún no entendiera lo que las palabras de Ronny al telefono me habían dicho: Mi abuelo estaba en su recta final, estaba delicado... mi abuelo se me iba de las manos. Ese hombre era como mi segundo padre, quizás mas padre que el primero. Perderlo sería sin duda, uno de los momentos mas dolorosos de mi vida.
En ese instante, me di cuenta de lo insignificante que somos. Miré por la ventana del taxi que nos llevaba hacia el hospital — sin preocuparnos a dejar las maletas en la casa — y descubrí nerviosa los arboles pasando junto a mi. ¿Que hora era? Ni siquiera sabía; me encontraba tan mareada por tantos viajes y cambios de horario que no estaba muy segura de cuánto tiempo había pasado. Miré hacia el frente, y descubrí en el tablero del taxi la hora: 5:45 a.m. ¡Mierda! ¿De qué día? ¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir? Resentí eso en mis dedos de las manos, así que los estiré y troné cada uno con la otra mano.
Nuestra vida es tan ligera como una pluma, una pluma que el viento puede volar sin dificultad. Justo en ese taxi podía morir de tantas maneras diferentes, que si lo ponía de ese modo, el estar viva cada segundo resultaba ser un milagro. En ese segundo podíamos chocar, podría darme un infarto, o incluso podría caer algo sobre nosotros, no lo sé.
Zayn pasó sus manos por mis brazos, pero yo ni siquiera pude voltear. No podía, no podía, no podía... no podía no pensar en mi abuelo, en perderlo. Y sí, lo decía tan facilmente por que era la verdad: él era un hombre mayor, pero fuerte. Si lo perdía, no quería tapar esas palabras con un dedo.
— Todo estará bien. — susurró Zayn a mi oreja. Bajo otras circunstancias esas palabras y ese calor de su aliento contra el lóbulo de mi oreja me hubieran hecho estremecerme, pero en ese caso no tuvo ninguna clase de efecto en mi. Así que si, basicamente me sentía insensible y muda, sin moverme, sin decir nada, simplemente existiendo. A Medias.
Y sentí que mi mundo se estaba bloqueando otra vez por perder a otro ser querido. Al final, todos se van. Todos.
— No lo sabes. — susurré sin aire, sintiéndome débil. Miré por sobre mi hombro a sus grandes ojos temblorosos, y el se quedó callado, tragando gordo. Volví la vista hacia la ventana, mirando el pueblo de Nove pasar frente a mis ojos.
Gracias al cielo, Nove era un pueblo pequeño, así que no tardamos nada en llegar al hospital.
Sin preocuparme por la paga, las maletas u otras cosas personales - ni siquiera por Zayn - me bajé del auto en un salto, y corrí por toda la entrada. En ese momento, nada era lo suficientemente rápido: Ni las puertas eléctricas, ni los enfermeros, ni los pacientes, ni las personas que estaban caminando por los pasillos, ni el elevador lo sería tampoco.
Corrí escaleras arriba, hasta llegar a donde sabía, estaban la segunda sala de espera, donde Ronny me había dicho que estaban todos. Una mujer de bata blanca y yo chocamos hombros mientras corría escaleras arriba, pero ni siquiera volteé para despedirme o escuchar su disculpa. Sentí mis ojos arder en lágrimas que se quedaban estancadas ahí mismo y mis manos temblar ante cualquier escena que mi cabeza imaginaba que pasaría al llevar al segundo piso. ¿Un doctor hablando con todos, y luego Ronny echándose a llorar a los brazos de Pauly? ¿Mi abuela con una sonrisa por que mi abuelo se salvó?...¿Los planes de un funeral? Estaba torturando a mi mente y a mis emociones con solo ideas; si alguna de esas ideas negativas se hacían realidad, ¿cómo iba a aguantar eso? Sacudí la cabeza alborotando mi cabello suelto, y me dediqué a simplemente contar los pasos que me faltaban para llegar a la sala de espera del segundo piso.
Quince, Diesciseis, Diescisiete... La puerta. Empujé la puerta haciendo estremecer la habitación cuadrada grande, donde varias familias se encontraban descanzando y esperando noticias de sus seres queridos. Y Ahí estaba la mía.
— ¡_____! - Ronny e Isabella soltaron un chillido espontaneo, y sentí como Pauly llegaba y se me colgaba del cuello. Su delineador estaba esparcido por sus mejillas, y su cabello era un verdadero caos, hasta peor que el mio.
Observé la escena por unos segundos mas; todos se encontraban ahí, mis tios a excepción de mi tía Dinn y mi tio Lorenzo, mi abuela, y mis primos mayores. O tenían los ojos rojos, o si no la ropa manchada, o tal vez el cabello a maraña, pero todos se veían nefastos. Hasta yo me veía nefasta.
— ¿Qué sucede? ¿Cómo está el abuelo? — Pauly levantó un poco el mentón aún en medio abrazo.
— Estable, solo eso. — Me abrazó con fuerza, y yo hice lo mismo. Después se separó de mi apartando sus lagrimas, y me regaló una pequeña sonrisa llena de tristeza y nostalgia.
Caminé entonces hacia los pequeños sofás donde estaban todos sentados. Apenas me vio, mi abuela me sonrió del mismo modo en que lo hizo Pauly; ahí me di cuenta de lo mucho que se parecían ellas dos. Tenían la misma nariz, y sus labios se curvaban exactamente del mismo modo. Eran hermosas.
Caminé hacia mi abuela, y me arrodillé frente a ella para abrazarla. Ella me besó la frente, y acarició mi cabello. Entonces yo comencé a sollozar.
— Perdón. — susurré. — Nunca debí de haberme ido, yo...
— No, principessa, Non farti del male. — me interrumpió con su voz ronca. — Hubiera pasado aún si tu estabas aquí.
Pero no pude evitar sentirme culpable al pensar en el hecho de que mientras yo estaba besándome intensamente con Zayn, mi abuelo sufría, y mi familia estaba toda al borde del colapso por el miedo y la impotencia.
Me levanté de aquella posición, y compartí miradas con mis tíos y primos, hasta llegar a los ojos grandes de Ronny. Me miró con piedad, y yo caminé hacia el sillón donde ella se encontraba sentada. Me senté a su lado, y nos abrazamos como hacía años que no lo hacíamos. Ese abrazo fue similar al abrazo que nos dimos el mismo día en que mi papá se fue de la casa, al que nos dimos el día que lloramos al saber que nuestra madre se iba a casar con ese idiota, el mismo abrazo que nos regalamos cuando huí de casa y fui corriendo con Ronny. Ese abrazo era mas que un abrazo común y corriente; con ese abrazo, ella me decía que estaba ahí para mi, y yo le decía que si me necesitaba estaría a su lado. Siempre habíamos sido ella y yo, solas contra todos, contra las tristezas y contra cualquiera que quisiera dañar a la otra.
— ¿Cómo estás? — pregunté temerosa a la respuesta. Ella soltó un fuerte suspiro y nos separamos del abrazo, manteniendo nuestras manos juntas.
— Ya mejor. — Sonrió quedadamente, y yo le respondí con lo mismo. — Contigo todo es mejor. Tu siempre has sabido como hacerme fuerte.
— Eres mas fuerte de lo que piensas, Ronny. — acaricié su brazo, y miré hacia mi costado derecho al resto de almas que se mantenían calladas o murmurando cosas solamente para que le silencio no los volviese locos. — ¿Y como les va a todos? ¿Dónde están mi tía Dinn y mi tío Lorenzo?
— Cuidando a todos los niños. — Ella también giró su rostro para mirar al resto. — Ellos no pueden venir al hospital, es demaciado triste para que vean a nuestra abuela así. Entre todos nos estamos turnando para ir a cuidarlos a casa de mi tío, y hacemos guardia aquí. — Yo asentí lentamente, y lancé un suspiro al aire. — Pero las cosas ya se calmaron, mi abuelo ya está estable, aunque aún nadie se atreve a irse de aquí. — En pocas palabras, eso significaba que todos tenían miedo de que mi abuelo volviese a recaer. — Cambiemos de tema. — Ronny se reacomodó en el sillón y me tomó de las manos. — ¿Cómo te iba con Zayn en Londres?
M.I.E.R.D.A. ¡Zayn! ¡Me había olvidado de él por completo! Mi rostro se tensó y abrí los ojos tan grandes que sentía la presión en mis parpados. Giré rapidamente la cabeza hacia la puerta, y como por arte de mágia él iba entrando con nuestras maletas colgadas de todas partes. Me levanté del sofá en un salto, y corrí hacia el; tomé una de las maletas que llevaba en las manos, y lo miré apenada.
— Lo siento. — fue lo único que se me ocurrió decir.
— Entiendo. — dijo él, sonriendo.
Zayn y yo dejamos las maletas en una esquina vacía, y después el procedió a hablar con mi abuela. Yo me fui a sentar junto a Ronny, y cuando sentí el alcochonado sillón debajo de mis piernas, fue cuando me di cuenta de lo agotada que estaba.
— Entonces, Zayn dejó todo para venir contigo, ¿Eh? — Oh Ronny, si supieras... pensé mientras que asentía y miraba como mi abuela y Zayn se abrazaban. Ella lo apreciaba mucho, y estoy segura de que a Zayn la noticia de mi abuelo también le dañó un poco. — Le encantas. — susurró ella acercandose a mi oido. Entonces, por primera vez en horas, sonreí genuinamente:
— Lo se. — me mordí el labio, y Ronny tan solo me miró con rostro de no entender nada. — Luego te cuento. — sonrió de oreja a oreja, y al final volvió su rostro ante el llamado de Omar.
...
Las horas pasaron, y yo sentía como si el tiempo no se moviera, como si pasara mas lento en cada segundo. En ese instante, a lo único que esperábamos, era a que algún doctor, o una enfermera, o alguien nos dijera que ya podíamos pasar a verlo. Todavía le estaban haciendo ciertos estudios, así que aún no teníamos la autorización para entrar con él.
La incertidubre de no saber lo que ocurría adentro de aquella habitación me estaba matando.
— Quiero un café. — habló de repente Ronny por primera vez en horas. Yo me encontraba sentada entre ella y Zayn, totalmente agotada y sin ánimos de moverme. — ¿Quieren algo? — nos preguntó.
— ¿No quieres que yo valla a conseguirte un café Ronny? Por mi no hay problema. — Zayn hizo ademán de ponerse de pie, pero Ronny inmediatamente se negó.
— Necesito salir, tomar aire fresco y desviar mi mente un poco. Gracias Zayn. — Zayn asintió.
— ¿Me puedes traer un americano? — pregunté, y ella me sonrió antes de caminar hacia la salida de la sala de espera.
Que horrible nombre, ¿No? Sala de espera: Esperas a ver que noticias te dan, esperas a ver si la persona muere o sobrevive. Oh, santa mierda, a veces odiaba ser tan negativa y directa con todo.
— ¿Te sientes mejor? — preguntó Zayn acercandose siguilosamente a mi. Yo negué con la cabeza, y crucé mis brazos sobre mi pecho.
— No me puedo sentir mejor ahora.
— Tu abuelo está fuera de peligro. — objetó el, y buscó con su mano la mía.
— Está estable, mas ¿Fuera de peligro? nadie ha dicho eso.
Eché mi cabeza hacia atrás en el sillón, y Zayn acarició mi mano.
— Ven aquí. — Abrió sus brazos frente a mi, y yo inmediatamente capté el mensaje. Entré en el abrazo de Zayn, y me recosté a medias en su pecho. El me apretó contra él, y me sentí por primera vez en horas, en paz. Los brazos de Zayn alrededor de mi tenían ese efecto tan tranquilizador, como si su roce activaran un sensor de paz por mi cuerpo. — Todo va a estar bien, princesa. Tu tranquila, que Ulises te seguirá hablando de tu niñez para la cena de la proxima semana. — susurró a mi oido. Entonces, de la nada, las lagrimas comenzaron a rebosar mis ojos.
Nunca lloraba, y si lo hacía era por que estaba sola. Chillaba de coraje, de emoción, de rabia y de sentimientos atorados, pero llorar, lo que se dice llorar largo y tendido era muy extraño en mi. La unica que me veía llorar a veces era Ronny, y eso si tenía suerte. Entonces, eso simplemente fue nuevo para mi. Zayn me hacía romper tantas reglas personales que hasta temía que terminara rompiendolas todas. Eso perdería mi escencia, ¿No? ya no sería la misma _____ nunca mas. Pero... ¿Quién dice que un cambio no es bueno?
Estando así, abrazada de Zayn, recargada en él, todo parecía un mal sueño. Todo parecía ser una pesadilla, pesadilla que se iría apenas abriera los ojos otra vez y me encontraría dormida en los brazos de Malik.
Así que cerré los ojos, y prentendí que aquello último era mi realidad. Fingí ser feliz, y que nada de eso estaba verdaderamente ocurriendo. Y abrí los ojos para ver si en verdad, despertaba en un cuarto con Zayn, solos el y yo, amandonos. Pero al abrirlos, me encontré con un mini paro en mi corazón: Justo en la puerta de entrada de la sala de espera, se encontraba ese chico de rulos de pie, mirandome. Harry estaba ahí.
~ C o n t i n u a r a
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Capitulo 61 ~ Amor de Verano
Lucille me abrazó fuertemente, y yo no hice mas que lo mismo; sorprendentemente, aunque solo nos habíamos conocido por unas tres o cuatro semanas, me había encariñado con ella de un modo bastante fuerte.
— ¿Cómo estás? — preguntó con voz ronca y grabe.
Nos separamos del abrazo lentamente, aunque ella mantuvo sus manos en las mías, mostrandome apoyo. Hice una mueca con el extremo derecho de mi labio, pero luego asentí con el cráneo indicándole que me encontraba bien. Era la verdad; Después de que los doctores habían anunciado que mi abuelo estaba practicamente fuera de peligro, sentí que mi pecho se desinflaba, dejando salir la tensión que tenía amontonada en mi cuerpo y poder respirar tranquilamente otra vez. Bueno, parcialmente.
— Que bueno que te mandaron a casa; te vez como muerta en vida _____. - Me mordí el labio, y justo después el sonido de la puerta abriendoce detras de mi espalda captó nuestra atención. Zayn nos miró con detenimiento, y después le sonrió a Lucy. Había tomado un baño, se veía mas fresco, aunque sin lugar a dudas se veía demacrado por tantas horas sin dormir y los cambios bruscos de horario. Tenía bolsas debajo de los ojos, sus parpados caídos, y unas ojeras de mapache -eso si, creo que estaba mas ojeroso que yo-.
— Hola Lucy. — Dijo Zayn sin moverse de la entrada de la casa.
— Que lindo es verte, Zayn. — Contestó la castaña, sonriendole brillantemente.
— _____, ya hay agua caliente para cuando quieras tomar el baño. — anunció sin quitarme la mirada de encima. Yo asentí, volví mi mirada hacia Lucy (La cual me miraba con ojos de "Oh Dios Mio, creo que ustedes dos se quieren bañar juntos"), y al encontrar eso mismo, me volví a Zayn.
— Gracias. — sonreí levemente. El asintió.
— Hasta luego Lucy. — Zayn sacudió su mano a lo alto, y Lucille se dedico a regalarle una sonrisa de entendimiento.
Cuando la puerta se cerró detras de Zayn cuando él estaba ya adentro, la chica atacó.
— Te ama, definitivo. — sonrió de oreja a oreja y cruzó sus manos sobre su pecho, sin quitarle la vista a la puerta donde previamente Zayn estaba de pie. — Aguantó mas de 3 viajes, desde Londres hasta Nove, muchas horas en avión, otras más en autobús, solo para acompañarte. — No me sentía de animos de pensar en eso dadas las circunstancias, pero esa observación de parte de la pequeña castaña me hizo sonreír. — Sabía que eso pasaría. Todos lo hacíamos. — ¡¿Qué?! Fruncí el entrecejo, e hice ademán de esbozar unas palabras, aunque me fue imposible porque realmente no sabía que decir. ¿Cómo...?
— ¿Por qué dices eso? — se me ocurrió decir al fin. — ¿Quiénes todos?
— Liam, Niall... Ursulla y Louis hicieron una apuesta contra Helena y contra Pauly; ellos siempre dijeron que terminarían enamorados en Londres, mientras que Helena y Pauly seguían insistiendo que tu te quedarías con Harry y con Zayn con Sarah. — ¡Wau! ¡Eso si era nuevo! Comprimí mis labios, y parpadeé un par de veces, intentando mirar a otro lado para no encontrarme con los ojos nerviosos de Lucille. ¡Así que mientras yo sufría con besos robados violentos y caballos apestosos, ellos apostaban sobre nosotros!
— ¿Sarah y Harry...?
— ¡No! ¡Ellos no se enteraron de las apuestas! — suspiró Lucy. — Nos hubieran aniquilado vivos, a todos. — Eso si era extraño. — De cualquier modo, cuéntame, ¿Que pasó con Harry cuando llego al hospital? ¡Oh Dios! ¡Eso si debió de haber sido un drama de telenovela! — giré los ojos y reí siguilosamente mientras me mordía el labio y la miraba con cariño; era como una niña emocionada de 9 años atrapada en el cuerpo de una pequeña mujer de 19. O 20. Algo así tenía Lucille.
— No pasó mucho, de hecho casi no hablamos de Zayn y yo o de él y yo. Supongo que él también está avergonzado por haberse besado con Pauly.
— ¿Harry sabe que tu sabes?
— No tengo idea, pero por algo no habló, ¿No crees? Fue muy indiferente conmigo cuando me vio con Zayn... — miré hacia la piedra gris que se encontraba debajo de mi. — Me alegro que lo haya hecho. Creo que prefiero evadir el tema; no parece importante. No debería de serlo.
— Para evitar malentendidos, lo mejor sería que hablaran. No dejar las cosas de ese modo... luego pueden surgir cosas que con el habla se pueden evitar.
Y Así es como me quedé todo el resto de la tarde pensando en lo que debería de decirle a Harry, y lo que no.
Definitivamente ese tema era tan absurdo, teniendo en cuenta los acontecimientos que teníamos sobre nosotros, pero el hecho de que ese asunto me distrajera un poco resultaba reconfortante.
Después de que Lucy se fue, sentí mis animos bajar hasta el suelo. Mi abuela se acababa de ir al hospital de vuelta para cuidar a mi abuelo, mientras que nos habían mandado a Zayn y a mi a descanzar después de nuestra jornada de mas de 24 horas sin descanzo. Aunque nunca lo fuera a admitir, agradecí que lo hicieran.
Tomé un refrescante baño, e inmeditamente caí dormida en la cama. Ni siquiera tiempo me dio para extrañar los brazos de Zayn para dormir, aunque no hubiera experimentado ese acto lo suficiente.
...
A la mañana siguiente, no sentí la típica necesidad en mi para levantarme, sin embargo tuve que hacerlo. Escuché voces en la sala, acto que me llamó la atención.
Salí de la cama con pereza, y salí de la habitación sin preocuparme por ponerme algo mas aparte de ese short y esa blusa que usaba como pijama.
— Buenos días, _____ — vociferó mi tía Dinn, mientras que caminaba desde la puerta de entrada hasta la cocina con una gran charola tapada con un aluminio. Zayn apareció de repente con unas ollas mas pesadas por detrás. —. ¿Dormiste bien?
— Mejor de lo que esperaba. — Admití y eché un vostezo al aire. Descubrí al mirar sobre mi hombro los ojos de Zayn sobre mi; me ruboricé como tonta, y para evitar su rostro sobre el mio mejor caminé hacia la cocina siguiendo a mi tía.
— Les traje comida. — Anunció dejando caer la charola sobre la mesa de la cocina. — Les tengo que dejar la charola de los Muffins aquí por que Pauly e Isabella pasarán por ellos; los venderán en el centro del pueblo para una cosa del pueblo. Vendran por ellos al rato. ¿Quieren uno? — Sin esperarse a que hablaramos, ella sacó dos Muffins de chocolate a tientas de la gran charola. — Tomen, si quieren otro tómenlo, con confianza.
— ¿No tiene de vainilla? — preguntó Zayn de repente, frenando la prisa de mi tía.
— ¿No te gusta el chocolate? — Alzó las cejas y soltó una risilla.
— A mi si, a _____ no. — Mierda. ¿Todo mundo tenía que ser tan perspicas? Por la mirada de mi tía y su sonrisa complice al mirarme, me di cuenta de que adivinó un poco sobre Zayn y yo. Asintió divertida, como una niña de cinco años que guarda un gran secreto, nos miró a ambos.
— Hay de Vainilla y frambuesa, eligan el que gusten. — soltó el aluminio y tomó su bolso previamente colocado en la barra. — Me tengo que ir niños, iré por tu abuela. — Dijo mirandome. — Traje pollo listo para calentar, y una pizza de horno; deben de tener hambre.
...
Zayn metió la pizza al microóndas antes de sentarse frente a mi para continuar comiendo del pollo recien calentado. Me miró, y sonrió. Aquella comida estuvo llena de miradas de reojo y sonrisas acusadoras. Reímos un poco; Zayn se levantó por la pizza, y sirvió dos y dos pedazos en cada uno de los platos.
—¿Cuándo se los diras? — soltó de repente, mientras que yo comís tranquilamente de mi pollo. — Se que no es el momento mas apropiado para decirles sobre nosotros, pero...
— Si sigues siendo tan detallista, para hoy a las 7:30 todo Nove lo sabrá. — Lo señalé con el pollo incrustado en mi tenedor, y el sonrió llevando su mano hasta su cabeza y alborotando su cabello.
— Tu tía Dinn se dio cuenta.
— Creo que no todos se dieron cuenta en la sala de espera porque estaban todos demaciado tristes y preocupados, pero de no haber sido así, desde ahí lo hubieran sabido. - Bajé la vista a mi plato, y el soltó una carcajada. — En verdad estoy apenada contigo. — Levanté mi vista, dejando mi rostro hacia la mesa, y observé como fruncía el ceño.
— ¿Apenada?
— Saliste corriendo, en medio de la boda de tu hermana. Viajaste a otro país, perdiendote la fiesta entera; y si le sumamos el hecho de que tuviste que aguantar mi histeria durante todo el viaje, tu paciencia y lo que hiciste no tienen precio. — Zayn me miró con ternura.
— Vamos, era solo una fiesta. Sabes que aprecio mucho a tu abuelo, a tu abuela... A tu familia en general. Me ayudaron mucho. — Se alzó de hombros. — Tenías que venir, y no podía dejarte venir sola; ¿Te imaginas? No te hubieras podido haber controlado en todo el camino.
El tenía razón: yo sola jamás hubiera podido haber llegado completa a Nove. El hizo un trabajo excepcional ayudandome a tranquilizarme.
— Me calmas. Eres bueno en eso.
— Es que cuando estas conmigo te embobas, y no piensas tanto. Se que te pasa por que a mi me pasa lo mismo cuando estoy contigo; simplemente no encuentro la necesidad de pensar, y no pensar ayuda a relajarme. Tu me haces mas bien de lo que piensas.
No pude dejar de mirarlo, y el hizo exactamente lo mismo conmigo. No estaba segura de cuanto tiempo había pasado, solo sabía que nunca me cansaría de mirarlo. Podría contar sus lunares veinte veces, inspeccionar el modo en que su cabello brilla y a que todos; mirar la perfección de su nariz por horas o desear esos labios. No importaba lo que hiciera, sabía que lo podía hacer por tiempo indefinido.
Zayn sonrió.
Yo sonreí.
Mi corazón saltó de felicidad al darse cuenta de que esa sonrisa en sus labios era por mi.
Y yo me sentí a volar entonces.
...
— ¿Cómo vas con tu ensayo? — Me acurruqué en el pecho de Zayn, cabezeando de sueño.
— Bien. — Boztecé, y cerré los ojos.
— ¿Ya casi lo terminas?
— Solo le faltan algunas correciones. — No me molesté en abrir los ojos; simplemente me quedé escuchando el suave y relajante latido del corazón de Zayn. Eso era bueno, muy bueno; se sentía bien poder estar así con él, sin preocuparme nada. Hacía mucho que no sentía mis músculos relajarse.
— ¿Me lo enseñaras? — Negué con la cabeza, y el refunfuñó. — ¿Por qué no? — preguntó triste.
— Nadie verá ese ensayo, jamás. Nada mas los jueces.
Abrí mis ojos con gentileza, y descubrí los grandes y profundos ojos de Zayn sobre los mios. Me miraba de un modo que provocó en mi un escalofrío recorrer de espalda alta a baja en una fracción de segundo.
— ¿Por?
— No me gustaría que descubrieran mi secretos. — Zayn me miró extrañado, poniendo los ojos en blanco, pero después de inflar su pecho un par de veces reveró los ojos y sonrió de oreja a oreja. — Eres imposible, _____.
— Gracias. — Contesté sonriente, antes de cerrar los ojos y caér en un profundo sueño.
...
— Osea, basicamente... Ya están juntos.
— Supongo. — Contesté alzandome de hombros, restandole importancia a lo que era lo más importante. Ronny echó una risotada entre dientes mientras que tomaba una bolsa de plástico transparente, y la estiraba para poder abrirla de un extremo y poder meter manzanas en ésta.
— ¡Quién lo diría! — Ronny dejó caer escandalozamente sus brazos a sus costados, y me miró con orgullo. — Las predicciones de Yanin eran ciertas; te terminarías enamorando aquí. — Mis mejillas ardieron; ultimamente las predicciones de todos se volvían realidad (Las apuestas de Ursulla y Diego; las predicciones del amor, de la salud de mi abuelo...).
Mi hermana continuó tomando felizmente manzanas, y yo me enfoqué en el coco; Ronny quería hacer agua de ésta última fruta para mi abuelo, y nos habíamos propuesto ella y yo ir hacia el mercado para comprar comida saludable para su regreso.
Habían pasado cuatro días desde que había llegado otra vez a Nove, pero... En esa ocación todo se sentía distinto; yo me sentía distinta, pero no podía identificar si un distinto bueno o uno malo. Pero bueno, "el distinto" ya estaba ahí, así que no podía hacer gran cosa.
Pasado un poco el drama de la salud de mi abuelo, mi tio Lorenzo y Zayn comenzaron a hablar de negocios más rápido de lo que canta un gallo. Para es momento, mientras yo elegía los mejores cocos, ellos estaban viendo aquel terreno con tierra fertil donde podrían asentad su viñedo.
— ¿Ya lo extrañas? — Ronny no me miró; actuó indiferente y continuó eligiendo bananas. Sabía que Ronny quería saber todos los detalles, pero no quería cohibirme; siempre hacía eso de preguntarme las cosas de modo indiferente, restandole importancia, y haciendo como si solo quisiera crear conversación.
— Si. — Admití sin pensarlo. De reojo, mirando a su perfil, me di cuenta de su sonrisa pícara en el rostro.
Pero esa sonrisa se desvaneció en cuestión de segundos.
— _____... ¿te has preguntado como será? — No había entendido su pregunta. ¿Cómo sería exactamente qué?
— ¿Que cosa?
— Tu... Zayn... Boston-Londres. — Oh... Mierda. De hecho no había pensado en eso.
Pero en el momento en que lo hice, algo dentro de mi se apagó; nunca había podido mantener practicamente ninguna buena relación con alguien -aparte de Ronny- estando cerca; ¿Que sería de mi si lo intentaba hacerlo lejos?
De repente sentí temor, y sentí una inmensa decepción. La distancia... Podría matarnos. Y eso que aún ni siquiera habíamos empezado.
— No quiero desanimarte, pero tampoco debes ilusionarte tan fuertemente a algo que posiblemente sea algo como... Un amor de verano.
¡¿Un amor de Verano?! Jamás se me hubiera ocurrido catalogar lo mio con Zayn de ese modo. Aunque en cierto -y feo- modo, acertaba. ¿Qué pasaba si me había ilusionado a lo tonto? Bueno, más bien, la respuesta era simple: Me había ilusionado ciegamente a algo que no duraría mas de cuatro meses.
Experimenté el terror de perder a Zayn por primera vez desde la declaración.
~ C O N T I N U A R A
Lucille me abrazó fuertemente, y yo no hice mas que lo mismo; sorprendentemente, aunque solo nos habíamos conocido por unas tres o cuatro semanas, me había encariñado con ella de un modo bastante fuerte.
— ¿Cómo estás? — preguntó con voz ronca y grabe.
Nos separamos del abrazo lentamente, aunque ella mantuvo sus manos en las mías, mostrandome apoyo. Hice una mueca con el extremo derecho de mi labio, pero luego asentí con el cráneo indicándole que me encontraba bien. Era la verdad; Después de que los doctores habían anunciado que mi abuelo estaba practicamente fuera de peligro, sentí que mi pecho se desinflaba, dejando salir la tensión que tenía amontonada en mi cuerpo y poder respirar tranquilamente otra vez. Bueno, parcialmente.
— Que bueno que te mandaron a casa; te vez como muerta en vida _____. - Me mordí el labio, y justo después el sonido de la puerta abriendoce detras de mi espalda captó nuestra atención. Zayn nos miró con detenimiento, y después le sonrió a Lucy. Había tomado un baño, se veía mas fresco, aunque sin lugar a dudas se veía demacrado por tantas horas sin dormir y los cambios bruscos de horario. Tenía bolsas debajo de los ojos, sus parpados caídos, y unas ojeras de mapache -eso si, creo que estaba mas ojeroso que yo-.
— Hola Lucy. — Dijo Zayn sin moverse de la entrada de la casa.
— Que lindo es verte, Zayn. — Contestó la castaña, sonriendole brillantemente.
— _____, ya hay agua caliente para cuando quieras tomar el baño. — anunció sin quitarme la mirada de encima. Yo asentí, volví mi mirada hacia Lucy (La cual me miraba con ojos de "Oh Dios Mio, creo que ustedes dos se quieren bañar juntos"), y al encontrar eso mismo, me volví a Zayn.
— Gracias. — sonreí levemente. El asintió.
— Hasta luego Lucy. — Zayn sacudió su mano a lo alto, y Lucille se dedico a regalarle una sonrisa de entendimiento.
Cuando la puerta se cerró detras de Zayn cuando él estaba ya adentro, la chica atacó.
— Te ama, definitivo. — sonrió de oreja a oreja y cruzó sus manos sobre su pecho, sin quitarle la vista a la puerta donde previamente Zayn estaba de pie. — Aguantó mas de 3 viajes, desde Londres hasta Nove, muchas horas en avión, otras más en autobús, solo para acompañarte. — No me sentía de animos de pensar en eso dadas las circunstancias, pero esa observación de parte de la pequeña castaña me hizo sonreír. — Sabía que eso pasaría. Todos lo hacíamos. — ¡¿Qué?! Fruncí el entrecejo, e hice ademán de esbozar unas palabras, aunque me fue imposible porque realmente no sabía que decir. ¿Cómo...?
— ¿Por qué dices eso? — se me ocurrió decir al fin. — ¿Quiénes todos?
— Liam, Niall... Ursulla y Louis hicieron una apuesta contra Helena y contra Pauly; ellos siempre dijeron que terminarían enamorados en Londres, mientras que Helena y Pauly seguían insistiendo que tu te quedarías con Harry y con Zayn con Sarah. — ¡Wau! ¡Eso si era nuevo! Comprimí mis labios, y parpadeé un par de veces, intentando mirar a otro lado para no encontrarme con los ojos nerviosos de Lucille. ¡Así que mientras yo sufría con besos robados violentos y caballos apestosos, ellos apostaban sobre nosotros!
— ¿Sarah y Harry...?
— ¡No! ¡Ellos no se enteraron de las apuestas! — suspiró Lucy. — Nos hubieran aniquilado vivos, a todos. — Eso si era extraño. — De cualquier modo, cuéntame, ¿Que pasó con Harry cuando llego al hospital? ¡Oh Dios! ¡Eso si debió de haber sido un drama de telenovela! — giré los ojos y reí siguilosamente mientras me mordía el labio y la miraba con cariño; era como una niña emocionada de 9 años atrapada en el cuerpo de una pequeña mujer de 19. O 20. Algo así tenía Lucille.
— No pasó mucho, de hecho casi no hablamos de Zayn y yo o de él y yo. Supongo que él también está avergonzado por haberse besado con Pauly.
— ¿Harry sabe que tu sabes?
— No tengo idea, pero por algo no habló, ¿No crees? Fue muy indiferente conmigo cuando me vio con Zayn... — miré hacia la piedra gris que se encontraba debajo de mi. — Me alegro que lo haya hecho. Creo que prefiero evadir el tema; no parece importante. No debería de serlo.
— Para evitar malentendidos, lo mejor sería que hablaran. No dejar las cosas de ese modo... luego pueden surgir cosas que con el habla se pueden evitar.
Y Así es como me quedé todo el resto de la tarde pensando en lo que debería de decirle a Harry, y lo que no.
Definitivamente ese tema era tan absurdo, teniendo en cuenta los acontecimientos que teníamos sobre nosotros, pero el hecho de que ese asunto me distrajera un poco resultaba reconfortante.
Después de que Lucy se fue, sentí mis animos bajar hasta el suelo. Mi abuela se acababa de ir al hospital de vuelta para cuidar a mi abuelo, mientras que nos habían mandado a Zayn y a mi a descanzar después de nuestra jornada de mas de 24 horas sin descanzo. Aunque nunca lo fuera a admitir, agradecí que lo hicieran.
Tomé un refrescante baño, e inmeditamente caí dormida en la cama. Ni siquiera tiempo me dio para extrañar los brazos de Zayn para dormir, aunque no hubiera experimentado ese acto lo suficiente.
...
A la mañana siguiente, no sentí la típica necesidad en mi para levantarme, sin embargo tuve que hacerlo. Escuché voces en la sala, acto que me llamó la atención.
Salí de la cama con pereza, y salí de la habitación sin preocuparme por ponerme algo mas aparte de ese short y esa blusa que usaba como pijama.
— Buenos días, _____ — vociferó mi tía Dinn, mientras que caminaba desde la puerta de entrada hasta la cocina con una gran charola tapada con un aluminio. Zayn apareció de repente con unas ollas mas pesadas por detrás. —. ¿Dormiste bien?
— Mejor de lo que esperaba. — Admití y eché un vostezo al aire. Descubrí al mirar sobre mi hombro los ojos de Zayn sobre mi; me ruboricé como tonta, y para evitar su rostro sobre el mio mejor caminé hacia la cocina siguiendo a mi tía.
— Les traje comida. — Anunció dejando caer la charola sobre la mesa de la cocina. — Les tengo que dejar la charola de los Muffins aquí por que Pauly e Isabella pasarán por ellos; los venderán en el centro del pueblo para una cosa del pueblo. Vendran por ellos al rato. ¿Quieren uno? — Sin esperarse a que hablaramos, ella sacó dos Muffins de chocolate a tientas de la gran charola. — Tomen, si quieren otro tómenlo, con confianza.
— ¿No tiene de vainilla? — preguntó Zayn de repente, frenando la prisa de mi tía.
— ¿No te gusta el chocolate? — Alzó las cejas y soltó una risilla.
— A mi si, a _____ no. — Mierda. ¿Todo mundo tenía que ser tan perspicas? Por la mirada de mi tía y su sonrisa complice al mirarme, me di cuenta de que adivinó un poco sobre Zayn y yo. Asintió divertida, como una niña de cinco años que guarda un gran secreto, nos miró a ambos.
— Hay de Vainilla y frambuesa, eligan el que gusten. — soltó el aluminio y tomó su bolso previamente colocado en la barra. — Me tengo que ir niños, iré por tu abuela. — Dijo mirandome. — Traje pollo listo para calentar, y una pizza de horno; deben de tener hambre.
...
Zayn metió la pizza al microóndas antes de sentarse frente a mi para continuar comiendo del pollo recien calentado. Me miró, y sonrió. Aquella comida estuvo llena de miradas de reojo y sonrisas acusadoras. Reímos un poco; Zayn se levantó por la pizza, y sirvió dos y dos pedazos en cada uno de los platos.
—¿Cuándo se los diras? — soltó de repente, mientras que yo comís tranquilamente de mi pollo. — Se que no es el momento mas apropiado para decirles sobre nosotros, pero...
— Si sigues siendo tan detallista, para hoy a las 7:30 todo Nove lo sabrá. — Lo señalé con el pollo incrustado en mi tenedor, y el sonrió llevando su mano hasta su cabeza y alborotando su cabello.
— Tu tía Dinn se dio cuenta.
— Creo que no todos se dieron cuenta en la sala de espera porque estaban todos demaciado tristes y preocupados, pero de no haber sido así, desde ahí lo hubieran sabido. - Bajé la vista a mi plato, y el soltó una carcajada. — En verdad estoy apenada contigo. — Levanté mi vista, dejando mi rostro hacia la mesa, y observé como fruncía el ceño.
— ¿Apenada?
— Saliste corriendo, en medio de la boda de tu hermana. Viajaste a otro país, perdiendote la fiesta entera; y si le sumamos el hecho de que tuviste que aguantar mi histeria durante todo el viaje, tu paciencia y lo que hiciste no tienen precio. — Zayn me miró con ternura.
— Vamos, era solo una fiesta. Sabes que aprecio mucho a tu abuelo, a tu abuela... A tu familia en general. Me ayudaron mucho. — Se alzó de hombros. — Tenías que venir, y no podía dejarte venir sola; ¿Te imaginas? No te hubieras podido haber controlado en todo el camino.
El tenía razón: yo sola jamás hubiera podido haber llegado completa a Nove. El hizo un trabajo excepcional ayudandome a tranquilizarme.
— Me calmas. Eres bueno en eso.
— Es que cuando estas conmigo te embobas, y no piensas tanto. Se que te pasa por que a mi me pasa lo mismo cuando estoy contigo; simplemente no encuentro la necesidad de pensar, y no pensar ayuda a relajarme. Tu me haces mas bien de lo que piensas.
No pude dejar de mirarlo, y el hizo exactamente lo mismo conmigo. No estaba segura de cuanto tiempo había pasado, solo sabía que nunca me cansaría de mirarlo. Podría contar sus lunares veinte veces, inspeccionar el modo en que su cabello brilla y a que todos; mirar la perfección de su nariz por horas o desear esos labios. No importaba lo que hiciera, sabía que lo podía hacer por tiempo indefinido.
Zayn sonrió.
Yo sonreí.
Mi corazón saltó de felicidad al darse cuenta de que esa sonrisa en sus labios era por mi.
Y yo me sentí a volar entonces.
...
— ¿Cómo vas con tu ensayo? — Me acurruqué en el pecho de Zayn, cabezeando de sueño.
— Bien. — Boztecé, y cerré los ojos.
— ¿Ya casi lo terminas?
— Solo le faltan algunas correciones. — No me molesté en abrir los ojos; simplemente me quedé escuchando el suave y relajante latido del corazón de Zayn. Eso era bueno, muy bueno; se sentía bien poder estar así con él, sin preocuparme nada. Hacía mucho que no sentía mis músculos relajarse.
— ¿Me lo enseñaras? — Negué con la cabeza, y el refunfuñó. — ¿Por qué no? — preguntó triste.
— Nadie verá ese ensayo, jamás. Nada mas los jueces.
Abrí mis ojos con gentileza, y descubrí los grandes y profundos ojos de Zayn sobre los mios. Me miraba de un modo que provocó en mi un escalofrío recorrer de espalda alta a baja en una fracción de segundo.
— ¿Por?
— No me gustaría que descubrieran mi secretos. — Zayn me miró extrañado, poniendo los ojos en blanco, pero después de inflar su pecho un par de veces reveró los ojos y sonrió de oreja a oreja. — Eres imposible, _____.
— Gracias. — Contesté sonriente, antes de cerrar los ojos y caér en un profundo sueño.
...
— Osea, basicamente... Ya están juntos.
— Supongo. — Contesté alzandome de hombros, restandole importancia a lo que era lo más importante. Ronny echó una risotada entre dientes mientras que tomaba una bolsa de plástico transparente, y la estiraba para poder abrirla de un extremo y poder meter manzanas en ésta.
— ¡Quién lo diría! — Ronny dejó caer escandalozamente sus brazos a sus costados, y me miró con orgullo. — Las predicciones de Yanin eran ciertas; te terminarías enamorando aquí. — Mis mejillas ardieron; ultimamente las predicciones de todos se volvían realidad (Las apuestas de Ursulla y Diego; las predicciones del amor, de la salud de mi abuelo...).
Mi hermana continuó tomando felizmente manzanas, y yo me enfoqué en el coco; Ronny quería hacer agua de ésta última fruta para mi abuelo, y nos habíamos propuesto ella y yo ir hacia el mercado para comprar comida saludable para su regreso.
Habían pasado cuatro días desde que había llegado otra vez a Nove, pero... En esa ocación todo se sentía distinto; yo me sentía distinta, pero no podía identificar si un distinto bueno o uno malo. Pero bueno, "el distinto" ya estaba ahí, así que no podía hacer gran cosa.
Pasado un poco el drama de la salud de mi abuelo, mi tio Lorenzo y Zayn comenzaron a hablar de negocios más rápido de lo que canta un gallo. Para es momento, mientras yo elegía los mejores cocos, ellos estaban viendo aquel terreno con tierra fertil donde podrían asentad su viñedo.
— ¿Ya lo extrañas? — Ronny no me miró; actuó indiferente y continuó eligiendo bananas. Sabía que Ronny quería saber todos los detalles, pero no quería cohibirme; siempre hacía eso de preguntarme las cosas de modo indiferente, restandole importancia, y haciendo como si solo quisiera crear conversación.
— Si. — Admití sin pensarlo. De reojo, mirando a su perfil, me di cuenta de su sonrisa pícara en el rostro.
Pero esa sonrisa se desvaneció en cuestión de segundos.
— _____... ¿te has preguntado como será? — No había entendido su pregunta. ¿Cómo sería exactamente qué?
— ¿Que cosa?
— Tu... Zayn... Boston-Londres. — Oh... Mierda. De hecho no había pensado en eso.
Pero en el momento en que lo hice, algo dentro de mi se apagó; nunca había podido mantener practicamente ninguna buena relación con alguien -aparte de Ronny- estando cerca; ¿Que sería de mi si lo intentaba hacerlo lejos?
De repente sentí temor, y sentí una inmensa decepción. La distancia... Podría matarnos. Y eso que aún ni siquiera habíamos empezado.
— No quiero desanimarte, pero tampoco debes ilusionarte tan fuertemente a algo que posiblemente sea algo como... Un amor de verano.
¡¿Un amor de Verano?! Jamás se me hubiera ocurrido catalogar lo mio con Zayn de ese modo. Aunque en cierto -y feo- modo, acertaba. ¿Qué pasaba si me había ilusionado a lo tonto? Bueno, más bien, la respuesta era simple: Me había ilusionado ciegamente a algo que no duraría mas de cuatro meses.
Experimenté el terror de perder a Zayn por primera vez desde la declaración.
~ C O N T I N U A R A
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Oh mierda.. Ronny cagaste el romantisismo.. Rayis no le hagas caso, zayn te sigue hasta el fin del mundo, bue creo qe exagere un poco jaja
Me encanta qe rayis y zayn esten tan enamorados..son tan tiernos..
Kiero leer masss..
Me encanta qe rayis y zayn esten tan enamorados..son tan tiernos..
Kiero leer masss..
Magui Styles Malik
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Wow!!! Que lindo es Zayn <3
no tengo palabras para describir este capitol mas que...
¡ASOMBROSO!
Siguela pronto linda! Gracias por subir! Te quiero
XOXO BESOS Y ABRAZOS¡
-Diana V. :)
no tengo palabras para describir este capitol mas que...
¡ASOMBROSO!
Siguela pronto linda! Gracias por subir! Te quiero
XOXO BESOS Y ABRAZOS¡
-Diana V. :)
Dinis LOVE 1D
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Lo ame!!!!
rayis tiene mucho en que pensar...jejeje
yo no creo que el amor de rayita y Zayn es un "amor de verano" bueno o eso espero yo <3
rayis tiene mucho en que pensar...jejeje
yo no creo que el amor de rayita y Zayn es un "amor de verano" bueno o eso espero yo <3
Wild Heart
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
shary1D
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
No Rony!!! No la estampes contra la realidad... Apenas están empezando y tu ya quieres que termine su "amor de verano"
Aunque tiene un poco de razón, tienen que hablar sobre lo que va a pasar con esos dos...
Continúa pliiiiissssss!!!!
Aunque tiene un poco de razón, tienen que hablar sobre lo que va a pasar con esos dos...
Continúa pliiiiissssss!!!!
Isabela85
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Jajaja lose, mugre ronny...Magui Styles Malik escribió:Oh mierda.. Ronny cagaste el romantisismo.. Rayis no le hagas caso, zayn te sigue hasta el fin del mundo, bue creo qe exagere un poco jaja
Me encanta qe rayis y zayn esten tan enamorados..son tan tiernos..
Kiero leer masss..
Ahorita la sigo!
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Jajaja muchas gracias! Que bueno que te gusto!Dinis LOVE 1D escribió:Wow!!! Que lindo es Zayn <3
no tengo palabras para describir este capitol mas que...
¡ASOMBROSO!
Siguela pronto linda! Gracias por subir! Te quiero
XOXO BESOS Y ABRAZOS¡
-Diana V. :)
En un rato mas la sigo!
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
Que bueno que te gusto!Wild Heart escribió:Lo ame!!!!
rayis tiene mucho en que pensar...jejeje
yo no creo que el amor de rayita y Zayn es un "amor de verano" bueno o eso espero yo <3
Yo tampoco quiero que sea un amor de verano:( pero todavia le queda muucho a la novela, asi que todo puede pasar...
Ahorita la sigo!
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) ¡PRIMERA PARTE!
En un ratito mas la sigooooooshary1D escribió:siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Abigail Castro
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