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Keys / Teclas (Harry Styles)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Keys / Teclas (Harry Styles)
Nombre: Keys, Teclas.
Autor: Elizabeth Valdespino.
Adaptación: Original.
Genero: Romance, Teen,Comedia, Hot.
Advertencias: Casi no suelo tardarme mucho en subir capítulos pero tengan paciencia.
Otras Paginas: En Wattpad.
Realmente no puedes escribir sin conocer el amor, seria como tocar alguna tecla sin sentir realmente la canción, seria como existir sin vivir. Rose Marie era una chica sencilla y sociable, el cual el unico pasatiempo que podia tener era estudiar Literatura en Londres, venia de una familia humilde pero con gran creencia en la superación personal o en la superficialidad social, despues de mudarse a Londres con su prima Emma Thompson conoce a Amy Watson quien con su perspectiva motivación inscribe a Rose en clases de piano para complacer a su familia principalmente, allí Rose detalla perfectamente a un hombre que depaso de verse nada entretenido tenia un humor sobrevalorado por toda la gente, menos por ella. Lo encontraba bastante orgulloso e introvertido, sobretodo un critico sin modales, el se encuentra con una chica extrovertida y sincera que no deja de discriminarlo. Cuando Rose y Harriet comienzan a interactuar eran puran explosiones y bombas de odio, hasta que comienzan a entenderse uno a otros y conociendose llevaran toda esta relación a un nuevo nivel... Keys.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO I
Debería haberme quedado en cama esa mañana, debí haber descansado lo suficiente ese fin de semana, pero era justamente este tipo de actividades que hacían que Amy me despertara. Habia insistido por mucho nunca tomar clases extracurriculares en la universidad, creía que ya era suficiente con estudiar Literatura Inglesa, vivir leyendo y escribiendo para lograr un gran puntaje, pero por supuesto que Amy siempre iba a querer más –Cara de susto- abrí los ojos aun sentada en mi cama lista para ir –Enferma?-
-Trasnochada- suspiré y agarré la taza de café que ella me ofrecía –Como haces para estar despierta un sábado tan temprano?- ella sonrió.
-Oh prima, aprovecho mis sábados para auto consentirme supongo- y sí que lo hacía, Emma siempre se veía radiante y con superioridad encima, era rubia natural y su rostro era impecable, radiaba alegría y entusiasmo siempre, yo la amaba, era la única familiar que podía decir que reflejaba cierto amor.
-Rose ve el lado bueno, quizás cuando termine el semestre logres tocar el piano para navidad- ambas reímos fuertemente, mis padres, los señores Thompson’s no eran esa especie de padres estrictos, pero eran tan entrometidos que siempre los notabas alrededor. Las navidades pasadas tuvimos visitas lejanas, familiares que no veíamos desde niños. ¿Cual fue la sorpresa? Su nivel social era mucho más grande que el de nosotros, sus dos hijas tocaban el piano excelentemente y hablaban tres idiomas. Mi madre al notar aquella superación encontró motivación para que mis hermanas y yo las superaran, la navidad siguiente por supuesto… todo era una abatía. –Amy llegó- voltee y tomé mi cartera, no me habia vestido espectacular ya que era sábado, e iba a la universidad. Salí del edificio al despedirme de Emma, vivía con ella en un apartamento que sus padres habian comprado solo para ella y que ella no dudo en compartir conmigo, para mi suerte. Amy se retocaba el maquillaje justo cuando entré a su auto –¿Lista para las clases?-
-No encuentro razón para prestarle suma atención pero si, estoy lista- Amy me miró por un momento y sonrió, esa sonrisa irónica que me decía que algo tramaba –Que?-
-Nada- volvió a sonreír –Solo…- aquí íbamos de nuevo –Conocí a alguien- voltee mi cuerpo para mirarla hablar de el, mi amiga se enamoraba mas que cualquier persona y todas sus relaciones terminaban rápidamente –Estudia contigo para mi sorpresa- arrugué la frente.
-Todos los que estudian conmigo son horribles y hablan de una manera nada bonita, así que quien es?-
-Bien, no estudia contigo, solo estudian lo mismo… Literatura, eso- suspiré. Ella estudiaba diseño de modas en un campus diferente, algo alejadas. Pero ella siempre encontraba la manera de encontrarme en la universidad –Se llama Brad y es tan fantástico…-
-Y por alguna razón está en la misma actividad extracurricular… Piano?- La miré duramente.
-Te lo iba a decir pero no quería que pensaras que solo te estaba engañando y luego me di cuenta que él también estaba inscrito además tu familia…-
-Ya ya muy temprano para que exageres, está bien- miré la ventana.
-Él es grandioso, te va a encantar, es súper divertido y sociable y tiene esa cosa que le agrada a todo el mundo, es tan genial y…- y la escuché hablar hasta que llegamos al edificio donde iban a implantar las clases, ella se habia arreglado lo suficiente como para patearme el trasero. Entramos al lugar y habían muchas chicas, demasiadas, no tardé en identificar a Brad entre el espacio. Pero no era el quien llamaba mi atención, del otro lado de la habitación estaba un hombre, era joven, podía adivinarle unos 23 años como mucho. Era apuesto, alto, con su cara definida. Aunque solo me llamaba la atención una cosa, nunca habia visto a alguien como el… Amy soltó mi brazo para digerirse al lado de Brad y yo la seguí en silencio –Hola bebe me extrañaste?-
-Mucho- se dieron un corto beso, en eso parecían dos adolescentes, aunque Amy era mayor que yo por un año y sus 20 se habían convertido en una aventura. –Ella es Rose Thompson, de la que tanto te he hablado- el extendió su mano y la tomé con gusto, Amy tenía razón, parecía un hombre sociable y cortés.
-Un placer- dijo –Ella me ha hablado mucho de ti… es increíble que estés estudiando literatura y aun así seas tan divertida- mi mente hizo click, ese prototipo de estudiantes de literatura aburridos me tenía cansada.
Reí obligadamente –Yo me acabo de enterar de usted- dije con disgusto y me voltee para mirar a otra persona, cuando lo hice mi vista siguió la de aquel hombre, él estaba hablando con Valery, cuyo apellido se me habia olvidado, estudiaba conmigo y podía ubicarse en el último puesto de promedio, se veía tan sereno… distante –BUENOS DIAS A TODOS- casi brinco al escuchar el grito, el profesor de piano ya habia llegado, lo conocía personalmente ya que el se encargaba de la música de algunas obras en las que participaba Emma, ella estudiaba teatro en el mismo campus que yo –Un buen día para aprender a tocar un maravilloso instrumento no?- todos sonrieron expectativos, pero ese hombre seguía sin sonreír, lo ignoré –Espero que eso de que los que están aquí ya saben la mayoría de que deberían de saber sobre un piano…- y comenzó la clase, la habitación estaba rodeada de muchos instrumentos y albergaban a más de 10 pianos, era muy amplia por ello, mi mente vago en el motivo exacto del porque hacia esto, este instrumento siempre me habia parecido tan sereno y romántico, no era por mi familia expectante al resultado, pero también mi decisión derivaba de ello… solo debía asistir a clases y aprender lo más que podía, si ya no podía más y no encontraba algún interés, me saldría. –Como todos los años necesito algún ayudante por la cantidad de alumnos inscritos… este año me complace presentarles a mi sobrino, llegó hace poco de Francia- el hombre que habia estado mirando se acercó a él, su rostro no habia cambiado por nada –Él es Christopher Harriet Wingley, estudió en Francia y ha ido a muchos recitales de música, sé que la mayoría de aquí estudia literatura, el también a…-
-Creo que es suficiente- sonrió Harriet, pero esa sonrisa no era para nada amigable, era una mezcla de compromiso con gusto y orgullo, un hombre orgulloso. –Estaré ayudando a mi hermano a digerirlos a todos, un placer- todas las mujeres lo miraban ahora atento, no es que fuera solo apuesto. Venia de Francia, es famoso y por ende, más de una babeaba por el… Si no fuera sentido ese orgullo de su parte, quizás me les fuera unido. Una vez acabada la clase pude respirar aire fresco del medio dia, Amy habia dejado su auto a mi disposición después de una invitación de almuerzo con Brad, no me encantó, pero podría usarlo por todo el fin de semana si quisiera. –ROSE- giré enseguida para encontrar a Valery caminando apresuradamente, Harriet venía siguiendo su paso, pude sentir que me miraba –Que bueno que no te has ido, sabes, quería que habláramos sobre esa tarea de la clase, me tiene preocupada… por cierto que te pareció la clase? Genial no?- ella era activa, y era totalmente hermosa, no me sorprende que ya Christopher estuviera detrás de ella, antes de contestar el ya habia llegado hacia nosotras.
-No creo que… la tarea es solo escribir un texto, tal vez, poesía romántica, es la más fácil supongo- ella sonrió, luego miré al Harriet que me miraba extrañamente.
-Ah, ella es… ella es Rose Thompson, estudia literatura… sabias que estudio literatura no? Creo que lo habia mencionado y Rose- Valery me miró –Bueno ya sabes su nombre, lo conocí hace poco aunque tenemos mucho en común-
-Christopher Wingley- extendió su mano, la tomé por cortesía –Puedo preguntar algo?- Valery y yo lo miramos algo extrañadas –Es sobre su comentario…. Usted dijo que la poesía romántica es la mas fácil, por que?-
Me tomó por sorpresa, no era solo su acento, su manera de hablar -Supongo que se puede inventar caracteres que usualmente no ocurrirían en la vida real- reí –Los hombres usualmente ya no suelen ser corteses- el sonrio.
-Algunos, estoy seguro que encontraría otros que siguen pensando que esa es la mejor forma- no hablaba de el seguro, porque ya que llevaba poco tiempo en Londres y ya tenia pegado a Valery a su lado no me hablaba muy bien de el, bien podría ser cualquier mujeriego que conozco –Aunque las mujeres también han hecho un buen trabajo menospreciándose, es solo una opinión-
Lo miré directamente –Estamos de acuerdo en eso, por eso es mas fácil la poesía romántica, inventarías caracteres, eso es lo fácil. Si hablamos sobre algo mas social y complejo, no podrías inventar ya que ya se debe saber como es la sociedad-
-Inventarías caracteres… eso me resuena, no debería inventarse caracteres cuando se trata de amor, claro, si es conocido- mi boca calló abierta y Valery tan solo se rio un poco. Claro que conozco sobre amor, que no me agrade el estar pegada a un hombre era diferente.
-Por eso no soy fanática del romanticismo- dije –Inventar caracteres le daría mas talla al hombre perfecto y deseado el cual no existe, esos libros detallan una ilusión de hombre, prefiero ser realista-
El y yo nos miramos, era como si todo mi odio que nunca habia experimentado antes tan rápidamente por alguien se fuera extendido en el, lo odiaba, podría ser un machista y creído, como podía pensar eso? –Bien… se hace tarde- miré a Valery y vi que el también la miró –Supongo que nos vemos el lunes Rose, vamos- haló a Christopher pero el me volvió a mirar –Un placer- dijo, como si de verdad lo fuera sentido.
Solo quería pegarme un tiro, haciéndolo estaba segura que se me pasaría la rabia, pensar que no conocía el amor era solo… estúpido, abrí la puerta del apartamento como pude y luego sin pensarlo tiré la puerta, vi la cabeza de Emma asomarse por la cocina –Mal dia?-
-Como puedes matar a un hombre que odias si nada mas conoces su nombre? Digo, puedes hacerlo no? Porque de verdad deseo darle su merecido por… por creido y machista, si eso es, un creido y machista-
-Wow wow se te metió el Amy en el cuerpo o que ocurre aquí?- sonrió –Desde cuando mi Eliette se enoja con alguien?- tomé un melocotón de la mesa y me senté en el sofá.
-Se llama Christopher Harriet… Wingley, algo asi, y es mi profesor de piano, y es tan engreído, sabes que dijo? Que no conocía sobre el amor, tal vez no lo dijo directamente pero tiro una indirecta, como puede creer mas que yo en literatura que el mismo? Cualquiera puede escribir sobre amor, cualquiera! Es fácil!- Emma se sentó al frente de mi riéndose, estaba risueña.
-Es un idiota, deberías ignorarlo- ella miraba su celular –Y asistir conmigo al club esta noche- deje de masticar –Es Josh, sabes esa idea de el de sacarnos a pasear como sus mascotas… habia pensando quedarme pero creo que nos hará bien- ella habia terminado con su novio hace aproximadamente 3 semanas, y aun lo recordaba, ella le quería. No dudé en aceptar y ella comenzó a movilizarse por toda la habitación en su tradición de prepararse para esta noche –SEREMOS EL ALMA DE LA NOCHE- gritó y entró al armario que ambas compartíamos.
El lugar no estaba completamente solo, dios estaba tan lleno que era emocionante. Josh habia llevado a un amigo y estaba seguro que era directamente para Emma ya que el ya me habia llevado a buscar los tragos para dejarlos solos –Creo que este es el indicado- miré de lejos a William, o algo asi –Creo que va a querer tirársele encima apenas vea como habla, ya veras- reí.
-Si tiene suerte hasta ella lo bese, aunque lo dudo, sigue dolida- bebí de mi coctel, era una delicia –Esto es una delicia-
Lo miré –Delicia? Delicia tu vestido, me tienes sin poder racionar- reí.
-No me adules demasiado Josh, tu nivel de heterosexualidad va en ascenso- el se rió, luego escuchamos ambos la canción y fuimos corriendo a la pista de baile, Feelin’ Myself de Will I Am y Miley Cyrus, los pasos eran indescriptibles pero mis emociones se habían ido después del primer coctel, luego de bailar volvimos a la mesa. Por la cara de Emma, no le encantaba su pareja, después de darle un vistazo reprochador a Josh el no me miraba, el estaba mirando directamente a un sitio, así que le susurré –Tenemos problemas en el paraíso- dije.
-Shh creo que acabo de encontrar al hombre de mi vida- el volteo mi cara hacia donde el estaba mirando, solo veía chicas bailando y… no podía ser posible, me atraganté de coctel y antes de darme cuenta ya todos estaban ayudándome a recuperarme –Te dejó sin aliento?-
-Me acabas de dejar sin felicidad, que hace el aquí?-
-Quien?- dijo Emma ignorando a William –A quién miramos?- Josh lo señaló incluso mientras yo trataba de meterme debajo de la mesa –Oh dios santo que bello es ese hombre, lo conoces Rose? Dime que si por favor porque necesito una presentación inmediata- me impresioné, desde que ella habia terminado con su ex novio nunca habia mencionado algo así.
-Él es Christopher…- dije en rendición, ella abrió sus ojos como platos.
-EL?- gritó mientras lo señalaba, cuando voltee a mirarlo el me estaba mirando hacia nuestra mesa, sentí que la bilis me subía a la garganta.
Sonreí fingidamente –Si, el, gracias por hacerte notar- Josh no dejaba de mirarlo.
-Ya te miró, deberías ir y decir “Hola, quiero pasar la noche contigo, en mi cama o en la tuya?”- Emma rio y yo estaba completamente seria.
-Qué tal si le digo, hola, te odio, esta mañana pensaba en matarte inmediatamente, que te parece es…- no pude terminar de hablar cuando el hombre estaba llegando a la mesa. Sentí el pie de Josh patearme al darse cuenta de lo que pasaba –HOLA!- Dije animadamente y tirándole una mirada amenazante a Josh –Que casualidad, no?- más falsa no podía sonar.
-Hola- dijo un hombre a su lado, por su rostro, no era precisamente para mi… voltee a ver a Emma y ella lo miraba directamente –Hola- dijo Harriet –Una total casualidad…- tosió –El es mi primo Jeremy- y Jeremy era oh la la, muy apuesto –Y ella es Rose… Rose Thompson no?- asentí.
-Ella es Emma Thompson, mi prima y el Josh Hannover- Emma se levantó inmediatamente –Ah si y el es William- Harriet asintió y Jeremy sonreía abiertamente, podría adivinar que entre Emma y el pasaban pequeños pensamientos morbosos –Emma… te gustaría bailar?- preguntó Jeremy, ella asintió rápidamente y paso por encima de nosotros para digerirse a su lado, asi que Harriet quedó allí. Mientras que Josh hacia todo lo que un hombre homosexual hacia cuando alguien guapo se acercaba.
-Asi que, como se conocieron?- preguntó Josh.
-Esta mañana, le doy clases- una respuesta corta. Suspiré.
-Ah si? Y, que les trae a ustedes por aquí?- preguntó Josh y antes de que Harriet contestara me puse de pie y agarré el brazo de Harriet –Vamos a bailar- si nos quedábamos un minuto más Josh le preguntaría si es hetero o homo o preguntaría si ya me acosté con el o algo por el estilo. Harriet me siguió a la pista de baile y en el momento que llegamos quede intacta y de pie, veía a la gente bailar pero realmente solo quería huir del lugar. –Lamento eso… yo-
-Vas a bailar?- preguntó de manera irónica.
-Realmente no- y salí de la pista, estaba cansada de su ironía y su manera de hablar, solo le hacía un favor, si se fuera quedado ahí estaba segura que su odio hacia mi fuera aumentado, pero no lo hice por conciencia, fui directo a la parte de atrás del club, en donde habían mesas disponibles y no habia tanta gente, para mi sorpresa, el me siguió.
-Tienes algún problema conmigo?- preguntó.
Problemas? Realmente tenia uno o varios? –Solo es una diferencia de personalidades, es todo- sí, eres un creído y orgulloso y espero que mueras pronto.
El asintió y me senté en la primera mesa disponible –Asi que solo es eso?- se sentó al frente de mi –Noto totalmente lo contrario-
Sonreí –Si es solo eso… sabes qué? No no es solo eso- puse ambas manos sobre la mesa y lo miré directamente, el me miró de regreso –Entiendo que provengas de Francia y que hayas tenido una educación bastante impresionante, pero no tenías que meterte en mi carrera, es como si supieras como es eso y no, no lo sabes- el se quedó en silencio y arrugo su frente, luego respondió.
-Es lo que pensaste? Que solo estaba siendo engreído?- su rostro estaba intacto.
Y en ese momento, sentía que estaba equivocada –Si, eso… pensé-
-Solo estaba dando mi opinión, me sorprende que pensaras asi. Y reitero mi opinión, un autor no puede escribir sobre algo que desconoce-
-Depende el autor-
-No, no depende del autor, por eso los autores deben ser personas abiertas que sepan de todo, si quieren triunfar porque si no se quedan siendo lo mismo que son, personas normales.- mi paciencia se agotaba, el notaba eso asi que pasó sus manos por su cabello y luego las puso sobre la mesa –Es como un hombre, hablaste de los hombres como personas crueles o algo parecido, nada perfectas, no tengo objeción. Pero no todos son asi, un hombre sabe perfectamente de quien aprovecharse, te aseguro que ningún hombre se aprovecharía de una mujer detallada y una mujer asi no dejaría que cualquier hombre se acercara-
-Depende si la mujer tiene un autoestima alto-
-No es asi, si la mujer es inteligente no lo aceptaría, es todo-
-Donde dejas la parte psicológica de cada persona? La estas obviando, los hombres pueden tener a cualquier mujer que quieran-
-Tampoco es asi, las mujeres se han tornado decididas a buscar esteriotipos-
-Igual los hombres-
-Exacto- ambos nos mirábamos directamente –Pero no todos buscamos lo mismo- terminó.
-Oh eso fue un gran baile- ambos volteamos al mismo tiempo para ver a Emma agarrando el brazo de Jeremy –Tu primo baila muy bien- dijo hacia Harriet, Jeremy se rio.
-Puedo decir lo mismo de ti- ambos reían, por lo menos algunos eran felices, miré a Harriet otra vez para encontrarlo mirándome asi que suspiré y me levanté de la mesa.
-Dile a Josh que volví a casa, estoy realmente cansada, te espero allá- Comencé a caminar hacia la salida, antes de entrar al montón de gente para poder salir de este miré atrás, solo para encontrar a Jeremy y Emma jugueteando entre ellos mismos y por el otro lado Harriet aún me observaba, sin ninguna expresión.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO II
Mi habitación estaba llena de hojas llenas de tinta arrugadas, también habia un montón de té en la tetera y en dos tazas, Emma no habia vuelto de clases así que estaba sola. Mi celular no habia sonado en mucho, y mi mente no se ocupaba en lo que debía, como en escribir la tarea que debía entregar. Cada vez que escribía mi mente se iba directamente a Harriet y su manera irónica de comentar sobre algo que debería ser ignorante, arrugué otra hoja y la tire al suelo, esta vez me levanté y mire hacia la ventana de mi habitación, daba directamente a las luces de la calle. Me quité mis anteojos y me senté en el sofá que tenía justo al frente de la ventana, tal vez si me distraía y dejaba que mi mente de diluyera podría escribir, escribir toda la noche, como siempre hacia…
-Mi vida- No podía ser otra que Emma tratando de despertarme –Cielo, es de día linda, despierta- de día? Abrí los ojos y los cerré de inmediato, estaba acostada en sofá y la luz del sol pegó directo a mis ojos, me caí de este y escuche la risa de Emma al fondo.
-Juro que esta foto es la mejor que he tomado- cuando voltee a mirarla ella tomaba fotos de mí, sonreí.
-La venganza será dulce- ella rio –Buenos Días- me puse de pie, miré todo el desastre en mi habitación y a Emma, que su sonrisa la delataba –Hoy veras a Jeremy de nuevo?-
-Oh si, y tu veras a su primo, no te quería despertar porque anoche estuviste trabajando, pero, hoy es sábado prima- suspiré mirando mi habitación –Amy estará aquí en media hora… estoy preparando el desayuno, quieres?-
-Trataré de pasar, no tengo tiempo para sentarme a comer- eran las 7 y la clase era a las 8, cuando estuve lista decidí que era un buen día para andar en vestidos hasta la rodillas y medias con un mini tacón, podría pasar desayunando después de clases por mi cafetería favorita si tenía suerte –Mamá no ha llamado?- pregunté mirando de reojo la correspondencia, Emma estaba desayunando.
-Estamos siendo ignoradas, debería asustarme?- dijo.
-Deben tener un plan para nosotras pronto- ambas reímos, ninguna carta importante. Ya en el edificio Amy volvió a salir corriendo a los brazos de Brad, un saludo indiferente y me podía quedar callada, miré toda la habitación y Harriet no se encontraba en ninguna parte, quizás faltaría y quizás sería un buen día, en el transcurso del día estaba decidida a no ver a Harriet hoy, después de haber pensado un poco todo lo que habíamos conversado debería disculparme por mi prejuicio ante él, no es su culpa tener bolas. El profesor nos enseñaba el sonido de las teclas, aunque ya las sabia, solo quería aprender a tocar. Cuando faltaban solo 5 minutos de clase, él llegó, su cabello estaba alborotado y llevaba una franela gris junto con unos pantalones ajustados, botas marrones y una chaqueta que hacia juego, se veía recién salido de casa, y él me miró, voltee enseguida, era tan guapo. Lástima que su personalidad no lo fuera. La clase terminó y todos se marcharon, todas las chicas se despedían especialmente de el y cuando el me miró observándolo lo saludé con la mano y le señalé las escaleras, insinuándole que necesitaba hablar con el, el asintió y eso fue todo. Esperé apoyada en la pared al lado de la puerta principal del edificio, Amy esta vez se habia llevado su auto junto con Brad, así que me tocaría irme en metro, después de mirar tanto el suelo el salió y se colocó al frente de mí, subí la mirada –Hola- dije.
-Hola- volvía a ser cortes, ninguna simpatía.
-Me gustaría… eh… es que…- no habia pedido disculpas desde hace tanto tiempo que era muy difícil que me saliera fácilmente –Anteriormente yo…- el me miraba expectante, pero también distraído, miraba adentro del edificio.
-Escucha, si es algo que va a tardar, que te parece si te invito un café? Hay una cafetería cerca, estoy huyendo de mi tio y…- me encontraba asintiendo, el asintió también y sin alguna expresión me indico a donde debía ir, luego metió sus manos en su chaqueta y comenzó a caminar a mi lado, pensaba que iríamos a la cafetería que quedaba a la vuelta, pero cuando el se detuvo justo al frente de un auto que dudaba que era de aquí lo miré extrañada –Esa cafetería no es de mi gusto-
-Eres exigente?-
-Bastante- sonrió, y era una sonrisa sincera, no habia ninguna faceta detrás de ella.
-No creo que…-
-HARRIET- ambos escuchamos y volteamos pero no vimos ningún cuerpo, se acercó a mi.
-Solo sube, te devolveré a este sitio pero sube- el abrió la puerta de mi lado del auto y me senté, casi sin pensarlo, que… estaba… haciendo?. El se montó enseguida y en menos de un minuto ya estaba sacándolo del estacionamiento, cuando dejamos el edificio habló –Mi tío suele ser muy deliberante-
-Controlador?- pregunté.
-Exacto, no permite fallas-
-Me suena familiar- dije bajando la cabeza –Supongo que… tienen algo familiar, no?- lo miré, el me miró de reojo.
-El tiene una actitud reprochativa, no acepta a las personas y trata de cambiarlas-
-Oh mira que casualidad- reí.
El sonrió –Yo en cambio solo ignoro a las personas que realmente no valen la pena- quede en silencio.
-Eso no es un poco cruel? Debes aceptar a las personas como son- dije.
-La mayoría de la gente hace que pierda mi tiempo- sentí algo muy adentro de mi.
-Entonces tu tiempo es mas valioso que el de los demás? Nunca te equivocas?-
-No acepto que me reprochen personas que son menos que yo, deben tener alguna razón para hacerlo- algo crecía.
Reí irónicamente –Entiendo- tanta ironía, yo pensaba disculparme de este idiota, bien irónico –Puedes detenerte?-
El me miro –Que ocurre?-
-Detente ahora mismo- exigí, no deje que mis nervios me traicionaran. El se detuvo cuando pudo, tomé mi cartera, salí del auto y comencé a caminar por la acera.
-HEY QUE ESTAS HACIENDO?- gritó, lo ignoré por completo, si bien él podía ignorar a las personas mas minoritarias que el yo también podía hacerlo. Y el, por supuesto que era minoritario. Crucé y agarré el primer taxi que encontré, no deje tiempo para pensar en nada. Cuando llegué a la casa tirando puertas, Emma habia salido, sabia que si me quedaba en casa iba a quedarme pensando y era lo minimo que necesitaba, asi que cambiarme fui a correr, no es que amara correr, pero necesitaba aire fresco. Despues de una hora regresé a la casa para darme cuenta que lo único que habia en la nevera eran frutas, para cuando le pasé mensaje a Emma ya era mucho mas alla del almuerzo y después de tomar un baño ya se habían hecho las 4, escuché la puerta y salí directamente a ver que comia –Oh Emma nisiquiera me habia dado cuenta que no habia comida, si me prestas el auto puedo…- pero no era ella, Jeremy estaba de pie en la puerta con muchas bolsas en las manos, Emma venia atrás de el –Jeremy- estaba roja. Roja? Roja era poco, miré mi ropa y solo cargaba un short con una camisa larga y ancha que usaba para dormir, nada de sostén y mi cabello suelto alborotado –Deja las bolsas por allá…- siguió Emma, el entró y ayude a Emma con sus bolsas.
-Un mensaje… una llamada… cualquier cosa- susurré insinuando lo sucedido.
-Lo siento, se me pasó- fue su excusa, fui directo a mi habitación a colocarme un sostén, no es que tuviera mucho, pero si se notaba. Salí de nuevo y Emma junto a Jeremy reian, verlos juntos desde distancia me hacia feliz, Emma merecia ser feliz y Jeremy parecía un buen partido –Rose- dijo –Trajimos comida china y muchas asquerosidades nada sanas, veremos películas hoy?- usualmente hacíamos maratón de películas algunos sabados, solo Emma y yo, mientras que hablábamos de todo. Asentí y miré a Jeremy –Por que no nos acompañas?- el dudó un segundo pero luego de mirar a Emma aceptó.
Para cuando la comida estaba acabada y solo quedaban asquerosidades y la mitad de una película ya eran mas de las 9 de la noche, la sala se habia convertido en una sala de cine y Emma y Jem yacían en el sofá juntos, mientras que yo estaba en un sofá individual aparte de ellos, la película era algo de misterio junto con terror, lo que sabía es que el dulce que tenía en mi mano sabia mejor que nada, entre un momento y otro Emma y Jem ya se estaban besando y me sentía incomoda ante ello, así que escuché el timbre y salí corriendo a abrir la puerta –Es muy tarde para…- pero Harriet estaba ahí, lucia cansado y algo obstinado, pensé que era alguno de mis vecinos pidiendo hielo para sus fiestas, pero era todo lo contrario –Harriet- el se sorprendió al verme.
-Vives aquí?- asentí sin saber que decir, se pasó ambas manos por su largo y alborotado cabello –Genial, nunca dijo eso, Jeremy, me dijo que lo viniera a buscar porque su auto... está?- devolví la mirada adentro de la sala y si, el estaba, encima de mi prima en el sofá.
-Algo entretenido- le di una pequeña imagen abriendo la puerta y el entendió todo, asi que hubo ese silencio del no saber que decir para arruinar más una situación –Quieres pasar y…- volví a mirar adentro –Olvidalo-
-Es incomodo, no se si irle a arruinar su diversión o quedarme esperando a que termine-
-Asi es como hablan ustedes?- insinué. El me miró fijamente.
Sonrió, sinceramente –Usualmente, pero un buen primo me informaría antes de venir, asi que es la primera vez que ocurre-
-No es que una excelente prima haga estas cosas conmigo al frente pero…- ambos reimos levemente, cerré la puerta del apartamento solo para no escuchar nada si en verdad iban a hacer algo allí, habia pasado por mucho con Emma al mando. –Luces cansado- dije, el se sorprendió con eso.
-Anoche no pude dormir-
-Diversión absoluta?- pregunté.
-Solo un poco- y otro silencio incomodo, el silencio fue interrumpido por una música que empezó a escucharse mas profunda cuando abrieron la puerta alguno de los vecinos, Harriet volteo inmediatamente, y cuando voltee no vi mucho, habia visto que no cargaban ropa, pero no pude ver exactamente eso ya que Harriet se encargo de taparme los ojos con sus manos y acercar mas su cuerpo al mio para evitar cualquier visión, escuché gritos y varios zapatos correr y bajar las escaleras, cuando solo se escuchaba la música el quitó su mano de mis ojos y cuando los abrí el estaba a pocos centímetros de mi cuerpo, tapando totalmente la visión que tenia hacia ese apartamento con su cuerpo, mi lengua se atoró en mi garganta, el no… el solo actuó, sabia que estaban desnudos pero el lo habia hecho para que yo no viera, como cualquier caballero hari… -No tanta diversión como esa- inmediatamente reí, el siguió mi risa y era la primera vez que le escuchaba reir. Cuando ambos paramos el se alejó y se sentó en el primer escalon de la escalera, miré la puerta pero decidí sentarme junto a el, del otro extremo.
-Puedo preguntar algo?- el tardó en asentir –Por qué eres tan exigente con respecto a las personas?- el miraba un punto exacto al frente, pero no me miraba a mi.
Escuché su respiración fuerte –Fui criado con estereotipos de la perfección, supongo que es eso- aunque lo sospechaba, era una buena respuesta –Cuando te exigen lo máximo desde que eres un niño y logras tantas cosas, tan solo no te puedes conformar sabes- lo miré.
-Pero hay tantas personas maravillosas en el mundo… digo, no todos son malos- sonrió.
-No pienso que lo sean-
-Entonces?- El se apoyó de la puerta y miró el techo.
-Es raro cuando consigues a alguien realmente valioso- me miró –Quizas para las demás personas esa persona sea normal, pero tu encuentras algo que… cambia el esquema, tan solo me gusta encontrarme con ese tipo de pers…- fue interrumpido, ambos volteamos cuando abrieron la puerta del apartamento, Jeremy se asomó con una gran sonrisa en el rostro, y por su físico de recién follado no dudé ni un segundo de lo sucedido, nos miró.
-Entretenidos?- miré a Harriet, el se levantó y me extendió la mano para poder levantarme, tomé su mano y es como si algo sucediera en mi, la aparté de inmediato, algo sucedía.
-Ya acabaste lo tuyo?- Jeremy se rio fuertemente.
-Si… aunque creo que no la estabas pasando tan mal- Jeremy me miró, yo solo bajé la cabeza, es como si por un momento me sentia timida, como si de verdad estuviera pasando algo que me hacia sentir asi –Gracias por invitarme hoy Marie- lo miré asombrada.
-Asi que Emma habla de mi contigo, eh?- el sonrió.
-Marie? Te llamas Rose Marie?- preguntó Harriet. Asentí.
-Es un placer, deberíamos intentarlo de nuevo… quizás mas comida y dulces, yo podría dejarlos solos mas seguido si tuviera eso- el y yo reímos y por la cara de Harriet el no entendía nada.
Cuando cerré la puerta detrás de mi tan solo cerré los ojos y sonreí, el no era del todo malo. Tenia razones para ser asi. Me encontré a mi misma con algo de lo que podía escribir libremente, antes de entrar en mi habitación Emma y yo nos miramos con complicidad, cuando ambas sonreímos sin decir ni una sola palabra sabia que me encontraba feliz, completamente feliz y no sabia la razón exacta.
Me encontré a mi misma mirando el cielo acostada en el césped del campus, habia entregado unas largas hojas llenas de escritos y para ser jueves ya me encontraba cansada, una sombra se asomó en mi visión –¿Valery?- la miré.
-Rose- sonrió y como si yo la fuera invitado se sentó a mi lado, cuando vi que no hablaría, cerre los ojos – ¿Vas a ir este sábado a clases?-
-No es como si planeara saltármelo- ahora que recordaba, el sábado pasado no la habia visto, abrí los ojos –Faltaste la clase pasada- ella asintió sonriendo.
-Si si, y Christopher llegó tarde cierto?- se acostó a mi lado y ahora estaba volteada mirándola –La pasamos muy bien el viernes, tan bien que todo pasó hasta el sábado… el es refrescante- si me ponía a recordar, el dijo que habia tenido diversión y el sábado habia llegado recién duchado y dijo que no pudo dormir, cerre los ojos, para ser una persona que escogia con quien juntarse y era exclusivo parecía que su pene lo controlaba, sonreí para mi misma –El es tan resaltante, su manera de hablar y su forma de ser… crees que todos los franceses sean iguales?- el era francés? Me senté.
-No creo que sea francés Valery- su acento no era para nada francés –Creo que vive en Inglaterra y solo estudió en Francia- ella negó sin mirarme.
-El me confesó que era francés de nacimiento, pero pasaba gran parte de su tiempo en Inglaterra, hasta tiene una hermana allá- se sentó –Como será su hermana?- tenía una doble vida, que clase de familia podría tener? Una estricta, era seguro.
-Mi vida- No podía ser otra que Emma tratando de despertarme –Cielo, es de día linda, despierta- de día? Abrí los ojos y los cerré de inmediato, estaba acostada en sofá y la luz del sol pegó directo a mis ojos, me caí de este y escuche la risa de Emma al fondo.
-Juro que esta foto es la mejor que he tomado- cuando voltee a mirarla ella tomaba fotos de mí, sonreí.
-La venganza será dulce- ella rio –Buenos Días- me puse de pie, miré todo el desastre en mi habitación y a Emma, que su sonrisa la delataba –Hoy veras a Jeremy de nuevo?-
-Oh si, y tu veras a su primo, no te quería despertar porque anoche estuviste trabajando, pero, hoy es sábado prima- suspiré mirando mi habitación –Amy estará aquí en media hora… estoy preparando el desayuno, quieres?-
-Trataré de pasar, no tengo tiempo para sentarme a comer- eran las 7 y la clase era a las 8, cuando estuve lista decidí que era un buen día para andar en vestidos hasta la rodillas y medias con un mini tacón, podría pasar desayunando después de clases por mi cafetería favorita si tenía suerte –Mamá no ha llamado?- pregunté mirando de reojo la correspondencia, Emma estaba desayunando.
-Estamos siendo ignoradas, debería asustarme?- dijo.
-Deben tener un plan para nosotras pronto- ambas reímos, ninguna carta importante. Ya en el edificio Amy volvió a salir corriendo a los brazos de Brad, un saludo indiferente y me podía quedar callada, miré toda la habitación y Harriet no se encontraba en ninguna parte, quizás faltaría y quizás sería un buen día, en el transcurso del día estaba decidida a no ver a Harriet hoy, después de haber pensado un poco todo lo que habíamos conversado debería disculparme por mi prejuicio ante él, no es su culpa tener bolas. El profesor nos enseñaba el sonido de las teclas, aunque ya las sabia, solo quería aprender a tocar. Cuando faltaban solo 5 minutos de clase, él llegó, su cabello estaba alborotado y llevaba una franela gris junto con unos pantalones ajustados, botas marrones y una chaqueta que hacia juego, se veía recién salido de casa, y él me miró, voltee enseguida, era tan guapo. Lástima que su personalidad no lo fuera. La clase terminó y todos se marcharon, todas las chicas se despedían especialmente de el y cuando el me miró observándolo lo saludé con la mano y le señalé las escaleras, insinuándole que necesitaba hablar con el, el asintió y eso fue todo. Esperé apoyada en la pared al lado de la puerta principal del edificio, Amy esta vez se habia llevado su auto junto con Brad, así que me tocaría irme en metro, después de mirar tanto el suelo el salió y se colocó al frente de mí, subí la mirada –Hola- dije.
-Hola- volvía a ser cortes, ninguna simpatía.
-Me gustaría… eh… es que…- no habia pedido disculpas desde hace tanto tiempo que era muy difícil que me saliera fácilmente –Anteriormente yo…- el me miraba expectante, pero también distraído, miraba adentro del edificio.
-Escucha, si es algo que va a tardar, que te parece si te invito un café? Hay una cafetería cerca, estoy huyendo de mi tio y…- me encontraba asintiendo, el asintió también y sin alguna expresión me indico a donde debía ir, luego metió sus manos en su chaqueta y comenzó a caminar a mi lado, pensaba que iríamos a la cafetería que quedaba a la vuelta, pero cuando el se detuvo justo al frente de un auto que dudaba que era de aquí lo miré extrañada –Esa cafetería no es de mi gusto-
-Eres exigente?-
-Bastante- sonrió, y era una sonrisa sincera, no habia ninguna faceta detrás de ella.
-No creo que…-
-HARRIET- ambos escuchamos y volteamos pero no vimos ningún cuerpo, se acercó a mi.
-Solo sube, te devolveré a este sitio pero sube- el abrió la puerta de mi lado del auto y me senté, casi sin pensarlo, que… estaba… haciendo?. El se montó enseguida y en menos de un minuto ya estaba sacándolo del estacionamiento, cuando dejamos el edificio habló –Mi tío suele ser muy deliberante-
-Controlador?- pregunté.
-Exacto, no permite fallas-
-Me suena familiar- dije bajando la cabeza –Supongo que… tienen algo familiar, no?- lo miré, el me miró de reojo.
-El tiene una actitud reprochativa, no acepta a las personas y trata de cambiarlas-
-Oh mira que casualidad- reí.
El sonrió –Yo en cambio solo ignoro a las personas que realmente no valen la pena- quede en silencio.
-Eso no es un poco cruel? Debes aceptar a las personas como son- dije.
-La mayoría de la gente hace que pierda mi tiempo- sentí algo muy adentro de mi.
-Entonces tu tiempo es mas valioso que el de los demás? Nunca te equivocas?-
-No acepto que me reprochen personas que son menos que yo, deben tener alguna razón para hacerlo- algo crecía.
Reí irónicamente –Entiendo- tanta ironía, yo pensaba disculparme de este idiota, bien irónico –Puedes detenerte?-
El me miro –Que ocurre?-
-Detente ahora mismo- exigí, no deje que mis nervios me traicionaran. El se detuvo cuando pudo, tomé mi cartera, salí del auto y comencé a caminar por la acera.
-HEY QUE ESTAS HACIENDO?- gritó, lo ignoré por completo, si bien él podía ignorar a las personas mas minoritarias que el yo también podía hacerlo. Y el, por supuesto que era minoritario. Crucé y agarré el primer taxi que encontré, no deje tiempo para pensar en nada. Cuando llegué a la casa tirando puertas, Emma habia salido, sabia que si me quedaba en casa iba a quedarme pensando y era lo minimo que necesitaba, asi que cambiarme fui a correr, no es que amara correr, pero necesitaba aire fresco. Despues de una hora regresé a la casa para darme cuenta que lo único que habia en la nevera eran frutas, para cuando le pasé mensaje a Emma ya era mucho mas alla del almuerzo y después de tomar un baño ya se habían hecho las 4, escuché la puerta y salí directamente a ver que comia –Oh Emma nisiquiera me habia dado cuenta que no habia comida, si me prestas el auto puedo…- pero no era ella, Jeremy estaba de pie en la puerta con muchas bolsas en las manos, Emma venia atrás de el –Jeremy- estaba roja. Roja? Roja era poco, miré mi ropa y solo cargaba un short con una camisa larga y ancha que usaba para dormir, nada de sostén y mi cabello suelto alborotado –Deja las bolsas por allá…- siguió Emma, el entró y ayude a Emma con sus bolsas.
-Un mensaje… una llamada… cualquier cosa- susurré insinuando lo sucedido.
-Lo siento, se me pasó- fue su excusa, fui directo a mi habitación a colocarme un sostén, no es que tuviera mucho, pero si se notaba. Salí de nuevo y Emma junto a Jeremy reian, verlos juntos desde distancia me hacia feliz, Emma merecia ser feliz y Jeremy parecía un buen partido –Rose- dijo –Trajimos comida china y muchas asquerosidades nada sanas, veremos películas hoy?- usualmente hacíamos maratón de películas algunos sabados, solo Emma y yo, mientras que hablábamos de todo. Asentí y miré a Jeremy –Por que no nos acompañas?- el dudó un segundo pero luego de mirar a Emma aceptó.
Para cuando la comida estaba acabada y solo quedaban asquerosidades y la mitad de una película ya eran mas de las 9 de la noche, la sala se habia convertido en una sala de cine y Emma y Jem yacían en el sofá juntos, mientras que yo estaba en un sofá individual aparte de ellos, la película era algo de misterio junto con terror, lo que sabía es que el dulce que tenía en mi mano sabia mejor que nada, entre un momento y otro Emma y Jem ya se estaban besando y me sentía incomoda ante ello, así que escuché el timbre y salí corriendo a abrir la puerta –Es muy tarde para…- pero Harriet estaba ahí, lucia cansado y algo obstinado, pensé que era alguno de mis vecinos pidiendo hielo para sus fiestas, pero era todo lo contrario –Harriet- el se sorprendió al verme.
-Vives aquí?- asentí sin saber que decir, se pasó ambas manos por su largo y alborotado cabello –Genial, nunca dijo eso, Jeremy, me dijo que lo viniera a buscar porque su auto... está?- devolví la mirada adentro de la sala y si, el estaba, encima de mi prima en el sofá.
-Algo entretenido- le di una pequeña imagen abriendo la puerta y el entendió todo, asi que hubo ese silencio del no saber que decir para arruinar más una situación –Quieres pasar y…- volví a mirar adentro –Olvidalo-
-Es incomodo, no se si irle a arruinar su diversión o quedarme esperando a que termine-
-Asi es como hablan ustedes?- insinué. El me miró fijamente.
Sonrió, sinceramente –Usualmente, pero un buen primo me informaría antes de venir, asi que es la primera vez que ocurre-
-No es que una excelente prima haga estas cosas conmigo al frente pero…- ambos reimos levemente, cerré la puerta del apartamento solo para no escuchar nada si en verdad iban a hacer algo allí, habia pasado por mucho con Emma al mando. –Luces cansado- dije, el se sorprendió con eso.
-Anoche no pude dormir-
-Diversión absoluta?- pregunté.
-Solo un poco- y otro silencio incomodo, el silencio fue interrumpido por una música que empezó a escucharse mas profunda cuando abrieron la puerta alguno de los vecinos, Harriet volteo inmediatamente, y cuando voltee no vi mucho, habia visto que no cargaban ropa, pero no pude ver exactamente eso ya que Harriet se encargo de taparme los ojos con sus manos y acercar mas su cuerpo al mio para evitar cualquier visión, escuché gritos y varios zapatos correr y bajar las escaleras, cuando solo se escuchaba la música el quitó su mano de mis ojos y cuando los abrí el estaba a pocos centímetros de mi cuerpo, tapando totalmente la visión que tenia hacia ese apartamento con su cuerpo, mi lengua se atoró en mi garganta, el no… el solo actuó, sabia que estaban desnudos pero el lo habia hecho para que yo no viera, como cualquier caballero hari… -No tanta diversión como esa- inmediatamente reí, el siguió mi risa y era la primera vez que le escuchaba reir. Cuando ambos paramos el se alejó y se sentó en el primer escalon de la escalera, miré la puerta pero decidí sentarme junto a el, del otro extremo.
-Puedo preguntar algo?- el tardó en asentir –Por qué eres tan exigente con respecto a las personas?- el miraba un punto exacto al frente, pero no me miraba a mi.
Escuché su respiración fuerte –Fui criado con estereotipos de la perfección, supongo que es eso- aunque lo sospechaba, era una buena respuesta –Cuando te exigen lo máximo desde que eres un niño y logras tantas cosas, tan solo no te puedes conformar sabes- lo miré.
-Pero hay tantas personas maravillosas en el mundo… digo, no todos son malos- sonrió.
-No pienso que lo sean-
-Entonces?- El se apoyó de la puerta y miró el techo.
-Es raro cuando consigues a alguien realmente valioso- me miró –Quizas para las demás personas esa persona sea normal, pero tu encuentras algo que… cambia el esquema, tan solo me gusta encontrarme con ese tipo de pers…- fue interrumpido, ambos volteamos cuando abrieron la puerta del apartamento, Jeremy se asomó con una gran sonrisa en el rostro, y por su físico de recién follado no dudé ni un segundo de lo sucedido, nos miró.
-Entretenidos?- miré a Harriet, el se levantó y me extendió la mano para poder levantarme, tomé su mano y es como si algo sucediera en mi, la aparté de inmediato, algo sucedía.
-Ya acabaste lo tuyo?- Jeremy se rio fuertemente.
-Si… aunque creo que no la estabas pasando tan mal- Jeremy me miró, yo solo bajé la cabeza, es como si por un momento me sentia timida, como si de verdad estuviera pasando algo que me hacia sentir asi –Gracias por invitarme hoy Marie- lo miré asombrada.
-Asi que Emma habla de mi contigo, eh?- el sonrió.
-Marie? Te llamas Rose Marie?- preguntó Harriet. Asentí.
-Es un placer, deberíamos intentarlo de nuevo… quizás mas comida y dulces, yo podría dejarlos solos mas seguido si tuviera eso- el y yo reímos y por la cara de Harriet el no entendía nada.
Cuando cerré la puerta detrás de mi tan solo cerré los ojos y sonreí, el no era del todo malo. Tenia razones para ser asi. Me encontré a mi misma con algo de lo que podía escribir libremente, antes de entrar en mi habitación Emma y yo nos miramos con complicidad, cuando ambas sonreímos sin decir ni una sola palabra sabia que me encontraba feliz, completamente feliz y no sabia la razón exacta.
Me encontré a mi misma mirando el cielo acostada en el césped del campus, habia entregado unas largas hojas llenas de escritos y para ser jueves ya me encontraba cansada, una sombra se asomó en mi visión –¿Valery?- la miré.
-Rose- sonrió y como si yo la fuera invitado se sentó a mi lado, cuando vi que no hablaría, cerre los ojos – ¿Vas a ir este sábado a clases?-
-No es como si planeara saltármelo- ahora que recordaba, el sábado pasado no la habia visto, abrí los ojos –Faltaste la clase pasada- ella asintió sonriendo.
-Si si, y Christopher llegó tarde cierto?- se acostó a mi lado y ahora estaba volteada mirándola –La pasamos muy bien el viernes, tan bien que todo pasó hasta el sábado… el es refrescante- si me ponía a recordar, el dijo que habia tenido diversión y el sábado habia llegado recién duchado y dijo que no pudo dormir, cerre los ojos, para ser una persona que escogia con quien juntarse y era exclusivo parecía que su pene lo controlaba, sonreí para mi misma –El es tan resaltante, su manera de hablar y su forma de ser… crees que todos los franceses sean iguales?- el era francés? Me senté.
-No creo que sea francés Valery- su acento no era para nada francés –Creo que vive en Inglaterra y solo estudió en Francia- ella negó sin mirarme.
-El me confesó que era francés de nacimiento, pero pasaba gran parte de su tiempo en Inglaterra, hasta tiene una hermana allá- se sentó –Como será su hermana?- tenía una doble vida, que clase de familia podría tener? Una estricta, era seguro.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO III
Los días pasaron y llegó el sábado sin ningún acontecimiento importante, lo único que podía agradecer era ese acercamiento hacia el piano y un saludo cortes con Harriet, la noche del sábado Emma, Jeremy y yo fuimos a cenar afuera, Jeremy no se parecía en nada a su primo, era tan… liberal y gracioso, sociable. Siempre me hacia reir y a Emma le encantaba, en el restaurant habia una especie de piano en el cual cualquier persona podía tocar –Tocas?- señalé el piano, Jeremy negó.
-Eso se lo puedo dejar a otra parte de mi familia- sonreí.
-Estoy segura que Harriet toca muy bien, pero lo he podido escuchar muy poco en clase- el negó.
-No hablaba de el, su hermana, la señorita Margaret es una total experta en el arte de la música, el piano es su especialidad- tomé de mi vino, queriendo escucharlo.
-Vaya, tener una hermana asi debe ser todo un orgullo- dijo Emma, Jeremy asintió y por un momento vi un pequeño entristecimiento en su mirada.
-Ella es… sin duda un artista- tomó de su vino –Es toda una lástima que su enfermedad no vaya muy bien que digamos- por un momento perdí el apetito y el vino me supo amargo, Emma y yo nos miramos directamente sabiendo que no íbamos a preguntar mas.
-¿Usted es totalmente británico o tiene la raza francesa bajo su manga?- el se sorprendió con mi pregunta y rio enseguida.
-Inglaterra es mi país, aunque Francia es muy hermoso… no entiendo el capricho de mi primo de quedarse en Inglaterra de por vida- entonces si era francés… no sabia porque sonreía –Y no, tengo otras cosas bajo la manga para impresionarlas- Emma se sonrojó y casi me ahogo con la comida antes de caer en carcajadas.
Cuando salimos del restaurant nos fuimos directo a un club a bailar, eran solo las 10 y para ser un sábado era temprano. El club estaba full y por ende teníamos que caminar lentamente, no logramos conseguir una mesa vacia a si que nos fuimos directo a bailar, entre baile y baile Jeremy decía algo entre dientes que gracias al ruido no podía escuchar, cuando mi sed fue en aumento hasta lo máximo casi corro hacia la barra –Agua por favor- pedí, no podía aguantar más –AGUA!- grité, el cantinero ni pudo escuchar, debía esperar a que bajara la gente, me senté en uno de esos taburetes y observé el lugar sin reconocer ningún rostro –La señorita pidió agua- mi cuerpo tembló, sentí una mano posarse en mi cintura y un cuerpo masculino a mi lado, al voltear no reconocia el rostro.
-Disculpa pero puedo pedirlo sola- dije, el no dijo nada, tan solo quitó la mano se apoyo de la mesa del bar. El agua llegó gracias a ese hombre –Gracias por esto- tomé un sorbo, podía mirar su cuerpo definido, Emma o Amy enloquecerían –Soy Rose- el extendió su mano y la tomé.
-Chad- sonreí un poco, el duró con su mano en la mia un buen tiempo y luego la quitó –¿cansada para bailar?- lo miré de nuevo y fuimos a bailar, una vez dentro de la pista de baile no podíamos estar mas pegados, todo era por el monton de gente alrededor, el susurraba pequeñas cosas en mi oído que no lograba entender, de un momento a otro comencé a sentirme mareada, la música se habia transformado en pequeños ruidos y todo daba vueltas, mi cuerpo, no sentia mi cuerpo –todo- escuché –estará- miré a Chad borroso –bien- dijo, asentí, nisiquiera sabia porque lo hacia, solo sabia que todo iba a estar bien si me quedaba con Chad. Sentí sus manos en mi cuerpo –Vayamos... a un… lugar… mas… solitario- volví a asentir, hasta creo que dije un si. Mi cuerpo no reaccionaba a mis peticiones. Sentí el aire fresco en mi piel pero no sabía dónde estaba, seguía en el club, todavía habia luces… realmente no sabia nada, Chad seguía a mi lado –Quieres salir del club?- dijo en mi oído, luego lo sentí por mi cuello –Vamos Rose- no, no, no. No me gobernaba, no hacía nada, solo seguía y seguía y seguía, hasta donde el quería que llegara. Todo el lugar se tornó extraño –Marie- volví a escuchar, pero no lo reconocia –Marie- escuché de nuevo, Marie, Marie, Marie, repetidamente. Un grito, lagrimas, yo solo veía luces y movimiento, hasta que no pude ver nada mas…
Sentia que estaba despierta, sentia que estaba viva, pero no veía nada. Por supuesto, tenia que abrir los ojos, mi techo, el techo de mi habitación, mis ojos pesaban y mis dedos podía mover, mi brazo en cambio no era movible –Emma?- pregunté en voz baja, algo en la habitación se movió, un cuerpo, habia un cuerpo, no era Emma –Mamá?- ella me miró.
-Oh gracias al cielo despertaste mira el susto que nos metiste a todos eres tan irresponsable nisiquiera sabes que hacer con tu vida- si, ella era mi madre, lo ultimo que sabia era que habia bebido agua en un club, vi mas movimiento, esta vez podía ver mejor, entraron Roselyne y Rasiel a la habitación, sus rostros no eran exclusivamente preocupados, también entraron Emma y Jeremy, un hombre que no conocía… también Harriet atrás –Puedes hablar?- preguntó el hombre desconocido, parecía un doctor.
-Si-
-Como te sientes?- preguntó.
-Confundida, mareada, mi cuerpo no reacciona- y comencé a llorar, era un medico, tuve un accidente? Habia leído muchas veces esto, la gente perdía el poder de moverse libremente, tenía piernas? – ¿Qué ocurrió?-
-¿Que va a ocurrir? Te metiste con un hombre desconocido en un club y te drogaron, eso ocurrió- gritó mamá mientras se movía por toda la habitación –Ni pensar que, que fuera ocurrido si Jeremy no sale a buscarte, en que condiciones estarías… y…-
-Basta señora Antonia, creo que Rose debe descansar-
-¿Pueden dejarme a solas con el doctor?- Todos me miraron expectantes, pero luego de unos segundos comenzaron a salir.
Drogada, inmovilizada y traicionada por mí misma, solo debía descansar y beber mucha agua mientras me atragantaba de comida, debía desintoxicarme lo antes posible. El doctor se marchó y Emma entró enseguida –Un poco mejor?- preguntó, lucia muy preocupada.
-Creo que no estoy lista para el sermón de mi madre-
-Mi tía lleva todo el día desacreditándote, lo cual es normal- ambas reimos, ella tomó mi mano –Estaba preocupada, Si Jeremy no te fuera encontrado…- hizo un pequeño sollozo y se acostó a abrazarme –Pero me alegro que no llegara a peores- ambas sonreímos.
-Le agradecería hasta con flores, si es que le gustan- reimos fuertemente, antes de poder seguir disfrutando del momento mi madre entró junto con mis dos hermanas… faltaba una. Me miró, Emma salió escondidamente e hizo morisquetas detrás de ellas.
-Como… es que… no entiendo, te mando a vivir sola para que estudies y seas una mujer madura y consigas alguien con quien casarte y que haces tu? Bailas con un drogadicto desconocido…- comenzó el sermón, estaba acostumbrada. Entre mis hermanas era la segunda mayor, y desde que mi hermana se casó todos esperan la perfección de mi, mi mamá siempre a sido exagerada en todo sentido pero eso esta bien, si es que estas acostumbrada. Cuando el sermón terminó ella se despidió y dio un corto “Espero que mejores, pero tengo que trabajar en casa”, mis hermanas me abrazaron y le siguieron el paso. Sentia esa cosa de que mis ojos querían cerrarse pero no tenia sueño, mi cuerpo estaba despertando poco a poco, escuché la puerta y cuando miré Harriet habia asomado la cabeza –Puedo..?- preguntó, asentí, entró tímidamente en la habitación y revisé de reojo si estaba limpia.
-Tienes suerte de que haya limpiado ayer toda la pieza- el sonrió.
-Una adicta a la literatura- señaló mi estante de libros, se acercó a el en silencio, habian pasado algunos minutos antes de que el volviera a hablar –Te sientes mejor?-
-Estoy tratando de sentir- y reaccioné, recordé aquella conversación. Su hermana era tan prestigiosa, su familia debía serlo, el estaba acostumbrado al prestigio y a la educación… no podía ni tan solo pensar cuales eran sus pensamientos ante mi madre –Como llegaste aquí?- el no me miró, siguió ese silencio mientras revisaba mis libros y abria uno.
-Llamé a Jeremy anoche, y salió con eso…- me miró –Era un caso extraño, así que…- no tenia una respuesta exacta, tampoco es como si yo tuviera una diferente. –Leiste Sentido y Sensibilidad de Jane Austen?- me sorprendió, estaba observando ese libro en especifico.
-Completamente, Jane Austen es una de mis autoras favoritas, digamos que la mejor- el sonrió y se sentó en el sofá que habia en la ventana. El silencio inundó la habitación, en un momento el se levantó y dio un pasó hacia la cama, luego retrocedio mientras se arrepentia de algo –Yo… tengo que irme, espero que se mejore-
-Gracias por venir a visitarme…- el asintió y se marchó.
Para cuando desperté del sueño profundo podía mover mis brazos, ya era de noche y estaba lloviendo. Emma se asomó por la habitación al oir el ruido de mi cama en un intento desesperado de ponerme de pie, no funcionó, solo pude sentarme –Oh linda, como quisiera pero debes descansar- se acercó a arroparme de nuevo.
-Tengo hambre, mucha hambre- ella rio.
-Cena enseguida!- dijo entusiasta y se marchó, cuando volvió se acostó a mi lado y me cedió mi comida y ambas comenzamos a comer –El sermón no fue tan malo-
-Eso fue porque estaba retardada pensando, supongo que la droga hizo algo bien- ella rio.
-Mi mamá espera a que te mejores- dijo.
-Yo espero mejorarme- sonreí –Gracias por cuidarme-
-Oh prima aun no olvido aquella semana en que me enfermé y la única persona que tenia a mi lado eras tu- rei, después de unos minutos en silencio volvió a hablar –Las flores que trajeron Jeremy y Harriet son tan hermosas- flores? La miré –Si, flores-
-Me sorprendió ver a Harriet aquí- ella se acercó a mi –No es que nos llevemos bien, no creo que tenga un buen concepto de mi- Emma acariciaba mi brazo, podía sentirlo.
-El estuvo un buen tiempo esperando a que despertaras… ahí entendí el por qué Jeremy habla maravillas de el y tu por lo contrario hablas tan mal…-
-No es que…- la miré –Estoy entre el me cae bien y el me trata mal- otros minutos de silencio.
-Jeremy y yo somos novios oficiales- me senté inmediatamente mirándola sorpresiva, ella tenia esa sonrisa gigante en su cara –No te lo habia dicho porque no habia tenido oportunidad- sonreí abiertamente.
-Sabias que te amo?- dije. Ella asintió.
-Me amas solo porque cocino muy bien-
-Oh mi vida- la abracé –TE AMO-
-DEJAME ROSE MARIE SI NO QUIERES DORMIR SOLA- chilló.
-Eso se lo puedo dejar a otra parte de mi familia- sonreí.
-Estoy segura que Harriet toca muy bien, pero lo he podido escuchar muy poco en clase- el negó.
-No hablaba de el, su hermana, la señorita Margaret es una total experta en el arte de la música, el piano es su especialidad- tomé de mi vino, queriendo escucharlo.
-Vaya, tener una hermana asi debe ser todo un orgullo- dijo Emma, Jeremy asintió y por un momento vi un pequeño entristecimiento en su mirada.
-Ella es… sin duda un artista- tomó de su vino –Es toda una lástima que su enfermedad no vaya muy bien que digamos- por un momento perdí el apetito y el vino me supo amargo, Emma y yo nos miramos directamente sabiendo que no íbamos a preguntar mas.
-¿Usted es totalmente británico o tiene la raza francesa bajo su manga?- el se sorprendió con mi pregunta y rio enseguida.
-Inglaterra es mi país, aunque Francia es muy hermoso… no entiendo el capricho de mi primo de quedarse en Inglaterra de por vida- entonces si era francés… no sabia porque sonreía –Y no, tengo otras cosas bajo la manga para impresionarlas- Emma se sonrojó y casi me ahogo con la comida antes de caer en carcajadas.
Cuando salimos del restaurant nos fuimos directo a un club a bailar, eran solo las 10 y para ser un sábado era temprano. El club estaba full y por ende teníamos que caminar lentamente, no logramos conseguir una mesa vacia a si que nos fuimos directo a bailar, entre baile y baile Jeremy decía algo entre dientes que gracias al ruido no podía escuchar, cuando mi sed fue en aumento hasta lo máximo casi corro hacia la barra –Agua por favor- pedí, no podía aguantar más –AGUA!- grité, el cantinero ni pudo escuchar, debía esperar a que bajara la gente, me senté en uno de esos taburetes y observé el lugar sin reconocer ningún rostro –La señorita pidió agua- mi cuerpo tembló, sentí una mano posarse en mi cintura y un cuerpo masculino a mi lado, al voltear no reconocia el rostro.
-Disculpa pero puedo pedirlo sola- dije, el no dijo nada, tan solo quitó la mano se apoyo de la mesa del bar. El agua llegó gracias a ese hombre –Gracias por esto- tomé un sorbo, podía mirar su cuerpo definido, Emma o Amy enloquecerían –Soy Rose- el extendió su mano y la tomé.
-Chad- sonreí un poco, el duró con su mano en la mia un buen tiempo y luego la quitó –¿cansada para bailar?- lo miré de nuevo y fuimos a bailar, una vez dentro de la pista de baile no podíamos estar mas pegados, todo era por el monton de gente alrededor, el susurraba pequeñas cosas en mi oído que no lograba entender, de un momento a otro comencé a sentirme mareada, la música se habia transformado en pequeños ruidos y todo daba vueltas, mi cuerpo, no sentia mi cuerpo –todo- escuché –estará- miré a Chad borroso –bien- dijo, asentí, nisiquiera sabia porque lo hacia, solo sabia que todo iba a estar bien si me quedaba con Chad. Sentí sus manos en mi cuerpo –Vayamos... a un… lugar… mas… solitario- volví a asentir, hasta creo que dije un si. Mi cuerpo no reaccionaba a mis peticiones. Sentí el aire fresco en mi piel pero no sabía dónde estaba, seguía en el club, todavía habia luces… realmente no sabia nada, Chad seguía a mi lado –Quieres salir del club?- dijo en mi oído, luego lo sentí por mi cuello –Vamos Rose- no, no, no. No me gobernaba, no hacía nada, solo seguía y seguía y seguía, hasta donde el quería que llegara. Todo el lugar se tornó extraño –Marie- volví a escuchar, pero no lo reconocia –Marie- escuché de nuevo, Marie, Marie, Marie, repetidamente. Un grito, lagrimas, yo solo veía luces y movimiento, hasta que no pude ver nada mas…
Sentia que estaba despierta, sentia que estaba viva, pero no veía nada. Por supuesto, tenia que abrir los ojos, mi techo, el techo de mi habitación, mis ojos pesaban y mis dedos podía mover, mi brazo en cambio no era movible –Emma?- pregunté en voz baja, algo en la habitación se movió, un cuerpo, habia un cuerpo, no era Emma –Mamá?- ella me miró.
-Oh gracias al cielo despertaste mira el susto que nos metiste a todos eres tan irresponsable nisiquiera sabes que hacer con tu vida- si, ella era mi madre, lo ultimo que sabia era que habia bebido agua en un club, vi mas movimiento, esta vez podía ver mejor, entraron Roselyne y Rasiel a la habitación, sus rostros no eran exclusivamente preocupados, también entraron Emma y Jeremy, un hombre que no conocía… también Harriet atrás –Puedes hablar?- preguntó el hombre desconocido, parecía un doctor.
-Si-
-Como te sientes?- preguntó.
-Confundida, mareada, mi cuerpo no reacciona- y comencé a llorar, era un medico, tuve un accidente? Habia leído muchas veces esto, la gente perdía el poder de moverse libremente, tenía piernas? – ¿Qué ocurrió?-
-¿Que va a ocurrir? Te metiste con un hombre desconocido en un club y te drogaron, eso ocurrió- gritó mamá mientras se movía por toda la habitación –Ni pensar que, que fuera ocurrido si Jeremy no sale a buscarte, en que condiciones estarías… y…-
-Basta señora Antonia, creo que Rose debe descansar-
-¿Pueden dejarme a solas con el doctor?- Todos me miraron expectantes, pero luego de unos segundos comenzaron a salir.
Drogada, inmovilizada y traicionada por mí misma, solo debía descansar y beber mucha agua mientras me atragantaba de comida, debía desintoxicarme lo antes posible. El doctor se marchó y Emma entró enseguida –Un poco mejor?- preguntó, lucia muy preocupada.
-Creo que no estoy lista para el sermón de mi madre-
-Mi tía lleva todo el día desacreditándote, lo cual es normal- ambas reimos, ella tomó mi mano –Estaba preocupada, Si Jeremy no te fuera encontrado…- hizo un pequeño sollozo y se acostó a abrazarme –Pero me alegro que no llegara a peores- ambas sonreímos.
-Le agradecería hasta con flores, si es que le gustan- reimos fuertemente, antes de poder seguir disfrutando del momento mi madre entró junto con mis dos hermanas… faltaba una. Me miró, Emma salió escondidamente e hizo morisquetas detrás de ellas.
-Como… es que… no entiendo, te mando a vivir sola para que estudies y seas una mujer madura y consigas alguien con quien casarte y que haces tu? Bailas con un drogadicto desconocido…- comenzó el sermón, estaba acostumbrada. Entre mis hermanas era la segunda mayor, y desde que mi hermana se casó todos esperan la perfección de mi, mi mamá siempre a sido exagerada en todo sentido pero eso esta bien, si es que estas acostumbrada. Cuando el sermón terminó ella se despidió y dio un corto “Espero que mejores, pero tengo que trabajar en casa”, mis hermanas me abrazaron y le siguieron el paso. Sentia esa cosa de que mis ojos querían cerrarse pero no tenia sueño, mi cuerpo estaba despertando poco a poco, escuché la puerta y cuando miré Harriet habia asomado la cabeza –Puedo..?- preguntó, asentí, entró tímidamente en la habitación y revisé de reojo si estaba limpia.
-Tienes suerte de que haya limpiado ayer toda la pieza- el sonrió.
-Una adicta a la literatura- señaló mi estante de libros, se acercó a el en silencio, habian pasado algunos minutos antes de que el volviera a hablar –Te sientes mejor?-
-Estoy tratando de sentir- y reaccioné, recordé aquella conversación. Su hermana era tan prestigiosa, su familia debía serlo, el estaba acostumbrado al prestigio y a la educación… no podía ni tan solo pensar cuales eran sus pensamientos ante mi madre –Como llegaste aquí?- el no me miró, siguió ese silencio mientras revisaba mis libros y abria uno.
-Llamé a Jeremy anoche, y salió con eso…- me miró –Era un caso extraño, así que…- no tenia una respuesta exacta, tampoco es como si yo tuviera una diferente. –Leiste Sentido y Sensibilidad de Jane Austen?- me sorprendió, estaba observando ese libro en especifico.
-Completamente, Jane Austen es una de mis autoras favoritas, digamos que la mejor- el sonrió y se sentó en el sofá que habia en la ventana. El silencio inundó la habitación, en un momento el se levantó y dio un pasó hacia la cama, luego retrocedio mientras se arrepentia de algo –Yo… tengo que irme, espero que se mejore-
-Gracias por venir a visitarme…- el asintió y se marchó.
Para cuando desperté del sueño profundo podía mover mis brazos, ya era de noche y estaba lloviendo. Emma se asomó por la habitación al oir el ruido de mi cama en un intento desesperado de ponerme de pie, no funcionó, solo pude sentarme –Oh linda, como quisiera pero debes descansar- se acercó a arroparme de nuevo.
-Tengo hambre, mucha hambre- ella rio.
-Cena enseguida!- dijo entusiasta y se marchó, cuando volvió se acostó a mi lado y me cedió mi comida y ambas comenzamos a comer –El sermón no fue tan malo-
-Eso fue porque estaba retardada pensando, supongo que la droga hizo algo bien- ella rio.
-Mi mamá espera a que te mejores- dijo.
-Yo espero mejorarme- sonreí –Gracias por cuidarme-
-Oh prima aun no olvido aquella semana en que me enfermé y la única persona que tenia a mi lado eras tu- rei, después de unos minutos en silencio volvió a hablar –Las flores que trajeron Jeremy y Harriet son tan hermosas- flores? La miré –Si, flores-
-Me sorprendió ver a Harriet aquí- ella se acercó a mi –No es que nos llevemos bien, no creo que tenga un buen concepto de mi- Emma acariciaba mi brazo, podía sentirlo.
-El estuvo un buen tiempo esperando a que despertaras… ahí entendí el por qué Jeremy habla maravillas de el y tu por lo contrario hablas tan mal…-
-No es que…- la miré –Estoy entre el me cae bien y el me trata mal- otros minutos de silencio.
-Jeremy y yo somos novios oficiales- me senté inmediatamente mirándola sorpresiva, ella tenia esa sonrisa gigante en su cara –No te lo habia dicho porque no habia tenido oportunidad- sonreí abiertamente.
-Sabias que te amo?- dije. Ella asintió.
-Me amas solo porque cocino muy bien-
-Oh mi vida- la abracé –TE AMO-
-DEJAME ROSE MARIE SI NO QUIERES DORMIR SOLA- chilló.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO IV
El clima cambio a un clima húmedo, cosa que me ponía completamente feliz. Para ser finales de Abril bien podía nadar en las calles, Jeremy y Emma se veían tan seguido que ya estaba acostumbrada a que esté un hombre en casa, esta sería la última semana de clases antes de las vacaciones de primavera y aun así luchaba contra mi corta memoria de llevar un paraguas cuando sabía que iba a llover, me habia quedado atrapada en la entrada del campus, cuando todos ya se habían marchado. Después de pasar 3 días en cama desintoxicándome a finales de marzo ya habia pasado un mes, a Harriet solo lo veía los sábados en clase, y desde aquel día que habia sido tan atento, su simpatía se congeló y lo único que nos decíamos era un hola o un adiós cordial. Mi madre me habia visitado cada fin de semana después del incidente, asi que era tan bien una corta visita para nosotras. Y Amy se habia olvidado de mi, solo podíamos hablar por mensajes ya que ella y Brad tenían una relación en la que todo el tiempo era para ello. Me apoyé de la pared de la entrada y me senté a esperar a que la lluvia cesara, cada cierto tiempo escuchaba pasos y veía a la gente bajando las escaleras con sus sombrillas, maldita envidia.
-No pareces muy alegre- voltee, a el ya lo habia visto, era amigo de Emma creo. Sonreí.
-La lluvia me hace feliz, no tener sombrilla y estar atrapada no tanto- el sonrió. Y se agachó a mi lado.
-¿Crees que una sombrilla para dos es un crimen?- lo observé.
-Oh Andy, es una tentación, pero terminaremos empapados al final- el negó.
-Vamos e intentémoslo, te llevaré hasta tu casa- el intentarlo se basó en terminar mojados los dos, para cuando llegamos a mi edificio le habia ofrecido pasar para que pudiera secarse pero se negó al instante, para cuando salí del auto corrí hasta las escaleras del edificio siendo en vano ya que el agua habia llegado hasta mi ropa interior.
-Bonita manera de aparecer- subí la mirada para encontrarme a Jeremy riendo a carcajadas y una seria cara de Harriet a un lado, el me miró por un segundo y luego volteo hacia otra parte.
-Ja. Ja.- dije sacando la llave de la cartera, miré de nuevo a Harriet cuando pasé a su lado y por alguna razón esperaba algo, algo en mi interior sentia la necesidad de esperar algo. Abrí la puerta –Por lo menos no tuvieron que llamar para poder entrar- comenzamos a subir los dos pisos de diferencia y llegamos al apartamento, para mi sorpresa Emma estaba en la puerta esperándome… o esperando a Jeremy, era lo mas probable. Me miró e inmediatamente dijo “Debo preguntar?”
-Andy me trajo gracias a dios, gracias por contestar tu celular- me quité el abrigo y pasé por su lado, realmente mojada.
-Celular? Oh cielo se me olvido decirte, ayer se me dañó y tengo que ir a comprar uno nuevo…- ella siguió hablando pero prácticamente corrí hasta mi habitación para cambiarme de ropa. Cuando pude salir con algo muy comodo como un sueter gigante y unos pantalones y medias miré que todos estaban en la sala sentados gratamente, mi vista se ubicó en Harriet, sonreí.
-Es extraño verlos a todos aquí- me tiré en el único sofá libre, Harriet estaba al frente de mi y Jem y Emma a un lado compartiendo el sofá grande –Sobretodo usted Harriet, muy extraño- el me miro pero solo tenía la misma mirada de cuando le vi en las escaleras, molesta.
Se acomodó en su asiento y sonrió –Solo vine a pasar el rato, no tenia nada que hacer y Jeremy insistió en que lo acompañara- miré a Jem, el nos observaba a ambos mientras que Emma lo abrazaba ignorando la conversación. Voltee a ver la ventana y el clima seguía lluvioso, suspiré.
-Quizas debamos salir a jugar…- Emma levantó la cabeza y sonrió –Bowling, asi nos calentaremos- sonreí, Emma asintió sin decir nada y Jem solo dijo “Me parece buena idea” para cuando voltee a ver a Harriet este me miraba extrañamente –En Francia juegan eso muy a menudo?- el me miró por un segundo y luego miró a Jem, el cual lo miró también. Esa mirada de complicidad, sabia que algo estaban ocultando o compartían un secreto. Lo ignoré.
-No realmente, tengo años sin jugarlo- dijo Harriet –Pero crees que serias realmente buena?- sonreí poniéndome de pie.
-No sabes lo buena que soy, te destrozaré Wingley- todos se pusieron de pie mientras que fui a colocarme los zapatos, nisiquiera me importó el cambiarme, Hacia mucho frio a pesar de que fuera Abril.
Cuando llegamos el lugar estaba proporcionalmente solo, Alquilamos una mesa y tan solo dependía de nosotros para empezar a jugar, cada quien se sentó, yo solo tomé una bola decidida y al ver que yo tomaba una Harriet hizo lo mismo.
-Siento que acabamos de cometer un error- dijo Emma –Rose es en extremo competitiva- Sonreí.
-Lo mismo digo, que tal una apuesta?- dijo Jeremy, Todos lo miramos, el se volteo a Emma –Si Harriet gana, te llevaré de compras… lo que desees- ella abrió los ojos.
-Estas cometiendo un error grave- reí –No sabes en lo que te estas metiendo- por un momento mire a Harriet, el rio para el mismo.
-Bien cariño bien, Si Rose gana…- la miré –Me quedaré todo un fin de semana contigo, sin nada de ropa en la maleta- se escuchó un gran Ughhh en el aire, yo seguía riendo.
-Tan confiada estas? Harriet juega muy bien-
-De verdad juego bien no deberias…- lo interrumpí.
-Oh cállate Harriet, puedo destrozarte severamente- lo miré satisfecha, mi amiga iba a ganar.
-Eso dices ahora, pero en las clases de piano te quedas callada- respondió. Reí.
-No gané ninguna competencia en piano creo- el abrió los ojos de golpe –Hagamos esto mas interesante- Todos me miraban ahora –Si yo gano, tendrás que escribir una historia de romance para mi- habia silencio, pero realmente no miré nada mas, su cara era suficiente para satisfacerme.
El sonrió –Bien, si yo gano…- por algún momento mi mente se quedó en blanco –Tendremos un dia a solas, tu y yo y mis inventos- mi sonrisa se borró pero la suya no desaparecía, era picara.
-Ella te destrozará- Emma rompió aquella mirada y ambos la miramos, sentia algo mas allá que una apuesta en esto.
-Acepto el trato- dije mirándolo –Comienza tu, te doy ventaja- y me senté. El me miró riéndose incrédulamente, cuando tiró la primera bola acertó justo en el blanco, chuza, doble puntos. Demonios, nisiquiera habia calentado. Se volteo y tenia una sonrisa ancha –Tu turno- susurró cuando pasé por su lado. Miré la bola, y el piso, los pinos, cerré los ojos y comencé a jugar.
Entre las rondas se escuchaban risas y aullidos de parte de todos, Harriet y yo nos mirábamos cada vez que nos pasábamos por al lado, para cuando íbamos a mitad de la partida el iba ganando solo por 3 puntos, la música no faltaba, para distraerme mas lanzaba la bola de diferente maneras y bailaba cada vez que ganaba. Emma me acompañaba y Jeremy se reia de ambas, cuando Harriet hacia chuza se tiraba al suelo y gritaba al cielo. Me reia, nunca le habia visto asi, era un escandalo que una persona tan severa como el fuera asi. La ultima vez que Harriet lanzó le faltaron 2 pinos y el puntaje decía que si no hacia chuza iba a perder todo, bueno no todo, un dia entero de mi vida con esa persona. El se devolvió riéndose –Solo un chance- dijo mientras sonreía, un poco de sudor reflejaba su rostro pero me gustaba como se veía, tan feliz y libre.
Agarré la bola –Deberias besarla para darme buena suerte- dije, el se quedó intacto al frente de mi mientras yo levantaba la bola, nisiquiera sabia porque lo habia dicho, ella yo la que siempre besaba la ultima bola para mi “buena suerte” el no dejó de mirarme mientras trataba de agarrar la bola, pero yo no la solté, asi que agarró mis manos con ella, toda sonrisa habia desaparecido y cuando besó la bola lo vi mirándome fijamente, con esos ojos… -SUERTE ROSEEEEE- Gritó Emma, voltee a verla pero algo sentia en mi interior, el… provocaba eso. Caminé tratando de concentrarme y miré el objetivo, cerré los ojos y lancé la bola, sin bailes, sin cosas extrañas. Me senté en el suelo mientras seguía rodando, cuando vi que no iba a ninguna parte si no para ser una chuza segura sonreí y cuando se cumplió lo que predestinaba me tiré hacia atrás, ahora estaba acostada. Los gritos de Emma se escuchaban en todo el lugar siendo tapados por la música, ella me levantó y ambas comenzamos a dar pequeños saltos diciendo cosas incoherentes y haciendo otro baile triunfante –DOS PUNTOS POR ENCIMA HARRIET COMO TE QUEDÓ EL OJO?- Harriet rio tan pero tan fuerte que hasta Jeremy se quedó mirándolo perplejo, Emma Salió corriendo a besar a Jem y yo solo me acercaba a Harriet, estiré mi brazo para tomar su mano en forma de ser un buen vencedor, el se quedó mirando la mano –Aunque eres el perdedor, puedo vencer de buena manera- reí, el solo miraba mi mano, cuando la tomó no lo hizo para dar ese tipo de saludo, la tomó con cierta gracia y caballerosidad que nunca habia visto, sus dedos rozaron levemente los míos y sus labios tocaron la piel, abrió los ojos y me miró por un segundo antes de quitar sus labios de mi piel, mi piel ardía, picaba, luego soltó mi mano y se puso de pie –Buen juego- sonrió.
Cuando salimos de allí fuimos directo a cenar pizza en cualquier puesto que estuviera abierto, era uno al aire libre, pedimos la pizza y después solo hablaron del juego… pero mi mente se iba a otra parte, veía mi mano aun sintiendo como si nunca hubiera sentido algo asi, brinqué por un momento al sentir la pierna de Harriet cerca de la mia, las mesas eran tan pequeñas y las sillas tan juntas –Todo bien?- preguntó el, me estaba observando, en ese momento todos los ojos estaban en mi.
Asentí –Sigo congelada- no era asi, estaba tan caliente que ese sueter se me hacia una tortura. –¿Jem hace cuanto que no vas a Francia?-.
El lo pensó –En las navidades pasadas fuí- sonrió tímidamente, como si no le gustara hablar de eso –Rose como te va en tus clases de piano?- la atención volvió a mi.
-Supongo que lento… no puedo practicar porque aun no he completado lo que tengo reunido para comprarme un pequeño piano-
-Deberias tener uno para practicar- dijo Harriet.
-No es como si supiera mucho de pianos- reí –Tan solo quería aprender a tocarlo… sin algún motivo aparente-
-Yo si se, es por su familia- dijo Emma, la pizza estuvo lista y la trajeron a la mesa junto con las bebidas –Ustedes conocieron a Antonia, la mamá de Rose… es muy exigente y aunque su hija tenga cierta edad sigue siéndolo, tan solo tiene cosas que quiere que sus hijas logren-
-No es solo por eso- dije, luego la miré bruscamente, debía callarse –Me gusta el instrumento… es todo- hubo silencio en la mesa –La pizza se ve genial no? Me muero de hambre!!- todos asintieron y cada quien agarró un pedazo, para mi sorpresa después de darle un mordisco a mi pizza miré a los demás, todos parecían contentos. Cuando terminamos de comer Harriet pagó por todo y regresamos a casa, Emma iba atrás junto con Jem y Harriet y yo adelante, habia música en la radio que hacia que no se escucharan los besos de los de atrás, lo miré, tan calmado y sereno, siempre se veía asi –Le gusta mucho Londres?- el volteo por un momento y siguió mirando el camino.
-Realmente me gusta mas Francia, referente a la arquitectura y la forma de la ciudad- sonrió un poco, como si lo fuera descubierto –Pero la getne de Londres es muy individualista, admito que vengo a escapar de la realidad, cosa que difícilmente puedo hacer en Francia- no entendia bien.
-¿Su familia es muy estricta?- continué –Entiendo eso, tener responsabilidades… a veces tan solo me gustaría que mi familia fuera un poco mas decadente- miré el camino –Esperan tanto de mi que a veces no consigo como hacer para complacerlos- hubo silencio en el auto, no lo volví a mirar. Para cuando llegamos al edificio y debíamos despedirnos solo dije un adiós a Jem el cual estaba siendo abrazado por Emma y miré a Harriet –Espero mi novela- sonreí, el me siguió.
-Para la próxima definitivamente pensaré en lo que hago- ambos reimos. En vez de darle la mano en forma de despedida mi cuerpo tan solo se precipito a desperdirse como a cualquier persona, besé su mejilla como si fuera lo mas normal del mundo, aunque sentia que el mundo se detenia. No tardé mucho, pero tan pronto como lo hice y el querer separme sentí sus manos sosteniendo mis brazos, me separé un poco y al verlo directo a los ojos estando tan cerca el corazón se detuvo, el me soltó y yo no lo miré mas hasta estar afuera del auto, el me miraba detenidamente desde adentro y Emma salió con una sonrisa y comenzamos a entrar al edificio, ella tomó mi brazo y me haló tan cerca de ella como pudo.
-Que fue eso?- susurró cerca, voltee a ver el auto y el seguía mirándome, Jem se habia cambiado hacia el asiento de adelante.
-No tengo ni idea, pero… me gustó- confesé.
-No pareces muy alegre- voltee, a el ya lo habia visto, era amigo de Emma creo. Sonreí.
-La lluvia me hace feliz, no tener sombrilla y estar atrapada no tanto- el sonrió. Y se agachó a mi lado.
-¿Crees que una sombrilla para dos es un crimen?- lo observé.
-Oh Andy, es una tentación, pero terminaremos empapados al final- el negó.
-Vamos e intentémoslo, te llevaré hasta tu casa- el intentarlo se basó en terminar mojados los dos, para cuando llegamos a mi edificio le habia ofrecido pasar para que pudiera secarse pero se negó al instante, para cuando salí del auto corrí hasta las escaleras del edificio siendo en vano ya que el agua habia llegado hasta mi ropa interior.
-Bonita manera de aparecer- subí la mirada para encontrarme a Jeremy riendo a carcajadas y una seria cara de Harriet a un lado, el me miró por un segundo y luego volteo hacia otra parte.
-Ja. Ja.- dije sacando la llave de la cartera, miré de nuevo a Harriet cuando pasé a su lado y por alguna razón esperaba algo, algo en mi interior sentia la necesidad de esperar algo. Abrí la puerta –Por lo menos no tuvieron que llamar para poder entrar- comenzamos a subir los dos pisos de diferencia y llegamos al apartamento, para mi sorpresa Emma estaba en la puerta esperándome… o esperando a Jeremy, era lo mas probable. Me miró e inmediatamente dijo “Debo preguntar?”
-Andy me trajo gracias a dios, gracias por contestar tu celular- me quité el abrigo y pasé por su lado, realmente mojada.
-Celular? Oh cielo se me olvido decirte, ayer se me dañó y tengo que ir a comprar uno nuevo…- ella siguió hablando pero prácticamente corrí hasta mi habitación para cambiarme de ropa. Cuando pude salir con algo muy comodo como un sueter gigante y unos pantalones y medias miré que todos estaban en la sala sentados gratamente, mi vista se ubicó en Harriet, sonreí.
-Es extraño verlos a todos aquí- me tiré en el único sofá libre, Harriet estaba al frente de mi y Jem y Emma a un lado compartiendo el sofá grande –Sobretodo usted Harriet, muy extraño- el me miro pero solo tenía la misma mirada de cuando le vi en las escaleras, molesta.
Se acomodó en su asiento y sonrió –Solo vine a pasar el rato, no tenia nada que hacer y Jeremy insistió en que lo acompañara- miré a Jem, el nos observaba a ambos mientras que Emma lo abrazaba ignorando la conversación. Voltee a ver la ventana y el clima seguía lluvioso, suspiré.
-Quizas debamos salir a jugar…- Emma levantó la cabeza y sonrió –Bowling, asi nos calentaremos- sonreí, Emma asintió sin decir nada y Jem solo dijo “Me parece buena idea” para cuando voltee a ver a Harriet este me miraba extrañamente –En Francia juegan eso muy a menudo?- el me miró por un segundo y luego miró a Jem, el cual lo miró también. Esa mirada de complicidad, sabia que algo estaban ocultando o compartían un secreto. Lo ignoré.
-No realmente, tengo años sin jugarlo- dijo Harriet –Pero crees que serias realmente buena?- sonreí poniéndome de pie.
-No sabes lo buena que soy, te destrozaré Wingley- todos se pusieron de pie mientras que fui a colocarme los zapatos, nisiquiera me importó el cambiarme, Hacia mucho frio a pesar de que fuera Abril.
Cuando llegamos el lugar estaba proporcionalmente solo, Alquilamos una mesa y tan solo dependía de nosotros para empezar a jugar, cada quien se sentó, yo solo tomé una bola decidida y al ver que yo tomaba una Harriet hizo lo mismo.
-Siento que acabamos de cometer un error- dijo Emma –Rose es en extremo competitiva- Sonreí.
-Lo mismo digo, que tal una apuesta?- dijo Jeremy, Todos lo miramos, el se volteo a Emma –Si Harriet gana, te llevaré de compras… lo que desees- ella abrió los ojos.
-Estas cometiendo un error grave- reí –No sabes en lo que te estas metiendo- por un momento mire a Harriet, el rio para el mismo.
-Bien cariño bien, Si Rose gana…- la miré –Me quedaré todo un fin de semana contigo, sin nada de ropa en la maleta- se escuchó un gran Ughhh en el aire, yo seguía riendo.
-Tan confiada estas? Harriet juega muy bien-
-De verdad juego bien no deberias…- lo interrumpí.
-Oh cállate Harriet, puedo destrozarte severamente- lo miré satisfecha, mi amiga iba a ganar.
-Eso dices ahora, pero en las clases de piano te quedas callada- respondió. Reí.
-No gané ninguna competencia en piano creo- el abrió los ojos de golpe –Hagamos esto mas interesante- Todos me miraban ahora –Si yo gano, tendrás que escribir una historia de romance para mi- habia silencio, pero realmente no miré nada mas, su cara era suficiente para satisfacerme.
El sonrió –Bien, si yo gano…- por algún momento mi mente se quedó en blanco –Tendremos un dia a solas, tu y yo y mis inventos- mi sonrisa se borró pero la suya no desaparecía, era picara.
-Ella te destrozará- Emma rompió aquella mirada y ambos la miramos, sentia algo mas allá que una apuesta en esto.
-Acepto el trato- dije mirándolo –Comienza tu, te doy ventaja- y me senté. El me miró riéndose incrédulamente, cuando tiró la primera bola acertó justo en el blanco, chuza, doble puntos. Demonios, nisiquiera habia calentado. Se volteo y tenia una sonrisa ancha –Tu turno- susurró cuando pasé por su lado. Miré la bola, y el piso, los pinos, cerré los ojos y comencé a jugar.
Entre las rondas se escuchaban risas y aullidos de parte de todos, Harriet y yo nos mirábamos cada vez que nos pasábamos por al lado, para cuando íbamos a mitad de la partida el iba ganando solo por 3 puntos, la música no faltaba, para distraerme mas lanzaba la bola de diferente maneras y bailaba cada vez que ganaba. Emma me acompañaba y Jeremy se reia de ambas, cuando Harriet hacia chuza se tiraba al suelo y gritaba al cielo. Me reia, nunca le habia visto asi, era un escandalo que una persona tan severa como el fuera asi. La ultima vez que Harriet lanzó le faltaron 2 pinos y el puntaje decía que si no hacia chuza iba a perder todo, bueno no todo, un dia entero de mi vida con esa persona. El se devolvió riéndose –Solo un chance- dijo mientras sonreía, un poco de sudor reflejaba su rostro pero me gustaba como se veía, tan feliz y libre.
Agarré la bola –Deberias besarla para darme buena suerte- dije, el se quedó intacto al frente de mi mientras yo levantaba la bola, nisiquiera sabia porque lo habia dicho, ella yo la que siempre besaba la ultima bola para mi “buena suerte” el no dejó de mirarme mientras trataba de agarrar la bola, pero yo no la solté, asi que agarró mis manos con ella, toda sonrisa habia desaparecido y cuando besó la bola lo vi mirándome fijamente, con esos ojos… -SUERTE ROSEEEEE- Gritó Emma, voltee a verla pero algo sentia en mi interior, el… provocaba eso. Caminé tratando de concentrarme y miré el objetivo, cerré los ojos y lancé la bola, sin bailes, sin cosas extrañas. Me senté en el suelo mientras seguía rodando, cuando vi que no iba a ninguna parte si no para ser una chuza segura sonreí y cuando se cumplió lo que predestinaba me tiré hacia atrás, ahora estaba acostada. Los gritos de Emma se escuchaban en todo el lugar siendo tapados por la música, ella me levantó y ambas comenzamos a dar pequeños saltos diciendo cosas incoherentes y haciendo otro baile triunfante –DOS PUNTOS POR ENCIMA HARRIET COMO TE QUEDÓ EL OJO?- Harriet rio tan pero tan fuerte que hasta Jeremy se quedó mirándolo perplejo, Emma Salió corriendo a besar a Jem y yo solo me acercaba a Harriet, estiré mi brazo para tomar su mano en forma de ser un buen vencedor, el se quedó mirando la mano –Aunque eres el perdedor, puedo vencer de buena manera- reí, el solo miraba mi mano, cuando la tomó no lo hizo para dar ese tipo de saludo, la tomó con cierta gracia y caballerosidad que nunca habia visto, sus dedos rozaron levemente los míos y sus labios tocaron la piel, abrió los ojos y me miró por un segundo antes de quitar sus labios de mi piel, mi piel ardía, picaba, luego soltó mi mano y se puso de pie –Buen juego- sonrió.
Cuando salimos de allí fuimos directo a cenar pizza en cualquier puesto que estuviera abierto, era uno al aire libre, pedimos la pizza y después solo hablaron del juego… pero mi mente se iba a otra parte, veía mi mano aun sintiendo como si nunca hubiera sentido algo asi, brinqué por un momento al sentir la pierna de Harriet cerca de la mia, las mesas eran tan pequeñas y las sillas tan juntas –Todo bien?- preguntó el, me estaba observando, en ese momento todos los ojos estaban en mi.
Asentí –Sigo congelada- no era asi, estaba tan caliente que ese sueter se me hacia una tortura. –¿Jem hace cuanto que no vas a Francia?-.
El lo pensó –En las navidades pasadas fuí- sonrió tímidamente, como si no le gustara hablar de eso –Rose como te va en tus clases de piano?- la atención volvió a mi.
-Supongo que lento… no puedo practicar porque aun no he completado lo que tengo reunido para comprarme un pequeño piano-
-Deberias tener uno para practicar- dijo Harriet.
-No es como si supiera mucho de pianos- reí –Tan solo quería aprender a tocarlo… sin algún motivo aparente-
-Yo si se, es por su familia- dijo Emma, la pizza estuvo lista y la trajeron a la mesa junto con las bebidas –Ustedes conocieron a Antonia, la mamá de Rose… es muy exigente y aunque su hija tenga cierta edad sigue siéndolo, tan solo tiene cosas que quiere que sus hijas logren-
-No es solo por eso- dije, luego la miré bruscamente, debía callarse –Me gusta el instrumento… es todo- hubo silencio en la mesa –La pizza se ve genial no? Me muero de hambre!!- todos asintieron y cada quien agarró un pedazo, para mi sorpresa después de darle un mordisco a mi pizza miré a los demás, todos parecían contentos. Cuando terminamos de comer Harriet pagó por todo y regresamos a casa, Emma iba atrás junto con Jem y Harriet y yo adelante, habia música en la radio que hacia que no se escucharan los besos de los de atrás, lo miré, tan calmado y sereno, siempre se veía asi –Le gusta mucho Londres?- el volteo por un momento y siguió mirando el camino.
-Realmente me gusta mas Francia, referente a la arquitectura y la forma de la ciudad- sonrió un poco, como si lo fuera descubierto –Pero la getne de Londres es muy individualista, admito que vengo a escapar de la realidad, cosa que difícilmente puedo hacer en Francia- no entendia bien.
-¿Su familia es muy estricta?- continué –Entiendo eso, tener responsabilidades… a veces tan solo me gustaría que mi familia fuera un poco mas decadente- miré el camino –Esperan tanto de mi que a veces no consigo como hacer para complacerlos- hubo silencio en el auto, no lo volví a mirar. Para cuando llegamos al edificio y debíamos despedirnos solo dije un adiós a Jem el cual estaba siendo abrazado por Emma y miré a Harriet –Espero mi novela- sonreí, el me siguió.
-Para la próxima definitivamente pensaré en lo que hago- ambos reimos. En vez de darle la mano en forma de despedida mi cuerpo tan solo se precipito a desperdirse como a cualquier persona, besé su mejilla como si fuera lo mas normal del mundo, aunque sentia que el mundo se detenia. No tardé mucho, pero tan pronto como lo hice y el querer separme sentí sus manos sosteniendo mis brazos, me separé un poco y al verlo directo a los ojos estando tan cerca el corazón se detuvo, el me soltó y yo no lo miré mas hasta estar afuera del auto, el me miraba detenidamente desde adentro y Emma salió con una sonrisa y comenzamos a entrar al edificio, ella tomó mi brazo y me haló tan cerca de ella como pudo.
-Que fue eso?- susurró cerca, voltee a ver el auto y el seguía mirándome, Jem se habia cambiado hacia el asiento de adelante.
-No tengo ni idea, pero… me gustó- confesé.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO V
-Creo que vi el amanecer- ella cerró los ojos, estaba cansada, anoche Jeremy se quedó hasta tarde en la casa. Después de un momento de silencio mis ojos se cerraban también.
Corrí, corrí y corrí, el auto de Emma no encendió esa mañana y no logré conseguir ningún taxi, no habia sabido nada de Amy en mucho tiempo y el autobús realmente iba lento. Hasta habia dejado mi celular a un lado de mi cama, era demasiado tarde, lo sabia. Subí corriendo las escaleras y me detuve cuando llegué al tope, sonaba un piano, una canción… mis pies se movieron aunque mis ojos ya se habían cerrado, era tan hermoso. Llegue a la puerta para observar al artista, sus dedos se movían con tal habilidad en el piano que hacían que mi mente se perdiera, pero eso no era lo que me mantenía observando, el no estaba viendo nada, tenia los ojos cerrados y su cabello se movía suavemente, la canción era tan lenta, sentimental, el lucia así, como si fuera perdido gran parte de si mismo, melancólico –Thompson?- casi me asusto con la voz, el piano se detuvo inmediatamente y al voltear estaba el tio de Harriet mirándome. –Es agradable no?- voltee de nuevo a mirar a Harriet y este me miraba fijamente.
-Si por supuesto- sonreí –Es increíble, espero poder tocar asi en algún momento en mi vida aunque creo que es imposible- me encontraba sintiendo como si me fueran descubierto revisando algo prohibido.
-No del todo- rio el entrando al salón y colocando algunos papeles sobre la mesa, me quede en la puerta sin saber que decir –Harriet, recuerda que tenemos esa charla pendiente- el me miró y arrugo la frente.
-Tío creo que debemos posponer eso- me miró y sonrió –Rose esta esperando por mi para ir a almorzar juntos, quizás vayamos a la playa- el señor me miró, mi piel se habia congelado pero una sonrisa falsa apareció en mis labios.
-Lo lamento- dije hacia su tio, Harriet se acercó a mi tomando mi cintura y acercándome a el, todo mi sentido se habia perdido.
El solo se rio –Los jóvenes de ahora, está bien está bien- dio un simple movimiento de manos y ya Harriet me estaba llevando afuera del salón, sostuvo su mano en mi cadera hasta que llegamos al borde de las escaleras –Mentiroso- reí poco, voltee para ver que el también se estaba riendo.
-Hablar con mi tío de asuntos serios no es de mi… absoluto gusto- dijo, cuando llegamos abajo el solo me estaba mirando, por alguna razón pensé en lo que cargaba puesto, bien podría ser nada atractiva con unos jeans gastados –Que planes tienes hoy?- lo volví a mirar a el, a parte de que era jodidamente atractivo su manera de vestir era tan clásica y única que no hacia falta modales para que cualquiera se le encimara.
-Ninguno- dije de inmediato, el asintió y miró otra cosa, baje la mirada –Bueno supongo que nos veremos el próximo sábado- sonreí con incomodidad –Nos vemos- di un paso para despedirme pero me arrepentí en el acto, retrocedí, que rayos me ocurría?, hasta contuve mi respiración en ese instante, me estaba perdiendo, ya ni pensaba. El no dijo nada, solo comencé a caminar de regreso a casa. Él no me detuvo.
Llegue a casa sintiéndome vacía, el tan solo actuaba como siempre… siempre actuaba asi, ya debía acostumbrarme, no tenia fuerzas para hacer absolutamente nada, cuando llegué Emma no estaba, miré la cocina y nisiquiera me provocaba comer. Como comenzó mi mañana terminó mi tarde, acostada en mi cama mirando el techo, que esperaba? Yo no era mas que una chica a la que el habia conocido, le odié, le insulté cuantas veces pude, el hizo lo mismo, yo no era mucho para el. Era eso, el no me veía como una chica con la que el pudiera salir a divertirse por lo menos. No era suficiente.
Me vi a mi misma botando las primeras lagrimas que podían existir en un cuerpo que fueran por un hombre, nunca habia llorado por uno, nunca me hacia falta, pero el era diferente y sabia que me estaba jodiendo a mi misma con eso. Cuando el atardecer iba a terminar me decidí en no quedarme tan solo en casa llorando, podía salir… si, podía salir siempre que quisiera. Me cambié de ropa, algo comodo para ir a trotar y comprar la comida del fin de semana, según por lo que habia escuchado Emma se quedaría en la casa de Jem, asi que podía poner música a todo volumen y hacer cualquier desastre que quisiera.
El correr se convirtió en una pesadilla ya que nisiquiera dejaba de pensar en que quería que pasara, habia pensado que el quería salir conmigo o que yo era diferente, o que algo habia diferente pero no, era siempre la misma mierda. Mi tarjeta pasó por la tienda comprando todo lo que fuera asqueroso y nada sano para leer algún buen libro hoy, tenia el cabello desorganizado sostenido por una cinta que habia encontrado, algo sudado por el ejercicio, desde cuando yo hacia ejercicio? Cuando llegué a casa lo ví. Verlo hizo que todo en mi interior se detuviera, el estaba llamando a mi apartamento pero no habia nadie –Hey- dije casi sin voz, el volteo y me miró de arriba hasta abajo y viceversa –Que haces aquí? Jem no está, creo que Emma está con el y…-
-Lo sé- dijo, era toda su excusa, respiré. ¿Que debía hacer en estos casos? ¿Qué podía hablar? –Te ayudo con…- miró las bolsas, no pesaban mucho pero el aun asi bajó los escalones y sostuvo las bolsas por mi, no dije nada y abrí la puerta del edificio, solo se escuchaban nuestros pasos por las escaleras, cuando llegué al apartamento abrí la puerta y encendí la luz –Adelante- dije, cuando pasó al frente de mi se corrió el olor irresistible de su perfume, nisiquiera sabía si debía cerrar la puerta de nuevo pero opté por cerrarla y afincarme a ella.
-¿Y bien?- el sonrió. Pero no dijo nada, tan solo caminó de un lado de otro pasando las manos por su largo cabello, tenia su rostro definido por sus huesos, y su ropa, siempre llevaba una chaqueta casual encima que hacia que se viera elegante, siempre llevaba zapatos que brillaban por lo limpios que eran, y un collar, ahora que recordaba siempre lo veía con ese collar, el collar tenia un anillo adentró, el seguía sonriendo.
-Nisiquiera sé que rayos estoy haciendo- confesó, cerré mis labios y esperé –Esta mañana quería… quería invitarte a salir, quería estar contigo y me mantuve callado- el quería… sentia que me perdia, me perdia en algo flotante, algo nada real –Y no dejaba de pensar en que hubiera pasado- se detuvo, de un momento a otro tan solo nos mirábamos fijamente –Pero quería verte-.
Flotando flotando flotando, mi mente estaba en blanco blanco blanco, corté esa mirada que manteníamos y solo pude decir –¿Quieres quedarte a ver algunas películas?- el se rio por lo bajo.
-Me encantaría- dijo, no podía quedarme allí, tenía que tomar un corto baño y empezar a hacer la cena para los dos, aunque nisiquiera supiera cocinar. Debia dejar de pensar. –Tomaré una ducha primero- dije, y como si no fuera la única pensando en eso el sonrió pícaramente pero no dijo nada.
Me vestí en el baño, una larga pijama. Cuando salí el estaba sentado en el sofá mirando la televisión –No he comido nada en todo el dia- confesé, el me miró detenidamente.
-¿Emma se fue desde temprano?- voltee a mirarlo.
Puse una de mis manos en mi cadera –Acaso piensas que Emma es la única que puede hacer comida?- el rio.
-No pareces una chica muy hogareña- eso era cierto, se levantó –Bien, cocinaré yo hoy- cocinaba?
-Pensaba pedírtelo pero no sabia si le pondrías veneno a mi comida- el rio por lo bajo.
Mientras que me senté en una silla en la pequeña mesa del comedor que estaba ubicado justo en la cocina el iba preguntando la ubicación de todo, en lo demás se mantuvo callado, no quizo decir mucho –Comenzaste la novela romántica?- el sonrió y me miró.
-Quedaras impresionada y dejaras de ser terca con eso, ya veras- reí con burla.
-Dudo que me impresiones, soy exigente con respecto a eso- el me miró de nuevo y siguió cortando algunos vegetales. La comida olia bien, y el se veía bien cocinando, era todo a lo que podía prestarle atención. –Cuentame algo, como es tu familia… aparte de exigente y eso- el se detuvo de picar, es como si ese tema fuera nada tocable para el, pero aun asi contestó.
-Mi familia no es como normalmente lo es una familia normal- presté atención y el continuó –Mi mamá es apaciguable, ella sin duda es muy dulce y tierna…-
-Eso es adorable comparándola con la mia- el rio fuertemente, estaba segura que el se habia dado mas que cuenta.
-Mi padre es exigente, un hombre muy respetuoso…- me miró –En Francia hay leyes que debes cumplir, el es un… monarca en eso- monarca, significaba que tenia parte de la realeza o algo asi, monarca, quizás por eso era tan estricto, hizo silencio después de eso.
-¿Y tu hermana Margaret? A Jem se le escapó algunas cosas el otro dia, dijo que tocaba el piano muy bien y que era muy talentosa, debes estar orgulloso- el sonrió.
-Ella es la persona que mas aprecio en este mundo- siguió sonriendo.
-Debes extrañarla mucho- el volteo a verme y la sonrisa de diluyó, habia terreno sin conocer y al ver tu cara, era mucho terreno por delante.
-Realmente, si, la extraño mucho- por un momento miré la cocina y por otro un pañuelo que estaba cerca de una de las hornillas encendidas comenzó a prenderse.
-OH POR DIOS- Me levanté corriendo, el se asustó de inmediato –LA OLLA DIGO EL PAÑO EL PAÑO- corrí cerca del paño sin saber cómo agarrarlo, cada vez se prendía mas en fuego, mientras que yo saltaba en el mismo sitio moviendo las manos asustada fui bañada de algún liquido que para mi sospecha, era agua. Lo miré y el tenia un vaso vacío en la mano y una gran “O” en la boca, luego eso fue sustituido por una sonrisa y posteriormente una gran risa –NO ES GRACIOSO CHRISTOPHER HARRIET- Grité, el siguió riéndose –YAA YAA BASTA- me acerqué a él dándole pequeños golpes en el brazo y sin necesidad de hacer mucho también comencé a reírme, apoyé sin pensarlo mi cabeza en su pecho mientras aguantaba la risa, mientras me reía sentí su mano en mi cabello haciendo que mi risa se detuviera para mirarlo, el mantenía una sonrisa de satisfacción en su rostro y estaba tan cerca que podía sentir su respiración, su aroma… sus labios, la curva perfecta que no habia mirado a la perfección, miré de nuevo sus ojos, podría perderme en ellos y en su color verde que ahora estaba tan oscuro que parecían de otra persona, de un momento a otro, cerré los ojos y cuando sentía que no podíamos estar mas cerca el se apartó. Abrí los ojos lentamente para verlo mirando la mesa, no sabia si mi orgullo estaba herido o si dolía tanto la humillación, pero fue un vértice que ocurrió en mi cuerpo, solo éramos amigos, el lo estaba trazando justo ahora. –Quedé como una idiota- reí tan bajo y tan falso que quedé arrepentida de esas palabras –Debo ir a cambiarme, volveré pronto- el me miró sin ninguna expresión.
Mi respiración estaba agobiada por lo que habia pasado y el nudo que tenía en la garganta no se iría en un buen tiempo, cerré la puerta y mi cuerpo cayó detrás de ella, tape con mis manos mi rostro, mi boca, no podría salir ningún sonido y comencé a llorar. Llorar como si no hubiera mañana, habia sido rechazada, eso era mas que obvio y nisiquiera entendia si el realmente me importaba o no, aunque era algo obvio, el me gustaba, me gustaba mucho. Me habia tocado tanto sin usar el tacto que me habia afectado, ahora solo debía alejarme, irme irme irme, no podía estar cerca de el si quería estar bien. Yo no era mas que una amiga para el y debía dejar de pensar lo contrario, pero no podía parar de llorar, me habia tocado tan fuerte que me habia roto, abracé mis piernas con mis manos y hundí mi rostro, dejaba de sollozar pero seguía llorando, lagrimas lagrimas lagrimas, era todo lo que podía salir de mi, ya que nada de lo que daba era aceptado, no todo lo que llegues a sentir pertenece a la realidad.
No sabía cuanto habia tardado adentro pero debía salir, tenia un invitado aunque lo menos que quería era atenderlo, pero mis lágrimas seguían allí. Fue ahí cuando escuché la puerta cerrarse, tomé rápidamente la puerta de mi habitación y salí, no habia nadie, el se habia ido y me habia dejado sola… caminé hasta la cocina, no habían mas lágrimas, la olla estaba apagada y habia una nota sobre la mesa, estaba escrita con un pedazo de papel rasgado y una letra extraordinariamente hermosa “La comida está lista… disculpa que te deje sola, tuve una emergencia. CHW” era todo, mis sollozos se habían detenido, mis lágrimas ya no bajaban y miré la puerta, se habia ido, como todo lo que pasaba en mi vida el se habia ido. Dejé la nota sobre la mesa y fui directo a mi habitación, no quería pensar en nada, no quería saber nada, quería borrar los únicos días en el que el estaba allí y no saber de ellos durante toda la vida… porque asi era el amor no? El amor solo era un sentimiento en donde tarde o temprano sufrirías, y lamentablemente, nadie podía huir de el. La única manera de huir, y solo serian por pocas horas, era dormir, dormir, dormir.
HappinessOnFire
Re: Keys / Teclas (Harry Styles)
CAPITULO VII
Bien habia pensado que el mundo se habia vuelto completamente loco, mi mamá acababa de llamar informando las desgracias de sus hijas, Emma no iba a llegar a casa esta noche, Harriet habia venido hace unas horas solo porque… solo porque quería saber si estaba bien y aun no sabía que decir estando en el auto con Cory, el iba manejando en silencio y mi silencio habia alcanzado tal nivel que hasta me sentía incomoda conmigo misma –¿De que se trata la obra?- casual, mantenlo casual.
El me miró de reojo –Debería ser sobre la guerra política y amorosa de dos jóvenes coloniales… creo que te gustará-
-Ah- lo miré, acomodé mi cuerpo –Creo que ambos hemos cambiado un poco- el me miró y sonrió.
-Tu mas que nadie Rose- me volvió a mirar –Te veo mas… callada-
Reí –Es todo acerca de ser seria-
-Anoche fue todo lo contrario- el rio, y yo me encogí, nisiquiera recordaba que habia dicho –Asi que… cuéntame, exactamente… quien es Harriet?- me sentí tan incómoda que nisiquiera podía esconderme, me moví en el asiento tanto que ya parecía alguien con problemas.
-Harriet es…- el me miraba, expectante –¿No podemos hablar de otra cosa?- por un momento el soltó el volante colocando las manos extendidas en rendición y seguimos en silencio. Cuando llegamos al teatro habia mucha, demasiada gente, al parecer era el estreno de aquella obra. Por algún motivo Cory me llevaba y se mantenía cerca por ello. Cuando llegamos a nuestros asientos estábamos a buena vista del escenario –Quiero comprar algo de comer- dije, Cory me miró mientras sonreía.
-¿Comerás viendo una obra de teatro?- sonreí.
-Realmente no he cambiado del todo- el rio, me levanté tomando mi cartera conmigo y bajé de nuevo las escaleras –Permiso- dije, habia mucha gente tomando sus puestos –permiso- volví a decir, iba caminando poco a poco –Permi…- pero mi lengua se quedó atascada y mi boca abierta, el me miró por completo y todo el ruido exterior se habia evaporado, No tenia nada que decir.
-Rose, casualidades- mi boca se cerró y se volvió a abrir, miré un momento su ropa.
-Harriet que haces aquí?- el me miró, arrugó su frente.
-Vine a ver una obra-
Asentí, trate de dar un paso atrás por la cercanía que teníamos pero se me hizo imposible –Mucha casualidad para mi gusto- respondí, El miraba mas allá y por un momento se me cruzo por la mente que el estaba interesado en mi pareja, sonreí –Vine con Cory- bien podríamos jugar esto a mi modo, el me miró.
-No pareciera- dijo, luego sonrió cínicamente –Un hombre no dejaría a una mujer sola en un lugar tan cerrado- crucé mis brazos.
-Soy independiente, puedo hacer esto, además solo iba a comprar algo… con permiso- pasé por su lado, camine tropezando con la gente hasta que estuve en el Lobbie, el monton de gente habia desaparecido y mi respiración volvió a la normalidad, busqué la tienda de comida e inmediatamente saqué el dinero.
-Es increíble que vengas a comprar comida- lo miré, me habia seguido. Mi cuerpo estaba inquieto, pero por el poco orgullo que me quedaba no lo demostraría.
-¿Qué haces aquí Harriet?- insistí, no lo miré, pero sabia que el me estaba mirando fijamente, el silencio apareció y después de hacer una cola muy pequeña pedí algunas cotufas y bebidas –Bien- me voltee para mirarlo –No vas a responder o me dejaras con la duda?-
El sonrió sin dejar de mirarme –No regreses adentro- dijo. Su rostro se habia vuelvo palpable, nisiquiera podía pensar en lo que el pensaba, pero aquello me habia tomado por sorpresa.
-La obra empezará pronto- dije, me voltee para ocultar mi ruboración, de todos los hombres, de toda la gente agradable en el mundo, me tenían que pasar estas cosas con el, justo con el, no podía entender nada.
-No regreses con el, quédate conmigo- volvió a decir, su cuerpo estaba pegado al mio esta vez, sentí que sus manos se ubicaban en mis caderas y su respiración la sentia levemente en mi cabello, sostuve la calma por poco, mi cuerpo estaba encendido, mi mente nublada. Habia escuchado a la persona decirme el precio de eso, pero nisiquiera podía pensar. Bajé la mirada para ver como Harriet pagaba por el pedido con un billete bastante grande para lo poco que quedaba, me voltee.
-No tienes porque pagar, ¿Por qué tienes la necesidad de comportarte asi conmigo?- estábamos cerca, no debía mirarlo.
-Dios Rose, solo…- el miró mas atrás de mi, hizo un pequeño sonido de molestia y tomó el pedido, luego mi mano y comenzó a sacarme de allí. El iba caminando delante de mi con mi mano sostenida, mi mano… en la suya… abrió una puerta y segundos después estaba dentro de esa habitación que por lo que veía era un baño, el cerró la puerta -¿QUE DEMONIOS HACES?- grité, el se colocó apoyado en la puerta, su cabello estaba alborotado y el pasaba sus manos por ello –Rose- como si su manera de pronunciar mi nombre me controlara me quede intacta, mis brazos a cada lado de mi cuerpo y mis ojos solo mirándolo a el, el me miró –No quiero que vuelvas con el- dijo, dio un paso –No quiero que estes a su lado, no quiero que lo mires, no quiero que sonrias cuando el está a tu lado…- otro paso –Solo quédate- y el ultimo paso, mi corazón se iba a salir de mi cuerpo –Conmigo por hoy- no dije nada, no podía, nisiquiera si lo intentaba. Sus ojos, estaban tan oscuros, su cabello caía un poco por su frente, sus labios, eran rosados. Su mano acarició mi mejilla con cierta delicadeza, como si yo fuera de cristal, solo un dedo podía mover en mis mejillas y ya estaban completamente rojas –¿Qué me estás haciendo?- realmente no importaba, me encantaba. El no habló, siguió acariciándome -¿Qué haces conmigo?- pregunté.
El detuvo su dedo justo cerca de mis labios, justo en la punta, esa tensión me estaba quemando –Tratando de controlarme- dijo. La tensión se acabó en el instante en que alguien entró a el baño, bajé la mirada y luego pude ver a una mujer que por un instante se quedó mirándonos, luego sonrió y regresó por donde vino, un gran ruido seguido por música comenzó a sonar, Harriet levantó su cabeza cerrando los ojos –Realmente no quiero volver, solo quería buscarte, ¿Vendrás conmigo?- esa pregunta era cautelosa, sabía que significaba justo ese momento algo de un instante, pero en mi mente significaba una decisión. Si estaba con el, perdería todo lo que habia visto y aprendido con anterioridad, dándole la fortuna de saber que el siempre habría tenido razón, porque yo lo veía como un hombre con tanta experiencia y orgullo que era imposible para mi verlo de otra manera. De todas maneras, mi cuerpo pensó antes que mi mente y ya me encontraba asintiendo, el me miró y pude ver una sonrisa leve en su rostro, mi mano fue tomada por segunda vez, nunca habia sido tomada de esa manera, o nunca me habia sentido así con anterioridad.
Todo pasaba lento, lo único que sentia era que el sostenia mi mano, todo habia desaparecido. Llegamos un poco mas allá del restaurant, donde su auto estaba estacionado alejado del monton de autos, por un momento comprendí todo –Alejado, seguro? ¿Estabas tan seguro que vendría?- el me miró mientras abria mi lado de la puerta, sonrió.
-Digamos que estaba seguro de algo- crucé mis brazos, hacia frio y lo miré con el ceño fruncido, luego me miró de lado, su cabello cayó un poco –No me iría de ese lugar sin ti a mi lado- abrió la puerta y la sostuvo, caminé hasta sentarme, pero el no cerró la puerta, lo miré –¿Te dije que me traes loco con ese vestido?- reí.
-Que bien porque pensé que no llamaría mucha la atención con esto- el rio, negando y cerró la puerta, luego se sentó a mi lado y encendió el auto.
-Atraerías a cualquier persona solo con tu ropa de dormir- lo miré, el sonreía –Por ese mismo motivo tenia que traerte conmigo- miré mis manos, estaba nerviosa.
El comenzó a manejar sin decir nada, mis mejillas ardían, mi pie bailaba con los nervios y mi mano acomodaba mi vestido cada cierto tiempo, sin dejar de moverse, que tonta. Habia aceptado irme con el, ¿Qué íbamos a hacer? ¿Qué haríamos ahora? Cory estaba esperando, oh dios, Cory estaba allá y yo me habia ido con Harriet y si tan solo… mi mano se quedó tranquila, sentí su mano encima de la mia voltee a mirarlo, el me miró de reojo y volviendo a ver la carretera dijo –Si sigues moviendo tus manos mi pánico va a aparecer y no suelo razonar cuando eso ocurre- tragué tratando de hablar, pero solo sonreí un poco y no dejé de mirarlo. El iba a ir a una obra, la misma obra, fue a buscarme, solo a eso, pero si se colocó un traje, un traje elegante. Su cabello ondulado caia poco, el lo habia pensado mucho, siempre pasaba sus manos por su cabello si estaba pensando, se veía seguro, el no se parecía en nada a los hombres que yo habia conocido antes, quizás su forma de hablar, quizás era eso junto con sus expresiones, su manera de desafiar mi normalidad de vida –Si sigues mirándome también puede que el pánico aparezca- dijo sin mirarme. Bajé la mirada y miré nuestras manos juntas, su mano encima de mi muslo por encima del vestido, mal momento para notarlo. Su dedo rozaba mi mano y me vi a mi misma sonriendo, ¿por que debía estar nerviosa? Estaba en el lugar correcto, en el momento correcto. A mi me gustaba ese hombre, ese que destruyó mis esquemas y se apoderó de mi cuerpo sin tocarme, ese hombre valía mucho –Debo avisarle a Cory- dije, solté su mano para buscar mi celular, tenia que dejar de pensar solo en mi, Cory debía estar buscándome. El no dijo nada, noté que su mano volvió a volante y con la otra colocó su pulgar en su boca. Habia borrado y reescrito el mensaje una y otra vez hasta que sonaba lo suficientemente creíble para enviarlo, guardé el celular y me voltee para mirarlo, el seguía manejando, ni sabia a donde íbamos. –Bien- el me miró por un instante –¿Cómo supiste que estaba allí?- el sonrió.
-Tengo contactos- asentí –Jeremy no tiene mucho que ver- negué.
-Eres un mentiroso- ambos reímos.
-Jeremy me dijo sobre Cory y su amorío contigo…- lo interrumpí.
-Solo somos amigos-
-Entiendo- dijo, volvió a mirarme y continuó, por un momento su rostro era serio –Averigüe lo demás por mí mismo- dijo casi en un susurro, por un momento el auto se detuvo y volvió a andar, entramos a un terreno, era un edificio y el estacionamiento fue abierto por un policía que parecía mas un guardia pero era lo suficientemente intimidante que podría parecer un asesino en serio, el le saludó con la mano y entró con el auto al estacionamiento, bien, al diablo todo. ¿Quién demonios era Christopher Harriet?.
El me miró de reojo –Debería ser sobre la guerra política y amorosa de dos jóvenes coloniales… creo que te gustará-
-Ah- lo miré, acomodé mi cuerpo –Creo que ambos hemos cambiado un poco- el me miró y sonrió.
-Tu mas que nadie Rose- me volvió a mirar –Te veo mas… callada-
Reí –Es todo acerca de ser seria-
-Anoche fue todo lo contrario- el rio, y yo me encogí, nisiquiera recordaba que habia dicho –Asi que… cuéntame, exactamente… quien es Harriet?- me sentí tan incómoda que nisiquiera podía esconderme, me moví en el asiento tanto que ya parecía alguien con problemas.
-Harriet es…- el me miraba, expectante –¿No podemos hablar de otra cosa?- por un momento el soltó el volante colocando las manos extendidas en rendición y seguimos en silencio. Cuando llegamos al teatro habia mucha, demasiada gente, al parecer era el estreno de aquella obra. Por algún motivo Cory me llevaba y se mantenía cerca por ello. Cuando llegamos a nuestros asientos estábamos a buena vista del escenario –Quiero comprar algo de comer- dije, Cory me miró mientras sonreía.
-¿Comerás viendo una obra de teatro?- sonreí.
-Realmente no he cambiado del todo- el rio, me levanté tomando mi cartera conmigo y bajé de nuevo las escaleras –Permiso- dije, habia mucha gente tomando sus puestos –permiso- volví a decir, iba caminando poco a poco –Permi…- pero mi lengua se quedó atascada y mi boca abierta, el me miró por completo y todo el ruido exterior se habia evaporado, No tenia nada que decir.
-Rose, casualidades- mi boca se cerró y se volvió a abrir, miré un momento su ropa.
-Harriet que haces aquí?- el me miró, arrugó su frente.
-Vine a ver una obra-
Asentí, trate de dar un paso atrás por la cercanía que teníamos pero se me hizo imposible –Mucha casualidad para mi gusto- respondí, El miraba mas allá y por un momento se me cruzo por la mente que el estaba interesado en mi pareja, sonreí –Vine con Cory- bien podríamos jugar esto a mi modo, el me miró.
-No pareciera- dijo, luego sonrió cínicamente –Un hombre no dejaría a una mujer sola en un lugar tan cerrado- crucé mis brazos.
-Soy independiente, puedo hacer esto, además solo iba a comprar algo… con permiso- pasé por su lado, camine tropezando con la gente hasta que estuve en el Lobbie, el monton de gente habia desaparecido y mi respiración volvió a la normalidad, busqué la tienda de comida e inmediatamente saqué el dinero.
-Es increíble que vengas a comprar comida- lo miré, me habia seguido. Mi cuerpo estaba inquieto, pero por el poco orgullo que me quedaba no lo demostraría.
-¿Qué haces aquí Harriet?- insistí, no lo miré, pero sabia que el me estaba mirando fijamente, el silencio apareció y después de hacer una cola muy pequeña pedí algunas cotufas y bebidas –Bien- me voltee para mirarlo –No vas a responder o me dejaras con la duda?-
El sonrió sin dejar de mirarme –No regreses adentro- dijo. Su rostro se habia vuelvo palpable, nisiquiera podía pensar en lo que el pensaba, pero aquello me habia tomado por sorpresa.
-La obra empezará pronto- dije, me voltee para ocultar mi ruboración, de todos los hombres, de toda la gente agradable en el mundo, me tenían que pasar estas cosas con el, justo con el, no podía entender nada.
-No regreses con el, quédate conmigo- volvió a decir, su cuerpo estaba pegado al mio esta vez, sentí que sus manos se ubicaban en mis caderas y su respiración la sentia levemente en mi cabello, sostuve la calma por poco, mi cuerpo estaba encendido, mi mente nublada. Habia escuchado a la persona decirme el precio de eso, pero nisiquiera podía pensar. Bajé la mirada para ver como Harriet pagaba por el pedido con un billete bastante grande para lo poco que quedaba, me voltee.
-No tienes porque pagar, ¿Por qué tienes la necesidad de comportarte asi conmigo?- estábamos cerca, no debía mirarlo.
-Dios Rose, solo…- el miró mas atrás de mi, hizo un pequeño sonido de molestia y tomó el pedido, luego mi mano y comenzó a sacarme de allí. El iba caminando delante de mi con mi mano sostenida, mi mano… en la suya… abrió una puerta y segundos después estaba dentro de esa habitación que por lo que veía era un baño, el cerró la puerta -¿QUE DEMONIOS HACES?- grité, el se colocó apoyado en la puerta, su cabello estaba alborotado y el pasaba sus manos por ello –Rose- como si su manera de pronunciar mi nombre me controlara me quede intacta, mis brazos a cada lado de mi cuerpo y mis ojos solo mirándolo a el, el me miró –No quiero que vuelvas con el- dijo, dio un paso –No quiero que estes a su lado, no quiero que lo mires, no quiero que sonrias cuando el está a tu lado…- otro paso –Solo quédate- y el ultimo paso, mi corazón se iba a salir de mi cuerpo –Conmigo por hoy- no dije nada, no podía, nisiquiera si lo intentaba. Sus ojos, estaban tan oscuros, su cabello caía un poco por su frente, sus labios, eran rosados. Su mano acarició mi mejilla con cierta delicadeza, como si yo fuera de cristal, solo un dedo podía mover en mis mejillas y ya estaban completamente rojas –¿Qué me estás haciendo?- realmente no importaba, me encantaba. El no habló, siguió acariciándome -¿Qué haces conmigo?- pregunté.
El detuvo su dedo justo cerca de mis labios, justo en la punta, esa tensión me estaba quemando –Tratando de controlarme- dijo. La tensión se acabó en el instante en que alguien entró a el baño, bajé la mirada y luego pude ver a una mujer que por un instante se quedó mirándonos, luego sonrió y regresó por donde vino, un gran ruido seguido por música comenzó a sonar, Harriet levantó su cabeza cerrando los ojos –Realmente no quiero volver, solo quería buscarte, ¿Vendrás conmigo?- esa pregunta era cautelosa, sabía que significaba justo ese momento algo de un instante, pero en mi mente significaba una decisión. Si estaba con el, perdería todo lo que habia visto y aprendido con anterioridad, dándole la fortuna de saber que el siempre habría tenido razón, porque yo lo veía como un hombre con tanta experiencia y orgullo que era imposible para mi verlo de otra manera. De todas maneras, mi cuerpo pensó antes que mi mente y ya me encontraba asintiendo, el me miró y pude ver una sonrisa leve en su rostro, mi mano fue tomada por segunda vez, nunca habia sido tomada de esa manera, o nunca me habia sentido así con anterioridad.
Todo pasaba lento, lo único que sentia era que el sostenia mi mano, todo habia desaparecido. Llegamos un poco mas allá del restaurant, donde su auto estaba estacionado alejado del monton de autos, por un momento comprendí todo –Alejado, seguro? ¿Estabas tan seguro que vendría?- el me miró mientras abria mi lado de la puerta, sonrió.
-Digamos que estaba seguro de algo- crucé mis brazos, hacia frio y lo miré con el ceño fruncido, luego me miró de lado, su cabello cayó un poco –No me iría de ese lugar sin ti a mi lado- abrió la puerta y la sostuvo, caminé hasta sentarme, pero el no cerró la puerta, lo miré –¿Te dije que me traes loco con ese vestido?- reí.
-Que bien porque pensé que no llamaría mucha la atención con esto- el rio, negando y cerró la puerta, luego se sentó a mi lado y encendió el auto.
-Atraerías a cualquier persona solo con tu ropa de dormir- lo miré, el sonreía –Por ese mismo motivo tenia que traerte conmigo- miré mis manos, estaba nerviosa.
El comenzó a manejar sin decir nada, mis mejillas ardían, mi pie bailaba con los nervios y mi mano acomodaba mi vestido cada cierto tiempo, sin dejar de moverse, que tonta. Habia aceptado irme con el, ¿Qué íbamos a hacer? ¿Qué haríamos ahora? Cory estaba esperando, oh dios, Cory estaba allá y yo me habia ido con Harriet y si tan solo… mi mano se quedó tranquila, sentí su mano encima de la mia voltee a mirarlo, el me miró de reojo y volviendo a ver la carretera dijo –Si sigues moviendo tus manos mi pánico va a aparecer y no suelo razonar cuando eso ocurre- tragué tratando de hablar, pero solo sonreí un poco y no dejé de mirarlo. El iba a ir a una obra, la misma obra, fue a buscarme, solo a eso, pero si se colocó un traje, un traje elegante. Su cabello ondulado caia poco, el lo habia pensado mucho, siempre pasaba sus manos por su cabello si estaba pensando, se veía seguro, el no se parecía en nada a los hombres que yo habia conocido antes, quizás su forma de hablar, quizás era eso junto con sus expresiones, su manera de desafiar mi normalidad de vida –Si sigues mirándome también puede que el pánico aparezca- dijo sin mirarme. Bajé la mirada y miré nuestras manos juntas, su mano encima de mi muslo por encima del vestido, mal momento para notarlo. Su dedo rozaba mi mano y me vi a mi misma sonriendo, ¿por que debía estar nerviosa? Estaba en el lugar correcto, en el momento correcto. A mi me gustaba ese hombre, ese que destruyó mis esquemas y se apoderó de mi cuerpo sin tocarme, ese hombre valía mucho –Debo avisarle a Cory- dije, solté su mano para buscar mi celular, tenia que dejar de pensar solo en mi, Cory debía estar buscándome. El no dijo nada, noté que su mano volvió a volante y con la otra colocó su pulgar en su boca. Habia borrado y reescrito el mensaje una y otra vez hasta que sonaba lo suficientemente creíble para enviarlo, guardé el celular y me voltee para mirarlo, el seguía manejando, ni sabia a donde íbamos. –Bien- el me miró por un instante –¿Cómo supiste que estaba allí?- el sonrió.
-Tengo contactos- asentí –Jeremy no tiene mucho que ver- negué.
-Eres un mentiroso- ambos reímos.
-Jeremy me dijo sobre Cory y su amorío contigo…- lo interrumpí.
-Solo somos amigos-
-Entiendo- dijo, volvió a mirarme y continuó, por un momento su rostro era serio –Averigüe lo demás por mí mismo- dijo casi en un susurro, por un momento el auto se detuvo y volvió a andar, entramos a un terreno, era un edificio y el estacionamiento fue abierto por un policía que parecía mas un guardia pero era lo suficientemente intimidante que podría parecer un asesino en serio, el le saludó con la mano y entró con el auto al estacionamiento, bien, al diablo todo. ¿Quién demonios era Christopher Harriet?.
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