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Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
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Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Pretend It’s Ok
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El amor es algo hermoso, lleno de cosas maravillosas pero, también hay sufrimiento. El sufrimiento tal vez sea la única cosa por la que las personas le temen al amor pero, habéis escuchado de un amor prohibido.¿No sabes qué es eso?, bueno, déjame explicarte. ¿Alguna vez pensaste que tu primo era lindo? O ¿Qué tu profesor de educación física era ardiente? O ¡Ya se! ¿Qué el novio de tu amiga es muy atractivo?, pues déjame decirte, que pensaste en un amor prohibido.
Pero, ¿Qué pasa cuando ese amor prohibido, se vuelve realidad? A puesto que suena demasiado emocionante ¿verdad?, pues déjame decirte, que no lo es; las cosas son mucho más difíciles de lo que parecen, las cosas siempre son más difíciles de lo que parecen. El amor es algo completamente serio, no son solo cosquillas en el estómago o risas estúpidas, son más que eso, siempre es más. Pero te atreverías a tener un amor prohibido, pero no te preocupes, pretende que todo está bien.
Reglas
-Respeto ante todo
-Buena escritura, no idioma wachiturro
-Para inscribirte solo debes dejar |Nombre del pj|representante|chico|el porque es un amor prohibido y un O.S o un capitulo de tu autoria.
-No se puede usar de representante a Shay Mitchell o a Cher Lloyd, ni de chicos a Harry Styles y a Liam Payne.
-Si leíste hasta aquí pon un gif de Coldplay.
Reservados
-Ivette Winter Payne|Shay Mitchell|Liam Payne|Primos
-Lindsay Styles|Cher Lloyd|Harry Styles|Hermanos
-Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de su hermana
-Savanah Adams|Victoria Justice|Zayn Malik|Tío y Sobrina
-Kissha Galaxy|Ashley Benson|Logan Lerman|Novio de BFF
-Olive Grace|Marina Diamandis|Jai Brooks|Alumna y profesor
Presentación
¡Hola! aqui Pau y Deny les venimos dejando unas inscripciones. Buano para las que no nos conozcan yo soy Paula y vengo de Ecuador, y esta Deni de Mexico. Espero que se inscriban.
Anteriormente habíamos hecho las inscripciones, pero no resultaron. La novela jamás comenzo, se puede decir que se estanco. La sinopsis esta creada por Pau, he reservado su personaje, pero si no se presenta o algo tendre que quitarla :// aun así espero y se inscriban
Última edición por Denii17 el Miér 25 Dic 2013, 5:19 pm, editado 4 veces
Robin.
Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
AY DIOJ, YO QUIEROOO!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
la idea es tan asdjlksajdlsdjlkjsdj
me encaaantóóóó
Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
Si falta cualquier cosa, me avisaaan! btw... me llamo Juliet, pero me dicen Lili! khsdfkjsf espero que les guste y eso
Feliz navidad!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
la idea es tan asdjlksajdlsdjlkjsdj
me encaaantóóóó
Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
- Cap:
- Una hermosa chica de cabello castaño claro y ojos amarillo brillante, escondidos bajo unas grandes gafas de sol, caminaba tranquilamente tarareando una de sus canciones favoritas. Miraba sus pies mientras lo hacía.
De pronto se detuvo y miró sobre su hombro. No había nada.
-Eres una paranoica Avril- se dijo a sí misma, suspirando.
Hace días, quizás semanas, sentía que alguien le estaba siguiendo el paso, pero siempre que se animaba a corroborarlo, no había nadie.
Pasó su suave y blanca mano por su largo y ondulado cabello, soltó un pequeño bufido y se río de mi misma; era simplemente patética. Casi comprendía porque todos sus compañeros de clase se mantenían alejados.
Volteó su cabeza de nuevo y continuó caminando hacia su trabajo: un pequeño café en el centro de Londres. Era de su tía, y la misma se había compadecido de ella y había accedido a darle un trabajo. Apresuró su paso al darse cuenta de que iba cinco minutos tarde, y en cuestión de nada ya había llegado.
Entró al pintoresco café sonriendo, era uno de los pocos lugares en los que de verdad le gustaba pasar el tiempo. Era un local pequeño. Las paredes estaba cuidadosamente pintadas de un color azul rey y las mesas parecía traídas del siglo XVII, al frente habían grandes ventanales que dejaban ver el centro de Londres a la perfección y al fondo, estaba el mostrador.
Dejó su gruesa chaqueta en el perchero, y a todo pesar quito de su rostro las gafas. Detestaba sus ojos, eran de un color amarillo brillante. Muchas personas quedaban fascinadas por tal color, o lo brillantes que eran. Pero ella se sentía una marginada, odiaba ser diferente, odiaba destacar entre los demás. La mayoría del tiempo pasaba desapercibida, pero en el momento que sus gafas se iban de su rostro, las miradas se posaban en ella.
Movió sus pies hacia el mostrador y pasó por debajo de la parte hueca del mismo, para buscar su uniforme. Era sencillo: un delantal y una gorra del mismo color de las paredes. Recogió su cabello en una coleta baja, para poder colocarse la gorra, y acto seguido se envolvió con el delantal.
Cuando estuvo lista se dirigió al depósito para encontrar a su tía. Abrió la puerta suavemente y dio una rápida mirada, al hacer esto, se encontró con una hermosa mujer de ojos verde esmeralda y cabello rubio, facciones suaves y dulces.
-Hola Maggie- sonrío la castaña- Perdón por llegar tarde.
-¡Avril!- gritó, Margaret, su tía- ¿Cómo has estado?
-Bien, bien. ¿Quieres que abra el local?
-Si por favor- accedió la mujer buscando unas cosas en las cajas.
Avril se encogió de hombros y caminó hasta la puerta para cambiar de dirección aquel cartel de color azul que decía “abierto” de un lado y “cerrado” del otro.
La tarde pasó realmente lento, había poco trabajo y Avril no podía dejar de sentir que alguien la estaba observando, sentía una mirada penetrante cada vez que bajaba su mirada, o cada vez que se distraía. Pero cuando levantaba su cabeza, no veía absolutamente nada fuera de lo común.
Después de cuatro largas horas de trabajo, la chica salió algo cansada y caminó hasta su casa, aunque lo que menos quería hacer era llegar para escuchar los regaños de su madre, los gritos de su padre y las malcriadeces de su hermano. Pero no tenía de otra: esa era la vida que le había tocado y debía de aceptarla.
Llegó después de quince minutos de una caminata apresurada, se encontró en frente de su casa.
Era una vivienda decente, ni muy grande, ni muy pequeña. Las paredes eran de un color crema, casi blanco y el estilo de la casa era antiguo, estaba rodeado por un pintoresco jardín. Por dentro, era un poco más pintoresca. Había tres cuartos, dos baños, una pequeña cocina y una sala.
Suspiró levemente antes de encaminarse dentro de la casa.
Entró lentamente al recinto al cual se veía obligada a llamar hogar, escuchó los gritos de su padre y casi río. No podía ser cierto.
No era lo mejor del mundo, pero ella se conformaba con tener un techo. Se obligó a si misma a desprenderse de la chaqueta y de los lentes, los dejo tirados en la entrada y dio varios pasos hasta llegar a la cocina.
Allí pudo observar a su mamá sirviéndole de comer a su hermano.
Su madre –Alissa Lawrence Monroe-, una mujer corriente, ojos color café oscuro y cabello semi-rubio, tez blanca, facciones duras y definidas, cuerpo flacucho, estatura alta, como de 1.70 centímetros, con varias arrugas por la edad. Su hermano pequeño era más parecido a su padre, cabello rubio claro, ojos color miel y con facciones suaves.
Y ella… bueno, ella no se parecía a nadie. Sus ojos, como antes había mencionado eran de un color amarillo brillante, hipnotizante, su tez era pálida, su cabello era de un color castaño claro y caía en hermosas ondas unos centímetros por debajo de sus hombros, era petiza, 1.58 y su cuerpo poseía curvas.
Rodó los ojos y saludó a duras penas.
-Hola mamá. Gregory.
Caminó hasta la nevera y la abrió para revisar su contenido. Frunció el ceño. No había nada de lo que ella disfrutaba comer. Se conformó con una botella de agua, la bebió hasta el fondo y subió corriendo las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Era un espacio pequeño, que contenía una cama individual con un edredón negro y unos cuantos cojines, un escritorio de color negro también, en el cual estaban algunos libros y su computadora. En la otra pared tenía una ventana más o menos grande que daba a la calle de su casa y finalmente al otro lado de la habitación un pequeño armario.
Se sentó en la –no muy cómoda- cama y cerró los ojos un momento, estaba agotada. Había sido una semana insoportable: exámenes, trabajos, ensayos, proyectos y para colmo, esa maldita sensación de que alguien la estaba observando.
Se recostó y acomodó lo mejor que pudo, para descansar un rato y sin quererlo cayó en un profundo sueño.
Una mujer de piel clara, ojos de color azul plomo y cabellera castaña clara. Tenía unos rasgos suaves pero firmes, lo que la hacía aún más hermosa de lo que era.
Tenía una expresión preocupada, y decía lo mismo repetidas veces: “debemos huir”
Avril se encontraba en frente de ella, desconcertada y totalmente confundida. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo había llegado ahí? Y especialmente ¿de quién debían huir?
“debemos huir” seguía diciendo esa mujer, y ella simplemente se encontraba parada ahí.
De pronto, toda la luz se extinguió y lo único visible eran unos puntos color amarillo brillante y el silencio reinó en la extraña habitación.
Sintió una mano en su hombro y volteó bruscamente, los puntos, eran ojos. ¡Eran sus ojos! Pero no era a ella a quien veía, era a un hombre robusto y alto que la miraba con una sonrisa de maldad.
-Te encontré.
Avril se levantó agitada, sin saber por qué. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Un escalofrío recorrió su cuerpo, y se abrazó a si misma buscando consuelo. Sacudió levemente su cabeza, definitivamente estaba perdiendo la cordura. Revisó la hora: 12:10 p.m
Se levantó y caminó hasta el baño, una vez ahí lavó su cara en un intento de calmarse. Como no logró su cometido, salió de su habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina. Rebuscó en la alacena y encontró una galleta salada, la comió de una y después tomó agua de la nevera. La cerró, y al hacerlo se llevó una sorpresa.
Pudo ver el reflejo de un chico en el metal inoxidable de su nevera. Observó unos ojos color azul penetrante y un cabello rubio. Dio un salto y miró detrás de su hombro. Nadie.
Llevó una mano a su pecho y con los nervios de punta, se repitió que estaba perdiendo la cordura y subiendo las escaleras de dos en dos, se encerró en su habitación lo más rápido que pudo.
- Coldplay:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si falta cualquier cosa, me avisaaan! btw... me llamo Juliet, pero me dicen Lili! khsdfkjsf espero que les guste y eso
Feliz navidad!
MakeItRain
Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Aceptada.MakeItRain escribió:AY DIOJ, YO QUIEROOO!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
la idea es tan asdjlksajdlsdjlkjsdj
me encaaantóóóó
Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
- Cap:
Una hermosa chica de cabello castaño claro y ojos amarillo brillante, escondidos bajo unas grandes gafas de sol, caminaba tranquilamente tarareando una de sus canciones favoritas. Miraba sus pies mientras lo hacía.
De pronto se detuvo y miró sobre su hombro. No había nada.
-Eres una paranoica Avril- se dijo a sí misma, suspirando.
Hace días, quizás semanas, sentía que alguien le estaba siguiendo el paso, pero siempre que se animaba a corroborarlo, no había nadie.
Pasó su suave y blanca mano por su largo y ondulado cabello, soltó un pequeño bufido y se río de mi misma; era simplemente patética. Casi comprendía porque todos sus compañeros de clase se mantenían alejados.
Volteó su cabeza de nuevo y continuó caminando hacia su trabajo: un pequeño café en el centro de Londres. Era de su tía, y la misma se había compadecido de ella y había accedido a darle un trabajo. Apresuró su paso al darse cuenta de que iba cinco minutos tarde, y en cuestión de nada ya había llegado.
Entró al pintoresco café sonriendo, era uno de los pocos lugares en los que de verdad le gustaba pasar el tiempo. Era un local pequeño. Las paredes estaba cuidadosamente pintadas de un color azul rey y las mesas parecía traídas del siglo XVII, al frente habían grandes ventanales que dejaban ver el centro de Londres a la perfección y al fondo, estaba el mostrador.
Dejó su gruesa chaqueta en el perchero, y a todo pesar quito de su rostro las gafas. Detestaba sus ojos, eran de un color amarillo brillante. Muchas personas quedaban fascinadas por tal color, o lo brillantes que eran. Pero ella se sentía una marginada, odiaba ser diferente, odiaba destacar entre los demás. La mayoría del tiempo pasaba desapercibida, pero en el momento que sus gafas se iban de su rostro, las miradas se posaban en ella.
Movió sus pies hacia el mostrador y pasó por debajo de la parte hueca del mismo, para buscar su uniforme. Era sencillo: un delantal y una gorra del mismo color de las paredes. Recogió su cabello en una coleta baja, para poder colocarse la gorra, y acto seguido se envolvió con el delantal.
Cuando estuvo lista se dirigió al depósito para encontrar a su tía. Abrió la puerta suavemente y dio una rápida mirada, al hacer esto, se encontró con una hermosa mujer de ojos verde esmeralda y cabello rubio, facciones suaves y dulces.
-Hola Maggie- sonrío la castaña- Perdón por llegar tarde.
-¡Avril!- gritó, Margaret, su tía- ¿Cómo has estado?
-Bien, bien. ¿Quieres que abra el local?
-Si por favor- accedió la mujer buscando unas cosas en las cajas.
Avril se encogió de hombros y caminó hasta la puerta para cambiar de dirección aquel cartel de color azul que decía “abierto” de un lado y “cerrado” del otro.
La tarde pasó realmente lento, había poco trabajo y Avril no podía dejar de sentir que alguien la estaba observando, sentía una mirada penetrante cada vez que bajaba su mirada, o cada vez que se distraía. Pero cuando levantaba su cabeza, no veía absolutamente nada fuera de lo común.
Después de cuatro largas horas de trabajo, la chica salió algo cansada y caminó hasta su casa, aunque lo que menos quería hacer era llegar para escuchar los regaños de su madre, los gritos de su padre y las malcriadeces de su hermano. Pero no tenía de otra: esa era la vida que le había tocado y debía de aceptarla.
Llegó después de quince minutos de una caminata apresurada, se encontró en frente de su casa.
Era una vivienda decente, ni muy grande, ni muy pequeña. Las paredes eran de un color crema, casi blanco y el estilo de la casa era antiguo, estaba rodeado por un pintoresco jardín. Por dentro, era un poco más pintoresca. Había tres cuartos, dos baños, una pequeña cocina y una sala.
Suspiró levemente antes de encaminarse dentro de la casa.
Entró lentamente al recinto al cual se veía obligada a llamar hogar, escuchó los gritos de su padre y casi río. No podía ser cierto.
No era lo mejor del mundo, pero ella se conformaba con tener un techo. Se obligó a si misma a desprenderse de la chaqueta y de los lentes, los dejo tirados en la entrada y dio varios pasos hasta llegar a la cocina.
Allí pudo observar a su mamá sirviéndole de comer a su hermano.
Su madre –Alissa Lawrence Monroe-, una mujer corriente, ojos color café oscuro y cabello semi-rubio, tez blanca, facciones duras y definidas, cuerpo flacucho, estatura alta, como de 1.70 centímetros, con varias arrugas por la edad. Su hermano pequeño era más parecido a su padre, cabello rubio claro, ojos color miel y con facciones suaves.
Y ella… bueno, ella no se parecía a nadie. Sus ojos, como antes había mencionado eran de un color amarillo brillante, hipnotizante, su tez era pálida, su cabello era de un color castaño claro y caía en hermosas ondas unos centímetros por debajo de sus hombros, era petiza, 1.58 y su cuerpo poseía curvas.
Rodó los ojos y saludó a duras penas.
-Hola mamá. Gregory.
Caminó hasta la nevera y la abrió para revisar su contenido. Frunció el ceño. No había nada de lo que ella disfrutaba comer. Se conformó con una botella de agua, la bebió hasta el fondo y subió corriendo las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Era un espacio pequeño, que contenía una cama individual con un edredón negro y unos cuantos cojines, un escritorio de color negro también, en el cual estaban algunos libros y su computadora. En la otra pared tenía una ventana más o menos grande que daba a la calle de su casa y finalmente al otro lado de la habitación un pequeño armario.
Se sentó en la –no muy cómoda- cama y cerró los ojos un momento, estaba agotada. Había sido una semana insoportable: exámenes, trabajos, ensayos, proyectos y para colmo, esa maldita sensación de que alguien la estaba observando.
Se recostó y acomodó lo mejor que pudo, para descansar un rato y sin quererlo cayó en un profundo sueño.
Una mujer de piel clara, ojos de color azul plomo y cabellera castaña clara. Tenía unos rasgos suaves pero firmes, lo que la hacía aún más hermosa de lo que era.
Tenía una expresión preocupada, y decía lo mismo repetidas veces: “debemos huir”
Avril se encontraba en frente de ella, desconcertada y totalmente confundida. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo había llegado ahí? Y especialmente ¿de quién debían huir?
“debemos huir” seguía diciendo esa mujer, y ella simplemente se encontraba parada ahí.
De pronto, toda la luz se extinguió y lo único visible eran unos puntos color amarillo brillante y el silencio reinó en la extraña habitación.
Sintió una mano en su hombro y volteó bruscamente, los puntos, eran ojos. ¡Eran sus ojos! Pero no era a ella a quien veía, era a un hombre robusto y alto que la miraba con una sonrisa de maldad.
-Te encontré.
Avril se levantó agitada, sin saber por qué. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Un escalofrío recorrió su cuerpo, y se abrazó a si misma buscando consuelo. Sacudió levemente su cabeza, definitivamente estaba perdiendo la cordura. Revisó la hora: 12:10 p.m
Se levantó y caminó hasta el baño, una vez ahí lavó su cara en un intento de calmarse. Como no logró su cometido, salió de su habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina. Rebuscó en la alacena y encontró una galleta salada, la comió de una y después tomó agua de la nevera. La cerró, y al hacerlo se llevó una sorpresa.
Pudo ver el reflejo de un chico en el metal inoxidable de su nevera. Observó unos ojos color azul penetrante y un cabello rubio. Dio un salto y miró detrás de su hombro. Nadie.
Llevó una mano a su pecho y con los nervios de punta, se repitió que estaba perdiendo la cordura y subiendo las escaleras de dos en dos, se encerró en su habitación lo más rápido que pudo.
- Coldplay:
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Feliz navidad!
¿tu primera colectiva?
No entres en este mundo, te va a atrapar y no te dejara, y cuando te des cuentas deberás cinco capítulos para colectivas diferente (?) La historia de mi vida
Pasando al capitulo que dejaste; ame tu redacción, tienes pocas faltas ortográficas, algunas con los punto y comas, but de ahí todo perfecto. Deni ya te reservara todo <3 Ame a Avril <3
Invitado
Invitado
Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
GRACIAAAAAAS!!!!!!!! :aah:paularamirez escribió:Aceptada.MakeItRain escribió:AY DIOJ, YO QUIEROOO!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
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Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
- Cap:
Una hermosa chica de cabello castaño claro y ojos amarillo brillante, escondidos bajo unas grandes gafas de sol, caminaba tranquilamente tarareando una de sus canciones favoritas. Miraba sus pies mientras lo hacía.
De pronto se detuvo y miró sobre su hombro. No había nada.
-Eres una paranoica Avril- se dijo a sí misma, suspirando.
Hace días, quizás semanas, sentía que alguien le estaba siguiendo el paso, pero siempre que se animaba a corroborarlo, no había nadie.
Pasó su suave y blanca mano por su largo y ondulado cabello, soltó un pequeño bufido y se río de mi misma; era simplemente patética. Casi comprendía porque todos sus compañeros de clase se mantenían alejados.
Volteó su cabeza de nuevo y continuó caminando hacia su trabajo: un pequeño café en el centro de Londres. Era de su tía, y la misma se había compadecido de ella y había accedido a darle un trabajo. Apresuró su paso al darse cuenta de que iba cinco minutos tarde, y en cuestión de nada ya había llegado.
Entró al pintoresco café sonriendo, era uno de los pocos lugares en los que de verdad le gustaba pasar el tiempo. Era un local pequeño. Las paredes estaba cuidadosamente pintadas de un color azul rey y las mesas parecía traídas del siglo XVII, al frente habían grandes ventanales que dejaban ver el centro de Londres a la perfección y al fondo, estaba el mostrador.
Dejó su gruesa chaqueta en el perchero, y a todo pesar quito de su rostro las gafas. Detestaba sus ojos, eran de un color amarillo brillante. Muchas personas quedaban fascinadas por tal color, o lo brillantes que eran. Pero ella se sentía una marginada, odiaba ser diferente, odiaba destacar entre los demás. La mayoría del tiempo pasaba desapercibida, pero en el momento que sus gafas se iban de su rostro, las miradas se posaban en ella.
Movió sus pies hacia el mostrador y pasó por debajo de la parte hueca del mismo, para buscar su uniforme. Era sencillo: un delantal y una gorra del mismo color de las paredes. Recogió su cabello en una coleta baja, para poder colocarse la gorra, y acto seguido se envolvió con el delantal.
Cuando estuvo lista se dirigió al depósito para encontrar a su tía. Abrió la puerta suavemente y dio una rápida mirada, al hacer esto, se encontró con una hermosa mujer de ojos verde esmeralda y cabello rubio, facciones suaves y dulces.
-Hola Maggie- sonrío la castaña- Perdón por llegar tarde.
-¡Avril!- gritó, Margaret, su tía- ¿Cómo has estado?
-Bien, bien. ¿Quieres que abra el local?
-Si por favor- accedió la mujer buscando unas cosas en las cajas.
Avril se encogió de hombros y caminó hasta la puerta para cambiar de dirección aquel cartel de color azul que decía “abierto” de un lado y “cerrado” del otro.
La tarde pasó realmente lento, había poco trabajo y Avril no podía dejar de sentir que alguien la estaba observando, sentía una mirada penetrante cada vez que bajaba su mirada, o cada vez que se distraía. Pero cuando levantaba su cabeza, no veía absolutamente nada fuera de lo común.
Después de cuatro largas horas de trabajo, la chica salió algo cansada y caminó hasta su casa, aunque lo que menos quería hacer era llegar para escuchar los regaños de su madre, los gritos de su padre y las malcriadeces de su hermano. Pero no tenía de otra: esa era la vida que le había tocado y debía de aceptarla.
Llegó después de quince minutos de una caminata apresurada, se encontró en frente de su casa.
Era una vivienda decente, ni muy grande, ni muy pequeña. Las paredes eran de un color crema, casi blanco y el estilo de la casa era antiguo, estaba rodeado por un pintoresco jardín. Por dentro, era un poco más pintoresca. Había tres cuartos, dos baños, una pequeña cocina y una sala.
Suspiró levemente antes de encaminarse dentro de la casa.
Entró lentamente al recinto al cual se veía obligada a llamar hogar, escuchó los gritos de su padre y casi río. No podía ser cierto.
No era lo mejor del mundo, pero ella se conformaba con tener un techo. Se obligó a si misma a desprenderse de la chaqueta y de los lentes, los dejo tirados en la entrada y dio varios pasos hasta llegar a la cocina.
Allí pudo observar a su mamá sirviéndole de comer a su hermano.
Su madre –Alissa Lawrence Monroe-, una mujer corriente, ojos color café oscuro y cabello semi-rubio, tez blanca, facciones duras y definidas, cuerpo flacucho, estatura alta, como de 1.70 centímetros, con varias arrugas por la edad. Su hermano pequeño era más parecido a su padre, cabello rubio claro, ojos color miel y con facciones suaves.
Y ella… bueno, ella no se parecía a nadie. Sus ojos, como antes había mencionado eran de un color amarillo brillante, hipnotizante, su tez era pálida, su cabello era de un color castaño claro y caía en hermosas ondas unos centímetros por debajo de sus hombros, era petiza, 1.58 y su cuerpo poseía curvas.
Rodó los ojos y saludó a duras penas.
-Hola mamá. Gregory.
Caminó hasta la nevera y la abrió para revisar su contenido. Frunció el ceño. No había nada de lo que ella disfrutaba comer. Se conformó con una botella de agua, la bebió hasta el fondo y subió corriendo las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Era un espacio pequeño, que contenía una cama individual con un edredón negro y unos cuantos cojines, un escritorio de color negro también, en el cual estaban algunos libros y su computadora. En la otra pared tenía una ventana más o menos grande que daba a la calle de su casa y finalmente al otro lado de la habitación un pequeño armario.
Se sentó en la –no muy cómoda- cama y cerró los ojos un momento, estaba agotada. Había sido una semana insoportable: exámenes, trabajos, ensayos, proyectos y para colmo, esa maldita sensación de que alguien la estaba observando.
Se recostó y acomodó lo mejor que pudo, para descansar un rato y sin quererlo cayó en un profundo sueño.
Una mujer de piel clara, ojos de color azul plomo y cabellera castaña clara. Tenía unos rasgos suaves pero firmes, lo que la hacía aún más hermosa de lo que era.
Tenía una expresión preocupada, y decía lo mismo repetidas veces: “debemos huir”
Avril se encontraba en frente de ella, desconcertada y totalmente confundida. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo había llegado ahí? Y especialmente ¿de quién debían huir?
“debemos huir” seguía diciendo esa mujer, y ella simplemente se encontraba parada ahí.
De pronto, toda la luz se extinguió y lo único visible eran unos puntos color amarillo brillante y el silencio reinó en la extraña habitación.
Sintió una mano en su hombro y volteó bruscamente, los puntos, eran ojos. ¡Eran sus ojos! Pero no era a ella a quien veía, era a un hombre robusto y alto que la miraba con una sonrisa de maldad.
-Te encontré.
Avril se levantó agitada, sin saber por qué. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Un escalofrío recorrió su cuerpo, y se abrazó a si misma buscando consuelo. Sacudió levemente su cabeza, definitivamente estaba perdiendo la cordura. Revisó la hora: 12:10 p.m
Se levantó y caminó hasta el baño, una vez ahí lavó su cara en un intento de calmarse. Como no logró su cometido, salió de su habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina. Rebuscó en la alacena y encontró una galleta salada, la comió de una y después tomó agua de la nevera. La cerró, y al hacerlo se llevó una sorpresa.
Pudo ver el reflejo de un chico en el metal inoxidable de su nevera. Observó unos ojos color azul penetrante y un cabello rubio. Dio un salto y miró detrás de su hombro. Nadie.
Llevó una mano a su pecho y con los nervios de punta, se repitió que estaba perdiendo la cordura y subiendo las escaleras de dos en dos, se encerró en su habitación lo más rápido que pudo.
- Coldplay:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si falta cualquier cosa, me avisaaan! btw... me llamo Juliet, pero me dicen Lili! khsdfkjsf espero que les guste y eso
Feliz navidad!
¿tu primera colectiva?
No entres en este mundo, te va a atrapar y no te dejara, y cuando te des cuentas deberás cinco capítulos para colectivas diferente (?) La historia de mi vida
Pasando al capitulo que dejaste; ame tu redacción, tienes pocas faltas ortográficas, algunas con los punto y comas, but de ahí todo perfecto. Deni ya te reservara todo <3 Ame a Avril <3
SHIIII
Un poquito tarde para advertirme, porque ya estoy aqui! pero tendre cuidadooo, eh!
Solo espero que mi volatil inspiración no me juegue una mala pasada!
Te gustó?? kfjskdslkjdlks gracias hermosa! :oops: :oops: :oops: :oops: :oops: trabajaré en los signos de puntuación. PROMISED!
Yay, gachias!
feliz navidad a las doooos!
MakeItRain
Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Si, me fascino tu capitulo. Yo tambien me quede atrapada en las ene cé... pero buah! ME ENCANTAN, Feliz navidad Lili hermosa :33 un beso :** y un abrazo, tus personajes ya están reservadosMakeItRain escribió:GRACIAAAAAAS!!!!!!!! :aah:paularamirez escribió:Aceptada.MakeItRain escribió:AY DIOJ, YO QUIEROOO!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
la idea es tan asdjlksajdlsdjlkjsdj
me encaaantóóóó
Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
- Cap:
Una hermosa chica de cabello castaño claro y ojos amarillo brillante, escondidos bajo unas grandes gafas de sol, caminaba tranquilamente tarareando una de sus canciones favoritas. Miraba sus pies mientras lo hacía.
De pronto se detuvo y miró sobre su hombro. No había nada.
-Eres una paranoica Avril- se dijo a sí misma, suspirando.
Hace días, quizás semanas, sentía que alguien le estaba siguiendo el paso, pero siempre que se animaba a corroborarlo, no había nadie.
Pasó su suave y blanca mano por su largo y ondulado cabello, soltó un pequeño bufido y se río de mi misma; era simplemente patética. Casi comprendía porque todos sus compañeros de clase se mantenían alejados.
Volteó su cabeza de nuevo y continuó caminando hacia su trabajo: un pequeño café en el centro de Londres. Era de su tía, y la misma se había compadecido de ella y había accedido a darle un trabajo. Apresuró su paso al darse cuenta de que iba cinco minutos tarde, y en cuestión de nada ya había llegado.
Entró al pintoresco café sonriendo, era uno de los pocos lugares en los que de verdad le gustaba pasar el tiempo. Era un local pequeño. Las paredes estaba cuidadosamente pintadas de un color azul rey y las mesas parecía traídas del siglo XVII, al frente habían grandes ventanales que dejaban ver el centro de Londres a la perfección y al fondo, estaba el mostrador.
Dejó su gruesa chaqueta en el perchero, y a todo pesar quito de su rostro las gafas. Detestaba sus ojos, eran de un color amarillo brillante. Muchas personas quedaban fascinadas por tal color, o lo brillantes que eran. Pero ella se sentía una marginada, odiaba ser diferente, odiaba destacar entre los demás. La mayoría del tiempo pasaba desapercibida, pero en el momento que sus gafas se iban de su rostro, las miradas se posaban en ella.
Movió sus pies hacia el mostrador y pasó por debajo de la parte hueca del mismo, para buscar su uniforme. Era sencillo: un delantal y una gorra del mismo color de las paredes. Recogió su cabello en una coleta baja, para poder colocarse la gorra, y acto seguido se envolvió con el delantal.
Cuando estuvo lista se dirigió al depósito para encontrar a su tía. Abrió la puerta suavemente y dio una rápida mirada, al hacer esto, se encontró con una hermosa mujer de ojos verde esmeralda y cabello rubio, facciones suaves y dulces.
-Hola Maggie- sonrío la castaña- Perdón por llegar tarde.
-¡Avril!- gritó, Margaret, su tía- ¿Cómo has estado?
-Bien, bien. ¿Quieres que abra el local?
-Si por favor- accedió la mujer buscando unas cosas en las cajas.
Avril se encogió de hombros y caminó hasta la puerta para cambiar de dirección aquel cartel de color azul que decía “abierto” de un lado y “cerrado” del otro.
La tarde pasó realmente lento, había poco trabajo y Avril no podía dejar de sentir que alguien la estaba observando, sentía una mirada penetrante cada vez que bajaba su mirada, o cada vez que se distraía. Pero cuando levantaba su cabeza, no veía absolutamente nada fuera de lo común.
Después de cuatro largas horas de trabajo, la chica salió algo cansada y caminó hasta su casa, aunque lo que menos quería hacer era llegar para escuchar los regaños de su madre, los gritos de su padre y las malcriadeces de su hermano. Pero no tenía de otra: esa era la vida que le había tocado y debía de aceptarla.
Llegó después de quince minutos de una caminata apresurada, se encontró en frente de su casa.
Era una vivienda decente, ni muy grande, ni muy pequeña. Las paredes eran de un color crema, casi blanco y el estilo de la casa era antiguo, estaba rodeado por un pintoresco jardín. Por dentro, era un poco más pintoresca. Había tres cuartos, dos baños, una pequeña cocina y una sala.
Suspiró levemente antes de encaminarse dentro de la casa.
Entró lentamente al recinto al cual se veía obligada a llamar hogar, escuchó los gritos de su padre y casi río. No podía ser cierto.
No era lo mejor del mundo, pero ella se conformaba con tener un techo. Se obligó a si misma a desprenderse de la chaqueta y de los lentes, los dejo tirados en la entrada y dio varios pasos hasta llegar a la cocina.
Allí pudo observar a su mamá sirviéndole de comer a su hermano.
Su madre –Alissa Lawrence Monroe-, una mujer corriente, ojos color café oscuro y cabello semi-rubio, tez blanca, facciones duras y definidas, cuerpo flacucho, estatura alta, como de 1.70 centímetros, con varias arrugas por la edad. Su hermano pequeño era más parecido a su padre, cabello rubio claro, ojos color miel y con facciones suaves.
Y ella… bueno, ella no se parecía a nadie. Sus ojos, como antes había mencionado eran de un color amarillo brillante, hipnotizante, su tez era pálida, su cabello era de un color castaño claro y caía en hermosas ondas unos centímetros por debajo de sus hombros, era petiza, 1.58 y su cuerpo poseía curvas.
Rodó los ojos y saludó a duras penas.
-Hola mamá. Gregory.
Caminó hasta la nevera y la abrió para revisar su contenido. Frunció el ceño. No había nada de lo que ella disfrutaba comer. Se conformó con una botella de agua, la bebió hasta el fondo y subió corriendo las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Era un espacio pequeño, que contenía una cama individual con un edredón negro y unos cuantos cojines, un escritorio de color negro también, en el cual estaban algunos libros y su computadora. En la otra pared tenía una ventana más o menos grande que daba a la calle de su casa y finalmente al otro lado de la habitación un pequeño armario.
Se sentó en la –no muy cómoda- cama y cerró los ojos un momento, estaba agotada. Había sido una semana insoportable: exámenes, trabajos, ensayos, proyectos y para colmo, esa maldita sensación de que alguien la estaba observando.
Se recostó y acomodó lo mejor que pudo, para descansar un rato y sin quererlo cayó en un profundo sueño.
Una mujer de piel clara, ojos de color azul plomo y cabellera castaña clara. Tenía unos rasgos suaves pero firmes, lo que la hacía aún más hermosa de lo que era.
Tenía una expresión preocupada, y decía lo mismo repetidas veces: “debemos huir”
Avril se encontraba en frente de ella, desconcertada y totalmente confundida. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo había llegado ahí? Y especialmente ¿de quién debían huir?
“debemos huir” seguía diciendo esa mujer, y ella simplemente se encontraba parada ahí.
De pronto, toda la luz se extinguió y lo único visible eran unos puntos color amarillo brillante y el silencio reinó en la extraña habitación.
Sintió una mano en su hombro y volteó bruscamente, los puntos, eran ojos. ¡Eran sus ojos! Pero no era a ella a quien veía, era a un hombre robusto y alto que la miraba con una sonrisa de maldad.
-Te encontré.
Avril se levantó agitada, sin saber por qué. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Un escalofrío recorrió su cuerpo, y se abrazó a si misma buscando consuelo. Sacudió levemente su cabeza, definitivamente estaba perdiendo la cordura. Revisó la hora: 12:10 p.m
Se levantó y caminó hasta el baño, una vez ahí lavó su cara en un intento de calmarse. Como no logró su cometido, salió de su habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina. Rebuscó en la alacena y encontró una galleta salada, la comió de una y después tomó agua de la nevera. La cerró, y al hacerlo se llevó una sorpresa.
Pudo ver el reflejo de un chico en el metal inoxidable de su nevera. Observó unos ojos color azul penetrante y un cabello rubio. Dio un salto y miró detrás de su hombro. Nadie.
Llevó una mano a su pecho y con los nervios de punta, se repitió que estaba perdiendo la cordura y subiendo las escaleras de dos en dos, se encerró en su habitación lo más rápido que pudo.
- Coldplay:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si falta cualquier cosa, me avisaaan! btw... me llamo Juliet, pero me dicen Lili! khsdfkjsf espero que les guste y eso
Feliz navidad!
¿tu primera colectiva?
No entres en este mundo, te va a atrapar y no te dejara, y cuando te des cuentas deberás cinco capítulos para colectivas diferente (?) La historia de mi vida
Pasando al capitulo que dejaste; ame tu redacción, tienes pocas faltas ortográficas, algunas con los punto y comas, but de ahí todo perfecto. Deni ya te reservara todo <3 Ame a Avril <3
SHIIII
Un poquito tarde para advertirme, porque ya estoy aqui! pero tendre cuidadooo, eh!
Solo espero que mi volatil inspiración no me juegue una mala pasada!
Te gustó?? kfjskdslkjdlks gracias hermosa! :oops: :oops: :oops: :oops: :oops: trabajaré en los signos de puntuación. PROMISED!
Yay, gachias!
feliz navidad a las doooos!
Robin.
Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Hola audicionare es la primera novela colectiva por la que audiciono
Invitado
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Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Una pregunta cuales son los personajes??
Invitado
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Re: Pretend It's Ok|N.C|Inscripciones Cerradas
Ay diooj, mi comentario quedo rosado! me not like... estúpida cercania de colores (?Denii17 escribió:Si, me fascino tu capitulo. Yo tambien me quede atrapada en las ene cé... pero buah! ME ENCANTAN, Feliz navidad Lili hermosa :33 un beso :** y un abrazo, tus personajes ya están reservadosMakeItRain escribió:GRACIAAAAAAS!!!!!!!! :aah:paularamirez escribió:Aceptada.MakeItRain escribió:AY DIOJ, YO QUIEROOO!
Me da miedito ._. nunca he estado en una n.c... y tengo aksdjlskjdl pero ayyy me encanta
la idea es tan asdjlksajdlsdjlkjsdj
me encaaantóóóó
Ay dioooj, este es mi dilemma
lsdjsasdas
Me arriesgaré...
|Juliette Marie Hastings|Ariana Grande|Niall Horan|Novio de mi hermana
- Cap:
Una hermosa chica de cabello castaño claro y ojos amarillo brillante, escondidos bajo unas grandes gafas de sol, caminaba tranquilamente tarareando una de sus canciones favoritas. Miraba sus pies mientras lo hacía.
De pronto se detuvo y miró sobre su hombro. No había nada.
-Eres una paranoica Avril- se dijo a sí misma, suspirando.
Hace días, quizás semanas, sentía que alguien le estaba siguiendo el paso, pero siempre que se animaba a corroborarlo, no había nadie.
Pasó su suave y blanca mano por su largo y ondulado cabello, soltó un pequeño bufido y se río de mi misma; era simplemente patética. Casi comprendía porque todos sus compañeros de clase se mantenían alejados.
Volteó su cabeza de nuevo y continuó caminando hacia su trabajo: un pequeño café en el centro de Londres. Era de su tía, y la misma se había compadecido de ella y había accedido a darle un trabajo. Apresuró su paso al darse cuenta de que iba cinco minutos tarde, y en cuestión de nada ya había llegado.
Entró al pintoresco café sonriendo, era uno de los pocos lugares en los que de verdad le gustaba pasar el tiempo. Era un local pequeño. Las paredes estaba cuidadosamente pintadas de un color azul rey y las mesas parecía traídas del siglo XVII, al frente habían grandes ventanales que dejaban ver el centro de Londres a la perfección y al fondo, estaba el mostrador.
Dejó su gruesa chaqueta en el perchero, y a todo pesar quito de su rostro las gafas. Detestaba sus ojos, eran de un color amarillo brillante. Muchas personas quedaban fascinadas por tal color, o lo brillantes que eran. Pero ella se sentía una marginada, odiaba ser diferente, odiaba destacar entre los demás. La mayoría del tiempo pasaba desapercibida, pero en el momento que sus gafas se iban de su rostro, las miradas se posaban en ella.
Movió sus pies hacia el mostrador y pasó por debajo de la parte hueca del mismo, para buscar su uniforme. Era sencillo: un delantal y una gorra del mismo color de las paredes. Recogió su cabello en una coleta baja, para poder colocarse la gorra, y acto seguido se envolvió con el delantal.
Cuando estuvo lista se dirigió al depósito para encontrar a su tía. Abrió la puerta suavemente y dio una rápida mirada, al hacer esto, se encontró con una hermosa mujer de ojos verde esmeralda y cabello rubio, facciones suaves y dulces.
-Hola Maggie- sonrío la castaña- Perdón por llegar tarde.
-¡Avril!- gritó, Margaret, su tía- ¿Cómo has estado?
-Bien, bien. ¿Quieres que abra el local?
-Si por favor- accedió la mujer buscando unas cosas en las cajas.
Avril se encogió de hombros y caminó hasta la puerta para cambiar de dirección aquel cartel de color azul que decía “abierto” de un lado y “cerrado” del otro.
La tarde pasó realmente lento, había poco trabajo y Avril no podía dejar de sentir que alguien la estaba observando, sentía una mirada penetrante cada vez que bajaba su mirada, o cada vez que se distraía. Pero cuando levantaba su cabeza, no veía absolutamente nada fuera de lo común.
Después de cuatro largas horas de trabajo, la chica salió algo cansada y caminó hasta su casa, aunque lo que menos quería hacer era llegar para escuchar los regaños de su madre, los gritos de su padre y las malcriadeces de su hermano. Pero no tenía de otra: esa era la vida que le había tocado y debía de aceptarla.
Llegó después de quince minutos de una caminata apresurada, se encontró en frente de su casa.
Era una vivienda decente, ni muy grande, ni muy pequeña. Las paredes eran de un color crema, casi blanco y el estilo de la casa era antiguo, estaba rodeado por un pintoresco jardín. Por dentro, era un poco más pintoresca. Había tres cuartos, dos baños, una pequeña cocina y una sala.
Suspiró levemente antes de encaminarse dentro de la casa.
Entró lentamente al recinto al cual se veía obligada a llamar hogar, escuchó los gritos de su padre y casi río. No podía ser cierto.
No era lo mejor del mundo, pero ella se conformaba con tener un techo. Se obligó a si misma a desprenderse de la chaqueta y de los lentes, los dejo tirados en la entrada y dio varios pasos hasta llegar a la cocina.
Allí pudo observar a su mamá sirviéndole de comer a su hermano.
Su madre –Alissa Lawrence Monroe-, una mujer corriente, ojos color café oscuro y cabello semi-rubio, tez blanca, facciones duras y definidas, cuerpo flacucho, estatura alta, como de 1.70 centímetros, con varias arrugas por la edad. Su hermano pequeño era más parecido a su padre, cabello rubio claro, ojos color miel y con facciones suaves.
Y ella… bueno, ella no se parecía a nadie. Sus ojos, como antes había mencionado eran de un color amarillo brillante, hipnotizante, su tez era pálida, su cabello era de un color castaño claro y caía en hermosas ondas unos centímetros por debajo de sus hombros, era petiza, 1.58 y su cuerpo poseía curvas.
Rodó los ojos y saludó a duras penas.
-Hola mamá. Gregory.
Caminó hasta la nevera y la abrió para revisar su contenido. Frunció el ceño. No había nada de lo que ella disfrutaba comer. Se conformó con una botella de agua, la bebió hasta el fondo y subió corriendo las escaleras para encerrarse en su cuarto.
Era un espacio pequeño, que contenía una cama individual con un edredón negro y unos cuantos cojines, un escritorio de color negro también, en el cual estaban algunos libros y su computadora. En la otra pared tenía una ventana más o menos grande que daba a la calle de su casa y finalmente al otro lado de la habitación un pequeño armario.
Se sentó en la –no muy cómoda- cama y cerró los ojos un momento, estaba agotada. Había sido una semana insoportable: exámenes, trabajos, ensayos, proyectos y para colmo, esa maldita sensación de que alguien la estaba observando.
Se recostó y acomodó lo mejor que pudo, para descansar un rato y sin quererlo cayó en un profundo sueño.
Una mujer de piel clara, ojos de color azul plomo y cabellera castaña clara. Tenía unos rasgos suaves pero firmes, lo que la hacía aún más hermosa de lo que era.
Tenía una expresión preocupada, y decía lo mismo repetidas veces: “debemos huir”
Avril se encontraba en frente de ella, desconcertada y totalmente confundida. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo había llegado ahí? Y especialmente ¿de quién debían huir?
“debemos huir” seguía diciendo esa mujer, y ella simplemente se encontraba parada ahí.
De pronto, toda la luz se extinguió y lo único visible eran unos puntos color amarillo brillante y el silencio reinó en la extraña habitación.
Sintió una mano en su hombro y volteó bruscamente, los puntos, eran ojos. ¡Eran sus ojos! Pero no era a ella a quien veía, era a un hombre robusto y alto que la miraba con una sonrisa de maldad.
-Te encontré.
Avril se levantó agitada, sin saber por qué. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Un escalofrío recorrió su cuerpo, y se abrazó a si misma buscando consuelo. Sacudió levemente su cabeza, definitivamente estaba perdiendo la cordura. Revisó la hora: 12:10 p.m
Se levantó y caminó hasta el baño, una vez ahí lavó su cara en un intento de calmarse. Como no logró su cometido, salió de su habitación para bajar las escaleras y llegar a la cocina. Rebuscó en la alacena y encontró una galleta salada, la comió de una y después tomó agua de la nevera. La cerró, y al hacerlo se llevó una sorpresa.
Pudo ver el reflejo de un chico en el metal inoxidable de su nevera. Observó unos ojos color azul penetrante y un cabello rubio. Dio un salto y miró detrás de su hombro. Nadie.
Llevó una mano a su pecho y con los nervios de punta, se repitió que estaba perdiendo la cordura y subiendo las escaleras de dos en dos, se encerró en su habitación lo más rápido que pudo.
- Coldplay:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Si falta cualquier cosa, me avisaaan! btw... me llamo Juliet, pero me dicen Lili! khsdfkjsf espero que les guste y eso
Feliz navidad!
¿tu primera colectiva?
No entres en este mundo, te va a atrapar y no te dejara, y cuando te des cuentas deberás cinco capítulos para colectivas diferente (?) La historia de mi vida
Pasando al capitulo que dejaste; ame tu redacción, tienes pocas faltas ortográficas, algunas con los punto y comas, but de ahí todo perfecto. Deni ya te reservara todo <3 Ame a Avril <3
SHIIII
Un poquito tarde para advertirme, porque ya estoy aqui! pero tendre cuidadooo, eh!
Solo espero que mi volatil inspiración no me juegue una mala pasada!
Te gustó?? kfjskdslkjdlks gracias hermosa! :oops: :oops: :oops: :oops: :oops: trabajaré en los signos de puntuación. PROMISED!
Yay, gachias!
feliz navidad a las doooos!
Van a subir mi ego :oops: :oops: :oops:
Feliz navidad Deni!
Me estan dando miedito!!!
Besos y abrazos y vuelvo el 26!!
ESTOY EMOCIONADAAAAAA!
Si ya vi, no puedo esperaar!
Por cierto, tengo 16 añitos y soy de Venezuela, pero vivo en gringolandia, Miami!
Byeee!
MakeItRain
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El que tu quieras, linda. You know, que sea prohibido. Ya sea, enamorada de profesor, padrastro, mejor amigo con novia, etc.LuciaLdemalik escribió:Una pregunta cuales son los personajes??
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