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Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
AGUANTE CHACA PAAPAAAAAAFearlessStayer escribió:Sese claro... Amarte, yo? pfff.. Te agrandaste, Chacarita..LuuPayne escribió:Tengo como un sexto sentido que te publique y enseguida subis? ah si, es porque me amas, jajajaj esta carla, quien se cree? ya no se esta gente lacra toda igual, Niall no puede ser mas lindo nose yo lo amo OJALA TODOS SE CALMEN CON ESAS HORMONAS ... go on with the novela xxx
LuuPayne
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
JAJAJAJAJAJA. Carla es malvada y no tiene códigos, tienen que saberlo desde un principio...marytomlinson escribió:NONONONONON ME MUERO, me encnata mariiiiiii. Carla te odio quien te crees para sacarme a mi luchito!
Ya quiero el proximo capitulo, deseo que sea mañana!!
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Nueva lectora, suena interesante.
Aquí me tendrás pasando.
Síguela pronto x.
Aquí me tendrás pasando.
Síguela pronto x.
{@idrunkniall.}
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
-Soy Carla Hammington, de los Hammington de Londres, y estoy segura de que seremos todos muy buenos amigos.-
carludenise
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Bienvenida!! Gracias!{@idrunkniall.} escribió:Nueva lectora, suena interesante.
Aquí me tendrás pasando.
Síguela pronto x.
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Qué clase de comentario es ese????carludenise escribió:-Soy Carla Hammington, de los Hammington de Londres, y estoy segura de que seremos todos muy buenos amigos.-
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Capítulo 2.
Liam, Lu y yo caminamos por los pasillos, aliviados porque el primer día ya estaba terminando. Chequeamos el tablero de anuncios en busca de novedades. Un gran cartel azul señalaba que estaban probando jugadores para el equipo mixto de la escuela, como todos los años. Liam y yo nos miramos.
—Deberían intentarlo. — nos animó nuestra amiga. Ella nunca consideraría unirse al equipo: odia los deportes, especialmente los que implican moverse… Bueno, eso incluye a todos los deportes exceptuando al ajedrez, pero mantengo mi punto.
—No… no estoy preparado. — suspiró Payne. Había dicho lo mismo los últimos tres años.
—Yo… yo tampoco.
Nos quedamos mirando el formulario en la pared como dos bobos sin esperanza.
— ¡Fuera de mi camino, inútiles!— Louis y sus secuaces nos empujaron bruscamente a un lado. Liam recibió el golpe del líder del grupo justo en el pecho y cayó al piso. Lu lo ayudó a levantarse con rapidez.
Tomlinson trazó su nombre en la hoja, seguido de sus amigos Harry y Zayn. Él lo hacía sólo para alardear, ya que, siendo el capitán del equipo, no necesitaba hacer prueba alguna.
—Hacen bien en no anotarse, pequeños, el fútbol es para fuertes. No se aceptan mariquitas. — soltó con desprecio.
— ¿En serio?— contraatacó Lourdes— ¿Y cómo es que sos el capitán? Digo, sos el más trolo de todo Mullingar, eso ya se sabe.
—Cuida tus palabras, fracasada. — advirtió él, señalándola con el dedo. El rey de los populares, al parecer, no podía contra una buena defensa. – Vayámonos, chicos.
Se alejaron mirándonos como si fuéramos ratas, todos a excepción de Zayn, que se reía por lo bajo de lo que su hermana había dicho.
—Qué asco me da…— murmuró Lu, cruzada de brazos, en una posición que la hacía lucir graciosa, siendo tan pequeña físicamente pero tan ruda a la vez. Evité hacer comentario alguno en defensa de mi amor imposible. Sabía que siempre terminaba en un sermón de 30 minutos sobre la irremediable estupidez no sólo de Lou, sino mía, por ciegamente gustar de él. ¿Por qué un chico tan lindo tenía que ser tan…? Ah, pero siempre voy a creer que aún hay un chico bueno bajo ese exterior lleno de mierda.
—Ya te dije mil veces que no necesito que me defiendas…— masculló Liam
—Sí, claro, voy a dejar que te tire al piso más seguido, entonces. A vos te encanta eso, ¿no?
Mis amigos continuaron discutiendo en el lugar, a los gritos pelados. Siempre lo mismo, ellos discutiendo, yo parada a su lado, esperando que terminaran abrazándose y haciéndose chistes.
Observé el cartel azul una vez más. Otro año que perdíamos contra esos nombres escritos con birome, otro año arrepintiéndonos. ¿Por qué? Si Liam sueña con jugar en el equipo desde que tengo memoria, si el fútbol es una de mis mayores pasiones. ¿Por qué? ¿Por miedo a perder? ¿Por miedo a quedar en un equipo en que todos nos molesten constantemente?
La birome que colgaba del tablero cada vez parecía más invitante. Como en economía, esto también se reducía al riesgo y la recompensa. ¿Qué es lo que tenía que perder?
— ¿Te vas a anotar?— dijo una voz detrás de mí.
Niall me sonreía mientras anotaba su nombre en la lista. ¿Desde cuándo es más alto que yo? Si era tan solo ayer cuando yo lo cargaba y podía usarlo de bastón… ¿Y por qué mi mente divaga cada vez que lo veo? Es sólo Niall, Marina, el mismo chico que prendió fuego tus lápices sólo para probar su punto sobre la combustión de la madera…
—No sé, me da un poco de miedo. No creo estar lista. — le sonreí de vuelta.
—Bueno… No me molestaría entrenarte un poco, si vos querés.
—Gracias Niall, pero…
—Nada de peros. — dijo, alzando las manos inocentemente— Vos pensalo, nomás.
Lo vi alejarse por el pasillo mientras me hablaba, caminando hacia atrás para luego saludarme con la mano y un amistoso “nos vemos, Mar”. Era un buen chico.
A mi lado, mis amigos seguían peleando.
—Ustedes dos, ¿ya terminaron?— se hizo un silencio ni bien terminé de pronunciar esa frase. Volteé, a sabiendas de que yo hubiera sido incapaz de provocar semejante reacción. Era obvio, las nuevas reinas de la secundaria estaban aproximándose, desfilando sus uniformes como en una pasarela. Y, como si se tratara de esa clase de show, todos volteaban a verlas cuando ellas pasaban a su lado. Es más, les abrían paso como si realmente pertenecieran a la realeza.
—Cerrá la boca, Liam, vas a inundar el pasillo. — siseó Lu, pero solo yo pude escucharla. Liam era otro de los tantos plebeyos, decididos a alabarlas.
—Permiso, chicos. — dijo la morena de los rulos, con aires de grandeza, empujándonos levemente con su enorme cartera Louis Vuitton.
— ¿Vas a anotarte, Carly?— le preguntó su amiga rubia. No entiendo cómo había superado el desaire que había recibido de su parte más temprano. Pero bueno, por alguna razón las populares se mantienen juntas: la falsedad nunca faltaba en su grupo. Además, Mariana nunca había sido rencorosa, y eso es algo que siempre rescaté de ella. — ¿Jugás al fútbol?— añadió, mirándose las uñas esculpidas, como si el hecho de acercarse a una deportista fuera a romperlas.
—Un poco. — sonrió Carla, sobradora. — Lo que más me interesa es la posibilidad de acercarme al resto del equipo, si me entendés. — rió.
—Jaja, claro. — dijo Mariana, pretendiendo entender lo que su maliciosa amiga quería decir. A pesar de ser amiga de Louis y Harry, seguía siendo una chica inocente. Seguía siendo la chica que entró con la canción “Miss popularity” a su cumpleaños número 16. Ambas se alejaron, tintineando sus pulseras plateadas y doradas.
Lu y yo nos miramos con complicidad, riendo. Ambas odiábamos esa clase de altanería.
— ¿Entendiste lo mismo que yo?— saltó, sonriente.
— ¡Sí!—reí, feliz de tener alguien con quien cotillear libremente— como si Mullingar necesitara una de esas…
—Ya está. — Largó Liam, sin prestarnos atención. — Estoy decidido. — se dijo, esta vez a sí mismo, tomando la birome y anotando su nombre bajo el de la morena.
— ¡Ese es el Liam que queremos!— festejó Lu, pasando por alto la razón por la cual nuestro amigo había aclarado su mente.
Suspiré.
—Si tanto insisten…— dije, pensando en lo que había dicho Carla. Tenía razón, era una muy buena manera de acercarme a Louis, de poder conocerlo. Tomando coraje, agarré la birome y escribí mi nombre. Marina McAvoy, por primera vez, aceptaba un desafío.
Liam, Lu y yo caminamos por los pasillos, aliviados porque el primer día ya estaba terminando. Chequeamos el tablero de anuncios en busca de novedades. Un gran cartel azul señalaba que estaban probando jugadores para el equipo mixto de la escuela, como todos los años. Liam y yo nos miramos.
—Deberían intentarlo. — nos animó nuestra amiga. Ella nunca consideraría unirse al equipo: odia los deportes, especialmente los que implican moverse… Bueno, eso incluye a todos los deportes exceptuando al ajedrez, pero mantengo mi punto.
—No… no estoy preparado. — suspiró Payne. Había dicho lo mismo los últimos tres años.
—Yo… yo tampoco.
Nos quedamos mirando el formulario en la pared como dos bobos sin esperanza.
— ¡Fuera de mi camino, inútiles!— Louis y sus secuaces nos empujaron bruscamente a un lado. Liam recibió el golpe del líder del grupo justo en el pecho y cayó al piso. Lu lo ayudó a levantarse con rapidez.
Tomlinson trazó su nombre en la hoja, seguido de sus amigos Harry y Zayn. Él lo hacía sólo para alardear, ya que, siendo el capitán del equipo, no necesitaba hacer prueba alguna.
—Hacen bien en no anotarse, pequeños, el fútbol es para fuertes. No se aceptan mariquitas. — soltó con desprecio.
— ¿En serio?— contraatacó Lourdes— ¿Y cómo es que sos el capitán? Digo, sos el más trolo de todo Mullingar, eso ya se sabe.
—Cuida tus palabras, fracasada. — advirtió él, señalándola con el dedo. El rey de los populares, al parecer, no podía contra una buena defensa. – Vayámonos, chicos.
Se alejaron mirándonos como si fuéramos ratas, todos a excepción de Zayn, que se reía por lo bajo de lo que su hermana había dicho.
—Qué asco me da…— murmuró Lu, cruzada de brazos, en una posición que la hacía lucir graciosa, siendo tan pequeña físicamente pero tan ruda a la vez. Evité hacer comentario alguno en defensa de mi amor imposible. Sabía que siempre terminaba en un sermón de 30 minutos sobre la irremediable estupidez no sólo de Lou, sino mía, por ciegamente gustar de él. ¿Por qué un chico tan lindo tenía que ser tan…? Ah, pero siempre voy a creer que aún hay un chico bueno bajo ese exterior lleno de mierda.
—Ya te dije mil veces que no necesito que me defiendas…— masculló Liam
—Sí, claro, voy a dejar que te tire al piso más seguido, entonces. A vos te encanta eso, ¿no?
Mis amigos continuaron discutiendo en el lugar, a los gritos pelados. Siempre lo mismo, ellos discutiendo, yo parada a su lado, esperando que terminaran abrazándose y haciéndose chistes.
Observé el cartel azul una vez más. Otro año que perdíamos contra esos nombres escritos con birome, otro año arrepintiéndonos. ¿Por qué? Si Liam sueña con jugar en el equipo desde que tengo memoria, si el fútbol es una de mis mayores pasiones. ¿Por qué? ¿Por miedo a perder? ¿Por miedo a quedar en un equipo en que todos nos molesten constantemente?
La birome que colgaba del tablero cada vez parecía más invitante. Como en economía, esto también se reducía al riesgo y la recompensa. ¿Qué es lo que tenía que perder?
— ¿Te vas a anotar?— dijo una voz detrás de mí.
Niall me sonreía mientras anotaba su nombre en la lista. ¿Desde cuándo es más alto que yo? Si era tan solo ayer cuando yo lo cargaba y podía usarlo de bastón… ¿Y por qué mi mente divaga cada vez que lo veo? Es sólo Niall, Marina, el mismo chico que prendió fuego tus lápices sólo para probar su punto sobre la combustión de la madera…
—No sé, me da un poco de miedo. No creo estar lista. — le sonreí de vuelta.
—Bueno… No me molestaría entrenarte un poco, si vos querés.
—Gracias Niall, pero…
—Nada de peros. — dijo, alzando las manos inocentemente— Vos pensalo, nomás.
Lo vi alejarse por el pasillo mientras me hablaba, caminando hacia atrás para luego saludarme con la mano y un amistoso “nos vemos, Mar”. Era un buen chico.
A mi lado, mis amigos seguían peleando.
—Ustedes dos, ¿ya terminaron?— se hizo un silencio ni bien terminé de pronunciar esa frase. Volteé, a sabiendas de que yo hubiera sido incapaz de provocar semejante reacción. Era obvio, las nuevas reinas de la secundaria estaban aproximándose, desfilando sus uniformes como en una pasarela. Y, como si se tratara de esa clase de show, todos volteaban a verlas cuando ellas pasaban a su lado. Es más, les abrían paso como si realmente pertenecieran a la realeza.
—Cerrá la boca, Liam, vas a inundar el pasillo. — siseó Lu, pero solo yo pude escucharla. Liam era otro de los tantos plebeyos, decididos a alabarlas.
—Permiso, chicos. — dijo la morena de los rulos, con aires de grandeza, empujándonos levemente con su enorme cartera Louis Vuitton.
— ¿Vas a anotarte, Carly?— le preguntó su amiga rubia. No entiendo cómo había superado el desaire que había recibido de su parte más temprano. Pero bueno, por alguna razón las populares se mantienen juntas: la falsedad nunca faltaba en su grupo. Además, Mariana nunca había sido rencorosa, y eso es algo que siempre rescaté de ella. — ¿Jugás al fútbol?— añadió, mirándose las uñas esculpidas, como si el hecho de acercarse a una deportista fuera a romperlas.
—Un poco. — sonrió Carla, sobradora. — Lo que más me interesa es la posibilidad de acercarme al resto del equipo, si me entendés. — rió.
—Jaja, claro. — dijo Mariana, pretendiendo entender lo que su maliciosa amiga quería decir. A pesar de ser amiga de Louis y Harry, seguía siendo una chica inocente. Seguía siendo la chica que entró con la canción “Miss popularity” a su cumpleaños número 16. Ambas se alejaron, tintineando sus pulseras plateadas y doradas.
Lu y yo nos miramos con complicidad, riendo. Ambas odiábamos esa clase de altanería.
— ¿Entendiste lo mismo que yo?— saltó, sonriente.
— ¡Sí!—reí, feliz de tener alguien con quien cotillear libremente— como si Mullingar necesitara una de esas…
—Ya está. — Largó Liam, sin prestarnos atención. — Estoy decidido. — se dijo, esta vez a sí mismo, tomando la birome y anotando su nombre bajo el de la morena.
— ¡Ese es el Liam que queremos!— festejó Lu, pasando por alto la razón por la cual nuestro amigo había aclarado su mente.
Suspiré.
—Si tanto insisten…— dije, pensando en lo que había dicho Carla. Tenía razón, era una muy buena manera de acercarme a Louis, de poder conocerlo. Tomando coraje, agarré la birome y escribí mi nombre. Marina McAvoy, por primera vez, aceptaba un desafío.
Última edición por FearlessStayer el Sáb 01 Mar 2014, 8:52 pm, editado 3 veces
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
DJKLFHFÑSH osea soy amiga de carla? jajajaajajaj ME ENCANTA, ya quiero el proximo, ayayayayaya. Lu es petizita me muero! Amo la novela!:(L):
marytomlinson
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
JAJAJAJJA Sos amiga de Carla, no te queda otra...marytomlinson escribió:DJKLFHFÑSH osea soy amiga de carla? jajajaajajaj ME ENCANTA, ya quiero el proximo, ayayayayaya. Lu es petizita me muero! Amo la novela!:(L):
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Esa Carly, con esos rulos matadores! Va a conquistar a todo el colegio. Mi sueño hecho realidad (?
carludenise
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Jajjaja quién lo diría...carludenise escribió:Esa Carly, con esos rulos matadores! Va a conquistar a todo el colegio. Mi sueño hecho realidad (?
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Capítulo 3.
La mañana del Martes comenzó normalmente, con el chevy esperándome en la puerta, impaciente. Como Lourdes es la persona más impuntual que conocemos, Liam siempre llega a mi casa con el tiempo justo para llegar a la escuela, apurándonos al máximo posible.
Cuando llegamos, el primer período estaba por comenzar. Corrimos, separándonos cada uno a su clase. Yo tomaba Análisis Matemático 2, mientras ellos tomaban la versión introductoria de la materia. Derrapé por los pasillos hasta llegar al bendito aula, por suerte la profesora no se había presentado aún. Los asientos eran individuales, pero Niall, otra vez, me había guardado uno, esta vez justo delante del suyo.
—Gracias, Niall, ¡sos lo más!— lo saludé, agitada por la carrera contra el reloj.
—No es nada, pss…— respondió, tímido, flexionando el brazo derecho tras la cabeza, sacudiéndose el rubio cabello. Percibí un poco de rubor en sus mejillas.
El resto de las clases, en las que no solo estaba Niall, sino también mis mejores amigos, fue una seguidilla de asientos guardados (por parte de mi amigo tanto como por mi parte), agradecimientos y rubor incómodo. Terminamos sentándonos juntos en todas las clases, ya que todas las compartíamos, y porque Liam y Lu acabaron por sentarse siempre juntos también.
Durante el almuerzo, las ubicaciones en la cafetería se mantuvieron. Los populares por un lado, los nerds, los skaters, resto de los grupos y, por último, nosotros, los marginados, por otro.
—No pueden hacer una comida más asquerosa ¿no?— se quejó Lourdes, jugando con su tenedor.
—No, ya no les dejan darnos el estofado sorpresa. Lo hicieron ilegal. — dijo Liam, a pesar de estar devorando su comida con pasión.
Me reí. Ambos eran ridículos.
El asiento a mi lado se movió, y nuestro nuevo acompañante traía una bandeja llena de comida. Niall se sacó los cubiertos de la boca, ya que así los estaba trasladando, y nos saludó amistosamente.
— ¿Acá también?— le reproché, brazos en jarra. — Dios, no hay manera de evitarte…
Él rió, con la boca ya llena. Tragó apresuradamente y dijo
—No, vas a tener que mudarte de planeta para poder librarte de mí…— reí alegremente. Lu, sentada del otro lado de la mesa, me propinó un fuerte patadón, de esos que tienen un significado secreto. Liam seguía concentrado en su comida, al igual que Niall.
— ¿Qué?— pronuncié de manera que solo ella pudiera leerme los labios. Meneó la cabeza, como diciendo “¿No es obvio?”. A juzgar por su expresión, pareciera que estuviera tratando con una estúpida.
Terminamos de comer, charlando sin problema sobre los chismes de la escuela, nuestras vacaciones, y otras trivialidades. Mis amigos se retiraron de la mesa anticipadamente, argumentando tener que llegar temprano a una clase.
Quedamos sólo Niall y yo.
—Mar. — me llamó el rubio, cuando yo estaba dejando la mesa. Ambos debíamos concurrir a la misma clase.
— ¿Qué, no venís?
—Sí, sí, te acompaño. — dijo algo ruborizado, dejando su asiento y su comida (mi comida, ya que, al no haber podido terminarla, él se ofreció a terminar la tarea) torpemente, enganchando su pie con la pata metálica de la mesa. Trotó los pocos metros que nos separaban, mientras su cara se iba tornando aún más roja.
— ¿Te pasa algo?— le pregunté.
—No, es que hace mucho calor y… Vi que te anotaste para las pruebas de fútbol ¡Te felicito!— dijo, pareciendo cambiar de tema. Caminábamos a la par, atravesando los atestados pasillos. Debíamos esquivar alumnos por doquier, lo que dificultaba bastante la conversación.
—Ah sí, me decidí a hacerlo. — casi grité, para que Niall me escuchara por sobre el ruido que la gente a nuestro alrededor hacía, encogiéndome de hombros inconscientemente.
—Ah… Este… Me alegro de haberte convencido.
—Sí…— dije, cortante. Me ruboricé hasta las raíces. No podía decirle la verdadera razón de mi decisión. Otra vez, el bello rostro de Louis nublaba mis pensamientos. Había soñado con ser su novia desde la primaria. Sería tan hermoso llegar a ser buenos amigos a través del equipo de fútbol… Tal vez me llevaría a una fiesta y nuestra situación de “sólo amigos” se confundiría. Tal vez terminaríamos siendo más que eso… Tal vez nuestros hijos tendrían sus ojos…
—Bueno…— la voz de Niall me sacó de mis sueños idiotas. — La oferta sigue en pie, si querés que te ayude a prepararte mejor… Ya sabés, soy el capitán suplente del equipo, supongo que en algo puedo ayudarte…— las palabras le salían con una rapidez titubeante, atropellándose las unas a las otras. Su rostro expresaba una preocupación tremenda. Logré concentrarme y entender lo que estaba diciendo, afortunadamente.
—Sí, claro, me encantaría. — reí. — Necesito toda la ayuda que pueda tener.
—Perfecto. — sonrió, borrando toda la confusión de su cara. — ¿Después de clase?
—Me parece genial.
— ¿Juntos? Digo... ¿Nos vamos juntos? ¿te llevo en mi auto?
—Dale, le aviso a Liam que no me tiene que dejar en casa.
— ¡Genial!— rió una vez más, mientras nos acomodábamos en nuestros asientos, ya en el aula. Lucía como si se hubiera sacado un gran peso de encima. Yo tenía la sensación de haber atravesado unos minutos de conversación realmente incómoda, rara. No parecía el Niall de siempre.
— ¿No te parece que la profesora McLogan tiene cara de sapo?— ese era el Niall que conocía. Me alivié, por un momento creí que lo había perdido.
Entrenamos toda la semana, aprovechando cada día hasta que la fecha de las pruebas se convirtiera en presente. Se me ocurrió invitar a Liam, para hacerlo más divertido. Mi idea no funcionó, no sólo porque Niall se ofendió un poco, sino porque Payne insistió en mantener sus habilidades en secreto. Una estupidez, dado que llevábamos años jugando al fútbol juntos, en su patio trasero, mientras Lourdes arbitraba nuestro partido. El hermano de Lu muchas veces se nos unía, junto con mi vecina, Jena.
—Lo hiciste muy bien, Mar. —sonrió Niall, haciendo jueguito con la redonda mientras yo sacudía el barro incrustado en los botines, al final del último entrenamiento.
—Gracias, Niall, ¡sos un amigo genial!
—Sí… Vos también sos buena amiga. — suspiró. — Amiga.
La mañana del Martes comenzó normalmente, con el chevy esperándome en la puerta, impaciente. Como Lourdes es la persona más impuntual que conocemos, Liam siempre llega a mi casa con el tiempo justo para llegar a la escuela, apurándonos al máximo posible.
Cuando llegamos, el primer período estaba por comenzar. Corrimos, separándonos cada uno a su clase. Yo tomaba Análisis Matemático 2, mientras ellos tomaban la versión introductoria de la materia. Derrapé por los pasillos hasta llegar al bendito aula, por suerte la profesora no se había presentado aún. Los asientos eran individuales, pero Niall, otra vez, me había guardado uno, esta vez justo delante del suyo.
—Gracias, Niall, ¡sos lo más!— lo saludé, agitada por la carrera contra el reloj.
—No es nada, pss…— respondió, tímido, flexionando el brazo derecho tras la cabeza, sacudiéndose el rubio cabello. Percibí un poco de rubor en sus mejillas.
El resto de las clases, en las que no solo estaba Niall, sino también mis mejores amigos, fue una seguidilla de asientos guardados (por parte de mi amigo tanto como por mi parte), agradecimientos y rubor incómodo. Terminamos sentándonos juntos en todas las clases, ya que todas las compartíamos, y porque Liam y Lu acabaron por sentarse siempre juntos también.
Durante el almuerzo, las ubicaciones en la cafetería se mantuvieron. Los populares por un lado, los nerds, los skaters, resto de los grupos y, por último, nosotros, los marginados, por otro.
—No pueden hacer una comida más asquerosa ¿no?— se quejó Lourdes, jugando con su tenedor.
—No, ya no les dejan darnos el estofado sorpresa. Lo hicieron ilegal. — dijo Liam, a pesar de estar devorando su comida con pasión.
Me reí. Ambos eran ridículos.
El asiento a mi lado se movió, y nuestro nuevo acompañante traía una bandeja llena de comida. Niall se sacó los cubiertos de la boca, ya que así los estaba trasladando, y nos saludó amistosamente.
— ¿Acá también?— le reproché, brazos en jarra. — Dios, no hay manera de evitarte…
Él rió, con la boca ya llena. Tragó apresuradamente y dijo
—No, vas a tener que mudarte de planeta para poder librarte de mí…— reí alegremente. Lu, sentada del otro lado de la mesa, me propinó un fuerte patadón, de esos que tienen un significado secreto. Liam seguía concentrado en su comida, al igual que Niall.
— ¿Qué?— pronuncié de manera que solo ella pudiera leerme los labios. Meneó la cabeza, como diciendo “¿No es obvio?”. A juzgar por su expresión, pareciera que estuviera tratando con una estúpida.
Terminamos de comer, charlando sin problema sobre los chismes de la escuela, nuestras vacaciones, y otras trivialidades. Mis amigos se retiraron de la mesa anticipadamente, argumentando tener que llegar temprano a una clase.
Quedamos sólo Niall y yo.
—Mar. — me llamó el rubio, cuando yo estaba dejando la mesa. Ambos debíamos concurrir a la misma clase.
— ¿Qué, no venís?
—Sí, sí, te acompaño. — dijo algo ruborizado, dejando su asiento y su comida (mi comida, ya que, al no haber podido terminarla, él se ofreció a terminar la tarea) torpemente, enganchando su pie con la pata metálica de la mesa. Trotó los pocos metros que nos separaban, mientras su cara se iba tornando aún más roja.
— ¿Te pasa algo?— le pregunté.
—No, es que hace mucho calor y… Vi que te anotaste para las pruebas de fútbol ¡Te felicito!— dijo, pareciendo cambiar de tema. Caminábamos a la par, atravesando los atestados pasillos. Debíamos esquivar alumnos por doquier, lo que dificultaba bastante la conversación.
—Ah sí, me decidí a hacerlo. — casi grité, para que Niall me escuchara por sobre el ruido que la gente a nuestro alrededor hacía, encogiéndome de hombros inconscientemente.
—Ah… Este… Me alegro de haberte convencido.
—Sí…— dije, cortante. Me ruboricé hasta las raíces. No podía decirle la verdadera razón de mi decisión. Otra vez, el bello rostro de Louis nublaba mis pensamientos. Había soñado con ser su novia desde la primaria. Sería tan hermoso llegar a ser buenos amigos a través del equipo de fútbol… Tal vez me llevaría a una fiesta y nuestra situación de “sólo amigos” se confundiría. Tal vez terminaríamos siendo más que eso… Tal vez nuestros hijos tendrían sus ojos…
—Bueno…— la voz de Niall me sacó de mis sueños idiotas. — La oferta sigue en pie, si querés que te ayude a prepararte mejor… Ya sabés, soy el capitán suplente del equipo, supongo que en algo puedo ayudarte…— las palabras le salían con una rapidez titubeante, atropellándose las unas a las otras. Su rostro expresaba una preocupación tremenda. Logré concentrarme y entender lo que estaba diciendo, afortunadamente.
—Sí, claro, me encantaría. — reí. — Necesito toda la ayuda que pueda tener.
—Perfecto. — sonrió, borrando toda la confusión de su cara. — ¿Después de clase?
—Me parece genial.
— ¿Juntos? Digo... ¿Nos vamos juntos? ¿te llevo en mi auto?
—Dale, le aviso a Liam que no me tiene que dejar en casa.
— ¡Genial!— rió una vez más, mientras nos acomodábamos en nuestros asientos, ya en el aula. Lucía como si se hubiera sacado un gran peso de encima. Yo tenía la sensación de haber atravesado unos minutos de conversación realmente incómoda, rara. No parecía el Niall de siempre.
— ¿No te parece que la profesora McLogan tiene cara de sapo?— ese era el Niall que conocía. Me alivié, por un momento creí que lo había perdido.
——————————————————————————————————————————————————————
Entrenamos toda la semana, aprovechando cada día hasta que la fecha de las pruebas se convirtiera en presente. Se me ocurrió invitar a Liam, para hacerlo más divertido. Mi idea no funcionó, no sólo porque Niall se ofendió un poco, sino porque Payne insistió en mantener sus habilidades en secreto. Una estupidez, dado que llevábamos años jugando al fútbol juntos, en su patio trasero, mientras Lourdes arbitraba nuestro partido. El hermano de Lu muchas veces se nos unía, junto con mi vecina, Jena.
—Lo hiciste muy bien, Mar. —sonrió Niall, haciendo jueguito con la redonda mientras yo sacudía el barro incrustado en los botines, al final del último entrenamiento.
—Gracias, Niall, ¡sos un amigo genial!
—Sí… Vos también sos buena amiga. — suspiró. — Amiga.
Última edición por FearlessStayer el Sáb 01 Mar 2014, 8:53 pm, editado 5 veces
FearlessStayer
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