⇝ She's free.}

Era la noche de un sábado cómodo de diciembre; Madison descansaba en el sofá de su hogar, envuelta en una cobija con chocolate caliente y acompañada por “Bruno” su pequeño cachorro. Madison no era de las que salía por las noches a menos que fuera algo de gran importancia y valor como “ir a la heladería” o “a un puesto de comida china” además de que siempre se mantenía alejada de la gente pero esa era la rubia Madison, la chica que nunca sigue al montón y que prefiere comerse un bote de dos litros de nieve de chocolate a salir a tomar algunas copas o asistir a alguna fiesta salvaje —Madison no era así—. La puerta se abrió por sorpresa dejando ver al rubio amigo de Harry, Niall; Madison lo miro desconcertada y el rubio hizo la típica seña de “silencio”, la oji azul lo miraba directamente a los ojos y el rubio igual, había algo mágico en esa mirada, era especial.

—Perdón por interrumpir así, pero le hice una broma a Harry y ahora necesito un escondite—Madison señalo una puerta a la derecha, era su habitación en ese lugar Harry nunca entraba así como ella nunca entraba a el del, vivían juntos por el contrato y todas las semanas tenían que tener una “cita romántica”. Cuando Niall se escondió “Bruno” salió corriendo hacia su cuarto, Madison salió disparada para tomar al cachorro; entró en su habitación y se encontró con el rubio viendo una foto suya y de “Bruno” tomada cuando nació Madison tocio para que el rubio notara su presciencia pero cuando este iba a decir algo se escucho el portazo de la puerta —Harry había llegado—.

—Escóndete en el armario, el nunca va allí—Mientras Niall se encerraba en el pequeño espacio que había, Madison salió y se encontró con un Harry bastante enojado, enojado y lleno de leche.

— ¿Qué te paso? —

—Nada—Esa palabra la pronuncio tan seco, nunca por mas discusiones que tenían —mas todas sobre el contrato— le había hablado así, Madison se calló y salió hacia afuera, si hubiera estado prevenida ahora mismo Harry lloraría de dolor ya que la rubia le hubiera dado un golpe duro en sus partes intimas pero ese “nada” fue como estrujar los pocos sentimientos que había en el ya dañado corazón de la Eastwood aunque eso era lo que menos le importaba ya que la pregunta ahora era el por que se sintió tan mal cuando Harry le contesto así, era inevitable ahora cuando lo vio sintió como su estomago se revolvía —En el buen sentido—.

—Madi…

Harry no pudo pronunciar nada mas ya que vio a un rubio corriendo por las escaleras y salir hacia donde estaba Madison, era Niall. El oji azul no había podido evitar sentir algo por Madison aunque lo ocultara si bien sabía muy en el fondo que Madison era lo que mantenía a Harry de pie, ya que ella era tan inocente, algo sarcástica y mandona pero su corazón era tan dulce pero por lastima ya estaba muy dañado para ver lo que sentía el rubio o el castaño por ella. El castaño estaba sentado en el sillón observando como Niall abrazaba a Madison y ella lejos de alejarse tenía su cabeza posada en su hombro, ambos sonreían —demasiado para el gusto de Harry—. Niall se paro y le dio su mano a Madison para que se parara, ella la acepto y ambos entraron ni Niall ni Madison dijeron algo, el rubio se fue con una enorme sonrisa y Madison entro a su habitación seguida de “Bruno”.