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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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♡Caught Up♡ ziam oneshot
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
El anillo no está en la oficina, pero Liam no esperaba encontrarlo allí. Si hubiera estado allí, alguien lo hubiera encontrado mientras estaban buscando la evidencia. Tiene que estar en otro lado, y Liam no tiene dudas que Z había rastreado la casa entera antes de que se hubiera ido con el dinero. ¿De qué otro modo podría haber encontrado efectivo en el colchón?
Así, Liam proclama que lo han enviado a rastrear la casa nuevamente. Jeremy no lo recibe muy feliz. Pero quiere su dinero de vuelta, así que deja a Liam en lo suyo mientras él está enfurruñado en el estar, murmurando sobre el hecho de que, “La bendita policía en esta ciudad no tiene idea sobre cómo hacer sus malditos trabajos.”
Sorpresivamente, el anillo está en la cocina, justo debajo del refrigerador. Liam lo saca, lo desliza en su bolsillo, y luego pretende buscar en el resto de la casa. Le dice a Jeremy que tiene todo lo que necesita, y que lo contactarán tan pronto obtengan nueva información, y luego sale de allí tan rápido como puede.
Espera hasta que llega a casa, y luego le envía un texto a Z diciéndole que tiene el anillo. También le dice que venga a buscarlo. Sabe dónde vive Liam, no será un problema.
Liam está en su cama, cerca de dormirse, cuando escucha la ventana de su dormitorio abrirse. Disimula su respiración, se fuerza a sí mismo no reaccionar, e intenta no pestañar, sin importar lo mucho que quiera hacerlo. No puede permitirse arruinar ésto, no esta vez.
Escucha pasos acercándose a su cama, deteniéndose en la mesa de noche, donde sabe que el anillo está porque lo dejó allí a propósito. Lo suficientemente cerca de la cama.
Esperando un momento, Liam escucha, preguntándose por qué no ha agarrado aún el anillo. Y luego un dedo gentilmente traza sus cejas, y luego sus mejillas. Gentiles, suaves, apenas tocándolo. Cuando rozan sus labios, Liam no puede evitarlo; se sobresalta, y se sienta erguido, con los ojos de par en par.
“Sabía que no dormías,” le dice Z. “Pero buen intento.”
“¿Qué estabas—?”
“Buenas noches, Li,” dice, arrebatando el anillo de la mesa de noche. Liam apenas puede verlo, vestido todo de negro en la habitación a oscuras, pero puede ver el contorno de Z en la luz de la luna que se filtra desde la ventana abierta. La ventana abierta en la que trepa y se va, dejando a Liam, otra vez, mirando fijamente detrás de él.
“¿Qué mierda está mal conmigo?” Liam se pregunta en voz alta, sacando las esposas que había escondido en su cama con toda intención de envolverlas alrededor de las muñecas de Z tan pronto agarrara el anillo. Excepto que tenía otra oportunidad y él sólo... la había dejado pasar.
-
Harry lo arrastra fuera al día siguiente, sin escuchar ninguna de las protestas de Liam. Mantiene un agarre firme en el brazo de Liam desde que ambos turnos terminaron, hasta que están en el auto, y luego desde que salen del auto hasta que entran al bar y Harry lo empuja hacia un banco.
“Algo te está pasando,” Harry declara, ojos aguzados. “No me estás diciendo nada, y está bien. No tienes que hacerlo. Pero sea lo que sea, Liam, te está comiendo vivo. Te ves como la mierda. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste la noche entera?”
Liam gime. “Estoy bien.”
“No, no lo estás,” dice Niall desde atrás de la barra. “Tiene razón. Te ves como la mierda, amigo.”
“¿Qué es esto, una intervención?” espeta Liam. “¿Es eso lo que está pasando aquí?”
“No,” dicen Niall y Harry al unísono. Harry añade, “Sólo estamos preocupados, Li. Nos importas.”
“Estoy bien,” repite Liam. Ninguno de ellos se ve convencido. “De acuerdo, estaré bien cuando finalmente lo atrapen. ¿Felices?”
“Lo atrapen,” dice Niall, sus cejas juntas sobre sus ojos azules. “¿A quién?”
“¿Es esa la razón?” pregunta Harry, dejándose caer en su propio banco. “Ese tipo, el que te estaba enviando textos—,”
“Me está enviando textos,” corrige Liam. Luego hace una mueca de dolor. “Juntándose conmigo, también, quizás.”
Harry lo mira sorprendido, y luego una mano golpea su hombro tan fuertemente que el sonido de ello alcanza sus oídos sobre la música. “No lo haces,” dice. “Liam, dime que no. Eso es— peligroso, sin mencionar estúpido, y podrías meterte en tantos problemas, y— mierda.”
“Lo sé,” admite Liam. “¿Okay? Lo sé. Y— lo he dejado ir. Cada vez. Lo he— dejado ir. No sé por qué. No puedo— no puedo hacerlo. Tengo la oportunidad, y no lo hago porque se siente como un error.”
“Un error,” dice Niall. “¿Un error cómo?”
Liam se retuerce en su asiento, los dos mirándolo demasiado intensamente. Quiere espetar a Harry y preguntarle a Niall por qué no está haciendo su maldito trabajo, y ¿qué no tienen algo mejor que hacer que molestarlo? Pero no lo hace.
“No sé, realmente.” Se pasa la mano sobre su cabello. “Es como— estoy acostumbrado a tratar con personas malas, pero él no lo es.”
“Liam,” dice Harry gentilmente. “Ha robado más de cien mil—,”
“Soy consciente de eso,” dice Liam, seco. “Gracias. Pienso que lo que hace está mal, no soy estúpido. Sólo que no creo que él lo sea. Creo que hay una razón para todo ello.”
“Van a atraparlo eventualmente,” expone Niall. “Quizás tu lo veas de ese modo, pero dudo que alguien más lo haga.”
Liam asiente. “Lo sé. Y estoy esperando ese día, porque todo esto me está volviendo loco. Desearía nunca haberme metido.”
“¡Okay, eso es todo!” dice Harry fuertemente. Se para. “No más. No más textos, no más juntas. Prométemelo, Liam, o le diré a Jacobson.”
“No lo harías.”
La mirada firme de Harry se disuelve. “Okay, no lo haría, pero igual. No puedes seguir haciendo esto. Promételo.”
Liam muerde su labio por un largo tiempo, pero finalmente asiente. “Lo prometo.”
“Bien.” Harry lo tira de su asiento. “Ahora, necesitamos que te acuestes con alguien. En serio. Te quitará la mente de todo esto.”
“El sexo no es la respuesta para todo,” dice Liam, pero no es la primera vez que lo dice, y Niall y Harry le bufan en respuesta.
Aún así, Liam deja que Harry lo lleve a la pista de baile. Desearía haber tenido algo de beber de antemano, porque se sentiría mucho mejor si estuviera más suelto, más inhibido. Es divertido, de todas formas. Harry es el tipo de persona con la que es difícil no estar de buen humor. Es demasiado deslumbrante y alegre todo el tiempo.
En un punto, Harry empieza a hacerle ojos a una chica con el cabello largo y rojo, y se aleja de Liam para que no parezca que están juntos o algo. La chica le devuelve la mirada, y Harry sonríe abiertamente. Antes de que pueda abandonar a Liam, alguien da un golpecito en el hombro de Liam.
Se vuelve, encontrando un par de ojos marrón claro, oscurecidos por un par de lentes gruesos. Da unos pasos atrás mientras observa el resto de él. Su cabello negro cae en su rostro de una manera desordenada que fue probablemente intencionada. Su remera ajustada sostiene un par de brazos fibrosos, cada uno decorado en tinta. También está sonriendo, levemente, con su boca cerrada.
Alguien lo agarra por sus hombros, pero no necesita volverse para saber que es Harry. Su aroma de colonia es lo que lo delata, como también el pelo enrulado que hace cosquillas a la nuca de Liam. “Está bueno,” dice Harry en su oído. “Ve por él.”
Liam lo ignora porque el chico está abriendo su boca, gritando para ser escuchado sobre la música, preguntando, “¿Te gustaría bailar?”
Harry lo empuja hacia adelante mientras grita, “¡Le encantaría!”
“Genial,” el hombre dice sin sonido, y sus labios sonríen de nuevo. Envuelve su mano sobre la muñeca de Liam y lo guía entre la multitud, lejos de Harry. Cuando están en un espacio con menos gente, un poco lejos de la música, dice, “Sólo una advertencia: soy una mierda bailando.”
Liam ríe entre dientes. “Quizás deberías haberme ofrecido sólo un trago, entonces,” dice. “Soy Liam, por cierto.”
“Liam,” repite el hombre. “Te va bien.”
“Gracias,” dice Liam incómodamente. Levanta sus cejas expectante, pero no obtiene nada en respuesta. “¿Y tú eres?”
El hombre sacude su cabeza y pone una mano en la cadera de Liam. “No doy mi nombre a extraños.”
“Pero sí bailas con ellos,” declara Liam.
“Sólo si son atractivos.”
Liam ignora esa línea pero deja que el hombre lleve el baile. Sus manos están ajustadas en su cadera, la música está haciendo eco en sus oídos, el sudor está goteando desde su baja espalda al mover sus caderas con el ritmo, sus propias manos están en los hombros del extraño hasta que se acerca. Liam mueve sus manos sobre el cuello del hombre, sosteniendo la nuca con una mano, cerrando la otra en su grueso cabello. Es suave al contacto, pero si tira de él, sus dedos quedan atrapados en los nudos.
La canción cambia abruptamente a algo más rápido, las luces como flashes. Mira la forma en la que rojos y azules y verdes se esparcen sobre las mejillas del hombre delante de él, haciéndolo ver etéreo, casi. Liam reconoce a la belleza cuando la ve, y no puede evitar apreciarla cuando está justo delante de él, chocando sus caderas contra las suyas propias.
Termina más pronto de lo que él querría. Otro hombre se acerca a ellos, éste un poco más bajo que Liam con ojos azules con suficiente travesura en ellos para ganarle a los de Niall, y eso es por decir algo.
“¿Qué estás haciendo?” espeta, y Liam suelta al hombre con el que está bailando, mirando entre ambos porque es bastante obvio que se conocen. “¿Eres estúpido?”
“Louis,” gime el hombre. “Vete de aquí.”
Liam da un paso atrás, luego otro, pero ambos se vuelven a verlo. El hombre con el que había estado bailando se ve arrepentido, pero el otro se ve enfadado. Liam se lame los labios nerviosamente, rezando que no haya bailado con el novio de alguien. Se siente como un cabrón, incluso si no había manera de que él supiera.
“Un baile más,” el del cabello oscuro ruega a su compañero. “Luego nos vamos.”
El más bajito aguza sus ojos, pero suspira y asiente. “Estás cavando tu propia tumba. Te lo advertí.” Luego se está moviendo con la multitud, desapareciendo.
“Siento eso,” le dice el hombre. “Louis es un poquito sobreprotector.”
Liam asiente lentamente. “Pero no es tu novio, ¿verdad?”
“Definitivamente no,” promete el hombre, agarrando la mano de Liam. “¿Un baile más? Par compensar por el interrumpido...”
Liam debate decir que no, lo hace, pero ¿cuándo fue la última vez que alguien tan atractivo mostró interés en él? La respuesta: nunca. “Okay,” acuerda. “Uno.”
Liam da un paso adelante, esperando que esas manos se posicionen en su cintura de nuevo. En vez de eso, el hombre se da vuelta, su espalda mirando a Liam, y tira de la mano de Liam para que se pose sobre su estómago. Liam intenta no hacer un sonido de sorpresa, pero incluso si lo hizo, la música está demasiado fuerte para que alguien lo haya escuchado, al menos.
Para alguien que proclama ser una mierda bailando, lo que está haciendo con sus caderas es increíble. Liam intenta apagar su cerebro por un momento y sólo disfrutar esto. Intenta no pensar en nada más pero el leve aroma a colonia alrededor de él, el cálido cuerpo presionado delante suyo, la sucia manera en que el culo en jeans está embistiendo contra su miembro.
Cuando la canción acaba, su compañero se vuelve y toma la mano de Liam una vez más. La trae a sus labios, besa la parte superior y dice, “Gracias por el baile, Oficial Payne,” y luego se ha ido.
Liam todavía está tan turbado del baile que le toma algo de tiempo entender esas palabras, y luego está empujando a la muchedumbre, dirigiéndose a la puerta. Sólo sale, el aire frío asaltando su piel sudorosa, justo a tiempo para escuchar una motocicleta encendiéndose en un lugar de la calle.
Harry lo encuentra recostado contra la pared de afuera quince minutos después, cuando sale afuera con los ojos vidriosos. “Hey,” dice, golpeando su hombro con el de Liam. “Me estaba preguntando a dónde habías ido.”
“Perdón,” le dice Liam. “Necesitaba algo de aire.”
“¿Qué sucedió a la hermosura que estaba bailando contigo?” inquiere Harry.
Liam se muerde la lengua y se fuerza a esperar hasta que pueda responder sin admitir nada. “Tenía un novio,” miente.
Harry lo mira simpatéticamente. “Mierda, Li. Lo siento.”
“No pasa nada. Pero me voy a casa en taxi, si te parece bien.”
No le permite irse sin un abrazo, pero luego de que Harry efectivamente le quita el aire, deja que Liam se vaya. Agradecido, Liam llama un taxi, esperando en el mismo punto hasta que llega. Se trepa en él, le da su dirección al conductor, y presiona su sien contra la fresca ventana durante todo el viaje.
Cuando está abriendo su puerta, su teléfono vibra. Lo saca mientras empuja la puerta abierta, pateándola para que se cierre detrás de él mientras lee, Bailas bastante bien, Oficial. — Z
Liam mira con furia al teléfono y se refusa a responder. Solo están jugando con Liam ahora. No estaba bromeando cuando dijo que su relación era un juego de gato y ratón, y tampoco cuando dijo que Liam era el ratón. Y Z es el gato, golpeándolo por ahí, parándose en su cola, nunca yendo directamente a matarlo.
Sube las escaleras a su habitación y prende la luz. Hace demasiado calor en la casa, y se mueve hacia la ventana, abriéndola y dejándola así por la primera vez en – en meses, realmente. Cuando el frío aire es finalmente soplando en su habitación, se hunde en su cama y mira a su teléfono, girándolo una y otra vez en sus dedos.
Cuando vibra en sus manos, casi lo deja caer. Lo alcanza al último segundo, y luego lee el nuevo texto.
Si vas a quedarte ahí sentado mirando mi texto pero sin responder, podrías al menos hacerlo sin tu remera puesta ;) — Z
Liam levanta su mirada de punta a la ventana. No puede ver algo desde tan lejos, pero su habitación da a un patio que llega al bosque. Sería dolorosamente fácil esconderse allí atrás, especialmente si se está vistiendo de negro.
¡¿Estás mirándome?! envía Liam mientras se para. Llega a la ventana dudosamente y saca su cabeza fuera, intentando detectar algún tipo de movimiento. La luz de su habitación ilumina parte del jardín, como lo hacen también la luna y las estrellas. Sin embargo, todavía es demasiado oscuro.
Sácate la camisa y quizás responda eso. — Z
Liam furiosamente escribe, Lo haré si me dices tu nombre. No está seguro qué lo incentivó a enviar eso, pero no puede arrepentirse ahora. Y está desesperado por saber, lo está. Siente que Z sabe prácticamente todo sobre él, mientras que Liam apenas sabe algo, aparte del hecho de que es un increíblemende habilidoso e inteligente criminal quien también es un acosador.
Babe, tendrás que hacer mucho más que sacarte la camisa si quieres mi nombre. — Z
Liam hace un sonido de frustración y considera tirar su teléfono por la ventana. En vez de eso, da un portazo a la ventana, cerrándola, y va a cerrar las cortinas también, pero su teléfono comienza a sonar. No un mensaje, sino una llamada.
Lo contesta y lo levanta a su oído, sin decir nada. Del otro lado, alguien respira por un momento, esperando que hable, pero cuando se da cuenta de que Liam no va a hacerlo, Z dice, “Estás enojado conmigo.”
Liam deja salir una risa incrédula. “Tienes que estar bromeando. ¿Estás loco?”
“Liam,” dice Z, sonando cariñosamente exasperado, como tiene todo el derecho a estarlo. “Calma. Relájate. Recuéstate.”
“No me digas qué hacer,” Liam le espeta.
Z ríe entre dientes. “Liam, vamos. Sólo siéntate. ¿Okay?”
Estúpidamente, lo hace. “¿Feliz?”
“Extasiado.” Hay un poco de movimiento en la otra línea, y Liam oye un encendedor presionándose. “Así que, hoy fui un poco injusto para ti, pero no pude evitarlo.”
“No es un juego,” dice Liam suavemente. “¿Lo entiendes? Esto es mi vida, y estoy arriesgando todo simplemente – simplemente hablando contigo, mucho más dejándote ir cada vez que te veo.”
“Necesitas relajarte, Liam,” le informa Z. “No te atraparán, y tampoco a mí. Demasiado inteligente para eso, ¿recuerdas?”
“Todos dicen eso, pero lo harán,” le dice Liam. “Sólo no me lleves contigo, es lo único que pido.”
Se imagina el ruedo de ojos que probablemente se ganó. “Quítate la camisa,” le dicen de nuevo.
“No,” dice Liam. “¿Por qué?”
“Te dije,” le responde. “Necesitas relajarte, Liam. Quítate la camisa.”
“¿Y yo qué gano?” cuestiona Liam.
“A,” responde Z.
Liam frunce el ceño. “¿A?”
“La segunda letra de mi nombre.”
Liam tira de su camisa, sacándosela. “Esto es chantaje,” añade luego.
“No, es un negocio,” corrige Z. “Es diferente.”
“Chantaje,” discute Liam. “Tienes algo que yo quiero, y lo estás usando en mi contra.”
“Como sea,” dice Z. “Ambos sabemos que no te voy a decir mi nombre, Liam. Pero olvídate de eso un minuto, ¿sí? No puedes decirme que no te divertiste bailando conmigo.”
“No,” niega Liam.
Z bufa. “¿Así que eso no era tu pene presionando contra mi culo, entonces?”
Presiente que el sonrojo está en todo su cuerpo, y tira un brazo sobre su rostro y gime, avergonzado. “No, no lo era, y voy a colgarte.”
“No colgarás,” se burla Z. “Si querías hacerlo, ya lo hubieras hecho.”
Liam, frustrado, cincha de un hilo suelto de su sábana. “Dijiste que ibas a ayudarme a relajarme, pero todo lo que estás haciendo es irritarme.”
“Cierto, perdona,” dice Z. “Okay, recuéstate.”
Liam se recuesta. “¿Por qué estoy recostado?”
“¿Estás cómodo?” pregunta Z, ignorándolo.
“No.”
“Entonces ponte cómodo.”
Liam se desplaza, pone una almohada detrás de su cabeza y se estira en la cama, cerrando sus ojos. “Okay.”
“Desabróchate los jeans.”
“Des— no, no voy a hacer eso,” Liam suelta, indignado. “No lo haré.” De hecho, sí está a punto de colgar. “Estás loco, estás a punto de ser arrestado, y voy a colgarte.”
Z chasquea la lengua en frustración y Liam desabrocha sus jeans. “Ahí tienes,” dice. “Baja el cierre también, Liam."
Con su labio inferior entre sus dientes, Liam hace justamente eso, intentando con todas sus fuerzas no pensar en la forma en que Z se había sentido presionado sobre su propio torso, o la calidez de sus labios en la piel de Liam, fugaz, justo antes de desaparecer. “¿Ahora qué?” Se da cuenta de que su voz es apenas algo más que un susurro, pero no puede evitarlo.
“Quítatelos.” Se los quita. “Siéntate de nuevo, ponte cómodo. Quédate con esos aburridos boxers negros que estás usando, pero tócate a ti mismo a través de ellos.”
Liam deja salir un exhalo, sorprendido, y va a preguntar cómo sabe lo que Liam está usando, pero luego mira la ventana, recuerda que dejó las cortinas abiertas, y traga gruesamente. No hace cosas como éstas. No con extraños, no con gente con la que ha estado en una relación. Harry lo llama aburrido, pero Liam no lo cree. Simplemente no le molesta tener una vida sexual de vainilla, como Harry la llama. Y mierda, ni siquiera sabe el nombre de este tipo.
Con sus mejillas sin duda rojas, Liam cuidadosamente pone una mano sobre su muslo, y luego la mueve lentamente hacia arriba, inseguro si realmente va a hacer ésto o no. Pero lo hace, y ni siquiera está sorprendido cuando se encuentra ya casi erecto. No toma demasiado tiempo para llegar a estarlo completamente, tampoco, y en poco tiempo está presionándose a sí mismo sobre sus boxers, casi olvidando el hecho de que tiene su celular presionado contra su oído.
“Quítatelos, también,” Z le ordena, recordándole que sigue allí. Debería sentirse avergonzado, y se siente así, pero obedece de todos modos. “Mierda, tú— lo siento.” Suspira nerviosamente. “Tócate, Liam.”
Se quita sus boxers, y ahora hace mucho más frío en la habitación. Pero intenta no pensar en eso. O en el hecho de que nunca se ha tirado en su cama así, completamente desnudo. Pero el resto sí lo ha hecho, y esta vez duda menos antes de envolver una mano sobre sí mismo. Se mueve lentamente, sus ojos cerrándose así puede pensar sólo en esto y no en si está o no avergonzado o loco por aceptar esto.
“Sabes,” dice Z casualmente, “Realmente me gustaría aprovechar esas esposas. Tu cama sería perfecta también, porque tiene esos postes. Necesitaríamos dos pares, porque querría atarte ambas manos, pero dejaría tus piernas libres para poder doblarlas y estirarlas de la manera que yo quiera.” Se pausa. “¿Todavía te estás tocando, Liam?”
Para y luego asiente antes de exhalar, posiblemente demasiado bajo para ser escuchado, “Sí.”
“Ya suenas follado, babe” le dicen. “Pero sigamos. Creo que me gustarías encima, eventualmente. Te ves como si pudieras levantarme contra la pared, abrirme y follarme justo ahí, justo así, pero me gustaría follarte primero, ver la armadura de calma que llevas caer. Creo que me gustaría romperte, Liam. ¿Te gustaría eso?”
Liam enlenta su mano en su miembro y roza con su pulgar la punta, gimiendo cuando esparce su líquido pre-seminal sobre ella. Es la única respuesta que Z obtiene, también, cuando Liam apreta más fuerte luego, moviéndose más rápido, estirando sus piernas un poco, doblándolas en las rodillas.
“Pero cuidaría de ti,” añade, como luego de pensarlo. “Como que me arrepiento de no averiguar cómo te ves cuando te tomo en mi boca, hoy. Apuesto a que podría haberlo hecho, ¿huh? Si Lou no hubiera aparecido, apuesto a que hubiera podido arrastrarte al baño y arrodillarme en una de las casetas, y tú me habrías dejado mamarte allí mismo. Probablemente pondrías tu mano en un puño en tu boca para camuflar tus sonidos, y estarías preocupado que alguien nos encuentre, pero no me dirías que pare no importa qué.”
Liam muerde su labio inferior y sus caderas se elevan un poco, casi follando su propio puño. No puede evitarlo, y no puede evitar imaginar lo que Z está diciendo, tampoco. Porque probablemente lo hubiera hecho todo. Y Liam quizás desea que lo hubiera hecho, quizás desea saber exactamente cómo Z se vería con esos labios suyos alrededor de Liam. Probablemente le sonreiría malévolamente, y Liam tiene un presentimiento de que es uno de los que les gusta que les tiren del cabello.
“Mierda, okay,” dice Z, y su voz es mucho más grave de lo que era cuando primero se pusieron al teléfono. “Sostén el teléfono entre tu hombro y tu oído, y levanta tu mano libre a tu boca. ¿Alguna vez te has metido dedos?”
Haciendo un sonido ahogado, Liam sacude su cabeza. “Yo—,”
“Lo has hecho,” adivina Z. “Pero no muy seguido, cierto, porque te averguenzas de eso. No deberías. Apuesto a que te ves perfecto así. Mierda, no importa, lo haremos la próxima vez. Necesito estar ahí para verlo. Quita tu mano de tu pene.”
Liam pestañea rápidamente. “Pero—,”
“Colgaré si no lo haces,” advierte, y Liam se suelta con reticencia. Su respiración es trabajada, y no puede pensar por el dolor y la necesidad de correrse. Estaba cerca, también. “Dime como te sientes.”
Se siente caliente, y desesperado, y debajo de eso está la verguenza y la confusión, pero mayormente – mayormente – “Yo sólo — quiero correrme.”
Z libera un gemido al escuchar eso, y el miembro de Liam se retuerce. Clava sus uñas en sus muslos cuando Z dice, “Sí. Sí, okay. Hazlo, babe.”
Lo hace, su mano justo encima de su pene, los músculos de su estómago endureciéndose. En el último segundo lanza un grito apagado, “Nombre. Necesito tu nombre. Z—,”
“Zayn,” dice. “Es— Zayn.”
“Zayn,” repite Liam. No es su intención estirarlo de esa forma, no es su intención que salga como un gemido de súplica, pero lo hace y los dedos de sus pies se retuercen y su corazón bombea y su respiración se agranda y se corre sobre su mano, el orgasmo sobre él.
Su cerebro hace un cortocircuito por un momento, y luego no hay nada excepto el sonido de la su respiración y la de Zayn en el mundo. Hasta que finalmente la niebla se disuelve y escucha un tren pasando del otro lado del teléfono. Liam pestañea y abre sus ojos, frunciendo el ceño. No hay ninguna vía de tren donde él vive, así que donde sea que está Zayn, está lejos.
Y tiene un nombre. Sabe quién es Zayn ahora, y Zayn parece darse cuenta de esto, porque deja salir un grave, “Mierda,” y cuelga.
Liam queda recostado allí por un largo tiempo, inmóvil, luchando por aire. Cuando se siente más como él mismo de nuevo, se sienta, dejando que la relevancia de todo lo que acaba de pasar se revele. Acaba de dejar que un criminal serio que apenas conoce le hable hasta el orgasmo, y encima de eso, ahora tiene toda la información que necesita para entregarlo. ¿Cuántas personas en la ciudad se llaman Zayn? Tiene un presentimiento de que sólo hay una, y no tiene idea de qué hacer con esa información.
Así, Liam proclama que lo han enviado a rastrear la casa nuevamente. Jeremy no lo recibe muy feliz. Pero quiere su dinero de vuelta, así que deja a Liam en lo suyo mientras él está enfurruñado en el estar, murmurando sobre el hecho de que, “La bendita policía en esta ciudad no tiene idea sobre cómo hacer sus malditos trabajos.”
Sorpresivamente, el anillo está en la cocina, justo debajo del refrigerador. Liam lo saca, lo desliza en su bolsillo, y luego pretende buscar en el resto de la casa. Le dice a Jeremy que tiene todo lo que necesita, y que lo contactarán tan pronto obtengan nueva información, y luego sale de allí tan rápido como puede.
Espera hasta que llega a casa, y luego le envía un texto a Z diciéndole que tiene el anillo. También le dice que venga a buscarlo. Sabe dónde vive Liam, no será un problema.
Liam está en su cama, cerca de dormirse, cuando escucha la ventana de su dormitorio abrirse. Disimula su respiración, se fuerza a sí mismo no reaccionar, e intenta no pestañar, sin importar lo mucho que quiera hacerlo. No puede permitirse arruinar ésto, no esta vez.
Escucha pasos acercándose a su cama, deteniéndose en la mesa de noche, donde sabe que el anillo está porque lo dejó allí a propósito. Lo suficientemente cerca de la cama.
Esperando un momento, Liam escucha, preguntándose por qué no ha agarrado aún el anillo. Y luego un dedo gentilmente traza sus cejas, y luego sus mejillas. Gentiles, suaves, apenas tocándolo. Cuando rozan sus labios, Liam no puede evitarlo; se sobresalta, y se sienta erguido, con los ojos de par en par.
“Sabía que no dormías,” le dice Z. “Pero buen intento.”
“¿Qué estabas—?”
“Buenas noches, Li,” dice, arrebatando el anillo de la mesa de noche. Liam apenas puede verlo, vestido todo de negro en la habitación a oscuras, pero puede ver el contorno de Z en la luz de la luna que se filtra desde la ventana abierta. La ventana abierta en la que trepa y se va, dejando a Liam, otra vez, mirando fijamente detrás de él.
“¿Qué mierda está mal conmigo?” Liam se pregunta en voz alta, sacando las esposas que había escondido en su cama con toda intención de envolverlas alrededor de las muñecas de Z tan pronto agarrara el anillo. Excepto que tenía otra oportunidad y él sólo... la había dejado pasar.
-
Harry lo arrastra fuera al día siguiente, sin escuchar ninguna de las protestas de Liam. Mantiene un agarre firme en el brazo de Liam desde que ambos turnos terminaron, hasta que están en el auto, y luego desde que salen del auto hasta que entran al bar y Harry lo empuja hacia un banco.
“Algo te está pasando,” Harry declara, ojos aguzados. “No me estás diciendo nada, y está bien. No tienes que hacerlo. Pero sea lo que sea, Liam, te está comiendo vivo. Te ves como la mierda. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste la noche entera?”
Liam gime. “Estoy bien.”
“No, no lo estás,” dice Niall desde atrás de la barra. “Tiene razón. Te ves como la mierda, amigo.”
“¿Qué es esto, una intervención?” espeta Liam. “¿Es eso lo que está pasando aquí?”
“No,” dicen Niall y Harry al unísono. Harry añade, “Sólo estamos preocupados, Li. Nos importas.”
“Estoy bien,” repite Liam. Ninguno de ellos se ve convencido. “De acuerdo, estaré bien cuando finalmente lo atrapen. ¿Felices?”
“Lo atrapen,” dice Niall, sus cejas juntas sobre sus ojos azules. “¿A quién?”
“¿Es esa la razón?” pregunta Harry, dejándose caer en su propio banco. “Ese tipo, el que te estaba enviando textos—,”
“Me está enviando textos,” corrige Liam. Luego hace una mueca de dolor. “Juntándose conmigo, también, quizás.”
Harry lo mira sorprendido, y luego una mano golpea su hombro tan fuertemente que el sonido de ello alcanza sus oídos sobre la música. “No lo haces,” dice. “Liam, dime que no. Eso es— peligroso, sin mencionar estúpido, y podrías meterte en tantos problemas, y— mierda.”
“Lo sé,” admite Liam. “¿Okay? Lo sé. Y— lo he dejado ir. Cada vez. Lo he— dejado ir. No sé por qué. No puedo— no puedo hacerlo. Tengo la oportunidad, y no lo hago porque se siente como un error.”
“Un error,” dice Niall. “¿Un error cómo?”
Liam se retuerce en su asiento, los dos mirándolo demasiado intensamente. Quiere espetar a Harry y preguntarle a Niall por qué no está haciendo su maldito trabajo, y ¿qué no tienen algo mejor que hacer que molestarlo? Pero no lo hace.
“No sé, realmente.” Se pasa la mano sobre su cabello. “Es como— estoy acostumbrado a tratar con personas malas, pero él no lo es.”
“Liam,” dice Harry gentilmente. “Ha robado más de cien mil—,”
“Soy consciente de eso,” dice Liam, seco. “Gracias. Pienso que lo que hace está mal, no soy estúpido. Sólo que no creo que él lo sea. Creo que hay una razón para todo ello.”
“Van a atraparlo eventualmente,” expone Niall. “Quizás tu lo veas de ese modo, pero dudo que alguien más lo haga.”
Liam asiente. “Lo sé. Y estoy esperando ese día, porque todo esto me está volviendo loco. Desearía nunca haberme metido.”
“¡Okay, eso es todo!” dice Harry fuertemente. Se para. “No más. No más textos, no más juntas. Prométemelo, Liam, o le diré a Jacobson.”
“No lo harías.”
La mirada firme de Harry se disuelve. “Okay, no lo haría, pero igual. No puedes seguir haciendo esto. Promételo.”
Liam muerde su labio por un largo tiempo, pero finalmente asiente. “Lo prometo.”
“Bien.” Harry lo tira de su asiento. “Ahora, necesitamos que te acuestes con alguien. En serio. Te quitará la mente de todo esto.”
“El sexo no es la respuesta para todo,” dice Liam, pero no es la primera vez que lo dice, y Niall y Harry le bufan en respuesta.
Aún así, Liam deja que Harry lo lleve a la pista de baile. Desearía haber tenido algo de beber de antemano, porque se sentiría mucho mejor si estuviera más suelto, más inhibido. Es divertido, de todas formas. Harry es el tipo de persona con la que es difícil no estar de buen humor. Es demasiado deslumbrante y alegre todo el tiempo.
En un punto, Harry empieza a hacerle ojos a una chica con el cabello largo y rojo, y se aleja de Liam para que no parezca que están juntos o algo. La chica le devuelve la mirada, y Harry sonríe abiertamente. Antes de que pueda abandonar a Liam, alguien da un golpecito en el hombro de Liam.
Se vuelve, encontrando un par de ojos marrón claro, oscurecidos por un par de lentes gruesos. Da unos pasos atrás mientras observa el resto de él. Su cabello negro cae en su rostro de una manera desordenada que fue probablemente intencionada. Su remera ajustada sostiene un par de brazos fibrosos, cada uno decorado en tinta. También está sonriendo, levemente, con su boca cerrada.
Alguien lo agarra por sus hombros, pero no necesita volverse para saber que es Harry. Su aroma de colonia es lo que lo delata, como también el pelo enrulado que hace cosquillas a la nuca de Liam. “Está bueno,” dice Harry en su oído. “Ve por él.”
Liam lo ignora porque el chico está abriendo su boca, gritando para ser escuchado sobre la música, preguntando, “¿Te gustaría bailar?”
Harry lo empuja hacia adelante mientras grita, “¡Le encantaría!”
“Genial,” el hombre dice sin sonido, y sus labios sonríen de nuevo. Envuelve su mano sobre la muñeca de Liam y lo guía entre la multitud, lejos de Harry. Cuando están en un espacio con menos gente, un poco lejos de la música, dice, “Sólo una advertencia: soy una mierda bailando.”
Liam ríe entre dientes. “Quizás deberías haberme ofrecido sólo un trago, entonces,” dice. “Soy Liam, por cierto.”
“Liam,” repite el hombre. “Te va bien.”
“Gracias,” dice Liam incómodamente. Levanta sus cejas expectante, pero no obtiene nada en respuesta. “¿Y tú eres?”
El hombre sacude su cabeza y pone una mano en la cadera de Liam. “No doy mi nombre a extraños.”
“Pero sí bailas con ellos,” declara Liam.
“Sólo si son atractivos.”
Liam ignora esa línea pero deja que el hombre lleve el baile. Sus manos están ajustadas en su cadera, la música está haciendo eco en sus oídos, el sudor está goteando desde su baja espalda al mover sus caderas con el ritmo, sus propias manos están en los hombros del extraño hasta que se acerca. Liam mueve sus manos sobre el cuello del hombre, sosteniendo la nuca con una mano, cerrando la otra en su grueso cabello. Es suave al contacto, pero si tira de él, sus dedos quedan atrapados en los nudos.
La canción cambia abruptamente a algo más rápido, las luces como flashes. Mira la forma en la que rojos y azules y verdes se esparcen sobre las mejillas del hombre delante de él, haciéndolo ver etéreo, casi. Liam reconoce a la belleza cuando la ve, y no puede evitar apreciarla cuando está justo delante de él, chocando sus caderas contra las suyas propias.
Termina más pronto de lo que él querría. Otro hombre se acerca a ellos, éste un poco más bajo que Liam con ojos azules con suficiente travesura en ellos para ganarle a los de Niall, y eso es por decir algo.
“¿Qué estás haciendo?” espeta, y Liam suelta al hombre con el que está bailando, mirando entre ambos porque es bastante obvio que se conocen. “¿Eres estúpido?”
“Louis,” gime el hombre. “Vete de aquí.”
Liam da un paso atrás, luego otro, pero ambos se vuelven a verlo. El hombre con el que había estado bailando se ve arrepentido, pero el otro se ve enfadado. Liam se lame los labios nerviosamente, rezando que no haya bailado con el novio de alguien. Se siente como un cabrón, incluso si no había manera de que él supiera.
“Un baile más,” el del cabello oscuro ruega a su compañero. “Luego nos vamos.”
El más bajito aguza sus ojos, pero suspira y asiente. “Estás cavando tu propia tumba. Te lo advertí.” Luego se está moviendo con la multitud, desapareciendo.
“Siento eso,” le dice el hombre. “Louis es un poquito sobreprotector.”
Liam asiente lentamente. “Pero no es tu novio, ¿verdad?”
“Definitivamente no,” promete el hombre, agarrando la mano de Liam. “¿Un baile más? Par compensar por el interrumpido...”
Liam debate decir que no, lo hace, pero ¿cuándo fue la última vez que alguien tan atractivo mostró interés en él? La respuesta: nunca. “Okay,” acuerda. “Uno.”
Liam da un paso adelante, esperando que esas manos se posicionen en su cintura de nuevo. En vez de eso, el hombre se da vuelta, su espalda mirando a Liam, y tira de la mano de Liam para que se pose sobre su estómago. Liam intenta no hacer un sonido de sorpresa, pero incluso si lo hizo, la música está demasiado fuerte para que alguien lo haya escuchado, al menos.
Para alguien que proclama ser una mierda bailando, lo que está haciendo con sus caderas es increíble. Liam intenta apagar su cerebro por un momento y sólo disfrutar esto. Intenta no pensar en nada más pero el leve aroma a colonia alrededor de él, el cálido cuerpo presionado delante suyo, la sucia manera en que el culo en jeans está embistiendo contra su miembro.
Cuando la canción acaba, su compañero se vuelve y toma la mano de Liam una vez más. La trae a sus labios, besa la parte superior y dice, “Gracias por el baile, Oficial Payne,” y luego se ha ido.
Liam todavía está tan turbado del baile que le toma algo de tiempo entender esas palabras, y luego está empujando a la muchedumbre, dirigiéndose a la puerta. Sólo sale, el aire frío asaltando su piel sudorosa, justo a tiempo para escuchar una motocicleta encendiéndose en un lugar de la calle.
Harry lo encuentra recostado contra la pared de afuera quince minutos después, cuando sale afuera con los ojos vidriosos. “Hey,” dice, golpeando su hombro con el de Liam. “Me estaba preguntando a dónde habías ido.”
“Perdón,” le dice Liam. “Necesitaba algo de aire.”
“¿Qué sucedió a la hermosura que estaba bailando contigo?” inquiere Harry.
Liam se muerde la lengua y se fuerza a esperar hasta que pueda responder sin admitir nada. “Tenía un novio,” miente.
Harry lo mira simpatéticamente. “Mierda, Li. Lo siento.”
“No pasa nada. Pero me voy a casa en taxi, si te parece bien.”
No le permite irse sin un abrazo, pero luego de que Harry efectivamente le quita el aire, deja que Liam se vaya. Agradecido, Liam llama un taxi, esperando en el mismo punto hasta que llega. Se trepa en él, le da su dirección al conductor, y presiona su sien contra la fresca ventana durante todo el viaje.
Cuando está abriendo su puerta, su teléfono vibra. Lo saca mientras empuja la puerta abierta, pateándola para que se cierre detrás de él mientras lee, Bailas bastante bien, Oficial. — Z
Liam mira con furia al teléfono y se refusa a responder. Solo están jugando con Liam ahora. No estaba bromeando cuando dijo que su relación era un juego de gato y ratón, y tampoco cuando dijo que Liam era el ratón. Y Z es el gato, golpeándolo por ahí, parándose en su cola, nunca yendo directamente a matarlo.
Sube las escaleras a su habitación y prende la luz. Hace demasiado calor en la casa, y se mueve hacia la ventana, abriéndola y dejándola así por la primera vez en – en meses, realmente. Cuando el frío aire es finalmente soplando en su habitación, se hunde en su cama y mira a su teléfono, girándolo una y otra vez en sus dedos.
Cuando vibra en sus manos, casi lo deja caer. Lo alcanza al último segundo, y luego lee el nuevo texto.
Si vas a quedarte ahí sentado mirando mi texto pero sin responder, podrías al menos hacerlo sin tu remera puesta ;) — Z
Liam levanta su mirada de punta a la ventana. No puede ver algo desde tan lejos, pero su habitación da a un patio que llega al bosque. Sería dolorosamente fácil esconderse allí atrás, especialmente si se está vistiendo de negro.
¡¿Estás mirándome?! envía Liam mientras se para. Llega a la ventana dudosamente y saca su cabeza fuera, intentando detectar algún tipo de movimiento. La luz de su habitación ilumina parte del jardín, como lo hacen también la luna y las estrellas. Sin embargo, todavía es demasiado oscuro.
Sácate la camisa y quizás responda eso. — Z
Liam furiosamente escribe, Lo haré si me dices tu nombre. No está seguro qué lo incentivó a enviar eso, pero no puede arrepentirse ahora. Y está desesperado por saber, lo está. Siente que Z sabe prácticamente todo sobre él, mientras que Liam apenas sabe algo, aparte del hecho de que es un increíblemende habilidoso e inteligente criminal quien también es un acosador.
Babe, tendrás que hacer mucho más que sacarte la camisa si quieres mi nombre. — Z
Liam hace un sonido de frustración y considera tirar su teléfono por la ventana. En vez de eso, da un portazo a la ventana, cerrándola, y va a cerrar las cortinas también, pero su teléfono comienza a sonar. No un mensaje, sino una llamada.
Lo contesta y lo levanta a su oído, sin decir nada. Del otro lado, alguien respira por un momento, esperando que hable, pero cuando se da cuenta de que Liam no va a hacerlo, Z dice, “Estás enojado conmigo.”
Liam deja salir una risa incrédula. “Tienes que estar bromeando. ¿Estás loco?”
“Liam,” dice Z, sonando cariñosamente exasperado, como tiene todo el derecho a estarlo. “Calma. Relájate. Recuéstate.”
“No me digas qué hacer,” Liam le espeta.
Z ríe entre dientes. “Liam, vamos. Sólo siéntate. ¿Okay?”
Estúpidamente, lo hace. “¿Feliz?”
“Extasiado.” Hay un poco de movimiento en la otra línea, y Liam oye un encendedor presionándose. “Así que, hoy fui un poco injusto para ti, pero no pude evitarlo.”
“No es un juego,” dice Liam suavemente. “¿Lo entiendes? Esto es mi vida, y estoy arriesgando todo simplemente – simplemente hablando contigo, mucho más dejándote ir cada vez que te veo.”
“Necesitas relajarte, Liam,” le informa Z. “No te atraparán, y tampoco a mí. Demasiado inteligente para eso, ¿recuerdas?”
“Todos dicen eso, pero lo harán,” le dice Liam. “Sólo no me lleves contigo, es lo único que pido.”
Se imagina el ruedo de ojos que probablemente se ganó. “Quítate la camisa,” le dicen de nuevo.
“No,” dice Liam. “¿Por qué?”
“Te dije,” le responde. “Necesitas relajarte, Liam. Quítate la camisa.”
“¿Y yo qué gano?” cuestiona Liam.
“A,” responde Z.
Liam frunce el ceño. “¿A?”
“La segunda letra de mi nombre.”
Liam tira de su camisa, sacándosela. “Esto es chantaje,” añade luego.
“No, es un negocio,” corrige Z. “Es diferente.”
“Chantaje,” discute Liam. “Tienes algo que yo quiero, y lo estás usando en mi contra.”
“Como sea,” dice Z. “Ambos sabemos que no te voy a decir mi nombre, Liam. Pero olvídate de eso un minuto, ¿sí? No puedes decirme que no te divertiste bailando conmigo.”
“No,” niega Liam.
Z bufa. “¿Así que eso no era tu pene presionando contra mi culo, entonces?”
Presiente que el sonrojo está en todo su cuerpo, y tira un brazo sobre su rostro y gime, avergonzado. “No, no lo era, y voy a colgarte.”
“No colgarás,” se burla Z. “Si querías hacerlo, ya lo hubieras hecho.”
Liam, frustrado, cincha de un hilo suelto de su sábana. “Dijiste que ibas a ayudarme a relajarme, pero todo lo que estás haciendo es irritarme.”
“Cierto, perdona,” dice Z. “Okay, recuéstate.”
Liam se recuesta. “¿Por qué estoy recostado?”
“¿Estás cómodo?” pregunta Z, ignorándolo.
“No.”
“Entonces ponte cómodo.”
Liam se desplaza, pone una almohada detrás de su cabeza y se estira en la cama, cerrando sus ojos. “Okay.”
“Desabróchate los jeans.”
“Des— no, no voy a hacer eso,” Liam suelta, indignado. “No lo haré.” De hecho, sí está a punto de colgar. “Estás loco, estás a punto de ser arrestado, y voy a colgarte.”
Z chasquea la lengua en frustración y Liam desabrocha sus jeans. “Ahí tienes,” dice. “Baja el cierre también, Liam."
Con su labio inferior entre sus dientes, Liam hace justamente eso, intentando con todas sus fuerzas no pensar en la forma en que Z se había sentido presionado sobre su propio torso, o la calidez de sus labios en la piel de Liam, fugaz, justo antes de desaparecer. “¿Ahora qué?” Se da cuenta de que su voz es apenas algo más que un susurro, pero no puede evitarlo.
“Quítatelos.” Se los quita. “Siéntate de nuevo, ponte cómodo. Quédate con esos aburridos boxers negros que estás usando, pero tócate a ti mismo a través de ellos.”
Liam deja salir un exhalo, sorprendido, y va a preguntar cómo sabe lo que Liam está usando, pero luego mira la ventana, recuerda que dejó las cortinas abiertas, y traga gruesamente. No hace cosas como éstas. No con extraños, no con gente con la que ha estado en una relación. Harry lo llama aburrido, pero Liam no lo cree. Simplemente no le molesta tener una vida sexual de vainilla, como Harry la llama. Y mierda, ni siquiera sabe el nombre de este tipo.
Con sus mejillas sin duda rojas, Liam cuidadosamente pone una mano sobre su muslo, y luego la mueve lentamente hacia arriba, inseguro si realmente va a hacer ésto o no. Pero lo hace, y ni siquiera está sorprendido cuando se encuentra ya casi erecto. No toma demasiado tiempo para llegar a estarlo completamente, tampoco, y en poco tiempo está presionándose a sí mismo sobre sus boxers, casi olvidando el hecho de que tiene su celular presionado contra su oído.
“Quítatelos, también,” Z le ordena, recordándole que sigue allí. Debería sentirse avergonzado, y se siente así, pero obedece de todos modos. “Mierda, tú— lo siento.” Suspira nerviosamente. “Tócate, Liam.”
Se quita sus boxers, y ahora hace mucho más frío en la habitación. Pero intenta no pensar en eso. O en el hecho de que nunca se ha tirado en su cama así, completamente desnudo. Pero el resto sí lo ha hecho, y esta vez duda menos antes de envolver una mano sobre sí mismo. Se mueve lentamente, sus ojos cerrándose así puede pensar sólo en esto y no en si está o no avergonzado o loco por aceptar esto.
“Sabes,” dice Z casualmente, “Realmente me gustaría aprovechar esas esposas. Tu cama sería perfecta también, porque tiene esos postes. Necesitaríamos dos pares, porque querría atarte ambas manos, pero dejaría tus piernas libres para poder doblarlas y estirarlas de la manera que yo quiera.” Se pausa. “¿Todavía te estás tocando, Liam?”
Para y luego asiente antes de exhalar, posiblemente demasiado bajo para ser escuchado, “Sí.”
“Ya suenas follado, babe” le dicen. “Pero sigamos. Creo que me gustarías encima, eventualmente. Te ves como si pudieras levantarme contra la pared, abrirme y follarme justo ahí, justo así, pero me gustaría follarte primero, ver la armadura de calma que llevas caer. Creo que me gustaría romperte, Liam. ¿Te gustaría eso?”
Liam enlenta su mano en su miembro y roza con su pulgar la punta, gimiendo cuando esparce su líquido pre-seminal sobre ella. Es la única respuesta que Z obtiene, también, cuando Liam apreta más fuerte luego, moviéndose más rápido, estirando sus piernas un poco, doblándolas en las rodillas.
“Pero cuidaría de ti,” añade, como luego de pensarlo. “Como que me arrepiento de no averiguar cómo te ves cuando te tomo en mi boca, hoy. Apuesto a que podría haberlo hecho, ¿huh? Si Lou no hubiera aparecido, apuesto a que hubiera podido arrastrarte al baño y arrodillarme en una de las casetas, y tú me habrías dejado mamarte allí mismo. Probablemente pondrías tu mano en un puño en tu boca para camuflar tus sonidos, y estarías preocupado que alguien nos encuentre, pero no me dirías que pare no importa qué.”
Liam muerde su labio inferior y sus caderas se elevan un poco, casi follando su propio puño. No puede evitarlo, y no puede evitar imaginar lo que Z está diciendo, tampoco. Porque probablemente lo hubiera hecho todo. Y Liam quizás desea que lo hubiera hecho, quizás desea saber exactamente cómo Z se vería con esos labios suyos alrededor de Liam. Probablemente le sonreiría malévolamente, y Liam tiene un presentimiento de que es uno de los que les gusta que les tiren del cabello.
“Mierda, okay,” dice Z, y su voz es mucho más grave de lo que era cuando primero se pusieron al teléfono. “Sostén el teléfono entre tu hombro y tu oído, y levanta tu mano libre a tu boca. ¿Alguna vez te has metido dedos?”
Haciendo un sonido ahogado, Liam sacude su cabeza. “Yo—,”
“Lo has hecho,” adivina Z. “Pero no muy seguido, cierto, porque te averguenzas de eso. No deberías. Apuesto a que te ves perfecto así. Mierda, no importa, lo haremos la próxima vez. Necesito estar ahí para verlo. Quita tu mano de tu pene.”
Liam pestañea rápidamente. “Pero—,”
“Colgaré si no lo haces,” advierte, y Liam se suelta con reticencia. Su respiración es trabajada, y no puede pensar por el dolor y la necesidad de correrse. Estaba cerca, también. “Dime como te sientes.”
Se siente caliente, y desesperado, y debajo de eso está la verguenza y la confusión, pero mayormente – mayormente – “Yo sólo — quiero correrme.”
Z libera un gemido al escuchar eso, y el miembro de Liam se retuerce. Clava sus uñas en sus muslos cuando Z dice, “Sí. Sí, okay. Hazlo, babe.”
Lo hace, su mano justo encima de su pene, los músculos de su estómago endureciéndose. En el último segundo lanza un grito apagado, “Nombre. Necesito tu nombre. Z—,”
“Zayn,” dice. “Es— Zayn.”
“Zayn,” repite Liam. No es su intención estirarlo de esa forma, no es su intención que salga como un gemido de súplica, pero lo hace y los dedos de sus pies se retuercen y su corazón bombea y su respiración se agranda y se corre sobre su mano, el orgasmo sobre él.
Su cerebro hace un cortocircuito por un momento, y luego no hay nada excepto el sonido de la su respiración y la de Zayn en el mundo. Hasta que finalmente la niebla se disuelve y escucha un tren pasando del otro lado del teléfono. Liam pestañea y abre sus ojos, frunciendo el ceño. No hay ninguna vía de tren donde él vive, así que donde sea que está Zayn, está lejos.
Y tiene un nombre. Sabe quién es Zayn ahora, y Zayn parece darse cuenta de esto, porque deja salir un grave, “Mierda,” y cuelga.
Liam queda recostado allí por un largo tiempo, inmóvil, luchando por aire. Cuando se siente más como él mismo de nuevo, se sienta, dejando que la relevancia de todo lo que acaba de pasar se revele. Acaba de dejar que un criminal serio que apenas conoce le hable hasta el orgasmo, y encima de eso, ahora tiene toda la información que necesita para entregarlo. ¿Cuántas personas en la ciudad se llaman Zayn? Tiene un presentimiento de que sólo hay una, y no tiene idea de qué hacer con esa información.
sabryykiss
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
hola no one shot o mini novela es hermoso siguela cuanto antes me gusto mucho la idea de el gato y el ratón jsfgcvyeuvq
adiós síguela
lucy°london
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
vamos siguela no creo que pueda aguantar tanto sin tu one shot siguela siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
lucy°london
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
Penúltima Parte
Cuando llega al trabajo al día siguiente, va directo a la oficina de Harry, aunque se supone que debe estar en Regan Lane, checkeando la velocidad del tráfico, dando tickets a los que están acelerando. Debería haberse ido tan pronto como llegó, pero no puede todavía.“Zayn,” dice como modo de saludo.
Harry levanta la vista hacia él. “Huh?”
“Su nombre,” dice Liam. “Es Zayn.”
Harry le frunce el ceño por un momento antes de volverse a su computadora y escribir furiosamente. Un momento después dice, “Zayn Malik. Veinticinco, vive en la calle Prince. Antecedentes – ninguno, excepto en una instancia de asalto hace unos años, pero aparentemente fue absuelto.” Levanta la vista a Liam. “¿Ahora qué?”
Liam sacude la cabeza. “Honestamente no lo sé.”
“¿Tienes lo suficiente para conseguir una orden?” pregunta Harry. “¿Tienes suficientes pruebas para entregarlo?”
Liam debate esto por un momento. “¿Puedes encontrar su licencia de motocicleta, y la moto registrada a su nombre?”
Harry asiente y sus dedos se deslizan sobre el teclado de nuevo. “Harley del 2007 negra, registrada a su nombre hace tres años, y obtuvo su licencia no mucho después de eso en otra ciudad, por eso no apareció en la búsqueda original.”
“Eso puede ser suficiente,” dice Liam tranquilamente. “Aunque quizá no. Suficiente para una orden, quizás. Podríamos buscar en su casa. Si encontramos algo del dinero, podríamos arrestarlo, pero nunca se lo queda por mucho tiempo, así que no es probable. Pero él investiga todo de antemano. Nunca entra sin saber la organización de la casa, o todo lo que necesita saber sobre las residencias para justificar lo que hace.”
“Es organizado,” añade Harry. “Piénsalo; cuenta el tiempo perfectamente. Ejecuta todo perfectamente. No hay forma de que al azar busque páginas en el periódico y piense, 'Sip, esta es' y luego checkee la casa y entre. Probablemente tenga una oficina, o al menos un gabinete de archivos, o algo. No— una computadora con toda su investigación en ella.”
Los labios de Liam se elevan en una sonrisa. “Y un escáner de policías. Me lo dijo él mismo.”
“Eso es suficiente para atraparlo,” dice Harry. “Es completamente ilegal.”
“Lo sé.”
“Así que,” dice Harry lentamente. “¿Qué haremos?”
“Hablaré con él,” decide Liam. “Veré si puedo entrar a su casa. Quiero estar seguro que hay suficiente para entregarlo antes que consigamos la orden. Si no, entonces todo el plan sería inútil. Él— creo que confía en mí ahora. Me ha, um, enviado otros artículos, unos que no les di a los otros. Me ha estado diciendo antes de tiempo dónde va a atacar.”
Harry lo mira con incredulidad. “¿Es en serio?”
Liam asiente avergonzado. “Yo— no sé por qué no le dije a nadie, así que no preguntes. El hecho es que no lo hice. Pero si no hay nada en su casa que podamos usar en su contra, siempre podemos esperar hasta que me dé las pistas, y podemos quedarnos esperándolo. Si sólo entramos en el lugar, dejará de confiar en mí, y nunca lo atraparemos.”
Pasando una mano por sus rizos, Harry le lanza una mirada dudosa. “¿Pero en serio quieres hacerlo?”
“¿Hacer qué?”
“Alcanzarlo,” dice Harry. “¿En serio quieres hacerlo?”
Con su estómago retorciéndose, sus manos sudorosas, sus dedos sacudiéndose, Liam asiente y dice, “Sí, sí quiero.”
-
Zayn ataca otra vez. Está en su descanso, comiendo un sándwich en su escritorio cuando la llamada llega, y lo apresuran fuera de la puerta cuando todavía está masticando el último bocado. Esta vez Harry lo acompaña, lo que no pasa muy seguido. Harry es como un oficial de detrás-de-escena. Igual, está extremadamente agradecido con la presencia de Harry cuando llegan a la casa, porque su respiración se tensa y se queda sentado allí en shock.
“No lo hizo,” dice Harry, imitando sus pensamientos. “Mierda, creí que era más inteligente que esto.”
Liam sale del auto, sintiéndose entumecido mientras, con Harry a su lado, entra a la casa del alcalde.
El alcalde de su ciudad siempre ha sido una especie de cabrón, en la opinión de Liam, y eso todavía no ha cambiado hoy, aparentemente. Está gritando furiosamente a dos de los compañeros de Liam cuando él entra, y otros dos están parados detrás, viéndose como si quisieran hundirse en la pared.
“Tú,” espeta cuando Liam entra. Se aleja de los otros policías y choca una carpeta contra el pecho de Liam. “¿Tú eres Payne?”
Liam asiente lentamente. “Sí, señor.”
Le hace una mueca desdeñosa a Liam. “Estoy comenzando a pensar que es algo sospechoso,” dice mientras mantiene la carpeta contra su pecho. “Nadie es lo suficientemente inteligente para hacer esto. Necesitarían ayuda, ayuda desde el interior. Y luego encuentro esto en mi escritorio. Una carpeta dirigida a ti, y este tipo de aquí—,” señala con su pulgar sobre su hombro a uno de los otros oficiales, “dice que no es la primera vez. Dice que sigue dejando estas cosas para ti. Estoy comenzando a pensar que quizás no es coincidencia. Quizás no eres tan inocente como quieres que todos crean.”
La habitación está silenciosa, y Liam se tensa. Harry es el que habla por él, y escupe, enojado, “Liam es el mejor oficial de la fuerza. El hecho de que usted siquiera considera—,”
“No estaba hablando con usted,” espeta el alcalde Loren. “¡Estoy hablando con él, porque estoy intentando entender el hecho de que una persona consiguió entrar en mi maldita casa y robar setenta mil benditas libras cuando debería haber sido atrapado hace meses!”
Tragando, Liam toma la carpeta de sus manos y dice, “¿Le importa si investigo esto?”
El alcalde ríe. “Adelante. Pero ahora tienes un límite, Payne,” dice. “Quiero a este tipo detrás de las rejas antes del 21, o me voy a asegurar que la fuerza comience a investigar un poco más cerca de casa, y si tienes algo que esconder, cualquier cosa, la encontrarán. Y lo lamentarás. ¿Entendido?”
“Entendido,” dice Liam suavemente.
Cuando salen de allí, Harry está lleno de ira y Liam se siente a punto de vomitar. No encuentran nada, obviamente; nada para incriminar a Zayn, o apuntar un dedo en su dirección. Como si fuera poco, más de uno de sus compañeros lo miran como si fuera el culpable, y Liam supone que en realidad sí lo parece, porque lo es, ¿verdad? Ha estado reteniendo evidencia. Sabe quién es Zayn y no le ha dicho a nadie excepto a Harry.
Simplemente está demasiado cansado para lidiar con ésto.
Casi tiene un accidente en el camino a casa. Estaba planeando ir a lo de Zayn, en realidad lo había hecho, pero no había esperado que el día fuera tan difícil para él, y apenas había dormido la noche anterior. Lo hará mañana. Eso era lo que se estaba prometiendo a sí mismo cuando alguien dice, desde el asiento trasero, “Debes estar muy distraído hoy, oficial Payne. Siempre deberías checkear tu asiento trasero antes de entrar al auto.”
Liam se desvía peligrosamente a la izquierda, y el auto detrás del suyo toca la bocina. Liam rápidamente se estrecha, y luego mira por el retrovisor, aguzando la vista ante la sonrisa amplia de Zayn. Su corazón está probablemente intentando trepar fuera de su pecho, y Zayn estásonriendo. Está arruinando la vida de Liam sin siquiera intentarlo, y la ira que borbotona en Liam es inesperada pero potente.
“¿Qué carajo está mal contigo?” demanda Liam, echando miradas entre Zayn y el camino. “¿Qué estás haciendo?”
“He venido a negociar contigo,” explica Zayn mientras se inclina hacia adelanta así su cabeza queda en el lugar entre los asientos. “Pero quizás deberíamos hablar cuando no estés, ya sabes, manejando un vehículo y por lo tanto sosteniendo nuestras vidas en tus bastante atractivas manos.”
Liam lo mira boquiabierto, pero obedece, manteniendo la vista en el camino y girando el auto, cambiando su destinación. No mira por el espejo de nuevo hasta que está en la calle Prince, y luego sólo lo mira para ver la forma en que los ojos de Zayn se agrandan en sorpresa.
“Así que sabes donde vivo,” dice Zayn cuando Liam estaciona delante del edificio de apartamentos adecuado.
“Te das cuenta que entraste en mi auto, ¿verdad? Eso es ilegal,” le informa Liam. “Podría realmente arrestarte por eso.”
Zayn rueda los ojos como si Liam estuviera siendo dramático. “Te das cuenta que hay tutoriales en como entrar en autos en Youtube, ¿verdad? ¿Debería algo tan novato realmente ser considerado ilegal? Creo que en verdad estaría apenado si esa es la razón por la que me atrapan.”
Liam alza sus cejas y hace una mueca considerante antes de salir del auto, dar un portazo, abrir la puerta de Zayn y tirarlo fuera del vehículo. Ignora el sorprendido sonido que sale de la boca de Zayn y fácilmente lo vuelve para que esté en su espalda y lo empuja sin mucha gentileza contra el costado del auto, posicionando una pierna entre las dos suyas para mantenerlo asegurado.
“¿Qué estás—?”
“Tu inteligente bocota,” dice Liam mientras saca sus esposas, “en verdad está empezando a cansarme.”
“Pero no me puedes arrestar por eso,” protesta Zayn.
Liam zumba y cincha ambos brazos de Zayn hacia atrás y mantiene sus dos muñecas en una mano mientras abre las esposas, y luego las coloca en las muñecas en su mano y las cierra, dejándolas lo suficientemente sueltas para que el metal no dañe su piel. “Esposaría tu boca también, si pudiera.”
“Liam,” dice Zayn tensamente. “Quítamelas. Ahora.”
“Estoy harto de tí actuando como si tuvieras el poder en ésto.” Agarra los hombros de Zayn y lo aleja del auto, y luego comienza a guiarlo hacia el edificio. “Porque no lo tienes, en caso de que no te hayas dado cuenta.”
“Vete a la mierda,” escupe Zayn. “Tus órdenes no son graciosas.”
Deteniéndolos abruptamente, Liam pasa sus labios justo por encima del cuello de Zayn. “Yo me callaría si fuera tú,” dice.
Zayn aspira aire y tiembla. Satisfacción es lo que pasa por Liam. Es algo bueno ser el que juega con Zayn por una vez, en vez de Zayn jugando con él. Está harto de Zayn riéndose de él y burlándose. Si esto es lo que requiere para que pare de tratar a Liam como una broma, entonces ésto es lo que hará.
El edificio de Zayn no es el más bonito. Está en uno de los barrios bajos de la ciudad, y hay botellas de cerveza tiradas y colillas de cigarros en el césped. Liam abre la puerta y guía a Zayn, quien tropieza con cada paso, a través de ella y luego localiza la puerta que lleva a las escaleras. Toma un poco de esfuerzo para llevarlo allí, y Zayn hace ruidos de frustración todo el tiempo, pero está escuchando y quedándose callado, al menos.
Recuerda la dirección exacta que Harry le había dado, y cuando llegan al quinto piso, se mueve por el pasillo hasta que para frente a la puerta con el número 502 en ella y mete una mano en el bolsillo delantero de Zayn, sacando sus llaves. Zayn queda allí parado todo el tiempo, su boca colgando, abierta.
En el interior, Liam duda, frunciendo el ceño. No esperaba mucho, pero esto es definitivamente menos que eso. Con la cantidad de dinero que Zayn debería tener, incluso luego de haber donado la mayoría, esperaba algo un poco más lindo. En vez de eso lo que encuentra es un pequeño y sucio apartamento con una habitación grande, sólo una mesada separando la cocina del estar, que aparentemente sirve como baño, también, porque el sofá es un futón que actualmente está doblado con una almohada y una sábana desordenada encima.
Un hombro pega en el suyo, fuertemente, y se tropieza hacia atrás, dándole a la puerta con un fuerte sonido. Alza sus manos defensivamente, pero antes de que pueda empujar a Zayn lejos, unos labios encuentran los suyos. Dientes se clavan en su labio inferior y tiran, y puede sentir el calor del cuerpo de Zayn presionado completamente contra su parte delantera. No se mueve, demasiado sorprendido, pero cuando la boca de Zayn intenta forzadamente empujar la suya y abrirla, lo deja hacerlo. Su lengua se enrieda con la de Liam, sabe a café y humo y, extrañamente, a bayas. Es intoxicante.
Casi tan rápido como había empezado, el beso se rompe y Zayn le sonríe malévolamente. “Sólo te recordaba que yo sí tengo el poder aquí, en verdad.”
Liam hace un sonido grave en su garanta y empuja a Zayn contra la pared al lado de la puerta, empujando su cuerpo contra el suyo instantáneamente, bastante lo que Zayn había hecho con él, pero más agresivamente. “¿Siempre eres así de cabrón?” demanda, juntando sus frentes. “¿O es que esa parte de tu personalidad se reserva sólo para mí?”
“¿Siempre eres tan brusco, oficial?” contrarresta Zayn. “Porque estoy bastante seguro que estás abusando de tus privilegios.”
Muerde fuertemente el cuello de Zayn en respuesta, y Zayn abre su boca antes de elevar su mentón hacia arriba, dándole a Liam más espacio para pasar sus dientes sobre la piel que allí hay. “Crees que eres tan inteligente, ¿cierto?”
Riendo entre dientes, Zayn empuja sus caderas hacia adelante. “Bastante, sí.”
Apoyando una mano en la pared detrás de la cabeza de Zayn, Liam agarra su cadera con la otra y la empuja bruscamente hacia adelante cosa que una de las piernas de Zayn quede entre las suyas. Zayn instantáneamente embiste contra él, desvergonzadamente mordiendo su labio inferior mientras lo hace. Liam se toma un momento para recordarse a sí mismo lo que está haciendo. Todo lo que debe hacer es mirar abajo hacia lo que está vistiendo (todavía su uniforme del trabajo) para aclarar su mente. Es un oficial de policía, embistiendo contra uno de los más buscados criminales. Puede justificarse si se dice a sí mismo que lo está haciendo por una razón.
“¿Cómo lo haces?” pregunta Liam entre la lluvia de besos que está dejando contra el cuello de Zayn. “Perfectamente, cada vez, sin que te atrapen ¿Cómo lo haces?”
“Lo dijiste tú mismo,” responde Zayn casi sin aire. “Soy inteligente.”
Liam muerde su lengua para no contestar con la frustrada respuesta que desearía decirle. “Sí, pero me refiero— tienes que planearlo. Investigar.”
“Claro que lo hago,” admite. “Vamos, Liam, quítame estas cosas. Quiero tocarte. Vamos.”
Ignorándolo, Liam sube un dedo por los jeans de Zayn, justo sobre el cierre. “Dime primero.”
“¿Qué paso con los morales, Payne?” pregunta Zayn, intentando sonar lo más inafectado posible, aunque su voz se quiebra y recuesta su cabeza contra la pared. “¿En serio intentarás usar el sexo para hacerme hablar?”
Enganchando sus dedos en los orificios de los jeans de Zayn, Liam da un paso atrás y sigue moviéndose por la pequeña habitación hasta que llegan a su cama, y luego empuja el hombro de Zayn hasta que se hunde en ella, lo que hace con confusión en su rostro. Luego, Liam pone una mano en el hombro de Zayn para aferrarse mientras lentamente se cae a sus rodillas. Se lame su labios para añadir al efecto, y los ojos de Zayn se abren de par en par al verlo.
“Okay.” dice nerviosamente. “Okay, de acuerdo, yo— yo tengo un amigo que investiga por mí, y luego— y luego yo— vas a querer dejar de lamer tus labios si quieres que responda, porque eso me está distrayendo como la mierda, Liam.” se detiene y le da a Zayn una mirada expectante. “Y luego yo me tomo unos días para patrullar la casa, memorizar su rutina, conseguir cualquier código de seguridad necesario.”
Intentando no dejar que su sorpresa se muestre, Liam toca el miembro de Zayn con su boca sobre sus jeans para distraerlo, en caso de que su cara de póker no funcione. Pero sí está sorprendido. Pensó que Zayn trabajaba solo, pero claro que no lo hace. Claro que obtiene ayuda. Quizás— quizás Liam podría descubrir quién es y atraparlo en su lugar, y rezar para que declare contra Zayn, así él no tiene que hacerlo. Le quitaría el extraño sentimiento de culpa que le viene cada vez que considera realmente arrestar a Zayn él mismo.
“No pensé que tuvieras un compañero,” admite Liam, ojos en sus manos, que están ocupadas desabrochando el botón de los jeans de Zayn. “Es decir, pareces el tipo solitario. No pensé que confiaras en alguien lo suficiente para arriesgar que trabajen contigo.”
Zayn sisea en un exhalo cuando Liam desabrocha sus jeans y lo toca sobre sus boxers. “Yo— yo confío en él,” logra decir, su voz temblorosa. “Le confiaría mi vida y— mierda— es bueno en lo que hace.”
“¿Cuál es su nombre?” pregunta Liam casualmente, tirando los pantalones de Zayn hacia a abajo. El trasero de Zayn se eleva de la cama para ayudarlo, totalmente de acuerdo con ésto, aparentemente.
“No pasará, Liam,” dice Zayn. “No voy a decir quién es, así que ni te molestes.”
Hay convicción en su tono, pero sus ojos están cautos y suplicantes, como si quisiera que Liam parara el ataque porque sabe que va a perder. Liam lo hará— por ahora, decide, pero eso es sólo porque ve el bulto en los jeans de Zayn, que están en el piso a su lado. Intentando no verse muy satisfecho por la gran forma en que Zayn abre sus ojos, Liam saca el teléfono de los pantalones vacíos y presiona el botón de encendido.
“Tiene contraseña,” le dice Zayn. “Suerte si intentas averiguarla.”
Liam frunce el ceño hacia el teléfono y dice, con la mayor confianza posible, “No lo haré. Tú me la dirás.”
Pone ambas manos en las rodillas de Zayn y las mueve hacia arriba lentamente, deslizándolas debajo del suelto material de sus boxers. Sigue moviéndose tan alto como pueda, y luego arrastra sus uñas contra la sensible piel de allí cuando se separa. La piel de Zayn se marca sorprendentemente fácil, y se inclina hacia abajo para pasar su lengua sobre las enojadas marcas rojas que ahora llenan sus muslos.
Zayn se retuerce y el sonido de metal chocando llena la habitación al intentar quitarse las esposas, con una expresión frustrada. Liam intenta no verse muy satisfecho con eso, pero no puede evitarlo. Es bueno ver la armadura que siempre lleva Zayn rompiéndose lentamente, y piensa que ésto debe ser lo más cercano a Zayn que ha estado hasta ahora. No el hombre con la máscara y la chaqueta de cuero; no el de las gafas y el cabello hasta el cielo.
“Por favor,” deja escapar, sus cejas juntas, viéndose casi sufriendo. “Babe— Liam, por favor.”
Liam rueda sus ojos, como si ésto fuera demasiada penuria, y baja sus boxers. De nuevo, las caderas de Zayn se levantan de la cama para ayudarlo, y luego Liam está tirando la pieza de ropa, sin ver a dónde fue. (Aunque no pudo haber ido tan lejos, dado el tamaño del apartamento.)
Como era de esperarse, Zayn ya está duro, su miembro rojo y curvándose hacia su estómago. Liam envuelve una mano sobre él, apretando la otra en el muslo de Zayn, y luego se pregunta a sí mismo si en verdad está haciendo esto. Zayn hace un patético sonido y sacude las esposas, respondiendo por él: sí que lo está haciendo.
Liam lentamente mueve su mano de arriba a abajo hasta que las caderas de Zayn embisten, intentando que se mueva más rápido. Inclinándose, Liam presiona sus labios contra el tatuaje en la cadera de Zayn que puede ver escapándose por su camisa. Los mueve sobre el estómago de Zayn intentando igualar la acción en la otra cadera, su respiración chocando contra la piel de Zayn.
“Mierda,” gruñe Zayn. “Deja de burlarte y hazlo.”
Separa las piernas de Zayn, lo suficiente para encajar entre ellas, y Zayn tira su cabeza hacia atrás, sus ojos cerrándose. Hay algo en su postura, desplomada y tensa, que le dice a Liam que está desesperado por ésto, pero al mismo tiempo le cuesta estar tan vulnerable.
Es esa imagen que lo termina de convencer, y pasa el pulgar sobre la cabeza del miembro de Zayn, esparciendo el líquido que encuentra allí, y lentamente, deliberadamente, baja su boca y posiciona sus labios encima de la longitud de Zayn. Cuando llega a la cabeza, desliza su mano de nuevo hacia abajo para asegurar el miembro de Zayn y para de moverla, para envolver sus labios sobre la punta. Cuando mira hacia arriba, encuentra los ojos de Zayn en él, con su boca torcida, viéndose casi estupefacto.
Hay una cortina de sudor en el cabello de Zayn y encima de su labio superior, y su respiración es lo suficientemente trabajada para que Liam pueda ver cada vez que su pecho se mueve. No esta seguro si es bueno en ésto, pero cuando enrieda su lengua alrededor de la cabeza y bombea el miembro rápidamente con su mano apretada en un puño, el sonido retinente que parece ser robado de los labios de Zayn lo hacen pensar que quizás lo es.
Pero no baja sus labios, y Zayn intenta hacer que lo haga, intenta hacer que Liam baje sobre él. Todo lo que Liam tiene que hacer es poner una mano sobre la cadera de Zayn y no puede, y los sonidos frustrados que hace están saliendo casi tan seguido como los satisfechos.
“Dios,” Zayn muerde sus labios. “Estás tratando de matarme, ¿verdad?”
Liam gruñe en respuesta y mueve la mano en la cadera de Zayn y la que está alrededor de su miembro, pero deja sus labios en él. Zayn toma un minuto para entenderlo, y luego está subiendo sus caderas, insertando su pene más lejos en la boca de Liam en una sorpresivamente gentil manera, como si estuviera dando lo mejor para no dar a Liam más de lo que pueda tomar. No es mucho al principio, pero cuanto más se acerca a la garganta de Liam, se relaja cada vez más, y luego está cerrando sus ojos y preguntando en una voz totalmente follada, “¿Puedes tomarlo todo? ¿Crees que podrías, Li?”
Envolviendo una mano sobre él de nuevo, Liam retira su boca, moviendo su lengua para arrastrarla sobre la parte de abajo mientras sale. No se molesta en limpiar su boca mientras mira hacia arriba a Zayn y dice un simple, “Sí, probablemente.”
La cara de Zayn cae en esa expresión de casi sufrimiento. “Mierda,” dice apretadamente. “Deberías verte a tí mismo ahora; tus labios rojos, todavía en ese maldito uniforme. Tienes el rostro de un ángel pero la boca de un demonio, ¿alguien te lo dijo?”
Sin tener idea de cómo responder a eso, Liam traga el miembro de Zayn de nuevo, siendo lo más descuidado posible. Cuando se retrae, el pene de Zayn está brillando de saliva y sus ojos se ven casi negros al mirar abajo a Liam con una intensidad que lo hace temblar. Su propio miembro, duro en sus jeans, se retuerce. Luego baja su boca cada vez más abajo otra vez, y Zayn es cuidadoso para no embestir en su boca. Respirando por su nariz, se las arregla para tragar la mayoría de él.
“Malditamente perfecto,” escucha que Zayn murmura, pero está demasiado ocupado pestañeando hacia atrás las lágrimas que queman sus ojos.
Una voz en el fondo de su mente le recuerda por qué está haciendo esto, así que se mueve de nuevo hacia arriba y alterna entre deslizar su boca arriba y abajo tan rápido como puede, burlonamente envolviendo su lengua en el glande, y luego tragar todo lo que pueda de su miembro. No pasa mucho tiempo antes de que Zayn libere un último, inestable exhalo y diga, “Babe, yo— mierda, Liam, casi—,”
Liam sale de él abruptamente. Normalmente ésta sería la parte en donde o sigue y traga cualquier cosa que Zayn le ofrezca, o lo hace con su mano hasta que se corre en los dedos de Liam. En vez de eso, se inclina hacia atrás, descansando sobre sus manos, lejos de Zayn, estirando sus piernas delante de él en la imagen de comodidad.
“¿Qué— qué estás—?” Y luego se da cuenta, los ojos de Zayn iluminándose, y sacude la cabeza, su pecho trabajando. “No, Liam. No. Vamos. Mierda, por favor. Tan cerca. Por favor, te suplico, ¿qué más quieres de mí?”
Intenta salirse de las esposas de nuevo en desesperación, y todavía está sacudiendo la cabeza. Deja salir un grave, sucio gemido, Liam supone que, si fuera humanamente posible, Zayn hubiera roto las esposas ya con la fuerza con la que está luchando contra ellas.
“Dame la contraseña,” negocia Liam.
Zayn lo mira con furia. “Vete a la mierda.”
Liam se inclina hacia adelante de nuevo, pero lo único que hace es llevar su dedo por el interior del muslo de Zayn. Su miembro se ve dolorosamente duro de donnde sale entre un enriedo de rizos negros, y no hay absolutamente nada que Zayn pueda hacer al respecto.
“¿Cuánto tiempo llevará volverte loco?” se pregunta Liam. “Si te mantuviera así, sólo tocándote lo suficiente para mantenerte duro, pero nunca dejándote correrte.”
Zayn gimotea, y la mano de Liam apenas roza la punta de su miembro cuando dice, “9301. Es 9301, ahora déjame correrme, sádico bastardo.”
Sonriendo feliz, Liam lame una línea sobre su miembro una vez más para lubricar, y luego bombea a Zayn rápidamente, el golpeteo de piel contra piel siendo el único ruido de la habitación, aparte de los coreos de Zayn de, “Gracias. Gracias. Mierda, gracias.”
Liam muerde la cadera de Zayn— sólo porque puede— y dice, “Córrete.” Lo hace un momento después, sosteniendo su respiración, su rostro estrujado. Liam gentilmente besa sus labios, y Zayn lo permite mientras deja que se vaya su orgasmo.
“¿Tienes algo con lo que pueda limpiarte?” pregunta, parándose y mirando a su alrededor.
Zayn lo mira exhausto y confuso. “Lo haré yo mismo cuando me quites las esposas.”
Liam lo mira con cariño y se dirige a la única puerta del apartamento, encontrando el baño. Localiza una toalla, la moja un poquito, y limpia su mano primero antes de llevarla a Zayn y limpiándolo a él también. Luego, ayuda a que Zayn se ponga sus boxers y dice, “Nos vemos luego, Zayn.”
“¿Qué? ¿A dónde vas?” demanda cuando Liam se dirige a la puerta. “¡No te puedes ir! ¡Todavía estoy esposado!”
Liam le da una sonrisa altanera. “Enviaré la llave a tu casa con Louis luego de que nos reunamos.”
Zayn hace un sonido de sorpresa. “¿Cómo supiste—?”
“Sólo tienes cuatro contactos, y tres de ellos son mujeres,” explica Liam. “Dijiste que tu compañero era hombre. Y si eso no es suficiente para decirme que es él, tu rostro ahora lo es.”
Con su boca abriéndose como un pez fuera del agua, Zayn queda ahí parado, sus brazos todavía atrapados detrás de su espalda, y mira sorprendido a Liam hasta que sale por la puerta. Mientras la cierra detrás de él, escucha un débil, suplicante, “No, Liam. No lo hagas.”
Lo ignora.
Zayn de alguna manera consigue abrir la puerta, y corre detrás de Liam, quien no para su camino al auto aunque Zayn entre con él, dándose vuelta y doblándose incómodamente para apretar sus dedos debajo de la manija. Todavía está en sus boxers, lo que sería gracioso si no fuera por la mirada en su rostro.
“¿Qué?” pregunta Liam, alzando sus cejas. “Creí que confiabas en este tipo. ¿Asustado de que te va a delatar?”
“Enciende el auto.” Ignora la pregunta y se vuelve hacia Liam. “Y quítame las malditas esposas.”
Su voz está grave y hay un peligro en ella. Liam titubea y, con un suspiro, hace lo que le ordenan. Mira cuando Zayn flexiona sus dedos, y se siente mal por la marca roja que ahora cubre sus muñecas. Considera tomar la mano de Zayn para examinarla, o besarla para que se mejore, pero la mirada enojada de Zayn hace muy claro que no le está permitido hacerlo.
“Ahora conduce.”
El auto permanece silencioso luego de eso, silencio que sólo se rompe cuando Zayn le ladra la dirección. Terminan en lo que es considerado uno de los peores barrios de la ciudad. No es que haya mucho crimen allí (no más que en el resto de la ciudad, realmente), pero las casas son todas viejas y ruinosas, y los patios no han sido verdes en años, y la ciudad apenas se asegura que los parques estén limpios.
“Estaciona aquí,” instrucciona Zayn. Liam hace lo que le dicen, parando el auto en frente a una ruinosa casa de dos pisos. Hay un porche, pero la pintura se está saliendo y uno de los escalones está hundido. Sin embargo hay una sorprendentemente nueva, de aspecto caro, camioneta en la entrada. “Dame cinco minutos.”
“¿A dónde vas?” pregunta Liam, inclinándose hacia adelante para mirar mejor fuera del vidrio. “¿Quién vive aquí?”
Zayn no responde y sale del auto. Liam lo mira mientras camina hacia la casa, cuidadosamente evita el escalón roto cuando sube las escaleras, y luego entra en la casa sin golpear. Liam se queda allí sentado, demasiado confundido para hacer otra cosa.
Fiel a su palabra, Zayn vuelve cinco minutos después, esta vez con jeans puestos. Cierra la puerta detrás de él, pero se abre de nuevo instantáneamente y una pequeña figura se tira a ella misma a la espalda de Zayn, hasta que él para y desenrieda sus brazos de alrededor de él. Hay una sonrisa en su rostro cuando la levanta (aún cuando ella no es tan chica, quizás doce o algo así, adivina Liam) y la lleva de nuevo hacia la casa, diciendo algo todo el tipo mientras ella hace un puchero y cruza sus brazos sobre su pecho.
Zayn se desliza en el asiento del pasajero una vez que la depositó en su casa. “Okay,” dice. “Vamos.”
“¿A dónde?” pregunta Liam, sin encender el auto.
Los labios de Zayn se retuercen incómodamente y se gira para mirar fuera de la ventana, lejos de Liam. “La estación. Me entregaré, mientras prometas mantener a Louis fuera de esto.”
“Zayn—,”
“No, Liam,” dice, enojado. “Si quieres que todo esto termine, entonces lo terminaremos. ¡Pero lo dejas a él afuera de ésto, mierda!”
Liam lo ignora y saca las llaves completamente del orificio. Quienquiera que viva en la casa en la que Zayn acaba de entrar, están espiando por la cortina, mirándolos. Sin embargo, no puede distinguir una cara o algún rasgo.
“¿Por qué lo haces?” pregunta Liam finalmente. Se vuelve hacia Zayn, con genuina confusión en su rostro. “No lo entiendo. Sabes que está mal, no puedes decirme lo contrario. Es por eso que siempre te aseguras de atacar a las peores personas. Es por eso que sólo robas de aquellos que puedes excusar, convencerte a tí mismo que lo merecen porque necesitas justificar tus acciones. Y vives en una mierda de apartamento, Zayn. ¿A dónde va todo el dinero? Donas la mayoría, pero te quedas con algo. Suficiente que no deberías estar tan mal económicamente. ¿Qué haces con él?”
“La mitad va para Louis,” responde Zayn suavemente. “Su madre es una madre soltera, y tiene demasiados niños para alimentar. Él la ayuda lo mejor que puede, intentando hacer las cosas más fáciles para ella.”
“¿Y el resto?”
“Mis hermanas,” admite Zayn. “Es decir, mierda, estás mirando a la mitad ahora,” dice, señalando la camioneta. “Mi— mi, uh, mi madre murió. Hace seis meses. Papá falleció cuando yo tenía siete. Mi hermana es la tutora legal de las niñas, pero apenas estaba consiguiendo suficiente dinero para sostenerlas. Trabajaba todo el tiempo, también, así que mi segunda hermana tenía que quedarse a cuidar de Safaa todo el tiempo en vez de vivir su vida como debería hacerlo.”
Le sonríe malévolamente a Liam pero está mal, no es la manera en que lo hace usualmente. “Yo estaba en la escuela de medicina por esos tiempos. Debería estar allí, y planeo volver eventualmente, sólo no podía dejarlas esforzándose tanto. Pero sin un diploma, no estoy calificado para hacer nada, sin importar lo inteligente que sea, así que estaba trabajando en una mierda de pizzería, sí, y este tipo entra. Un imbécil total, y Louis— él es la razón que conseguí el trabajo, y teníamos el horario juntos— mencionó que reconocía al tipo. Aparentemente estaba en el periódico o algo. Y está en el teléfono, hablando sobre el hecho de que siempre tiene unos pocos miles en su casa, por si acaso, y yo sólo pensé— ¿por qué no?”
“Por qué no tomarlos,” adivina Liam.
“Exacto,” dice Zayn. “Mierda, exacto. No era justo que no tuviéramos nada, y algunos de los más hijos de perra en el maldito mundo lo tuvieran todo. ¿Y qué afectan cincuenta mil a alguien que tiene diez veces más en el banco y una casa de un millón de dólares para hipotecar?”
“¿Por qué donar la mayoría, entonces?” no puede evitar preguntar. “¿Por qué no quedárselo todo ustedes?”
Zayn se encoge de hombros. “Porque hay muchas personas en la misma o en situaciones similares, y quizás estoy harto y malditamente cansado de mirar a la gente esforzándose tanto. Quizás no eres el único con un complejo de héroe, Liam. Yo sólo lo hago de forma diferente.”
Pasando una mano por su rostro, Liam deja salir un largo exhalo. No hace mucho para aclarar su mente. “Tienes que parar,” dice luego de un minuto. “Zayn, tienes que parar.”
“Lo sé,” admite Zayn. “Y planeo hacerlo.”
“¿Cuándo?”
“Dos casas más,” dice Zayn. “Quince mil más, y tendré cincuenta guardados. Eso es suficiente para volver a la escuela y todavía mantenerlas. Y luego volveré a la escuela al final del verano.”
Liam sacude la cabeza. “No es suficiente. Necesitas parar ahora. ¿Te das cuenta lo que has hecho? ¿ Lo que hiciste hoy?”
Zayn aguza la vista. “No puedes decirme que el bastardo no lo merecía. ¿Sabes a qué cargos respondía, Liam? ¿Estás consciente de lo que hizo?”
“Yo—,”
“Manejando ebrio,” dijo Zayn. “Y tampoco era su primera ofensa. El niño que mató tenía once, y se liberó de los cargos de alguna manera, y la familia no obtuvo nada de él. Ni una maldita cosa. Salió del caso con la conciencia malditamente limpia.”
“¡Es el alcalde, Zayn!”
“Sólo porque alguien tenga poder, no significa que deban estar exentos de la ley,” dice Zayn sombríamente.
“Sí, no, estoy de acuerdo,” dice Liam. “Lo estoy. Pero mierda. No va a parar. No hasta que te atrapen. No puedes darte el lujo de hacerlo de nuevo. No puedo darme el lujo de que tú lo hagas de nuevo.”
“¿Qué tienes tú que perder en esto?”
“Mi trabajo,” admite Liam. “Parece que tú dejándome esos sobres hace que la gente hable. Piensan que te ayudo.”
Zayn se tensa visiblemente. “No pueden,” insiste. “Ellos— no. No, yo no— no quería que eso pasara. Mierda.” Agarra el muslo de Liam, apretándolo. “Lo arreglaré. Confía en mí, lo haré.”
“Sólo detente,” le dice Liam. “Es la única manera en la que puedes hacerlo.”
“No puedo,” dice arrepentidamente. “Lo siento, Liam, pero no puedo.”
Liam le devuelve su teléfono a Zayn y le dice, muy seriamente, “Entonces sal de mi auto. Y para de textearme. Y no quiero hacerlo, sabes que no quiero, pero si te encuentro en una escena del crimen de nuevo, Zayn, te arrestaré. Es como tiene que ser.”
Luego de buscar en sus ojos por un momento, Zayn asiente. Se inclina hacia adelante y presiona un beso en la mejilla de Liam. “Okay,” dice. “En serio lo siento por arrastrarte adentro de todo esto en primer lugar. Supongo que eres demasiado atractivo para tu propio bien, oficial.”
Liam mira fijamente fuera de la ventana hasta que se va, y una vez que la puerta se cierra detrás de él, Liam se aleja del cordón. Se dirige a casa, se cambia a ropas casuales, y llama a Harry y, juntos, van a ver a Niall. Cuando vuelve a casa esa noche, ya le ha admitido todo a los dos y está tan borracho que Harry lo tiene que acarrear dentro de la casa.
Pero eso fue realmente. Zayn no le manda más textos. En la siguiente escena del crimen, hay otro sobre, pero tiene el nombre de otro oficial en él. No es estúpido, sabe lo que Zayn está haciendo. Trata de quitar atención de Liam, pero no funciona en verdad.
El 22, Liam entrega su nuevo teléfono, y también lo someten a una búsqueda en su oficina. También lo sacan del caso, y oye a sus compañeros susurrar cuando piensan que no los escucha. Todos están esperando su despido, y Liam lo está esperando también.
Es llamado a la oficina de Jacobson unos días después, y entra en pánico. Sabe que no ha hecho nada por lo que lo puedan atrapar, mayormente. Todo lo que hizo en primer lugar fue retener evidencia, y sabe que nadie puede probarlo. Igual, este tipo de incidentes es suficiente para que lo saquen de la fuerza. Si llega a oídos públicos, Jacobson no tendría otra opción. Cuando Liam comenzó a trabajar allí, había un oficial que fue acusado de formar parte del grupo de drogas local. Mientras nada fue probado oficialmente, y nunca fue arrestado por eso, la investigación se esparció lo suficiente que la prensa se enteró, y no mucho tiempo después fue despedido.
“Siéntese, Payne,” Jacobson ordena cuando entra en la habitación. Cuidadosamente se quita las gafas y las dobla antes de ponerlas sobre la mesa. “No estés tan asustado, no voy a echarte.”
Liam exhala nerviosamente e intenta sonreír a eso, pero no puede. En vez de eso se sienta, como fue ordenado.
“Eres un buen oficial, Liam.” empieza Jacobson. “Lo has sido desde el día en que empezaste. Haces tu trabajo y lo haces bien. Tienes una buena reputación por eso, también. ¿Lo sabías?”
Liam sacude su cabeza. “No, no realmente.”
“Bueno, la tienes,” dice Jacobson. “Pero los eventos recientes— no puedo dejar que algo como eso se me deslice, te das cuenta.”
“Sí, lo sé.”
“Así que tenemos que hacer algo al respecto,” dice. “¿Alguna idea?”
De nuevo, Liam sacude su cabeza. “No, señor.”
Jacobson suspira y dobla las manos sobre la mesa. “Tengo una sugerencia. Sé que quizás no la escuches, porque le tienes cariño a Styles, y los dos parecen inseparables, pero— hay una vacante en la fuerza de la ciudad más cercana.”
Liam frunce el ceño. La ciudad más cercana está solamente a alrededor de media hora de viaje, pero es más pequeña. Liam siempre pasa por allí cada vez que va a visitar a sus padres. “¿Qué hay con eso?”
“Quiero que la tomes,” dice Jacobson. “Ya he hablado con un amigo mío que trabaja ahí. El papeleo podría ser hecho rápidamente, podrías ser transferido para junio.” Se pausa. “No te estoy preguntando, Liam. Sé que no tuviste nada que ver con cualquiera de esos robos, eres demasiado inteligente para eso. Pero la evidencia es incriminatoria, y tengo que hacer algo. Los de más arriba me patearían el trasero si no lo hiciera.”
“Pero—,”
“Dos años,” dice Jacobson. “Luego puedes postularte para transferirte de nuevo aquí, y te aceptaré enseguida. Necesitamos agarrar a este tipo primero, o esperar que todo se olvide. Dos años no es tanto tiempo, y creo que te gustaría. Tendrías un compañero permanente. Mejor paga, en realidad. Menos horas, o más, si las quisieras.”
“¿Puedo pensarlo?” pregunta Liam.
Jacobson asiente. “Te sugiero que lo hagas, Liam. Eres un buen chico. Harás lo que es correcto.”
Liam asiente y se para. Se dirige a la puerta pero luego se da vuelta y dice, “Gracias.”
Recibe una sonrisa a cambio. “Sal de aquí, Payne. Todavía tienes una hora más de trabajo.”
Liam devuelve la sonrisa, incluso si es débil, y vuelve a trabajar. Sin embargo, le cuesta volver a hacer papeleo. Quince minutos después está sentado en su escritorio, y Harry mete la cabeza adentro y dice, “Tu chico,” y nada más.
Liam asiente en respuesta y vuelve al trabajo, una pequeña parte de él preocupada. Por primera vez. No se había preocupado ninguna de las otras veces, pero ahora sí. Preocupado de que atrapen a Zayn. Preocupado de que ésta será la vez que se equivoque porque todos se equivocan tarde o temprano, incluso él.
Su turno termina antes de que vuelvan, pero Harry pasa por su casa y le hace saber que Zayn está bien, y sonríe malévolamente y añade, “Es demasiado inteligente para su propio bien. Estoy casi impresionado. Casi.”
No puede evitar sonreír con cariño. “Definitivamente lo es.”
Harry asiente y mete las manos en los bolsillos de sus jeans. “Si tomas el empleo, todavía vendrás a visitarme, ¿verdad?”
Liam levanta la vista, sorprendido. “¿Cómo te enteraste de eso?”
Bufando, Harry saca su celular y lo gira puntualmente en sus manos. “No eres el único que recibe textos de acosadores, para que sepas.” Frunce el ceño. “Pero a mí no me adulan. ¿Es que no soy lo suficientemente atractivo para que los ladrones genios me adulen? ¿Por qué no?”
“No tengo idea cómo diablos se enteró de eso,” dice Liam. “A mí me lo dijeron hoy.”
“Te dije, es demasiado inteligente para su propio bien,” dice Harry. “¿Pero vas a hacerlo? Es decir, a tomar el trabajo.”
Liam se encoge de hombros y se hunde en los almohadones demasiado suaves de su sofá. Siempre le han irritado. Salir de allí es siempre una enorme tarea que requiere mucho esfuerzo. “No estoy seguro,” admite. “Quizás. No tengo muchas opciones.”
Harry lo abraza y apretuja. “Es solo una media hora de viaje, ¿verdad?” dice como si no fuera un gran dilema, pero sus ojos están brillosos. Harry siempre ha sido del tipo emocional.
“Verdad,” dice Liam. “Podría venir a tomar algo contigo al bar todas las noches si quisiera.”
“Te confiaré eso,” promete Harry.
Y así, Liam ya se decidió. Como dijo, realmente no tiene muchas opciones, y como dijo Harry, no es tan lejos, ¿verdad? Y quizás sería lindo cambiar los alrededores y trabajar en algún lugar en donde la gente no lo mire de costado. Quizás hasta le guste. Quizás hasta le guste más.
Al día siguiente va a la oficina de Jacobson y acepta la transferencia.
sabryykiss
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
hola
dios me haz dejado mal no pedo creer que liam se va a ir ,espero que zayn haga algo o al manos que no atrapen a zayn solo siguela me dejaste con una gran intriga
dios me haz dejado mal no pedo creer que liam se va a ir ,espero que zayn haga algo o al manos que no atrapen a zayn solo siguela me dejaste con una gran intriga
lucy°london
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
Ha estado empacando lentamente mientras los días pasan, sin necesidad de apurar las cosas. No es como si tuviera tantos muebles de todos modos. Pero es raro ver todo lo que le pertenece estar empacado en demasiado poco espacio. Es raro ver sus cosas desaparecer del estar, y ver la casa cada vez más impersonal a medida que el tiempo progresa. Harry había venido de visita un día y encontrado las cajas, y desde entonces se ha refusado a poner un pie en la casa de Liam. Se lo está tomando peor que Liam, posiblemente. Niall, por otra parte, se ofreció a ayudar, y un amigo suyo trabaja con una compañia de mudanzas y dijo que podría darle a Liam un descuento.
Luego de trabajar, unos pocos días antes de irse, llega a casa para encontrar todas sus cajas movidas. Las ha estado dejando en el estar, apiladas detrás del sofá. Ahora no están allí.
Las busca lentamente en la casa, y encuentra todas sus cajas apiladas hasta el techo en la cocina. Sabe que no fue Harry porque, de nuevo, Harry se refusa a entrar en su casa. Niall no vendría sin Liam estando allí. Excepto que él mismo hubiera hecho todo esto mientras dormía y luego se hubiera olvidado, alguien obviamente estuvo en la casa.
Escucha un ruido en el piso de arriba y se da cuenta de que no, alguien no estuvo en su casa. Alguien todavía está en su casa.
Mirando a su alrededor en busca de un arma, lo único que encuentra es un cuchillo, y no tiene muchas ganas de apuñalar a alguien. En su lugar, abre la caja más cercana a él que tiene las etiquetas “cosas del estante” y localiza su trofeo de corredor que había ganado unos años atrás. Lo da vuelta, sosteniendo la pequeña figura con el uniforme de correr en su mano, la base lejos de él porque es pesada y hecha de metal.
Tan silencioso como puede, Liam sube las escaleras. Escucha otro ruido proveniente de su habitación, y camina en puntas de pie por el pasillo. Cuando llega a su puerta, envuelve su mano libre sobre el pestillo, respira profundamente, y la abre.
Debería haberlo sabido, piensa un segundo después cuando encuentra a Zayn despatarrado en su cama, sus brazos cruzados detrás de su cabeza, pareciendo más que cómodo. Su chaqueta de cuero está abierta y la remera que está usando debajo tiene un escote lo suficientemente bajo que Liam pasa un momento intentando descifrar los tatuajes que están dispersos en su pecho y clavícula.
“¿Es en serio?” pregunta, bajando el trofeo. “Podría haberte matado.”
“Muerte por trofeo,” dice Zayn. “Eso hubiera sido trágico.”
Suspirando, Liam apoya el trofeo en su vestidor y cruza los brazos sobre su pecho. “¿Te puedo ayudar en algo, o sólo viniste a redecorar?”
Zayn se sienta y cruza sus piernas, una sonrisa recorriendo su rostro. “Hice eso sólo para joderte, si estamos siendo honestos.”
“Gracias por eso,” dice Liam sarcásticamente. “De nuevo, ¿te puedo ayudar en algo?”
“En realidad, sí.” La sonrisa en su rostro se pierde, revelando una expresión nerviosa. Arruga el acolchado de Liam y dice, “Mi hermana hará una gran cena mañana y me estaba preguntando si querrías venir.”
No es su intención verse sorprendido por ésto, y lo hubiera intentado evitar si hubiera podido anticipar la expresión herida y molesta que cruza el rostro de Zayn. Antes que pueda contestar, Zayn se está levantando de la cama y dirigiéndose a la ventana.
“Olvídalo,” dice. “Igual pensé que no querrías.”
“No, espera—,” Liam se mueve hacia adelante rápidamente y agarra su brazo. “Ni me diste tiempo para responder.”
Zayn se da vuelta, su vista aguzada. Así de cerca, sus pestañas son increíblemente largas; distraen. “Tu rostro ha contestado por tí.”
“Sí quiero,” dice Liam firmemente. “Me gustaría, es decir. Yo— sí. Iré.”
Ahora es el turno de Zayn de verse sorprendido. “¿En serio?”
“En serio.”
Con su sonrisa de nuevo en su rostro, Zayn tira una pierna fuera de la ventana. “Genial. Recuerdas dónde viven, ¿verdad? Ve alrededor de las seis. Si llevas helado, te amarán.”
Y luego se tira de la ventana. Liam se asoma por ella y distingue a Zayn en el suelo, limpiando sus manos. “Podrías haber usado la puerta, sabías,” le llama.
Zayn levanta su cabeza y sonríe. “¿Qué hay de divertido en eso?”
Liam sacude su cabeza y lo ve cruzar el jardín y luego desaparecer en el bosque detrás de su casa. Un minuto después escucha la motocicleta encendiéndose y finalmente cierra la ventana y va de nuevo al primer piso. Tiene que mover todas sus cajas de nuevo. Probablemente debería haber obligado a Zayn a quedarse y ayudarlo, pero no le molesta. No en verdad.
-
Se estira su remera mientras sale del auto. No estaba seguro qué debía usar. ¿Era una camiseta demasiado casual? ¿Era una camisa demasiado formal? Al final optó por jeans, una sudadera, y un blazer sobre la sudadera. Casual y formal. ¿Verdad? Ugh, ésta es la razón por la que no hace cosas como éstas.
Las dos bolsas en sus manos son sorpresivamente pesadas, y es consciente de que se pasó un poco. Pero Zayn no había especificado. Sólo dijo que llevara helado. Liam fue al mercado, y miró a todos los sabores diferentes, y luego quedó indeciso, y terminó comprando uno de todos los que tenían disponibles. Espera que su freezer sea grande.
La motocicleta de Zayn está en la entrada, estacionada detrás de la camioneta. Liam se toma un momento para apreciarla, toda negra y brillante. Sólo ha visto a Zayn en ella una vez, pero se veía bien en ella. Le pegaba.
Cuidadosamente evita el escalón roto mientras sube las escaleras, y levanta su mano para golpear la puerta. Antes de que pueda hacerlo, se abre y aparece una chica joven con ojos grandes y una sonrisa traviesa.
“¿Quién eres tú?” pregunta, poniendo una mano en su cadera.
“Um, soy Liam,” dice incómodamente, intentando sonreír sin parecer un loco. “¿Está aquí Zayn?”
“¿Tú eres su novio?” demanda la chica.
Alguien la agarra desde atrás y levanta del suelo antes de empujarla fuera de su vista. Zayn se arregla la camisa después y sonríe a Liam como bienvenida, lo que hace a Liam pensar que no tiene idea lo que ella había dicho, pero el rojo en sus mejillas dice lo contrario.
“Puedes entrar, sabes,” añade Zayn. “Salvo que te quieras quedar aquí parado.”
“Cierto.” Liam entra en la casa y cierra la puerta detrás suyo. “Traje helado, como dijiste.”
Zayn ríe y su mirada cae a las bolsas de Liam, y el sonido se corta abruptamente. “Cristo, ¿qué compraste, todo el negocio?”
“Algo así,” admite. “No dijiste un sabor específico, y no sabía qué comprar. Pensé que sería mejor traerlo todo que arriesgarme a traer uno sólo y que todos lo odien.”
“Dios, eres adorable,” dice Zayn, sacudiendo la cabeza. Quita una de las bolsas de las manos de Liam y dice, “Sólo quédate los zapatos puestos.”
Liam lo sigue a la cocina. Mientras la casa se ve en ruinas desde afuera, es sorpresivamente linda adentro. Las paredes se ven recientemente pintadas (el tenue olor a químico que hay en el aire es la indicación), está inmaculadamente limpia, y los muebles se ven nuevos.
El olor a vegetales cocidos está en el aire, y Liam no puede recordar la última vez que comió una comida casera. No es malo en la cocina; en realidad cocina bastante bien, sólo que no hay un punto en cocinar toda una comida sólo para él, así que tiende a o pedir algo del delivery, a poner algo en el microondas, o a comer un sándwich. Lo que sea que están cocinando en la casa huele tan bien que hace que su boca se haga agua.
Hay una chica más grande en la cocina, revolviendo cosas con la cuchara de madera. Una un poco más joven está sentada en la mesa, un teléfono en su oído, y no mira hacia arriba cuando entran. La que estaba en la puerta está también en la cocina, intentando robar cosas de la sartén, aunque sus manos son quitadas cada vez que se acerca demasiado.
Zayn tose fuertemente y todos lo miran, y luego tres pares de ojos miran a Liam. Intenta no moverse incómodamente y trata de verse feliz de estar allí. (Que en realidad lo está, okay, sólo que él no hace cosas como ésta.)
“Éste es Liam,” dice Zayn, poniendo una mano en el hombro de Liam. “Liam, éste duendecillo es Safaa, la del teléfono es Waliyha, y la que te dará comida envenenada es Doniya.”
“Un placer conocerlas,” dice Liam con honestidad.
“No puedo creer que salgas con un policía,” murmura Doniya, pero sonríe a Liam para suavizar sus palabras. “En realidad, no puedo creer que salgas con alguien. ¿Sabe Liam lo tonto que eres?”
“¿Así que sí son novios?” pregunta Safaa.
“¡Liam trajo helado!” dice Zayn fuertemente, sosteniendo una de las bolsas. “Suficiente para ponernos a todos en comas de azúcar. Hablemos sobre eso.”
Los ojos de Safaa se agrandan y se vuelve a Doniya, quien sacude su cabeza firmemente y dice, “No hasta luego de cenar.” Zayn, por otro lado, ya está sacando bols de un armario.
“Sólo siéntate,” añade a Liam, quien asiente y toma asiento, una sonrisa genuina y sin forzar en su rostro cuando Zayn y Safaa ignoran el no rotundo de Doniya y se sirven un bol de helado. Le ofrecen uno a Liam también, pero sacude su cabeza, indicando que no. En realidad no tiene idea cómo va a lograr comer algo hoy porque su estómago está danzando y revolviéndose nerviosamente.
Hay una charla cómoda y familiar cuando Doniya regaña a Zayn, y todas las niñas se burlan de él, y Zayn intenta darle a Safaa todo en el mundo sin importar lo que diga Doniya.
Finalmente la comida es puesta en los platos, y Liam se ofrece a ayudar pero lo niegan inmediatamente, y Doniya y Waliyha lo arrullan.
“Es tan amable,” dice Waliyha. “Y también está bueno.”
“¿Zayn te está pagando?” le pregunta Doniya. “¿Te engañó dentro de ésto?”
“No estamos saliendo,” espeta Zayn. Todos lo miran, incluyendo Liam, y está completamente sonrojado. “¿Qué? No lo estamos. Nunca dije eso.”
“No en esas palabras,” discute Doniya. “Pero sí lo dijiste.”
“No me averguencen cuando Liam llegue,” se burla Waliyha, haciendo su voz aguda. “Quiero agradarle. Quisiera adoptar bebés con él y también quisiera usar sus esposas y esposarlo a mi cama y—,”
“¡No delante de Safaa!” sisea Doniya.
“Nunca dije nada de eso,” añade Zayn. “Lo juro.”
Doniya parece tomar lástima a Zayn porque deja de burlarse para servir la cena. Un plato aparece delante de Liam, desbordándose de vegetales rostizados y pollo y un bollo de manteca. Zayn se sienta junto a él, y su plato es igual, pero sin la carne.
“Vegetariano,” explica. “Desde que tenía veinte.”
“Trabajó en una carnicería,” explica Doniya. “No ha sido el mismo desde entonces.”
Zayn hace una mueca y pincha una papa. Liam hace lo mismo, y está bien. Está todo bien, no sólo la comida. La conversación varía de lo que hizo Safaa hoy en la escuela a Waliyha rogando a Zayn que le preste su moto a Doniya preguntándole a Liam sobre su trabajo. Sin embargo, inevitablemente la conversación vuelve a burlarse de Zayn.
“Cuarenta y siete cómics, la última vez que checkeé,” está diciendo Waliyha, haciendo una cara a Zayn. “Los tiene escondidos en una caja también, como revistas prohibidas, porque sabe lo perdedor que es, y no quiere que nadie más lo sepa.”
“Cállate,” dice Zayn firmemente. “O sino, le diré a Doniya lo que te vi haciendo con Mark el jueves pasado cuando ella estaba trabajando y Safaa había ido con Lou.”
“No lo harías,” dice, su boca cayendo abierta.
“¿Qué, exactamente, hiciste con Mark el jueves pasado?” demanda Doniya.
Una mano apreta su muslo, y Zayn le envía una mirada de costado, sus cejas alzadas. Liam la devuelve con una suya, y Zayn lo mira por un largo tiempo antes de que sus labios se alcen y diga, “Les importa si le muestro mis cómics a Liam?”
Las chicas están demasiado ocupadas discutiendo y Safaa está demasiado ocupada robando un cartón de helado del congelador, así que nadie responde. Zayn se encoge de hombros y se para, esperando que Liam haga lo mismo. Limpia su vajilla primero, y también la de Zayn, lo que parece divertir a Zayn porque hay una sonrisa en su rostro todo el tiempo.
Lleva a Liam por las escaleras, que crujen debajo de sus pies pero están cubiertas de una alfombra que parece nueva. Hay cuatro puertas arriba, y Zayn gira hacia la primera.
Las paredes están pintadas de un profundo azul, pero pintarlas fue inútil ya que casi cada centímetro de la habitación está cubierto de pósters y bocetos. Encuentra uno de Batman que también él tenía en la casa de sus padres, y que lo había tenido desde que había salido.
La habitación está desordenada, y se ve vívida. La cama no está hecha, hay ropa tirada en el suelo, y la habitación no tiene ese viejo olor que la mayoría de ellas tienen cuando nadie las ocupa. Reciba una explicación para ésto un momento después cuando Zayn dice, “Me quedo aquí unas veces a la semana para ayudar. Don trabaja los turnos de la noche a veces.”
Hay un Zayn, el que ha conocido desde el principio, sarcástico y demasiado inteligente para su propio bien, que dice todo como si fuera una insinuación sexual y sonríe malévolamente en vez de normalmente. Y luego hay un Zayn como el de hoy, que se había sonrojado cuando sus hermanas lo molestaban y había reído fuertemente cuando Safaa había dicho algo gracioso y se pasaba mirando a Liam cuando creía que Liam no lo estaba viendo. Y le gustan ambos, si está siendo honesto. Mucho más de lo que debería, más de lo que le gustaría, pero allí está.
“Me prometieron cómics,” dice Liam. “Espero que no sea mentira. Yo en realidad amo los cómics.”
“No era mentira,” dice Zayn, arrodillándose al lado de la cama. Saca dos cajas grandes y tapadas. Cuidadosamente quita las tapas y, como prometió, revela una colección de cómics que pone a Liam celoso.
“Realmente eres un tonto,” le dice Liam. “Me gusta.”
Zayn se sienta en la cama con las piernas cruzadas mientras Liam se queda en el suelo y hojea algunos de ellos. Se siente como un adolescente otra vez, sentado en su propia habitación, leyendo cómics mientras Harry se sentaba en la cama y texteaba a cualquier chica o chico que le gustara esa semana. (No es que Harry fuera promiscuo, sólo que tenía demasiado amor para dar, Liam siempre pensó. Y intentaba dárselo a tantas personas como pudiera.) La luz alcanza el collar en su cuello, y Zayn se estremece, girando el pendiente en su mano.
Mirando más de cerca, Liam se da cuenta que en verdad es el anillo que había recuperado de aquella casa varios días atrás. “¿Por qué no lo llevas en el dedo?” pregunta.
“¿Qué?” pregunta Zayn. Baja la vista al anillo con el que estaba jugando. Lo suelta, y cae contra su pecho. “Oh. Es demasiado grande. Lo estaba usando en mi mano el día que lo perdí porque mi cadena se quebró.”
“¿De dónde lo sacaste?” inquiere Liam, interesado en incluso los más pequeños detalles de la vida de Zayn, por alguna razón. Está archivando cada uno en su memoria, como el hecho de que no come carne y le gusta más el helado de frutilla y se ríe más fuerte con los peores chistes.
“Era de mi padre,” explica, sus ojos en el anillo en vez de en los de Liam. “Cuando falleció, mi madre lo estaba a punto de tirar. No podía seguir viéndolo sin llorar cada vez. Era su anillo de compromiso. Lo tiró en la basura un día, pero la vi haciéndolo y cuando se fue lo encontré y lo he tenido desde entonces. Me vio usándolo un día, y hubo un montón de lágrimas y luego me hizo prometerle que nunca lo perdería, así que siempre lo cuidé muy bien.”
“En verdad siento lo de tus padres, aunque suene insignificante,” dice Liam suavemente.
Zayn asiente. “Yo también,” dice. “Pero como sea, la mierda pasa en la vida. Todos tienen una historia con la que llorar, Liam. Algunos eligen llevar las suyas en sus mangas, pero otros no. Así es la vida. Tienes que aprender a vivir con ello.”
Liam asiente y pone las tapas de nuevo en las cajas antes de deslizarlas debajo de la cama. Zayn da una palmadita en el sitio junto a él y Liam se sienta allí. La cama es cómoda, precisamente firma, justo como le gusta. Odia los muebles demasiado suaves.
“¿Cuándo te irás?” cuestiona Zayn luego de un momento de silencio.
Los labios de Liam se curvan en una sonrisa. “Como si no lo supieras ya.”
“En realidad no,” dice, honesto. “No he estado controlándote últimamente. Me dijiste que te dejara solo, y eso fue lo que hice.”
“Hasta que te colaste en mi casa.”
“Tenía que decir adiós,” justifica Zayn. “No podía dejarte ir así nomás.”
“Me alegra que no lo hicieras. También me alegra que me invitaras hoy.”
“¿Así que no crees que mi familia está loca?”
Liam ríe entre dientes. “Nunca dije eso. Pero creo que todas las familias están algo locas.”
“Es justo.”
Golpeando sus dedos sobre sus rodillas, sin mirar a Zayn a los ojos, Liam pregunta, “¿En verdad les dijiste que estábamos saliendo?”
“No,” dice Zayn rápidamente, sonando ahogado. “No lo hice. No que— No que no me— Es decir, lo haría. Si te quedaras, si todo fuera distinto, lo consideraría. Eres ridículamente atractivo, Liam Payne. Y quizás me sienta especialmente atraído por los policías. El uniforme lo justifica.”
Liam bufa, riendo, pero está de acuerdo con Zayn. Si las cosas fueran distintas, Liam también lo querría. O quizás todavía lo quiere, pero todo ha sido tan complicado. Se pregunta qué hubiera pasado si se hubieran conocido en circunstancias normales. Se pregunta si Zayn le hubiera dado una segunda mirada, y luego se pregunta si hubiera tenido la valentía para hablar con Zayn. Probablemente no, piensa.
“Pero las cosas serán diferentes,” añade Zayn. Junta sus piernas en su pecho y descansa su mentón en sus rodillas. “Iré a la escuela en unos meses, a tí te transferirán de fuerza.”
Liam gruñe en respuesta. “Es verdad.”
“Sólo estarás a media hora de distancia,” continúa. “No es muy lejos, y los dos tenemos vehiculos.”
“Eso también es verdad.”
“Supongo que sólo depende en si queremos intentarlo,” finaliza. “¿Tu quieres?”
“¿Y tú?” contrarresta Liam.
Zayn sacude su cabeza y luego, sin advertencias, se mueve hacia adelante y presiona sus labios contra los de Liam. “La gente escribirá libros sobre nosotros,” dice Zayn cuando se retrae. “El ladrón que robó el corazón del policía que lo quería arrestar. Podrían hacer un documental y todo.”
Liam se lame los labios, apenas saboreando el helado que Zayn había comido de postre (además del que había comido antes de cenar). “En serio eres un tonto,” reflexiona. “Y la chaqueta de cuero no engaña a nadie. No eres tan chico malo como pareces.”
“¿Cómo consideras eso romántico?” Liam escucha a alguien susurrar, seguido por, “Tengo doce, ¿cómo voy a saber?”
Rodando sus ojos, Zayn sale de la cama y, silencioso, camina hacia la puerta. La abre de un tirón y Waliyha se tropieza en el umbral, y Safaa se destornilla de la risa.
“¿En serio?” demanda Zayn. “¿En serio?”
Waliyha se recupera y sube su mentón, desafiante. “Sólo iba a preguntar si podría tomar tu moto para ir al centro comercial con mis amigas.”
“Definitivamente no,” dice Zayn instantáneamente. Su expresión se cae así que lo continúa con un, “Pero Liam y yo te llevaremos en el auto, si no le molesta.”
Liam se para y asiente. “No me molesta.”
“Me gusta,” decide Waliyha. “Zayn, deberías quedártelo.”
Zayn zumba en respuesta, pero, al bajar las escaleras, pone una mano sobre la espalda baja de Liam y dice, bajo así solo Liam lo puede escuchar, “Quizás lo haga.”
La primera cosa que Liam hace para bautizar su nuevo escritorio (ya no tiene más una oficina, lamentablemente, pero no le molesta demasiado) es sacar la foto enmarcada de su caja y ponerla en el escritorio. Antes, no había tenido ninguna foto. Ésta la quiere adelante y al medio.
Harry está detrás de la cámara, y puedes darte cuenta, porque una parte de su ridículo cabello oscurece parte del lente. En el centro de la fotografía está el amigo de Zayn, Louis, casi completamente enterrado en la arena, con Niall y Safaa a su lado, intentando cubrir el resto. En la distancia se puede ver a Waliyha durmiendo con un par de lentes en su rostro, y Doniya tomando de una lata de Pepsi. A la izquierda, un poco más cerca que las niñas, está el revoltijo de brazos y piernas que es Liam y Zayn. Harry había dicho que iba a tomar una foto, y lo primero que Zayn hizo fue rodar a Liam sobre su espalda y besarlo. Hay otra versión de esta fotografía, tomada solo unos segundos después, en donde Zayn está recostándose sobre él y Liam está girando su cabeza y sonriendo a la cámara, pero le gusta más la primera foto.
Alguien golpea en la pequeña pared que separa su escritorio del que está a su lado, y levanta la vista, encontrando a Harry inclinado sobre ella. “Es bueno tenerte de vuelta, Payne,” dice, una sonrisa iluminando su rostro.
“Es bueno estar de vuelta,” dice Liam.
“Tú dices eso ahora,” le dice Harry. “Sólo espera. Le doy como una hora antes que empieces a desear que estuvieras de vuelta en esa pequeña ciudad donde lo único de lo que tenías que preocuparte era de la vaca de alguien entrando en la propiedad equivocada.”
No era tan malo. De hecho, Liam había sido llevado a la fuerza de la pequeña ciudad instantáneamente. Era diferente que las cosas de aquí. Había más sentido de la comunidad, y genuinamente le habían agradado casi todos sus compañeros, y las cosas eran más... fáciles. Pero no había tomado el trabajo porque quería algo fácil. Él había tomado el trabajo porque quería ayudar a la gente y, admitidamente, no había mucho que ayudar allí. Harry tenía razón; el trabajo había sido siempre tranquilo, y tenía suerte si hacía más que sentarse en la estación todo el día.
“Ya veremos,” dice Liam finalmente. “Hasta entonces, ¿te importaría traerme un café?”
Harry le hace una mueca. “Has estado aquí dos minutos y ya me estás mandoneando. Tienes dos pies y un corazón latiendo, consigue tu propio café.”
Liam le hace un gesto. “Estaba esperando una fiesta de bienvenida, y no la obtuve. Lo mínimo que podrías hacer es traerme un café.”
“Lo menos que podría hacer es ir de vuelta a mi propio escritorio y sentarme todo el día,” discute Harry. Pasa una mano sobre su cabello, rueda los ojos, y dice, “Oh, bueno. Como sea. Sólo porque así también traigo uno para mí.”
Liam le sonríe. Harry se prepara para irse, pero antes de que lo haga, Liam dice, “En serio extrañé trabajar contigo.”
“No me hagas llorar,” dice Harry firmemente. “Idiota.”
Riendo, Liam se sienta de nuevo en su escritorio. Harry vuelve no mucho más tarde con dos tazas de café, el que toman mientras Harry le comenta que sí tienen una fiesta sorpresa de bienvenida preparada para él más tarde en el bar, y luego regaña a Liam por arruinar la sorpresa haciéndolo sentir culpable por no tener un recibimiento más grande.
Eventualmente Liam sube a su auto para comenzar su siguiente turno, y sólo diez minutos después de que empezó que es llamado en la radio. Alguien hizo sonar la alarma de seguridad en una casa en la calle Weller. Liam es el único oficial enviado allí, mayormente porque las infracciones de seguridad como esas en ésa parte de la ciudad son usualmente los dueños de casa poniendo el código equivocado por accidente, activando la alarma automáticamente. Muy seguido, Liam tiene que ir a esas casas y encuentra un hombre avergonzado o una mujer adentro quien se disculpa profusamente.
Excepto que eso no es lo que encuentra. Estaciona en frente a la casa para encontrar la puerta principal parcialmente abierta. Liam recoge su radio y pide refuerzos, recordando lo que pasó la última vez que estuvo en una situación así. Luego, siendo lo más cauto posible, Liam saca su arma y entra en la casa, gritando “¡Policía!” como le enseñaron a hacerlo.
Nadie responde, como era de esperarse, y Liam camina lentamente por la casa. Nada parece fuera de lugar en el estar, así que camina hacia la parte de atrás, yendo hacia la cocina.
“Iba a sorprenderte,” alguien dice desde atrás de él, “pero me asusta un poco eso de sobresaltarte con esa cosa en tus manos.”
Liam se gira, su arma levantada, y la baja un segundo después cuando Zayn le sonríe desde su posición, sentado encima de la mesada, mordiendo una manzana.
“Mierda,” libera Liam. “Podría haberte disparado.”
Zayn grácilmente salta de la mesada y pone la manzana a medio comer encima. “No lo hubieras hecho. Eres del tipo que hace preguntas primero y dispara después.”
Pone de nuevo la seguridad y guarda su arma en la funda mientras Zayn lo alcanza. Delgados y fibrosos brazos se envuelven alrededor de su cuello y Zayn se inclina hacia él, sus labios sobre su mandíbula. “¿Qué estás haciendo aquí?” pregunta Liam un segundo después, volviendo en sí.
Zayn ríe entre dientes. “Bueno, verás,” comienza mientras recorre sus manos en el cabello corto de Liam. “Tengo este novio descabelladamente atractivo que trabaja demasiado, y no quería esperar hasta después de que saliera del trabajo para verlo.”
“Así que te colaste en una casa,” declara Liam, estupefacto. “Zayn, vamos. No puede ser en serio.”
“No es como si hubiera robado algo,” discute Zayn. “Excepto la manzana. Los viejos hábitos son difíciles de quitar, supongo.”
“No puedo creerlo,” dice Liam con honestidad. “No puedes entrar a las casas de la gente sólo para conseguir mi atención.”
Gruñendo, Zayn arrastra sus dientes contra el cuello de Liam y lo presiona contra la pared. “Pero he estado pensando en ti todo el día,” gimotea. “Y te ves tan bueno en tu uniforme.” Embiste sus caderas contra las de Liam mientras hace un chupón en su cuello de una manera que Liam sabe dejará una marca. “No me puedes dejar divertirme, ¿sólo esta vez?”
Envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Zayn, Liam sacude su cabeza. “Los refuerzos llegarán en cualquier momento.”
Zayn suspira. “Bueno, bueno,” dice. Besa a Liam, lenta y burlonamente, empujando su pierna contra el miembro de Liam. “Ven a verme cuando salgas de trabajar, entonces. Antes que dejes que Styles te arrastre al bar para tu fiesta sorpresa.”
“Ninguno de ustedes parece entender la parte sorpresa de las fiestas sorpresa,” murmura Liam. “Y estás loco, en verdad lo estás. Necesitas irte antes de que alguien más llegue.”
“Me iré,” dice Zayn rodando sus ojos. Besa a Liam una vez más, esta vez gentilmente, castamente y luego, con un guiño, desaparece por la puerta trasera.
Escucha la motocicleta encenderse en la calle, y sacude su cabeza divertido. Debería estar sorprendido, incluso quizás enfadado, pero no lo está.
Cuando llegan los refuerzos, Liam sale y les dice que era una falsa alarma, que la casa está vacía. Se ven más que un poco molestos, pero no le afecta a Liam mientras entra a su auto.
Está yendo a almorzar cuando su teléfono vibra en su bolsillo. Lo saca, escaneando las palabras rápidamente. Es corto, y tiene como quince iguales guardados en su teléfono, pero igual lo hace sonreír.
Te amo, Li— Z
fin.
Ha sido un placer compartir este fic con ustedes. Actualmente estoy trabajando en uno en el que Zayn, Harry, Niall y Louis son vampiros y viven con Liam. Es de ziam y larry, así que probablemente lo suba nada más terminarlo. En fin, espero que les haya gustado. Mando mis felicitaciones a la autora original porque es una genia! Besos, las amo
Luego de trabajar, unos pocos días antes de irse, llega a casa para encontrar todas sus cajas movidas. Las ha estado dejando en el estar, apiladas detrás del sofá. Ahora no están allí.
Las busca lentamente en la casa, y encuentra todas sus cajas apiladas hasta el techo en la cocina. Sabe que no fue Harry porque, de nuevo, Harry se refusa a entrar en su casa. Niall no vendría sin Liam estando allí. Excepto que él mismo hubiera hecho todo esto mientras dormía y luego se hubiera olvidado, alguien obviamente estuvo en la casa.
Escucha un ruido en el piso de arriba y se da cuenta de que no, alguien no estuvo en su casa. Alguien todavía está en su casa.
Mirando a su alrededor en busca de un arma, lo único que encuentra es un cuchillo, y no tiene muchas ganas de apuñalar a alguien. En su lugar, abre la caja más cercana a él que tiene las etiquetas “cosas del estante” y localiza su trofeo de corredor que había ganado unos años atrás. Lo da vuelta, sosteniendo la pequeña figura con el uniforme de correr en su mano, la base lejos de él porque es pesada y hecha de metal.
Tan silencioso como puede, Liam sube las escaleras. Escucha otro ruido proveniente de su habitación, y camina en puntas de pie por el pasillo. Cuando llega a su puerta, envuelve su mano libre sobre el pestillo, respira profundamente, y la abre.
Debería haberlo sabido, piensa un segundo después cuando encuentra a Zayn despatarrado en su cama, sus brazos cruzados detrás de su cabeza, pareciendo más que cómodo. Su chaqueta de cuero está abierta y la remera que está usando debajo tiene un escote lo suficientemente bajo que Liam pasa un momento intentando descifrar los tatuajes que están dispersos en su pecho y clavícula.
“¿Es en serio?” pregunta, bajando el trofeo. “Podría haberte matado.”
“Muerte por trofeo,” dice Zayn. “Eso hubiera sido trágico.”
Suspirando, Liam apoya el trofeo en su vestidor y cruza los brazos sobre su pecho. “¿Te puedo ayudar en algo, o sólo viniste a redecorar?”
Zayn se sienta y cruza sus piernas, una sonrisa recorriendo su rostro. “Hice eso sólo para joderte, si estamos siendo honestos.”
“Gracias por eso,” dice Liam sarcásticamente. “De nuevo, ¿te puedo ayudar en algo?”
“En realidad, sí.” La sonrisa en su rostro se pierde, revelando una expresión nerviosa. Arruga el acolchado de Liam y dice, “Mi hermana hará una gran cena mañana y me estaba preguntando si querrías venir.”
No es su intención verse sorprendido por ésto, y lo hubiera intentado evitar si hubiera podido anticipar la expresión herida y molesta que cruza el rostro de Zayn. Antes que pueda contestar, Zayn se está levantando de la cama y dirigiéndose a la ventana.
“Olvídalo,” dice. “Igual pensé que no querrías.”
“No, espera—,” Liam se mueve hacia adelante rápidamente y agarra su brazo. “Ni me diste tiempo para responder.”
Zayn se da vuelta, su vista aguzada. Así de cerca, sus pestañas son increíblemente largas; distraen. “Tu rostro ha contestado por tí.”
“Sí quiero,” dice Liam firmemente. “Me gustaría, es decir. Yo— sí. Iré.”
Ahora es el turno de Zayn de verse sorprendido. “¿En serio?”
“En serio.”
Con su sonrisa de nuevo en su rostro, Zayn tira una pierna fuera de la ventana. “Genial. Recuerdas dónde viven, ¿verdad? Ve alrededor de las seis. Si llevas helado, te amarán.”
Y luego se tira de la ventana. Liam se asoma por ella y distingue a Zayn en el suelo, limpiando sus manos. “Podrías haber usado la puerta, sabías,” le llama.
Zayn levanta su cabeza y sonríe. “¿Qué hay de divertido en eso?”
Liam sacude su cabeza y lo ve cruzar el jardín y luego desaparecer en el bosque detrás de su casa. Un minuto después escucha la motocicleta encendiéndose y finalmente cierra la ventana y va de nuevo al primer piso. Tiene que mover todas sus cajas de nuevo. Probablemente debería haber obligado a Zayn a quedarse y ayudarlo, pero no le molesta. No en verdad.
-
Se estira su remera mientras sale del auto. No estaba seguro qué debía usar. ¿Era una camiseta demasiado casual? ¿Era una camisa demasiado formal? Al final optó por jeans, una sudadera, y un blazer sobre la sudadera. Casual y formal. ¿Verdad? Ugh, ésta es la razón por la que no hace cosas como éstas.
Las dos bolsas en sus manos son sorpresivamente pesadas, y es consciente de que se pasó un poco. Pero Zayn no había especificado. Sólo dijo que llevara helado. Liam fue al mercado, y miró a todos los sabores diferentes, y luego quedó indeciso, y terminó comprando uno de todos los que tenían disponibles. Espera que su freezer sea grande.
La motocicleta de Zayn está en la entrada, estacionada detrás de la camioneta. Liam se toma un momento para apreciarla, toda negra y brillante. Sólo ha visto a Zayn en ella una vez, pero se veía bien en ella. Le pegaba.
Cuidadosamente evita el escalón roto mientras sube las escaleras, y levanta su mano para golpear la puerta. Antes de que pueda hacerlo, se abre y aparece una chica joven con ojos grandes y una sonrisa traviesa.
“¿Quién eres tú?” pregunta, poniendo una mano en su cadera.
“Um, soy Liam,” dice incómodamente, intentando sonreír sin parecer un loco. “¿Está aquí Zayn?”
“¿Tú eres su novio?” demanda la chica.
Alguien la agarra desde atrás y levanta del suelo antes de empujarla fuera de su vista. Zayn se arregla la camisa después y sonríe a Liam como bienvenida, lo que hace a Liam pensar que no tiene idea lo que ella había dicho, pero el rojo en sus mejillas dice lo contrario.
“Puedes entrar, sabes,” añade Zayn. “Salvo que te quieras quedar aquí parado.”
“Cierto.” Liam entra en la casa y cierra la puerta detrás suyo. “Traje helado, como dijiste.”
Zayn ríe y su mirada cae a las bolsas de Liam, y el sonido se corta abruptamente. “Cristo, ¿qué compraste, todo el negocio?”
“Algo así,” admite. “No dijiste un sabor específico, y no sabía qué comprar. Pensé que sería mejor traerlo todo que arriesgarme a traer uno sólo y que todos lo odien.”
“Dios, eres adorable,” dice Zayn, sacudiendo la cabeza. Quita una de las bolsas de las manos de Liam y dice, “Sólo quédate los zapatos puestos.”
Liam lo sigue a la cocina. Mientras la casa se ve en ruinas desde afuera, es sorpresivamente linda adentro. Las paredes se ven recientemente pintadas (el tenue olor a químico que hay en el aire es la indicación), está inmaculadamente limpia, y los muebles se ven nuevos.
El olor a vegetales cocidos está en el aire, y Liam no puede recordar la última vez que comió una comida casera. No es malo en la cocina; en realidad cocina bastante bien, sólo que no hay un punto en cocinar toda una comida sólo para él, así que tiende a o pedir algo del delivery, a poner algo en el microondas, o a comer un sándwich. Lo que sea que están cocinando en la casa huele tan bien que hace que su boca se haga agua.
Hay una chica más grande en la cocina, revolviendo cosas con la cuchara de madera. Una un poco más joven está sentada en la mesa, un teléfono en su oído, y no mira hacia arriba cuando entran. La que estaba en la puerta está también en la cocina, intentando robar cosas de la sartén, aunque sus manos son quitadas cada vez que se acerca demasiado.
Zayn tose fuertemente y todos lo miran, y luego tres pares de ojos miran a Liam. Intenta no moverse incómodamente y trata de verse feliz de estar allí. (Que en realidad lo está, okay, sólo que él no hace cosas como ésta.)
“Éste es Liam,” dice Zayn, poniendo una mano en el hombro de Liam. “Liam, éste duendecillo es Safaa, la del teléfono es Waliyha, y la que te dará comida envenenada es Doniya.”
“Un placer conocerlas,” dice Liam con honestidad.
“No puedo creer que salgas con un policía,” murmura Doniya, pero sonríe a Liam para suavizar sus palabras. “En realidad, no puedo creer que salgas con alguien. ¿Sabe Liam lo tonto que eres?”
“¿Así que sí son novios?” pregunta Safaa.
“¡Liam trajo helado!” dice Zayn fuertemente, sosteniendo una de las bolsas. “Suficiente para ponernos a todos en comas de azúcar. Hablemos sobre eso.”
Los ojos de Safaa se agrandan y se vuelve a Doniya, quien sacude su cabeza firmemente y dice, “No hasta luego de cenar.” Zayn, por otro lado, ya está sacando bols de un armario.
“Sólo siéntate,” añade a Liam, quien asiente y toma asiento, una sonrisa genuina y sin forzar en su rostro cuando Zayn y Safaa ignoran el no rotundo de Doniya y se sirven un bol de helado. Le ofrecen uno a Liam también, pero sacude su cabeza, indicando que no. En realidad no tiene idea cómo va a lograr comer algo hoy porque su estómago está danzando y revolviéndose nerviosamente.
Hay una charla cómoda y familiar cuando Doniya regaña a Zayn, y todas las niñas se burlan de él, y Zayn intenta darle a Safaa todo en el mundo sin importar lo que diga Doniya.
Finalmente la comida es puesta en los platos, y Liam se ofrece a ayudar pero lo niegan inmediatamente, y Doniya y Waliyha lo arrullan.
“Es tan amable,” dice Waliyha. “Y también está bueno.”
“¿Zayn te está pagando?” le pregunta Doniya. “¿Te engañó dentro de ésto?”
“No estamos saliendo,” espeta Zayn. Todos lo miran, incluyendo Liam, y está completamente sonrojado. “¿Qué? No lo estamos. Nunca dije eso.”
“No en esas palabras,” discute Doniya. “Pero sí lo dijiste.”
“No me averguencen cuando Liam llegue,” se burla Waliyha, haciendo su voz aguda. “Quiero agradarle. Quisiera adoptar bebés con él y también quisiera usar sus esposas y esposarlo a mi cama y—,”
“¡No delante de Safaa!” sisea Doniya.
“Nunca dije nada de eso,” añade Zayn. “Lo juro.”
Doniya parece tomar lástima a Zayn porque deja de burlarse para servir la cena. Un plato aparece delante de Liam, desbordándose de vegetales rostizados y pollo y un bollo de manteca. Zayn se sienta junto a él, y su plato es igual, pero sin la carne.
“Vegetariano,” explica. “Desde que tenía veinte.”
“Trabajó en una carnicería,” explica Doniya. “No ha sido el mismo desde entonces.”
Zayn hace una mueca y pincha una papa. Liam hace lo mismo, y está bien. Está todo bien, no sólo la comida. La conversación varía de lo que hizo Safaa hoy en la escuela a Waliyha rogando a Zayn que le preste su moto a Doniya preguntándole a Liam sobre su trabajo. Sin embargo, inevitablemente la conversación vuelve a burlarse de Zayn.
“Cuarenta y siete cómics, la última vez que checkeé,” está diciendo Waliyha, haciendo una cara a Zayn. “Los tiene escondidos en una caja también, como revistas prohibidas, porque sabe lo perdedor que es, y no quiere que nadie más lo sepa.”
“Cállate,” dice Zayn firmemente. “O sino, le diré a Doniya lo que te vi haciendo con Mark el jueves pasado cuando ella estaba trabajando y Safaa había ido con Lou.”
“No lo harías,” dice, su boca cayendo abierta.
“¿Qué, exactamente, hiciste con Mark el jueves pasado?” demanda Doniya.
Una mano apreta su muslo, y Zayn le envía una mirada de costado, sus cejas alzadas. Liam la devuelve con una suya, y Zayn lo mira por un largo tiempo antes de que sus labios se alcen y diga, “Les importa si le muestro mis cómics a Liam?”
Las chicas están demasiado ocupadas discutiendo y Safaa está demasiado ocupada robando un cartón de helado del congelador, así que nadie responde. Zayn se encoge de hombros y se para, esperando que Liam haga lo mismo. Limpia su vajilla primero, y también la de Zayn, lo que parece divertir a Zayn porque hay una sonrisa en su rostro todo el tiempo.
Lleva a Liam por las escaleras, que crujen debajo de sus pies pero están cubiertas de una alfombra que parece nueva. Hay cuatro puertas arriba, y Zayn gira hacia la primera.
Las paredes están pintadas de un profundo azul, pero pintarlas fue inútil ya que casi cada centímetro de la habitación está cubierto de pósters y bocetos. Encuentra uno de Batman que también él tenía en la casa de sus padres, y que lo había tenido desde que había salido.
La habitación está desordenada, y se ve vívida. La cama no está hecha, hay ropa tirada en el suelo, y la habitación no tiene ese viejo olor que la mayoría de ellas tienen cuando nadie las ocupa. Reciba una explicación para ésto un momento después cuando Zayn dice, “Me quedo aquí unas veces a la semana para ayudar. Don trabaja los turnos de la noche a veces.”
Hay un Zayn, el que ha conocido desde el principio, sarcástico y demasiado inteligente para su propio bien, que dice todo como si fuera una insinuación sexual y sonríe malévolamente en vez de normalmente. Y luego hay un Zayn como el de hoy, que se había sonrojado cuando sus hermanas lo molestaban y había reído fuertemente cuando Safaa había dicho algo gracioso y se pasaba mirando a Liam cuando creía que Liam no lo estaba viendo. Y le gustan ambos, si está siendo honesto. Mucho más de lo que debería, más de lo que le gustaría, pero allí está.
“Me prometieron cómics,” dice Liam. “Espero que no sea mentira. Yo en realidad amo los cómics.”
“No era mentira,” dice Zayn, arrodillándose al lado de la cama. Saca dos cajas grandes y tapadas. Cuidadosamente quita las tapas y, como prometió, revela una colección de cómics que pone a Liam celoso.
“Realmente eres un tonto,” le dice Liam. “Me gusta.”
Zayn se sienta en la cama con las piernas cruzadas mientras Liam se queda en el suelo y hojea algunos de ellos. Se siente como un adolescente otra vez, sentado en su propia habitación, leyendo cómics mientras Harry se sentaba en la cama y texteaba a cualquier chica o chico que le gustara esa semana. (No es que Harry fuera promiscuo, sólo que tenía demasiado amor para dar, Liam siempre pensó. Y intentaba dárselo a tantas personas como pudiera.) La luz alcanza el collar en su cuello, y Zayn se estremece, girando el pendiente en su mano.
Mirando más de cerca, Liam se da cuenta que en verdad es el anillo que había recuperado de aquella casa varios días atrás. “¿Por qué no lo llevas en el dedo?” pregunta.
“¿Qué?” pregunta Zayn. Baja la vista al anillo con el que estaba jugando. Lo suelta, y cae contra su pecho. “Oh. Es demasiado grande. Lo estaba usando en mi mano el día que lo perdí porque mi cadena se quebró.”
“¿De dónde lo sacaste?” inquiere Liam, interesado en incluso los más pequeños detalles de la vida de Zayn, por alguna razón. Está archivando cada uno en su memoria, como el hecho de que no come carne y le gusta más el helado de frutilla y se ríe más fuerte con los peores chistes.
“Era de mi padre,” explica, sus ojos en el anillo en vez de en los de Liam. “Cuando falleció, mi madre lo estaba a punto de tirar. No podía seguir viéndolo sin llorar cada vez. Era su anillo de compromiso. Lo tiró en la basura un día, pero la vi haciéndolo y cuando se fue lo encontré y lo he tenido desde entonces. Me vio usándolo un día, y hubo un montón de lágrimas y luego me hizo prometerle que nunca lo perdería, así que siempre lo cuidé muy bien.”
“En verdad siento lo de tus padres, aunque suene insignificante,” dice Liam suavemente.
Zayn asiente. “Yo también,” dice. “Pero como sea, la mierda pasa en la vida. Todos tienen una historia con la que llorar, Liam. Algunos eligen llevar las suyas en sus mangas, pero otros no. Así es la vida. Tienes que aprender a vivir con ello.”
Liam asiente y pone las tapas de nuevo en las cajas antes de deslizarlas debajo de la cama. Zayn da una palmadita en el sitio junto a él y Liam se sienta allí. La cama es cómoda, precisamente firma, justo como le gusta. Odia los muebles demasiado suaves.
“¿Cuándo te irás?” cuestiona Zayn luego de un momento de silencio.
Los labios de Liam se curvan en una sonrisa. “Como si no lo supieras ya.”
“En realidad no,” dice, honesto. “No he estado controlándote últimamente. Me dijiste que te dejara solo, y eso fue lo que hice.”
“Hasta que te colaste en mi casa.”
“Tenía que decir adiós,” justifica Zayn. “No podía dejarte ir así nomás.”
“Me alegra que no lo hicieras. También me alegra que me invitaras hoy.”
“¿Así que no crees que mi familia está loca?”
Liam ríe entre dientes. “Nunca dije eso. Pero creo que todas las familias están algo locas.”
“Es justo.”
Golpeando sus dedos sobre sus rodillas, sin mirar a Zayn a los ojos, Liam pregunta, “¿En verdad les dijiste que estábamos saliendo?”
“No,” dice Zayn rápidamente, sonando ahogado. “No lo hice. No que— No que no me— Es decir, lo haría. Si te quedaras, si todo fuera distinto, lo consideraría. Eres ridículamente atractivo, Liam Payne. Y quizás me sienta especialmente atraído por los policías. El uniforme lo justifica.”
Liam bufa, riendo, pero está de acuerdo con Zayn. Si las cosas fueran distintas, Liam también lo querría. O quizás todavía lo quiere, pero todo ha sido tan complicado. Se pregunta qué hubiera pasado si se hubieran conocido en circunstancias normales. Se pregunta si Zayn le hubiera dado una segunda mirada, y luego se pregunta si hubiera tenido la valentía para hablar con Zayn. Probablemente no, piensa.
“Pero las cosas serán diferentes,” añade Zayn. Junta sus piernas en su pecho y descansa su mentón en sus rodillas. “Iré a la escuela en unos meses, a tí te transferirán de fuerza.”
Liam gruñe en respuesta. “Es verdad.”
“Sólo estarás a media hora de distancia,” continúa. “No es muy lejos, y los dos tenemos vehiculos.”
“Eso también es verdad.”
“Supongo que sólo depende en si queremos intentarlo,” finaliza. “¿Tu quieres?”
“¿Y tú?” contrarresta Liam.
Zayn sacude su cabeza y luego, sin advertencias, se mueve hacia adelante y presiona sus labios contra los de Liam. “La gente escribirá libros sobre nosotros,” dice Zayn cuando se retrae. “El ladrón que robó el corazón del policía que lo quería arrestar. Podrían hacer un documental y todo.”
Liam se lame los labios, apenas saboreando el helado que Zayn había comido de postre (además del que había comido antes de cenar). “En serio eres un tonto,” reflexiona. “Y la chaqueta de cuero no engaña a nadie. No eres tan chico malo como pareces.”
“¿Cómo consideras eso romántico?” Liam escucha a alguien susurrar, seguido por, “Tengo doce, ¿cómo voy a saber?”
Rodando sus ojos, Zayn sale de la cama y, silencioso, camina hacia la puerta. La abre de un tirón y Waliyha se tropieza en el umbral, y Safaa se destornilla de la risa.
“¿En serio?” demanda Zayn. “¿En serio?”
Waliyha se recupera y sube su mentón, desafiante. “Sólo iba a preguntar si podría tomar tu moto para ir al centro comercial con mis amigas.”
“Definitivamente no,” dice Zayn instantáneamente. Su expresión se cae así que lo continúa con un, “Pero Liam y yo te llevaremos en el auto, si no le molesta.”
Liam se para y asiente. “No me molesta.”
“Me gusta,” decide Waliyha. “Zayn, deberías quedártelo.”
Zayn zumba en respuesta, pero, al bajar las escaleras, pone una mano sobre la espalda baja de Liam y dice, bajo así solo Liam lo puede escuchar, “Quizás lo haga.”
La primera cosa que Liam hace para bautizar su nuevo escritorio (ya no tiene más una oficina, lamentablemente, pero no le molesta demasiado) es sacar la foto enmarcada de su caja y ponerla en el escritorio. Antes, no había tenido ninguna foto. Ésta la quiere adelante y al medio.
Harry está detrás de la cámara, y puedes darte cuenta, porque una parte de su ridículo cabello oscurece parte del lente. En el centro de la fotografía está el amigo de Zayn, Louis, casi completamente enterrado en la arena, con Niall y Safaa a su lado, intentando cubrir el resto. En la distancia se puede ver a Waliyha durmiendo con un par de lentes en su rostro, y Doniya tomando de una lata de Pepsi. A la izquierda, un poco más cerca que las niñas, está el revoltijo de brazos y piernas que es Liam y Zayn. Harry había dicho que iba a tomar una foto, y lo primero que Zayn hizo fue rodar a Liam sobre su espalda y besarlo. Hay otra versión de esta fotografía, tomada solo unos segundos después, en donde Zayn está recostándose sobre él y Liam está girando su cabeza y sonriendo a la cámara, pero le gusta más la primera foto.
Alguien golpea en la pequeña pared que separa su escritorio del que está a su lado, y levanta la vista, encontrando a Harry inclinado sobre ella. “Es bueno tenerte de vuelta, Payne,” dice, una sonrisa iluminando su rostro.
“Es bueno estar de vuelta,” dice Liam.
“Tú dices eso ahora,” le dice Harry. “Sólo espera. Le doy como una hora antes que empieces a desear que estuvieras de vuelta en esa pequeña ciudad donde lo único de lo que tenías que preocuparte era de la vaca de alguien entrando en la propiedad equivocada.”
No era tan malo. De hecho, Liam había sido llevado a la fuerza de la pequeña ciudad instantáneamente. Era diferente que las cosas de aquí. Había más sentido de la comunidad, y genuinamente le habían agradado casi todos sus compañeros, y las cosas eran más... fáciles. Pero no había tomado el trabajo porque quería algo fácil. Él había tomado el trabajo porque quería ayudar a la gente y, admitidamente, no había mucho que ayudar allí. Harry tenía razón; el trabajo había sido siempre tranquilo, y tenía suerte si hacía más que sentarse en la estación todo el día.
“Ya veremos,” dice Liam finalmente. “Hasta entonces, ¿te importaría traerme un café?”
Harry le hace una mueca. “Has estado aquí dos minutos y ya me estás mandoneando. Tienes dos pies y un corazón latiendo, consigue tu propio café.”
Liam le hace un gesto. “Estaba esperando una fiesta de bienvenida, y no la obtuve. Lo mínimo que podrías hacer es traerme un café.”
“Lo menos que podría hacer es ir de vuelta a mi propio escritorio y sentarme todo el día,” discute Harry. Pasa una mano sobre su cabello, rueda los ojos, y dice, “Oh, bueno. Como sea. Sólo porque así también traigo uno para mí.”
Liam le sonríe. Harry se prepara para irse, pero antes de que lo haga, Liam dice, “En serio extrañé trabajar contigo.”
“No me hagas llorar,” dice Harry firmemente. “Idiota.”
Riendo, Liam se sienta de nuevo en su escritorio. Harry vuelve no mucho más tarde con dos tazas de café, el que toman mientras Harry le comenta que sí tienen una fiesta sorpresa de bienvenida preparada para él más tarde en el bar, y luego regaña a Liam por arruinar la sorpresa haciéndolo sentir culpable por no tener un recibimiento más grande.
Eventualmente Liam sube a su auto para comenzar su siguiente turno, y sólo diez minutos después de que empezó que es llamado en la radio. Alguien hizo sonar la alarma de seguridad en una casa en la calle Weller. Liam es el único oficial enviado allí, mayormente porque las infracciones de seguridad como esas en ésa parte de la ciudad son usualmente los dueños de casa poniendo el código equivocado por accidente, activando la alarma automáticamente. Muy seguido, Liam tiene que ir a esas casas y encuentra un hombre avergonzado o una mujer adentro quien se disculpa profusamente.
Excepto que eso no es lo que encuentra. Estaciona en frente a la casa para encontrar la puerta principal parcialmente abierta. Liam recoge su radio y pide refuerzos, recordando lo que pasó la última vez que estuvo en una situación así. Luego, siendo lo más cauto posible, Liam saca su arma y entra en la casa, gritando “¡Policía!” como le enseñaron a hacerlo.
Nadie responde, como era de esperarse, y Liam camina lentamente por la casa. Nada parece fuera de lugar en el estar, así que camina hacia la parte de atrás, yendo hacia la cocina.
“Iba a sorprenderte,” alguien dice desde atrás de él, “pero me asusta un poco eso de sobresaltarte con esa cosa en tus manos.”
Liam se gira, su arma levantada, y la baja un segundo después cuando Zayn le sonríe desde su posición, sentado encima de la mesada, mordiendo una manzana.
“Mierda,” libera Liam. “Podría haberte disparado.”
Zayn grácilmente salta de la mesada y pone la manzana a medio comer encima. “No lo hubieras hecho. Eres del tipo que hace preguntas primero y dispara después.”
Pone de nuevo la seguridad y guarda su arma en la funda mientras Zayn lo alcanza. Delgados y fibrosos brazos se envuelven alrededor de su cuello y Zayn se inclina hacia él, sus labios sobre su mandíbula. “¿Qué estás haciendo aquí?” pregunta Liam un segundo después, volviendo en sí.
Zayn ríe entre dientes. “Bueno, verás,” comienza mientras recorre sus manos en el cabello corto de Liam. “Tengo este novio descabelladamente atractivo que trabaja demasiado, y no quería esperar hasta después de que saliera del trabajo para verlo.”
“Así que te colaste en una casa,” declara Liam, estupefacto. “Zayn, vamos. No puede ser en serio.”
“No es como si hubiera robado algo,” discute Zayn. “Excepto la manzana. Los viejos hábitos son difíciles de quitar, supongo.”
“No puedo creerlo,” dice Liam con honestidad. “No puedes entrar a las casas de la gente sólo para conseguir mi atención.”
Gruñendo, Zayn arrastra sus dientes contra el cuello de Liam y lo presiona contra la pared. “Pero he estado pensando en ti todo el día,” gimotea. “Y te ves tan bueno en tu uniforme.” Embiste sus caderas contra las de Liam mientras hace un chupón en su cuello de una manera que Liam sabe dejará una marca. “No me puedes dejar divertirme, ¿sólo esta vez?”
Envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Zayn, Liam sacude su cabeza. “Los refuerzos llegarán en cualquier momento.”
Zayn suspira. “Bueno, bueno,” dice. Besa a Liam, lenta y burlonamente, empujando su pierna contra el miembro de Liam. “Ven a verme cuando salgas de trabajar, entonces. Antes que dejes que Styles te arrastre al bar para tu fiesta sorpresa.”
“Ninguno de ustedes parece entender la parte sorpresa de las fiestas sorpresa,” murmura Liam. “Y estás loco, en verdad lo estás. Necesitas irte antes de que alguien más llegue.”
“Me iré,” dice Zayn rodando sus ojos. Besa a Liam una vez más, esta vez gentilmente, castamente y luego, con un guiño, desaparece por la puerta trasera.
Escucha la motocicleta encenderse en la calle, y sacude su cabeza divertido. Debería estar sorprendido, incluso quizás enfadado, pero no lo está.
Cuando llegan los refuerzos, Liam sale y les dice que era una falsa alarma, que la casa está vacía. Se ven más que un poco molestos, pero no le afecta a Liam mientras entra a su auto.
Está yendo a almorzar cuando su teléfono vibra en su bolsillo. Lo saca, escaneando las palabras rápidamente. Es corto, y tiene como quince iguales guardados en su teléfono, pero igual lo hace sonreír.
Te amo, Li— Z
fin.
Ha sido un placer compartir este fic con ustedes. Actualmente estoy trabajando en uno en el que Zayn, Harry, Niall y Louis son vampiros y viven con Liam. Es de ziam y larry, así que probablemente lo suba nada más terminarlo. En fin, espero que les haya gustado. Mando mis felicitaciones a la autora original porque es una genia! Besos, las amo
sabryykiss
Re: ♡Caught Up♡ ziam oneshot
Oh! Hermoso!!! Diooooos!!!
Me tienes que avisar cuando sea el otro!!
Me tienes que avisar cuando sea el otro!!
AndyKP
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