i'm wide awake

Querido Louis:
Primero que nada: hola, espero que te encuentres bien. ¿Sigues viviendo en Londres? ¿O es que acaso ya lograste mudarte a Francia, como lo tenías planeado desde que éramos niños?
Hace unos días estaba en el supermercado y al comprar queso me acordé de ti. Sé que es raro que te haya recordado por el simple hecho de que el queso se llamaba “Loui’s”, pero la verdad es que creo que tenía ganas de hacerlo, de acordarme de tu sonrisa ¿sabes? Después de todo formas parte de lo que era mi hogar, de lo que antes llamaba “mundo”.
¿Aún sigues jugando béisbol? ¿Fútbol? ¿Practicas algún deporte? Es probable que incluso ya estés casado y yo ni enterada estaba de ello. ¿Ya tienes hijos, Louis? ¿Cumpliste tu promesa de ponerle a tu primera hija mi nombre? Porque yo no me he casado, ni planeo hacerlo. La verdad es que no he conocido a nadie interesante o que pudiera hacerme sentir como… como tú lo hiciste.
¿Recuerdas cuando me decías que morir no vale la pena? ¿Cuándo juraste ante mi madre que te ibas a casar conmigo al cumplir los 28? ¿Recuerdas cuando trataste de enseñarme a jugar béisbol y yo te golpeé con el bate al desesperarme por no entender nada?
Porque yo aún lo recuerdo.