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Priscilla.- escribió:

Kay Finnigan

18 | Heterosexual | Cazadores de Sombras | Niall Horan

Físico Kaitlin es dueña de una elegante y sofisticada figura. Sus piernas largas y estilizadas son su arma secreta, aunque a ella le cueste admitirlo. Siempre es muy cuidadosa con eso, no es de mostrarlas demasiado, las mantiene ocultas por pantalones largos o vestidos que le lleguen por lo menos hasta la rodilla. Es lo único que heredo de su madre, que a diferencia de ella, no tenia pudor de mostrar mas de lo necesario. Su pelo largo color chocolate con grandes ondas que caen hasta la mitad de su espalda, resalta su piel blanca como la nieve, salpicada por pequeñas pecas invisibles a la distancia. No suele cuidarlo mucho, pero procura de que nunca luzca maltratado y sin brillo. Sus labios, carnosos y de un color rosa pálido,  se curvan perfectamente para dar lugar a una hermosa sonrisa capaz de alegrar el  día de cualquiera.  Su belleza natural se intensifica gracias la su simpatía y ese toque aniñado que tiene al sonreír. No suele usar maquillaje, a ella le gusta lucir siempre fresca y natural. Aunque no puede negar el amor que siente hacia el lápiz labial rojo, el cual aplica solo en ocasiones especiales. Cejas gruesas, nariz respingada y nos hermoso ojos color marrón con unos pequeños destellos verdosos enmarcados por unas largas pestañas negras, completan la imagen natural de Kay.

Psicología Su optimismo la caracteriza. Ella suele ver siempre el vaso medio vacío, el lado positivo de las cosas y siempre espera un resultado favorable, incluso en situaciones mas difíciles. Ella piensa que nunca hay que dar por vencido, la ultima puerta puede ser la que contenga eso que tanto soñaste en tu vida. Aunque esto, muchas veces le juegue en contra. Esperar siempre mas, no es lo mejor, y la decepción se hace presente en un abrir y cerrar de ojos. Considera que la humildad es la base y fundamento de todas virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea. Pero aun así, no se deja pisotear. Ella conoce bien los limites entre uno y otro, y sabe perfectamente cuando dejar de ser la dulce Kay, para volverse fría y recta. Es una persona justa. Piensa que cada uno debe tener lo que se merece, por mas doloroso o fuerte que sea. No puede aceptar ningún tipo de maltrato, y mucho menos las personas que son egocéntrica y narcisistas. "Todos somos iguales", afirma la castaña, y no se cansa de decirlo. A pesar de mostrarse como una persona fuerte, Kaitlin es muy insegura de si misma. Ella conoce perfectamente cada una de sus virtudes y defectos, pero le cuesta aceptarlos. Sus búsqueda continua de la perfección la llevo a darse cuenta que ella esta lejos de serlo. Es por eso que ahora, la pequeña castaña, se esmera día a día para demostrar lo contrario. Es una persona honesta. No tiene miedo a decir lo que piensa, pero antes de hacerlo, siempre lo medita dos veces. No le gusta herir a nadie con sus palabras, ni sonar arrogante o indecente. Siempre dice lo justo y necesario. Es una amiga fiel. Una vez que te abrió las puertas de su corazón derribando todos los muros de la desconfianza, es capaz de encabezar una guerra por defender a quien ella considera su amigo o amiga. Pero eso si, una vez que la traicionaste, le costara mucho volver a confiar. Kay, es romántica y detallista. Se considera a ella misma una enamorada del amor. Siempre esta esperando una muestra de afecto, un mensaje antes de irse a dormir, un pequeño regalo. Por mas tonto que parezca, ella sueña con encontrar al amor de su vida, al príncipe azul... Ese que en tantos cuento aparece. .

G & D Gustos: La fotografía. Le gusta enmarcar cada momento, para así llevarlo para siempre consigo. La Literatura Inglesa. Entre sus autores favoritos se encuentra Charles Dickens y Jane Austen. Las tardes de compras junto a sus amigas. Los zapatos y los perfumes son su debilidad. El amanecer. El gusta salir a correr o simplemente a caminar temprano en la mañana para ver el sol naciente. La relaja y la motiva para empezar un nuevo día.   Cazadores de Sombras es su saga favorita. Eternamente enamorada de Jace, aunque duda mucho llegar a tener algo serio con alguien tan narcisista. Las orquídeas, y chocolates. Ella es una romántica de nacimiento. Adora que le hagan masajes después de un largo día de trabajo, sobretodo en el cuello. Las danzas clásicas. Sin bien ella no la practica, ama ir al Ballet y ver como lo bailarinas representan una danza tan elegante y perfecta. Las noches de películas. Ama reunirse con sus amigas un viernes a la noche y hacer un maratón de películas con un enorme recipiente con palomitas.   Disgustos: El conformismo. Detesta a la gente que se conforma con poco y no lucha por lo que realmente quiere. Las mentiras, la doble cara y la hipocresía. Según ella, hay que ser auténticos e ir siempre con la verdad. Los lugares cerrados. Comienza a hiperventilar y a sudar como loca cada vez que se encuentra en un lugar cerrado. Los rumores, que hablen sin conocerla, y sobretodo que la juzguen.   El narcicismo. Odia a la gente que se cree el ombligo del mundo, que solucionan los problemas de la manera mas fácil, y no ven mas allá de su reflejo en el espejo. Manías: Suele morderse el labio inferior cuando esta nerviosa. El orden. Todas sus cosas deben están perfectamente ordenadas, al igual que su rutina diaria. Odia el cambio de planes a ultimo momento, así como también la improvisacion. Fobias: La oscuridad. Se siente desprotegida, es por eso que duerme con el velador encendido para iluminar su habitación. Los lugares cerrados. Cuando ella era pequeña, jugando a las escondidas, se quedo encerrada en un pequeño armario por un par de horas. Desde ahí, cada vez que esta en un cuarto cerrado, comienza a hiperventilar y siente como si las paredes se fueran achicando.

Historia

kaitlin Roxanne Finnigan nació un diecisiete de Enero en Londres, Inglaterra. Era una fría noche de invierno, pero a pesar de la niebla y la nieve que amenazaba con dejarlos sin luz, las estrella brillaban mas que nunca en el cielo.
A pesar de que su madre, Samantha Peverell, se había opuesto rotundamente a llamarla por ese nombre, Steve gano la partida y nombro a su hija Kaitlin... Su pequeña Kay.
El hombre de apenas treinta cinco año se sentía orgulloso de su hazaña. Ella era su pequeña, su princesa...Y la trataba como tal, dándole lo mejor, todo lo que su trabajo como chef en un restaurante de segunda mano podía darle.
Amaba a su hija, y se lo demostraba a diario con cada acción, a diferencia de su madre.
Samantha siempre fue una mujer fría, que no mostraba sus sentimientos. Pero desde que había nacido Kay, ella parecía estar hecha de piedra. No demostraba nada hacia el pequeño fruto del amor que creía tener con Steve... Sino todo lo contrario, le tenia celos, la odiaba. Al igual que sus otros tres hijos. Peter, Elliot y la pequeña Sasha, pero con Kay, era distinto...
Kay le había quitado su libertad, le había quitado a su marido, y aunque solo tuviese unos poco años de edad, Samantha sabia que también seria mas bella que ella.
No puedo resistir mas junto a ella, y fue entonces cuando decidió marcharse.
Era un caluroso día de verano, Roxie lo recuerda bien. Puede ver mas allá de sus ojos, cuando su madre se despidió con un casto beso en la frente y se marcho de la casa dejándola sola, junto a su padre, y sus tres hermanos menores.
Steve, cayo en un abismo cuando su bella esposa lo abandono. Le faltaba un soporte a su vida, le faltaba Samantha, y a Kay, una madre.
La adolescencia llego rápidamente a la vida de la castaña. Ella había borrado todo recuerdo de su niñez. Creía que esa era la única manera de avanzar y ser feliz con el simple hecho de que su madre la había rechazado. Pero aun así, siempre había algo que le recodaba a Samantha.
Un olor, un comentario por parte de su padre, su primer novio.
Matthew Sparks era todo lo que su madre hubiese querido para ella. Alto, con un físico perfectamente trabajado, y apasionado. Kay llego a querer tan rápido a ese chico, que creyó que el era el amor de su vida. Ese príncipe que solo existía en las novelas románticas que leía todas las noches antes de dormir.
Tenia solo quince años, pero ella se sentía toda una mujer cada vez que el la miraba. Sentía el ardor de su mirada en su piel, y el revoloteo de las mariposas en sus estomago. Todo indicaba que estaba locamente enamorada de Matthew.
Hasta que la engaño. Al principio, no quería creerle a su mejor amiga cuando le afirmaba que lo había visto con una de las porristas del equipo de futbol, tuvo que verlo con sus propios ojos para darse cuenta la clase de chico que era. Las mujeres solo eran diversión para el, y era muy inteligente y manipulador para hacerlas caer a sus pies.
Se sintió sucia, tonta y demasiado ingenua. Ella había confiado en el, se había entregado por completo a ese amor que sentía por aquel rubio que se había encontrado un día cualquiera en la biblioteca. El amor dejo de tener significado para ella.
Ahora, ella y sus hermanos estaban solos. Su padre solo podía brindarle un techo donde vivir, y Kay se vio obligada a conseguir un trabajo de medio tiempo para ayudar a su familia, y cumplir su sueño.
Los libros eran su única escapatoria, el único lugar en donde podía sentirse segura.

By Joқeя for SOURCECODE