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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Frente a la clase [Logan Lerman]
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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Frente a la clase [Logan Lerman]
Esta historia es un poco larga y esta dividida en dos pequeños capitulos, pero les prometo que si se toman el tiempo de leerla y comentar, voy a estar muy feliz y agradecida!
Espero que les guste :]
Nombre: "Frente a la clase"
Autor: Patricia Latorre
Adaptación: no.
Género: Drama & Romance
Advertencias: No sé (?
Otras paginas: No :D
Serios cambios en mi vida
Esa tarde de julio fui al doctor porque me sentía terriblemente mal. Mi madre me llevó al doctor y terminaron por darme muchas citas con muchos doctores, y me hicieron miles de pruebas, exámenes y todo lo que probablemente pueden hacer para examinarte. Luego de un día de espera, recibí una noticia horrible, casi sentí en ese momento como si ya muriera. Tenía cáncer terminal y solo me quedaban 3 meses para vivir. Sabía que si había un momento en el que quería hacer las cosas que nunca hubiera hecho si no me diagnosticaban esto, era ahora.
Al cabo de una semana, retorné al colegio con unos kilos menos y la decisión de hacer muchas cosas que no hubiera hecho jamás. Llegué a la clase y me senté en mi asiento usual. Nadie notaba mi presencia. A nadie le importaba que hubiera vuelto al colegio. A lo lejos vi a Johnny D’ Angelo, quien diría es el chico más egocéntrico del mundo, pero él fue el único que notó que volví. Fue muy extraño.
Al acercarse a mi asiento me hizo un saludo parecido al militar, llevando dos dedos a su frente y estirándolos hacia el adelante, como solía hacer y yo le sonreí, feliz de que al menos una persona sabía que existía. Pero la persona que menos esperaba realmente.
Cuando la clase comenzó, yo no podía concentrarme ya que sentía un dolor intenso en mi garganta y parecía estar muy ansiosa, o nerviosa, pero no sabía por qué. Golpeaba con frecuencia mi lápiz contra mi pupitre, lo cual era un poco molesto para la gente alrededor mío pero seguí haciéndolo porque por una vez en mi vida haría lo que se me plazca por más pequeño que sea.
— ¡SEÑOR D’ ANGELO!—exclamó la profesora escandalizada—. ¡Cállese de una buena vez!
— No estoy hablando, señorita Simon—contestó él, y yo volteé a mirar la escena.
— Asumo que de tanta habladuría usted ya ha terminado su tarea.
Traté de no pensar en lo mucho que odiaba la clase de ciencias naturales de esta mujer. Además de gritar con su voz en un tono muy desagradable, se acercaba y se quejaba frente a ti, haciendo que estos techos no puedan protegerte de la lluvia de saliva que derramaba su boca.
Su voz irritaba todos mis sentidos. Empecé a sudar sosteniendo mis nervios y toqué mi frente sintiendo que mi cabeza se estaba por partir en dos. Me levanté lentamente del asiento agarrando mi mochila y entonces la profesora volteó y me vio.
— Señorita Davis, ¿qué cree que hace?—volteé a mirarla y creo por su rostro que notó lo mal que me sentía—. ¿Qué te sucede, cariño?—se acercó a mí con pasos rápidos y yo me aparté de ella.
— Señorita Simon, por favor ya no grité más en su clase. Me pone extremadamente nerviosa. Ah. Y otra cosa—dije riendo—. Asumo por todas estas quejas, que usted sigue soltera—salí rápido por la puerta mientras escuchaba las risas de todos mis compañeros.
Al menos algo ya podía chequear de la larga lista que había hecho el día en el que recibí la horrible noticia. Contenía cosas como, decirle lo que pensaba a algún profesor –ya chequeamos eso—, hablar con Logan y Audrey sobre mi enfermedad—mis mejores amigos—, y finalmente pararme frente a la clase y anunciar que tenía cáncer, que los amaba mucho a todos por más de las cosas que pudieron suceder y los extrañaría donde quiera que terminara.
Me senté en la silla de la enfermera por mucho tiempo, agarrando mi cabeza entre las manos y llorando por lo mal que me ponía esta enfermedad. La gentil mujer que trabajaba allí me permitió quedarme allí todo el tiempo que quisiera.
Sé que no parece bien que yo siga yendo al colegio mientras estoy enferma. Y sé que muchos usarían la enfermedad como excusa para no ir, pero al contrario, yo iría porque estoy enferma y haría lo que quería. Además, quería pretender que era una persona normal, cuando no lo era.
La puerta se abrió, y entró mi amigo castaño. Inmediatamente se sentó al lado mío y colocó sus manos con suavidad sobre mi espalda.
— Hola enana—me dijo y yo lloré aun más al recordar que nunca más escucharía su voz, nunca más lo vería ni lo abrazaría, y que nunca valoré lo suficiente su compañía—. ¿Qué te pasa?
— Necesito decirte algo, pero prefiero ir afuera a decírtelo, o al menos a un lugar donde podamos hablar solos—traté de levantarme, pero fue dificultoso, por lo que Logan tuvo que ayudarme agarrándome entre sus brazos y llevándome hasta la puerta—. Puedo hacerlo sola, gracias—lo agarré por el codo y caminamos por el pasillo hasta irnos al campus, donde todos estaban en su recreo. Ambos caminamos hacia el árbol donde usualmente solíamos sentarnos, y allí solté algunas lágrimas en silencio, tratando de no hacer un gran escándalo.
— Por el amor de Dios, ¿Qué te pasa?—miré directo a sus ojos y soltando lágrimas con más intensidad dije:
— Tengo cáncer—sus ojos se quedaron abiertos como en shock y lo único que pudimos escuchar ambos en ese momento fueron nuestras respiraciones nerviosas que tenían rastros de transformarse en sollozos.
— No me mientas así, Elizabeth—yo negué con la cabeza conteniendo mis lágrimas y entonces él supo que le estaba diciendo la verdad. Teníamos nuestras manos agarradas con fuerza y nuestros ojos estaban cargados con lágrimas—. Pero puedes curarte ¿no? Puedes hacerte un tratamiento y curarte. No te pasara nada ¿Verdad?
— Es cáncer terminal—vi como una lágrima dejó sus ojos y el bajaba la cabeza, mientras apretaba sus ojos con fuerza—. No sé si voy a salvarme—lo agarré por su mandíbula y le dije—: Pero te puedo asegurar que si hay algo que me hizo feliz en esta vida, fuiste tú—él se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerzas.
Ese exacto momento. En ese momento fueron que mis ganas por vivir crecieron cada vez más. Sentía como si abandonaría todo lo que amaba profundamente, y con 17 años, realmente no había vivido ni un cuarto de lo que debería haber vivido.
Luego era el turno de mi mejor amiga escucharlo. Rumbo a mi hogar pensé en que palabras le diría lo que sucedía con mi cuerpo. Entré a mi casa y vi a todos mis tíos, primos, a mis abuelos, y hermanos. Todos habían venido de diferentes lugares del país para reunirse aquí. Mis ojos una vez más se llenaron de lágrimas, como últimamente sucedía frecuentemente. En la pared había un cartel que decía “Estamos contigo” y simplemente no pude sostener que mis ojos acuosos soltaran esas gotas.
Salí por la puerta tratando de escapar de aquella reunión. No quería ver como mis familiares se reunían por mi enfermedad. Deberían reunirse porque suceden cosas buenas. Deberían reunirse por el cumpleaños de alguien. Deberían reunirse simplemente porque son una familia, no porque tengo cáncer.
La siguiente mañana desperté con una fiebre intensa, pero apenas me recuperé, me vestí y partí para la casa de Audrey, mi mejor amiga. Eran las tres de la tarde, había un sol que alumbraba y calentaba como parecía no haberlo hecho nunca, y yo caminaba a la casa de la morocha que quedaba a solo una cuadra de la mía.
Sinceramente no creo que haya nadie como Audrey en este mundo, además de mí.
Tiene una de esas actitudes que no le importa lo que piensen los demás, es simpática, se ríe de todos mis chistes malos—me encanta hacer reír a la gente—, y le encanta escucharme por más pesada que me ponga. Lo mejor es que ambas nos entendemos si la otra está ocupada, y jamás nos hemos peleado, solo discutido nuestras diferencias.
Toqué la puerta y al abrirla vi a James, el padre de Audrey, quien me saludo cálidamente y me permitió subir hasta la habitación de mi amiga. Al entrar, quedé totalmente impactada por esos rulos que veía.
— ¿te hiciste una permanente?—pregunté y ella volteó, dejando de usar su computadora por un momento.
— ¡ELIZABETH!—corrió a abrazarme y ambas reímos efusivamente al estrangularnos una a la otra con abrazos tan fuertes—. No sabía que venías—entonces me senté en su cama y ella volvió a la computadora.
— ¿por qué no fuiste al colegio ayer?—pregunté en una voz afónica ya sentí que mi garganta ardía de forma horrible.
— No se me dio la gana—contestó riendo y yo me uní, pero inmediatamente empecé a toser—. ¿estás bien?—me preguntó volteando y mirándome preocupada.
— Si, si—ella se paró y se sentó al lado mío.
— ¿hay algo que me quieras decir?—dijo ella, como siempre adivinando que algo me sucedía.
Debo admitir que me acobarde en ese momento. Ver el rostro preocupado de mi amiga. Verla allí cuidándome cuando se dio cuenta que algo andaba mal conmigo, acariciando mi espalda con suavidad.
— Solo te extrañaba—respondí y sentí como si fuera que toda la presión que sentía en mi pecho anteriormente, recorría mis venas y hacía que me sienta como una completa mentirosa y horrible persona—. ¿Sabes? Hablando de hacerle algo al cabello…
Digamos que Audrey es una de esas personas que cuando quiere hacer algo te convence o te obliga a hacerlo. Yo dije en broma que quería teñir mi cabello rubio en un rojo, pero ella inmediatamente dijo que era una buena idea y ¿Qué puedo decir? Ahora soy pelirroja. Al llegar a mi casa, mi madre se sorprendió de mi nueva apariencia, pero terminó por aprobarla.
Cuando desperté pensaba en lo que haría el día de hoy. Planeaba hablar con Johnny D’ Angelo. Había un serio tema inconcluso que había dejado con él unos tres años atrás.
En la clase de arte me senté al lado de Logan quien trataba de hacerme sonreír lo más que podía. Decía todos los chistes que podía, me hacia cosquillas, comentarios y cosas tontas. Todo simplemente porque valoraba más cada instante que tenía conmigo. Lo mismo me pasó a mí con todo lo que vivía en cada uno de esos días. Valoraba los detalles más pequeños que antes nunca me detuve a mirar.
— Se parecen a nosotros, ¿no?—dijo Logan mostrándome un dibujo totalmente mal hecho con crayolas mientras reíamos.
— Parece como si lo hubiera hecho un niño pequeño—empecé a toser de tanto que había reído, y la garganta me ardía. Logan inmediatamente puso su mano en mi espalda y con sus brazos alrededor mío me sentí protegida—. Gracias—me abrazó con más fuerzas y no hubo un momento en que recordara mi enfermedad con él, solo en ese momento en que el cáncer ganaba pequeñas batallas dentro de mí.
Johnny D’ Angelo.
Cuando teníamos 15 años recuerdo que dejó plantada a Audrey en una cita que les había arreglado. Este muchacho va a tener que escucharme ahora. No solo le restregaré en la cara que había dejado plantada a Audrey, también le diré todo lo que pienso sobre dejar de ser mi amigo por ser popular.
¿Quién querría quedarse con la pobre Elizabeth Davis? ¿Verdad?
Pues el va a ver lo que pienso de todo lo que sucedió los últimos años.
— D’ Angelo—dije en forma autoritaria y el volteó a mirarme. Seguí caminando por el pasillo lleno de gente y lo agarré por el codo cuando llegué a su lado—. Tengo que hablarte.
— ¿Qué quieres?—se separó de mi agarre y ambos nos miramos desafiantes.
— Finalmente voy a regañarte por volverte un idiota—respondí entre dientes.
— ¿eh?
— Ven—lo volví a agarrar y lo llevé hasta la clase de música, la cual estaba vacía.
— De acuerdo. ¿Qué querías decirme?
— Tengo solo una pregunta. ¿De qué te servirá ser popular en el futuro?
— ¿Perdón?
— No te perdono, John—le respondí—. Primero, una cosa es dejar de ser mi amigo, pero otra cosa es haber hecho que Audrey llorara por tu culpa. No te perdono—repetí en una voz apagada.
— Elizabeth—dijo cuando yo volteé para irme de la clase y yo lo miré por última vez—. No me sirve de nada—bajó la cabeza, algo avergonzado—. Y me arrepiento de haberte lastimado.
— No importa. Ya no sufriré más—me acerqué un poco a él y con los ojos acuosos le dije—: ¿Sabes por qué? Porque tengo cáncer.
— ¿Qué?—yo negué con la cabeza cuando quiso acercarse a mí. Di un paso grande hacia él y lo abracé, para luego sentir como él me correspondía.
— El tiempo que me resta es muy corto para ser orgullosa como siempre—mis lágrimas cayeron lentamente y apreté mis labios con fuerza—. Odio esto.
— Yo también—respondió con voz entrecortada y abrazándome como si no quisiera que se vaya jamás.
En el almuerzo, Johnny quiso sentarse conmigo, por lo que al momento de reunirme con Logan y Audrey, el asunto se puso un poco incomodo. Pero definitivamente terminamos hablando todos animadamente.
Podemos chequear de la lista reunir a mis mejores amigos de nuevo.
Logan dijo que quería acompañarme hasta mi casa, y acepte, sabiendo que era mejor tener compañía.
— ¿Qué fue eso en el almuerzo?
— ¿a qué te refieres?
— ¿Por qué trajiste a Johnny?—lo miré sorprendida.
— Porque si mal no lo recuerdas, alguna vez el fue amigo nuestro, Logan.
— ¿Te das cuenta que el, ahora que sabe que tienes cáncer quiere pasar tiempo contigo?—lo miré incrédula, sin poder creer los gestos que estaba haciendo. Parecía enojado y nunca lo había visto de esa manera.
— Al menos quiere pasar tiempo conmigo y me pidió perdón—contesté, tratando de no aceptar que Logan tenía razón.
— Es para tener su conciencia tranquila—tocó su frente con la palma de su mano y dijo—: Lo siento, sé que decir eso estuvo completamente fuera de lugar.
— ¿Quieres pasar?—le pregunté cuando estábamos frente a mi casa y el asintió.
Luego de merendar y hablar un rato, decidimos que queríamos ver una película y terminamos decidiéndonos por una muy mala, pero de todas maneras mi atención no estaba completamente en la película. En medio de la tan entretenida cinta cinematográfica Logan puso pausa y dijo:
— Lo que me molestó sobre que invitaras a Johnny es que lo tratabas como si nunca hubiera hecho nada.
— ¿Qué puedo decir? No soy rencorosa.
— ¿Eso significa que yo puedo tratarte de forma horrible y luego volver en cualquier momento y me perdonarás?
— No, Logan.
— ¿por qué es diferente conmigo?—preguntó el enojado.
— Porque tú eres Logan. Mi Logan—entonces lo miré.
— ¿Qué tipo de respuesta es esa?—pasé mis dedos por mi cabello.
— Ya que estoy haciendo esto de cumplir todo lo que quiero hacer antes de morir, probablemente debería decirte es que tú no eres cualquier persona para mí—sonreí—. Podemos chequear decir mis exactos sentimientos, ¿no?
— ¿Qué?—me acomodé mejor en el sillón, soltando un suspiro y volteando mis ojos.
— Nada…, solo que significas mucho para mí—él se acercó rápidamente y agarrándome por la mejilla me atrajo hacia él para unir sus labios con los míos. Yo me quedé completamente helada. El se separó breves instantes después al no sentir una reacción de mi parte—. Ups—dije mordiéndome un labio.
— Ups—me imitó sonriendo.
— No era lo que quería decir cuando te dije lo que te dije—su cara cambió completamente de una sonrisa a una cara de susto—. Logan…
— ¿aja?—preguntó nervioso y yo lo miré enternecida.
— Me besaste.
— ¿lo hice?—cuando su cara se puso totalmente roja supe que Logan tenía sentimientos hacia mí de los que nunca me había hablado.
El día siguiente me levanté con las intenciones de finalmente decir frente a la clase sobre mi enfermedad y que ya no podría ir más porque debería hacerme el tratamiento. Mi mamá me llevó en el auto y yo sentía como si tuviera fiebre, y la cabeza se me partiera por tanto dolor.
Al bajarme del auto vi a Logan esperando allí con una sonrisa. Inmediatamente sonreí también y traté de ir hacia él lo más rápido que podía. Cuando llegué a él nos abrazamos con fuerza.
— ¿nos vamos?—me preguntó suavemente y yo enrede mi brazo con el suyo para ir hasta el aula.
La gente nos miraba como si tuviéramos algo en el rostro, como si fuéramos algo raro—no es que mi cabello no fuera noticia—, pero supongo que era porque íbamos muy juntos y felices. Entramos a la clase y nos sentamos uno al lado del otro. Todos mis compañeros estaban allí, por lo que decidí levantarme y hablar con el profesor, quien me permitió hacer el anuncio.
— Chicos, necesito decirles algo—dije en una voz débil por mi garganta lastimada, y levanté una mano frente a todos. Todos seguían hablando como si estuviera hecha de vidrio, como si no me vieran.
Sentí como mis ojos amenazaban con cargarse de lágrimas al no poder usar mi voz para hacer el anuncio. Llegué al punto en el que mi voz ya casi no salía. Al mirar hacia Logan, vi su rostro preocupado y como rápidamente se levantó hacia donde yo estaba.
— ¡OIGAN!—exclamó Logan y todos miraron—. Tenemos que decir algo.
— ¡A nadie le importa!—gritó alguien, y todos rieron mientras chocaban puños como felicitándolo.
De mis ojos salieron dos torpes lágrimas y volteé para salir cuando sentí la mano de Logan agarrándome por la muñeca.
— Nadie quiere escucharte a ti, idiota—escuché como decía Logan y volteé a mirarlo. Los chicos hicieron caras como que vería luego lo que sucedería por haber dicho eso.
— No, Logan. Déjalos en paz. Si no quieren saber lo que tengo que decir, que no lo sepan.
Retorné a mi asiento, y sentí como me tiraron una bola de papel, pero cuando Logan vino detrás de mí vi como le tiraban más de diez.
— Siento que ahora tengas que soportar esto por mi culpa—el me miró casi ofendido y me agarró la mano con fuerza.
— ¿Sabes, Elizabeth? Ellos pueden hacerme lo que quieran. Pueden pegarme, insultarme y seguir pretendiendo que son mejores que yo, pero eso nunca los va a hacer felices como a mí me hace feliz estar contigo—recosté mi cabeza en su hombro y solté algunas lágrimas, las cuales se intensificaron cuando él me rodeó con sus brazos.
Cuando sonó el timbre del recreo, fuimos a nuestro árbol como usualmente lo hacíamos pero nuestra rutina cambió un poco cuando los chicos que nos gritaron en la clase, agarraron a Logan y lo empezaron a golpear. Yo grité desesperada con lo que me quedaba de fuerzas y pedí que se detuvieran, pero lo golpearon de forma terrible. Lo último que recuerdo es que uno de los puños chocó contra mi rostro e hizo que terminara en el suelo desmayada.
Abrí mis ojos lentamente y pude ver a Logan con un algodón en su nariz y algunas heridas en su rostro.
— Logan—susurré débilmente y él le dio un apretón a mi mano.
— No hagas muchas fuerzas—vi sus ojos rojos, como si hubiera llorado y quisiera llorar más. Acercó su mano libre a mi mejilla y la acarició con la yema de su dedo gordo.
— ¿Dónde estoy?
— En el hospital—contestó mi madre desde el sillón al lado de mi camilla y yo la miré con los pocos movimientos que podía hacer por la poca energía que tenía.
— ¿Por qué no me dijiste que tenías cáncer, Elizabeth?—escuché la voz de Audrey al lado contrario de mi madre y volteé la cabeza con lentitud para mirarla—. ¿no me lo dijiste pero pensabas decirlo frente a toda la clase?
— Por favor, Audrey—le dijo Logan y ella arrugó su cara, enojada.
— ¿Qué? ¿Qué vas a decirme, Logan?
— ¡No es el momento para que te estés quejando con Ellie!—exclamó y Audrey pareció estar de acuerdo.
— Lo siento. Tienes razón—se acercó y agarró mi mano con suavidad—. Está todo bien.
Frente a la clase
Con un papel en la mano, Logan volvió a pasar al frente de esos alumnos que una vez le habían gritado e ignorado. Pero ahora todos se encontraban en un silencio sepulcral al ver al chico castaño llorando amargamente mientras miraba ese papel. Sus manos temblaban y no podía pararse con firmeza.
Algunos más en esa clase, incluyendo a Audrey, lloraban en silencio tratando de que no los vieran.
— Este papel—anunció Logan con voz temblorosa—, es una carta que Elizabeth dejó para todos nosotros.
La señorita Simon se sonó con la nariz, y además de algunos pequeños sonidos, eso fue lo único que se escuchó cuando Logan dijo aquello.
— Queridos compañeros—empezó a decir—, si es que Logan está leyendo esto frente a ustedes es porque ya no puedo hacerlo yo misma. Siento mucho no haber tenido el valor de decirles ese día que pasé al frente, pero me dejé llevar por las opiniones del publico que tenía—Logan tomó una bocanada de aire, tratando de calmar esa voz temblorosa—. Supongo que tal vez para estos momentos, ustedes saben ya muy bien que estaba enferma. Cáncer terminal, una horrible enfermedad. Luego de ese intento de decirles sobre mi enfermedad, no quise que ninguno de ustedes lo supiera antes de bueno… morir, porque no quería que ninguno vaya a visitarme y me vea en el desagradable estado en que me encontraba—Logan pasó nerviosamente su mano por su frente, tratando de cubrir sus ojos—. No se sientan mal ahora, les prometo que no les guardo rencores, o lo que sea. No sé ni siquiera lo que es esta carta. Los amo, chicos. Pero por favor dejen de ser tan duros los unos con los otros. Todos somos humanos y si es que cada uno de ustedes se hicieran la existencia más fácil, habría más felicidad.
Cuando Logan terminó esa carta, no había en absoluto ninguna persona que hablara, o hiciera algún ruido. La señorita Simon estaba llorando a mares, al igual que muchas personas en esa habitación que al menos habían tenido una remota relación con Elizabeth.
El resto del día fue realmente deprimente. Los profesores dieron charlas a las clases, diciendo que si alguno necesitaba algún tipo de consulta con los psicólogos, obtendrían ayuda. También muchas personas se acercaron a Logan para consolarlo, al igual que con Audrey.
El clima parecía hablar el mismo idioma que Logan, porque el cielo se encontraba gris y parecía estar por llover.
Luego de pasar todo un día estresante en el colegio, todos se prepararon para ir al funeral de Elizabeth, incluyendo a la clase completa. Logan bajó del auto para dirigirse hacia el grupo de gente que estaba reunido para llorar la muerte de Elizabeth.
— Logan—dijo el padre de Elizabeth cuando se encontraron en el funeral—. Elizabeth me entregó esto para ti—estiró lo que parecía una carta y Logan lo agarró entre sus dedos.
— Gracias—se dieron un abrazo y luego fueron a la ceremonia.
El castaño se dirigió al baño cuando llegaron a la casa de la familia de Elizabeth, y desenvolvió esa carta.
Querido Logan:
Todos morimos alguna vez ¿no? Bueno, ese no es el punto. Esta carta supongo que la escribo porque quiero poder decirte adiós de alguna manera. No soy buena para esto de decir lo sentimientos, pero ahora mismo que escribo la carta estoy en el hospital y sé muy bien lo que me espera. Sé por alguna razón que no podré sobrevivir a esto, pero te pido que tú no mueras conmigo y tampoco permitas que le pase a nadie cercano a mí. Sé que yo ya no estaré, pero debes seguir con tu vida y tratar de dejar atrás aquellos pensamientos que me involucran. Es por eso que te ordeno que quemes esta carta cuando termines de leerla.
Espero que hayas podido leer la carta que escribí para la clase sin que sean rudos o lo que sea, y te recomiendo que vuelvas a tus clases de guitarra, estabas volviéndote bueno cuando la abandonaste. Y aprende mi canción favorita “California dreamin” Sería hermoso escuchar tu guitarra y tu voz desde donde sea que termine.
No sé qué decirte Logan. Eres increíble, fantástico, tonto.
Veamos…, Logan, esa tarde que me besaste supe muy bien que no éramos solamente unos amigos comunes y corrientes y lastimosamente tengo que decirlo de alguna manera, pero no te dije lo profundamente enamorada que estaba de ti para no dejar que te enamores tu de una enferma. Es decir, tengo cáncer. Esta enfermedad no es una simple gripe. No se cura con facilidad.
Pero definitivamente el mejor regalo antes de morir, fue tenerte a mi lado las 24 horas del día.
Espera que este lloviendo en el funeral y que tengas mis flores favoritas para la tumba, Elizabeth.
Espero que les guste :]
Nombre: "Frente a la clase"
Autor: Patricia Latorre
Adaptación: no.
Género: Drama & Romance
Advertencias: No sé (?
Otras paginas: No :D
Frente a la clase
Serios cambios en mi vida
Esa tarde de julio fui al doctor porque me sentía terriblemente mal. Mi madre me llevó al doctor y terminaron por darme muchas citas con muchos doctores, y me hicieron miles de pruebas, exámenes y todo lo que probablemente pueden hacer para examinarte. Luego de un día de espera, recibí una noticia horrible, casi sentí en ese momento como si ya muriera. Tenía cáncer terminal y solo me quedaban 3 meses para vivir. Sabía que si había un momento en el que quería hacer las cosas que nunca hubiera hecho si no me diagnosticaban esto, era ahora.
Al cabo de una semana, retorné al colegio con unos kilos menos y la decisión de hacer muchas cosas que no hubiera hecho jamás. Llegué a la clase y me senté en mi asiento usual. Nadie notaba mi presencia. A nadie le importaba que hubiera vuelto al colegio. A lo lejos vi a Johnny D’ Angelo, quien diría es el chico más egocéntrico del mundo, pero él fue el único que notó que volví. Fue muy extraño.
Al acercarse a mi asiento me hizo un saludo parecido al militar, llevando dos dedos a su frente y estirándolos hacia el adelante, como solía hacer y yo le sonreí, feliz de que al menos una persona sabía que existía. Pero la persona que menos esperaba realmente.
Cuando la clase comenzó, yo no podía concentrarme ya que sentía un dolor intenso en mi garganta y parecía estar muy ansiosa, o nerviosa, pero no sabía por qué. Golpeaba con frecuencia mi lápiz contra mi pupitre, lo cual era un poco molesto para la gente alrededor mío pero seguí haciéndolo porque por una vez en mi vida haría lo que se me plazca por más pequeño que sea.
— ¡SEÑOR D’ ANGELO!—exclamó la profesora escandalizada—. ¡Cállese de una buena vez!
— No estoy hablando, señorita Simon—contestó él, y yo volteé a mirar la escena.
— Asumo que de tanta habladuría usted ya ha terminado su tarea.
Traté de no pensar en lo mucho que odiaba la clase de ciencias naturales de esta mujer. Además de gritar con su voz en un tono muy desagradable, se acercaba y se quejaba frente a ti, haciendo que estos techos no puedan protegerte de la lluvia de saliva que derramaba su boca.
Su voz irritaba todos mis sentidos. Empecé a sudar sosteniendo mis nervios y toqué mi frente sintiendo que mi cabeza se estaba por partir en dos. Me levanté lentamente del asiento agarrando mi mochila y entonces la profesora volteó y me vio.
— Señorita Davis, ¿qué cree que hace?—volteé a mirarla y creo por su rostro que notó lo mal que me sentía—. ¿Qué te sucede, cariño?—se acercó a mí con pasos rápidos y yo me aparté de ella.
— Señorita Simon, por favor ya no grité más en su clase. Me pone extremadamente nerviosa. Ah. Y otra cosa—dije riendo—. Asumo por todas estas quejas, que usted sigue soltera—salí rápido por la puerta mientras escuchaba las risas de todos mis compañeros.
Al menos algo ya podía chequear de la larga lista que había hecho el día en el que recibí la horrible noticia. Contenía cosas como, decirle lo que pensaba a algún profesor –ya chequeamos eso—, hablar con Logan y Audrey sobre mi enfermedad—mis mejores amigos—, y finalmente pararme frente a la clase y anunciar que tenía cáncer, que los amaba mucho a todos por más de las cosas que pudieron suceder y los extrañaría donde quiera que terminara.
Me senté en la silla de la enfermera por mucho tiempo, agarrando mi cabeza entre las manos y llorando por lo mal que me ponía esta enfermedad. La gentil mujer que trabajaba allí me permitió quedarme allí todo el tiempo que quisiera.
Sé que no parece bien que yo siga yendo al colegio mientras estoy enferma. Y sé que muchos usarían la enfermedad como excusa para no ir, pero al contrario, yo iría porque estoy enferma y haría lo que quería. Además, quería pretender que era una persona normal, cuando no lo era.
La puerta se abrió, y entró mi amigo castaño. Inmediatamente se sentó al lado mío y colocó sus manos con suavidad sobre mi espalda.
— Hola enana—me dijo y yo lloré aun más al recordar que nunca más escucharía su voz, nunca más lo vería ni lo abrazaría, y que nunca valoré lo suficiente su compañía—. ¿Qué te pasa?
— Necesito decirte algo, pero prefiero ir afuera a decírtelo, o al menos a un lugar donde podamos hablar solos—traté de levantarme, pero fue dificultoso, por lo que Logan tuvo que ayudarme agarrándome entre sus brazos y llevándome hasta la puerta—. Puedo hacerlo sola, gracias—lo agarré por el codo y caminamos por el pasillo hasta irnos al campus, donde todos estaban en su recreo. Ambos caminamos hacia el árbol donde usualmente solíamos sentarnos, y allí solté algunas lágrimas en silencio, tratando de no hacer un gran escándalo.
— Por el amor de Dios, ¿Qué te pasa?—miré directo a sus ojos y soltando lágrimas con más intensidad dije:
— Tengo cáncer—sus ojos se quedaron abiertos como en shock y lo único que pudimos escuchar ambos en ese momento fueron nuestras respiraciones nerviosas que tenían rastros de transformarse en sollozos.
— No me mientas así, Elizabeth—yo negué con la cabeza conteniendo mis lágrimas y entonces él supo que le estaba diciendo la verdad. Teníamos nuestras manos agarradas con fuerza y nuestros ojos estaban cargados con lágrimas—. Pero puedes curarte ¿no? Puedes hacerte un tratamiento y curarte. No te pasara nada ¿Verdad?
— Es cáncer terminal—vi como una lágrima dejó sus ojos y el bajaba la cabeza, mientras apretaba sus ojos con fuerza—. No sé si voy a salvarme—lo agarré por su mandíbula y le dije—: Pero te puedo asegurar que si hay algo que me hizo feliz en esta vida, fuiste tú—él se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerzas.
Ese exacto momento. En ese momento fueron que mis ganas por vivir crecieron cada vez más. Sentía como si abandonaría todo lo que amaba profundamente, y con 17 años, realmente no había vivido ni un cuarto de lo que debería haber vivido.
Luego era el turno de mi mejor amiga escucharlo. Rumbo a mi hogar pensé en que palabras le diría lo que sucedía con mi cuerpo. Entré a mi casa y vi a todos mis tíos, primos, a mis abuelos, y hermanos. Todos habían venido de diferentes lugares del país para reunirse aquí. Mis ojos una vez más se llenaron de lágrimas, como últimamente sucedía frecuentemente. En la pared había un cartel que decía “Estamos contigo” y simplemente no pude sostener que mis ojos acuosos soltaran esas gotas.
Salí por la puerta tratando de escapar de aquella reunión. No quería ver como mis familiares se reunían por mi enfermedad. Deberían reunirse porque suceden cosas buenas. Deberían reunirse por el cumpleaños de alguien. Deberían reunirse simplemente porque son una familia, no porque tengo cáncer.
La siguiente mañana desperté con una fiebre intensa, pero apenas me recuperé, me vestí y partí para la casa de Audrey, mi mejor amiga. Eran las tres de la tarde, había un sol que alumbraba y calentaba como parecía no haberlo hecho nunca, y yo caminaba a la casa de la morocha que quedaba a solo una cuadra de la mía.
Sinceramente no creo que haya nadie como Audrey en este mundo, además de mí.
Tiene una de esas actitudes que no le importa lo que piensen los demás, es simpática, se ríe de todos mis chistes malos—me encanta hacer reír a la gente—, y le encanta escucharme por más pesada que me ponga. Lo mejor es que ambas nos entendemos si la otra está ocupada, y jamás nos hemos peleado, solo discutido nuestras diferencias.
Toqué la puerta y al abrirla vi a James, el padre de Audrey, quien me saludo cálidamente y me permitió subir hasta la habitación de mi amiga. Al entrar, quedé totalmente impactada por esos rulos que veía.
— ¿te hiciste una permanente?—pregunté y ella volteó, dejando de usar su computadora por un momento.
— ¡ELIZABETH!—corrió a abrazarme y ambas reímos efusivamente al estrangularnos una a la otra con abrazos tan fuertes—. No sabía que venías—entonces me senté en su cama y ella volvió a la computadora.
— ¿por qué no fuiste al colegio ayer?—pregunté en una voz afónica ya sentí que mi garganta ardía de forma horrible.
— No se me dio la gana—contestó riendo y yo me uní, pero inmediatamente empecé a toser—. ¿estás bien?—me preguntó volteando y mirándome preocupada.
— Si, si—ella se paró y se sentó al lado mío.
— ¿hay algo que me quieras decir?—dijo ella, como siempre adivinando que algo me sucedía.
Debo admitir que me acobarde en ese momento. Ver el rostro preocupado de mi amiga. Verla allí cuidándome cuando se dio cuenta que algo andaba mal conmigo, acariciando mi espalda con suavidad.
— Solo te extrañaba—respondí y sentí como si fuera que toda la presión que sentía en mi pecho anteriormente, recorría mis venas y hacía que me sienta como una completa mentirosa y horrible persona—. ¿Sabes? Hablando de hacerle algo al cabello…
Digamos que Audrey es una de esas personas que cuando quiere hacer algo te convence o te obliga a hacerlo. Yo dije en broma que quería teñir mi cabello rubio en un rojo, pero ella inmediatamente dijo que era una buena idea y ¿Qué puedo decir? Ahora soy pelirroja. Al llegar a mi casa, mi madre se sorprendió de mi nueva apariencia, pero terminó por aprobarla.
Cuando desperté pensaba en lo que haría el día de hoy. Planeaba hablar con Johnny D’ Angelo. Había un serio tema inconcluso que había dejado con él unos tres años atrás.
En la clase de arte me senté al lado de Logan quien trataba de hacerme sonreír lo más que podía. Decía todos los chistes que podía, me hacia cosquillas, comentarios y cosas tontas. Todo simplemente porque valoraba más cada instante que tenía conmigo. Lo mismo me pasó a mí con todo lo que vivía en cada uno de esos días. Valoraba los detalles más pequeños que antes nunca me detuve a mirar.
— Se parecen a nosotros, ¿no?—dijo Logan mostrándome un dibujo totalmente mal hecho con crayolas mientras reíamos.
— Parece como si lo hubiera hecho un niño pequeño—empecé a toser de tanto que había reído, y la garganta me ardía. Logan inmediatamente puso su mano en mi espalda y con sus brazos alrededor mío me sentí protegida—. Gracias—me abrazó con más fuerzas y no hubo un momento en que recordara mi enfermedad con él, solo en ese momento en que el cáncer ganaba pequeñas batallas dentro de mí.
Johnny D’ Angelo.
Cuando teníamos 15 años recuerdo que dejó plantada a Audrey en una cita que les había arreglado. Este muchacho va a tener que escucharme ahora. No solo le restregaré en la cara que había dejado plantada a Audrey, también le diré todo lo que pienso sobre dejar de ser mi amigo por ser popular.
¿Quién querría quedarse con la pobre Elizabeth Davis? ¿Verdad?
Pues el va a ver lo que pienso de todo lo que sucedió los últimos años.
— D’ Angelo—dije en forma autoritaria y el volteó a mirarme. Seguí caminando por el pasillo lleno de gente y lo agarré por el codo cuando llegué a su lado—. Tengo que hablarte.
— ¿Qué quieres?—se separó de mi agarre y ambos nos miramos desafiantes.
— Finalmente voy a regañarte por volverte un idiota—respondí entre dientes.
— ¿eh?
— Ven—lo volví a agarrar y lo llevé hasta la clase de música, la cual estaba vacía.
— De acuerdo. ¿Qué querías decirme?
— Tengo solo una pregunta. ¿De qué te servirá ser popular en el futuro?
— ¿Perdón?
— No te perdono, John—le respondí—. Primero, una cosa es dejar de ser mi amigo, pero otra cosa es haber hecho que Audrey llorara por tu culpa. No te perdono—repetí en una voz apagada.
— Elizabeth—dijo cuando yo volteé para irme de la clase y yo lo miré por última vez—. No me sirve de nada—bajó la cabeza, algo avergonzado—. Y me arrepiento de haberte lastimado.
— No importa. Ya no sufriré más—me acerqué un poco a él y con los ojos acuosos le dije—: ¿Sabes por qué? Porque tengo cáncer.
— ¿Qué?—yo negué con la cabeza cuando quiso acercarse a mí. Di un paso grande hacia él y lo abracé, para luego sentir como él me correspondía.
— El tiempo que me resta es muy corto para ser orgullosa como siempre—mis lágrimas cayeron lentamente y apreté mis labios con fuerza—. Odio esto.
— Yo también—respondió con voz entrecortada y abrazándome como si no quisiera que se vaya jamás.
En el almuerzo, Johnny quiso sentarse conmigo, por lo que al momento de reunirme con Logan y Audrey, el asunto se puso un poco incomodo. Pero definitivamente terminamos hablando todos animadamente.
Podemos chequear de la lista reunir a mis mejores amigos de nuevo.
Logan dijo que quería acompañarme hasta mi casa, y acepte, sabiendo que era mejor tener compañía.
— ¿Qué fue eso en el almuerzo?
— ¿a qué te refieres?
— ¿Por qué trajiste a Johnny?—lo miré sorprendida.
— Porque si mal no lo recuerdas, alguna vez el fue amigo nuestro, Logan.
— ¿Te das cuenta que el, ahora que sabe que tienes cáncer quiere pasar tiempo contigo?—lo miré incrédula, sin poder creer los gestos que estaba haciendo. Parecía enojado y nunca lo había visto de esa manera.
— Al menos quiere pasar tiempo conmigo y me pidió perdón—contesté, tratando de no aceptar que Logan tenía razón.
— Es para tener su conciencia tranquila—tocó su frente con la palma de su mano y dijo—: Lo siento, sé que decir eso estuvo completamente fuera de lugar.
— ¿Quieres pasar?—le pregunté cuando estábamos frente a mi casa y el asintió.
Luego de merendar y hablar un rato, decidimos que queríamos ver una película y terminamos decidiéndonos por una muy mala, pero de todas maneras mi atención no estaba completamente en la película. En medio de la tan entretenida cinta cinematográfica Logan puso pausa y dijo:
— Lo que me molestó sobre que invitaras a Johnny es que lo tratabas como si nunca hubiera hecho nada.
— ¿Qué puedo decir? No soy rencorosa.
— ¿Eso significa que yo puedo tratarte de forma horrible y luego volver en cualquier momento y me perdonarás?
— No, Logan.
— ¿por qué es diferente conmigo?—preguntó el enojado.
— Porque tú eres Logan. Mi Logan—entonces lo miré.
— ¿Qué tipo de respuesta es esa?—pasé mis dedos por mi cabello.
— Ya que estoy haciendo esto de cumplir todo lo que quiero hacer antes de morir, probablemente debería decirte es que tú no eres cualquier persona para mí—sonreí—. Podemos chequear decir mis exactos sentimientos, ¿no?
— ¿Qué?—me acomodé mejor en el sillón, soltando un suspiro y volteando mis ojos.
— Nada…, solo que significas mucho para mí—él se acercó rápidamente y agarrándome por la mejilla me atrajo hacia él para unir sus labios con los míos. Yo me quedé completamente helada. El se separó breves instantes después al no sentir una reacción de mi parte—. Ups—dije mordiéndome un labio.
— Ups—me imitó sonriendo.
— No era lo que quería decir cuando te dije lo que te dije—su cara cambió completamente de una sonrisa a una cara de susto—. Logan…
— ¿aja?—preguntó nervioso y yo lo miré enternecida.
— Me besaste.
— ¿lo hice?—cuando su cara se puso totalmente roja supe que Logan tenía sentimientos hacia mí de los que nunca me había hablado.
El día siguiente me levanté con las intenciones de finalmente decir frente a la clase sobre mi enfermedad y que ya no podría ir más porque debería hacerme el tratamiento. Mi mamá me llevó en el auto y yo sentía como si tuviera fiebre, y la cabeza se me partiera por tanto dolor.
Al bajarme del auto vi a Logan esperando allí con una sonrisa. Inmediatamente sonreí también y traté de ir hacia él lo más rápido que podía. Cuando llegué a él nos abrazamos con fuerza.
— ¿nos vamos?—me preguntó suavemente y yo enrede mi brazo con el suyo para ir hasta el aula.
La gente nos miraba como si tuviéramos algo en el rostro, como si fuéramos algo raro—no es que mi cabello no fuera noticia—, pero supongo que era porque íbamos muy juntos y felices. Entramos a la clase y nos sentamos uno al lado del otro. Todos mis compañeros estaban allí, por lo que decidí levantarme y hablar con el profesor, quien me permitió hacer el anuncio.
— Chicos, necesito decirles algo—dije en una voz débil por mi garganta lastimada, y levanté una mano frente a todos. Todos seguían hablando como si estuviera hecha de vidrio, como si no me vieran.
Sentí como mis ojos amenazaban con cargarse de lágrimas al no poder usar mi voz para hacer el anuncio. Llegué al punto en el que mi voz ya casi no salía. Al mirar hacia Logan, vi su rostro preocupado y como rápidamente se levantó hacia donde yo estaba.
— ¡OIGAN!—exclamó Logan y todos miraron—. Tenemos que decir algo.
— ¡A nadie le importa!—gritó alguien, y todos rieron mientras chocaban puños como felicitándolo.
De mis ojos salieron dos torpes lágrimas y volteé para salir cuando sentí la mano de Logan agarrándome por la muñeca.
— Nadie quiere escucharte a ti, idiota—escuché como decía Logan y volteé a mirarlo. Los chicos hicieron caras como que vería luego lo que sucedería por haber dicho eso.
— No, Logan. Déjalos en paz. Si no quieren saber lo que tengo que decir, que no lo sepan.
Retorné a mi asiento, y sentí como me tiraron una bola de papel, pero cuando Logan vino detrás de mí vi como le tiraban más de diez.
— Siento que ahora tengas que soportar esto por mi culpa—el me miró casi ofendido y me agarró la mano con fuerza.
— ¿Sabes, Elizabeth? Ellos pueden hacerme lo que quieran. Pueden pegarme, insultarme y seguir pretendiendo que son mejores que yo, pero eso nunca los va a hacer felices como a mí me hace feliz estar contigo—recosté mi cabeza en su hombro y solté algunas lágrimas, las cuales se intensificaron cuando él me rodeó con sus brazos.
Cuando sonó el timbre del recreo, fuimos a nuestro árbol como usualmente lo hacíamos pero nuestra rutina cambió un poco cuando los chicos que nos gritaron en la clase, agarraron a Logan y lo empezaron a golpear. Yo grité desesperada con lo que me quedaba de fuerzas y pedí que se detuvieran, pero lo golpearon de forma terrible. Lo último que recuerdo es que uno de los puños chocó contra mi rostro e hizo que terminara en el suelo desmayada.
Abrí mis ojos lentamente y pude ver a Logan con un algodón en su nariz y algunas heridas en su rostro.
— Logan—susurré débilmente y él le dio un apretón a mi mano.
— No hagas muchas fuerzas—vi sus ojos rojos, como si hubiera llorado y quisiera llorar más. Acercó su mano libre a mi mejilla y la acarició con la yema de su dedo gordo.
— ¿Dónde estoy?
— En el hospital—contestó mi madre desde el sillón al lado de mi camilla y yo la miré con los pocos movimientos que podía hacer por la poca energía que tenía.
— ¿Por qué no me dijiste que tenías cáncer, Elizabeth?—escuché la voz de Audrey al lado contrario de mi madre y volteé la cabeza con lentitud para mirarla—. ¿no me lo dijiste pero pensabas decirlo frente a toda la clase?
— Por favor, Audrey—le dijo Logan y ella arrugó su cara, enojada.
— ¿Qué? ¿Qué vas a decirme, Logan?
— ¡No es el momento para que te estés quejando con Ellie!—exclamó y Audrey pareció estar de acuerdo.
— Lo siento. Tienes razón—se acercó y agarró mi mano con suavidad—. Está todo bien.
Frente a la clase
Con un papel en la mano, Logan volvió a pasar al frente de esos alumnos que una vez le habían gritado e ignorado. Pero ahora todos se encontraban en un silencio sepulcral al ver al chico castaño llorando amargamente mientras miraba ese papel. Sus manos temblaban y no podía pararse con firmeza.
Algunos más en esa clase, incluyendo a Audrey, lloraban en silencio tratando de que no los vieran.
— Este papel—anunció Logan con voz temblorosa—, es una carta que Elizabeth dejó para todos nosotros.
La señorita Simon se sonó con la nariz, y además de algunos pequeños sonidos, eso fue lo único que se escuchó cuando Logan dijo aquello.
— Queridos compañeros—empezó a decir—, si es que Logan está leyendo esto frente a ustedes es porque ya no puedo hacerlo yo misma. Siento mucho no haber tenido el valor de decirles ese día que pasé al frente, pero me dejé llevar por las opiniones del publico que tenía—Logan tomó una bocanada de aire, tratando de calmar esa voz temblorosa—. Supongo que tal vez para estos momentos, ustedes saben ya muy bien que estaba enferma. Cáncer terminal, una horrible enfermedad. Luego de ese intento de decirles sobre mi enfermedad, no quise que ninguno de ustedes lo supiera antes de bueno… morir, porque no quería que ninguno vaya a visitarme y me vea en el desagradable estado en que me encontraba—Logan pasó nerviosamente su mano por su frente, tratando de cubrir sus ojos—. No se sientan mal ahora, les prometo que no les guardo rencores, o lo que sea. No sé ni siquiera lo que es esta carta. Los amo, chicos. Pero por favor dejen de ser tan duros los unos con los otros. Todos somos humanos y si es que cada uno de ustedes se hicieran la existencia más fácil, habría más felicidad.
Cuando Logan terminó esa carta, no había en absoluto ninguna persona que hablara, o hiciera algún ruido. La señorita Simon estaba llorando a mares, al igual que muchas personas en esa habitación que al menos habían tenido una remota relación con Elizabeth.
El resto del día fue realmente deprimente. Los profesores dieron charlas a las clases, diciendo que si alguno necesitaba algún tipo de consulta con los psicólogos, obtendrían ayuda. También muchas personas se acercaron a Logan para consolarlo, al igual que con Audrey.
El clima parecía hablar el mismo idioma que Logan, porque el cielo se encontraba gris y parecía estar por llover.
Luego de pasar todo un día estresante en el colegio, todos se prepararon para ir al funeral de Elizabeth, incluyendo a la clase completa. Logan bajó del auto para dirigirse hacia el grupo de gente que estaba reunido para llorar la muerte de Elizabeth.
— Logan—dijo el padre de Elizabeth cuando se encontraron en el funeral—. Elizabeth me entregó esto para ti—estiró lo que parecía una carta y Logan lo agarró entre sus dedos.
— Gracias—se dieron un abrazo y luego fueron a la ceremonia.
El castaño se dirigió al baño cuando llegaron a la casa de la familia de Elizabeth, y desenvolvió esa carta.
Querido Logan:
Todos morimos alguna vez ¿no? Bueno, ese no es el punto. Esta carta supongo que la escribo porque quiero poder decirte adiós de alguna manera. No soy buena para esto de decir lo sentimientos, pero ahora mismo que escribo la carta estoy en el hospital y sé muy bien lo que me espera. Sé por alguna razón que no podré sobrevivir a esto, pero te pido que tú no mueras conmigo y tampoco permitas que le pase a nadie cercano a mí. Sé que yo ya no estaré, pero debes seguir con tu vida y tratar de dejar atrás aquellos pensamientos que me involucran. Es por eso que te ordeno que quemes esta carta cuando termines de leerla.
Espero que hayas podido leer la carta que escribí para la clase sin que sean rudos o lo que sea, y te recomiendo que vuelvas a tus clases de guitarra, estabas volviéndote bueno cuando la abandonaste. Y aprende mi canción favorita “California dreamin” Sería hermoso escuchar tu guitarra y tu voz desde donde sea que termine.
No sé qué decirte Logan. Eres increíble, fantástico, tonto.
Veamos…, Logan, esa tarde que me besaste supe muy bien que no éramos solamente unos amigos comunes y corrientes y lastimosamente tengo que decirlo de alguna manera, pero no te dije lo profundamente enamorada que estaba de ti para no dejar que te enamores tu de una enferma. Es decir, tengo cáncer. Esta enfermedad no es una simple gripe. No se cura con facilidad.
Pero definitivamente el mejor regalo antes de morir, fue tenerte a mi lado las 24 horas del día.
Espera que este lloviendo en el funeral y que tengas mis flores favoritas para la tumba, Elizabeth.
Última edición por Paty_Loca el Vie 05 Ago 2011, 8:29 pm, editado 1 vez
Paty_Loca
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
heeeey!
me encanttoooo...pero hay algo qe no me gusto
me hiciste llorar! malditaaa! ¬¬...no se como lo haces pero fue una
sensacion rara...fue tristeza y otra cosa qe no puedo describir...fue como:
#real
no se si para mi fue real xq pase x una situacion parecida...(leusemia..qe afortunadamente no se desarrolló ufff) o xq amo mucho a logan pfff...ok no lo amaba mucho pero despues de qe termino de leer la carta lo ame...ni siqiera despues del beso...sabes! estoy pareciendo una loca xq esto se siente tan real...ahorita son como las 11 PM aqi en méxico y me ire a dormir con una sonrisa gracias a ti...espero soñar con esto ;D...GRACIAS POR ESCRIBIR DE ESA MANERA! x escritoras como tu es xq este foro sigue adelante...wow!...eres genial! y mira qe se de genialidad xD...no se si parece qe exagero con esto pero es la vdd...escribes maravillosamente...ni siqiera el libro de harry potter qe terminé hace unas 5 horas me parecio tan...perfecto!...esa es la palabra qe buscaba...y si escribes alguna novela obvio qe me pasaré x ahi...no me la perdería x nada!
bye!
-#isa<3
me encanttoooo...pero hay algo qe no me gusto
me hiciste llorar! malditaaa! ¬¬...no se como lo haces pero fue una
sensacion rara...fue tristeza y otra cosa qe no puedo describir...fue como:
#real
no se si para mi fue real xq pase x una situacion parecida...(leusemia..qe afortunadamente no se desarrolló ufff) o xq amo mucho a logan pfff...ok no lo amaba mucho pero despues de qe termino de leer la carta lo ame...ni siqiera despues del beso...sabes! estoy pareciendo una loca xq esto se siente tan real...ahorita son como las 11 PM aqi en méxico y me ire a dormir con una sonrisa gracias a ti...espero soñar con esto ;D...GRACIAS POR ESCRIBIR DE ESA MANERA! x escritoras como tu es xq este foro sigue adelante...wow!...eres genial! y mira qe se de genialidad xD...no se si parece qe exagero con esto pero es la vdd...escribes maravillosamente...ni siqiera el libro de harry potter qe terminé hace unas 5 horas me parecio tan...perfecto!...esa es la palabra qe buscaba...y si escribes alguna novela obvio qe me pasaré x ahi...no me la perdería x nada!
bye!
-#isa<3
Isa Horan Styles
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
Isa Tennorio&Leto escribió:heeeey!
me encanttoooo...pero hay algo qe no me gusto
me hiciste llorar! malditaaa! ¬¬...no se como lo haces pero fue una
sensacion rara...fue tristeza y otra cosa qe no puedo describir...fue como:
#real
no se si para mi fue real xq pase x una situacion parecida...(leusemia..qe afortunadamente no se desarrolló ufff) o xq amo mucho a logan pfff...ok no lo amaba mucho pero despues de qe termino de leer la carta lo ame...ni siqiera despues del beso...sabes! estoy pareciendo una loca xq esto se siente tan real...ahorita son como las 11 PM aqi en méxico y me ire a dormir con una sonrisa gracias a ti...espero soñar con esto ;D...GRACIAS POR ESCRIBIR DE ESA MANERA! x escritoras como tu es xq este foro sigue adelante...wow!...eres genial! y mira qe se de genialidad xD...no se si parece qe exagero con esto pero es la vdd...escribes maravillosamente...ni siqiera el libro de harry potter qe terminé hace unas 5 horas me parecio tan...perfecto!...esa es la palabra qe buscaba...y si escribes alguna novela obvio qe me pasaré x ahi...no me la perdería x nada!
bye!
-#isa<3
Ay belleza!! Agradezco tanto tus palabras! Y siento mucho que hayas tenido que pasar por algo asi, pero suerte que no te paso nada :)
La verdad es que la historia se sentía bastante real para mi tambien, pero porque simplemente no es final de Disney :risa:
Sos una tierna! Te juro que comentarios como los tuyos me emocionan :love:
GRACIAS POR LEER MIS HISTORIAS!
Una escritora sin lectoras, muchas veces no sale adelante!
No me parece justo que me compares con escritora de aquella talla, pero muchisimas gracias! Es un gran alago para mi!
Espero verte por mi novela que se estrena en octubre!
Y voy a asegurarme de seguir escribiendo pequeñas historias como estas!
Gracias por todo linda! :)
Paty_Loca
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
Wow!!!!!! me encantooh!
lo juroo x michael jackson qe en pazz descansee!
fuee taan triiiztee!,noo lloree xq' estoii frentee a miis hermanos!
JUM!
lo amee!,casii mueroo con Elizabeth! x diios!
fue maravilloso!
te felicitooh! siigue escribiendoo qe loo haces genial!....
elii
lo juroo x michael jackson qe en pazz descansee!
fuee taan triiiztee!,noo lloree xq' estoii frentee a miis hermanos!
JUM!
lo amee!,casii mueroo con Elizabeth! x diios!
fue maravilloso!
te felicitooh! siigue escribiendoo qe loo haces genial!....
elii
little-danger!
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
¡Me hiciste llorar! Amo tus novelas, sean cortas o no, son excelentes. Por favor, POR FAVOR, nunca dejes de escribir, porque lo haces increíblemente bien. :D
Paula Ferrer
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
ayyy Paty la subiste!!!! Me alegra que lo hayas hecho, una historia tan hermosa como esta merece ser leida por muchas personas, en realidad, todas tus historias lo merecen :) .No se como explicarme pero hay algo en tu forma de escrbir que nos llega… sigue asi!! Te felicito :D
T.K.M.
Patu
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
Idola, escribes hermoso! Me encanto, me encanto, me encanto.
Con lagrimas en los ojos, te felicito, escribes re lindo! Enserio lo ame, BOE. Que bonito! :'{
Con lagrimas en los ojos, te felicito, escribes re lindo! Enserio lo ame, BOE. Que bonito! :'{
stanzi
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
hola me llamo danii y te debo decir que tu historia me encanto y tambien me emociono muchisimo espero poder leer mas historias tuyas :D
Danii K. ♥♥
Re: Frente a la clase [Logan Lerman]
MUCHISIMAS GRACIAS POR LOS HERMOSOS COMENTARIOS!
Es un honor escribir para ustedes porque son lo mejor que hay <3
Es un honor escribir para ustedes porque son lo mejor que hay <3
Paty_Loca
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