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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Good boys go bad. |audiciones cerradas.
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Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Esthefania98 escribió:Audicionaré, te dejo mi ficha más tarde. Ame tu idea :3[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Diana Sophia Arckeley Degeneres
Apodos: Nani, Nini, Di.
Edad: 19 años.
Representante:(No sé quien es, sólo me gusto la chica ._.)
Descripción Física:
Es una chica de estatura media, ni muy alta, ni muy baja. Es delgada, de abdomen plano, de busto chico, cintura avispa, y caderas pronunciadas, tien un buen trasero, y una piernas gruesas y bien definidas, es decir, es una chica con buenas curvas. Tiene los ojos verdes con rayas mieles y marrones cerca del iris, los cual los hace ver de un color pardoso cuando se oscurecen, de cejas finas, nariz pequeña y respingona, labios gruesos y carnosos, rosados naturales, aunque casí siempre van pintados de rojo un rojo sangre. Su cabello es de un color azul turquesa, lacioy con ondulaciones en las puntas. Su tez es sumamente blanca y delicada, y tiene un piercing en la nariz.
Descripción psicológica:
Soy una chica bastante compleja y callada, no suelo hablar mucho, soy más de observar las conductas de los demás, y analizarlos para así poder sacar una idea "principal" de esa persona. La mayoría de la gente no se da cuenta de que son como libros abiertos, tan fáciles de leer y juzgar, dejan tan a la interperie todas sus intenciones, sus actitudes, a traves de sus comportamientos, de sus manías, de su manera de responder ante cualquier cosa, sea buena, mala, o regular, los deja totalmente expuestos y en evidencia, es tan facil saber como es una persona a primera vista, es tan facil tener una primera impresión, o muy buena, o muy mala de cualquier persona, porque estas no se cuidan de que son observados, porque la mayoría de nosotros no se fijan e en nada más allá que lo que nos dicen o las características más burdas de es persona, yo no. Yo analizo antes de hablar, primero creo una idea de esa persona y luego veo si estoy acertada o equivocada, la mayoría de las veces no me equivoco. Es díficl equivocarse con eso porque si sabes observar puedes conocer a una persona mejor que si misma. No tiendo a ser muy sociable por lo mismo, la mayoría de las personas suelen juzgarme como una odiosa y muy antipática chica, prejuiciosa y orgullosa, y lo acepto, en cierta parte, si lo soy. En realidad soy bastante orgullosa, me cuesta mucho perdonar una traición o una mentira, odio que me mientan, yo trato de no hacerlo, o si lo hago son mentiritas "blancas", nada del otro mundo. Soy muy sincera y directa, digo las cosas como son sin ningún tipo de restrigción o censura. Casi siempre digo lo que pienso, y es muy extraño que al momento de una discusión me quede callada, claro, siempre y cuando se esten metiendo conmigo o con alguien que me importe. Soy muy sobreprotectora, y bastante celosa, si se meten con alguien que me importan las pagaran caro, mucho a decir verdad. Empleo musho la ironía y el sarcasmo, son mis arma predilectas, pueden ser tan sutiles e inofensivas como tan rudas y dañinas como es posible. Casi siempre me muestro fría, apartada, calculadora, no me gusta hablar de mi misma, o de mis problemas, son míos y al fin y al cabo soy yo la que tiene que resolverlos y sobrellevarlos. Reservada a punto muerto, me guardo todo lo que pueda, no digo nada. No me gusta llorar, de hecho no lo hago, y si lo hago, estoy sóla en mi cuarto, en un baño, jamás me verás llorar en público, o demostrar algún sentimiento en público. Pero no todo es así, también tengo una faceta más "humana", al fin y al cabo, soy chica ¿no?, si alguien logra sacr esa parte dulce, tierna y amigable de mí, si alguien en serio se lo merece soy la mejor persona que pueda existir, aunque siga siendo directa y sincera, soy cariñosa, mucho a decir verdad, antes solía encariñarme muy rápido con las personas y solía salir siempre lastimada, me dije a mi misma que nunca más dejaría a alguien lastimarme, es por eso que mi armadura es tan... así. Soy una amiga incondicional, si me tienes como amiga puedes contar conmigo para lo que sea, soy de esas amigas que contestan el teléfono en la madrugada sólo para consolar a una amiga. Soy capaz de movilizarme de donde este haciadonde ella este si me necesita, y no importa qué o con quién este si una amiga o amigo me necesita siempre estaré ahí. ¿Qué pasa cuando llega un chico que es más reservado que ella misma? ¿Cuando un chico es un enigma? ¿Cuando un chico se cuida tanto como ella para no poder ser analizados por otra persona? Un reto... me gutan los retos.
Historia:
Nací hace 19 años en un pueblito chico a las afueras de la ciudad, un pueblito muy religioso en el que ser como yo soy es "malo". Soy hija de Osbaldo Arkeley y Rose Degeneres, de padres divorciados mi madre fue la "deshonra" de su familia al casarce con un hombre poco prometedor, a corta edad. Mi padre era músico, y a eso se dedicaba, mi madre se escapó con el a los 16 años y se casaron a los 19 años, salió envarazada mío a los 20 y tanpronto como papá se enteró la dejo. Mamá regreso a casa de sus padres conmigo de 8 meses, y esto la dejaron desamparadas y deseredada, mamá salió adelante por su propia cuenta trabajando como ama de llaves en la casa de las grandes familias de la ciudad. Me crié practicamente sóla, mamá siempre trabajaba para poder llevar comida a la casa, y tan pronto como cumplí los 12 yo también tube que empezar a trabajar para poder pagar mi colegiatura. a los 15 mi padre reapareció, casado y con otra hija, para reconocerme y pedir perdón por lo que había hecho. Mamá jamás lo perdonó pero tampoco le prohibió el hecho de verme, al fin y al cabo era mi padre. No lo acepté, ese hombre nos había dejado y mi madre se las había visto negras, durante 15 años la había escuchado llorar por las noches sin poder hacer nada para consolarla. No llevo buena relación con él ni con la familia que formo, pero aun así el siguió "presente", ayudó a mamá con la colegiatura, y a los 17 años me regaló un departamento para mi sóla. No lo ocupe sino hasta hace un años que ya no soportaba el infierno de mi casa, que siempre habia sido tan amorosa ahora era una verdadera porquería, mamá se había vuelto a casar y el cerdo con el que lo había echo se la vivía ebrio y la golpeaba constantemente, pero ella era estúpida y no se alejaba de el, porque decía amarlo, si eso es amor, el amor no va conmigo, no creo en él, para mi no existe, y si lo hace no es bueno. Pase por varios trastes viviendo sóla, me robaron un par de veces pero no pedí ayuda salí por mi propia cuenta de las situacianes díficiles y mi único apoyo era mi mejor amigo. Y mi compañero de departamento, los dos eramos iguales, y eramos considerados la mala influencia del pueblo. Sólo por el hecho de que escuchamos música pesada, tengo un piercing y el color de mi cabello, que él tiene tatuajes, y que ninguno de los dos va a la iglesia, también esta el ello de que el esta en una banda y yo a veces toco con ellos. Lo cual en este estúpido pueblo de pensamiento ortodoxo es un tabú.
Chico: Zayn Malik
Extra:
- Gustos:
- La música.
- Tocar la guitarra y la batería.
- Dibujar, bailar, practicó balet.
- Leer y escribir.
- El chocolate.
- La lluvia
- El frío.
-Disgustos:
- La gente hipócrita, falsa.
- Que me mientan.
- La oscuridad.
- La soledad (irónico porque casi siempre está sola)
- Los truenos, rayos y tormentas.
- Los vegetales.
- La comida, en general.
- Los peluches rosados.
- Todo lo que sea rosado.
- Todo lo que sea netamente femenino, o de princesita.
- La Pequeña Ligthwood:
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Ŀα Þεqυεñα Ŀιghtωοσd
●8 сαpιtυℓσ:
Liam salió de clases, y vio a la rubia irse como un rayo hacia un precioso Bugatti.
- Wow... ¿Ese es el auto de la Lightwood?- preguntó Niall, su rubio amigo soltando un silbido, lo chicos rieron, si bien era un auto muy lindo.
- Si, eso parece.- comento Zayn, y se encaminaron hacia los vestidores, para cambiarse para la práctica.
- Oye Liam, ¿Cuando llega la enana?- preguntó Louis, y Liam sonrió ampliamente.
- Llega hoy.- dijo y los chicos sonrieron.
- ¿Qué tan grande esta?... ¿Sigue igual de linda?- preguntó el moreno sólo para fastidiarlo, Liam frunció el ceño.
- Zayn... es mi hermana.- le advirtió, y los chicos rieron.
- Lo sabemos, es como una para nosotros también. le tranquilizó Harry.
- Más les vale.- dijo y el entrenador sonó su silbato.
La práctica se paso volando y ya estaban saliendo de camino a sus respectivos vehículos.
- ¿qué hacemos hoy?- preguntó Niall, y los chicos se miraron entre ellos.
- ¿Que les parece si vamos a la fiesta de Clo?- propuso Zayn con una sonrisita maliciosa, los chicos sonrieron.
- Esta bien.- respondieron, y Liam los miro.
- Yo lo siento, no puedo, mamá me pidió que limpiara, y quedé con Lola, para ir esta tarde a su casa.- se excuso y sus amigos lo miraron medio confundidos, medio divertidos.
- ¿Lola?- preguntó Harry con sorna.
- ¿Quien es Lola? - preguntó Louis con una sonrisa picarona, y Liam se sonrojó de inmediato.
- Es sólo una amiga.- murmuró y los chicos rieron, y los siguieron mirando pícaramente.
- Claro como para mí lo es Ámbar.- se burlo Harry, y los chicos rieron con gana, Liam hizo una mueca.
- No de esa clase de "amiga", la conocí por el proyecto de geografía, y... Bueno me tengo que ir.- dijo, se dio la vuelta y se alejo mientras escuchaba las burlas y risas de sus amigos, a veces podían ser unos verdaderos idiotas.
- Hola.- saludo una pequeña niña de cabellos castaños, se parecía mucho a Lola, sólo que sin los pircings y sin el cabello azul. Liam le sonrió.
- Hola, linda... ¿Está Lola?- preguntó y la niña hizo una mueca.
- ¿Eres el chico del que estuvo hablando ayer toda la noche?- preguntó, y Liam se sonrojó un poco. - ¿El chico de la biblioteca?- preguntó, Liam sonrió más ampliamente y asintió con la cabeza. Había hablado de él, pensó alegremente. La niña abrió más la puerta y lo dejo entrar.
- ¡Lola!- gritó.- ¡Tu novio está en la puerta!- y se escucharon pasos apresurados en la planta de arriba.
- ¿Novio?...- preguntó la voz de Lola desde la planta alta de la casa.- Lily, no sé a que te refieres, yo no... ¡Liam!- chilló y bajó corriendo las escaleras, Liam le sonrió al verla en el borde de la escalera, vestida con un short de camisa negro y una camiseta ancha de Nirvana.
- Te dije, tu novio...- dijo la pequeña niña, y Liam enarcó una ceja con diversión, Lola bajo la mirada y se sonrojo, Liam sonrió más ampliamente si era posible.
- Lily, no seas indiscreta, Liam no es mi novio es un amigo.- dijo Lola, acercándose a él.- Anda a jugar o ver tele.- le dijo, la niña asintió y desapareció escaleras arriba, Lola lo miro avergonzada.- Yo.. lo siento mucho Liam, no sé de donde... de donde saco es idea.- murmuró ella nerviosamente jugando con sus manos, y sin verle a la cara. El sonrió.
- No te preocupes, ¿es tu hermanita?- preguntó Liam, y ella le sonrió asintiendo con la cabeza.
- Si, es la menor, se llama Lily.- dijo, y empezó a alejarse hacia las escaleras, Lola se dio cuenta de que el castaño seguía parado en el mismo lugar y extendió una mano.- Ven trabajaremos en mi cuarto, ahí tengo todo.- dijo ella, Liam la miro un poco apenado, y le tomo la mano que ofrecía.
El tiempo se pasó volando y antes de que se dieran cuenta ya había llegado la hora de cenar, Liam estaba acostado boca abajo en la cama de Lola, escribiendo los últimos planteamientos del trabajo, y Lola estaba acostada en el piso haciendo los mapas.
- Lola...- una voz masculina se hizo presente en la silenciosa habitación, Liam alzó la cabeza y miro a su compañera.- ¡Lola!...- volvieron a llamar, Liam se dio cuenta de que ella estaba escuchando música, así que tomo una de las tantas hojas que había dañado, la arrugó, la hizo bolita y se la lanzo. Le dio.
- ¡Oye!- se quejó cuando la pelotita de papel le dio justo en la cara, el rió.- ¿Te parece gracioso?- pregunto haciéndose la molesta, copio el acto anterior del castaño y le lanzo una a él también, pero no le dio, esta ni siquiera estuvo cerca, Liam rió sonoramente.
- No tienes puntería.- la chica le volvió a lanzar otra y esta vez le dio en todo el centro de la cara. Ella rió.
- ¿Decías?- preguntó con burla, Liam se levanto de la cama y ella abrió los ojos como platos, empezó a correr y el a perseguirla. - No, Liam...- chilló ella riendo cuando ambos cayeron al piso y el empezó a hacerle cosquillas. - ¡Liam para!- exclamo ella entre carcajadas.- ¡Liaaaamm! - chilló y ambos reventaron a carcajadas. La puerta de la habitación se abrió de golpe y ambos alzaron la vista hacia la puerta, estaban tirados en el piso Liam encima de ella a horcajadas.
- Lola, ¿Qué significa esto?- preguntó un hombre mayor desde la puerta con el rostro enrojecido por el coraje. Ambos adolescentes abrieron los ojos como platos y se levantaron en una exhalación.
- Papá...- murmuró la chica un poco incómoda.- El es Liam es...- su padre no la dejo terminar.
- Espero sinceramente que sea tu novio. O mal por él.- masculló el hombre cerrando los puños, y Lola miro a Liam.
- Sí, lo es.- respondió ella rápidamente, y Liam la miro entre agradecido y sorprendido. La ira no disminuyo del rostro del hombre.
- Pero si cuando llego dijiste que no.- la desmintió su hermana y a Lola casi que se le salen los ojos.
- Lola...- advirtió su padre.
- Era para que no lo acosaran!...- inventó, y cogió la mano de Liam, y su padre achicó los ojos.
- ¿Desde hace cuanto que tienes novio y a mí no me has dicho nada?- preguntó el hombre.
- No mucho a decir verdad.- murmuró ella. - Papá, por favor. Por una vez no seas tan celopata, es buen chico.- susurró, y miro a su padre de manera suplicante, el hombre miro a Liam.
- Apellido, chico.- pidió y Liam tardo un par de segundos en contestar.
- ¿Ah?.. Oh, sí. Payne, Liam Payne.- contesto y el hombre abrió los ojos como plato.
- ¿Eres el hijo de Karen?- preguntó, y Liam lo miro confundido. Pero asintió.- Muchacho, hubieses empezado por ahí. La cena estará lista en poco, bajen.- dijo y se fue como si nunca lo hubiese querido matar con la mirada.
Después de la cena y una larga charla en la cual el padre de Lola les contaba con respecto a sus aventuras junto a sus padres en la universidad, Liam se despidió y se fue a su casa.
- ¡Mamá!- exclamo el chico entrando a la gran sala de aquella enorme mansión.
- ¡Liam!- chilló una voz femenina desde algún lado, y luego unos brazos lo atraparon en un gran y muy cálido abrazo.
- ¡Solangel!- exclamo el castaño estrechando entre sus brazos a la chica que había corrido a abrazarlo. Se separaron ligeramente.
- Estas muy guapo, mírate. Los años te sentaron bien hermanito.- le piropeo la chica, y Liam la observo con detenimiento, como había cambiado su pequeña, no tan pequeña, hermanita, estaba mucho más alta, sus cabellos rubios oscuros mucho más largos, sus ojos verdes brillaban con alegría, su hermosa sonrisa blanca resaltaba en su rostro pálido, el cuerpo su le había formado, y estaba bastante linda.
- Tu estas... ¡¡estás muy grande!!... ¡Ahora tendré que celarte mucho!.- exclamo, y la chica hizo una mueca.
- ¡Oh, no!, el papel de hermano celopata se lo dejas a Harry o Zayn, que sé yo, tú tienes que ser el hermano cool.- dijo ella y ambos rieron. Liam la volvió a abrazar.
-¡Estás hermosa!- dijo y la estrecho con aun má fuerza.- ¡Te extrañe mucho, enana!- dijo Liam y se separo ligeramente de ella y la volvió a mirar, no pudo evitar encontrar un parecido escalofriante entre ella y Selena, ¿Pero qué?... Liam concéntrate... se dijo a sí mismo, la volvió a abrazar.
- Yo también te extrañe mucho, Boo.- dijo ella y el rió, así le decía cuando era niños.- Me hizo mucha falta mi hermano. - dijo ella y cuando la vio, se dio cuenta de que estaba llorando, él le seco las lagrimas, reprimiendo las suyas.
- Tu también me hiciste mucha falta.- dijo, y ambos se tiraron en el sofá
- ¿En serio? - pregunto y Liam la miro, sus ojitos verdes denotaban tristeza. Le sonrió.
- Si, por supuesto, ¡Muchisisisisisisisisisisisisisisisisisisissisisisiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima falta!- dijo él y ella sonrió, pero sus ojos seguían tristes. - ¿sucede algo linda?- le pregunto y su hermana se acurrucó más contra él.
- ¿Crees que me extrañen?- preguntó, y Liam la miro un poco confundido.
- ¿Quienes?- preguntó, y ella lo miro con ojos acuosos.
- Mis padres... Mis... Mis hermanas...- susurró, y Liam frunció los labios, miro a la pequeña rubia que se refugiaba en su pecho, y tomó su rostro en sus manos.
- Si lo creo... ¿Tenias hermanas?- preguntó, aquello no lo sabía, Angie rió un poco y asintió.
- Cuatro hermanas.- dijo y Liam abrió los ojos como platos.- Si, éramos cuatro, Sara, Lenie, Sophie y Sabri.- murmuró. - Cuando mamá y papá murieron, Sara tenía 18, nos separaron de ella, y nos enviaron a Lenie, Soph, Sabri y a mí a un orfanato. Lenie tenía 6 años yo tenía 4, Soph tenía 2 y Sabri tenía 3 meses de nacida. - susurró y las lágrimas inundaban las mejillas de la chica. - Lenie se aseguró de que a todas nos adoptaran antes que a ella ¿Sabes?... También prometió, que no encontraría y volveríamos a estar juntas.- susurró y rompió en llanto.- Hoy se cumplen 13 años desde eso, y aun sigo esperando poder volver a ver a mis hermanas.- susurró y Liam no pudo más que abrazarla fuertemente, no sabía qué hacer o que decir.
Se quedaron dormidos.
- Pinchame soy SEXY:
Hola!!!! , ¿Como estás? Espero que bien, bueno pues me presento oficialmente, soy Diana, tengo 15 años y soy de Venezuela loool
Oh, sí una sexy venezolana por acá, bueno me gustó mucho tu idea y me gustaría participar, no te puse la imagen de la chica porque mi internet está ridiculo y no quiere cargar las imágenes, y estoy rogando porque el mensaje se publique o moriré de depresión. Nah... pero si quiero participar. Creo que vi en un comentario tuyo anterio la frase los juegos del hambre adaptada a esto claro esta, ¿Eres tributo?*La pregunta del siglo**Chachachachaaaaan*
Todo esta en orden en la ficha, solo que es necesario que tengas a una representante fijo para cuando empecemos la N.C no te tengas que matar en buscar gifs o imágenes de tu pj. Tu ficha fue aceptada.
AEAUASAESA LAS VENEZOLANAS ROCKEAMOS EN EL FORO XD
Y si, soy tributo XD
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Ficha aceptada! Me pareció bastante interesante la historia de tu pjvicstyles escribió:Nombre completo: Michelle Williams.Apodos: Mitchie.Edad: 19 años.Representante: Leighton MeesterDescripción Física: Tiene una belleza única. Sus rasgos faciales son suaves y delicados.Posee labios gruesos en su justa medida y una sonrisa blanca, brillante. Tez blanca, ojos color chocolate, cabello castaño, ondulado y largo por la mitad de su espalda.Mide alrededor de 1,65 teniendo una altura promedio. Tiene un cuerpo de modelo pese a que no se cuida en lo más mínimo.Descripción psicológica: Mitchie es una joven sarcástica y divertida, espontánea. No teme decir lo que piensa ni tampoco le importa el que dirán. Es rebelde como pocas y no acepta un 'no' por respuesta. No teme a la hora de enfrentarse a sus padres porque realmente no los escucha y lo que le digan entra por un oido y sale por otro. Por otra parte es muy independiente y responsable con sus cosas, apenas cumplió los 18 se fue de casa de sus padres a vivir con una amiga por lo que trabaja en el minisuper de una estación de servicio.Historia: Mitchie fue una niña malcriada desde pequeña. Nació en una familia de clase alta en la cual consentian todos sus caprichos. La niña no aceptaba un no por respuesta y hacía berrinche hasta conseguir lo que queria. Sus padres con tal de no escuchar su llanto le daban todo sin darse cuenta lo mal que hacían al no ponerle límites a su hija. Con el tiempo se acentuaron las complicaciones, Mitchie ya no era una niña sino que una adolescente que como tal entra en esa etapa en la cual se descubren cosas nuevas y se siente curiosidad por lo prohibido. Sus padres no querían dejarla salir de noche porque siempre venía con olor a cigarro del secundario y aunque la retaban simplemente los ignoraba. Pero el cigarro la llevó al alcohol y el alcohol a las drogas, entrando en un ambiente que no es bueno para nadie, menos para una joven como Mitchie que siempre quiere experimentar cosas nuevas. A sus 15 años tuvo su primer novio y con el su primera vez. Pero luego se cansó de el y estuvo con otros chicos que empeoraban su reputación. Sus padres hasta pensaron mandarla a un internado pero no eran capaces por mas que no pudiesen con ella. A los 17 se consiguió trabajo en un minisuper para tener su propio dinero ya que sus padres no le daban mas porque sabían que lo mal gastaba en ss vicios. Apenas cumplió los 18 se fue de casa con una amiga con la cual comparten un departamento a medias en el cual hacen lo que se les venga en gana.Chico: Louis Tomlinson.Extra: Fuma cigarrilos y de vez en cuando consume diferentes tipos de drogas pero no es adicta.
Algún OS o capitulo de su autoría (En spoiler)
- gangster paradise|n.c:
Capitulo 003Kill or don't kill, that is the question»?????
Ser parte de una pandilla no es fácil, ser un delincuente no es fácil, ser un asesino no es fácil, pero es lo que me tocó. Siempre pensé que el destino tendría algo bueno preparado para mi vida pero no fue así. Lo único que he tenido hasta el día de hoy son fracasos, pérdidas y problemas. ¿Qué porque no me mato? No crean que esa idea no ha pasado por mi cabeza, pero eso es cosa de cobardes, yo no soy un cobarde, yo afronto las situaciones que se me ponen delante e intento superarlas de la mejor manera. Lo único que tengo actualmente es a Gemma, mi hermana menor y a Anne, mi madre. Son las únicas mujeres que respeto en esta vida, porque se ganan mi respeto y admiración a diario. Mientras Anne trabaja doce horas diarias en una fábrica textil la cual le pagan miserias, Gemma estudia y quiere ser universitaria. Y yo, yo bueno… Vendo drogas a los infelices que dependen de ellas. Anne piensa que trabajo en una discoteca y por eso el buen salario, nunca podría decirle que desde que esos malditos mal nacidos mataron a papá a sangre fría me metí en la pandilla rival para cobrar venganza. Los tres sufrimos intensamente el asesinato de mi padre, pero Gemma y Anne nunca quisieron tomar cartas en el asunto, la maldita policía decía que tenía abierto el caso pero jamás hubo respuesta, por lo que decidí tomar justicia por mano propia. Pero esos tres desgraciados no merecían morir de un balazo, no, antes debían sufrir todo lo que mi familia sufrió por su culpa. Estaba hecho una mierda de persona, pero ¿Qué más da? No tengo nada que perder y necesito el dinero para sacar a mi familia adelante y añejarlas de este maldito y peligroso lugar.
Las calles estaban casi desiertas aquel sábado a la medianoche. La gente se concentraba unas cuadras alejadas del callejón entrando a la discoteca.
-Styles ¡Qué bueno verte!- Se acercó aquel hombre grande, cabello negro, tan negro como aquella noche, al igual que sus ojos y barba. Me saludó con la mano y yo solo respondí con el mismo gesto.
-Lo mismo digo Henry ¿Para qué me citaste acá?- La curiosidad mató al gato dicen, debo tener balazos por todo mi cuerpo entonces.
-Te tengo un trabajo perfecto para vos y de muy buena paga- Parecía que el signo de dólares brillaba en sus ojos, a ese maldito le importaba el dinero, nada más. Vivía como un rey a costa de tipos como yo que cumplíamos sus órdenes por un puto ingreso monetario a nuestras familias.
-Habla, sabes que me interesa- Me crucé de brazos mientras esperaba respuesta.
-Eric Tyland es un nene de mamá y papá que está pasando los límites de mi confianza. La historia es que me debe bastante dinero y se excusa en que no sabe de dónde conseguirlo-
-No me interesa la historia, quiero saber que querés que haga- Odiaba que le den vueltas al asunto, me gusta lo concreto y rápido, sin rodeos.
-Tranquilo Styles, quiero que le des un buen susto a diario hasta que me pague, amenázalo con lo que sea necesario, averigua más de su familia si tiene novia o lo que sea y presionalo con eso-
-Esto es demasiado fácil para mi, pensé que hablábamos de alguna entrega por unos cuantos grandes- Bufé con pesadez, este tipo de cosas las hacía cuando recién empezaba con unos quince años, de eso ya pasaron cinco y no estoy para tonterías.
-¿Aceptas o no? Es una buena paga y te la quiero dar a vos porque te conozco, sino busco algún otro que ande desesperado y sabes que lo agarran enseguida-
-Acepto- Giré mis ojos resignado –Lo que sea, necesito el dinero-
-Tranquilo Styles, sos cumplidor y te conozco, por eso te voy a dar un adelanto para que veas que soy bueno- Reí irónicamente ¿Bueno? Por favor, esa palabra no existe en el diccionario de un pandillero como él. Sacó de su bolsillo trasero la billetera que estaba bastante gorda en comparación con la mia y depositó parte del dinero en mi mano. –Espero que esto alcance- Nose que tendría de importante el idiota al cual tenía que asustar pero hacía tiempo que mis ojos no veían tanto dinero junto. –Voy para el lado de tu casa ¿Te arrimo?-
-¿Estás loco? Me queda mucha noche por recorrer, además tengo unas entregas menores para los nenes bien que vienen a este antro asqueroso- Dije con asco pero a la vez reí, en ese baile se concentraban idiotas agrandados con plata de sus padres que cumplen todos sus caprichos.
-Esa es la actitud Styles, nos vemos- Se subió al auto y se fue.
Caminé hasta el baile y luego de que estuve dentro fui a mi lugar habitual, me recosté en la pared y crucé mis brazos esperando a los clientes. Fueron llegando de a poco, ya no me quedaba más mercadería, o si pero para uso propio por lo que decidí irme a buscar diversión en un lugar mejor. Subí a mi moto y encendí el motor e iba a arrancar cuando escuché un nombre que me llamó la atención de parte de una chica.
-¡Eric! ¡Quiero que me vengas a buscar! ¿Qué parte no entendés? Este lugar esta asqueroso y perdí a mis amigas, no me atienden el teléfono deben estar borrachas por ahí o en la cama de alguno-
Era linda, muy linda, solo la veía de atrás porque estaba dándome la espalda pero podía ver que era rubia y eso me bastaba, las rubias me pueden y yo puedo con ellas.
-¡Idiota! ¡Matate!-
Cortó el celular y comenzó a caminar hacia la avenida principal, seguro iba a buscar un taxi y yo estaba ahí para impedirlo. Arranqué mi moto y me detuve a su lado sin apagar el motor. –Hola ¿Querés que te lleve a algún lado?-
-¡No!- Respondió sin siquiera mirarme muy molesta.
-¿Mala noche? Yo se de eso, pero te puedo ayudar a mejorarla- Bufó sin dejar de caminar –Tengo una moto, combustible, plata encima y facha de sobra- Reí y al fin me miró.
-¿Cerebro no tenés no? Se nota- Volvió su vista al frente sin detener su paso veloz.
-Hey que mal humor, solo quiero ayudarte y hasta que no me dejes no te voy a dejar en paz-
-Ok- Se detuvo a mirarme más detenidamente y al parecer le gustó lo que veía. –Llevame a mi casa-
-Subí dale- Hizo caso y se agarró de mi –Ya empezás a tocar y ni siquiera me moví- Reí a lo que ella me soltó enseguida e iba a bajarse pero la detuve con mi brazo –Era chiste, cambia esa cara que es muy linda como para estar siempre seria-
-Dejate de chamullo y arrancá de una vez nene- Reí y aceleré la marcha, esta chica me caía bien aunque me tratara peor que a un perro callejero.
-¡Harry Styles!- Grité ya que por el movimiento no nos escuchábamos bien.
-¡¿Qué?!-
-¡Harry Styles! ¡Ese es mi nombre!- La veía por el espejo retrovisor y me daba un poco de miedo quedar idiotizado viéndola y terminar en el suelo -¿¡El tuyo!?-
-¡Polly! ¡Polly Tyland!- Gritó sin mucho interés, de verdad le importaba poco estar conmigo, eso no es normal en una chica ¿Sería lesbiana? Mi mente se detuvo al procesar el nombre que había mencionado ¿Tyland? Esto era demasiado bueno para ser verdad.
-¿¡Tu hermano como se llama!?- Tenía que sacarme esa duda.
-¡Eric!- Hizo una leve pausa en la que mi sonrisa aumentó considerablemente - ¡Hey! ¿¡Que te importa!?-
-¡Curiosidad linda!- Frené en un semáforo y cuando voltee a ver se había bajado y había empezado a caminar sobre la acera. -¡Hey! ¿A dónde vas? ¿Estás loca?-
-¿Te pensaste que le iba a decir a un desconocido donde era mi casa?- Rió con ironía y detuvo un taxi con su mano al cual se subió.
-¡Loca!- Le grité todavía sin poder creer lo que había hecho y ella solo respondió sacando su dedo intermedio por la ventana para luego desaparecer a lo lejos con el taxi. Se había metido justo con la persona equivocada. Hasta que no terminara en mi cama no iba a parar.
- teen idle|n.c:
Cap 07 Narra ClaireAño 2009|Último día de clases|Baile de graduación.
Era el día perfecto para ser el último. No encajaba con como yo me lo imaginaba, gris, gris por completo. No porque lo quisiera, sino porque graduarme significaría dejar el secundario para irme a la universidad, y graduarme e ir a la universidad significaba alejarme de Louis, para siempre.
No somos la pareja perfecta, no, ni cerca estamos de eso, pero nos complementamos. Yo soy feliz cuando estoy con él y sé que él es feliz cuando está conmigo.
La puerta sonó y corrí desde la cocina donde estaba terminando con el desayuno, hacia ella para abrirla.
-Buenos días- Dijo sonriente sin esperar respuesta y se abalanzó hacia mí tomándome por la cintura no sin antes pegar sus labios contra los míos. Yo solo sonreí, ni loca me separaría de ese beso. Comenzó a dar pasos hacia adelante obligándome a mí a dar pasos hacia atrás. Levantó su pierna hacia atrás y con ella cerró la puerta de un golpe seco.
¿Intenciones de soltarme? No, ni una sola.
-¿Cómo… ama… neciste?- Preguntó sin separar por completo sus labios de los míos.
-Mm… muy… muy bien- Mis manos se habían cruzado tras su cuello para no dejarlo ir, para que no fuera a apartarse de mí sino hasta que yo lo decidiese.
Nuestros labios se separaron pero no para alejarnos. Rozó su nariz con la mía de un lado a otro de una manera muy enternecedora, no podíamos dejar de sonreír.
Desayunamos, dejamos la cocina en orden nuevamente, tome mis cosas, él las suyas y salimos rumbo al secundario. No era muy lejos y menos en el auto de Louis, por lo que en diez minutos ya estábamos allí.
-¿¡Llegamos tarde!?- Pregunté exaltada al no ver a nada en los alrededores como había cada mañana.
-Hey, es el último día ¿Quién se preocupa por llegar en hora?- Dijo despreocupado y riendo, seguro mi cara había sido muy graciosa.
-Lo siento, simple costumbre- Sonreí apenas y agaché la cabeza. Era el último día, también era consciente de eso. Suspiré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
-¿Claire? ¿Claire estás bien?- Se acercó a mi preocupado y levantó mi cara con delicadeza notando aquellas lágrimas que querían salir. –Oh no Claire ¿Dije algo malo? Lo siento lo siento soy un bruto- Me abrazó con fuerza e hice lo mismo escondiéndome en su pecho.
-No dijiste nada malo, solo dijiste la verdad- Hablé casi en susurro y no veía su cara, pero sentía el aire de un suspiro que infló su pecho, no necesitaba respuesta ante eso.
-El baile- Exclamó con poco entusiasmo y se separo un poco de mí para poder mirarnos.
-¿Qué hay con eso?- Pregunté mientras él secaba mis lágrimas suavemente con su dedo índice.
-Todavía nos queda el baile- Lo quedé mirando sin omitir sonido alguno –Baile de graduación ¿Te suena? Esta noche…- Esperó que dijera algo pero no lo hice. –Claire- Tomó mis manos con las suyas. –Ésta noche es nuestra ¿Si? Disfrutemos el momento y después hablaremos de lo demás ¿Está bien?- Asentí con la cabeza. –Hey, decime algo. Si querés pégame o insúltame pero hace algo por favor- Dijo chistoso, lo que provocó una sincera sonrisa en mi rostro. –Ahora sí, mucho mejor- Caminamos hasta la puerta de entrada. –Paso por ti a las ocho ¿Está bien?-
-Perfec…- No había podido terminar de dar mi respuesta que ya había vuelto a besarme.
-Ya, entremos antes de que nos maten- Rió y fuimos juntos al salón.
Caminábamos entre tiendas con Lindsay en busca de nuestro vestuario para la noche. La verdad es que nunca fui del tipo de chicas que se enloquecen por las compras, pero con Linds todo era divertido y nunca podía decirle que no.
-¡Este!- Gritó con emoción y tomó mi brazo arrastrándome dentro de la tienda.
-Hey amiga tranquila, no se evaporará, aquí está- Reí ante tanta efusividad.
Le pedimos a la chica de la tienda que nos llevase a los probadores y eso hizo. Ya habían pasado unos diez minutos y Linds aún no salía. -¿Todo está bien ahí dentro?- Sentí un si como respuesta y acto seguido la cortina del probador se corrió para mostrarme a quien sin dudas merecería ser la reina del baile. –Oh Lindsay ¡te queda hermoso!- Miré de arriba abajo, parecía hecho a su medida, era realmente perfecto para ella. –A ver linda, voltea-
-A mi también me gusta como me queda- Dijo mirándose frente al espejo de todas las maneras posibles. –Este es, si, sin duda, me lo llevo-
Luego de eso paseamos otro rato por el centro comercial, compré mis zapatos y vestido al igual que ella y paramos a tomar algo. De pronto, la vi tiesa, mirando a un punto físico y me acerqué rápido a ella. -¿Qué pasa?-
-Es Liam- Respondió sin siquiera mirarme, yo llevé mi vista hacia donde ella pero veía mucha gente, demasiada.
-¿Estás segura?- Insistí, no quería creer que mi amiga estaba loca o algo así. No era la primera vez que algo así sucedía, pero nunca lograba ver al chico que ella describía.
-Completamente- Afirmó y al fin me miró, luego giró su cabeza en busca del chico pero no estaba, lo buscó mirando de un lado a otro, recorriendo todo el lugar con sus ojos pero el había desaparecido, como siempre lo hacía.
-Linds, vayamos a tu casa y aprontémonos para el baile, aún necesito que me peines y maquilles, sabes que no soy buena en eso- Logré quitarle una leve sonrisa y ya superando el mal momento nos decidimos en ir a su casa.
-Yo creo que estás más que lista, mírate- Dijo dándome un espejo el cual tomé para comenzar a analizar mi look. –Ya, dime que te gusta, porque me esforcé mucho y además porque te vez de película- Sonrió. Sí, me veía bien. Mi pelo recogido de una forma chic, los aretes, el maquillaje natural, realmente estaba más que conforme.
-Gracias Linds- Me levanté a abrazarla –Realmente nose que hubiera hecho sin ti- Ambas reímos.
-Ya, ya, no hay de qué ¿Eres mi amiga o no?- Asentí –Ok, esto hacemos las amigas- El lindo y amigable momento se cortó de golpe cuando casi sin querer miré el reloj de la habitación dándome cuenta la hora que se nos había hecho.
-¿¡19:30!?- Grité exaltada –Oh por dios, debo irme, Louis pasará por mí a las 20 y aún estoy aquí- Tomé mis bolsas con el vestido y los zapatos.
-Ya niña calma, te llamaré un taxi, bajemos- Ambas bajamos con apuro las escaleras, para mi suerte el taxi llegó de inmediato. –Cuídate, nos vemos en el baile- Sonrió y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Gracias! ¡Te quiero!- Grité bajando la ventanilla del automóvil que casi enseguida arrancó.
Ya estaba lista, mi vestuario estaba completo, solo faltaba que… -¡Yo voy!- Grité cuando sentí el timbre y corrí hacia la puerta.
-Woow- Exclamó mirándome de arriba abajo, tomó mi mano y me hizo girar ante él. –Simplemente hermosa- Besó mis labios brevemente, en las mañanas no, pero a la noche mis padres si estaban en casa y ambos preferíamos guardar todo ese amor para más tarde.
-¡Louis cuídame a la niña!- Gritó mamá desde el sofá logrando que me ponga colorada.
-¡Ya má, cállate! ¡Adiós!- Saqué a los empujones a Louis de la casa mientras el reía. –No es gracioso Louis, vamos sabes que me da vergüenza-
-Lo sé, pero no entiendo el porqué-
-Ya, mejor vayamos al baile de una vez- Negó con la cabeza dejándome sin entender -¿Qué? ¿Qué pasa ahora?-
-¿Y te atreves a preguntarlo?- Se puso serio de repente. Oh oh, algo no sonaba bien en su voz, pero realmente no entendía de que hablaba.
-Louis lo siento, pero nose de que me hablas- Dije hasta con un poco de temor.
-¡Estoy vestido de traje! ¿No vas a decirme nada de cómo me veo?- Dijo haciéndose el enojado pero enseguida se echó a reír.
-Eres un tonto Tomlinson, de verdad me asustaste- Le dí un breve beso –Realmente pareces salido de un cuento de Disney, el príncipe Tomlinson, hasta suena bien- Ambos reímos.
-Ya vamos linda, no querrás perderte el baile-
-Por nada del mundo-
El baile estaba siendo muy divertido, nos separamos solo un rato en el cual yo fui con Linds y el con sus amigos.
La medianoche estaba cerca, sentía que el cuento estaba por llegar a su final y así era, Louis se iría de vacaciones al norte, yo al sur y luego no volveríamos a vernos ya que su universidad quedaba muy, demasiado lejos de la mía.
-¿Porqué no salimos a caminar un rato?- Propuso suave a mi oído mientras bailábamos pegados una canción lenta.
-Está bien- Respondí y tomó mi mano para salir de aquel baile.
Gritos, risas, mucha felicidad, en cambio nosotros nos íbamos alejando de todo el bullicio de los demás estudiantes en completo silencio ¿En qué estaría pensando? Louis no es de esas personas que se quedan sin palabras, sin dudas no lo es, algo estaba mal y ambos sabíamos que era.
Se frenó de golpe provocando lo mismo en mí y se me paró enfrente.
-¿Pasa algo Louis?- Pregunté con voz suave, las calles estaban iluminadas y las calles también, pero estaba totalmente desierto, en ese momento solo éramos él y yo, Louis y Claire.
-Sabes que pasa, ambos lo sabemos- ¿Había lágrimas en sus ojos? Oh no, esto no podía estar pasando. –Sabes… Nunca pensé que me enamoraría en el secundario. Y mucho menos de una casi nerd- Rió apenas al igual que yo, siempre quería ser fuerte, tal vez eso lo hacía sentir seguro, pero conmigo eso no era necesario. –Porque lo que yo empecé a sentir por vos se llama amor- Acarició mi rostro con delicadeza y unas lágrimas se desbordaron de mis ojos. –Vos no sos una chica más en la lista, nunca lo fuiste, vos sos LA chica que logró que el idiota de Louis Tomlinson se ponga cursi y diga cosas como estas- Soltó aire en un bufido, pero eso no era enojo, estaba conteniendo las ganas de llorar que tenía. –Claire…- Dijo con dulzura y seriedad –Quiero que vos seas la primera chica a la cual le haga el amor- Sentí que mi corazón latía más fuerte, estaba nerviosa sí, pero no asustada. –Y yo… yo quiero ser el primero en tu vida- Dejó caer algunas lágrimas que rápidamente secó con su mano.
-Te amo Louis- Confesé mirándolo fijamente a sus hermosos ojos y tomé su cara entre mis manos para besarlo lenta y tiernamente. –Yo quiero lo mismo que vos- Confesé con timidez a lo que el sonrió.
-¿Te das cuenta? Esos cachetitos rojos me enamoran- Dijo con ternura.
-Basta Louis, sabes que soy tímida- Reí nerviosa bajando la mirada.
-Hey, quiero que esos hermosos ojos no dejen de mirarme ¿Ok?- Levantó mi cabeza suavemente con su mano en mi mentón.
-Eso es imposible, tenemos que caminar y necesito ver hacia adelante- Reí con obviedad a lo que el negó y me alzó en sus brazos, cargándome como a una princesa. –Louis ¿Qué haces?-
-Yo siempre logro lo que quiero, ahora se que no vas a dejar de mirarme- Sonrió empezando a caminar, por momentos creía estar soñando pero no, esta era mi hermosa realidad. Nose a donde pensaba llevarme, ni como terminaría esta noche, solo sé que no quería pensar en nada que no fuéramos nosotros.
-Louis- Me miró de reojo sin frenar el paso. -¿A dónde me llevas?-
-¿Todavía no conoces este camino? No te hagas- Rió. Ya me había dado cuenta, estaba llevándome a su casa. La reconocí al verla a algunos metros. Esa casa donde habíamos hecho gran parte de nuestro proyecto de fin de año, donde nos habíamos dado el primer beso, y probablemente, en donde sería mi primera vez. Me bajó con delicadeza cuando estuvimos frente a la puerta para sacar sus llaves y abrirla.
-¿Vamos a estar solos?- Creo que era bastante estúpida la pregunta pero estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Completamente, mis padres y hermanas ya comenzaron las vacaciones- Dijo yendo a la cocina -¿Querés tomar algo?- Volteó a verme pero yo solo negué con la cabeza por lo que el siguió su rumbo. –¡Si querés esperame en mi cuarto, ya subo!-
-¡Ok!- Respondí intentando sonar normal, nose si lo había conseguido. Un ejército de mariposas volaba dentro de mi.
Entré a su habitación. Todavía era como la de un niño, conservaba algunos juguetes, eso era tierno, el lo era. Me senté en la cama para sacarme los zapatos, realmente eran altos y ya los había tolerado demasiado.
Levanté la mirada y ahí estaba él, mirándome desde la puerta, yo también lo observé en silencio dedicándole una tierna sonrisa. Entró a la habitación mientras se quitaba y sacó y solo lo tiró a un lado. Se paró frente a mí y solo estiró sus manos para que yo las tomara, eso fue lo que hice levantándome.
-¿Estás bien?- Probablemente había notado un suave temblor que recorría mi cuerpo y mis manos sudorosas, si eran los nervios, inevitable.
-Muy bien, un poco… nerviosa- Mordí mi labio inferior sin deparar su mirada de la mía.
-No va a pasar nada que vos no quieras- Besó mis labios suavemente, tan suave que pareció tan solo un roce.
-Louis…-
-¿Qué?-
-Los dos estamos esperando lo mismo- Sonreí. Me moría de ganas de besarlo y abrazarlo hasta el cansancio pero no podía dar el primer paso. Probablemente el no quería apurarme y por eso estaba yendo despacio.
-Te amo- Llevó sus manos hacia el cierre trasero de mi vestido, el cual bajo despacio.
-Yo también te amo- Apartó la tela de mi cuerpo y dejó que cállese al piso. Solo me miró unos instantes y luego me besó, me besó como nunca antes, era un beso lleno de deseo, no quise pensarlo dos veces porque si lo pensaba probablemente no lo haría. Desaté su corbata que cayó a un lado para dedicarme a desabotonar su camisa. Quitó mi corpiño y yo su camisa. Él se encargó de dejar caer sus pantalones para luego con delicadeza recostarme sobre la cama.
El mundo estaba detenido en ese momento para ambos, el era mío y yo era suya. No pasó mucho tiempo más para que nuestras últimas prendas desaparecieran por completo.
Sé que nunca olvidaría esa noche, y estaba casi segura que tampoco él. Louis sin duda nunca podría ser considerado como uno más en mi vida, por más que nuestros caminos no fueran en la misma dirección, mi mente cuerpo y alma nunca olvidarían al primer hombre que me enseñó lo que es amar.
- in love with a ghost|n.c:
Enero de 1890, Londres, Reino Unido.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Capítulo 001They don't know ive waited all my lifeBy Victoria:love
Era una mañana fría y lluviosa, se podía sentir el silbido del viento, como ferozmente sacudía los árboles y arbustos del jardín. La mansión Styles estaba desierta.
En el piso superior se encontraban todas las habitaciones con las altas puertas dobles cerradas. En aquella casa solo vivían cuatro personas, El señor Styles, la señora Styles, Harry, el único hijo que había tenido el matrimonio, y el mayordomo. ¿Porqué una mansión para tan solo cuatro personas? Harry se lo preguntaba cada mañana cuando debía cruzar de su dormitorio a las escaleras al otro extremo del pasillo.
El contacto de los pies descalzos del joven con el frío y brillante piso de parquet se repetía cada mañana a diario mientras caminaba por aquel lugar. Las paredes color beige oscuro le daban más sobriedad aún. Cuadros de la época, jarrones de porcelana, mesas de madera y mármol, entre otros preciados objetos llenaban al menos un poco todo el espacio vacío y frívolo.
El joven se preguntaba a menudo ¿Cómo sería vivir en un hogar? Acogedor, cálido, eran palabras que para él no existían. Harry lo tenía todo, y a la vez no tenía nada.
Bajaba las escaleras forradas por una alfombra roja ya sin mirar abajo, conocía el camino de memoria, sabía donde pisar en cada uno de los veinte escalones sin necesidad de aferrarse a la baranda de madera y hierro que tenía a los lados. Las escaleras eran curvas formando un círculo en medio de ambas. Harry desde pequeño bajaba por la derecha y subía por la izquierda. Si, era algo tonto, pero estaba acostumbrado a eso.
Cruzaba el hall, el living principal y el comedor hasta al fin llegar a la cocina, donde cada mañana lo esperaba su desayuno.
-Buenos días joven Styles- Saludaba con amabilidad Fredd, el mayordomo.
-¿Qué tienen de buenos? Y soy Harry ¿Si? Harry- Repetía el joven poniendo sus ojos en blanco ¿Para qué tantos buenos modales? La verdad era que había sido más criado por Fredd que por sus mismos padres.
-Lo siento jove… Lo siento Harry, sabe que los señores de la casa quieren mantener el protocolo- Contestaba mientras le servía jugo al joven y éste comenzaba con su desayuno.
-Protocolo- Bufaba con desagrado –Maldito protocolo, malditos ellos, maldito todo- Comenzó con su nutritivo desayuno al cual Fredd lo tenía acostumbrado.
Pasado el mediodía el sr Styles hizo llamar a su hijo por una de las empleadas domésticas para que fuese a su despacho. El joven rápidamente fue hacia allá, el sr Styles no lo citaba en su despacho porque si. Uno, dos, tres golpes en la puerta y el grito de su padre desde adentro lo autorizó a pasar.
-Padre ¿Me llamaba?- En aquellos tiempos a toda persona mayor se la trataba de ``usted´´ no importaba cuan cercano fuese el vínculo.
-Toma asiento hijo- El hombre respondió sin siquiera verlo, estaba demasiado concentrado con el periódico que tenía frente a su cara.
Harry esperó más de cinco minutos sin decir absolutamente nada, en el despacho de su padre no se hablaba a menos que éste lo ordenase.
-Hijo…- Dijo al fin el hombre observando al joven –Tengo una muy buena noticia para darte- Exclamó el hombre con entusiasmo, ese entusiasmo que pocas veces se veía en el sr Styles –En dos meses hijo… ¡Te casas!- La reacción de Harry no fue para nada lo que su padre esperaba, se quedó callado, sin emitir sonido o movimiento alguno, solo mirándolo fijamente –Hijo ¿Qué pasa? Deberías estar feliz, ya no tienes que preocuparte por las solteronas que te perseguían, hablé con el padre de la joven y el pagará la boda, todo será perfecto- Harry cerró sus ojos fuertemente, tenía unas enormes ganas de llorar, la impotencia se apoderó de su cuerpo, pero era consciente de que este día iba a llegar tarde o temprano. –¡Dime algo hijo!- Ordenó su padre alterado.
-Padre le agradezco su preocupación hacia mí y hacia mi futuro. Ahora si me permite me gustaría retirarme para tomar un descanso- Dijo seriamente, en un estado neutro, parecía que habían arrancado todo sentimiento de su pecho y fuera manejado como un robot.
El sr Styles no quedó conforme con la respuesta de su hijo pero le dio el permiso para que sse fuera, y eso fue lo que hizo. El pobre Harry estaba perdido, desorientado, ni siquiera había pensado en preguntar quién sería su futura esposa porque eso no importaba, el jamás amaría a una mujer como ama a Amalia, la joven hija del mayordomo. Pero claro, sus padres jamás estarían de acuerdo, sería una vergüenza para la familia que un joven noble como Harry se casara con la hija del mayordomo.
El reloj de su mesa de luz marcaba las diecinueve horas con veinte minutos, debería levantarse o le sería imposible dormir a la noche. Se sentó en la cama y sintió su nombre tras la puerta.
-Harry, hijo ¿Puedo pasar?- Esa dulce voz provenía de su madre, de quien había heredado sus verdes ojos y cabellos rizados.
-Pasa madre- La sra entró y lo miró apenada, sabía por lo que su hijo estaba pasando, pero no sabía realmente como se sentía al saber que su futuro estaba armado lejos de la mujer a la cual el amaba.
-Hijo, tu padre recién me dio la noticia y dice que no tomaste muy bien el tema del matrimonio ¿Qué te está pasando?- A diferencia de su padre, la mujer quería comprender que le pasaba a su hijo, sabía que no estaba bien, su mirada no tenía su brillo habitual desde ya hace un tiempo.
-Me tomó por sorpresa, nada más- Apartó la mirada.
-Harry, cariño, soy tu madre, no en vano estuviste nueve meses en mi vientre, algo te pasa hijo, puedes confiar en mí- Acarició el rostro del joven con dulzura. Ella no se daba cuenta, pero con solo esa caricia Harry sintió que su corazón quería empezar a latir de nuevo con fuerza. Sus padres no tenían idea de lo que su hijo los necesitaba, compartir momentos juntos, un simple abrazo. Harry ya no recordaba cuando había sido su último abrazo.
-Estoy bien madre, estaría mejor si me lo preguntaras más seguido- Respondió con una media sonrisa volviendo a mirarla. La mujer sintió como su corazón se estrujaba ¿Cómo era posible que una madre no se diera cuenta que su hijo solo necesitaba más atención? Se abalanzó sobre él abrazándolo con fuerza, el respondió al abrazo con esperanza de que todo no podía ser tan malo como se lo dibujaba.
-Lo siento tanto hijo, no es fácil casarse con un desconocido, pero pasado el tiempo te acostumbras y le tomas cariño a la otra persona- Harry sentía que su hombro se humedecía, las lágrimas de su madre no se contenían pero él no podía decir nada, estaba mudo, por un lado amaba a la persona que le había dado la vida pero por otro la desconocía. Ese abrazo se sentía bien pero era extraño. Harry no tenía claro como demostrar sus sentimientos ya que a él nunca se los habían demostrado. –Harry… Hijo…- Habló la mujer con su voz temblorosa separándose de a poco de aquel abrazo. –Esta noche la familia Miller vendrá a cenar con nosotros, tu padre quiere que te pongas el traje de gala- Él la miró extraño. Harry solía vestir siempre formal pero el traje de gala para una cena en casa debería ser una familia muy especial.
-¿Quiénes son ellos?- Preguntó con curiosidad.
-Rebecca Miller es tu futura esposa hijo- Dijo la madre luego de tomar un largo respiro. Harry se levantó de la cama de golpe y caminó hacia el armario con bronca, tenía necesidad de gritar pero sabía que no era correcto comportarse de tal manera con su madre, pero… ¿Acaso era correcto que ellos decidieran con quien debería compartir su vida? Revolvía aquel mueble hasta que sacó el traje del cual habían hablado.
-Necesito privacidad para cambiarme madre- Pidió entre dientes sin siquiera mirarla, ella no emitió sonido alguno, solo se sintió cuando la puerta se cerró por fuera. Harry se sentía destrozado. Fuera de esa habitación todo estaba bien, pero dentro, el aire era tenso y no había pensamientos que pudieran hacer de aquel momento algo positivo.
Pasó un largo rato allí encerrado, viéndose al espejo y solo odiándose a si mismo por no ser capaz de enfrentar la situación. Ya era tiempo de bajar, el reloj marcaba las veintiuna horas, justo cuando todo se terminaba de preparar para la cena.
Nunca bajó tan despacio por aquellas escaleras. Un exquisito aroma provenía de la cocina y voces entusiastas mezcladas con risas venían del comedor.
-¡Harry!- Exclamó su padre con alegría al verlo entrar. –Ya era hora de que llegaras hijo. Ellos son los Miller- Harry sonrió sin ganas dándole la mano al señor, besó la mano de la señora y luego se paró frente a la joven. Su cabello era rubio casi dorado lleno de rizos, su tez era blanca pálida y sus ojos de un hermoso celeste.
-Mi nombre es Rebecca- Se detuvieron a mirarse hasta que Harry reaccionó y tomó su mano con delicadeza para besarla.
-Es un placer… Soy Harry- Las familias de ambos los miraban con emoción, pero al ver que no emitieron más palabras el sr Styles rompió el silencio.
-Fredd, la cena por favor- El mayordomo asintió y fue a la cocina en busca de los alimentos mientras todos se sentaban a la mesa.
Rebecca era una joven hermosa, así la veía Harry. Harry era un joven hermoso, así lo veía Rebecca. Pero ninguno de los dos veía un futuro juntos. Los únicos que hablaron durante toda la cena fueron los adultos, que bromeaban hablando del casamiento y cada tonto detalle. Los jóvenes se miraban por momentos pero no había ningún tipo de conexión.
La cena no fue tan mala para Harry después de todo, no se había sentido incómodo ya que pocas palabras cruzaron con su futura esposa. Ya era tarde y todos se habían ido, sus padres dormían en su habitación y Harry se había tirado en la cama tan solo a mirar el techo mientras solo una persona invadía sus pensamientos, Amalia. Sus pensamientos se vieron estorbados cuando un fuerte trueno sonó. Los relámpagos no cesaban ni tampoco la lluvia. En esas noches se le hacía muy difícil dormir y más luego de la siesta que había tomado en la tarde. Se quitó el moño y desabrochó los primeros botones de su camisa, se levantó sin estar muy seguro de que hacer y decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Caminaba descalza y a oscuras, lo único que iluminaba la noche eran los relámpagos a través de los ventanales. Por eso al joven se le hizo extraño ver la luz de la cocina prendida y con sigilo se acercó. Para su grata sorpresa, Amalia se encontraba allí bebiendo un poco de champagne que había quedado de la cena.
-Buenas noches- Saludó el en un tono suave para no asustarla, pero aún así lo hizo. La chica volteó de golpe pero respiro aliviada al ver que tan solo era Harry.
-Me asustaste, creí que eras tú…-
-¿Mi padre? Yo también le tengo miedo- Ambos rieron. Ese fue el comienzo de una charla que duró vario rato mientras descorchaban más botellas. Habían tomado demasiado y ninguno de los dos estaba acostumbrado a eso. Harry se sentía más libre, con ganas de gritar y expresar sus sentimientos y por eso luego de algunas risas seguidas por un breve silencio se acercó a la joven Amalia y sin previo aviso la besó. Sus manos fueron a sus caderas y todo estaba bien hasta que ésta reaccionó y lo empujó de golpe.
-Harry ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco? Soy yo, Amalia- Estaba muy confundida, no significaba que aquel beso no le hubiese gustado, por el contrario, pero sabía todo lo que por lógica la separaba de Harry.
-No no no ¡No estoy loco! Por primera vez estoy haciendo algo que realmente siento- Gritó alterado a lo que la joven se puso nerviosa y creyó sentir pasos hacia la cocina por lo que salió corriendo por la puerta de servicio. -¡Amalia!- Harry la siguió sin pensarlo, la lluvia era intensa, tanto que sus golpes dolían si pegaban directo en su cara. Avanzaba entre la oscuridad como podía hasta que al fin la vio, ya cerca de la salida hacia la carretera. -¡Amalia!- No lo escuchó, pero se detuvo por el cansancio, su ropa pesaba demasiado y era difícil luchar contra aquel temporal. –Amalia…- Dijo exhausto Harry cuando al fin estuvo cerca de ella.
-¡Harry! Esto está mal, muy mal y lo sabes- Aunque su rostro estuviese empapado podía ver en sus ojos lágrimas que brotaban.
-¿Y qué es lo que está bien? ¿Qué tenga que pasar el resto de mi vida con una desconocida en vez de pasarla junto a la mujer que amo?- Si estaba ebrio, pero completamente seguro de lo que decía. –Amalia ¡Yo te amo!- El tomó sus manos mirándola fijamente a los ojos. El sentimiento era mutuo. Pero ella se soltó y le dio la espalda comenzando a caminar sin rumbo.
-¡Esto es imposible Harry! ¡No tiene sentido y lo sabes!- Su voz se quebraba pero el la seguía, no pensaba dejarla sola.
-Amalia si prometes que te quedarás a mi lado estoy dispuesto a huir de todo, de esta familia, de esta vida hipócrita, solo por estar a tu lado- Ella volteó para verlo emocionada creyendo que tan solo sería un sueño más.
-No sabes lo que dices, estás ebrio-
-Te amo, se lo que digo, estoy seguro de cada palabra- No hubo respuesta por parte de ella por lo que se acercó y nuevamente intentó besarla, ahora si cumpliendo con su objetivo. El romántico momento fue interrumpido cuando Harry vio dos siluetas de negro acercarse a ellos. De inmediato, se paró frente a Amalia para protegerla.
-¡Dame todo lo que tengas! ¡Rápido!- Gritó uno de los sujetos. Ambos con armas en las manos.
-¡Pero no tengo nada!- Contestó él sintiendo como Amalia lo agarraba fuerte llena de temor. Vio su reloj de muñeca y se lo quitó dándoselo al maleante.
-¿No era que no tenías nada? ¡No me gustan los mentirosos! Tomó el reloj guardándoselo en el bolsillo pero no feliz con esto apretó el gatillo directo al pecho de Harry. Amalia gritó desesperada sin soltarlo, pero él no podía mantenerse estable y mientras llevaba una de sus manos directo a la herida murmuró la palabra ``corre´´ pero ella no pudo. El cuerpo de Harry estaba ya en el suelo con sus ojos abiertos y su cara reflejando asombro por lo que acababa de pasar.
-Te… te a…- Esas fueron las últimas palabras, todo fue muy rápido, de un momento a otro Harry estaba muerto. Los maleantes reían disfrutando el terror en los ojos de la joven que se levantó comenzando a correr sin éxito, porque casi enseguida estos dos la alcanzaron y amarraron llevándosela. Taparon su boca hartos de sus gritos desgarradores y la tiraron al suelo. El golpe la dejó casi inconsciente. Pero lamentablemente no tan inconsciente como para no sentir como estas dos bestias abusaron de ella. Luego, el gatillo fue jalado nuevamente impactando en Amalia, quien perdió la vida de inmediato.
Hasta ese momento Amalia era una joven pura e inocente con una suerte lamentable. Las puertas del cielo estuvieron abiertas para ella, quien esperaba que su amor, Harry, llegase. Pero eso nunca sucedió. Él estaba lleno de odio, de impotencia, de dolor y de mentiras que no permitieron que su alma descanse en paz. Tan solo era un alma triste que rondaba entre los vivos convirtiéndose en un ser oscuro que se encargó de torturar a sus asesinos y hacerles pagar por lo que habían hecho con su amada.
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
OH THANKS! La verdad me esforcé mucho porque me encantaría participar en esta n.c :ilusion:Sandy. escribió:Ficha aceptada! Me pareció bastante interesante la historia de tu pjvicstyles escribió:Nombre completo: Michelle Williams.Apodos: Mitchie.Edad: 19 años.Representante: Leighton MeesterDescripción Física: Tiene una belleza única. Sus rasgos faciales son suaves y delicados.Posee labios gruesos en su justa medida y una sonrisa blanca, brillante. Tez blanca, ojos color chocolate, cabello castaño, ondulado y largo por la mitad de su espalda.Mide alrededor de 1,65 teniendo una altura promedio. Tiene un cuerpo de modelo pese a que no se cuida en lo más mínimo.Descripción psicológica: Mitchie es una joven sarcástica y divertida, espontánea. No teme decir lo que piensa ni tampoco le importa el que dirán. Es rebelde como pocas y no acepta un 'no' por respuesta. No teme a la hora de enfrentarse a sus padres porque realmente no los escucha y lo que le digan entra por un oido y sale por otro. Por otra parte es muy independiente y responsable con sus cosas, apenas cumplió los 18 se fue de casa de sus padres a vivir con una amiga por lo que trabaja en el minisuper de una estación de servicio.Historia: Mitchie fue una niña malcriada desde pequeña. Nació en una familia de clase alta en la cual consentian todos sus caprichos. La niña no aceptaba un no por respuesta y hacía berrinche hasta conseguir lo que queria. Sus padres con tal de no escuchar su llanto le daban todo sin darse cuenta lo mal que hacían al no ponerle límites a su hija. Con el tiempo se acentuaron las complicaciones, Mitchie ya no era una niña sino que una adolescente que como tal entra en esa etapa en la cual se descubren cosas nuevas y se siente curiosidad por lo prohibido. Sus padres no querían dejarla salir de noche porque siempre venía con olor a cigarro del secundario y aunque la retaban simplemente los ignoraba. Pero el cigarro la llevó al alcohol y el alcohol a las drogas, entrando en un ambiente que no es bueno para nadie, menos para una joven como Mitchie que siempre quiere experimentar cosas nuevas. A sus 15 años tuvo su primer novio y con el su primera vez. Pero luego se cansó de el y estuvo con otros chicos que empeoraban su reputación. Sus padres hasta pensaron mandarla a un internado pero no eran capaces por mas que no pudiesen con ella. A los 17 se consiguió trabajo en un minisuper para tener su propio dinero ya que sus padres no le daban mas porque sabían que lo mal gastaba en ss vicios. Apenas cumplió los 18 se fue de casa con una amiga con la cual comparten un departamento a medias en el cual hacen lo que se les venga en gana.Chico: Louis Tomlinson.Extra: Fuma cigarrilos y de vez en cuando consume diferentes tipos de drogas pero no es adicta.
Algún OS o capitulo de su autoría (En spoiler)
- gangster paradise|n.c:
Capitulo 003Kill or don't kill, that is the question»?????
Ser parte de una pandilla no es fácil, ser un delincuente no es fácil, ser un asesino no es fácil, pero es lo que me tocó. Siempre pensé que el destino tendría algo bueno preparado para mi vida pero no fue así. Lo único que he tenido hasta el día de hoy son fracasos, pérdidas y problemas. ¿Qué porque no me mato? No crean que esa idea no ha pasado por mi cabeza, pero eso es cosa de cobardes, yo no soy un cobarde, yo afronto las situaciones que se me ponen delante e intento superarlas de la mejor manera. Lo único que tengo actualmente es a Gemma, mi hermana menor y a Anne, mi madre. Son las únicas mujeres que respeto en esta vida, porque se ganan mi respeto y admiración a diario. Mientras Anne trabaja doce horas diarias en una fábrica textil la cual le pagan miserias, Gemma estudia y quiere ser universitaria. Y yo, yo bueno… Vendo drogas a los infelices que dependen de ellas. Anne piensa que trabajo en una discoteca y por eso el buen salario, nunca podría decirle que desde que esos malditos mal nacidos mataron a papá a sangre fría me metí en la pandilla rival para cobrar venganza. Los tres sufrimos intensamente el asesinato de mi padre, pero Gemma y Anne nunca quisieron tomar cartas en el asunto, la maldita policía decía que tenía abierto el caso pero jamás hubo respuesta, por lo que decidí tomar justicia por mano propia. Pero esos tres desgraciados no merecían morir de un balazo, no, antes debían sufrir todo lo que mi familia sufrió por su culpa. Estaba hecho una mierda de persona, pero ¿Qué más da? No tengo nada que perder y necesito el dinero para sacar a mi familia adelante y añejarlas de este maldito y peligroso lugar.
Las calles estaban casi desiertas aquel sábado a la medianoche. La gente se concentraba unas cuadras alejadas del callejón entrando a la discoteca.
-Styles ¡Qué bueno verte!- Se acercó aquel hombre grande, cabello negro, tan negro como aquella noche, al igual que sus ojos y barba. Me saludó con la mano y yo solo respondí con el mismo gesto.
-Lo mismo digo Henry ¿Para qué me citaste acá?- La curiosidad mató al gato dicen, debo tener balazos por todo mi cuerpo entonces.
-Te tengo un trabajo perfecto para vos y de muy buena paga- Parecía que el signo de dólares brillaba en sus ojos, a ese maldito le importaba el dinero, nada más. Vivía como un rey a costa de tipos como yo que cumplíamos sus órdenes por un puto ingreso monetario a nuestras familias.
-Habla, sabes que me interesa- Me crucé de brazos mientras esperaba respuesta.
-Eric Tyland es un nene de mamá y papá que está pasando los límites de mi confianza. La historia es que me debe bastante dinero y se excusa en que no sabe de dónde conseguirlo-
-No me interesa la historia, quiero saber que querés que haga- Odiaba que le den vueltas al asunto, me gusta lo concreto y rápido, sin rodeos.
-Tranquilo Styles, quiero que le des un buen susto a diario hasta que me pague, amenázalo con lo que sea necesario, averigua más de su familia si tiene novia o lo que sea y presionalo con eso-
-Esto es demasiado fácil para mi, pensé que hablábamos de alguna entrega por unos cuantos grandes- Bufé con pesadez, este tipo de cosas las hacía cuando recién empezaba con unos quince años, de eso ya pasaron cinco y no estoy para tonterías.
-¿Aceptas o no? Es una buena paga y te la quiero dar a vos porque te conozco, sino busco algún otro que ande desesperado y sabes que lo agarran enseguida-
-Acepto- Giré mis ojos resignado –Lo que sea, necesito el dinero-
-Tranquilo Styles, sos cumplidor y te conozco, por eso te voy a dar un adelanto para que veas que soy bueno- Reí irónicamente ¿Bueno? Por favor, esa palabra no existe en el diccionario de un pandillero como él. Sacó de su bolsillo trasero la billetera que estaba bastante gorda en comparación con la mia y depositó parte del dinero en mi mano. –Espero que esto alcance- Nose que tendría de importante el idiota al cual tenía que asustar pero hacía tiempo que mis ojos no veían tanto dinero junto. –Voy para el lado de tu casa ¿Te arrimo?-
-¿Estás loco? Me queda mucha noche por recorrer, además tengo unas entregas menores para los nenes bien que vienen a este antro asqueroso- Dije con asco pero a la vez reí, en ese baile se concentraban idiotas agrandados con plata de sus padres que cumplen todos sus caprichos.
-Esa es la actitud Styles, nos vemos- Se subió al auto y se fue.
Caminé hasta el baile y luego de que estuve dentro fui a mi lugar habitual, me recosté en la pared y crucé mis brazos esperando a los clientes. Fueron llegando de a poco, ya no me quedaba más mercadería, o si pero para uso propio por lo que decidí irme a buscar diversión en un lugar mejor. Subí a mi moto y encendí el motor e iba a arrancar cuando escuché un nombre que me llamó la atención de parte de una chica.
-¡Eric! ¡Quiero que me vengas a buscar! ¿Qué parte no entendés? Este lugar esta asqueroso y perdí a mis amigas, no me atienden el teléfono deben estar borrachas por ahí o en la cama de alguno-
Era linda, muy linda, solo la veía de atrás porque estaba dándome la espalda pero podía ver que era rubia y eso me bastaba, las rubias me pueden y yo puedo con ellas.
-¡Idiota! ¡Matate!-
Cortó el celular y comenzó a caminar hacia la avenida principal, seguro iba a buscar un taxi y yo estaba ahí para impedirlo. Arranqué mi moto y me detuve a su lado sin apagar el motor. –Hola ¿Querés que te lleve a algún lado?-
-¡No!- Respondió sin siquiera mirarme muy molesta.
-¿Mala noche? Yo se de eso, pero te puedo ayudar a mejorarla- Bufó sin dejar de caminar –Tengo una moto, combustible, plata encima y facha de sobra- Reí y al fin me miró.
-¿Cerebro no tenés no? Se nota- Volvió su vista al frente sin detener su paso veloz.
-Hey que mal humor, solo quiero ayudarte y hasta que no me dejes no te voy a dejar en paz-
-Ok- Se detuvo a mirarme más detenidamente y al parecer le gustó lo que veía. –Llevame a mi casa-
-Subí dale- Hizo caso y se agarró de mi –Ya empezás a tocar y ni siquiera me moví- Reí a lo que ella me soltó enseguida e iba a bajarse pero la detuve con mi brazo –Era chiste, cambia esa cara que es muy linda como para estar siempre seria-
-Dejate de chamullo y arrancá de una vez nene- Reí y aceleré la marcha, esta chica me caía bien aunque me tratara peor que a un perro callejero.
-¡Harry Styles!- Grité ya que por el movimiento no nos escuchábamos bien.
-¡¿Qué?!-
-¡Harry Styles! ¡Ese es mi nombre!- La veía por el espejo retrovisor y me daba un poco de miedo quedar idiotizado viéndola y terminar en el suelo -¿¡El tuyo!?-
-¡Polly! ¡Polly Tyland!- Gritó sin mucho interés, de verdad le importaba poco estar conmigo, eso no es normal en una chica ¿Sería lesbiana? Mi mente se detuvo al procesar el nombre que había mencionado ¿Tyland? Esto era demasiado bueno para ser verdad.
-¿¡Tu hermano como se llama!?- Tenía que sacarme esa duda.
-¡Eric!- Hizo una leve pausa en la que mi sonrisa aumentó considerablemente - ¡Hey! ¿¡Que te importa!?-
-¡Curiosidad linda!- Frené en un semáforo y cuando voltee a ver se había bajado y había empezado a caminar sobre la acera. -¡Hey! ¿A dónde vas? ¿Estás loca?-
-¿Te pensaste que le iba a decir a un desconocido donde era mi casa?- Rió con ironía y detuvo un taxi con su mano al cual se subió.
-¡Loca!- Le grité todavía sin poder creer lo que había hecho y ella solo respondió sacando su dedo intermedio por la ventana para luego desaparecer a lo lejos con el taxi. Se había metido justo con la persona equivocada. Hasta que no terminara en mi cama no iba a parar.
- teen idle|n.c:
Cap 07 Narra ClaireAño 2009|Último día de clases|Baile de graduación.
Era el día perfecto para ser el último. No encajaba con como yo me lo imaginaba, gris, gris por completo. No porque lo quisiera, sino porque graduarme significaría dejar el secundario para irme a la universidad, y graduarme e ir a la universidad significaba alejarme de Louis, para siempre.
No somos la pareja perfecta, no, ni cerca estamos de eso, pero nos complementamos. Yo soy feliz cuando estoy con él y sé que él es feliz cuando está conmigo.
La puerta sonó y corrí desde la cocina donde estaba terminando con el desayuno, hacia ella para abrirla.
-Buenos días- Dijo sonriente sin esperar respuesta y se abalanzó hacia mí tomándome por la cintura no sin antes pegar sus labios contra los míos. Yo solo sonreí, ni loca me separaría de ese beso. Comenzó a dar pasos hacia adelante obligándome a mí a dar pasos hacia atrás. Levantó su pierna hacia atrás y con ella cerró la puerta de un golpe seco.
¿Intenciones de soltarme? No, ni una sola.
-¿Cómo… ama… neciste?- Preguntó sin separar por completo sus labios de los míos.
-Mm… muy… muy bien- Mis manos se habían cruzado tras su cuello para no dejarlo ir, para que no fuera a apartarse de mí sino hasta que yo lo decidiese.
Nuestros labios se separaron pero no para alejarnos. Rozó su nariz con la mía de un lado a otro de una manera muy enternecedora, no podíamos dejar de sonreír.
Desayunamos, dejamos la cocina en orden nuevamente, tome mis cosas, él las suyas y salimos rumbo al secundario. No era muy lejos y menos en el auto de Louis, por lo que en diez minutos ya estábamos allí.
-¿¡Llegamos tarde!?- Pregunté exaltada al no ver a nada en los alrededores como había cada mañana.
-Hey, es el último día ¿Quién se preocupa por llegar en hora?- Dijo despreocupado y riendo, seguro mi cara había sido muy graciosa.
-Lo siento, simple costumbre- Sonreí apenas y agaché la cabeza. Era el último día, también era consciente de eso. Suspiré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
-¿Claire? ¿Claire estás bien?- Se acercó a mi preocupado y levantó mi cara con delicadeza notando aquellas lágrimas que querían salir. –Oh no Claire ¿Dije algo malo? Lo siento lo siento soy un bruto- Me abrazó con fuerza e hice lo mismo escondiéndome en su pecho.
-No dijiste nada malo, solo dijiste la verdad- Hablé casi en susurro y no veía su cara, pero sentía el aire de un suspiro que infló su pecho, no necesitaba respuesta ante eso.
-El baile- Exclamó con poco entusiasmo y se separo un poco de mí para poder mirarnos.
-¿Qué hay con eso?- Pregunté mientras él secaba mis lágrimas suavemente con su dedo índice.
-Todavía nos queda el baile- Lo quedé mirando sin omitir sonido alguno –Baile de graduación ¿Te suena? Esta noche…- Esperó que dijera algo pero no lo hice. –Claire- Tomó mis manos con las suyas. –Ésta noche es nuestra ¿Si? Disfrutemos el momento y después hablaremos de lo demás ¿Está bien?- Asentí con la cabeza. –Hey, decime algo. Si querés pégame o insúltame pero hace algo por favor- Dijo chistoso, lo que provocó una sincera sonrisa en mi rostro. –Ahora sí, mucho mejor- Caminamos hasta la puerta de entrada. –Paso por ti a las ocho ¿Está bien?-
-Perfec…- No había podido terminar de dar mi respuesta que ya había vuelto a besarme.
-Ya, entremos antes de que nos maten- Rió y fuimos juntos al salón.
Caminábamos entre tiendas con Lindsay en busca de nuestro vestuario para la noche. La verdad es que nunca fui del tipo de chicas que se enloquecen por las compras, pero con Linds todo era divertido y nunca podía decirle que no.
-¡Este!- Gritó con emoción y tomó mi brazo arrastrándome dentro de la tienda.
-Hey amiga tranquila, no se evaporará, aquí está- Reí ante tanta efusividad.
Le pedimos a la chica de la tienda que nos llevase a los probadores y eso hizo. Ya habían pasado unos diez minutos y Linds aún no salía. -¿Todo está bien ahí dentro?- Sentí un si como respuesta y acto seguido la cortina del probador se corrió para mostrarme a quien sin dudas merecería ser la reina del baile. –Oh Lindsay ¡te queda hermoso!- Miré de arriba abajo, parecía hecho a su medida, era realmente perfecto para ella. –A ver linda, voltea-
-A mi también me gusta como me queda- Dijo mirándose frente al espejo de todas las maneras posibles. –Este es, si, sin duda, me lo llevo-
Luego de eso paseamos otro rato por el centro comercial, compré mis zapatos y vestido al igual que ella y paramos a tomar algo. De pronto, la vi tiesa, mirando a un punto físico y me acerqué rápido a ella. -¿Qué pasa?-
-Es Liam- Respondió sin siquiera mirarme, yo llevé mi vista hacia donde ella pero veía mucha gente, demasiada.
-¿Estás segura?- Insistí, no quería creer que mi amiga estaba loca o algo así. No era la primera vez que algo así sucedía, pero nunca lograba ver al chico que ella describía.
-Completamente- Afirmó y al fin me miró, luego giró su cabeza en busca del chico pero no estaba, lo buscó mirando de un lado a otro, recorriendo todo el lugar con sus ojos pero el había desaparecido, como siempre lo hacía.
-Linds, vayamos a tu casa y aprontémonos para el baile, aún necesito que me peines y maquilles, sabes que no soy buena en eso- Logré quitarle una leve sonrisa y ya superando el mal momento nos decidimos en ir a su casa.
-Yo creo que estás más que lista, mírate- Dijo dándome un espejo el cual tomé para comenzar a analizar mi look. –Ya, dime que te gusta, porque me esforcé mucho y además porque te vez de película- Sonrió. Sí, me veía bien. Mi pelo recogido de una forma chic, los aretes, el maquillaje natural, realmente estaba más que conforme.
-Gracias Linds- Me levanté a abrazarla –Realmente nose que hubiera hecho sin ti- Ambas reímos.
-Ya, ya, no hay de qué ¿Eres mi amiga o no?- Asentí –Ok, esto hacemos las amigas- El lindo y amigable momento se cortó de golpe cuando casi sin querer miré el reloj de la habitación dándome cuenta la hora que se nos había hecho.
-¿¡19:30!?- Grité exaltada –Oh por dios, debo irme, Louis pasará por mí a las 20 y aún estoy aquí- Tomé mis bolsas con el vestido y los zapatos.
-Ya niña calma, te llamaré un taxi, bajemos- Ambas bajamos con apuro las escaleras, para mi suerte el taxi llegó de inmediato. –Cuídate, nos vemos en el baile- Sonrió y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Gracias! ¡Te quiero!- Grité bajando la ventanilla del automóvil que casi enseguida arrancó.
Ya estaba lista, mi vestuario estaba completo, solo faltaba que… -¡Yo voy!- Grité cuando sentí el timbre y corrí hacia la puerta.
-Woow- Exclamó mirándome de arriba abajo, tomó mi mano y me hizo girar ante él. –Simplemente hermosa- Besó mis labios brevemente, en las mañanas no, pero a la noche mis padres si estaban en casa y ambos preferíamos guardar todo ese amor para más tarde.
-¡Louis cuídame a la niña!- Gritó mamá desde el sofá logrando que me ponga colorada.
-¡Ya má, cállate! ¡Adiós!- Saqué a los empujones a Louis de la casa mientras el reía. –No es gracioso Louis, vamos sabes que me da vergüenza-
-Lo sé, pero no entiendo el porqué-
-Ya, mejor vayamos al baile de una vez- Negó con la cabeza dejándome sin entender -¿Qué? ¿Qué pasa ahora?-
-¿Y te atreves a preguntarlo?- Se puso serio de repente. Oh oh, algo no sonaba bien en su voz, pero realmente no entendía de que hablaba.
-Louis lo siento, pero nose de que me hablas- Dije hasta con un poco de temor.
-¡Estoy vestido de traje! ¿No vas a decirme nada de cómo me veo?- Dijo haciéndose el enojado pero enseguida se echó a reír.
-Eres un tonto Tomlinson, de verdad me asustaste- Le dí un breve beso –Realmente pareces salido de un cuento de Disney, el príncipe Tomlinson, hasta suena bien- Ambos reímos.
-Ya vamos linda, no querrás perderte el baile-
-Por nada del mundo-
El baile estaba siendo muy divertido, nos separamos solo un rato en el cual yo fui con Linds y el con sus amigos.
La medianoche estaba cerca, sentía que el cuento estaba por llegar a su final y así era, Louis se iría de vacaciones al norte, yo al sur y luego no volveríamos a vernos ya que su universidad quedaba muy, demasiado lejos de la mía.
-¿Porqué no salimos a caminar un rato?- Propuso suave a mi oído mientras bailábamos pegados una canción lenta.
-Está bien- Respondí y tomó mi mano para salir de aquel baile.
Gritos, risas, mucha felicidad, en cambio nosotros nos íbamos alejando de todo el bullicio de los demás estudiantes en completo silencio ¿En qué estaría pensando? Louis no es de esas personas que se quedan sin palabras, sin dudas no lo es, algo estaba mal y ambos sabíamos que era.
Se frenó de golpe provocando lo mismo en mí y se me paró enfrente.
-¿Pasa algo Louis?- Pregunté con voz suave, las calles estaban iluminadas y las calles también, pero estaba totalmente desierto, en ese momento solo éramos él y yo, Louis y Claire.
-Sabes que pasa, ambos lo sabemos- ¿Había lágrimas en sus ojos? Oh no, esto no podía estar pasando. –Sabes… Nunca pensé que me enamoraría en el secundario. Y mucho menos de una casi nerd- Rió apenas al igual que yo, siempre quería ser fuerte, tal vez eso lo hacía sentir seguro, pero conmigo eso no era necesario. –Porque lo que yo empecé a sentir por vos se llama amor- Acarició mi rostro con delicadeza y unas lágrimas se desbordaron de mis ojos. –Vos no sos una chica más en la lista, nunca lo fuiste, vos sos LA chica que logró que el idiota de Louis Tomlinson se ponga cursi y diga cosas como estas- Soltó aire en un bufido, pero eso no era enojo, estaba conteniendo las ganas de llorar que tenía. –Claire…- Dijo con dulzura y seriedad –Quiero que vos seas la primera chica a la cual le haga el amor- Sentí que mi corazón latía más fuerte, estaba nerviosa sí, pero no asustada. –Y yo… yo quiero ser el primero en tu vida- Dejó caer algunas lágrimas que rápidamente secó con su mano.
-Te amo Louis- Confesé mirándolo fijamente a sus hermosos ojos y tomé su cara entre mis manos para besarlo lenta y tiernamente. –Yo quiero lo mismo que vos- Confesé con timidez a lo que el sonrió.
-¿Te das cuenta? Esos cachetitos rojos me enamoran- Dijo con ternura.
-Basta Louis, sabes que soy tímida- Reí nerviosa bajando la mirada.
-Hey, quiero que esos hermosos ojos no dejen de mirarme ¿Ok?- Levantó mi cabeza suavemente con su mano en mi mentón.
-Eso es imposible, tenemos que caminar y necesito ver hacia adelante- Reí con obviedad a lo que el negó y me alzó en sus brazos, cargándome como a una princesa. –Louis ¿Qué haces?-
-Yo siempre logro lo que quiero, ahora se que no vas a dejar de mirarme- Sonrió empezando a caminar, por momentos creía estar soñando pero no, esta era mi hermosa realidad. Nose a donde pensaba llevarme, ni como terminaría esta noche, solo sé que no quería pensar en nada que no fuéramos nosotros.
-Louis- Me miró de reojo sin frenar el paso. -¿A dónde me llevas?-
-¿Todavía no conoces este camino? No te hagas- Rió. Ya me había dado cuenta, estaba llevándome a su casa. La reconocí al verla a algunos metros. Esa casa donde habíamos hecho gran parte de nuestro proyecto de fin de año, donde nos habíamos dado el primer beso, y probablemente, en donde sería mi primera vez. Me bajó con delicadeza cuando estuvimos frente a la puerta para sacar sus llaves y abrirla.
-¿Vamos a estar solos?- Creo que era bastante estúpida la pregunta pero estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Completamente, mis padres y hermanas ya comenzaron las vacaciones- Dijo yendo a la cocina -¿Querés tomar algo?- Volteó a verme pero yo solo negué con la cabeza por lo que el siguió su rumbo. –¡Si querés esperame en mi cuarto, ya subo!-
-¡Ok!- Respondí intentando sonar normal, nose si lo había conseguido. Un ejército de mariposas volaba dentro de mi.
Entré a su habitación. Todavía era como la de un niño, conservaba algunos juguetes, eso era tierno, el lo era. Me senté en la cama para sacarme los zapatos, realmente eran altos y ya los había tolerado demasiado.
Levanté la mirada y ahí estaba él, mirándome desde la puerta, yo también lo observé en silencio dedicándole una tierna sonrisa. Entró a la habitación mientras se quitaba y sacó y solo lo tiró a un lado. Se paró frente a mí y solo estiró sus manos para que yo las tomara, eso fue lo que hice levantándome.
-¿Estás bien?- Probablemente había notado un suave temblor que recorría mi cuerpo y mis manos sudorosas, si eran los nervios, inevitable.
-Muy bien, un poco… nerviosa- Mordí mi labio inferior sin deparar su mirada de la mía.
-No va a pasar nada que vos no quieras- Besó mis labios suavemente, tan suave que pareció tan solo un roce.
-Louis…-
-¿Qué?-
-Los dos estamos esperando lo mismo- Sonreí. Me moría de ganas de besarlo y abrazarlo hasta el cansancio pero no podía dar el primer paso. Probablemente el no quería apurarme y por eso estaba yendo despacio.
-Te amo- Llevó sus manos hacia el cierre trasero de mi vestido, el cual bajo despacio.
-Yo también te amo- Apartó la tela de mi cuerpo y dejó que cállese al piso. Solo me miró unos instantes y luego me besó, me besó como nunca antes, era un beso lleno de deseo, no quise pensarlo dos veces porque si lo pensaba probablemente no lo haría. Desaté su corbata que cayó a un lado para dedicarme a desabotonar su camisa. Quitó mi corpiño y yo su camisa. Él se encargó de dejar caer sus pantalones para luego con delicadeza recostarme sobre la cama.
El mundo estaba detenido en ese momento para ambos, el era mío y yo era suya. No pasó mucho tiempo más para que nuestras últimas prendas desaparecieran por completo.
Sé que nunca olvidaría esa noche, y estaba casi segura que tampoco él. Louis sin duda nunca podría ser considerado como uno más en mi vida, por más que nuestros caminos no fueran en la misma dirección, mi mente cuerpo y alma nunca olvidarían al primer hombre que me enseñó lo que es amar.
- in love with a ghost|n.c:
Enero de 1890, Londres, Reino Unido.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Capítulo 001They don't know ive waited all my lifeBy Victoria:love
Era una mañana fría y lluviosa, se podía sentir el silbido del viento, como ferozmente sacudía los árboles y arbustos del jardín. La mansión Styles estaba desierta.
En el piso superior se encontraban todas las habitaciones con las altas puertas dobles cerradas. En aquella casa solo vivían cuatro personas, El señor Styles, la señora Styles, Harry, el único hijo que había tenido el matrimonio, y el mayordomo. ¿Porqué una mansión para tan solo cuatro personas? Harry se lo preguntaba cada mañana cuando debía cruzar de su dormitorio a las escaleras al otro extremo del pasillo.
El contacto de los pies descalzos del joven con el frío y brillante piso de parquet se repetía cada mañana a diario mientras caminaba por aquel lugar. Las paredes color beige oscuro le daban más sobriedad aún. Cuadros de la época, jarrones de porcelana, mesas de madera y mármol, entre otros preciados objetos llenaban al menos un poco todo el espacio vacío y frívolo.
El joven se preguntaba a menudo ¿Cómo sería vivir en un hogar? Acogedor, cálido, eran palabras que para él no existían. Harry lo tenía todo, y a la vez no tenía nada.
Bajaba las escaleras forradas por una alfombra roja ya sin mirar abajo, conocía el camino de memoria, sabía donde pisar en cada uno de los veinte escalones sin necesidad de aferrarse a la baranda de madera y hierro que tenía a los lados. Las escaleras eran curvas formando un círculo en medio de ambas. Harry desde pequeño bajaba por la derecha y subía por la izquierda. Si, era algo tonto, pero estaba acostumbrado a eso.
Cruzaba el hall, el living principal y el comedor hasta al fin llegar a la cocina, donde cada mañana lo esperaba su desayuno.
-Buenos días joven Styles- Saludaba con amabilidad Fredd, el mayordomo.
-¿Qué tienen de buenos? Y soy Harry ¿Si? Harry- Repetía el joven poniendo sus ojos en blanco ¿Para qué tantos buenos modales? La verdad era que había sido más criado por Fredd que por sus mismos padres.
-Lo siento jove… Lo siento Harry, sabe que los señores de la casa quieren mantener el protocolo- Contestaba mientras le servía jugo al joven y éste comenzaba con su desayuno.
-Protocolo- Bufaba con desagrado –Maldito protocolo, malditos ellos, maldito todo- Comenzó con su nutritivo desayuno al cual Fredd lo tenía acostumbrado.
Pasado el mediodía el sr Styles hizo llamar a su hijo por una de las empleadas domésticas para que fuese a su despacho. El joven rápidamente fue hacia allá, el sr Styles no lo citaba en su despacho porque si. Uno, dos, tres golpes en la puerta y el grito de su padre desde adentro lo autorizó a pasar.
-Padre ¿Me llamaba?- En aquellos tiempos a toda persona mayor se la trataba de ``usted´´ no importaba cuan cercano fuese el vínculo.
-Toma asiento hijo- El hombre respondió sin siquiera verlo, estaba demasiado concentrado con el periódico que tenía frente a su cara.
Harry esperó más de cinco minutos sin decir absolutamente nada, en el despacho de su padre no se hablaba a menos que éste lo ordenase.
-Hijo…- Dijo al fin el hombre observando al joven –Tengo una muy buena noticia para darte- Exclamó el hombre con entusiasmo, ese entusiasmo que pocas veces se veía en el sr Styles –En dos meses hijo… ¡Te casas!- La reacción de Harry no fue para nada lo que su padre esperaba, se quedó callado, sin emitir sonido o movimiento alguno, solo mirándolo fijamente –Hijo ¿Qué pasa? Deberías estar feliz, ya no tienes que preocuparte por las solteronas que te perseguían, hablé con el padre de la joven y el pagará la boda, todo será perfecto- Harry cerró sus ojos fuertemente, tenía unas enormes ganas de llorar, la impotencia se apoderó de su cuerpo, pero era consciente de que este día iba a llegar tarde o temprano. –¡Dime algo hijo!- Ordenó su padre alterado.
-Padre le agradezco su preocupación hacia mí y hacia mi futuro. Ahora si me permite me gustaría retirarme para tomar un descanso- Dijo seriamente, en un estado neutro, parecía que habían arrancado todo sentimiento de su pecho y fuera manejado como un robot.
El sr Styles no quedó conforme con la respuesta de su hijo pero le dio el permiso para que sse fuera, y eso fue lo que hizo. El pobre Harry estaba perdido, desorientado, ni siquiera había pensado en preguntar quién sería su futura esposa porque eso no importaba, el jamás amaría a una mujer como ama a Amalia, la joven hija del mayordomo. Pero claro, sus padres jamás estarían de acuerdo, sería una vergüenza para la familia que un joven noble como Harry se casara con la hija del mayordomo.
El reloj de su mesa de luz marcaba las diecinueve horas con veinte minutos, debería levantarse o le sería imposible dormir a la noche. Se sentó en la cama y sintió su nombre tras la puerta.
-Harry, hijo ¿Puedo pasar?- Esa dulce voz provenía de su madre, de quien había heredado sus verdes ojos y cabellos rizados.
-Pasa madre- La sra entró y lo miró apenada, sabía por lo que su hijo estaba pasando, pero no sabía realmente como se sentía al saber que su futuro estaba armado lejos de la mujer a la cual el amaba.
-Hijo, tu padre recién me dio la noticia y dice que no tomaste muy bien el tema del matrimonio ¿Qué te está pasando?- A diferencia de su padre, la mujer quería comprender que le pasaba a su hijo, sabía que no estaba bien, su mirada no tenía su brillo habitual desde ya hace un tiempo.
-Me tomó por sorpresa, nada más- Apartó la mirada.
-Harry, cariño, soy tu madre, no en vano estuviste nueve meses en mi vientre, algo te pasa hijo, puedes confiar en mí- Acarició el rostro del joven con dulzura. Ella no se daba cuenta, pero con solo esa caricia Harry sintió que su corazón quería empezar a latir de nuevo con fuerza. Sus padres no tenían idea de lo que su hijo los necesitaba, compartir momentos juntos, un simple abrazo. Harry ya no recordaba cuando había sido su último abrazo.
-Estoy bien madre, estaría mejor si me lo preguntaras más seguido- Respondió con una media sonrisa volviendo a mirarla. La mujer sintió como su corazón se estrujaba ¿Cómo era posible que una madre no se diera cuenta que su hijo solo necesitaba más atención? Se abalanzó sobre él abrazándolo con fuerza, el respondió al abrazo con esperanza de que todo no podía ser tan malo como se lo dibujaba.
-Lo siento tanto hijo, no es fácil casarse con un desconocido, pero pasado el tiempo te acostumbras y le tomas cariño a la otra persona- Harry sentía que su hombro se humedecía, las lágrimas de su madre no se contenían pero él no podía decir nada, estaba mudo, por un lado amaba a la persona que le había dado la vida pero por otro la desconocía. Ese abrazo se sentía bien pero era extraño. Harry no tenía claro como demostrar sus sentimientos ya que a él nunca se los habían demostrado. –Harry… Hijo…- Habló la mujer con su voz temblorosa separándose de a poco de aquel abrazo. –Esta noche la familia Miller vendrá a cenar con nosotros, tu padre quiere que te pongas el traje de gala- Él la miró extraño. Harry solía vestir siempre formal pero el traje de gala para una cena en casa debería ser una familia muy especial.
-¿Quiénes son ellos?- Preguntó con curiosidad.
-Rebecca Miller es tu futura esposa hijo- Dijo la madre luego de tomar un largo respiro. Harry se levantó de la cama de golpe y caminó hacia el armario con bronca, tenía necesidad de gritar pero sabía que no era correcto comportarse de tal manera con su madre, pero… ¿Acaso era correcto que ellos decidieran con quien debería compartir su vida? Revolvía aquel mueble hasta que sacó el traje del cual habían hablado.
-Necesito privacidad para cambiarme madre- Pidió entre dientes sin siquiera mirarla, ella no emitió sonido alguno, solo se sintió cuando la puerta se cerró por fuera. Harry se sentía destrozado. Fuera de esa habitación todo estaba bien, pero dentro, el aire era tenso y no había pensamientos que pudieran hacer de aquel momento algo positivo.
Pasó un largo rato allí encerrado, viéndose al espejo y solo odiándose a si mismo por no ser capaz de enfrentar la situación. Ya era tiempo de bajar, el reloj marcaba las veintiuna horas, justo cuando todo se terminaba de preparar para la cena.
Nunca bajó tan despacio por aquellas escaleras. Un exquisito aroma provenía de la cocina y voces entusiastas mezcladas con risas venían del comedor.
-¡Harry!- Exclamó su padre con alegría al verlo entrar. –Ya era hora de que llegaras hijo. Ellos son los Miller- Harry sonrió sin ganas dándole la mano al señor, besó la mano de la señora y luego se paró frente a la joven. Su cabello era rubio casi dorado lleno de rizos, su tez era blanca pálida y sus ojos de un hermoso celeste.
-Mi nombre es Rebecca- Se detuvieron a mirarse hasta que Harry reaccionó y tomó su mano con delicadeza para besarla.
-Es un placer… Soy Harry- Las familias de ambos los miraban con emoción, pero al ver que no emitieron más palabras el sr Styles rompió el silencio.
-Fredd, la cena por favor- El mayordomo asintió y fue a la cocina en busca de los alimentos mientras todos se sentaban a la mesa.
Rebecca era una joven hermosa, así la veía Harry. Harry era un joven hermoso, así lo veía Rebecca. Pero ninguno de los dos veía un futuro juntos. Los únicos que hablaron durante toda la cena fueron los adultos, que bromeaban hablando del casamiento y cada tonto detalle. Los jóvenes se miraban por momentos pero no había ningún tipo de conexión.
La cena no fue tan mala para Harry después de todo, no se había sentido incómodo ya que pocas palabras cruzaron con su futura esposa. Ya era tarde y todos se habían ido, sus padres dormían en su habitación y Harry se había tirado en la cama tan solo a mirar el techo mientras solo una persona invadía sus pensamientos, Amalia. Sus pensamientos se vieron estorbados cuando un fuerte trueno sonó. Los relámpagos no cesaban ni tampoco la lluvia. En esas noches se le hacía muy difícil dormir y más luego de la siesta que había tomado en la tarde. Se quitó el moño y desabrochó los primeros botones de su camisa, se levantó sin estar muy seguro de que hacer y decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Caminaba descalza y a oscuras, lo único que iluminaba la noche eran los relámpagos a través de los ventanales. Por eso al joven se le hizo extraño ver la luz de la cocina prendida y con sigilo se acercó. Para su grata sorpresa, Amalia se encontraba allí bebiendo un poco de champagne que había quedado de la cena.
-Buenas noches- Saludó el en un tono suave para no asustarla, pero aún así lo hizo. La chica volteó de golpe pero respiro aliviada al ver que tan solo era Harry.
-Me asustaste, creí que eras tú…-
-¿Mi padre? Yo también le tengo miedo- Ambos rieron. Ese fue el comienzo de una charla que duró vario rato mientras descorchaban más botellas. Habían tomado demasiado y ninguno de los dos estaba acostumbrado a eso. Harry se sentía más libre, con ganas de gritar y expresar sus sentimientos y por eso luego de algunas risas seguidas por un breve silencio se acercó a la joven Amalia y sin previo aviso la besó. Sus manos fueron a sus caderas y todo estaba bien hasta que ésta reaccionó y lo empujó de golpe.
-Harry ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco? Soy yo, Amalia- Estaba muy confundida, no significaba que aquel beso no le hubiese gustado, por el contrario, pero sabía todo lo que por lógica la separaba de Harry.
-No no no ¡No estoy loco! Por primera vez estoy haciendo algo que realmente siento- Gritó alterado a lo que la joven se puso nerviosa y creyó sentir pasos hacia la cocina por lo que salió corriendo por la puerta de servicio. -¡Amalia!- Harry la siguió sin pensarlo, la lluvia era intensa, tanto que sus golpes dolían si pegaban directo en su cara. Avanzaba entre la oscuridad como podía hasta que al fin la vio, ya cerca de la salida hacia la carretera. -¡Amalia!- No lo escuchó, pero se detuvo por el cansancio, su ropa pesaba demasiado y era difícil luchar contra aquel temporal. –Amalia…- Dijo exhausto Harry cuando al fin estuvo cerca de ella.
-¡Harry! Esto está mal, muy mal y lo sabes- Aunque su rostro estuviese empapado podía ver en sus ojos lágrimas que brotaban.
-¿Y qué es lo que está bien? ¿Qué tenga que pasar el resto de mi vida con una desconocida en vez de pasarla junto a la mujer que amo?- Si estaba ebrio, pero completamente seguro de lo que decía. –Amalia ¡Yo te amo!- El tomó sus manos mirándola fijamente a los ojos. El sentimiento era mutuo. Pero ella se soltó y le dio la espalda comenzando a caminar sin rumbo.
-¡Esto es imposible Harry! ¡No tiene sentido y lo sabes!- Su voz se quebraba pero el la seguía, no pensaba dejarla sola.
-Amalia si prometes que te quedarás a mi lado estoy dispuesto a huir de todo, de esta familia, de esta vida hipócrita, solo por estar a tu lado- Ella volteó para verlo emocionada creyendo que tan solo sería un sueño más.
-No sabes lo que dices, estás ebrio-
-Te amo, se lo que digo, estoy seguro de cada palabra- No hubo respuesta por parte de ella por lo que se acercó y nuevamente intentó besarla, ahora si cumpliendo con su objetivo. El romántico momento fue interrumpido cuando Harry vio dos siluetas de negro acercarse a ellos. De inmediato, se paró frente a Amalia para protegerla.
-¡Dame todo lo que tengas! ¡Rápido!- Gritó uno de los sujetos. Ambos con armas en las manos.
-¡Pero no tengo nada!- Contestó él sintiendo como Amalia lo agarraba fuerte llena de temor. Vio su reloj de muñeca y se lo quitó dándoselo al maleante.
-¿No era que no tenías nada? ¡No me gustan los mentirosos! Tomó el reloj guardándoselo en el bolsillo pero no feliz con esto apretó el gatillo directo al pecho de Harry. Amalia gritó desesperada sin soltarlo, pero él no podía mantenerse estable y mientras llevaba una de sus manos directo a la herida murmuró la palabra ``corre´´ pero ella no pudo. El cuerpo de Harry estaba ya en el suelo con sus ojos abiertos y su cara reflejando asombro por lo que acababa de pasar.
-Te… te a…- Esas fueron las últimas palabras, todo fue muy rápido, de un momento a otro Harry estaba muerto. Los maleantes reían disfrutando el terror en los ojos de la joven que se levantó comenzando a correr sin éxito, porque casi enseguida estos dos la alcanzaron y amarraron llevándosela. Taparon su boca hartos de sus gritos desgarradores y la tiraron al suelo. El golpe la dejó casi inconsciente. Pero lamentablemente no tan inconsciente como para no sentir como estas dos bestias abusaron de ella. Luego, el gatillo fue jalado nuevamente impactando en Amalia, quien perdió la vida de inmediato.
Hasta ese momento Amalia era una joven pura e inocente con una suerte lamentable. Las puertas del cielo estuvieron abiertas para ella, quien esperaba que su amor, Harry, llegase. Pero eso nunca sucedió. Él estaba lleno de odio, de impotencia, de dolor y de mentiras que no permitieron que su alma descanse en paz. Tan solo era un alma triste que rondaba entre los vivos convirtiéndose en un ser oscuro que se encargó de torturar a sus asesinos y hacerles pagar por lo que habían hecho con su amada.
Invitado
Invitado
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Aviso Importante.
Muchas gracias a las chicas que ya están participando en las audiciones. Les aviso que aun falta Liam y Niall por pareja, so, aun no podre publicar los resultados. Creo que son dos chicas las que faltan por subir su ficha, les pediría que no se tardaran demasiado por favore.
Pero como soy una buenaza (XD) les mandare un mp a todas las participantes cuando ya vaya a publicar los resultados
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
hola me encanto la idea
me gustaria participar
aqui te dejo me ficha
me gustaria participar
aqui te dejo me ficha
- FICHA:
Nombre completo: Elany Astori
Apodos: Any
Edad: 17 años
Representante: Ashley tisdale
Descripción Física: soy alta (1:70), delgada, buen cuerpo, cabello rubio con mechas azul turquesa, lacio pero suelo hacerme ondas en la punta, no es muy largo solo más abajo de mis hombros, piel blanca, ojos color verde-gris, labio pequeño y carnoso y nariz pequeña y respingada.
Descripción psicológica: soy la típica niña buena que saca buenas calificaciones, pero no soy nerd, en realidad soy muy social; tengo muchos amigos, suelo serla que no se calla y siempre hacer reír a los demás, amo hacer sonreír a alguien que está enojado o triste.
Historia: Mi familia está compuesta por mis padres: Cesar y Melina, mis hermanos; Daniel; el mayor y Alex; la menor. Vivo en Londres en un departamento que comparto con mi hermana de 14 años, Alex, el cual me regalaron mis padres cuando cumplí los 17 años, pues yo quería estudiar aquí y ya que ellos trabajan en mi país natal México y tienen mucha confianza en mí al igual que el dinero para comprarlo ya que son grandes empresario, me permitieron mudarme junto con mi hermana; solas. Vengo de una familia muy rica ya que mis abuelos eran dueños de una gran cadena hotelera la cual heredaron a mis padres.
Chico: Liam payne o Zayn malik
Extra: AMO; la pizza y el espagueti, leer, las matemáticas y los días nublados y con lluvia.
ODIO: El chocolate, las películas de terror y el calor.
Tengo un tatuaje de infinito love que comparto con mi mejor amigo.
- CAPITULO:
Sentada en una dura y fría banca, bebiendo un café, pues hacia demasiado frio, sin quitar la vista de esa puerta de cristal, ya llevaba 20 minutos de retraso, pero eso no importaba, nada importaría cuando estuviera a mi lado, hace 2 meses que no lo veo y creo que fue una eternidad, hay veces que llego a odiar su trabajo, porque no puede estar solo en su oficina, sentado y dando órdenes como los demás, en vez de siempre estar de viaje por todo el mundo pero tengo que resignarme ese es su trabajo y yo se que el amo lo que hace, así que nunca le pediría que lo deje. Pero eso ahora no importa, en pocos minutos llegara y prometió tomarse unas largas vacaciones y eso me hace feliz. Me giro para tirar el vaso del café, ya que lo acabe, cuando giro de nuevo para ver a la puerta veo como cinco caminas en mi dirección, yo al ver sus rostros corro hasta ellos los cuales también corren, el estar más cerca yo me tiro sobre uno el cual me abraza fuerte y me llena la cara de besos, mientras los demás se ríen
-ya hermano, si te extrañe mucho pero me vas a comer a besos- digo yo mientras me bajo de él y camino hasta mi primo en cual me da un gran abrazo.
- sí, pero si Liam te da los besos no hay problema ¿verdad?- dice en forma de reproche, mientras se cruza de brazos, yo me rio por su acto tan infantil.
- claro que no, amo sus besos, me puede dar los que quiera- digo para molestarlo- hola primito chulo te extrañe mucho- le digo a mi primo mientras lo abrazo
- yo igual enano- me dice él, odio que me diga enana, y más porque yo soy más alta que el. Camino hasta mi otro primo el cual ni me presta atención ya que estaba hablando por teléfono con su novia, solo para hacerlo enojar me acerco a él y digo con otra voz cerca de la bocina del teléfono.
- deja ese teléfono y dame un beso- escucho como Adri, mi mejor amiga y novia de mi primo grita; qué??? Yo solo me rio y le doy un sonoro beso en la mejilla a él. Riéndome camino hasta mi mejor amigo y le doy un gran abrazo y un beso en la mejilla
-hola príncipe- suelo decirle así ya que él dice que yo soy su princesa.
-hola princesa- dice como siempre muy cariñoso, giro mi cabeza y me doy cuenta que me novio me mira con una gran sonrisa en su rostro, yo corro hacia él y doy en brinco, el de detiene de la cintura y yo cubro su cintura con mis piernas, para después darnos un muy largo beso, el cual demostraba cuanto nos extrañábamos, necesitábamos y amamos.
- lei las reglas:
América payne bieber
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Geniaaal! Yo igual me paso siempre por las noves que audiciono a stalkear por si hay novedades y competencia jajajaj
Invitado
Invitado
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Ficha aceptada! :cherry:AMERICA :* escribió:hola me encanto la idea
me gustaria participar
aqui te dejo me ficha
- FICHA:
Nombre completo: Elany Astori
Apodos: Any
Edad: 17 años
Representante: Ashley tisdale
Descripción Física: soy alta (1:70), delgada, buen cuerpo, cabello rubio con mechas azul turquesa, lacio pero suelo hacerme ondas en la punta, no es muy largo solo más abajo de mis hombros, piel blanca, ojos color verde-gris, labio pequeño y carnoso y nariz pequeña y respingada.
Descripción psicológica: soy la típica niña buena que saca buenas calificaciones, pero no soy nerd, en realidad soy muy social; tengo muchos amigos, suelo serla que no se calla y siempre hacer reír a los demás, amo hacer sonreír a alguien que está enojado o triste.
Historia: Mi familia está compuesta por mis padres: Cesar y Melina, mis hermanos; Daniel; el mayor y Alex; la menor. Vivo en Londres en un departamento que comparto con mi hermana de 14 años, Alex, el cual me regalaron mis padres cuando cumplí los 17 años, pues yo quería estudiar aquí y ya que ellos trabajan en mi país natal México y tienen mucha confianza en mí al igual que el dinero para comprarlo ya que son grandes empresario, me permitieron mudarme junto con mi hermana; solas. Vengo de una familia muy rica ya que mis abuelos eran dueños de una gran cadena hotelera la cual heredaron a mis padres.
Chico: Liam payne o Zayn malik
Extra: AMO; la pizza y el espagueti, leer, las matemáticas y los días nublados y con lluvia.
ODIO: El chocolate, las películas de terror y el calor.
Tengo un tatuaje de infinito love que comparto con mi mejor amigo.
- CAPITULO:
Sentada en una dura y fría banca, bebiendo un café, pues hacia demasiado frio, sin quitar la vista de esa puerta de cristal, ya llevaba 20 minutos de retraso, pero eso no importaba, nada importaría cuando estuviera a mi lado, hace 2 meses que no lo veo y creo que fue una eternidad, hay veces que llego a odiar su trabajo, porque no puede estar solo en su oficina, sentado y dando órdenes como los demás, en vez de siempre estar de viaje por todo el mundo pero tengo que resignarme ese es su trabajo y yo se que el amo lo que hace, así que nunca le pediría que lo deje. Pero eso ahora no importa, en pocos minutos llegara y prometió tomarse unas largas vacaciones y eso me hace feliz. Me giro para tirar el vaso del café, ya que lo acabe, cuando giro de nuevo para ver a la puerta veo como cinco caminas en mi dirección, yo al ver sus rostros corro hasta ellos los cuales también corren, el estar más cerca yo me tiro sobre uno el cual me abraza fuerte y me llena la cara de besos, mientras los demás se ríen
-ya hermano, si te extrañe mucho pero me vas a comer a besos- digo yo mientras me bajo de él y camino hasta mi primo en cual me da un gran abrazo.
- sí, pero si Liam te da los besos no hay problema ¿verdad?- dice en forma de reproche, mientras se cruza de brazos, yo me rio por su acto tan infantil.
- claro que no, amo sus besos, me puede dar los que quiera- digo para molestarlo- hola primito chulo te extrañe mucho- le digo a mi primo mientras lo abrazo
- yo igual enano- me dice él, odio que me diga enana, y más porque yo soy más alta que el. Camino hasta mi otro primo el cual ni me presta atención ya que estaba hablando por teléfono con su novia, solo para hacerlo enojar me acerco a él y digo con otra voz cerca de la bocina del teléfono.
- deja ese teléfono y dame un beso- escucho como Adri, mi mejor amiga y novia de mi primo grita; qué??? Yo solo me rio y le doy un sonoro beso en la mejilla a él. Riéndome camino hasta mi mejor amigo y le doy un gran abrazo y un beso en la mejilla
-hola príncipe- suelo decirle así ya que él dice que yo soy su princesa.
-hola princesa- dice como siempre muy cariñoso, giro mi cabeza y me doy cuenta que me novio me mira con una gran sonrisa en su rostro, yo corro hacia él y doy en brinco, el de detiene de la cintura y yo cubro su cintura con mis piernas, para después darnos un muy largo beso, el cual demostraba cuanto nos extrañábamos, necesitábamos y amamos.
- lei las reglas:
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Me emociono cada que pienso que ya falta poco por empezar la N.C :cosi: .. Las ideas en mi cabeza son muchas jabdkanjbdja :sersi: y no solo para mi pj sino el de todos jajaja.
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
sii yo tambien estoy emocionada , yo tambien quisiera empezar , besoss y ya quiero saber los resultadossSandy. escribió:Me emociono cada que pienso que ya falta poco por empezar la N.C :cosi: .. Las ideas en mi cabeza son muchas jabdkanjbdja :sersi: y no solo para mi pj sino el de todos jajaja.
mariistyles
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
Pronto pequeña pandicornio!mariistyles escribió:sii yo tambien estoy emocionada , yo tambien quisiera empezar , besoss y ya quiero saber los resultadossSandy. escribió:Me emociono cada que pienso que ya falta poco por empezar la N.C :cosi: .. Las ideas en mi cabeza son muchas jabdkanjbdja :sersi: y no solo para mi pj sino el de todos jajaja.
Alaska.
Re: Good boys go bad. |audiciones cerradas.
ajjaja ok soy pandicornio jijijSandy. escribió:Pronto pequeña pandicornio!mariistyles escribió:sii yo tambien estoy emocionada , yo tambien quisiera empezar , besoss y ya quiero saber los resultadossSandy. escribió:Me emociono cada que pienso que ya falta poco por empezar la N.C :cosi: .. Las ideas en mi cabeza son muchas jabdkanjbdja :sersi: y no solo para mi pj sino el de todos jajaja.
mariistyles
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