the survival kit. {novela colectiva}

an aaron's and mackenzie's experiment.

Cuando Aaron y Mackenzie deciden comienzan a salir, todo es amor, chocolates, flores y ridículos ositos de peluche. Caminan cogidos de la mano y se lanzan besos al aire durante las clases. Pero al parecer a los amigos de nuestra pareja realmente no parece agradarles la idea.

Hace tiempo ya, la rivalidad entre los dos grupos de chicos ha sido realmente tóxica. ¡No pueden ni siquiera observar los movimientos del otro! Detestan desde el cabello de sus enemigos hasta las zapatillas que le vieron usar durante aquella clase de gimnasia. ¡Y la verdad es que el cuento de la rivalidad es una divertida mentira! Ciertos personajes se gustan mutuamente y no hay mejor manera que esconderlo con su supuesto odio.

¡Y es cuando el verano comienza y las clases del 85' se acaban! Aaron y Mackenzie quieren aprovechar el tiempo de su noviazgo, ¿y qué mejor que un campamento en el bosque? ¡Invitarían a sus amigos y todo sería genial! Sí es que no se odiaran, claro. Pero nuestra pareja acaramelada tiene planes grandiosos. ¿Qué mejor manera de unir parejas que esposarles de manos? ¡Esa sí era una gran idea!

Preparan las esposas y junto a ellas, una bolsa de papel café marcada como "El equipo de supervivencia de tu peor enemigo. ¡Un experimento de Aaron y Mackenzie!" Que contiene unos audífonos, un Walkman barato, junto a la lista de canciones que deberán escuchar -incluidas ya en los respectivos cassettes- una bolsa de ositos de goma para comer, ¡y lo más escandaloso, un paquete de condones! ¿Podrán sobrevivir con su peor enemigo?

aaron and mackenzie.

— ¿Crees que realmente sea una buena idea, Mackenzie? —el chico observó a su novia moverse alrededor de la tienda de un modo apresurado y nervioso.
— ¡Claro que sí! ¿Cuándo no tengo la razón? —la chica se dio media vuelta, y observó a su novio con una sonrisa burlona—. ¡Siempre la tengo!
— Mack, la verdad es que mis amigos podrían considerar esto como una traición.
— Oh, Aaron...

El chico sonrió de lado y movió las manos frenéticamente para que la chica siguiera buscando el aparato más simple y barato que encontrara. Y luego agregó: — Pero simplemente les estoy haciendo un favor. Luego escucharé sus millones de disculpas y les ordenaré que me alaben.

Mackenzie observó a su novio con el ceño fruncido y rió divertida.

— Las chicas al fin tendrán algún tipo de novio decente, Dios mío —dijo, dando un suspiro y observando el precio del aparato entre sus manos, abriendo sus azulados ojos de par en par—. ¡Esto es un robo!
— Déjame ver —el chico le quitó la caja que contenía el preciado aparato que tanto necesitaban y lo sujeto, leyendo el precio y calculando rápidamente cuanto sería el precio total que tendrían que pagar—. Sí, definitivamente no estoy dispuesto a pagar tanto por ellos. Este experimento es un leve empujón, ¡ellos deben hacer el resto!

La dulce chica miró con ternura a su novio y lo besó en sus labios.

— Y bueno, ¿qué te estaba diciendo? ¡Oh, sí! —hizo el ademán para que siguieran observando—. Estos chicos... realmente se gustan, lo sé. Lo puedo notar. Los he visto observarse e intentar concentrarse en clases, ¡no lo logran! Definitivamente nos lo van a agradecer.