AMANTE ETERNO!♥ (NICK Y TU) - ADAPTACIÓN

por **016melanie** Lun 01 Ago 2011, 9:55 pm

CAPITULO 6:

Nick sólo podía ver sombras, sus ojos eran incapaces de enfocar o filtrar demasiada luz. Odiaba la pérdida de facultades e intentó rastrear lo mejor que pudo las dos formas grandes que se movían a su alrededor. Cuando las manos lo agarraron por las axilas y lo golpearon por encima de sus tobillos, gimió.
- Tranquilo, Nick, vamos a levantarte durante un segundo, ¿vale? -Dijo V.
Una bola de fuego de dolor atravesó como un relámpago su cuerpo cuando lo movieron y lo colocaron en la parte de atrás del Escalade. Lo pusieron en el suelo. Las puertas se cerraron. El motor se encendió con un bajo ronroneo. Tenía tanto frío que sus dientes castañeteaban, e intentó sortear todo lo que estaba cerca de sus hombros. No podía mover las manos, pero alguien le tiró encima lo que parecía una chaqueta.
- Solo mantente ahí, chico grande.- Butch. Era Butch. Nick luchó por hablar, odiando el apestoso sabor de su boca.
- Relájate, Hollywood. Estate tranquilo. V y yo te llevaremos a casa.
El coche comenzó a moverse, mientras golpeaba a lo largo y a lo ancho de su espalda sobre la carretera. Gimió como un afeminado, pero no podía remediarlo. Sentía su cuerpo como si lo hubieran golpeado en todas partes con un bate de béisbol repleto de clavos.
Los huesos y los doloridos músculos eran su menor problema comparados con su estómago. Rezaba para llegar a casa antes de vomitar en el coche de V, pero no había ninguna garantía sobre que aguantara tanto. Sus glándulas salivales tenían trabajo extra, de manera que tuvo que tragar repetidamente. Lo cual hizo que se le dispara el reflejo de atragantarse. Lo que instó a la náusea a volver. Tratando de salirse de la espiral, respiró lentamente a través de su nariz.
- ¿Cómo va por ahí, Hollywood?
- Prométeme… La ducha… Lo primero.
- ¡Lo conseguiste colega!
Nick creía haberse desmayado porque se despertó cuando estaba siendo transportado en el coche. Escuchó voces familiares. De V. De Butch. Un gruñido profundo que sólo podría ser de Wrath. Perdió la conciencia otra vez. Cuando volvió, algo frío estaba contra de su espalda.
- ¿Puedes apoyarte en mí? -Preguntó Butch.
Nick lo intentó y agradeció cuando sus piernas aceptaron su peso. Y ahora que estaba fuera del coche, la náusea iba un poco mejor. Sus oídos percibieron el dulce ruido de un campanilleo, y un momento más tarde una rápida sensación de calor sobre su cuerpo.
- ¿Cómo está, Nick? ¿Demasiado caliente? -La voz de Butch. El poli estaba en la ducha con él. Y olía a tabaco turco. V también debía estar en el cuarto de baño.
- ¿Hollywood? ¿Está demasiado caliente para ti?
- No. -Él cogió el jabón, andando a tientas.- No puede ver.
- Mejor. No hay ninguna razón para que sepas lo que parecemos todos juntos, desnudos. Francamente, estoy lo suficientemente traumatizado por los dos - Nick sonrió un poco cuando una manopla pasó sobre su cara, cuello y pecho. Dios, se sentía fantástico. Estiró el cuello hacia atrás, dejando al jabón y al agua que lavaran los restos de la obra de la bestia.
Se acabó la ducha demasiado pronto. Una toalla estaba envuelta alrededor de sus caderas mientras con otra lo secaban completamente.
- ¿Hay alguna otra cosa que podamos hacer por ti antes de echarte? -Preguntó Butch.
-Alka-Seltzer… En el armario.
- V, vamos a infundirle algo de ánimo a esta mierda, ¿verdad? -Butch colocó su brazo en la cintura de Nick.- Apóyate en mí, colega. Bien, de acuerdo… ¡Para! ¡Maldición! ¡Tenemos que dejar de alimentarle! - Nick dejó que lo llevaran por el suelo de mármol, sobre la alfombra del dormitorio.
- Bien, chico grande, baja - Oh, sí. La cama. La cama era buena.
- Mira quien está aquí. Es la enfermera Vishous.
Nick sintió como inclinaban su cabeza y luego le pusieron un vaso en los labios. Cuando tomó todo lo que pudo, sufrió un colapso sobre las almohadas. Estaba a punto de desmayarse otra vez cuando escuchó la voz baja de Butch.
- Al menos la bala lo atravesó limpiamente. Pero, hombre, no tiene buen aspecto - V contestó en voz baja.
- Estará bien en un día poco más o menos. Se recobra rápidamente de cualquier cosa, pero todavía es difícil saberlo.
- Aquella criatura era algo más.
- Se preocupa mucho por lo que ha podido hacernos. -Allí estaba el sonido de un encendedor y luego un suave viento fresco de ese maravilloso tabaco.- Intenta no mostrar el miedo que le produce esto. Tiene que mantener esa imagen brillante y todo eso. Pero le aterroriza hacerle daño a alguien.
- Sí, la primera pregunta que hizo fue si tú y yo estábamos bien.
Nick trató de forzarse a dormir. La negra laguna mental era muchísimo mejor que escuchar la piedad que le tenían sus amistades.
Noventa y un años, ocho meses y cuatro días. Y luego sería libre.

*-*-*-*

________ estaba desesperada por conciliar el sueño. Cerró sus ojos. Hizo una profunda respiración. Relajado los dedos del pie uno por uno. Repasó mentalmente todos los números de teléfono que conocía. Nada le funcionó.Se dio vuelta y clavó los ojos en el techo. Cuando su mente armó una imagen de John, se sintió agradecida. El niño era mejor que tantos otros temas en los que podía hacer hincapié.
No podía creer que tuviera veintitrés años de edad, aunque mientras más pensaba en él, si parecía posible. Apartando su fijación por Matrix, era increíblemente adulto. Casi parecía viejo.
Cuando dijo que era tiempo de marcharse, ella había insistido en llevarlo de regreso a su apartamento. Bella había preguntado si podía ir también, así que los tres fueron al centro con su bicicleta sobresaliendo detrás del Civic. Dejar al niño delante de ese miserable edificio de apartamentos había sido duro. Estuvo a punto de rogarle que volviera a su casa.
Pero al menos había estado de acuerdo en estar en casa de Bella a la noche siguiente. Y tal vez la academia de artes marciales abriría algunas puertas para él. Tenía la impresión de que no tenía muchas amistades, y pensó que Bella era dulce al hacer el esfuerzo en su beneficio.
Con una pequeña sonrisa, _________ recordó la manera en que John había mirado a la otra mujer. Con tímida admiración. Y Bella manejó la atención graciosamente, sin embargo ella sin duda se dio cuenta de sus fijas miradas. Probablemente lo supo todo el tiempo.
Por un momento ________ se dio el gusto e imaginó mirar al mundo a través de los impecables ojos de Bella. Caminando sobre las perfectas piernas de Bella. Balanceando el perfecto cabello de Bella sobre su hombro. Fantasear había sido una buena diversión. Decidió que iría a Nueva York y se pavonearía por la Quinta Avenida llevando puesto algo fabuloso. No, mejor a la playa. Iría a la playa con un bikini negro. ¡Caramba!, podría ser un bikini negro con una tira de cuero.
De acuerdo, eso sería un poco de espeluznante.
De todos modos, habría sido genial, aunque solo fuera una sola vez, tener la mirada fija de un hombre sobre ella con adoración total. Tenerle… cautivado. Sí, esa era la palabra. Habría amado a un hombre que estuviera cautivado por ella.Excepto que no iba a ocurrir nunca. Aquel tiempo en su vida, de juventud, belleza y sexualidad cubierta de rocío, habían pasado. Nunca habían existido, realmente. Y ahora era una mujer nada especial de treinta y un años que había tenido una vida muy ardua, gracias al cáncer.
________ gimió. Oh, esto era estupendo. No estaba aterrorizaba, pero estaba hasta las narices de sentir lástima de sí misma. Y la mierda parecía lodo, pegajoso y asqueroso.
Encendió la luz y cogió la revista Vanity Fair con determinación sombría. Dominick Dunne, llévame fuera,pensó.

[50]

Chikas Gracias por sus comentarios!!!
Las Amo! :hug:

por **MaryPeters** Lun 01 Ago 2011, 10:23 pm

dios me da mucha pena la rayis
y todo lo que le ha ocurrido no me imagino
estar en su lugar, pero pronto conocera a nick
y se le olvidara todo eso, wow un vampiro la
queria, ya quiero que se encuentren esos dos! SIGUEE!

por **Just Me! Melissa! :)** Mar 02 Ago 2011, 10:52 am

estuvieron impresionantes los cap!

WOOOO SIGUELA!!!!

por **chelis** Mar 02 Ago 2011, 3:03 pm

quuuuuuuuuuuueeeee

caaaaaaaaaapiiiiiiisssss

suuubeeeeprooonnntoooooo

porfaaaaaaa

me facina esta noveeeee

por **yessi jobrOss** Mar 02 Ago 2011, 4:31 pm

ohhhh los capis estuvieron
muy buenos y mas kon la
transformacion de nick pobre
sta sufriendo kon su maldicion
ke feo a de sentir konvertirs en un
mounstruo pero tbm la pobre de la
rayis sta sufriendo seran perfectos
los dos ke tierno ya kiero el encuentro
sigueeeee sta genial la novel :D
subeee masss capisss x fa

por **016melanie** Mar 02 Ago 2011, 5:37 pm

Capitulo 7:

Después de que Nick se quedara dormido, Butch bajó con V al vestíbulo hacia el estudio privado de Wrath. Normalmente Butch no se quedaba cerca de los negocios de la hermandad, pero Vishous iba reportar lo que habían encontrado cuando volvía a casa, y Butch era el único que había visto al restrictor en el árbol.
Cuando atravesó la puerta, tuvo la misma reacción que siempre tenía con la decoración tipo Versalles: no encajaba. Todas las florituras de oro en las paredes y las pinturas de pequeños niños gordos con alas en el techo endeble y el mobiliario frágil, de fantasía. El lugar parecía pasado de moda, tipos franceses con pelucas empolvadas. No un cuarto de guerra para un montón de resistentes guerreros. Pero qué diablos. La Hermandad se había trasladado a la mansión porque era conveniente y segura, no porque les gustara la decoración.
Escogió una silla con patas largas y delgadas, y trató de sentarse sin apoyar todo su peso. Cuando se sentó, saludó con una inclinación de cabeza a Tohrment, que estaba en el sofá recubierto de seda de enfrente. El vampiro ocupaba la mayor parte del mueble individual, su gran cuerpo tumbado sobre los cojines azul pálido. Su pelo negro cortado como en las Fuerzas Armadas y sus anchos hombros le marcaban como una persona de mala leche, pero esa mirada azul oscuro contaba otras historias. Debajo de toda esa coraza de guerrero duro, Tohr era un tipo realmente agradable. Y sorprendentemente empático, a pesar de que golpeaba a los muertos para ganarse la vida. Era el líder oficial de la Hermandad desde que Wrath había ascendido al trono hacía dos meses, y el único guerrero que no vivía en la mansión. La shellan de Tohr, Wellsie, esperaba a su primer hijo y no iba a compartir el hogar con un montón de tipos solteros. ¿Y quién la podía culpar?
- Adivino que os divertisteis de camino a casa. -Thor le dijo a Vishous.
- Sí, Nick se liberó por completo. -V contestó mientras se servía un trago de vodka del mueble bar.
Phury entró después y saludó con la cabeza.
A Butch le gustaba mucho el hermano, aunque no tenían mucho en común. Excepto por su pasión por el vestuario, pero incluso allí tenían diferencias. Lo de Butch era una capa de pintura fresca en una casa barata. El estilo y la elegancia masculina de Phury lo llevaba en cada poro de su piel. Era letal, sin lugar a dudas, pero era todo un metrosexual. La impresión de caballero refinado no era simplemente un resultado de sus atractivas ropas, como el suéter negro de cachemir y los finos pantalones que estaba usando. El hermano tenía la cabellera más asombrosa que Butch hubiera visto. Largas ondas, gruesas, rojas y marrones eran escandalosamente hermosas, incluso para una mujer. Y su mirada amarillenta, que brillaba como el oro a la luz del sol, adicionaba todo el asunto.
El por qué él era célibe, era un misterio total.
Cuando Phury fue a la barra y se sirvió un vaso de Oporto, su cojera apenas se notó. Butch había oído que el tipo había perdido la pierna en alguna parte a lo largo de la línea. Ahora tenía una extremidad artificial, y evidentemente no le obstaculizaba en el campo de batalla lo más mínimo.
Butch se giró para mirar a alguien que había entrado en el cuarto.
Desafortunadamente, el gemelo de Phury había decidido aparecer a tiempo, pero al menos Zsadist era una persona lejana y se mantenía apartado de todo mundo. Eso le iba bien a Butch, porque ese bastardo le ponía nervioso.
La cara llena de cicatrices de Z y los oscuros ojos brillantes eran simplemente la punta del iceberg. El pelo rapado, los tatuajes alrededor de su cuello y muñecas, los piercings: era una amenaza completa y tenía la impresión de que tenía un alto porcentaje de odio. En el argot de la ejecución de la ley, él era una triple amenaza. Frío como la piedra. Mezquino como una serpiente. E imprevisible como el infierno. Aparentemente Zsadist había sido secuestrado de su familia cuando era un niño y vendido para en algún tipo de esclavitud. Los cien o más años que él había estado en cautividad le absorbieron todo lo remotamente humano -o, vampiro- que había en él. Ahora sólo era oscuras emociones atrapadas en una piel estropeada. Y si sabías que era lo mejor para ti, mejor te apartabas de su camino.
Desde el vestíbulo llegó un sonido de pisadas fuertes. Los hermanos se quedaron callados, y un momento más tarde Wrath llenó la puerta. Wrath era enorme, de pelo oscuro, un tipo con una boca cruel. Llevaba siempre puestas unas gafas oscuras, mucho cuero, y era la última persona del planeta a la que nadie querría engañar.

El tipo también había pasado a encabezar la lista de hombres que Butch querría tener a su espalda. Él y Wrath habían forjado un vínculo la noche en que a Wrath le habían disparado mientras recuperaba a su esposa de los restrictores. Butch había echado una mano, y eso era todo. Estuvieron bien. Wrath entró en el cuarto como si poseyera el mundo entero. El hermano tenía todo el material de un emperador, lo cual tenía sentido, porque eso es lo que era él. El Rey Ciego. El último vampiro de pura sangre que había en el planeta. Un gobernante de raza.
Warth volvió la mirada en dirección a Butch.
- Te encargaste bien de Rhage esta noche. Te lo agradezco.
- Él habría hecho lo mismo para mí.
- Sí, lo haría. -Warth fue detrás del escritorio y se sentó, cruzando sus armas sobre su pecho.- Esto es lo que hay. Havers tuvo un caso de trauma esta noche. Un macho civil. Hecho mierda, apenas consciente. Antes de morir, le dijo a Havers que lo habían atacado unos restrictores. Quisieron saber sobre La Hermandad, donde vivimos, lo que sabía sobre nosotros.
- Otro más. -Murmuró Tohr.
- Sí. Creo que hay un cambio en la estrategia de la Sociedad Restrictiva. El macho describió un lugar específicamente hecho para un duro interrogatorio. Desafortunadamente, murió antes de que pudiera indicar el lugar. -Warth fijo la vista en Vishous.- V, quiero que vayas a ver a la familia del civil y les digas que su muerte será vengada. Phury, ve a ver a Havers y habla con la enfermera que lo atendió. Mira a ver si puedes obtener donde lo retuvieron y cómo escapó. No voy a tener a esos bastardos usando a mis civiles como postes de arañar.
- También están actuando sobre los de su clase. -Interrumpió V.- Encontramos un restrictor colgado de una cuerda en un árbol de camino a casa. Y rodeado por sus amigos.
- ¿Qué le hicieron al tipo?
Butch habló sin temor.
- Bastante... Lo asesinaron. ¿Lo hacen mucho?
- No. No lo hacen.
- Entonces es una infernal coincidencia, ¿no crees? El civil se libra de un campamento de tortura esta noche. Restrictores que aparecen pareciendo alfileteros.
- Estoy contigo, detective. -Warth se volvió hacia V.- ¿Obtuviste alguna información de esos restrictores? ¿O Nick limpió la escena?
V sacudió la cabeza.
- Todo desaparecido.
- No exactamente. -Butch metió la mano en su bolsillo y sacó la cartera que le había quitado al restrictor colgado.
- Saqué esto del que habían atacado. -Lo ojeó y encontró el permiso de conducir.
- Gary Essen. ¡Eh!, este tipo vivía en mi viejo edificio. ¡Quién lo iba adecir!, nunca sabes quiénes son tus vecinos.
- Registraré el apartamento…. -Dijo Tohr. Cuando Butch le lanzó la cartera, los hermanos se levantaron, preparados para salir.Tohr habló antes de que nadie saliera.
- Hay otra cosa. Esta noche he recibido una llamada. Una hembra civil encontró a un joven macho de los nuestros. Su nombre es Tehrror. Le dije que lo trajera al centro de entrenamiento mañana por la noche.
- Interesante. -Dijo Wrath.
- Él no habla, y su traductora vendrá con él. ¡Ah, a propósito,… es una humana! - Tohr sonrió y se metió la cartera del restrictor en el bolsillo de atrás de sus pantalones de cuero.- Pero no te preocupes. Borraremos su memoria.

*-*-*-*

Cuando el Señor X abrió la puerta principal de su cabaña, su humor no había mejorado su afecto por el Señor O. El restrictor del otro lado se veía firme, imperturbable. La humildad lo habría llevado más allá, pero cualquier forma de debilidad o sumisión no estaba en la naturaleza del hombre. Aún. El Señor X le hizo señas a su subordinado.
- Sabes algo, esta cosa de confesión de fracaso que estamos teniendo no funciona. Debería haber sabido que no debía confiar en ti. ¿Vas a explicarme por qué mataste a tu escuadrón?
El Señor O se giró.
- ¿Perdón?
- No trates de esconderte detrás de mentiras, es muy molesto.
El Señor X cerró la puerta.
- Yo no los maté.
- ¿Pero una criatura lo hizo? Por favor, Señor O. Al menos podría ser más original. Mejor aún, échele la culpa a La Hermandad. Eso sería más plausible - El Señor X atravesó el cuarto principal de la cabaña, quedándose callado mientras su subordinado se recomponía y preparaba. Tranquilamente comprobó su ordenador portátil y luego recorrió con la mirada el local privado. El lugar era rústico, con escaso mobiliario, los casi cuatro kilómetros que lo rodeaban eran un buen amortiguador. El inodoro no funcionaba, pero los restrictores no comían, por lo que esos accesorios eran innecesarios. Sin embargo, la ducha funcionaba a pedir de boca. Y hasta que quedaran de acuerdo en otro centro de reclutamiento, este humilde puesto avanzado era el cuartel general de la sociedad.
- Le dije exactamente lo que vi. -Le dijo el Señor O, rompiendo el fuerte silencio.- ¿Por qué mentiría?
- El por qué es irrelevante para mí. -El Señor X abrió la puerta que iba hacia el dormitorio. Las bisagras rechinaron.
- Deberías saber que envié un escuadrón a la escena del crimen mientras venías en coche hacia aquí. Dijeron que allí no había nada más que los cuerpos, de manera que asumo que los apuñaló en un gran desconocimiento. Y confirmaron que había habido una pelea infernal, un montón de sangre. Puedo imaginar cómo tu escuadrón peleó contra ti. Has debido sentirte orgulloso por la victoria.
- ¿Si los hubiera matado, por qué mis ropas en su mayor parte están limpias?
- Te las cambiaste antes de venir aquí. No eres estúpido. -El Señor X se posicionó en el portal del dormitorio.
- Entonces dónde nos encontramos, Señor O. Es un dolor en el culo, y la pregunta que necesito hacerme es si vales esta miserable provocación. No eran principiantes los que mataste. Eran restrictores con mucha experiencia. Sabes cómo...
- ¡No los maté...!
El Señor X dio dos pasos hacia adelante y le dio un golpe noqueador en la mandíbula al Señor O. El hombre cayó al suelo. El Señor X puso su bota sobre la cara del Señor O, inmovilizándole.
- Vamos a dejarlo así ¿vale? Lo que yo decía era,… ¿Tienes la menor idea de cuánto tiempo se necesita para hacer un rectrictor experto, un Principal? ¡Décadas,… siglos! Arrasaste con tres de ellos en una noche. Hacen un total de cuatro, contando con el Señor M, a quién cortaste en rodajas sin mi permiso. Y también están los novatos que mataste violentamente esta noche, los Betas - El Señor O escupía locamente, sus ojos mirando fijamente. El Señor X apoyó su pie hasta que las botas hicieron más presión. - Entonces, otra vez, tengo que preguntarme, ¿vales la pena? Sólo hace tres años que está en la Sociedad. Eres fuerte, efectivo, pero resultas imposible de controlar. ¡Te puse con los Principales por que asumí que serías mejor! Al igual que su excelente nivel y tu carácter. En lugar de eso, los mataste - El Señor X sintió que la sangre se le levantaba y se recordó a sí mismo que la cólera no era apropiada para un líder. Calma, la dominación sensata funcionaba mejor. Respiró profundamente antes de hablar otra vez.
- Has eliminado algunos de nuestros mejores activos esta noche. Y esto tiene queacabar, Señor O. Ahora.
El Señor X levantó su bota. El otro restrictor inmediatamente se levantó del suelo. Cuando el Señor O estaba a punto de hablar, un discordante sonido atravesó la noche. Miró hacia el sonido.
El Señor X sonrió.
- Ahora, si no le importa, métete en aquél dormitorio.
El Señor O se puso en postura de ataque.
- ¿Qué es eso?
- Es la hora para modificar tu comportamiento. Un poco de castigo, también. Así esque, métete en el dormitorio.
En estos momentos el sonido era tan fuerte que fue algo más que una vibración del aire.
El Sr. O gritó. - Le dije la verdad.
- ¡Al dormitorio! El tiempo para hablar ha pasado. -El Señor X miró por encima de su hombro, rumbo al zumbido.
- ¡Oh, por todos los santos!
Congeló los grandes músculos del cuerpo del restrictor y empujó al Señor O hacia el otro cuarto, enviándolo hacia la cama. La puerta principal explotó abriéndose de par en par.Los ojos del Señor O se le salieron de las órbitas cuando vio a Omega.
- ¡Oh… Dios,… no!
El Señor X puso en orden las ropas del hombre, enderezando la chaqueta y la camisa. Por añadidura, alisó todo ese cabello oscuro y besó la frente del Señor O, como si fuera un niño.
- Si me perdonas,… -Murmuró entonces el Seño. X.- voy a dejaros solos.
El Señor X salió por la puerta trasera de la cabaña. Justo cuando entraba en el coche, comenzaron los gritos.

El siguiente cap les va a gustar! :twisted:

por **chelis** Mar 02 Ago 2011, 5:58 pm

eeeentooonceeesss

no tardes porfa sube pronto

por **016melanie** Mar 02 Ago 2011, 6:17 pm

Capitulo 8:

- Bella, creo que nuestro trasporte ya está aquí. - _______ dejó que la cortina volviera a caer en su lugar.- Eso o un dictador del tercer mundo se ha perdido en Caldwell - John se dirigió hacia la ventana.
- ¡Guau! - dijo con señas - Mirad ese Mercedes. Esas ventanas oscuras parecen antibalas.
Los tres dejaron la casa de Bella y caminaron hacia el Sedán. Un pequeño anciano, vestido con una librea negra, salió del lado del conductor y fue a saludarlos. Inesperadamente, era un tipo alegre, todo sonrisas. Con la piel suelta en su cara, sus lóbulos largos, y esos pómulos, miraba de manera tierna, aunque su felicidad radiante sugería que la desintegración era una buena condición en la que estar.
- Soy Fritz. -Dijo él, doblándose profundamente.- Por favor permítanme llevarles.
Abrió la puerta trasera y Bella se deslizó dentro, la primera. John fue después, y cuándo ________ estuvo tranquilamente contra el asiento, Fritz cerró la puerta. Un segundo más tarde estaban en camino. Cuando el Mercedes se deslizó hacia adelante, _______ trató de ver donde iban, pero las ventanas era demasiado oscuras. Pensaba que iban hacia norte ¿Pero quién sabía?
- ¿Dónde es ese lugar, Bella? -Preguntó ella.
- No está lejos. -Pero la mujer no pareció segura, de hecho había tenido los nervios de punta desde que ________ y John habían aparecido.
- ¿Sabes a dónde nos llevan?
- ¡Oh, Claro! -La mujer sonrió y miró a John.- Vamos a encontrarnos con algunos de los machos más asombrosos que nunca has visto - Los instintos de _______ golpearon su pecho, enviando todo género de señales que se
pisaban cuidadosamente. Dios mío, ella deseó haber cogido su coche. Veinte minutos más tarde, el Mercedes frenó en un alto. Avanzó poco a poco. Frenó otra vez. Esto ocurrió en intervalos regulares muchísimas veces. Fritz bajó su ventana y habló por algún tipo de interfono. Siguieron un poco más allá, y finalmente se paró. El motor se fue apagado. _______ trató de alcanzar la puerta. Estaba cerrada. La americana más buscada, aquí vamos, pensó ella. Solo podía imaginar sus fotos en la televisión, víctimas de un delito violento. Pero el conductor los dejó salir inmediatamente, tranquilo, con esa sonrisa en su cara.
- ¿Quieren seguirme, por favor?
Cuando _______ salió, miró a su alrededor. Estaban dentro de algún tipo de aparcamiento subterráneo, pero no había otros coches. Solo dos microbuses, como los de los aeropuertos. Se mantuvieron juntos con Fritz y pasaron a través de un par de gruesas puertas de metal que se abrieron en un laberinto de corredores alumbrados con fluorescentes. Gracias a Dios el tipo parecía saber dónde iba. Había ramificaciones en todas las direcciones sin plan racional, como si el lugar hubiese sido diseñado para perder a las personas y conservarlas de ese modo.
Excepto a alguien que siempre supiese a dónde iba, pensó ella. Cada nueve metros había una cápsula colocada en el techo. Ella las había visto antes en las alamedas, y el hospital las tenía también. Cámaras de vigilancia. Finalmente entraron a un cuarto pequeño con un espejo bilateral, una mesa y cinco sillas metálicas. Una pequeña cámara estaba colocada en el rincón opuesto a la puerta. Era exactamente como el cuarto de interrogación de la policía, o como debía ser en alguno de los sets del Departamento de Policía de Nueva York.
- No tendrán que esperar mucho. -Dijo Fritz con una pequeña reverencia. En cuanto desapareció, la puerta se cerró sola. ________ se acercó y probó la manivela, sorprendida de encontrar que se abría fácilmente. No obstante, quien quiera que estuviera a cargo aquí claramente no tenía que preocuparse por perder la pista de sus visitas. Ella miró a Bella.
- ¿Puedes explicarme qué lugar es este?
- Es una instalación.
- Una instalación.
- Sí, ya sabes, para entrenarse.- Sí, pero ¿por qué de entrenamiento?
-¿Estas personas tuyas pertenecen al gobierno o a algo?
- Oh, no. No.
- Esto no se parece a una academia de artes marciales. -Dijo John con gestos.
- Sí, no bromees.
- ¿Qué ha dicho? -Preguntó Bella.
- Tiene tanta curiosidad como yo.
________ se volvió hacia la puerta, la abrió, y asomó su cabeza al vestíbulo. Cuando oyó un sonido rítmico, dio un paso hacia el cuarto, pero no entró.
Ruido de pasos. No, arrastraban los pies.
Un hombre castaño, alto y musculoso, vestido con una camisa negra y pantalones de cuero, se tambaleaba alrededor de una esquina. Estaba inestable sobre sus pies desnudos, con una mano en la pared y sus ojos mirando hacia abajo. Parecía mirar al suelo cuidadosamente, como si confiara en su percepción de la profundidad para equilibrarse. Parecía borracho o tal vez enfermo, pero… ¡diablos!, era guapísimo. De hecho, su cara era tan deslumbrante que tuvo que parpadear un par de veces. La mandíbula perfectamente cuadrada. Labios llenos. Pómulos altos. La frente ancha. El pelo era grueso y ondulado, más claro de frente, más oscuro en la parte trasera donde era más corto. Y su cuerpo era tan espectacular como su cabeza. De huesos grandes. Muy musculoso. Nada de grasa. Su piel era dorada aun bajo las luces de los fluorescentes. De repente, él la miró. Sus ojos eran de color azul eléctrico, tan brillantes, tan vívidos, que eran casi como el neón. Y se quedaron mirándose fijamente.
_______ se hundió de todas maneras y pensó que la carencia de respuesta no era una sorpresa. Los hombres como él no notaban a las mujeres como ella. Esto era un hecho natural.
Ella debería regresar en el cuarto. No tenía sentido en no observarle mientras no la reconocía cuando ella pasara. El problema era, mientras más se acercaba, más fascinada se sentía.
¡Dios mío, era realmente… hermoso!

Nick se sentía destrozado mientras serpenteaba el pasillo. Cada vez que la bestia salía de él y su visión se tomaba una pequeñas vacaciones, sus ojos se tomaban su tiempo para regresar al trabajo. El cuerpo no quería funcionar, tampoco sus piernas y brazos que colgaban como pesos pesados fuera de su torso, no exactamente inservibles, pero malditamente cerca. Y su estómago estaba todavía desconectado. La sola idea de la comida le hacía tener náuseas. Pero tenía que salir de su cuarto. Doce horas acostado era suficiente tiempo desaprovechado. Determinado a llegar hasta el gimnasio del centro de entrenamiento, montar en la bicicleta estática, y poder desentumecerse un poco...Se detuvo, poniéndose tenso. No podría ver mucho, pero sabía con seguridad que no estaba solo en el vestíbulo. Quien quiera que fuera estaba cerca de él, a su izquierda. Y era un desconocido. Dio la vuelta y sacó bruscamente a la figura de la puerta, agarrándola por la garganta, forzando su cuerpo contra la pared opuesta. Demasiado tarde se dio cuenta de que era una mujer, y el agudo jadeo lo avergonzó. Rápidamente aflojó un poco su agarre, pero no dejó de empujar. El cuello delgado bajo su palma estaba caliente y suave. Su pulso era frenético, la sangre corría rápidamente a través de las venas que llegaban a su corazón. Se apoyó y respiró a través de su nariz. Sólo para avanzar dando tumbos hacia atrás. ¡Mierda, era una humana! Y estaba enferma, tal vez muriéndose.
- ¿Quién eres? -Le exigió.- ¿Cómo has entrado aquí?
No hubo respuesta, solo una respiración acelerada. Ella estaba completamente aterrorizada, el olor de su miedo era como humo de madera en su nariz. Él bajó su voz.
- No voy a hacerte daño. Pero este no es tu lugar y quiero saber quién eres - Su garganta se movió bajo su mano, como si tragara.
- Mi nombre… mi nombre es _______. Estoy aquí con unos amigos - Nick dejó de respirar. Su corazón aumentó una pulsación y luego se desaceleró.
- Dímelo otra vez. -Murmuró él.
- Eh,… mi nombre es ______ Luce. Soy amiga de Bella… vinimos aquí con un niño, con John Matthew. Estamos invitados - Nick tembló, una prisa balsámica floreciendo, saliendo por toda su piel. El deje musical de su voz, el ritmo de su discurso, el sonido de sus palabras, todo eso esparciéndose a través de él, calmándolo, confortándolo. Encadenándole dulcemente. Cerró sus ojos.
- Dime algo más.
- ¿Qué? -Preguntó ella, desconcertada.
- Conversación. Háblame… Quiero oír tu voz otra vez - Ella guardó silencio, y él estaba a punto de exigirle que hablase cuando dijo. - No tienes buen aspecto. ¿Necesitas un médico?
Él se encontró tambaleándose. Las palabras no importaban. Era el sonido: El punto bajo, suave, acariciándole los oídos. Se sintió como si estuviera siendo acariciado por dentro de su piel. - Más… -Dijo él, retorciendo su palma por la parte delantera de su cuello de manera que podía sentir las vibraciones de su garganta mejor.
- ¿Podrías... podrías soltarme, por favor?
- No. - Subió su otro brazo. Llevaba puesta algún tipo de lana, y él movió a un lado el cuello, echándose al hombro su mano de manera que no pudiera escapar de él.- La conversación.
Ella comenzó a luchar.
- Me aprieta.
- Lo sé. La conversación.
- ¡Oh, por el amor de Dios!, ¿qué quieres que diga?- Aun exasperada, su voz fue bella.
- Cualquier cosa.
- Bien. ¡Saca tu mano de mi garganta y déjame ir o voy a darte con la rodilla donde más te duela!
Él se rió. Inmediatamente hundió su cuerpo inferior sobre ella, atrapándola con sus muslos y sus caderas. Ella se quedó rígida contra él, pero obtuvo una abundante percepción suya. Tenía la constitución delgada, sin embargo no había duda de que era una mujer. Sus senos golpean su pecho, sus caderas servían de almohada para las de él, su estómago era suave.- Sigue hablando… -Dijo él contra su oído. ¡Dios mío, ella olía muy bien! A limpio. Fresco. Como el limón. Cuando ella empujó contra él, él se recostó totalmente contra ella. Su respiración se aceleró.
- Por favor. -Murmuró él - Su pecho se movió contra el de él cuando inspiró.
- Yo… eh, no tengo nada que decir. Excepto, apártate de mí - Él sonrió, cuidadoso de mantener la boca cerrada. No hubo sentido de alardear de sus colmillos, especialmente si ella no sabía lo que era.
- Entonces di eso.
- ¿Qué?
- Nada. Di nada. Una y otra vez. Hazlo - Ella se encolerizó, el perfume del miedo se cambió por una especia afilada, un acre de menta fresca en el jardín. Ella estaba molesta ahora. - ¡Dilo! -Le ordenó él, necesitando sentir más de lo que ella le hacía a él.
- Bien… ¡Nada! ¡Nada! - Ariscamente ella se rió, y el estrecho disparo lo atravesó directamente por su columna vertebral, quemándolo.- ¡Nada, nada! ¡Naaada! ¡Naaada! ¡Naaaaaaaada! ¿Es suficiente? ¿Me dejarás marchar ahora?
- No. - Ella peleó contra él otra vez, creando una fricción deliciosa entre sus cuerpos. Y él supo el momento en que su ansiedad y su irritación se convirtieron en algo,… caliente. Olió su excitación, un precioso dulzor en el aire, y su cuerpo contestó a su llamada. Se puso duro como un diamante.
- Háblame ______. -Él movió sus caderas en un lento círculo contra ella, frotando su erección sobre su abdomen, aumentando su dolor y su temperatura. Después de un momento la tensión de ella disminuyó, suavizándola en contra del empuje de sus músculos y su excitación. Sus manos aplastadas en su cintura. Lentamente deslizándose, aproximándose a su espalda, como si estuviera insegura de la forma en que iba a responderle. Él se arqueó contra ella, para exteriorizar su aprobación y animarla a que lo tocara. Cuando sus palmas subieron por su columna
vertebral, él se expresó con un bajo gruñido en su garganta y dejó caer su cabeza de tal manera que su oído estuviera más cerca de su boca. Él quería darle otra palabra para que dijera, algo apetitoso o un susurro o una fresa.
Infiernos, podría juntarlo. El efecto que ella tuvo sobre él era como una droga, una combinación tentadora de necesidad sexual y desahogo profundo. Como si estuviese teniendo un orgasmo y cayese en un sueño tranquilo al mismo tiempo. No era como nada de lo que él hubiese sentido antes.Un escalofrío pasó como un relámpago por él, absorbiendo el calor de su cuerpo. Echó su cabeza hacia atrás cuando recordó lo que Vishous le había dicho.
- ¿Eres virgen? -Exigió Nick. Volvió la rigidez de su cuerpo, como si fuera cemento. Ella intentó apartarlo con un duro empujón, no moviéndolo ni una pulgada.
- ¡Perdona! ¿Qué el tipo de pregunta es esa? - La ansiedad hizo que apretara la mano de su hombro.
- ¿Alguna vez has sido tomada por un macho? Contesta a la pregunta - Su preciosa voz se elevó, asustada.
- Sí. Sí, he tenido a… un amante - La desilusión aflojó su apretón. Pero el alivio lo puso sobre sus talones.Tomando todo en consideración, no estaba seguro de necesitar responsabilizarse por su destino en estos diez minutos.
Además, aun si ella no era su destino, esta hembra humana era extraordinaria… algo especial.
Tenía que hacer algo.
_______ inspiró profundamente cuando la presión en su garganta disminuyó de intensidad. Hay que ser cuidadosa con lo que se pide, pensó ella, recordando cómo había querido que un hombre se sintiera cautivado por ella. Dios mío, esto no era como la experiencia que ella quería. Estaba completamente abrumada por el cuerpo masculino presionando el de ella. Por la promesa de tener sexo con él. Por el poder letal que esgrimía si pensaba apretar su cuello otra vez.
- Dime dónde vives. -Dijo el hombre. Cuando ella no contestó, onduló sus caderas, esa erección maciza moviéndose, dando vueltas, presionando en su abdomen. ______ cerró los ojos. E intentando no preguntarse sobre la impresión que tendría si él estuviera en su interior un rato haciéndole eso. Su cabeza bajó y sus labios acariciaron el lado de su cuello. Acariciándola con la nariz.
- ¿Dónde vives? - Ella sintió un golpe suave, húmedo. ¡Dios, su lengua,… subiendo por su garganta!
- Finalmente vas a decírmelo. -Murmuró él.- Pero tómate tu tiempo. Ahora mismo no tengo mucha prisa.
Sus caderas se abrieron suavemente, su muslo empujado entre sus piernas y acariciándole el centro. La mano en la base de su cuello barrió totalmente hacia su esternón, deteniéndose entre sus pechos.
- Tu corazón palpita rápidamente, _______.
- Eeeeso es porque tengo miedo.
- El miedo no es lo único que sientes. ¿Por qué no compruebas con tus manos lo que aumenta?
Dilo. Estaban levantadas sobre sus bíceps. Y los agarraban, acercándolo más. Sus uñas clavándose en su piel.
Cuando ella lo soltó, él frunció el ceño.
- Me gusta lo que percibo. No te detengas - La puerta se abrió detrás de ellos.
- ¿______? ¿Estás bien...? ¡Oh… Dios mío! -Las palabras de Bella se desvanecieron. ________ se preparó psicológicamente cuando el hombre giró su torso mirado a Bella. Sus ojos la miraron de reojo, atisbándola de arriba a abajo y luego regresaron a _______.
- Tu amiga está preocupada por ti. -Dijo él suavemente.- Puedes decirle que no debería.
________ trató de soltarse y no se sorprendió cuando él dominó con maestría sus abruptos movimientos fácilmente.
- Tengo una idea. -Masculló ella.- ¿Por qué no me dejas marchar, y así no tendré que reconfortarla?
Una seca voz masculina atravesó el vestíbulo.
- ¡Nick, la mujer no ha venido aquí para tu placer! ¡Y éste no es el One Eye, hermano! ¡Nada de sexo en el vestíbulo!
________ trató de girar la cabeza, pero la mano entre sus pechos se deslizó hacia su garganta y tomó su barbilla, sujetándola. Sus ojos azules taladrándola.
- Vamos a ignorarlos a ambos. Si tú haces lo mismo, entonces los podemos hacer desaparecer.
- ¡Nick, déjala ir! -Un torrente afilado de palabras le siguió hablado en un lenguaje que ella no entendió. Mientras la acalorada monserga continuó, la brillante mirada del rubio se mantuvo en ella, su controlado pulgar hacia a delante y hacia atrás a lo largo de su mandíbula. Él fue dulce, cariñoso, pero cuando contestaba al otro hombre, su voz era dura y agresiva, como su poderoso cuerpo. Otra serie de palabras volvieron de nuevo, esta vez menos combativas. Como si el otro tipo tratara de razonar con él.
Bruscamente él la dejó marchar y se distanció. La ausencia de su cuerpo caliente, fue como un curioso golpe pesado. - Te veré más tarde, _______. -Acarició su mejilla con su dedo índice y luego se apartó de ella.
Sintió como se le debilitaban las rodillas, se apoyó contra la pared cuando la soltó, intentando estabilizarse, poniendo un brazo a su lado. Dios mío, cuando la había tenido a su merced, ella se había olvidado de que estaba
enfermo. - ¿Dónde está el niño? -Requirió la otra voz masculina. _______ miró hacia su izquierda. El tipo era grande y vestía de cuero negro, con un corte de pelo militar y un par sagaces ojos azul oscuro. Un soldado, pensó ella, en cierta forma como él.
-¿El niño? -Le exigió él.
- John está dentro. -Contestó Bella.
- Entonces vamos.
El hombre abrió la puerta y se apoyó contra ella de manera que ella y Bella tuvieron que apretarse contra él. Él les prestó poca atención cuando pasaron, mientras en lugar de eso se quedó mirando a John. John lo miró directamente, los ojos se estrecharon como si intentara ubicar al soldado. Cuando todos se sentaron a la mesa, el hombre inclinó la cabeza hacia Bella.
- Tú fuiste la que llamaste.
- Sí. Y ésta es ______ Luce. Él es John. John Matthew.
- Soy Tohrment. -Él concentró su atención sobre John.- ¿Cómo estás, hijo?
John hizo signos, y _______ tuvo que aclararse la voz antes de traducir. - Él dice, bien señor. ¿Cómo está usted?
- Bien.-El hombre sonrió un poco y después volvió a mirar a Bella.
- Quiero que esperes en el vestíbulo. Hablaré contigo cuando acabe de hablar con él - Bella vaciló.
- No es una petición. -Dijo él con una voz nivelada. Después de que Bella saliera, el tipo volvió su silla hacia John, se reclinó en ella, y estiró sus largas piernas.
- Entonces dime, hijo, ¿dónde creciste? - John movió sus manos, y _______ dijo.
- Aquí en la ciudad. Primero en un orfanato, luego con unas cuantas parejas de padres adoptivos.
- ¿Sabes alguna cosa sobre tu madre o tu padre? - John negó con la cabeza.
- Bella me dijo que tenías un brazalete con algunos símbolos. ¿Puedes enseñármelo? - John se subió su manga y extendió su brazo. La mano del hombre se tragó la muñeca del niño.
- Esto es estupendo, hijo. ¿Lo haces tú? - John asintió.
- ¿Y dónde cogiste la idea para el diseño? - John se soltó del agarre del soldado y comenzó a hacer signos. Cuando se detuvo, _______ dijo: - Soñó con su diseño.
- ¿Sí? ¿Te importa si te pregunto cómo son tus sueños? -El hombre regresó a su postura casual en la silla, pero sus ojos se estrecharon. Adiós entrenamiento de artes marciales, pensó ______. Esto no se trataba de algunas
lecciones de karate. Era un interrogatorio. John vaciló, ella quería coger al niño y marcharse, pero tenía el presentimiento de que el niño se opondría. Él se enfrascó completamente en el hombre, intenso y concentrado.
- Está bien, hijo. Lo que sea, está bien.
John levantó sus manos, y ______ habló cuando hizo los signos.
- Eh … que él está en un lugar oscuro. Arrodillándose delante de un altar. Detrás de eso, él ve escritos sobre la pared, centenares de rayas de escritura en piedra negra. John, un momento, reduce la velocidad. No puedo traducir cuando vas tan rápido. -_______ se concentró en las manos del niño.- Él dice que el sueño continúa y toca una tira de escritura que en general le gusta - El hombre frunció el ceño. Cuando John miró hacia abajo, como estando avergonzado, el soldado le dijo.
- No te preocupes, hijo, está bien. ¿Hay algo más en lo que puedas pensar que te parezca inusual? ¿Cosas que tal vez te hacen diferente de otra gente?
______ cambió de posición en su silla, realmente incómoda por cómo iban las cosas. John iba claramente a contestarle a cualquier pregunta que le hiciera, pero por el bien de Dios, no sabían quién era este hombre. Y Bella, aunque había hecho la presentación, había estado obviamente incómoda. _______ levantó sus manos, a punto de indicarle a través de señas una advertencia a John, cuando el niño desabotonó su camisa. Él abrió un lado, enseñando una cicatriz circular por encima de su músculo pectoral izquierdo.
El hombre se inclinó hacia adelante, estudiando la marca, y entonces se movió hacia atrás.- ¿Dónde te hiciste eso?
Las manos del niño volaron delante de él.
- Dice que nació con ello.
- ¿Hay alguna otra cosa? -Preguntó el hombre. John miró a _______. Hizo una profunda respiración e continuó con los signos. - Sueño con sangre. Con colmillos. Con… morder.
_______ sintió que sus ojos se ampliaban antes de poderse detener. John la miró ansiosamente.
- No te preocupes, ______. No soy un psicópata o algo así. Estaba aterrorizado cuando tuve los primeros sueños y no sé como que puedo controlar lo que mi cerebro hace, sabes.
- Claro, lo sé. -Dijo ella, extendiendo y apretando su mano.
- ¿Qué ha dicho? -Preguntó el hombre.
- Esa última parte fue para mí.
Respiró profundamente. Y continuó traduciendo.

Hi Girls! :hi:
¿Y? ¿Que les pareció el cap? :twisted:

por **chelis** Mar 02 Ago 2011, 8:00 pm

y que me parecio el caaaapiiissss???

magnifico ..

que digo

fantastico,maravilloso

aaaaaaaiiiiii

por fin el encuentro mas esperado

jejejeje

siguela porfa

por Invitado Mar 02 Ago 2011, 8:33 pm

woww estuvo muyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy geniallllll,fantstica entre otras cosas mas porque enserio me quedo corta de palabras
siguela cuando puedas me encantanron los capituloss :D :D

por **yessi jobrOss** Mar 02 Ago 2011, 10:29 pm

"AMANTE ETERNO" (NICK Y TU) [TERMINADA] - Página 3 167695056

OMG estuvo super genial
su encuentro por dios jejeje kreo k
la rayis si de asusto un poko x la
reaccion de nick (pero kien no kisiera
estar en su lugar) jaja bueno estuvieron
geniales los capis espero kon ansias
mas ya k esta nove se pone mejor cada
dia no tardes en subir capis x fa. Kuidate

por **MaryPeters** Mar 02 Ago 2011, 11:50 pm

MUJER ME MATARAS! dios los encuentros en
esta saga me agradan MUCHO! jajaja el de wrath y la rayis
dios estubo buenisimo, y esta tambien! con todo
lo que hizo nick jajajaja SIGUE!

por **chelis** Miér 03 Ago 2011, 12:48 pm

eeeeeeeeeesssspeeeraaandoooo

caaaapiiiissss

por **angie.lore6** Miér 03 Ago 2011, 1:33 pm

siguelaaaaa

por **016melanie** Miér 03 Ago 2011, 2:39 pm

Capitulo 9 :

Bella se apoyó contra la pared del pasillo y comenzó a trenzar su cabello, algo que hacía cuando estaba nerviosa. Había oído que los miembros de La Hermandad eran casi como una especie aparte, pero ella no había pensado nunca que fuera cierto. Hasta ahora. Esos dos machos no eran simplemente colosales en una escala física, irradiaban dominación y agresión. Caramba, hacían que su hermano pareciese un amateur en el equipo de los tipos duros, y Rehvenge era lo más resistente que ella había conocido.
- Querido Dios, ¿qué he hecho al traer a ________ y a John aquí? - Estaba menos preocupada por el niño. El niño estaría bien, pero
¿y _________? La manera en que había actuado el guerrero a su alrededor sería un problema seguro. Se podría haber hervido un océano con el tipo de lujuria que él emanaba, y los miembros de La Hermandad de la Daga Negra no estaban acostumbrados a que se les negara nada. Por lo que había oído, cuando querían una mujer, la tenían. Afortunadamente, no se sabía que violasen, aunque por lo que se desprendía de lo que había visto ahora mismo, no tendrían por qué hacerlo. Los cuerpos de esos guerreros estaban hechos para sexo. La
unión con uno de ellos, siendo poseída por toda esa fuerza, sería una experiencia extraordinaria. Aunque ________, como una humana, pudiera ser que no lo sintiera así.
Bella miró de arriba a abajo el pasillo, agitada, tensa. No había nadie, y si tenía que estar ahí quieta, iba a tener la cabeza llena de rastas.
Se sacudió el pelo, escogió una dirección aleatoria, y caminó sin rumbo. Cuando percibió el sonido de un golpeteo rítmico a lo lejos, siguió el ruido sordo hasta un par de puertas de metal. Abrió un lado y lo atravesó. El gimnasio era del tamaño de un estadio de baloncesto profesional, el suelo de madera barnizado, muy brillante. Alfombras azul brillante estaban colocadas aquí y allá y los fluorescentes enjaulados colgaban de un alto techo. Un balcón con asientos de estadio se proyectaba a la izquierda, y bajo un saliente, una serie de sacos de arena estaban colgados desde arriba.
De espaldas a ella, un magnífico macho golpeaba con fuerza uno de los sacos. Bailaba sobre las puntas de sus pies, ligero como la brisa, lanzando puñetazo tras puñetazo, agachándose rápidamente, chocando, conduciendo el saco pesado hacia adelante con su fuerza.No podía verle la cara, pero tenía que ser atractivo. Su pelo cortado al ras era de color café, y llevaba puesto un suéter de cuello vuelto negro muy ajustado y un par de pantalones de entrenamiento, negros, de nailon, amplios. Una pistolera cruzaba su ancha espalda.
La puerta hizo un clic cuando se cerró detrás de ella.
Con un golpe de su brazo, el macho sacó de repente una daga y la enterró en el saco. Lo abrió de un tirón, la arena y el relleno caían rápidamente sobre la alfombrilla. Y luego se dio la vuelta. Bella puso una mano sobre su boca. Su cara estaba llena de cicatrices, como si alguien hubiera tratado de cortarla con un cuchillo por la mitad. La gruesa línea se iniciaba en su frente, bajaba por el puente de la nariz, y se curvaba sobre su mejilla. Acababa al lado de su boca, deformando su labio superior.Los ojos estrechos, negros y fríos como la noche, la acogieron y luego se ensancharon muy ligeramente. Pareció desconcertado, su gran cuerpo inmóvil excepto por las respiraciones profundas que hacía. El macho la quería, pensó ella. Parecía inseguro de qué hacer con ella.
La incertidumbre y la extraña confusión fueron rápidamente enterradas. Lo que tomó su lugar fue una cólera helada que la asustó como el mismo infierno. Manteniendo sus ojos sobre él, ella se echó hacia atrás, hacia la puerta y apretó la manivela. Cuando no llegó a ninguna parte, tuvo el presentimiento de que estaba atrapada. El macho la miró durante largo segundo y luego fue tras ella. Mientras atravesaba las alfombrillas, lanzaba su daga al aire y la atrapaba por el mango. Lanzándola hacia arriba, volviéndola a coger. Arriba y abajo.
- No sé lo que estás haciendo aquí. -Dijo él voz baja.- Aparte de joderme el entrenamiento.
Cuando sus ojos pasaron sobre su cara y su cuerpo, su hostilidad fue palpable, pero él también emanaba un crudo calor, una especie de amenaza sexual por la que ella realmente no debería haberse sentido cautivada.
- Lo siento. No sabía...
- ¿No sabías qué, hembra? - ¡Dios mío, él estaba tan cerca ahora! Y él era más grande que ella.Se apretó contra de la puerta.
- Lo siento...
El macho apoyó sus manos en el metal, una a cada lado de la cabeza de ella. En un primer momento, ella se fijó en la daga que llevaba en la mano, pero luego se olvidó de todo cuando se acercó a ella. Él se detuvo justo antes de que sus cuerpos se tocaran.Bella hizo una profunda espiración, oliéndolo. Su perfume era más como un fuego en su nariz que cualquier otra cosa que ella pudiera identificar. Y ella le respondió, el calor, el deseo.
- Lo sientes, ¿cierto? -Dijo él, colocando su cabeza a su lado y concentrándose en su cuello. Cuando él sonrió, vio sus largos y blancos colmillos.- Sí, apuesto a que sí.
- De verdad que lo siento.
- Demuéstramelo.
- ¿Cómo? -Ella susurró.
- Ponte sobre tus manos y tus rodillas. Tomaré tu disculpa así. - Una puerta al otro lado del gimnasio se abrió de golpe.
- ¡Oh, mierda.... ! ¡Déjala ir! -Otro macho con una larga cabellera corrió a través del vasto suelo.- ¡Manos fuera, Z! ¡Ahora!
El macho de las cicatrices se apoyó en ella, poniendo su deformada boca cerca de su oído. Algo presionó sobre su esternón, sobre su corazón. La punta de un dedo. - Te han salvado, hembra.
Dio un paso alrededor de ella y fue hacia la puerta, justo cuando el otro macho llegó hasta ella.
- ¿Estás bien?
Bella miró el perforado saco de boxeo. Le dio la sensación de que no podía respirar, aunque no sabía si era de miedo o por algo enteramente sexual, no estaba segura. Probablemente una combinación de ambos.
-Sí, creo que sí. ¿Quién era?
El macho abrió la puerta y la llevó de vuelta al cuarto de interrogación sin contestar a su pregunta.
- Hazte un favor y espera aquí, ¿está bien? - Un sano consejo, pensó ella, cuando se quedó sola.

Capitulo 10:

Nick se despertó bruscamente. Cuando miró el reloj en su mesita de noche, se puso nervioso cuando pudo enfocar sus ojos y pudo leer algo. Entonces sintió fastidio cuando vio la hora que era. ¿Dónde diablos estaba Tohr? Él se había comprometido a llamarlo tan pronto como
hubiese terminado con la hembra humana, pero eso había sido hacía más de seis horas. Nick trató de coger el teléfono y marcar el móvil de Tohr. Cuando le contestó el contestador, maldijo y colgó el teléfono. Salió de la cama y se desperezó cuidadosamente. Estaba dolorido y enfermo del estómago, pero era capaz de moverse mucho mejor. Una ducha rápida y un traje fresco de cuero hicieron que se sintiera como si fuera él mismo, y se dirigió hacia el estudio de Wrath. El amanecer llegaría pronto, y si Tohr no contestaba a su teléfono, seguramente debía de estar contándole las novedades al rey antes de volver a casa. Las dobles puertas de la habitación estaban abiertas, y mira por donde, Tohrment caminaba por la alfombra Aubusson, paseando mientras hablaba con Wrath.
- Te estaba buscando... - Nick habló arrastrado las palabras.Tohr lo miró por encima.
- Iba a ir a tu habitación después.
- Seguro que ibas a ir. ¿Qué estás haciendo, Wrath? - El Rey Ciego sonrió.
- Estoy contento de ver que has vuelto a tu forma de combate, Hollywood.
- Oh, estoy preparado, todo correcto. - Nick clavó los ojos en Tohr - ¿Tienes algo que decirme?
- No exactamente.
- ¿Me estás diciendo que no sabes dónde vive la humana?
- No sé si necesitas verla, ¿qué pasa con eso? - Wrath se apoyó hacia atrás en su silla, poniendo sus pies sobre el escritorio. Sus
enormes botas militares hacían que el delicado objeto pareciera un escabel. Él sonrió.
- ¿Alguno de vosotros quiere contarme algo?
- Discutimos sobre algo privado. -Murmuró Nick.- Nada en particular.
- Un infierno es que lo es. -Tohr recurrió a Wrath.- Nuestro muchacho, aquí presente,parece querer llegar a conocer en profundidad a la traductora del niño.- Wrath sacudió su cabeza.
- ¡Oh, no! No lo hagas, Hollywood. Acuéstate con otra mujer. Dios sabe que hay suficientes de ellas para ti allí fuera. -Inclinó la cabeza hacia Tohr.- Como decía, no tengo objeciones a que el niño se una a la primera clase de aprendices, a condición de que verifiques sus antecedentes. Y la humana también debe ser investigada. Si el niño desaparece de repente, entonces no quiero ser la causa del problema.
- Me encargaré de ella. -Dijo Nick Cuando ambos lo miraron, él se encogió de hombros.- O me dejáis… o seguiré a quien lo haga. En uno u otro caso, encontraré a esa mujer - La frente de Tohr se convirtió en un mar de arrugas.
- ¡Te quedarás fuera hermano! Suponiendo que el niño viniera aquí, hay una conexión demasiado cercana con esa humana. Déjalo estar.
- Lo siento. La quiero.
- ¡Diablos! Puedes ser un verdadero grano en el culo, ¿sabes? No controlas tus impulsos, pero mantienes tu cabezonería. Menuda combinación.
- Mira, en cualquier caso voy a tenerla. Ahora, ¿quieres que la investigue mientras lo hago o no?
Cuando Tohr se frotó los ojos, y Wrath maldijo. Nick supo que había ganado.
- Bien. -Tohr masculló.- Busca sus antecedentes y su conexión con el niño y luego haz lo que sea con ella. Pero cuando acabes, borra su memoria y no la veas otra vez. ¿Me has oído? La limpias cuando hayas acabado y no la verás otra vez.
- De acuerdo.- Tohr abrió su teléfono móvil y apretó algunas teclas.
- Te envío un mensaje de texto con el número de la humana.
- Y el de su amiga.
-¿Vas a hacértela también? ¿No te basta con la humana?
- Sólo dámelo, Tohr.

*-*-*-*

Bella estaba en la cama durante el día cuando sonó el teléfono. Lo cogió, esperando que no fuese su hermano. Odiaba cuando comprobaba que estaba en casa al acabarse la noche. Le gustaría que pudiera ser un hombre que le echara un polvo o algo por el estilo.
- ¿Hola? -Dijo ella.
- Llamarás a _______ y le dirás que se encuentre conmigo para ir a cenar.
Bella se irguió de golpe.-¡El guerrero rubio!
- ¿Has oído lo que te he dicho?
- Sí… pero, ¿qué quieres de ella? -Como si no lo supiera ya.
- ¡Llámala ahora! Dile que soy un amigo tuyo y que pasará un buen rato. Será mejor de esa manera.
- ¿Mejor que qué?
- Irrumpiré en su casa y la recogeré. Es lo que haré, si tengo que hacerlo.
Bella cerró sus ojos y vio a ________ contra la pared, el macho dominándola mientras la mantenía en el lugar. Iba tras ella y solo había una razón: liberar todo el sexo de su cuerpo. Liberarlo en su interior.
- ¡Oh, Dios mío…! Por favor, no le hagas daño. Ella no es uno de nosotros. Y además,está muy enferma.
- Lo sé. No voy a herirla.
Bella puso su cabeza sobre su mano, preguntándose cómo sabría un macho tan duro qué hacía daño y qué no lo hacía.
- Guerrero… ella no sabe sobre nuestra raza. Ella es... te suplico que no lo hagas...
- No me recordará después de hacerlo.
¿Cómo suponía que esto la haría sentir menos horrible? Como fuese, sentía que estaba sirviendo a _________ en una bandeja.
- No puedes detenerme, hembra. Pero puedes hacérselo más fácil a tu amiga. Piensa en ello. Se sentirá más segura si nos encontramos en un lugar público. No sabrá lo que soy. Será tan normal como lo puede ser para ella.
Bella odiaba que la empujaran, odiaba sentir que traicionaba la amistad de _________.
- Siento haberla llevado. -Masculló ella.
- No lo sientas. -Hubo una pausa.- Ella ha hecho un… inusual camino.
- ¿Qué pasa si ella se niega?
- No lo hará.
- ¿Pero si lo hace?
- Lo elegirá. No será forzada. Te lo juro. - Bella puso su mano sobre su garganta, enredando un dedo en la cadena con diamantes de Tiffany que siempre llevaba puesta.- ¿Dónde? -Dijo finalmente abatida.- ¿Dónde debe encontrase contigo?
- ¿Dónde se citan normalmente los humanos? - ¿Cómo diantres lo sabría ella? Entonces recordó a ________ diciéndole algo acerca de
una colega suya reuniéndose con un hombre… ¿Cuál era el nombre del lugar?
- TGI Friday's, -Dijo ella.- Hay uno en Lucas Square.
- Bien. Dile que a las ocho en punto.
- ¿Qué nombre le doy?
- Dile que.... Hal. Hal E. Wood.
- ¿Guerrero?
- ¿Si?
- Por favor…- Su voz realmente atenuada.
- No te preocupes, Bella. La trataré muy bien.
El teléfono se quedó muerto.

*-*-*-*

En la profunda cabaña del bosque del Señor X, lentamente O se sentó en la cama, aliviándose al ponerse en vertical. Se acarició sus húmedas mejillas.Omega lo había dejado hacía tan sólo una hora, y el cuerpo de O se filtraba todavía por varios lugares, heridas y otras maneras. No se sentía muy seguro mientras se movía, pero tenía que salir de aquel infernal dormitorio. Cuando trató de estar de pie su visión dio vueltas salvajemente, así que se sentó. A través de la pequeña ventana del cuarto, vio romper el alba, el astillado brillo caliente por
entre las ramas de pinos. No había esperado que el castigo durara un día entero. Y había estado seguro de que muchas cuestiones no las haría. Omega lo había tomado por sitios de sí mismo que lo habían conmocionado al saber que los tenía. Sitios de miedo y
auto-aborrecimiento. De absoluta humillación y degradación. Y ahora, como secuela, se sentía como si no tuviera piel, como si él estuviera totalmente abierto y expuesto, una cruda laceración tan simplemente que solo respiraba.
La puerta se abrió. Los hombros del Señor X llenaron el marco.
- ¿Como lo estamos haciendo?
O se cubrió a sí mismo con una manta y luego abrió su boca. Nada salió de ella. Tosió algunas veces.
- Yo.....lo hice.
- Esperaba que lo hicieras.
Para O, era difícil ver al hombre vestido de forma normal, llevando un portapapeles, viéndose como si estuviera listo para un día laboral productivo. Comparado cómo O había pasado las últimas veinticuatro horas, la normalidad parecía falsa y vagamente amenazadora.
El Señor X sonrió un poco.
- Entonces, tú y yo vamos a llegar a un acuerdo. Llega hasta la línea y quédate allí, y esto no ocurrirá de nuevo.
O estaba demasiado exhausto para discutir. La pelea con él llegaría después, supo que lo haría, pero ahora mismo todo lo que quería era jabón y agua caliente. Y algún tiempo para estar solo.
- ¿Qué me dice? -Preguntó el Señor X.
- Sí, sensei. -A O no le importaba lo que tuviera que hacer, lo que tuviera que decir.Sólo quería escapar de la cama… del cuarto… de la cabaña.
- Hay algunas ropas en el armario. ¿Estás bien para conducir?
- Sí. Sí… estoy bien.
O imaginó la ducha de su casa, el cremoso azulejo y las juntas blancas. Limpio. Muy limpio. Y él lo estaría también, cuándo saliera de ahí.
- Quiero que me hagas un favor, Señor O. Cuando vuelvas a tu trabajo, recuerda todo lo que ha pasado. Mantenlo, consérvalo fresco en tu mente, pero sácalo de tus temas Puedo estar irritado por tu iniciativa, pero te despreciaría si te volvieras suave conmigo. ¿Nos entendemos?
- Sí, sensei.
El Señor X se dio la vuelta, pero después miró por encima de su hombro.
- Creo saber por qué Omega te dejó sobrevivir. Cuando salió, estaba absolutamente elogioso. Sé que le gustaría verte otra vez. ¿Le diré que te alegrarás si nos visita? - O hizo un sonido estrangulado. No podría aliviarlo.
El Señor X rió suavemente.
- Quizá no.

[80]
Wow!, así o más lanzado Nick? 8)
¿Que irá a pasar en la cita? :twisted:

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ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
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ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

"AMANTE ETERNO" (NICK Y TU) [TERMINADA]