♡ dark paradise ♡

Lore. escribió:

♡ ellie trésor & balthazar garner ♡ | UL.

— Olvídalo Liam, es obvio que no te prestara atención — reiteró la castaña, en busca de los ojos marrones profundo de su amigo. Ellie recordó lo que ha hecho en todas las tardes desde hace más de un año, cuando lo conoció. Debido a que siempre es terco y se contradice el mismo y a los demás, no muchos poseen la paciencia de Ellie.— Solo... mírala — tomo la cara de su amigo entre sus manos y lo hizo mirar a la rubia que camina delicadamente, junto a una de sus amigas.— Es técnicamente imposible que la Laconck White te mire. 
— Eso dices tú, Ellie — respondió el chico, dejando escapar de su garganta un bufido de tristeza.— Ya veremos que pasa... 

Alza la vista. Sus ojos parecen llenarse de una alegría indescriptible, esos ojos que son lo único que tienen consigo un misterio, oscuros, de un color marrón que siempre ha odiado, pero que en él, parecen embriagadores y a juzgar por lo rápido de su pulso, apasionantes.

— ¡Tú me ayudaras! — exclamo el castaño, las comisuras de sus labios descendieron en una sonrisa socarrona, de las que solo el sabe hacer.
— ¿Qué? — chillo la chica haciendo una mueca de horror, pero al parecer a Balthazar no le importo eso y la jalo hasta la siguiente banca más cerca. La miro impaciente, ella solo lo miro con desconcierto y temor. 
— Tu serás mi "novia", después me las ingenio con Louis para hacer algo que la haga fijarse en mi. ¿Qué piensas? 
— ¡Pienso que estas loco, Balthazar! — el castaño bufo, se levanto de su sitio y empezó a caminar con sus manos en los bolsillos delanteros, siendo consiente de que su amiga lo seguía.— Te lo digo porque soy tu amiga, porque te quiero y deseo lo mejor para tí. Hay muchas chicas en Lancock Black, más de las que te puedes imaginar. ¿Porqué ella? 

Balthazar se detuvo, la miro por un momento, y pensó primero las palabras adecuadas para hablarle a su mejor amiga. No quiere lastimarla, mucho menos ignorarla. Suspiro, cambio su peso al pie derecho. 

—  Porque ella emite hondas de hermosura y delicadeza, porque desde que Louis me hablo de ella, quede cautivado por su belleza. ¿Ves lo que estoy diciendo? ¿Cuándo carajos yo hable de esta forma de una mujer? Ella hace algo en mi que ninguna antes había hecho. No quiero que termine eso, Ellie, sea lo que sea que este haciendo... Quiero que siga y nunca se detenga. 

Lore. escribió:

♡ louis bekett & venecia galow ♡ | UL.

— No deberías estar tan tarde sola, morenita — Louis rió. No podía creer cuán bajo esta cayendo, y mientras más lo piensa, menos le importa. La morena no lo mira, pero tiene la plena certeza de que esta con una sonrisa en su rostro. 

Tomo la mano de Venecia, y le dio una vuelta al compás de la música, su espalda quedó en su pecho, recargo su cabeza en su hombro y rió con coquetería, no recordaba mucho cuando fue la ultima vez que estuvo así con su mejor amigo, pero este debe ser el momento más incómodo de toda su vida.

— ¡Déjame, Beckett! — aun no deja su risa, cuando yacían en el piso mirando la noche oscura, sin ninguna estrella a la vista. Un muy lindo firmamento por el que admirar.— Qué hermoso es esto, ¿no crees?
— Creo que sí, tienes razón — sonrió mirándola desde su perfil. Ella es hermosa en muchos sentidos, quizás sean íntimos amigos, pero el es un hombre. Sencillamente Louis veía algo en Venecia que hace que el la quiera más. Siempre se ha preguntado, ¿Qué? 
— Louis, por favor, deja de mirarme de esa forma... Me siento incomoda, y sabes que no me gustan esas estupideces — resoplo esta, con el rojo en sus mejillas. La sonrisa de Louis se hizo más notable, y está vez acaricio su rostro con tal ternura que Venecia cerro los ojos ante el contacto.
— Eres mi mejor amiga, ¿lo sabes? — ella asintió con sus ojos cerrados, dio un leve suspiro.— No quiero que nadie te haga daño, Kat, no lo permitiré. Cuentas con mi apoyo siempre, y aunque no soy el hombre perfecto que una mujer puede desear... Tengo algo que puedo brindarte; todo mi cariño, sabiduría, protección y amistad — Venecia abrió los ojos, y le beso su mejilla. 
— Lo sé, Lou, te lo agradezco — ambos se levantaron del pastizal.
— ¿Juntos? — pregunto Lou sonriente, siendo totalmente consiente de que Venecia recordaría ese mismo diálogo en algún lado.  
— Juntos —rió.