Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
blue is for nightmares || niall horan
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
blue is for nightmares || niall horan
.
†Título: Blue is for nightmares (Azul para las pesadillas)
†Autor: Laurie Faria Stolarz.
†Adaptación: Sí.
†Género: Misterio, Terror, Romance.
†Contenido: Vocabulario vulgar
†Advertencias: NO NECESITO CHICAS ya que es una adaptación.
†Otras Páginas: Nah
Ficha de Novela
†Título: Blue is for nightmares (Azul para las pesadillas)
†Autor: Laurie Faria Stolarz.
†Adaptación: Sí.
†Género: Misterio, Terror, Romance.
†Contenido: Vocabulario vulgar
†Advertencias: NO NECESITO CHICAS ya que es una adaptación.
†Otras Páginas: Nah
Blue is for nightmares
[center]Conozco tu secreto...
Una pesadilla reincidente le recuerda a Stacey que Drea, su compañera de cuarto y mejor amiga está en grave peligro. Alguien quiere asesinarla. Sus poderes de brujería y sus sueños son los únicos capaces de cambiar este destino. La vida en el instituto y el amor que siente por el novio de Drea no facilita nada las cosas.
Jockie.
Re: blue is for nightmares || niall horan
Bienvenida.aliciajimenez escribió:primera lectora
siguela
besos ali
La sigo en cuanti termine de adpatar el primer capítulo.
Besos
Jockie.
Re: blue is for nightmares || niall horan
Chaper One
Siempre es lo mismo. Es de noche y estoy en el bosque, buscando a Drea. Percibo el rumor del cuerpo de un hombre que me acecha en algún punto a mis espaldas. Las ramas que se quiebran. El crujido de las hojas. El viento penetra, desgarrador y lacerante en el estómago. Real.
Las pesadillas hacen que me aterre quedarme dormida.
Sostengo el extremo inofensivo de la cuchilla con tres dedos para escribir. Acto seguido cojo la vela virgen y tallo las iniciales D.O.E.S. en el lado redondeado, mientras con cada incisión y cada pasadade la hoja se desmoronan de la superficie minúsculos copos de centelleante cera azul.
Son las iniciales de Drea, pero ella no sospecha nada, sino que sigue garabanteando en su diario como cualquier otra noche, sentada en su cama, a escasos metros de distancia.
Tras la última voluta de la S dejo la cuchilla a un lado y saco del cajón una ramita de salvia. Es perfecta para quemar, las hojas están resecas, marchitas y grisáceas. Enrrollo un trozo de cuerda a su alrededor para que la combustión sea más limpia y no despida tanto humo, de modo que trmgo menos posibilidades de meterme en líos. Luego la arrojo en la vasija de arcilla anaranjada que hay junto a mi cama.
—¿Te vas a acostar? —pregunta Drea.
—En seguida. —Desenrosco el tapón de la botella de aceite de oliva y me echo unas gotitas en el dedo.
Ella asiente y bosteza, tapa la pluma estilográfica y cierra el diario.
—Pues hazme un favor y no prendas fuego a la residencia. Mañana tengo que hacer una importante presentación de historia.
—Pues con másr razón —bromeo.
Drea y yo somos compañeras de habitación desde hace poco más de dos años, de modo que está acostumbrada a rituales como este.
Se pone de costado y se tapa con las mantas hasta la barbilla.
—Será mejor que no te quedes despierta hasta muy tarde. ¿No tienes examen de francés mañana?
—Gracias, mamá.
La observo mientras cierra los ojos, sus labios adoptan la posición del sueño y los músculos de sus sienes se destienden y se relajan. Me pone enferma. Aunque sea más de medianoche y no se distinga rastro alguno de maquillaje, ni siquiera un ápice de base; aunque tenga el pelo recogido con una cinta elástica, sigue teniendo un aspecto perfecto: las mejillas angulosas, los labios carnosos de color salmón, el pelo dorado ensortijado y los ojos de felino con las sinuosas pestañas de color negro azabache. No me sorprende que la deseen todos los chicos de Hillcest,ni que todas las chicas la odien, ni que Niall siga volviendo, incluso después de tres rupturas.
Toco el extremo superior de la vela con el dedo aceitoso.
—Tanto arriba —musito. Luego toco la base— como abajo. —Me humedezco el dedo con más aceite y acaricio la suoerficie central. Arrastro el dedo hacia arriba, retrocedo hasta el centro y a continuación lo arrastro hacía abajo, teniendo cuidado de que las letras grabadas apunten en dirección mía para que ella no las vea.
—¿No sería más sencillo mojarlo todo al mismo tiempo? —apunta Drea, con los ojos abiertos, observándome.
Giro la vela en el sentido opuesto a las agujas del reloj, ocultando las letras con la palma de la mano, y continúo humedeciendo la circunferencia del mismo modo.
—Es probable, pero las energías se confundirían.
—Claro —responde ella al tiempo que se da la vuelta—, qué ignorante por mi parte.
Cuando la vela está completamente unguda la enciendo con una larga cerilla de madera y la deposito en el candelero de plata que me dio mi abuela antes de morir. Es mi favorito porque era suyo y porque tiene for.a de plato, con un asidero ondulante que se encorsca alrededor de la base.
Cierro los ojos y me concentro en la luna menguante que hay fuera, en que esta noche es propicia para que todo acabe, en que la salvia y la vela grabada me ayudarán. Enciendo la rama y la contemplo mientras se quema; las hojas se arrygan y bailan en la llama amarilla anaranjada antes de ennegrecerse y desaparecer, asi como rece serán mis pesadillas.
Cuando la salvia queda reducida a cenizas, llevo la vasija de arcilla al lavabo del rincón y la llena de agua, observando las alargadas y sinuosas volutas de humo gris azulado que se elevan hasta el techo.
Vuelve la cama y pongo la vela en la mesilla de noche, con las iniciales de Drra vueltas a mí. A continuación saco un bolígrafo negro del cajón y me dibujo una A mayúscula en la palma de la mano: A de abula, para que esta noche sueñe con ella y con nada más.
Me deslizo bajo las mantas y contemplo cómo la vela quema las letras. Ya ha desaparecido la mitad de la D mayúscula de las iniciales de Drea.
Entonces cierro los ojos y me dispongo a dormir.
Las pesadillas hacen que me aterre quedarme dormida.
Sostengo el extremo inofensivo de la cuchilla con tres dedos para escribir. Acto seguido cojo la vela virgen y tallo las iniciales D.O.E.S. en el lado redondeado, mientras con cada incisión y cada pasadade la hoja se desmoronan de la superficie minúsculos copos de centelleante cera azul.
Son las iniciales de Drea, pero ella no sospecha nada, sino que sigue garabanteando en su diario como cualquier otra noche, sentada en su cama, a escasos metros de distancia.
Tras la última voluta de la S dejo la cuchilla a un lado y saco del cajón una ramita de salvia. Es perfecta para quemar, las hojas están resecas, marchitas y grisáceas. Enrrollo un trozo de cuerda a su alrededor para que la combustión sea más limpia y no despida tanto humo, de modo que trmgo menos posibilidades de meterme en líos. Luego la arrojo en la vasija de arcilla anaranjada que hay junto a mi cama.
—¿Te vas a acostar? —pregunta Drea.
—En seguida. —Desenrosco el tapón de la botella de aceite de oliva y me echo unas gotitas en el dedo.
Ella asiente y bosteza, tapa la pluma estilográfica y cierra el diario.
—Pues hazme un favor y no prendas fuego a la residencia. Mañana tengo que hacer una importante presentación de historia.
—Pues con másr razón —bromeo.
Drea y yo somos compañeras de habitación desde hace poco más de dos años, de modo que está acostumbrada a rituales como este.
Se pone de costado y se tapa con las mantas hasta la barbilla.
—Será mejor que no te quedes despierta hasta muy tarde. ¿No tienes examen de francés mañana?
—Gracias, mamá.
La observo mientras cierra los ojos, sus labios adoptan la posición del sueño y los músculos de sus sienes se destienden y se relajan. Me pone enferma. Aunque sea más de medianoche y no se distinga rastro alguno de maquillaje, ni siquiera un ápice de base; aunque tenga el pelo recogido con una cinta elástica, sigue teniendo un aspecto perfecto: las mejillas angulosas, los labios carnosos de color salmón, el pelo dorado ensortijado y los ojos de felino con las sinuosas pestañas de color negro azabache. No me sorprende que la deseen todos los chicos de Hillcest,ni que todas las chicas la odien, ni que Niall siga volviendo, incluso después de tres rupturas.
Toco el extremo superior de la vela con el dedo aceitoso.
—Tanto arriba —musito. Luego toco la base— como abajo. —Me humedezco el dedo con más aceite y acaricio la suoerficie central. Arrastro el dedo hacia arriba, retrocedo hasta el centro y a continuación lo arrastro hacía abajo, teniendo cuidado de que las letras grabadas apunten en dirección mía para que ella no las vea.
—¿No sería más sencillo mojarlo todo al mismo tiempo? —apunta Drea, con los ojos abiertos, observándome.
Giro la vela en el sentido opuesto a las agujas del reloj, ocultando las letras con la palma de la mano, y continúo humedeciendo la circunferencia del mismo modo.
—Es probable, pero las energías se confundirían.
—Claro —responde ella al tiempo que se da la vuelta—, qué ignorante por mi parte.
Cuando la vela está completamente unguda la enciendo con una larga cerilla de madera y la deposito en el candelero de plata que me dio mi abuela antes de morir. Es mi favorito porque era suyo y porque tiene for.a de plato, con un asidero ondulante que se encorsca alrededor de la base.
Cierro los ojos y me concentro en la luna menguante que hay fuera, en que esta noche es propicia para que todo acabe, en que la salvia y la vela grabada me ayudarán. Enciendo la rama y la contemplo mientras se quema; las hojas se arrygan y bailan en la llama amarilla anaranjada antes de ennegrecerse y desaparecer, asi como rece serán mis pesadillas.
Cuando la salvia queda reducida a cenizas, llevo la vasija de arcilla al lavabo del rincón y la llena de agua, observando las alargadas y sinuosas volutas de humo gris azulado que se elevan hasta el techo.
Vuelve la cama y pongo la vela en la mesilla de noche, con las iniciales de Drra vueltas a mí. A continuación saco un bolígrafo negro del cajón y me dibujo una A mayúscula en la palma de la mano: A de abula, para que esta noche sueñe con ella y con nada más.
Me deslizo bajo las mantas y contemplo cómo la vela quema las letras. Ya ha desaparecido la mitad de la D mayúscula de las iniciales de Drea.
Entonces cierro los ojos y me dispongo a dormir.
- Open UR mind:
Me presento: Soy Joe aunque algunas me conoceran de novelas como Winter Is Comming y Fear y bueno, acá vengo con una novela que me gusto mucho y la empecé ayer y la acabé.
Espero tener muchos comentarios y por favor, no a las lectoras fantasmas.
Jockie.
Temas similares
» Nightmares || Louis Tomlinson || Niall Horan
» Blue sky ~Niall Horan y tu~
» Blue Eyes |Niall Horan y tú|
» Everything is posible in Hogwarts (Mary Horan y Harry Styles, Judith Tomlinson y Niall Horan)
» Blue Eyes {Niall Horan}
» Blue sky ~Niall Horan y tu~
» Blue Eyes |Niall Horan y tú|
» Everything is posible in Hogwarts (Mary Horan y Harry Styles, Judith Tomlinson y Niall Horan)
» Blue Eyes {Niall Horan}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.