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EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Capítulo 7
7
No poder articular, es lo peor que pueda pasarte en un momento como éste. Estoy segura de que no puedes imaginarte cómo me siento, ya que para sentir lo mismo, deberías estar en mi posición. Siento que las piernas me tiemblan, y en poco tiempo voy a caer. Sólo espero no cometer una estupidez, balbucear, sudar como una perra, o vomitarle encima. Basta Hall, contrólate. Tienes que controlar la situación. Me pido a mí misma hacerme cargo de todo esto. No obstante, mis sentimientos con incontrolables.
Entonces yo lo miro a los ojos. Y él me mira a mí. Y me tiemblan las piernas y no sé qué hacer. Es como si el reloj se hubiera detenido. No quiero irme de aquí sin antes proferir alguna oración. O mínimo una palabra. Sin embargo pienso mientras miro sus ojos, si sería suficiente una palabra pronunciada hacia él. Sus ojos azules son adictivos y es como si nos tuviéramos hipnotizados. Pero estoy segura de que sus ojos hipnotizarían a cualquiera por su máxima belleza. No hay unos ojos más bonitos que los de él. No hay nadie más perfecto para mí, que él. Tengo al chico de mis sueños frente a mí y no está impreso en un póster. Estoy respirando el aire que él está respirando y estamos bajo el mismo techo. ¡BAJO EL MISMO PUTO TECHO! Entonces, yo parpadeo un par de veces cuando me doy cuenta de que esto podría llevarnos a otra cosa. Yo lo último que quiero es hacer un escándalo.
Es tan bello, que me duele cuando lo miro. Es tan bello que da pena. Es tan bello que sé que yo no merecería a alguien como yo. Claro, la gente me dice que soy linda, pero no creo que ese adjetivo sea suficiente. Yo jamás sería suficiente para él. Pero él si lo sería, y por mucho.
Nunca esperé encontrármelo en una librería. Jamás en la vida se me habría ocurrido. Él, con sus ojos azules aún sigue fulminándome con su mirada. Evito mirarlo y me pregunto por qué me está pasando esto a mí. ¿Es una clase de martirio? De todas las bibliotecas que hay en Inglaterra, ¿por qué se le ocurrió venir a ésta? Es en serio. Miro hacia todas partes, intento no parecer una desesperada. Busco cámaras en cualquier rincón que mis ojos divisen. Pero nada. Casi no hay personal aquí, y esto que me está pasando me da ganas de dar saltitos de alegría como un conejo en pascua.
No entiendo qué me impulsó a venir aquí. Iba a ir al supermercado, pero decidí primero venir a la biblioteca para así pasar por Helen. Los pasillos son muy reducidos y creo que no puedo estar aquí más tiempo. Tomo aire profundamente y luego sonrío al chico mirándolo de reojo. Me pido a mí misma no pensar más en él cuando traspaso esas puertas. Y eso hago. Pues advierto que he entrado a éste lugar, en vano. Podría decirse que desperdicié todos esos minutos de mi vida, pero sonaría demasiado exagerado tomando en cuenta que estos días no hay nada que me interese hacer. Además está el hecho de que me topé con…H. le diré H de ahora en adelante dentro de mi mente y si llego a hablar de él en público, utilizaré ‘’H’’ como la letra clave.
Me miro através de los aparadores de ropa de moda en la tienda Lipstick Young. Tengo una cara fatal. Me refiero a mi aspecto. Estoy a punto de llorar cuando en realidad creo que sería mucho más normal y natural reírme nerviosa, caerme de tanto brincotear porque me tiemblan las piernas, y sobre todo debería estar feliz. Pero los recuerdos me invaden y me hacen sentir nostalgia. Enseguida pienso que no quiero que Helen me vea así. No quiero saber que está cerca. O creo que sería peor tenerla rondando por aquí mientras soy ignorante de ello. No quiero tenerla cerca. Y no quiero ser ignorante de ello si es así. Así que mejor intento pensar en otra cosa. Pero no puedo, otra vez. He salido de la librería con las manos vacías, y sin ningún conocimiento en especial. Quizá el pasado esté restregándome en la cara lo que creí haber olvidado. La sensación de nostalgia me pone inquieta. Sé que si sigo intentando olvidar lo que pasó, jamás lo lograré. Así que tengo que comenzar a distraerme de verdad.
Y no tengo idea de si hice una buena elección porque ahora mismo me encuentro en el bar Asleep y yo simplemente no puedo dejar de tomar vino tinto. Tomo una copa, después le pido otra al mismo hombre de barba gris con camisa de vestir color azul marino. Y sé que la gente me mira como si fuera una alcohólica. Pero, ¿qué más da? No me importa nada ahora. Además aquí nadie me conoce. Ni creo que lo hagan. Y me da igual si lo hacen. Estoy sentada aquí, detrás del mostrador en donde sirven las cervezas, en un banco con patas largas y tengo miedo de caerme porque se mueve y tiene una pata chueca. Estoy esperando a que el alcohol haga efecto y pueda olvidar todo en menos de lo que canta un gallo. Pero creo que sólo está haciendo que los recuerdos de aviven con más intensidad.
Me pregunto si Helen estará buscándome, porque lo único que pude decirle fue que fui a dar la vuelta y luego pasaría por la tienda a comprarle algo de comer. Ella y yo no nos hablamos demasiado. Pues, seguimos resentidas. Y déjame decirte que lo que pasó con la chaqueta fue el ¡BOOM! En fin, espero en serio que el hambre se le quite y que pase por alto mi ausencia. La música del bar no es lo suficientemente fuerte para que deje de escuchar mis pensamientos, y creo que el alcohol no es lo suficientemente fuerte para ahogar mis penas. En verdad creí que funcionaría. Entonces miro al señor de barba gris delante de mí y él me mira y se ríe. No sé cuál será mi aspecto en éste momento y tengo miedo de saberlo mirándome a un espejo. Prefiero no pensar en ello y me empino la copa sin más preámbulos.
—¿Sabes lo que siempre he dicho? —le digo al hombre. Por su aspecto parece que le divierto, pero no me importa, así que sigo hablando mientras arrastro las palabras haciendo parecer todo una borracha profesional. —Que los hombres no nos merecen. Ni siquiera los estúpidos actores por los que nosotras babeamos.
Sé que no tiene sentido lo que digo. O bueno quizá sí. Pero luego, la habitación comienza a moverse y me siento como si estuviera atrapada dentro de un dado que acaban de lanzar. Había personas a mi alrededor pero de pronto creo que estoy alucinando porque me doy cuenta de que ya no están. Quizá le hayan puesto droga a ésta cosa. Yo qué sé. Sin embargo ya no me siento tan mal como hacía un rato. Es más…¿por qué estaba mal? Las luces de la pista de baile me ciegan. Entonces es cuando comienzo a asustarme. Me muevo del banco y al dar un paso me caigo al suelo y la copa de vino tinto que me había servido el hombre de barba gris se me revienta y me deja la mano ensangrentada. Comienzo a reírme como una psicópata y juro que no sé por qué. Me duele la cabeza y estoy mareada. El mundo sigue dando vueltas. La habitación sigue dando vueltas y yo simplemente no puedo hacer que pare. Quiero que pare.
Pero después de reírme como psicópata comienzo a llorar como una niña de cinco años a la que le quitan una paleta. Sigo tirada en el suelo. Sigo sin hacer nada. Sigo llorando. Me duele la mano y me arde. Y puedo sentir los vidrios dentro de mí. No sé si lo que estoy experimentando sea normal refiriéndome al alcohol. Pero mis ojos alcanzan a divisar unos pies a unos cuantos centímetros de mi rostro. Sigo llorando como una pequeña y no puedo controlarme. Esa persona me ayuda a levantarme y me apoya en sí. Sigo sin poder ver nada. Me balanceo hacia un lado y no sé quién me está sosteniendo pero es de gran ayuda porque si no, estaría en el suelo de nuevo, o quizá en el mismo lugar de hace un rato.
La música deja de escucharse y sé que salimos del lugar. Pero no le doy tanta importancia a eso. Una voz. Una voz en mi cabeza que es grave me dice que lo mire a los ojos. Pero la verdad es que estoy tan cansada que no puedo ni abrirlos. Y cuando lo hago veo que todo el mundo se balancea sin piedad. Me doy cuenta cuando abro los ojos de que no es mi mente la que está produciendo esa voz varonil, sino que es un chico. El chico que me sacó del infierno que creí por equivocación que sería el paraíso por lo menos por las primeras cuatro horas. Quizá más, quizá menos. Pero aquí estoy: sintiéndome fatal y queriéndome morir.
Veo que el chico abre la boca y pronuncia algo que no puedo escuchar con claridad. Suena como si estuviera balbuceando. Como si estuviera sumergida en una piscina y estuviera hablándome. Apoyo mi rostro en su pecho y él me separa de sí. Me mira a los ojos y me pregunta dónde vivo.
El recuerdo de Horan me viene a la mente. Y es tarde para no llorar porque ya lo estoy haciendo. Me siento muy mal. Diría todas las maneras en las que me siento mal porque sé que las abarco. Soy una borracha irresponsable, con un corazón roto y con una resaca que me hace querer suicidarme.
—Si no hubiera ido…—no puedo ni hablar pero hago un esfuerzo. —¡No hubiera ido a esa maldita biblioteca! —aparto al chico de mí y me balanceo sin control por la banqueta. No sé a dónde voy, pero mi cuerpo se va de lado hasta la pared de ladrillo que da al bar. Golpeo el muro con la mano sangrando. —Soy una basura. —golpeo el muro. — Me odio. —vuelvo a golpearlo. — ¡Soy una popo!
—Basta—me pide y yo no dejo de sollozar. Mi estómago se sienta como si lo hubieran golpeado con una pelota, y me siento tan mareada que lo que tomé termino dejándolo en el suelo. Así es. Vomito. Y lo peor es que vomito en los zapatos del chico. Cuando termino, él me mira y yo lo miro avergonzada.
—¿Lo ves? —lloro con más intensidad. —¡Soy un desastre! ¡Una maldita caca!
—Por favor. Por favor no llores. No eres una basura, ni tampoco una popo. Ni un desastre. Deja de llamarte así, Hall.
—Mejor llévame al panteón y golpéame con una pala. O mejor aún pásame el auto encima y te lo agradeceré eternamente.
—Basta.
Gruño.
Mi cabeza no deja de repetirme lo que pasó ésta tarde. Es un martirio pensarlo. Sé que voy a morir, porque estoy deprimida. Y cuando estoy deprimida las cosas salen mal. Y cuando las cosas salen mal no puedo controlarme. Y cuando no puedo controlarme dejo de comer y puedo enfermarme. Estoy pensando demasiado rápido a pesar de estar callada. Quisiera gritar todas mis inquietudes de una vez por todas, pero no en el auto de un extraño. Cuando estoy a punto de tranquilizarme mis ojos se abren como enormes platos al recordar que Helen seguramente estaría esperándome. Pero no digo nada. No digo nada.
En todo al camino no he hecho más que sentarme en posiciones extrañas, y una de ellas ha sido apoyar las piernas en el tablero. Miro las calles llenas de autos, y los aparadores de tiendas de ropa a la moda que están a punto de cerrar. No sé qué hora sea, pero seguramente debe ser algo tarde. Escucho los cláxones de los autos y me hacen ponerme más nerviosa de lo que ya estoy.
Estoy en un momento egoísta en donde estoy segura de que no le haría caso ni siquiera a Helen. El nudo en la garganta no desaparece, y mis ganas de llorar hacen que esto permanezca aquí haciéndome sufrir. Me estoy ahogando en mis pensamientos y quiero que pare. Dan ganas de cerrar los ojos para no volver a abrirlos nunca más.
Estoy perdida. Completamente perdida.
Por fin mis ojos se cierran y me pierdo en la inconsciencia. Estoy tranquila y no me muevo hasta que una puerta se azota y escucho unos gritos espantosos gritando el nombre de alguien. Gritando mi nombre. Cuando recapacito sé que es Helen, y viene hacia el auto porque sé que aún sigo aquí y su voz cada vez se escucha más punzante en mis oídos. Quizá más punzante que la herida de mi mano derecha.
—Hall—me susurra Harry. —Halley, despierta.
Abro los ojos lentamente cuando me doy cuenta de que Helen está afuera del auto al lado de mi puerta. Entonces abre ésta y ambas nos miramos. Ella exclama que soy una maldita desgraciada y comienza a blasfemar. Estoy segurísima que de ahí podría sacar todo un diccionario de groserías.
—¡Eres una maldita! ¡Me las vas a pagar, Halley! ¿Se puede saber qué rayos pasó? ¡Me mentiste!
Bla, bla bla. Y a la mierda todo porque ya no sé lo que me importa y lo que no. Ni siquiera me tomo la molestia de tragar saliva para responderle a Harry lo que acaba de preguntarme.
Los gritos de Helen son un fastidio. Pero luego se calla porque sé que Harry está levantándome y pronto estaré en mi cama. Pronto estaré en la cama puesta en el cuarto en donde voy a hundirme por el resto de mi vida. Y quizá muera. Podré dejar de sentir dolor. Era de esperarse. Pues la señora Clare también ha comenzado a parlotear. Me siento totalmente mal y tengo ganas de vomitar otra vez.
—Ya, Hall—me calma Harry cuando me pone en la cama—, intenta descansar—me pide, poniéndome el cobertor encima de mi cuerpo.
Pero no puedo. Simplemente no puedo descansar. He comenzado a llorar, y hasta estoy temblando. Entonces Harry me abraza, y me estrecha contra su pecho. Y yo no puedo hacer nada más que aferrarme a su camiseta porque lo quiero. Porque quiero que esté aquí conmigo y no quiero que se vaya.
—Shh…—me acaricia el cabello—Ya descansa, Halley. Estarás mejor en la mañana—me susurra.
—¡No voy a estar bien en la puta mañana! —balbuceo. Por poco y no me entiendo ni a mí misma.
—Lo estarás con el tiempo.
—Tú ni siquiera sabes lo que pasó. Cierra la boca.
—Bueno, pues explícame.
Me enjugo las lágrimas y me separo de él. Pero no deja de rodearme con sus brazos.
—Mejor tú dime lo que te pasó aquella vez—exijo saber—,estabas…extraño aquella noche.
—No estaba extraño—se ríe—, estaba cansado.
—Mentiroso.
—Ya. No tenía nada.
—Bien—me dedico a mirar la televisión enfrente de la cama.
—No te molestes—no respondo—.Está bien, te diré. Pero quizá te enojes conmigo—me advierte.
¿Qué se trae entre manos éste idiota?
—¿Por qué habría de hacerlo?
—Porque yo te amo.
_________________________
Chicas, urgentemente necesito lectoras o tendré que eliminar la novela del foro. Muchas gracias a las que comentan, espero subir capítulo pronto.
MaryDarling
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
LA WEA TIENES QUE SEGUIRLA DIOS HARRY TE AMO KOJEME AHNO AJAJAJAJJAJAJAJAA DIOS SIGUELA SIGUELA!!!!!!!!:eaea: :ñomñom: :jajajaj: :enamorado: :jojojo: :imdead:
MarielBaizabal
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
aigaidhsdpjsdpd oh muchas gracias Mariel *_*_*_*_*! En serio aprecio que comentes :D
MaryDarling
PROXIMO CAPITULO COOMING SOON
ESPEREN PRONTO EL PRÓXIMO CAPÍTULO NO OLVIDEN COMENTAR CHICAS!
MaryDarling
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
YO EN ESTE MOMENTO:
HARRY ME AMAAAAAAAA!!!
OH YEA BABY STYLES ME AMA!!.
y mis ovarios:
2 minutos despues...:
NUEVA LECTORA*
holiii me gusto tu nove recuerda pasate por la mia besotess muuuuuua
SIGUELAAA!!!
HARRY ME AMAAAAAAAA!!!
OH YEA BABY STYLES ME AMA!!.
y mis ovarios:
2 minutos despues...:
NUEVA LECTORA*
holiii me gusto tu nove recuerda pasate por la mia besotess muuuuuua
SIGUELAAA!!!
CataMalikHoran
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
avdsbhodfvgdhsfd Dios santo Cata casi me da un infarto cuando vi tu comentario, muchas gracias no sé como abqaafgishdj!!!!!! me mataron tus fotos LOL , espero y sigas leyendo y comentando sagshdjd a poco has leído todos los capítulos? o.o.o.o.o gracias! :D
MaryDarling
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
MaryDarling escribió:avdsbhodfvgdhsfd Dios santo Cata casi me da un infarto cuando vi tu comentario, muchas gracias no sé como abqaafgishdj!!!!!! me mataron tus fotos LOL , espero y sigas leyendo y comentando sagshdjd a poco has leído todos los capítulos? o.o.o.o.o gracias! :D
Ya lose:aah: son recopados, ahora la voy a comenzar a leerla enteraaaaaaa....... pero lo que lei es...... woow siguela aaaaahjahjgagh o sino... te voy a tirar a un rio... ajam!!:-w-:
bien siguelaa :bye:
CataMalikHoran
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
AGIDOJSDHW Muchas gracias :imdead: !!!!!!!
MaryDarling
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
dE NADA :ñomñom:MaryDarling escribió:AGIDOJSDHW Muchas gracias :imdead: !!!!!!!
CataMalikHoran
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
AAAAAAAAAAAAHHHH SIGUELA SIGUELA SIGUELAAAAAA! Dios ña tengo que leer T. O. D. A! MIERDA ES DE LAS MEJORES QUE HE LEIDO! Si no es que la mejor.! AAAAAAHJJJBNFLFMFLC :wut: :wut:
DenisseJaxxn
Re: EVERYTHING HAS CHANGED (Niall Horan & Halley Griffin)
sgshspojsosj9wjuwe Gracias Karlangas
MaryDarling
Capítulo 8
8
Nos miramos a los ojos por unos segundos. Y en estos segundos intento retener lo que acaba de decirme. Sin embargo, le digo a mi mente que elimine eso. Así que lo único que hago es bajar de la cama y, cuando llego a la puerta del baño al final del pasillo, abro ésta y me encierro para después tumbarme en el suelo.
—¿Halley? —escucho su voz del otro lado de la puerta y yo lo único que hago es cerrar los ojos mientras recargo mi cabeza en la puerta y abrazo mis piernas aproximadamente a la altura de mi barbilla. Sin embargo, no le respondo. Me limito a quedarme callada, mientras me hundo cada vez más en mi estado zombi. Y reproduzco una y otra vez la vez que nos miramos en el club, y ésta última vez. Y se me hace un nudo en la garganta porque no se me hace justo que me torturen así. No hay salida de donde acabo de meterme. —Halley—golpea la puerta. Llama mi nombre una y otra vez, sin parar. Al principio retumba en mis oídos, pero luego va desapareciendo y alejándose como si las palabras se las llevara el viento. Y me pierdo.
Al abrir los ojos escucho unos golpes en la puerta, llamando mi nombre con desesperación. Estoy aturdida y no sé qué hora es. Lo único que logra orientarme con respecto a la hora aproximada es la luz del día que la ventanita en la pared a un lado de la regadera, me proporciona. Y escucho la canción Asleep en mi cabeza, una y otra vez sin parar.
—Coño, Halley, ya he aguantado media hora aquí y me anda de hacer del baño—se queja Helen. —¡Se me va a reventar la vejiga!
Separo mi cara del suelo y miro la taza del baño como si fuera algo que me llamara la atención.
SING ME TO SLEEP
SING ME TO SLEEP
I’M TIRED AND
I WANT TO GO TO BED
Me incorporo y me pongo de pie. Luego me miro al espejo y contemplo a la aburrida Halley que tiene una resaca del demonio, con unas ojeras de mapache y el rímel corrido. Me veo sucia. Me siento sucia. Tengo mal aliento y ganas de orinar. Pero los golpes detrás de mí hacen que me mueva y abra la puerta.
—Te preguntaría cómo te sientes, pero la verdad es que no tengo tiempo de rodeos. Tengo que orinar—acto seguido, tira de mi brazo y me echa hacia afuera. Y cierra la puerta tras de mí.
Era de esperarse una actitud así al tener muchas ganas de orinar.
DON’T TRY TO WAKE ME
IN THE MORNING
‘CAUSE I’LL BE GONE
Aquí es cuando me doy cuenta de que la canción no está dentro de mi cabeza. Sino que es real. Y se escucha en un volumen lo suficientemente agradable. Ta agradable y tranquilizador que podría volver a quedarme dormida. Lo que es curioso, es que la música provenga de la segunda habitación del pasillo, cuando la habitación de Clare y Greg es la primera. Lo cual significa, que el cuarto segundo y el tercero siempre están vacíos. Y las habitaciones cuatro y cinco son de Helen y mía. Temporalmente, claro.
No creo que Helen esté en ese cuarto. Ella tiene muchas cosas que hacer como para encerrarse ahí a escuchar canciones algo deprimentes. Camino hasta el final del pasillo y doblo a la derecha para bajar las escaleras reducidas. Y cuando vuelvo a doblar a la derecha y llego a la cocina, veo a alguien sentada en la silla, con las piernas sobre la mesa y un periódico cubriéndole la cara. El refrigerador abierto, cereal con leche servido en un plato hondo, un envase de leche, una manzana a medio morder, envolturas de chocolates y una bolsa de comida chatarra abierta.
—¿Crees que deberíamos…
—No. No lo creo…—sale una chica de gorra de la sala y entra a la cocina. Tiene el cabello negro, una piel sumamente blanca, short de mezclilla que parecen pantaletas y una blusa negra que dice ‘’Sex Pistols’’. Enseguida me ve, y se queda callada.
La otra chica baja el periódico y deja mostrar su larga cabellera rubia. Por su expresión creo que se ha dado cuenta de que pasé una mala noche. No quiero ni pensar lo que estará pensando sobre mí en éste momento.
—¿Y tu eres…—inquiere la pelinegra.
—¿Y ustedes son…—pregunto yo.
—No respondiste mi pregunta.
—Qué va, tu no respondiste la mía.
—Vaya, tenemos algo en común. ¡Seremos grandes amigas! —dice mientras da saltitos de emoción, sarcásticamente.
—Ya quiero que hagamos una pijamada y nos contemos secretitos—le respondo del mismo modo. Refiriéndome a lo sarcástico. Sólo que no noté ningún tono de emoción en mi voz. Estoy demasiado fastidiada.
—Basta de bromas—agrega la rubia. Enseguida baja las piernas de la mesa y se pone las sandalias que había dejado en el suelo. Acto seguido, se pone de pie y camina hacia mí. Y me extiende su mano derecha para saludarme. —Mi nombre es Jamie Hurt—esboza una sonrisa.
—Halley Griffin—estrechamos manos.
—Y se supone que deberías decir: ‘’El placer es todo mío’’—interrumpe la pelinegra mientras come nutella de un envase de vidrio con su dedo índice.
Finjo carcajearme y luego me quedo seria. A juzgar por la expresión de Jamie (ojos en blanco), me doy cuenta de que no se llevan demasiado bien.
—Ella y yo somos hermanastras. Ella es Caroline Reynolds. Y bueno…pasamos aquí las vacaciones. Así que espero que te acostumbres. Si te sirve de consuelo…no tendrás que aguantarla mucho, pues sale mucho a fiestas y cosas por el estilo.
—Deja de ladrar maldita foca—exclama Caroline desde el fregadero.
—¿Foca? Ni siquiera eres buena para insultar, imbécil—le contesta. Luego se vuelve hacia mí. —Halley, te ves fatal. ¿Pasaste una buena noche?
Niego con la cabeza.
—Seguro se la metieron muy fuerte y le dolió—comenta Caroline entre carcajadas.
Púdrete.
—No tengo ganas de responderte ahora, Caroline. Así que, con permiso—replico. Acto seguido me doy la media vuelta y subo a mi alcoba. Y esa maldita música me está rompiendo por dentro. No aguanto más. Creo que voy a volverme loca.
—Cántame para dormir—canto—, cántame para dormir. Estoy cansada y quiero ir a la cama—me lanzo al colchón como si no hubiera dormido en días. Y me quedo ahí, tendida mientras escucho la lista de reproducción de aquella habitación. Y vuelvo a hundirme y perderme en la inconsciencia.
El despertador suena y son las ocho de la noche. No recuerdo haber puesto el despertador a las ocho de la noche. Y son las ocho y mi estómago gruñe como si fuese una pordiosera que no ha tocado la comida en una semana. Estoy decidida a bajar y recoger algo del refrigerador. Luego, volver a mi cueva y quedarme aquí hasta que me sienta mejor. ¿Lo lograré?
Abro la puerta con gran esfuerzo y bajo las escaleras a paso tortuga. Uno, dos, tres, cuatro…así hasta llegar a diecinueve. Finalmente piso la alfombra y no tengo que bajar más escalones. Me dirijo a la cocina y escucho un ruido que viene de la sala. Y luego uno más fuerte, y después un chillido que hace que me duelan los oídos. Un chillido similar como el de un micrófono.
Así que muevo la puerta corrediza que da a la sala. Y todo está oscuro. Paso la mano por la pared a mi izquierda y enciendo la luz. Y ahí están, Harry y Clare, con dos micrófonos en la mano, y una grabadora para hacer no sé qué.
—¿Qué mierda están haciendo?
Por la cara de Harry y Clare, me doy cuenta de que esto es demasiado sobreactuado. Y todo esto para hacerme sentir mejor. Enseguida suena la canción de Vaselina. Y yo me cago de risa cuando Harry comienza a articular su sexy voz ronca. Me siento en el mueble y no puedo parar de sonreír.
I GOT CHILLS
THEY’RE MULTIPLYING
AND I’M LOSING CONTROL
Suena la grabadora.
Pero una vez más, el recuerdo de Niall me vuelve a la mente, y automáticamente mi risa desaparece. Entonces Harry se da cuenta y toma mi mano, tira de mí y me acerca a él y me canta.
—IT’S ELECTRIFIYNG! Vamos, Halley, canta para mí—me pide y me río.
—You better shape up—no aguanto más y me echo a reír. Y Clare canta con un cepillo del cabello en la mano y no deja de mover los labios al tiempo que Olivia Newton canta en la grabadora. Mueve sus cabellos rubios como una loca y da saltitos de alegría.
—Cause I need a man—canta Clare.
—And my heart is set on you—respondo.
—¡Vamos, puedes hacerlo mejor!
Me carcajeo una vez más.
—YOU BETTER SHAPE UP—entonces Helen entra en escena, con una peluca de rulos chinos y una mascada roja mientras mueve los brazos como si fueran fideos. —YOU BETTER UNDERSTAND…TO MY HEART I MUST BE TRUE
NOTHING LEFT
NOTHING LEFT FOR ME TO DO
—YOU’RE THE ONE THAT I WANT—cantamos todos al unisono. Todos incluyendo Jamie, quien apareció en escena con una increíble chaqueta negra y zapatos de tacón rojos. Glamourosa.
OO-OO-OO HONEY
THE ONE THAT I WANT
OO-OO-OO HONEY
THE ONE THAT IT WANT
OO-OO-OO THE ONE I NEED
OH YESS INDEED
PUFF!
Todo se oscurece como una boca de lobo. Justamente en el momento en que todo se estaba poniendo bueno.
—Seguro fue Caroline—avisa Jamie en la penumbra.
—¡JA! Cállense putos, no me dejan estudiar—y hablando de la reina de Roma…Sí. Fue ella.
—Tú ni siquiera haces tarea, idiota—le grita Jamie—¡Ahora sube el swhich!
Entonces es cuando siento algo que camina por mis pies. Y siento un escalofrío que me recorre la columna vertebral. Algo peludo pasa por mi pie desnudo y yo me preparo para ver lo peor.
Cuando encienden las luces, miro a mis pies y advierto de que una rata está encima de mí.
—¡RATA! ¡Harry, sálvame! —doy saltos del miedo y del asco. Y la habitación se llena de gritos. Él me carga y yo escondo mi rostro en su camiseta.
—¡Qué puto asco!
—¡Mátala, Watson!
—¡Sálvame!
—¡Alguien llame a la policía!
—Halley, tengo que hablar contigo—me pide Harry.
—Primero mata a la rata—le ruego.
—Sólo es una rata—suspira.
—Y me dan asco.
Cuando nos pusimos a buscar la rata, no la encontramos. Quien sabe en dónde se habrá metido. Pero Jamie piensa que seguramente irá a encerrarse en la habitación de Caroline, porque es un verdadero chiquero. Yo no tengo idea de cómo luzca su alcoba ya que jamás he entrado ahí.
Estoy con Harry en mi habitación. Su presencia, de muchas maneras hace que me sienta mucho mejor. Su voz es reconfortante, y me hace sentir…de alguna manera…diferente a como en realidad soy. Me hace sentir más alegre.
—¿Recuerdas cuando te dije que…te amaba?
Asiento. Sólo espero que no quiera una respuesta.
—¿Podríamos olvidar que te lo dije?
—¿Por qué?
—Porque no quiero que mis estúpidos sentimientos afecten nuestra amistad.
—Harry—suspiro—lo que tú sientas…no creo que deba ser una barrera, o algo que afecte la pequeña amistad que tenemos. Si quieres decirme algo, dilo. No me gustaría que te quedaras callado. Es como si no me tuvieras confianza.
—Es que tenía que decírtelo.
—No puedo darte una respuesta ahora. Eres mi amigo, apenas y nos estamos conociendo. Y no creo que me ames, ¿te digo por qué? Porque no puedes amar a alguien que no conoces lo suficiente.
—¿Y cómo amaste a Horan?
Silencio incómodo.
—Eso es diferente.
—No es verdad. ¿Entonces es así como pruebas tu punto? Estás contradiciéndote.
—No estoy contradiciéndome.
—Entonces no lo amas.
Me quedo mirando al cobertor. Acabo de bañarme y siento el cabello mojado en mi espalda.
—Sólo necesito un poco de tiempo—lo miro.
—¿Tiempo para qué, Halley?
—¿Qué quieres decirme, Harry? ¿Quieres que esté contigo y te ame a ti en vez de a él? ¿Son celos lo que tienes? Porque puedes decírmelo. Tienes que entender que estar en mi situación no es nada fácil. Porque, yo, no he madurado, ¿entiendes? Estoy pudriéndome. Literalmente, pudriéndome porque jamás lo superé. Yo sólo estoy intentando superarlo.
—O sea que no tengo ninguna oportunidad.
—Ni tú ni nadie.
—Bien.
—Bien.
—Ya me voy. Lamento haberte presionado—se pone de pie. —Y eso no era de lo que quería hablarte precisamente.
Lo miro.
—¿Entonces de qué?
—Ganaste—responde y atraviesa la puerta. Y yo no tengo ni idea de lo que dijo.
Hasta que me doy cuenta…¡CONOCERÉ A NIALL JAMES HORAN, CARAJO!
______________
COMENTEN CHICAS, NECESITO LECTORAS:D
MaryDarling
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