Re: Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú.

por **Zarry HorTomPay :)** Sáb 14 Sep 2013, 12:25 pm

¿Quién quiere capítulo? Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 1857533193

por Invitado Sáb 14 Sep 2013, 1:03 pm

Muy mal, eso no se pregunta ¿Entiendes?.
Ahora verónica, como es eso de que Niall es su hermano ¿Acaso ella es adoptada? por que mierda, son totalmente distintos. Cuando me entere, solo dije; "madre santa, alguno de los dos tiene que estar adoptado, ella es una Arpía [para no decir más cosas] de primera y el un chico tan educado. Algo esta mal"
Osea, Niall es la cosa mas tierna en esta novela, mira que no hay mucho amor acá, pero el siempre trae el equilibrio.

¿Impulsiva? patrañas, al fin hiciste algo productivo en la historia Rayita. Aunque tenga que pagarlo otra vez, no se tiene que quedar sin hacer nada, puede que sea ingenua, pero tampoco para que sea tan estúpida ¿No?.

Quédate con el litógrafo, pero ¡Dame un beso!, ¿Que? tenia que intentarlo, que mejor forma que haciendo un trato de intercambio. "Quiero responderte con un regalo" ¡Beso, beso, beso! Maldita sea, un beso no un estúpido consejo que ya sabia.

¡Saca tus estúpida mano de mi cara Malik! puf, ¿Quien se cree? ademas se sentía satisfecho por mi dolor, ¡Por que no te vas a la mierda!. ¡Chupa el perro Zayn! Rayita te dejo pillo en la ultima parte.
–Vaya, así que… ¿Ahora yo soy el raro?– Dijo sonriendo. –Entonces, ser raro debe convertirse ahora en una especie de piropo.– Alardeó; dio por supuesto que todo lo que a él se refiere debía ser bueno.
–Entonces, gracias por el halago.– Sonreí y proseguí mi camino. Dejando a Zayn atrás.

Sube capitulo, quiero leer mal. Muero por leer más, soy muy adicta a la lectura ¿Sabes?. Lamento no poder comentar ayer, ya que cuando volví de la escuela; me fui y no me conecte en todo el día; hasta la noche, pero unos minutos y me fui a dormir. Bueno, sube capitulo, sabes que no puedes preguntar eso otra vez. Besos.

por Guest Sáb 14 Sep 2013, 1:12 pm

me ofende siquiera preguntes eso. :enojao: (?) vaaaaaaaaaamos, sube. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 756737794

por **Zarry HorTomPay :)** Sáb 14 Sep 2013, 4:07 pm

By Charlie.

Capítulo Cinco.

La habitación estaba sumergida en una inmensa oscuridad.
Había pasado horas y horas, desde que me acurruqué en la cama a pensar lo que el día de ayer me había ofrecido. No había cenado, se me pasó completamente.
Miré atentamente el reloj del móvil. Cerré los ojos con fuerza.
Me molestaba la pequeña luz que radiaba. Con un ojo entrecerrado conseguí divisar: 7:00. ¿Las siete? ¿Tan temprano? Miré la ventana que estaba completamente cerrada por la persiana. Pese a eso, un rayito de luz se colaba por los bordes que no era capaz de tapar.

–Vaya, sí que es pronto…– Murmuré y después bostecé. –Despertarme a las siete un sábado. Sólo se me ocurre a mí.–

La verdad, era lógico, durante el día anterior me eché una pequeña cabezadita y, después, me dormí temprano en la cama. ¿Cómo no iba a despertarme pronto si me pasé horas durmiendo? Además, mi cabeza tenía demasiadas cosas en las que pensar como para pararse a descansar más rato.
Decidí levantarme de la cama, abrí las cortinas, levanté la persiana. El sol fue iluminando toda la habitación como si de un pequeño amanecer se tratase.
Recogí en apenas unos minutos. Cogí unos cómodos vaqueros bastante ceñidos y una camiseta larga para salir un momento a comprar algo dulce para comer. Salí de mi apartamento, miré el reloj.

–¿Las siete y veinte? Vaya… Todavía es muy pronto para encontrarme tiendas abiertas.– Miré con desagrado la ventana de mi apartamento. –Realmente, no quiero volver a entrar. Será mejor que dé un paseo para airearme.–

Empecé a andar, me paré delante un coche y vi mi reflejo en su ventana. Llevaba el pelo bastante despeinado así que opté por acomodármelo un poco. Giré, finalmente, mi cabeza hacia los lados para ver el resultado.
Aún estaba ahí. Un pequeño moratón en la mejilla, el mismo de la bofetada de Verónica. Lo acaricié con mi mano y recordé el suave tacto de la piel de Zayn, su mano…
Cuando volví en mí, tenía el rostro enrojecido. Sin duda alguna no podía, ni quería, olvidar esa imagen. Era lo más dulce que había recibido por parte del moreno.
Me golpeé levemente las mejillas, con los ojos cerrados, y aireé mi cabeza. ¡No es momento de pensar en estas cosas! Pensé para mí misma. Miré de reojo a la derecha y divisé el parque de la esquina. Ya tenía un plan para matar las horas que faltaban para que abriesen los comercios. Era hora de sentirse feliz y relajada, como un niño.
Entré en el pequeño parque, no había nadie. Me columpié unos minutos en los columpios y disfruté de aquella paz. Los minutos parecían eternos. Apenas, pasaron diez. Así que decidí recostarme debajo de unos árboles que se hallaban escondidos detrás de los matorrales.
Acostada bocarriba, empecé a mirar las nubes. De pequeña, mis padres me enseñaron a buscarles formas y pasábamos mucho rato jugando a ese juego que incentivaba la imaginación. Pero, ya no encontraba ninguna forma llamativa en ellas. Excepto una. ¿Un perro? Un perro chiquitito con el rabo hacia arriba. Sonreí. Cerré los ojos y pensé: Los perros sí que viven bien.
No sé si fue mi exagerada imaginación o las coincidencias del momento. Pero, en mi oído empezó a sonar un leve jadeó de animal. Aún sumergida en mis pensamientos pensaba: Qué bueno debe ser tener uno, siempre a tu lado, dándote cariño y jugando contigo.
En mi mejilla, sentí una leve sensación de humedad. Como cuando te dan un beso pero,… ¿Lleno de babas?
Abrí los ojos como platos y frente a mí. Un enorme perro me miraba el rostro, jadeando y sacando su enorme lengua. Un lametón suyo en mi cara, hizo que finalmente reaccionara.

–¡Ah!…– Grité y me incorporé inmediatamente.

El gran animal se sentó y ladeó la cabeza. Volvió a sacar su enorme lengua. Parecía como si sonriese.

–Uf… Sí que eres dócil. Ven aquí chico.– Hice dos palmaditas en mis piernas y el animal se levantó y se tumbó obediente a mi lado. Lo acaricié. –¡Y obediente! Quién lo hubiese dicho…– Le seguí acariciando.

Era un perro muy grande, con los mismos colores de esos que son de raza peligrosa los Rottweiler y los Dóberman. Pero, era un perro muy manso y cariñoso. ¡Sobre todo juguetón! No paró de lamerme en los pocos minutos que estuvo a mi lado… Hasta que levantó sus puntiagudas orejas y, a lo lejos, se oyó:

–¡Demonio! ¿Dónde estás? Ven aquí, chico.–
–Vaya, con que te llamas Demonio.– Le dije sonriente al perro que salió corriendo en busca de su amo. –Vaya nombre más poco adecuado. Pobre animal, ¿A qué clase de dueño se le ocurriría poner ese nombre?– Me quejé, lamentándome por el perrito.

La voz se fue sintiendo, más y más cerca, hasta que vi una pequeña sombra aproximarse a la zona donde Demonio había saltado para salir.

–¡Me has asustado! Pequeño canalla, siempre haces lo mismo. Ves un parque y sales corriendo. ¡No lo vuelvas a hacer!– La voz le reñía con cierta dulzura y el perro le dedicó un par de juguetones ladridos. –¡Hey! ¿Dónde vas?–

Para mi sorpresa, el perro saltó nuevamente por encima de los matorrales y se acercó a lamerme.

–Demonio, ¿Qué haces? Tu dueño te va a volver a reñir.– Le dije bajito, riéndome. Me hizo gracia que prefiriera mi compañía a la de su amo.

Alcé la vista. Nunca lo hubiese sospechado. Ahí estaba, asomándose por los matorrales, buscando al juguetón Demonio. ¿Por qué siempre era él?

–¡Demon…!– Su grito fue interrumpido por la sorpresa. Se quedó en silencio unos segundos, como analizando la situación y, finalmente, volvió a hablar. –¿No tienes suficiente con dejarme sin galletas que, ahora, me quieres dejar también sin perro?–

Demonio ladeó la cabeza y la apoyó en mi hombro. Ladró dos veces, como replicándole a Zayn. ¿Riñéndole por su mala educación, quizás? Sonreí y lo acaricié.

–Me parece que tu perro prefiere otra clase de compañías.– Le dediqué una sonrisa burlona, como la que él siempre me dedicaba. Se cruzó de brazos. Con gesto de enfado y defensivo. ¿Le habría ofendido? –Vaya,… ¿No te habrás enfadado?– Sonreí, torpemente. –Vamos, era una broma. Demonio seguro que te quiere ¿A qué sí, chiquitín?– Puse esa rara voz infantil que sólo se le ponen a los niños y a los perros. Demonio disfrutaba y movía el rabo.
–Déjalo ya, anda. Me estás dando vergüenza.– Zayn empezó a andar y se quedó de pie cerca de donde estábamos Demonio y yo. –¿Qué haces a esta hora en la calle? ¿Vives aquí o qué?–
–¿Qué clase de pregunta es esa?– Repliqué con enfado. –¡Claro que no! Sólo que no podía dormir y salí a comprar algo…–
–¿Antes de las ocho?– Formuló una pregunta estúpida para hacerme sentir como tal; mientras sonreía maliciosamente.
–¡Bueno! No me había fijado… ¿Y tú qué? ¿Madrugas los sábados y domingos y no entre semana? ¡Quién lo diría!– Hinché las mejillas y seguí acariciando a Demonio, ignorando a Zayn.
–El pequeño diablillo al que le das tantos mimos no es un angelito de los que velan por tus sueños ¿Sabes? Hasta que no sale no me deja en paz.– Zayn se sentó, apoyándose contra el árbol.

Yo sonreí, seguí acariciando a Demonio en silencio. Zayn se quedó observando. Parecía un momento eterno. Estábamos los dos un sábado, en medio de un parque, mimando a una mascota. ¿Pareceríamos una pareja que hace esta clase de planes? ¡Espera! ¿Pareceríamos una pareja, primeramente? Me empecé a poner algo roja.
Zayn debió empezar a notarlo y empezó a hablar.

–Oye, ¿Te pasa…?– Antes que acabará; un grito, interrumpió el ambiente.
–¡Eh! ¡Vosotros dos! ¡La pareja de ahí! ¡No se permiten perros en este parque!– Empezó a gritar un policía de ronda, a lo lejos.
–¡Joder, la policía!– Zayn se incorporó rápidamente. –Yo no pienso pagar por semejante estupidez. ¡Vamos Demonio!– Echó a correr y Demonio lo empezó a seguir.
–¿Zayn?– Pregunté, aún estaba sentada ahí. Sin reaccionar.
–¡Eh! ¿Dónde creéis que vais vosotros dos?– Tarde segundos en reaccionar. El policía me había asociado con Zayn y Demonio, por lo tanto, a ausencia de ellos… ¿Me iba a tocar a mí pagar la multa? ¡Ni en sueños!
–¡Atontada! ¡No te quedes ahí si no quieres pagar!– La voz de Zayn, en la lejanía, me dio el último impulso que necesitaba para echar a correr.
–¡Eh, esperad!– El policía empezó a seguirnos. Rápidamente, su voz se perdería en un silencioso eco.

En ese callejón sólo se oían mis jadeos y su agitada respiración. Ahí, frente a mí, estaba el chico que me hacía actuar sin pensar. Quitaba la cordura y abría paso a la locura.
Sus mechones estaban alborotados. Rápidamente, se pasó la mano, en forma de tupé y los dejo sueltos con naturalidad. Éstos se recolocaron, mágicamente, en su lugar.
Entré el silencio; me paré a analizar la situación. Zayn, llevaba unas zapatillas deportivas, un pantalón ancho de chandal, de esos que usas para estar por casa, una camiseta gris y poco más. Se notaba que su intención era ir a correr o a pasear el perro.
Llevaba colgadas en su pecho las mismas cadenas de siempre, el cuello de su camiseta no era muy amplio… pero, sí ajustado. Su respiración era muy agitada. Demasiado. En mi cabeza ya se estaba almacenando como un nuevo registro erótico del moreno hasta que… ¡En qué estoy pensando!

–Eso fue peligroso.– Logré articular. Roja, entre vergüenza y agotamiento.
–¿Peligroso dices?– El moreno me miró de arriba abajo, descaradamente, y esbozó una de sus sonrisas. –Menudas pintas que llevas. Acabas de quitarle todo el morbo a la situación.–

Yo tenía el pelo todo despeinado. La camiseta caída de un hombro. La cara enrojecida a morir. La verdad, no era una apariencia muy seductora por mi parte. Tampoco pretendía que fuese así.

–¡Oye! Es normal después de la carrera que nos hemos metido.– Intenté excusarme. Zayn empezó a reírse a grandes carcajadas. Se veía demasiado adorable. Nunca pensé verlo tan sonriente, tan… ¿Feliz?
–En fin,… ¡Peligroso dice! Tan tonta como el policía ese. ¡Mira que decir que están prohibidos los perros! Lo que debería estar prohibido son sus estupideces.– Siguió riéndose; mientras, Demonio saltaba de un lado a otro. Yo rompí a reír también. Nuestras risas se fundieron en una.

«¿Prohibido y peligroso? Exactamente, como tú.» Pensé por unos segundos mientras lo contemplaba. Quería guardar este recuerdo con cada uno de sus detalles.

por **Zarry HorTomPay :)** Sáb 14 Sep 2013, 4:08 pm

Gracias a todas por comentar, en serio, son las mejores <3

Cuando pueda coger el ordenador les responderé más largo, ya que ahora estoy desde la tablet y es difícil D:

por **peeta.** Sáb 14 Sep 2013, 4:09 pm

Nueeeva lectora, aún no termino de leer, es más, sólo he leído el capitulo que me diste XDD Cuando termine de leer comento mas largo Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2841648573

Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2841648573

por Guest Sáb 14 Sep 2013, 4:22 pm

ahora sí, qué pendejo. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 1313521601

(?)
ay, me encantó el capítulo, Aida. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 350222609

sí, sé tu nombre, te vigilo... Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2278276204

ah, no. xd.
¿Demonio? qué nombrecito que tiene el perro. XD pero si es muy tierno. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 4242539333

«¿Prohibido y peligroso? Exactamente, como tú.»

me encantó esa parte, es fjdksdijkdsfhjfdkhfsd. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2278276204

bueno, no sé, amo tu novela. Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 3373640616

¡seguila!

Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2372005390

(?)

por **valeriekehrhahn03** Sáb 14 Sep 2013, 11:02 pm

NUEVA LECTORA :)

Siguelaa

por **Zarry HorTomPay :)** Dom 15 Sep 2013, 7:48 am

valeriekehrhahn03 escribió:NUEVA LECTORA :)

Siguelaa

Me alegro de que te guste :3
Pronto la sigo Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 1857533193

por **Zarry HorTomPay :)** Dom 15 Sep 2013, 7:49 am

Fantasy. escribió:Nueeeva lectora, aún no termino de leer, es más, sólo he leído el capitulo que me diste XDD Cuando termine de leer comento mas largo

Geeeeeeeeen <3
Espero tu comentario (?

por **Zarry HorTomPay :)** Dom 15 Sep 2013, 7:58 am

Kitten. escribió:ahora sí, qué pendejo. (?)
ay, me encantó el capítulo, Aida. sí, sé tu nombre, te vigilo... ah, no. xd.
¿Demonio? qué nombrecito que tiene el perro. XD pero si es muy tierno.
«¿Prohibido y peligroso? Exactamente, como tú.»

me encantó esa parte, es fjdksdijkdsfhjfdkhfsd.
bueno, no sé, amo tu novela. ¡seguila! (?)

Ahora sí que iremos a pegar a Zayn Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2278276204

Me alegro de que te gustara, a mí me pareció aburrido, aunque la diversión vendrá más adelante Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 1857533193

No se me ocurría otro, no me juzgues Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 961472736

Es tierno, pero si te despierta sábados y domingos a las siete yo no lo quiero :meh:
Ashbfua, a mí también me encantó esa parte Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2841648573

Yo te amo a ti <3 ¡Pronto la sigo!

por **Zarry HorTomPay :)** Dom 15 Sep 2013, 10:42 am

Si comentan les subo capítulo asfsha, las amo <3

por Guest Dom 15 Sep 2013, 2:15 pm

VAMOS VAMOS VAMOS, ¡SUBE! :x :x :x :x :x Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 2841648573

Forbidden and Dangerous | Zayn Malik y tú. - Página 4 3275125450

por **Zarry HorTomPay :)** Dom 15 Sep 2013, 4:24 pm

By Charlie.

Capítulo Seis.

Las risas son una de las cosas más contagiosas del mundo. Nunca me había parado a pensar lo fácil que es sonreír si una persona que aprecias lo está haciendo. Lo fácil que es reírse por cosas triviales y como se puede traspasar esa risa tonta de una persona a otra. Y, lo más sorprendente, como te puede hacer feliz la felicidad de ese alguien tan especial.
Ahí, estábamos los dos. Riéndonos como los dos tontos que éramos.
En mi cabeza rondaron varias cosas. Desde un: “Qué bonito está cuando sonríe”, “¿Es que Demonio no se cansa nunca?”, “¿Cuánto tiempo podríamos pasarnos así?”, “Esto parece eterno”, “Menos mal que no nos ha pillado ese agente”, … Y así, acabé recordando, finalmente, lo que el policía nos dijo: “¡Eh! ¡Vosotros dos! ¡La pareja de ahí!”.
¿La pareja? Justamente, pensaba en si él y yo nos podríamos llegar a ver como tal. Ese agente, disipó todas mis dudas. Mis risas fueron desapareciendo poco a poco, mientras miraba de reojo, bien roja, a Zayn.
Me paré a analizar desde el poco tiempo que nos conocíamos, no habíamos cruzado muchas palabras. Él es el tipo de chico que nunca, jamás, hubiese pensado que llegaría a gustarme y… ¡Qué digo! ¡No debería gustarme!... Pero, hay un pequeño sentimiento que sólo siento con él. Un sentimiento natural y seguro, todo lo contrario, a mi manera de actuar en este preciso momento.
Zayn dejó de reírse. Mantuvo su sonrisa altiva que volvió a convertirse en una cara más bien amarga. Seguramente, se daría cuenta de que llevaba demasiado rato en silencio observándole.

–¿Qué se supone que estás mirando con esa cara?– Me dijo, con su tan "típica" voz agresiva.
–Bueno, eh… Nada, nada… Sólo estaba recordando algo.– Le dije murmurando.
–Vaya, pues, si es tan interesante… Podrías compartirlo ¿No crees?– Dijo de tal forma que más que sugiriendo, lo estaba exigiendo.

¿Qué le podría decirle? “El policía ese nos ha llamado novios, qué gracioso ¿No?” Demasiado cantoso. “Sólo pensaba en lo que nos acababa de pasar más detalladamente”, tampoco suena muy convincente. “Oye, ¿Tú has tenido novia?” Vamos, sí lo otro era cantoso, esto ya no sé ni lo que puede ser… “Tu perro es muy hiperactivo”, ¡Eso no tiene nada que ver!... No sabía muy bien como formular lo que quería transmitirle. Seguramente, su respuesta se basaría en la burla…

–Puf, esto se está puniendo aburrido. Será mejor que volvamos a nuestras cosas.– Empezó a incorporarse su cuerpo, seriamente. Le hizo un par de gestos a Demonio para que se arrimase a él y, así, poder irse. –Bueno, si no tienes nada más que decir. Me voy.–
–No, bueno… ¡Oye! No es tan fácil decirlo. Pareces un niño, si no te dan las cosas cuando quieres, te enfadas.– Empecé a atacarle malhumorada. –Yo no tengo la culpa de todo ¿Sabes?–
–Vaya, ahora soy un niño caprichoso. Siempre tienes algo que decirme.– Zayn se paró enfrente de mí, yo estaba en medio de su paso para salir de ese callejón. –¿Podrías apartarte? Ya sabes…–
–¿Estoy en medio, no? Pues, no pienso apartarme.– Me crucé de brazos, levanté una ceja y continúe. –Estaba pensando en que ese policía nos había confundido con una pareja y que…– Empecé a atascarme. Ahora no podía decirlo como si fuera algo bueno, no debía echarle más carbón al fuego que suponía el ego de Zayn. –Eso, también suena bastante gracioso.–

Zayn arqueó una ceja. Poco a poco, se le fue esbozando una sonrisa cada vez más sombría. Cada vez más pícara. Empezó a andar. Se fue acercando a mí. Involuntariamente, me aparté de su camino y acabé contra la pared. Él, posó sus brazos, cerrando toda vía de escape. Su cuerpo estaba cerca del mío. Su cara cada vez estaba más cerca. Su respiración mezclándose con la mía. Ojos con ojos. Miradas fijas.

–¿Así que en eso estabas pensando?– Susurró. Pasó su lengua por el labio superior, remojándoselos. –Y, dime… ¿Qué se supone que tiene eso de gracioso?–

¿Se estaba riendo de mí? ¿Intentaba tentarme? ¡Por qué lo estaba consiguiendo! Sentía su respiración, los nervios se me iban sumando con cada latido, cada vez más seguido, de mi corazón. ¿Zayn insinuaba que no era algo de que reírse? ¿Era una indirecta? ¿Una burla? ¿Por qué estaba tan cerca? Me… ¿¡Besaría!?
Cada vez, me iba sonrojando más. Mi reflejo en sus ojos se veía tremendamente acorralado e inseguro. Me tenía a su merced y, realmente, no quería huir de él.

–Bueno, no… Sólo pensaba… Que era un poco raro, tampoco nos conocemos y, bueno, quizás tienes hasta novia…– Empecé a decir cosas sin sentido. ¿Qué se supone que estaba haciendo?
–Vaya, que manera de preguntar si tengo novia, tan poco sutil. ¿Es que estás interesada en mí?– Zayn dibujó una de sus endemoniadamente perfectas sonrisas. –Sabes, podría contestarte a esa pregunta en este mismo momento y sin palabras.–

En mi mente me quería hacer la tonta. No podía creer que se refiriera a un beso pero, ¿Qué otra cosa podría ser? No creería que me fuera a mostrar una foto de su novia, ni pegarme. Definitivamente, se estaba haciendo el interesante. Estaba haciendo que la situación fuera cada vez más excitante. Y, mi cabeza podría hacerse la ilusa pero, lo estaba deseando.
Zayn, situó una mano sobre mi mejilla, empezó a acariciármela. Curiosamente, era la contraria en dónde tenía el pequeño cardenal de Verónica, no sé si fue un detalle por su parte o, simplemente, fue un acto instintivo.

–Sabes…– Empezó a murmurar bien bajito.

Mientras acariciaba mi rostro. Yo estaba petrificada. Sólo podía murmurar cosas como:

–Za… Zayn, ¿Qu-qué haces?– El moreno empezó a jugar con un mechón de mi pelo. Haciendo el tiempo cada vez más lento. Cada vez, más insinuante, misterioso… Tan deseable.
–Te voy a contar un pequeño secreto.– Volvió a posar su mano en mi mejilla. Involuntariamente, cerré los ojos. Mi imaginación me estaba jugando una mala pasada. Estaba malinterpretando todo, estaba soñando despierta y, Zayn me ayudaría a despertar. –Yo, siempre consigo lo que quiero.– Susurró el moreno con una voz muy sensual, seguida de un doloroso pellizco en la mejilla.
–¡Eh!…– Grité y abrí los ojos. Ahí estaba él, esbozando una sonrisa que empezó a transformarse en carcajadas de burla.
–No sé en qué pensarías pero, deja de soñar despierta.– Dijo; mientras se incorporaba. –Mira que eres lenta, me voy, anda. ¡Ya nos veremos!– Alzó su mano y se fue doblando la esquina del callejón.

Zayn, me despertó amargamente del sueño que estaba teniendo. Esperaba un final dulce, ¿Un beso? Realmente, ¿Estaba esperando que Zayn me besara? Había sido una ingenua llena de hormonas. ¡Estaba claro desde el principio que Zayn no haría eso nunca! Aunque,… Me hubiese encantado.
Hinché mis mejillas. Salí del callejón. A lo lejos, Zayn se iba con Demonio saltando a su alrededor. Maldito canalla, pensaba. Siempre dando ilusiones de lo que no es, no sé porqué pienso y me ilusiono pensando que no es el tipo de persona que aparenta…
Respiré profundo. Hinché mis pulmones.

–¡Zayn, eres un idiota!– Grité.

El joven moreno se giró para mirarme. Le saqué la lengua y di media vuelta dándole la espalda.
¿Qué se había pensado? No todo el mundo debe sentirse interesado en él. No sé cómo se me pudieron cruzar por la cabeza todas aquellas ideas. ¡Está claro que no me puede gustar alguien así!
Alguien tan infantil, malcriado, tan egoísta, tan creído…
A cada palabra que usaba para definirle, venían flashes de imágenes diferentes, todo lo que sabía y había vivido de Zayn.
Había echado a andar, sin rumbo. Me paré. Miré al cielo.

–Tampoco sé tanto de él cómo para criticarle.– Asentí.

Era la verdad, apenas conocía al moreno para atribuirle seriamente ya todos esos méritos. Sí que era cierto que se mostraba como un completo idiota pero, en otras ocasiones, habíamos llegado a conectar el uno con el otro de una manera involuntaria.
Miré a mí alrededor. Me ubiqué. Volví a tomar el camino que desde un principio tenía decidido. Llegué a una pequeña zona con un supermercado y pocas tiendas más. Después de todo lo que había pasado, había hecho tiempo suficiente como para que abriesen los comercios.
Entré en el supermercado, me compré algunas cosas para desayunar. Pasé por todos los pasillos. Me gustaba ver todo lo que había por si se me encendía la bombilla viendo las cosas que me ofrecían. Además, tenía tiempo de sobra ese sábado. No tenía nada que hacer… Así que podía perder el tiempo con cualquier cosa. Hasta con un… Paquete de galletas para perros.
Acabé en la sección de comida para animales. En frente tenía ese paquete de galletas que le rompí a Zayn. Lo cogí y leí. Miré en silencio. Me quedé absorta mirando ese paquete. Algo me decía que debería comprarlo, otro lado de mi me decía que me dejase de tonterías.

–Tendría que ver… Si eso fue el principio del fin o un principio destinado.– Me quise excusar de comprarlo. Unas galletas como esas hicieron que conociese a un Zayn, totalmente, borde. Un Zayn que no era como el de estos últimos días…
–Vaya, ¿Qué tienes un perro?– Una voz conocida sonó cerca de mí. Me giré para ponerle rostro.
–¿Niall?, ¡Tú por aquí!– Nunca me hubiese imaginado encontrarle a esa hora y lugar. –No, no tengo perro… Es que… Bueno, es un recado para un amigo.– ¿Un amigo? ¿Desde cuando Zayn y tú tenéis ese lazo tan “unido”? Me preguntaba a mi misma. –Y… ¿Tú? ¿Estás haciendo unos recados?–
–Ah, vaya, qué amable por tu parte.– Sonrió. –Sí, estaba comprando un par de cosas para mi madre y estaba mirando cuando te vi aquí. La verdad es que me has dado un pequeño empujón a algo de lo que estaba indeciso.–

Me quedé sorprendida. Esa manera de hablar era más directa y menos tímida de lo que normalmente suele mostrar Niall. ¿A qué le habría ayudado?

–Vaya, ¿Y eso? No creo que el pasillo de comida para animales sea muy motivador.–
–Más de lo que piensas.– El chico rubio, andó unos pasos y se dirigió al pienso de gatos. Me miró y sonrió.
–¿Tienes gatos?– Le pregunté, mientras me acercaba.
–No.– Me respondió echando al carro la pequeña bolsa de pienso.
–¿Entonces?– Le dije, muy intrigada.
–Hay unos gatos abandonados en un descampado por aquí cerca a los que, cuando puedo, intento llevar algo de comer. Viéndote aquí decidí comprarles esto.– Sonrió.
–Oh…– No pude evitar soltar un grito infantil. Era una cosa, realmente, tierna por su parte. –Eso es muy dulce por tu parte, Niall.–
–¿Quieres verlos?– Dijo, sin pensarlo. –Bueno,… Si no tienes otra cosa que hacer, claro. No quisiera molestarte.–
–Por supuesto, ¡Te acompaño!–

Le acompañé a caja. Ambos pagamos nuestras cosas y le acompañé a un pequeño descampado cerca de ese supermercado. Niall empezó a echarle pienso en un bol y rellenó otro con agua de una botella que también había comprado.
Aparecieron varios gatos, jóvenes y adultos, que fueron a comer. No se acababan de fiar de nosotros así que los observamos de lejos.

–¿Por qué no te quedas alguno?– Le pregunté.
–No me dejan en casa, problemas con alergia y eso…– Dijo, bastante entristecido.
–Vaya, es una pena. Al menos, puedes verlos y ayudarlos así.– Añadí.
–Sí, es lo mínimo que podría hacer.– Sonrió.
–La próxima vez, déjame pagar la mitad del pienso.– No es que quisiera ser amable con Niall. Siempre me había gustado mucho los animales, sobre todo los perros, por eso, quería ayudarle con esos gatos.
–Vaya,… No hace falta que hagas eso. Pero, podemos volver más veces si quieres.–

Asentí con la cabeza. Le acompañé medio camino. Se me había pasado el tiempo volando… Me despedí de Niall en medio de una calle, supuestamente, la que quedaba en medio de dónde vivíamos.

–Niall, ¿Qué haces ahí?– Reconocería esa voz, a kilómetros de distancia. Era Verónica. La rubia se quedó sorprendida a ver su hermano con mi compañía e intento hacerse la hermana adorable. –Nuestra madre estaba esperando los recados y me mandó a buscarte. Pero, creo que interrumpo algo.– Dijo, después de mirarme maliciosamente.
–Está bien, ahora vamos.– Niall asintió a su hermana. –Nos vemos en clase, que pases un buen fin de semana.– Se despidió educadamente de mí.
–Igualmente. Nos vemos en clase.– Niall pasó de largo. Verónica se quedó un poco atrás, se giró y añadió:
–No creas que puedes ir haciendo lo que quieras con quién quieras. Acabas de empezar a cavar tu propia fosa.– Se pasó la mano por el pelo y se marchó.

¿Otra amenaza? ¿Qué descabellada idea se le estaría pasando por esa cabeza hueca?
Decidí ignorar su comentario y volver a casa. Me esperaba un fin de semana aburrido, después de tantas vivencias juntas.
Un fin de semana poco movidito, para la semana que me estaba esperando.

por **valeriekehrhahn03** Dom 15 Sep 2013, 6:33 pm

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