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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Se te avisa que tu novela carece de la ficha reglamentaria de Fanfic.
Tienes un plazo de 48 horas (dos días) para editar ésto y evitar una sanción.
Tienes un plazo de 48 horas (dos días) para editar ésto y evitar una sanción.
Arkasia.
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Capítulo Cinco
El lunes Zayn se levantó con un gran dolor de cabeza. Había pasado el fin de semana atrapado en su pequeño apartamento trabajando en su artículo y clasificando las tareas de sus estudiantes. Y hasta el momento su mañana no había ido nada bien, tampoco. Su primer cliente del día había llegado tarde. Y, a pesar de saber las reglas, le había dado a Tisa, su recepcionista, un mal rato. Luego los otros dos que llenaban la mañana, eran clientes que exigían mucha atención y creatividad. Lo único que lo mantuvo activo durante toda la tarde fue el pensamiento de su última cita. Liam.
Un extraño alivio recorrió a través de Zayn una vez que Liam entró en su habitación. La tensión en los hombros se alivió.
—Hola, Liam. —La mirada de Zayn rastrilló sobre la ropa de Liam y sintió que su polla se agitaba y volvía a la vida.
—Señor —respondió Liam, con un rápido movimiento de su cabeza.
—Vamos a intentar algo un poco diferente hoy. Necesito que te
desnudes.
—¿Señor? —Liam parecía inseguro.
—Quítate la ropa —ordenó, asegurándose que cada palabra saliera clara y precisa.
Después de una breve vacilación, Liam hizo lo que se le dijo, quitando cada pedacito de ropa.
—¿Alguna vez has experimentado con el bondage, Liam? —preguntó Zayn, su máscara inexpresiva en su lugar, acogiendo a su cargo el cuerpo desnudo.
—No, señor. —Liam sonaba un poco nervioso. Sus ojos se posaron en los nuevos puntos en la habitación donde Zayn estaba de pie.
—Ven aquí.
Observó a Liam acercarse a él donde se encontraba en el centro de la habitación, por las dos columnas de mármol que se alzaban hasta la cintura. Una manta tendida en el suelo entre las columnas.
—Ponte en el centro de las columnas frente a mí.
Liam dio dos pasos y se detuvo donde Zayn lo quería.
—Ahora coloca una mano en la parte superior de cada columna.
Después que Liam hizo como se le instruyó, Zayn usó unas largas correas de cuero para atar cada mano a la columna que tocaba. Se tomó su tiempo con cada atadura, con cuidado para no hacerla tan apretada que le cortara la circulación, pero lo suficientemente ajustada como para que no pudiera levantar las manos del pesado mármol.
—Tira de las restricciones. —Zayn vio a Liam probarlas—. ¿Cómo se siente? ¿Te gusta?
—No estoy seguro, señor —contestó Liam, mirando a Zayn, la incertidumbre brillando clara en las profundidades cafes de sus ojos.
Zayn asintió. Entendía, recordando la primera vez que Eleanor lo había restringido.
—Un buen dominante sabe qué se siente al estar en el extremo receptor —le había dicho ella cuando ató su cuerpo. Fue una lección que conocía bien y respetaba.
Dio la vuelta alrededor de Liam una vez antes de parar detrás de él.
Su mirada recorrió de arriba abajo la parte de atrás de Liam. Se humedeció los labios antes de caminar más cerca. Levantando una mano, vio cómo temblaba ligeramente. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza y se preguntó si Liam podía oírlo también.
Tomando una respiración profunda, Zayn se inclinó hacia adelante y tocó a Liam por primera vez. Su mano pasaba suavemente por el omóplato de Liam, pero en el momento del contacto, sintió los músculos saltar. La piel de Liam estaba caliente, y ese calor se irradiaba por el brazo.
—Quiero que mantengas la cabeza erguida y mires hacia adelante hasta que te diga lo contrario —dijo Zayn suavemente, tratando de mantener su voz firme.
—Sí, señor —se atragantó Liam.
Preparándose, Zayn puso su otra mano sobre la espalda de Liam antes de que lentamente se deslizara hacia arriba y abajo de su espalda, sobre sus brazos y finalmente rozando cada mejilla del culo. Zayn se acercó para enfrentar a Liam, sus manos deslizándose sobre la piel antes de descansar sobre sus hombros. Podía ver el problema que Liam estaba teniendo para mantener los ojos fijos al frente. Sabía que Liam quería mirarlo y esa reacción lo complacía.
Zayn pasó los nudillos a través de una de las mejillas de Liam antes de deslizarse hacia abajo de su cuello. Liam se estremeció en respuesta. Se tomó su tiempo explorando el pecho de Liam y su estómago. Sabía que su apariencia externa era de indiferencia, pero por dentro su cuerpo ardía. Luchó para no apretar la mandíbula, un signo revelador de cómo Liam lo estaba afectando, sobre todo cuando veía lo dura que estaba la polla de Liam.
Zayn rodeó la espalda detrás de Liam, sus manos continuando con su patrón de vagar.
Sus dedos rozaron suavemente sobre las nalgas de Liam de nuevo y se alegró de verlas tensarse en respuesta. Imágenes de lo tenso que Liam podía apretar el culo llenaban su mente. La intensa visión le hizo dar un paso atrás, separando las manos del cuerpo de Liam para que pudiera mantener el control que, por ahora, apenas estaba colgando de un hilo. Después de varias respiraciones profundas, Zayn se arriesgó a hablar.
—¿Te masturbaste este fin de semana, Liam?
—No, señor.
—Buen chico. Pero ¿qué pasa con los sueños húmedos? ¿Has tenido alguno de esos? —Zayn se acercó un paso, manteniendo su cuerpo a una pulgada, pero sabía que Liam podía sentir el calor ardiente procedente de él.
—¿Húmedos...?
—Sí. ¿Te despertaste con los pantalones llenos de semen? —preguntó Zayn sin rodeos, con la boca junto a la oreja de Liam, pero aún sin tocar.
Liam vaciló un segundo antes de responder, como si contemplara la posibilidad de decir la verdad.
—Sí, Señor. —Su respuesta llegó en un cercano susurro. Bajó la cabeza una muesca antes de que él mismo se quedara atrapado y la llevara de nuevo arriba para mirar justo hacia adelante de nuevo.
—¿Te acuerdas de los sueños que te hicieron venirte? —El aliento de Zayn rozó sobre la oreja de Liam y fue recompensado con un estremecimiento.
—Algunos, señor. —La voz de Liam era tensa.
—¿Eran sobre mí?
—Sí, señor —dijo jadeando.
Zayn puso una mano en cada uno de los hombros de Liam. Liam se tensó bajo el toque.
—Cuéntame uno.
—Bueno... sólo... —Se tropezó con sus palabras.
—Detalles, Liam. ¿Dónde estábamos?
—Aquí, señor. Yo estaba sentado en la cama esperando por usted.
—¿Qué llevabas puesto? —Los dedos de Zayn empezaron acariciando círculos sobre los hombros de Liam. Estaba claro que podía oír la respiración de Liam y sintió su pulso acelerarse bajo sus dedos.
—Nada. —Su aliento se enganchó—. Entonces usted caminó hacia adentro.
—¿Qué llevaba puesto yo? —el tono de Zayn era profundo y ronco.
—Sólo los pantalones de cuero negro.
Las manos de Zayn se deslizaron por la espalda de Liam y se envolvieron alrededor de su abdomen. En un rápido movimiento tiró de Liam de nuevo contra sí mismo hasta que su culo presionó rudamente el bulto duro como una roca de Zayn, vestido de cuero.
—¿Así que te gusta que vaya de cuero? —La voz de Zayn llegó a ser espesa con diversión, pero su cuerpo ardía de deseo. Cada respiración se llenaba del perfume de Liam que bombardeaba ondas de choque a su polla.
—Sí, Señor. —La voz de Liam era apenas audible por encima de su acelerada respiración.
—Cuéntame más. —Una de las manos de Zayn vagaba por encima de la cadera y cerca de la ingle de Liam, donde sus dedos provocaban el pelo justo por encima de la longitud endurecida.
—Usted se corrió para mí. —Liam jadeaba y tragaba saliva—. Yo... Yo... —Tropezaba con sus palabras, al igual que sus pensamientos se confundían. Zayn estaba seguro de haber escuchado una palabra de maldición bajo su aliento, pero no dijo nada de eso y continuó con la ligera caricia.
Zayn dejó que un dedo frotara muy suavemente a través de la base de la polla de Liam para obtener su atención.
—¿Tú qué?
—Me moví a mis manos y rodillas, y lo miré. —Zayn miraba los dedos de Liam curvarse sobre el borde de las columnas, poniéndose blancos del apretado agarre—. Se desabrochó el cinturón del pantalón y me hizo usar los dientes para abrir la cremallera.
Zayn sonrió ante la imagen cuando la otra mano se movió arriba hacia el pecho de Liam hasta que encontró un pezón. Le dio un pellizco, haciendo a Liam estremecerse y gemir.
—Adelante.
—Tú... oh maldita sea... —Liam se detuvo cuando los dedos de Zayn empezaron a frotar su tenso pezón. Sin mirar, Zayn sabía que había cerrado los ojos durante un par de segundos mientras trataba de componerse para continuar—. Empujó hacia abajo sus pantalones y lo tomé en mi boca.
—¿Mi polla? —Zayn cambió su cuerpo, empujando su bulto hinchado más duro contra el culo desnudo de Liam.
—Sí, señor. —Liam tragó duro mientras su cuerpo se estremecía con toques de Zayn—. Llenó mi boca y saboreé... —Se quedó sin aliento y tuvo que hacer una pausa.
—¿Cómo es mi sabor, Liam? —Zayn se sentía como si estuviera a punto de estallar. Su cuerpo estaba en llamas, con la garganta apretada y la cabeza dando vueltas mientras el olor de Liam lo rodeaba. Sentir el cuerpo de Liam contra el suyo era un afrodisíaco. Quería más, su cuerpo exigía más.
—Delicioso —se quejó Liam—. Tenía este sabor almizclado. Sus jugos se filtraban en mi lengua mientras lo chupaba. Mi lengua... dulce Jesús... su calor me llenaba la boca y pude sentir como se hinchaba cuando lo llevé más adentro.
Liam estaba casi sin aliento mientras contaba su sueño. El pecho de Zayn golpeaba acompañando al de Liam mientras sus cuerpos se moldeaban perfectamente juntos a pesar de la diferencia de altura. La mano en el pezón de Liam subió hasta que los dedos se enredaron en su cabello, mientras que la otra se levantaba de la ingle de Liam a su duro abdomen, manteniéndolo en un fuerte abrazo. La excitación sexual pulsando sobre ellos era palpable, el aire demasiado pesado casi para respirar. Zayn presionó más fuerte sobre Liam y se movió, colapsando desesperadamente en el gemido atrapado en su garganta. Se maldijo, sabiendo que tenía que separarse de esto, tenía que irse, pero no podía. Su cuerpo no quería escuchar a la parte sana de su mente. Cualquier deseo que alguna vez sintió por un cliente siempre se mantuvo bajo apretada restricción. Pero Liam, sólo tenía que entrar en la sala y el control de Zayn se derrumbaba.
—Dime, Liam —Zayn continuó a través de las mandíbulas apretadas. Su dolor, palpitante en la ingle se comprimía con fuerza en sus pantalones—. ¿Cómo me vengo? ¿Tragas mi carga? —casi gimiendo la última palabra, ¡maldita sea!
Las piernas de Liam le temblaban, su respiración salía en cortos soplos ásperos mientras su culo retrocedía contra Zayn, manteniendo una presión constante. Placer ardiente atravesó el cuerpo de Zayn con desesperación de Liam.
—Usted se viene en mi boca. —Gimió, reviviendo el sueño—. Se adentraba en mi garganta y sentía su caliente esperma deslizarse abajo en mi garganta.
—¿Podías saborearme? —Zayn estaba a punto de perder el último vestigio de su control, pero necesitaba oír a Liam acabar. Tenía que saber.
—Sí... —La cabeza de Liam cayó hacia atrás sobre el hombro de Zayn cuando gimió su respuesta. —¡Joder! —Sus manos se sacudieron en sus ataduras mientras su cuerpo se estremecía en el orgasmo, sus caderas empujando hacia atrás.
Zayn sintió su propia carga disparar tan pronto como Liam respondió y apretó los dientes para no gemir en la satisfacción de la liberación. Se alegraba de que el grueso cuero ocultara la evidencia de su orgasmo durante unos minutos. Lentamente dejó escapar un largo suspiro mientras su cuerpo se disparaba a través de su placer. El orgasmo había sido más que intenso y se sorprendió de que sus piernas todavía lo mantuvieran de pie, pero luego se dio cuenta de que estaba sosteniendo el peso de Liam contra él. Con ambos brazos, fácilmente apoyó a Liam, temiendo que ambos cayeran si no lo hacía.
Zayn puso su cabeza en el hombro de Liam, recuperando su respiración natural. Fue golpeado con las ganas de besar a Liam. Zayn nunca había besado a un cliente. Ayudaba a mantenerlo distanciado, separado. Besar era demasiado personal, así que lo excluyó de su trabajo.
Pensó que podría tener éxito en su resistencia, pero Liam volvió la cabeza hacia Zayn y cuando notó el olor de Liam mezclarse con el olor de su liberación, perdió la batalla.
Zayn volvió la cabeza ligeramente y dejó que sus labios rozaran suavemente el cuello de Liam. Podía sentir el pulso de Liam golpeando contra su piel y quería más.
Haciendo lo que había querido hacer desde que Liam caminó por primera vez en su habitación, Zayn deslizó su lengua con el siguiente ligero beso y probó la piel de Liam. Fue intoxicante, enviando su cabeza a dar vueltas y su cuerpo a tambalearse por la necesidad.
—Zayn —dijo Liam con un suspiro.
Ésta, la palabra suavemente pronunciada, devolvió a Zayn bruscamente a la realidad. Liam no era su amante, sino un cliente, no importa cuán hermoso su nombre sonara viniendo de esos labios sexys en una voz tan baja. Zayn levantó la cabeza y soltó su agarre de Liam, contento de que hubiera sido capaz de recuperar el equilibrio. Se apartó y observó cómo un escalofrío corría por el cuerpo de Liam, sintiendo al suyo hacer lo mismo, y sintiendo el efecto del aire fresco corriendo por sus sudados cuerpos enlazados cuando se separaron.
Zayn se movió a un lado de Liam y desató una mano, luego se movió a liberar la otra, manteniendo su cuerpo detrás de Liam, tratando de evitar el contacto con él de nuevo.
—Puedes usar el cuarto de baño para limpiarte antes de vestirte. Las mismas reglas se aplican esta semana. —El tono de Zayn era un poco más frío de lo que había previsto, por lo que se ablandó con sus siguientes palabras—. Nos vemos el miércoles.
Se dio la vuelta y salió de la habitación. Se quejó maldiciendo en voz baja todo el camino a su apartamento. Nunca había perdido el control de esa manera. Nadie más que Eleanor lo había afectado tanto, e incluso entonces, había sido diferente y había sido tan joven. Desde entonces, ella le había enseñado cómo controlar sus apetitos, para separarse de los deseos de sus clientes.
Zayn siempre se había enorgullecido de su control impecable y sus respuestas profesionales a sus clientes. Demonios, era fácil para él apartarse; su infancia se había encargado de eso. Y con el entrenamiento de Eleanor, ahora era el mejor Dominante que tenía. Sólo Ele había atravesado esa pared. Ahora parecía como si Liam también pudiera.
Zayn sabía que sería difícil tocar a Liam, pero había pensado que podía armarse contra sus reacciones. Zayn soltó una baja y disgustada risa cuando abrió la puerta, pensando en qué rápidamente la piedra de la pared se había derrumbado a los pies de Liam. Se fue al baño y se quitó los pantalones manchados. Mientras lo hacía, oyó a Liam decir su nombre otra vez en su cabeza. Era un sonido celestial, un tono que nunca había oído hablar a nadie, lleno de ternura y promesa. Zayn gruñó, se metió en la ducha y dejó que el calor del agua alejara el deseo que todavía tamborileaba en todo su cuerpo, deteniéndose en sus venas, exigiendo más. Dejó que el agua ahogara el sonido de la voz de Liam.
El lunes Zayn se levantó con un gran dolor de cabeza. Había pasado el fin de semana atrapado en su pequeño apartamento trabajando en su artículo y clasificando las tareas de sus estudiantes. Y hasta el momento su mañana no había ido nada bien, tampoco. Su primer cliente del día había llegado tarde. Y, a pesar de saber las reglas, le había dado a Tisa, su recepcionista, un mal rato. Luego los otros dos que llenaban la mañana, eran clientes que exigían mucha atención y creatividad. Lo único que lo mantuvo activo durante toda la tarde fue el pensamiento de su última cita. Liam.
Un extraño alivio recorrió a través de Zayn una vez que Liam entró en su habitación. La tensión en los hombros se alivió.
—Hola, Liam. —La mirada de Zayn rastrilló sobre la ropa de Liam y sintió que su polla se agitaba y volvía a la vida.
—Señor —respondió Liam, con un rápido movimiento de su cabeza.
—Vamos a intentar algo un poco diferente hoy. Necesito que te
desnudes.
—¿Señor? —Liam parecía inseguro.
—Quítate la ropa —ordenó, asegurándose que cada palabra saliera clara y precisa.
Después de una breve vacilación, Liam hizo lo que se le dijo, quitando cada pedacito de ropa.
—¿Alguna vez has experimentado con el bondage, Liam? —preguntó Zayn, su máscara inexpresiva en su lugar, acogiendo a su cargo el cuerpo desnudo.
—No, señor. —Liam sonaba un poco nervioso. Sus ojos se posaron en los nuevos puntos en la habitación donde Zayn estaba de pie.
—Ven aquí.
Observó a Liam acercarse a él donde se encontraba en el centro de la habitación, por las dos columnas de mármol que se alzaban hasta la cintura. Una manta tendida en el suelo entre las columnas.
—Ponte en el centro de las columnas frente a mí.
Liam dio dos pasos y se detuvo donde Zayn lo quería.
—Ahora coloca una mano en la parte superior de cada columna.
Después que Liam hizo como se le instruyó, Zayn usó unas largas correas de cuero para atar cada mano a la columna que tocaba. Se tomó su tiempo con cada atadura, con cuidado para no hacerla tan apretada que le cortara la circulación, pero lo suficientemente ajustada como para que no pudiera levantar las manos del pesado mármol.
—Tira de las restricciones. —Zayn vio a Liam probarlas—. ¿Cómo se siente? ¿Te gusta?
—No estoy seguro, señor —contestó Liam, mirando a Zayn, la incertidumbre brillando clara en las profundidades cafes de sus ojos.
Zayn asintió. Entendía, recordando la primera vez que Eleanor lo había restringido.
—Un buen dominante sabe qué se siente al estar en el extremo receptor —le había dicho ella cuando ató su cuerpo. Fue una lección que conocía bien y respetaba.
Dio la vuelta alrededor de Liam una vez antes de parar detrás de él.
Su mirada recorrió de arriba abajo la parte de atrás de Liam. Se humedeció los labios antes de caminar más cerca. Levantando una mano, vio cómo temblaba ligeramente. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza y se preguntó si Liam podía oírlo también.
Tomando una respiración profunda, Zayn se inclinó hacia adelante y tocó a Liam por primera vez. Su mano pasaba suavemente por el omóplato de Liam, pero en el momento del contacto, sintió los músculos saltar. La piel de Liam estaba caliente, y ese calor se irradiaba por el brazo.
—Quiero que mantengas la cabeza erguida y mires hacia adelante hasta que te diga lo contrario —dijo Zayn suavemente, tratando de mantener su voz firme.
—Sí, señor —se atragantó Liam.
Preparándose, Zayn puso su otra mano sobre la espalda de Liam antes de que lentamente se deslizara hacia arriba y abajo de su espalda, sobre sus brazos y finalmente rozando cada mejilla del culo. Zayn se acercó para enfrentar a Liam, sus manos deslizándose sobre la piel antes de descansar sobre sus hombros. Podía ver el problema que Liam estaba teniendo para mantener los ojos fijos al frente. Sabía que Liam quería mirarlo y esa reacción lo complacía.
Zayn pasó los nudillos a través de una de las mejillas de Liam antes de deslizarse hacia abajo de su cuello. Liam se estremeció en respuesta. Se tomó su tiempo explorando el pecho de Liam y su estómago. Sabía que su apariencia externa era de indiferencia, pero por dentro su cuerpo ardía. Luchó para no apretar la mandíbula, un signo revelador de cómo Liam lo estaba afectando, sobre todo cuando veía lo dura que estaba la polla de Liam.
Zayn rodeó la espalda detrás de Liam, sus manos continuando con su patrón de vagar.
Sus dedos rozaron suavemente sobre las nalgas de Liam de nuevo y se alegró de verlas tensarse en respuesta. Imágenes de lo tenso que Liam podía apretar el culo llenaban su mente. La intensa visión le hizo dar un paso atrás, separando las manos del cuerpo de Liam para que pudiera mantener el control que, por ahora, apenas estaba colgando de un hilo. Después de varias respiraciones profundas, Zayn se arriesgó a hablar.
—¿Te masturbaste este fin de semana, Liam?
—No, señor.
—Buen chico. Pero ¿qué pasa con los sueños húmedos? ¿Has tenido alguno de esos? —Zayn se acercó un paso, manteniendo su cuerpo a una pulgada, pero sabía que Liam podía sentir el calor ardiente procedente de él.
—¿Húmedos...?
—Sí. ¿Te despertaste con los pantalones llenos de semen? —preguntó Zayn sin rodeos, con la boca junto a la oreja de Liam, pero aún sin tocar.
Liam vaciló un segundo antes de responder, como si contemplara la posibilidad de decir la verdad.
—Sí, Señor. —Su respuesta llegó en un cercano susurro. Bajó la cabeza una muesca antes de que él mismo se quedara atrapado y la llevara de nuevo arriba para mirar justo hacia adelante de nuevo.
—¿Te acuerdas de los sueños que te hicieron venirte? —El aliento de Zayn rozó sobre la oreja de Liam y fue recompensado con un estremecimiento.
—Algunos, señor. —La voz de Liam era tensa.
—¿Eran sobre mí?
—Sí, señor —dijo jadeando.
Zayn puso una mano en cada uno de los hombros de Liam. Liam se tensó bajo el toque.
—Cuéntame uno.
—Bueno... sólo... —Se tropezó con sus palabras.
—Detalles, Liam. ¿Dónde estábamos?
—Aquí, señor. Yo estaba sentado en la cama esperando por usted.
—¿Qué llevabas puesto? —Los dedos de Zayn empezaron acariciando círculos sobre los hombros de Liam. Estaba claro que podía oír la respiración de Liam y sintió su pulso acelerarse bajo sus dedos.
—Nada. —Su aliento se enganchó—. Entonces usted caminó hacia adentro.
—¿Qué llevaba puesto yo? —el tono de Zayn era profundo y ronco.
—Sólo los pantalones de cuero negro.
Las manos de Zayn se deslizaron por la espalda de Liam y se envolvieron alrededor de su abdomen. En un rápido movimiento tiró de Liam de nuevo contra sí mismo hasta que su culo presionó rudamente el bulto duro como una roca de Zayn, vestido de cuero.
—¿Así que te gusta que vaya de cuero? —La voz de Zayn llegó a ser espesa con diversión, pero su cuerpo ardía de deseo. Cada respiración se llenaba del perfume de Liam que bombardeaba ondas de choque a su polla.
—Sí, Señor. —La voz de Liam era apenas audible por encima de su acelerada respiración.
—Cuéntame más. —Una de las manos de Zayn vagaba por encima de la cadera y cerca de la ingle de Liam, donde sus dedos provocaban el pelo justo por encima de la longitud endurecida.
—Usted se corrió para mí. —Liam jadeaba y tragaba saliva—. Yo... Yo... —Tropezaba con sus palabras, al igual que sus pensamientos se confundían. Zayn estaba seguro de haber escuchado una palabra de maldición bajo su aliento, pero no dijo nada de eso y continuó con la ligera caricia.
Zayn dejó que un dedo frotara muy suavemente a través de la base de la polla de Liam para obtener su atención.
—¿Tú qué?
—Me moví a mis manos y rodillas, y lo miré. —Zayn miraba los dedos de Liam curvarse sobre el borde de las columnas, poniéndose blancos del apretado agarre—. Se desabrochó el cinturón del pantalón y me hizo usar los dientes para abrir la cremallera.
Zayn sonrió ante la imagen cuando la otra mano se movió arriba hacia el pecho de Liam hasta que encontró un pezón. Le dio un pellizco, haciendo a Liam estremecerse y gemir.
—Adelante.
—Tú... oh maldita sea... —Liam se detuvo cuando los dedos de Zayn empezaron a frotar su tenso pezón. Sin mirar, Zayn sabía que había cerrado los ojos durante un par de segundos mientras trataba de componerse para continuar—. Empujó hacia abajo sus pantalones y lo tomé en mi boca.
—¿Mi polla? —Zayn cambió su cuerpo, empujando su bulto hinchado más duro contra el culo desnudo de Liam.
—Sí, señor. —Liam tragó duro mientras su cuerpo se estremecía con toques de Zayn—. Llenó mi boca y saboreé... —Se quedó sin aliento y tuvo que hacer una pausa.
—¿Cómo es mi sabor, Liam? —Zayn se sentía como si estuviera a punto de estallar. Su cuerpo estaba en llamas, con la garganta apretada y la cabeza dando vueltas mientras el olor de Liam lo rodeaba. Sentir el cuerpo de Liam contra el suyo era un afrodisíaco. Quería más, su cuerpo exigía más.
—Delicioso —se quejó Liam—. Tenía este sabor almizclado. Sus jugos se filtraban en mi lengua mientras lo chupaba. Mi lengua... dulce Jesús... su calor me llenaba la boca y pude sentir como se hinchaba cuando lo llevé más adentro.
Liam estaba casi sin aliento mientras contaba su sueño. El pecho de Zayn golpeaba acompañando al de Liam mientras sus cuerpos se moldeaban perfectamente juntos a pesar de la diferencia de altura. La mano en el pezón de Liam subió hasta que los dedos se enredaron en su cabello, mientras que la otra se levantaba de la ingle de Liam a su duro abdomen, manteniéndolo en un fuerte abrazo. La excitación sexual pulsando sobre ellos era palpable, el aire demasiado pesado casi para respirar. Zayn presionó más fuerte sobre Liam y se movió, colapsando desesperadamente en el gemido atrapado en su garganta. Se maldijo, sabiendo que tenía que separarse de esto, tenía que irse, pero no podía. Su cuerpo no quería escuchar a la parte sana de su mente. Cualquier deseo que alguna vez sintió por un cliente siempre se mantuvo bajo apretada restricción. Pero Liam, sólo tenía que entrar en la sala y el control de Zayn se derrumbaba.
—Dime, Liam —Zayn continuó a través de las mandíbulas apretadas. Su dolor, palpitante en la ingle se comprimía con fuerza en sus pantalones—. ¿Cómo me vengo? ¿Tragas mi carga? —casi gimiendo la última palabra, ¡maldita sea!
Las piernas de Liam le temblaban, su respiración salía en cortos soplos ásperos mientras su culo retrocedía contra Zayn, manteniendo una presión constante. Placer ardiente atravesó el cuerpo de Zayn con desesperación de Liam.
—Usted se viene en mi boca. —Gimió, reviviendo el sueño—. Se adentraba en mi garganta y sentía su caliente esperma deslizarse abajo en mi garganta.
—¿Podías saborearme? —Zayn estaba a punto de perder el último vestigio de su control, pero necesitaba oír a Liam acabar. Tenía que saber.
—Sí... —La cabeza de Liam cayó hacia atrás sobre el hombro de Zayn cuando gimió su respuesta. —¡Joder! —Sus manos se sacudieron en sus ataduras mientras su cuerpo se estremecía en el orgasmo, sus caderas empujando hacia atrás.
Zayn sintió su propia carga disparar tan pronto como Liam respondió y apretó los dientes para no gemir en la satisfacción de la liberación. Se alegraba de que el grueso cuero ocultara la evidencia de su orgasmo durante unos minutos. Lentamente dejó escapar un largo suspiro mientras su cuerpo se disparaba a través de su placer. El orgasmo había sido más que intenso y se sorprendió de que sus piernas todavía lo mantuvieran de pie, pero luego se dio cuenta de que estaba sosteniendo el peso de Liam contra él. Con ambos brazos, fácilmente apoyó a Liam, temiendo que ambos cayeran si no lo hacía.
Zayn puso su cabeza en el hombro de Liam, recuperando su respiración natural. Fue golpeado con las ganas de besar a Liam. Zayn nunca había besado a un cliente. Ayudaba a mantenerlo distanciado, separado. Besar era demasiado personal, así que lo excluyó de su trabajo.
Pensó que podría tener éxito en su resistencia, pero Liam volvió la cabeza hacia Zayn y cuando notó el olor de Liam mezclarse con el olor de su liberación, perdió la batalla.
Zayn volvió la cabeza ligeramente y dejó que sus labios rozaran suavemente el cuello de Liam. Podía sentir el pulso de Liam golpeando contra su piel y quería más.
Haciendo lo que había querido hacer desde que Liam caminó por primera vez en su habitación, Zayn deslizó su lengua con el siguiente ligero beso y probó la piel de Liam. Fue intoxicante, enviando su cabeza a dar vueltas y su cuerpo a tambalearse por la necesidad.
—Zayn —dijo Liam con un suspiro.
Ésta, la palabra suavemente pronunciada, devolvió a Zayn bruscamente a la realidad. Liam no era su amante, sino un cliente, no importa cuán hermoso su nombre sonara viniendo de esos labios sexys en una voz tan baja. Zayn levantó la cabeza y soltó su agarre de Liam, contento de que hubiera sido capaz de recuperar el equilibrio. Se apartó y observó cómo un escalofrío corría por el cuerpo de Liam, sintiendo al suyo hacer lo mismo, y sintiendo el efecto del aire fresco corriendo por sus sudados cuerpos enlazados cuando se separaron.
Zayn se movió a un lado de Liam y desató una mano, luego se movió a liberar la otra, manteniendo su cuerpo detrás de Liam, tratando de evitar el contacto con él de nuevo.
—Puedes usar el cuarto de baño para limpiarte antes de vestirte. Las mismas reglas se aplican esta semana. —El tono de Zayn era un poco más frío de lo que había previsto, por lo que se ablandó con sus siguientes palabras—. Nos vemos el miércoles.
Se dio la vuelta y salió de la habitación. Se quejó maldiciendo en voz baja todo el camino a su apartamento. Nunca había perdido el control de esa manera. Nadie más que Eleanor lo había afectado tanto, e incluso entonces, había sido diferente y había sido tan joven. Desde entonces, ella le había enseñado cómo controlar sus apetitos, para separarse de los deseos de sus clientes.
Zayn siempre se había enorgullecido de su control impecable y sus respuestas profesionales a sus clientes. Demonios, era fácil para él apartarse; su infancia se había encargado de eso. Y con el entrenamiento de Eleanor, ahora era el mejor Dominante que tenía. Sólo Ele había atravesado esa pared. Ahora parecía como si Liam también pudiera.
Zayn sabía que sería difícil tocar a Liam, pero había pensado que podía armarse contra sus reacciones. Zayn soltó una baja y disgustada risa cuando abrió la puerta, pensando en qué rápidamente la piedra de la pared se había derrumbado a los pies de Liam. Se fue al baño y se quitó los pantalones manchados. Mientras lo hacía, oyó a Liam decir su nombre otra vez en su cabeza. Era un sonido celestial, un tono que nunca había oído hablar a nadie, lleno de ternura y promesa. Zayn gruñó, se metió en la ducha y dejó que el calor del agua alejara el deseo que todavía tamborileaba en todo su cuerpo, deteniéndose en sus venas, exigiendo más. Dejó que el agua ahogara el sonido de la voz de Liam.
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Cada vez se pone mas interesante siguelaaa :enamorado:
Ma_asu
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Esta historia me gusta mucho, continuala:corre:
delenadarti
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Ahora subo otro adorable capituloo@Daniela1D escribió:ME ENCANTA Síguela Por Favor
gracias por comentar :omg:
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Subo capi ahoraa gracias por comentar chikibaby!! :aah:Ma_asu escribió:Cada vez se pone mas interesante siguelaaa :enamorado:
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Me alegra muuuuchotee que te gustaraaa!! ahora subo capi :canto:delenadarti escribió:Esta historia me gusta mucho, continuala:corre:
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Capítulo Seis
Zayn quería mantener su siguiente sesión con Liam lo más simple posible. Después de que Liam se desnudara y asumiera su pose sumisa, Zayn se sentó en su silla y admiró al hombre. Zayn sabía que estaba pisando un terreno peligroso después de lo ocurrido durante su última sesión. Sabía que su control era frágil. Sabía que tenía que pasar a Liam a otro Dominante, pero Zayn no podía negarse a sí mismo la presencia de Liam, no importaba lo mucho que odiara que sus defensas cayeran cuando Liam estaba cerca.
Así que Zayn se sentó en silencio y miraba. Su mirada recorría el cuerpo de Liam con apreciación. Todavía recordaba la sensación de Liam presionando contra él, la forma en que el corazón de Liam se había apresurado con su toque, y lo caliente que la piel de Liam había estado en contra de su boca. Zayn se movió en su asiento, ajustando su ya endurecida polla cuando imágenes de dos días antes se repetían en su cabeza. Sus dedos se clavaron en el brazo de la silla, manteniéndolo anclado a ella, la necesidad de ir a Liam brotaba desde lo más profundo. Le asombraba que las imágenes y el deseo aún estuvieran frescos después de dos días. Nadie había tenido ese efecto en él.
A medida que el silencio perduraba, Zayn miró a su cliente y lo vio cambiar un poco. Zayn no podía mantener la mirada de los brazos de Liam, sus músculos ondeando débilmente bajo la piel lisa. El calor explotó en la ingle de Zayn a la vista y se tragó el gemido creciente en la garganta.
Sabiendo que era muy mala idea, pero incapaz de resistir, Zayn se levantó de su silla y se acercó a Liam. Tomando varias respiraciones profundas, trató de enfriar la reacción de su cuerpo al hombre arrodillado.
Funcionó..., pero sólo un poco, sólo lo suficiente para que Zayn se arrodillara delante de él, apenas conteniéndose a sí mismo de arrastrar a Liam con él.
El silencio continuó, con sólo el golpeteo fuerte de su corazón rompiéndolo. Dejó que su mirada vagara sobre el cuerpo de Liam. Le gustaba cómo su piel estaba bronceada, pero no demasiado oscura. Era como si Liam fuera besado por el sol, dándole la cantidad perfecta de color, una hazaña difícil de lograr viviendo en la ciudad. Liam era un poco más bajo que él, pero lo compensaba en mayor medida que su cuerpo lucía músculos definidos en cada extremidad y un sistema perfecto de abdominales. Zayn dejó que el olor del otro hombre provocara a su nariz, inhalando la fragancia almizclada.
Dejó que su mirada finalmente cayera en la ingle de Liam. Estaba contento de encontrar al hombre casi duro. Hubo un ligero temblor en el cuerpo de Liam. ¿Estaba pensando en su última sesión? ¿Estaba Liam afectado por ella como él? ¿Había Liam pensaba en eso día y noche, como lo había hecho él? Zayn no lo sabría a menos que preguntara, pero la verdad es que no quería ir ahí hoy. Su control era demasiado frágil para explorar esa posibilidad.
Extendió una mano y la pasó por el pelo de Liam, la suavidad deslizándose entre sus dedos. Sus ojos se quedaron en la polla de Liam; estaba encantado de encontrarla crispándose y cada vez más dura cuando lo tocaba. Oyó un suave suspiro y observó la forma rígida de Liam relajarse sólo una fracción, como si su caricia fuera relajante. No hizo más que acariciar el cabello de Liam, deteniéndose sólo cuando Liam estaba completamente erecto, su grosor palpitando.
Zayn puso su mano bajo la barbilla de Liam. Con el más suave empuje, su cabeza se levantó y sus ojos se encontraron.
Claramente vio la lujuria ardiente en el fondo de los magníficos ojos de Liam. Su pregunta fue respondida, pero Zayn no estaba seguro de si debía estar estático o perturbado.
—Háblame del trabajo. —La voz de Zayn era suave, la falta de respiración oculta. Podía sentir su dura polla presionando contra los confines de sus pantalones vaqueros. Todo lo que Liam tenía que hacer era mirar hacia abajo para ver que Zayn estaba en la misma condición en que él estaba.
—Um... trabajo... ¿Señor? —las cejas de Liam se juntaron en confusión.
El cuerpo de Liam estaba tenso, rígido, con la necesidad, y claramente anhelante de deseo. Por la forma en que sus palabras se tambaleaban, Zayn sabía que la mente de Liam estaba involucrada con la lujuria. Lo había visto demasiadas veces para no conocer los signos.
—Sí, Liam. —Zayn quería decir su nombre. Rodaba tan suavemente a través de su lengua—. Dime qué es lo que haces. —Ya sabía que Liam era un entrenador físico, la razón de su musculoso cuerpo.
Liam respiró hondo antes de hablar. A Zayn le divertía que le llevara a Liam dos intentos antes de que su voz fuera lo suficiente clara y firme como para hablar. Mantuvo contacto visual cuando Liam pasó los siguientes quince minutos contándole sobre su trabajo en un gimnasio cercano. Zayn sólo hablaba para hacer preguntas cuando los pensamientos de Liam se quedaban atrás. El único contacto que tenían era la parte de la mano de Zayn levantando la cabeza de Liam.
Escuchaba cada palabra que Liam decía. No es que le importara mucho acerca de lo que hiciera para ganarse la vida, sino más para escuchar el suave sonido de su voz.
El tono, no demasiado profundo, más bien el de un tenor que un ligero sonido estridente. Zayn no podía evitar ser arrullado por el sexy sonido.
Retiró su mano y la cabeza de Liam bajó. Sus ojos se desviaron hacia abajo y encontró que Liam se había quedado duro a través de todas las conversaciones de distracción. Estaba muy emocionado por la respuesta de Liam. Antes de que pudiera detenerse, Zayn se inclinó hacia adelante y le dio un beso en la parte superior de la cabeza de Liam.
—Muy bien. Eso es todo por hoy. Nos vemos el viernes. —Zayn se levantó y salió de la habitación antes de que su control se quebrara totalmente y luego hizo algo realmente estúpido... como lo que había hecho en la sesión del lunes. Se apoyó contra la puerta un momento para recuperar el aliento, lo que permitió a su pecho subir y bajar por primera vez desde que Liam había entrado en su habitación. Apartándose, caminó por el pasillo.
Zayn entró en la oficina de Eleanor y se dejó caer en la silla frente a su escritorio. Ella levantó la vista de los papeles esparcidos por la superficie. Sabía lo mucho que realmente odiaba todo el papeleo que conllevaba el negocio, pero alguien tenía que hacerlo. Una vez había tratado de pasarle la responsabilidad a él, pero lo había rechazado con vehemencia. Era bueno no ser el propietario de la empresa.
Eleanor sonrió.
—Hey. —La sonrisa se desvaneció lentamente cuando él no le devolvió la sonrisa—. ¿Estás bien?
Aspiró profundamente y se pasó la mano por el oscuro pelo.
—No, no lo estoy. No sé qué demonios estoy haciendo.
Ella hizo a un lado los papeles y volvió su completa atención a él.
—¿Qué pasa, Zayn?
—Es Liam. No puedo... —Zayn gruñó en agitación, removiéndose en su silla, incómodo. Si no podía hablar con su mejor amiga, ¿cómo podía ayudarlo? Él seguro como el infierno que no podía averiguar qué hacer.
Eleanor levantó una ceja preguntando. Echó un vistazo a su reloj. Las comisuras de sus labios se movieron, casi como si estuviera reprimiendo una sonrisa.
—Acabas de terminar una sesión con Liam. —Era una afirmación, no una pregunta. Se inclinó hacia adelante en su escritorio, con la barbilla apoyada en la mano.
—Sí —gruñó con frustración. Todavía tenía una furiosa erección y era cierto que el alivio no estaba a la vista—. Mi control se hace añicos cuando él está cerca —confesó. Zayn se levantó y empezó a pasearse por la pequeña oficina. —Tan pronto como entra, mi cuerpo me traiciona. Hace cosas que no quiero que haga. ¡Mírame! —Él se detuvo frente a su escritorio, alargando las manos a sus costados, de modo que tuviera una visión clara de él. Ella bajó la mirada hacia su ingle y podría haber jurado que sus labios se retorcieron otra vez. ¿Encontraba esto divertido? Él no creía que lo fuera. Sólo la idea de que Liam lo excitara. Iba más allá de frustrante.
Zayn se inclinó sobre la mesa, con los brazos acogiendo su peso.
—He pasado años disciplinándome yo mismo, manteniendo el control. Incluso al principio, nunca estuve tan verde. Nunca ha sido tan... ¡maldita sea! —Empujó la mesa y empezó a caminar de nuevo—. Un hombre y todo se va al infierno. Años de control destruido con una sola mirada de sus magníficos ojos cafés.
Eleanor se recostó en su silla, sus uñas golpeando el labio inferior.
—¿Qué? —preguntó, deteniéndose frente a su escritorio de nuevo.
—No te he visto tan nervioso desde la noche en que te ofrecí un trabajo aquí. —Ella dejó escapar una pequeña risita—. De lo más entretenido.
Zayn golpeó las manos sobre el escritorio.
—Esto no pretende ser entretenido, Ele. Estoy en una situación real. Necesito un consejo.
—¿Te gusta estar solo, Zayn?
Él la miró, confundido. ¿Qué es lo que tenía que ver con su problema?
—¿Te gusta? —presionó ella.
¿Qué podía decir? Por supuesto que odiaba estar solo. Pero había estado solo desde que era un niño. Eleanor era su única relación cercana. Amantes una vez, ahora los mejores amigos.
—No veo qué tiene eso que ver con Liam.
—Respóndeme, Zayn. ¿Te gusta estar solo?
Zayn odiaba el hecho de que Eleanor lo conociera tan bien. Ella se daba cuenta de que odiaba estar solo, pero era la única vida que conocía.
Si permanecía distante de los demás, entonces no podía salir herido, ¿verdad? No podía decepcionar a nadie. No habría nadie que lo dejara o traicionara. Pero Eleanor iba a hacerlo decirlo.
La expresión de Zayn se deslizó en una máscara distante y desinteresada que usaba con sus clientes.
—No, no —admitió.
—¿Liam te excita más allá de la razón, a pesar de tu control? —preguntó ella, cerrando miradas con él.
Él se irguió y se pasó una mano nerviosa por el pelo.
—Sí —respondió con sinceridad. Él y Eleanor nunca se habían mentido el uno al otro, sin importar el tema. No iba a empezar ahora.
Ella se encogió de hombros.
—Déjalo. —Su tono era plano, sin emociones—. Pásaselo a otra persona. ¿Dale, tal vez?
Sus ojos se abrieron con sorpresa. Esto era lo último que esperaba oír de ella. Su impacto fue tan grande que era como si le hubiera dicho que cortara su pene.
Zayn sacudió la cabeza lentamente.
—No, no puedo hacer eso. Nunca he renunciado a algo sólo porque fuera difícil. —Y el pensamiento de otra persona tocando a Liam hizo que su pecho se contrajera. Liam era suyo. No podía soportar tener a Liam debajo de la norma de otro.
—No, nunca lo has hecho. Eres un alma fuerte, Zayn. Lo vi la primera vez que nos conocimos. Esa noche, cuando estabas parado en la esquina de la calle luciendo como un niño asustado. Pero fue la fuerza en tus ojos lo que me atrajo de ti. Eso me dijo en qué clase de persona te convertirías.
—¿Y qué clase de persona es esa, Ele?
Ella sonrió.
—Un hombre que ha conocido el dolor, el abuso, y no es ajeno al sufrimiento, pero que se ha convertido en un ser sensual, lleno de compasión, todavía con vulnerabilidades que se esconde de quienes lo rodean.
Zayn una vez más estaba sorprendido por sus palabras. Su idea de sus emociones era abrumadora y predecible. Daba miedo a veces cómo ella lo hacía.
Suspiró.
—Averiguaré la manera de lidiar con esto. Siento molestarte con esto.
Eleanor se puso de pie y caminó alrededor de su escritorio.
—No molestas en absoluto. —Ella lo besó brevemente en los labios—. Esta cosa con Liam no es algo con la que puedas tratar, Zayn. Es algo que te consume y te da una pequeña oportunidad para someterte. Ya no eres más el Maestro, sino el esclavo.
No estaba seguro de lo que quería decir, pero Elenor era a menudo así. Dando consejos que no tenían mucho sentido hasta que te golpeaban en la cara.
—Buenas noches, Ele. —Sin saber qué más decir, se fue. Estaba más confundido que antes de verla.
Louis finalmente levantó la vista de su vídeo-juego hacia su compañero de cuarto. Liam había entrado en el apartamento cinco minutos antes y se sentó en el sofá, pero aún tenía que decir una palabra.
—¿Estás bien, amigo? Te ves como el diablo.
—Gracias —murmuró Liam con tristeza. Suspiró y se quedó mirando la pantalla del televisor—. Dime otra vez ¿por qué me estoy tomando tiempo para ir a ver a Zayn tres veces a la semana?
Louis se encogió de hombros.
—No lo sé. Nunca me diste esa información a mí. ¿Quieres decirme ahora por qué? —Louis hizo una pausa a su juego y miró a Liam.
—No lo sé. —La irritación de Liam sonaba claramente en su voz—. Es solo que a veces, me siento tan frustrado cuando él está cerca... bueno, maldita sea, no lo sé. Me confundo y parece que no puedo controlarme. No sé si sentirme enojado con él por hacérmelo a mí o... —Su voz se desvaneció.
Louis se volvió y comenzó su juego de nuevo; los sonidos electrónicos y explosiones llenaron el aire.
—Tengo una solución simple.
—Sí, ¿cuál?
—Deja de ir —dijo Louis con su voz plana.
Detuvo el juego de nuevo y volvió a mirar a Liam cuando no respondió. Parecía como si sólo le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Su rostro había palidecido y miraba a Lou como si le hubieran crecido dos cabezas.
—¿Qué? —preguntó Louis con la ceja levantada.
Liam se levantó del sofá y se dirigió a su habitación.
—No eres de mucha ayuda.
Louis esperó hasta que Liam estuvo en su habitación antes de coger el teléfono y marcar un número demasiado familiar.
—Hey, cariño. Sí, ya sé que acordamos que te dejaría en paz para ponerte al día con un poco de trabajo, pero esta noche tenemos que hablar. ¿Puedo ir? —Louis sonrió—. Sí, sobre eso. Estaré ahí en unos minutos. —Colgó, cogió las llaves y se fue.
Capítulo Siete
El viernes no llegó lo suficientemente pronto para Zayn. La espera y la ansiedad crispaban sus nervios. Había estado malhumorado e impaciente desde que dejó a Liam el miércoles. Había pensado que podría relajarse, sacarse los pensamientos del otro hombre de su cabeza, pero a Zayn le resultaba casi imposible hacerlo. Estaba distraído y tenía problemas para concentrarse en sus otros clientes. Por primera vez en su carrera, tuvo problemas para darles toda su atención y, a menudo redujo el tiempo para no arremeter contra ellos. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando llegó el golpe en su puerta, pero tenía la sensación de que esta sesión, al igual que las otras antes, no saldrían como estaba previsto.
Permitió que Liam entrara en su habitación y le hizo quitarse toda su ropa como antes. Zayn se apoyó contra la pared cerca de la ventana. Llevaba una máscara inexpresiva y se esforzó por no estar demasiado interesado en las acciones de Liam mientras se desvestía. Tal vez hablar desviaría su atención. Rompió el silencio.
—¿Tuviste algún sueño más, Liam?
Las manos de Liam flaquearon un poco ante la pregunta.
—Sí, señor —admitió, casi con timidez.
—¿Me incluían a mí? —¿Estaba Liam tomando más tiempo de lo habitual para desabrocharse la camisa, o era sólo su imaginación?
—Sí, señor. —Por fin se abrió la camisa y Zayn pudo vislumbrar en el suave y definido pecho.
—¿Te importaría contarme uno?
Su aliento quedó atrapado cuando la camisa se deslizó del cuerpo de Liam. A pesar de que había visto varias veces la parte superior del cuerpo de Liam, nunca dejaba de causar la misma reacción en él. Hizo que la mano de Zayn picara por tocar a Liam. Deslizar los dedos por todo el cuerpo de Liam.
Liam se detuvo después de desabrochar sus vaqueros. ¿Fue a propósito? ¿Sabía cuánto se veía afectado Zayn sólo por la vista de él? ¿Estaba provocándolo a propósito? ¿Tenía Liam la menor idea de la frustración que causaba a Zayn con cada segundo de su presencia? Se sentía como un adicto en busca de su próxima dosis y encontrando que sólo Liam podría quitarle el ansia.
—No, señor —admitió Liam.
Su honestidad era refrescante. Sabía que si le hubiera dicho a Liam que le contara acerca de los sueños, lo habría hecho. Pero Zayn le había preguntado a Liam esta vez. Zayn sintió la necesidad de respetar los deseos de Liam, aunque no sabía por qué.
Su miembro se endureció al ver a Liam deshacerse del resto de su ropa. Se había puesto los pantalones de cuero negros que sabía que a Liam le gustaban, para provocarlo, para darle algo con lo que fantasear el fin de semana, pero no había pensado en la opresión que resultaría una vez que creciera la excitación. Tragó un gemido de incomodidad cuando Liam se volvió hacia él, desnudo, y la polla estimulada.
Zayn instruyó a Liam que se tumbara boca abajo sobre la cama, con los brazos sobre la cabeza y las piernas separadas. Usando cuerdas suaves, pero robustas Zayn ató las muñecas y los tobillos de Liam cada uno a un poste de la cama. Sacó varios elementos de un cajón de la mesita de noche y se arrodilló entre las piernas de Liam.
—Levanta tus caderas —dijo Zayn suavemente. Rara vez tenía que usar una voz fuerte y autoritaria con Liam, cuando el hombre con impaciencia hacía lo que se le pedía, por lo general la primera vez.
Liam levantó su cuerpo visiblemente rígido cuando Zayn tomó su polla en la mano y la reposicionó, apuntando hacia los pies. Zayn sabía que esta posición provocaba malestar a Liam debido a que su polla comenzaba a llenarse de sangre. Se dio cuenta de que Liam se mordió el labio, ¿tal vez para controlar la queja inicial? Zayn empujó hacia abajo sobre sus caderas para que bajara su cuerpo y disfrutar del gruñido que salió de la garganta de Liam. Sabía que venía de su agitación cuando su peso presionó en su polla endurecida.
Cuidadosamente colocó un separador de bolas encima de Liam, entonces unió un pedazo largo de cuerda de nylon al mismo. Tiró de la tensa cuerda antes de atar el otro extremo al pie de la cama. Tomando un momento para observarlo, Zayn vio lo rígido que estaba su cuerpo y lo lenta que era su respiración.
—Levanta de nuevo.
Liam no vaciló, pero tan pronto como sus caderas se levantaron jadeó y se detuvo. Zayn sabía que el dolor era por el movimiento de la cuerda de nylon tirando duramente en sus bolas. Zayn suavemente reposicionó el pene de Liam para que fuera más cómodo tumbarse, señalando a su pecho. Zayn no podía ignorar lo duro que Liam había estado y estaba complacido de que el dolor no hubiera causado que su polla disminuyera. Una vez más empujó hacia abajo en las caderas de Liam, deseando que bajara de nuevo a la cama. Liam dejó escapar un agradecido suspiro una vez que el tirón en sus bolas se sintió aliviado.
Zayn frotó suavemente su mano sobre la espalda baja de Liam.
—¿Estás bien?
—Sí, Señor. —La voz de Liam era apretada.
Zayn se inclinó hacia adelante, con los brazos a cada lado de Liam apoyando su peso, y habló en voz baja al oído.
—Vamos a hacer una pequeña prueba. Quiero ver qué tipo de tolerancia tienes para la incomodidad, y quiero ver cuál es tu reacción a ella.
Zayn se había quitado la camisa antes de llegar a la cama y ahora dejó que su pecho desnudo descansara sobre la espalda de Liam, piel sobre piel. Bajó sus caderas hacia las de Liam, hasta que su bulto se encontraba descansando entre las nalgas de Liam. Una vez más, Zayn empujó suavemente sus caderas hacia abajo, luego cambió arriba y oyó la pronunciada inhalación de Liam para respirar. El movimiento había provocado que el cuerpo de Liam cambiara de posición, ejerciendo presión sobre sus bolas.
—Creo que tu control es deficiente. —Zayn empujó otra vez, y Liam jadeó más fuerte en el malestar—. Pero creo que tu tolerancia para el malestar podría ser muy alta... si te animas a conseguir lo que buscas. —Provocó de nuevo, obteniendo un gemido ahogado a cambio. Sabía por experiencia que sus acciones no estaban causando excesivo dolor o daño a Liam, por lo que continuó con su plan.
—Vamos a probar otra cosa.
Zayn se levantó a regañadientes del cuerpo de Liam. Tenía ganas de quitarse los pantalones y meter su dura polla despiadada y profundamente en el hermoso culo expuesto de Liam, quería hacer que el hombre se retorciera debajo de él. Quería poseer al hombre que yacía en la cama, quería poner a Liam tan salvaje de deseo que sólo pudiera rogar por más.
La imagen fue intensa, haciendo que Zayn se estremeciera.
Zayn sacudió los pensamientos de su mente y sacó un látigo de nueve colas. Acarició ligeramente la espalda de Liam con sus longitudes fuertemente anudadas, sonriendo ante el temblor que sacudió el cuerpo de Liam. Los músculos de los brazos de Liam se apretaron visiblemente mientras sostenía sus ataduras tan tensas que sus nudillos se pusieron blancos. La respiración de Liam sonó fuerte en la habitación, ya que se hizo más rápida y menos profunda.
—¿Alguna vez has sido azotado? —preguntó Zayn, dejando que las puntas bailaran sobre la suave piel bronceada que estaba a su merced.
—No, señor. —Liam tragó saliva, su culo apretándose al sentir el látigo.
Zayn levantó el látigo y observó el culo de Liam relajarse brevemente antes de apretarse de nuevo ya que se preparaba para el impacto del golpe del látigo. A Zayn le divirtió cuando Liam saltó y dejó escapar una respiración rápida cuando las puntas ligeramente tocaron el pie. Utilizó las puntas para rozar su pierna, por encima de su culo, y por la otra pierna. Zayn se aseguró que su paso fuera lento y tortuoso, haciendo a Liam moverse y gemir suavemente.
Liam levantó la cabeza para ver a Zayn, viendo si podía anticipar el golpe que seguramente caería.
—Estate quieto —ordenó Zayn, empujando su cabeza hacia abajo de la cama. Liam obedeció, para placer de Zayn. Vio que cada músculo se tensaba y se ponía rígido; sabía que cada nervio estaba de punta mientras Liam esperaba en la incertidumbre de la llegada del golpe del látigo.
Zayn continuó sus provocaciones, rozando las puntas de cuero estratégicamente sobre la espalda de Liam, luego bajó sus brazos y sus piernas antes de barrer a través de su culo.
Observó, fascinado, cómo el cuerpo de Liam alternativamente se tensaba y relajaba, con cada cambio de movimiento. Por los músculos moviéndose nerviosamente, Zayn vio que Liam se estaba conteniendo. Sabía lo sensual que el cuero se podía sentir en todo el cuerpo y cómo una persona reaccionaría a tal sensación. Sabía que Zayn estaba tratando de evitar que su cuerpo se retorciera bajo el cuero, pero cada movimiento traía presión a sus bolas.
Perfecto, pensó Zayn, mientras levantaba el látigo y lo bajaba con fuerza en el culo de Liam.
—¡Joder! —gruñó Liam con los dientes apretados. La picadura y la sorpresa del cuero, le había hecho saltar, a su vez, tirando con fuerza de sus bolas.
La satisfacción corría a través de Zayn, sabiendo que su tortura elegida obtuvo la reacción que deseaba. Bajó el látigo cuatro veces más hasta que la carne estaba de color rosa y Liam estaba moviéndose dentro de sus cadenas y gimiendo, pero ni una vez quejándose. Zayn sabía que si se hacía de la manera correcta el dolor se convertía en placer, y eso era exactamente lo que estaba ocurriendo, a juzgar por la reacción de Liam.
Zayn se inclinó hasta que sus labios estaban al lado de la oreja de Liam. Movió la lengua en el lóbulo de Liam y sintió su propio cuerpo temblar de deseo mientras sus sentidos fueron asaltados de nuevo con el olor y el sabor de Liam.
—Quiero que me mires, Liam. —La voz de Zayn era un tenso susurro—. Vuelve la cabeza y mírame.
Se puso de pie y esperó a que Zayn lo mirara. Esto no era lo que había planeado, pero fue incapaz de parar una vez que el pensamiento había entrado en su cabeza. Le dolía el cuerpo con necesidad, le picaba la lujuria, y latía de deseo prohibido.
No pudo resistir la oportunidad de tener a Liam viéndolo cuando fuera aliviado del deseo construyéndose, y si también proporcionaba a Zayn los resultados deseados, serviría a su propósito para esta sesión.
Las manos de Zayn fueron a la cintura de sus pantalones mientras la mirada de Liam seguía. Poco a poco los dedos liberaron los botones, luego la cremallera. Extendiendo el cuero aparte para mostrar que no llevaba ropa interior, Zayn metió los pulgares en la cintura y empujó sus pantalones. Se inclinó por la cintura, intencionalmente bloqueando la vista de Liam de él mientras se quitaba las botas y sacaba sus pantalones. Antes de enderezarse, Zayn levantó la cabeza y miró a los ojos de Liam. Los ojos cafés que habían oscurecido su color, brillaban con lujuria y necesidad. Zayn vio el cuerpo de Liam sacudirse, la necesidad pasar a ser desesperada. El lenguaje corporal de Liam gritaba sus pensamientos, mientras sus ojos hablaban de sus deseos y esa vista sacudió a Zayn, su pecho estrechándose en la comprensión. En ese instante, supo que las ataduras eran lo único que mantenían a Liam de llegar a él. De llegar a tocarlo. Si Liam fuera libre de moverse, vendría a Zayn, y al diablo con las consecuencias.
Zayn se enderezó, su postura alta. Estaba duro y palpitante, la sangre corriendo hacia su polla. Liam siseó, consiguiendo su primera vista de Zayn completamente desnudo. Sus manos estaban agarrando las ataduras, los nudillos blancos y sus brazos temblaban por el esfuerzo.
Zayn se movió con gracia, sus músculos desplazándose tan suavemente como sus pasos, hasta su silla. Sintió la mirada de Liam moverse con él. Forzando la respiración contenida de sus pulmones, Zayn se sentó sin decir una palabra. El silencio colgaba pesado, el aire imposiblemente grueso con la tensión sexual.
Nunca tan audaz, pero todavía sin poder detenerse, Zayn se agachó y comenzó lentamente a acariciar su polla. Palpitaba en su mano, dolorida por la liberación. Se imaginó que era la mano de Liam tocándolo y obligó a sus ojos a permanecer abiertos para ver la reacción de Liam.
Liam se removió en la cama, mordiéndose el labio inferior, pero no logró silenciar el gemido que escapó. Zayn sabía que con cada cambio del cuerpo de Liam su polla se frotaba sobre el satén, el material sedoso provocaba sus nervios sensibles. Cada movimiento era una molestia, ya que Zayn sabía que la necesidad podría superar al dolor.
—¿Puedes tomar la molestia para conseguir el placer, Liam? —se apretó con más fuerza, sintiendo el flujo de sangre lento haciendo que su polla se hinchara y la cabeza se oscureciera.
Liam cerró los ojos y respiró profundo. Zayn esperó y observó. Después de varios segundos un gruñido se levantó de la garganta de Liam, profundo y primitivo. Abrió los ojos, pero en lugar de reunirse con los de Zayn, miraron a la ingle de Zayn donde su mano todavía acariciaba lentamente.
—Muéstrame, Liam. Muéstrame lo que aguantarás para tu satisfacción. —Zayn trató de mantener la voz firme, pero sonaba sin aliento a sus oídos. Tuvo que ralentizar su ritmo, sin querer venirse antes de que su plan pudiera desarrollarse.
Liam vaciló un momento, mirando la otra mano de Zayn bajar y tirar de sus propias bolas. El cuerpo de Liam temblaba, pero Zayn se hizo esperar con paciencia, con tanta paciencia, a pesar de que su cuerpo quemaba por la liberación. Sus ojos ardían con la observación de Liam, vio el conflicto en sus ojos, y sabía que las emociones del hombre estaban luchando en su interior. Zayn quería que Liam hiciera esto porque quería hacerlo, no porque se le ordenara. Tenía que saber hasta qué punto Liam estaba dispuesto a llegar.
Liam se empujó hacia el pie de la cama tanto como las cuerdas le permitieran, lo que realmente no era mucho en absoluto. Luego, tomando una respiración profunda, empezó a mover su cuerpo, deslizándolo hacia arriba y hacia abajo en la cama, consiguiendo la posición correcta. Con cada empuje hacia arriba Zayn veía que hacía una mueca de dolor, la cuerda tirando de las bolas de Liam, disparando dolor en todo su cuerpo.
—Liam —Zayn respiró cuando su ritmo se aceleró. Sabía que el malestar era grande cuando Liam se mantuvo a la par con su ritmo, pero sabía que Liam logró viajar en el dolor cuando el placer de pronto cubrió su rostro y gruñidos fluían libremente de sus labios entreabiertos. Ninguno de los hombres cerró los ojos, cada uno mirándose al otro.
—Eso es, Liam —alentó Zayn, su voz apenas un susurro cuando su propio cuerpo se apretó, pero se las arregló para mantenerse a raya. Tenía que escuchar a Liam, tenía que ver cuándo el orgasmo lo reclamara.
El cuerpo de Liam comenzó a temblar, su ritmo llegó a ser frenético y abrupto mientras su cuerpo exigía la liberación. Gritó, luchando por respirar, sus caderas moliéndose duro en la cama mientras se corría.
Zayn gruñó en respuesta, finalmente incapaz de contenerse por más tiempo, arrojando su espesa carga en su estómago.
Sólo el sonido de sus respiraciones trabajosas y el fuerte olor a semen llenaba el aire. Zayn se levantó, con las piernas temblorosas. Entró en el cuarto de baño sin decir una palabra y se limpió. Antes de salir, se miró en el espejo y se sorprendió de la vista. La oscuridad debajo de sus ojos que había estado construyéndose la semana pasada se había aclarado.
Tenía el pelo revuelto, la longitud enmarcando su rostro haciéndolo parecer más joven, y sus ojos tenían un brillo en ellos que no recordaba haber tenido antes. La tensión dolorosa en el cuello y los hombros se había aflojado, mientras su cerebro estaba un poco menos opaco que antes de la llegada de Liam.
En silencio se reprendió por dejar que su cuerpo se hiciera cargo de tal manera delante de un cliente. Nunca se había expuesto a un cliente antes, y mucho menos había tenido un orgasmo delante de uno. Sin embargo, no podía discutir con los resultados. La tensión que había ido creciendo desde la primera cita de Liam había sido maravillosamente aliviada, pero ya podía sentir a su cuerpo ansiando más.
Acariciando el pelo de su cara, Zayn volvió a entrar en la sala principal. Tenía que salir de aquí. Rápidamente se puso los pantalones y se dirigió a Liam, que descansaba con los ojos cerrados. Su respiración se había estabilizado. Zaym se arrodilló junto a la cama con la intención de liberar sus ataduras, pero la serenidad en el rostro de Liam atrajo a Zayn más cerca. Sin pensarlo se inclinó y dejó un ligero beso en los labios entreabiertos de Liam.
Liam abrió los ojos, sin retroceder de Zayn, pero bloqueando miradas con él. Los ojos cafés de Liam se habían aclarado de nuevo, pero esta vez vio algo diferente en ellos. Lo que vio en aquellas profundidades azules lo asustó. Era una mirada que nunca había esperado, ni sabía cómo manejar. Nadie lo había mirado nunca de tal manera.
Zayn se dio la vuelta, sus entrañas temblando. Rápidamente liberó a Liam, colocando todas las cuerdas y herramientas en una caja cercana.
—Siéntete libre de utilizar la ducha antes de vestirte. No te preocupes por las sábanas. Volveré en breve —dijo Zayn rápidamente antes de salir de la habitación.
Se apoyó contra la puerta tratando de calmar su corazón que latía con fuerza. Imágenes de Liam en la ducha invadieron su mente, haciéndolo apretar los ojos fuertemente cerrados.
—No, no, no. Fuera de mi cabeza —gritaba, tratando de pensar en otra cosa que no fuera Liam desnudo con agua deslizándose por las curvas de su musculoso cuerpo.
Liam lentamente se levantó, sus músculos amenazando con calambres después de toda la tensión y la presión. Sintiendo la fría rigidez, miró hacia abajo y vio el resultado de su orgasmo.
—¿Qué diablos está pasando? —preguntó Liam a la habitación vacía. No podía creer lo que estaba haciendo. ¿Por qué, por enésima vez, estaba permitiendo que este hombre lo controlara? ¿Por qué esa única mirada a esos ojos oscuros hizo debilitarse sus rodillas, lo hizo estar dispuesto a darle lo que exigía? Ni siquiera Niall había forjado tal respuesta en él. ¿Qué era tan diferente con Zayn?
Fue al baño y comenzó la ducha, esperando que se calentara. Sus pensamientos vagaban mientras veía el agua apresurarse por el conducto. Tenía una buena vida, se reiteró a sí mismo. Sus padres eran estupendos y habían aceptado que fuera gay. Tenía un buen trabajo haciendo algo que le gustaba y tenía grandes amigos. ¿Qué más podía querer de la vida?
Debajo de toda la racionalización, lo sabía. Amor y confianza. Había sido herido y traicionado tantas veces, que se negó a permitir que nadie se acercara a su corazón de nuevo. No quería pensar en Niall, pero una vez que sus pensamientos empezaron por ese camino, fue difícil de detener. Liam se sorprendió al encontrar que, por primera vez, la idea del hombre no trajera un dolor agudo en el pecho. Por primera vez en mucho tiempo, su corazón no se sentía como si estuviera siendo arrancado de su cuerpo. Sólo había un dolor sordo, por una pérdida de tiempo atrás, pero nada más.
Fue sólo cuando Liam pensaba en Zayn que su cuerpo respondía con una sensación de hormigueo en la ingle, una aceleración de su pulso, y una sonrisa tirando de sus labios.
Se metió en la ducha y dejó que el agua lo invadiera. ¿Cuándo había ocurrido todo esto? ¿Cuando su corazón había sanado? ¿Fue antes de conocer a Zayn? Metiendo la cabeza bajo el torrente de agua, Liam apoyó los brazos contra la pared y dejó escapar un suspiro. Había disfrutado de la anticipación de ver a Zayn. Había tenido placer cuando se dio cuenta de que Zayn estaba influenciado por sus sesiones y disfrutaba del hecho de que, tan controlado como Zayn se suponía que era, él pudiera afectar a un hombre así.
Definitivamente hubo un cambio durante la sesión de hoy. Algo había cambiado entre ellos. Sabía por Eleanor que Zayn era un fanático del control, que su voluntad era fuerte como el acero. Ese beso... sólo el más ligero de los besos había demostrado a Liam que el control de Zayn podría echarse a perder. Zayn era humano. Tenía sentimientos y necesidades, como todos los demás. Y, Liam se dio cuenta, quería satisfacer esas necesidades y calmar esos sentimientos. No sabía cómo ni cuándo, pero algún día lo haría.
Cuando salió del cuarto de baño, Zayn estaba ahí de pie esperando. Liam era incapaz de moverse cuando Zayn lo examinaba. Liam sólo llevaba una toalla alrededor de sus caderas, su ropa todavía junto a la cama donde la había puesto. De repente se sintió completamente al descubierto, a pesar de la toalla.
Sin decir una palabra, Zayn se acercó a él y tiró de la toalla de su cintura. Liam inhaló por la sorpresa, sin ver lo que Zayn tenía en la mano. Zayn levantó un objeto púrpura de forma extraña. Se veía como una especie de consolador deformado.
La punta era delgada, pero el cuerpo se ensanchaba más ampliamente, seguido por un tipo de copa de succión en la parte inferior. Correas se extendían desde la parte inferior del dispositivo.
—¿Alguna vez has utilizado un tapón anal, Liam?
El estómago de Liam se dio la vuelta nerviosamente, con las manos temblando. Negó con la cabeza.
—No, señor.
—No tengas miedo. Voy a usar uno pequeño. —Zayn dio la vuelta al tapón para que Liam pudiera ver sus diferentes dimensiones—. Quiero que continúes con nuestras reglas este fin de semana, Liam. Nada de masturbación, nada de orgasmos.
—Sí, señor. —Liam no podía apartar sus ojos del tapón púrpura brillante.
—Voy a poner esto dentro de ti y quiero que lo uses hasta mañana por la mañana. Puedes quitártelo durante el día, pero espero que lo vuelvas a insertar a esta hora mañana. Lo mismo se aplica para el domingo. Cada vez que lo sientas moverse dentro de ti, quiero que pienses en mí. Liam se estremeció. Como si necesitara recordatorios para pensar en Zayn.
—Acuéstate en la cama para que tus piernas cuelguen —instruyó Zayn.
El estómago de Liam dio un vuelco con una mezcla de excitación y alarma mientras se acercaba a la cama. Esto, como todas las otras cosas que Zayn le había hecho, era nuevo y no tenía ni idea qué esperar de ello.
—Esto requerirá una buena cantidad de lubricante para que no te hagas daño. También puede ser un poco incómodo al principio, pero a medida que los músculos se adapten a él, será capaz de funcionar bien.
Liam dejó escapar un suspiro cuando sintió el frío del lubricante siendo extendido alrededor y dentro del culo. Zayn tenía razón cuando dijo que usaría un juguete pequeño. Liam había tenido pollas más grandes en el culo que el tapón.
Sin embargo, tuvo que obligar a su cuerpo a relajarse cuando sintió la punta en su apertura.
—Relájate.
El juguete lentamente empujó hacia adentro, más allá de sus músculos y se instaló en su lugar.
—Puedes levantarte ahora.
Liam lentamente se levantó de la cama, con el cuerpo rígido y muy consciente de que el tapón estaba dentro de él. Zayn se acercó y comenzó a tirar de las correas alrededor de su cintura y una entre las piernas, el cuero que yacía junto a su polla y sus pelotas.
—Esto te ayudará a seguir. —Abrochó las correas juntas bajo el ombligo de Liam—. Si sientes como si estuviera frotando incómodamente después de un par de horas de estar dentro, no dudes en quitarlo y agregar más lubricante. Tu cuerpo finalmente lo absorberá.
—Sí, señor —Liam se apagó cuando su polla comenzó a sentir un hormigueo. La única vez que había tenido algo en su culo fue durante el sexo. Esta era una experiencia completamente nueva.
Liam tomó el tubo de lubricante que Zayn le ofrecía.
—Ah, y una última cosa. —Zayn rebuscó en el bolsillo y sacó un anillo de plata. Se veía como un pendiente... o un anillo del vientre que había visto llevar a las mujeres. Zayn separó las dos bolas pequeñas que se tocaban un poco y deslizó su pezón derecho entre ellas. Antes de que Liam pudiera preguntar qué estaba haciendo, Zayn empujó los extremos juntos.
—¡Joder! —exclamó a Liam cuando un dolor lo rasgó.
Zayn dio un paso atrás y sonrió.
—Eso se ve bien. —Sus ojos se encontraron con los de Liam—. Mantén eso el fin de semana también.
Al salir del Corazón del Ángel, Liam se sentía malicioso. Estaba teniendo una atrevida experiencia sexual en público y seguía sin entender nada.
He aqui doble capitulo ojala les gustee y no dejen de comentar
bye y muchos besos
Zayn quería mantener su siguiente sesión con Liam lo más simple posible. Después de que Liam se desnudara y asumiera su pose sumisa, Zayn se sentó en su silla y admiró al hombre. Zayn sabía que estaba pisando un terreno peligroso después de lo ocurrido durante su última sesión. Sabía que su control era frágil. Sabía que tenía que pasar a Liam a otro Dominante, pero Zayn no podía negarse a sí mismo la presencia de Liam, no importaba lo mucho que odiara que sus defensas cayeran cuando Liam estaba cerca.
Así que Zayn se sentó en silencio y miraba. Su mirada recorría el cuerpo de Liam con apreciación. Todavía recordaba la sensación de Liam presionando contra él, la forma en que el corazón de Liam se había apresurado con su toque, y lo caliente que la piel de Liam había estado en contra de su boca. Zayn se movió en su asiento, ajustando su ya endurecida polla cuando imágenes de dos días antes se repetían en su cabeza. Sus dedos se clavaron en el brazo de la silla, manteniéndolo anclado a ella, la necesidad de ir a Liam brotaba desde lo más profundo. Le asombraba que las imágenes y el deseo aún estuvieran frescos después de dos días. Nadie había tenido ese efecto en él.
A medida que el silencio perduraba, Zayn miró a su cliente y lo vio cambiar un poco. Zayn no podía mantener la mirada de los brazos de Liam, sus músculos ondeando débilmente bajo la piel lisa. El calor explotó en la ingle de Zayn a la vista y se tragó el gemido creciente en la garganta.
Sabiendo que era muy mala idea, pero incapaz de resistir, Zayn se levantó de su silla y se acercó a Liam. Tomando varias respiraciones profundas, trató de enfriar la reacción de su cuerpo al hombre arrodillado.
Funcionó..., pero sólo un poco, sólo lo suficiente para que Zayn se arrodillara delante de él, apenas conteniéndose a sí mismo de arrastrar a Liam con él.
El silencio continuó, con sólo el golpeteo fuerte de su corazón rompiéndolo. Dejó que su mirada vagara sobre el cuerpo de Liam. Le gustaba cómo su piel estaba bronceada, pero no demasiado oscura. Era como si Liam fuera besado por el sol, dándole la cantidad perfecta de color, una hazaña difícil de lograr viviendo en la ciudad. Liam era un poco más bajo que él, pero lo compensaba en mayor medida que su cuerpo lucía músculos definidos en cada extremidad y un sistema perfecto de abdominales. Zayn dejó que el olor del otro hombre provocara a su nariz, inhalando la fragancia almizclada.
Dejó que su mirada finalmente cayera en la ingle de Liam. Estaba contento de encontrar al hombre casi duro. Hubo un ligero temblor en el cuerpo de Liam. ¿Estaba pensando en su última sesión? ¿Estaba Liam afectado por ella como él? ¿Había Liam pensaba en eso día y noche, como lo había hecho él? Zayn no lo sabría a menos que preguntara, pero la verdad es que no quería ir ahí hoy. Su control era demasiado frágil para explorar esa posibilidad.
Extendió una mano y la pasó por el pelo de Liam, la suavidad deslizándose entre sus dedos. Sus ojos se quedaron en la polla de Liam; estaba encantado de encontrarla crispándose y cada vez más dura cuando lo tocaba. Oyó un suave suspiro y observó la forma rígida de Liam relajarse sólo una fracción, como si su caricia fuera relajante. No hizo más que acariciar el cabello de Liam, deteniéndose sólo cuando Liam estaba completamente erecto, su grosor palpitando.
Zayn puso su mano bajo la barbilla de Liam. Con el más suave empuje, su cabeza se levantó y sus ojos se encontraron.
Claramente vio la lujuria ardiente en el fondo de los magníficos ojos de Liam. Su pregunta fue respondida, pero Zayn no estaba seguro de si debía estar estático o perturbado.
—Háblame del trabajo. —La voz de Zayn era suave, la falta de respiración oculta. Podía sentir su dura polla presionando contra los confines de sus pantalones vaqueros. Todo lo que Liam tenía que hacer era mirar hacia abajo para ver que Zayn estaba en la misma condición en que él estaba.
—Um... trabajo... ¿Señor? —las cejas de Liam se juntaron en confusión.
El cuerpo de Liam estaba tenso, rígido, con la necesidad, y claramente anhelante de deseo. Por la forma en que sus palabras se tambaleaban, Zayn sabía que la mente de Liam estaba involucrada con la lujuria. Lo había visto demasiadas veces para no conocer los signos.
—Sí, Liam. —Zayn quería decir su nombre. Rodaba tan suavemente a través de su lengua—. Dime qué es lo que haces. —Ya sabía que Liam era un entrenador físico, la razón de su musculoso cuerpo.
Liam respiró hondo antes de hablar. A Zayn le divertía que le llevara a Liam dos intentos antes de que su voz fuera lo suficiente clara y firme como para hablar. Mantuvo contacto visual cuando Liam pasó los siguientes quince minutos contándole sobre su trabajo en un gimnasio cercano. Zayn sólo hablaba para hacer preguntas cuando los pensamientos de Liam se quedaban atrás. El único contacto que tenían era la parte de la mano de Zayn levantando la cabeza de Liam.
Escuchaba cada palabra que Liam decía. No es que le importara mucho acerca de lo que hiciera para ganarse la vida, sino más para escuchar el suave sonido de su voz.
El tono, no demasiado profundo, más bien el de un tenor que un ligero sonido estridente. Zayn no podía evitar ser arrullado por el sexy sonido.
Retiró su mano y la cabeza de Liam bajó. Sus ojos se desviaron hacia abajo y encontró que Liam se había quedado duro a través de todas las conversaciones de distracción. Estaba muy emocionado por la respuesta de Liam. Antes de que pudiera detenerse, Zayn se inclinó hacia adelante y le dio un beso en la parte superior de la cabeza de Liam.
—Muy bien. Eso es todo por hoy. Nos vemos el viernes. —Zayn se levantó y salió de la habitación antes de que su control se quebrara totalmente y luego hizo algo realmente estúpido... como lo que había hecho en la sesión del lunes. Se apoyó contra la puerta un momento para recuperar el aliento, lo que permitió a su pecho subir y bajar por primera vez desde que Liam había entrado en su habitación. Apartándose, caminó por el pasillo.
Zayn entró en la oficina de Eleanor y se dejó caer en la silla frente a su escritorio. Ella levantó la vista de los papeles esparcidos por la superficie. Sabía lo mucho que realmente odiaba todo el papeleo que conllevaba el negocio, pero alguien tenía que hacerlo. Una vez había tratado de pasarle la responsabilidad a él, pero lo había rechazado con vehemencia. Era bueno no ser el propietario de la empresa.
Eleanor sonrió.
—Hey. —La sonrisa se desvaneció lentamente cuando él no le devolvió la sonrisa—. ¿Estás bien?
Aspiró profundamente y se pasó la mano por el oscuro pelo.
—No, no lo estoy. No sé qué demonios estoy haciendo.
Ella hizo a un lado los papeles y volvió su completa atención a él.
—¿Qué pasa, Zayn?
—Es Liam. No puedo... —Zayn gruñó en agitación, removiéndose en su silla, incómodo. Si no podía hablar con su mejor amiga, ¿cómo podía ayudarlo? Él seguro como el infierno que no podía averiguar qué hacer.
Eleanor levantó una ceja preguntando. Echó un vistazo a su reloj. Las comisuras de sus labios se movieron, casi como si estuviera reprimiendo una sonrisa.
—Acabas de terminar una sesión con Liam. —Era una afirmación, no una pregunta. Se inclinó hacia adelante en su escritorio, con la barbilla apoyada en la mano.
—Sí —gruñó con frustración. Todavía tenía una furiosa erección y era cierto que el alivio no estaba a la vista—. Mi control se hace añicos cuando él está cerca —confesó. Zayn se levantó y empezó a pasearse por la pequeña oficina. —Tan pronto como entra, mi cuerpo me traiciona. Hace cosas que no quiero que haga. ¡Mírame! —Él se detuvo frente a su escritorio, alargando las manos a sus costados, de modo que tuviera una visión clara de él. Ella bajó la mirada hacia su ingle y podría haber jurado que sus labios se retorcieron otra vez. ¿Encontraba esto divertido? Él no creía que lo fuera. Sólo la idea de que Liam lo excitara. Iba más allá de frustrante.
Zayn se inclinó sobre la mesa, con los brazos acogiendo su peso.
—He pasado años disciplinándome yo mismo, manteniendo el control. Incluso al principio, nunca estuve tan verde. Nunca ha sido tan... ¡maldita sea! —Empujó la mesa y empezó a caminar de nuevo—. Un hombre y todo se va al infierno. Años de control destruido con una sola mirada de sus magníficos ojos cafés.
Eleanor se recostó en su silla, sus uñas golpeando el labio inferior.
—¿Qué? —preguntó, deteniéndose frente a su escritorio de nuevo.
—No te he visto tan nervioso desde la noche en que te ofrecí un trabajo aquí. —Ella dejó escapar una pequeña risita—. De lo más entretenido.
Zayn golpeó las manos sobre el escritorio.
—Esto no pretende ser entretenido, Ele. Estoy en una situación real. Necesito un consejo.
—¿Te gusta estar solo, Zayn?
Él la miró, confundido. ¿Qué es lo que tenía que ver con su problema?
—¿Te gusta? —presionó ella.
¿Qué podía decir? Por supuesto que odiaba estar solo. Pero había estado solo desde que era un niño. Eleanor era su única relación cercana. Amantes una vez, ahora los mejores amigos.
—No veo qué tiene eso que ver con Liam.
—Respóndeme, Zayn. ¿Te gusta estar solo?
Zayn odiaba el hecho de que Eleanor lo conociera tan bien. Ella se daba cuenta de que odiaba estar solo, pero era la única vida que conocía.
Si permanecía distante de los demás, entonces no podía salir herido, ¿verdad? No podía decepcionar a nadie. No habría nadie que lo dejara o traicionara. Pero Eleanor iba a hacerlo decirlo.
La expresión de Zayn se deslizó en una máscara distante y desinteresada que usaba con sus clientes.
—No, no —admitió.
—¿Liam te excita más allá de la razón, a pesar de tu control? —preguntó ella, cerrando miradas con él.
Él se irguió y se pasó una mano nerviosa por el pelo.
—Sí —respondió con sinceridad. Él y Eleanor nunca se habían mentido el uno al otro, sin importar el tema. No iba a empezar ahora.
Ella se encogió de hombros.
—Déjalo. —Su tono era plano, sin emociones—. Pásaselo a otra persona. ¿Dale, tal vez?
Sus ojos se abrieron con sorpresa. Esto era lo último que esperaba oír de ella. Su impacto fue tan grande que era como si le hubiera dicho que cortara su pene.
Zayn sacudió la cabeza lentamente.
—No, no puedo hacer eso. Nunca he renunciado a algo sólo porque fuera difícil. —Y el pensamiento de otra persona tocando a Liam hizo que su pecho se contrajera. Liam era suyo. No podía soportar tener a Liam debajo de la norma de otro.
—No, nunca lo has hecho. Eres un alma fuerte, Zayn. Lo vi la primera vez que nos conocimos. Esa noche, cuando estabas parado en la esquina de la calle luciendo como un niño asustado. Pero fue la fuerza en tus ojos lo que me atrajo de ti. Eso me dijo en qué clase de persona te convertirías.
—¿Y qué clase de persona es esa, Ele?
Ella sonrió.
—Un hombre que ha conocido el dolor, el abuso, y no es ajeno al sufrimiento, pero que se ha convertido en un ser sensual, lleno de compasión, todavía con vulnerabilidades que se esconde de quienes lo rodean.
Zayn una vez más estaba sorprendido por sus palabras. Su idea de sus emociones era abrumadora y predecible. Daba miedo a veces cómo ella lo hacía.
Suspiró.
—Averiguaré la manera de lidiar con esto. Siento molestarte con esto.
Eleanor se puso de pie y caminó alrededor de su escritorio.
—No molestas en absoluto. —Ella lo besó brevemente en los labios—. Esta cosa con Liam no es algo con la que puedas tratar, Zayn. Es algo que te consume y te da una pequeña oportunidad para someterte. Ya no eres más el Maestro, sino el esclavo.
No estaba seguro de lo que quería decir, pero Elenor era a menudo así. Dando consejos que no tenían mucho sentido hasta que te golpeaban en la cara.
—Buenas noches, Ele. —Sin saber qué más decir, se fue. Estaba más confundido que antes de verla.
Louis finalmente levantó la vista de su vídeo-juego hacia su compañero de cuarto. Liam había entrado en el apartamento cinco minutos antes y se sentó en el sofá, pero aún tenía que decir una palabra.
—¿Estás bien, amigo? Te ves como el diablo.
—Gracias —murmuró Liam con tristeza. Suspiró y se quedó mirando la pantalla del televisor—. Dime otra vez ¿por qué me estoy tomando tiempo para ir a ver a Zayn tres veces a la semana?
Louis se encogió de hombros.
—No lo sé. Nunca me diste esa información a mí. ¿Quieres decirme ahora por qué? —Louis hizo una pausa a su juego y miró a Liam.
—No lo sé. —La irritación de Liam sonaba claramente en su voz—. Es solo que a veces, me siento tan frustrado cuando él está cerca... bueno, maldita sea, no lo sé. Me confundo y parece que no puedo controlarme. No sé si sentirme enojado con él por hacérmelo a mí o... —Su voz se desvaneció.
Louis se volvió y comenzó su juego de nuevo; los sonidos electrónicos y explosiones llenaron el aire.
—Tengo una solución simple.
—Sí, ¿cuál?
—Deja de ir —dijo Louis con su voz plana.
Detuvo el juego de nuevo y volvió a mirar a Liam cuando no respondió. Parecía como si sólo le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Su rostro había palidecido y miraba a Lou como si le hubieran crecido dos cabezas.
—¿Qué? —preguntó Louis con la ceja levantada.
Liam se levantó del sofá y se dirigió a su habitación.
—No eres de mucha ayuda.
Louis esperó hasta que Liam estuvo en su habitación antes de coger el teléfono y marcar un número demasiado familiar.
—Hey, cariño. Sí, ya sé que acordamos que te dejaría en paz para ponerte al día con un poco de trabajo, pero esta noche tenemos que hablar. ¿Puedo ir? —Louis sonrió—. Sí, sobre eso. Estaré ahí en unos minutos. —Colgó, cogió las llaves y se fue.
Capítulo Siete
El viernes no llegó lo suficientemente pronto para Zayn. La espera y la ansiedad crispaban sus nervios. Había estado malhumorado e impaciente desde que dejó a Liam el miércoles. Había pensado que podría relajarse, sacarse los pensamientos del otro hombre de su cabeza, pero a Zayn le resultaba casi imposible hacerlo. Estaba distraído y tenía problemas para concentrarse en sus otros clientes. Por primera vez en su carrera, tuvo problemas para darles toda su atención y, a menudo redujo el tiempo para no arremeter contra ellos. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando llegó el golpe en su puerta, pero tenía la sensación de que esta sesión, al igual que las otras antes, no saldrían como estaba previsto.
Permitió que Liam entrara en su habitación y le hizo quitarse toda su ropa como antes. Zayn se apoyó contra la pared cerca de la ventana. Llevaba una máscara inexpresiva y se esforzó por no estar demasiado interesado en las acciones de Liam mientras se desvestía. Tal vez hablar desviaría su atención. Rompió el silencio.
—¿Tuviste algún sueño más, Liam?
Las manos de Liam flaquearon un poco ante la pregunta.
—Sí, señor —admitió, casi con timidez.
—¿Me incluían a mí? —¿Estaba Liam tomando más tiempo de lo habitual para desabrocharse la camisa, o era sólo su imaginación?
—Sí, señor. —Por fin se abrió la camisa y Zayn pudo vislumbrar en el suave y definido pecho.
—¿Te importaría contarme uno?
Su aliento quedó atrapado cuando la camisa se deslizó del cuerpo de Liam. A pesar de que había visto varias veces la parte superior del cuerpo de Liam, nunca dejaba de causar la misma reacción en él. Hizo que la mano de Zayn picara por tocar a Liam. Deslizar los dedos por todo el cuerpo de Liam.
Liam se detuvo después de desabrochar sus vaqueros. ¿Fue a propósito? ¿Sabía cuánto se veía afectado Zayn sólo por la vista de él? ¿Estaba provocándolo a propósito? ¿Tenía Liam la menor idea de la frustración que causaba a Zayn con cada segundo de su presencia? Se sentía como un adicto en busca de su próxima dosis y encontrando que sólo Liam podría quitarle el ansia.
—No, señor —admitió Liam.
Su honestidad era refrescante. Sabía que si le hubiera dicho a Liam que le contara acerca de los sueños, lo habría hecho. Pero Zayn le había preguntado a Liam esta vez. Zayn sintió la necesidad de respetar los deseos de Liam, aunque no sabía por qué.
Su miembro se endureció al ver a Liam deshacerse del resto de su ropa. Se había puesto los pantalones de cuero negros que sabía que a Liam le gustaban, para provocarlo, para darle algo con lo que fantasear el fin de semana, pero no había pensado en la opresión que resultaría una vez que creciera la excitación. Tragó un gemido de incomodidad cuando Liam se volvió hacia él, desnudo, y la polla estimulada.
Zayn instruyó a Liam que se tumbara boca abajo sobre la cama, con los brazos sobre la cabeza y las piernas separadas. Usando cuerdas suaves, pero robustas Zayn ató las muñecas y los tobillos de Liam cada uno a un poste de la cama. Sacó varios elementos de un cajón de la mesita de noche y se arrodilló entre las piernas de Liam.
—Levanta tus caderas —dijo Zayn suavemente. Rara vez tenía que usar una voz fuerte y autoritaria con Liam, cuando el hombre con impaciencia hacía lo que se le pedía, por lo general la primera vez.
Liam levantó su cuerpo visiblemente rígido cuando Zayn tomó su polla en la mano y la reposicionó, apuntando hacia los pies. Zayn sabía que esta posición provocaba malestar a Liam debido a que su polla comenzaba a llenarse de sangre. Se dio cuenta de que Liam se mordió el labio, ¿tal vez para controlar la queja inicial? Zayn empujó hacia abajo sobre sus caderas para que bajara su cuerpo y disfrutar del gruñido que salió de la garganta de Liam. Sabía que venía de su agitación cuando su peso presionó en su polla endurecida.
Cuidadosamente colocó un separador de bolas encima de Liam, entonces unió un pedazo largo de cuerda de nylon al mismo. Tiró de la tensa cuerda antes de atar el otro extremo al pie de la cama. Tomando un momento para observarlo, Zayn vio lo rígido que estaba su cuerpo y lo lenta que era su respiración.
—Levanta de nuevo.
Liam no vaciló, pero tan pronto como sus caderas se levantaron jadeó y se detuvo. Zayn sabía que el dolor era por el movimiento de la cuerda de nylon tirando duramente en sus bolas. Zayn suavemente reposicionó el pene de Liam para que fuera más cómodo tumbarse, señalando a su pecho. Zayn no podía ignorar lo duro que Liam había estado y estaba complacido de que el dolor no hubiera causado que su polla disminuyera. Una vez más empujó hacia abajo en las caderas de Liam, deseando que bajara de nuevo a la cama. Liam dejó escapar un agradecido suspiro una vez que el tirón en sus bolas se sintió aliviado.
Zayn frotó suavemente su mano sobre la espalda baja de Liam.
—¿Estás bien?
—Sí, Señor. —La voz de Liam era apretada.
Zayn se inclinó hacia adelante, con los brazos a cada lado de Liam apoyando su peso, y habló en voz baja al oído.
—Vamos a hacer una pequeña prueba. Quiero ver qué tipo de tolerancia tienes para la incomodidad, y quiero ver cuál es tu reacción a ella.
Zayn se había quitado la camisa antes de llegar a la cama y ahora dejó que su pecho desnudo descansara sobre la espalda de Liam, piel sobre piel. Bajó sus caderas hacia las de Liam, hasta que su bulto se encontraba descansando entre las nalgas de Liam. Una vez más, Zayn empujó suavemente sus caderas hacia abajo, luego cambió arriba y oyó la pronunciada inhalación de Liam para respirar. El movimiento había provocado que el cuerpo de Liam cambiara de posición, ejerciendo presión sobre sus bolas.
—Creo que tu control es deficiente. —Zayn empujó otra vez, y Liam jadeó más fuerte en el malestar—. Pero creo que tu tolerancia para el malestar podría ser muy alta... si te animas a conseguir lo que buscas. —Provocó de nuevo, obteniendo un gemido ahogado a cambio. Sabía por experiencia que sus acciones no estaban causando excesivo dolor o daño a Liam, por lo que continuó con su plan.
—Vamos a probar otra cosa.
Zayn se levantó a regañadientes del cuerpo de Liam. Tenía ganas de quitarse los pantalones y meter su dura polla despiadada y profundamente en el hermoso culo expuesto de Liam, quería hacer que el hombre se retorciera debajo de él. Quería poseer al hombre que yacía en la cama, quería poner a Liam tan salvaje de deseo que sólo pudiera rogar por más.
La imagen fue intensa, haciendo que Zayn se estremeciera.
Zayn sacudió los pensamientos de su mente y sacó un látigo de nueve colas. Acarició ligeramente la espalda de Liam con sus longitudes fuertemente anudadas, sonriendo ante el temblor que sacudió el cuerpo de Liam. Los músculos de los brazos de Liam se apretaron visiblemente mientras sostenía sus ataduras tan tensas que sus nudillos se pusieron blancos. La respiración de Liam sonó fuerte en la habitación, ya que se hizo más rápida y menos profunda.
—¿Alguna vez has sido azotado? —preguntó Zayn, dejando que las puntas bailaran sobre la suave piel bronceada que estaba a su merced.
—No, señor. —Liam tragó saliva, su culo apretándose al sentir el látigo.
Zayn levantó el látigo y observó el culo de Liam relajarse brevemente antes de apretarse de nuevo ya que se preparaba para el impacto del golpe del látigo. A Zayn le divirtió cuando Liam saltó y dejó escapar una respiración rápida cuando las puntas ligeramente tocaron el pie. Utilizó las puntas para rozar su pierna, por encima de su culo, y por la otra pierna. Zayn se aseguró que su paso fuera lento y tortuoso, haciendo a Liam moverse y gemir suavemente.
Liam levantó la cabeza para ver a Zayn, viendo si podía anticipar el golpe que seguramente caería.
—Estate quieto —ordenó Zayn, empujando su cabeza hacia abajo de la cama. Liam obedeció, para placer de Zayn. Vio que cada músculo se tensaba y se ponía rígido; sabía que cada nervio estaba de punta mientras Liam esperaba en la incertidumbre de la llegada del golpe del látigo.
Zayn continuó sus provocaciones, rozando las puntas de cuero estratégicamente sobre la espalda de Liam, luego bajó sus brazos y sus piernas antes de barrer a través de su culo.
Observó, fascinado, cómo el cuerpo de Liam alternativamente se tensaba y relajaba, con cada cambio de movimiento. Por los músculos moviéndose nerviosamente, Zayn vio que Liam se estaba conteniendo. Sabía lo sensual que el cuero se podía sentir en todo el cuerpo y cómo una persona reaccionaría a tal sensación. Sabía que Zayn estaba tratando de evitar que su cuerpo se retorciera bajo el cuero, pero cada movimiento traía presión a sus bolas.
Perfecto, pensó Zayn, mientras levantaba el látigo y lo bajaba con fuerza en el culo de Liam.
—¡Joder! —gruñó Liam con los dientes apretados. La picadura y la sorpresa del cuero, le había hecho saltar, a su vez, tirando con fuerza de sus bolas.
La satisfacción corría a través de Zayn, sabiendo que su tortura elegida obtuvo la reacción que deseaba. Bajó el látigo cuatro veces más hasta que la carne estaba de color rosa y Liam estaba moviéndose dentro de sus cadenas y gimiendo, pero ni una vez quejándose. Zayn sabía que si se hacía de la manera correcta el dolor se convertía en placer, y eso era exactamente lo que estaba ocurriendo, a juzgar por la reacción de Liam.
Zayn se inclinó hasta que sus labios estaban al lado de la oreja de Liam. Movió la lengua en el lóbulo de Liam y sintió su propio cuerpo temblar de deseo mientras sus sentidos fueron asaltados de nuevo con el olor y el sabor de Liam.
—Quiero que me mires, Liam. —La voz de Zayn era un tenso susurro—. Vuelve la cabeza y mírame.
Se puso de pie y esperó a que Zayn lo mirara. Esto no era lo que había planeado, pero fue incapaz de parar una vez que el pensamiento había entrado en su cabeza. Le dolía el cuerpo con necesidad, le picaba la lujuria, y latía de deseo prohibido.
No pudo resistir la oportunidad de tener a Liam viéndolo cuando fuera aliviado del deseo construyéndose, y si también proporcionaba a Zayn los resultados deseados, serviría a su propósito para esta sesión.
Las manos de Zayn fueron a la cintura de sus pantalones mientras la mirada de Liam seguía. Poco a poco los dedos liberaron los botones, luego la cremallera. Extendiendo el cuero aparte para mostrar que no llevaba ropa interior, Zayn metió los pulgares en la cintura y empujó sus pantalones. Se inclinó por la cintura, intencionalmente bloqueando la vista de Liam de él mientras se quitaba las botas y sacaba sus pantalones. Antes de enderezarse, Zayn levantó la cabeza y miró a los ojos de Liam. Los ojos cafés que habían oscurecido su color, brillaban con lujuria y necesidad. Zayn vio el cuerpo de Liam sacudirse, la necesidad pasar a ser desesperada. El lenguaje corporal de Liam gritaba sus pensamientos, mientras sus ojos hablaban de sus deseos y esa vista sacudió a Zayn, su pecho estrechándose en la comprensión. En ese instante, supo que las ataduras eran lo único que mantenían a Liam de llegar a él. De llegar a tocarlo. Si Liam fuera libre de moverse, vendría a Zayn, y al diablo con las consecuencias.
Zayn se enderezó, su postura alta. Estaba duro y palpitante, la sangre corriendo hacia su polla. Liam siseó, consiguiendo su primera vista de Zayn completamente desnudo. Sus manos estaban agarrando las ataduras, los nudillos blancos y sus brazos temblaban por el esfuerzo.
Zayn se movió con gracia, sus músculos desplazándose tan suavemente como sus pasos, hasta su silla. Sintió la mirada de Liam moverse con él. Forzando la respiración contenida de sus pulmones, Zayn se sentó sin decir una palabra. El silencio colgaba pesado, el aire imposiblemente grueso con la tensión sexual.
Nunca tan audaz, pero todavía sin poder detenerse, Zayn se agachó y comenzó lentamente a acariciar su polla. Palpitaba en su mano, dolorida por la liberación. Se imaginó que era la mano de Liam tocándolo y obligó a sus ojos a permanecer abiertos para ver la reacción de Liam.
Liam se removió en la cama, mordiéndose el labio inferior, pero no logró silenciar el gemido que escapó. Zayn sabía que con cada cambio del cuerpo de Liam su polla se frotaba sobre el satén, el material sedoso provocaba sus nervios sensibles. Cada movimiento era una molestia, ya que Zayn sabía que la necesidad podría superar al dolor.
—¿Puedes tomar la molestia para conseguir el placer, Liam? —se apretó con más fuerza, sintiendo el flujo de sangre lento haciendo que su polla se hinchara y la cabeza se oscureciera.
Liam cerró los ojos y respiró profundo. Zayn esperó y observó. Después de varios segundos un gruñido se levantó de la garganta de Liam, profundo y primitivo. Abrió los ojos, pero en lugar de reunirse con los de Zayn, miraron a la ingle de Zayn donde su mano todavía acariciaba lentamente.
—Muéstrame, Liam. Muéstrame lo que aguantarás para tu satisfacción. —Zayn trató de mantener la voz firme, pero sonaba sin aliento a sus oídos. Tuvo que ralentizar su ritmo, sin querer venirse antes de que su plan pudiera desarrollarse.
Liam vaciló un momento, mirando la otra mano de Zayn bajar y tirar de sus propias bolas. El cuerpo de Liam temblaba, pero Zayn se hizo esperar con paciencia, con tanta paciencia, a pesar de que su cuerpo quemaba por la liberación. Sus ojos ardían con la observación de Liam, vio el conflicto en sus ojos, y sabía que las emociones del hombre estaban luchando en su interior. Zayn quería que Liam hiciera esto porque quería hacerlo, no porque se le ordenara. Tenía que saber hasta qué punto Liam estaba dispuesto a llegar.
Liam se empujó hacia el pie de la cama tanto como las cuerdas le permitieran, lo que realmente no era mucho en absoluto. Luego, tomando una respiración profunda, empezó a mover su cuerpo, deslizándolo hacia arriba y hacia abajo en la cama, consiguiendo la posición correcta. Con cada empuje hacia arriba Zayn veía que hacía una mueca de dolor, la cuerda tirando de las bolas de Liam, disparando dolor en todo su cuerpo.
—Liam —Zayn respiró cuando su ritmo se aceleró. Sabía que el malestar era grande cuando Liam se mantuvo a la par con su ritmo, pero sabía que Liam logró viajar en el dolor cuando el placer de pronto cubrió su rostro y gruñidos fluían libremente de sus labios entreabiertos. Ninguno de los hombres cerró los ojos, cada uno mirándose al otro.
—Eso es, Liam —alentó Zayn, su voz apenas un susurro cuando su propio cuerpo se apretó, pero se las arregló para mantenerse a raya. Tenía que escuchar a Liam, tenía que ver cuándo el orgasmo lo reclamara.
El cuerpo de Liam comenzó a temblar, su ritmo llegó a ser frenético y abrupto mientras su cuerpo exigía la liberación. Gritó, luchando por respirar, sus caderas moliéndose duro en la cama mientras se corría.
Zayn gruñó en respuesta, finalmente incapaz de contenerse por más tiempo, arrojando su espesa carga en su estómago.
Sólo el sonido de sus respiraciones trabajosas y el fuerte olor a semen llenaba el aire. Zayn se levantó, con las piernas temblorosas. Entró en el cuarto de baño sin decir una palabra y se limpió. Antes de salir, se miró en el espejo y se sorprendió de la vista. La oscuridad debajo de sus ojos que había estado construyéndose la semana pasada se había aclarado.
Tenía el pelo revuelto, la longitud enmarcando su rostro haciéndolo parecer más joven, y sus ojos tenían un brillo en ellos que no recordaba haber tenido antes. La tensión dolorosa en el cuello y los hombros se había aflojado, mientras su cerebro estaba un poco menos opaco que antes de la llegada de Liam.
En silencio se reprendió por dejar que su cuerpo se hiciera cargo de tal manera delante de un cliente. Nunca se había expuesto a un cliente antes, y mucho menos había tenido un orgasmo delante de uno. Sin embargo, no podía discutir con los resultados. La tensión que había ido creciendo desde la primera cita de Liam había sido maravillosamente aliviada, pero ya podía sentir a su cuerpo ansiando más.
Acariciando el pelo de su cara, Zayn volvió a entrar en la sala principal. Tenía que salir de aquí. Rápidamente se puso los pantalones y se dirigió a Liam, que descansaba con los ojos cerrados. Su respiración se había estabilizado. Zaym se arrodilló junto a la cama con la intención de liberar sus ataduras, pero la serenidad en el rostro de Liam atrajo a Zayn más cerca. Sin pensarlo se inclinó y dejó un ligero beso en los labios entreabiertos de Liam.
Liam abrió los ojos, sin retroceder de Zayn, pero bloqueando miradas con él. Los ojos cafés de Liam se habían aclarado de nuevo, pero esta vez vio algo diferente en ellos. Lo que vio en aquellas profundidades azules lo asustó. Era una mirada que nunca había esperado, ni sabía cómo manejar. Nadie lo había mirado nunca de tal manera.
Zayn se dio la vuelta, sus entrañas temblando. Rápidamente liberó a Liam, colocando todas las cuerdas y herramientas en una caja cercana.
—Siéntete libre de utilizar la ducha antes de vestirte. No te preocupes por las sábanas. Volveré en breve —dijo Zayn rápidamente antes de salir de la habitación.
Se apoyó contra la puerta tratando de calmar su corazón que latía con fuerza. Imágenes de Liam en la ducha invadieron su mente, haciéndolo apretar los ojos fuertemente cerrados.
—No, no, no. Fuera de mi cabeza —gritaba, tratando de pensar en otra cosa que no fuera Liam desnudo con agua deslizándose por las curvas de su musculoso cuerpo.
Liam lentamente se levantó, sus músculos amenazando con calambres después de toda la tensión y la presión. Sintiendo la fría rigidez, miró hacia abajo y vio el resultado de su orgasmo.
—¿Qué diablos está pasando? —preguntó Liam a la habitación vacía. No podía creer lo que estaba haciendo. ¿Por qué, por enésima vez, estaba permitiendo que este hombre lo controlara? ¿Por qué esa única mirada a esos ojos oscuros hizo debilitarse sus rodillas, lo hizo estar dispuesto a darle lo que exigía? Ni siquiera Niall había forjado tal respuesta en él. ¿Qué era tan diferente con Zayn?
Fue al baño y comenzó la ducha, esperando que se calentara. Sus pensamientos vagaban mientras veía el agua apresurarse por el conducto. Tenía una buena vida, se reiteró a sí mismo. Sus padres eran estupendos y habían aceptado que fuera gay. Tenía un buen trabajo haciendo algo que le gustaba y tenía grandes amigos. ¿Qué más podía querer de la vida?
Debajo de toda la racionalización, lo sabía. Amor y confianza. Había sido herido y traicionado tantas veces, que se negó a permitir que nadie se acercara a su corazón de nuevo. No quería pensar en Niall, pero una vez que sus pensamientos empezaron por ese camino, fue difícil de detener. Liam se sorprendió al encontrar que, por primera vez, la idea del hombre no trajera un dolor agudo en el pecho. Por primera vez en mucho tiempo, su corazón no se sentía como si estuviera siendo arrancado de su cuerpo. Sólo había un dolor sordo, por una pérdida de tiempo atrás, pero nada más.
Fue sólo cuando Liam pensaba en Zayn que su cuerpo respondía con una sensación de hormigueo en la ingle, una aceleración de su pulso, y una sonrisa tirando de sus labios.
Se metió en la ducha y dejó que el agua lo invadiera. ¿Cuándo había ocurrido todo esto? ¿Cuando su corazón había sanado? ¿Fue antes de conocer a Zayn? Metiendo la cabeza bajo el torrente de agua, Liam apoyó los brazos contra la pared y dejó escapar un suspiro. Había disfrutado de la anticipación de ver a Zayn. Había tenido placer cuando se dio cuenta de que Zayn estaba influenciado por sus sesiones y disfrutaba del hecho de que, tan controlado como Zayn se suponía que era, él pudiera afectar a un hombre así.
Definitivamente hubo un cambio durante la sesión de hoy. Algo había cambiado entre ellos. Sabía por Eleanor que Zayn era un fanático del control, que su voluntad era fuerte como el acero. Ese beso... sólo el más ligero de los besos había demostrado a Liam que el control de Zayn podría echarse a perder. Zayn era humano. Tenía sentimientos y necesidades, como todos los demás. Y, Liam se dio cuenta, quería satisfacer esas necesidades y calmar esos sentimientos. No sabía cómo ni cuándo, pero algún día lo haría.
Cuando salió del cuarto de baño, Zayn estaba ahí de pie esperando. Liam era incapaz de moverse cuando Zayn lo examinaba. Liam sólo llevaba una toalla alrededor de sus caderas, su ropa todavía junto a la cama donde la había puesto. De repente se sintió completamente al descubierto, a pesar de la toalla.
Sin decir una palabra, Zayn se acercó a él y tiró de la toalla de su cintura. Liam inhaló por la sorpresa, sin ver lo que Zayn tenía en la mano. Zayn levantó un objeto púrpura de forma extraña. Se veía como una especie de consolador deformado.
La punta era delgada, pero el cuerpo se ensanchaba más ampliamente, seguido por un tipo de copa de succión en la parte inferior. Correas se extendían desde la parte inferior del dispositivo.
—¿Alguna vez has utilizado un tapón anal, Liam?
El estómago de Liam se dio la vuelta nerviosamente, con las manos temblando. Negó con la cabeza.
—No, señor.
—No tengas miedo. Voy a usar uno pequeño. —Zayn dio la vuelta al tapón para que Liam pudiera ver sus diferentes dimensiones—. Quiero que continúes con nuestras reglas este fin de semana, Liam. Nada de masturbación, nada de orgasmos.
—Sí, señor. —Liam no podía apartar sus ojos del tapón púrpura brillante.
—Voy a poner esto dentro de ti y quiero que lo uses hasta mañana por la mañana. Puedes quitártelo durante el día, pero espero que lo vuelvas a insertar a esta hora mañana. Lo mismo se aplica para el domingo. Cada vez que lo sientas moverse dentro de ti, quiero que pienses en mí. Liam se estremeció. Como si necesitara recordatorios para pensar en Zayn.
—Acuéstate en la cama para que tus piernas cuelguen —instruyó Zayn.
El estómago de Liam dio un vuelco con una mezcla de excitación y alarma mientras se acercaba a la cama. Esto, como todas las otras cosas que Zayn le había hecho, era nuevo y no tenía ni idea qué esperar de ello.
—Esto requerirá una buena cantidad de lubricante para que no te hagas daño. También puede ser un poco incómodo al principio, pero a medida que los músculos se adapten a él, será capaz de funcionar bien.
Liam dejó escapar un suspiro cuando sintió el frío del lubricante siendo extendido alrededor y dentro del culo. Zayn tenía razón cuando dijo que usaría un juguete pequeño. Liam había tenido pollas más grandes en el culo que el tapón.
Sin embargo, tuvo que obligar a su cuerpo a relajarse cuando sintió la punta en su apertura.
—Relájate.
El juguete lentamente empujó hacia adentro, más allá de sus músculos y se instaló en su lugar.
—Puedes levantarte ahora.
Liam lentamente se levantó de la cama, con el cuerpo rígido y muy consciente de que el tapón estaba dentro de él. Zayn se acercó y comenzó a tirar de las correas alrededor de su cintura y una entre las piernas, el cuero que yacía junto a su polla y sus pelotas.
—Esto te ayudará a seguir. —Abrochó las correas juntas bajo el ombligo de Liam—. Si sientes como si estuviera frotando incómodamente después de un par de horas de estar dentro, no dudes en quitarlo y agregar más lubricante. Tu cuerpo finalmente lo absorberá.
—Sí, señor —Liam se apagó cuando su polla comenzó a sentir un hormigueo. La única vez que había tenido algo en su culo fue durante el sexo. Esta era una experiencia completamente nueva.
Liam tomó el tubo de lubricante que Zayn le ofrecía.
—Ah, y una última cosa. —Zayn rebuscó en el bolsillo y sacó un anillo de plata. Se veía como un pendiente... o un anillo del vientre que había visto llevar a las mujeres. Zayn separó las dos bolas pequeñas que se tocaban un poco y deslizó su pezón derecho entre ellas. Antes de que Liam pudiera preguntar qué estaba haciendo, Zayn empujó los extremos juntos.
—¡Joder! —exclamó a Liam cuando un dolor lo rasgó.
Zayn dio un paso atrás y sonrió.
—Eso se ve bien. —Sus ojos se encontraron con los de Liam—. Mantén eso el fin de semana también.
Al salir del Corazón del Ángel, Liam se sentía malicioso. Estaba teniendo una atrevida experiencia sexual en público y seguía sin entender nada.
He aqui doble capitulo ojala les gustee y no dejen de comentar
bye y muchos besos
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
OH Dios Mío AMO Esta Novela Ame Los Capitulos Zayn Esta Utilizando Todo Su Auto-Control Para No Darle A LeeYum Contra El Muro okya
@Daniela1D
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Antes que nada soy yo o el foro lo cambiaron? well siempre me adapto tarde haha pero omfg los capis dios! DIOSMIOOOOO AAAAAAAH me muero muerto XD santo cielo que hots es que dios esto era lo que queria no puedo esperara que Zayn lo folle duro ugh ok ya lo dije.-. un tapon anal? nunca habia oido de ello! omfg y eso que eh visto muchisimas cosaas XD sdfksgsdgksdgkl no puedo esperar al otro capi omfg!!
TaylorLautFanBoy
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Luisa867 escribió:mori con el cap! síguela por favor
hehe en el siguiente capi se viene una sorpresaaaaa!
y no te me mueras girl! que ahora subo el capitulo
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
LAKSFHAKJDGJSAHJFDDFAKHFDSAKJ tienes razon@Daniela1D escribió:OH Dios Mío AMO Esta Novela Ame Los Capitulos Zayn Esta Utilizando Todo Su Auto-Control Para No Darle A LeeYum Contra El Muro okya
el pobesito Zayn va explotar sin poder darle el cuerpaso de Li :lloro: klDHJGKdfsfAGALAKGDHGFsf
ME ENCANTA QUE AMES LA NOVE ahora subo capitulo y como dije se viene una sorprise!!
Emmelie
Re: El amor del maestro (Ziam) (TERMINADA)
Sip! cuando lo cambiaron yo quede como WHAT?! como? cuando? y porque? ñ_ñ , hheehe te dije que serian hots y lo van a ser mas todavia con lo que se viene mmmm quizas que cosas haz vistoo que no salen ese tipo de "juguetes" , ahora subo capituloo :)TaylorLautFanBoy escribió:Antes que nada soy yo o el foro lo cambiaron? well siempre me adapto tarde haha pero omfg los capis dios! DIOSMIOOOOO AAAAAAAH me muero muerto XD santo cielo que hots es que dios esto era lo que queria no puedo esperara que Zayn lo folle duro ugh ok ya lo dije.-. un tapon anal? nunca habia oido de ello! omfg y eso que eh visto muchisimas cosaas XD sdfksgsdgksdgkl no puedo esperar al otro capi omfg!!
Emmelie
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