Victim Of Love

Sólo el silencio de la noche y el resplandor de la luna te mostrará la persona que en realidad soy.

Sky sale de la puerta furiosa y escucha el grito del director ''ESTAS SUSPENDIDA DE ESTE COLEGIO'' y más atrás el portazo, va directo a su salón, los murmullos cesan dejando un silencio. Sky toma todas sus cosas y sale del colegio.

¿Listo para comenzar esta aventura?

¿Cómo es qué una simple chica llega a conocer el lado oscuro de aquel hombre?

Amanda Lauper, caminaba rápidamente con la cesta de panes; atravesando el pequeño pueblo en donde vivía. Tenía que llegar a tiempo para la cena. Mientras aceleraba el paso, antes de que cayese la luna, oía algunos ruidos extraños entre los arbustos. Omitiendo su curiosidad, y percatándose de que el miedo se había apoderado de ella. Acelero el paso una vez más, trotando prácticamente. Faltaban 2 cuadras para llegar a su pequeña casa, cuando un chico se atravesó frente a ella.

Tenía el pelo ruloso, y unos ojos color esmeralda. Su piel era blanca, sus labios rosados y carnosos. Sus ojos tenían un brillo particular, su rostro reflejaba ternura. Amanda observo su cuerpo, unos zapatos algo gastados, un pantalón algo corto y su camisa blanca estaba manchada y rota. En su rostro tenía algunos rastros de tierra.

– Disculpe mi imprudencia, llevo días sin comer. –baja la cabeza-; si me concediese un pedazo de pan, se lo agradecería por el resto de mi existencia.

Amanda conmovida por el acto tan amable de aquel chico, saco un brazo de pan entero y se lo entrego. Miro hacia el cielo, la tenue luz que se encontraba en el cielo color naranja comenzaba a desaparecer. Faltaba poco para las 7, hora de la cena. Dio dos pasos hacia atrás e inclino la cabeza como forma de cortesía y continuó con su camino.

Al llegar a casa, su madre salió corriendo directo hacia ella y tomo la cesta de panes. Amanda cerró la puerta tras ella y acompañó a su madre a la cocina. Ya estaba todo listo, sólo faltaba el pan. Se giro hacia su derecha y ahí estaba su hermana menor; Tatiana, o como ella le decía, Tati. Estaba jugando con los cubiertos, y delante de ella su hermano mayor. Alan, él estaba centrado en sus pensamientos.
 
Se sentó al lado de Tatiana, mientras esperaba que su madre llegase con la comida.

Después de cenar, fue directo a su habitación, quito sus prendas y se dirigió al baño que se encontraba en su alcoba. Tomo una pequeña ducha, salió de esta y seco su cuerpo con la toalla de tela fina.
Se colocó su bata color blanco hasta los tobillos, y cerró la ventana de su pequeña habitación. Se introdujo entre las sabanas, y cerró los ojos, recordando el rostro de aquel chico que había pedido un poco de pan. Esa imagen se había guardado en su mente, como si fuese una fotografía. Una muy hermosa. Sonrío ante su pensamiento y cayó en un profundo sueño.