Re: — El suicidio de la locura.

por **Yenifer** Mar 27 Ago 2013, 3:03 pm

BUUUUUUUUU no hay cap??? mallllllllll :muere:

por **Yenifer** Mar 27 Ago 2013, 3:04 pm

ESTRENÉ PÁGINA!!!!!!!!!! — El suicidio de la locura. - Página 2 3275125450

por **cherry hunt.** Miér 04 Sep 2013, 1:57 pm

Nuevamente me disculpo por no postear el cuarto capítulo de la novela, sin más espero que continúen con la lectura de esta y que les guste el capítulo cuatro. ^^U

Capítulo 4

Más allá del primer piso.

El sol volvió a brillar horas después. Lia y Lizbeth se despidieron la noche anterior, ambas pasaron la noche en sus habitaciones, pensando en lo agradable que era una y la otra.

Lia abrió los ojos lentamente. El sol entraba por las pequeñas rejas de la ventana, iluminando un poco, solo un poco, la habitación. Somnolienta, Lia se levantó de la cama y se refregó los ojos con ambos puños de sus dos manos. Pudo notar la ausencia de la alegría de Scarlatta: su cama estaba deshecha y su pijama estaba desparramado por el piso del cuarto. Ayaka se encontraba durmiendo. Se vistió con la misma ropa que traía ayer y se dispuso a salir. Al querer girar el picaporte, escuchó unos pequeños golpecitos. Abrió la puerta sin dudarlo. Se encontró con una enfermera que traía una bandeja con varias medicinas. La joven mujer saludó con aire alegre y le entregó unas pastillas con un vaso de agua fresca a Lia. Después, se acercó a Ayaka, acariciándole la cabeza con suavidad para entregarle otras pastillas. Luego de eso, anunció que les quedaba una hora para desayunar y que luego el comedor sería cerrado nuevamente. Sin dudarlo, las pastillas eran para mantener al límite las alucinaciones de la joven. Ayaka se quedó tirada en la cama, inmóvil y sin fuerza. Lia salió y pudo observar nuevamente a los pasillos repletos de pacientes que se movilizaban por el lugar. Caminó sin interés y sin motivación alguna hacia el consultorio de Luca, pero desgraciadamente, este no venía al psiquiátrico los fines de semana, por lo que continuó su camino.

Terminó conociendo a una adolescente. Esta parecía no tener más de quince años. La albina de ojos azules se presentó como Lucié. Tenía una actitud perturbadora y vivaz. Parecía una chica problemática pero ¿Qué le importaba eso a Lia al fin y al cabo? Los pacientes problemáticos son los que más se divertían dentro del psiquiátrico, o al menos, eso relataba Lucié. Contaba que algunos hasta incendios provocaban u otros se colaban a las habitaciones de otros para violarlos. -Sí, son enfermos con trastornos sexuales o adicciones, a los adictos a quemar cosas, se dice que tienen piromanía.- relataba la muchacha; continuó. -En el segundo piso están las celdas de castigo, si alguien pregunta porqué subimos, es para mostrártelas, así no tendremos problemas.- Sonrió. Al segundo piso se iba subiendo dos escaleras largas. A medida que se subían se podían notar las paredes blancas más sucias de un gris, y algunas grietas por las paredes. Ya no se notaba mucha luz solar y había menos cantidad de ventanas. Así es. El segundo piso estaba repleto de celdas. Allí se encontraban todo tipo de internos, la mayoría de estos eran psicópatas, asesinos, violadores, pedófilos y la multitud seguía. Lucié se acercó una celda sonriendo. -Mira Lia, esta es una amiga mía, está aquí porque atacó a una cocinera.- Se escuchó la respuesta de la chica que estaba entre los barrotes. -Esa guarra se lo merecía.- soltó una voz no muy femenina. Al acercarse Lia pudo observar que se trataba de un muchacho travestido. Tenía rasgos varoniles. Prefirió tratarlo como una mujer, para evitar problemas. -¿Y quién es esta, Lucié?-. El ''muchacho'' le dedicó una mirada de curiosidad a Lia, pero el tono agresivo que utilizaba en su voz no bajaba. -¡Oh! ¿Ella? Es amiga mía, su nombre es Lia. Lia, permíteme presentarte a la loca más bella del lugar, Merlina.- Lia le echó un vistazo y sonrió de manera fría. -¡Ella nos ayudará a sacarte de la celda!- Añadió. Ella solamente abrió los ojos. Primero pensó que no lo haría, pero luego, asintió levemente con la cabeza. Seguramente ''Merlina'' llevaba mucho allí dentro y quería una buena dosis de libertad. ¿Qué acaso no bastaba con tenernos encerrados aquí? pensó con un leve enfado.

por **Mystery.** Miér 04 Sep 2013, 5:49 pm

oh dios mio
espero y no lo haga
me encanto el cap!!!!!
siguela

por **cherry hunt.** Jue 05 Sep 2013, 12:55 pm

Capítulo 5

Y el mal se escapa de nuevo.

Ambas jóvenes quedaron charlando con Merlina. Finalmente, Lia logró caerle bien al muchacho y se llevaban bien. Tampoco era ya una necesidad de tratarlo como una mujer: él había aclarado que no le molestaba que lo tratase como un hombre, pero que frente de otras personas, lo trate como una mujer. Su verdadero nombre era Nathiel y era un interno nuevo. Lucié y Lia bajaron al primer piso nuevamente. A Lia le tocaba una cita con Luca, por lo que fue directamente en donde él. El hombre de cabellos anaranjados seguía con su buen humor. Era un echo que le agradaba atender a Lia, y escucharla. -Conocí a dos pacientes hoy- dijo de manera seria. Luca le pidió que continuase hablando, pero esta vez, sobre ellos. Lia asintió y prosiguió. -Lucié y Merlina. La niña quiere sacar a Merlina de las celdas y yo me dispuse a ayudarla.- Luca se puso serio y alzó un poco la voz, obteniendo un tono firme. -Merlina y Lucié- musitó a la vez que hojeaba unas carpetas y se las acercaba a Lia. Allí estaban los expedientes de ambos. -Merlina, su nombre real no es Nathan, es Jacob. Es un paciente con trastornos sexuales muy graves, tal como la pedofilia. Lucié, una pequeña que mató a sus dos hermanas y que finge ser una buena persona. Sin duda una manipuladora de primera.- Luca cerró las carpetas y los guardó en el cajón de su escritorio. La cara de Lia reflejaba asombro y seriedad. Al querer decir algo, Luca la interrumpió. -Me he enterado de que tú, Lia, compartes habitación con Scarlatta.- hizo una pausa. -Jacob acosa sexualmente a Scarlatta. Verás... cuando no estabas, él se colaba en su habitación y abusaba de la pequeña. Es por eso, que está encerrado allí. ¿Sabes lo grave que sería si se escapara de allí? Tú también correrías el riesgo. Tú y Ayaka. ¿Mencioné que es un ninfómano? Pues ahora lo menciono.- Lia abandonó la habitación. Las advertencias de Luca retumbaban en su cabeza. Caminó por los pasillos hasta llegar al jardín. El día estaba nublado, pero aquello no le impedía estar fuera un rato. Se tiró en el pasto observando las nubes grises. Pero en tanto, todo el cielo se teñía de un rojo y comenzó a llover... ¿Sangre?. Lia veía sombras, sombras que se aproximaban a ella. Cerró los ojos lo más fuerte que pudo, y al abrirlos, sus muñecas sentían una fuerte soga. Pestañeó varias veces y pudo ver un sucio piso de madera que parecía podrida. Lucié se le apareció. Tenía un aire alegre e infantil. -¿Sucede algo, Lia?- sonrió de oreja a oreja. -Estoy atada.- contestó, dedicándole una mirada de odio inmenso. Lucié camino alrededor de ella, observándole, sin dejar su sonrisa psicótica. -Dijiste que nos ayudarías a sacar a Nathan- Reprochó la pequeña a la vez que se le escapaban pequeñas lágrimas de los ojos. -¡Nos mentiste!- gritó, a la vez que tomaba un fierro y golpeaba con él a Lia.

Del otro lado del jardín, se encontraba una paciente curiosa. Comenzó a caminar, por donde había mala hierba, adentrándose al jardín. Caminar se le hacía difícil, ya que tenía un vestido Lolita. Ella era japonesa y adorable. Caminó y caminó hasta que divisó una especie de cobertizo a lo lejos. La niña de cabellos castaños claros se acercó y lo observó un momento. Rodeó el cobertizo y podía observar que estaba podrido: las maderas estaban desgastadas, y el candado que interrumpía s entrada estaba roto y oxidado. Abrazó el pequeño oso de felpa que portaba con ella y comenzó a patear la madera podrida: quería entrar. Entró como pudo, torciéndose un poco. Observó que allí dentro era oscuro, y que tenía pequeños estantes con armas de tortura muy antiguas. Continuó caminando hasta divisar una luz. La curiosidad creció en la pequeña, por lo que corrió y corrió hasta allí. Su conejo de peluche cayó al suelo. No podía creer lo que estaba viendo. Sin hacer algún ruido, tomó a su peluche nuevamente, quitándole su cabeza, pues dentro de él ella tenía escondida un hacha. Se acercó a paso lento a Lucié. Alzó la mano y le partió el brazo al medio. Lia sin fuerzas la miró. Estaba sangrando un poco tras ser agredida por la rubia. La japonesa sonrió, y su aspecto no era el mismo que antes. -¿Te gusta lastimar a la gente, Lucié?- puso su tacón sobre su cara, pisándola con fuerza. Lucié se desangraba. La niña japonesa tomó la parte descuartizada del brazo de Lucié y se la metió en la boca a esta. Lia cerró los ojos. Lo último que escuchó fue un grito ahogado y el nombre de la muchacha que tenía el peluche. ''Rynne''.

por **Mystery.** Jue 05 Sep 2013, 8:00 pm

oh dios
es muy isdnvijnsdvj
me encanto
siguelaaa!!!!

por **JotaImagine** Dom 08 Sep 2013, 9:12 am

¡Hola-Hola! Vengo aquí a comentar por fin luego de haber encontrado ayer tu increíble fic.
Me ha gustado bastante, me ha llamado mucho la atención. ¡Me encantan este tipo de escritos! Espero la sigas pronto, pues aquí tienes a una lectora que esperara impaciente el próximo capitulo.

Por cierto, ves Danganronpa, ¿Verdad?

por **cherry hunt.** Lun 16 Sep 2013, 11:05 am

Capítulo 6

Las apariencias engañan.

Lia despertó en la enfermería del psiquiátrico, con la niña de antes sentada a su lado. Ella parloteaba animadamente con su oso de felpa. Se volteó y observó a Lia. -¡Ah! Ya despertaste~- soltó. A diferencia de antes, esta se comportaba de una manera más infantil, no parecía la misma del cobertizo. Lia se llevó la mano a su cabeza y preguntó por Lucié. La niña no contesto y le habló nuevamente. -Debes estar cansada, Lia, traeré a Luca para que venga a revisarte.- Salió de la habitación sin siquiera escuchar a Lia. En su cabeza solo aparecían preguntas, preguntas sobre lo ocurrido. Lo último que recordaba era un manchón de sangre en el suelo y un brazo tirado. ¿Fue una de sus alucinaciones? Eso no lo sabía. Giró su cuerpo sobre la cama en la que estaba tendida y observó el reloj. Eran las once de la mañana. Ya no poseía fuerzas, por lo que se quedó en la misma posición en la que se había colocado, mas una voz la interrumpió.

-¡Lia, Lia!- escuchó su nombre, aquella voz se le hacía familiar. Sintió como alguien se colaba en su cama y la abrazaba por detrás. Pero eso no era todo, había alguien más parada en la puerta de entrada a la enfermería. -Lizbeth- musitó Lia con una sonrisa, para luego darle un pequeño abrazo a Scarlatta, que se había colado con ella. Lizbeth corrió hacia Lia casi sollozando, se notaba que su preocupación era sumamente grande. -Yo.. yo..- su voz se entrecortaba al igual que su respiración. Lia le acarició el cabello con suavidad para tranquilizarla. -¡Laaaaa laaaaaaaa!- alguien interrumpió la escena. Era Luca, junto con la niña del cobertizo. -¡Ya ya Lala, no seas escandalosa!- la regañó. -Lala-sama se alegra de que Lia-sama esté bien- musitó la joven, dirigiéndose a Lia. Era extraño, de alguna u otra forma, en el cobertizo había escuchado otro nombre. Rinia..Ririeth.. no lograba recordarlo con facilidad.

Luca posó su mano sobre la cabeza de Lia, lo que provocó un leve sonrojo en ella. Se escondió la cara un poco dentro de las sábanas, para que no la notara. -Estás roja, ¿Te sientes bien?- sin embargo, aquellas fueron las palabras de Luca. -¡N-No me pasa nada!- contestó avergonzada, ocultándose otro poco. Luca sonrió y abandonó la habitación tras oírla. Unos segundos después, Lala la abrazó amigablemente. -¡Lala-sama se da cuenta de que Lia-sama está enamorada de Luca-kun! Lala-sama alegrarse de que Lia-Sama sienta sentimiento alguno ya que según los doctores Lala-sama no puede sentir nada o al menos una parte de Lala-Sama.- A Lia le costó entender aquellas palabras. ¿No siente.. una parte de ella? Se atrevió a preguntar. -¿Cómo que.. una parte de ti.. no siente?- Lala le contestó sin problemas. -Lala-sama poseer dos personalidades, Rynne-sama y Lala-sama, Rynne-sama estar lastimada aquí- señaló a su corazón - ¡Por eso actúa de la forma que en el cobertizo! P-Pero Lala-sama es muy amigable y será amigable con Lia-sama y Scarlet-sama. ¡Lo promete!- Lia asomó su cara nuevamente, mirando que Luca no apareciera en la habitación. Por fin pudo entender a Lala y porqué era de aquella forma. ¡Pero lo que no entendía era como podía darse cuenta de que sentía algo por Luca! Ella misma sabía que él le provocaba algo en sí, pero le daba miedo, miedo decirlo o expresarlo. Además, él solamente era su psicólogo. Cerró los ojos un momento, descansando. Sus acompañantes comenzaron a hablar entre ellas y Lia lograba escucharlas, mas también podía oír a alguien más. -¡Ayúda! ¡E-Estoy desapareciendo, Lia!- Lia abrió los ojos rápidamente y levantó medio cuerpo de su cama, mirando hacia todos lados. -¡Lia!- escuchó junto con un grito de agonía.

por **Mystery.** Lun 16 Sep 2013, 6:02 pm

enamorada lo sabia XD

oh no su amiga esta desapareciendo!

hay ahora si que se pondra bueno XD
ame el cap!
siguela!

por **Marina Scholl.** Mar 17 Sep 2013, 4:40 am

Siento haber desaparecido...me está encantando la nove. estás creando una atmósfera gore-rarita que encuentro genial. En fin, síguela pronto.

por **cherry hunt.** Vie 11 Oct 2013, 7:44 pm

Capítulo 7

A veces, es difícil con solo respirar.

Los tiempos difíciles habían llegado al psiquiátrico Heaven. Se desataba una de las épocas más complicadas. Lia se recuperó de forma rápida, y entabló amistades, de por sí había dejado de sentirse sola hace muy poco tiempo. Esta vez caminaba por los pasillos de nuevo, acababa de tomar sus pastillas y estas no tardaron mucho en hacer efecto. Continuó su paso, hasta que se topó con una señora alta, de cabellos negros y grandes pechos. Su figura era fenomenal. Lia la miró, hasta que la misteriosa dama entró de forma descortés al consultorio de Luca.

Lia dio dos pasos, alejándose del consultorio. Se quedó parada al lado de la puerta en tanto las cosas se pusieron extrañas. Lia comenzó a jugar con un mechón de su cabello, concentrándose en ella misma, tratando de no pensar en aquella pelinegra. De por sí, la extraña mujer era hermosa, mucho más que ella, y aquel hecho le aterraba.

No resistió más. Su respiración se volvió profunda. Se dio la vuelta y se inclinó, espiando como una mosca a través del agujero del picaporte. Sus sentimientos se rompieron en millones de pedazos. Las hojas que usualmente Luca tenía acomodadas en su escritorio, estaban esparcidas por el suelo, junto con la ropa. Sus ojos se cristalizaron en agua pura mientras ella se preguntaba así misma: ''¿Por qué estoy llorando?''. Se limpió las lágrimas con su codo, esta vez acercando la oreja, oyendo los jadeos y gemidos que provenían de aquel lugar. No pudo aguantar más, y a punto de salir corriendo, alguien la tomó del hombro y la retuvo.

Se mantuvo seria. Pudo reconocer la voz de Lala, un poco más grave y tétrica que de costumbre. -¿Qué ha pasado, Lia-sama?- preguntó ésta con cierta inocencia. Temblando, Lia señaló al agujero del picaporte. Lala observó a través, y al tanto de presenciar el acto sexual de Luca junto con la mujer de grande busto, se apartó rápidamente. Guardó silencio unos minutos y se quedó junto a Lia. -Ya veo.- Lia no respondió y se quedó mirando al suelo, como si fuera una estatua. Lala sonrió, y se alejó sin decir palabra alguna, manteniendo aquella sonrisa. ¿Qué demonios estaba tramando?

por **Kyra17** Lun 14 Oct 2013, 3:31 pm

Por favor siguela me facina

por **Mystery.** Miér 16 Oct 2013, 6:17 pm

WTF? como luca puede hacer eso
aww Lia se enamoro :(
pobre esa otra de seguro era una perra xd
tenes que seguidla!

por **cherry hunt.** Vie 18 Oct 2013, 9:07 pm

Capítulo 8

Días solitarios.

Ese mismo día, Lia no se presentó en el escritorio de Luca. La sonrisa falsa le pesaba y no hizo más que encerrarse en su habitación. Tampoco tomó las pastillas que la enfermera le dio, las tiró por el inodoro del pequeño cuarto de baño de la habitación. Para ella, ese día, era un día negro y despreciable. Tocaron a la puerta, más solo se echó en la cama, inmóvil como un hongo. La persona detrás volvió a tocar, pero esta vez tampoco obtuvo respuesta por parte de Lia. Giró el picaporte y entró a paso lento. Lia no la miró, pero sabía que quien fuera que fuese, había entrado a la habitación. Silencio, eso es lo único que hubo allí. La extraña persona se sentó en una cama extra que aparentemente no estuvo allí desde el principio. Lia la miró sin mover su cuerpo, sólo sus ojos. Se trataba de una muchacha de no más de diecinueve años. Vestía con un vestido de novia hecho trizas, su cola estaba destrozada, y medía cuatro centímetros. Estaba sucio y ella no llevaba calzado alguno. Su cabello estaba recogido en un rodete desprolijo, y este era de color rubio platino. La nueva paciente examinó la habitación por un momento, se levantó y se paró frente a Lia, que todavía seguía en la cama, tirada. La rubia llevó sus manos atrás de la espalda, y con toda la timidez del mundo, se presentó. -Soy nueva...- dijo, pero no obtuvo interés por parte de Lia. -Mi nombre es Jade...- Lia no le prestó atención. Frustrada, Jade abandonó el cuarto, dando un portazo.

Pasó una hora, Lia ya estaba merodeando por los pasillos como de costumbre. Esta vez, le dolía la cabeza. En la mitad del pasillo, la pelinegra del consultorio estaba parada contra la pared, con una pipa en su mano. La misteriosa dama siguió con la mirada a Lia, y eso, hizo que ella se enfadase. Lia se paró, la miró y soltó casi sin pensarlo de sus labios: -¿Qué mierda estás mirando?- La mujer rió y la miró con algo de asco. -Qué insolente eres.- Lia frunció el ceño. -Zorra, barata, estúpida.- Estaba desquitándose directamente con alguien por primera vez en su vida, pero a la chica de grandes bustos reía y contestaba. -Ni siquiera me conoces, loquita.- Se acercó a Lia y se inclinó hacia ella. -¿Crees que yo soy una loca fuera de remate como tú? ¿Acaso sabes lo maravilloso que es vivir una vida normal?- Lia se quedó callada. -A ver si te enteras, que este lugar va a ser heredado a mí, y que sepas que si me tocas un pelo, te encierro en las celdas del piso inferior, ¿Entendiste?-. De repente, una gran cantidad de baba salió disparada de los labios de Lia, hacia la cara de la pelinegra. -¡Eres una...!- La mujer levantó el brazo, pero algo la detuvo. -Lala...- susurró Lia. Lala sostenía el brazo de aquella tipa con fuerza, en su mano libre, tenía la pequeña hacha que siempre solía esconder dentro de su conejo de felpa. Estiró el brazo de la joven como si de carne se tratase y levantó su mano con el hacha, dispuesta a cortar a la intrusa. Se oyó un grito, algo apartó a Lala de la zorra aquella. Era Luca. -¿Estás bien, Caroline?- Él empujó a Lala contra la pared, y miró a Lia. -¡¿Por qué no hiciste nada para detenerla?!- Lia no respondió. Luca comenzó a gritarle, Lia bajó su cabeza, y las lágrimas salían por si solas de sus ojos. Lala maldecía en silencio, lanzándose contra Luca y la tipa que Lia odiaba y odia. Mientras los tres peleaban, Lia se alejó corriendo, mientras sentía que una inmensa oscuridad la seguía.

por **Mystery.** Sáb 19 Oct 2013, 9:26 pm

NOOOO!
luca se pasa
y la otra pelinegra ya la odio
quiero ver lo que lia hara :3
seguidla!

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