El último suspiro.

¿Abriría los ojos una vez más? Otro insignificante día se aproxima en la vida de Daniel. Un fuerte suspiro escapa de entre sus labios que han ido perdiendo aquel rojizo color con el paso del tiempo. Sin embargo, luce agotado y harto de la vida, como si vivir un segundo más lo dañara de una horrenda manera.

Dentro de su habitación no existe nadie más que él y su pecera con peces muertos debido al descuido. Las luces permanecen apagadas, ¡Vaya! ha dormido mucho otra vez. Mira por los rejillas de las persianas a lo lejos, la brillante luz de la luna permite que haga un rápido cálculo y suponga que ya debe ser de noche. 

Finalmente decide estirar sus músculos y toma el libro que estuvo debajo de su almohada antes de sentarse sobre la cama. De pronto, un congelador frío recorre su cuerpo, pero él sabe que no es debido a la temperatura. Cierra los ojos y toma un respiro hondo, mientras aprieta el libro hasta que sus nudillos se vuelvan blancos. Los latidos de su corazón aumentaron, tenía miedo, rabia, intriga y un sinfín de sentimientos que no podía explicar por qué los sentía.

El nombre del famoso libro titulaba: La Biblia. Daniel tenía otra descripción para aquel libro bendecido y aclamado entre lágrimas por muchos en el mundo, para él era otro simple libre de ficción. ¿Cómo las personas podrían creer en tal mentira? Sea quien sea que haya escrito La Biblia fue millonario a base de una gran y aficionada mente. 

Alguien puede anhelar ser Dios, como puede también anhelar ser un superhéroe.

Daniel se sentía fuera de este mundo, engañado por muchos con el típico cuento de "Hay un Dios que todo lo ve" o "Dios existe", y también sentía lástima por aquellos que terminaban creyendo las mentiras de las letras antiguas, una gran trama y personajes excepcionales. 

¿Por qué debía él y no solo él, sino todos creer en Dios? ¿Por qué debía hacerse la idea de que un lugar llamado paraíso lo esperaba después de la muerte? ¿Por qué debía de rogar por su vida a alguien que no existe? ¿Por qué debía de dedicarle el último suspiro de su vida a Dios? 

Entonces, en ese momento Daniel realizó algo inesperado y con un inmenso dolor dentro de aquel frío corazón, dijo: Toma mi vida, Dios. Tómala y demuéstrame que también eres la muerte. Calma esta intriga interior que he llevado a cuestas año tras año. Toma mi último suspiro, por favor.

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