Impossible

Abrí mis ojos y pude ver una mañana gris a través de la ventana.
Salí de mi cama, arrastrando mis pies sobre el suelo.
Ya nada tenía sentido. Tal vez nunca lo tuvo.
¿Para qué seguir intentando complacer a los que te rodean cuando nunca es suficiente? ¿Para qué seguir soportando las burlas y humillaciones? ¿Para qué seguir con la esperanza de que algo cambiará siendo que jamás será así?
Llegué a la cocina, tomé entre mis manos la taza de café que mi madre había dejado sobre la mesada y volví a subir las escaleras, encerrándome otra vez entre aquellas cuatro paredes.
Miré detenidamente el lugar, tratando de encontrar lo que buscaba. La decisión estaba tomada desde hace un largo tiempo, sólo que había sido muy cobarde para  llevarla a cabo. O tal vez era cobarde al querer hacerlo.
 
>>“Mamá:
              Perdón por no ser la hija que querías…”<<
 
 
Y así comencé mi nota de suicidio.