El Extraño De Alado [Joe&Tu]

¿Puede acaso alguien cansarse de la fama, los lujos y demás comodidades que la popularidad mundial acarrea con ella?, ¿ Podría acaso alguien del tipo de Joe Jonas hartarse de tantas atenciones? Pues si, abatido por no poder disfrutar de su intimidad, como el resto de las personas, decide salir por su cuenta en busca de una vida completamente normal lejos del glamour y los flashes. Solo busca vivir como cualquier otro hombre. Ser común, ordinario, pasar desapercibido pero a medida que los días corren en su nuevo mundo comprende que no es tan fácil ser alguien “normal”. Acostumbrarse a una vida sin lujos le traerá problemas que deberá aprender a resolver solo, no habrán asistentes, managers, músicos ni nadie mas que lo haga por él. Tendrá que valerse por sus medios. Encargarse de su propia vida como cualquier persona normal lo hace.


______ tendrá un nuevo inquilino, el extraño de al lado, de quien por el momento no sabe mas que el nombre, Adam, que resultara ser nada mas ni nada menos que todo lo que espero en la vida, toda esta magia que descubrirá en su extraño vecino sera opacada por un secreto que le pesara a ella también.

Capitulo 1.



Entro con una gran sonrisa a la casa, busco a alguien, cualquiera, para compartir la buena nueva pero nadie se encontraba ahí para él. Camino un poco más hasta llegar a la cocina y se alivio al encontrar a sus padres.

—¡Ya lo consegui! —exclamo con levantando un papel en sus manos.
—¿Y que conseguiste? —pregunto la mujer.
—¡Tengo casa!
—¿Tienes casa? —interrogo su padre—. ¡Pero esta en tu casa!
—Esta decidido, mañana mismo me mudare a mi propia casa.
—¡Pero Joe...! —intento hablar su madre y él la interrumpió.
—¡Nada, tengo 28 años, es momento de que tenga mi casa! Kevin ya tiene una familia constituida, Nicholas espera a su primer hijo ¡Y luego de haber convivido con Valerie antes de casarse! ¿No esta eso raro? —dijo entre risas con doble sentido.
—¡Esta bien! —dijo su madre con una resignada.
—¡Es fabulosa, la adoraras, mamá!
—Claro que no... Sera un completo desastre sin una mujer viviendo en ella. —se burlo.
—No es cierto, soy muy ordenado y puedo encargarme de mi propia casa, todo estara bien.
—Muy bien señor, ¿necesita que lo ayudemos en algo? —pregunto su padre.
—Pues si tanto insistes... ¡Podrias empacar mi ropa interior!
—¡Oh, creo que me llama Frankie! —dijo tomando su telefono celular.
—¡Papá! —exclamo.
—¡Y creo que deje algo de leche en la cocina! —dijo su madre dejándolo solo.
—¡Oigan...! —exclamo quedándose solo.

Tal vez a nuestro querido Joe no le vendría mal vivir solo bajo su responsabilidad, sin nadie que le lavara la ropa u ordenara el cuarto. Ya era todo un hombre y debia valerse por si mismo. Esa misma tarde empaco sus pertenencias y las dejo lista para que mañana a primera hora un camión las llevara hasta su nueva casa que quedaba ubicada en un barrio comun y corriente que no era para nada lujoso como lo que estaba acostumbrado, tampoco era una gran propiedad pues no queria gastar tanto en una enorme mansión que solo albergaría a una persona. Joe verdaderamente no necesitaba mucho para ser feliz, una cama cómoda, un gran televisor, su consola de videojuegos, una nevera repleta de alimentos, aire acondicionado y una guitarra.

En aquel barrio sumamente “normal”, _______ (Tu) estaba también feliz por haber encontrado, al fin, un inquilino decente para habitar su propiedad que se encontraba justo al lado de la suya, esta primera era herencia de su abuelita paterna que al tener un solo hijo y ella ser la primera nieta se quedo con todo.
Luego de despertar de una siesta muy bien merecida tomo el telefono y le marco a Katie para darle la noticia.

—¡Tengo solo dos minutos! —exclamo al atender la llamada.
—¿Katie estas bien? Te siento agitada... —dijo preocupada.
—¡Estoy muuuy bien! —exclamo con una sonrisa, ______ (Tu) entendió de que se trataba.
—Bueno puedo llamarte en cuanto... ¿termines? —pregunto y escucho un gran estruendo del otro lado. Guardo silencio por unos minutos indecisa sobre gritar o reír—. ¿Katie?
—No te preocupes, ya se enfrió la cosa...
—Lo lamento —frunció el ceño—. ¡Tengo buenas noticias!
—¿Tienes una aventura?
—No... No me llamo Katie —rio—. Ya tengo inquilino nuevo.
—¿Es lindo?
—No lo se, mañana lo sabre...
—Entonces festejemos esta noche por tu nuevo inquilino...
—¡No, apenas si es martes! mañana debo ir a la editorial
—Por estas actitudes aun estas sola a los 27 años.
—¡Que feo sonó eso! —carcajeo.
—¿Entonces te veo a las ocho? —insistió.
—Trato hecho, Katie.
—Adiós.
—Adiós.. ¡Y usa condón, por favor! —exclamo ______ (Tu)

Capitulo 2

Muy temprano por la mañana, un horario muy poco comun para ver despierto a Joe, sono el timbre de la enorme casa Jonas. Era hora de empacar para luego desempacar. No le importo mucho que sus padres aun no hayan abierto los ojos asi que en silencio y solo acompañado de los hombres que habia contratado, subió caja por caja y condujo hasta su nuevo barrio completamente normal.
La observo bien antes de entrar, debia pedir las llaves asi que camino hasta la entrada de la casa siguiente y tomo el timbre.
________ (Tu)que había tenido una noche muy movida, y se habia acostado tan solo hace cuatro horas, tuvo algunas dificultades para levantarse de la cama, solo cuando llamaron por tercera vez a la puerta se percato de que era hora de despertar. No se dio cuenta, ni siquiera recordo que hoy su nuevo inquilino pasaria a buscar las llaves de la casa, su pelo estaba completamente hecho un desastre y la pijama de pantalones largos que llevaba puesta era demasiado infantil. No lo recordo.

—¡Si! —exclamo al abrir la puerta.
—¡Señora, por dios! —exclamo Joe con una pequeña sonrisa que disimulo.
—¡Señorita!
—Perdón, señorita... —hizo una pausa para contemplar el cachivache que era su vecina—. Soy su nuevo inquilino y... estoy aquí por mis llaves
—¿Llaves? —pregunto intentando recordar pues todo le daba vueltas—. ¡Si, ahora se las alcanzo señor!
—Preferiría que me dijera Adam.

Esto ultimo no fue alcanzado por su oido, ya habia regresado a la casa cerrandole la puerta en las narices, Joe volteo esperando ver a alguien mas que haya visto lo que él pero no fue asi. Nadie estaba en la calle.¡ Vaya que habia sido raro!

—Bien, aquí tiene sus llaves, luego del mediodía necesitare hablar con usted. —dijo ella volviendo a cerrar la puerta.

Joe no tuvo tiempo ni siquiera de pestañear por lo que se dedico a su cometido. Cuando giro las llaves sobre la rendija se sintio increíblemente bien. ¡Era su casa! contemplo la sala, donde tendría reuniones con sus amigos, paso a la cocina donde podia imaginarse cocinando para alguna delicada dama, subió las escaleras y observo el baño, perfecto para él, amplio y luminoso. Y al final la habitación principal, una hermosa cama donde se divertiría con alguna dama luego de impresionarla con sus dotes culinarios. Un detalle, no sabía cocinar. Saco su telefono celular y escribió:- “Nota: Pedir ayuda a Valerie.”
Se dispuso a desempacar y a decorar su casa como le parecía, estaba contentísimo pues nadie podia quejarse de nada, ¡Esta era su casa y él mandaba en ella!

Mientras en la casa de al lado todo era diferente, luego de tropezar con el sofa que increíblemente no vio, algo raro pues era de tres cuerpos y color negro azabache, prendió la TV y reviso la hora ¡Una hora tarde! La matarían en la editorial. Con la velocidad de la luz subió las escaleras, se ducho y arreglo para conducir con la misma velocidad hasta el edificio donde trabaja.

—¡Tarde! —sonrió Katie al verla.
—Debes darme tu secreto para salir de juerga todas las noches y lucir como una lechuguita al dia siguiente.
—Ok, Te enviare un mail —rio.
—¿Oye tienes una aspirina?
—Claro, ahora te la llevo a tu oficina.

La cabeza iba a estallarle. Cuando se sento en su silla, tomo el anotador y escribió:- “Nota: Jamas bebes sin control de nuevo” la despego y pego junto a la pantalla de su computadora donde tenia otras mas y tres de ellas eran compromisos que debia cumplir hoy: Entregar la nota de la revista, reservar mesa en La Barca y arreglar sesión de fotos con Megan Fox.
Se apresuro a empezar, tenia mucho por hacer en poco tiempo. Intento por todos los medios terminar la nota que seria tapa pero el dolor de cabeza, que la aspirina que Katie le alcanzo, no hacia efecto, no le permitia pensar con claridad. Se tomo un respiro y salio por un café, mientras trataba de recordar que habia sucedido la noche anterior... Fiesta, Katie... eso lo recordaba pero... luego todo estaba en blanco hasta que recordo el sonido molesto de... ¡el timbre! un señor con gafas oscuros y... ¡Las llaves! el inquilino... Corrio para volver a la oficina y hacer otra anotación:- “Nota: ver al vecino nuevo luego del mediodía”

El vecino nuevo se encontraba fastidiado por no poder hacer la conexión de su computadora de escritorio. Era ya casi media mañana y lo unico que le faltaba era lograr encender la computadora de escritorio. Se pregunto porque habia comprado otra si ya poseía una portátil. Comenzaba a frustrarse... ¡Queria su computadora de escritorio ahora mismo! Y enseguida supo quien lo ayudaría. Le marco a Frankie y recordo que no podia responder porque se encontraba seguramente en la escuela... siguió pensando ¿Qué estaria haciendo Kevin? decidio no llamarlo porque era obvio que se burlaría de él. Se sento resignado hasta que recordo que tenia un tercer hermano, Nicholas. Este le atendio la llamada pero no pudo acudir a su ayuda, se encontraba pintando el cuarto de su primogénito que en pocas semanas llegaría al mundo, no tenia tiempo para perder conectando la computadora de su hermano.
Se encontro terriblemente solo. En el mundo de Joseph Jonas todos habrían corrido a solucionar su problema pero en el mundo de Adam no era así.

Capitulo 3

Esa maldita maquina le fastidio el resto del dia pero no podia hacer nada. Dejo la casa en busca de víveres que le harian mucha falta, el apetito de un hombre joven era increíble. Más si este hombre resultaba ser Joseph Jonas. Compro todo aquello que su madre no le permitia comer aun... ¡Se sentia tan mayor! no mayor como viejo... mayor como mayor... simplemente mayor, nadie lo mandaba. Eso se sentí muy bien.
No fue sino hasta despues del mediodía, que desayuno en vez de almorzar, que llegaron sus padres acompañado de su hermano adolescente, un volcan activo.

—¡Miren la casa de Joe Jonas! —grito desde afuera.
—¡Cállate! —exclamo molesto. No queria ser Joe Jonas, simplemente Adam.
—¡Que genio! —dijo entrando, tiro la mochila a un lado y se recostó en el sofa mientras encendía la TV.
—Pasa, pasa, ponte cómodo. —dijo con sarcasmo.
—¡Es muy linda, hijo! —sonrió su madre.
—Te dije que te gustaria...
—Si pero creo que el color de las paredes no es muy adecuado...
—No las cambiare.
—Yo creo que estan bien... —dijo Paul observando a su alrededor.
—¡Pero nada de mujeres aquí! —dijo con severidad la mujer.
—No puedo prometer eso —sonrió con picardía.
—¡Ay Joseph! —exclamo— ¿Qué almorzaste?
—Una tostada, frutas y cereal...
—Eso suena más a desayuno. —dijo confundida.
—Si, porque aun no eh almorzando, solo desayunado...
—¡¡No ingeriste nada desde el desayuno!!
—No, solo que desayune en vez de almorzar...
—¡No hay caso contigo!

***Sonrio con satisfacción luego de haber entregado la nota de tapa, haber conseguido la mesa principal en La Barca, para su jefe, y haber acordado la sesión de fotos con Katie para esta tarde. ¡Conocería a Megan Fox! estaba emocionada pero esa emoción se borro pronto con el rugido de su estomago. Condujo hasta casa, con cautela, bajo un cambio justo antes de pasar frente a la casa de su nuevo vecino... ¿Sera lindo? se pregunto y... ¡Mierda, ya arruino el césped! Hombre tenía que ser... ¿Acaso no sabe estacionar sobre el asfalto? Deberia hablar muy seriamente con él... pero luego de almorzar.
Bajo y se quito los zapatos y al caminar los pocos metros que la separaban de su hogar escucho sonar el telefono. Tuvo que correr para no poder la llamada, podia ser importante.

—¿Bueno?
—¡Hija!
—Mamá. —resoplo.
—¿Cómo estas cariñito?
—Bien, bien ¿Y tu?
—Genial ¿Qué harás esta noche?
—Emm tengo mucho trabajo...
—Hacete un tiempito... tengo un candidato para ti ¡HER-MO-SO!
—¡No, no, no! Nada de candidatos... ¡Mamá no ire a tu cita a ciegas!
—¡Es el hijo de Margarita!
—¿Qué? Menos si es hijo de tu amiga
—¡Te gustara hija! Es profesor de ciencias, vive en mi barrio y...
—¡Y de seguro comparte el alquiler con un profesor de quimica!
—Es profesor de teatro pero ¿Cómo lo sabes? —pregunto sorprendida la pobre mujer.
—¡Tengo una bola de cristal!
—Por eso estas tan sola. —dijo por ultimo y colgó

Se equivoco, no era importante, Bueno al menos le hizo un favor. Si esta cita seria igual a la anterior, donde el muchacho acababa de dejar la cárcel, compartía la cama con su hermano de 15 años y eructaba en la mesa, mejor se quedaría sola por el resto de la vida. A sus 27 años, que no quiero decir que fuera mucho, aun no habia encontrado a su príncipe azul... verde, amarillo, quizás rojo... ¡O el color que fuera! Solo deseaba que apareciera pronto y la rescatara de este mundo triste de las solteras que casi alcanzan los 30 años.
Almorzó algo rapido y se cambio. Todavía estaba enojada por su césped asi que hablaría con el vecino idiota de al lado. Toco con fuerzas la puerta y debió esperar, lo que le parecio una eternidad, un momento hasta que el hombre se digno en abrir.

—¡Hola, vecina! —sonrió.
—Hola —dijo con cara de pocos amigos esperando a que la invitara a pasar.
—¿Quiere pasar?
—Seria bueno. —dijo y entro.
—Pues... ¿Qué la trae por aquí? —articulo mientras la observaba caminar por su casa que ahora era de Joe, miraba con ojo de experto la disposición de los muebles.
—Note que ah estacionado su camioneta sobre el césped y no sobre la entrada de cemento que lleva al garaje...
—Lo lamento... estaba algo apurado.
—¿Tienes usted idea de cuanto me costo el césped señor...?
—Soy Adam... Miller... —dudo de lo que habia dicho pero ya estaba hecho.
—Bien señor Miller, fueron ¡¡700!! Dólares asi que le pido amablemente que por favor estacione sobre el sendero que lleva al garaje...
—Claro. —sonrió.



Capitulo 4

Luego de cerrarle la puerta bufo enfadado ¿Eso era pedir amablemente? Que mujer más chiflada, penso. Y al recordar las fachas en las que lo recibio durante la mañana sintio escalofrios. Pobre del hombre que duerme con ella, se dijo a si mismo y volvio a sus labores. Estaba concentradísimo y ocupado con todo lo que conllevaba representar la banda de hermano menor, Frankie. Hacia algun tiempo ya que su hermano menor y su mejor amigo, James, tenian una banda y era el momento indicado para llevarlos a otro nivel

_______ (Tu), satisfecha por su actuación con el señor Miller volvio a casa, continuo trabajando hasta que el reloj dio las cuatro pm. Se ducho y volvio a salir. Debia coordinar la sesión de fotos que Katie llevaría a cabo con Megan Fox. Esas fotos deberían estar listas para el dia de mañana y asi salir a las calles de Los Ángeles el dia siguiente a este.
Regreso a su casa muy entrada la noche, eran casi las once. Creyó ver a su nuevo vecino en una fiesta... ¿Fiesta?, ¿Entre semana? Comenzaba a desagradarle más su nuevo vecino. Incluso ni recordaba el nombre... era un tipo raro... ¿Quién usa gafas de sol dentro de su casa? penso al recordar lo poco que vio de su rostro cuando fue a darle sus quejas.

—¿Qué miras? —pregunto Katie entrando.
—¡Dios mio! Me asustaste. —dijo pegando un sobresalto. Dejo correr las cortinas.
—¿Es el vecino nuevo? ¿Es guapo?
—Si y no
—Déjame ver. —dijo empujando a _______ (Tu). Corrió las cortinas y se quedo contemplando a las personas que se encontraban en la sala de la casa de al lado.
—¿Tienes las fotos? —pregunto.
—Si, están en mi computadora. No logro ver mucho pero ire a presentarme para averiguarlo.
—Ni siquiera vives aquí, Katie. —rio _______ (Tu).
—Prácticamente si, eres mi mejor amiga, somos como hermanas.
—No se si eso es bueno o malo —carcajeo.
—Hay varios hombres y dos mujeres... ¡Quizás sea mi dia de suerte! —dijo acomodándose el cabello.
—¡Vuelve aquí! No te atrevas a dejarme en ridículo
—No te preocupes, jamas necesitaste de mi ayuda para eso. —Katie hizo una mueca. ______ (Tu) bufo.

Joe, el señor Miller de ahora en más para todos, no estaba dando una fiesta ni mucho menos. Simplemente que habia invitado a sus hermanos a conocer los nuevos aposentos de el señor Jonas, sonaba bien, le gustaba.
Mientras Valerie y Danielle cuchicheaban sobre la disposición de los muebles, como buenas mujeres que eran, el timbre sono. Con una mirada Joe le indico a Nick que abriera y este obedeció dejando a la pequeña niña de Kevin en el sillon.

—¡Hola! —exclamo Katie al sentir que la puerta se abrió. Lo que vio le gusto demasiado, definitivamente era su dia.
—Hola ¿A quien estas buscando? —pregunto Nick con una sonrisa amable.
—Bueno, soy su vecina de al lado... solo queria... —antes de que concluyera Nick la interrumpió.
—Un momento... ¡hermano! —grito por sobre su hombro.
—Oh, no, no. Solo queria presentarme... y conocernos mejor ya que seremos vecinos... —sonrió agarrando un mechon de su cabello.
—Ahora vendrá. —dijo y al instante apareció Joe.
—¿Y tu eres? —pregunto con una sonrisa, a Joe tambien le gustaba lo estaba viendo.
—Soy Katie Hobs, mucho gusto... vivo aquí al lado...
—Pensé que ahí vivía una mujer algo rara. —dijo.
—De hecho si, prácticamente vivimos juntas...
—¿Es tu madre? —pregunto Joe. Katie no pudo evitar reir sin disimulo.
—No, no. Es mi mejor amiga. —continuo hablando Katie. Nicholas dejo la ronda y giro para volver al juego que habia dejado pausado con su sobrina menor—. Espera... —dijo—. Creí que tal vez podríamos hacer algo juntos...
—¿Conmigo? —rio Nick— No lo lamento, soy casado. — levanto su dedo y dejo ver su alianza.

Katie quedo asombrada ¡Estaba casi segura de que aquel hombre iba a ser suyo! al fin y al cabo no fue su dia. Y justo antes de que saliera corriendo llego _______ (Tu) a rescatarla. Joe miro asombrado la siguiente escena.

—¡Te dije que no! —exclamo _______ (Tu)
—¿Qué? solo estaba presentándome... tenemos unos vecinos muy agradables —dijo enviándole una sonrisa a Joe.
—Si, no lo dudo —dijo _______ (Tu) lanzándole también una sonrisa cínica— pero te dije que debian estar cansados...
—¡Para nada! —acoto Joe.
—Pues nosotras tenemos trabajo que hacer sino de otra manera nos quedaríamos a charlar y contarnos nuestras vidas pero... sino trabajamos, no comemos...

Agarro a Katie por le antebrazo y prácticamente la arrastro de regreso a la casa. Katie solo rio picara en todo el camino recordando las palabras de Joe:- ¿Es tu madre?, ¡¿_____ (Tu) mi madre?! penso y largo una carcajada exagerada ya dentro de la casa.

—¿Por qué te ríes ahora?
—El vecino... bueno no se cual de los dos sea...
—El que estaba en la puerta. —informo ______ (Tu)
—Bueno ese tipo pregunto si tú eras mi madre. —dijo divertida y se lanzo al sofa.
—¡¿Qué?! No parezco tan mayor. —dijo observándose en el reflejo de la ventana.
—Es que te vistes como mi abuelita...
—No es cierto... solo es que soy sobria...
—¡Y santa clouse existe! —hizo una pausa mientras su amiga intentabas fusilarla con la mirada— Pero luego habia otro tipo...
—¡Ya se, no me lo digas! te enamoraste...
—¡No! Pero es hermoso...
—Déjame adivinar, Ya tienes su número
—No, el muy desgraciado esta casado ¬¬
—Mala suerte, otro dia sera. —dijo _____ (Tu) abriendo la computadora de su amiga.
—Si, otro día sera. Gracias a dios ahora existe el divorcio.
—Eso esta mal, Katie. Estarás destruyendo una familia.

Joe no cerró la puerta hasta que las vio desaparecer del otro lado de la medianera. Rio para si mismo antes de volver a la casa. Era algo raras pero divertidas al fin, debió admitir que los ojos de la mujer chiflada eran muy hermosos. Y la chica... Katie, era muy agradable.

—Ya me contaron por ahí que tu vecina nueva estaba buscando una aventura con mi marido. —sonrió Valerie
—No estaba enterado de eso... ¿Es cierto Nick? —pregunto Joe.
—¿No viste lo que dijo en la puerta..?
—Ah si. Es cierto, Valerie.
—Le cortare el cuello y serviré eso en el restaurante si llega a ser así. —rio.
—¡Pobre muchacha! —exclamo Kevin del otro lado de la isla que estaba situada en la cocina.
—No dije que fuera a la muchacha —dijo mirando a Nicholas.
—Yo no dije que aceptara una aventura con ella. —sonrió nervioso.
—¡¡Miedo, hermanito, miedo!! —se burlo Joe—. Por eso yo no tengo una mujer en mi vida...
—Las mujeres te huyen —acoto Daniele.
—Pobre de ti —rio Joe con sarcasmo—. No creerán lo raras que son, creo que son lesbianas.
—Dijo que eran mejores amigas. —comento Nick.
—Pero la mujer mayor vino a llevarla casi a rastras del brazo, creo que son pareja. —insistió.

Capitulo 5

Dos días más después de ese encuentro, _______ (Tu) volvió temprano a su casa. Siempre a la expectativa de algun error que pudiera cometer el extraño de al lado. Revolvía el agua a punto de hervir para soltar un puñado de fideos que almorzaría ese dia cuando el hermoso silencio, que se apodero de su casa, fue roto con el chillido del timbre.

—¿Si?
—Perdone la molestia pero es que... bueno no soy muy bueno con la tecnología y me preguntaba si usted conocía sobre computadoras...
—¿Computadoras? solo un poco.
—Si es mucha molestia podria...
—Por supuesto —dijo cerrando la puerta de su casa.

Joe camino tomando la delantera, se sentia avergonzando por no poder conectar una simple computadora. Para peor habia olvidado pedirle ayuda a sus hermanos hacia dos noches atrás.
Al entrar _______ (Tu) no sabía si gritar o llorar. Quedo completamente sorprendida, este tipo llevaba apenas tres dias viviendo ahí y el lugar parecía un chiquero de primera.

—Perdone el desorden es que no eh tenido tiempo de limpiar. —dijo algo avergonzando mientras corria con sus pies algo que parecía una camiseta.
—No... Se preocupe, todos tenemos dias ocupados.
—Bien, aquí esta el problema. —dijo.
—¿Cuál? —pregunto al ver la computadora sobre la mesa.
—No se conectarla.
—¡¿No sabe conectarla?! —exclamo casi como una burla y al darse cuenta guardo compostura.
—Pues no ¬¬ —sonrió.
—Bien... déjeme ver...

Conectar una computadora era de lo más facil que habia en el mundo. ¡Que tipo más inútil! _______ (Tu) se pregunto cual seria su profesión ¿Qué clase de persona no sabe conectar una computadora? Ni siquiera se dio cuenta de que estaba sonriendo al pensar todo esto.

—¿Qué es lo gracioso? —pregunto Joe.
—¡Oh, perdon! Nada, estaba recordando algo.
—Comparta el chiste conmigo. —dijo—. Amo las bromas.
—No era una broma
—Entiendo
—Bien —dijo encendiéndola—. creo que la arregle
—¡Genial! Muchas gracias...
—De nada —sonrió.
—La veo luego
—No me trate de usted... no soy tan mayor. —dijo ella.
—¿Y como quiere que la llame?
—Tengo un nombre y es ________ (Tu)
—Bien _______(Tu), la veré luego.
—Lo veo luego...

Joe estaba listo para abrir la boca y decir:-“Yo soy Adam Miller, mucho gusto” Pero eso no paso. Al parecer a su vecina no le importaba saber quien era. En cierta forma ella solo pedía que le pagaran en tiempo y forma y que fuera educado, amable y buen vecino ademas de cuidar el césped y la lavadora que le habia costado un dineral.
Esa noche, Adam Miller salio y ______ (Tu) recordó incluso el minuto exacto en que dejo la casa, 9.24pm. Ella espero paciente la visita, ya acordada, de su amiga, eran entonces ya las 11:34pm.

—¿Y bien? —pregunto _______ (Tu)
—Todo bien, gracias. —respondió dejando la cartera a un lado del sofa.
—Me refiero a si tienes la revista, Katie.
—¡¿Qué?! Por favor, no comprare la revista en donde trabajo. Salgamos.
—¡¿Qué?! Por favor, no saldré dos veces en la misma semana. Cenemos.
—Si sigues comiendo y comiendo terminaras hecha una morsa...
—No es cierto, ahora corro todas las tardes...
—¿A que se debe ese cambio? —pregunto abriendo la nevera.
________ (Tu) escucho el que motor de un automóvil se detuvo, se apresuro a dejar el sofa para espiar por la ventana.
—¿Qué haces? —pregunto Katie.
—Nada...
—¡Quiero ver tambien! —exclamo golpeándola con la cadera.
—¡Ay Katie! —se quejo.
—Ese chico tiene unas pierdas divinas... me pregunto como trabajaran...
—¡Por favor! es un sucio, inútil, no tiene horarios y creo que no trabaja...
—Esta bien para una noche ¿O no? Mientras sepa moverse en la cama. Tampoco quiero casarme con él.
—Me das miedo cuando empiezas a hablar asi —rio _______(Tu).
—La vida es una sola y hay que disfrutarla... con condón.
—No hay caso contigo —puso en blanco los ojos y volvio a sentarse.
—¿Ya hablaste con él?
—Unas pocas palabras
—¿Y?
-¿Y? ya te dije, es sucio, la casa parece no tener piso ni muebles pues todas sus pertenecían ofician de alfombra, no sabe conectar una computadora y estoy empezando a creer que no trabaja...
—¡Admite que es muy sexy!
—¡Jamás!

Mientras tanto, en la casa de al lado, Joseph intentaba poner en practica una receta que Valerie le había dado para conquistar a una chica que acechaba hace tiempo. Una linda actriz de 1,70 mt, morena y con unas curvas que no le daba miedo recorrer. Toda una diosa. Repaso la lista y la dejo junto al refrigerador para no olvidarla, pues pronto seria el gran día.



Capitulo 6

Cuando se desocupo de todos sus obligaciones la tarde del dia siguiente, fue momento de limpiar y no supo por donde empezar asi que opto por recoger todo el desorden de la planta baja y esconderlo en el primer piso. ¡Buena idea!, penso. Era momento de poner la ropa a lavar... llevaba mas o menos dos semanas en la casa y estaba quedándose sin camisas, esta oportunidad no iba a desperdiciarla por no tener la camisa correcta. Se enfrento a la enorme lavadora, la cargo respetando los colores y la ropa blanca, coloco el jabón y cuando apreto el boton... nada sucedió. Las maquinas no eran su fuerte, lo reconocia. Volvio a presionarlo, nada paso, de nuevo lo apreto... comenzaba a enfadarse. ¡Estupida lavadora! Golpeo un costado de ella con una patada infernal que ayudo a descargar su enojo ¿Pero quien la conocería mas que su chiflada dueña? nadie. Una vez más, recurrió a ______ (Tu). El cachivache con lindos ojos color miel que tenía por vecina.

—¡Hola! —dijo antes de que ella lo saludara—. Lamento molestarla nuevamente pero...
—¿No sabe como encender la estufa? —dijo burlándose pero Joe no lo reconocio.
—No, es que no puedo hacer funcionar la lavadora...
—Tiene su maña... —acoto y volvió a salir, rezo en el camino para que este hombre de una buena vez haya limpiado su casa. Asi fue, olía bien y aunque no brillaba de limpia por lo menos pudo ver la alfombra del piso.
—Aquí esta.
—¡¡¿Qué le paso a mi lavadora?!! —exclamo.
—¡Oh! ¿Qué? No lo se... —dijo
—¿Seguro?
—Segurísimo —dijo, reconoció en sus ojos que estaba enfadada. Ella se tomo la cabeza intentado tranquilizarse.
—Bien, veamos. —presiono el botón pero este no encendía la luz verde.
—No se que pueda pasarle. —
Ella se acerco hacia la parte de atrás y encontro la falla.
—¿No se le ocurrió que los aparatos funcionan con electricidad?
—Si eso lo se pero ¿Qué tiene, acaso no hay electricidad? —pregunto de forma idiota. Ella solo puso los ojos en blanco.
—Estaba desconectada —dijo.
—¡Que tonto!
—Bueno, debo irme...
—¡Gracias! —sonrió.

Esa tarde Joe no estuvo en su casa, se paso varias horas trabajando junto a Frankie y James, pero cuando fueron las seis pm. Volvio como un rayo a su morada. Tenía una cita, muy importante, esperándolo.
Cocino todo siguiendo cada indicación de su cuñada, el plato le quedo perfecto... que digo perfecto ¡Perfectísimo! Subió a ducharse y cuando, por ultimo perfumo su cuello, el timbre sono.

—Hola —dijo ella.
—Hola, Sam, luces hermosa esta noche...
—Debo decir lo mismo de ti, guapo Joe.
—Gracias —respondió coqueto y con un movimiento de manos la invito a pasar.

Aquella noche, la limpieza, la cena y sus cumplidos funcionaron con Sam. _______ (Tu) en cambio no le creia absolutamente nada, ella creia que algo no andaba bien con ese tipo. Esa noche monitoreo desde la ventana de su cocina a la hora exacta en la que la invita de su vecino llego al lugar... exactamente las 9:18 p.m. Una muchacha increíblemente alta, morena y con unas piernas que daban envidia. Le parecio raro no verla salir esa noche, a decir verdad no le parecio raro... su vecino tenia en la mirada cierta chispa, un pirata recibido con honores. Un galán que no sabia si era mejor perder o encontrar.

Una mañana salio como siempre a la editorial y para las 12 del mediodía ya se encontraba su casa. Sacaba la basura cuando un auto negro se estaciono justo frente a la casa de su inquilino, curiosa camino lento hasta el contenedor para observar una escena sumamente interesante.

—¡¿Cómo te atreves?! —exclamo la mujer bajándose del auto justo cuando el abría la puerta.
—¿Qué cosa? —pregunto él.
—¡Eres un idiota! —grito ella, solo entonces ______ (Tu) pudo verla bien. Estaba embarazada, tenía una enorme panza de unos siete u ocho meses, calculo.
—¡¡Oh, estupido!! Me las pagaras infeliz... Jamas me pidas algo, en tu vida. —grito y esta vez se acerco a él y lo golpeo con la cartera que traía.

_______ (Tu), por vergüenza ajena prefirió entrar. ¡Ya lo entendia todo! Este imbecil era separado o seguramente habia dejado a esa pobre mujer embarazada y ahora la habia abandonado para dormir con otra mujer ¡Hombres!, penso. Lo maldijo por primera vez a causa de la pena que sintio por Valerie. Cuan equivocada estaba ______ (Tu).
Mientras tanto en la casa de Joe, sucedía otra cosa.

—¿Por qué me golpeas? —pregunto molesto.
—Le hable maravillas a Sam sobre ti, sabes que es mi mejor amiga desde que estoy aquí y tu... ¡Te acuestas con ella y ahora no le devuelves las llamadas! —exclamo.
—¡Pero quedo claro que solo era sexo!
—Eres un animal, Joe.
—¡¿Qué clase de mujer se duerme con un hombre en la primera cita?! —exclamo, estaba comenzando a enojarse. Odiaba esa actitud en las mujeres.
—¡¿Qué buscas en una mujer?! —grito.
—Una verdadera mujer no una cualquiera.
—Eres un tonto... ¿Por qué le temes a los compromisos?
—¡No debo decirte porque! —exclamo enojado. Realmente no queria hablar de su pasado.
—Joe, yo... lo lamento, perdóname es que...
—Tranquila, Valerie. Olvídalo y lo lamento por Sam, es hermosa realmente agradable, me gusta mucho pero no habra nada mas que una noche entre nosotros...

Valerie ahora se sentia mal, conocía el pasado de Joe y por un momento lo entendió. Y es que las heridas del amor a veces dejan marcas imborrables de por vida.