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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Swan Feathers [Zerrie fanfic]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Swan Feathers [Zerrie fanfic]
por Chris-Kwallier Miér 03 Jul 2013, 9:44 pm
Nombre: Swan Feathers
Autor: Chris-Kwallier
Adaptación: No.
Género: Drama/Romance
Advertencias: Sexo explícito, lenguaje altisonante, muertes.
Otras páginas: Wattpad, Tumblr.
![Swan Feathers [Zerrie fanfic] 7d4b](https://2img.net/r/ihimizer/img542/4540/7d4b.jpg)
SINOPSIS:
El cielo y el infierno han debatido por milenios el destino que la tierra de los vivos merece, un sinfín de soldados caídos y otros millones por caer; una guerra eterna. Los cruces entre los demonios y los ángeles implican miradas de aversión y asco entre ellos, pero los hay quienes adoran cruzar los límites y jugar con lo prohibido, escondidos de la mirada del Creador: unos se salvan, otros fallan.
Perrie Edwards es una humana con una vida normal, tiene amigos, estudia, nivel promedio de calificaciones, simpatica. Todo en su lugar, hasta que llega un chico a su vida que no únicamente es bruto y burdo sino que se atraviesa en las vías de la joven Edwards, pronto descubre que el haberse encontrado con él no fue mera casualidad, el encontrarse con él le atrajo a un mundo que ni siquiera pasó una vez por su cabeza, odiando la idea de su muerte. Zayn Malik era un demonio y no vino únicamente a fastidiar su vida, él quería algo más...
Autor: Chris-Kwallier
Adaptación: No.
Género: Drama/Romance
Advertencias: Sexo explícito, lenguaje altisonante, muertes.
Otras páginas: Wattpad, Tumblr.
SINOPSIS:
El cielo y el infierno han debatido por milenios el destino que la tierra de los vivos merece, un sinfín de soldados caídos y otros millones por caer; una guerra eterna. Los cruces entre los demonios y los ángeles implican miradas de aversión y asco entre ellos, pero los hay quienes adoran cruzar los límites y jugar con lo prohibido, escondidos de la mirada del Creador: unos se salvan, otros fallan.
Perrie Edwards es una humana con una vida normal, tiene amigos, estudia, nivel promedio de calificaciones, simpatica. Todo en su lugar, hasta que llega un chico a su vida que no únicamente es bruto y burdo sino que se atraviesa en las vías de la joven Edwards, pronto descubre que el haberse encontrado con él no fue mera casualidad, el encontrarse con él le atrajo a un mundo que ni siquiera pasó una vez por su cabeza, odiando la idea de su muerte. Zayn Malik era un demonio y no vino únicamente a fastidiar su vida, él quería algo más...
Chris-Kwallier
Re: Swan Feathers [Zerrie fanfic]
por Chris-Kwallier Miér 03 Jul 2013, 11:23 pm
PRÓLOGO
— ¿Quién te dijo que Clark prefiere el esmalte azul sobre el morado?
Reí en el teléfono tras la respuesta de Jade y continué pasando la brocha con el barniz sobre las uñas de mis pies. Color negro y a un lado tenía un alfiler con cabeza color rosa y demás esmaltes de distintas tonalidades y colores; mi cama era una delicia para caer en ella a estas horas de la noche y por esas mismas razones no rechacé su invitación de pintar mis uñas sobre ella. Continué mimando mis pies como toda chica lo hacía y reía después de cada comentario hilarante que provenía detrás de la línea con sus palabras; terminé con el esmalte negro y lo cerré para levantarme y dejarlo sobre el estante donde estaban mis peluches y demás barnices.
—Ajá, y ahora resulta que Anthony vendrá por ti en un caballo blanco vestido al estilo victoriano y bajará, te dirá: “Mi hermosa dama he venido por usted y sus encantos para vivir juntos en un castillo”. —Agravé el matiz de mi voz para hacer una apestosa imitación de la voz del chico soñado de Jade.
Otra carcajada grande brotó de mi boca cuando escuché el chillido quejoso que soltó por mi comentario. Volví a la cama y me senté a esperar a que el barniz secara con el aire fresco del mini Split; levanté las piernas directo en la brisa sintética que filtraba el aparato a mi habitación, con las cosquillas que sentí de inmediato rozar mi piel, moví mis dedos de manera distraída mientras respondía las preguntas incoherentes de Jade a través de la línea. Afuera parecía que una tormenta vendría y arrasaría con todo lo que se le cruzara enfrente, incluso mi pobre casa, el viento golpeaba contra la ventana de manera escandalosa y las ramas del árbol afuera de ésta arremetían como largos y delgados dedos practicando una melodía cualquiera en un piano. Las cuantiosas gotas de lluvia hacían lo mismo que el árbol y lo único que me daba un apoyo para no escuchar todo eso allá afuera eran la voz de Jade a través del teléfono y el mini Split que se rehusaba a abandonarme.
Continuamos platicando de cosas con falta de sentido, apostaba a que en el recibo del teléfono ésta se la cobrarían caro a mi madre pero ahora no importaba porque Jade me contaba lo más relevante del instituto después de mi ausencia durante dos días—Tenía justificante registrado en la dirección— a causa de enfermarme del estómago comiendo churros en un puesto cualquiera, mamá me había advertido de que mi estómago siempre había sido débil para esto, sobretodo por mi problema de esófago pequeño que supuestamente tendría que haber mejorado con las cirugías y lo hizo pero era aún hablar de un asunto delicado. Lo que importaba era que hoy estaba curada y mañana volvería al escuela como si nada hubiera sucedido y eso nos alegraba tanto a mí como a mi mejor amiga, Jade, pues cotillearíamos hasta de los chicles pegados debajo de las sillas en la cafetería y eso era poco por decir. Continué mirando los dedos de mis pies cuando tres golpes inusuales, distinto a los de las ramas y el viento, sonó contra mi ventana. Enseguida me reincorporé y miré hacia la ventana. Vacío. No era que no estuviera acostumbrada a este tipo de sonidos sino que esta vez había sonado como si me hubieran llamado intencionalmente. Lo ignoré y continué prestando atención a lo que mi amiga parloteaba a mis oídos. Nuevamente lo escuché y, asustada, me levanté directo hacia la ventana, cubrí los costados de mi rostro y lo pegué contra el cristal; registré el área con la poca vista que me otorgaba la tormenta y mis míseros ojos azulados.
— ¿Perrie? ¿Sigues ahí? —Habló un poco molesta al teléfono. Odiaba cuando no le prestaban atención.
— ¿Eh? A-Ah, sí. —Respondí aturdida por lo que recién sucedió. Lo más probable era que se tratara de una simple alucinación mía con el intenso olor de barniz de uñas.
Continuó platicando los acontecimientos recientes en el drama del colegio y trataba de ponerle atención mientras daba otra chequeada al patio trasero de mi casa. Miré a los arbustos y una silueta oscura se movió por éstos. Oh, Dios, estaba frita. Lo más probable era que un ladrón estuviera acechando mi casa, miré el reloj y era cerca de las 11 de la noche, ¿Qué ladrón asalta casas a esta hora? Es decir, ¿No pudo esperar a que yo estuviera acostada cómodamente y cubierta por mis cálidas sábanas mientras dormía para robar? La respuesta parecía ser un claro “no”. Entré en pánico y Jade no paraba de hablar.
—Jade, mañana nos vemos. Mamá me atrapó con el teléfono. —Mentí para tener el teléfono libre por si surgía la necesidad de marcar el número de emergencias.
—Oh, sí, nos vemos. Bye-bye. —Se despidió y yo enseguida colgué.
Me retiré de la ventana y enseguida tomé a Kratos, mi oso de peluche color negro, el cual medía casi la mitad de mí; tomé mi celular y jalé mi cobija rosa de la cama para salir en una fuga perfecta hacia el cuarto de mi madre; apagué la luz antes de salir y corrí por todo el corredor que separaba nuestras habitaciones de frente a frente sobre la planta alta de la casa, abrí la puerta e ingresé a la alcoba de manera escurridiza.
— ¿Perrie? ¿Eres tú?
O no tanto.
—Mamá. —La llamé tímidamente, esperando que el ladrón haya decidido que esta casa era fea para su gusto y haya decidido asaltar otra. — ¿Puedo dormir contigo? —Pedí haciendo un puchero en las penumbras de su habitación.
—Está bien, cariño. —La escuché mover sábanas y cobijas. —Pero ¿Por qué?
—Solo… Solo quiero dormir aquí. —Mentí nuevamente, eran inocentes así que no tendría ninguna repercusión en mi futuro. Sonreí y me acomodé a su lado mientras acomodaba mi cobija rosa y abracé a Kratos.
Ella pareció ignorar mi repentina urgencia de dormir con ella y me dio la espalda sobre la cama, hice lo mismo. Tenía mi celular a la mano en el cuarto de mi madre había muchas cosas para golpear, nada pasaría. Si el tipo de allá afuera se atrevía a pisar siquiera adentro estaba en problemas, grandes problemas. Suspiré y me acurruqué al peluche en mis brazos, recordé que un ex novio me lo había regalado para un Día de San Valentín, me pareció muy lindo como para llevarlo al basurero así que lo conservé. Cerré los ojos y esperé a que todo saliera bien esta noche y mis suposiciones hayan sido sobre un perro o una ardilla gigante mutante que haya escapado de un laboratorio. Reí en bajo con esa idea y pronto parecí relajarme.
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¡Nueva fic! Ustedes me dirán si es algo que apetecen leer, jóvenes(: besos.
— ¿Quién te dijo que Clark prefiere el esmalte azul sobre el morado?
Reí en el teléfono tras la respuesta de Jade y continué pasando la brocha con el barniz sobre las uñas de mis pies. Color negro y a un lado tenía un alfiler con cabeza color rosa y demás esmaltes de distintas tonalidades y colores; mi cama era una delicia para caer en ella a estas horas de la noche y por esas mismas razones no rechacé su invitación de pintar mis uñas sobre ella. Continué mimando mis pies como toda chica lo hacía y reía después de cada comentario hilarante que provenía detrás de la línea con sus palabras; terminé con el esmalte negro y lo cerré para levantarme y dejarlo sobre el estante donde estaban mis peluches y demás barnices.
—Ajá, y ahora resulta que Anthony vendrá por ti en un caballo blanco vestido al estilo victoriano y bajará, te dirá: “Mi hermosa dama he venido por usted y sus encantos para vivir juntos en un castillo”. —Agravé el matiz de mi voz para hacer una apestosa imitación de la voz del chico soñado de Jade.
Otra carcajada grande brotó de mi boca cuando escuché el chillido quejoso que soltó por mi comentario. Volví a la cama y me senté a esperar a que el barniz secara con el aire fresco del mini Split; levanté las piernas directo en la brisa sintética que filtraba el aparato a mi habitación, con las cosquillas que sentí de inmediato rozar mi piel, moví mis dedos de manera distraída mientras respondía las preguntas incoherentes de Jade a través de la línea. Afuera parecía que una tormenta vendría y arrasaría con todo lo que se le cruzara enfrente, incluso mi pobre casa, el viento golpeaba contra la ventana de manera escandalosa y las ramas del árbol afuera de ésta arremetían como largos y delgados dedos practicando una melodía cualquiera en un piano. Las cuantiosas gotas de lluvia hacían lo mismo que el árbol y lo único que me daba un apoyo para no escuchar todo eso allá afuera eran la voz de Jade a través del teléfono y el mini Split que se rehusaba a abandonarme.
Continuamos platicando de cosas con falta de sentido, apostaba a que en el recibo del teléfono ésta se la cobrarían caro a mi madre pero ahora no importaba porque Jade me contaba lo más relevante del instituto después de mi ausencia durante dos días—Tenía justificante registrado en la dirección— a causa de enfermarme del estómago comiendo churros en un puesto cualquiera, mamá me había advertido de que mi estómago siempre había sido débil para esto, sobretodo por mi problema de esófago pequeño que supuestamente tendría que haber mejorado con las cirugías y lo hizo pero era aún hablar de un asunto delicado. Lo que importaba era que hoy estaba curada y mañana volvería al escuela como si nada hubiera sucedido y eso nos alegraba tanto a mí como a mi mejor amiga, Jade, pues cotillearíamos hasta de los chicles pegados debajo de las sillas en la cafetería y eso era poco por decir. Continué mirando los dedos de mis pies cuando tres golpes inusuales, distinto a los de las ramas y el viento, sonó contra mi ventana. Enseguida me reincorporé y miré hacia la ventana. Vacío. No era que no estuviera acostumbrada a este tipo de sonidos sino que esta vez había sonado como si me hubieran llamado intencionalmente. Lo ignoré y continué prestando atención a lo que mi amiga parloteaba a mis oídos. Nuevamente lo escuché y, asustada, me levanté directo hacia la ventana, cubrí los costados de mi rostro y lo pegué contra el cristal; registré el área con la poca vista que me otorgaba la tormenta y mis míseros ojos azulados.
— ¿Perrie? ¿Sigues ahí? —Habló un poco molesta al teléfono. Odiaba cuando no le prestaban atención.
— ¿Eh? A-Ah, sí. —Respondí aturdida por lo que recién sucedió. Lo más probable era que se tratara de una simple alucinación mía con el intenso olor de barniz de uñas.
Continuó platicando los acontecimientos recientes en el drama del colegio y trataba de ponerle atención mientras daba otra chequeada al patio trasero de mi casa. Miré a los arbustos y una silueta oscura se movió por éstos. Oh, Dios, estaba frita. Lo más probable era que un ladrón estuviera acechando mi casa, miré el reloj y era cerca de las 11 de la noche, ¿Qué ladrón asalta casas a esta hora? Es decir, ¿No pudo esperar a que yo estuviera acostada cómodamente y cubierta por mis cálidas sábanas mientras dormía para robar? La respuesta parecía ser un claro “no”. Entré en pánico y Jade no paraba de hablar.
—Jade, mañana nos vemos. Mamá me atrapó con el teléfono. —Mentí para tener el teléfono libre por si surgía la necesidad de marcar el número de emergencias.
—Oh, sí, nos vemos. Bye-bye. —Se despidió y yo enseguida colgué.
Me retiré de la ventana y enseguida tomé a Kratos, mi oso de peluche color negro, el cual medía casi la mitad de mí; tomé mi celular y jalé mi cobija rosa de la cama para salir en una fuga perfecta hacia el cuarto de mi madre; apagué la luz antes de salir y corrí por todo el corredor que separaba nuestras habitaciones de frente a frente sobre la planta alta de la casa, abrí la puerta e ingresé a la alcoba de manera escurridiza.
— ¿Perrie? ¿Eres tú?
O no tanto.
—Mamá. —La llamé tímidamente, esperando que el ladrón haya decidido que esta casa era fea para su gusto y haya decidido asaltar otra. — ¿Puedo dormir contigo? —Pedí haciendo un puchero en las penumbras de su habitación.
—Está bien, cariño. —La escuché mover sábanas y cobijas. —Pero ¿Por qué?
—Solo… Solo quiero dormir aquí. —Mentí nuevamente, eran inocentes así que no tendría ninguna repercusión en mi futuro. Sonreí y me acomodé a su lado mientras acomodaba mi cobija rosa y abracé a Kratos.
Ella pareció ignorar mi repentina urgencia de dormir con ella y me dio la espalda sobre la cama, hice lo mismo. Tenía mi celular a la mano en el cuarto de mi madre había muchas cosas para golpear, nada pasaría. Si el tipo de allá afuera se atrevía a pisar siquiera adentro estaba en problemas, grandes problemas. Suspiré y me acurruqué al peluche en mis brazos, recordé que un ex novio me lo había regalado para un Día de San Valentín, me pareció muy lindo como para llevarlo al basurero así que lo conservé. Cerré los ojos y esperé a que todo saliera bien esta noche y mis suposiciones hayan sido sobre un perro o una ardilla gigante mutante que haya escapado de un laboratorio. Reí en bajo con esa idea y pronto parecí relajarme.
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¡Nueva fic! Ustedes me dirán si es algo que apetecen leer, jóvenes(: besos.
Chris-Kwallier
Re: Swan Feathers [Zerrie fanfic]
por Jaidon. Dom 07 Jul 2013, 7:50 am
¡New reader!
Zerrie asdfjk <3. it's all i can say.
Soy lectora de Zona Roja {novela que amo demasiado} & ahora aquí apoyándote en tu nuevo proyecto.
Síguela pronto. xx
Zerrie asdfjk <3. it's all i can say.
Soy lectora de Zona Roja {novela que amo demasiado} & ahora aquí apoyándote en tu nuevo proyecto.
Síguela pronto. xx
Jaidon.
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