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Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Datos Generales:
ϟ Nombre: Entre el bullying y el Amor .
ϟ Autor: cecehammismamark
ϟ Adaptación: Sí.
ϟ Género: de todo un poco.
ϟ Advertencias: ninguna por el momento .
ϟ Otras Páginas: si creo.
ϟ Autor: cecehammismamark
ϟ Adaptación: Sí.
ϟ Género: de todo un poco.
ϟ Advertencias: ninguna por el momento .
ϟ Otras Páginas: si creo.
Sinopsis
¿Qué es el bullying? Fácil: El problema que está de moda. Sí, de moda. El bullying es sólo la ausencia de valor que se apodera de unos cuántos débiles. Débiles como yo.
He sufrido esta ausencia una gran parte de mi vida. He sido molestada, burlada, un poco humillada, "bulleada". Casi que me acostumbré a sus risas y a sus bromas. Pero no, no soy la chica nerd, con lentes, acné y sobrepeso que se están imaginando; soy más bien alguien promedio, ni muy llamativa, ni muy opaca.
Ahora que lo pienso, nada de lo que hago amerita una burla, pero qué importa, eso nunca ha detenido a Harry Styles y su afán por molestarme ya sea por mi estatura, mi descendencia latina, o... Lo que quiera. Y ya que el chico es tan popular, una masiva cantidad de personas suelen unirsele todo el tiempo. No lo odio, pero tampoco lo soporto, ni lo entiendo. Nunca comprendré sus intenciones, o quién sabe... El tiempo en secundaria puede traer muchas sorpresas.
Entre bullying y el amor.
Última edición por fatiama daniela el Lun 21 Oct 2013, 10:41 pm, editado 3 veces
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Hola soy tu nueva lectora me llamo miriam me gusto mucho la sinopsis y si necesitas chica para louis me avisas
Siguela
Siguela
miriam8888
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 01.
¡Fuera de mi camino, insecto!- Exclamó el enrulado chico mientras empujaba la tapa trasera de mis libros, haciendo que estos volaran por el pasillo y descendieran glamurosamente por todas partes.
-¡Dios! ¡Por qué!- Tapé mi rostro en acto de desesperación. Me puse de rodillas y empecé a juntar mis cosas.
Todos los días era un constante de esto. Harry Styles buscaba la manera de molestarme desde el primer hasta el último periodo. Sino era que pegaba letreros en mi espalda, desamarba mi casillero o exponía algo vergonzoso y personal en público. Maldito. Ya me había resignado hace años a tratar de hacer algo, esta escuela estaba bajo su poder, y yo no era la persona más popular que digamos.
-¿Y si lo acusas con tu madre?
-¿Qué?- Pregunté levantando mi cabeza. -¿Hace cuánto estás allí, Zayn?
-Lo suficiente como para escucharte.
-¿Pensé en voz alta nuevamente, verdad?
-Sip- Afirmó el moreno con su cabeza.
-Zayn...-Me levanté con mis libros ya en mis manos. -Si lo acuso con mi madre, tendría que irme del país.
-Cierto, haría tu vida más imposible aún.
-Lo vez... -Solté un respiro de desgán. -Soy la condenada blanco de bromas de esta escuela.
-Anímate, ____, guardo la esperanza que el último día de escuela lo golpees.
-No creo que eso sea viable. ¿Recuerdas cuando aventó mi pupitre por la ventana en quinto grado? Sí era fuerte en ese entonces, no quiero imaginármelo ahora.
-¡Qué niña!- Bufó Zayn.
-¡Eres un tont*o!- Golpeé su brazo con suavidad. -Te veo luego, tengo clase.
Caminé rápidamente y escuché un "adiós enana" de su parte al fondo.
Tomé mis clases con regularidad. No era la más participativa del mundo, pero mantenía un buen promedio. Tenía una gran ventaja en la parte de idiomas, pues en la escuela dictaban español y, gracias a ser una inmigrante, se me facilitaba muchísimo.
Quinto periodo: Biología.
-¡Arácnidos!- Dijo con autoridad el maestro, chocando su manos contra la mesa. -Criaturas fascinantes, como incomprendidas. Hoy aprenderemos un poco más de su estructura y sus hábitos.
Mi mueca no pudo hacerse más evidente. Odiaba las arañas, en verdad, las odiaba.
-He aquí, un espécimen real, vivo- Sacó una enorme y desagradable araña de su cajón, encerrada en un frasco. Abrí mis ojos como dos platónes. Estaba realmente viva esa cosa, y tan cerca, relativamente. Tuve algo de miedo, pero supe disimularlo; no podía dejar que lo supieran, y mucho menos teniendo a Harry Styles en la misma clase. Podría tomar provecho y, ahora si, hacer de mi vida el peor de los infiernos. -Abran sus libros en la página 74, y repasen su contenido.
Continué con la actividad. Intenté despejar mi atención de la araña del maestro que algunos se acercaban a mirar con curiosidad. Me tenía nerviosa ese animal tan cerca, aun que estaba en un frasco, lograba aliviarme un poco.
En un momento volví mi atención hacía la mesa del maestro. Estaba el frasco, más no la araña. ¡Oh por Dios, esa cosa anda suelta por aquí...! Tenía que tener cuidado que...
-Mira, arañita. Encontraste un nuevo nido- Escuché a mis espaldas, al mismo tiempo que sentía unas asquerosas y huesudas patas en mi cabello y las risas que se hacían lugar... No, no puede ser que esa cosa esté en mi cabeza.
***
-Está despertando...
-¡Hey, ____! ¿Estás bien?
-Qu- ¿Qué está pasando?- Dije tallando mis ojos.
-¡Vaya susto, chica! Pensé que te habías infartado.
-¿Zayn?... ¿Qu-Qué ocurre? ¿dónde estoy?
-Te desmayaste, _____, estás en la enfermería.
-¿Qué?
-Has de estar muy confundida- Dijo la enfermera acercándose a la camilla. -Toma esto- Me pasó un vaso de agua y una pastilla.
-Sí, lo estoy- Me levanté apoyándome en mis manos, tomé la pastilla y el agua. -¿Cómo me desmayé?
-Ah, sí. Harry puso una arañota en tu cabello y...
-¡ZAYN!- Interrumpió la enferma golpeándolo en el brazo.
-¿QUÉ?- Me exalté.
-¡Hey! ¡Relájate! ¡Ya no hay más araña!
Inmediatamente lo recodé todo. Esa cosa caminó por mi cabeza. Me asusté y luego todo fue oscuro. Ese maldito... ¡Ya había ido lo suficientemente lejos con esto!
-¿Oye, _____ estás bien? Te has puesto más pálida...- Dijo Zayn acercándose a mi rostro.
-Estoy bien, Zayn. Lo estoy.
-¿Estás segura? Puede quedarte un rato más aquí si lo deseas...
-No... Estoy bien. En serio- Tomé un poco de aire, e intenté relajarme, por más alterada que me encontraba, quería retomar el color y la postura. Mis ojos se posaron sobre la puerta de la enfermería la cual tenía un vidrio pequeño en la parte superior que daba con el pasillo.
Y allí estaba él. Harry, con una sonrisa de medio lado y maliciosa, sosteniendo su maleta y, casi podría jurar, que disfrutando de mi desgracia a toda costa.
¡Fuera de mi camino, insecto!- Exclamó el enrulado chico mientras empujaba la tapa trasera de mis libros, haciendo que estos volaran por el pasillo y descendieran glamurosamente por todas partes.
-¡Dios! ¡Por qué!- Tapé mi rostro en acto de desesperación. Me puse de rodillas y empecé a juntar mis cosas.
Todos los días era un constante de esto. Harry Styles buscaba la manera de molestarme desde el primer hasta el último periodo. Sino era que pegaba letreros en mi espalda, desamarba mi casillero o exponía algo vergonzoso y personal en público. Maldito. Ya me había resignado hace años a tratar de hacer algo, esta escuela estaba bajo su poder, y yo no era la persona más popular que digamos.
-¿Y si lo acusas con tu madre?
-¿Qué?- Pregunté levantando mi cabeza. -¿Hace cuánto estás allí, Zayn?
-Lo suficiente como para escucharte.
-¿Pensé en voz alta nuevamente, verdad?
-Sip- Afirmó el moreno con su cabeza.
-Zayn...-Me levanté con mis libros ya en mis manos. -Si lo acuso con mi madre, tendría que irme del país.
-Cierto, haría tu vida más imposible aún.
-Lo vez... -Solté un respiro de desgán. -Soy la condenada blanco de bromas de esta escuela.
-Anímate, ____, guardo la esperanza que el último día de escuela lo golpees.
-No creo que eso sea viable. ¿Recuerdas cuando aventó mi pupitre por la ventana en quinto grado? Sí era fuerte en ese entonces, no quiero imaginármelo ahora.
-¡Qué niña!- Bufó Zayn.
-¡Eres un tont*o!- Golpeé su brazo con suavidad. -Te veo luego, tengo clase.
Caminé rápidamente y escuché un "adiós enana" de su parte al fondo.
Tomé mis clases con regularidad. No era la más participativa del mundo, pero mantenía un buen promedio. Tenía una gran ventaja en la parte de idiomas, pues en la escuela dictaban español y, gracias a ser una inmigrante, se me facilitaba muchísimo.
Quinto periodo: Biología.
-¡Arácnidos!- Dijo con autoridad el maestro, chocando su manos contra la mesa. -Criaturas fascinantes, como incomprendidas. Hoy aprenderemos un poco más de su estructura y sus hábitos.
Mi mueca no pudo hacerse más evidente. Odiaba las arañas, en verdad, las odiaba.
-He aquí, un espécimen real, vivo- Sacó una enorme y desagradable araña de su cajón, encerrada en un frasco. Abrí mis ojos como dos platónes. Estaba realmente viva esa cosa, y tan cerca, relativamente. Tuve algo de miedo, pero supe disimularlo; no podía dejar que lo supieran, y mucho menos teniendo a Harry Styles en la misma clase. Podría tomar provecho y, ahora si, hacer de mi vida el peor de los infiernos. -Abran sus libros en la página 74, y repasen su contenido.
Continué con la actividad. Intenté despejar mi atención de la araña del maestro que algunos se acercaban a mirar con curiosidad. Me tenía nerviosa ese animal tan cerca, aun que estaba en un frasco, lograba aliviarme un poco.
En un momento volví mi atención hacía la mesa del maestro. Estaba el frasco, más no la araña. ¡Oh por Dios, esa cosa anda suelta por aquí...! Tenía que tener cuidado que...
-Mira, arañita. Encontraste un nuevo nido- Escuché a mis espaldas, al mismo tiempo que sentía unas asquerosas y huesudas patas en mi cabello y las risas que se hacían lugar... No, no puede ser que esa cosa esté en mi cabeza.
***
-Está despertando...
-¡Hey, ____! ¿Estás bien?
-Qu- ¿Qué está pasando?- Dije tallando mis ojos.
-¡Vaya susto, chica! Pensé que te habías infartado.
-¿Zayn?... ¿Qu-Qué ocurre? ¿dónde estoy?
-Te desmayaste, _____, estás en la enfermería.
-¿Qué?
-Has de estar muy confundida- Dijo la enfermera acercándose a la camilla. -Toma esto- Me pasó un vaso de agua y una pastilla.
-Sí, lo estoy- Me levanté apoyándome en mis manos, tomé la pastilla y el agua. -¿Cómo me desmayé?
-Ah, sí. Harry puso una arañota en tu cabello y...
-¡ZAYN!- Interrumpió la enferma golpeándolo en el brazo.
-¿QUÉ?- Me exalté.
-¡Hey! ¡Relájate! ¡Ya no hay más araña!
Inmediatamente lo recodé todo. Esa cosa caminó por mi cabeza. Me asusté y luego todo fue oscuro. Ese maldito... ¡Ya había ido lo suficientemente lejos con esto!
-¿Oye, _____ estás bien? Te has puesto más pálida...- Dijo Zayn acercándose a mi rostro.
-Estoy bien, Zayn. Lo estoy.
-¿Estás segura? Puede quedarte un rato más aquí si lo deseas...
-No... Estoy bien. En serio- Tomé un poco de aire, e intenté relajarme, por más alterada que me encontraba, quería retomar el color y la postura. Mis ojos se posaron sobre la puerta de la enfermería la cual tenía un vidrio pequeño en la parte superior que daba con el pasillo.
Y allí estaba él. Harry, con una sonrisa de medio lado y maliciosa, sosteniendo su maleta y, casi podría jurar, que disfrutando de mi desgracia a toda costa.
Última edición por fatiama daniela el Lun 16 Sep 2013, 5:53 pm, editado 1 vez
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 02.
Mi desmayo como evento público y habladuría de la semana.
No había pisado la escuela y ya sentía miradas sobre mi y cotilleos distantes.
—Así que... ¿todos lo saben?- Pregunté mientras caminaba lentamente por los pasillos.
—Técnicamente... Si— Respondió un incómodo Zayn, revoloteando su cabello
—¡Genial!— Bufé y choqué mis brazos contra mis caderas. —Esto es sencillamente genial.
Entre cosa y cosa llegamos a nuestros casilleros, lo cuales era relativamente cercanos. Saqué mis libros del primer periodo y me dirigí a la clase.
Una vez entrando noté la despectiva mirada de algunos y los murmuros de otros, todos estos apuntando directamente hacia mi. Me intimidé un poco, pues todo el mundo calló al verme. Me quedé allí parada por un momento, con la mirada un tanto confundida y una inocente torpeza. Trascurrieron 10 segundos, pero parecían un millón de años.
—Camina, _____— Sentí un empujón constante en mi espalda. Afortunadamente era Zayn quién rompía el hielo y mi rigidez.
—Te lo agradezco, Malik— Susurré mientras me acomodaba en un pupitre, justo a su lado en la parte trasera.
—No fue nada— Respondió amigablemente mientras el salón se inundó de voces nuevamente.
Después de unos minutos el maestro ingresó y dio inicio con su clase. No era una fanática de la filosofía exactamente, pero al menos me ayudaría a distraerme de las "pequeñeses" que me atormentarían por estos días.
Noté como las personas perdían importancia en mi. Cada quién andaba en lo suyo, incluso Zayn, quién texteaba en su celular como de costumbre. Logré recobrar la calma, la postura...
—Favor presentarse en dirección los siguientes estudiantes: _____ _____, y Harry Styles. Ahora. —Pronunció en bafle que se hallaba en una esquina del salón. Adiós a la serenidad, a la tranquilidad y a la paz interior que comenzaba a recobrar. Otra vez, todas esas miradas se posaron en mi. El silencio incómodo reinaba nuevamente. Mi desgán no podría ser más grande. Tomé mi mochila de mala gana, y salí con paso firme y acelerado de allí.
¿Y ahora en qué demonios me había metido? ¿Acaso sería retada por alterar el orden público y desmayarme dramáticamente en biología? ¡Que rayos digo! La afectada fui yo. Tendré cicatrices mentales por el resto de mis días, jamás dormiré bien en mi vida, todo gracias a esa est*úpida broma de Harry y sus estú*pidos amigos. Él debería pagar por todo esto, no yo.
—Ya puedes seguir—Dijo la secretaria de oficina, sacándome de mis pensamientos inmediatamente. Acomodé un poco mi ropa y me enderecé exageradamente. Tranquila, ______, es solo el director.
—¡_______!—Dijo con entusiasmo el principal. —¡Pasa, siéntate por favor!
—Gracias, creo— Respondí tanto incómoda mientras tomaba asiento. —Ammm, disculpe director, señor. Yo... ¿Hice algo malo, estoy en alguna clase de problema?
—¡Por supuesto que no, niña! Hablaremos de eso pronto, esperemos al que señor Styles aparezca y...—Y casi como invocar al demonio, ingresó Harry a la oficina. Parecía bastante desinteresado, en realidad, contrarío a mi que era todo un manojo de nervios. Tenía su mochila a medio colgar y su lujoso teléfono en sus manos.
—¿Qué pasa?— Dijo con un tono "fresco". Me impresionaba su aparente desinterés.
—Styles, tome asiento, ahí es tan amable— Respondió la autoridad, esta vez cambiando increíblemente de semblante y señalándole el asiento que se encontraba justo a mi lado.
—¿No podría sentarme un poco más lejos? Es que si me hago allí podría contagiarme de enanés extrema— Soltó una carcajada. Yo rodé mis ojos. Era realmente uno de los comentarios más estúpidos que había dicho.
—Harry...—Gruñó el director; este por fin tomó asiento con desagrado. —Chicos, supe sobre el incidente con la araña de ayer.
Harry comenzó a reírse por lo bajo, yo agaché mi cabeza, me sentía algo avergonzada por mi exagerada odisea de ayer.
—Tu madre llamó, ______. Está preocupada por tu situación en la escuela.
—¿Mamá hizo qué?—Exclamé completamente sorprendida y apenada. Fantástico, ahora mis padres eran parte de esto. Harry tapaba su boca con sus manos, parecía que estallaría de la risa.
—Está bien, ya me encargué de eso. Le prometí que tomaría medidas.
Harry dejó de reír.
—Harry, no es el primer problema que tienes en la escuela. y creo que entenderás que...
—No lo veo como un problema, señor. La pobre arañita no hizo nada malo- Interrumpió el crespo.
—¡Pusiste esa cosa en mi cabeza!- Reclamé.
—No era para que te asustaras y fingieras un desmayo, kindergardeana.
—¡No fingí un desmayo!- Lo pensé por un momento. —¡Y no me digas kindergardeana!
—Vuelve a preescolar, enana.
—¡BASTA!- Gritó el director. —Harry, es suficiente. No podré pasar esto por alto. Debes cumplir con una sanción.
—¿Qué clase de sanción?- Preguntó este un tanto molesto.
— Quedarás suspendido una semana. No podrás asistir a clases y...
—¡Oh! ¡Gracias! ¡Ya me hacía falta un descanso!- Interrumpió Harry nuevamente, recostándose en la silla y acomodando sus brazos en su cabeza cual acto placentero. Insisto, no comprendo el desinterés total de este hombre por absolutamente todo.
—... Ni a las actividades extracurriculares- Complementó el principal. Harry levantó una ceja. —Y con actividades extracurriculares me refiero a todas...
Harry saltó de la silla e hizo un gesto de sorpresa.
—No se referirá a...
—Sí, Harry, no podrás participar en el juego del viernes.
—¡Pero señor, es uno de los juego más importantes de la temporada! ¡No puede dejarme por fuera!- Gritó.
—Lo siento mucho. Pero esto no puede ser pasado por alto.
—Vaya...- Articulé, finalmente. Estaba realmente sorprendida, Harry, además, era intocable en la escuela. "Tenía un carisma natural" y el que fuera sometido finalmente me dejó perpleja. Styles me fulminó con la mirada
—Oh, claro- Dijo el director, recordando mi presencia allí. —Puedes decirle a tu madre que ya todo está bien. Y puedes seguir con tus clases con normalidad.
—Gracias, yo...
—¡Espero que estés satisfecha!- Exclamó Harry.
Me levanté rápidamente de allí y salí a toda velocidad, no sin antes escuchar un: "¡Me las vas a pagar!" al fondo.
Dios mío, ¿qué he hecho?
Mi desmayo como evento público y habladuría de la semana.
No había pisado la escuela y ya sentía miradas sobre mi y cotilleos distantes.
—Así que... ¿todos lo saben?- Pregunté mientras caminaba lentamente por los pasillos.
—Técnicamente... Si— Respondió un incómodo Zayn, revoloteando su cabello
—¡Genial!— Bufé y choqué mis brazos contra mis caderas. —Esto es sencillamente genial.
Entre cosa y cosa llegamos a nuestros casilleros, lo cuales era relativamente cercanos. Saqué mis libros del primer periodo y me dirigí a la clase.
Una vez entrando noté la despectiva mirada de algunos y los murmuros de otros, todos estos apuntando directamente hacia mi. Me intimidé un poco, pues todo el mundo calló al verme. Me quedé allí parada por un momento, con la mirada un tanto confundida y una inocente torpeza. Trascurrieron 10 segundos, pero parecían un millón de años.
—Camina, _____— Sentí un empujón constante en mi espalda. Afortunadamente era Zayn quién rompía el hielo y mi rigidez.
—Te lo agradezco, Malik— Susurré mientras me acomodaba en un pupitre, justo a su lado en la parte trasera.
—No fue nada— Respondió amigablemente mientras el salón se inundó de voces nuevamente.
Después de unos minutos el maestro ingresó y dio inicio con su clase. No era una fanática de la filosofía exactamente, pero al menos me ayudaría a distraerme de las "pequeñeses" que me atormentarían por estos días.
Noté como las personas perdían importancia en mi. Cada quién andaba en lo suyo, incluso Zayn, quién texteaba en su celular como de costumbre. Logré recobrar la calma, la postura...
—Favor presentarse en dirección los siguientes estudiantes: _____ _____, y Harry Styles. Ahora. —Pronunció en bafle que se hallaba en una esquina del salón. Adiós a la serenidad, a la tranquilidad y a la paz interior que comenzaba a recobrar. Otra vez, todas esas miradas se posaron en mi. El silencio incómodo reinaba nuevamente. Mi desgán no podría ser más grande. Tomé mi mochila de mala gana, y salí con paso firme y acelerado de allí.
¿Y ahora en qué demonios me había metido? ¿Acaso sería retada por alterar el orden público y desmayarme dramáticamente en biología? ¡Que rayos digo! La afectada fui yo. Tendré cicatrices mentales por el resto de mis días, jamás dormiré bien en mi vida, todo gracias a esa est*úpida broma de Harry y sus estú*pidos amigos. Él debería pagar por todo esto, no yo.
—Ya puedes seguir—Dijo la secretaria de oficina, sacándome de mis pensamientos inmediatamente. Acomodé un poco mi ropa y me enderecé exageradamente. Tranquila, ______, es solo el director.
—¡_______!—Dijo con entusiasmo el principal. —¡Pasa, siéntate por favor!
—Gracias, creo— Respondí tanto incómoda mientras tomaba asiento. —Ammm, disculpe director, señor. Yo... ¿Hice algo malo, estoy en alguna clase de problema?
—¡Por supuesto que no, niña! Hablaremos de eso pronto, esperemos al que señor Styles aparezca y...—Y casi como invocar al demonio, ingresó Harry a la oficina. Parecía bastante desinteresado, en realidad, contrarío a mi que era todo un manojo de nervios. Tenía su mochila a medio colgar y su lujoso teléfono en sus manos.
—¿Qué pasa?— Dijo con un tono "fresco". Me impresionaba su aparente desinterés.
—Styles, tome asiento, ahí es tan amable— Respondió la autoridad, esta vez cambiando increíblemente de semblante y señalándole el asiento que se encontraba justo a mi lado.
—¿No podría sentarme un poco más lejos? Es que si me hago allí podría contagiarme de enanés extrema— Soltó una carcajada. Yo rodé mis ojos. Era realmente uno de los comentarios más estúpidos que había dicho.
—Harry...—Gruñó el director; este por fin tomó asiento con desagrado. —Chicos, supe sobre el incidente con la araña de ayer.
Harry comenzó a reírse por lo bajo, yo agaché mi cabeza, me sentía algo avergonzada por mi exagerada odisea de ayer.
—Tu madre llamó, ______. Está preocupada por tu situación en la escuela.
—¿Mamá hizo qué?—Exclamé completamente sorprendida y apenada. Fantástico, ahora mis padres eran parte de esto. Harry tapaba su boca con sus manos, parecía que estallaría de la risa.
—Está bien, ya me encargué de eso. Le prometí que tomaría medidas.
Harry dejó de reír.
—Harry, no es el primer problema que tienes en la escuela. y creo que entenderás que...
—No lo veo como un problema, señor. La pobre arañita no hizo nada malo- Interrumpió el crespo.
—¡Pusiste esa cosa en mi cabeza!- Reclamé.
—No era para que te asustaras y fingieras un desmayo, kindergardeana.
—¡No fingí un desmayo!- Lo pensé por un momento. —¡Y no me digas kindergardeana!
—Vuelve a preescolar, enana.
—¡BASTA!- Gritó el director. —Harry, es suficiente. No podré pasar esto por alto. Debes cumplir con una sanción.
—¿Qué clase de sanción?- Preguntó este un tanto molesto.
— Quedarás suspendido una semana. No podrás asistir a clases y...
—¡Oh! ¡Gracias! ¡Ya me hacía falta un descanso!- Interrumpió Harry nuevamente, recostándose en la silla y acomodando sus brazos en su cabeza cual acto placentero. Insisto, no comprendo el desinterés total de este hombre por absolutamente todo.
—... Ni a las actividades extracurriculares- Complementó el principal. Harry levantó una ceja. —Y con actividades extracurriculares me refiero a todas...
Harry saltó de la silla e hizo un gesto de sorpresa.
—No se referirá a...
—Sí, Harry, no podrás participar en el juego del viernes.
—¡Pero señor, es uno de los juego más importantes de la temporada! ¡No puede dejarme por fuera!- Gritó.
—Lo siento mucho. Pero esto no puede ser pasado por alto.
—Vaya...- Articulé, finalmente. Estaba realmente sorprendida, Harry, además, era intocable en la escuela. "Tenía un carisma natural" y el que fuera sometido finalmente me dejó perpleja. Styles me fulminó con la mirada
—Oh, claro- Dijo el director, recordando mi presencia allí. —Puedes decirle a tu madre que ya todo está bien. Y puedes seguir con tus clases con normalidad.
—Gracias, yo...
—¡Espero que estés satisfecha!- Exclamó Harry.
Me levanté rápidamente de allí y salí a toda velocidad, no sin antes escuchar un: "¡Me las vas a pagar!" al fondo.
Dios mío, ¿qué he hecho?
Última edición por fatiama daniela el Lun 16 Sep 2013, 5:54 pm, editado 1 vez
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 03.
-______, no puedes esconderte allí por siempre.
-Oh, claro que puedo. Hablando de eso...- Deslicé dinero por debajo de la puerta. -¿Podrías traerme un par de barras energéticas?
-¡No te traeré nada! ¡Sal de ahí ahora mismo!
-¡Ya te dije que no lo haré! ¡Ese tipo podría tener un arma escondida y dispararme!
-______, eso es ridículo. Hace una semana que suspendieron a Styles. Probablemente ya lo olvidó.
-¿Olvidar que gracias a mi no pudo asistir al juego y perdieron olímpicamente? ¡Claro, Zayn! ¡Eso se olvida fácil!- Dije con ironía.
-¡Ohh... Vamos!- Rió. -No creo que pueda hacerte más daño siendo que te culpó por sus desgracias frente a toda la escuela y prácticamente te hizo quedar como una paria.
-Gracias por recordarmelo- Quejumbré. -Ahora, sé bueno y tráeme una barrita energética.
-¡Ya fue suficiente!- Dijo un decidido Zayn quién, seguidamente, ingresó al baño de chicas violando evidentemente una norma social establecida. Tiró de la puerta del cubículo y me tomó en sus brazos.
-¡Suéltame Zayn!- Grité mientras pataleaba y gruñía con todas mis fuerzas, lo cual era inútil. Zayn era el chico más fuerte que conocía. Iba a gimnasio y cuidaba sobre manera su figura como todo un metrosexual en potencia. Mis poderes de flacucha-débilucha-enana fueron inútiles sobre él. Me arrastró, figuradamente por todo el pasillo.
-¡Ya, siéntate!- Gruñó Zayn, obligándome a acomodarme en algún pupitre de la clase de física.
-Te odio, Malik- Murmuré.
-No, me amas- Rió el moreno.
En realidad lo amaba. Zayn era más que un amigo para mi, era como mi hermano.
Toda la vida ha vivido junto mío. Lo he visto gritar, cantar solo en su cuarto y hasta encuerado, sólo que el no lo sabe; y si se enterara, lo más probable, es que me molestaría toda una vida hasta que admitiera que su cuerpo era tallado por los mismísimos dioses, cosa que no sucedería. Equivaldría a levantarle aún más su ya gran ego y eso no era del todo necesario.
Y es que el calificaba de sobra como uno de los chicos más guapos y populares de la escuela, una popularidad que no me afectaba en lo absoluto, ni positivamente ni negativamente. Era, además, un tanto mujeriego, por lo cual me había ganado un par de enemigas que juraban con cada una de sus bien limadas y pintadas uñas que el y yo manteníamos una relación y que, además, por ser vecinos, vivíamos juntos. La estupidez aquí era colectiva. Los rumores que corrían sobre mi supuesto embarazo con Zayn, o que había huido de mi casa a unos pocos metros de ella, o mi insuficiencia para mantenerme estable económicamente como para mudarme con él ya eran una costumbre en mi día a día. Todos estos iniciados en su mayoría por...
-Maldito Styles- Suspiré con agotamiento al ver un dibujo de pizarrón mal hecho sobre mi (con mi exagerada diminutés) "muriendo" por una pequeña arañita que colgaba de mi supuesto cabello.
Todos en la sala reían a carcajadas, no podría sentirme más humillada. Y más aún porque miré a Malik a mi costado, quién hacía un esfuerzo sobre humano por no explotar de la risa en ese momento.
-Debes admitir...- Tomó aire. -Qué tiene grandes dotes artísticos.
-¡Dotes artísticos mi trasero!- Exclamé.
Y esto solo era el principio.
***
-¿Quería verme, maestro O'conell?- Dije, ingresando a la sala de lenguas, la cual se encontraba APARENTEMENTE vacía.
-______, que gusto verte. -Dijo alegremente mientras limpiaba el pizarrón.
-Es el único- Murmuré, a un lado.
-¿Disculpa?
-Nada- Lo miré con una sonrisa fingida. -Zayn dijo que quería verme y...
-¡Oh claro!- Se sentó en su escritorio. -¿Sabes que eres la mejor en leguas de la escuela?
-Qué amable, señor O'conell?- Me entumecí.
-... Y creo que serías una gran tutora de enseñanza para algunos alumnos que no son tan buenos.
-Ehhh... ¿Qué?- Dije perpleja con una sonrisa aún más fingida que la anterior. Hacer tutorías era lo más frustrante del mundo.
-Sí, podrías poner a prueba tus habilidades de enseñanza y desempeño.
-Emmm, lo siento, maestro, es que... No creo estar capacitada para enseñar a chicos... Con problemas de ira... Gordos y... Extraños.
-Oh- Dijo sorprendido. -Pero este caso es distinto-. Señaló al fondo del salón mostrándome al último asiento, un chico de cabello crespo que descansaba recostado sobre el pupitre.
Un momento... ¡¿CRESPO?! ¡¿DORMIDO EN SU PUPITRE!? ¡¿MALO EN LENGUAS?!
-¿HARRY STYLES?- Exclamé con fuerza y temor.
-¡¿Qué, qué, qué?!- Respondió este levantadóse de manera inmediata y limpiando un poco la baba que se le escurría de su boca. -Oh... ¿Ya terminó la clase?
-Sí, Harry. Hace diez minutos- Respondió el maestro enfadado.
-Oh... Lo siento, O'conell- Tomó su mochila y se dirigió a la salida.
-¡Styles!- Gritó, haciendo que este último se devolviera. -¿Recuerda sobre la tutoría que necesita para pasar el curso?
Harry asintió con la cabeza.
-Aquí le presento a _____ _____. Ella será su tutora.
-¡¿Esa cosa sabe lenguas?!
-Estoy escuchándote, Harry- Dije molesta.
-Más de lo que cree- Me defendió el maestro. -Y será mejor que apruebe esta clase si quiere graduarse de la escuela alguna vez. La señorita ______ está más que dispuesta a ayudarlo en todo lo que necesite.
-Oh... No, maestro O'conell, no estoy muy segura que est...
-¡Seguro!- Me interrumpió Harry. Rió maliciosamente. -Será divertido.
-¡Perfecto!- Selló el maestro. -Ahora, vayan al almuerzo, chicos.
Esperaba con todas mis ansias que Harry negara la oferta de O'conell, y sólo hoy le da por aceptarla sin problemas.
¡Esto era una pesadilla! ¡Ahora tendría que pasar todo mi maldito tiempo con ese... ese ton*to! Y quién sabe... Sería tan inútil que haría que yo desarrollara todo su trabajo por él y no se esforzaría en lo más mínimo. Ni siquiera acepeté esto ya estaba metida hasta el fondo. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
-¡Compra un auto,idiota!- Gritó un chico desde una camioneta último modelo mientras yo caminaba a casa, quién pasaba gentilmente por un charcho, el cual se encontraba estratégicamente ubicado justo en frente mío con el mismo que logró empaparme completamente.
Abrí mis ojos y mi boca mientras respiraba agitadamente. Extendí mis brazos mientras mi cabello caía en mi cara húmedo y asqueroso.
Sobra decir que el auto pertenecía Harry.
Oh... Eso es lo peor que podría pasar.
-______, no puedes esconderte allí por siempre.
-Oh, claro que puedo. Hablando de eso...- Deslicé dinero por debajo de la puerta. -¿Podrías traerme un par de barras energéticas?
-¡No te traeré nada! ¡Sal de ahí ahora mismo!
-¡Ya te dije que no lo haré! ¡Ese tipo podría tener un arma escondida y dispararme!
-______, eso es ridículo. Hace una semana que suspendieron a Styles. Probablemente ya lo olvidó.
-¿Olvidar que gracias a mi no pudo asistir al juego y perdieron olímpicamente? ¡Claro, Zayn! ¡Eso se olvida fácil!- Dije con ironía.
-¡Ohh... Vamos!- Rió. -No creo que pueda hacerte más daño siendo que te culpó por sus desgracias frente a toda la escuela y prácticamente te hizo quedar como una paria.
-Gracias por recordarmelo- Quejumbré. -Ahora, sé bueno y tráeme una barrita energética.
-¡Ya fue suficiente!- Dijo un decidido Zayn quién, seguidamente, ingresó al baño de chicas violando evidentemente una norma social establecida. Tiró de la puerta del cubículo y me tomó en sus brazos.
-¡Suéltame Zayn!- Grité mientras pataleaba y gruñía con todas mis fuerzas, lo cual era inútil. Zayn era el chico más fuerte que conocía. Iba a gimnasio y cuidaba sobre manera su figura como todo un metrosexual en potencia. Mis poderes de flacucha-débilucha-enana fueron inútiles sobre él. Me arrastró, figuradamente por todo el pasillo.
-¡Ya, siéntate!- Gruñó Zayn, obligándome a acomodarme en algún pupitre de la clase de física.
-Te odio, Malik- Murmuré.
-No, me amas- Rió el moreno.
En realidad lo amaba. Zayn era más que un amigo para mi, era como mi hermano.
Toda la vida ha vivido junto mío. Lo he visto gritar, cantar solo en su cuarto y hasta encuerado, sólo que el no lo sabe; y si se enterara, lo más probable, es que me molestaría toda una vida hasta que admitiera que su cuerpo era tallado por los mismísimos dioses, cosa que no sucedería. Equivaldría a levantarle aún más su ya gran ego y eso no era del todo necesario.
Y es que el calificaba de sobra como uno de los chicos más guapos y populares de la escuela, una popularidad que no me afectaba en lo absoluto, ni positivamente ni negativamente. Era, además, un tanto mujeriego, por lo cual me había ganado un par de enemigas que juraban con cada una de sus bien limadas y pintadas uñas que el y yo manteníamos una relación y que, además, por ser vecinos, vivíamos juntos. La estupidez aquí era colectiva. Los rumores que corrían sobre mi supuesto embarazo con Zayn, o que había huido de mi casa a unos pocos metros de ella, o mi insuficiencia para mantenerme estable económicamente como para mudarme con él ya eran una costumbre en mi día a día. Todos estos iniciados en su mayoría por...
-Maldito Styles- Suspiré con agotamiento al ver un dibujo de pizarrón mal hecho sobre mi (con mi exagerada diminutés) "muriendo" por una pequeña arañita que colgaba de mi supuesto cabello.
Todos en la sala reían a carcajadas, no podría sentirme más humillada. Y más aún porque miré a Malik a mi costado, quién hacía un esfuerzo sobre humano por no explotar de la risa en ese momento.
-Debes admitir...- Tomó aire. -Qué tiene grandes dotes artísticos.
-¡Dotes artísticos mi trasero!- Exclamé.
Y esto solo era el principio.
***
-¿Quería verme, maestro O'conell?- Dije, ingresando a la sala de lenguas, la cual se encontraba APARENTEMENTE vacía.
-______, que gusto verte. -Dijo alegremente mientras limpiaba el pizarrón.
-Es el único- Murmuré, a un lado.
-¿Disculpa?
-Nada- Lo miré con una sonrisa fingida. -Zayn dijo que quería verme y...
-¡Oh claro!- Se sentó en su escritorio. -¿Sabes que eres la mejor en leguas de la escuela?
-Qué amable, señor O'conell?- Me entumecí.
-... Y creo que serías una gran tutora de enseñanza para algunos alumnos que no son tan buenos.
-Ehhh... ¿Qué?- Dije perpleja con una sonrisa aún más fingida que la anterior. Hacer tutorías era lo más frustrante del mundo.
-Sí, podrías poner a prueba tus habilidades de enseñanza y desempeño.
-Emmm, lo siento, maestro, es que... No creo estar capacitada para enseñar a chicos... Con problemas de ira... Gordos y... Extraños.
-Oh- Dijo sorprendido. -Pero este caso es distinto-. Señaló al fondo del salón mostrándome al último asiento, un chico de cabello crespo que descansaba recostado sobre el pupitre.
Un momento... ¡¿CRESPO?! ¡¿DORMIDO EN SU PUPITRE!? ¡¿MALO EN LENGUAS?!
-¿HARRY STYLES?- Exclamé con fuerza y temor.
-¡¿Qué, qué, qué?!- Respondió este levantadóse de manera inmediata y limpiando un poco la baba que se le escurría de su boca. -Oh... ¿Ya terminó la clase?
-Sí, Harry. Hace diez minutos- Respondió el maestro enfadado.
-Oh... Lo siento, O'conell- Tomó su mochila y se dirigió a la salida.
-¡Styles!- Gritó, haciendo que este último se devolviera. -¿Recuerda sobre la tutoría que necesita para pasar el curso?
Harry asintió con la cabeza.
-Aquí le presento a _____ _____. Ella será su tutora.
-¡¿Esa cosa sabe lenguas?!
-Estoy escuchándote, Harry- Dije molesta.
-Más de lo que cree- Me defendió el maestro. -Y será mejor que apruebe esta clase si quiere graduarse de la escuela alguna vez. La señorita ______ está más que dispuesta a ayudarlo en todo lo que necesite.
-Oh... No, maestro O'conell, no estoy muy segura que est...
-¡Seguro!- Me interrumpió Harry. Rió maliciosamente. -Será divertido.
-¡Perfecto!- Selló el maestro. -Ahora, vayan al almuerzo, chicos.
Esperaba con todas mis ansias que Harry negara la oferta de O'conell, y sólo hoy le da por aceptarla sin problemas.
¡Esto era una pesadilla! ¡Ahora tendría que pasar todo mi maldito tiempo con ese... ese ton*to! Y quién sabe... Sería tan inútil que haría que yo desarrollara todo su trabajo por él y no se esforzaría en lo más mínimo. Ni siquiera acepeté esto ya estaba metida hasta el fondo. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
-¡Compra un auto,idiota!- Gritó un chico desde una camioneta último modelo mientras yo caminaba a casa, quién pasaba gentilmente por un charcho, el cual se encontraba estratégicamente ubicado justo en frente mío con el mismo que logró empaparme completamente.
Abrí mis ojos y mi boca mientras respiraba agitadamente. Extendí mis brazos mientras mi cabello caía en mi cara húmedo y asqueroso.
Sobra decir que el auto pertenecía Harry.
Oh... Eso es lo peor que podría pasar.
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fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 04.
-...¿Cómo demonios logras articular esa letra? éfge, énie, éllie... -Protestó un enfadado y frustrado Styles.
-Es éñe, Harry- Respondí con serenidad.
-¡Ellié!
-¡No! ¡Éñe!
-¡Al demonio!- Aventó todas las hojas al suelo de un tirón.
-¿Qué crees que haces?- Pregunté con el rostro perplejo.
-¡Estoy harto de intentar aprender tu estúpida lengua! ¡Estoy harto de tener que pronunciar la ellié! ¡Y estoy harto de verte!- Pronunció con enojo, refiriéndose a las últimas tres semanas que he estado practicando tutoría con él. Y sí, todos estos días han sido algo así o peores. -O bueno... De intentar verte, eres tan enana...- Rió.
-El tema a discusión aquí no es mi estatura... Y no te incumbe.
-¿Acaso hay una razón? ¿qué? ¿en Sudamérica hay una colonia de verdaderos pitufos y tus padres te sacaron de allí?
-Oh, claro- Dije con evidente sarcasmo. -Incluso me pintan de color piel a diario. Qué brillante eres Edward.
-¡Shh!- Reaccionó inmediatamente ubicando un dedo entre su boca. -No lo digas muy alto- Murmuró. -¿Quién te dijo mi segundo nombre?
-En la guías está escrito- Sonreí escabrosamente. Por fin, tenía algo con qué molestarlo. Lograba algo con mi vida, finalmente. -¿Quieres volver a la éñe, ó no?
Harry me miró con odio fijamente y empezó a tomar sus pertenencias y las hojas que estaban regadas en la mesa y el suelo.
-¡Puedes irte a la éñe!- Dijo mientras se levantaba y pronunciaba la letra correctamente. Se veía enfadado, supongo que le frustraba no ser un genio en lenguas como en casi todas las demás materias y en los deportes.
-Vaya alumno estrella- Suspiré casi igual de frustrada a él, finalmente lograba decirlo y se iba como una niñita berrinchuda.
Harry era esa clase de chico que nunca terminaba de sorprenderte. Muchos atestiguaban su carisma natural e intachable, era amigo de todos, algunas veces muchos más que amigo de algunas cuantas chicas de la escuela.
En el tiempo que llevaba "conociéndolo" (y me refiero a todos estos años de tortura) he aprendido tres cosas de él:
1. Obtenía todo lo que quería, sin importar lo que fuése. Y sin importar tampoco los medios. Era algo así como un príncipe de Maquiavelo.
2. No gustaba de relaciones serias. Por lo general se le veía con una o quizás dos chicas todo el tiempo. Muchas luchaban, literalmente, por su amor. Pero como en cada asunto, este era un desinteresado. Cuando se aburría de una, seguía con otra inmediatamente y ninguna se negaría, pues, hay que aceptarlo, Harry es bastante guapo y bocón.
3. Me odiaba. Sin razón aparente. Sólo me odiaba, muchísimo.
Caminé algo agotada hacía su casillero, donde arrojaba violentamente sus libros y se le veía furioso.
-Harry- Suspiré resbalando mis manos por mi cara, con algo de frustración. -Mira... Yo-yo quiero ayudarte- Harry me miro de lado con algo de escepticismo. -Está bien. DEBO ayudarte- Corregí. -Pero tu realmente eres bastante delicado y yo no puedo...
-¡Calla!- Interrumpió de repente. Me percaté de dos chicas que pasaba junto a él, mientras lo saludaban coquetamente. Este las miraba con ganas de devorarlas completas, lo notaron, pero supongo que la idea les fascinaba. -¿Qué querías?- Retomó con fastidio mientras aquellas fáciles pasaban de largo.
-Ammm, lo olvidé- Mentí apenadamente, pues no quería recobrar el discurso mental que había preparado camino a su casillero.
-Escucha, _____. No quiero que la gente me vea hablando contigo en la escuela- Soltó crudamente.
-Oh...- Dije un tanto ofendida. -Vaya... Yo... Emmm...- Balbuceé. ¡Vamos, _____! ¡Di algo! -Est-está bien, entiendo... Yo tampoco quiero qu...
-Así que tendremos que buscar una solución para las tutorías- Irrumpió, como de costumbre, este no escuchando ni una palabra de lo que digo así me encuentre a medio metro de él.
-Podrías no tomarlas y ya...- Propuse.
-Tengo qué- Gruñó, golpeando el casillero de al lado. En verdad, estaba matándolo por dentro eso de no ser bueno en lenguas.
Desvié la vista y jugué un poco con mis expresiones.
Nos quedamos un rato en silencio. El dispusó a sacar sus libros de próximo periodo, casi olvidando el hecho que yo seguía allí
-Iré a tu casa esta tarde- Dijo sin más, cerrando su casillero y caminando sin limitarse a escucharme.
-¿Qu-quée?- Me sorprendí paulatinamente. Pero al reaccionar, este ya llevaba mil pasos delante mío. Corrí para alcanzarlo. -¿En mi casa?- Pregunté mientras le seguía el ritmo.
-Sí. No sé si te moleste, pero no me importa- ¡Claro que me molestaba! ¡No podía permitir que fuera a mi casa! Mi vida ya era un infierno en la escuela gracias a él, no lo quería ni cerca a mis cosas allá...
-Harry, pero en mi casa es imp...
-Adiós- Interrumpió por última vez con un tono serio, mientras adelantaba el paso y yo me quedaba allí, confundida y asustada.
-...¿Cómo demonios logras articular esa letra? éfge, énie, éllie... -Protestó un enfadado y frustrado Styles.
-Es éñe, Harry- Respondí con serenidad.
-¡Ellié!
-¡No! ¡Éñe!
-¡Al demonio!- Aventó todas las hojas al suelo de un tirón.
-¿Qué crees que haces?- Pregunté con el rostro perplejo.
-¡Estoy harto de intentar aprender tu estúpida lengua! ¡Estoy harto de tener que pronunciar la ellié! ¡Y estoy harto de verte!- Pronunció con enojo, refiriéndose a las últimas tres semanas que he estado practicando tutoría con él. Y sí, todos estos días han sido algo así o peores. -O bueno... De intentar verte, eres tan enana...- Rió.
-El tema a discusión aquí no es mi estatura... Y no te incumbe.
-¿Acaso hay una razón? ¿qué? ¿en Sudamérica hay una colonia de verdaderos pitufos y tus padres te sacaron de allí?
-Oh, claro- Dije con evidente sarcasmo. -Incluso me pintan de color piel a diario. Qué brillante eres Edward.
-¡Shh!- Reaccionó inmediatamente ubicando un dedo entre su boca. -No lo digas muy alto- Murmuró. -¿Quién te dijo mi segundo nombre?
-En la guías está escrito- Sonreí escabrosamente. Por fin, tenía algo con qué molestarlo. Lograba algo con mi vida, finalmente. -¿Quieres volver a la éñe, ó no?
Harry me miró con odio fijamente y empezó a tomar sus pertenencias y las hojas que estaban regadas en la mesa y el suelo.
-¡Puedes irte a la éñe!- Dijo mientras se levantaba y pronunciaba la letra correctamente. Se veía enfadado, supongo que le frustraba no ser un genio en lenguas como en casi todas las demás materias y en los deportes.
-Vaya alumno estrella- Suspiré casi igual de frustrada a él, finalmente lograba decirlo y se iba como una niñita berrinchuda.
Harry era esa clase de chico que nunca terminaba de sorprenderte. Muchos atestiguaban su carisma natural e intachable, era amigo de todos, algunas veces muchos más que amigo de algunas cuantas chicas de la escuela.
En el tiempo que llevaba "conociéndolo" (y me refiero a todos estos años de tortura) he aprendido tres cosas de él:
1. Obtenía todo lo que quería, sin importar lo que fuése. Y sin importar tampoco los medios. Era algo así como un príncipe de Maquiavelo.
2. No gustaba de relaciones serias. Por lo general se le veía con una o quizás dos chicas todo el tiempo. Muchas luchaban, literalmente, por su amor. Pero como en cada asunto, este era un desinteresado. Cuando se aburría de una, seguía con otra inmediatamente y ninguna se negaría, pues, hay que aceptarlo, Harry es bastante guapo y bocón.
3. Me odiaba. Sin razón aparente. Sólo me odiaba, muchísimo.
Caminé algo agotada hacía su casillero, donde arrojaba violentamente sus libros y se le veía furioso.
-Harry- Suspiré resbalando mis manos por mi cara, con algo de frustración. -Mira... Yo-yo quiero ayudarte- Harry me miro de lado con algo de escepticismo. -Está bien. DEBO ayudarte- Corregí. -Pero tu realmente eres bastante delicado y yo no puedo...
-¡Calla!- Interrumpió de repente. Me percaté de dos chicas que pasaba junto a él, mientras lo saludaban coquetamente. Este las miraba con ganas de devorarlas completas, lo notaron, pero supongo que la idea les fascinaba. -¿Qué querías?- Retomó con fastidio mientras aquellas fáciles pasaban de largo.
-Ammm, lo olvidé- Mentí apenadamente, pues no quería recobrar el discurso mental que había preparado camino a su casillero.
-Escucha, _____. No quiero que la gente me vea hablando contigo en la escuela- Soltó crudamente.
-Oh...- Dije un tanto ofendida. -Vaya... Yo... Emmm...- Balbuceé. ¡Vamos, _____! ¡Di algo! -Est-está bien, entiendo... Yo tampoco quiero qu...
-Así que tendremos que buscar una solución para las tutorías- Irrumpió, como de costumbre, este no escuchando ni una palabra de lo que digo así me encuentre a medio metro de él.
-Podrías no tomarlas y ya...- Propuse.
-Tengo qué- Gruñó, golpeando el casillero de al lado. En verdad, estaba matándolo por dentro eso de no ser bueno en lenguas.
Desvié la vista y jugué un poco con mis expresiones.
Nos quedamos un rato en silencio. El dispusó a sacar sus libros de próximo periodo, casi olvidando el hecho que yo seguía allí
-Iré a tu casa esta tarde- Dijo sin más, cerrando su casillero y caminando sin limitarse a escucharme.
-¿Qu-quée?- Me sorprendí paulatinamente. Pero al reaccionar, este ya llevaba mil pasos delante mío. Corrí para alcanzarlo. -¿En mi casa?- Pregunté mientras le seguía el ritmo.
-Sí. No sé si te moleste, pero no me importa- ¡Claro que me molestaba! ¡No podía permitir que fuera a mi casa! Mi vida ya era un infierno en la escuela gracias a él, no lo quería ni cerca a mis cosas allá...
-Harry, pero en mi casa es imp...
-Adiós- Interrumpió por última vez con un tono serio, mientras adelantaba el paso y yo me quedaba allí, confundida y asustada.
Última edición por fatiama daniela el Lun 16 Sep 2013, 5:55 pm, editado 1 vez
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 05.
Corrí a mi habitación tan rápido como rayo que cae al campo. Arrojé mi bolsa a un lado haciendo que mis libros se desplomasen por todas partes, no me importó. No sé de cuanto tiempo disponía realmente antes de que Harry llegara aquí, pero no soy de correr muchos riesgos, así que me apresuré a esconder cada objeto que considerara potencialmente "bulleable" antes de que fuera demasiado tarde.
Corrí sobre mi cama, sin importar destenderla o ensuciarla un poco, según yo para "ganar tiempo" llegando al otro lado de mi habitación donde se encontraban sobre las repitas unas cuantas fotos mías en modernos y lindos porta retratos de todos los tamaños. En estos, habían fotos mías de muchas épocas de mi vida. Algunas de mi infancia en mi país natal, otras, recién llegamos aquí, en la nieve, en la playa, algunas vacaciones por sitios rústicos, con Zayn y algunos amigos cuando éramos niños, con Zayn algo mayores y unas cuantas más.
Tampoco es que hubiesen fotos mías desnuda en una tina o aprendiendo a ir al baño por mi cuenta, gracias al cielo, pero con esta clase de situación, absoluta y completamente inesperada, debía tener todas las precauciones posibles. Tomé un poco menos de la mitad y las escondí en la parte más alta y recóndita de mi armario, dentro de unas cajas llena de cosas que no estaba segura de que eran. Tomé algunos peluches de fauna marina que conservaba desde pequeña y reposaban tiernamente sobre mi cama. También los escondí, con mucho, muchísimo dolor (soy cursi).
-¡¿Zayn?! No creerás lo que...- Dije, tomándome una pausa para respirar después de escuchar mi teléfono por algún lugar de mi habitación y buscarlo como frenética por todas partes antes de recordar que estaba en mi bolsa, regado junto a todos los libros.
-Oye ______, Harry Styles pregunta por la dirección de tu casa- Respondió este con toda la serenidad del caso, como si esto no significase el fin del mundo.
-Dile que-q... ¿Eh?- Tartamudeé, sorprendiéndome por lo enterado que estaba Zayn sobre lo de Harry. ¡Demonios! ¡Había olvidado decírselo! ¡Ha de odiarme! Pero... Espera un segundo.
-¿Cómo... lo sabes?- Pregunté dudosa.
-Me texteó hace un momento algo como...- Citó- "Hermano, ¿sabes donde vive la kindergardeana esa con quien hablas todo el tiempo?".
-¿Qué demo...? ¿Acaso te texteas con Harry?- Cuestioné con un evidente mal humor.
-Sí... ¿Por qué te enfadas?
-¿Cómo que por qué me enfado, Zayn? ¡Te texteas con el chico que ha hecho mi vida imposible desde el tercer grado! Es una... Es una... -Me quedé pensando un segundo, se me escapaba la palabra de la boca. -¡Una traición! ¡Eso! Él es el enemigo y tu te texteas con él.
-_____, deja la tontería- Respondió con tanta calma que me enfurecía aún más. -Más bien deberías preocuparte por otro asunto más importante.
-¿Ah, si? ¿Cómo cual?
-Como que Harry probablemente ya esté camino a tu casa.
Me paralicé.
-No le habrás dado mi dirección, ¿verdad?- Pregunté ahora con tanto miedo que no podía contenerlo.
-Sí lo hice, dijo que tenían una tutoría, pensé que eso solo era cosa de la escuela. ¿Por qué no me lo dijiste?
-Zayn...- Suspiré de ira, ignorando completamente el hecho de que no le conté sobre lo de Harry. -¡Te voy a matar!
-¿Cual es el alboroto?- Pronunció mi madre, en el marco de mi puerta un poco menos enfadada que yo.
-Este... ¡Mamá!- Bajé el teléfono mientras escuchaba un "Já, tu madre te va reprender por exagerada" del otro lado de la línea por parte de Zayn. -Lo siento, es que... Un chico vendrá a que le ayude con una tutoría y yo...
-Tu cuarto es un desastre, _____. ¿Qué hacen tus libros esparcidos por todo el piso?
-Lo siento, lo siento, llegué algo apurada. Es que debo organizar todo, prometo que lo arreglaré ahora- Me acerqué a ella tratando de sacarla.
-Está bien, está bien. ¿Pero que chico vendrá?
Sonreí con culpabilidad.
-______ ______, ¿qué chico es?- Me retó con autoridad. De repende se escuchó la puerta sonando, rápidamente mi hermano menor atendió y lo dejó seguir. Mamá y yo nos asomamos por el balcón de las escaleras que daba con la puerta y un chico de cabello rizado, ojos increíblemente claros y tez blaca se asomó.
-¿Qué onda?- Saludó Harry Styles en la sala de mi casa.
***
-¿Backstreet boys?- Articuló Harry, finalmente después de casi media hora de silencio incómodo desde que llegó a mi casa. Lo primero que hizo fue aventarse a mi cama, cómodamente, desarreglándola aún más. Le dije que si quería empezar con la guía de de lenguas, pero volvió a ignorarme como siempre. Decidí sentarme en mi escritorio y adelantar un poco de esta. Harry miraba fijamente los pósters que colgué en mi techo, uno de ellos, efectivamente, de los Backstreet Boys. -Eres más rara de lo que imaginé.
-Son clásicos- Gruñí desde mi escritorio.
-¡Son pésimos!- Refunfuñó como un niño pequeño.
-¿Me vas ayudar o dejarás que haga tu trabajo por ti?- Me giré en mi silla hacía él, evitando una discución sobre "porque-los-backstreets-son-increíbles".
-Oye, no es mala idea- Respondió recostándose sobre su brazo derecho. -Gracias por ofrecerte.
-¿Y que le dirás a O'conell cuando repruebes en un examen?- Levanté una ceja.
-No lo sé- Se recostó nuevamente. -No importa que haga o no las tutorías, el viejo me reprobará.
-¿Por qué lo dices?- Pregunté dudosa, quizá pensaría que me entrometo en sus problemas.
Rió maliciosamente.
-O'conell me odia porque dormí con su hija el verano pasado- Dijo, como si se tratase de la cosa más natural del mundo.
Corrí a mi habitación tan rápido como rayo que cae al campo. Arrojé mi bolsa a un lado haciendo que mis libros se desplomasen por todas partes, no me importó. No sé de cuanto tiempo disponía realmente antes de que Harry llegara aquí, pero no soy de correr muchos riesgos, así que me apresuré a esconder cada objeto que considerara potencialmente "bulleable" antes de que fuera demasiado tarde.
Corrí sobre mi cama, sin importar destenderla o ensuciarla un poco, según yo para "ganar tiempo" llegando al otro lado de mi habitación donde se encontraban sobre las repitas unas cuantas fotos mías en modernos y lindos porta retratos de todos los tamaños. En estos, habían fotos mías de muchas épocas de mi vida. Algunas de mi infancia en mi país natal, otras, recién llegamos aquí, en la nieve, en la playa, algunas vacaciones por sitios rústicos, con Zayn y algunos amigos cuando éramos niños, con Zayn algo mayores y unas cuantas más.
Tampoco es que hubiesen fotos mías desnuda en una tina o aprendiendo a ir al baño por mi cuenta, gracias al cielo, pero con esta clase de situación, absoluta y completamente inesperada, debía tener todas las precauciones posibles. Tomé un poco menos de la mitad y las escondí en la parte más alta y recóndita de mi armario, dentro de unas cajas llena de cosas que no estaba segura de que eran. Tomé algunos peluches de fauna marina que conservaba desde pequeña y reposaban tiernamente sobre mi cama. También los escondí, con mucho, muchísimo dolor (soy cursi).
-¡¿Zayn?! No creerás lo que...- Dije, tomándome una pausa para respirar después de escuchar mi teléfono por algún lugar de mi habitación y buscarlo como frenética por todas partes antes de recordar que estaba en mi bolsa, regado junto a todos los libros.
-Oye ______, Harry Styles pregunta por la dirección de tu casa- Respondió este con toda la serenidad del caso, como si esto no significase el fin del mundo.
-Dile que-q... ¿Eh?- Tartamudeé, sorprendiéndome por lo enterado que estaba Zayn sobre lo de Harry. ¡Demonios! ¡Había olvidado decírselo! ¡Ha de odiarme! Pero... Espera un segundo.
-¿Cómo... lo sabes?- Pregunté dudosa.
-Me texteó hace un momento algo como...- Citó- "Hermano, ¿sabes donde vive la kindergardeana esa con quien hablas todo el tiempo?".
-¿Qué demo...? ¿Acaso te texteas con Harry?- Cuestioné con un evidente mal humor.
-Sí... ¿Por qué te enfadas?
-¿Cómo que por qué me enfado, Zayn? ¡Te texteas con el chico que ha hecho mi vida imposible desde el tercer grado! Es una... Es una... -Me quedé pensando un segundo, se me escapaba la palabra de la boca. -¡Una traición! ¡Eso! Él es el enemigo y tu te texteas con él.
-_____, deja la tontería- Respondió con tanta calma que me enfurecía aún más. -Más bien deberías preocuparte por otro asunto más importante.
-¿Ah, si? ¿Cómo cual?
-Como que Harry probablemente ya esté camino a tu casa.
Me paralicé.
-No le habrás dado mi dirección, ¿verdad?- Pregunté ahora con tanto miedo que no podía contenerlo.
-Sí lo hice, dijo que tenían una tutoría, pensé que eso solo era cosa de la escuela. ¿Por qué no me lo dijiste?
-Zayn...- Suspiré de ira, ignorando completamente el hecho de que no le conté sobre lo de Harry. -¡Te voy a matar!
-¿Cual es el alboroto?- Pronunció mi madre, en el marco de mi puerta un poco menos enfadada que yo.
-Este... ¡Mamá!- Bajé el teléfono mientras escuchaba un "Já, tu madre te va reprender por exagerada" del otro lado de la línea por parte de Zayn. -Lo siento, es que... Un chico vendrá a que le ayude con una tutoría y yo...
-Tu cuarto es un desastre, _____. ¿Qué hacen tus libros esparcidos por todo el piso?
-Lo siento, lo siento, llegué algo apurada. Es que debo organizar todo, prometo que lo arreglaré ahora- Me acerqué a ella tratando de sacarla.
-Está bien, está bien. ¿Pero que chico vendrá?
Sonreí con culpabilidad.
-______ ______, ¿qué chico es?- Me retó con autoridad. De repende se escuchó la puerta sonando, rápidamente mi hermano menor atendió y lo dejó seguir. Mamá y yo nos asomamos por el balcón de las escaleras que daba con la puerta y un chico de cabello rizado, ojos increíblemente claros y tez blaca se asomó.
-¿Qué onda?- Saludó Harry Styles en la sala de mi casa.
***
-¿Backstreet boys?- Articuló Harry, finalmente después de casi media hora de silencio incómodo desde que llegó a mi casa. Lo primero que hizo fue aventarse a mi cama, cómodamente, desarreglándola aún más. Le dije que si quería empezar con la guía de de lenguas, pero volvió a ignorarme como siempre. Decidí sentarme en mi escritorio y adelantar un poco de esta. Harry miraba fijamente los pósters que colgué en mi techo, uno de ellos, efectivamente, de los Backstreet Boys. -Eres más rara de lo que imaginé.
-Son clásicos- Gruñí desde mi escritorio.
-¡Son pésimos!- Refunfuñó como un niño pequeño.
-¿Me vas ayudar o dejarás que haga tu trabajo por ti?- Me giré en mi silla hacía él, evitando una discución sobre "porque-los-backstreets-son-increíbles".
-Oye, no es mala idea- Respondió recostándose sobre su brazo derecho. -Gracias por ofrecerte.
-¿Y que le dirás a O'conell cuando repruebes en un examen?- Levanté una ceja.
-No lo sé- Se recostó nuevamente. -No importa que haga o no las tutorías, el viejo me reprobará.
-¿Por qué lo dices?- Pregunté dudosa, quizá pensaría que me entrometo en sus problemas.
Rió maliciosamente.
-O'conell me odia porque dormí con su hija el verano pasado- Dijo, como si se tratase de la cosa más natural del mundo.
Última edición por fatiama daniela el Lun 16 Sep 2013, 5:52 pm, editado 1 vez
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
:o esta genial me encanta tu nove siguela
miriam8888
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 06.
-¡¿Dormiste con Shelby O'conell?!- Exclamé fuerte y sorprendidamente, pues no se trataba de cualquier cosa. Aquella chica, no era nada más y nada menos que la capitana del equipo de porristas de la escuela... De hace dos años.
Shelby era la típica capitana popular-hermosa, aunque algo malévola, de todas las películas. Para suerte y desgracia de muchos (y por "suerte me refiero" a las miles de chicas que se desvivían a muerte por el puesto superior en la animadocrácia, y a quienes ella solía etiquetar y marcar por toda la vida) se había graduado ya hace un par de años. Y el que hecho que Harry lograra tenerla en su cama, incluso después de la escuela, era algo escandaloso.
-Seeh...- Respondió fresco, mientras se apoyaba nuevamente en su brazo derecho para clavar una mirada fija y extraña sobre mi. -¡Pero que te importa, enana! ¡Tu sigue haciendo mi trabajo!
Giré en mi silla hacía el escritorio nuevamente mientras me cuestionaba sobre como dejaba que el me mandara en mi propia casa y sentía pena por mi misma. Continué con sus lecciones de lenguas, básicas para mi, en realidad.
-¿Así que andas con Malik?- Escuché desde mi cama nuevamente por parte de Harry.
-¿Disculpa?- Giré de nuevo.
-Me impresiona, en realidad, porque no puedo creer que alguien se haya fijado en ti, con todo y tu cara y tu enanés extrema y todas esas Oops que haces y dices a diario- Dijo, mientras sostenía, de forma extraña, un porta retrato con una foto de Zayn y abrazados hace unos pocos meses. -Aunque no del todo, he visto a Malik un par de veces con otras chicas, evidentemente más buenas que tu... En todo sentido.
-¿Qué?- Reaccioné mientras digería todas las palabras que había dicho en solo un segundo. -Escucha, Harry... -Sacudí la cabeza. -En primer lugar no salgo con Zayn, es sólo mi amigo. Y segundo, no ess como si nadie se fijara en mi por todas esa razones irracionales que dices, sabes, no todos piensan igual que tu, necesariamente.
-Oh, si lo hacen, solo que no lo dicen, porque temen herir tus sentimientos.
-¿Y cuál es la diferencia entre tu y ellos?
-Que a mi no me importa herir tus sentimientos- Sonrió descaradamente. -Es hasta divertido.
-Puedo imaginario...- Rodé los ojos y giré nuevamente, casi mareándome de hacerlo tan seguido.
-Además, ¿qué hace un chico como Zayn perdiendo su tiempo con alguien como tu?
Empezaba a enfurecer.
-Exactamente lo mismo que tu en estos instantes- Gruñí.
-¿Burlándome de toda tu vida, hasta en tu propia casa?
-No- Giré, decida a que sería la ultima vez. -Buscando desesperadamente ayuda previa antes de echar todo a perder. -Comencé a avanzar. -Zayn, por ejemplo, necesita una amiga, no solo una chica con la cual sólo acostarse y huir como con la mayoría, sino una que le diga que está bien y está mal, y tu... -Avancé un poco más hasta chocar mis piernas con el borde de mi cama. -Bueno, tu pusiste en juego tu año escolar por una noche, sin siquiera medir la consecuencias. La diferencia, es que quiero a Zayn, y lo ayudo porque me place, y a ti...- Suspiré. -Porque me das lástima, Styles- Mentí, pero aquello de "hasta en tu propia casa" me había sacado de casillas. En realidad no sentía lastima por él, tenía una vida perfecta, y a pesar de que O'conell hiciera todo porque reprobara, de alguna manera aprobaría con ayuda de todo el cuerpo estudiantil a su favor.
Pero Harry no pilló nada de eso, y enfureció.
-Más bien, me aprovecho de ti- Rió, poniéndome nerviosa, pues su furia la desataría con algo más fuerte que los insultos... La verdad. -Vamos, piénsalo. He hecho tu vida un infierno desde que te conozco, y aun así accedes a ayudarme en lenguas, sabiendo a fondo que no es del todo útil. Me dejas entrar a tu casa, incluso, y después de todo eso, no tienes nada mejor que decir, además de que me tienes "lastima"- Carcajeó. -Eres más patética de lo que intuí. ¿Irónico, no?
Maldito.
-¡Fuera!- Grité mientras señalaba la puerta y le clavaba una mirada fija. No quería escucharlo más y mucho menos saber en el fondo que tenía razón.
-Está bien, me voy- Se levantó deshaciendo un poco más mi cama, apropósito, por supuesto. -Pero volveré mañana, enana. No te zafarás tan fácil de esta- Tomó su mochila y partió como si nada.
Tomé una almohada y gruñí con esta estampada en mi cara. Ni siquiera, tratando de ser "menos débil", podía detenerlo. ¿Y quería volver a mi casa después de todo? ¡Pero yo no podría evitarlo! Aun que sé quien si puede.
¡Mi madre! Obviamente ella no habrá olvidado el asunto de la araña y todo eso, no dejaría que Harry pusiera un píe aquí adentro una vez más.
-¿Ya te vas?- Apareció mi madre justo antes de que Harry saliera por la puerta.
-Oh, sí señora ______. Es que tengo entrenamiento- Respondió con una carismática sonrisa.
-¿Entrenamiento? ¿De qué? ¿Tácticas de terror o algo similar?- Dijo, haciendo referencia al incidente de hace unas semanas.
-Vale, señora ______- Dio un paso hacía ella. -Sé que estuvo mal hacerle eso a su querida hija, pero le prometo... -Tocó su pecho con drama. -Que cuando ______ cayó, supe que eso había estado mal. Y tomé mi merecido castigo con respeto y... ¿honor?
Para cuando Harry había terminado su discurso mal preparado, mamá ya creía en un 90% de sus palabrerías.
-Oh... Vaya, no sabía que... Realmente te habías sentido mal.
-Lo hice- Fingió sollozo. -Y es por eso que ahora quiero ser más considerado con ella, pues nunca noté lo inteligente, capaz y linda que es... Quiero remediarlo todo. Lamento si no me cree, pero...
-Oh...- Mamá lo abrazó fuertemente. -Claro que te creo. Eres el primer chico que ______ trae a casa, además de Zayn.
-¿Ah, sí?- Respondió un irónico Harry, tomando nota mental para molestarme luego.
-Sí- Se alejó de él. -Se ayudaran mutuamente, lo sé- Concluyó mi madre, tragándose todo el teatro de Harry.
-Gracias, señora _____, en verdad... No le fallaré.
Se despidió dramáticamente de mamá y se dio vuelta, con una mirada tan perversa que daba miedo, terminando de destruir mi vida sin siquiera haber empezado.
-¡¿Dormiste con Shelby O'conell?!- Exclamé fuerte y sorprendidamente, pues no se trataba de cualquier cosa. Aquella chica, no era nada más y nada menos que la capitana del equipo de porristas de la escuela... De hace dos años.
Shelby era la típica capitana popular-hermosa, aunque algo malévola, de todas las películas. Para suerte y desgracia de muchos (y por "suerte me refiero" a las miles de chicas que se desvivían a muerte por el puesto superior en la animadocrácia, y a quienes ella solía etiquetar y marcar por toda la vida) se había graduado ya hace un par de años. Y el que hecho que Harry lograra tenerla en su cama, incluso después de la escuela, era algo escandaloso.
-Seeh...- Respondió fresco, mientras se apoyaba nuevamente en su brazo derecho para clavar una mirada fija y extraña sobre mi. -¡Pero que te importa, enana! ¡Tu sigue haciendo mi trabajo!
Giré en mi silla hacía el escritorio nuevamente mientras me cuestionaba sobre como dejaba que el me mandara en mi propia casa y sentía pena por mi misma. Continué con sus lecciones de lenguas, básicas para mi, en realidad.
-¿Así que andas con Malik?- Escuché desde mi cama nuevamente por parte de Harry.
-¿Disculpa?- Giré de nuevo.
-Me impresiona, en realidad, porque no puedo creer que alguien se haya fijado en ti, con todo y tu cara y tu enanés extrema y todas esas Oops que haces y dices a diario- Dijo, mientras sostenía, de forma extraña, un porta retrato con una foto de Zayn y abrazados hace unos pocos meses. -Aunque no del todo, he visto a Malik un par de veces con otras chicas, evidentemente más buenas que tu... En todo sentido.
-¿Qué?- Reaccioné mientras digería todas las palabras que había dicho en solo un segundo. -Escucha, Harry... -Sacudí la cabeza. -En primer lugar no salgo con Zayn, es sólo mi amigo. Y segundo, no ess como si nadie se fijara en mi por todas esa razones irracionales que dices, sabes, no todos piensan igual que tu, necesariamente.
-Oh, si lo hacen, solo que no lo dicen, porque temen herir tus sentimientos.
-¿Y cuál es la diferencia entre tu y ellos?
-Que a mi no me importa herir tus sentimientos- Sonrió descaradamente. -Es hasta divertido.
-Puedo imaginario...- Rodé los ojos y giré nuevamente, casi mareándome de hacerlo tan seguido.
-Además, ¿qué hace un chico como Zayn perdiendo su tiempo con alguien como tu?
Empezaba a enfurecer.
-Exactamente lo mismo que tu en estos instantes- Gruñí.
-¿Burlándome de toda tu vida, hasta en tu propia casa?
-No- Giré, decida a que sería la ultima vez. -Buscando desesperadamente ayuda previa antes de echar todo a perder. -Comencé a avanzar. -Zayn, por ejemplo, necesita una amiga, no solo una chica con la cual sólo acostarse y huir como con la mayoría, sino una que le diga que está bien y está mal, y tu... -Avancé un poco más hasta chocar mis piernas con el borde de mi cama. -Bueno, tu pusiste en juego tu año escolar por una noche, sin siquiera medir la consecuencias. La diferencia, es que quiero a Zayn, y lo ayudo porque me place, y a ti...- Suspiré. -Porque me das lástima, Styles- Mentí, pero aquello de "hasta en tu propia casa" me había sacado de casillas. En realidad no sentía lastima por él, tenía una vida perfecta, y a pesar de que O'conell hiciera todo porque reprobara, de alguna manera aprobaría con ayuda de todo el cuerpo estudiantil a su favor.
Pero Harry no pilló nada de eso, y enfureció.
-Más bien, me aprovecho de ti- Rió, poniéndome nerviosa, pues su furia la desataría con algo más fuerte que los insultos... La verdad. -Vamos, piénsalo. He hecho tu vida un infierno desde que te conozco, y aun así accedes a ayudarme en lenguas, sabiendo a fondo que no es del todo útil. Me dejas entrar a tu casa, incluso, y después de todo eso, no tienes nada mejor que decir, además de que me tienes "lastima"- Carcajeó. -Eres más patética de lo que intuí. ¿Irónico, no?
Maldito.
-¡Fuera!- Grité mientras señalaba la puerta y le clavaba una mirada fija. No quería escucharlo más y mucho menos saber en el fondo que tenía razón.
-Está bien, me voy- Se levantó deshaciendo un poco más mi cama, apropósito, por supuesto. -Pero volveré mañana, enana. No te zafarás tan fácil de esta- Tomó su mochila y partió como si nada.
Tomé una almohada y gruñí con esta estampada en mi cara. Ni siquiera, tratando de ser "menos débil", podía detenerlo. ¿Y quería volver a mi casa después de todo? ¡Pero yo no podría evitarlo! Aun que sé quien si puede.
¡Mi madre! Obviamente ella no habrá olvidado el asunto de la araña y todo eso, no dejaría que Harry pusiera un píe aquí adentro una vez más.
-¿Ya te vas?- Apareció mi madre justo antes de que Harry saliera por la puerta.
-Oh, sí señora ______. Es que tengo entrenamiento- Respondió con una carismática sonrisa.
-¿Entrenamiento? ¿De qué? ¿Tácticas de terror o algo similar?- Dijo, haciendo referencia al incidente de hace unas semanas.
-Vale, señora ______- Dio un paso hacía ella. -Sé que estuvo mal hacerle eso a su querida hija, pero le prometo... -Tocó su pecho con drama. -Que cuando ______ cayó, supe que eso había estado mal. Y tomé mi merecido castigo con respeto y... ¿honor?
Para cuando Harry había terminado su discurso mal preparado, mamá ya creía en un 90% de sus palabrerías.
-Oh... Vaya, no sabía que... Realmente te habías sentido mal.
-Lo hice- Fingió sollozo. -Y es por eso que ahora quiero ser más considerado con ella, pues nunca noté lo inteligente, capaz y linda que es... Quiero remediarlo todo. Lamento si no me cree, pero...
-Oh...- Mamá lo abrazó fuertemente. -Claro que te creo. Eres el primer chico que ______ trae a casa, además de Zayn.
-¿Ah, sí?- Respondió un irónico Harry, tomando nota mental para molestarme luego.
-Sí- Se alejó de él. -Se ayudaran mutuamente, lo sé- Concluyó mi madre, tragándose todo el teatro de Harry.
-Gracias, señora _____, en verdad... No le fallaré.
Se despidió dramáticamente de mamá y se dio vuelta, con una mirada tan perversa que daba miedo, terminando de destruir mi vida sin siquiera haber empezado.
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 07.
-Qué dulzura es ese Harry Styles- Suspiró mamá recostándose en el marco de la puerta de mi habitación.
-¿Disculpa?- Dije, desviando mi atención de mi teléfono hacía ella y su inusual afirmación.
-Que no es tan malo como parece, sabes, hablé un momento con él cuando se iba y me pareció tan... Pasional.
-¿Pasional?- Me senté al borde de mi cama. -Mamá... Hablamos del chico que me ha hecho la vida imposible durante años en la escuela, y puso una peligrosa y horrible araña en mi cabeza, me aterra de solo pensarlo. El mismo chico el cual, apenas llegó a casa hace un rato, por poco y lo sacas a patadas. Harry Styles ¿recuerdas?
-Oh, querida. Pero es porque no le había dado una oportunidad
-¿Qué, acaso lo conociste a fondo en un minuto?- Cuestioné molesta
-No...- Rió. -Sólo sé que está arrepentido y que te quiere cerca.
-¿Cerca de un auto a toda velocidad?
-¡No seas paranoica, _____! Es un buen chico, además...- Movió las cejas. -Dice que eres linda.
-No bromees mamá...- Reproché.
-Él mismo lo dijo- Encogió los hombros y con una picara sonrisa siguió de largo por el pasillo.
Quedé pasmada en mi habitación.
¿Harry Styles, el mismo que no pierde oportunidad alguna para burlarse de mi y de lo poco atractiva que le parezco, le había dicho a mi propia madre que yo era linda? Esto es... Esto es...
-¿Por qué le dijiste a mamá que yo era linda?- Pregunté enfada, parándome junto a un acompañado Harry en el pasillo de la escuela.
Me miró de arriba abajo, rió engreídamente y me dio la espalda.
-¡Styles! ¡Te estoy hablando!
-¿Qué quieres?- Volteó.
-¿Por qué le dijiste a mamá que yo... Era linda?- Respondí, bajando el tono al final, cuando todo su grupo social clavó sus intimidantes miradas en mi.
-Porque eres linda- Sonrió.
-¿En-enserio?- Balbuceé torpemente. ¿Sería posible?
-¡No!- Me empujó a un lado con su brazo y cortando la poca esperanza que empezaba a creer ridículamente. -Así que no estorbes, y no hables conmigo en la escuela- Continuó como si nada.
Estabas dispuesta a no irme sin una verdadera respuesta, sobre eso y sobre como logró convencer a mamá de su "inocencia". Pero, claro, toda mi voluntad se fue al demonio cuando todo su grupito comenzó a reírse de mi en cuestión de segundos. Sentí que me achiqué más de lo que ya, de por si, soy. Me di vuelta y salí avergonzada. Una vez más Harry había logrado humillarme en público. Diablos, _____ ¿en qué momento consideraste esto buena idea?
-¡_____!- Gritó un chico a los lejos
-¿Sí? Ah... Eres tu- Dije, con desgán al encontrarme con Zayn, volviendo rápidamente a formular la combinación de mi casillero.
-¿Qué, sigues enfadada?- Preguntó mientras se recargaba en los casilleros de un lado.
-Claro que no, estoy de mil maravillas.
-Sabes que odio que seas sarcástica- Respondió seriamente.
-Y yo odio que te hables con Harry Styles.
-¿Qué? Oh, vamos. Estás exagerando.
-Claro que no- Lo miré de frente. -Zayn... ¿Has escuchado que "el enemigo de mi mejor amigo es mi enemigo".
-¿Eh?- Sacudió la cabeza. -_____, es "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
-Lo que sea- Musité mientras me dirigía nuevamente a mover en círculos imprecisos la cerradura.
-Oye, si realmente aplicara eso, tu serías mi primera enemiga.
-¿Ahh?- Me exalté con mis ojos apunto de salir de su órbita apuntando hacia él. -¿Es que acaso eres el gran amigo de Harry?
-Bueno... Hemos salido a algunas fiestas, nada fuera de lo común- Rascó su nuca.
-¡¿Nada fuera de lo común?! ¡Zayyyyyn! ¡No es común! ¡Haz sido testigo de todo lo que me ha hecho y piensas que no es importante!- Renegué, sin dejar de mover la cerradura frenéticamente.
-¡No he dicho que no lo sea! ¡Es algo entre ustedes dos! No pienso que debería meterme.
-Fantástico. No lo hagas- Enfurecí momentáneamente, regresé la vista a mi cerradura y combiné los números violentamente, y al momento de abrir mi casillero todas mis cosas se desplomaron a mis píes. -¿Pero qué demonios...?
Una multitud de personas comenzó a reír inmediatamente. Los rodeé con la mirada hasta encontrarme con Harry, quien no paraba de reír y de señalarme con el mismo grupo de hace un momento. Qué bien... Más humillación.
Tomé aire y me dispuse a recoger todas mis cosas, en medio de un coro de burlas y habladurías.
Zayn me ayudó con algunos libros y se fue a sus clases, sin decir palabra alguna.
***
Estaba desplomada en mi cama, más bien agotada del día tan abrumador al cual me enfrenté, con mi teléfono en las manos, la ventanilla de mensajes de Zayn lista para escribir, y un poco de Creep - Radiohead para hacer el momento más deprimente todavía. Quizá debía disculparme por aquello de enfadarme e intentar meterlo en todo este asunto de Harry y yo. También por eso de ser amigo de él. Tenía que aceptar de alguna manera que ambos eran populares, y que no andaran en el mismo grupo social de vez en cuando sería extraño e inusual.
-Qué desastre de chica- Pronunció con tono devastante Harry asomándose a mi habitación
-¿Qué haces aquí?- Respondí levantando mi cabeza de las almohadas y mirándolo curiosamente.
-Te dije que vendría- Soltó su mochila en el suelo y saltó en mi cama, quedando a un lado mío.
-¿Podrías, por favor, quitarte los zapatos? Ensucias mi cama- Reclamé.
-¿Qué? ¿Así?- Movió sus píes con brusquedad sobre las sabanas.
-Gracias- Suspiré con cansancio y volteando mi cuerpo al otro lado.
-¿Piensas quedarte holgazaneando allí toda la tarde? ¡Anda a hacer las guías!- Movió sus brazos hacía ambos costados de su cabeza.
-Son TUS guías- Le recordé. -Además, no tengo porque ayudarte. Destrozaste mi casillero.
-Te lo merecías- Carcajeó.
-¿Ah sí?- Dirigí mi cabeza hacía él. -¿Por qué? ¿Por intentar hablarte y que me humillaras frente a todos?
-No. Por enana.
-Eres un tonto- Puse los ojos en blanco.
-_____, esto no funciona así, estás quebrando las reglas.
-¿Reglas? ¿Qué reglas?
-Las de esto. -Se acomodó con sus brazos apoyando su cuerpo, mirándome fijamente. Notó mi expresión confusa. Suspiró con fastidio. -Presta atención, las reglas son:
-No porque estés ayudándome puedes hablarme en la escuela.
-No somos amigos.
-Yo soy el que da las ordenes aquí.
-Harás lo que yo te diga sin reprochar.
-Seguiré molestándote si se me da la gana.
-Nada ha cambiado entre nosotros, ni lo hará.
-Qué dulzura es ese Harry Styles- Suspiró mamá recostándose en el marco de la puerta de mi habitación.
-¿Disculpa?- Dije, desviando mi atención de mi teléfono hacía ella y su inusual afirmación.
-Que no es tan malo como parece, sabes, hablé un momento con él cuando se iba y me pareció tan... Pasional.
-¿Pasional?- Me senté al borde de mi cama. -Mamá... Hablamos del chico que me ha hecho la vida imposible durante años en la escuela, y puso una peligrosa y horrible araña en mi cabeza, me aterra de solo pensarlo. El mismo chico el cual, apenas llegó a casa hace un rato, por poco y lo sacas a patadas. Harry Styles ¿recuerdas?
-Oh, querida. Pero es porque no le había dado una oportunidad
-¿Qué, acaso lo conociste a fondo en un minuto?- Cuestioné molesta
-No...- Rió. -Sólo sé que está arrepentido y que te quiere cerca.
-¿Cerca de un auto a toda velocidad?
-¡No seas paranoica, _____! Es un buen chico, además...- Movió las cejas. -Dice que eres linda.
-No bromees mamá...- Reproché.
-Él mismo lo dijo- Encogió los hombros y con una picara sonrisa siguió de largo por el pasillo.
Quedé pasmada en mi habitación.
¿Harry Styles, el mismo que no pierde oportunidad alguna para burlarse de mi y de lo poco atractiva que le parezco, le había dicho a mi propia madre que yo era linda? Esto es... Esto es...
-¿Por qué le dijiste a mamá que yo era linda?- Pregunté enfada, parándome junto a un acompañado Harry en el pasillo de la escuela.
Me miró de arriba abajo, rió engreídamente y me dio la espalda.
-¡Styles! ¡Te estoy hablando!
-¿Qué quieres?- Volteó.
-¿Por qué le dijiste a mamá que yo... Era linda?- Respondí, bajando el tono al final, cuando todo su grupo social clavó sus intimidantes miradas en mi.
-Porque eres linda- Sonrió.
-¿En-enserio?- Balbuceé torpemente. ¿Sería posible?
-¡No!- Me empujó a un lado con su brazo y cortando la poca esperanza que empezaba a creer ridículamente. -Así que no estorbes, y no hables conmigo en la escuela- Continuó como si nada.
Estabas dispuesta a no irme sin una verdadera respuesta, sobre eso y sobre como logró convencer a mamá de su "inocencia". Pero, claro, toda mi voluntad se fue al demonio cuando todo su grupito comenzó a reírse de mi en cuestión de segundos. Sentí que me achiqué más de lo que ya, de por si, soy. Me di vuelta y salí avergonzada. Una vez más Harry había logrado humillarme en público. Diablos, _____ ¿en qué momento consideraste esto buena idea?
-¡_____!- Gritó un chico a los lejos
-¿Sí? Ah... Eres tu- Dije, con desgán al encontrarme con Zayn, volviendo rápidamente a formular la combinación de mi casillero.
-¿Qué, sigues enfadada?- Preguntó mientras se recargaba en los casilleros de un lado.
-Claro que no, estoy de mil maravillas.
-Sabes que odio que seas sarcástica- Respondió seriamente.
-Y yo odio que te hables con Harry Styles.
-¿Qué? Oh, vamos. Estás exagerando.
-Claro que no- Lo miré de frente. -Zayn... ¿Has escuchado que "el enemigo de mi mejor amigo es mi enemigo".
-¿Eh?- Sacudió la cabeza. -_____, es "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
-Lo que sea- Musité mientras me dirigía nuevamente a mover en círculos imprecisos la cerradura.
-Oye, si realmente aplicara eso, tu serías mi primera enemiga.
-¿Ahh?- Me exalté con mis ojos apunto de salir de su órbita apuntando hacia él. -¿Es que acaso eres el gran amigo de Harry?
-Bueno... Hemos salido a algunas fiestas, nada fuera de lo común- Rascó su nuca.
-¡¿Nada fuera de lo común?! ¡Zayyyyyn! ¡No es común! ¡Haz sido testigo de todo lo que me ha hecho y piensas que no es importante!- Renegué, sin dejar de mover la cerradura frenéticamente.
-¡No he dicho que no lo sea! ¡Es algo entre ustedes dos! No pienso que debería meterme.
-Fantástico. No lo hagas- Enfurecí momentáneamente, regresé la vista a mi cerradura y combiné los números violentamente, y al momento de abrir mi casillero todas mis cosas se desplomaron a mis píes. -¿Pero qué demonios...?
Una multitud de personas comenzó a reír inmediatamente. Los rodeé con la mirada hasta encontrarme con Harry, quien no paraba de reír y de señalarme con el mismo grupo de hace un momento. Qué bien... Más humillación.
Tomé aire y me dispuse a recoger todas mis cosas, en medio de un coro de burlas y habladurías.
Zayn me ayudó con algunos libros y se fue a sus clases, sin decir palabra alguna.
***
Estaba desplomada en mi cama, más bien agotada del día tan abrumador al cual me enfrenté, con mi teléfono en las manos, la ventanilla de mensajes de Zayn lista para escribir, y un poco de Creep - Radiohead para hacer el momento más deprimente todavía. Quizá debía disculparme por aquello de enfadarme e intentar meterlo en todo este asunto de Harry y yo. También por eso de ser amigo de él. Tenía que aceptar de alguna manera que ambos eran populares, y que no andaran en el mismo grupo social de vez en cuando sería extraño e inusual.
-Qué desastre de chica- Pronunció con tono devastante Harry asomándose a mi habitación
-¿Qué haces aquí?- Respondí levantando mi cabeza de las almohadas y mirándolo curiosamente.
-Te dije que vendría- Soltó su mochila en el suelo y saltó en mi cama, quedando a un lado mío.
-¿Podrías, por favor, quitarte los zapatos? Ensucias mi cama- Reclamé.
-¿Qué? ¿Así?- Movió sus píes con brusquedad sobre las sabanas.
-Gracias- Suspiré con cansancio y volteando mi cuerpo al otro lado.
-¿Piensas quedarte holgazaneando allí toda la tarde? ¡Anda a hacer las guías!- Movió sus brazos hacía ambos costados de su cabeza.
-Son TUS guías- Le recordé. -Además, no tengo porque ayudarte. Destrozaste mi casillero.
-Te lo merecías- Carcajeó.
-¿Ah sí?- Dirigí mi cabeza hacía él. -¿Por qué? ¿Por intentar hablarte y que me humillaras frente a todos?
-No. Por enana.
-Eres un tonto- Puse los ojos en blanco.
-_____, esto no funciona así, estás quebrando las reglas.
-¿Reglas? ¿Qué reglas?
-Las de esto. -Se acomodó con sus brazos apoyando su cuerpo, mirándome fijamente. Notó mi expresión confusa. Suspiró con fastidio. -Presta atención, las reglas son:
-No porque estés ayudándome puedes hablarme en la escuela.
-No somos amigos.
-Yo soy el que da las ordenes aquí.
-Harás lo que yo te diga sin reprochar.
-Seguiré molestándote si se me da la gana.
-Nada ha cambiado entre nosotros, ni lo hará.
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 08.
-¿Esas son las reglas?- Hice una pausa silenciosa de casi un minuto cuando, inevitablemente, me eché a reír como loca. Ahora, además de que le estaba haciendo un favor, tenía que seguir las reglas de su juego. Qué descarado. Cada carcajada no era fingida ni en absoluto. En verdad Harry si que me había hecho gracia esta vez. Sujetaba mi cara, daba vueltas en el pedazo de mi cama que estaba acomodaba. Reía y reía, no podía detenerme, la respiración me faltaba... Y de repente unos pies me empujaron fuera de la cama haciéndome golpear con el suelo.
-¡Oye!- Protesté casi sin aire gracias a que caí boca abajo.
-¡Eso es para que te calles!
-Lo siento- Me apoyé al borde de mi cama. -Pero es que...- Iba a volver a reír, pero noté su mirada fulminante sobre mi, así que opté por guardármelo. -Ejem... No sabía que habías impuesto unas reglas.
-Pues ahora lo sabes, así que te aconsejo que las sigas si no quieres que las cosas se pongan feas.
-¿Qué, vas a golpearme?- Lo reté con la mirada.
-No...- Harry rió. -No golpeo animales.
-Tonto- Me levanté del suelo y me dirigí al escritorio. Su último comentario me había quitado hasta el último gramo de gracia que había en mi cuerpo hace apenas un minuto. Odiaba cuando se ponía tan ofensivo y duro conmigo. Aunque siempre lo había sido, estas últimas semanas me afectaba aún más, inexplicablemente.
-¿Cómo entraste?- Recordé.
-Tu madre me dejó seguir.- Dijo, recostado en mi cama con los ojos cerrados y sin prestarle importancia a mi pregunta
-Ah... Claro. Giré nuevamente... Pero, ¡HEY ESPERA!
-¿Cómo y por qué te ganaste a mamá?- Voleé violentamente hacía él.
-¿Por qué demonios haces tantas preguntas?- Respondió molesto.
-Porque... por...- Balbuceé. -¡Porque tiene que ver todo conmigo!
-______, basta.
-Sólo quiero que me digas.
-¿Sí respondo a tus preguntas podrías dejarme en paz de una buena vez?- Asomó su cabeza por sobre su cuerpo con los ojos medio abiertos.
-¿En serio?- Harry levantó una ceja en señal de esperar una respuesta. -Está bien...- Retomé.
-¿Qué quieres saber?- Suspiró mientras se acomodaba al final de mi cama con los brazos apoyados a la altura de sus muslos.
Lo pensé muy bien, finalmente Harry había bajado la guardia. Debía aprovechar esta oportunidad.
-Primera: ¿Por qué te ganaste a mamá?
-Porque me gusta agradarle a todo el mundo- Habló rápidamente. -Y asumí que te molestaría mucho, y acerté. Siguiente.
-Emmm... Este... ¿Cómo lo lograste?- Necesitaba saberlo, toda mi vida había tratado de averiguar como hacer que mi mamá me creyera tonterías.
-Es latina. Muchas de las madres latinas aman el drama y la pasión de las telenovelas. Así que actué como tal.
-¡Vaya!- Exclamé. ¿Cómo no se me ocurrió antes? -Harry...- Centré mi mirada en él y tomé un suspiro.
-Harry, ¿por qué eres tan malo conmigo?- Pregunté sin pensarlo dos veces.
-Porque no me agradas- Cambió la mirada de su rostro.
-Pero...
-¡Shh!- Me interrumpió mientras recibía un mensaje en su teléfono y enfocaba toda su atención en este.
Volvió a lo mismo de ignorarme todo el tiempo. Supe que sería inútil tratar de hablarle. Giré nuevamente en la silla y continué con su trabajo, cuestionándome de a momentos porque tenía que hacerlo. Harry reía de vez en cuando, se texteó con sus amigos hasta que pareció tener un mejor plan para pasar la tarde y, sin previo aviso, se marchó, solo despiendóse de mi madre en el primer piso.
***
-Hola...- Dije, junto a Zayn quien centraba su total atención en su casillero, igual que yo el día anterior. -¿Podrías mirarme?
-Estoy ocupado- Respondió cortante.
Cuando Zayn se molestaba, ni siquiera se molestaba en escucharte. Podían pasar semanas, meses, incluso años
antes de que el agachara su cabeza.
-Escucha, Zayn- Proseguí, sin importarme lo anterior. -Lo siento, sé que nada de esto es tu problema es sólo que...- Puso sus ojos en mi. -... Aveces me siento sola en la escuela, y bien sabes que eso de tener "amigos" no se me da muy bien y yo...
-¿No habrás venido a disculparte así no más, eh?- Me interrumpió con un tono gracioso.
-Claro que no- Reí y saqué unos Ferrero Rocher de mi mochila.
-Eres una enana celosa- Pasó sus manos por mi cuello, en una especie de abrazo... más bien intentó asfixiarme.
-Y tu eres un terrible amigo, a menos que compartas los chocolates conmigo- Dije casi ahogándome y pasando mis manos por su espalda.
-¡Ni lo sueñes!- Me soltó y arrebató los chocolates de mis manos. -Solitos para mi- Rió y salió corriendo como un niño pequeño.
Sacudí la cabeza con una enorme sonrisa en mi rostro, mientras cerraba el casillero de Malik, pues de tanto afán lo había olvidado. Haría lo que fuera por no pelear con Zayn, y si eso implicaba sacrificar Ferreros, pues bien valían la pena.
-Y ese fue el primer abrazo fraternal-masculino de la enana de ______, damas y caballeros- Escuché a Harry a mi espalda. Me giré hacía él y vi como había una gran multitud de personas a su lado estallando en risas.
-¿Qué?- Respondí, sin saber que ocurría.
-¿Ahora le vas a negar a toda la escuela que ese fue el primer abrazo que recibiste por parte de un hombre, fuera de tu abuelo o tu padre?- Dijo cinícamente, mientras pasaba su brazo por mis hombros, paradójicamente en forma de "abrazo".
-Claro que n...
-O, quizá, que jamás has llevado a un chico a casa- Me interrumpió. Puse mis ojos como platos, me quedé sin habla... ¿Cómo demonios el sabía eso?. -... En las propias palabras de tu madre...- Complementó mientras mordía sus labios.
Simultáneamente, las personas allí rieron aún más y con más fuerzas, todas apuntaban con sus asquerosos dedos hacía mi mientras Harry los animaba más. Los miré uno por uno, con una expresión que le daría lastima a cualquiera... A cualquiera menos a ellos. Esto era una pesadilla. Me solté de los brazos de Harry y salí huyendo de allí, intentadome esconder donde fuera, no importaba donde, con tal de jamás volverme a enfrentar a esto.
-¿Esas son las reglas?- Hice una pausa silenciosa de casi un minuto cuando, inevitablemente, me eché a reír como loca. Ahora, además de que le estaba haciendo un favor, tenía que seguir las reglas de su juego. Qué descarado. Cada carcajada no era fingida ni en absoluto. En verdad Harry si que me había hecho gracia esta vez. Sujetaba mi cara, daba vueltas en el pedazo de mi cama que estaba acomodaba. Reía y reía, no podía detenerme, la respiración me faltaba... Y de repente unos pies me empujaron fuera de la cama haciéndome golpear con el suelo.
-¡Oye!- Protesté casi sin aire gracias a que caí boca abajo.
-¡Eso es para que te calles!
-Lo siento- Me apoyé al borde de mi cama. -Pero es que...- Iba a volver a reír, pero noté su mirada fulminante sobre mi, así que opté por guardármelo. -Ejem... No sabía que habías impuesto unas reglas.
-Pues ahora lo sabes, así que te aconsejo que las sigas si no quieres que las cosas se pongan feas.
-¿Qué, vas a golpearme?- Lo reté con la mirada.
-No...- Harry rió. -No golpeo animales.
-Tonto- Me levanté del suelo y me dirigí al escritorio. Su último comentario me había quitado hasta el último gramo de gracia que había en mi cuerpo hace apenas un minuto. Odiaba cuando se ponía tan ofensivo y duro conmigo. Aunque siempre lo había sido, estas últimas semanas me afectaba aún más, inexplicablemente.
-¿Cómo entraste?- Recordé.
-Tu madre me dejó seguir.- Dijo, recostado en mi cama con los ojos cerrados y sin prestarle importancia a mi pregunta
-Ah... Claro. Giré nuevamente... Pero, ¡HEY ESPERA!
-¿Cómo y por qué te ganaste a mamá?- Voleé violentamente hacía él.
-¿Por qué demonios haces tantas preguntas?- Respondió molesto.
-Porque... por...- Balbuceé. -¡Porque tiene que ver todo conmigo!
-______, basta.
-Sólo quiero que me digas.
-¿Sí respondo a tus preguntas podrías dejarme en paz de una buena vez?- Asomó su cabeza por sobre su cuerpo con los ojos medio abiertos.
-¿En serio?- Harry levantó una ceja en señal de esperar una respuesta. -Está bien...- Retomé.
-¿Qué quieres saber?- Suspiró mientras se acomodaba al final de mi cama con los brazos apoyados a la altura de sus muslos.
Lo pensé muy bien, finalmente Harry había bajado la guardia. Debía aprovechar esta oportunidad.
-Primera: ¿Por qué te ganaste a mamá?
-Porque me gusta agradarle a todo el mundo- Habló rápidamente. -Y asumí que te molestaría mucho, y acerté. Siguiente.
-Emmm... Este... ¿Cómo lo lograste?- Necesitaba saberlo, toda mi vida había tratado de averiguar como hacer que mi mamá me creyera tonterías.
-Es latina. Muchas de las madres latinas aman el drama y la pasión de las telenovelas. Así que actué como tal.
-¡Vaya!- Exclamé. ¿Cómo no se me ocurrió antes? -Harry...- Centré mi mirada en él y tomé un suspiro.
-Harry, ¿por qué eres tan malo conmigo?- Pregunté sin pensarlo dos veces.
-Porque no me agradas- Cambió la mirada de su rostro.
-Pero...
-¡Shh!- Me interrumpió mientras recibía un mensaje en su teléfono y enfocaba toda su atención en este.
Volvió a lo mismo de ignorarme todo el tiempo. Supe que sería inútil tratar de hablarle. Giré nuevamente en la silla y continué con su trabajo, cuestionándome de a momentos porque tenía que hacerlo. Harry reía de vez en cuando, se texteó con sus amigos hasta que pareció tener un mejor plan para pasar la tarde y, sin previo aviso, se marchó, solo despiendóse de mi madre en el primer piso.
***
-Hola...- Dije, junto a Zayn quien centraba su total atención en su casillero, igual que yo el día anterior. -¿Podrías mirarme?
-Estoy ocupado- Respondió cortante.
Cuando Zayn se molestaba, ni siquiera se molestaba en escucharte. Podían pasar semanas, meses, incluso años
antes de que el agachara su cabeza.
-Escucha, Zayn- Proseguí, sin importarme lo anterior. -Lo siento, sé que nada de esto es tu problema es sólo que...- Puso sus ojos en mi. -... Aveces me siento sola en la escuela, y bien sabes que eso de tener "amigos" no se me da muy bien y yo...
-¿No habrás venido a disculparte así no más, eh?- Me interrumpió con un tono gracioso.
-Claro que no- Reí y saqué unos Ferrero Rocher de mi mochila.
-Eres una enana celosa- Pasó sus manos por mi cuello, en una especie de abrazo... más bien intentó asfixiarme.
-Y tu eres un terrible amigo, a menos que compartas los chocolates conmigo- Dije casi ahogándome y pasando mis manos por su espalda.
-¡Ni lo sueñes!- Me soltó y arrebató los chocolates de mis manos. -Solitos para mi- Rió y salió corriendo como un niño pequeño.
Sacudí la cabeza con una enorme sonrisa en mi rostro, mientras cerraba el casillero de Malik, pues de tanto afán lo había olvidado. Haría lo que fuera por no pelear con Zayn, y si eso implicaba sacrificar Ferreros, pues bien valían la pena.
-Y ese fue el primer abrazo fraternal-masculino de la enana de ______, damas y caballeros- Escuché a Harry a mi espalda. Me giré hacía él y vi como había una gran multitud de personas a su lado estallando en risas.
-¿Qué?- Respondí, sin saber que ocurría.
-¿Ahora le vas a negar a toda la escuela que ese fue el primer abrazo que recibiste por parte de un hombre, fuera de tu abuelo o tu padre?- Dijo cinícamente, mientras pasaba su brazo por mis hombros, paradójicamente en forma de "abrazo".
-Claro que n...
-O, quizá, que jamás has llevado a un chico a casa- Me interrumpió. Puse mis ojos como platos, me quedé sin habla... ¿Cómo demonios el sabía eso?. -... En las propias palabras de tu madre...- Complementó mientras mordía sus labios.
Simultáneamente, las personas allí rieron aún más y con más fuerzas, todas apuntaban con sus asquerosos dedos hacía mi mientras Harry los animaba más. Los miré uno por uno, con una expresión que le daría lastima a cualquiera... A cualquiera menos a ellos. Esto era una pesadilla. Me solté de los brazos de Harry y salí huyendo de allí, intentadome esconder donde fuera, no importaba donde, con tal de jamás volverme a enfrentar a esto.
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 09.
Trascurrió toda una semana, cosa que en realidad, parecieron años, en la cual no quería volver a hablar con Harry otra vez en mi vida. Era un desconsiderado, por completo. Todavía lo estaba ayudando a que pasara su clase de lenguas (aun que en el fondo es algo realmente inútil) y luego viene a imponerme sus estúpidas reglas, a ganarse a mi madre para sus fines malignos y finalmente me vuelve el objeto virgen número uno de toda la escuela, por encima de los nerds, quienes incluso se burlaban de mi.
Esta situación se estaba saliendo de control. Últimamente había sido más duro conmigo que lo corriente. Estaba desesperando por completo, sentía que en cualquier momento estallaría en ira, buscaría un arma con silenciador, tomaría un taxi hasta su casa y...
Bueno, tampoco. Pero miles de ideas similares, o quizás menos extremistas, cruzaban por mi cabeza todo el tiempo con tal de detenerlo. Aun que, a fin de cuentas, y conociéndome como lo hago, sabía que no haría nada de lo anterior y buscaría la manera de evitarlo por completo. Zayn, de hecho, me dio una increíble idea y me regaló un par de audífonos con una calidad de audio de última con la cual podía pasearme por todas partes sin escuchar una sola burla, aunque si podía verlos y casi imaginármelo; de cualquier forma, disminuía mi vergüenza muchísimo.
En cuando a Harry, vale, no se acercó en toda la semana a mi casa. Yo tenía sus guías aún y él casi que ni le importaba. Ni a mi tampoco, después de todo, era problema suyo si no podía graduarse por un promedio bajo en una materia. Pienso que en cierta forma se lo merecía, por patán.
-... Mono diminuto asexual, virgen hasta los 50, o que eres tan pequeña que es físicamente imposible que un hombre pueda...- Enumeró Zayn la lista de apodos que Harry y el resto de la escuela había inventado para mi, después de que se divulgó mi falta de interacción con el genero masculino.
-¡Ya entendí!- Interrumpí, casi censurandolo.
-Bueno... Y más o menos esos son los que he escuchado por estos días.
-Genial- Suspiré mientras me recostaba contra los casilleros juntos a los de Zayn.
-Hey, aún tienes los audífonos, y además, la mejor selección que tengo de punk folk alemán que tengo.
-Lo sé- Sonreí de lado. -Gracias, por cierto.
-No hay de qué- Sacudió mi hombro. -Oye... El sábado habrá una fiesta en casa de Kendra...
-¿Irás con Styles?- Articulé rápidamente.
-Creo... A menos que quieras ir. Estás tan baja de nota últimamente que me preocupas
-No lo creo- Respondí velozmente. -No necesito escuchar a todo el mundo fuera de la escuela, además.
-No les prestes atención- Me besó la frente. -Piénsalo. Debo ir a clase, te veo al rato- Dijo mientras tomaba rumbo derecho por el pasillo. Le hice una seña con mi mano. Pero no nos vimos "al rato", me fui a casa. Estaba agotada. Y los últimos periodos que tenía eran de lenguas, totalmente innecesarios.
11:37 PM.
Había dormido toda la tarde como una morsa.
Dormí tanto, que cuando era la hora habitual de acostarse, no pude conciliar ni un poco el sueño. Decidí sentarme en mi cama con mi computadora enfrente, y ver, quizá, una desesperante telenovela por Netflix hasta llegar a tal punto del aburrimiento donde podría dormir otra vez. Y, efectivamente, me hallaba en la mitad de mi poco sofisticado plan cuando escuché un ruido golpear la puerta que daba al balcón de mi habitación.
Entré en pánico inmediatamente. Mi corazón comenzó a palpitar a mil por segundo y estaba completamente paralizada.
¿Sería esto como una película de terror en la cual golpean a mi puerta, pero en realidad el asesino/fantasma/demonio está detrás mío? ¿Sería tan valiente de asomarme? ¡Pero claro que no! ¡Ni que fuera inexperta en películas de terror como para saber que sus protagonistas siempre mueren por curiosos y necios!
Esto era ridículo, ya casi ni pensaba con claridad.
-______, sé que estás despierta.
-¿Harry?- Reconocí inmediatamente, dejando la paranoia a un lado y asomándome finalmente sin temor.
-No, tu abuela- Respondió agresivamente mientras abría la puerta.
-¿Qué demonios haces aquí?- Susurré. -Si mis padres ven que hay un chico en mi habitación a esta hora...
-Ah, cierto que los chicos son todavía un tabú para ti- Interrumpió mientras seguía a mi habitación como si realmente le hubiese permitido pasar. -Es mejor que aprendas de una buena vez como se hace esto.
Gruñí con desespero.
-¿Qué quieres?- Sujeté mi rostro, en una especie de señal de cansancio.
-Necesito mis guías- Dijo, mientras sostenía una bola de cristal que reposaba sobre mi mesa de noche con curiosidad. -Hoy tuve que hacerme el enfermo y esconderme, ya que CIERTA chica no apareció en la clase de lenguas.
-Lo siento, tenía planes- Mentí... O bueno, no tanto si contamos que mis planes eran: llegar a casa, tragarme un balde de helado de mora, y prácticamente hibernar.
-Claro...- Sonó incrédulo.
No le presté mucha atención y encendí una lámpara pues toda la habitación estaba a oscuras y de alguna manera me sentía intimidada.
Las hojas estaban algo regadas por todo escritorio, mezcladas unas con otras. Empecé a organizarlas lo más rápido posible. Me abrumaba la idea de que papá entrara a preguntar que porque el ruido y se encontrara con Harry allí. No estaban numéricamente bien ordenadas, pero tenía prisa. Me di la vuelta (ya que el escritorio estaba a espaldas de él) y entonces lo destallé por un macro-momento: Su cabello se hallaba alborotado como siempre, llevaba la chaqueta del equipo de fútbol de la escuela abierta en par, y una camisa blanca cuello V debajo de esta. Lo admiré un segundo más, sin saber porqué ni qué exactamente. Harry dejó de juguetear con mi bola de cristal, la dejó sobre la mesa y me miró. ¡______, reacciona!
-Ammmm... Este- Balbuceé. Estiré mi mano con las hojas en la puntas de mis dedos y agaché la mirada. Harry las recibió y les echó un ojo.
-No están todas listas- Dijo, con algo de enojo.
-Lo siento- Lo miré. -No hablamos durante toda la semana.
-¡Pero que inútil eres, ______!
-¿Disculpa?- Posicioné mis manos sobre ambos costados de la cintura. -Te recuerdo, que es tu trabajo- Punteé.
-Oh, muchas gracias tutora excelente. Reprobaré lenguas gracias a ti y la escuela entera sabrá que si no me gradúo, será TÚ CULPA.
-¿Qué, lo vas a divulgar?- Me exalté. -¿Al igual que lo hiciste con tu suspensión y lo que te dijo mi madre?
-Te dije que me las pagarías- Se encogió en los hombros sin importancia.
-¡Eres un tonto, Harry!- Exploté, finalmente. -Todo lo que te ocurre, no es nada más que por ti, y culpas a otros de tus actos, a otros como a mi y eso no es justo en absoluto.
-¿Ah, sí? ¿Me culpas a mi de tu fobia irracional hacia las arañas?
-¡Tu no sabes nada!- Grité.
-¡Tu tampoco! ¡Eres una pésima tutora!
-¿Acaso también es mi culpa que te diera por acostarte con la hija del maestro de lenguas cuando sabes que puedas tener a cualquier chica en tu cama?
Harry estaba apunto de responder, hasta que ambos escuchamos los pasos en el pasillo fuera de mi habitación y un "¿Qué es ese ruido?" por parte de mi padre quien se dirigía rápidamente.
-¡Oops!!- Susurré. Apagué la lampara y me metí bajo las cobijas a una velocidad increíble. Entonces noté a Harry agitando sus manos sin saber que hacer. -¡Harry al armario!
Pero papá ya se escuchaba justo al lado de la puerta. Revisó bajo mi cama, pero se encontraban unas cuantas cajas y no había espacio para él. La puerta se abría lentamente, Harry reaccionó y sin pensarlo dos veces se metió en mi cama, bajo las cobijas acurrucado, aferrándose a mi cuerpo.
-______, ¿qué ocurre aquí?- Dijo papá, encendiendo la luz general y con una cara de evidente cansancio.
-Nada, papá- Respondí torpemente.
-Escuché unos gritos desde aquí.
-¿Desde aquí?- Desemboqué rápidamente. -No, para nada. Serán los vecinos. Ya sabes como son- Sonreí fingidamente.
Papá me miró de reojo, se quedó por un minuto y luego se marchó, apagando la luz y cerrando la puerta. Esperé a que se escuchara el ruido en su habitación, cuando lo hice, me metí por debajo de las cobijas.
-Harry- Murmuré buscándolo en la oscuridad. -Ya puedes salir, pero no hagas ruid...
Justo antes de terminar la frase, Harry se empezó a posicionar completamente sobre mi, sus piernas sobres las mías, su abdomen sobre mi pelvis y su cara frente a mis ojos. Cuando ya cubría mi cuerpo como una manta, pegó su frente junto a la mía, jugó un poco con nuestras narices y en cuanto nuestras respiraciones se comenzaban a mezclar, acortó la peligrosa distancia que existía entre nosotros...
Y me besó...
Trascurrió toda una semana, cosa que en realidad, parecieron años, en la cual no quería volver a hablar con Harry otra vez en mi vida. Era un desconsiderado, por completo. Todavía lo estaba ayudando a que pasara su clase de lenguas (aun que en el fondo es algo realmente inútil) y luego viene a imponerme sus estúpidas reglas, a ganarse a mi madre para sus fines malignos y finalmente me vuelve el objeto virgen número uno de toda la escuela, por encima de los nerds, quienes incluso se burlaban de mi.
Esta situación se estaba saliendo de control. Últimamente había sido más duro conmigo que lo corriente. Estaba desesperando por completo, sentía que en cualquier momento estallaría en ira, buscaría un arma con silenciador, tomaría un taxi hasta su casa y...
Bueno, tampoco. Pero miles de ideas similares, o quizás menos extremistas, cruzaban por mi cabeza todo el tiempo con tal de detenerlo. Aun que, a fin de cuentas, y conociéndome como lo hago, sabía que no haría nada de lo anterior y buscaría la manera de evitarlo por completo. Zayn, de hecho, me dio una increíble idea y me regaló un par de audífonos con una calidad de audio de última con la cual podía pasearme por todas partes sin escuchar una sola burla, aunque si podía verlos y casi imaginármelo; de cualquier forma, disminuía mi vergüenza muchísimo.
En cuando a Harry, vale, no se acercó en toda la semana a mi casa. Yo tenía sus guías aún y él casi que ni le importaba. Ni a mi tampoco, después de todo, era problema suyo si no podía graduarse por un promedio bajo en una materia. Pienso que en cierta forma se lo merecía, por patán.
-... Mono diminuto asexual, virgen hasta los 50, o que eres tan pequeña que es físicamente imposible que un hombre pueda...- Enumeró Zayn la lista de apodos que Harry y el resto de la escuela había inventado para mi, después de que se divulgó mi falta de interacción con el genero masculino.
-¡Ya entendí!- Interrumpí, casi censurandolo.
-Bueno... Y más o menos esos son los que he escuchado por estos días.
-Genial- Suspiré mientras me recostaba contra los casilleros juntos a los de Zayn.
-Hey, aún tienes los audífonos, y además, la mejor selección que tengo de punk folk alemán que tengo.
-Lo sé- Sonreí de lado. -Gracias, por cierto.
-No hay de qué- Sacudió mi hombro. -Oye... El sábado habrá una fiesta en casa de Kendra...
-¿Irás con Styles?- Articulé rápidamente.
-Creo... A menos que quieras ir. Estás tan baja de nota últimamente que me preocupas
-No lo creo- Respondí velozmente. -No necesito escuchar a todo el mundo fuera de la escuela, además.
-No les prestes atención- Me besó la frente. -Piénsalo. Debo ir a clase, te veo al rato- Dijo mientras tomaba rumbo derecho por el pasillo. Le hice una seña con mi mano. Pero no nos vimos "al rato", me fui a casa. Estaba agotada. Y los últimos periodos que tenía eran de lenguas, totalmente innecesarios.
11:37 PM.
Había dormido toda la tarde como una morsa.
Dormí tanto, que cuando era la hora habitual de acostarse, no pude conciliar ni un poco el sueño. Decidí sentarme en mi cama con mi computadora enfrente, y ver, quizá, una desesperante telenovela por Netflix hasta llegar a tal punto del aburrimiento donde podría dormir otra vez. Y, efectivamente, me hallaba en la mitad de mi poco sofisticado plan cuando escuché un ruido golpear la puerta que daba al balcón de mi habitación.
Entré en pánico inmediatamente. Mi corazón comenzó a palpitar a mil por segundo y estaba completamente paralizada.
¿Sería esto como una película de terror en la cual golpean a mi puerta, pero en realidad el asesino/fantasma/demonio está detrás mío? ¿Sería tan valiente de asomarme? ¡Pero claro que no! ¡Ni que fuera inexperta en películas de terror como para saber que sus protagonistas siempre mueren por curiosos y necios!
Esto era ridículo, ya casi ni pensaba con claridad.
-______, sé que estás despierta.
-¿Harry?- Reconocí inmediatamente, dejando la paranoia a un lado y asomándome finalmente sin temor.
-No, tu abuela- Respondió agresivamente mientras abría la puerta.
-¿Qué demonios haces aquí?- Susurré. -Si mis padres ven que hay un chico en mi habitación a esta hora...
-Ah, cierto que los chicos son todavía un tabú para ti- Interrumpió mientras seguía a mi habitación como si realmente le hubiese permitido pasar. -Es mejor que aprendas de una buena vez como se hace esto.
Gruñí con desespero.
-¿Qué quieres?- Sujeté mi rostro, en una especie de señal de cansancio.
-Necesito mis guías- Dijo, mientras sostenía una bola de cristal que reposaba sobre mi mesa de noche con curiosidad. -Hoy tuve que hacerme el enfermo y esconderme, ya que CIERTA chica no apareció en la clase de lenguas.
-Lo siento, tenía planes- Mentí... O bueno, no tanto si contamos que mis planes eran: llegar a casa, tragarme un balde de helado de mora, y prácticamente hibernar.
-Claro...- Sonó incrédulo.
No le presté mucha atención y encendí una lámpara pues toda la habitación estaba a oscuras y de alguna manera me sentía intimidada.
Las hojas estaban algo regadas por todo escritorio, mezcladas unas con otras. Empecé a organizarlas lo más rápido posible. Me abrumaba la idea de que papá entrara a preguntar que porque el ruido y se encontrara con Harry allí. No estaban numéricamente bien ordenadas, pero tenía prisa. Me di la vuelta (ya que el escritorio estaba a espaldas de él) y entonces lo destallé por un macro-momento: Su cabello se hallaba alborotado como siempre, llevaba la chaqueta del equipo de fútbol de la escuela abierta en par, y una camisa blanca cuello V debajo de esta. Lo admiré un segundo más, sin saber porqué ni qué exactamente. Harry dejó de juguetear con mi bola de cristal, la dejó sobre la mesa y me miró. ¡______, reacciona!
-Ammmm... Este- Balbuceé. Estiré mi mano con las hojas en la puntas de mis dedos y agaché la mirada. Harry las recibió y les echó un ojo.
-No están todas listas- Dijo, con algo de enojo.
-Lo siento- Lo miré. -No hablamos durante toda la semana.
-¡Pero que inútil eres, ______!
-¿Disculpa?- Posicioné mis manos sobre ambos costados de la cintura. -Te recuerdo, que es tu trabajo- Punteé.
-Oh, muchas gracias tutora excelente. Reprobaré lenguas gracias a ti y la escuela entera sabrá que si no me gradúo, será TÚ CULPA.
-¿Qué, lo vas a divulgar?- Me exalté. -¿Al igual que lo hiciste con tu suspensión y lo que te dijo mi madre?
-Te dije que me las pagarías- Se encogió en los hombros sin importancia.
-¡Eres un tonto, Harry!- Exploté, finalmente. -Todo lo que te ocurre, no es nada más que por ti, y culpas a otros de tus actos, a otros como a mi y eso no es justo en absoluto.
-¿Ah, sí? ¿Me culpas a mi de tu fobia irracional hacia las arañas?
-¡Tu no sabes nada!- Grité.
-¡Tu tampoco! ¡Eres una pésima tutora!
-¿Acaso también es mi culpa que te diera por acostarte con la hija del maestro de lenguas cuando sabes que puedas tener a cualquier chica en tu cama?
Harry estaba apunto de responder, hasta que ambos escuchamos los pasos en el pasillo fuera de mi habitación y un "¿Qué es ese ruido?" por parte de mi padre quien se dirigía rápidamente.
-¡Oops!!- Susurré. Apagué la lampara y me metí bajo las cobijas a una velocidad increíble. Entonces noté a Harry agitando sus manos sin saber que hacer. -¡Harry al armario!
Pero papá ya se escuchaba justo al lado de la puerta. Revisó bajo mi cama, pero se encontraban unas cuantas cajas y no había espacio para él. La puerta se abría lentamente, Harry reaccionó y sin pensarlo dos veces se metió en mi cama, bajo las cobijas acurrucado, aferrándose a mi cuerpo.
-______, ¿qué ocurre aquí?- Dijo papá, encendiendo la luz general y con una cara de evidente cansancio.
-Nada, papá- Respondí torpemente.
-Escuché unos gritos desde aquí.
-¿Desde aquí?- Desemboqué rápidamente. -No, para nada. Serán los vecinos. Ya sabes como son- Sonreí fingidamente.
Papá me miró de reojo, se quedó por un minuto y luego se marchó, apagando la luz y cerrando la puerta. Esperé a que se escuchara el ruido en su habitación, cuando lo hice, me metí por debajo de las cobijas.
-Harry- Murmuré buscándolo en la oscuridad. -Ya puedes salir, pero no hagas ruid...
Justo antes de terminar la frase, Harry se empezó a posicionar completamente sobre mi, sus piernas sobres las mías, su abdomen sobre mi pelvis y su cara frente a mis ojos. Cuando ya cubría mi cuerpo como una manta, pegó su frente junto a la mía, jugó un poco con nuestras narices y en cuanto nuestras respiraciones se comenzaban a mezclar, acortó la peligrosa distancia que existía entre nosotros...
Y me besó...
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 10.
Estaba petrificada, literalmente.
Había imaginado correr por un bosque como una tonta hasta encontrarme un ser mágico que me explicara, sin saber bien por qué, donde quedaba el mundo de la felicidad y los malvaviscos inagotables, pero nunca que Harry Styles se atreviera a besarme a mí.
Y es que no se detenía, por más inerte que yo estuviera, el succionaba mis labios lenta y suavemente mientras yo estaba bajo su cuerpo, con los ojos como dos platos haciéndome la estúpida. Pensaba en mil millones de cosas en cuestión de nanosegundos; casi que deseaba que papá regresara y descubriera a Harry y me sacra de todo ese circo de cosas que no logro comprender. ¡Pero qué demonios hacía pensando en un momento como este! ¡En un beso no se piensa, se besa!
Mire fijo a su rostro, sus ojos estaba completamente cerrados, así que también cerré los míos. Torpemente comencé a corresponder, hasta que logré seguir su ritmo. Nos fundíamos juntos en una actividad labial increíble y casi que imposible. Sentía una especie de choques eléctrico por todo mi cuerpo, pero hice todo mi esfuerzo porque Harry no notara como me ponía. Rápidamente tomó mi rostro en sus manos y fue elevándome de la comodidad de mi colchón, al fino aire que recorría mi espalda. Sin previo aviso se detuvo.
-Tienes razón…- Sonrió. –Puedo tener a cualquier chica en mi cama…- Y me soltó haciendo que yo cayera y rebotara dramáticamente sobre mi colchón, casi como una metáfora “devolviéndome a la tierra”.
-Eres un Oops- Dije recuperando que había perdido en él.
-Y tu una diminuta especie de insecto raro, ¿qué es peor?- Apoyó sus brazos a mis lados y se levantó de golpe. Abrió la puerta del balcón permitiendo que una helada briza entrara y salto por la enredadera.
Escuché como encendía su camioneta y se iba; me sentía como una completa tonta. Y no sé exactamente por qué: Sí por haber correspondido a su beso y quedar como una de las “chicas más que podría tener en su cama cuando quisiera” o por aún estar sorprendida por lo que acaba de pasar.
-¿______?- Se escuchó una voz baja y entrecortada al otro lado de la línea.
-Sí, Zayn soy yo- Le confirmé enredado mi cabello confusamente entre mis dedos.
-¿Qué demonios haces? Es media noche- Respondió igual de apagado que antes.
-Cambié de opinión… Ahora si quiero ir a la fiesta de Kendra- Impuse, ignorando por completo el horario y su reclamo.
-Déjame ver si entendí- Recapituló Malik, a quién había raptado a las plantas más vacias y remotas de la escuela. –Harry fue a tu casa, ayer a media noche.
-A las once en realidad- Le corregí.
-Ok… A las once. Y empezaste a discutir con él…
-Ajá.
-Y luego tu padre los escuchó y Harry se metió en tu cama…
-Sí…
-Y cuando se fue tu padre, él emergió sobre ti y… Te besó
-Más o menos- Agaché mi cabeza apenadamente.
-¿Seguro no tienes fiebre o algo?- Tocó mi frente con la contrapalma de su mano
-¡Zayn!- Alejé su mano de un golpe. –Sé que suena loco, pero te juro que es cierto.
-Yo te creo, en serio. Es sólo que… Pensé que Harry te odiaba.
-Me odia. Eso no ha cambiado, solo quería demostrarme “que puede tener a la chica que quiera en su cama”.
-¿Así que si dormirás con él?- Preguntó con emoción en sus palabras.
-¡¿Estás loco?! ¡Ni en un millón de años!- Tomé rumbo molesta a los casilleros.
-¡No te molestes! ¡Al menos cuéntame cuando lo hagas!- Exclamó mientras me perseguía.
Habían transcurrido los primeros periodos en donde Harry no dio señales de vida, para mi suerte. Sí bien la escuela no había superado lo de “nunca llevas chicos a casa”, eso había pasado a segundo plano después del beso de anoche. Estaba hecha un manojo de nervios andante, tan solo la idea de verle la cara a Harry después de la “aventura” en mi habitación ayer me tenía con los pelos de punta y con mi paranoia apoderándose de mi cuerpo. Corría tan rápido como podía entre clases-casillero-clases, pero no correría con tanta suerte a la hora del almuerzo.
Y allí estaba yo, sentada en una mesa vacía al fondo de la cafetería, siendo agradablemente invisible para todo el mundo. Revolvía mi comida sin siquiera probarla. Nunca confié en la carne misteriosa y su enigmática procedencia. Casi que me sentía culpable por pedirla y no probarla, siendo que, de donde vengo, la gente moría de hambre. Pero estaba nublada, no pensaba en nada y no sabía nada.
-¿Te encuentras bien?- Preguntó Zayn abordando mi solitaria mesa. Aunque el calificara perfectamente como un popular, no estaba interesado en sentarse con ellos mientras me viera sola.
-Sí, solo estoy algo…
Pero no pude continuar, no cuando mis ojos se posaron al fondo de la cafetería, y en allí, Harry, intercambiando besos frenética y bochornosamente con una porrista.
Estaba petrificada, literalmente.
Había imaginado correr por un bosque como una tonta hasta encontrarme un ser mágico que me explicara, sin saber bien por qué, donde quedaba el mundo de la felicidad y los malvaviscos inagotables, pero nunca que Harry Styles se atreviera a besarme a mí.
Y es que no se detenía, por más inerte que yo estuviera, el succionaba mis labios lenta y suavemente mientras yo estaba bajo su cuerpo, con los ojos como dos platos haciéndome la estúpida. Pensaba en mil millones de cosas en cuestión de nanosegundos; casi que deseaba que papá regresara y descubriera a Harry y me sacra de todo ese circo de cosas que no logro comprender. ¡Pero qué demonios hacía pensando en un momento como este! ¡En un beso no se piensa, se besa!
Mire fijo a su rostro, sus ojos estaba completamente cerrados, así que también cerré los míos. Torpemente comencé a corresponder, hasta que logré seguir su ritmo. Nos fundíamos juntos en una actividad labial increíble y casi que imposible. Sentía una especie de choques eléctrico por todo mi cuerpo, pero hice todo mi esfuerzo porque Harry no notara como me ponía. Rápidamente tomó mi rostro en sus manos y fue elevándome de la comodidad de mi colchón, al fino aire que recorría mi espalda. Sin previo aviso se detuvo.
-Tienes razón…- Sonrió. –Puedo tener a cualquier chica en mi cama…- Y me soltó haciendo que yo cayera y rebotara dramáticamente sobre mi colchón, casi como una metáfora “devolviéndome a la tierra”.
-Eres un Oops- Dije recuperando que había perdido en él.
-Y tu una diminuta especie de insecto raro, ¿qué es peor?- Apoyó sus brazos a mis lados y se levantó de golpe. Abrió la puerta del balcón permitiendo que una helada briza entrara y salto por la enredadera.
Escuché como encendía su camioneta y se iba; me sentía como una completa tonta. Y no sé exactamente por qué: Sí por haber correspondido a su beso y quedar como una de las “chicas más que podría tener en su cama cuando quisiera” o por aún estar sorprendida por lo que acaba de pasar.
-¿______?- Se escuchó una voz baja y entrecortada al otro lado de la línea.
-Sí, Zayn soy yo- Le confirmé enredado mi cabello confusamente entre mis dedos.
-¿Qué demonios haces? Es media noche- Respondió igual de apagado que antes.
-Cambié de opinión… Ahora si quiero ir a la fiesta de Kendra- Impuse, ignorando por completo el horario y su reclamo.
-Déjame ver si entendí- Recapituló Malik, a quién había raptado a las plantas más vacias y remotas de la escuela. –Harry fue a tu casa, ayer a media noche.
-A las once en realidad- Le corregí.
-Ok… A las once. Y empezaste a discutir con él…
-Ajá.
-Y luego tu padre los escuchó y Harry se metió en tu cama…
-Sí…
-Y cuando se fue tu padre, él emergió sobre ti y… Te besó
-Más o menos- Agaché mi cabeza apenadamente.
-¿Seguro no tienes fiebre o algo?- Tocó mi frente con la contrapalma de su mano
-¡Zayn!- Alejé su mano de un golpe. –Sé que suena loco, pero te juro que es cierto.
-Yo te creo, en serio. Es sólo que… Pensé que Harry te odiaba.
-Me odia. Eso no ha cambiado, solo quería demostrarme “que puede tener a la chica que quiera en su cama”.
-¿Así que si dormirás con él?- Preguntó con emoción en sus palabras.
-¡¿Estás loco?! ¡Ni en un millón de años!- Tomé rumbo molesta a los casilleros.
-¡No te molestes! ¡Al menos cuéntame cuando lo hagas!- Exclamó mientras me perseguía.
Habían transcurrido los primeros periodos en donde Harry no dio señales de vida, para mi suerte. Sí bien la escuela no había superado lo de “nunca llevas chicos a casa”, eso había pasado a segundo plano después del beso de anoche. Estaba hecha un manojo de nervios andante, tan solo la idea de verle la cara a Harry después de la “aventura” en mi habitación ayer me tenía con los pelos de punta y con mi paranoia apoderándose de mi cuerpo. Corría tan rápido como podía entre clases-casillero-clases, pero no correría con tanta suerte a la hora del almuerzo.
Y allí estaba yo, sentada en una mesa vacía al fondo de la cafetería, siendo agradablemente invisible para todo el mundo. Revolvía mi comida sin siquiera probarla. Nunca confié en la carne misteriosa y su enigmática procedencia. Casi que me sentía culpable por pedirla y no probarla, siendo que, de donde vengo, la gente moría de hambre. Pero estaba nublada, no pensaba en nada y no sabía nada.
-¿Te encuentras bien?- Preguntó Zayn abordando mi solitaria mesa. Aunque el calificara perfectamente como un popular, no estaba interesado en sentarse con ellos mientras me viera sola.
-Sí, solo estoy algo…
Pero no pude continuar, no cuando mis ojos se posaron al fondo de la cafetería, y en allí, Harry, intercambiando besos frenética y bochornosamente con una porrista.
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 11.
¿En serio estaba presenciando este ridículo espectáculo? ¿Yo, que hace menos de 24 horas era quien besaba sus labios, claro, con muchísimo menos de... babosidad? Increíble. Simplemente no podía creer lo que mis ojos, y los de toda la cafetería, estaban devorando como una presa fácil. Me debatía mentalmente por seguir viéndolos o seguir jugando con mi carne misteriosa, que era algo menos repugnante.
-¡_____!- Gritó Zayn.
-¿Qué?- Respondí saltando de la silla y desviando finalmente la mirada.
-No les pongas atención, Harry es un ****o.
-Lo sé- Dije con seriedad.
-¿Lo sabes?- Preguntó con curiosidad.
-Zayn... No soy ni la primera ni la última chica que besará... Evidentemente- Sacudí la cabeza. -Eso no cambia las cosas. Tal y como dicta la regla seis.
-¿La regla seis?
-Sí... Las tontas reglas que Harry puso en nuestra especie de amistad parasitismo: "Nada ha cambiado entre nosotros".
No sé ni como recordé aquella última regla, pero supongo que debí tenerla presente en el mismo momento quel Harry me besaba. Y es que es estúpido: ¿En verdad llegué a creer por un segundo que él me había besado, más allá de afirmar mi cruel comentario, porque tenía un vago interés en mi? ¡Reacciona, _____! Harry Styles no es esa clase de chico. Es sólo busca divertirse y ya. Jamás había tenido una sola relación seria en toda su vida, y no la tendría mientras estuviese en la escuela. Probablemente ni sentaría cabeza alguna vez. Ni se enamoraría y sería un triste ermitaño toda su pobre vida y...
¿Y por qué demonios me importa tanto lo que haga Harry o no con su vida amorosa? Quiero decir, no formo, ni formaré parte de ella por más que yo quiera... ¡Y no es como sí yo quisiera! Quiero decir... ¡Por Dios! ¿Quién podría salir con ese patán? ¿quién podría tan siquiera considerarlo? Además de esa desagradable porrista, nadie está interesada de esa manera en él.
Viernes.
-¡Dame sólo un minuto!- Grité desde la profundidad de mi habitación.
-¡Te he esperado un minutos los últimos 20 minutos de mi vida! ¿¡Cuantos más minutos tendrán que pasar antes de que empiece a morir?!- Respondió, de igual manera Zayn desde la planta baja de mi casa.
-Tienes suerte que se esté arreglando- Dijo mi madre, haciéndose a un lado del moreno. -Pensaba irse con un suéter negro y unos jeans rotos.
-¿A una fiesta? ¿_____?- Protestó con sarcasmo, pues tanto él como mamá sabían que no era exactamente una chica de tanto cuidado estético como debería. Aun que tampoco era una desaliñada que usaba ropa ancha y cola de caballo todo el tiempo. Más bien era algo como: alisar mi cabello hasta que quedara muy lindo y luego cubrirlo como si nada con una extraña gorrita.
-¡______, juro que si no bajas en este instante me iré sin ti!- Repitió por última vez.
-¡Ya estoy lista ****o!- Dije, mientras me acercaba a la baranda de las escaleras y, acto seguido, bajé estás. No lentamente como a la chica promedio que la llevan a su baile de graduación, sino a toda velocidad, sin darle tiempo a Zayn de observarme con sorpresa desde lo alto, aunque finalmente, si quedó impresionado con mi vestimenta para fiestas de la noche de hoy. [ http://www.polyvore.com/you_amaze_me/set?id=21984690&lid=646760 ]
-¡Hey! ¡Te vez bien!
-Gracias, ahora... Ya que tenías prisa- Le señalé la puerta con las manos, decentemente.
Ambos nos despedimos de mis padres y volamos a las fiesta en el auto de Zayn.
-¿Estás segura que quieres ir?- Preguntó amablemente mi amigo justo antes de bajarnos del auto.
-Emm...- Tomé aire. -Sí, será solo una tranquila fiesta.
Pero no era solo una tranquila fiesta. Casi toda la escuela estaba en la, ya destrozada, casa de Kendra festejando de lo lindo. Ya había iniciado y al parecer hace un buen tiempo. Pero Zayn, mi "tardanza" en "arreglarme" y su lógica de chico popular nos hizo llegar con casi dos hora de retraso. Atravesamos el jardín lleno de papel sanitario, latas y botellas de cerveza, una pareja tragándose a besos en medio y margaritas estropeadas.
Al ingresar por la puerta, el desastre era cincuenta mil veces más terrible que el anterior. La casa estaba a reventar, todo el mundo bailaba, bebía, vomitaba o hacía cualquier tontería. La recarga hormonal se sentía apenas ponías un píe allí adentro. Habría un tipo tan ebrio que ya estaba dormido en el suelo con un montón de dibujos en su cara, quise enseñárselo a Zayn pero ¡ya no estaba! Al parecer uno de sus muchos amigos le había propuesto un buen negocio de noche, y con esto me refiero a que "había una chica ansiosa por conocer a Zayn y a toda su anatomía en la habitación de los padres de Kendra". Y entonces era yo, sola por completo, para como una tonta en la puerta de toda la fiesta, gracias al cielo, sin ninguna mirada sobre mi.
-Miren quién está aquí...- Escuché, reconsiderando mi afirmación anterior. Desafortunadamente no era invisible. -Sí es _____, saliendo de su casa por primera vez.
Todos los presentes allí estallaron en risas con los comentarios malaventurados de Harry, junto con su porrista agarrada de su cuello como una garrapata.
Nuevamente tenía que ver esto, y tanto y tanto Harry con otra chica empezaba a desagradarme, y yo no tenía idea de porqué.
¿En serio estaba presenciando este ridículo espectáculo? ¿Yo, que hace menos de 24 horas era quien besaba sus labios, claro, con muchísimo menos de... babosidad? Increíble. Simplemente no podía creer lo que mis ojos, y los de toda la cafetería, estaban devorando como una presa fácil. Me debatía mentalmente por seguir viéndolos o seguir jugando con mi carne misteriosa, que era algo menos repugnante.
-¡_____!- Gritó Zayn.
-¿Qué?- Respondí saltando de la silla y desviando finalmente la mirada.
-No les pongas atención, Harry es un ****o.
-Lo sé- Dije con seriedad.
-¿Lo sabes?- Preguntó con curiosidad.
-Zayn... No soy ni la primera ni la última chica que besará... Evidentemente- Sacudí la cabeza. -Eso no cambia las cosas. Tal y como dicta la regla seis.
-¿La regla seis?
-Sí... Las tontas reglas que Harry puso en nuestra especie de amistad parasitismo: "Nada ha cambiado entre nosotros".
No sé ni como recordé aquella última regla, pero supongo que debí tenerla presente en el mismo momento quel Harry me besaba. Y es que es estúpido: ¿En verdad llegué a creer por un segundo que él me había besado, más allá de afirmar mi cruel comentario, porque tenía un vago interés en mi? ¡Reacciona, _____! Harry Styles no es esa clase de chico. Es sólo busca divertirse y ya. Jamás había tenido una sola relación seria en toda su vida, y no la tendría mientras estuviese en la escuela. Probablemente ni sentaría cabeza alguna vez. Ni se enamoraría y sería un triste ermitaño toda su pobre vida y...
¿Y por qué demonios me importa tanto lo que haga Harry o no con su vida amorosa? Quiero decir, no formo, ni formaré parte de ella por más que yo quiera... ¡Y no es como sí yo quisiera! Quiero decir... ¡Por Dios! ¿Quién podría salir con ese patán? ¿quién podría tan siquiera considerarlo? Además de esa desagradable porrista, nadie está interesada de esa manera en él.
Viernes.
-¡Dame sólo un minuto!- Grité desde la profundidad de mi habitación.
-¡Te he esperado un minutos los últimos 20 minutos de mi vida! ¿¡Cuantos más minutos tendrán que pasar antes de que empiece a morir?!- Respondió, de igual manera Zayn desde la planta baja de mi casa.
-Tienes suerte que se esté arreglando- Dijo mi madre, haciéndose a un lado del moreno. -Pensaba irse con un suéter negro y unos jeans rotos.
-¿A una fiesta? ¿_____?- Protestó con sarcasmo, pues tanto él como mamá sabían que no era exactamente una chica de tanto cuidado estético como debería. Aun que tampoco era una desaliñada que usaba ropa ancha y cola de caballo todo el tiempo. Más bien era algo como: alisar mi cabello hasta que quedara muy lindo y luego cubrirlo como si nada con una extraña gorrita.
-¡______, juro que si no bajas en este instante me iré sin ti!- Repitió por última vez.
-¡Ya estoy lista ****o!- Dije, mientras me acercaba a la baranda de las escaleras y, acto seguido, bajé estás. No lentamente como a la chica promedio que la llevan a su baile de graduación, sino a toda velocidad, sin darle tiempo a Zayn de observarme con sorpresa desde lo alto, aunque finalmente, si quedó impresionado con mi vestimenta para fiestas de la noche de hoy. [ http://www.polyvore.com/you_amaze_me/set?id=21984690&lid=646760 ]
-¡Hey! ¡Te vez bien!
-Gracias, ahora... Ya que tenías prisa- Le señalé la puerta con las manos, decentemente.
Ambos nos despedimos de mis padres y volamos a las fiesta en el auto de Zayn.
-¿Estás segura que quieres ir?- Preguntó amablemente mi amigo justo antes de bajarnos del auto.
-Emm...- Tomé aire. -Sí, será solo una tranquila fiesta.
Pero no era solo una tranquila fiesta. Casi toda la escuela estaba en la, ya destrozada, casa de Kendra festejando de lo lindo. Ya había iniciado y al parecer hace un buen tiempo. Pero Zayn, mi "tardanza" en "arreglarme" y su lógica de chico popular nos hizo llegar con casi dos hora de retraso. Atravesamos el jardín lleno de papel sanitario, latas y botellas de cerveza, una pareja tragándose a besos en medio y margaritas estropeadas.
Al ingresar por la puerta, el desastre era cincuenta mil veces más terrible que el anterior. La casa estaba a reventar, todo el mundo bailaba, bebía, vomitaba o hacía cualquier tontería. La recarga hormonal se sentía apenas ponías un píe allí adentro. Habría un tipo tan ebrio que ya estaba dormido en el suelo con un montón de dibujos en su cara, quise enseñárselo a Zayn pero ¡ya no estaba! Al parecer uno de sus muchos amigos le había propuesto un buen negocio de noche, y con esto me refiero a que "había una chica ansiosa por conocer a Zayn y a toda su anatomía en la habitación de los padres de Kendra". Y entonces era yo, sola por completo, para como una tonta en la puerta de toda la fiesta, gracias al cielo, sin ninguna mirada sobre mi.
-Miren quién está aquí...- Escuché, reconsiderando mi afirmación anterior. Desafortunadamente no era invisible. -Sí es _____, saliendo de su casa por primera vez.
Todos los presentes allí estallaron en risas con los comentarios malaventurados de Harry, junto con su porrista agarrada de su cuello como una garrapata.
Nuevamente tenía que ver esto, y tanto y tanto Harry con otra chica empezaba a desagradarme, y yo no tenía idea de porqué.
fatiama daniela
Re: Entre el bullying y el Amor [harry styles y tu ] necesito lectora ...capitulo 16 listo
Cap. 12.
-No sabía que estabas esperándome. ¿Qué? ¿No te has podido divertir?- Desemboqué repentina y seriamente, dirigiéndome claramente a él y a su “chica”.
Tan sólo el recibidor estaba repleto de gente, y todos estos cesaron sus risas justo después de escucharme y posaron sus miradas sorprendidas en mí. ¿Por qué? Quiero decir, no hice nada fuera de lo común, sólo, digamos, que me defendí con argumentos que, desde una perspectiva, son completamente ciertos. Y después de unos instantes se escucharon unos abucheos incesables, por primera vez, en contra de Harry.
-¿Qué demonios dijiste?- Respondió Styles molesto y casi puedo jurar que con sus mejillas enrojecidas.
Oh por Dios… ¿Qué había hecho? ¿Había humillado a Harry Styles? ¡Claro que lo había hecho! No puedes hacerle eso a alguien como él, es el rey de la escuela. Podría acabar conmigo en un minuto si estaba enfadado y a juzgar por la violenta expresión en su rostro, estaba REALMENTE enfadado.
Sonreí momentáneamente y emprendí una épica y cómica huida hacía el primer escape que pude divisar hacía la sala de estar de aquella casa de tamaño promedio. No mentiré, temía por mi vida en este punto.
Mi cuerpo chocó torpemente con la mesa de bebidas y ponches de la fiesta. Estaba algo sedienta y necesitaba tomar algo para relajarme un poco y dejar de pensar que en cualquier momento el chico crespo vendría con una motosierra para mostrarme “quién manda” aquí. Me serví y tomé un sorbo. Era puro y etílico alcohol; en otros casos lo hubiera escupido (porque no es que me encante mucho que digamos) pero, según la filosofía Zaynalista, “un trago amargo para un momento amargo”.
-¿Zayn?- Musité al oído de mi amigo quién acaba de golpear la mesa de bebidas sin percatarse, mientras se devoraba a besos a una rubia que jamás había visto antes en las escuela.
-Umm…- Interrumpió su obscena succión de labios. –Hey, ______. ¿Qué pasa?
-Estaba a punto de preguntarte lo mismo- Me refería a su espectáculo y a su compañía.
-Oh, claro. ______, ella es Lizzie, es una estudiante de intercambio. Viene de Holanda- Abrió bien sus ojos e hizo una mueca de placer, claramente emocionado por estar con una holandesa y la reputación que habían adquirido después de Eurotrip.
-Es un placer conocerte- Apuntó con un acento propio de Ámsterdam, agitando mi mano imperativamente.
-Igualmente- Respondí algo incómoda en mis palabras, observando como atacaba el cuello de Zayn sin compasión.
-¿Qué tal te la has pasado?- Continuó el moreno algo agitado, sin importarle que Lizzie se apoderaba de su cuerpo en medio de todo el mundo.
-Supongo que no me puedo quejar sobre los 5 minutos y medio que llevo en este lugar, excepto por, ya sabes, Harry quiere matarme.
-Estás exagerando.
-¡No lo estoy! ¡Trato de prevenir mi horrendo destino final!
-Relájate, ¡ayy!- Exclamó al sentir a la rubia mordiendo el lóbulo de su oreja. –Harry está hoy con Amber, no creo que tenga tiempo para ¡ohh!- Gimió rápidamente. -… para molestarte. Todo estará bien.
-Eso espero- Dije con desgán.
-¿Necesitas algo más?- Preguntó con desespero y una expresión divertida en su rostro.
-Ya vete- Reí, y de inmediato Lizzie lo arrastró escaleras arriba.
-¡Te quiero!- Gritó Zayn al fondo.
¿Entonces “Amber” era su chica de hoy? Eso quiere decir que mañana podría haber otra y la otra semana otra y… ¡En realidad no me importa! Es que Harry Styles puede hacer lo que le plazca con su vida, a fin de cuentas, las tutorías de lenguas se acabarán algún día y yo podré librarme finalmente de él. Para entonces, quién sabe, podría dejar de odiarme tanto, agradecerme por una vez en su vida, y apiadarse de mi alma dejándome en paz para siempre.
Pero ahora estoy atorada con él. Mi madre lo ama como a un hijo, no deja de hablar de lo maravilloso que piensa que es en cada condenada cena y lo encantada que está de que vaya a casa en la semana, casi que hasta me reprendió porque los últimos días ni se había paseado por allí y creyó que lo había espantado con alguna de mis simpáticas rarezas. Pero no sabe que en realidad si lo hizo, y no solo que se pasó, sino que se atrevió a algo que me dejó paranoica por el resto de la semana. Zayn, ahora que había confesado la linda amistad que existía entre ambos, no se siente mal al saludarlo por los pasillos, hablarle de chicas y asistir más a sus eventos comunes, sin contar que ahora quería integrarme más a estos, cosa que no me entraban ni de chiste. En conclusión, estaba en todas partes.
-¿Quieres repetirme lo de hace un rato?- Susurró Harry inclinándose minuciosamente a mi odio.
Di la vuelta de repente con mi corazón casi saliendo de mi pecho. No estaba con una motosierra, gracias al cielo, pero si con una mirada e inminente venganza y con Amber, a quién de alguna manera también yo había ofendido, tomada de su mano. ¿Qué significa que tome de la mano a la que, se supone, es solo su “chica de hoy”? ¿Acaso eso no es para algo que va más en serio?
-¡Qué gracioso que lo menciones!- Lo señalé carismáticamente con los dedos. –En realidad, ammm… ¡era una broma! Sólo que los chicos la tomaron mala y te abuchearon y…
-Cierra el pico- Me interrumpió con una seriedad que ni los muertos tiene en todos su ciclo de descomposición.
-Además… ¿Qué sabes tú de diversión?- Intervino Amber. –Eres una fracasada con “F” mayúscula- Formó una “L” con sus dedos y su poca glamurosa (incluso peor que la mía) manicura, haciéndome dudar de la capacidad mental de la chica, al igual que Harry, pues ambos le lanzamos miradas extrañas a su último gesto. –Deberías irte, antes de que te degrades socialmente, más de lo que ya estás.
-No sabía que “fracasada” se escribía con “L”- Articulé, ignorando por completo sus últimos argumentos. Reí un poco, lo cual creo que le molestó severamente, pues tomó un vaso lleno de ponche y lo aventó de golpe contra mi pecho.
Mi boca formó una “O” gigante, mientras mi mirada estaba totalmente dirigida a mi pobre blusa, que había sufrido los estragos de la situación. Los testigos suspiraron dramáticamente, Amber apretó la boca y levantó una ceja en señal desafiante. Me imaginé empujándola con violencia al suelo y arrancándole el cabello con todas mis fuerzas. Pero no. No creo ser capaz de algo así. Sólo la miré con desprecio y salí de esa casa lo más rápido que pude.
Me senté en medio de la vía, a unos cuantos metros de la casa de Kendra, con un rollo casi entero de papel sanitario que había hallado en el jardín anterior, mientras que limpiaba con bruscos movimientos mi ropa. Estaba molesta como nunca antes, porque nunca antes me había molestado que las personas se metieran conmigo, a fin de cuentas, nunca me había importado lo que pensaran. Pero esto ya no era sobre mí, era sobre Amber y su retraso colectivo mental, y la rabia que le había cogido irracionalmente.
Detestaba estar sola y triste, porque, cuando me encontraba así, sentía ganas de hacer algo que realmente odio. Algo que Zayn evitó miles de veces, pero ahora que está algo “ocupado” era imposible que no sucediera.
Y aquí venía la primera lágrima. Ni siquiera estaba triste, estaba desesperada con toda esta situación. Me sentía como una tonta, mis hormonas estaban de juerga o mutando, porque, finalmente, estaba siendo una sentimentalista, ya que todo parecía afectarme. Estas últimas semanas me había sentido de esa manera y no tenía idea de porque… Aunque, cuando lo pensaba, llegaba a una sola conclusión; una que no me permitiría admitir, no mientras mi razón mandara sobre mi corazón, como era lo usual.
-¡Muévete!- Gritó un chico que estallaba su claxon contra mi fino oído. Había olvidado por completo que estaba llorando en medio de un paso vehicular. Fantástico, _____. La cosa era más deprimente de lo que pensaba.
Me levanté del suelo para darle su endemoniado paso, y que fuera rápido, por favor. Pero al rodar un poco, y mientras las ventanas del piloto quedaban justo enfrente mío, se detuvo en seco.
-¿Estás llorando?- Preguntó la voz más asquerosamente familiar. Volteé mi rostro a un lado y limpie mis lágrimas con las mangas de mi chaqueta. –No podrías ser más patética, ______.
Ni un minuto más pensaba escuchar a Harry Styles, así que me dirigí contrario a su auto esperando alejarme lo más rápido posible.
-¡Espera!- Me haló del brazo fuertemente, pero seguí dándole la espalda.
-¿Podrías, por favor, soltarme? Me lastimas- Dije, sin ninguna emoción.
Me soltó con suavidad y yo me dispuse a seguir mi camino hacía “no-sé-donde”, pero cualquier lugar sería mejor que allí. Me alejé casi un metro de él, pensando que me dejaría ir tranquilamente, pero me alcanzó de momento a otro.
-_____...-
-Harry, apártate- Le advertí débilmente, mientras hacía un esfuerzo sobre humano porque las lágrimas que se aproximaban no salieran.
Fracasé con “L”. Brotaron de mis ojos descontroladamente. No se puede llorar en frente de alguien como Harry Styles, mucho menos si eras yo. Podía reír sin compasión, haciendo sentir muchísimo peor.
Pero no; en su lugar, me tomó en sus brazos y me apoyó contra la parte trasera de su enorme camioneta.
-No llores… Por favor- Musitó tiernamente, pasando su mano por mi mejilla, limpiando una lagrima en su camino y sosteniéndo con suavidad.
Tuve la estúpida idea de huir, pero me tenía aprisionada entre él y sus brazos. Ni siquiera lo intenté, pero estaba nerviosa como gallina. No entendía que quería hacer.
Comenzó a asomar su nariz por mi cuello, mientras yo escondía mi cara en sus hombros. Rápidamente encontró el camino a ella, me miró fijamente por un momento y pegó sus labios a los míos en un solo movimiento. Esta vez no me tardé en corresponderle. Nos besamos apasionada y lentamente. El sujetaba mi cintura con una de sus manos, y con la otra mi rostro. Me apretaba para acercarme más a él, pero ya no existía distancia que acortar. Yo acariciaba su pecho con ambas manos. Había hasta olvidado que hace un momento era miserable. Me sentía inexplicablemente bien, no quería que esto acabase jamás. Pero entonces, entre pequeños besos, se fue separando lentamente de mí.
Me miró a los ojos nuevamente, pero esta vez parecía confundido. Me soltó, se metió y arrancó chillando las llantas de su camioneta, casi haciéndome caer, pues había olvidado que estaba recostada justo allí.
-No sabía que estabas esperándome. ¿Qué? ¿No te has podido divertir?- Desemboqué repentina y seriamente, dirigiéndome claramente a él y a su “chica”.
Tan sólo el recibidor estaba repleto de gente, y todos estos cesaron sus risas justo después de escucharme y posaron sus miradas sorprendidas en mí. ¿Por qué? Quiero decir, no hice nada fuera de lo común, sólo, digamos, que me defendí con argumentos que, desde una perspectiva, son completamente ciertos. Y después de unos instantes se escucharon unos abucheos incesables, por primera vez, en contra de Harry.
-¿Qué demonios dijiste?- Respondió Styles molesto y casi puedo jurar que con sus mejillas enrojecidas.
Oh por Dios… ¿Qué había hecho? ¿Había humillado a Harry Styles? ¡Claro que lo había hecho! No puedes hacerle eso a alguien como él, es el rey de la escuela. Podría acabar conmigo en un minuto si estaba enfadado y a juzgar por la violenta expresión en su rostro, estaba REALMENTE enfadado.
Sonreí momentáneamente y emprendí una épica y cómica huida hacía el primer escape que pude divisar hacía la sala de estar de aquella casa de tamaño promedio. No mentiré, temía por mi vida en este punto.
Mi cuerpo chocó torpemente con la mesa de bebidas y ponches de la fiesta. Estaba algo sedienta y necesitaba tomar algo para relajarme un poco y dejar de pensar que en cualquier momento el chico crespo vendría con una motosierra para mostrarme “quién manda” aquí. Me serví y tomé un sorbo. Era puro y etílico alcohol; en otros casos lo hubiera escupido (porque no es que me encante mucho que digamos) pero, según la filosofía Zaynalista, “un trago amargo para un momento amargo”.
-¿Zayn?- Musité al oído de mi amigo quién acaba de golpear la mesa de bebidas sin percatarse, mientras se devoraba a besos a una rubia que jamás había visto antes en las escuela.
-Umm…- Interrumpió su obscena succión de labios. –Hey, ______. ¿Qué pasa?
-Estaba a punto de preguntarte lo mismo- Me refería a su espectáculo y a su compañía.
-Oh, claro. ______, ella es Lizzie, es una estudiante de intercambio. Viene de Holanda- Abrió bien sus ojos e hizo una mueca de placer, claramente emocionado por estar con una holandesa y la reputación que habían adquirido después de Eurotrip.
-Es un placer conocerte- Apuntó con un acento propio de Ámsterdam, agitando mi mano imperativamente.
-Igualmente- Respondí algo incómoda en mis palabras, observando como atacaba el cuello de Zayn sin compasión.
-¿Qué tal te la has pasado?- Continuó el moreno algo agitado, sin importarle que Lizzie se apoderaba de su cuerpo en medio de todo el mundo.
-Supongo que no me puedo quejar sobre los 5 minutos y medio que llevo en este lugar, excepto por, ya sabes, Harry quiere matarme.
-Estás exagerando.
-¡No lo estoy! ¡Trato de prevenir mi horrendo destino final!
-Relájate, ¡ayy!- Exclamó al sentir a la rubia mordiendo el lóbulo de su oreja. –Harry está hoy con Amber, no creo que tenga tiempo para ¡ohh!- Gimió rápidamente. -… para molestarte. Todo estará bien.
-Eso espero- Dije con desgán.
-¿Necesitas algo más?- Preguntó con desespero y una expresión divertida en su rostro.
-Ya vete- Reí, y de inmediato Lizzie lo arrastró escaleras arriba.
-¡Te quiero!- Gritó Zayn al fondo.
¿Entonces “Amber” era su chica de hoy? Eso quiere decir que mañana podría haber otra y la otra semana otra y… ¡En realidad no me importa! Es que Harry Styles puede hacer lo que le plazca con su vida, a fin de cuentas, las tutorías de lenguas se acabarán algún día y yo podré librarme finalmente de él. Para entonces, quién sabe, podría dejar de odiarme tanto, agradecerme por una vez en su vida, y apiadarse de mi alma dejándome en paz para siempre.
Pero ahora estoy atorada con él. Mi madre lo ama como a un hijo, no deja de hablar de lo maravilloso que piensa que es en cada condenada cena y lo encantada que está de que vaya a casa en la semana, casi que hasta me reprendió porque los últimos días ni se había paseado por allí y creyó que lo había espantado con alguna de mis simpáticas rarezas. Pero no sabe que en realidad si lo hizo, y no solo que se pasó, sino que se atrevió a algo que me dejó paranoica por el resto de la semana. Zayn, ahora que había confesado la linda amistad que existía entre ambos, no se siente mal al saludarlo por los pasillos, hablarle de chicas y asistir más a sus eventos comunes, sin contar que ahora quería integrarme más a estos, cosa que no me entraban ni de chiste. En conclusión, estaba en todas partes.
-¿Quieres repetirme lo de hace un rato?- Susurró Harry inclinándose minuciosamente a mi odio.
Di la vuelta de repente con mi corazón casi saliendo de mi pecho. No estaba con una motosierra, gracias al cielo, pero si con una mirada e inminente venganza y con Amber, a quién de alguna manera también yo había ofendido, tomada de su mano. ¿Qué significa que tome de la mano a la que, se supone, es solo su “chica de hoy”? ¿Acaso eso no es para algo que va más en serio?
-¡Qué gracioso que lo menciones!- Lo señalé carismáticamente con los dedos. –En realidad, ammm… ¡era una broma! Sólo que los chicos la tomaron mala y te abuchearon y…
-Cierra el pico- Me interrumpió con una seriedad que ni los muertos tiene en todos su ciclo de descomposición.
-Además… ¿Qué sabes tú de diversión?- Intervino Amber. –Eres una fracasada con “F” mayúscula- Formó una “L” con sus dedos y su poca glamurosa (incluso peor que la mía) manicura, haciéndome dudar de la capacidad mental de la chica, al igual que Harry, pues ambos le lanzamos miradas extrañas a su último gesto. –Deberías irte, antes de que te degrades socialmente, más de lo que ya estás.
-No sabía que “fracasada” se escribía con “L”- Articulé, ignorando por completo sus últimos argumentos. Reí un poco, lo cual creo que le molestó severamente, pues tomó un vaso lleno de ponche y lo aventó de golpe contra mi pecho.
Mi boca formó una “O” gigante, mientras mi mirada estaba totalmente dirigida a mi pobre blusa, que había sufrido los estragos de la situación. Los testigos suspiraron dramáticamente, Amber apretó la boca y levantó una ceja en señal desafiante. Me imaginé empujándola con violencia al suelo y arrancándole el cabello con todas mis fuerzas. Pero no. No creo ser capaz de algo así. Sólo la miré con desprecio y salí de esa casa lo más rápido que pude.
Me senté en medio de la vía, a unos cuantos metros de la casa de Kendra, con un rollo casi entero de papel sanitario que había hallado en el jardín anterior, mientras que limpiaba con bruscos movimientos mi ropa. Estaba molesta como nunca antes, porque nunca antes me había molestado que las personas se metieran conmigo, a fin de cuentas, nunca me había importado lo que pensaran. Pero esto ya no era sobre mí, era sobre Amber y su retraso colectivo mental, y la rabia que le había cogido irracionalmente.
Detestaba estar sola y triste, porque, cuando me encontraba así, sentía ganas de hacer algo que realmente odio. Algo que Zayn evitó miles de veces, pero ahora que está algo “ocupado” era imposible que no sucediera.
Y aquí venía la primera lágrima. Ni siquiera estaba triste, estaba desesperada con toda esta situación. Me sentía como una tonta, mis hormonas estaban de juerga o mutando, porque, finalmente, estaba siendo una sentimentalista, ya que todo parecía afectarme. Estas últimas semanas me había sentido de esa manera y no tenía idea de porque… Aunque, cuando lo pensaba, llegaba a una sola conclusión; una que no me permitiría admitir, no mientras mi razón mandara sobre mi corazón, como era lo usual.
-¡Muévete!- Gritó un chico que estallaba su claxon contra mi fino oído. Había olvidado por completo que estaba llorando en medio de un paso vehicular. Fantástico, _____. La cosa era más deprimente de lo que pensaba.
Me levanté del suelo para darle su endemoniado paso, y que fuera rápido, por favor. Pero al rodar un poco, y mientras las ventanas del piloto quedaban justo enfrente mío, se detuvo en seco.
-¿Estás llorando?- Preguntó la voz más asquerosamente familiar. Volteé mi rostro a un lado y limpie mis lágrimas con las mangas de mi chaqueta. –No podrías ser más patética, ______.
Ni un minuto más pensaba escuchar a Harry Styles, así que me dirigí contrario a su auto esperando alejarme lo más rápido posible.
-¡Espera!- Me haló del brazo fuertemente, pero seguí dándole la espalda.
-¿Podrías, por favor, soltarme? Me lastimas- Dije, sin ninguna emoción.
Me soltó con suavidad y yo me dispuse a seguir mi camino hacía “no-sé-donde”, pero cualquier lugar sería mejor que allí. Me alejé casi un metro de él, pensando que me dejaría ir tranquilamente, pero me alcanzó de momento a otro.
-_____...-
-Harry, apártate- Le advertí débilmente, mientras hacía un esfuerzo sobre humano porque las lágrimas que se aproximaban no salieran.
Fracasé con “L”. Brotaron de mis ojos descontroladamente. No se puede llorar en frente de alguien como Harry Styles, mucho menos si eras yo. Podía reír sin compasión, haciendo sentir muchísimo peor.
Pero no; en su lugar, me tomó en sus brazos y me apoyó contra la parte trasera de su enorme camioneta.
-No llores… Por favor- Musitó tiernamente, pasando su mano por mi mejilla, limpiando una lagrima en su camino y sosteniéndo con suavidad.
Tuve la estúpida idea de huir, pero me tenía aprisionada entre él y sus brazos. Ni siquiera lo intenté, pero estaba nerviosa como gallina. No entendía que quería hacer.
Comenzó a asomar su nariz por mi cuello, mientras yo escondía mi cara en sus hombros. Rápidamente encontró el camino a ella, me miró fijamente por un momento y pegó sus labios a los míos en un solo movimiento. Esta vez no me tardé en corresponderle. Nos besamos apasionada y lentamente. El sujetaba mi cintura con una de sus manos, y con la otra mi rostro. Me apretaba para acercarme más a él, pero ya no existía distancia que acortar. Yo acariciaba su pecho con ambas manos. Había hasta olvidado que hace un momento era miserable. Me sentía inexplicablemente bien, no quería que esto acabase jamás. Pero entonces, entre pequeños besos, se fue separando lentamente de mí.
Me miró a los ojos nuevamente, pero esta vez parecía confundido. Me soltó, se metió y arrancó chillando las llantas de su camioneta, casi haciéndome caer, pues había olvidado que estaba recostada justo allí.
fatiama daniela
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