♡ Touch My Hand ♡

Liam llegó al Caesars Palace. Era un casino gigantesco. Era un verdadero palacio. Todo era nuevo, los juegos, las alfombras, los cuadros, todo absolutamente todo.

Se acercó a una mesa para apostar. Allí se encontraban sentados dos hombres y una chica. La chica lo reconoció de una y le pidió un autógrafo antes que comenzara el juego.

-Mi nombre es Eleanor Calder. Es un placer verte por aquí Liam- Dijo la castaña.
-Hola Liam, mi nombre es Josh Devine- Dijo un chico de cabello negro y de piel blanca.
-Mucho gusto Liam, soy Nick Grimshaw- Liam lo había visto en TV pero nunca en persona.

Liam comenzó a jugar, a apostar y apostar. Al final perdió una buena cifra de dólares, pero le quedaba más dinero, así que se puso de pie y entró al pasillo de los tragamonedas. Habían un montón de señoras de edad jugando allí. Payne estaba tan, pero tan obsesionado, que quería recuperar todo lo que había perdido.

Eran las 3 de la mañana, y ya tenía que regresar a casa. No le importaba mucho si Harry lo regañaba, se lo había pasado fenomenal. Conoció mucha gente, le pedían un par de autógrafos y se sentía lo máximo.

Styles se encontraba con Jason paseando afuera, por el condominio. Jason lo abrazaba y el pequeño solo sonreía. Tenía miedo a que Liam lo pillara con el rasta, pero al final Jason se despidió con un beso diciéndole “buenas noches” y ambos se fueron a sus casas.

Harry cerró la puerta de la casa, y largó un suspiro. Subió a su pieza, se colocó un pantalón de pijama y no bastó mucho para quedarse completamente dormido.
Liam había llegado, abrió la puerta despacio, se dirigió a la pieza, prendió la luz y se sacó la ropa y se colocó una polera y un pantalón holgado y se durmió.

Al día siguiente, David estaba en su casa extremadamente aburrido. Eran las 11 y algo, y como le dio hambre, decidió hacerse unos huevos revueltos con jamón y huevo, así que prendió la cocina. Al ver el fuego de ésta, sus ojos brillaban encantados. Se puso a jugar con el encendedor, lo prendía y lo apagaba. Observaba aquél color naranja mezclado con el negro y el azul de la llama. Esos colores le provocaban placer, interés.

Su chica, ______(TN) observó que David estaba jugando con el encendedor, y se lo quitó de la mano.

-¡David no juegues con fuego!- Ella lo regañó.
-Pero…- Quería excusarse.
-Pero nada, es muy peligroso- Dijo, y se puso a mirar lo que cocinaba.

La comida estaba lista, y ella lo sirvió en un gran plato. David estaba muy molesto, tenía una gran furia dentro de él ya que su novia no le dejó ver más allá la llama.
Ninguno de los dos se hablaron en la mesa, el clima ya se puso tenso.

Hoy, Jason iba a volver a ver a Harry. Le pidió que se juntasen a las 8, ya que Liam se iba a esa hora al trabajo. Lo que no sabía su esposo Styles, es que Liam iba a faltar a trabajar para ir al casino otra vez.

En la casa de David, comienza un primer altercado…

-Lo siento ______(TN), pero ya no puedo seguir contigo- Dijo David furioso.
-Pero… ¡¿Por qué, qué te ocurre?!- La chica estaba con sus ojos vidriosos.
-¡No me entiendes! ¡Y jamás lo harás! ¡Jamás!- Comenzó a zamarrearla fuertemente, haciendo que las manos de David quedaran marcadas en su piel ahora rojiza.
-¡Me iré de esta casa!- David toma una mochila vieja color negra, hecha un par de ropas, un perfume, su billetera y su celular.

David se va extremadamente enojado, y la chica se dirige al baño para ducharse con agua fría. Se seca y queda desnuda, tirándose a la cama a llorar.

-¿Qué hice para perderte Archuleta?- La chica susurraba y su llanto le costaba respirar.

Son las 8, y Liam ya se fue al casino. Harry invitó a Jason a su casa. Ellos se saludaron con un beso bien subido de tono. El chico rasta metía las manos por debajo de la polera blanca de Harry tocando su espalda completa.

Ambos chicos se deseaban tanto, que no importaba lo demás. Jason le quitó la ropa superior a Harry, y él hizo lo mismo con el ojiazul.

-Quiero que esta noche seas mío Styles- Jason le susurró al oído haciendo que el ojiverde se excitara más.

Harry caminó con Jason hasta la habitación y cerraron la puerta con llave.

Liam no había ido al trabajo (casa discográfica), dio la excusa de que tenía que ir al doctor. Los managers no le decían nada porque no lo habían pillado en lo malo. Cuando entró al casino, vio que había una chica muy sexy en una ruleta. Vio que muchos se dirigieron hasta ahí, y apostaban fichas como malos de la cabeza.
Solo una vez pudo acertar y ganó un poco de dinero, pero al segundo intento perdió la mitad de lo que tenía.

Otra cifra considerable de dinero se había farreado Payne...