Entre Mentiras {Larry Stylinson}

Ahora me encuentro sentada frente a mi computador, casi inmóvil. Pensando y buscando la fuerza necesaria para poder redactar la historia, aclaro antes de todo. No fue mi historia y jamás lo será, solo soy parte de ella, quizá solo soy una pequeña parte.

No diré mi nombre por ahora, espero que conforme vaya redactando cada párrafo tengas una pista acierta acerca de mi persona. No soy mala y no tengo intenciones de perjudicar a los protagonistas de la historia.

Solo estoy aquí para decirte que no fui la única que lo sospechaba, pero no todos estuvieron en lo correcto. No todos hallaron las pistas, solo yo encontré la respuesta a una cruda realidad que aun me duele. Ya que yo estaba enamorada de él. Yo lo ame y aun lo sigo haciendo con toda el alma.

Y ahora que estoy segura que él no es para mí, hare todo lo posible para que no sea de nadie… mucho menos de él. No puede volver con… no puede, jamás lo permitiré. Soy demasiado egoísta, y aunque ya lo sé todo, no puedo aceptar la realidad.

Mi corazón no me permite sentir, mis ojos no me dejan ver. Estoy ciega. Estúpidamente enamorada y locamente sensible. Pero… sé que estoy lista para hablarte sobre esto, solo te pido que no juzgues a nadie hasta saber el final. Hasta saber la conclusión de esta pequeña historia.

Después de haber sabido todo te pido que finjas y no me busques jamás. Yo tratare de huir de ellos lo antes posible, antes de que se percaten que su secreto ha sido descubierto. Antes de que todo se arruine.

Pero por ahora, comenzare.

Solo presta atención. Ya lo haré.

Lo conocí en la primavera del dos mil diez, las clases comenzaban y era otro mundo nuevo para mí desde un extraño punto de vista. Odiaba como lucia mi uniforme en mi, en fin eso no es lo importante. No conocía a nadie y nadie me conocía a mí. Pero de pronto, lo vi. Estaba sentado en la mesa de frente mirando hacia la nada. Alto, guapo, ojos celestes, cabello castaño. Sinónimo, bastante atractivo.

El no me miro. No fui importante y no lo culpo. No lo soy. Me senté a unas cuantas mesas lejos de él, guarde silencio y mire a mi compañera de al lado, cabello largo negro, ojos oscuros y facciones finas. Me saludo y me pregunto varias cosas, solo para conocernos. Parecía agradable y me sentí en confianza rápidamente pero algo simplemente no encajaba ahí. Era el. Era su mirada y su apagada sonrisa. Quería conocerlo sin duda.

Estoy segura que fue atracción a primera vista ya que no podía dejar de mirarlo. Sus ojos, su risa, simplemente llamo mi atención desde las primeras dos horas de clase. Juro que no escuche ni siquiera el nombre del profesor al presentarse, no me importo. Yo solo quería saber el nombre de aquel chico.

Nina, mi compañera de asiento no dejaba de hablar con un par de chicas al frente suyo, una era de pequeña estatura, ojos grandes y hermosa sonrisa. La otra chica era alta, delgada, cabello largo castaño y un hermoso rostro. Ambas hermosas y simpáticas. Las tres chicas hacían conversación conmigo, pero honestamente no me llamaba la atención su plática sobre maquillaje en esos momentos. Hasta que el se sentó junto a ellas.

Si, el castaño de ojos azules y hermosa sonrisa se sentó junto a ellas, un poco tímido ya que la chica de pequeña estatura habia llamado su atención diciéndole “hey, ojos bonitos” observe un leve sonrojo en sus mejillas, encantador.
Pero debo admitir que sentí unos profundos celos sin razón al escucharla llamarlo así.

Se sentó junto a ellas y las miro fijamente para después mirar a Nina y por último a mí. Si, el me miro. Me miro por primera vez. Su mirada era profunda y confusa. Muy especial. Después dejo de mirarme y movió su rostro escuchando a la chica alta hablar.

- ¿Cómo te llamas? –le pregunto la castaña, el sonrió y respondió un poco lento, jamás olvidare la manera en que sus labios se movieron al pronunciar su nombre. Fue un momento para recordarse toda la vida.

- Louis –respondió.

Louis. Louis. Louis. Y desde ese momento su nombre jamás salió de mi cabeza. Y todavía sigue ahí enterrado entre cada uno de mis pensamientos dejándome sin sueño por las noches.

- Lindo nombre –pronuncio la chica pequeña bastante extrovertida- Soy Amanda –se presento la misma y Louis le sonrió


- Soy Charlotte –dijo la chica alta y después apunto a mi compañera de mesa- Ella es Nina, y ella… -y cuando estaba a punto de decir mi nombre el profesor nos llamo la atención.

Y esa fue la primera ocasión en que no pude presentarme, pero estaba segura que no lo necesitaba ya que con su mirada me habia conocido completamente.

Louis, su nombre jamás dejo mi cabeza.

Jamás.

Ni ahora que lo sé todo. No he podido olvidarle, simplemente después de todo lo que hemos pasado juntos me parece imposible que haya pasado más cosas junto a él. Después de todo, preferiría seguir viviendo entre aquel mundo de mentiras al cual deseo borrar. Pero a la vez no.