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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Ficha de la fic
• Titulo: Lo de dos lo hacen mejor tres.
• Autor: Creo que es la adaptación de un libro o serie.
• Adaptación: Si, la encontré en una página de fb.
• Género: ( Drama, Romance, etc.)
• Contenido: Alto lenguaje, escenas muy eróticas, étc.
• Advertencias: Si no te gustan las novelas hot no la leas.
• Otras páginas: Nopis.
Prefacio.
¿Cómo puede una chica inocente atraer a un famoso y atractivo cantante al que la prensa sensacionalista atribuye prácticas sexuales para las que ella no está preparada?
________ ________ esta decidida a hacer cualquier cosa para convencer al hombre de sus sueños, el popular cantante Liam Payne, de que están hechos el uno para el otro.
Resuelta a probar que es lo suficiente mujer para él, ________ recurre a Harry y le pide que sea su tutor sexual. Atrevido y descarado, Harry le advierte que está jugando con fuego, lo que no impide que la tome bajo su tutela y que, junto con su
hermano Niall, le enseñe los placeres de ser compartida. Aunque ella se reserva para Liam, pronto descubrirá que Harry es el único hombre capaz de satisfacer todas sus fantasías.
Y cuando_______ le pide más...él no será capaz de resistirse.
________ ________ esta decidida a hacer cualquier cosa para convencer al hombre de sus sueños, el popular cantante Liam Payne, de que están hechos el uno para el otro.
Resuelta a probar que es lo suficiente mujer para él, ________ recurre a Harry y le pide que sea su tutor sexual. Atrevido y descarado, Harry le advierte que está jugando con fuego, lo que no impide que la tome bajo su tutela y que, junto con su
hermano Niall, le enseñe los placeres de ser compartida. Aunque ella se reserva para Liam, pronto descubrirá que Harry es el único hombre capaz de satisfacer todas sus fantasías.
Y cuando_______ le pide más...él no será capaz de resistirse.
__________________________________________
¡hola, chicas! ¿cómo están? Acá yo con una nueva adaptación toda pornosa dufsyfhsk, leanla o las amenazo con un pan e.e Me voy porque mi hermano sigue jodiendo con que quiere usar la compu para "estudiar como me dice siempre, vaya Dios a saber que hace en la computadora, les dejo un abrazo de oso pulgoso. Bai. En unos ratos subo el primer chapterrr.
¡hola, chicas! ¿cómo están? Acá yo con una nueva adaptación toda pornosa dufsyfhsk, leanla o las amenazo con un pan e.e Me voy porque mi hermano sigue jodiendo con que quiere usar la compu para "estudiar como me dice siempre, vaya Dios a saber que hace en la computadora, les dejo un abrazo de oso pulgoso. Bai. En unos ratos subo el primer chapterrr.
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Capítulo I
Por lo general, a ____ no le importaba pedir favores. Si su padre hubiera estado en la ciudad, no le hubiera molestado pedirle que se pasara por la tintorería. Ni darle la lata
a alguno de sus hermanos para que le comprara la leche.
Pero hoy no le pediría ayuda a su familia. Lo que necesitaba no era algo que se considerase normal. Respiró hondo. Podía hacerlo. No, tenía que hacerlo si quería hacer realidad la fantasía que
llevaba siete años rondándole la cabeza. Salió del coche bajo aquella húmeda tarde y estudió la casa de ladrillo rojo. El exterior, con un macizo de azaleas de vistosos colores y un césped recién cortado, parecía cuidado. Era un
edificio elegante con aquella fachada de piedra, el inmaculado balcón blanco y las columnas de estilo dórico. No se oía ni un solo ruido que perturbara los verdes campos del este de Londres, el lugar parecía muy tranquilo.
Nadie podría adivinar jamás qué depravaciones ocurrían en esa casa. De hecho, ________
había ido allí para descubrirlas personalmente. Para averiguar si podía soportarlas.
Cerrando los dedos temblorosos en torno a la correa del bolso, se armó de valor y se
acercó a la pesada puerta de roble. Pensó lo hermoso que era el paisaje marino de la vidriera de colores y llamó. Contra toda lógica, esperó que Harry no estuviera en casa.
¡Uf! ¿Cuánto tiempo hacía que no lo veía? ¿Cinco años? Quizá más. Ojalá pudiera pasar
otros cinco años o más sin tener contacto con él. De hecho, imaginar su cara era todo lo que hacía falta para hacerle rechinar los dientes y pensar en asestarle un par de puñetazos. Cuando
________ tenía diecisiete años, él había despertado en ella una curiosidad que la atemorizaba, pero que al mismo tiempo no había podido ignorar. La única vez que había intentado hacer algo al
respecto, iniciando una sencilla conversación, él la había rechazado sin ningún miramiento.
Durante mucho tiempo lo había odiado por ello. Ahora, en vez de evitarle, iba a tener que pedirle el favor de su vida.
Y haría cualquier cosa para que no se lo negara. Apartándose un rizo castaño rojizo de la cara, _________ se obligó a no comprobar una vez más el brillo de labios. El rímel no se le había corrido; lo había comprobado unos minutos antes. Los pantalones color oliva, aunque cómodos, habían sido una mala elección. Los compensaba
con una provocativa blusa blanca de encaje que se le ceñía a los pechos y con el escote bajo y redondeado para llamar la atención. Había completado su atuendo con unas sandalias blancas de
tacón alto que sabía que gustaban a los hombres, pero que, maldita sea, le hacían polvo los pies.No tenía sentido seguir postergando aquello un minuto más.
Tragando saliva, _______ volvió a llamar.
-Ya voy -anunció una amortiguada voz masculina.
¿Harry? Había pasado demasiado tiempo y _________ había borrado de su memoria todo lo
que concernía a aquel hombre. Pero jamás había olvidado del todo aquella voz profunda y ronca. Sintió mariposas en el estómago cuando oyó ruido de pasos aproximándose a la puerta. Había ensayado mil veces lo que iba a decir. Harry pecaba del mismo comportamiento militar de su padre y sus hermanos, y no le gustaba la gente que se andaba con rodeos o sutilezas. Así que sólo esperaba soltar el discurso sin fastidiarla. De repente, un hombre abrió la puerta.
No era Harry. Era un hombre con el pelo wero . Tenía unos conmovedores ojos azules y una mandíbula firme. Una camiseta ceñida de color gris y vaqueros descoloridos cubrían un cuerpo alto y atlético. Aquel hombre podría trabajar de modelo y ganar una fortuna. Su cara le resultaba familiar, quizá lo conocía.
-¿Puedo ayudarte en algo? Sería un placer para mí. -La divertida sonrisa del hombre le indicó que era consciente de que lo había recorrido de pies a cabeza y que no le importaba lo más mínimo. De hecho, él había hecho lo mismo. ________ se rió. Era obvio que la sutileza no era lo suyo.
-Lo siento. Creo que me he confundido de casa. Estoy buscando a Harry Styles . Supongo que me confundí de calle...
-No. Has llegado al sitio correcto. Mi hermano Harry regresará pronto.
-¿Harry es hermano tuyo? -La posibilidad casi la dejó boquiabierta.
En términos físicos, los dos hombres eran -literalmente- como la noche y el día. El que estaba ante ella era ardiente y sexy, oscuro y lujurioso como la noche. Harry tenía la piel wera y el pelo castaño y chino , era duro y arduo como el día. Él se encogió de hombros.
-Somos hermanastros, ya sé que no es para andar diciéndolo. Pero como él paga su
parte vivimos juntos. Yo soy...
-Niall. ¡Oh, Santo Dios! Te he reconocido por las fotos. Tengo varios de tus
libros de cocina.
-Me siento halagado.
Ella le dirigió una sonrisa contrita.
-¡Oh, vaya! Me encantan tus recetas. Aunque soy un auténtico desastre en la cocina.
La cordial risa masculina de Niall resonó con un eco cálido en su vientre. Le cayó bien de
inmediato. Parecía buena gente. Sencillo a pesar de su éxito.
-¿Cómo te llamas, cariño?
-_______(Tn) ________(Ta). -Le tendió la mano-. ¿De verdad eres hermanastro de Harry?
-Eso parece. -Niall le tomó la mano acariciándola más que estrechándola-. No puedo
dejarte aquí fuera en el porche. ¿Quieres entrar a esperarlo? Me encantaría disfrutar de tu
compañía mientras termino de hacer la cena.
Aquel hombre rezumaba encanto sureño. _______ se sintió encandilada por él.
-Gracias. ¿Crees que llegará pronto?
-Sí. Llamó hace un rato para decirme que estaba en camino. -Niall se apartó a un lado
para que pasara.
_________ entró en la casa, llena de curiosidad. En ella reinaba el clasicismo de influencia
italiana, pero un aire rústico y moderno a la vez. Los suelos de madera oscura contrastaban con las paredes blancas. Había sillones de cuero y mesas de hierro forjado, y un televisor de plasma de cincuenta pulgadas. Era lujosa y de buen gusto, pero aun así muy masculina.
-Calculo que llegará en diez minutos más o menos. -Niall le dirigió una picara sonrisa-.
El tiempo justo para ofrecerte un té helado de frambuesa y unos bollos de melocotón recién hechos, además de sonsacarte cómo ha conseguido ese imbécil que una belleza como tú venga a visitarlo.
A ________ se le esfumó la sonrisa de golpe. Su misión. Un par de magnéticos ojos hermosos y algunas palabras amables y ya se había olvidado de la razón por la que había ido allí.
Una parte de ________ apenas podía creer que se hubiera atrevido a ir. Era una locura. Una estupidez. Y, sin embargo, era fundamental para su futuro. Pero no iba a dejar que Niall le sonsacara la verdad, no importaba lo deliciosos que resultaran sus bollos. Aunque lo más probable era que Harry se lo contara a Niall en cuanto la pusiera de patitas en la calle.
-Sólo estaba bromeando. No hay necesidad de que te pongas tan seria. No tienes que contarme nada -le aseguró con aquella voz ronca e íntima. La expresión picara de sus ojos había sido reemplazada por una mirada oscura y adusta.
-Lo siento. -_______ intentó sonreír-. Es que estoy un poco...
- ¿Nerviosa? -le sugirió él, conduciéndola a una brillante cocina.
-Es una casa preciosa, en especial la cocina -suspiró ella, feliz por poder cambiar de
tema.
Los elegantes muebles de cerezo y acero inoxidable hablaban de buen gusto europeo y de cocinas de alta tecnología. Con una creativa mezcla entre lo antiguo y lo moderno, la cocina con seis fogones, las encimeras de granito y el horno doble, era el sueño de cualquier chef. Niall parecía encajar allí perfectamente.
-Gracias. Por si te lo preguntas, Harry no tuvo nada que ver en la decoración -dijo, guiñándole el ojo.
¿Decoración? ¿Harry? La idea la hizo reír. Harry colgaba las armas en el perchero y tenía las cajas de los cartuchos esparcidas por el suelo. Para él, los prismáticos de infrarrojos eran el tema preferido a la hora de tomar café. Un buen televisor, un sofá viejo y una cámara de seguridad, y no necesitaba nada más para entretenerse.
-Te creo. ¿Lo has decorado tú todo?
-Con un poco de ayuda de un amigo mío que es decorador.
-Te ha quedado muy bonita.
Él le respondió con una sonrisa.
-Me alegro de que te guste. ¿Un té de frambuesa?
Niall le puso la mano en la cintura y la guió hacia una silla de hierro forjado con un lujoso cojín de color musgo. La leve caricia le gustó. ________ no tenía duda alguna de que muchas mujeres considerarían muy atractivo al chef. Lo era. Pero tenía algo que la tranquilizaba. Él cocinaba y decoraba, y además la hacía sentir a gusto. Quizá era gay Lo observó con detenimiento y reconsideró ese último pensamiento. «No, por supuesto que no lo es». Simplemente era una persona educada y de trato fácil. Todo lo contrario a su primo. Harry siempre la sacaba de quicio incluso antes de decirle «hola».
-Así que conoces a Harry -preguntó Niall, dándole un vaso alto.
-Se podría decir que sí. -Le dirigió una tensa sonrisa-. Mi padre y él se dedican a lo mismo. De hecho, él solía trabajar para mi padre. - _______ tomó un sorbo de té y no pudo contener un suspiro-. ¡Esto está de muerte!
Niall frunció el ceño y luego cayó en la cuenta de quién era ella.
-Ah, ¿eres la hija del coronel Edgington?
________ asintió con la cabeza.
-¿Harry te ha hablado de mí?-dijo ella
-Nunca ha mencionado tu nombre. En realidad sólo me ha hablado de tu padre. Tendré que patearle el trasero por ese descuido. Eres preciosa. -Se sentó en la silla a su lado y sonrió, derrochando encanto-. Me voy a sentir muy infeliz si ya te ha echado el ojo.
Un rubor acalorado subió por el cuello de _______ hasta sus mejillas. «¿Se había sonrojado?» Ella jamás se sonrojaba. ¡Jamás! Pero Niall y sus halagos eran demasiado para una chica acostumbrada a tratar sólo con militares.
-Apuesto lo que sea a que tienes montones de mujeres rendidas a tus pies.
Un amago de sonrisa aleteó en esa boca exuberante, pero no contestó.
-¿Harry sabía que ibas a venir?
-No. Y no me ha echado el ojo. Créeme, hace años que no le veo. Creo que todavía estaba en el instituto la última vez que lo vi.
La sorpresa se reflejó en los rasgos blancos y sensuales de Niall.
-Y ahora llegas aquí como caída del cielo, decidida a hablar con un hombre por el que, si no me equivoco, no sientes un especial cariño. ¿Es así?
________ palideció. Aquel hombre era realmente perspicaz.
-Yo..., necesito hablar con Harry. Es urgente.
Harry estaba junto a la puerta de la cocina, apretando los dientes con fuerza. Mierda, reconocería esa dulce voz en cualquier sitio. Aguda, rítmica, con un leve toque de picardía. «______(Tn) ______(Ta)». La chica que le ponía duro como un martillo neumático. Siempre había sido así. Durante todos y cada uno de los días que había trabajado para el coronel. Era oír su voz y toda la sangre de su cuerpo descendía directamente a su miembro. Una mirada de esos dulces ojos color miel y ya estaba listo para la acción.
Harry hizo una mueca mientras se recolocaba la bragueta. Maldita sea, todavía tenía ese poder sobre él.Al menos ya no tenía diecisiete años y tentaba a un hombre que era lo suficientemente mayor para saber cuándo no debía jugar con fuego. Hacía cinco años que había dejado de trabajar para su padre, antes de hacer algo estúpido. Algo de lo que, estaba seguro, se hubiera arrepentido más tarde, igual que lo habría hecho ella. Pero, ¿por qué demonios estaba allí? «Mierda, sólo hay una manera de averiguarlo...»
_________ contuvo el aliento cuando él entró en la cocina. Harry se detuvo ante la isleta para ocultar la dura evidencia de su excitación. Al ver la sonrisa de diversión de su hermano, supo que a él no le había engañado. Pero fue a _______ a quien prestó toda su atención. Había madurado. Sus labios eran ahora más provocativos, las pecas se habían desvanecido. Apenas llevaba maquillaje. El aire de inocencia permanecía intacto, y lo invitaba a corromperlo. Harry apostaría todas sus medallas a que todavía era virgen.
«Estás loco». ________ debía de tener ya veintidós años, veintitrés como mucho. Pero en lo más profundo de su ser sabía que no se equivocaba. ¡Maldita sea! Tenía que deshacerse de ella. Y con rapidez. Un deseo incontrolable y una chica virgen eran una combinación peligrosa.
-_________. -La voz de Harry sonó ronca por el deseo. Reprimió las ganas de hacer una mueca.
-Harry.
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Capítulo II
[justify] Su nombre pareció flotar desde aquellos labios rosados y tentadores. El ronco sonido lo puso más duro todavía. Entonces ella se mordisqueó el labio inferior y él sólo pudo pensar en deslizar su miembro entre esos labios, en penetrar profundamente la sedosa humedad de su boca mientras ella lo miraba con aquellos ojos inocentes. Si no dejaba de pensar en esas cosas, iba a tener que ir al baño para masturbarse antes de poder mantener una conversación coherente y deshacerse de ella.
-Hola -dijo ella para romper el embarazoso silencio.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.
________ asintió con la cabeza. Fue un gesto automático que denotaba nerviosismo. No había oído más que unas pocas frases de la conversación de Niall con ________. Las suficientes para saber que su primo pensaba que le había echado el ojo a aquella belleza. Y que _________ tenía una razón importante para estar allí. Como sólo tenían un conocido en común, pensó que debía de tratarse del coronel.
-¿Le ha pasado algo a tu padre?
-E-está bien. Gracias. -________ forzó una sonrisa-. Últimamente ha recibido amenazas de alguno de los psicópatas que envió a la cárcel y que ya ha sido puesto en libertad, pero eso no es nada nuevo. «No, no en esa clase de trabajo».
-No, no lo es.
Por fin, su erección disminuyó lo suficiente para cruzar la estancia y sentarse ante la mesa de estilo italiano. Su hermano todavía esbozaba una sonrisa socarrona, y Harry le dirigió una mirada de advertencia.
-No he podido evitar oír cómo le decías a Niall que tenías algo importante que decirme. ¿No será sobre el coronel?
-No. Es sobre... -Las pestañas de ________ sombrearon sus mejillas cuando bajó la vista y se volvió a morder el labio. Maldita sea, los gestos inocentes y seductores de ________ lo ponían a cien.
Ella levantó la vista de nuevo, y Harry vio que lo miraba con determinación. Interesante.
-Es algo personal.
«¿Personal?». Harry no podía imaginarse a qué se refería. ¿Había acudido a él para contarle algo personal? Se había esforzado en ser un borde con ella mientras trabajaba para su padre. No le había resultado demasiado difícil cuando se había sentido agarrotado todos los días por la frustración sexual. Transcurrió una pausa silenciosa.
Niall se levantó y se acercó a _________.
-Chicos, los dejaré unos minutos a solas. Hay más té de frambuesa. No permitas que el ogro te asuste. -Le cogió la mano y se la besó-. Y no se te ocurra marcharte sin despedirte.
Harry observó el intercambio y se dio cuenta de que estaba rechinando los dientes. «Bastardo». _________ poseía todo lo que su hermano deseaba en una mujer: dulzura, virginidad e inocencia. El que ella tuviera el pelo rojizo era sólo un incentivo más.
«Pero ya podía irse olvidando de esa mujer». Si _______ estaba vedada para él, también lo estaba para Niall. El suave golpe de una puerta al cerrarse en el pasillo le indicó a Harry que su hermano se había encerrado en su despacho. Volvió a centrarse en ________.
-Bien, adelante. Te escucho.
-He venido a pedirte un favor. Me doy cuenta de que esto es un poco extraño, pero... - se interrumpió con un tembloroso suspiro, luego alzó la barbilla y pareció controlar los nervios. Un momento después, lo miró directamente a la cara-. ¿Podrías enseñarme todo sobre el sexo, tal y como a ti te gusta?
Por lo general, la expresión de Harry jamás reflejaba sus pensamientos. Debido a su trabajo, poseer una expresión insondable era algo indispensable. Aquella era la primera vez que _________ lo veía quedarse con la boca abierta. No lo hubiera sorprendido más si le hubiera pedido que excavara el Gran Cañón con sus propias manos.
-¿¡Qué!?
-Quiero que me enseñes cómo son las relaciones sexuales que te gustan.
¿Las relaciones sexuales que le gustaban a él? ¿Podría haber algo más extraño en este jodido planeta?
Ahí pasaba algo. Algo muy raro. A la virginal ________ no podía gustarle lo mismo que a él. Ni siquiera debería saber que existía.
Aunque quizá estuviera interpretándola mal. Lo más probable era que no tuviera ni la más remota idea de qué le estaba pidiendo. Con aquel tranquilizador pensamiento, dejó traslucir la irritación que sentía y negó con la cabeza.
-¿Por qué coño ibas a querer saber algo así?
_________ no se inmutó ante su lenguaje. Harry debía reconocerle eso y más... como haber tenido las agallas suficientes para ir allí. Al criarse con el coronel y dos hermanos mayores, era probable que hubiera oído todas las palabras malsonantes del mundo, y algunas más de su propia cosecha. Pero se preguntó de dónde habría sacado el valor para preguntarle si quería... ¿qué? ¿ser su tutor sexual? Bufó para sí mismo al pensar en todas las cosas que le gustaría enseñarle.
-Creo que ha llegado el momento de ampliar mis horizontes -le explicó ella con despreocupación, de una manera que parecía haber sido ensayada-. Y a pesar de tu actitud brusca, eres un hombre honrado. Nunca me harías daño...
-¿Hasta cuando voy a tener que seguir oyendo este discursito antes de decirte que no?
-Aún no he terminado.
-Ni siquiera deberías haber empezado.
-Necesito saber. Tengo que saber cómo complacer a un hombre con esas inclinaciones. Esas inclinaciones. Como si fuera algo fácil. Como si pudiera explicárselo con un simple esquema. Contuvo una amarga risa.
-A ver si nos entendemos, ¿quieres aprender a follar conmigo, pero no tienes ni idea de qué va la cosa?
_______ se envaró.
-Claro que lo sé. A ti te van los ménages, te gusta compartir a las mujeres.
¿Cómo diablos se había enterado de eso? Era sorprendente. Perturbador. Condenadamente excitante. Pero ella había dicho «ménage» como si la mera palabra la asustara de muerte. Harry se rió largo y tendido a costa de ________.
-Gatita, estás metiéndote en un lugar donde no vas a poder regresar
-Por favor, no me trates como a una cría. Puede que no sea la mujer más experimentada del mundo, pero ¿qué más da? Todos partimos de cero. Estoy tratando de aprender. No te pido un compromiso ni que me dediques mucho tiempo. Hablo de una tarde o dos, ¿dónde está el problema?
Así que la gatita aún tenía garras. La encontraba salvajemente excitante. Se imaginó tumbándola sobre esa misma mesa, separándole las piernas para observar su sexo abierto para él mientras ella se retorcía y jadeaba en pleno orgasmo. Él se aclaró la garganta y se obligó a centrarse.
-Olvídate por un segundo de que no tienes más que una vaga idea sobre el tema. Centrémonos en la gran pregunta: ¿por qué? ¿Por qué quieres experimentar en tus propias carnes qué se siente al ser compartida?
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Capítulo III
________ cruzó las manos delante de ella y vaciló. Estaba intentando decidir qué contarle, pensando qué descartar y qué no. Harry le dio un minuto para que aclarara sus ideas; podía esperar. No pensaba ir a ningún sitio hasta descubrir de qué iba todo ese asunto.
-No sé si te acordarás, pero poco antes de que vinieras a trabajar con mi padre, éste había estado protegiendo a Liam Payne.
-Sí. -Harry se encogió de hombros.
-Liam y yo... nos hicimos muy amigos ese verano. Compartimos un vínculo especial. Se podría decir que nuestro amor floreció. Hemos salido con otras personas, pero no es lo mismo. Y nuestra relación sólo se ha hecho más fuerte con los años. Nos hemos mantenido en contacto por teléfono y por e-mail. Compartimos nuestras esperanzas, deseos y sueños. Llevo muchos años pensando en él, en nosotros y creo que a él le pasa lo mismo.
Que alguien le diera una bolsa para el mareo. ¿De veras _______ se tragaba todo eso? ¿Que mientras Liam se iba tirando a toda cuanta mujer se le ponía por delante, la amistad con _______ tenía un significado especial para él? Imaginó que sería posible... después de que el infierno se congelara.
-Ya veo -dijo-. ¿Y eso qué tiene que ver?
-Bueno, hace unos seis meses, hablamos largamente de nuestra relación. Le dije que nunca podría sentir por nadie lo que sentía por él -se mordisqueó los labios, titubeando-. Liam me dijo que yo le importaba mucho, pero que su estilo de vida me escandalizaría. No había más que leer la prensa amarilla.
-Sí, lo haría.
-He visto montones de fotos de él con diferentes mujeres. He oído rumores sobre lo mucho que le gusta compartir a las mujeres. Sé lo que tengo que hacer para tener un futuro con él. Pero él dice que no quiere corromperme; piensa que yo no podría soportarlo. Tengo que demostrarle que puedo ser lo que él necesita.
Santo cielo. ¿Acaso había perdido completamente el juicio? Pretendía que le enseñara a darle placer a ese niño bonito que presumía de ser cantante melódico y a algún desconocido a la vez. ¿Sera _______ una mujer inmadura para su edad, de ésas que perdían la cabeza por las celebridades y gritaban como locas cada vez que oían su nombre? Se le encogió el estómago.
-¿Así que crees que yo te enseñaré cómo atraparlo, y luego viviran felices, creo que lo más inteligente sería ir a donde Liam preparada para complacerlo y de esa manera probarle que puedes ser alguien especial para él, además a que viene tanta prisa?
-Ha vivido en Europa durante los últimos años. Le he echado mucho de menos. Pero por fin vuelve a _____________ (Tu país) durante unos meses. Hemos hecho planes para vernos y averiguar si nuestra relación tiene algún futuro. Es mi oportunidad para demostrarle que aún nos une ese vínculo especial. *¿Vínculo especial?* ¿Qué demonios se suponía que quería decir con eso?
-En primer lugar, es una estrella del pop. Ha tenido tres álbumes en el número uno en los dos últimos años. Las mujeres caen rendidas a sus pies, y lo sabes.
Ella alzó la barbilla. Tenía su genio. Otra cosa que lo ponía tan duro como una roca.
-Precisamente por eso, no puedo permitirme el lujo de no estar preparada. Sé que tendré que competir por su tiempo y atención. Soy consciente de que no soy tan loca como los grupos que lo persiguen. Pero existe una conexión entre nosotros. Quiero ver si nos lleva a algún lado y creo que él también está dispuesto a averiguarlo, aunque tiene miedo de hacerme daño.
-Y supongo que en segundo lugar, tú eres demasiado inocente para esto.
-Por eso te pido tu ayuda. Me niego a ir a verlo y correr el riesgo de que me considere una cría. ¿A qué vienen tantas preguntas? ¿Acaso es tan difícil hacerlo?
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
hi nueva y perve lectora hi siguela que me encanta besos
tortugitastyles
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
¡New reader!
Había leído hace tiempo ya esta nove con Nick & Joe pero ahora con Narry OHDIOS, no sé si sobreviviré aw.
Síguela pronto cielo. xx
Había leído hace tiempo ya esta nove con Nick & Joe pero ahora con Narry OHDIOS, no sé si sobreviviré aw.
Síguela pronto cielo. xx
Jaidon.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Capítulo IV
-Crees que con que te haga un pinche esquema será suficiente para saber todo lo que hay que saber sobre los ménages, ¿verdad?
-Estoy dispuesta a que me lo expliques, y quizá también me haga falta una demostración. Depende.
-Una explicación no te serviría de nada, gatita, y no te prepararía para lo que realmente necesitas. En cuanto a una demostración, lo más probable es que salieras huyendo espantada.
Ella frunció el ceño. La frustración de _________ aumentaba a la par que su deseo por ella.
-De ser así, tengo que saberlo ahora, antes de comprometerme con Liam. Si lo compruebo por mí misma...
-Saldrías de aquí gritando y corriendo tan rápido que baterías todos los records. No podrías soportarlo.
-¿Por qué? ¿Acaso estamos hablando también sobre el bondage (es una denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda.
Harry agrandó los ojos sorprendido. ¿Cómo sabía ella de esas cosas?
-No parezcas tan sorprendido. No soy precisamente una niña.
-Puede que no. Pero eres virgen todavía. Apostaría mi vida en ello.
-Sí. ¿Y qué? Me estoy reservando para Liam. -Se apartó un brillante rizo rojizo de la cara, actuando como si anunciar que una mujer de veintitantos años era virgen fuera la cosa más natural del mundo-. Harry, sé que no me debes nada, pero te estoy pidiendo lo más amablemente posible que me ayudes.
-Pues deja de fastidiar con tu petición. No me importa cómo lo expongas. Es una condenada estupidez.
-Si lo que te preocupa es que mi padre se enfade...
-Demonios, sí, por supuesto que se enfadará. Pero no es por esa razón por la que no estoy dispuesto a ayudarte. __________, éste no es el tipo de sexo que le vaya a una virgen.
Ella hizo una pausa, reflexionando sobre ello. Luego se puso en pie.
-Vale, lo entiendo. Al parecer no te atraigo para nada. Genial. Ya encontraré otra manera de aprender.
Harry debería dejar que creyera eso y dejar que se marchara, pero no podía. Tenía que hacerle saber que sí que lo atraía.... y que por ese mismo motivo estaba jugando con fuego. Harry se levantó y se interpuso en su camino.
-¿Así que piensas que no me atraes? -bajó la mirada al miembro grueso y duro que tensaba la bragueta de los vaqueros. Al instante, ella siguió la dirección de su mirada. El suave jadeo que emitió sólo lo puso más duro-. Gatita, no puedes imaginarte lo que se me ha pasado por la cabeza desde que me has formulado esa petición con esa boca tan deseable que tienes. Pero dudo que quieras saberlo.
Un ardiente rubor inundó las mejillas de _________ mientras miraba de nuevo la entrepierna de Harry. Se mordisqueó los labios. Siempre hacía eso cuando estaba nerviosa o pensativa.
-Sí que quiero. Quiero saberlo todo sobre las relaciones sexuales que te gustan. Las que le gustan a Liam.
Harry se sintió molesto, y se prometió a sí mismo que si alguna vez tocaba a ________, ella dejaría de pensar en Liam Estaría demasiado ocupada con él. Sólo el pensar en decirle que no, le hacía sentir como si le aplastaran las pelotas. Mierda, se le estaba ofreciendo en bandeja de plata para que saciara su lujuria por ella. Lujuria que él llevaba más de cinco años conteniendo. Lujuria que le ponía el miembro increíblemente duro y que le hacía sentir un deseo que le retorcía las entrañas. Había llegado el momento de poner fin a aquello. ¿De verdad creía ________ que era lo suficientemente madura para ser compartida? Sí, tenía que hacer que saliera huyendo en cuestión de segundos. Sería lo mejor antes de cometer alguna locura como agarrarla, tocarla, excitarla y penetrarla hasta el fondo.
-El sexo que me gusta no es ni dulce ni romántico, gatita. Es crudo, y en ocasiones doloroso para una mujer. Puede requerir una espalda de acero y mucho aguante.
_________ se puso tensa y tragó saliva. Estaba nerviosa..., pero intrigada. La curiosidad se arremolinaba en aquellos preciosos ojos color avellana. Al fin, ella asintió con la cabeza.
-Continúa.
Harry se acercó más. No podía contenerse. Ahora también captaba su aroma. Desprendía un olor a melocotones, a azúcar moreno y a deseo femenino. ¿Acaso estarían calentándola sus palabras? ¿O sería saber que lo excitaba lo que la hacía humedecer?
Dio otro paso, invadiendo el espacio personal de _________, y acercó los labios a su oído.
-Estoy dispuesta a que me lo expliques, y quizá también me haga falta una demostración. Depende.
-Una explicación no te serviría de nada, gatita, y no te prepararía para lo que realmente necesitas. En cuanto a una demostración, lo más probable es que salieras huyendo espantada.
Ella frunció el ceño. La frustración de _________ aumentaba a la par que su deseo por ella.
-De ser así, tengo que saberlo ahora, antes de comprometerme con Liam. Si lo compruebo por mí misma...
-Saldrías de aquí gritando y corriendo tan rápido que baterías todos los records. No podrías soportarlo.
-¿Por qué? ¿Acaso estamos hablando también sobre el bondage (es una denominación aplicada a los encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda.
Harry agrandó los ojos sorprendido. ¿Cómo sabía ella de esas cosas?
-No parezcas tan sorprendido. No soy precisamente una niña.
-Puede que no. Pero eres virgen todavía. Apostaría mi vida en ello.
-Sí. ¿Y qué? Me estoy reservando para Liam. -Se apartó un brillante rizo rojizo de la cara, actuando como si anunciar que una mujer de veintitantos años era virgen fuera la cosa más natural del mundo-. Harry, sé que no me debes nada, pero te estoy pidiendo lo más amablemente posible que me ayudes.
-Pues deja de fastidiar con tu petición. No me importa cómo lo expongas. Es una condenada estupidez.
-Si lo que te preocupa es que mi padre se enfade...
-Demonios, sí, por supuesto que se enfadará. Pero no es por esa razón por la que no estoy dispuesto a ayudarte. __________, éste no es el tipo de sexo que le vaya a una virgen.
Ella hizo una pausa, reflexionando sobre ello. Luego se puso en pie.
-Vale, lo entiendo. Al parecer no te atraigo para nada. Genial. Ya encontraré otra manera de aprender.
Harry debería dejar que creyera eso y dejar que se marchara, pero no podía. Tenía que hacerle saber que sí que lo atraía.... y que por ese mismo motivo estaba jugando con fuego. Harry se levantó y se interpuso en su camino.
-¿Así que piensas que no me atraes? -bajó la mirada al miembro grueso y duro que tensaba la bragueta de los vaqueros. Al instante, ella siguió la dirección de su mirada. El suave jadeo que emitió sólo lo puso más duro-. Gatita, no puedes imaginarte lo que se me ha pasado por la cabeza desde que me has formulado esa petición con esa boca tan deseable que tienes. Pero dudo que quieras saberlo.
Un ardiente rubor inundó las mejillas de _________ mientras miraba de nuevo la entrepierna de Harry. Se mordisqueó los labios. Siempre hacía eso cuando estaba nerviosa o pensativa.
-Sí que quiero. Quiero saberlo todo sobre las relaciones sexuales que te gustan. Las que le gustan a Liam.
Harry se sintió molesto, y se prometió a sí mismo que si alguna vez tocaba a ________, ella dejaría de pensar en Liam Estaría demasiado ocupada con él. Sólo el pensar en decirle que no, le hacía sentir como si le aplastaran las pelotas. Mierda, se le estaba ofreciendo en bandeja de plata para que saciara su lujuria por ella. Lujuria que él llevaba más de cinco años conteniendo. Lujuria que le ponía el miembro increíblemente duro y que le hacía sentir un deseo que le retorcía las entrañas. Había llegado el momento de poner fin a aquello. ¿De verdad creía ________ que era lo suficientemente madura para ser compartida? Sí, tenía que hacer que saliera huyendo en cuestión de segundos. Sería lo mejor antes de cometer alguna locura como agarrarla, tocarla, excitarla y penetrarla hasta el fondo.
-El sexo que me gusta no es ni dulce ni romántico, gatita. Es crudo, y en ocasiones doloroso para una mujer. Puede requerir una espalda de acero y mucho aguante.
_________ se puso tensa y tragó saliva. Estaba nerviosa..., pero intrigada. La curiosidad se arremolinaba en aquellos preciosos ojos color avellana. Al fin, ella asintió con la cabeza.
-Continúa.
Harry se acercó más. No podía contenerse. Ahora también captaba su aroma. Desprendía un olor a melocotones, a azúcar moreno y a deseo femenino. ¿Acaso estarían calentándola sus palabras? ¿O sería saber que lo excitaba lo que la hacía humedecer?
Dio otro paso, invadiendo el espacio personal de _________, y acercó los labios a su oído.
Capítulo V
-En mi caso, ménage, implica compartir a una mujer, dos hombres follándola a la vez, llevándola al orgasmo y volviéndola tan loca de placer que ella olvida su nombre y grita hasta que el techo se le cae encima.
Harry se apartó para evaluar la reacción de _______. Tenía la boca entreabierta en un silencioso jadeo, y los ojos agrandados con las pupilas dilatadas. Oh, maldita sea. ¿Sería posible que la idea la atrajera? Su polla estaba preparada para bailar un tango a pesar de que su mente estaba intentando por todos los medios cortar la música de raíz.
-Ayúdame a entenderlo. ¿Por qué te gustan los ménages? -logró susurrar ella-. ¿Por qué no hacer el amor con una sola mujer? Solos los dos.
-Dos hombres pueden lograr que una mujer alcance un placer tan increíble que ella esté dispuesta a hacer lo que sea por el placer de sus amantes. Y para eso tengo que tener un asiento en primera fila.
A __________ se le enrojeció aún más la cara. El aroma del deseo femenino flotaba ahora en el aire. Se le irguieron los pezones al tiempo que se humedecía los labios con nerviosismo.
-Entiendo.
El vientre de Harry se contrajo ante la imagen de aquella lengua rosada.
-¿De veras?
-Estoy al tanto de esas cosas. He leído mucho. Comprendo cómo es posible físicamente, pero...¿qué pasa con los lazos afectivos?
-¿Los lazos afectivos?
El debía de ser de Marte, porque esa pregunta era, definitivamente, de Venus. ¿Qué pasaba con las preguntas que se esperaba? Cosas como ¿por dónde se mete el pene? ¿Cómo follan dos hombres a una mujer simultáneamente? Esas sí eran cosas que él podía contestar. Con todo lujo de detalles además. A él le encantaría verla penetrada por dos miembros batiéndose en duelo, uno por su apretada vagina y el otro por el intocable trasero. Mierda, tenía que dejar de pensar en eso antes de que los vaqueros le constriñeran la erección.
-¿Cómo se manejan esas relaciones para que no interfieran los celos?
-Es que no son relaciones. Es sólo sexo. De cualquier forma que pueda ser consumado por tres personas a la vez.
-Ah. -Ella parpadeó y luego apartó la mirada-. Debería de haberme dado cuenta, tú no eres de los que mantienen relaciones.
-A mí me basta con la lujuria. -Cualquier otra cosa era potencialmente catastrófica. De hecho, ya había pasado por eso una vez... y no quería recordar la pesadilla que había sido después.
-Bueno, lo cierto es que contigo, lo de la lujuria me va bien también. Sólo... solo quiero aprender lo que puedas enseñarme.
«¿Todavía?»
-¿Estás hablando en serio?
__________ se aferró a su bolso y cuadró los hombros.
-Hoy he conducido más de ciento cincuenta kilómetros para hablar contigo, un hombre al que no veo desde hace cinco años. Uno al que nunca le gusté demasiado. Me he tragado mi orgullo para admitir delante de ti por qué quiero esto y por qué todavía sigo siendo virgen. ¿Me habría tomado tantas molestias si no hubiera estado segura de aprender a complacer a Liam y decidir si es esto lo que quiero en mi vida?
«Liam». Ahí estaba el nombre de aquel gilipollas otra vez. Maldito imitador de los jodidos Backstreet Boys. Maldito fuera él y su melodiosa voz de falsete que copaba las listas de éxitos.
Harry no podía entender por qué un hombre quería sonar como una mujer delante de todo el mundo.
-No soy el hombre adecuado para eso, _______. No puedo hacerlo.
Ella apretó los labios y tensó los dedos en torno a la correa del bolso.
-¿Por qué no?
-Por un millón de razones. Para empezar, no me acuesto con vírgenes.
-No te he pedido que lo hicieras. De hecho, reservo mi virginidad para Liam. No sé por qué no puedes darme al menos algunas explicaciones sobre las partes más complejas.
-Porque las explicaciones no te servirían de nada, gatita. No sabrás de qué va todo esto hasta que no te encuentres taladrada por un par de miembros bien duros.
-Explícame eso. ¿Taladrada exactamente dónde? ¿Y de qué manera? ¿De una que implique dolor?
Las palabras de Harry no la habían conmocionado en lo más mínimo. Sus preguntas le aturdían, le aterraban. ¿Por qué _________ no tenía miedo? Él sí que lo tenía.
-No voy a hablar de eso. Si quieres información sobre los ménages, búscala en los libros.
-Como tú muy bien has dicho, las palabras no son un buen sustituto de la experiencia.
-Entonces que sea ese niño bonito de voz afeminada el que te proporcione experiencia. Porque, desde luego, no seré yo.
-Genial. -Pasó por su lado-. Tú no quieres ayudarme. Déjame pensar... ¿con quién salías cuando trabajabas para mi padre? Ah, sí, con Zayn Malik. Recuerdo haber oído rumores sobre él. ¿Sabes si vive cerca de aquí? Supongo que puedo pedírselo a él. Y si no tiene interés, creo que Louis Tomlinson también era amigo tuyo, ¿verdad? Puede que esté dispuesto a ayudarme, así que adiós muy buenas tardes. -Se apresuró hacia la puerta.
Harry se envaró. Oh, sí..., tanto Zayn como Louis estarían más que dispuestos a ayudarla... ya fuera con o sin ropa. Pero ninguno de los dos era conocido por ser cuidadoso. La virginidad de _________ no significaría nada para ellos. Verían carne fresca y jugosa, y se enterrarían en ella, jadeando como perros hambrientos. Pero Harry se dijo a sí mismo que ésa era la elección de _______..., su problema. Sin embargo, si dejaba que ella saliera por esa puerta, acabaría maltratada por aquel par de rottweilers hambrientos. Y eso era algo que le cabreaba. Ella acabaría aplastada en cuestión de minutos, y, por alguna maldita razón, no podía permitir que eso ocurriera. Quizá fuera debido a su lealtad hacia el coronel o algo por el estilo.
«Maldita sea». Iba a tener que disuadirla de seguir por ese camino antes de que se fuera. Rechinando los dientes, repasó mentalmente cual sería la mejor manera de conseguirlo. Por desgracia no había muchas opciones. Y hasta ahora, hablar no había servido de nada.Había llegado el momento de pasar a la acción.
Harry la agarró del brazo y la atrajo contra su cuerpo. Los pechos de ________, dulces y firmes, le quemaron la piel como si él no llevara camisa. Maldijo para sus adentros ante el contacto. «¡Maldición!». Aquella chica siempre le había hecho sentir algo. Ahora, después de cinco años, el efecto era todavía más pronunciado.
________ jadeó cuando sus cuerpos se rozaron. Alzó la mirada lentamente hacia la de él. La excitación ardía en su cara, resplandecía en aquellas dilatadas pupilas color avellana. Al ver la expresión de ella, Harry se preguntó si ésa era la primera vez que _________ había sentido algo por él que no fuera irritación.La posibilidad no era muy halagüeña.
«Aquel plan no podía durar más de tres minutos...»
-Espera un momento. -Tensó los dedos con los que le agarraba el brazo antes de obligarse a sí mismo a relajarlos-. Supongamos que hablas en serio. Y que yo reconsidero tu petición. Tendría que ser con demostración práctica y todo eso.
Ella tragó saliva. Su corazón se saltó un latido. Dios, no tenía ni idea de lo peligrosamente cerca que estaba de acabar tumbada sobre la mesa de la cocina para convertirse en su merienda.
-Vale. ¿Quién sería...? ¿Quién se uniría a nosotros?
Niall resolvió ese dilema al entrar tranquilamente en la cocina con una sonrisa seductora y una mirada que era imposible de malinterpretar. ¿Así que el bueno de su primo había estado escuchando? Harry hizo girar a ________ hacia él.
-Hola, cariño -dijo Niall con acento arrastrado.
Harry sintió que __________ temblaba en sus brazos cuando se cruzó con la mirada de su primo. Contuvo el instinto de tranquilizarla. Aquello debería de dejarle muy claro a lo que se enfrentaba, debería de hacer que __________ descartara sus planes ipso facto. Tranquilizar a la chica era la última cosa que debería hacer.
-¿Harry y tú...? -a _______ le tembló la voz.
-Exacto.
Incluso la respiración femenina era temblorosa. Estaba nerviosa. «Estupendo». Por fin, algo había penetrado en aquella dura cabezota. Había llegado el momento de que _______ soltara un rotundo «no».
Harry dirigió a su hermano una mirada de advertencia mientras asentía con la cabeza. Su primo le respondió con un asomo de sonrisa, luego se acercó a ellos.
Harry se apartó para evaluar la reacción de _______. Tenía la boca entreabierta en un silencioso jadeo, y los ojos agrandados con las pupilas dilatadas. Oh, maldita sea. ¿Sería posible que la idea la atrajera? Su polla estaba preparada para bailar un tango a pesar de que su mente estaba intentando por todos los medios cortar la música de raíz.
-Ayúdame a entenderlo. ¿Por qué te gustan los ménages? -logró susurrar ella-. ¿Por qué no hacer el amor con una sola mujer? Solos los dos.
-Dos hombres pueden lograr que una mujer alcance un placer tan increíble que ella esté dispuesta a hacer lo que sea por el placer de sus amantes. Y para eso tengo que tener un asiento en primera fila.
A __________ se le enrojeció aún más la cara. El aroma del deseo femenino flotaba ahora en el aire. Se le irguieron los pezones al tiempo que se humedecía los labios con nerviosismo.
-Entiendo.
El vientre de Harry se contrajo ante la imagen de aquella lengua rosada.
-¿De veras?
-Estoy al tanto de esas cosas. He leído mucho. Comprendo cómo es posible físicamente, pero...¿qué pasa con los lazos afectivos?
-¿Los lazos afectivos?
El debía de ser de Marte, porque esa pregunta era, definitivamente, de Venus. ¿Qué pasaba con las preguntas que se esperaba? Cosas como ¿por dónde se mete el pene? ¿Cómo follan dos hombres a una mujer simultáneamente? Esas sí eran cosas que él podía contestar. Con todo lujo de detalles además. A él le encantaría verla penetrada por dos miembros batiéndose en duelo, uno por su apretada vagina y el otro por el intocable trasero. Mierda, tenía que dejar de pensar en eso antes de que los vaqueros le constriñeran la erección.
-¿Cómo se manejan esas relaciones para que no interfieran los celos?
-Es que no son relaciones. Es sólo sexo. De cualquier forma que pueda ser consumado por tres personas a la vez.
-Ah. -Ella parpadeó y luego apartó la mirada-. Debería de haberme dado cuenta, tú no eres de los que mantienen relaciones.
-A mí me basta con la lujuria. -Cualquier otra cosa era potencialmente catastrófica. De hecho, ya había pasado por eso una vez... y no quería recordar la pesadilla que había sido después.
-Bueno, lo cierto es que contigo, lo de la lujuria me va bien también. Sólo... solo quiero aprender lo que puedas enseñarme.
«¿Todavía?»
-¿Estás hablando en serio?
__________ se aferró a su bolso y cuadró los hombros.
-Hoy he conducido más de ciento cincuenta kilómetros para hablar contigo, un hombre al que no veo desde hace cinco años. Uno al que nunca le gusté demasiado. Me he tragado mi orgullo para admitir delante de ti por qué quiero esto y por qué todavía sigo siendo virgen. ¿Me habría tomado tantas molestias si no hubiera estado segura de aprender a complacer a Liam y decidir si es esto lo que quiero en mi vida?
«Liam». Ahí estaba el nombre de aquel gilipollas otra vez. Maldito imitador de los jodidos Backstreet Boys. Maldito fuera él y su melodiosa voz de falsete que copaba las listas de éxitos.
Harry no podía entender por qué un hombre quería sonar como una mujer delante de todo el mundo.
-No soy el hombre adecuado para eso, _______. No puedo hacerlo.
Ella apretó los labios y tensó los dedos en torno a la correa del bolso.
-¿Por qué no?
-Por un millón de razones. Para empezar, no me acuesto con vírgenes.
-No te he pedido que lo hicieras. De hecho, reservo mi virginidad para Liam. No sé por qué no puedes darme al menos algunas explicaciones sobre las partes más complejas.
-Porque las explicaciones no te servirían de nada, gatita. No sabrás de qué va todo esto hasta que no te encuentres taladrada por un par de miembros bien duros.
-Explícame eso. ¿Taladrada exactamente dónde? ¿Y de qué manera? ¿De una que implique dolor?
Las palabras de Harry no la habían conmocionado en lo más mínimo. Sus preguntas le aturdían, le aterraban. ¿Por qué _________ no tenía miedo? Él sí que lo tenía.
-No voy a hablar de eso. Si quieres información sobre los ménages, búscala en los libros.
-Como tú muy bien has dicho, las palabras no son un buen sustituto de la experiencia.
-Entonces que sea ese niño bonito de voz afeminada el que te proporcione experiencia. Porque, desde luego, no seré yo.
-Genial. -Pasó por su lado-. Tú no quieres ayudarme. Déjame pensar... ¿con quién salías cuando trabajabas para mi padre? Ah, sí, con Zayn Malik. Recuerdo haber oído rumores sobre él. ¿Sabes si vive cerca de aquí? Supongo que puedo pedírselo a él. Y si no tiene interés, creo que Louis Tomlinson también era amigo tuyo, ¿verdad? Puede que esté dispuesto a ayudarme, así que adiós muy buenas tardes. -Se apresuró hacia la puerta.
Harry se envaró. Oh, sí..., tanto Zayn como Louis estarían más que dispuestos a ayudarla... ya fuera con o sin ropa. Pero ninguno de los dos era conocido por ser cuidadoso. La virginidad de _________ no significaría nada para ellos. Verían carne fresca y jugosa, y se enterrarían en ella, jadeando como perros hambrientos. Pero Harry se dijo a sí mismo que ésa era la elección de _______..., su problema. Sin embargo, si dejaba que ella saliera por esa puerta, acabaría maltratada por aquel par de rottweilers hambrientos. Y eso era algo que le cabreaba. Ella acabaría aplastada en cuestión de minutos, y, por alguna maldita razón, no podía permitir que eso ocurriera. Quizá fuera debido a su lealtad hacia el coronel o algo por el estilo.
«Maldita sea». Iba a tener que disuadirla de seguir por ese camino antes de que se fuera. Rechinando los dientes, repasó mentalmente cual sería la mejor manera de conseguirlo. Por desgracia no había muchas opciones. Y hasta ahora, hablar no había servido de nada.Había llegado el momento de pasar a la acción.
Harry la agarró del brazo y la atrajo contra su cuerpo. Los pechos de ________, dulces y firmes, le quemaron la piel como si él no llevara camisa. Maldijo para sus adentros ante el contacto. «¡Maldición!». Aquella chica siempre le había hecho sentir algo. Ahora, después de cinco años, el efecto era todavía más pronunciado.
________ jadeó cuando sus cuerpos se rozaron. Alzó la mirada lentamente hacia la de él. La excitación ardía en su cara, resplandecía en aquellas dilatadas pupilas color avellana. Al ver la expresión de ella, Harry se preguntó si ésa era la primera vez que _________ había sentido algo por él que no fuera irritación.La posibilidad no era muy halagüeña.
«Aquel plan no podía durar más de tres minutos...»
-Espera un momento. -Tensó los dedos con los que le agarraba el brazo antes de obligarse a sí mismo a relajarlos-. Supongamos que hablas en serio. Y que yo reconsidero tu petición. Tendría que ser con demostración práctica y todo eso.
Ella tragó saliva. Su corazón se saltó un latido. Dios, no tenía ni idea de lo peligrosamente cerca que estaba de acabar tumbada sobre la mesa de la cocina para convertirse en su merienda.
-Vale. ¿Quién sería...? ¿Quién se uniría a nosotros?
Niall resolvió ese dilema al entrar tranquilamente en la cocina con una sonrisa seductora y una mirada que era imposible de malinterpretar. ¿Así que el bueno de su primo había estado escuchando? Harry hizo girar a ________ hacia él.
-Hola, cariño -dijo Niall con acento arrastrado.
Harry sintió que __________ temblaba en sus brazos cuando se cruzó con la mirada de su primo. Contuvo el instinto de tranquilizarla. Aquello debería de dejarle muy claro a lo que se enfrentaba, debería de hacer que __________ descartara sus planes ipso facto. Tranquilizar a la chica era la última cosa que debería hacer.
-¿Harry y tú...? -a _______ le tembló la voz.
-Exacto.
Incluso la respiración femenina era temblorosa. Estaba nerviosa. «Estupendo». Por fin, algo había penetrado en aquella dura cabezota. Había llegado el momento de que _______ soltara un rotundo «no».
Harry dirigió a su hermano una mirada de advertencia mientras asentía con la cabeza. Su primo le respondió con un asomo de sonrisa, luego se acercó a ellos.
Capítulo VI
________ se estremeció a pesar de las enormes manos de Harry en sus hombros, tranquilizándola. Quemándola. La idea de esos dos hombres salvajes y atrevidos, que parecían salidos de una novela erótica, y ella, estaba a punto de convertirse en realidad. ¿Podría manejarlo? ¿Podría aceptarlo como parte permanente de su vida?
Niall se acercó lentamente a ella, con una sonrisa de tiburón y una mirada hambrienta. La excitación y el miedo la dejaron sin aliento.
Harry tenía razón: las palabras no podían prepararla para la realidad de esos dos hombres. Él apenas la tocaba y Niall estaba aún a medio metro. En la habitación se palpaba la testosterona que sobrecargó sus sentidos, haciendo que le zumbara la cabeza. Tenía los nervios tan a flor de piel que se estremeció.
Al ser virgen, _________ se sentía un poco intimidada, pero no asustada. Nerviosa..., sí. Pero eso no iba a detenerla. Tenía que saber si podía ser la mujer que Liam necesitaba, si podía aceptar las caricias de dos hombres a la vez. La tranquilidad que la envolvió era probablemente el resultado de criarse con hombres decididos. Tener miedo no era una opción. Tenía que hacerlo.Y también sentía curiosidad..., sí. Una curiosidad repentina.
¿Cómo sería poder disfrutar de la alegre delicadeza de Niall y del crudo poder de Harry al mismo tiempo? Ardía en deseos por conocer la respuesta. El cosquilleo que sintió en el estómago se mezcló con la curiosidad y la fascinación para crear un potente brebaje.
«Alto». _________ tragó saliva, recordando por qué estaba allí. La respuesta a su pregunta era irrelevante. No importaba cómo la hicieran sentir Harry y Niall. Ella estaba allí para aprender, por Liam, para que él la viera como a una mujer. Alguien a quien pudiera considerar su mujer cuando la abrazara o cuando la compartiera... ¿Con quién la compartiría? ¿Con los miembros de su grupo? ¿Con algún otro grupo? Liam se había negado a darle detalles sobre su vida sexual, aquélla que los periódicos sensacionalistas consideraban depravada y escandalosa.
Entonces Niall la tocó, le deslizó las manos por las caderas. La pregunta se disipó bajo el ardiente contacto de sus dedos cuando la acarició suavemente y le dio la vuelta, dejándola de nuevo de cara a Harry. Su mirada se encontró con la de Niall por encima del hombro. Sin apartar las manos de ella, él la hizo descansar contra su cuerpo, apretándola contra su pecho, acunando su erección contra el trasero. Apenas tuvo tiempo de reaccionar ante la descarga ardiente y el abrasador deseo que se enroscó en su vientre antes de que los dedos de Harry se enredaran en sus cabellos y arrastrara su mirada hacia sus ojos.
-_________ -gruñó Harry-, estás jugando con fuego, nena. Prepárate para quemarte.
Cerró los puños y sin más aviso, bajó la cabeza. Con un simple roce de su boca, Harry le abrió e invadió los labios, encendiendo sus sentidos cuando deslizó la lengua dentro de su boca y arrasó todo lo que tocaba con cada lánguida y excitante caricia. Había esperado de Harry un beso rudo, sin concesiones ante su inexperiencia. No fue así. Era hambriento y exigente, sí, pero bueno, muy bueno. Un enredo salvaje de labios, aliento y hambre.
A ___________ la habían besado antes, pero no de esa manera. Jamás sin vacilación ni una invitación, pero Harry no era de los que perdía el tiempo. De repente, él se retiró, dejándola dolorida y sin fuerzas. Oh, Dios. Su sabor. Era excitante y masculino. Adictivo. __________ deseaba más, mucho más. Con un solo beso, la había despojado de sus defensas, había puesto su mundo del revés, se había hecho con el control.
Harry le rozó los labios con los suyos otra vez, y _________ abrió la boca un poco más. El se hundió en ella con más profundidad que antes. La saboreó, jugueteó con ella, se retiró.
«¡No!» ___________ necesitaba más, y presionó las palmas de las manos contra la sólida pared del pecho de Harry, allí donde sentía palpitar salvajemente su corazón. Harry la recompensó con otra provocativa caricia de sus labios, que derritieron los suyos con aquella firme y salvaje posesión. Aunque lo había esperado, la invasión de su lengua la dejó sin defensas una vez más. Deslizó las manos del pecho al pelo de Harry. Intentó aferrarse a sus cortos cabellos para acercarlo más a ella, pero el pelo, al igual que su dueño, le era esquivo.
__________ se moría de deseo. Le arañó. Apenas podía respirar, estaba mareada, deleitada en el calor que invadía su vientre. Se le tensaron los pezones. Era salvaje. Tan bueno...Notó una mano cálida curvándose sobre su brazo y ascendiendo en una lenta caricia. Niall.
Casi se había olvidado de él, pero cuando él se acercó más a ella, cuando el calor de su torso contra su espalda y la dureza de su miembro todavía apretada contra su trasero se hicieron más evidentes, fue imposible ignorarlo.
Niall levantó la mano y le apartó el pelo del cuello. La suave presión de la ardiente boca de aquel hombre y su cálido aliento sobre el cuello fue como una suave lluvia sobre su sensible piel. __________ se estremeció, pero Niall continuó. La feroz respuesta de ella estimuló sus propios sentidos en sintonía con las demandas suaves y tiernas del beso de Harry.
Unas manos firmes se deslizaron sobre las costillas femeninas. Niall de nuevo. Aquellos dedos indagadores le rozaron el lateral de los pechos. Inesperadas sensaciones le atravesaron directamente los pezones, endureciéndolos todavía más. ___________ gimió mientras Harry seguía besándola, absorbiendo el sonido con su ávida boca. Inclinando la cabeza, amoldó sus labios perfectamente a los de ella, y su beso se hizo más persistente.
_____________ se derritió, gimiendo. Ardía tal y como lo hacia Harry cuando el deseo la embargó, cuando la sangre hirvió a temperaturas abrasadoras. Y se sintió dolorida. Quería más. ¡Mucho más! Agarrándola firmemente de las caderas, Harry se arqueó contra ella, apretando su impresionante erección en un movimiento delicioso y sugestivo contra su sexo.
Aquello no la apaciguó, sólo la inflamó aún más y gimió. Doblando las rodillas, Harry la agarró por los muslos y la levantó. __________ apenas tuvo tiempo de soltar un grito ahogado antes de que la dejara caer contra Niall, cuya polla se apretaba aún más contra ella. Pero no había terminado...
Harry le arrancó los pantalones y la tanga, luego le abrió las piernas, manteniéndolas separadas con aquellas enormes manos. Niall le ayudó sosteniéndole las rodillas con los antebrazos, dejándola abierta y expuesta ante su hermano. A __________ le latía tan rápido el corazón que no podía oír nada más que su frenético palpitar mientras observaba cómo Harry la miraba como si le fuera la vida en ello. ________ envió una invitación a esos profundos ojos que brillaban intensamente con un calor abrasador.
Harry se quedó inmóvil, esperando. Mirando. Volviéndola loca de anticipación y de deseo.
Niall se acercó lentamente a ella, con una sonrisa de tiburón y una mirada hambrienta. La excitación y el miedo la dejaron sin aliento.
Harry tenía razón: las palabras no podían prepararla para la realidad de esos dos hombres. Él apenas la tocaba y Niall estaba aún a medio metro. En la habitación se palpaba la testosterona que sobrecargó sus sentidos, haciendo que le zumbara la cabeza. Tenía los nervios tan a flor de piel que se estremeció.
Al ser virgen, _________ se sentía un poco intimidada, pero no asustada. Nerviosa..., sí. Pero eso no iba a detenerla. Tenía que saber si podía ser la mujer que Liam necesitaba, si podía aceptar las caricias de dos hombres a la vez. La tranquilidad que la envolvió era probablemente el resultado de criarse con hombres decididos. Tener miedo no era una opción. Tenía que hacerlo.Y también sentía curiosidad..., sí. Una curiosidad repentina.
¿Cómo sería poder disfrutar de la alegre delicadeza de Niall y del crudo poder de Harry al mismo tiempo? Ardía en deseos por conocer la respuesta. El cosquilleo que sintió en el estómago se mezcló con la curiosidad y la fascinación para crear un potente brebaje.
«Alto». _________ tragó saliva, recordando por qué estaba allí. La respuesta a su pregunta era irrelevante. No importaba cómo la hicieran sentir Harry y Niall. Ella estaba allí para aprender, por Liam, para que él la viera como a una mujer. Alguien a quien pudiera considerar su mujer cuando la abrazara o cuando la compartiera... ¿Con quién la compartiría? ¿Con los miembros de su grupo? ¿Con algún otro grupo? Liam se había negado a darle detalles sobre su vida sexual, aquélla que los periódicos sensacionalistas consideraban depravada y escandalosa.
Entonces Niall la tocó, le deslizó las manos por las caderas. La pregunta se disipó bajo el ardiente contacto de sus dedos cuando la acarició suavemente y le dio la vuelta, dejándola de nuevo de cara a Harry. Su mirada se encontró con la de Niall por encima del hombro. Sin apartar las manos de ella, él la hizo descansar contra su cuerpo, apretándola contra su pecho, acunando su erección contra el trasero. Apenas tuvo tiempo de reaccionar ante la descarga ardiente y el abrasador deseo que se enroscó en su vientre antes de que los dedos de Harry se enredaran en sus cabellos y arrastrara su mirada hacia sus ojos.
-_________ -gruñó Harry-, estás jugando con fuego, nena. Prepárate para quemarte.
Cerró los puños y sin más aviso, bajó la cabeza. Con un simple roce de su boca, Harry le abrió e invadió los labios, encendiendo sus sentidos cuando deslizó la lengua dentro de su boca y arrasó todo lo que tocaba con cada lánguida y excitante caricia. Había esperado de Harry un beso rudo, sin concesiones ante su inexperiencia. No fue así. Era hambriento y exigente, sí, pero bueno, muy bueno. Un enredo salvaje de labios, aliento y hambre.
A ___________ la habían besado antes, pero no de esa manera. Jamás sin vacilación ni una invitación, pero Harry no era de los que perdía el tiempo. De repente, él se retiró, dejándola dolorida y sin fuerzas. Oh, Dios. Su sabor. Era excitante y masculino. Adictivo. __________ deseaba más, mucho más. Con un solo beso, la había despojado de sus defensas, había puesto su mundo del revés, se había hecho con el control.
Harry le rozó los labios con los suyos otra vez, y _________ abrió la boca un poco más. El se hundió en ella con más profundidad que antes. La saboreó, jugueteó con ella, se retiró.
«¡No!» ___________ necesitaba más, y presionó las palmas de las manos contra la sólida pared del pecho de Harry, allí donde sentía palpitar salvajemente su corazón. Harry la recompensó con otra provocativa caricia de sus labios, que derritieron los suyos con aquella firme y salvaje posesión. Aunque lo había esperado, la invasión de su lengua la dejó sin defensas una vez más. Deslizó las manos del pecho al pelo de Harry. Intentó aferrarse a sus cortos cabellos para acercarlo más a ella, pero el pelo, al igual que su dueño, le era esquivo.
__________ se moría de deseo. Le arañó. Apenas podía respirar, estaba mareada, deleitada en el calor que invadía su vientre. Se le tensaron los pezones. Era salvaje. Tan bueno...Notó una mano cálida curvándose sobre su brazo y ascendiendo en una lenta caricia. Niall.
Casi se había olvidado de él, pero cuando él se acercó más a ella, cuando el calor de su torso contra su espalda y la dureza de su miembro todavía apretada contra su trasero se hicieron más evidentes, fue imposible ignorarlo.
Niall levantó la mano y le apartó el pelo del cuello. La suave presión de la ardiente boca de aquel hombre y su cálido aliento sobre el cuello fue como una suave lluvia sobre su sensible piel. __________ se estremeció, pero Niall continuó. La feroz respuesta de ella estimuló sus propios sentidos en sintonía con las demandas suaves y tiernas del beso de Harry.
Unas manos firmes se deslizaron sobre las costillas femeninas. Niall de nuevo. Aquellos dedos indagadores le rozaron el lateral de los pechos. Inesperadas sensaciones le atravesaron directamente los pezones, endureciéndolos todavía más. ___________ gimió mientras Harry seguía besándola, absorbiendo el sonido con su ávida boca. Inclinando la cabeza, amoldó sus labios perfectamente a los de ella, y su beso se hizo más persistente.
_____________ se derritió, gimiendo. Ardía tal y como lo hacia Harry cuando el deseo la embargó, cuando la sangre hirvió a temperaturas abrasadoras. Y se sintió dolorida. Quería más. ¡Mucho más! Agarrándola firmemente de las caderas, Harry se arqueó contra ella, apretando su impresionante erección en un movimiento delicioso y sugestivo contra su sexo.
Aquello no la apaciguó, sólo la inflamó aún más y gimió. Doblando las rodillas, Harry la agarró por los muslos y la levantó. __________ apenas tuvo tiempo de soltar un grito ahogado antes de que la dejara caer contra Niall, cuya polla se apretaba aún más contra ella. Pero no había terminado...
Harry le arrancó los pantalones y la tanga, luego le abrió las piernas, manteniéndolas separadas con aquellas enormes manos. Niall le ayudó sosteniéndole las rodillas con los antebrazos, dejándola abierta y expuesta ante su hermano. A __________ le latía tan rápido el corazón que no podía oír nada más que su frenético palpitar mientras observaba cómo Harry la miraba como si le fuera la vida en ello. ________ envió una invitación a esos profundos ojos que brillaban intensamente con un calor abrasador.
Harry se quedó inmóvil, esperando. Mirando. Volviéndola loca de anticipación y de deseo.
Última edición por ιт's Connie el Lun 09 Sep 2013, 4:02 pm, editado 1 vez
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
nueva lectora :D ay harry ya dile que sí XD bien que quieres, jaja siguela por favor
Harriet
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Jajaja, ¡BIEN QUE QUIERE! Esta novela es MUY MUY MUY perverHarriet escribió:nueva lectora :D ay harry ya dile que sí XD bien que quieres, jaja siguela por favor
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
QUIERO COMENTARIOSSSSSSSSSSSS O ELMO LAS VA A COMER. GO GO GO!
Maddie.
Re: Lo de dos lo hacen mejor tres {One Direction}
Nadie me lee? TAN FEA SOY? Mi mami me dice que soy linda ¿No creen? . LEAANNNNNNNNNNNNNN
Maddie.
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