Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
O W N :: Archivos :: Canceladas
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Nombre: My little piece of heaven.
Autor: Yo; Gene.
Adaptación:No.
Género: Drama, romance.
Advertencias: Quizás no suba muy seguido, Y no necesito chicas por el momento,
Otras páginas: No.
Autor: Yo; Gene.
Adaptación:No.
Género: Drama, romance.
Advertencias: Quizás no suba muy seguido, Y no necesito chicas por el momento,
Otras páginas: No.
Sinópsis
“Ella siempre será mía, cómo yo seré suyo. No importa lo que pasé. Ella sabe que la protegeré, aunque no esté segura aún. _____ es mi chica. Mi chica con los ojos color cielo...”
Gene.
LOVE IS LU.
Última edición por GenisdeBoobearTommo el Sáb 08 Jun 2013, 12:31 pm, editado 3 veces
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
¡Hola chicas!
Mi nombre es Génesis, pero me pueden decir Gene. Soy de Ecuador y tengo trece. Esta es mi segunda novela. Espero les guste, me esforzaré bastante. Dentro de unos minutos les subo el primer capítulo.
¡Besos!
Mi nombre es Génesis, pero me pueden decir Gene. Soy de Ecuador y tengo trece. Esta es mi segunda novela. Espero les guste, me esforzaré bastante. Dentro de unos minutos les subo el primer capítulo.
¡Besos!
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Capítulo 1:
Corro y corro sin dirección alguna, me adentro a un bosque con la vaga intención de desaparecer de su agarre. Acomodo un poco mi cárdigan gris, subo las mangas hasta mis codos, y retiro unos mechones de mi cara, pegados a mi frente por el sudor que emanaba. Continúo con mi trayecto arduo. No sé a dónde voy, y realmente no me interesa. El me sigue. Yo lo sé. El camino en bajada que la montaña brinda, es en cierta parte bueno, como lo es malo; puedo ir rápido por la fuerza de gravedad que ejerce contra mi cuerpo, pero no puedo parar y me arriesgo a muchas caídas. Aún así sigue sin importarme en lo absoluto. Regreso a ver y sus ojos topan los míos. Está cerca. Una sonrisa burlona y cínica inunda su rostro. Algo que me da repugnancia. No me he fijado pero se aproxima el cierre del sendero. ¿Qué se supone que haga? No puedo trepar, no puedo correr más, sólo debo rezar por que todo esté bien. Miro nerviosamente hacia los dos lados del camino y sólo veo árboles y árboles, con zanjas que dan a terribles precipicios. ¿Cuándo es que llegué aquí? Al borde… Del precipicio. Me veo tan frustrada de la impotencia que me provoca el saber que está a pasos míos. Corro un poco más, y paro. Pongo las manos en mis rodillas mientras las flexiono un poco y recupero al aire. Doy la vuelta y está a menos de dos metros a mí. Por inercia retrocedo, tratando de hacer que nuestra distancia agrande. El me mira con ojos sádicos y con esa sonrisa estúpida que todavía no desaparece. Me da ganas de patearlo en este instante. Sigo mi camino en reversa, ahora sí tengo miedo. Y bastante. Por el temor que me provoca tan sólo mirar a este hombre no me he fijado en que estaba llegando al borde de todo. ¿Cuándo pasó todo esto? ¿Cuándo se convirtió en esta persona? Siento por instinto que el camino ha terminado y que lo único que queda a mis espaldas es el profundo y eterno vacío de una caída sin fondo. Sólo caer, y caer… Y caer. Hasta esperar que el suelo toque mis costillas y las destroce cómo el cristal. Cómo un vaso al caer de la repisa; como un florero al caer de su altillo. Paro en seco, esperando su recapacitación con ansias, pero ya nada se puede hacer.
―Oh _____, ¿No has escuchado la frase: “Si no eres mía, no eres de nadie”? Creo que ha llegado la hora en la que te despidas de todo… ¿O no? ―Casi no puedo escuchar. El sonido de mi corazón palpitando resuena hasta mi tímpano. Cómo una canción de rock incesante, sólo a batería y con muchos decibeles de altitud en su reproducción. El eco de su voz en la inmensidad regresa hasta mí para darme a entender todo lo que él ha dicho. Trago sonoramente. Un nudo se forma en mi garganta. Algo así como el de un boyscout bien entrenado; de esos difíciles de desamarrar.
Cuánto desearía poder dar un paso atrás en todo pero, ya no puedo. Es tarde.
―¿Crees que no me doy cuenta de las miradas que te envías con ese chico ah? Pues ahora ya no me verás la cara de tonto. ¡Ya verás! ―Y me empuja al vacío tan temible, a aquel fondo, oscuro, frío y turbulento. Al que caigo sin vuelta. Del que nunca regresaré…
―No. ―Musito apenas. Abro los ojos. Y veo que estoy en mi habitación aún. Tanteo un poco y siento el vello que nace en el pecho de Matt. Me levanto silenciosamente de la cama. Estoy sudando. Hace unos cuantos días que estas pesadillas inundan mi mente. Pero no habían pasado a más. Ya sea por una u otra circunstancia había tenido que despertar, o simplemente el sueño cambiaba, pero nunca había llegado a la parte del precipicio. Era algo raro. Y mucho para todo el funcionamiento de mi pobre y escaso cerebro. Busco mi bata. La saco del perchero y me dispongo a ir a tomar un vaso de agua.
Mientras lo bebo en el lavamanos me pongo a pensar en lo que pasó. Realmente no sé quién es la persona que aparece. Sé vagamente que es un hombre pero de ahí nada más. Su voz suena distorsionada por eso no puedo distinguirlo. Las posibilidades y los nombres cruzan mi mente. ¿Matt? No, creo que es imposible. Vamos un año casados, sería algo extraño. ¿Ryan? Mi amigo de hace años. No. Tampoco. Él no sería tan desleal. Después de alrededor de media hora pensando y buscando una opción coherente decido que sería mejor que vaya a dormir. Son casi las cuatro menos veinte de la madrugada y mañana tengo que trabajar. Doy por hecho de que a lo mejor algo me ha impactado esta semana que a mi cerebro se le está saliendo el último tornillo ya oxidado.
¡Siete y media! Me despierto de golpe. Llegaré tarde. ¡Llegaré tarde! Maldita suerte del señor Matt Morrison que ingresa a su trabajo a las nueve. Por eso lo veo tan plácidamente dormido. Tomo una mini-ducha y salgo disparada hacia el armario. Decido por ponerme esto. A penas tengo veinte y dos años, pero, debido a que heredé la empresa de mi padre, debo “vestirme como tal”. Estas faldas, o tacos, realmente no son mi tipo. ¡Soy joven aún! Desaliñada, tonta, inmadura, muy incapaz con su vida. Aún así debo controlar todo lo que suceda en ese reclusorio. Puedo hacer lo que me plazca realmente, pero me costaría mucho y aumentaría deshonra a mi apellido.
Matt ha despertado y me mira burlonamente mientras me muevo de-aquí-para-allá arreglando todo para el día de hoy. Nuestro matrimonio nunca ha funcionado. Me casé muy joven. Y el por interés.
―Adiós Matt. ―Me despido. Agarro mi cartera y espero su respuesta.
―¿No hay algún “te quiero”? ―Pronuncia. ¡Por Dios! ―No Matt. No los hay. Nunca te los diré. Es la verdad. ―Respondo acomodando la cazadora negra que llevo para la salida.
―¿Por qué no me puedes tratar como tu marido? ¿Cómo el marido que soy para ti? ―Pregunta.
―Matt… Lo que mal comienza, mal termina ¿O no? Ahora, no estoy de ánimos para estos numeritos tan de mañana. No hagas que me dé una jaqueca tan pronto. Discute lo que quieras en la noche. Ahora, adiós. ―Salgo del dormitorio. ¡Oh! ¿Quiere que le dé su “papel de marido”? ¿Cuándo es que el me da a mí el papel de su esposa; de lo que soy? ¿Cuándo?
Corro al estacionamiento. Quito la alarma de mi carro negro e ingreso al puesto de copiloto. Introduzco la llave y trato de prenderlo. No arranca. Sigo intentando. Nada. ¡Matt! ¿Qué le sucede a ese hombre? Ahora tendré que tomar colectivo. ¡Lo que me faltaba! Diez minutos tarde. Está bien. Llego tarde a mi propia empresa. ¿No es encantador?
Tomo el primer colectivo que aparezca. Nunca aprendí a hacer aquello, de todas formas, la mayoría llevan a la empresa de los Collingwood. El centro de prácticamente todo.
La típica música que nadie escucha resuena en el interior del autobús. Presiono mi cabeza contra el vidrio del auto y todo comienza a resonar allá arriba dónde las neuronas se supone deben estar. No me he dado cuenta y alguien toma asiento a lado mío. Giro la vista a penas y topo con una abundante cabellera enrulada, lacio al inicio y con bucles al final. Nariz perfilada, bonitos pómulos y tez radiante. Está vestido tan sencillamente que con un jean negro y una camiseta de botones blanca. Él nota mi constante vista y me la regresa. Por instinto yo la devuelvo al vidrio. Aún no hemos conectado la mirada.
―¿Hola? ―Pregunta algo extrañado. Su voz es ronca, y con un bonito acento inglés que le va tan bien. No contesto.
―¿Mal día? ―Vuelve a formular una pregunta al ver mi expresión un poco turbada, aún así mantengo mis ojos cerrados. ―No quieres hablar. Oh. ―Mira sus nudillos y repentinamente fijo mi vista en él. Él sube su mirada y noto que consta de hermosos orbes verdes. Un color esmeralda tan profundo que te envuelve en todo. Un todo absolutamente inexplicable. Él se queda observando con impresión mis ojos. ¿Qué tienen?
―Tu… Tus ojos son realmente hermosos. ―Me alaga.
―Gracias. Y no es para tanto pero, ¿enserio?
―Son como… Son como el cielo resplandeciente de una mañana tal como la de hoy. Sí, son como el cielo. ―Y aquellas palabras me han hecho sonrojar. Amena charla con un total desconocido. Hum. ¿Ojos de color cielo? Eso es dulce…
―Oh _____, ¿No has escuchado la frase: “Si no eres mía, no eres de nadie”? Creo que ha llegado la hora en la que te despidas de todo… ¿O no? ―Casi no puedo escuchar. El sonido de mi corazón palpitando resuena hasta mi tímpano. Cómo una canción de rock incesante, sólo a batería y con muchos decibeles de altitud en su reproducción. El eco de su voz en la inmensidad regresa hasta mí para darme a entender todo lo que él ha dicho. Trago sonoramente. Un nudo se forma en mi garganta. Algo así como el de un boyscout bien entrenado; de esos difíciles de desamarrar.
Cuánto desearía poder dar un paso atrás en todo pero, ya no puedo. Es tarde.
―¿Crees que no me doy cuenta de las miradas que te envías con ese chico ah? Pues ahora ya no me verás la cara de tonto. ¡Ya verás! ―Y me empuja al vacío tan temible, a aquel fondo, oscuro, frío y turbulento. Al que caigo sin vuelta. Del que nunca regresaré…
―No. ―Musito apenas. Abro los ojos. Y veo que estoy en mi habitación aún. Tanteo un poco y siento el vello que nace en el pecho de Matt. Me levanto silenciosamente de la cama. Estoy sudando. Hace unos cuantos días que estas pesadillas inundan mi mente. Pero no habían pasado a más. Ya sea por una u otra circunstancia había tenido que despertar, o simplemente el sueño cambiaba, pero nunca había llegado a la parte del precipicio. Era algo raro. Y mucho para todo el funcionamiento de mi pobre y escaso cerebro. Busco mi bata. La saco del perchero y me dispongo a ir a tomar un vaso de agua.
Mientras lo bebo en el lavamanos me pongo a pensar en lo que pasó. Realmente no sé quién es la persona que aparece. Sé vagamente que es un hombre pero de ahí nada más. Su voz suena distorsionada por eso no puedo distinguirlo. Las posibilidades y los nombres cruzan mi mente. ¿Matt? No, creo que es imposible. Vamos un año casados, sería algo extraño. ¿Ryan? Mi amigo de hace años. No. Tampoco. Él no sería tan desleal. Después de alrededor de media hora pensando y buscando una opción coherente decido que sería mejor que vaya a dormir. Son casi las cuatro menos veinte de la madrugada y mañana tengo que trabajar. Doy por hecho de que a lo mejor algo me ha impactado esta semana que a mi cerebro se le está saliendo el último tornillo ya oxidado.
{***}
¡Siete y media! Me despierto de golpe. Llegaré tarde. ¡Llegaré tarde! Maldita suerte del señor Matt Morrison que ingresa a su trabajo a las nueve. Por eso lo veo tan plácidamente dormido. Tomo una mini-ducha y salgo disparada hacia el armario. Decido por ponerme esto. A penas tengo veinte y dos años, pero, debido a que heredé la empresa de mi padre, debo “vestirme como tal”. Estas faldas, o tacos, realmente no son mi tipo. ¡Soy joven aún! Desaliñada, tonta, inmadura, muy incapaz con su vida. Aún así debo controlar todo lo que suceda en ese reclusorio. Puedo hacer lo que me plazca realmente, pero me costaría mucho y aumentaría deshonra a mi apellido.
Matt ha despertado y me mira burlonamente mientras me muevo de-aquí-para-allá arreglando todo para el día de hoy. Nuestro matrimonio nunca ha funcionado. Me casé muy joven. Y el por interés.
―Adiós Matt. ―Me despido. Agarro mi cartera y espero su respuesta.
―¿No hay algún “te quiero”? ―Pronuncia. ¡Por Dios! ―No Matt. No los hay. Nunca te los diré. Es la verdad. ―Respondo acomodando la cazadora negra que llevo para la salida.
―¿Por qué no me puedes tratar como tu marido? ¿Cómo el marido que soy para ti? ―Pregunta.
―Matt… Lo que mal comienza, mal termina ¿O no? Ahora, no estoy de ánimos para estos numeritos tan de mañana. No hagas que me dé una jaqueca tan pronto. Discute lo que quieras en la noche. Ahora, adiós. ―Salgo del dormitorio. ¡Oh! ¿Quiere que le dé su “papel de marido”? ¿Cuándo es que el me da a mí el papel de su esposa; de lo que soy? ¿Cuándo?
Corro al estacionamiento. Quito la alarma de mi carro negro e ingreso al puesto de copiloto. Introduzco la llave y trato de prenderlo. No arranca. Sigo intentando. Nada. ¡Matt! ¿Qué le sucede a ese hombre? Ahora tendré que tomar colectivo. ¡Lo que me faltaba! Diez minutos tarde. Está bien. Llego tarde a mi propia empresa. ¿No es encantador?
Tomo el primer colectivo que aparezca. Nunca aprendí a hacer aquello, de todas formas, la mayoría llevan a la empresa de los Collingwood. El centro de prácticamente todo.
La típica música que nadie escucha resuena en el interior del autobús. Presiono mi cabeza contra el vidrio del auto y todo comienza a resonar allá arriba dónde las neuronas se supone deben estar. No me he dado cuenta y alguien toma asiento a lado mío. Giro la vista a penas y topo con una abundante cabellera enrulada, lacio al inicio y con bucles al final. Nariz perfilada, bonitos pómulos y tez radiante. Está vestido tan sencillamente que con un jean negro y una camiseta de botones blanca. Él nota mi constante vista y me la regresa. Por instinto yo la devuelvo al vidrio. Aún no hemos conectado la mirada.
―¿Hola? ―Pregunta algo extrañado. Su voz es ronca, y con un bonito acento inglés que le va tan bien. No contesto.
―¿Mal día? ―Vuelve a formular una pregunta al ver mi expresión un poco turbada, aún así mantengo mis ojos cerrados. ―No quieres hablar. Oh. ―Mira sus nudillos y repentinamente fijo mi vista en él. Él sube su mirada y noto que consta de hermosos orbes verdes. Un color esmeralda tan profundo que te envuelve en todo. Un todo absolutamente inexplicable. Él se queda observando con impresión mis ojos. ¿Qué tienen?
―Tu… Tus ojos son realmente hermosos. ―Me alaga.
―Gracias. Y no es para tanto pero, ¿enserio?
―Son como… Son como el cielo resplandeciente de una mañana tal como la de hoy. Sí, son como el cielo. ―Y aquellas palabras me han hecho sonrojar. Amena charla con un total desconocido. Hum. ¿Ojos de color cielo? Eso es dulce…
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
¡No puedo creerlo! ¡No puedo creerlo! ¡Soy la primera lectora Oww! Te juro que la seguiré hasta el final xd. Bueno, sabes que adoro todo lo que escribís Gene. De verdad empece a leer el primer capítulo y quede sorprendida. Para bien. Es realmente bonita la historia, parece tan... Intensa y... No sé me hará pensar mucho xd. Bueh necesito capituloooooooo de verdad xd así que lo espero nena :3
Parece estúpido esto, pero comenzaste la novela el día de mi cumpleaños :$ ya me voy. ¡besos! ¡Te quiero! c:
Parece estúpido esto, pero comenzaste la novela el día de mi cumpleaños :$ ya me voy. ¡besos! ¡Te quiero! c:
disappear.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
¡Aqui estoy! No puedo creer que sea la segunda pero bueno :'3 La verdad es que me paso como con tu primera novela, ya me enganché *_* Pero es que escribes tan asdfghjklñ y esta nueva novela tuya es tan asdfghjklñ Espero que subas prontito que sino me da un yuyu (?)
Beshitos poshuela! :'3
Beshitos poshuela! :'3
~Little Girl
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
yo querer cap :_____
que quede en tun conciencia(?) sos mi mensaje número... 2700 :O
que quede en tun conciencia(?) sos mi mensaje número... 2700 :O
disappear.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
¿Queres matarme acaso peque? ¡No podes escribir TAN bien! Dame un poco de tu talento xD.
La verdad que tu primer capítulo toda una joya. No diste tal vez mucho pero que la dejaste picando, la dejaste picando. Tengo muchas ganas del segundo <3.
Que lo mande a la miércoles a Matt, ¿interesado, quién lo necesita? Vamos con el ruloso del colectivo. ¡YEAAAHHH!.
Soy tu nueva acosadora virtual de novelas pero por ahora te dejo en paz peque.
¡¡BESOTES!!
La verdad que tu primer capítulo toda una joya. No diste tal vez mucho pero que la dejaste picando, la dejaste picando. Tengo muchas ganas del segundo <3.
Que lo mande a la miércoles a Matt, ¿interesado, quién lo necesita? Vamos con el ruloso del colectivo. ¡YEAAAHHH!.
Soy tu nueva acosadora virtual de novelas pero por ahora te dejo en paz peque.
¡¡BESOTES!!
Invitado
Invitado
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Aasdasd lo siento, mañana la sigo, ya tengo todo preparado :3
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Capítulo 2:
―Gracias. Hum… ¿Vas a algún lugar específico? ―Pregunto tratando de cambiar el tema un poco. ¿Es bueno sonrojarse tanto en una pequeña charla?
―Sí. Voy a una entrevista de trabajo.
―Espero te vaya bien. Hey, ya estoy llegando a mi destino. Te veré luego… Con suerte, y si es que nos volvemos a topar en algún sitio. ―Agrego pidiéndole permiso con la vista para que me deje pasar del asiento.
―Está bien. Adiós. Seguro nos veremos. Esta es una ciudad pequeña. ―Me sonríe y le devuelvo la acción. Toco el timbre y la puerta trasera del autobús se abre. Bajo con cuidado, no quiero caerme. No con estos tremendos tacones. Paso la enorme avenida por el paso peatonal. Estar a una considerable altura hace que me den ganas de vomitar, aún así lo resisto.
Ahora me encuentro en mi oficina. Treinta minutos tarde, ¡es un récord! Antes, de “instalarme” en mi confortable silla giratoria decido ir por un café. Necesito con urgencia un asistente personal que haga esto por mí. Soy una mujer ocupada… Bueno, no precisamente. Creo que me estoy volviendo demasiado vaga. Probablemente.
―¡Oh! Karen, ¿por qué no hablamos de las mujeres fáciles que existen en esta empresa? ―Reprocha una rubia desde su escritorio acercándose exageradamente a lado para chismosear con la pelinegra... Estoy tan acostumbrada a este tipo de indirectas que en realidad ni me va, ni me viene. Pero; ¡Amo pelear! Y sobre todo dejar a las personas calladas. No es típico en mí, pero tampoco es ilegal, ¿verdad?
―¡Hey Annie! ¿No querrás perder tu tiempo? Además; Creo que es demasiado egocéntrico hablar de ti misma. No da buena impresión.
―Espera…―Y la voz de Christian la corta. Mi gerente. Más práctico: Él es el esposo de mi hermana. Mi padre le dio el cargo mayor por ser responsable. Y lo reconozco; Lo es. Algo que yo simplemente no soy.
―¡_____! Me enteré de que llegaste tarde. ¡Ven! Te espera la persona de la entrevista. ¿Recuerdas que querías un asistente personal? ¡Pues allí lo tienes! ―Agrega sonriéndome. ¿Asistente personal? ¡Justo lo que quería!
―Oh Christian. ¡Gracias! No sabes cuánto necesitaba uno. Y de hecho; ¿Es hombre o mujer?
―Velo por ti misma. ―Me dirijo alegremente hacia mi despacho. Supongo que debe estar allí.
Abro la puerta cautelosamente y percibo la misma cabellera ondulada que anteriormente vi. ¿Podría ser él? ¿El chico con el nombre desconocido? Sería una gran suerte. Sigo caminando con el corazón a mil. ¿Qué tiene este chico que con tan poco tiempo ya me pone a revolotear? ¿Amor a primera vista? ¡Bah! Seguramente sólo fue un “crush”. Algo nada grave. Mientras me acerco más noto que es la misma ropa que he visto. Jeans ajustados negros con la camiseta blanca de lino que el usaba esta mañana. Camino rápido pero parece una eternidad. El sonido de mis tacones se hace presente y el gira su cabeza para verme. Entonces, una hermosa sonrisa se forma en su rostro, acompañado de dos lindísimos hoyuelos que adornan a la perfección. Me sonrojo inconscientemente y agacho la mirada mientras sonrío al suelo. ¿Qué tiene ese hombre?
―Hola. ―Dice. Se levanta del asiento frente al mío y agarra mi mano por consiguiente la besa como un caballero. ¿Acaso quiere verme como un tomate?
―¡Hola! ¿Sabes? No esperaba esto… Toma asiento. ―Le ofrezco mientras doy la vuelta y me dirijo hacia mi silla… Mi confortable silla.
―Ni yo, créeme. ¿Por qué no me dijiste que trabajabas aquí?
―¿Cómo podría decirle a un completo desconocido donde laboro? ¿Y si planea secuestrarme? ―Agrego riendo.
―Sería una buena idea. ¿No lo crees? ―Responde, mientras me regala una sonrisa que hace que cualquier persona desvanezca.
―No lo creo. Ahora, ¿a esta entrevista era a la que tenías que venir?
―Sí. No pensé encontrarte aquí. ¿El destino? ―Dice. ¡Dios! Aquel chico se centra tanto en mis ojos que me desconcentra.
―El destino, seguramente. Cuéntame de ti. ¡No puedo contratar a un completo desconocido!
―Me llamo Harry Styles, tengo veinte y tres años*, amo la literatura, los gatos, ¿qué más podría contarte? Por cierto, ¿por qué no te encontré antes? ―Pregunta.
―Harry, lindo nombre. Iba por un café. ¿Te interesaría saber mi nombre? ―Cuestiono algo molesta. ¡Pero de broma! Sería imposible enojarme con este hombre.
―¡Oh! Que torpe soy hermosa dama. ¿Me podría decir cuál es su nombre?
―_____ Collingwood, caballero. ―Le doy una de mis más sinceras sonrisas, y disimuladamente le guiño un ojo.
―¿Collingwood? ¿Esta es prácticamente tu empresa?
―Tú lo has dicho “prácticamente”, sin embargo, no soy lo suficientemente buena ni responsable para manejarla, de hecho, ni siquiera puedo con mi propia vida. ―Doy una mirada rápida a los papeles que distraídamente estaba acomodando… No sé por qué pero, ante él, me siento tan diminuta y tan nerviosa.
―Vamos mujer, no seas negativa. Algún día todo se mejorará. Créeme. ―O probablemente empeorará. No. En realidad soy muy negativa.
―Ya que. Ahora no importa. ¿Me entregarías tu hoja de vida? ¿O currículum? ―Le pido. Cambio de tema. Este tipo de charlas suele ponerme mal. Es como si de repente me viniera un mal presentimiento.
―_____, no quería que te pongas triste. Lo siento. Para acomodar todo, ¿quisieras ir por el café que antes querías traer? Allí podremos conversar mejor. Además tengo hambre. ―¡Es tan dulce!
―Claro, ¿cómo podría negarme? Vamos. ―Salimos de mi despacho. Harry camina rápido, trato de seguirle el paso pero, con estos tacos se me hace más que imposible. Ya en la salida del edificio siento que ya no puedo ir a su ritmo.
―¡Harry espera! ¡La cafetería no va a cerrar! ¿Aminorarías tu paso un poco, por favor? ―Le digo, mientras camino hacia el con los brazos cruzados en forma de enojo. El me sonríe y sin saberlo toma mi mano y la entrelaza con sus largos, hábiles y suaves dedos. Esto me ha tomado tanto por sorpresa que la expresión es notable en mi rostro. El regresa su vista hacia a mí y otra sonrisa se dibuja en su cara, provocando mínimas arruga alrededor de su boca de terciopelo. ¡No! Por el me pongo romántica. ¿Qué me pasa?
―Se te han ido todos los colores. ¿Por qué? ―Dice. Y ahora sólo el rojo carmesí vuelve a mis mejillas.
―¡Eres un tonto! Vamos rápido. ―Suelto su mano. Y ahora soy yo quien camina dando grandes zancos para llegar a la cafetería que queda a menos de dos cuadras.
―Espera hermosa. ―Agrega mientras sostiene sutilmente mi brazo para que pare, lo que por ende cumple su propósito. ―No era mi intención. Te ves más que perfecta de blanco como de rojo. Color que por cierto parece estar tan presente en ti desde que me conociste.
―Qué egocéntrico.
―¡Vamos nena! No seas así conmigo. Era una broma. ¿Quisieras retomar la buena amistad y compañerismo que teníamos allá arriba? ―Dice rebuscando palabras bonitas para ganarme. ¿”Allá arriba”? Si alguien escuchara eso de seguro pensaría otra cosa. ¿Y por qué me gusta lo que estoy insinuando?
―Está bien. Pero otra más Styles y ya verás. ―Le sonrío y él hace lo mismo. Nunca me cansaré de ver su sonrisa.
*Aquí en la nove puse que Hazz tiene veinte y tres. Pues, quedaba mejor :)
―Sí. Voy a una entrevista de trabajo.
―Espero te vaya bien. Hey, ya estoy llegando a mi destino. Te veré luego… Con suerte, y si es que nos volvemos a topar en algún sitio. ―Agrego pidiéndole permiso con la vista para que me deje pasar del asiento.
―Está bien. Adiós. Seguro nos veremos. Esta es una ciudad pequeña. ―Me sonríe y le devuelvo la acción. Toco el timbre y la puerta trasera del autobús se abre. Bajo con cuidado, no quiero caerme. No con estos tremendos tacones. Paso la enorme avenida por el paso peatonal. Estar a una considerable altura hace que me den ganas de vomitar, aún así lo resisto.
Ahora me encuentro en mi oficina. Treinta minutos tarde, ¡es un récord! Antes, de “instalarme” en mi confortable silla giratoria decido ir por un café. Necesito con urgencia un asistente personal que haga esto por mí. Soy una mujer ocupada… Bueno, no precisamente. Creo que me estoy volviendo demasiado vaga. Probablemente.
―¡Oh! Karen, ¿por qué no hablamos de las mujeres fáciles que existen en esta empresa? ―Reprocha una rubia desde su escritorio acercándose exageradamente a lado para chismosear con la pelinegra... Estoy tan acostumbrada a este tipo de indirectas que en realidad ni me va, ni me viene. Pero; ¡Amo pelear! Y sobre todo dejar a las personas calladas. No es típico en mí, pero tampoco es ilegal, ¿verdad?
―¡Hey Annie! ¿No querrás perder tu tiempo? Además; Creo que es demasiado egocéntrico hablar de ti misma. No da buena impresión.
―Espera…―Y la voz de Christian la corta. Mi gerente. Más práctico: Él es el esposo de mi hermana. Mi padre le dio el cargo mayor por ser responsable. Y lo reconozco; Lo es. Algo que yo simplemente no soy.
―¡_____! Me enteré de que llegaste tarde. ¡Ven! Te espera la persona de la entrevista. ¿Recuerdas que querías un asistente personal? ¡Pues allí lo tienes! ―Agrega sonriéndome. ¿Asistente personal? ¡Justo lo que quería!
―Oh Christian. ¡Gracias! No sabes cuánto necesitaba uno. Y de hecho; ¿Es hombre o mujer?
―Velo por ti misma. ―Me dirijo alegremente hacia mi despacho. Supongo que debe estar allí.
Abro la puerta cautelosamente y percibo la misma cabellera ondulada que anteriormente vi. ¿Podría ser él? ¿El chico con el nombre desconocido? Sería una gran suerte. Sigo caminando con el corazón a mil. ¿Qué tiene este chico que con tan poco tiempo ya me pone a revolotear? ¿Amor a primera vista? ¡Bah! Seguramente sólo fue un “crush”. Algo nada grave. Mientras me acerco más noto que es la misma ropa que he visto. Jeans ajustados negros con la camiseta blanca de lino que el usaba esta mañana. Camino rápido pero parece una eternidad. El sonido de mis tacones se hace presente y el gira su cabeza para verme. Entonces, una hermosa sonrisa se forma en su rostro, acompañado de dos lindísimos hoyuelos que adornan a la perfección. Me sonrojo inconscientemente y agacho la mirada mientras sonrío al suelo. ¿Qué tiene ese hombre?
―Hola. ―Dice. Se levanta del asiento frente al mío y agarra mi mano por consiguiente la besa como un caballero. ¿Acaso quiere verme como un tomate?
―¡Hola! ¿Sabes? No esperaba esto… Toma asiento. ―Le ofrezco mientras doy la vuelta y me dirijo hacia mi silla… Mi confortable silla.
―Ni yo, créeme. ¿Por qué no me dijiste que trabajabas aquí?
―¿Cómo podría decirle a un completo desconocido donde laboro? ¿Y si planea secuestrarme? ―Agrego riendo.
―Sería una buena idea. ¿No lo crees? ―Responde, mientras me regala una sonrisa que hace que cualquier persona desvanezca.
―No lo creo. Ahora, ¿a esta entrevista era a la que tenías que venir?
―Sí. No pensé encontrarte aquí. ¿El destino? ―Dice. ¡Dios! Aquel chico se centra tanto en mis ojos que me desconcentra.
―El destino, seguramente. Cuéntame de ti. ¡No puedo contratar a un completo desconocido!
―Me llamo Harry Styles, tengo veinte y tres años*, amo la literatura, los gatos, ¿qué más podría contarte? Por cierto, ¿por qué no te encontré antes? ―Pregunta.
―Harry, lindo nombre. Iba por un café. ¿Te interesaría saber mi nombre? ―Cuestiono algo molesta. ¡Pero de broma! Sería imposible enojarme con este hombre.
―¡Oh! Que torpe soy hermosa dama. ¿Me podría decir cuál es su nombre?
―_____ Collingwood, caballero. ―Le doy una de mis más sinceras sonrisas, y disimuladamente le guiño un ojo.
―¿Collingwood? ¿Esta es prácticamente tu empresa?
―Tú lo has dicho “prácticamente”, sin embargo, no soy lo suficientemente buena ni responsable para manejarla, de hecho, ni siquiera puedo con mi propia vida. ―Doy una mirada rápida a los papeles que distraídamente estaba acomodando… No sé por qué pero, ante él, me siento tan diminuta y tan nerviosa.
―Vamos mujer, no seas negativa. Algún día todo se mejorará. Créeme. ―O probablemente empeorará. No. En realidad soy muy negativa.
―Ya que. Ahora no importa. ¿Me entregarías tu hoja de vida? ¿O currículum? ―Le pido. Cambio de tema. Este tipo de charlas suele ponerme mal. Es como si de repente me viniera un mal presentimiento.
―_____, no quería que te pongas triste. Lo siento. Para acomodar todo, ¿quisieras ir por el café que antes querías traer? Allí podremos conversar mejor. Además tengo hambre. ―¡Es tan dulce!
―Claro, ¿cómo podría negarme? Vamos. ―Salimos de mi despacho. Harry camina rápido, trato de seguirle el paso pero, con estos tacos se me hace más que imposible. Ya en la salida del edificio siento que ya no puedo ir a su ritmo.
―¡Harry espera! ¡La cafetería no va a cerrar! ¿Aminorarías tu paso un poco, por favor? ―Le digo, mientras camino hacia el con los brazos cruzados en forma de enojo. El me sonríe y sin saberlo toma mi mano y la entrelaza con sus largos, hábiles y suaves dedos. Esto me ha tomado tanto por sorpresa que la expresión es notable en mi rostro. El regresa su vista hacia a mí y otra sonrisa se dibuja en su cara, provocando mínimas arruga alrededor de su boca de terciopelo. ¡No! Por el me pongo romántica. ¿Qué me pasa?
―Se te han ido todos los colores. ¿Por qué? ―Dice. Y ahora sólo el rojo carmesí vuelve a mis mejillas.
―¡Eres un tonto! Vamos rápido. ―Suelto su mano. Y ahora soy yo quien camina dando grandes zancos para llegar a la cafetería que queda a menos de dos cuadras.
―Espera hermosa. ―Agrega mientras sostiene sutilmente mi brazo para que pare, lo que por ende cumple su propósito. ―No era mi intención. Te ves más que perfecta de blanco como de rojo. Color que por cierto parece estar tan presente en ti desde que me conociste.
―Qué egocéntrico.
―¡Vamos nena! No seas así conmigo. Era una broma. ¿Quisieras retomar la buena amistad y compañerismo que teníamos allá arriba? ―Dice rebuscando palabras bonitas para ganarme. ¿”Allá arriba”? Si alguien escuchara eso de seguro pensaría otra cosa. ¿Y por qué me gusta lo que estoy insinuando?
―Está bien. Pero otra más Styles y ya verás. ―Le sonrío y él hace lo mismo. Nunca me cansaré de ver su sonrisa.
*Aquí en la nove puse que Hazz tiene veinte y tres. Pues, quedaba mejor :)
Última edición por GenisdeBoobearTommo el Dom 05 Mayo 2013, 3:32 pm, editado 1 vez
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
~Little Girl escribió:¡Aqui estoy! No puedo creer que sea la segunda pero bueno :'3 La verdad es que me paso como con tu primera novela, ya me enganché *_* Pero es que escribes tan asdfghjklñ y esta nueva novela tuya es tan asdfghjklñ Espero que subas prontito que sino me da un yuyu (?)
Beshitos poshuela! :'3
¡Hola hermosa! Bienvenida :'3
Aasdasdsa ¿enserio? Que lenda eres :oops: Ya subí capsito(?) Tarde pero bue... Espero te guste. Besos pioshito(?)
Aasdasdsa ¿enserio? Que lenda eres :oops: Ya subí capsito(?) Tarde pero bue... Espero te guste. Besos pioshito(?)
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
pamm182 escribió:¿Queres matarme acaso peque? ¡No podes escribir TAN bien! Dame un poco de tu talento xD.
La verdad que tu primer capítulo toda una joya. No diste tal vez mucho pero que la dejaste picando, la dejaste picando. Tengo muchas ganas del segundo <3.
Que lo mande a la miércoles a Matt, ¿interesado, quién lo necesita? Vamos con el ruloso del colectivo. ¡YEAAAHHH!.
Soy tu nueva acosadora virtual de novelas pero por ahora te dejo en paz peque.
¡¡BESOTES!!
Aasdasd. Peque :3 Amo eso ah. Sho te lo doy, sólo si envías oreos con nutella y chocolate caliente a mi dirección: "Avenida: Siempre Viva y...." XD Sí, vivo donde los Simpsons okno._. La dejé picando ah :twisted: Ajasdnajsdkasd. Ya la seguí hermosa. Acósame con toda confianza(?)
¡Más besos!
¡Más besos!
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Pistachow escribió:Y el capítulo?? :________
Hola Vics. Ya la seguí :twisted: Aasjdasdkasd.
rutherford.
Re: My little piece of heaven. |Harry Styles| *CANCELADA*
Asdfghjklñ ¿Pero por qué escribes de esa manera tan perfecta? Es que, no sé, pero me engancho a tus novelas, tu manera de narrar es asdfghjklñ *_* Me da igual esperar o que los capítulos sean cortos si es de tu novela porque son taaaan geniales :'3 Y Harry trabajará para la rayis y ella que ya sepone tonta (?) ¡En fin espero nuevo cap!
¡Besitos, poshuela! :'3
¡Besitos, poshuela! :'3
~Little Girl
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» You're a piece of my heart [Harry styles y tú] TERMINADA
» Locked out of heaven~Harry Styles~
» safe heaven. {harry styles
» ✘ We're beautiful like diamonds in the sky.
» La chica de Harry Styles (Harry Styles y tu) One Direction [CANCELADA TEMPORALMENTE)
» Locked out of heaven~Harry Styles~
» safe heaven. {harry styles
» ✘ We're beautiful like diamonds in the sky.
» La chica de Harry Styles (Harry Styles y tu) One Direction [CANCELADA TEMPORALMENTE)
O W N :: Archivos :: Canceladas
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.