Christmas Miracle. - Louis Tomlinson & Tú. {OneShot}

Nombre: Christmas Miracle.
Autora: Martina Grandi.
Adaptación: No.
Género: Romántico.
Advertencias: Ninguna.
Otras páginas: Facebook.


Vísperas navideñas, son momentos en que las familias de unen un poco más, donde todos dejan a un lado sus diferencias y comparten buenos momentos alrededor del fuego, historias del pasado, regalos, comida deliciosa y demás.
Esta vez, ese no iba a ser mi caso.
Estas navidades las pasaría sola, total y completamente sola y con un gran dolor en mi corazón.
Mi madre había tenido una importante y urgente reunión de negocios, me había asegurado que iba a estar en casa nuevamente para nochebuena pero la madre naturaleza tuvo otros planes y todos los vuelos se cancelaron por una gran ventisca.
Por otro lado mi padre, al estar separado de mi madre, pasaría las fiestas con su nueva familia y nunca se le pasaría por la cabeza darme la bienvenida allí, eso sin contar que yo ni estando borracha iría con él.
Mis amigos más cercanos también habían tenido que viajar pues la gran mayoría tenía mucha familia repartida en algunos lugares del mundo y pasaban las fiestas con ellos.
Además de todo eso mi novio me había abandonado hacía un par de días. Resumiendo todo, mi madre no podía estar conmigo, mi padre no lo deseaba y Jared, mi novio, la persona que más había amado estos últimos dos años, me había abandonado en vísperas navideñas. La vida apestaba.
Faltaban exáctamente 5 días para la nochebuena, así que ese día entre suspiros y lágrimas me levanté de mi cama, me arreglé un poco y salí al frío y caminé hacia el centro comercial. Me tomé mi tiempo para recorrer las tiendas en busca de algún regalo para mi madre y algunos para mis amigos. Tendría que dárselos luego de que todos regresaran.
Al terminar mis compras paré por un gran y merecido café, necesitaba algo para protegerme un poco del gélido frío que estaba haciendo esa tarde.
Revisé una a una mis cosas para ver que esté todo en orden, pedí y pagué mi café y me decidí a volver a mi casa, las compras no eran divertidas cuando las hacías en forma solitaria.
Cuando atravesé las grandes puertas mecánicas del centro comercial el frío se coló hasta mis huesos, un escalofrío me recorrió el cuerpo así que apreté un poco más contra mi cuerpo mi abrigo y sorbí mi café para poder aguantar hasta llegar a casa.
- ¡Niñas, cuidado, no se lancen bolas de nieve aquí, la gente va pasando! - escuché gritar a un chico, pero no le di importancia, necesitaba llegar rápido a casa.
Iba muy sumida en mis pensamientos y no reaccioné a tiempo al grito de '¡cuidado!' que me habían lanzado. Una bola de nieve impactó en mis manos haciéndome tirar mi café y por el susto un par de bolsas.
- Oh dios, lo siento mucho - dijo el chico que había estado gritando momentos atrás ayudándome con mis bolsas. - ¡Phoebe! ven aquí y pídele perdón a la señorita.
Una pequeña niñita rubia de unos 8 años se acercó a mí con una cara algo avergonzada y de una forma a penas audíble logré escuchar su vocesita.
- Disculpe señorita, no había sido mi intención golpearla con la bola de nieve - sonreí a la niña.
- No hay problema cielo, sé que fue un accidente, acepto tus disculpas.
- De verdad lo siento, mis hermanas solo estaban jugando - miré por primera vez a la cara al chico que me hablaba y me llevé una gran impresión.
Sus ojos eran azul mar, que te invitaban a perderte en ellos. Yo lo estaba haciendo, así que sacudí mi cabeza y le di una pequeña sonrisa.
- No te preocupes, no es nada, solo es nieve, los niños necesitan jugar, además ha sido un accidente - me encogí de hombros y tomé las bolsas que el chico me extendía.
- Pues, has perdido tu café - exclamó con la mirada en dirección al, ahora vacío, vaso de cartón. - Permíteme comprarte otro.
- No, de verdad no te molestes, no es nada.
- No suelo aceptar un no por respuesta - sonrió. Nuevamente un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome temblar levemente, pero sabía que nada tenía que ver con el frío.
- Bueno, creo que no me hará daño otro café - su sonrisa se ensanchó.
- Me alegra oírlo, ¿tu nombre es?
- _____
- Bueno _____, yo soy Louis, ¿te molestaría mucho esperarme unos minutos a que lleve a mis hermanas con mi madre?
- No hay problema - sonreí y él igual.
- No me tardo.
Lo vi alejarse y tomar las manos de las dos pequeñas que eran sus hermanas. Reí por lo bajo y en parte envidié esa escena, pues se notaba que tenían una relación adorable. Yo era hija única y estaba segura de que jamás sabría lo que se sentiría tener un hermano pequeño. Lo que me recordó nuevamente que estas fiestas estaría muy sola y mi sonrisa se desvaneció de mi rostro.
- Listo - exclamó Louis haciéndome exaltar. - ¿Está todo en orden?
- Sí, todo en orden - mentí.
- Pues, vamos por ese café.
Louis era un chico muy adorable, lleno de vida y muy charlatán, en todo el camino hacia la cafetería no dejó de hacerme reír y vaya que lo necesitaba, cuando ordenó mi café, él también aprovechó para pedirse uno e insistió que nos sentemos en una mesa para charlar. Propuesta a la que, obviamente, no me pude oponer.
- Entonces, ¿compras navideñas de 'casi' última hora? - preguntó en un momento.
- Podría decirse que sí - reí.
- ¿Y es sorpresa?
- ¿Porqué lo preguntas? - dije algo extrañada.
- No lo sé, es que estás algo sola, yo acostumbro a hacer las compras con mi madre o mis hermanas, pero jamás solo.
- Oh, ya veo - bajé mi vista hacia mi café.
- Oh no, ¿no me digas que metí la pata? ¿dije algo malo? soy un bocón, lo lamento.
- No, no pasa nada, son solo cosas que pasan... - Louis me miró como esperando que dijera algo más, pero era prácticamente un extraño así que solo sorbí mi café.
- Igualmente lo siento.
- Deja de disculparte por todo, de verdad no has hecho nada - reí.
- Está bien, está bien, pararé con las disculpas - sonrió. - ¿Qué tal si me cuentas algo sobre ti?
Así pasó el resto de la tarde, hablando con Louis sin parar, era un chico estupendo y me había caído muy bien, me confesó que yo también le había agradado, así que intercambiamos números telefónicos para seguir en contacto.
Para cuando vimos la hora, supimos que era tiempo de irnos. Ya eran las 9 PM y nosotros seguíamos metidos dentro de la cafetería.
- Te acompaño hasta tu casa - dijo él una vez que estuvimos fuera del centro comercial.
- No te molestes.
- ¿Molestarme? por dios, soy un caballero y es de noche, no dejaré que te vayas sola - me sonrojé ante su comentario.
- Está bien, gracias Louis.
El camino a casa se me hizo mucho más corto y divertido mientras caminaba con Louis. Íbamos hablando de muchísimas tonterías y él se había ofrecido a cargar mis bolsas, no podía negar que era todo un caballero.
- Bueno, llegamos - anuncié en la entrada de mi hogar.
- ¿Ya? - hizo un puchero de tristeza.
- Sí, a mí también se me hizo muy rápido - suspiré.
- ¿Me permitirías tu celular un momento?
- Claro - respondí algo confundida mientras se lo entregaba.
Él lo tomó y tecleó algunas cosas, luego vi que se tomaba una foto con una cara graciosa.
- Louis ¿qué haces? - reí.
- Guardo mi número, ¿no se nota?
- ¿Quieres que volvamos a vernos?
- ¡Por supuesto que quiero! eres graciosa y estupendo, ¿porqué no querría? además, una vez que entras a la vida de Louis Tomlinson, es muy difícil salir - rió y me devolvió mi celular. - Tú anota el tuyo - agregó mientras me extendía su celular.
- Si así lo quieres - reí y anoté mi teléfono, y al igual que él, me saqué una fotografía con una cara graciosa para que sepa cuando lo llamaba.
- Genial, entonces, nos veremos pronto _____.
- Así lo espero - sonreí.
- Tenlo por hecho.
Lentamente se acercó a mí y depositó un tierno beso en mi mejilla y se despidió con una sonrisa y un saludo con su mano. Lo observé alejarse y cuando se perdió en la noche, suspiré y entré a mi casa, después de todo, no había sido un día tan malo.
Luego de esa noche Louis había cumplido su palabra y nos habíamos visto por lo menos tres veces esa semana, era todo un encanto de persona y en poco tiempo se había convertido en un gran amigo para mí.
- ¿Entonces? ¿qué harás en nochebuena? - me preguntó ese día.
- No lo sé - agaché la mirada.
- _____, ¿qué es lo que ocurre? cada vez que hablamos sobre la nochebuena o navidad te pones mal de repente, sé que hace nada nos conocemos, pero espero entiendas que puedes contarme lo que sea.
Miré sus ojos y noté como en sus ojos azul zafiro se había formado un brillo de preocupación, suspiré y le conté todo lo que había pasado con mi madre, con mi padre, con Jared y mis amigos. Y de un momento a otro, me encontré entre los brazos de Louis que me rodeaban fuertemente.
- Oh _____, ¿porqué no me lo dijiste antes?
- Louis, soy casi una desconocida para ti, realmente ni yo sabía que terminaría contándotelo. - Él negó con la cabeza.
- Somos amigos _____, no importa si desde hace tres días o tres años, somos amigos, te lo dejé bien claro la noche que te dejé en tu casa, una vez que entras a mi vida, suerte con poder salir - sonrió. - ¿Sabes? yo cumplo años el 24 de diciembre.
- ¿Enserio? - dije sorprendida y algo confundida, ¿qué tenía que ver todo esto con su cumpleaños?
- Sí - me miró. - Y quiero que tú estés presente ese día.
- ¿Qué? Louis... ¿estás conciente de lo que estás diciendo?
- ¡Por supuesto que sí, me ofendes! quiero que estés conmigo en mi cumpleaños y asunto terminado.
- Pero Louis... - me interrumpió.
- Dije que asunto cerrado, nadie cuestiona al Louis the Tommo Tomlinson.
Rompí a reír por el apodo que había utilizado y terminé accediendo a su locura, después de todo, adoraba a Louis y además, era su cumpleaños ¿cómo negarle algo en su cumpleaños?
El 24 de diciembre llegó con rapidez luego de eso, yo ya tenía listo el regalo de Louis, y un pequeño detalle para cada uno de los integrantes de su familia por dejarme pasar la navidad con ellos.
Iría para el hogar de Louis a eso de las 21:00 así que me tomé un buen rato para ducharme y arreglarme, quería lucir bien y dar una buena impresión. Alisé mi cabello, me puse algo de maquillaje, pero no mucho, quería tener un look natural, solo utilicé un poco de rimmel, delineador líquido y un fino labial rosado. Opté por ponerme un vestido algo pegado a mi cuerpo color negro y unos tacones del mismo color, me coloqué unas gotas de mi perfume floral favorito y me miré al espejo. Había hecho un trabajo bastante bueno.
Tomé las bolsas con los regalos, mi bolso, mi celular y mis llaves. Me coloqué mi abrigo y salí al frío de la noche.
Caminé con lentitud tomándome mi tiempo, no quería parecer una desesperada, pero a pesar de mi paso lento, me pareció que llegué muy rápido al hogar de Louis. Tomé una gran bocanada de aire y toqué con suavidad la puerta.
- ¡_____! bienvenida.
- Buenas noches señora Tomlinson - sonreí. - Muchas gracias por dejarme pasar las fiestas con ustedes.
- Cariño, es un gran placer tenerte aquí, y por favor, llámame Johanna, ven pasa, debes tener frío. - Dijo abriendo aún más la puerta.
- Gracias - exclamé al entrar a la casa. - Por cierto, les traje unos pequeños presentes.
- ¡Oh cielo, no debiste haberte molestado! eres todo un encanto. - Me sonrojé y le entregué las bolsas para que las coloque debajo del árbol. - Deja el abrigo en el sillón, ya le digo a Louis que baje.
Asentí con la cabeza y ella se retiró de la habitación, me quité mi abrigo y lo dejé donde Johanna me había indicado, comencé a caminar para el gran comedor, pero me detuve a observar algunas fotografías de Louis cuando era pequeño. Se notaba que no había cambiado nada y sonreí al pensar eso.
- Oh dios mío - me volteé. - _____, te ves hermosísima. - Era Louis, tomó mi mano y me hizo dar una vuelta, yo reí.
- Tú no te ves nada mal Tomlinson.
- Gracias, gracias. Ven, vamos con con mis padres y mis hermanas - sonreí y asentí con la cabeza.
Saludé a toda la familia de Louis y nuevamente les agradecí por dejarme compartir las fiestas con ellos. Comimos una cena deliciosa y reí a más no poder por las payasadas de mi amigo. Se notaba que eran una familia muy unida y hermosa, estaba bastante feliz por poder pasar la navidad con ellos. Pronto se hizo la medianoche, alzamos las copas e hicimos un brindis por la llegada de navidad.
- ¿Puedes venir un segundo? - susurró Louis en mi oído y yo asentí. Tomó mi mano y me llevó hasta la gran puerta de cristal que daba al patio trasero que se encontraba blanco por la nieve.
- ¿Qué sucede Louis?
- Quería darte las gracias - dijo y me miró a los ojos, los suyos brillaban como dos estrellas. - Por haber venido, realmente quería tenerte aquí conmigo esta noche - agregó tomando mi mano y acaricándola con el pulgar.
- Gracias a ti, por haber convertido mi pesadilla en una hermosa navidad. ¿Te gustó tu obsequio? - Él estalló en carcajadas.
- Oh si, amo mi nuevo peluche de zanahoria, lograste conocerme bien en poco tiempo pequeña... y creo que es hora de darte tu regalo.
- ¿Un regalo? ¿para mí? ¡Louis!
- Oye, no me regañes, quería hacerlo - tomó mis manos y me miró con ternura. - Mira hacia arriba.
Por un momento no entendí porque quería que haga eso, pero accedí, levanté mi vista y ahí comprendí todo, sobre muestras cabezas colgaba un gran pedazo de muérdago. Devolví mi mirada a la suya mientras mi sangre subía a mis mejillas.
- Feliz navidad _____.
- Feliz navidad Louis.
Él sonrió y yo igual, poco a poco se fue acercando a mi rostro y yo cerré lentamente mis ojos, de un momento a otro sentí una delicada presión sobre mis labios, la cuál amé por completo.
Cuando nos separamos, solo pudimos sonreír y abracé a Louis mientras ambos mirábamos la nieve que caía afuera.

ES HERMOSO,ME PARO PARA APLAUDIRTE -se para y aplaude- AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO A LOUIS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ME VUELVE LOCA!!!! Me mato lo del muerdago jajajjajajaja esta genial

Ayy estuvo genial lindaaa!♥