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Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
comento comento comento.
me a encantado el capitulo
me a encantado el capitulo
nina_pop
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Holaa!!
PRIMERO PERDON!!!! POR NO COMENTAR ANTES LOS CAPS!
PERO TE DIGO QUE LOS LEI TODOS Y
LOS A-M-E ASI DE BASTANTE
AWW KENDALL ES TAN ALKSDHLDL JAJA XD
SIGUELA CUANOD PUEDAS PLIS!
BESOS!
PRIMERO PERDON!!!! POR NO COMENTAR ANTES LOS CAPS!
PERO TE DIGO QUE LOS LEI TODOS Y
LOS A-M-E ASI DE BASTANTE
AWW KENDALL ES TAN ALKSDHLDL JAJA XD
SIGUELA CUANOD PUEDAS PLIS!
BESOS!
Daneiva S.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Holaaaa, tranqui, ya subo nuevos caps. Sñi, serán 2 capítulos<33nina_pop escribió:comento comento comento.
me a encantado el capitulo
Besoo :omg:
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Hola linda, tranquila :). Me alegro que te hayan gustado, sii el es un amorrrr. Ya la sigo:)dane zuñiga escribió:Holaa!!
PRIMERO PERDON!!!! POR NO COMENTAR ANTES LOS CAPS!
PERO TE DIGO QUE LOS LEI TODOS Y
LOS A-M-E ASI DE BASTANTE
AWW KENDALL ES TAN ALKSDHLDL JAJA XD
SIGUELA CUANOD PUEDAS PLIS!
BESOS!
Besoo :hug:
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Si demasiado! Podrían ser un peligro para la sociedad! oknnoo, ya la sigo linda<3mimi ..1D escribió:Jajaja están muy energéticos con todo eso que se tomaron :jojojo: síguela pronto pórfiss :ilusion:
Besos :bye:
bigtimerush.
Every second was worth it. {Kendal Schmidt y tú}
Cap7– Una noche inolvidable.
Narra Kendall. {Lunes, 15 de abril, 3:45 am. New York City}
–Muffinnnnnnnnnnnnnnnn loca, controla-late. –La regañé, riéndome como estúpido.
–Déjame en paz, unicornio volador. –Dijo riéndose y echando su cabeza para atrás.
–Muffin, los unicornios no vuelan ni hablan. –Afirmó Logan muy seguro, con nutella untada en toda la cara.
–Claro que sí, Loggie bear.
–Heeeeeeeeeeeeey, cálmense. ¿Quién quiere ir a la piscina de la sotea? –Propuso Carlos con labial de Ale regado por toda la cara.
– ¡Yo! –Muffin levanto su mano como niñita pequeña.
–Yo me apunto.
–Yo igggual. –Dije yo.
Todos salimos del apartamento, y subimos por el ascensor a la sotea, estaba completamente sola, eran las 3:51am. Ale y ___ se quitaron la ropa y quedaron en ropa interior, igual hicimos Logan, Carlos y yo. Todos nos agarramos las manos y nos colocamos en la punta de la piscina.
– ¡A la de 3 nos lanzamos! –Grito Muffin tambaleándose.
– ¡1! –Grito Logan.
– ¡2! –Grito Carlos.
– ¡Yyyyyyyyyyyyyyyyyy 3! –Finalizo Alexa.
Nos lanzamos y caímos unos arriba de otros. Sacamos las cabezas de la piscina, nos miramos y empezamos a reír como locos. Sin duda, esta sería una noche inolvidable. Jugamos, charlamos cosas estúpidas, ya saben, como que Spiderman no es una araña, entre otras cosas.
Después de salirnos de la piscina, nos sentamos en unas mesas que había ahí y de un momento a otro, ___ puso su cabeza en mis piernas y empezó a comentar estupideces.
–Que amiguito tan grande tienes. –Comento ___ riéndose apuntando hacia mi bóxer.
– ¡Sí! ¡Es gigantesco! Yo lo vi. –Dijo Logan, mirando como Muffin cerraba los ojos y sacaba la lengua.
– ¿Son gays? –Preguntó ___ riéndose, de nuevo.
– ¡Noooo! –Agregó Carlos. – Mira, te lo explicare. Todo paso un día de fiesta loca en que Kendall amaneció con una resaca increíble. Entonces como tomo éxtasis, estaba un poco inconsciente…
– ¿QUÉ? ¿QUÉ TU HICISTE QUÉ? –Me preguntó.
Carlos rio y siguió contando.
–No cupcake.
–Carlos si eres imbécil, es Muffin. –Corrigió Logan.
–Como sea, pastelito. Sigamos. Entonces Kendall estaba dormido en su cuarto, en su casa y cuando Logan llego y abrió la puerta… ¡Adivinen qué!
– ¡Se encontró en pleno acto de Kendall y una de su lista de zorras! –Respondió ___
– ¡No! Estaba durmiendo desnudo sobre la cama.
–Muffin se rio. – Igual, eso es lo que hace todos los fines de semana, acostarse con chicas y dejarlas.
–Ah, claro, claro. Como ella es la virginal Muffin, nadie la toca. ¡Como si fuera la gran cosa! –Dije, totalmente ebrio.
–Claro que es la gran cosa, pero chicos como tú, igual de mier***, no se dan cuenta de algo tan hermoso. –Dijo, pero ya se le había borrado la sonrisa de la cara. Ahora tenía las cejas casi unidas y sus labios eran un hermoso puchero.
–Ya quisieras tú que te llevara a mi cama. –Le guiñé el ojo.
–En tus sueños, Kendall. –Se levantó de mi regazo, se dio media vuelta, volteo la cabeza y miro hacia mí.
–___ te vas a caer, cuidado con la piscina… –Advirtió Logan, pero Muffin lo ignoro.
– ¿Sabes qué? Ni siquiera me gustan los rubios. –Gritó Muffin, todavía mirándome, pero cuando se dio la media vuelta ya estaba en la punta de la piscina y en un resbalo cayo adentro de ella.
–¡___! –Grité.
En ese instante, me olvide de que estaba ebrio y corrí tanto como pude, no me perdonaría si a ___ le pasaba algo.
Me metí en la piscina, como pude abrí los ojos y cuando me voltee para buscarla estaba casi tocando el suelo, nade hacia ella y la lleve a flote. Ella estaba tosiendo y expulsaba agua por su boca. Me preocupe mucho; sentía como mi pulso bajaba y subía. La saque de la piscina y la puse en el piso, mientras todos los demás miraban expectantes.
– ¡¿Qué hago?! –Pregunté, gritando.
– ¡Salven a Muffin! –Grito Alexa.
–Eh-eh, ya se. ¡Respiración boca a boca! ¡RCP1! –Sugirió Logan.
Tome su cabeza entre mis manos, y lleve mi boca a sus labios, para darle respiración boca a boca. Su respiración olía a alcohol, pero aun así no era inmune a su inocencia y dulzura. Le hice RCP1 como 3 veces más, mientras ella seguía expulsando agua; cuando iba por la cuarta vez, ella abrió sus ojos y al verme, su cara paso de confusión a alegría.
– ¿Qué me paso? –Preguntó ___ aturdida.
–Te caíste, cariño. Pero ya paso, estoy aquí. –La abracé.
– ¡Oiiiiiiiiiiiiigan chicos! –Dijo Ale temblando del frío.
–Dime preciosa. –Respondió Carlos.
–Ya es hora de irnos, tengo demasiaaaado frío y Muffin tiene que dormir.
–Lo mismo digo, Ale. –Dije y voltee a ver a Logan, este tenía una gran sonrisa tonta pintada en su rostro.
Tome a ___ en mis brazos, y me la lleve al ascensor. Tenía los parpados cerrados y se sujetaba de mí con mucha fuerza. Llegamos al 3J. ___ Y yo teníamos que dormir en el cuarto de huéspedes. Pensaba quitarle toda la ropa, y dejarla en ropa interior. Deje a Muffin en la cama, y con mucho cuidado me separe de ella, para ir a cambiarme.
–Kendall… prometiste no dejarme sola, quédate. –Susurro.
–Está bien.
Me quite la ropa y quede en bóxers, luego ella ya estaba sentada quitándose la ropa. Tenía un cuerpo muy lindo, ni flaca, ni gordita, digamos que… normal. Me recosté al lado de ella y ella rápidamente se dio la vuelta y me abrazo muy fuerte, como cuando la tenía en brazos, yo le correspondí el abrazo. ___ pasó su pierna en mi entrepierna. Estaba ligeramente excitado, por lo que pedí que no se diera cuenta, pero en vez de eso, ajusto su pierna más a la mía. Y en un cerrar de ojos, ya estábamos dormidos.
{Lunes, 15 de abril, 3:00pm. New York City}
Me desperté por los ligeros ronquidos de Muffin. Al abrir los ojos la encontré todavía abrazada a mí, con su cabeza en mi pecho, pero no quito la pierna y esbocé una sonrisa. Ella se volteo y me miro con una sonrisa esplendida.
–Buenos días, cariño. –Saludó ___.
–Buenos días, hermosa. ¿Te acuerdas de algo de lo que paso ayer…?
–Sí, recuerdo pequeñas escenas de la fiesta. También sé que tú me sacaste del agua y me trajiste aquí. –Dijo y se ruborizo un poco.
–Me pediste que me quedara, así que lo hice. Aunque admito que me encanto dormir contigo aquí.
–A mi igual. –Dijo y le dio un beso a mi nariz. –Ahora, debemos cambiarnos y retomar nuestras vidas normales.
–Pero yo quiero quedarme contigo… –Susurré. Y por mala suerte, me escuchó.
–Yo también, créelo. Pero, ¿no tienes que ir al instituto mañana? –Inquirió.
–Sí, tienes razón. Voy a planear, para que salgamos juntos de nuevo, ¿sí? Además, me debes otra noche para contarme lo que te pedí.
–Sí, cierto. Podría ser mañana, nos vemos en tu casa a las 6. Aprovechamos y vemos una película, ¿te parece? Pero no de terror, por favor. –Pidió con un puchero.
–Está bien, una de terror. –Ella rio y negó con la cabeza. –Debemos irnos primor.
–Está bien, ¡pido el baño! –Dijo y salió corriendo hacia el baño, se paró en el umbral y me lanzo un tierno beso. Seguido, cerró la puerta y sonreí como nunca.
Me levante de la cama, me vestí y salí antes de que ___ saliera del baño.
Baje las escaleras y me dirigí hacia la cocina, quizás los chicos estuviesen ahí. Traspase el umbral de la puerta pero no había nadie. Pero, había una nota de color rosa pegada al refrigerador. La tome y me dispuse a leerla.
“Hola, ___ o Kendall. Sentimos no estar con ustedes en el desayuno. Logan se fue temprano y tuve que llevar a Alexa a su casa. Espero y nos volvamos a ver pronto, ¡me encanto la fiesta de anoche!
Pd1: ¿Muffin te sientes bien? ¿Cómo estás? Llámame si necesitas algo, nos vemos en el instituto mañana. Muchos besitos para ambos. Alexa.
Pd2; Creo que en el refrigerador hay comida, pero les aconsejaría ir a desayunar a otra parte. Carlitos.
By; Carlos y Ale”.
Tome la nota y me la metí en el bolsillo. Tenía que irme rápido de esta casa si no quería que me hiciera cambiar de opinión.
– ¡Hasta luego ___! –Grite y cerré la puerta.
Sabía perfectamente que estaba cometiendo un error garrafal, no podía enamorarme de ___, no podía. Debía hacer algo para impedirlo.
Tome las llaves de mi auto, baje el ascensor, y llegue al estacionamiento. Tome mis lentes de sol de la guantera y me los puse.
–Kendall Schmidt ha regresado. –Expresé alegre.
Por fin tendría una oportunidad de olvidar a ___ en un segundo. Ya sabía cómo hacerlo y no sería demasiado difícil. Un par de palabras bonitas, una cama y listo.
Encendí el auto y fui a desayunar, bueno, a almorzar, a un café que quedaba en el centro comercial. Tenía hambre. Finalmente llegue al C.C. Estacione el auto en el estacionamiento, me baje y entre al gigante centro comercial, me metí a un café, busque una mesa cerca de la ventana, porque me gustaba la vista, y revise el menú.
– ¿Desea algo señor? –Pregunto cordialmente el mesero.
–Si, 2 pastelitos rellenos de queso crema y espinacas, un jugo natural de naranja y un frapuccino cargado. –Le dije.
–En un segundo. –Y sin más, se fue.
Espere como 10 minutos y apareció el mesero con mi pedido. Almorcé, pague la cuenta y me fui hacia mi casa de nuevo.
--
Entre a mi casa, y encontré a mama en la cocina, seguro estaba haciendo la cena.
–Hola, mamá. –Salude y fui a darle un beso en la mejilla
–Hola, hijo. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
–Muy bien, ayer estaba con los chicos, siento no haber venido. –Me disculpe.
–Tranquilo, si tú eres feliz, yo también. Además vino a acompañarme Kelly, así que no estuve sola.
–Me alegro mucho.
Pensé en mencionarle lo de ___, que quizás me gustaba. Pero decidí que debía hacerlo cuando estuviera preparado, 100 por ciento seguro de que era así y asegurarme que no podía hacer nada para impedirlo.
Hable un poco con mama, me conto que hizo estos últimos 2 días, también me conto que conoció a un amigo nuevo, “Alejandro”. En fin, tenía sueño así que decidí irme a dormir.
–Hey, mama. Me voy a dormir, mañana tengo instituto y no quiero perder un día más. –Avisé.
–Está bien. Buenas noches.
–Igual mami.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Una vez adentro, parecía un desastre así que decidí ordenarla. Termine de ordenar y me acorde de guardar la nota de Carlos y Ale. La guarde en mi armario, en una caja donde tenía recuerdos de mi familia, infancia, amigos, etc. Revise los libros del instituto a ver si tenía alguna tarea, pero nada. Ya me pondría al día con Austin. Austin es mi amigos desde hace 2 años, aunque no somos tan pegados como Carlos, Logan y yo, nos llevamos bien y de vez en cuando salimos. Me di una ducha rápida, me quite la ropa, hasta quedar en ropa interior, y decidí irme a dormir.
--
{Martes, 16 de abril, 7:15 am. New York City}
Llegué al instituto, aparque el auto en el estacionamiento y salí para un nuevo día de conquista. Camine por los pasillos, buscando a una nueva chica. Hasta que vi a una nueva integrante del grupo de Trisha. Alta, cuerpo esbelto, labios pintados de rojo, y castaña. Me acerque a ellas, y me presente.
–Hola preciosas. –Dije con mi voz tentadora.
– ¿Qué tal, Kendall? –Saludo Trisha.
–Todo bien, Trish. ¿Y tú eres…?
–Oh, lo siento. Mi nombre es Cassey, un placer. –Se presentó y me tendió la mano.
–El placer es mío, hermosa. –Dije tomándole la mano y llevándomela a mis labios para depositar un beso.
– ¿Tienes planes para ya? Podemos ir al campus y charlar un rato. –Propuso.
–Claro, sin problemas.
– ¿Vamos? –Sonrió y me tomo la mano.
–Hasta luego, Trish, chicas. –Me despedí.
Nos dimos la vuelta y nos fuimos hacia el campus.
–Déjame en paz, unicornio volador. –Dijo riéndose y echando su cabeza para atrás.
–Muffin, los unicornios no vuelan ni hablan. –Afirmó Logan muy seguro, con nutella untada en toda la cara.
–Claro que sí, Loggie bear.
–Heeeeeeeeeeeeey, cálmense. ¿Quién quiere ir a la piscina de la sotea? –Propuso Carlos con labial de Ale regado por toda la cara.
– ¡Yo! –Muffin levanto su mano como niñita pequeña.
–Yo me apunto.
–Yo igggual. –Dije yo.
Todos salimos del apartamento, y subimos por el ascensor a la sotea, estaba completamente sola, eran las 3:51am. Ale y ___ se quitaron la ropa y quedaron en ropa interior, igual hicimos Logan, Carlos y yo. Todos nos agarramos las manos y nos colocamos en la punta de la piscina.
– ¡A la de 3 nos lanzamos! –Grito Muffin tambaleándose.
– ¡1! –Grito Logan.
– ¡2! –Grito Carlos.
– ¡Yyyyyyyyyyyyyyyyyy 3! –Finalizo Alexa.
Nos lanzamos y caímos unos arriba de otros. Sacamos las cabezas de la piscina, nos miramos y empezamos a reír como locos. Sin duda, esta sería una noche inolvidable. Jugamos, charlamos cosas estúpidas, ya saben, como que Spiderman no es una araña, entre otras cosas.
Después de salirnos de la piscina, nos sentamos en unas mesas que había ahí y de un momento a otro, ___ puso su cabeza en mis piernas y empezó a comentar estupideces.
–Que amiguito tan grande tienes. –Comento ___ riéndose apuntando hacia mi bóxer.
– ¡Sí! ¡Es gigantesco! Yo lo vi. –Dijo Logan, mirando como Muffin cerraba los ojos y sacaba la lengua.
– ¿Son gays? –Preguntó ___ riéndose, de nuevo.
– ¡Noooo! –Agregó Carlos. – Mira, te lo explicare. Todo paso un día de fiesta loca en que Kendall amaneció con una resaca increíble. Entonces como tomo éxtasis, estaba un poco inconsciente…
– ¿QUÉ? ¿QUÉ TU HICISTE QUÉ? –Me preguntó.
Carlos rio y siguió contando.
–No cupcake.
–Carlos si eres imbécil, es Muffin. –Corrigió Logan.
–Como sea, pastelito. Sigamos. Entonces Kendall estaba dormido en su cuarto, en su casa y cuando Logan llego y abrió la puerta… ¡Adivinen qué!
– ¡Se encontró en pleno acto de Kendall y una de su lista de zorras! –Respondió ___
– ¡No! Estaba durmiendo desnudo sobre la cama.
–Muffin se rio. – Igual, eso es lo que hace todos los fines de semana, acostarse con chicas y dejarlas.
–Ah, claro, claro. Como ella es la virginal Muffin, nadie la toca. ¡Como si fuera la gran cosa! –Dije, totalmente ebrio.
–Claro que es la gran cosa, pero chicos como tú, igual de mier***, no se dan cuenta de algo tan hermoso. –Dijo, pero ya se le había borrado la sonrisa de la cara. Ahora tenía las cejas casi unidas y sus labios eran un hermoso puchero.
–Ya quisieras tú que te llevara a mi cama. –Le guiñé el ojo.
–En tus sueños, Kendall. –Se levantó de mi regazo, se dio media vuelta, volteo la cabeza y miro hacia mí.
–___ te vas a caer, cuidado con la piscina… –Advirtió Logan, pero Muffin lo ignoro.
– ¿Sabes qué? Ni siquiera me gustan los rubios. –Gritó Muffin, todavía mirándome, pero cuando se dio la media vuelta ya estaba en la punta de la piscina y en un resbalo cayo adentro de ella.
–¡___! –Grité.
En ese instante, me olvide de que estaba ebrio y corrí tanto como pude, no me perdonaría si a ___ le pasaba algo.
Me metí en la piscina, como pude abrí los ojos y cuando me voltee para buscarla estaba casi tocando el suelo, nade hacia ella y la lleve a flote. Ella estaba tosiendo y expulsaba agua por su boca. Me preocupe mucho; sentía como mi pulso bajaba y subía. La saque de la piscina y la puse en el piso, mientras todos los demás miraban expectantes.
– ¡¿Qué hago?! –Pregunté, gritando.
– ¡Salven a Muffin! –Grito Alexa.
–Eh-eh, ya se. ¡Respiración boca a boca! ¡RCP1! –Sugirió Logan.
Tome su cabeza entre mis manos, y lleve mi boca a sus labios, para darle respiración boca a boca. Su respiración olía a alcohol, pero aun así no era inmune a su inocencia y dulzura. Le hice RCP1 como 3 veces más, mientras ella seguía expulsando agua; cuando iba por la cuarta vez, ella abrió sus ojos y al verme, su cara paso de confusión a alegría.
– ¿Qué me paso? –Preguntó ___ aturdida.
–Te caíste, cariño. Pero ya paso, estoy aquí. –La abracé.
– ¡Oiiiiiiiiiiiiigan chicos! –Dijo Ale temblando del frío.
–Dime preciosa. –Respondió Carlos.
–Ya es hora de irnos, tengo demasiaaaado frío y Muffin tiene que dormir.
–Lo mismo digo, Ale. –Dije y voltee a ver a Logan, este tenía una gran sonrisa tonta pintada en su rostro.
Tome a ___ en mis brazos, y me la lleve al ascensor. Tenía los parpados cerrados y se sujetaba de mí con mucha fuerza. Llegamos al 3J. ___ Y yo teníamos que dormir en el cuarto de huéspedes. Pensaba quitarle toda la ropa, y dejarla en ropa interior. Deje a Muffin en la cama, y con mucho cuidado me separe de ella, para ir a cambiarme.
–Kendall… prometiste no dejarme sola, quédate. –Susurro.
–Está bien.
Me quite la ropa y quede en bóxers, luego ella ya estaba sentada quitándose la ropa. Tenía un cuerpo muy lindo, ni flaca, ni gordita, digamos que… normal. Me recosté al lado de ella y ella rápidamente se dio la vuelta y me abrazo muy fuerte, como cuando la tenía en brazos, yo le correspondí el abrazo. ___ pasó su pierna en mi entrepierna. Estaba ligeramente excitado, por lo que pedí que no se diera cuenta, pero en vez de eso, ajusto su pierna más a la mía. Y en un cerrar de ojos, ya estábamos dormidos.
{Lunes, 15 de abril, 3:00pm. New York City}
Me desperté por los ligeros ronquidos de Muffin. Al abrir los ojos la encontré todavía abrazada a mí, con su cabeza en mi pecho, pero no quito la pierna y esbocé una sonrisa. Ella se volteo y me miro con una sonrisa esplendida.
–Buenos días, cariño. –Saludó ___.
–Buenos días, hermosa. ¿Te acuerdas de algo de lo que paso ayer…?
–Sí, recuerdo pequeñas escenas de la fiesta. También sé que tú me sacaste del agua y me trajiste aquí. –Dijo y se ruborizo un poco.
–Me pediste que me quedara, así que lo hice. Aunque admito que me encanto dormir contigo aquí.
–A mi igual. –Dijo y le dio un beso a mi nariz. –Ahora, debemos cambiarnos y retomar nuestras vidas normales.
–Pero yo quiero quedarme contigo… –Susurré. Y por mala suerte, me escuchó.
–Yo también, créelo. Pero, ¿no tienes que ir al instituto mañana? –Inquirió.
–Sí, tienes razón. Voy a planear, para que salgamos juntos de nuevo, ¿sí? Además, me debes otra noche para contarme lo que te pedí.
–Sí, cierto. Podría ser mañana, nos vemos en tu casa a las 6. Aprovechamos y vemos una película, ¿te parece? Pero no de terror, por favor. –Pidió con un puchero.
–Está bien, una de terror. –Ella rio y negó con la cabeza. –Debemos irnos primor.
–Está bien, ¡pido el baño! –Dijo y salió corriendo hacia el baño, se paró en el umbral y me lanzo un tierno beso. Seguido, cerró la puerta y sonreí como nunca.
Me levante de la cama, me vestí y salí antes de que ___ saliera del baño.
Baje las escaleras y me dirigí hacia la cocina, quizás los chicos estuviesen ahí. Traspase el umbral de la puerta pero no había nadie. Pero, había una nota de color rosa pegada al refrigerador. La tome y me dispuse a leerla.
“Hola, ___ o Kendall. Sentimos no estar con ustedes en el desayuno. Logan se fue temprano y tuve que llevar a Alexa a su casa. Espero y nos volvamos a ver pronto, ¡me encanto la fiesta de anoche!
Pd1: ¿Muffin te sientes bien? ¿Cómo estás? Llámame si necesitas algo, nos vemos en el instituto mañana. Muchos besitos para ambos. Alexa.
Pd2; Creo que en el refrigerador hay comida, pero les aconsejaría ir a desayunar a otra parte. Carlitos.
By; Carlos y Ale”.
Tome la nota y me la metí en el bolsillo. Tenía que irme rápido de esta casa si no quería que me hiciera cambiar de opinión.
– ¡Hasta luego ___! –Grite y cerré la puerta.
Sabía perfectamente que estaba cometiendo un error garrafal, no podía enamorarme de ___, no podía. Debía hacer algo para impedirlo.
Tome las llaves de mi auto, baje el ascensor, y llegue al estacionamiento. Tome mis lentes de sol de la guantera y me los puse.
–Kendall Schmidt ha regresado. –Expresé alegre.
Por fin tendría una oportunidad de olvidar a ___ en un segundo. Ya sabía cómo hacerlo y no sería demasiado difícil. Un par de palabras bonitas, una cama y listo.
Encendí el auto y fui a desayunar, bueno, a almorzar, a un café que quedaba en el centro comercial. Tenía hambre. Finalmente llegue al C.C. Estacione el auto en el estacionamiento, me baje y entre al gigante centro comercial, me metí a un café, busque una mesa cerca de la ventana, porque me gustaba la vista, y revise el menú.
– ¿Desea algo señor? –Pregunto cordialmente el mesero.
–Si, 2 pastelitos rellenos de queso crema y espinacas, un jugo natural de naranja y un frapuccino cargado. –Le dije.
–En un segundo. –Y sin más, se fue.
Espere como 10 minutos y apareció el mesero con mi pedido. Almorcé, pague la cuenta y me fui hacia mi casa de nuevo.
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Entre a mi casa, y encontré a mama en la cocina, seguro estaba haciendo la cena.
–Hola, mamá. –Salude y fui a darle un beso en la mejilla
–Hola, hijo. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
–Muy bien, ayer estaba con los chicos, siento no haber venido. –Me disculpe.
–Tranquilo, si tú eres feliz, yo también. Además vino a acompañarme Kelly, así que no estuve sola.
–Me alegro mucho.
Pensé en mencionarle lo de ___, que quizás me gustaba. Pero decidí que debía hacerlo cuando estuviera preparado, 100 por ciento seguro de que era así y asegurarme que no podía hacer nada para impedirlo.
Hable un poco con mama, me conto que hizo estos últimos 2 días, también me conto que conoció a un amigo nuevo, “Alejandro”. En fin, tenía sueño así que decidí irme a dormir.
–Hey, mama. Me voy a dormir, mañana tengo instituto y no quiero perder un día más. –Avisé.
–Está bien. Buenas noches.
–Igual mami.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Una vez adentro, parecía un desastre así que decidí ordenarla. Termine de ordenar y me acorde de guardar la nota de Carlos y Ale. La guarde en mi armario, en una caja donde tenía recuerdos de mi familia, infancia, amigos, etc. Revise los libros del instituto a ver si tenía alguna tarea, pero nada. Ya me pondría al día con Austin. Austin es mi amigos desde hace 2 años, aunque no somos tan pegados como Carlos, Logan y yo, nos llevamos bien y de vez en cuando salimos. Me di una ducha rápida, me quite la ropa, hasta quedar en ropa interior, y decidí irme a dormir.
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{Martes, 16 de abril, 7:15 am. New York City}
Llegué al instituto, aparque el auto en el estacionamiento y salí para un nuevo día de conquista. Camine por los pasillos, buscando a una nueva chica. Hasta que vi a una nueva integrante del grupo de Trisha. Alta, cuerpo esbelto, labios pintados de rojo, y castaña. Me acerque a ellas, y me presente.
–Hola preciosas. –Dije con mi voz tentadora.
– ¿Qué tal, Kendall? –Saludo Trisha.
–Todo bien, Trish. ¿Y tú eres…?
–Oh, lo siento. Mi nombre es Cassey, un placer. –Se presentó y me tendió la mano.
–El placer es mío, hermosa. –Dije tomándole la mano y llevándomela a mis labios para depositar un beso.
– ¿Tienes planes para ya? Podemos ir al campus y charlar un rato. –Propuso.
–Claro, sin problemas.
– ¿Vamos? –Sonrió y me tomo la mano.
–Hasta luego, Trish, chicas. –Me despedí.
Nos dimos la vuelta y nos fuimos hacia el campus.
Cap8– Decepciones y arrepentimientos.
Narra Muffin. {Martes, 16 de abril, 7:30am. New York City}
Hace unas horas la coordinación de mi instituto había enviado un e-mail notificando que por 2 semanas no iban a haber clases debido a una remodelación. Por suerte no nos habían enviado la tarea porque estábamos adelantados. Dentro de unos meses sería nuestra graduación. Baje las escaleras y como no vi a mi mama, ni a mi papa supuse que estarían ya en el trabajo. A veces odiaba que me dejaran sola todo el tiempo, pero, por otra parte siempre me daban la libertad de que hacer, siempre y cuando, siga sus órdenes. Desayune tostadas con mermelada, café y un poco de jugo de naranjas. En eso, suena mi teléfono indicando un nuevo mensaje. Lo tome y leí el mensaje, era de mi prima Samantha.
“Hey my bad girl. ¿Como estás? ¿Oistes la buena nueva? ¡No hay clases por 2 semanas! Tengo que ir a mi viejo instituto a buscar mi carta de buena conducta, necesito que me acompañes. ¿Estarás disponible para tu hermosa prima? Xoxo, SB”.
Decidí ir, no tenía nada que hacer, por lo que, iba a acompañarla.
Claro que sí. No tengo nada que hacer, será divertido. ¿Me pasas buscando? Dentro de 20 minutos por favor, quiero terminar de desayunar y arreglarme. Kkkk, ___.
En lo que termine de desayunar, subí a mi habitación y me vestí. Cepille mis dientes y mi cabello, tome mi bolso e introduje un libro que estaba leyendo “Cumbres Borrascosas”. No me maquille porque odiaba hacerlo y salí corriendo bajando las escaleras. Por suerte no me caí, porque, se podía decir que tenía 2 pies izquierdos. Salí hacia el porche, a esperar a Samantha. De repente oí la corneta de un auto y vi el Mercedes de mi prima.
– ¿Qué tal, Sam? –Salude y le di un beso en la mejilla.
–Todo bien, ___. ¿Y tú? –Preguntó.
–Mejor que nunca. –Respondí.
Sam encendió el auto y arranco. Como en 10 minutos, ya estábamos en un instituto que se llamaba “Rishway”. Llegamos y aparco su auto en un lugar que decía “Visitantes”. Nos bajamos y nos fuimos directo a la administración del lugar. Sinceramente era un instituto mi lindo y había un enorme campus ahí. También había unos chicos muy guapos, en verdad. En fin, llegamos a una oficina, donde una señora mayor estaba detrás del escritorio que decía: Administradora.
–Oye, ___. Si quieres puedes ir a caminar, esto tardara un poco. –Sugirió Sam.
–Está bien, me avisas cuando termines el papeleo. –Ella asintió y yo salí de ahí.
Camine hasta encontrarme en el enorme campus del instituto. Debía buscar un lugar tranquilo para leer mi libro. Cuando ladee la cabeza vi un árbol, que me brindaría sombra y tranquilidad. Camine hacia a él, puse la mochila en el suelo, y me senté en el pasto. Pero, antes de empezar a leer mi libro, una voz familiar se hizo presente a unos pocos kilómetros de ahí.
–Eres el cuarto chico que me dice eso hoy, ¿sabes? –Dijo riendo la voz de una chica, irreconocible.
– ¿Y cómo les fue a los otros? –Preguntó el chico, con voz seductora.
–No tan bien como te esta yendo a ti, cariño. –Respondió sutilmente aquella fulana.
–Eso es genial. ¿Qué dices si salimos mañana? –Pregunto… ¿KENDALL?
–Perfecto, Kendall. –Respondió la chica y al cabo de unos segundos, ya no se oía nada.
Me voltee y vi a una chica castaña besarse, no esperen, ¿besarse? Esa chica tenía la lengua casi en la garganta de Kendall. No podía creer lo que estaba viendo; sentí que algo se rompió dentro de mí. Una decepción muy grande y un dolor inmenso se desarrollaron en mí. También estaba enojada con ese mujeriego de mierda. Tome mis cosas y salí corriendo a todo lo que se me daba, quería salir de ahí cuanto antes, no me quedaría a ver como Kendall se llevaba a otra zorra a su cama. Pase por al lado de los 2, tratando de tragarme las lágrimas.
Narra Kendall.
Cassey era una chica hermosa, pero nada comparado a mi ___. Estuvimos ligando un rato, y después ella me beso; ¡que atrevida! Pero, por supuesto, yo le devolví el beso. Nuestras lenguas desataron una pelea en la que ninguna de las 2 se iba a dar por vencida. Cuando estábamos a mitad del beso, una chica paso corriendo por al lado de nosotros e inmediatamente reconocí que era ___. ¿Qué hacia ella aquí? Ahora sí que arruine todo. Maldita sea. Me separe de Cassey y fui corriendo tratando de perseguir a aquella linda chica. Ella me dijo algo, pero no alcancé a escucharlo. Simplemente corrí y corrí, hasta que vi a Muffin sentada en un árbol, abrazándose a sí misma y llorando con la cara tapada. Me destruyo verla así, y me dolió aún más que solo haya sido por mi culpa, por culpa de un deseo irracional.
–___, cariño. ¿Qué te pasa…? –Susurre, sentándome a su lado.
–Eres un maldito imbécil, Kendall. –Dijo con voz dura y a la vez enojada. –Espero y te hayas divertido con la zorra aquella.
–___, déjame explicarte, escúchame… –Pedí con voz dolida.
– ¿¡Que te escuche?! ¿Cómo mierda me vas a pedir eso? ¡Después de lo que hiciste no te mereces ni que te hable! –Gritó, aun con voz débil. – Ya es tarde y no puedes hacer nada. No puedes pedirme que te escuche cuando tú me lastimaste tanto. Tu solo perdiste las oportunidades. Crees que solo porque tu novia se murió puedes justificar comportarte de esa manera, pero no es así. Ninguna excusa lo justifica, jugar con los sentimientos de una persona es de personas que ni siquiera pueden llamarse hombres. Y me vale mierda todo lo que me digas, porque de ninguna manera te creeré. –Recriminó con la voz baja, pero a la vez dura.
– ¡El amor de mi vida se murió hace 4 años! ¡Desde hace 4 malditos años cambié! ¡Ya no soy el mismo niño idiota que se comportaba como un príncipe, tú no sabes nada! ¡No tienes ni idea del infierno por el que pase; y por si no lo sabias también se murió mi mejor amigo Dustin! –Dije con la voz dolida, y con las lágrimas resbalando por mi mejilla.
– ¿Y qué crees tú? ¿Qué la gente no tiene problemas más graves que eso? ¡Te equivocas Schmidt! Tú no sabes por lo que yo pase, no tienes idea… –Dijo, llorando también.
–Yo soy lo que sor miedo, ___, como un método para olvidarme de Jo, no sabes lo duro que es para mí sobrevivir sin ninguna persona que me ame como alguna vez yo ame a Jo. Y ahora que llegas tú, mi vida cambio, pero no puedo permitirme cambiar a mí también. No debo volver a caer…
–Kendall, las cosas pasan por algo y solo Dios sabes el propósito de ellas. Por algo Ale tuvo el accidente, por alguna razón nos conocimos, ¿no crees? Yo estoy aquí contigo y nunca me iré, ¿está bien? Me tienes a mí, y estoy segura de que yo te amare incluso más que Jo, lo juro. –Dijo y me dio un abrazo.
Yo aún estaba llorando y ella también lo hacía.
–Te quiero, ___. Y te prometo cambiar, solo por ti. Nunca me dejes. –Dije en su hombro, plantándole un beso en él.
–Yo también te quiero, Kendall. Te prometo que nunca te dejaré. –Prometió y se separó de mí, cuando quedamos a pocos centímetros, decidí besarla.
El beso fue muy lento y nuestras lágrimas se mezclaron, entre sí. Fue un beso que nunca había experimentado, era cálido, tierno y con una pasión que se hacía visible. Separamos nuestros labios y nuestras frentes se juntaron.
–Te quiero –Dijo ___ mirándome a los ojos.
–Yo te quiero aún más. –Respondí y bese su frente.
Nos levantamos del césped, y nos tomamos de las manos.
Narra Muffin.
Cuando estaba caminando por el campus con Kendall, me llego un mensaje de Sam.
“Cariño, ya termine. Te veo en mi auto.”
–Me tengo que ir, Kendall. Mi prima está esperándome en el auto.
–No, por favor no te vayas, quédate conmigo. Vamos y te quedas en mi casa. –Propuso con voz dulce.
–Está bien, pero primero debes conocer a mi prima, ¿sí? Te encantara. –Propuse con una sonrisa.
–Lo que desees. –Le sonreí y nos fuimos hacia el estacionamiento de visitantes.
Llegamos y Sam estaba casi durmiéndose en el asiento del piloto. Me causo mucha ternura verla así.
–Sam, quiero presentarte a alguien. –Dije y abrió los ojos de golpe, luego sonrió.
– ¿Quién es el encantador muchacho, eh? –Pregunto levantando una de sus cejas.
–Eh-eh, es un…
–Amigo, su mejor amigo. –Termino la frase Kendall y me sonrió.
–Mucho gusto, ¿Cuál es tu nombre? –Dijo tendiéndole la mano a Kendall.
–El gusto es mío, Kendall, ¿y tú? –Se presentó y estrecharon sus manos.
–Samantha. ___ ¿te vienes conmigo o…? –Dijo Sam mirándome ahora a mí.
–Me voy con Kendall, ¿puedo? –Dije haciendo pucheros.
–Claro que sí, nena. Yo les aviso a tus papas, así aprovecho y saludo a la tía Kim. –Nos sonrió.
–Gracias, Sam. Eres la mejor. –Dijo y le lance un beso en el aire.
–Lo sé, nos vemos Kendall, un gusto. Espero volverlos a ver pronto. Saludos a Carlos y a Alexa. –Se despidió con la mano y se puso en marcha hacia mi casa.
–Me agrado tu prima, quizás algún día pueda presentársela a uno de mis amigos, Ed Sheeran. –Dijo y me guiñó un ojo.
– ¿Conoces a Ed Sheeran? ¡No puede ser! –Grito emocionada.
–Sí, lo conozco. Lo conocí en un viaje que hice a Inglaterra, me aviso que vendría cuando termine su gira.
–Perfecto. –Me mostro una de sus sonrisas más hermosas.
– ¿Nos vamos preciosa?
–Claro, cariño.
“Hey my bad girl. ¿Como estás? ¿Oistes la buena nueva? ¡No hay clases por 2 semanas! Tengo que ir a mi viejo instituto a buscar mi carta de buena conducta, necesito que me acompañes. ¿Estarás disponible para tu hermosa prima? Xoxo, SB”.
Decidí ir, no tenía nada que hacer, por lo que, iba a acompañarla.
Claro que sí. No tengo nada que hacer, será divertido. ¿Me pasas buscando? Dentro de 20 minutos por favor, quiero terminar de desayunar y arreglarme. Kkkk, ___.
En lo que termine de desayunar, subí a mi habitación y me vestí. Cepille mis dientes y mi cabello, tome mi bolso e introduje un libro que estaba leyendo “Cumbres Borrascosas”. No me maquille porque odiaba hacerlo y salí corriendo bajando las escaleras. Por suerte no me caí, porque, se podía decir que tenía 2 pies izquierdos. Salí hacia el porche, a esperar a Samantha. De repente oí la corneta de un auto y vi el Mercedes de mi prima.
– ¿Qué tal, Sam? –Salude y le di un beso en la mejilla.
–Todo bien, ___. ¿Y tú? –Preguntó.
–Mejor que nunca. –Respondí.
Sam encendió el auto y arranco. Como en 10 minutos, ya estábamos en un instituto que se llamaba “Rishway”. Llegamos y aparco su auto en un lugar que decía “Visitantes”. Nos bajamos y nos fuimos directo a la administración del lugar. Sinceramente era un instituto mi lindo y había un enorme campus ahí. También había unos chicos muy guapos, en verdad. En fin, llegamos a una oficina, donde una señora mayor estaba detrás del escritorio que decía: Administradora.
–Oye, ___. Si quieres puedes ir a caminar, esto tardara un poco. –Sugirió Sam.
–Está bien, me avisas cuando termines el papeleo. –Ella asintió y yo salí de ahí.
Camine hasta encontrarme en el enorme campus del instituto. Debía buscar un lugar tranquilo para leer mi libro. Cuando ladee la cabeza vi un árbol, que me brindaría sombra y tranquilidad. Camine hacia a él, puse la mochila en el suelo, y me senté en el pasto. Pero, antes de empezar a leer mi libro, una voz familiar se hizo presente a unos pocos kilómetros de ahí.
–Eres el cuarto chico que me dice eso hoy, ¿sabes? –Dijo riendo la voz de una chica, irreconocible.
– ¿Y cómo les fue a los otros? –Preguntó el chico, con voz seductora.
–No tan bien como te esta yendo a ti, cariño. –Respondió sutilmente aquella fulana.
–Eso es genial. ¿Qué dices si salimos mañana? –Pregunto… ¿KENDALL?
–Perfecto, Kendall. –Respondió la chica y al cabo de unos segundos, ya no se oía nada.
Me voltee y vi a una chica castaña besarse, no esperen, ¿besarse? Esa chica tenía la lengua casi en la garganta de Kendall. No podía creer lo que estaba viendo; sentí que algo se rompió dentro de mí. Una decepción muy grande y un dolor inmenso se desarrollaron en mí. También estaba enojada con ese mujeriego de mierda. Tome mis cosas y salí corriendo a todo lo que se me daba, quería salir de ahí cuanto antes, no me quedaría a ver como Kendall se llevaba a otra zorra a su cama. Pase por al lado de los 2, tratando de tragarme las lágrimas.
Narra Kendall.
Cassey era una chica hermosa, pero nada comparado a mi ___. Estuvimos ligando un rato, y después ella me beso; ¡que atrevida! Pero, por supuesto, yo le devolví el beso. Nuestras lenguas desataron una pelea en la que ninguna de las 2 se iba a dar por vencida. Cuando estábamos a mitad del beso, una chica paso corriendo por al lado de nosotros e inmediatamente reconocí que era ___. ¿Qué hacia ella aquí? Ahora sí que arruine todo. Maldita sea. Me separe de Cassey y fui corriendo tratando de perseguir a aquella linda chica. Ella me dijo algo, pero no alcancé a escucharlo. Simplemente corrí y corrí, hasta que vi a Muffin sentada en un árbol, abrazándose a sí misma y llorando con la cara tapada. Me destruyo verla así, y me dolió aún más que solo haya sido por mi culpa, por culpa de un deseo irracional.
–___, cariño. ¿Qué te pasa…? –Susurre, sentándome a su lado.
–Eres un maldito imbécil, Kendall. –Dijo con voz dura y a la vez enojada. –Espero y te hayas divertido con la zorra aquella.
–___, déjame explicarte, escúchame… –Pedí con voz dolida.
– ¿¡Que te escuche?! ¿Cómo mierda me vas a pedir eso? ¡Después de lo que hiciste no te mereces ni que te hable! –Gritó, aun con voz débil. – Ya es tarde y no puedes hacer nada. No puedes pedirme que te escuche cuando tú me lastimaste tanto. Tu solo perdiste las oportunidades. Crees que solo porque tu novia se murió puedes justificar comportarte de esa manera, pero no es así. Ninguna excusa lo justifica, jugar con los sentimientos de una persona es de personas que ni siquiera pueden llamarse hombres. Y me vale mierda todo lo que me digas, porque de ninguna manera te creeré. –Recriminó con la voz baja, pero a la vez dura.
– ¡El amor de mi vida se murió hace 4 años! ¡Desde hace 4 malditos años cambié! ¡Ya no soy el mismo niño idiota que se comportaba como un príncipe, tú no sabes nada! ¡No tienes ni idea del infierno por el que pase; y por si no lo sabias también se murió mi mejor amigo Dustin! –Dije con la voz dolida, y con las lágrimas resbalando por mi mejilla.
– ¿Y qué crees tú? ¿Qué la gente no tiene problemas más graves que eso? ¡Te equivocas Schmidt! Tú no sabes por lo que yo pase, no tienes idea… –Dijo, llorando también.
–Yo soy lo que sor miedo, ___, como un método para olvidarme de Jo, no sabes lo duro que es para mí sobrevivir sin ninguna persona que me ame como alguna vez yo ame a Jo. Y ahora que llegas tú, mi vida cambio, pero no puedo permitirme cambiar a mí también. No debo volver a caer…
–Kendall, las cosas pasan por algo y solo Dios sabes el propósito de ellas. Por algo Ale tuvo el accidente, por alguna razón nos conocimos, ¿no crees? Yo estoy aquí contigo y nunca me iré, ¿está bien? Me tienes a mí, y estoy segura de que yo te amare incluso más que Jo, lo juro. –Dijo y me dio un abrazo.
Yo aún estaba llorando y ella también lo hacía.
–Te quiero, ___. Y te prometo cambiar, solo por ti. Nunca me dejes. –Dije en su hombro, plantándole un beso en él.
–Yo también te quiero, Kendall. Te prometo que nunca te dejaré. –Prometió y se separó de mí, cuando quedamos a pocos centímetros, decidí besarla.
El beso fue muy lento y nuestras lágrimas se mezclaron, entre sí. Fue un beso que nunca había experimentado, era cálido, tierno y con una pasión que se hacía visible. Separamos nuestros labios y nuestras frentes se juntaron.
–Te quiero –Dijo ___ mirándome a los ojos.
–Yo te quiero aún más. –Respondí y bese su frente.
Nos levantamos del césped, y nos tomamos de las manos.
Narra Muffin.
Cuando estaba caminando por el campus con Kendall, me llego un mensaje de Sam.
“Cariño, ya termine. Te veo en mi auto.”
–Me tengo que ir, Kendall. Mi prima está esperándome en el auto.
–No, por favor no te vayas, quédate conmigo. Vamos y te quedas en mi casa. –Propuso con voz dulce.
–Está bien, pero primero debes conocer a mi prima, ¿sí? Te encantara. –Propuse con una sonrisa.
–Lo que desees. –Le sonreí y nos fuimos hacia el estacionamiento de visitantes.
Llegamos y Sam estaba casi durmiéndose en el asiento del piloto. Me causo mucha ternura verla así.
–Sam, quiero presentarte a alguien. –Dije y abrió los ojos de golpe, luego sonrió.
– ¿Quién es el encantador muchacho, eh? –Pregunto levantando una de sus cejas.
–Eh-eh, es un…
–Amigo, su mejor amigo. –Termino la frase Kendall y me sonrió.
–Mucho gusto, ¿Cuál es tu nombre? –Dijo tendiéndole la mano a Kendall.
–El gusto es mío, Kendall, ¿y tú? –Se presentó y estrecharon sus manos.
–Samantha. ___ ¿te vienes conmigo o…? –Dijo Sam mirándome ahora a mí.
–Me voy con Kendall, ¿puedo? –Dije haciendo pucheros.
–Claro que sí, nena. Yo les aviso a tus papas, así aprovecho y saludo a la tía Kim. –Nos sonrió.
–Gracias, Sam. Eres la mejor. –Dijo y le lance un beso en el aire.
–Lo sé, nos vemos Kendall, un gusto. Espero volverlos a ver pronto. Saludos a Carlos y a Alexa. –Se despidió con la mano y se puso en marcha hacia mi casa.
–Me agrado tu prima, quizás algún día pueda presentársela a uno de mis amigos, Ed Sheeran. –Dijo y me guiñó un ojo.
– ¿Conoces a Ed Sheeran? ¡No puede ser! –Grito emocionada.
–Sí, lo conozco. Lo conocí en un viaje que hice a Inglaterra, me aviso que vendría cuando termine su gira.
–Perfecto. –Me mostro una de sus sonrisas más hermosas.
– ¿Nos vamos preciosa?
–Claro, cariño.
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Siguela,me encantaron los capis.
Besos
Besos
IIsiRusher
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Ohhhhh conoce a ed sheeran !!!!!!!!! yo lo amoooo y amo todas sus canciones :(L): ....me encantoooooo el capítulo síguela pronto plis :hug: :hug:
I love you :love:
I love you :love:
mimi ..1D
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
mimi ..1D escribió:Ohhhhh conoce a ed sheeran !!!!!!!!! yo lo amoooo y amo todas sus canciones :(L): ....me encantoooooo el capítulo síguela pronto plis :hug: :hug:
I love you :love:
Hahahaha sii, es un pelirrojo hermoso, yo igualll, me alegrooo:), la sigo dentro de un rato, love u to honey
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
La sigo dentro un rato y gracias<3IIsiRusher escribió:Siguela,me encantaron los capis.
Besos
bigtimerush.
Every second was worth it. {Kendal Schmidt y tú}
Cap9. – Confesiones.
{Martes, 16 de abril, 3:30pm. New York City}
Narra Kendall.
Llegamos a mi casa y mi mama no estaba, porque no estaba su auto. Seguro estaría con una de sus amigas. Entramos a la casa tomados de las manos y subimos las escaleras para ir a mi habitación.
– ¿Qué quieres hacer? –Pregunto ___.
–Lo que tú quieras. –Respondí.
–Podríamos empezar viendo una película, pero yo la elijo. –Propuso divertida.
–Qué tal si… –Dije con voz seductora.
La tome en mis brazos y la acosté en la cama, me recosté a su lado y cuando estuve a punto de darle un beso, voltee la cara y le empecé a hacer muchas cosquillas por todas partes.
–Me… las… vas a… pagar… Schmidt. –Dijo riendo.
De un momento a otro, ella se encontraba arriba de mí, y me empezó a hacer cosquillas como loca, yo solo reía a todo lo que se me daba.
– ¡Eres mujer muerta Muffin! –Advertí riendo.
Y después salió corriendo hacia el living. Baje las escaleras corriendo y empecé a buscarla.
–¡___! Ven ___, no te hare daño. –Dije buscándola.
Cuando entre a la cocina, tampoco la encontré así que decidí tomar un poco de agua, estaba exhausto. Cuando agarre estaba sirviendo el vaso, algo cayó encima de mí y caímos al piso mojándonos de agua. Al poco tiempo de estar en el piso, me di cuenta de que era Muffin. Ella estaba encima de mí y yo aguantaba su peso. Ella solo reía.
– ¡MUFFIN! –Regañé divertido.
–Hola, Kendall. ¿Qué tal tu día? –Preguntó riendo.
– ¡Pudiste haberme matado! –Dramaticé.
–Pero no lo hice. Además, fue divertido, ¿a que sí? –Me sonrió.
–Claro que sí, siempre y cuando este contigo. –Dije.
Ella se ruborizo.
Nos fuimos acercando poco a poco mientras sonreíamos, y nos fundimos en un tierno beso. Fue especial, único y mágico, justo como el primero. Ella tenía su mano en mi cara y yo tenía la mía en su cintura, me controle para que no bajara más. Ahora me tocaba a mí, así que dimos la vuelta y ahora yo quede arriba de ella, empecé a darle pequeños besitos mojados por toda la cara y el cuello. Sentía como la presión subía a medida de que la pasión de los besos aumentaba. Metí mi mano por debajo de su playera, y la pase por todo su abdomen. Ella se estremeció. Pero justo cuando iba a quitarle la camisa, hizo algo que no me esperaba.
–Kendall, no estoy lista, lo siento… –Dijo y algunas lágrimas se resbalaron por su mejilla.
–Tranquila, corazón. Lo haremos cuando te sientas lista, no te preocupes. Sonríe, no quiero que llores. –Dije y bese sus labios una vez más, secando sus lágrimas con mi mano.
–Gracias. –Dijo y me dio un beso en la comisura del labio.
–Veamos la película, ¿sí? Yo voy a hacer las cotufas, tú escoge la película.
–Está bien. –Me sonrió y se fue al living a escoger la película.
Mientras veíamos la película de terror, ___ grito como más de 10 veces, mientras yo la abrazaba.
–Esta noche no podré dormir –___ se paró y apago el DVD y el televisor.
–Yo dormiré contigo, no tienes por qué temer.
–Tú no puedes impedir mis pesadillas. –Rodo los ojos.
–Pero si puedo evitarlas –Le guiñé un ojo.
–Ni lo pienses, Schmidt.
– ¿Tienes hambre, ___? –Pregunté.
–No, las cotufas me llenaron completamente. –Respondió dirigiéndome una sonrisa.
–Pues yo si tengo, ¿me acompañas a la cocina? –Pedí haciendo un puchero.
___ Rió.
–Claro que sí.
Nos dirigimos hacia la cocina y decidí preparar mi especialidad: Sándwich de doble queso, mantequilla de maní, mermelada de frambuesa y tomates. Sé que sonaba raro, pero era exquisito.
– ¿Me haces un favor? Saca de la nevera los tomates y el queso.
–Está bien. –___ fue hasta la nevera y saco lo que le pedí. –Aquí están. –Dijo poniéndolos sobre la mesa.
–Perfecto. Gracias, linda.
–De nada.
Tome 2 rebanadas de pan, les unte la mantequilla de maní y la mermelada, luego derretí el queso y se lo esparcí, y por último los tomates. Una vez armado mi sándwich, Muffin me miro con cara de asco.
– ¿Piensas comerte eso? –Inquirió horrorizada.
–Claro, ¿quieres? –Le acerque el sándwich.
–No, gracias. No quiero tener una indigestión toda la noche.
–Mi sándwich es el mejor del mundo y no ha muerto nadie a causa de él. –Le saque la lengua.
–Como digas. No pienso comer esa cosa.
–Bien. Ahora subiremos a mi habitación y me contaras toda tu historia, sin saltarte nada, ¿Okay?
–Okay, pero u también debes contarme todo sobre ti, aparte de que comes porquería como esa. –Señalo mi sándwich.
–Deja de ofender a mi perfecto sándwich y subamos –Dije.
Subimos las escaleras y llegamos a mi habitación. ___ decidió sentarse en un poof, así se sentía más cómoda, y yo me senté en el piso junto a ella.
–Escúpelo todo Muffin.
–Está bien. Bueno vamos desde el principio. Hace 3 años yo cursaba 2do año de preparatoria en mi actual instituto, desde ese entonces, mi mejor amiga era Alexa, siempre ha sido así. A mí me gustaba un chico llamado James, él era el capitán del equipo de soccer de ahí, sé que suena como un cliché, pero de verdad me gustaba, bueno, en verdad me enamore de la idea del amor –Suspiró– Pero a mí ya me habían roto más allá de la esperanza diciéndome cosas como que “¿Quién se va a enamorar de ti, niña? ¡Eres horrible! ¡Nadie te quiere, Ni siquiera tus padres!” y me decían perra, zorra, mientras yo solo era una chica ordinaria que se la pasaba en su casa estudiando y salía a alguna parte con Ale. En fin, un día estaba sentada en una de las bancas del campus de mi instituto, cuando llega James y empieza a hablarme, por supuesto, yo le respondía, ¿Quién no?, y en una de esas largas conversaciones que teníamos en el instituto, me propone salir y yo acepto –Conto, pero con la voz un poco quebrada, prosiguió – Nuestra cita fue fenomenal, todo salió a la perfección. Me pidió ser su novia y yo acepte. Cada día que pasaba me enamoraba mucho más de James, él era muy romántico, atento y siempre me protegía, o eso creía yo. Hasta llego un día. Ese día cumplíamos 7 meses y me pidió que fuera al parque porque me tenía una sorpresa –Hizo comillas con sus dedos, haciendo énfasis a la palabra “sorpresa”- Cuando llegue pude notar que estaba un poco extraño, pero no me importo porque me embargaba la felicidad. Me senté a su lado y bese su mejilla, y cuando le pregunté que como estaba soltó las palabras con una facilidad increíble. “Escucha. Quiero que todo esto termine, ¿Okay? Ya no quiero salir contigo, nunca te quise, solo lo hice por una apuesta. Y ahora que no te folle, quiero dejarte. Solo quiero decirte que nunca te quise y no lamento para nada haberte hecho ilusiones, porque para eso estoy, preciosa. Salgo con chicas y después las voto, como las estúpidas, e inocentes perras que son. Eres una basura, ¿no te das cuenta? Nadie te quiere, ni siquiera Alexa, ella solo anda contigo por lastima”. Me lo dijo un James que yo no conocía, y sin más se fue. ¿Sabes lo duro que fue para mí soportar todo eso? Nadie me quería, nadie. Salvo mis padres, y Ale. –Finalizo, mientras una lágrima corría por su mejilla, pero rápidamente la limpio.
–Quiero que escuches con atención lo que te diré. Tú eres una chica hermosa, inteligente y muy divertida. Tal vez para ese tiempo nadie te quería, porque así son los adolescentes, solo se guían por el mas patán y hacen todo con tal de ser “populares” Yo he vivido en su mundo y es espantoso. Hay lo único que reina son las burlas, el alcohol y el sexo. –Hice una pausa– Ese tal James es un verdadero imbécil, ni siquiera merece llamarse hombre. El solo jugo contigo, pero no es tu culpa, es de el por no darse cuenta del enorme tesoro que tenía en frente. Eres h-e-r-m-o-s-a –Deletree– y eso nadie lo cambia. No debes hacer caso a lo que te diga la sociedad, ellos son unos idiotas, solo quieren hacerte daño, porque quizás ellos están más destruidos que tú. Ahora tienes a mucha gente que te quiere tal y como eres, Carlos, Alexa, Logan, tu familia y yo. –Dije y le di un abrazo fuertísimo, haciéndole saber que yo estaría ahí para ella.
–Aprecio mucho que me digas todo esto, Kendall. Ojala todos los imbéciles que hay ahí afuera piensen igual que tú, eres genial. Te quiero muchísimo, gracias por estar siempre para mí. –Susurro con los ojos cristalizados.
–Yo también te quiero muchísimo, Muffin. Pero ahora, debes decirme quien era el de la pizzería y por qué te trataba así, ¿quieres? –Ella asintió.
–Él era… James. Me vio y empezó a burlarse de mi justo como la última vez. No ha cambiado nada. Y en el mismo instante en que lo vi, todos los recuerdos invadieron mi mente impidiéndome avanzar y salir corriendo.
– ¡Maldito hijo de perra! ¿Quién se cree que es para molestarte? ¡Te juro que si lo vuelvo a ver lo destruiré con mis propias manos! ¡El no merece vivir! –Grite furioso.
No podía concebir que ese tipo le hiciera daño a mi ___, es un imbécil.
–Kendall, cálmate por favor –Suplico ___– No cometas una locura, él no lo vale. No quisiera que te pasara nada. Ahora te tengo a ti y nadie nos va a separar nunca. Siempre estaremos juntos.
–Está bien, pero cuando lo vea…
–Basta –interrumpió– Te toca contarme a mi tu historia.
– ¿Qué quieres hacer? –Pregunto ___.
–Lo que tú quieras. –Respondí.
–Podríamos empezar viendo una película, pero yo la elijo. –Propuso divertida.
–Qué tal si… –Dije con voz seductora.
La tome en mis brazos y la acosté en la cama, me recosté a su lado y cuando estuve a punto de darle un beso, voltee la cara y le empecé a hacer muchas cosquillas por todas partes.
–Me… las… vas a… pagar… Schmidt. –Dijo riendo.
De un momento a otro, ella se encontraba arriba de mí, y me empezó a hacer cosquillas como loca, yo solo reía a todo lo que se me daba.
– ¡Eres mujer muerta Muffin! –Advertí riendo.
Y después salió corriendo hacia el living. Baje las escaleras corriendo y empecé a buscarla.
–¡___! Ven ___, no te hare daño. –Dije buscándola.
Cuando entre a la cocina, tampoco la encontré así que decidí tomar un poco de agua, estaba exhausto. Cuando agarre estaba sirviendo el vaso, algo cayó encima de mí y caímos al piso mojándonos de agua. Al poco tiempo de estar en el piso, me di cuenta de que era Muffin. Ella estaba encima de mí y yo aguantaba su peso. Ella solo reía.
– ¡MUFFIN! –Regañé divertido.
–Hola, Kendall. ¿Qué tal tu día? –Preguntó riendo.
– ¡Pudiste haberme matado! –Dramaticé.
–Pero no lo hice. Además, fue divertido, ¿a que sí? –Me sonrió.
–Claro que sí, siempre y cuando este contigo. –Dije.
Ella se ruborizo.
Nos fuimos acercando poco a poco mientras sonreíamos, y nos fundimos en un tierno beso. Fue especial, único y mágico, justo como el primero. Ella tenía su mano en mi cara y yo tenía la mía en su cintura, me controle para que no bajara más. Ahora me tocaba a mí, así que dimos la vuelta y ahora yo quede arriba de ella, empecé a darle pequeños besitos mojados por toda la cara y el cuello. Sentía como la presión subía a medida de que la pasión de los besos aumentaba. Metí mi mano por debajo de su playera, y la pase por todo su abdomen. Ella se estremeció. Pero justo cuando iba a quitarle la camisa, hizo algo que no me esperaba.
–Kendall, no estoy lista, lo siento… –Dijo y algunas lágrimas se resbalaron por su mejilla.
–Tranquila, corazón. Lo haremos cuando te sientas lista, no te preocupes. Sonríe, no quiero que llores. –Dije y bese sus labios una vez más, secando sus lágrimas con mi mano.
–Gracias. –Dijo y me dio un beso en la comisura del labio.
–Veamos la película, ¿sí? Yo voy a hacer las cotufas, tú escoge la película.
–Está bien. –Me sonrió y se fue al living a escoger la película.
Mientras veíamos la película de terror, ___ grito como más de 10 veces, mientras yo la abrazaba.
–Esta noche no podré dormir –___ se paró y apago el DVD y el televisor.
–Yo dormiré contigo, no tienes por qué temer.
–Tú no puedes impedir mis pesadillas. –Rodo los ojos.
–Pero si puedo evitarlas –Le guiñé un ojo.
–Ni lo pienses, Schmidt.
– ¿Tienes hambre, ___? –Pregunté.
–No, las cotufas me llenaron completamente. –Respondió dirigiéndome una sonrisa.
–Pues yo si tengo, ¿me acompañas a la cocina? –Pedí haciendo un puchero.
___ Rió.
–Claro que sí.
Nos dirigimos hacia la cocina y decidí preparar mi especialidad: Sándwich de doble queso, mantequilla de maní, mermelada de frambuesa y tomates. Sé que sonaba raro, pero era exquisito.
– ¿Me haces un favor? Saca de la nevera los tomates y el queso.
–Está bien. –___ fue hasta la nevera y saco lo que le pedí. –Aquí están. –Dijo poniéndolos sobre la mesa.
–Perfecto. Gracias, linda.
–De nada.
Tome 2 rebanadas de pan, les unte la mantequilla de maní y la mermelada, luego derretí el queso y se lo esparcí, y por último los tomates. Una vez armado mi sándwich, Muffin me miro con cara de asco.
– ¿Piensas comerte eso? –Inquirió horrorizada.
–Claro, ¿quieres? –Le acerque el sándwich.
–No, gracias. No quiero tener una indigestión toda la noche.
–Mi sándwich es el mejor del mundo y no ha muerto nadie a causa de él. –Le saque la lengua.
–Como digas. No pienso comer esa cosa.
–Bien. Ahora subiremos a mi habitación y me contaras toda tu historia, sin saltarte nada, ¿Okay?
–Okay, pero u también debes contarme todo sobre ti, aparte de que comes porquería como esa. –Señalo mi sándwich.
–Deja de ofender a mi perfecto sándwich y subamos –Dije.
Subimos las escaleras y llegamos a mi habitación. ___ decidió sentarse en un poof, así se sentía más cómoda, y yo me senté en el piso junto a ella.
–Escúpelo todo Muffin.
–Está bien. Bueno vamos desde el principio. Hace 3 años yo cursaba 2do año de preparatoria en mi actual instituto, desde ese entonces, mi mejor amiga era Alexa, siempre ha sido así. A mí me gustaba un chico llamado James, él era el capitán del equipo de soccer de ahí, sé que suena como un cliché, pero de verdad me gustaba, bueno, en verdad me enamore de la idea del amor –Suspiró– Pero a mí ya me habían roto más allá de la esperanza diciéndome cosas como que “¿Quién se va a enamorar de ti, niña? ¡Eres horrible! ¡Nadie te quiere, Ni siquiera tus padres!” y me decían perra, zorra, mientras yo solo era una chica ordinaria que se la pasaba en su casa estudiando y salía a alguna parte con Ale. En fin, un día estaba sentada en una de las bancas del campus de mi instituto, cuando llega James y empieza a hablarme, por supuesto, yo le respondía, ¿Quién no?, y en una de esas largas conversaciones que teníamos en el instituto, me propone salir y yo acepto –Conto, pero con la voz un poco quebrada, prosiguió – Nuestra cita fue fenomenal, todo salió a la perfección. Me pidió ser su novia y yo acepte. Cada día que pasaba me enamoraba mucho más de James, él era muy romántico, atento y siempre me protegía, o eso creía yo. Hasta llego un día. Ese día cumplíamos 7 meses y me pidió que fuera al parque porque me tenía una sorpresa –Hizo comillas con sus dedos, haciendo énfasis a la palabra “sorpresa”- Cuando llegue pude notar que estaba un poco extraño, pero no me importo porque me embargaba la felicidad. Me senté a su lado y bese su mejilla, y cuando le pregunté que como estaba soltó las palabras con una facilidad increíble. “Escucha. Quiero que todo esto termine, ¿Okay? Ya no quiero salir contigo, nunca te quise, solo lo hice por una apuesta. Y ahora que no te folle, quiero dejarte. Solo quiero decirte que nunca te quise y no lamento para nada haberte hecho ilusiones, porque para eso estoy, preciosa. Salgo con chicas y después las voto, como las estúpidas, e inocentes perras que son. Eres una basura, ¿no te das cuenta? Nadie te quiere, ni siquiera Alexa, ella solo anda contigo por lastima”. Me lo dijo un James que yo no conocía, y sin más se fue. ¿Sabes lo duro que fue para mí soportar todo eso? Nadie me quería, nadie. Salvo mis padres, y Ale. –Finalizo, mientras una lágrima corría por su mejilla, pero rápidamente la limpio.
–Quiero que escuches con atención lo que te diré. Tú eres una chica hermosa, inteligente y muy divertida. Tal vez para ese tiempo nadie te quería, porque así son los adolescentes, solo se guían por el mas patán y hacen todo con tal de ser “populares” Yo he vivido en su mundo y es espantoso. Hay lo único que reina son las burlas, el alcohol y el sexo. –Hice una pausa– Ese tal James es un verdadero imbécil, ni siquiera merece llamarse hombre. El solo jugo contigo, pero no es tu culpa, es de el por no darse cuenta del enorme tesoro que tenía en frente. Eres h-e-r-m-o-s-a –Deletree– y eso nadie lo cambia. No debes hacer caso a lo que te diga la sociedad, ellos son unos idiotas, solo quieren hacerte daño, porque quizás ellos están más destruidos que tú. Ahora tienes a mucha gente que te quiere tal y como eres, Carlos, Alexa, Logan, tu familia y yo. –Dije y le di un abrazo fuertísimo, haciéndole saber que yo estaría ahí para ella.
–Aprecio mucho que me digas todo esto, Kendall. Ojala todos los imbéciles que hay ahí afuera piensen igual que tú, eres genial. Te quiero muchísimo, gracias por estar siempre para mí. –Susurro con los ojos cristalizados.
–Yo también te quiero muchísimo, Muffin. Pero ahora, debes decirme quien era el de la pizzería y por qué te trataba así, ¿quieres? –Ella asintió.
–Él era… James. Me vio y empezó a burlarse de mi justo como la última vez. No ha cambiado nada. Y en el mismo instante en que lo vi, todos los recuerdos invadieron mi mente impidiéndome avanzar y salir corriendo.
– ¡Maldito hijo de perra! ¿Quién se cree que es para molestarte? ¡Te juro que si lo vuelvo a ver lo destruiré con mis propias manos! ¡El no merece vivir! –Grite furioso.
No podía concebir que ese tipo le hiciera daño a mi ___, es un imbécil.
–Kendall, cálmate por favor –Suplico ___– No cometas una locura, él no lo vale. No quisiera que te pasara nada. Ahora te tengo a ti y nadie nos va a separar nunca. Siempre estaremos juntos.
–Está bien, pero cuando lo vea…
–Basta –interrumpió– Te toca contarme a mi tu historia.
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Hola, chicas. Les aviso que cancelaré la novela por un tiempo, debido a que tengo que reestructurarla toda, con unos consejo que me dio mi Beta-Reader, y algunos que investigue. No se si va a cambiarla trama que llevo publicada hasta ahora, ya les avisaré. De todas maneras, cuando tenga toda la novela lista, la subiré al foro, búsquenla el viernes de la próxima semana en el foro indicado de Big Time Rush, ese día la estrenaré. Gracias por comentar, nos vemos el viernes.
xo :bye:
xo :bye:
bigtimerush.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
Hola!!!
perdon perdon por no comentar
pero he estado corta de tiempo por los examenes :(
pero ahhh ame los capitulos!!!
maldito james *beep* y kendall
celosos es tan akjsdhkasd jeje
siguela pronto plis
besos!
perdon perdon por no comentar
pero he estado corta de tiempo por los examenes :(
pero ahhh ame los capitulos!!!
maldito james *beep* y kendall
celosos es tan akjsdhkasd jeje
siguela pronto plis
besos!
Daneiva S.
Re: Every second was worth it. {Kendall Schmidt y tú}
dane zuñiga escribió:Hola!!!
perdon perdon por no comentar
pero he estado corta de tiempo por los examenes :(
pero ahhh ame los capitulos!!!
maldito james *beep* y kendall
celosos es tan akjsdhkasd jeje
siguela pronto plis
besos!
Hoola dane! Cancelaré la novela, lee el comentario de arribaa.
Beso
bigtimerush.
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