A Frozen Heart || {Niall Horan y tú} ||

La habitación en la que se encontraba estaba en penumbras, absolutamente ningún rayo de luz se filtraba por algún lugar y el frío la hacía temblar. Trató de tantear algo con las manos pero no había nada al alcance de su mano, intentó dar un paso pero su pie se dio de lleno con una masa viscosa que la rodeaba. Dio un gritito ahogado ante el tacto frío de esa cosa y prefirió quedarse quieta; la oscuridad la confundía y a veces sentía que algo rozaba su cuello como en una caricia tímida, lentamente miles de murmullos comenzaron a escucharse a su alrededor hasta que se convirtieron en gritos. Miles de voces gritaban hasta que una forma vaga se plantó ante ella como una sombra sin forma; no temió hasta que esa forma comenzó a tomar una silueta humana.- Te esperaba con ansias.- dijo en una voz de ultratumba. Quiso gritar, pero su voz no salió y sus ojos se llenaron de lágrimas, una mano fría se enredó en su cabello para tirar levemente echando su cabeza para atrás siendo seguidas por una seguidilla de besos fríos por su cuello hasta llegar a su mandíbula.- Me perteneces y tú lo sabes.- continuó la figura, apretando con más fuerza su cabello. Su mente gritaba en que alejara a aquel extraño pero su cuerpo seguía sin responder, casi se dejó ir pero un brillo comenzó a abrirse paso en la penumbra hasta apoderarse completamente de la escena; una explosión de colores se tornó en un torbellino colorido hasta que la blancura aplacó la oscuridad. Fue allí cuando vio la figura tosca que la mantenía atrapada. Era una forma tosca y deforme que la observó con unos ojos ambarinos que delataban la locura que escondía en su interior.- ¡Ella es mía! Nunca podrás arrebatármela ¡MÍA!- rugió para luego abalanzarse sobre el recién llegado, que había aparecido tal como el otro hombre. En una forma muy poco ortodoxa. La figura se hizo a un lado y nockeó al otro hombre de un certero golpe. Casi al borde de las lágrimas se levantó como pudo y se calmó con profundas inspiraciones. Alzó la vista hasta su salvador y se encontró con unos ojos azul grisaceo y una cabellera dorada como el mismísimo sol. Conocía ese cabello, pero ¿De dónde?...

{TN} se despertó con un cálido cuerpo rodeándola por completo. Aún su corazón latía desbocado por a pesadilla que había tenido, pero se trataba de serenar con profundas inspiraciones, no fue después que se dio cuenta de la calidez que poseía su cuerpo hasta que fijó su mirada en una melena rubia que estaba en su plano de visión. Niall. Él la tenía tan bien abrazada que parecía que sus cuerpos habían sido creados para dormir acurrucados uno con el otro, su cabeza estaba en la curvatura de su cuerpo mientras que sus brazos la rodeaban fuertemente en un abrazo y sus piernas se enredaban como si fueran amantes. Por primera vez en su vida sintió una calidez apremiante en las mejillas, se quiso separar de él pero su táctica salió mal...terminó aun más apegada a su cuerpo e incluso él había murmurado enojado algo ilegible para luego seguir durmiendo. Aprisionada en la dulce celda de los brazos del rubio se quedó quieta esperando que se girara o tratara de acomodarse pero no fue así, siguió en su sueño como si no le causara mayor problema dormir con ella entre sus brazos. Beth a duras penas pudo separarse de él sin despertarlo y se quedó a centímetros de él observando su rostro. Poseía una piel clara y suave libre de cualquier lunar hasta el cuello en donde recién allí algunos lunares aparecían, largas pestañas rubias coronaban sus ojos y ni hablar de sus labios que parecían pintados con una suave acuarela rosa. Perdió la noción del tiempo allí aprisionada entre sus brazos y observándolo dormir, hasta que cayó en la estúpida tentación de seguir con su dedo cada uno de sus rasgos. Deslizó suavemente su dedo índice a través de su mandíbula hasta la comisura de sus labios, justo allí se detuvo; se estaba comportando como una tonta.- Ok…hora de despertar al dormilón.- susurró para sí misma al tiempo que se separaba lentamente de él para luego observarlo por última vez en el pacífico hechizo del sueño.- Niall…- lo mueve apenas para despertarlo sin necesidad de asustarlo, pero sus intentos aún no funcionaban.- Eh, chico, arriba.- dice un poco más fuerte para luego empujarlo con otro poco de fuerza. Nada. Cansada de no lograr nada con el rubio toma una decisión. De un empujón lo deja al borde de la cama y luego el efecto de gravedad haría lo suyo, pero no tomó en cuenta el punto que él la mantenía retenida en sus brazos. Tarde reaccionó ya que el rubio ya abría los ojos al darse cuenta que caía.- ¡Ahh!- gritaron ambos al caer juntos al suelo. El golpe afectó más a Niall que a Beth, pero aun así se sentía levemente adolorida por el súbito golpe.- Auch...- resongó el ojiazul al tiempo que se acariciaba la cabeza con el ceño fruncido, ella por otro lado acariciaba su frente por el golpe que se había dado con el cuerpo del chico.- ¿Que sucedió?-pregunta Niall al tiempo que la mira con los ojos entrecerrados por la luz que entraba por las ventanas. {TN} solo atinó a soltar una carcajada y negar, hasta que los dos cayeron en cuenta en qué posición estaban. Ella encima de él, lo suficientemente cerca como para ver con claridad sus ojos azules, y él aun abrazándola por la cintura, pero lo peor de todo era que ella estaba cubierta con solo el albornoz y su ropa interior debajo de este, por lo que si se llegaba a soltar quedaría casi desnuda frente a él. Nuevamente sintiendo las mejillas arder se quitó de encima al tiempo que se aseguraba que todo estuviera en su lugar, el silencio que acompañó a eso fue incomodo a más no poder, hasta que ella decidió romperlo.- Esto...Tendremos que plantear las reglas.- dijo tratando de que su voz no saliera quebrada ni afectada en lo absoluto. Él se revolvió el cabello aún sin comprender lo sucedido y se levanta con pesadez.- ¿Te levantas tan temprano? - pregunta él acomodándose la polera. Beth solo negó ante su mal humor matutino y tomó sus ropas para cambiarse de ropa rápidamente, en el baño, y salir dispuesta a plantearle todas las "reglas".


Detestaba levantarse temprano. Eso era un hecho, como también odiaba tener hambre; pero esto era aún peor. Levemente cabreado se desperezó tratando de sacarse de encima el mal humor y el sueño que quedaba en su cuerpo. Hasta que escuchó que la puerta del cuarto de baño se abría, se giró y observó a Beth nuevamente lista para salir.- ¿Y las reglas? - preguntó mirándola directamente a los ojos. Ella desvió la mirada y estiró las sábanas de la cama hacia atrás. Ese debía ser el trabajo de la mucama, ¿Por qué lo hacía ella?; sin preguntarle su anterior duda se acercó a ella tomando una de las almohadas.- Tu vida está en peligro y tu carrera como cantante es un obstáculo. Cualquier persona te puede reconocer en la calle y eso sí que es peligroso, nadie te puede reconocer...por ahora. Deberás cambiar tu identidad mientras estés en este embrollo.- Volvió su mirada hacia él.- Serás el doble oficial de Niall Horan, te dejarás crecer un poco de barba para cambiar tu rostro y utilizarás lentes de contacto oscuros. Sé que son pocos cambios físicos, pero créeme harán la diferencia. Añadiendo que deberás cambiarte el nombre, tu dime como te llamarás.- ella alzó la mirada hacia él y acomodó su larga cabellera hacia un lado de su rostro para seguir en el trabajo de ordenar la cama. Niall solo se encogió de hombros y respondió.- Astralopostrópolo Sky.- dijo en broma, pero en una voz completamente seria, esperando su reacción. Ella alzó una ceja incrédula y no pudo evitar estallar en carcajadas, allí cayó en cuenta que él la estaba bromeando. Beth soltó un bufido divertido y le lanzó una almohada que lo golpeó directo al rostro. Ahora ella estalló en carcajadas por su expresión.- ¿Así que venganza? Solo espera.- murmuró para luego tomar mejor su almohada y golpearla con ella, la chica solo se protegió como pudo y reía mientras lo trataba de golpear con la almohada. Ambos terminaron nuevamente en el suelo, cubiertos de plumas y riendo como niños pequeños mientras que se apretaban el estómago por el incipiente dolor que crecía por las risas.- Estaba hablando en serio y tú te largas con una broma.- dijo Beth entre las últimas risas. Él tosió una pluma, que se había colado en su boca, y asintió.- Ok… ¿Qué te parece James Gallagher? Aún es mi nombre pero aquellos que nunca digo.- Ella asintió ante sus palabras y se levantó a duras penas.- Dejamos peor de lo que yo quería.- dijo con el cabello lleno de plumas observando el desastre que habían causado. Aun así una extraña sensación se asentó en su estómago, observándola allí, parada ante él. Y podía jurar de que no era hambre.

>>Somos un desastre<< pensó Beth, luego del sermón que les habían echado por destruir las almohadas del plumas del hotel. Jamás le había sucedido y no había sabido que cara poner a los administradores que realmente estaban cabreados, pero el rubio solo se había apoyado en una de las paredes observando el techo como si el sermón le diese lo mismo.- Gracias por meternos en problemas.- dice entre dientes luego de salir del hotel con aún algunas plumas en el cabello. Niall estaba tan tranquilo y campante que ni siquiera le respondió, solo la seguía con las manos en los bolsillos observando cada local de comida que veía; aunque sinceramente ella también tenía un hambre voraz y añadiendo el punto de que era un peligro estar en calle abierta con una estrella de un grupo musical y que era buscado para ser asesinado. >>¡Yay!<< se dijo para sí misma al tiempo que observaba la conocida camioneta negra aparcar a su lado.- Alex..-Susurras al tiempo que sueltas un bufido exasperado, se suponía que ese chico debería haberlos pasado a buscar hacía unas cuantas horas atrás pero allí estaba muy tranquilo bajando del auto con esa típica sonrisa socarrona.- Beth, Chico rubio.- saludó a su manera para luego abrirles las puertas. Niall lo quedó mirando por unos latidos del corazón para luego subirse, ella en cambio lo quedó mirando como si quisiera asesinarlo por un par de minutos.- ¿No entrarás?- preguntó Alexander ajeno a su mirada. Ella solo se mordió el labio, tratando de evitar que las palabras que quería decirle salieran sin que ella pudiera detenerlo, y entró a la camioneta.- Desearía que este cabrón no tuviera esposa.- murmuró entre dientes, fue allí cuando el rubio recién le tomó atención.- ¿Tiene esposa?- asiente ante su pregunta y suspira.- Ya la verás, vamos hacia su casa, pasaremos la mañana allí para luego buscar un hotel y algo de ropa nueva.- Alex se sentó en el puesto del conductor y encendió nuevamente el motor.- Te aconsejo usar el cinturón de seguridad, este chico no sabe conducir.- Le advierte Beth a Niall al verlo tan tranquilo. Ella ya se había previsto de su cinturón y estaba agarrada al asiento por la parte inferior, Niall no tuvo tiempo de seguir su consejo. La camioneta partió con una quemada de ruedas y un sonido no muy tranquilizador en el motor.- Si sé conducir. Tu conduces como una anciana, Beth.- Ella soltó unas carcajadas sarcásticas y se aferró aun más fuerte cuando doblaron en una esquina. Niall rodó hasta ella y quedó pegado a la ventana hasta que el vehículo tornó a su posición normal, para caer en el suelo de la camioneta. Alexander soltó una carcajada al igual que {TN} y giró a la derecha para acelerar, hasta que una frenada brusca lo lanzó nuevamente hacia delante. Beth solo esperaba que el rubio no se hubiera golpeado tan fuerte, porque el sonido que hizo al chocar contra el asiento delantero no fue muy suave.


No pudo evitar soltar un "Ouch" cuando sintió el golpe contra su pecho. Y tampoco pudo evitar cabrearse al escuchar las risas de la chica y el tal Alex ante su golpe, esos dos se la pagarían...pero en diferente grado, ambos.- Llegamos.- dijo el conductor para luego bajarse de la camioneta y lanzar las llaves hacia arriba y luego atraparlas en el aire como un juego. Beth se liberó del cinturón de seguridad para quedarse mirándolo con un asomo de sonrisa. Aunque asumía que estaba cabreado con los dos, no podía pasar por alto el brillo de preocupación que se reflejaba en sus ojos oscuros. Incluso olvidó el dolor que punzaba en su hombro y en su estómago, por el hambre, solo por observar sin miedo los ojos de la chica.- ¿Estas bien? - preguntó ella mientras abría la puerta de la camioneta y la dejaba abierta para que él pasara. Niall asintió masajeandose el pecho buscando alguna respuesta por lo que continuamente sentía cada vez que ella lo miraba. >>Solo ha pasado un día...<< pensó luego de bajarse de la camioneta y seguirla hasta una casa ubicada en la esquina de la calle. Al principio creyó que seguirían adelante hasta que salió del interior una chica de cabello rubio y rizado con una sonrisa que decía con todas las letras "Estoy feliz de que hayas llegado". Esa debía ser la esposa de Alex. La chica salió al encuentro de los tres y abrazó a su supuesto esposo para besarlo con pasión, el chico le respondió con igual pasión dejando su mano en el estómago de la rubia, como si no quisiera hacer daño a esa área.- Ella está embarazada.- susurró {TN} al ver su cara de confusión. Embarazada y casada a los cuanto..¿19 años? Eso sonaba algo extraño.- ¡Dander! - gritaron unas voces agudas. Niall y Beth dieron un salto en su lugar al escuchar tremendo grito salir de la casa, para luego presenciar una verdadera estampida de niños que corrieron hacia la enamorada pareja.- ¡Hey! Chicos..- dijo Beth con una sonrisa alegre en el rostro saludando a los niños. Ellos la quedaron viendo un par de segundos para luego responderle la sonrisa y correr a abrazarla entre todos; se sintió algo incomodo ante la clara exclusión a la que estaba siendo expuesto y se revolvió el cabello al no saber que hacer. Beth se veía tan feliz rodeada de esos niños que el mismo se encontró esbozando una sonrisa, que inmediato aplacó mirando hacia otro lado.- Niños, dejen a la tía Elizabeth.- dijo una voz suave, cargada del tono maternal que se requería en una madre. Niall giró la cabeza hacia la chica y la observó con atención tratando de encontrar alguna cosa que mostrara su estado de embarazada..pero no había ninguno. Ni siquiera una curva en su vestido.- Astrid, Hola. - Dijo Beth aún siendo rodeada por los niños y niñas que lo miraban con miradas asesinas mientras se abrazaban a las piernas de la chica.- {TN}, querida, pasa y toma asiento que ya controlo a estos angelitos.- La mirada gris de la chica se posó en él con el ceño fruncido, y no le pasó en alto el brillo receloso de sus ojos. ¿Es que nadie lo quería allí?- Oh...El es Ni..James. James Gallagher. Un amigo.- dijo Beth al percatarse de la mirada de Astrid. Niall saludó a la chica con una sonrisa y ella solo asintió para tomarse del brazo de su esposo. Cuando pudo estar solo con {TN} se acercó a ella y le susurró.- ¿Que sucede?- Ella posó su mano en sus labios como queriendo retener una risita y lo miró.- Astrid es un tanto sobre-protectora conmigo. Además no sabe nuestro trabajo, ella está ajena a todo este embrollo así que ni se te ocurra decir algo acerca de esto.- Niall asintió y prefirió mantenerse a parte de Beth por un rato para no causar más problemas en cuanto a la tal Astrid.


- Sabemos su posición, jefe.- dijo uno de sus subordinados a sus espaldas. Stefan solo atinó a sonreír y dejó a un lado su vaso de Whisky añejado, por fin podría hallar a uno de esos desgraciados.- Quien.- ordenó ladeando la cabeza hacia el hombre que caminó hacia su lado.- El tal chico Liam Payne y su protector.-masculló el hombre sin dejar de mover sus manos, en señal de que estaba más nervioso de lo que debería.- ¿Y los demás?-preguntó girándose completamente para clavar la vista hacia el nervioso hombre. Él solo negó.- ¿Me estás diciendo que solo saben dónde está uno de ellos?- El hombre asintió y tragó con nerviosismo. Ok...ÉL había pedido la posición de todos y solo le habían traído la de uno de ellos.- ¿y por qué?- preguntó levantándose en toda su altura dejando unos centímetros más abajo al hombre.- Se mueven demasiado rápido, no alcanzamos a certificar su ubicación cuando ya se cambiaron a otro lugar.- Asintió lentamente y suspiró.- Manda a un grupo por él y su protector. Quiero saber quién está tratando de quitarlos de mi vista.- El hombre hizo el intento de salir hasta que él lo paró con un certero golpe en la pared.- No quiero fallas o lo haré pagar con tu sangre. ¿Entendido?.- El hombre asintió nuevamente nervioso y salió a la velocidad de que sus pies le permitieron. Ya tenía a uno, faltaban los demás. Y seguirían cayendo hasta que los tuviera a todos a su disposición.

- ¡Nos vamos! Gracias por todo.- dijo Beth al tiempo que apuraba a Niall con pequeños empujoncitos hasta que salieron de la casa, coreados por los niños que lloraban lastimeros por la ida de “Jam”, como habían llamado a Niall. Astrid no había podido ser convencida de que Niall y ella solo eran amigos, e incluso Alexander se había unido a ellos para convencer a su esposa. Pero ni él había estado tan convencido de ello. – Adiós.- dijo Niall hacia los niños que se agarraban al vestido de Astrid hechos un mar de lágrimas. Ni ella misma se creía cuán rápido el rubio se había ganado a los hermanos de Alexander, solo habían estado allí cuatro horas y los niños no se habían querido despegar de él.- ¿Y dónde vamos ahora?- preguntó Niall al tiempo que ajustaba su gorro para que la luz del sol no le molestara los ojos. Ya habían conseguido ropa nueva así que ese punto ya estaba cubierto, solo quedaba ver donde pasarían los siguientes dos días.- Alexander dijo que había un Hotel a cinco cuadras más allá.- apunta con el dedo a un gran edificio que se veía desde donde estaban parados. Beth llevaba un vestido lila que dejaba ver un trozo de su espalda acompañado con un par de tacones altos que Astrid había insistido que se llevara. Y lo tuvo que hacer, aunque a regañadientes. Ambos llevaban lentes de sol y Niall por fin se veía "menos él" con ojos oscuros, aunque aún le parecía que se veía raro.- Un taxi.- Dijo el rubio al ver que uno venía hacia ellos y justamente venía vacío. Lo hicieron parar como pudieron y sin problemas llegaron al tal hotel. Sin contar cada piso, juntos, aproximaron a un número bastante grande. 40 pisos.- Wow.- dijeron casi al unísono al ver la monstruosidad de hotel a la que tendrían que enfrentarse. {TN} tuvo que contener una exclamación al ver cuán elegante y pomposo era la entrada. Solo la entrada. Alexander estaba loco si creía que podían costear una habitación de ese hotel por dos días; Niall entró llevándola casi a rastras hasta la recepción, donde una mujer les sonrió, de manera fingida.- ¿Qué desean?- preguntó girando su asiento hacia ellos.- Una habitación…- no pudo terminar la oración cuando Niall la interrumpió.-...para recién casados.- soltó para luego rodear su cintura con su brazo, haciendo ver de que eran "pareja". La mujer sonrió, esta vez real, y los miró a ambos tratando de calcular su edad.- ¿Recién casados? Vaya, se ven muy jóvenes para serlo.- Niall tomó la mano de beth y la puso en el mostrador para enseñarle el anillo dorado que Astrid le había obligado a ponerse. ¡Era por ello que Niall y Alexander habían estallado en carcajadas cuando Astrid les había dicho algo en secreto! Esta vez sí que estaba furiosa, pero no podía demostrarlo hasta que estuvieran juntos. Beth lo quedó mirando con los ojos como platos y recibió un pellizco.- ¡Ouch!- soltó sin evitarlo al sentir el punzante dolor de el pellizco de Niall. La mujer la miró inmediatamente para ver que le sucedía. Tiempo de su venganza.- Es el bebé, patea mucho.- Casi rompe en carcajadas al ver la cara de sorpresa de la mujer y de Niall, quien se había puesto pálido. >>He allí tu bromita, James.<< piensa para sí misma y rodea con su brazo la cintura de Niall para parecer más una pareja.- ¿Cómo puede estar embarazada? Si ni siquiera se le ve barriga.- dijo la mujer observando su estómago. Beth sonrió y le dio un leve golpesito a su "esposo".- Tengo seis meses y aún no se me nota la barriguita que debería tener. Quizás es por parte de mi madre.- terminó de decir con una sonrisa falsa en el rostro. Niall, que lentamente volvía a la realidad, tomó su mano entre la suya y sonrió al igual que ella.- Claro que sí...Aunque esta mujer era una fiera. Apenas le pedí que fuera mi novia se me tiró encima como una leona, siempre se me tiraba encima y quedó embarazada. Gracias al cielo de que fue luego de pedirle que fuese mi esposa que supimos de nuestra querida Elizabeth, nuestra pequeña.- La mujer volvió a mirarla sorprendida y no pudo evitar soltar una carcajada sarcástica para golpear en la espalda a Niall, con más fuerza de que debería, para evitar que siguiese hablando estupideces.- Claro querido, lo que tú digas. No te olvides que tu propusiste la idea de hacer una orgía..- Fue allí que tuvo que hacer un soberano esfuerzo por no reírse de la cara de Niall. La mujer cada vez se iba poniendo más y más roja a medida que comprendía sus palabras.- Ok, una habitación nupcial para la feliz pareja.- dijo con un hilo de voz y tecleó el tecleado con las manos temblándoles. Niall sacó de su bolsillo una tarjeta de crédito y se la pasó a la mujer. Ella hizo otros tecleos más y le devolvió la tarjeta- Muchas gracias Señor y señora Gallagher.- Ellos le sonrieron de vuelta e iniciaron la caminata hasta el elevador cuando la mujer les vuelve a hablar.- Esperen.- sacó de una pequeña gaveta unos tickets y se los tendió.- Son tickets para los recién casados, que disfruten su estadía. Y solo una cosa más... ¿Podrían realizar nuestra pequeña tradición?- Niall y Beth se miraron curiosos por la tal tradición y asintieron pensando que no podría ser nada grave.- Es un beso y que el caballero la lleve en brazos hasta el elevador.- Se quedaron congelados. Eso no podía ser cierto.- Vamos, ustedes pueden.- dijo la mujer moviendo las manos para que se apuraran. Beth no podía mirar a los ojos a Niall, las mejillas le ardían y las manos le comenzaron a sudar.- Es que estamos apurados.- dijo Beth tratando de salvarse de la "tradición". No fue consciente de lo que sucedía hasta que vio los ojos ahora castaños de Niall a una distancia ínfima y la presión que ejercían sus labios en los suyos. La había besado...mejor dicho, la estaba besando.


Niall casi no podía respirar ante lo que estaba haciendo. Había decidido besarla para que la mujer no dudara de su "imagen" pero ahora comprendía que había sido un error fatal. Pensó que solo sería un beso casto y puro, algo parecido a lo que había hecho cuando ella dormía; pero cuando sintió que ella le regresaba el beso, su corazón comenzó a latir con fuerza y casi sin pensarlo profundizó el beso. Excluyendo el punto de que ella enredó sus dedos en su cabello acercándole más a su cuerpo. Hasta que alguien aclaró su garganta y el hechizo se rompió.- Ahora la debe llevar en brazos hasta el ascensor.- La voz de la mujer los hizo separarse unos centímetros para luego observarse. Fue ella la que se separó de él, con las mejillas rojas y con la mirada baja.- Vamos, querida.-dijo Niall con un hilo de voz. La tomó en brazos, dejando que se apoyara en su pecho como una verdadera pareja debería haberlo hecho, le sonrió a la mujer para darle más realismo a la escena y caminó hacia el elevador a paso rápido, coreados por los aplausos de los trabajadores del hotel. Ya dentro del elevador, la dejó a su lado y se apoyó en la pared observando el techo. Ninguno dijo una sola palabra hasta que llegaron al piso de su habitación. {TN} seguía con la mirada baja y sus mejillas aún no perdían su color rojo brillante, ya le estaba preocupando su reacción.- ¿Estas bien? – Le preguntó ya dentro de habitación nupcial. Ella asintió con la mirada pegada al suelo y se soltó el cabello antes amarrado en una coleta; la quedó mirando queriendo decirle algo que la pusiera mejor cuando el sonido de un celular rompió en el silencio que se había formado entre los dos. Ella contestó el celular con un susurro.- ¿Hola? ¿Anto?- Sus ojos se abrieron de la nada y su aliento quedó atascado en su garganta.- Dime que es una broma…- siguió luego de un corto silencio.- ¿Cuándo sucedió? Y ¿Cómo mierda Nick dejó que pasara?- sus mejillas perdieron el color carmesí y frunció el ceño, cabreada.- Está bien, en unos cuantos minutos nos veremos allá.- Sus ojos oscuros se volvieron hacia él con la preocupación reflejada en ellos. Algo andaba mal.- ¿Que sucedió?- preguntó inquieto.-Tienen a Liam.- soltó en un susurro. Fue allí que entendió sus palabras como si fueran un golpe.

Beth casi no podía respirar ante lo que significaba aquella situación. Aquel que quería ver a esos chicos muertos se acercaba lentamente a las posiciones actuales de cada uno de ellos. Y eso… No era bueno. En sus piernas, ocultos por el vestido, llevaba dos glocks (pistolas) cargadas cada una con una recarga más. Ahora tenía que doblar la seguridad con su Protegido; Niall se había vuelto pálido y mantenía la mirada fija en un punto imaginario. No quería ponerse en sus zapatos porque tenía que mantener la cabeza fría en ese asunto; habían dejado sus cosas en la habitación del hotel y tomaron un taxi hasta el lugar de encuentro. Al llegar se encontraron con dos chicas y un chico que esperaban afuera con las manos en los bolsillos y claramente nerviosos, al ver a Beth todos se pusieron de pie y se acercaron al Taxi.- Adentro están los demás.- dijo el chico a Niall que sin siquiera responderle entró en la casa. En tanto ella se quitó las gafas y se acercó a los demás, quienes se juntaron con ella en un circulo. Anto golpeaba insistente su pie contra el pavimento en un rítmico sonido, Danielle tenía los ojos rojos e hinchados por tanto llorar y, por último, Ted mascaba con saña su goma de mascar; todos estaban más que nerviosos ante la situación y solo tenían que formar un plan.- Que haremos.- Dijo {TN} clavando su mirada en sus compañeros, tratando de encontrar una solución a eso.- No tenemos mucho tiempo juntos o seremos blanco fácil. Tampoco tendremos la libertad de quedarnos dos días en un hotel, pensando que eso nos liberará del peligro; nuestros protegidos estan en peligro y lo último que podemos hacer es hacerlos más vulnerables a esto. Pero...¿Como supieron la ubicación de Nick? Es un maestro para pasar desapercibido.- terminó Ted en un gruñido, presa de la ira. Nick había sido un gran amigo de todos ellos y por sobre todo era novio de Danielle, la cual estaba a punto de estallar en llanto de nuevo. Anto se amarró el cabello en un moño desordenado y suspiró.- Llevaré a Zayn a un lugar fuera de la ciudad, no puedo mantenerme aquí.- dijo con pesar. Beth y los demás asintieron y Danielle inspiró tratando de encontrar nuevas fuerzas.- No puedo con esto. Pongo en peligro a Louis al estar tan inestable emocionalmente, Andrew me tendrá que perdonar pero no puedo...- no alcanzó a terminar cuando un sollozo le quebró la voz. Anto la abrazó tratando de consolarla y Beth suspiró.- Andrew tendrá que nombrar a otro para la protección de Louis, pero tenemos que movernos. Salgan de la ciudad, viajen a otro país, poco importa...Solo interesa mantenerlos a salvo. Ese es nuestro trabajo.- Fue secundada por movimientos de cabeza y suspiraron. Solo esperaban de que siguieran vivos.


El rubio caminaba por fuerza propia y su mirada seguía perdida hasta que fue abrazado con fuerza por un cuerpo desconocido. Trató de alejar a su captor, pero fue allí que cayó en cuenta que era Harry con los ojos brillosos. Salió de su adormilamiento y abrazó con fuerza a su amigo tratando de encontrarle una respuesta racional a eso, pero no lo había. Por más que quisiera una respuesta no la tendría. Liam había sido capturado y nadie sabía si seguía vivo o había sucumbido ante el infeliz que quería asesinarlos. Zayn se acercó a ellos con los labios apretados por las lágrimas no derramas y lo abrazó luego de que Harry lo soltara.- Me alegro de verlos.- dijo en un hilo de voz. Louis estaba sentado en un sillón con la cabeza apoyada en sus manos sin dirigirles la mirada, luego de abrazar a Zayn se acercó al chico y apoyó su mano en el hombro de su amigo; de inmediato se dio cuenta que Louis estaba llorando. Silenciosamente, pero lloraba aplacando sus sollozos con su antebrazo. Afectado por miles de emociones que bullían en su interior atrajo el cuerpo de Louis hacia el suyo y lo abrazó con fuerza, fue allí que el castaño dejó salir sus sollozos.- Está bien, lou.- susurró Zayn mientras le daba suaves palmaditas en la espalda para hacerle saber que estaban con él. Harry se dejó llevar por las emociones y dejó que sus lágrimas cayeran. Todos estaban confusos y furiosos por la poca hombría que demostraba el infeliz que los seguía al cazarlos como animales, uno por uno, asustándolos periódicamente. >>No más...<< se dijo a sí mismo mientras cerrabas los ojos y dejaba que una solitaria lágrima cayera por el miedo de que Liam ya no estuviera. Todos temían eso y a juzgar por las expresiones de sus protectores, ellos estaban igual.


Un dolor agudo se extendió por su costilla derecha al ser dejado caer a la parte trasera de un vehículo, sus manos estaban atadas por lo que no pudo frenar la caída. Su protector yacía sangrante a su lado, bordeando la inconsciencia. Cerraron las puertas y la oscuridad dominó el lugar por completo; supo que viajaban por el ruido del motor y el movimiento que producían las vueltas en las esquinas de las calles. Ni siquiera recordaba bien como habían irrumpido en la casa en que se hallaban ocultos, pero el único recuerdo claro era de los hombres golpeando a Nicholas para luego golpearlo a él, hasta que vio todo negro; y se despertó allí, tirado en la camioneta como un perro enfermo y sangrante. No quería llorar, pero el miedo estaba haciendo estragos en su mente, recordaba tantos flashes de momentos que había pasado con los chicos, como sus sueños se habían vuelto realidad, como, con mucho esfuerzo, llegaron a ser lo que eran ahora y miles de cosas más. Pero ahora su vida estaba pendiendo de un hilo. Cayó en la inconsciencia hasta que un golpe de agua fría lo trajo nuevamente a la realidad. Medio ahogado, jadeó en busca de aire y fue golpeado nuevamente por una mano menos diestra que las demás.- Mírame, cabrón.- centró su mirada en un bulto borroso que lo miraba a contra luz del foco que pendía del techo. Jadeó otro par de veces y tosió algo de agua que había respirado.-Eres patético, niño. Medio muerto por solo un par de golpes y yo que pensaba divertirme contigo; pero esperaré otro poco más. Dejaré que el vino descanse para luego beberlo con lentitud..- Liam no entendía que significaban sus palabras pero aún así lo siguió mirando.- ¿Que quieres de mí?-preguntó con la voz rota. El hombre sonrió como si sus palabras le causasen gracia.- ¿Que qué quiero yo? Nada muy importante, solo venganza por las vidas que tomaron. Solo eso, no es mucho ¿cierto? Tú y tus amigos me arrebataron lo más hermoso de esta vida solo por orgullo, pero lo pagarán. Solo me falta encontrar a tus amiguitos y comenzaremos la fiesta.- Un certero golpe lo dejó tirado en el suelo y el sabor a la sangre lo hizo querer vomitar. Antes de caer nuevamente en la inconsciencia rogó de que Zayn, Louis, Harry y Niall estuvieran a salvo.