Bravery {Novelas}

La joven caminaba hacía su colegio. Conteniendo sus lágrimas. Las lágrimas amenazaban con salir. Era invierno en Inglaterra, y tenía una bufanda, las secaba con ella. Tenía sus ojos rojos.
Su corazón palpitaba con fuerza. Sus manos y piernas temblaban. Se veía envuelta en su mundo de pensamientos, miedos, locuras, y amor. Pensaba en Harry, como le diría. Con solo pensarlo un gran escalofrío recorría cada centímetro de su cuerpo.

Tenía sus manos en el bolsillo de su gran campera, con su mano izquierda apretaba un pequeña bolita de hilo, sus nervios desaparecían haciendo esto, para luego de un segundo recordarlo y volver a tenerlos.

Llegó, tomo el barandal de la pequeña escalera de su escuela. Sus piernas temblaban y no podía seguir sola a pie. Subía cada escalón lentamente. En cualquier momento se desmayaría si seguía así. Con los nervios a flor de piel. Pisó el último escalón. Tenía que ser valiente.

Había llegado temprano para poder hablar con él. Con Harry. Entró al colegio, los chicos y chicas reían entre sí, algunos estaban que se dormían en sus casilleros, y otros contaban chismes.

Cuando lo vio. Venía con una sonrisa en su rostro, caminando normalmente. Ella no podía decirle, no arruinarle esa sonrisa, sus estudios, su status social.
Corrió inmediatamente al baño. Con las pocas fuerzas que tenía, se encerró en uno. Se sentó en una esquina, y comenzó a llorar. Maldecía y gritaba. Su poco maquillaje se había corrido. Sus lágrimas cada una de tristeza, temor, miedo por el futuro… Por el de Harry. Cubría su rostro con sus finas manos. No lo podía entender. Ella solo tenía quince años.

Dejó de llorar, se lavó la cara. Más lágrimas caían, se las secaba a cada una de ellas.
Se decidió ir a hablar con Harry. Salió del baño, sin expresión alguna. Se acercó al casillero de su novio. Él la miró, con cara de preocupación al principio, para luego sonreír. ¿Por qué tanta felicidad?

–Debemos hablar-murmuró la joven – Es importante…

–Yo también debo decirte algo- borró su sonrisa completamente ¿Él ya sabía lo que ocurría? Ella asintió, y dio una seña para que continúe – Me voy, iré a The X Factor – él sonrió, esperando respuesta de su novia. Ella quedo anonadada. El sueño de su novio, de su hermoso Harry, se cumpliría, sería un gran cantante… Ella no podía arruinar eso. No tenía derecho. Él no lo merecía, Harry debía cumplir su sueño.

–Genial Hazza – intentó sonreír –Yo te quiero decir que… -¿Qué diría ahora? Miró apenada al suelo, eso le destruiría el corazón a él, pero… Tal vez algún día lo entendería –Debemos terminar. Ya no te amo. Adiós – Así se fue, dejando a su Harry con el corazón en dos.


Harry… Es lo mejor para ti. Yo me haré responsable de nuestro pequeño hijo. Estoy embarazada, eso. Eso era lo que en realidad debía decirte.

– Harry… Esa tarde, no te había dejado de amar o algo así… Harry… en realidad, estaba embarazada – confieso por fin.



3 días después.

_____ ya se confesó. Harry ya reaccionó y ya sabe la verdad.

Él prometió llamar a _____ para acordar algunas cosas, para hablar con ella sobre todo lo que estaba ocurriendo. Harry sigue en shock, y _____ intenta encontrar la manera para explicarle todo al padre de su hija. Destiny se mantiene alejada de la situación, está al cuidado de Morgan, y Emma, y a veces de Louis o Niall o Danna. Al siguiente día de la confesión, Harry llamó, se encontrarían al siguiente día, pero _____ no se presento en el lugar dónde se encontrarían. A los tres días, ellos tienen que hablar. Porque ambos son los padres de Des. Porque ella merece tener un padre, y Harry merece tener esa oportunidad.

Y ahora, la verdad se la deben decir a Destiny. Y al mundo entero.

Colette se ha ido. Se ha ido, y para siempre.

La pequeña niña de once años, ha fallecido tras una accidente de auto.

Su madre, Claire, y ella iban hacía el mercado. La pequeña había aceptado ir a regañadientes, ya que esperaba de su amigo Louis, al ver que él no venía, decidió acompañar a su madre.

¡Oh, el pequeño Louis! Él fue el más afectado con la muerte de la pequeña Colette, de su pequeña amiga. ¿Cuántas lágrimas derramo el niño por el fallecimiento? Millones. Pero, para que te puedas dar una idea… Desde los once años llora por su muerte… ¡Oh! Tiene ventiún años.

Todos los cercanos de Colette Bessette, lloraron y sufrieron su perdida, pero con el tiempo lograron superarla, y seguir con sus vidas; Todos, también Claire. Pero él no. Su pequeña francesita jamás se iría, jamás dejaría de sufrir su muerte.

Drogas, alcohol, sexo. Cayo en un mundo donde puede olvidar por unos segundos a Colette. Su pequeña se marcho, dejando atrás un corazón hecho pedazos por su abandono, por su muerte.

–Si tan sólo hubiera ido a buscar de ella antes.

Si tan sólo…. Pero, ¿Qué pasaría si una clase de mágia te deja volver al pasado, y remediar lo que haz hecho? ¿Qué pasaría si junto a un ser mágico tuvieras que ir y volver al pasado para remediarlo todo?

Todo por su querida Colette…

Liam Payne. Uno de los escritores más reconocidos mundialmente.

A sus cortos veinte años, el joven ha escrito más de cinco libros que han sobrepaso las cien millones de copias vendidas. Gracias a su exitoso libro: ‘Cristal Eyes’ o otros éxitos como: ‘Danny’s world’ (una trilogía). Él ha dedicado su vida a su trabajo. Comenzó a escribir y a leer a los tres años. A los nueve años ya había leído casi todas las creaciones de Shakespeare. Él joven Payne, desde los cero años tuvo una imaginación, creatividad, e inteligencia detonante.  

Pero está solo.

Nunca encontró a su chica ideal; a aquella que él daría lo que fuese con tal de ver su sonrisa; las mujeres de la vida real no se comparaban con los personajes femeninos de las novelas. Y entonces ocurrió.

Liam escribiría sobre su chica perfecta. Ocuparía todo un libro. Unas cuatrocientas páginas escribiendo acerca de alguien que sería imposible que exista en el mundo. O en cualquier mundo. Una mujer perfecta para él. Con defectos y virtudes, belleza e inteligencia, que sea desconfiada e ingenua, fría y amorosa. Con un nombre y apellido italiano. Delicada y ruda. Apasionada y tímida. Con un pelo castaño.

En la página 407, termino su libro.

Y en la mañana siguiente al fin de su libro, al despertar, en su living, mirando televisión, ¿Quién iba a esperar que allí sentada estaría ella? Gabriella Bonavida. La mujer perfecta. La mujer de su obra literaria. Pero… ¿cómo era eso posible?

Enamorarse de alguien puede suceder, y es algo genial.

Pero enamorarse de la persona a la que tú has diseñado, y haberla definido como perfecta… eso aún es mejor. ¿O me equivoco?

Niall era un chico sin preocupaciones. Una familia con dinero, todas las chicas, e incluso chicos, que el quisiera estaban atrás. El más deseado, el más popular, la envidia y temor de los nerds, y el que conocía cada cama de cada porrista. Era como un ritual para unirse a las animadoras: acostarse con Horan. Él tenía un futuro asegurado.

Pero, ¿Qué ocurre cuando la empresa en la que trabaja tu padre esta en quiebra? ¿Qué pasa cuándo empiezan a despedir empleados? ¿Y si uno de ellos era tu padre? La ruina. El mundo a el extranjero irlandés se le caería a pedazos. Y entonces habrá un cambio: el cambio de ciudad... a un campo de Irlanda.

De dinero a cabras, de mirar televisión a ordeñar vacas, de camas de animadoras a camas de paja, de sexo a ver como sus animales se reproducían, de chicas fáciles a chicas reservadas, de autos a caballos. ¿Él esperaba todo eso? Tal vez era más fácil de imaginar. Pero lo que nunca imagino sería encontrarse con uno de los sentimientos más comunes y masoquistas... el amor.

¿Es qué una chica podía enamorar a Horan? Pues, ya lo veremos.