Butterflies Born To Fly {Larry Stylinson} ||Nuevo capítulo 15.O8.14||

Una pequeña risa se escuchó en aquel espacio, era suave como el cantar de un ave y muy cálida. Louis volteó hacia su izquierda encontrándose con el rostro iluminado de Harry, el niño estaba riendo por una razón desconocida pero no le importaba saber por qué lo hacía, una sonrisa se dibujó en sus labios al darse cuenta del brillo que sus ojos denotaban, un brillo singular como el de la luna, cálido y suave.

Los dos están acostados boca arriba en el patio sobre el pasto, durante varios minutos admiraban el cielo y las pocas nubes esponjosas como algodón en silencio. Pero la risa del menor había irrumpido el silencio, haciendo que Louis se sentará y mirara fijamente a Harry desde arriba. El menor había callado al darse cuenta de la mirada de confusión de Louis, y lo único que ofreció como respuesta fue una tímida sonrisa.

–¿Por qué reías bebé? –Preguntó Louis. Llamar “bebé” a Harry ya se le había vuelto una costumbre.

Harry se mordió su labio inferior como respuesta, después alzo su mano derecha y señalo hacia el cielo.
Pero Louis no entendió por lo que frunció el ceño– ¿Qué hay ahí? No veo nada.

Harry negó con la cabeza, removiendo ligeramente sus rizos con el pasto. Sus ojos pasaron a los del mayor, y por un momento se sintió avergonzado haciendo que sus mejillas se tornaran rosadas. Deseaba decirle lo que pensaba y la razón de su risa pero por más que lo intentará, las palabras no salían, además se sentiría avergonzado si Louis averiguaba lo que pensaba. Mejor no, que se quedará con la incógnita.

«El cielo es azul como tus ojos» Volvió a pensar el menor, perdiéndose en las orbes azules del mayor.

Entonces volvió a reír, eran apenas aullidos de un cachorro, sonoros y demasiado suaves, giró su rostro dejando que su mejilla posará en la suavidad del pasto, cerró los ojos disfrutando de todas las sensaciones que recorrían su cuerpo. Se sentía diferente cuando estaba con Louis, se sentía libre y capaz de todo.

Louis miró con ternura al menor, sus ojos recorrieron todo el pequeño cuerpo de Harry, primero su rostro angelical, sus ojos verde esmeralda, las mejillas rosadas adornadas con pequeño hoyuelos, labios rosados y delgados. Luego su escuálido torso, como debía de ser el de un niño. Sus brazos delgados al igual que sus piernas.

Harry era demasiado hermoso a la vista de Louis.

Sonrió durante un segundo por ser quien le tenía a su lado, se sintió orgulloso de ser él con quien podía compartir sus días. Pero tan rápido como llego su pensamiento, decidió alejarlo. Era de Harry de quien hablaba, de un niño de doce años.

Por un momento se sintió un gran idiota. ¿Enserio había tenido pensamientos diferentes hacia el niño?

Negó con la cabeza y volvió a recostarse en el pasto, paso sus brazos tras su nuca y fijo su mirada en el cielo. Intento aclarar su mente, no sentía nada más alejado que una amistad hacia Harry; quería protegerlo como lo haría un hermano, quería amarlo como lo haría un padre. No debía tratarse de un sentimiento más allá de lo normal.

Pero no negaba que cuando estaba junto a él, no podía evitar sonreír. Le salía con naturalidad, como si lo hiciera desde siempre.

«Me haces… sonreír por una estúpida razón» Pensó Louis mientras cerraba los ojos.

Harry seguía con la mejilla pegada al pasto, abrió los ojos encontrándose con la imagen de Louis durmiendo plácidamente, sonrió ligeramente mientras todo su cuerpo se estremecía; el castaño le agradaba demasiado, realmente le agradaba, de hecho era la primera persona con quien pasaba mucho tiempo sin ponerse nervioso después de varios años.

Louis tenía algo especial que hacía que la vida de Harry se volviera simple. Y ese algo especial hacia que el pequeño se sintiera nervioso, de una manera diferente, no de la manera que solía ponerse; de hecho le agradaba sentir ese tipo de sensación, porque era muy agradable.

El castaño podría recordarle a su hermano, no lo negaba pero llegar a quererlo como quiso a Alex era imposible; el cariño que tenía hacia Louis era indescriptible, no podía decir cómo se sentía respecto a Louis porque realmente no sabía. No era lo mismo que sentía por su hermano, sabía que quería a Louis y mucho pero no podía compararlo con aquello, eran sentimientos iguales pero muy distintos, solo que no sabía de qué diferencia se trataba.

De algo estaba seguro, que Louis no se iría de su lado fácilmente. Por ahora lo único que podía definir correctamente, era que había encontrado un amigo y posiblemente un mejor amigo que le hacía sonreír como nunca.

Lo que no sabía es que ese sentimiento indescriptible era mutuo.

Después de varios minutos de silencio Louis abrió los ojos y lanzo un fuerte suspiro, atrayendo la atención del menor junto a él. Harry le miró con confusión, por un momento sintió entumecida su mejilla por lo que prefirió volver a acomodarse boca arriba; se preguntó que había pensado Louis como para soltar ese suspiro y realmente deseo preguntarle más sin en cambio no lo hizo.

–¿Por qué no hablas Harry? –Preguntó Louis de repente.

Harry abrió los ojos de par en par, volteo hacia el mayor, quien le dedicaba una mirada suave y protectora. Se incomodó por un momento por lo que se removió de su lugar y al final prefirió sentarse, cruzando sus piernas y bajando la mirada a sus manos, las cuales jugaban nerviosamente. No quiso cruzar su mirada con la de Louis, no quería demostrarle cuán temeroso estaba tan solo de recordar lo que algún día vivió.

Pero la diferencia era que quien le preguntaba era Louis, no un psicólogo ni su madre; era el chico castaño que le hacía sentirse protegido y en quien confiaba ciegamente.

Louis noto tensarse el cuerpo de Harry, por lo que de igual manera se sentó y sin dudarlo atrajo su pequeño cuerpo contra el de él; dejo que la cabeza rizada de Harry descansará en su pecho. La preguntaba había llegado a su mente de repente, no la había pensado tan siquiera antes de lanzarla al aire pues tenía curiosidad, además sabía que si algún día el pequeño le contaba el porqué de su silencio él podría… ayudarle de algún modo.

Poco a poco escucho los suaves sollozos de Harry, quien escondió su rostro en el pecho del mayor.

–Oh bebé… –Susurró Louis mientras sus manos acariciaba sus rizos– No te sientas mal, sabes… todos aquí tenemos una historia ¿no crees? Yo la tengo, Aylin la tiene. Y te puedo asegurar que la de ninguno es algo bonito, porque si fuera así simplemente no estaríamos aquí…

Harry se encogió, abrazando más a Louis.

–No llores bebé… todo estará bien… –Siguió Louis con voz suave– El pasado es eso, pasado. Y de algún modo debemos superarlo… ¿sabes cómo lo hago yo?

Harry se separó de Louis y negó con la cabeza.

–No es fácil –Admitió Louis– Pero todo se vuelve fácil cuándo… estás conmigo, cuanto tú y Aylin están conmigo. No temas… estoy contigo ¿vale?

Harry asintió y dejo ver una pequeña sonrisa en sus labios. La idea de saber que tenía a Louis le agradaba bastante y le hacía sentir bien.

–Eso, me encanta verte sonreír… –Habló con Louis sonriendo de igual forma.

La sonrisa tímida de Harry le encantaba a Louis, de hecho todo lo que tuviera que ver con el menor le fascinaba. Pero encima de todas las cualidades del pequeño estaba la sonrisa de Harry, que dejaba ver un par de hoyuelos que le hacía ver más inocente de lo que ya lo era. Después estaban ese par de ojos esmeraldas, grandes e infinitos, que tanto añoranza le provocaban.

Lo adoraba con su vida.

–Prometo cuidarte –Pronunció Louis– Hoy y para siempre.

¿Cuántas promesas ya había dicho a Harry? Muchas, de eso estaba seguro pero no podía impedir la necesidad de hacerle saber que ahí estaría él.

En primera: porque era el mayor y debía cuidarlo.

Segunda: quería estar junto a él, por la extraña razón que le perseguía desde que le conoció.

Tercera: sentía algo por el pequeño pero él creía que se trataba de un sentimiento de hermanos.