Broken Smiles {A One Direction Story}

1 – Contando las primeras pistas, averiguando los secretos.

La lluvia corría por la ventana, Harry ya estaba decidido. ¡Haría lo que tanto había planeado! ¡Había llegado la hora! ¡Era el momento de actuar! Sin embargo el día no lo apoyaba en sus pensamientos, el cielo no dejaba de llorar. Y el rizado aun no podía dejar de cuestionarse la razón por cual el cielo lloraba.

Confundido, tomo su impermeable y su cartera. Guardo la segunda en el bolsillo trasero de su pantalón, salió de su hogar y corrió. Si, corrió. ¡Él quería ser lo más rápido posible y acabar con todo lo que le había estado aterrando durante los últimos cinco años! Si, cinco años. Cinco años de sufrimiento y abominaciones para un adolescente que su única meta en la vida es ser amado. ¿Cruel, no?

Pero Harry no es el único que sufre. Hay otros cuatro chicos en la lista. Existen otras cuatro personas vagando por diferentes partes del mundo completamente necesitados, y no exactamente de amor o de dinero. Cada necesidad ese diferente, cada necesidad necesita tiempo, atención y entendimiento, ya que cada chico es único en su especie.

Un ejemplo de ellos es Niall Horan, un chico que se podría llamar “normal”, el típico chico amante de la música, soñador por naturaleza y valiente. Vivir en Irlanda es para él era un simple tropiezo, el sueño más grande que tenía el irlandés era cruzar fronteras, ser conocido y cantar frente a miles de personas. ¿Eso era mucho pedir para un simple chico con corazón de soñador? Un día común, un día cualquiera, un día como muchos para él; decidió ir a comprar unas cuerdas nuevas para su guitarra, no tenía intención alguna de hacer nada mas en su camino, su única intención era entrar a la tienda de música, pedirle a Mike un par de cuerdas, pagarlas y salir por la misma puerta por donde ingreso. Solo eso, esa alma joven no ocupaba más. El no pedía encontrarse al amor de su vida en el camino o encontrarse el boleto ganador de un sorteo millonario en la acera. No, Niall inocentemente pedía unas simples cuerdas, el no se esperaba sentir el peor miedo jamás pensado en todos sus diecinueve años de existencia.

Zayn tampoco esperaba sufrir de alguna manera similar. El moreno siempre fue un rompecorazones, ya que su sin igual belleza y atractivo eran más que suficientes para tener a su lado la chica que el desease, no importara cual sea su tipo, cualquier chica, cualquiera, Zayn Malik siempre la tenía a la hora que él quería, en el momento preciso. Malik es el macho alfa, el es el líder, jamás se había presentado algo o alguien superior a él, hasta ese momento. Hasta el momento en el que su vida cambio en un cerrar de ojos. Malik no se esperaba que algo tan terrible le sucediese mientras vestía una chamarra de cuero y unos pantalones ajustados, uno de sus pantalones favoritos. Su cabello lucia perfecto en esa tarde, al igual que toda su persona. Si, el gran Malik antes de encontrarse en ese parque había besado a Rebeca, Melina le había aceptado una cita y Lucy le había rogado para que sea su compañero en la clase de química, cada una de esas chicas son más que irresistibles para un chico común, pero para Zayn ellas eran completamente comunes, solo eran una más. Claro, todo su pensamiento cambio frente a la nueva situación que se le afronto en ese parque, el gran Malik tenía miedo, mucho miedo. Y mientras trataba de rezarles a todos los dioses, vírgenes y santos pensó en todas sus conquistas, en cada una de ellas esperando que alguien viniera a salvarlo. Pero la pregunta es ¿Alguien fue?

Mientras averiguamos la respuesta pasaremos por donde Liam Payne se encontraba. El castaño se encontraba emocionado, ¡Su nuevo jefe le había subido el sueldo! Y eso significaba que podría invitar a Danielle a cenar a algún fino restaurante de Londres. O aun mejor ¡Podría comprar ese nuevo videojuego de FIFA que había salido el día de ayer! Miles de pensamientos embargaban la mente de Payne pero ninguno como lo sucedido después. Liam solo fue una víctima más, el jamás tuvo malos deseos para alguien, jamás le deseo la muerte a alguna persona. Payne siempre fue un alma libre, una persona madura y alguien muy romántico. El solo deseaba el día en que se encontrara lo suficientemente enamorado de Danielle para proponerle matrimonio. Liam sabía que ella era la chica indicada, pero aun tenía que esperar. Esperar a que todas las cosas tomaran forma y que sus sentimientos se encontraras más claros que el agua, ir a comprarle un anillo con un diamante aceptable, hincarse, cantarle una canción de amor y hacer que a su chica le broten las lagrimas, acepte y bese sus labios como jamás había besado a alguien. Y Liam luchaba por todo aquello, ¡Vaya que lo hacía! No por nada pasaba la mitad de su día trabajando en la tienda de ropa y estudiando al mismo tiempo. Y a pesar de sus diecinueve años de edad, joven y en forma se encontraba cansado. Muy cansado, no físicamente si no emocional. Y en el momento en que su vida se arruino se dio por vencido, realmente se rindió.

Aunque Louis Tomlinson lucho por no sufrir pero de alguna manera lo hizo. El siempre había luchado por ganarse el título de “el chico perfecto” calificaciones perfectas, mejor jugador de Soccer, novia perfecta, familia perfecta, amigos perfectos. Todo en general para el fue perfecto, el trataba de que cada mínimo detalle estuviera a la perfección y eso realmente le trajo varios problemas ocasionando que su “vida perfecta” se arruinara, cada parte de ella, hasta la mas mínima. Louis lloro, golpeo cosas, grito, maldijo, se hizo daño así mismo, comenzó a enloquecer y todo por un error que al principio resultaba inofensivo, jamás le tomo importancia hasta que comenzó a destruir su vida en grandes partes disueltas por todos sus pensamientos. Tomlinson realmente lucho para restablecer cada punto, cada herida, pero lamentablemente eso solo le atrajo más problemas. Mas llanto, mas rencor por parte de otros. ¿Pero porque le paso eso a el? ¿Por qué a un chico que su único problema era el tratar de llegar a la perfección?

¿Por qué los más grandes problemas llegaron a cinco chicos totalmente inofensivos?

Aquí hay una pista, una pequeña.

- ¿Estás seguro de esto? Creo que me meteré en muchos problemas, esto no suena nada bien. –dijo un chico nervioso, casi acabando con sus uñas.
- Yo no entro –afirmo alguien que se encontraba recargado en la esquina de la pared mientras que fumaba un cigarrillo- será una mierda, no suena nada bien.
- ¡Vamos! ¿Qué es lo peor que puede pasar? –inquirió alguien demasiado ansioso, mientras tomaba un sorbo de café.
- Que todo esto se arruine, es lo que puede suceder –el otro chico hablo lentamente, casi obstruyendo su propios pensamientos- pero me arriesgare.
- Yo también me arriesgare, todo por ganar en esto. –inquiero este ultimo peinando su cabello.
- Entonces… ¿Todos estamos dentro? –pregunto nuevamente el chico dejando su café, todos asintieron excepto el moreno quien pisaba su cigarrillo.
- ¡Vamos! ¡Se que quieres entrar! –dijo el anterior nuevamente ansioso y preocupado- ¡No nos dejes solos en esto!
- Si me voy a la mierda no quiero ser el único ¿Entendido? Uno pierde, todos perdemos.

Y todos los que se encontraban en aquella pequeña habitación asintieron, se dieron la mano y después cada quien tomo su camino.

“Nadie supo, nadie sabrá. Todo será perfecto.” Recalcaron para después desaparecer.

2- Un adiós prematuro.

Zayn caminaba nervioso por las calles, el moreno cubría sus manos dentro de sus bolsillos, se sentía ansioso, vigilado y lo más importante, Malik se sentía muy preocupado. El simplemente no podía creer lo que había sucedido en la pequeña habitación, no podía creer que había dado el “si” a una especie de “aventura” que tarde o temprano acabaría con su vida.

Y Malik lo sabía, ese error que acaba de abrirle la puerta arruinaría su vida completamente, desde la punta de sus pies hasta su cabeza, todo se estancaría. Y todo por su culpa y la maldita insistencia de los otros cuatro chicos quien jamás había pensado en conocer alguna vez.

Llego a su casa, abrió la puerta con sus llaves rápidamente y corrió por las escaleras hasta llegar a su habitación y encerrarse ahí dentro… se recostó en su cama y prendió su reproductor de música, Zayn solo quería olvidar lo que había sucedido hace unos minutos pero simplemente su cabeza no le ayudaba, mucho menos sus oscuros pensamientos.

“Tú tienes que ser el líder Zayn, serás el más discreto en esto, nadie nos descubrirá jamás.” “Si, además nadie sospecharía de ti, eres demasiado mujeriego como que alguien piense que podrías gastar tu tiempo haciendo este tipo de cosas…” “Todos tienes razón Malik, ¡Tu naciste para ser líder y ahora lo serás!” “¿Entras?” “¿Estamos juntos en esto? ¿Cierto?” “Ya lo sabes, uno pierde, todos perdemos, es ley”.

Aquellas frases no salían de la cabeza del moreno, el simplemente no pudo negarse, no pudo decirle que no a esos conocidos no tan conocidos. Simplemente la idea era irresistible y las ganancias se veían inalcanzable para un simple ser humano como él. Además, ya no había vuelta atrás, Malik ya no podía negarse. No señores, el ya no podía olvidarse de esto mucho menos vivir como si nada hubiera sucedido, desde esa tarde su vida había cambiado y no especialmente para bien.

Mientras escuchaba algunas canciones de Bruno Mars su móvil comenzó a sonar, el moreno asustado lo cogió mientras que sus manos temblaban y su frente sudaba frio. ¿Qué le pasaba? El simplemente no paraba de preguntarse el significado de sus acciones.
Miro que una de sus muchas conquistas le llamaba, Malik frunció el seño y decidió no contestar, ya hablaría con alguna de ellas después, no por ahora, el moreno simplemente tenía que dejar de pensar o estaba seguro que moriría, o se suicidaría, cualquier sería lo mismo para él. Ya que su vida se ha vuelto una mierda gracias a el mismo.

Por otro lado no muy lejos, se encontraba Harry. El chico de rizos estaba seguro que dejaría Londres y se mudaría a Estados Unidos por un buen tiempo, por lo menos hasta que el problema en el que acaba de dar inicio se controlara un poco, después, después de todo el volvería nuevamente a la tierra británica comenzando una vida nueva llena de riquezas y perfección, pero Styles estaba seguro que esa vida comenzaría mucho después de haber acabado con la locura que acaba de comenzar. Por ahora él se dedicaría a sobrevivir y llevar a cabo los planes, todo estaba en sus manos y en las de los otros cuatro chicos. Todo tenía que ser perfecto, absolutamente todo.

Harry guardaba sus prendas en una maleta pequeña, sus discos, sus electrónicos y recuerdos lo dejaría en un baúl debajo de su cama viéndose como un significado de que tarde o temprano volvería por ellos o se quedaría, pero Styles sabía que tenía que volver, tenía que hacerlo dependiera su vida o no. Tomo su pase de avión con destino a California y todo el dinero que había ahorrado desde hace años, Harry se iría, el ya lo tenía previsto y predicho y la idea no le molestaba, lo que le pinchaba el alma y el corazón, lo que lo quemaba y lo rompía era el hecho de que dejaría al amor de su vida en Londres, la dejaría y se olvidaría de ella como fuera posible. Simplemente Harry la amaba demasiado como para hacerle saber el tipo de planes que llevaría a cabo, el… no podía, no podía decir a aquel par de ojos azules lo que pasaría con el si fallaba, sencillamente… su corazón se rompería y de ella también. Y lo que menos quería Harry era ver lágrimas correr. Él prefería la sangre. Sí, todo menos verla sufrir.

Con su maleta en la mano, todo el dinero posible en sus bolsillos y su corazón en un lugar lejos de el mismo donde nadie lo pueda encontrar, se fue a su nueva aventura, a su nuevo destino que lo llevaría a la ruina y a su propio infierno.

Y mientras Harry decidía irse y Zayn olvidarse de todo… se encontraba Liam, Liam James Payne dueño de un corazón destrozado y miles de sueños perdidos. Pero no se rendiría, Liam no quería rendirse, haría todo lo posible para tratar de ganar y no dejarse vencer por cualquier cosa. El castaño lucharía, lucharía con todas sus armas sin importarle lo que pudiese suceder. Payne se encontraba en su habitación hablando con su novia, el, la miraba fijamente totalmente avergonzado, Liam le diría adiós a Danielle, el no podía seguir con ella sabiendo lo que pasaría, simplemente entre ellos había llegado un final que en mil años Liam lo hubiera pensado.
El castaño observaba como su novia movía su largo cabello rizado por un lado y después por otro, lo movía nerviosamente y sin cesar, ella sabía que algo malo pasaría. Danielle sabía que su Liam estaba roto, afligido y preocupado… simplemente ella no deseaba ser un estorbo a sus planes, así que lo dejaría, dejaría volar al amor de su vida solo por ver su felicidad aunque Liam sabía que no existía felicidad alguna fuera de ella como Danielle sabía que sin Liam su vida sería una basura. Un silencio aterrador vagaba por la habitación del castaño, los ojos almendrados de Payne querían sollozar pero su corazón se lo impedía, Liam seria fuerte, trataría de hacerlo solo para no ver a su chica sufrir, sencillamente Payne no lo soportaría. No sería tan fuerte como él se lo esperaba.

- ¿Qué es lo que sucede? –pregunto Danielle después de unos momentos de silencio, Liam trago saliva y la miro. La hora había llegado.
- No sé cómo explicarlo, solo te suplico que me perdones –dijo él mientras que observaba la mirada fría de la chica.
- ¿Me engañaste? –pregunto ella con un nudo en la garganta.
- No –dijo Liam.
- ¿Ya no me quieres? –pregunto nuevamente tratando de averiguar la respuesta.
- Te amo –había dicho Liam con honestidad, la amaba y no lo podía negar pasare lo que pasare.
- ¿Entonces porque me pides perdón? –pregunto ella al borde de las lagrimas. Danielle no entendía lo que sucedía. Y para ser sinceros, Liam tampoco.
- Porque soy un idiota y no puedo perdonarme por lo que hare –dice Liam frio, bajando su mirada, el simplemente no puede mantener sus ojos almendrados mirándola, no puede y no piensa hacerlo, prefiere hacer todo crudamente así dolería menos.
- ¿Qué harás? –Pregunta Danielle al borde del llanto, sus ojos estaban húmedos.
- Te dejare –dijo Liam y su corazón se rompió, Danielle bajo su mirada.
- ¿Por qué? –pregunta la chica delgada sin fuerzas, el no quiere llorar y se repite una y otra vez no hacerlo.
- Por estúpido, ambicioso y canalla. –dijo él y ella lo mira frunciendo sus labios.
- Tú no eres así –decía Danielle mirándolo a los ojos- no me mientas Liam, te conozco y sé que algo sucede… por favor, dime la verdadera razón. ¿Qué es lo que paso? ¿Hice algo mal? Porque puedo remediarlo, te amo… no me dejes… por favor. –Liam al escuchar sus palabras su corazón se quebrantaba una y otra vez, no podía creer lo que miraba, no podía pensar que dejaría al amor de su vida, dejaría todo lo que alguna vez anhelo por una tontería. Pero ya era muy tarde, ya no había marcha atrás.
- Tú no tienes nada que remediar Danielle… -dijo Liam entre suspiros, controlándose- tú no tienes la culpa de nada mi ángel –ella se estremeció al escucharlo llamarla así, pero Danielle sabía que aquella vez sería la última vez que lo escucharía- yo tengo la culpa de todo, de absolutamente todo… yo simplemente tengo la obligación de cambiar y de olvidarme de lo mejor de mi vida –ella comenzaba a llorar y Liam quería cantarle una canción y besarla, pero ya no podría, era el final- tu eres y serás lo mejor de mi vida princesa ¿Está bien? Eso jamás cambiara, yo te amare por siempre, pase lo que pase, no me importara, ya que mi corazón es tuyo y en este momento te lo dejo, quiero que lo conserves por siempre… pero… me tengo que alejar de ti… es por tu bien, yo… necesito dejarte Danielle… -Ella negaba con su rostro mientras que Liam hiperventilaba, nada iba bien.- no sé si volveré a verte… pero si no lo hago quiero que siempre tengas en mente que te ame, te amare y te seguiré amando con locura tal como el día en que te conocí y me enamore de ti ¿Puedes recordarlo? ¿Puedes hacerme ese último favor aunque no lo merezca? ¿Puedes hacerlo? –Danielle asiente mientras que siente que su mundo se derrumba frente a sus ojos. No podía creer que el amor de su vida la dejaba.- Te amo Danielle, te amo. No lo olvides, por favor. –y en ese momento las lagrimas comenzaban a correr por el rostro de Liam. No pudo, su débil y frágil corazón se había hecho presente.
- Yo también te amo Liam –menciono Danielle con la poca fuerza que le quedaba- fuiste el mejor de mi vida, siempre lo serás. –Liam quería sonreír pero solo pudo negar con su rostro y acercarse lo suficientemente cerca de ella, beso su frente y absorbió el aroma a jazmín que desprendía su cabello.
- No lo soy, créeme. Después lo comprenderás –dijo el mirándola sin hacer nada.
- Creo que debo irme Liam –Danielle se levantaba y Liam no le impidió nada, el sabia que la hora había llegado pero no tenía idea de que dolería tanto, después de todo Liam quería que ella fuera la única en toda su vida, el aún conservaba una pequeña esperanza después de que todo sucediese ella estuviera aun disponible para el… pero simplemente Payne no era un chico de ilusiones.

Se miraron a los ojos por última vez. Liam se levanto y la guio hasta la puerta aunque ella se supiera perfectamente el camino. Payne observo su cabello, su figura, su rostro y por ultimo quiso despedirse de todos los inolvidables recuerdos que tuvo a su lado. Danielle fue lo mejor de su vida y está seguro que de aquello jamás de olvidara, aunque lo maten y valla al infierno jamás se olvidara de ella y su hermosa sonrisa. Mucho menos de su corazón.

- Gracias por todo –menciona el antes de que se marche.
- Gracias a ti –dijo Danielle nostálgica mirando sus ojos chocolate- yo… no lo entiendo Liam.
- Lo siento –repite otra vez con lagrimas en sus ojos- pero es lo mejor para ti.
- ¿Y para ti? –mencionaba ella aturdida- ¿Qué pasara contigo?
- Aun no lo sé –dijo Liam por última vez al amor de su vida fríamente mientras que su piel se erizaba, Payne comenzaba a sentir miedo y no era agradable aquella sensación para su vida.- Adiós Danielle –menciono al abrir la puerta.
- No te pierdas Liam, no por favor –dijo ella con el corazón roto antes de irse, después beso sus labios rápidamente, limpio sus lágrimas y se retiro.

Y mientras Danielle se alejaba Liam lloraba con más fuerza.