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En su mente pasaron muchas clases de pensamientos, Alison estaba realmente loca, se suponía que tenían que conseguir las cosas como gente civilizada, intentar hablar con sus padres y llegar a una clase de acuerdo.

Al menos eso fue lo que le enseñaron desde pequeña.

Al llegar a casa de Ali, bajaron rápidamente de la moto y se metieron dentro de la casa hasta la habitación de Alison, donde cerrando la puerta con pestillo, y mientras ella sacaba bolígrafos y una hoja de papel, se sentaron en la suave y blanda cama, donde se quedaron mirando el papel durante unos minutos en silencio.

— Deberíamos pensarlo bien—suspiró— ¿cuanto de mucho quieres ir a esa fiesta?—le preguntó Alison mientras garabateaba lineas por la hoja.

_______ la observó.

—Sabes bien que haría lo que sea... pero tengo miedo.—giró sobre si misma, recostada observando el techo.

—No debes tener miedo, si queremos conseguir, hay que estar cien por cien seguras de esto—aplastó su cara contra la suave sabana y puso sus manos encimas.

—Y lo estoy—aseguró, sin dejar de observar el techo.

Un silencio abrumador apareció, y no se fue hasta dentro de unos largos y tensos minutos.

—¿Tienes algo en mente?—preguntó haciéndola salir de su ensoñación.

—Bueno...—pensó, en las posibilidades que tendrían, pero siempre se le venia la idea de sus padres y todo aquello; finalmente dijo— no.

—Y si...—empezó con cautela Alison, mirando hacia los lados, y bajando la voz— y si tomáramos nuestro sueldo de la semana por adelantado, ¿sin que se enteren?

Alison la observo, parecía que ella no entendía lo que le quiso decir, hasta que la miro con los ojos abiertos.

—¿Me están diciendo que le robe dinero a mis padres?—se levantó rápidamente de la cama, casi saltando, y llevando sus manos hacia su cabeza.

—No—negó—...bueno—dijo— mas o menos...

—No podemos hacer eso, si se enteran..—se alteró; parecía que sus ojos se habían hecho mas grandes, y miraba a su amiga como si lo que le acabase de decir, fuera hacer un sacrificio.

—No se enteraran, lo prometo—se levantó, y tomo la mano de su amiga, dándole la seguridad que ella necesitaba en esos momentos.