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All These Things I Hate [Logan Lerman]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 1 de 11. • 1, 2, 3 ... 9, 10, 11
All These Things I Hate [Logan Lerman]
FICHA
✖Nombre: All These Things I Hate
✖Autor: Sofía/ Skywalker~
✖Adaptación: No, todo proviene de mi imaginación
✖Género: En general drama & romance, aunque puede contener un toque de varios géneros
✖Advertencias: En realidad no, puede que llegue a publicar algunos capítulos con escenas subidas de tono y lenguaje inapropiado, si son lectores 'fantasma' me haría feliz que se hicieran notar al menos con un comentario (:
✖Otras páginas: tengo una cuenta en youtube SmileyxLerman en la cual puede que suba videos en relación con la novela
✖Autor: Sofía/ Skywalker~
✖Adaptación: No, todo proviene de mi imaginación
✖Género: En general drama & romance, aunque puede contener un toque de varios géneros
✖Advertencias: En realidad no, puede que llegue a publicar algunos capítulos con escenas subidas de tono y lenguaje inapropiado, si son lectores 'fantasma' me haría feliz que se hicieran notar al menos con un comentario (:
✖Otras páginas: tengo una cuenta en youtube SmileyxLerman en la cual puede que suba videos en relación con la novela
Samantha siempre fue una buena niña, ese tipo de chica alegre que se ganaba a cualquiera con solo una mirada y que no tenía que esforzarse demasiado para que alguien la quisiera. Con el pasar de los años, la actitud de una típica adolescente comenzó a surgir y las peleas con sus padres fueron algo cotidiano de su día a día. Sin embargo, después de un trágico suceso Samantha se ve obligada a dejar su vida ya establecida en Los Ángeles por la atareada vida de New York. Tras mudarse, de la chica alegre y de dulce mirada no quedó nada, y una Samantha conservadora y callada comenzó a surgir del arrepentimiento, lo cual la hizo victima de numerosas burlas y jugarretas por parte de casi todos en el instituto, sobretodo por parte de Logan Lerman, un joven al que jamás le faltó nada y al cual la vida le había brindado sus mejores placeres, razón por la cual se comportaba como lo hacia. Sin embargo, una de esas “pequeñas” pero constantes jugarretas en especial, hace que Samantha desaparezca de la vida de todos y su recuerdo solo quede en el olvido.
Ahora, el tiempo ha pasado desde aquella mala jugada y solo dos años para graduarse le quedan a Logan, quien sin importar el pasar de los años sigue siendo el mismo cretino a causa de aquel secreto que atormenta todos los días de su existencia y el hecho de estar marcado por los sucesos que acontecieron su vida tras la desaparición de Samantha. Pero, todo estará apunto de estallar, cuando Samantha regrese a cobrar venganza de todo y por todo lo que le hicieron pasar, Aunque, tal vez las cosas cambien de nuevo y solo sea para que ambos estén un paso más cerca del amor en medio del odio que los rodea, antes de que sea demasiado tarde.
Ahora, el tiempo ha pasado desde aquella mala jugada y solo dos años para graduarse le quedan a Logan, quien sin importar el pasar de los años sigue siendo el mismo cretino a causa de aquel secreto que atormenta todos los días de su existencia y el hecho de estar marcado por los sucesos que acontecieron su vida tras la desaparición de Samantha. Pero, todo estará apunto de estallar, cuando Samantha regrese a cobrar venganza de todo y por todo lo que le hicieron pasar, Aunque, tal vez las cosas cambien de nuevo y solo sea para que ambos estén un paso más cerca del amor en medio del odio que los rodea, antes de que sea demasiado tarde.
Trailer
{fanmade by; Eli}
Promo
- Spoiler:
Poster
- Spoiler:
Última edición por Skywalker~ el Dom 02 Jun 2013, 8:01 pm, editado 10 veces
Skywalker~
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
conchesumare <3 le amé así es demasiado sensual y tiene a mis dos amores <3 al Lerman y a la Lane <3 yo te dí el título *0* la amo lo sabes y cualquier cosa me la dices que te ayudaré en lo que sea y seré tu super primera lectora 8) espero <3 y quiero que subas T___T la amo *0* comentaría más pero mi mami me reta ._. y dice que termine de editar el video :cc te adoro *0* asi mucho *-*
Sweet Flair
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Sweet Flair escribió:
conchesumare <3 le amé así es demasiado sensual y tiene a mis dos amores <3 al Lerman y a la Lane <3 yo te dí el título *0* la amo lo sabes y cualquier cosa me la dices que te ayudaré en lo que sea y seré tu super primera lectora espero <3 y quiero que subas T___T la amo *0* comentaría más pero mi mami me reta ._. y dice que termine de editar el video :cc te adoro *0* asi mucho *-*
Mi Muchacha & Primera Lectora :3 Debo Darte Las Gracias y SOBRETODO CREDITOS por haberme regalado ese hermoso nombre GRACIAS POR TU APOYO, y tengo que decirlo Decirlo TE ADOROOOOOOOOOOOOOOOO Eres Lo Máximo e.e
Renegade escribió:
Me encanto la sinopsis. Sube pronto. :B
Muchísimas Gracias Por Leer (: Mañana Mismo Subiré El Prólogo e.e
Skywalker~
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
✖Hola, bueno antes de esto, no había tenido la oportunidad de presentarme así que lo haré. Me llamo Sofía, vivo en Colombia, amo a Logan Lerman, odio las arañas ahsgkjhgsakjdhg y bueno espero que les guste *aunqueyosequeno* pero haré mi mayor esfuerzo por que si (: besos y gracias por leer :affraid:
Prólogo
Never let me go
No need to pray, no need to speak.
Las últimas gotas de llovizna caían del cielo, el frio que invadía el lugar generaba que las ventanas del avión se cubrieran con aquella neblina que dificultaba la visibilidad hacia la pista, lugar donde se encontraba el avión a punto de despegar. El corazón de Elizabeth palpitaba al mil por segundo, John se limito a pasarle su brazo por encima del hombro para reconfortarla con un cálido abrazo. Aquel momento lo habían estado esperando desde hacia catorce años ya, exactamente desde ese día de enero en que decidieron abandonar todo lo que se interpusiera en su felicidad y consumaron su amor en aquella pequeña capilla, dejando atrás cada uno de los problemas que atormentaban su pasado.
Desde pequeña, Elizabeth había tenido un miedo no tan irracional hacia aquellas maquinas voladoras en las que el hombre atravesaba, ríos, montañas, mares y continentes enteros. Un vago recuerdo de infancia el cual solía confundir con pesadillas palpitaba en su mente y le atravesaba el corazón como un puñal. Borrosas secuencias de imágenes se paseaban libremente por su cabeza, los cuerpos de hombres, mujeres y niños yacían sin vida por doquier. El abrazo de John le recordaba cuando aquellos brazos apretaron su dorso fuertemente y la sacaron de entre los escombros que cubrían gran parte de su cuerpo antes de la gran explosión, sin embargo, aquel hombre que la mantenía entre sus brazos en ese instante le daba la seguridad que le hacia falta para pararse en medio de aquella maquina sin que las piernas le comenzaran a temblar de manera abrupta o simplemente perdiera la conciencia. Suspiró, trato de borrar todo pensamiento negativo de su mente y solo disfrutar de aquel momento.
Las ruedas del avión comenzaron a moverse lentamente, Elizabeth dio un pequeño saltito en su asiento al sentir el ligero movimiento mientras agarraba la camiseta de John con fuerza, cosa que causo una pequeña risita llena de ternura en el hombre de ojos marrón. Pronto, aquella maquina hizo cobrar el significado de su nombre, sobrevolando libremente el cielo cubierto con aquel manto negro, la noche.
La pequeña Sam se encontraba en casa al cuidado de su nana. Elizabeth no podía dejar de pensar en como estaría su nenita, de si necesitaría que la arropara en la noche como solía hacerlo tiempo atrás o si simplemente necesitaría de su presencia como en el primer día que la dejó en el jardín de infantes, el primer día que separarían ese lazo de madre e hija que las acompañaba y tal vez la única vez que aquello las unió. Pensó sobre la ultima vez que había visto a su hija de 14 años y pequeñas lagrimas se pasearon por sus rosadas mejillas, pues aun no podía borrar las palabras que esta le había dedicado con amargura. “Te odio” le dijo Samantha con desprecio después de enterarse que sus padres saldrían a celebrar su tan ansiada luna de miel y la dejarían al cuidado de una niñera, en vez de darle la confianza para quedarse sola por primera vez, algo muy tentador para aquella inexperta chiquilla, e incluso algo que su madre intento explicar, pero aun así fue lo ultimo que se dijo antes de dar el portazo que dejaría a Elizabeth con las palabras en la boca y cerraría toda oportunidad de alguna reconciliación.
Un fuerte estruendo la saco de sus profundos pensamientos. Su rostro palideció de manera instantánea, sus manos se enfriaron al mismo tiempo que su corazón corría más rápido que la sangre a través de sus venas. Un segundo estruendo le hizo perder la calma, algo que había estado tratando de controlar hacia varios minutos ya, y cosa que recuperó cuando se le oyó decir a una de las azafatas con calmada voz a través del parlante que solo experimentaban turbulencia y que pronto saldrían de la tormenta en medio de la que se encontraban. Sin Embargo, tan rápido como recuperó la calma la volvió a perder, cuando una cegadora y abrumadora luz se precipito del ala derecha del avión después del tercer estruendo.
John agarró con fuerza a Elizabeth quien permanecía inmóvil entre sus brazos. Un cuarto estruendo sobrevino de otra de aquellas llamaradas, esta vez en el ala izquierda. Las luces comenzaron a titilar y el avión comenzó a moverse estrepitosamente logrando que todas las maletas se salieran de su lugar. Elizabeth solo inhalaba y exhalaba rápidamente esperando que todo aquello solo fuera un mal sueño, una pesadilla.
Las mascaras de oxigeno bajaron y todos los pasajeros se apresuraron a tomarlas para luego ponérselas esperando salir vivos de aquella horrible e inevitable situación. En ese momento Elizabeth supo que esos serian los últimos instantes de su estancia en este mundo y que desde el momento en que pagó esos boletos de avión supo de alguna u otra forma que había comprado boletos a la muerte. Sin embargo, no había arrepentimiento en su corazón por ello, su hora había llegado, al igual que le llega a todos los seres vivos y además de todo aquello moriría al lado del hombre al que amó, amaba y amaría con fervor hasta la eternidad. En ese momento lo único de lo cual realmente se arrepintió, fue de que esos últimos instantes al lado de su hija en este mundo hubieran sido tan dolorosos. Suspiró, deseó que todo lo que viniera en el futuro de su pequeña fuera grato y que la vida no la dejara sola en este mundo donde el dinero, las drogas y los placeres solo son apariencia engañosa y fuente de dolor.
El avión comenzó a desintegrarse, las láminas de aluminio volaron como una pluma ante el poderoso viento. Elizabeth tomo con delicadeza la cara de su amado y posó sus labios sobre los de el en un cálido beso, se separo lentamente, tomo su mano y le dijo con dulzura “te amo John” antes de que su asiento saliera a volar llevándola a ella consigo y dejando a John con los ojos aguados y un profundo dolor, que acabó cuando finalmente, tras gritos, llanto y desesperación, el avión estalló.
El fuerte sonido de un trueno tras la cegadora luz de un rayo hicieron que Sam saltara de la cama cayendo de plancha al piso. Maldijo en voz baja el hecho de haberse caído con las cobijas encima y tener que arreglarlas para volver a acostarse, sin embargo, se limito a tomar aire tratando de controlar sus pensamientos. Miro el reloj, las 3:20 am y aun no podía conciliar el sueño, hacia varias horas ya lo había intentado pero aun no lograba entrar en aquel estado de descanso que tanto deseaba para olvidar todos los problemas que pasaron, pasaban y pasarían en pocas horas.
Una leve pero insistente sensación de desaliento le recorría el cuerpo, su piel, viajaba por sus venas y explotaba en su corazón que palpitaba más rápido de lo normal sin razón alguna. Miro al cielo con preocupación y pensó en sus padres, pero rápidamente movió la cabeza en forma de negación tratando de olvidar las horribles cosas que merodeaban su cabeza.
Prendió la televisión con la vaga esperanza de que así lograría despejar su mente de todo aquello y simplemente después de un rato el sueño que anhelaba la acogería con su dulce manto.
Cambio de canal varias veces, cuando por fin encontró algo aceptable para ver arrojó el control sobre el sillón al lado de su cama y se dispuso para ver la repetición de una película que habían pasado ya el día anterior. Varios minutos después sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, cada segundo le era más difícil mantener sus parpados abiertos, cosa que agradeció internamente.
Un estrepitoso sonido le hizo dar un brinquito en la cama, sin embargo, esta vez no cayó al piso. Se restregó los ojos con cierta lentitud y algo de enfado, miró al televisor con dificultad hasta que la luz que emanaba aquella cajita de imágenes fueron tan claras como para que sus adormilados ojos las divisaran.
Aquel estrepitoso sonido que tan bruscamente la había despertado se debía a una noticia de último minuto que interrumpía la película que casi llegaba a su final. Bajo las pequeñas gotas de llovizna y un leve viento de madrugada se encontraba una joven reportera de cabello castaño y ojos color avellana, tratando de fingir tristeza para su presentación ante las cámaras. Aunque tratara, su gruesa capa de maquillaje no podía ocultar el cansancio tras sus ojos y las pocas ganas que tenia de estar en aquel lugar en vez de su casa, debajo de las cobijas con una caliente taza de chocolate, supuso Samantha.
Las palabras que surgieron de los rojos labios de la chica dueña de aquellos ojos avellana dejaron congelada a Samantha, su piel se erizo, un agudo y doloroso corrientaso recorrió su piel y la dejo pegada a su cama sin poder siquiera mover un solo musculo de la cara. Cada silaba que pronunciaba era como si apuñalaran su corazón, pequeñas lágrimas comenzaron a caer lentamente por sus mejillas hasta convertirse en un mar de lágrimas.
#Laugh.Love.Lerman
Desde pequeña, Elizabeth había tenido un miedo no tan irracional hacia aquellas maquinas voladoras en las que el hombre atravesaba, ríos, montañas, mares y continentes enteros. Un vago recuerdo de infancia el cual solía confundir con pesadillas palpitaba en su mente y le atravesaba el corazón como un puñal. Borrosas secuencias de imágenes se paseaban libremente por su cabeza, los cuerpos de hombres, mujeres y niños yacían sin vida por doquier. El abrazo de John le recordaba cuando aquellos brazos apretaron su dorso fuertemente y la sacaron de entre los escombros que cubrían gran parte de su cuerpo antes de la gran explosión, sin embargo, aquel hombre que la mantenía entre sus brazos en ese instante le daba la seguridad que le hacia falta para pararse en medio de aquella maquina sin que las piernas le comenzaran a temblar de manera abrupta o simplemente perdiera la conciencia. Suspiró, trato de borrar todo pensamiento negativo de su mente y solo disfrutar de aquel momento.
Las ruedas del avión comenzaron a moverse lentamente, Elizabeth dio un pequeño saltito en su asiento al sentir el ligero movimiento mientras agarraba la camiseta de John con fuerza, cosa que causo una pequeña risita llena de ternura en el hombre de ojos marrón. Pronto, aquella maquina hizo cobrar el significado de su nombre, sobrevolando libremente el cielo cubierto con aquel manto negro, la noche.
La pequeña Sam se encontraba en casa al cuidado de su nana. Elizabeth no podía dejar de pensar en como estaría su nenita, de si necesitaría que la arropara en la noche como solía hacerlo tiempo atrás o si simplemente necesitaría de su presencia como en el primer día que la dejó en el jardín de infantes, el primer día que separarían ese lazo de madre e hija que las acompañaba y tal vez la única vez que aquello las unió. Pensó sobre la ultima vez que había visto a su hija de 14 años y pequeñas lagrimas se pasearon por sus rosadas mejillas, pues aun no podía borrar las palabras que esta le había dedicado con amargura. “Te odio” le dijo Samantha con desprecio después de enterarse que sus padres saldrían a celebrar su tan ansiada luna de miel y la dejarían al cuidado de una niñera, en vez de darle la confianza para quedarse sola por primera vez, algo muy tentador para aquella inexperta chiquilla, e incluso algo que su madre intento explicar, pero aun así fue lo ultimo que se dijo antes de dar el portazo que dejaría a Elizabeth con las palabras en la boca y cerraría toda oportunidad de alguna reconciliación.
Un fuerte estruendo la saco de sus profundos pensamientos. Su rostro palideció de manera instantánea, sus manos se enfriaron al mismo tiempo que su corazón corría más rápido que la sangre a través de sus venas. Un segundo estruendo le hizo perder la calma, algo que había estado tratando de controlar hacia varios minutos ya, y cosa que recuperó cuando se le oyó decir a una de las azafatas con calmada voz a través del parlante que solo experimentaban turbulencia y que pronto saldrían de la tormenta en medio de la que se encontraban. Sin Embargo, tan rápido como recuperó la calma la volvió a perder, cuando una cegadora y abrumadora luz se precipito del ala derecha del avión después del tercer estruendo.
John agarró con fuerza a Elizabeth quien permanecía inmóvil entre sus brazos. Un cuarto estruendo sobrevino de otra de aquellas llamaradas, esta vez en el ala izquierda. Las luces comenzaron a titilar y el avión comenzó a moverse estrepitosamente logrando que todas las maletas se salieran de su lugar. Elizabeth solo inhalaba y exhalaba rápidamente esperando que todo aquello solo fuera un mal sueño, una pesadilla.
Las mascaras de oxigeno bajaron y todos los pasajeros se apresuraron a tomarlas para luego ponérselas esperando salir vivos de aquella horrible e inevitable situación. En ese momento Elizabeth supo que esos serian los últimos instantes de su estancia en este mundo y que desde el momento en que pagó esos boletos de avión supo de alguna u otra forma que había comprado boletos a la muerte. Sin embargo, no había arrepentimiento en su corazón por ello, su hora había llegado, al igual que le llega a todos los seres vivos y además de todo aquello moriría al lado del hombre al que amó, amaba y amaría con fervor hasta la eternidad. En ese momento lo único de lo cual realmente se arrepintió, fue de que esos últimos instantes al lado de su hija en este mundo hubieran sido tan dolorosos. Suspiró, deseó que todo lo que viniera en el futuro de su pequeña fuera grato y que la vida no la dejara sola en este mundo donde el dinero, las drogas y los placeres solo son apariencia engañosa y fuente de dolor.
El avión comenzó a desintegrarse, las láminas de aluminio volaron como una pluma ante el poderoso viento. Elizabeth tomo con delicadeza la cara de su amado y posó sus labios sobre los de el en un cálido beso, se separo lentamente, tomo su mano y le dijo con dulzura “te amo John” antes de que su asiento saliera a volar llevándola a ella consigo y dejando a John con los ojos aguados y un profundo dolor, que acabó cuando finalmente, tras gritos, llanto y desesperación, el avión estalló.
***
El fuerte sonido de un trueno tras la cegadora luz de un rayo hicieron que Sam saltara de la cama cayendo de plancha al piso. Maldijo en voz baja el hecho de haberse caído con las cobijas encima y tener que arreglarlas para volver a acostarse, sin embargo, se limito a tomar aire tratando de controlar sus pensamientos. Miro el reloj, las 3:20 am y aun no podía conciliar el sueño, hacia varias horas ya lo había intentado pero aun no lograba entrar en aquel estado de descanso que tanto deseaba para olvidar todos los problemas que pasaron, pasaban y pasarían en pocas horas.
Una leve pero insistente sensación de desaliento le recorría el cuerpo, su piel, viajaba por sus venas y explotaba en su corazón que palpitaba más rápido de lo normal sin razón alguna. Miro al cielo con preocupación y pensó en sus padres, pero rápidamente movió la cabeza en forma de negación tratando de olvidar las horribles cosas que merodeaban su cabeza.
Prendió la televisión con la vaga esperanza de que así lograría despejar su mente de todo aquello y simplemente después de un rato el sueño que anhelaba la acogería con su dulce manto.
Cambio de canal varias veces, cuando por fin encontró algo aceptable para ver arrojó el control sobre el sillón al lado de su cama y se dispuso para ver la repetición de una película que habían pasado ya el día anterior. Varios minutos después sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, cada segundo le era más difícil mantener sus parpados abiertos, cosa que agradeció internamente.
Un estrepitoso sonido le hizo dar un brinquito en la cama, sin embargo, esta vez no cayó al piso. Se restregó los ojos con cierta lentitud y algo de enfado, miró al televisor con dificultad hasta que la luz que emanaba aquella cajita de imágenes fueron tan claras como para que sus adormilados ojos las divisaran.
Aquel estrepitoso sonido que tan bruscamente la había despertado se debía a una noticia de último minuto que interrumpía la película que casi llegaba a su final. Bajo las pequeñas gotas de llovizna y un leve viento de madrugada se encontraba una joven reportera de cabello castaño y ojos color avellana, tratando de fingir tristeza para su presentación ante las cámaras. Aunque tratara, su gruesa capa de maquillaje no podía ocultar el cansancio tras sus ojos y las pocas ganas que tenia de estar en aquel lugar en vez de su casa, debajo de las cobijas con una caliente taza de chocolate, supuso Samantha.
Las palabras que surgieron de los rojos labios de la chica dueña de aquellos ojos avellana dejaron congelada a Samantha, su piel se erizo, un agudo y doloroso corrientaso recorrió su piel y la dejo pegada a su cama sin poder siquiera mover un solo musculo de la cara. Cada silaba que pronunciaba era como si apuñalaran su corazón, pequeñas lágrimas comenzaron a caer lentamente por sus mejillas hasta convertirse en un mar de lágrimas.
#Laugh.Love.Lerman
Última edición por Skywalker~ el Jue 20 Jun 2013, 12:59 pm, editado 9 veces
Skywalker~
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
ohhh que triste pobre sam debe ser doloroso perder a a los padre o a cualquier ser quierido pero mucho mas cuando se van y no poderles pedir disculpas, el dolor seria aun mas terrible y el remordimiento aun peor solo espero que sam pueda salir adelante...
siento que ya amo tu nove please siguela!!!!!
mm lo ovidava soy tu nueva lectora me llamo caroline pero no me gusta ese nombre asi que le cambio la a con la o si me explico eh? (? y de ese cambio sale el hermoso nombre de coraline (?) pzz en fin no se porque digo todas esta boludeses que no interesa lo impoortante aqui es que sigas tu maravillosa y estupenda nove :cheers:wiiiii
siento que ya amo tu nove please siguela!!!!!
mm lo ovidava soy tu nueva lectora me llamo caroline pero no me gusta ese nombre asi que le cambio la a con la o si me explico eh? (? y de ese cambio sale el hermoso nombre de coraline (?) pzz en fin no se porque digo todas esta boludeses que no interesa lo impoortante aqui es que sigas tu maravillosa y estupenda nove :cheers:wiiiii
smile-is-free
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Mija te lo dije y te lo vuelvo a decir >-< me matas :ccc y me encanta tu nove y y la amo *0* y me da pena la Sam u.u porque perdió a sus padres por una discusión tonta y sin sentido D: además Sam jamás pensó en que esa sería la última vez que vería a su Mami :ccc me dio pena :c otra vez y sabes que amo la nove u.ú saludos mijasa 8) te adoro *0*
Sweet Flair
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Nueva y súper fiel lectora!! Qué triste que John y Elizabeth murieran! Y Samantha yo diría que se va a arrepentir mucho de haberle dicho eso a su madre como sus últimas palabras hacia ella! Me encanta tu novela!! Síguela pronto por favor!!
Alicia Swifty Lermánica
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Nueva lectora! Me agrada mucho tu forma de escribir Sofi ^^ llegas demasiado a mí y bueno, por eso estoy aquí. El prólogo estuvo hermoso y triste, con la escena del avión y de Sam peleada con sus padres me dejaste pensando en uno de mis animés favoritos, definitivamente es una de las cosas mas horribles que te pueden suceder, siempre que peleo con alguien me quedo pensando en si será la última vez que lo vea, toda una paranóica yo xD
Bueno, me extendí mucho ._.
Espero que la sigas, me encanta! :D
Bueno, me extendí mucho ._.
Espero que la sigas, me encanta! :D
Patu
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Heeee! Que crees, SOY NUEVA LECTORA y adivina que, Yo tambien soy Colombiana :P , me encanta la trama y aunque es un poco triste al comienzo eso no me desiluciona, es mas LLAMA AUN MAS MI ATENCION, enserio que me encanta y aqui tienes una fiel lectora mas, aunque por ciertas circunstancias no pueda entrar muy seguido hare lo que mas pueda para leer tu maravillosa historia. Enserio ME ENCANTO y espero que la sigas pronto... Te dejare mi correo por si me necesitas o por si quieres ser mi amiga. Besos Cariño
dontforgetme_56@hotmail.com
XOXO
dontforgetme_56@hotmail.com
XOXO
Caramelitooo
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
coraline L. Escribió:
ohhh que triste pobre sam debe ser doloroso perder a a los padre o a cualquier ser quierido pero mucho mas cuando se van y no poderles pedir disculpas, el dolor seria aun mas terrible y el remordimiento aun peor solo espero que sam pueda salir adelante...
siento que ya amo tu nove please siguela!!!!!
mm lo ovidava soy tu nueva lectora me llamo caroline pero no me gusta ese nombre asi que le cambio la a con la o si me explico eh? (? y de ese cambio sale el hermoso nombre de coraline (?) pzz en fin no se porque digo todas esta boludeses que no interesa lo impoortante aqui es que sigas tu maravillosa y estupenda nove :cheers: wiiiii
Holaa (: Primero Que Todo Mil Y Un Gracias Por Tus Palabras :D Me Hace Muy Feliz Tener Nuevas Lectoras eaea . Aunque Me Encanta Tu Nombre Te Diré Coraline :3 También Me Gusta Muchísimo Igual . En Cuanto A Lo De Los Padres De Sam, Yo Igual Creo Que Es Muy Triste :c Yo Creo Que Si Estuviera En Su Lugar Me Habría Sucedido Lo Mismo, Pero Cuando Ahí Un Mal Comienzo Tal Ves Las Cosas Mejoren (: Besotes :3
Sweet Flair Escribió:
Mija te lo dije y te lo vuelvo a decir >-< me matas :ccc y me encanta tu nove y y la amo *0* y me da pena la Sam u.u porque perdió a sus padres por una discusión tonta y sin sentido D: además Sam jamás pensó en que esa sería la última vez que vería a su Mami :ccc me dio pena :c otra vez y sabes que amo la nove u.ú saludos mijasa 8) te adoro *0*
Awwww Mi Muchacha Que Me Digas Esas Cosas *EsMuyImportanteParaMi* Significan Demasiado De Tu Parte c: TE ADORO :3 A Mi Tambien Me Da Pena Sam, Pero Algún Día Estará Mejor O Eso Espero :S Jjaajajajaj Gracias Por Tu Sensual Comentario Besotes :3
giocardenasa Escribió:
SIGUELA porfis soy nueva lectora ((((:
Muchisimas Gracias Por Leer Ya Mismo La Continuaré. Besotes :3
Alicia Swifty Lermánica Escribió
Nueva y súper fiel lectora!! Qué triste que John y Elizabeth murieran! Y Samantha yo diría que se va a arrepentir mucho de haberle dicho eso a su madre como sus últimas palabras hacia ella! Me encanta tu novela!! Síguela pronto por favor!!
OMG Muchas Gracias :3 Muchas Gracias Por Tus Palabras e.e Me Inspiran De Verdad. Si, Sam Se Arrepiente Mucho De No Haber Calculado Sus Palabras :cc Pero... Bueno :( De Nuevo, Muchas Gracias Por Leer :D Besotes :3
~★~PatuJonasDeLerman~~
Nueva lectora! Me agrada mucho tu forma de escribir Sofi ^^ llegas demasiado a mí y bueno, por eso estoy aquí. El prólogo estuvo hermoso y triste, con la escena del avión y de Sam peleada con sus padres me dejaste pensando en uno de mis animés favoritos, definitivamente es una de las cosas mas horribles que te pueden suceder, siempre que peleo con alguien me quedo pensando en si será la última vez que lo vea, toda una paranóica yo xD
Bueno, me extendí mucho ._.
Espero que la sigas, me encanta! :D
GOSH! Patu! OMG Juro Que Cuando Vi Tu Comentario Casi Me Caigo De La Silla, Tus Palabras Me Alagan Demasiado, Pues Vienen De Una De Mis Escritoras Favoritas Y Creo Que Casi Me Da Un Paro Cuando Supe Que Leías Mi Nove o.o A Mi Igual Me Pasa Eso :cc Y Después De Escribirlo Creo Que Llame A Todos Con Quien Tenía Algún Malentendido Jjaj Ok Si :cc Gracias Por Leer Significa Mucho Para Mí, Besotes :3
Heeee! Que crees, SOY NUEVA LECTORA y adivina que, Yo tambien soy Colombiana , me encanta la trama y aunque es un poco triste al comienzo eso no me desiluciona, es mas LLAMA AUN MAS MI ATENCION, enserio que me encanta y aqui tienes una fiel lectora mas, aunque por ciertas circunstancias no pueda entrar muy seguido hare lo que mas pueda para leer tu maravillosa historia. Enserio ME ENCANTO y espero que la sigas pronto... Te dejare mi correo por si me necesitas o por si quieres ser mi amiga. Besos Cariño
dontforgetme_56@hotmail.com
XOXO
OMGGGGGGGGGGGGG Este Debe Ser Mi Día De Suerte :3 Mi Nueva Lectora Es Lermaniac Y Ademas Colombianita Como Yo Waow Que Genial eaea. Gracias Por Tus Palabras Me Hacen Feliz, No Te Preocupes Si No Puedes Entrar Tan Seguido Te Comprendo Perfectamente, Muchas Gracias Por Leer, Ya Mismo Te Agregare Para Que Hablemos :3 Besotes ><
------------------------------------------------------------------------------------------------------
MUJERES :3 Gracias Por Todos Esos Hermozos Comentarios Las Adoro A Todas Son Las Mejores Lectoras De La Vida :face:
Última edición por #SofiD'Lerman~ el Dom 08 Jul 2012, 2:42 pm, editado 1 vez
Skywalker~
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
Capítulo 1
It's the climb
I gotta be strong, just keep pushing on
Despertó tras un grito que salió de su interior de manera involuntaria, un grito que retumbo en el silencio de la noche mientras una gota de sudor recorrió su rostro y cayo entre las cobijas. La pesadilla del accidente la perseguía noche tras noche después de la muerte de sus padres y el remordimiento de que el último encuentro con su madre fuese tan agobiante como lo había sido aumentaba cada día, sin embargo unos segundos bastaron para que su agitada respiración se normalizara junto con su mente la cual aun se confundía entre el sueño y la realidad produciéndole un ligero dolor de cabeza.
Al oír el grito de Sam, Chase, corrió apresuradamente hasta la habitación de su pequeña hermana. Ver al la chica sentada con los ojos cristalizados, los cuales brillaban a través de la oscuridad de la noche le alivio en cierto modo, suponiendo que aquello que atormentaba a la pequeña era solo otra de las constantes pesadillas que no la dejaban dormir en paz desde aquel trágico y doloroso día.
—Sammie… —logró pronunciar el con dificultad sin saber que más decir ante aquella situación— ¿te encuentras bien? —finalizó lanzando su mirada hacia el piso al oír como de sus labios había salido aquella estúpida pregunta.
—Si —contestó fríamente la castaña quien seco las lágrimas de sus ojos con agresividad y se recostó de nuevo para darle fin a aquel incomodo momento.
—Bien —le dijo con tristeza Chase después de acercarse a ella y darle un cálido beso en la frente —Descansa Sammie — se poso sobre el marco de la puerta, observo durante unos instantes a la pequeña con dulzura y luego salió de la habitación con un inmenso dolor.
Samantha no pudo volver a dormir en toda la noche, el solo hecho de cerrar los ojos le traía a la mente las imágenes de aquel avión estallando en mil pedazos, y aquello simplemente le causaba repulsión y ganas de llorar.
Los primeros rayos del sol se filtraron por su ventana causándole dificultad para ver y así mismo aclarar sus pensamientos. Se levanto con lentitud y se encamino hacia el baño, lugar donde tomo una larga ducha de agua caliente y se reconforto así misma diciéndose que solo serian 8 horas en las cuales debería soportar la agonía que significaba la escuela.
Colocó el uniforme sobre su cuerpo con cuidado y amarró una cinta color purpura alrededor de su cabeza, atándole un nudo el cual quedaría debajo de su castaña cabellera. Sin importar el dolor que producía roció un dulce perfume con aroma a fresas sobre su muñeca, disfrazando así el ferroso olor a sangre que se impregnaba en su piel después de aquel escalofriante acto, luego tomó una moña gruesa de dolor negro y la puso con delicadeza sobre las heridas aun frescas de la noche anterior para no despertar sospecha alguna.
Bajó lentamente por las escaleras, al llegar al comedor observó con sorpresa el desayuno que raramente su hermano mayor había preparado y dudo antes de poder moverse del lugar donde la sorpresa había invadido su cuerpo. Al sentir la presencia de la castaña, Chase se volteó con rapidez y le brindo una de sus más cálidas sonrisas a su hermanita, sin embargo la única respuesta que encontró de ella fue un leve pestañeo de su fría y glacial mirada.
—Te prepare el desayuno, espero que te guste y que haya quedado bien, sabes que a mi se que quema hasta el agua —Bromeó el para aligerar el tenso ambiente
—Gracias pero no tengo hambre —le contestó tan fríamente como siempre lo hacia desde el accidente, tomo una de las tostadas que se encontraba sobre la mesa y le dio un mordisco —Debo irme o llegare tarde, Adiós Chase — y antes de que este pusiera decir algo ella salió de la casa dando fin a la “conversación”
— Hasta pronto hermanita — logró pronunciar entre dientes antes de mirar una de las fotos que se posaban sobre la pared en la que se encontraban sus padres —Solo espero que algún día vuelva a ser la de antes — suspiró con tristeza y se dispuso a recoger la comida que se encontraba en la mesa
Samantha dudó en entrar al instituto, era muy temprano como para tener que aguantar las burlas e insultos de los alumnos de la institución, aparte de no tener los ánimos para soportarlo y fingir que aquello no le importaba, cuando en realidad, todo aquello la destrozaba internamente. Siguió su camino con aparente calma, y lo logró, pues de alguna u otra forma su presencia le era indiferente a la mayoría de personas, sin embargo, su corazón comenzó palpitar de manera acelerada y el rosado color de sus mejillas se desvaneció al toparse con la profunda y azul mirada de la única persona para la que desde hacia 6 meses atrás jamás pudo ser invisible, cosa que maldijo internamente, ya que el dueño de aquella hermosa e intensa mirada, era el causante de las peores momentos en su vida desde entonces.
El joven muchacho de perfectas facciones no pudo evitar sonreír con malicia al encontrarse con los ojos marrones ojos de la castaña a unos cuantos metros de distancia. Entre toda la gente el solo la podía ver a ella, era algo extraño para ser odio, pero hacerle la vida imposible a la castaña le daba al portador de aquellos hermosos ojos una extraña satisfacción, algo que no desaprovecharía en ese instante. Era el momento de lucirse en frente de sus ante todos molestado a Samantha, en otras palabras la chica rara. Por lo cual cruzo algunas miradas maliciosas con sus amigos antes de dar el primer paso, con el cual la castaña ya creía haberse desmayado.
— ¿Que tanto te agrada molestar a esa chica? —Preguntó Andrew con cierto tono de ironía y curiosidad —No crees que te pasas con la pobre —soltó una pequeña risita
— ¿Que ahora te volviste marica que sientes lastima por esa rara? —se mofó de la ironía de su amigo
— Marica tu abuela Lerman —Gruñó el moreno frunciendo el seño en tono de enfado
— Ya bro relájalo, observa y aprende — contestó, ignorando el comentario de su amigo y se acercó rápidamente a Samantha — Hola Sam — le saludo fingiendo una gran sonrisa
— Hola — logró decir ella con dificultad, tratando de aparentar tranquilidad, aunque por dentro sabía que aquel muchacho solo se acercaba a ella para hacer su día trizas
— ¿Sabes? Ayer me atrase en química y pensé que me podrías prestar tu cuaderno — pregunto seductora y sonrientemente el castaño para hacer parecer que sus intenciones eran buenas
— Ok — contesto ella sin prestarle mayor importancia a la “extraña” actitud del oji-azul y se dispuso a sacar el cuaderno de su mochila, pero mas se demoró ella en abrir la cremallera que el en raparle su mochila y salir corriendo con ella.
— Alcánzame si puedes Parker — gritó el joven castaño corriendo por el pasillo mientras arrojaba uno por uno todos los cuadernos de Sam hacia todos lados
Sam se acerco lentamente a recoger los cuadernos, mientras todos los demás reían burlonamente de ella y pasaban repetitivamente sobre sus cuadernos dañándolos por completo sin que ella pudiera hacer algo para evitarlo. Suspiró con tristeza, se mordió la lengua evitando que las lágrimas salieran de sus ojos y simplemente siguió el camino de cuadernos que había dejado logan hasta encontrar su maleta vacía colgada en un árbol del campus del instituto.
El timbre que anunciaba las clases había sonado hacia 15 minutos ya, terminando de guardar el último cuaderno en su mochila, Sam golpeó con suavidad la puerta del salón de clases, una profunda mirada de molestia se clavo en sus ojos junto con un leve gruñido que se materializó de los labios del profesor quien con disgusto la miro de arriba abajo despreciando cada pequeña parte de su desarreglado ser.
— Señorita Parker, hace más de 15 minutos que comenzó la clase, ¿tiene alguna explicación? — Se dirigió hacia la castaña agresivamente mientras le clavaba su mirada llena de molestia
— Yo…. — Sam miró al castaño quien cambió su sonrisa triunfal por un gesto fulminador, el cual juraba que sus intenciones no serian buenas con ella si decía algo sobre lo ocurrido
— ¿Y Bien? — Volvió a preguntar exasperado al no encontrar respuesta alguna de la joven muchacha
— Todo fue culpa de Lerman — Respondió ella contando palabra por palabra lo que había sucedido minutos atrás, aunque interiormente sabía que con aquellas palabras había firmado el acta de su muerte y que el castaño no descansaría hasta que ella pagase, en ese momento no le importó, y por un momento creyó que un rezago de la niña la cual hacia su voluntad, la que decía las cosas sin importarle los demás, en pocas palabras la que había sido antes de aquel horrible accidente volvió a vivir dentro de ella
— ¿Es eso cierto señor Lerman? — Preguntó ahora dirigiendo esa acusadora mirada que se había estado posando sobre Sam hacia el castaño, quien desde su asiento fulminaba tanto con la mirada como con sus pensamientos a la joven
El castaño calló por un momento, mientras toda clase de improperios contra la Samantha viajaron a través de su mente.
— Su silencio me basta señor Lerman — le dijo con severidad — tendrá detención por el resto de la semana — Enfatizó en la ultima palabra y de nuevo se dirigió hacia la joven quien aun se encontraba en el marco e la puerta — y usted señorita Parker, ¿que esta esperando? ¿Una carta de invitación?
Samantha entró rápidamente y se sentó sobre el último puesto de una de las filas, justo el más alejado de todo y todos, tratando de huir de todas aquellas curiosas miradas que se posaban sobre ella, las cuales no dejaban de lado un cierto sentimiento de pena, pues no solo había retado a un joven, si no en ese entonces al “Rey del lugar”.
El timbre sonó y la joven salió lo más rápido que pudo por la puerta color marrón en la que había estado concentrada los últimos 60 minutos de su vida sin apartar de esta su vista, aun cuando el castaño la dirigía una que otra mirada fulminadora al igual que sus compañeros le dirigían de vez en cuando una burlona.
Logan Lerman era el hijo de uno de los hombres más importantes de la ciudad, del estado y tal vez el país, un chico que siempre había conseguido lo que el quería, en sus cortos 14 años, la vida le había brindado sus mejores placeres, logrando hacer de el un chico arrogante al cual le gustaba hacer su voluntad sin importarle lo que pasara con los demás.
Aquello que había hecho Samantha era una declaración de guerra para el joven castaño quien estaba acostumbrado a salir de ese tipo de problemas gracias a la gran cantidad de dinero que su padre donaba mensualmente al instituto. Sin embargo, esta vez las cosas se complicaban gracias a que sus padres se encontraban fuera de la ciudad y muy seguramente no volverían hasta fin de mes, lo cual lo dejaba en una posición vulnerable y pensó que aunque esta era la primera vez que Samantha revelaba la verdad sobre una de sus pequeñas bromas, se había aprovechado de ello lanzándolo directamente hacia un largo castigo, el cual no sería en vano, pues Samantha Parker tenia que pagar por ello.
El castaño agarró sus cosas y salió del aula en que se encontraba tras oír el timbre que indicaba la hora del receso. Malos pensamientos invadieron su mente, tenia sed de venganza, de alguna u otra forma disfrutaba de humillar a Samanta, lo hacia sentirse bien, así que reiteradas veces armo y desarmo series de ideas para hacer que la protagonista de sus pensamientos y su único objetivo lamentara lo que sus palabras habían causado.
— Oye bro, te noto distraído — le susurró Andrew, quien se encontraba a su lado— Aunque creó que conozco la razón que te tiene así — se mofo del castaño cuya mirada le fulmino instantáneamente
— Cállate Imbécil — Respondió agresivamente mientras el moreno estallaba en una carcajada
— Bueno, pero relájate bro — trató de ocultar la risita picaresca que se formaba en sus labios al ver tan enojado al castaño — Supongo que planeas algo para molestar a….. — Hizo una pausa mientras intentaba recordar el nombre de la castaña — Samantha — finalizó como adivinando aquello que rondaba la cabeza de su amigo
— Samantha — murmuró entre dientes con fastidio — eso quiero, pero aun no se como — Agregó con molestia ante las múltiples posibilidades que se abrían en su mente
— Yo creo que — interrumpió de repente Kayleigh la conversación de los dos jóvenes — tengo una idea que podría ayudarte cariño —se acercó seductora al castaño y le dio un provocativo beso en la comisura de los labios
— ¿Y quien te llamo?— Gruño Andrew con fastidio ante la presencia de la rubia — Bruja — Murmuró
— Hey — Cortó el castaño con severidad insinuándole al moreno que a la próxima palabra en contra de la rubia le golpearía
— Tu tan lindo como siempre Andrew — le sonrió con fingida dulzura — Pero si me disculpas quisiera hablar a solas con Lerman
— Como sea — balbuceo Andrew antes de de irse en dirección contraria a la que se encontraba negando con la cabeza ante el comportamiento del castaño
— Por fin solos — chilló la rubia con emoción al ver como Andrew se alejaba
— Así es —Asintió el castaño sin mucha emoción tratando de ocultar que aquello que más le impulsaba a estar con ella en ese momento era el hecho de escuchar que tenia en mente la rubia para Samantha
— Supongo que quieres oír lo que tengo en mente — una sonrisita malévola se formulo en sus labios — Pero… ¿tendré alguna recompensa?
— Acertaste preciosa — le sonrió con picardía— en cuanto a la sorpresa — dubitó un segundo la respuesta mas acertada y se acerco peligrosamente hasta rozar los labios de la rubia— En cuanto a tu recompensa, estoy seguro de que te la merecerás
Al oír esto la rubia sonrió nuevamente con malicia sin poder evitar que sus mejillas se ruborizaran un poco
— Entonces, si así son las cosas, creo que te interesará lo que te diré
Samantha corrió al baño y mojo su cara con un poco de agua fría, se miró al espejo y se mordió el labio tan fuerte hasta que pequeñas gotas de sangre salieron de este, aquello que veía en frente suyo no era algo que le fuese reconfortante, sus mejillas habían reemplazado aquel leve rubor rosa que siempre las cubría por un amarillo pálido el cual dejaba denotar aun más las ojeras bajo sus ojos causadas por todas aquellas noches de insomnio que la perseguían desde hace seis meses. Ahogo un suspiro lleno de dolor y se limitó a darse unos pequeños golpecitos que lograron que sus mejillas volvieran a tornarse de aquel rubor natural, respiro hondo antes de salir de aquel lugar y se dijo así misma que demostrar debilidad solo le haría aún más vulnerable a lo que ya le estaba predestinado.
Tras el segundo timbre, Samantha caminó lo más rápido que pudo hacia el aula donde tomaría su siguiente clase. Aquel vacío que se formaba en su estómago desapareció instantáneamente junto con aquello que hacia acelerar su corazón al ver que era la primera en llegar al salón y posteriormente que el asiento del castaño permaneció sin cuerpo alguno que lo ocupara durante las dos horas siguientes.
El timbre que anunciaba el almuerzo sonó, logrando que la castaña diera un leve respingo en su asiento y despertándola del todo de sus cavilaciones, en las cuales se encontraba ya sola en su cuarto repitiendo nuevamente aquel acto en donde dejaba fluir la sangre aprisionada en sus venas como el dolor en su interior, encontrando en esto algo tan doloroso que le obligase a pensar en otra cosa que no fuera el arrepentimiento que atormentaba su existencia.
Salió nuevamente del aula, sin embargo esta vez se dirigió a la cafetería dispuesta a comprar algún bocadillo que le ayudase a disfrazar aquella sensación de angustia que había vuelto a apoderarse de ella, sin embargo nada se comparó con la combinación de sentimientos que se formó en su ser al ver surgir desde el otro lado la silueta del castaño que se dirigía decididamente hacia ella, entonces entendió que estaba perdida.
En menos de lo que esperaba el castaño estaba enfrente suyo, Sam intento ignorar la presencia del joven y decidió seguir su camino, sin embargo el la detuvo y se acercó a lentamente a ella logrando que la castaña retrocediera hasta toparse con una de las cuantas mesas que no le permitió moverse más, en ese momento miradas curiosas comenzaron a posarse sobre ambos jóvenes.
— ¿Qué quieres Lerman? — al fin se logró pronunciar Samantha llenándose de coraje
— Hablar — contestó el castaño sin mayor esfuerzo acercándose un poco más
— ¿De qué? — preguntó ella desconfiando del acercamiento del muchacho
— De nosotros — sonrió el levemente aproximándose aún más con cada una de sus palabras
— ¿Podrías alejarte? — masculló la castaña tratando de ocultar los nervios que la invadían con la frivolidad de su rostro
— No — repuso el castaño hasta estar a unos cuantos centímetros de la joven
— Ya Lerman — dijo exasperada por el comportamiento y la cercanía del castaño — ¿qué quieres?
— A ti
Dichas estas palabras besó a la joven dejándola perpleja ante aquello que acababa de hacer; al volver en sí, Sam empujó, este, la miró triunfante con una sonrisa malévola dibujada en sus labios.
— Ya está — alzó la vos para que todos pudiesen oír lo que decía — el acto de caridad del día — limpió sus labios con la manga de su saco y luego se dirigió descaradamente hacia Samantha — ¿en serio creíste que podría llegar a sentir algo más que desprecio por ti? — se mofó de la castaña
Samantha permaneció inmóvil sin decir palabra alguna, la rabia consumía su ser y sus ojos se cristalizaron.
— Como podría sentir algo bueno por alguien por quien sus padres prefirieron morir que seguir viviendo — finalizó el joven dando el golpe más doloroso de todos
La voluntad de la castaña no resistió más, aquello realmente había herido su alma, pequeñas lágrimas, una tras otra cayeron lentamente por sus mejillas logrando que el joven sonriera al ver que había logrado su cometido. Un silencio desgarrador inundo la cafetería, Samantha se sintió acorralada, quería salir de allí y no volver jamás, apenas sus piernas correspondieron a lo que su cerebro ordenó, se precipitó a correr sin darse tomar en cuenta quienes se encontraban a su alrededor, chocando así con una chica que llevaba la bandeja de su almuerzo en sus manos y logrando que todo la comida cayera sobre sí.
Un estallido de risas rompió el silencio que hasta ahora había dominado el estado del lugar, sin embargo la joven portadora de la bandeja se limitó observar con pena a Samantha quien sin tomar importancia siguió rápidamente su camino directo hacia la puerta del instituto, donde juro que si alguna vez volvería a entrar, sería para cobrar venganza.
Al oír el grito de Sam, Chase, corrió apresuradamente hasta la habitación de su pequeña hermana. Ver al la chica sentada con los ojos cristalizados, los cuales brillaban a través de la oscuridad de la noche le alivio en cierto modo, suponiendo que aquello que atormentaba a la pequeña era solo otra de las constantes pesadillas que no la dejaban dormir en paz desde aquel trágico y doloroso día.
—Sammie… —logró pronunciar el con dificultad sin saber que más decir ante aquella situación— ¿te encuentras bien? —finalizó lanzando su mirada hacia el piso al oír como de sus labios había salido aquella estúpida pregunta.
—Si —contestó fríamente la castaña quien seco las lágrimas de sus ojos con agresividad y se recostó de nuevo para darle fin a aquel incomodo momento.
—Bien —le dijo con tristeza Chase después de acercarse a ella y darle un cálido beso en la frente —Descansa Sammie — se poso sobre el marco de la puerta, observo durante unos instantes a la pequeña con dulzura y luego salió de la habitación con un inmenso dolor.
Samantha no pudo volver a dormir en toda la noche, el solo hecho de cerrar los ojos le traía a la mente las imágenes de aquel avión estallando en mil pedazos, y aquello simplemente le causaba repulsión y ganas de llorar.
***
Los primeros rayos del sol se filtraron por su ventana causándole dificultad para ver y así mismo aclarar sus pensamientos. Se levanto con lentitud y se encamino hacia el baño, lugar donde tomo una larga ducha de agua caliente y se reconforto así misma diciéndose que solo serian 8 horas en las cuales debería soportar la agonía que significaba la escuela.
Colocó el uniforme sobre su cuerpo con cuidado y amarró una cinta color purpura alrededor de su cabeza, atándole un nudo el cual quedaría debajo de su castaña cabellera. Sin importar el dolor que producía roció un dulce perfume con aroma a fresas sobre su muñeca, disfrazando así el ferroso olor a sangre que se impregnaba en su piel después de aquel escalofriante acto, luego tomó una moña gruesa de dolor negro y la puso con delicadeza sobre las heridas aun frescas de la noche anterior para no despertar sospecha alguna.
Bajó lentamente por las escaleras, al llegar al comedor observó con sorpresa el desayuno que raramente su hermano mayor había preparado y dudo antes de poder moverse del lugar donde la sorpresa había invadido su cuerpo. Al sentir la presencia de la castaña, Chase se volteó con rapidez y le brindo una de sus más cálidas sonrisas a su hermanita, sin embargo la única respuesta que encontró de ella fue un leve pestañeo de su fría y glacial mirada.
—Te prepare el desayuno, espero que te guste y que haya quedado bien, sabes que a mi se que quema hasta el agua —Bromeó el para aligerar el tenso ambiente
—Gracias pero no tengo hambre —le contestó tan fríamente como siempre lo hacia desde el accidente, tomo una de las tostadas que se encontraba sobre la mesa y le dio un mordisco —Debo irme o llegare tarde, Adiós Chase — y antes de que este pusiera decir algo ella salió de la casa dando fin a la “conversación”
— Hasta pronto hermanita — logró pronunciar entre dientes antes de mirar una de las fotos que se posaban sobre la pared en la que se encontraban sus padres —Solo espero que algún día vuelva a ser la de antes — suspiró con tristeza y se dispuso a recoger la comida que se encontraba en la mesa
***
Samantha dudó en entrar al instituto, era muy temprano como para tener que aguantar las burlas e insultos de los alumnos de la institución, aparte de no tener los ánimos para soportarlo y fingir que aquello no le importaba, cuando en realidad, todo aquello la destrozaba internamente. Siguió su camino con aparente calma, y lo logró, pues de alguna u otra forma su presencia le era indiferente a la mayoría de personas, sin embargo, su corazón comenzó palpitar de manera acelerada y el rosado color de sus mejillas se desvaneció al toparse con la profunda y azul mirada de la única persona para la que desde hacia 6 meses atrás jamás pudo ser invisible, cosa que maldijo internamente, ya que el dueño de aquella hermosa e intensa mirada, era el causante de las peores momentos en su vida desde entonces.
El joven muchacho de perfectas facciones no pudo evitar sonreír con malicia al encontrarse con los ojos marrones ojos de la castaña a unos cuantos metros de distancia. Entre toda la gente el solo la podía ver a ella, era algo extraño para ser odio, pero hacerle la vida imposible a la castaña le daba al portador de aquellos hermosos ojos una extraña satisfacción, algo que no desaprovecharía en ese instante. Era el momento de lucirse en frente de sus ante todos molestado a Samantha, en otras palabras la chica rara. Por lo cual cruzo algunas miradas maliciosas con sus amigos antes de dar el primer paso, con el cual la castaña ya creía haberse desmayado.
— ¿Que tanto te agrada molestar a esa chica? —Preguntó Andrew con cierto tono de ironía y curiosidad —No crees que te pasas con la pobre —soltó una pequeña risita
— ¿Que ahora te volviste marica que sientes lastima por esa rara? —se mofó de la ironía de su amigo
— Marica tu abuela Lerman —Gruñó el moreno frunciendo el seño en tono de enfado
— Ya bro relájalo, observa y aprende — contestó, ignorando el comentario de su amigo y se acercó rápidamente a Samantha — Hola Sam — le saludo fingiendo una gran sonrisa
— Hola — logró decir ella con dificultad, tratando de aparentar tranquilidad, aunque por dentro sabía que aquel muchacho solo se acercaba a ella para hacer su día trizas
— ¿Sabes? Ayer me atrase en química y pensé que me podrías prestar tu cuaderno — pregunto seductora y sonrientemente el castaño para hacer parecer que sus intenciones eran buenas
— Ok — contesto ella sin prestarle mayor importancia a la “extraña” actitud del oji-azul y se dispuso a sacar el cuaderno de su mochila, pero mas se demoró ella en abrir la cremallera que el en raparle su mochila y salir corriendo con ella.
— Alcánzame si puedes Parker — gritó el joven castaño corriendo por el pasillo mientras arrojaba uno por uno todos los cuadernos de Sam hacia todos lados
Sam se acerco lentamente a recoger los cuadernos, mientras todos los demás reían burlonamente de ella y pasaban repetitivamente sobre sus cuadernos dañándolos por completo sin que ella pudiera hacer algo para evitarlo. Suspiró con tristeza, se mordió la lengua evitando que las lágrimas salieran de sus ojos y simplemente siguió el camino de cuadernos que había dejado logan hasta encontrar su maleta vacía colgada en un árbol del campus del instituto.
El timbre que anunciaba las clases había sonado hacia 15 minutos ya, terminando de guardar el último cuaderno en su mochila, Sam golpeó con suavidad la puerta del salón de clases, una profunda mirada de molestia se clavo en sus ojos junto con un leve gruñido que se materializó de los labios del profesor quien con disgusto la miro de arriba abajo despreciando cada pequeña parte de su desarreglado ser.
— Señorita Parker, hace más de 15 minutos que comenzó la clase, ¿tiene alguna explicación? — Se dirigió hacia la castaña agresivamente mientras le clavaba su mirada llena de molestia
— Yo…. — Sam miró al castaño quien cambió su sonrisa triunfal por un gesto fulminador, el cual juraba que sus intenciones no serian buenas con ella si decía algo sobre lo ocurrido
— ¿Y Bien? — Volvió a preguntar exasperado al no encontrar respuesta alguna de la joven muchacha
— Todo fue culpa de Lerman — Respondió ella contando palabra por palabra lo que había sucedido minutos atrás, aunque interiormente sabía que con aquellas palabras había firmado el acta de su muerte y que el castaño no descansaría hasta que ella pagase, en ese momento no le importó, y por un momento creyó que un rezago de la niña la cual hacia su voluntad, la que decía las cosas sin importarle los demás, en pocas palabras la que había sido antes de aquel horrible accidente volvió a vivir dentro de ella
— ¿Es eso cierto señor Lerman? — Preguntó ahora dirigiendo esa acusadora mirada que se había estado posando sobre Sam hacia el castaño, quien desde su asiento fulminaba tanto con la mirada como con sus pensamientos a la joven
El castaño calló por un momento, mientras toda clase de improperios contra la Samantha viajaron a través de su mente.
— Su silencio me basta señor Lerman — le dijo con severidad — tendrá detención por el resto de la semana — Enfatizó en la ultima palabra y de nuevo se dirigió hacia la joven quien aun se encontraba en el marco e la puerta — y usted señorita Parker, ¿que esta esperando? ¿Una carta de invitación?
Samantha entró rápidamente y se sentó sobre el último puesto de una de las filas, justo el más alejado de todo y todos, tratando de huir de todas aquellas curiosas miradas que se posaban sobre ella, las cuales no dejaban de lado un cierto sentimiento de pena, pues no solo había retado a un joven, si no en ese entonces al “Rey del lugar”.
El timbre sonó y la joven salió lo más rápido que pudo por la puerta color marrón en la que había estado concentrada los últimos 60 minutos de su vida sin apartar de esta su vista, aun cuando el castaño la dirigía una que otra mirada fulminadora al igual que sus compañeros le dirigían de vez en cuando una burlona.
***
Logan Lerman era el hijo de uno de los hombres más importantes de la ciudad, del estado y tal vez el país, un chico que siempre había conseguido lo que el quería, en sus cortos 14 años, la vida le había brindado sus mejores placeres, logrando hacer de el un chico arrogante al cual le gustaba hacer su voluntad sin importarle lo que pasara con los demás.
Aquello que había hecho Samantha era una declaración de guerra para el joven castaño quien estaba acostumbrado a salir de ese tipo de problemas gracias a la gran cantidad de dinero que su padre donaba mensualmente al instituto. Sin embargo, esta vez las cosas se complicaban gracias a que sus padres se encontraban fuera de la ciudad y muy seguramente no volverían hasta fin de mes, lo cual lo dejaba en una posición vulnerable y pensó que aunque esta era la primera vez que Samantha revelaba la verdad sobre una de sus pequeñas bromas, se había aprovechado de ello lanzándolo directamente hacia un largo castigo, el cual no sería en vano, pues Samantha Parker tenia que pagar por ello.
El castaño agarró sus cosas y salió del aula en que se encontraba tras oír el timbre que indicaba la hora del receso. Malos pensamientos invadieron su mente, tenia sed de venganza, de alguna u otra forma disfrutaba de humillar a Samanta, lo hacia sentirse bien, así que reiteradas veces armo y desarmo series de ideas para hacer que la protagonista de sus pensamientos y su único objetivo lamentara lo que sus palabras habían causado.
— Oye bro, te noto distraído — le susurró Andrew, quien se encontraba a su lado— Aunque creó que conozco la razón que te tiene así — se mofo del castaño cuya mirada le fulmino instantáneamente
— Cállate Imbécil — Respondió agresivamente mientras el moreno estallaba en una carcajada
— Bueno, pero relájate bro — trató de ocultar la risita picaresca que se formaba en sus labios al ver tan enojado al castaño — Supongo que planeas algo para molestar a….. — Hizo una pausa mientras intentaba recordar el nombre de la castaña — Samantha — finalizó como adivinando aquello que rondaba la cabeza de su amigo
— Samantha — murmuró entre dientes con fastidio — eso quiero, pero aun no se como — Agregó con molestia ante las múltiples posibilidades que se abrían en su mente
— Yo creo que — interrumpió de repente Kayleigh la conversación de los dos jóvenes — tengo una idea que podría ayudarte cariño —se acercó seductora al castaño y le dio un provocativo beso en la comisura de los labios
— ¿Y quien te llamo?— Gruño Andrew con fastidio ante la presencia de la rubia — Bruja — Murmuró
— Hey — Cortó el castaño con severidad insinuándole al moreno que a la próxima palabra en contra de la rubia le golpearía
— Tu tan lindo como siempre Andrew — le sonrió con fingida dulzura — Pero si me disculpas quisiera hablar a solas con Lerman
— Como sea — balbuceo Andrew antes de de irse en dirección contraria a la que se encontraba negando con la cabeza ante el comportamiento del castaño
— Por fin solos — chilló la rubia con emoción al ver como Andrew se alejaba
— Así es —Asintió el castaño sin mucha emoción tratando de ocultar que aquello que más le impulsaba a estar con ella en ese momento era el hecho de escuchar que tenia en mente la rubia para Samantha
— Supongo que quieres oír lo que tengo en mente — una sonrisita malévola se formulo en sus labios — Pero… ¿tendré alguna recompensa?
— Acertaste preciosa — le sonrió con picardía— en cuanto a la sorpresa — dubitó un segundo la respuesta mas acertada y se acerco peligrosamente hasta rozar los labios de la rubia— En cuanto a tu recompensa, estoy seguro de que te la merecerás
Al oír esto la rubia sonrió nuevamente con malicia sin poder evitar que sus mejillas se ruborizaran un poco
— Entonces, si así son las cosas, creo que te interesará lo que te diré
***
Samantha corrió al baño y mojo su cara con un poco de agua fría, se miró al espejo y se mordió el labio tan fuerte hasta que pequeñas gotas de sangre salieron de este, aquello que veía en frente suyo no era algo que le fuese reconfortante, sus mejillas habían reemplazado aquel leve rubor rosa que siempre las cubría por un amarillo pálido el cual dejaba denotar aun más las ojeras bajo sus ojos causadas por todas aquellas noches de insomnio que la perseguían desde hace seis meses. Ahogo un suspiro lleno de dolor y se limitó a darse unos pequeños golpecitos que lograron que sus mejillas volvieran a tornarse de aquel rubor natural, respiro hondo antes de salir de aquel lugar y se dijo así misma que demostrar debilidad solo le haría aún más vulnerable a lo que ya le estaba predestinado.
Tras el segundo timbre, Samantha caminó lo más rápido que pudo hacia el aula donde tomaría su siguiente clase. Aquel vacío que se formaba en su estómago desapareció instantáneamente junto con aquello que hacia acelerar su corazón al ver que era la primera en llegar al salón y posteriormente que el asiento del castaño permaneció sin cuerpo alguno que lo ocupara durante las dos horas siguientes.
El timbre que anunciaba el almuerzo sonó, logrando que la castaña diera un leve respingo en su asiento y despertándola del todo de sus cavilaciones, en las cuales se encontraba ya sola en su cuarto repitiendo nuevamente aquel acto en donde dejaba fluir la sangre aprisionada en sus venas como el dolor en su interior, encontrando en esto algo tan doloroso que le obligase a pensar en otra cosa que no fuera el arrepentimiento que atormentaba su existencia.
Salió nuevamente del aula, sin embargo esta vez se dirigió a la cafetería dispuesta a comprar algún bocadillo que le ayudase a disfrazar aquella sensación de angustia que había vuelto a apoderarse de ella, sin embargo nada se comparó con la combinación de sentimientos que se formó en su ser al ver surgir desde el otro lado la silueta del castaño que se dirigía decididamente hacia ella, entonces entendió que estaba perdida.
En menos de lo que esperaba el castaño estaba enfrente suyo, Sam intento ignorar la presencia del joven y decidió seguir su camino, sin embargo el la detuvo y se acercó a lentamente a ella logrando que la castaña retrocediera hasta toparse con una de las cuantas mesas que no le permitió moverse más, en ese momento miradas curiosas comenzaron a posarse sobre ambos jóvenes.
— ¿Qué quieres Lerman? — al fin se logró pronunciar Samantha llenándose de coraje
— Hablar — contestó el castaño sin mayor esfuerzo acercándose un poco más
— ¿De qué? — preguntó ella desconfiando del acercamiento del muchacho
— De nosotros — sonrió el levemente aproximándose aún más con cada una de sus palabras
— ¿Podrías alejarte? — masculló la castaña tratando de ocultar los nervios que la invadían con la frivolidad de su rostro
— No — repuso el castaño hasta estar a unos cuantos centímetros de la joven
— Ya Lerman — dijo exasperada por el comportamiento y la cercanía del castaño — ¿qué quieres?
— A ti
Dichas estas palabras besó a la joven dejándola perpleja ante aquello que acababa de hacer; al volver en sí, Sam empujó, este, la miró triunfante con una sonrisa malévola dibujada en sus labios.
— Ya está — alzó la vos para que todos pudiesen oír lo que decía — el acto de caridad del día — limpió sus labios con la manga de su saco y luego se dirigió descaradamente hacia Samantha — ¿en serio creíste que podría llegar a sentir algo más que desprecio por ti? — se mofó de la castaña
Samantha permaneció inmóvil sin decir palabra alguna, la rabia consumía su ser y sus ojos se cristalizaron.
— Como podría sentir algo bueno por alguien por quien sus padres prefirieron morir que seguir viviendo — finalizó el joven dando el golpe más doloroso de todos
La voluntad de la castaña no resistió más, aquello realmente había herido su alma, pequeñas lágrimas, una tras otra cayeron lentamente por sus mejillas logrando que el joven sonriera al ver que había logrado su cometido. Un silencio desgarrador inundo la cafetería, Samantha se sintió acorralada, quería salir de allí y no volver jamás, apenas sus piernas correspondieron a lo que su cerebro ordenó, se precipitó a correr sin darse tomar en cuenta quienes se encontraban a su alrededor, chocando así con una chica que llevaba la bandeja de su almuerzo en sus manos y logrando que todo la comida cayera sobre sí.
Un estallido de risas rompió el silencio que hasta ahora había dominado el estado del lugar, sin embargo la joven portadora de la bandeja se limitó observar con pena a Samantha quien sin tomar importancia siguió rápidamente su camino directo hacia la puerta del instituto, donde juro que si alguna vez volvería a entrar, sería para cobrar venganza.
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Ya lo se mujeres, esta horriblemente aburrido el capítulo :cc , pero prometo que mejorara algún día
#Laugh.Love.Lerman
Última edición por Skywalker~ el Mar 28 Mayo 2013, 9:05 pm, editado 6 veces
Skywalker~
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
¿Horrible? :C mija estamos mal, muy mal :cc amo, amé y amaré el cap :ccc y está sensual :cc y ya vamos con los comentarios sensuales de mi a ti c: me da mucha pena la Sammie :cc osea se siente culpable y es malo T___T porque quiere acabar con su vida y todos la tratan mal :cc salvo Chase, que me parece un hermano adorable <3 Lerman es un idiota :cc osea la Sam no le hizo nada y él dale con la wea ¬¬ me da rabia pero es un idiota adorable .__. ya, continuemos *-* todas las rubias son malas >:c es el prototipo: rubia mala y hueca :c xD sigo diciendo que cuando leí lo del pago del Lerman a la rubia pensé en 1313 XDDD no sé si pienso muy mal o es normal xDDD pero sé que no irán a jugar play precisamente como sorpresa xDDD okya sigamos :cc el Lerman es un idiota :cc y me imaginaba a la Sam como la Cristina de soltera otra vez ya veo que gritaba esto:
Y bueno amo tu nove mija >-< espero que la continúes pronto *0* saludos yo y mi sensual comentario 8)
Y bueno amo tu nove mija >-< espero que la continúes pronto *0* saludos yo y mi sensual comentario 8)
Sweet Flair
Re: All These Things I Hate [Logan Lerman]
siguela esta buena la nove me imagino cuando este juntos y ella no lo pele y el se sienta como un animal o tenga celos o cosas asi siguela tienes talento sere tu lectora enserio no tengo palabras me gusta mucho tu nove SIGUELA BYE :D :D :o
sara
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