One Shot. Niam. AU. Te tomaré una foto.

-No, no, no. Entiende que no puedo mamá. No puedo ir a esa cena, no puedes obligarme- sin más colgué el teléfono. No le di tiempo a que contestara, ya me tenía hasta los cojones con esa cena de mierda.

Todos los años mis padres organizan una cena familiar con motivo de reunir a toda la familia, pero para mí es un total fastidio y martirio ir. Sobre todo por ese maldito rubio de ojos azules hipnotizantes, cuerpo atlético y risa de ángel.

Su nombre es Niall Horan, tiene 23 años y es “”novio”” de mi prima Carla. Sí, estoy enamorado de él desde que lo conocí por primera vez hace dos años precisamente en esa maldita cena.

Nunca me han llamado la atención las mujeres, al principio pensé que era porque nunca había estado con una. Pero cuando lo probé no me gustó para nada, inclusive duré con ella casi un año, pero tuve que cortarla, yo ya no sentía ni cosquillas por ella, de hecho nunca lo sentí. Solamente quería sentirme “normal” por primera vez en mi vida.

Odio a mi familia, es decir, osea amo a mi mamá y papá pero lo que son mis tíos, primos, primas, etc… los odio. Todos son una bola de malditos hipócritas que se la pasan aparentando ser personas que no son. Nunca los he tragado, nosotros vivimos en otra ciudad por lo cual los veo una o dos veces al año gracias a Dios. No soportaría verlos todos los días.

Siempre he sido el “raro” de la familia, cuando son esas cenas me limito a sentarme y comer en la mesa. No contesto preguntas o solamente con “sí” o “no” prácticamente soy un desconocido para ellos y por mí mejor.

Cuando le confesé a mi madre ser homosexual casi se infarta, me sentí tan mal por meses que hasta atenté contra mi propia vida, mi padre me corrió literal de la casa. Tuve que refugiarme en casa de mi mejor amigo James, él me apoyó por dos meses en lo que mis padres digerían todo esto. Efectivamente nos reconciliamos y todo volvió a la “normalidad” obviamente que no fue así. Cuando cumplí los 18 me salí de casa y me conseguí un apartamento para vivir junto con Jamy (apodo de James) él también es gay y entre los dos nos apoyamos para salir adelante a pesar de todas las cosas feas y horribles que dicen sobre nosotros.

Estoy estudiando fotografía, amo mi carrera, es mi inspiración. Desde pequeño tomaba la cámara de papá y tomaba fotos a todo. A el paisaje, a mis padres, a TODO. Claro mientras iba creciendo iba tomando mayor interés y mejorando mi técnica, he ganado ya varios premios de fotografía. Mis padres me apoyaron con cursos intensivos que tomé durante los veranos. La fotografía es mi todo.

Bien, volvamos al tema de Niall Horan. Ya les conté que lo conocí hace dos años en la cena esa. En cuanto cruzamos miradas sentí algo en mi estómago y en otra parte de mi anatomía muy fuerte, una atracción inmediata hacia él, estaba rogando, rezando para que fuera simplemente un amigo de mi prima, pero cuando lo presentó como su novio estuve a punto de clavarme un tenedor en el brazo. Hubiera sentido menos dolor…

Flash Back.

Yo era de los que no creía en el “amor a primera vista” pero mi creencia cambió. No podía despegar mi mirada de su cara, su cuerpo, su perfecto cabello, su todo. En un momento su mirada se posó en la mía y nos quedamos viéndonos fijamente, no sé bien cuanto tiempo pasó solo sé que me sentí tan bien. Sentí que todo encajaba que todo era perfecto y cuando me sonrió. Maldita mierda, quería aventármele encima y cogerlo frente a todos me importaba un pepino. Pero todo cambió cuando la imbécil de Alison (mi prima) le tocó el hombro y le susurró algo al oído. Él le sonrió y yo me levanté furioso de la mesa sin importarme que ni hubieran servido la cena.

Me encerré en mi cuarto y empecé a tirar todo, a maldecir a todos y cada uno de los que se encontraban abajo.

-Los odio, los odio. Maldita sea porque tengo que sentir esto, es decir ni siquiera lo conozco maldita sea, ¿por qué a mí?-

Me recosté en la cama y cerré los ojos pensando en él, en la perfecta forma de su cara, sus ojos de un azul tan intenso jamás había visto unos parecidos, esos labios finos, rosados y esa puta sonrisa de lado que hacía ponerme como conejo en primavera. Mierda, ya tenía una maldita erección. Apenas y la toqué por encima del pantalón y gemí. Desabroché mis pantalones, bajé el zipper y estaba por meter la mano por debajo de mis calzoncillos, cuando la puerta se abrió.

-Hey Liam, ¿qué demonios haces aquí?- rápidamente abroché mis pantalones de nuevo.

-Eh… nada mamá, lo siento me sentía un poco mal, con dolor de cabeza- de hecho si tenía un fuerte dolor de cabeza pero no en la que está arriba de mis hombros – y decidí venir a tomar algo- mentí.

-Uhmm… te creeré. Pero ahora baja que vamos a tomar el té y aunque no te guste quiero que estemos todos juntos para poder platicar y ponernos al día- que mierda tan más falsa, por Dios.

-Está bien mamá- refunfuñando salí de mi cuarto cuando me topé con alguien.

-Pero que mi…. Oh, disculpa Niall, creí que eras alguien de la familia, lo siento- dije atropelladamente, bastante nervioso.

-Eh, no, no te preocupes- se hizo un silencio demasiado incómodo.

-¿Buscabas algo o alguien?- me atreví a romper el silencio.

-Eh… de hecho busco el baño, ¿me puedes indicar dónde está?- lo sentí algo… ¿nervioso?

-Ammm… sí claro. Hay uno aquí en esta puerta y hay otro en la planta baja, al lado de las escaleras- respondí.

De pronto se acercó a mí lentamente mirándome a los ojos, yo no podía ni moverme es más no estaba respirando sentí su respiración en mi oreja –Gracias- susurró.

Y sin más se adentró en el baño. Puta madre, casi muero de una combustión espontánea ahí mismo, ¿qué coño significó eso? Me quería morir, genial ahora tenía que bajar y que todos me miren, si es que lo hacen, con una maldita erección monumental del tamaño de la torre de pisa.

Pensé en algo que me hiciera bajar la calentura, genial solo tuve que pensar en vaginas para que se bajara esa cosa. Bien ahora a entrar al reino de la hipocresía y la falsedad wohoo.

Me senté al lado de mi padre e iba a sacar mi celular, pero mi madre me miró con ojos de te voy a matar. Me resigné y trataba de prestar en otras cosas, hasta que vi llegar a Niall, me miró y me guiñó un ojo. ¿PERO QUE PUTAS?

-Niall querido, que bueno que regresas, justamente hablábamos de ti, dinos… ¿a qué te dedicas?- ok ahora sí que prestaría atención.

-Ammm… estudio fotografía- casi me tiro al piso, por amor a lo humano no puede ser, ¿acaso puede ser más perfecto?

-¿Enserio? Mi hijo Liam, también estudia fotografía, desde pequeño agarraba la cámara de su padre y se ponía a tomar fotos a todo, era muy gracioso- gracias mamá ahora todos me miran.

-Qué bien Liam, parece que nos llevaremos bien entonces- de nuevo me guiñó el ojo puta madre.

Entonces todos empezaron a hablar entre sí, genial era el momento perfecto para escapar. De nuevo me dirigí a mi habitación, pero antes de cerrar la puerta alguien la empujó haciendo que retrocediera un poco.

-Eh, soy yo. Niall, ¿puedo pasar?- oh mi Dios.

-Cla-claro que sí, adelante. Este… perdona el desorden- lo observé sentarse en la cama, palmeó el lugar junto a él indicándome que me sentara, mierda.

-Así que… estudias fotografía ¿eh?- miraba con detenimiento toda la habitación.

-¿qué? Amm… sí, efectivamente. Bueno apenas empecé mi primer semestre pero es algo que me fascina, como dijo mamá, desde que era muy pequeño me ha llamado la atención-

-Oh, qué bien. Ya somos dos, yo estudio el séptimo semestre y es mi total adicción, amo tomar fotos pero no es solamente el tomarlas, es el arte, la técnica, la perfección, la buena apreciación que se tiene, lo que se puede plasmar en la imagen que tomas- hablaba tan inspirado, sonaba como un ángel, lo miraba con cara de idiota de eso estoy seguro.

-Liam, ¿me escuchas?- se rió.

-Amm… sí, sí. Yo… yo siento eso mismo y espero llegar uno de los grandes- me miró de una manera que me dieron escalofríos, se me erizó todo el vello desde las piernas hasta la nuca.

-Escucha… quiero que hagas algo para mí, por mí. ¿Lo harías?- santa mierda.

-Eh… depende de que me pidas- idiota.

-Tengo una tarea que hacer, es muy importante, es para la calificación final y en verdad que lo necesito-

-Claro, claro por supuesto que te ayudaré-

-Necesito tomar un desnudo artístico y tú eres perfecto para eso, tu cuerpo, tus facciones, tu cabello, todo- estaba tan cerca de mí, su mano acariciaba mi cara, pasaba por mi nariz, mandíbula, cuello, pecho.

No tenía palabras, mierda, mierda, un desnudo. Estar en pelotas frente a él, mientras lo veo tomarme fotos de manera “profesional”.

-¿Liam? Anda di que sí por favor, es muy importante, ¿sí?- me miró con una cara de cachorro, maldito.

-Emmm… no sé, yo…-

-Te prometo recompensarlo, por favor-

-E-está bi-bien-

-Oh, mil gracias, entonces sácate la ropa- ¿qué?

-Ya, ¿ahorita? Oh Dios- pasé una mano por mi cabeza.

-Sí, ¿por qué?-

-Eh, no nada. Ammm… voy al baño-

Entré al baño y sin pensarlo más tiempo me saqué la ropa y me puse solamente la bata de baño, respiré muy profundo y salí.

Él tenía MI cámara en sus manos, se veía tan bien, me paré frente a él.

-¿Dónde me pongo?- mi voz sonó demasiado calma.

-Recuéstate en la cama, ponte de frente con un brazo detrás de tu cabeza- me saqué la maldita bata y sin mirar su reacción me puse como él me dijo.

-¿A-así?- su mirada quemaba, era demasiado fuerte.

-Sube un poco tu rodilla izquierda- su voz sonó… ¿rasposa?

-Ahí, no te muevas- agarró la cámara y procedió a tomar las fotos, sentía flashes por todas partes, mis ojos miraban cualquier cosa menos a él, sabía que si lo hacía tendría una maldita erección.

-Eh… verás, uno de los requisitos es tomar fotos eróticas, tú sabes…- por los clavos de cristo ¿qué cosa? Eso solo puede significar que tengo que… tener una puta erección.

-¿Y eso es…?- dije haciéndome el ignorante. Podía sentir la tensión sexual.

-Sí, ya sabes… tu miembro tiene que estar erecto- acaso… ¿estaba sonrojado?

-Oh, Dios yo… no sé si pueda- intenté cubrirme con la bata por lo que él se subió encima de mí y me besó. Santa jodida mierda, me estaba besando.

Sus labios se movían con los míos, fuerte, dominante, totalmente sexual. Le respondí gustoso pasando mis manos a su cabello, jalándolo. Le saqué la camisa, prácticamente se la arranqué hice lo mismo con la camisa interior.

Tuvimos que separarnos para poder agarrar oxígeno, mis labios ardían al igual que mis pulmones. Nos miramos y de la misma manera nos volvimos a abalanzar sobre el otro. Mis manos apretaban su trasero, él se movía sobre mí, haciendo que nuestros sexos se rozaran. Gemí fuertemente ante el roce, en un momento se separó de mi nuevamente esta vez para quitarse los zapatos, calcetines, jeans y trusas.

Ahora ambos estábamos desnudos, su cuerpo es tan putamente perfecto, abdomen marcado, lo suficiente para causar infartos. Su miembro estaba tan erecto como el mío, era tan grande.

Se subió encima de mí nuevamente, ahora meciéndose sobre mi pene mientras me besaba rudamente, mordió mi labio inferior haciendo que sangrara.

-oh, Dios Liam, me pones tan duro. Tan solo de verte con esa cara de maldito niño inocente me dan ganas de cogerte tan duro y salvaje- casi me corro en ese instante.

Le respondí con un gran gemido, cambié de posición quedando ahora yo arriba de él. Le succioné el cuello, lo lamí dejando marcas de que fue mío, me vale madres mi prima. Gemía fuertemente ante mis caricias mientras tenía mi mano izquierda en su pene estimulándolo pasando mi pulgar por la punta.

-sí, sí así. Aaaaaaah- callé su gemido con mis labios.

-¿Sabes que estuve a punto de masturbarme pensando en ti, antes que llegara mi mamá y me hiciera bajar? Me puse tan duro con tan solo verte y esa sonrisa me hacía querer cogerte frente a todos en el comedor- aceleré los movimientos de mi mano, gemía sin control alguno. Cuando supe que estaba por venirse, paré.

-Pero que hijo de puta eres, mira que dejarme a punto- volvimos a cambiar. Sin más preámbulos se metió de lleno mi pene a la boca, mirándome fijamente – mírame, quiero me mires cuando te la chupo-

-Me pones al mil que me hables sucio, aaaaah- lo que no alcanzaba con su boca, estimulaba con su mano.

-Vamos, dame tu leche, quiero probarla- con eso tuve para correrme fuertemente con un gran grito que estoy seguro se escuchó en la sala.

-Shhhh… no quiero que vengan a interrumpirnos. Sabes tan bien, tan dulce- mis piernas aún temblaban del asombroso orgasmo que tuve.

-Oooh, yo… tú…-

-shhh, calla y siente, déjate llevar. Olvídate de todo que ahora te voy a coger fuerte y duro- jodida mierda, no sé si seré capaz de soportarlo me quería morir.

Sin decir más, volvió a besarme esta vez sus manos vagaban por todo mi cuerpo, apretando acariciando todo, retorciendo mis pezones –aaaah- no podía evitar gemir, eran demasiadas sensaciones y todas tan nuevas para mí.

Agarró mi pene con sus manos, estimulándome. Ya estaba tan duro como al principio de todo. Movió una mano desde la punta hasta la entrada de mi ano, el cual solamente recorrió de forma circular por el contorno.

-Uhmmmm… aaah- trataba de estar lo más callado posible, pero era muy difícil, las sensaciones eran demasiadas. Introdujo un dedo de lleno haciéndome gritar, pero apagó mi grito besándome.

-Shhh… relájate, es obvio que eres virgen así que dolerá un poco al principio pero después sentirás placer, mucho placer mientras te meto y te saco mi verga una y otra vez haciéndote gemir como un poseso, dándote tan duro que me sientes en tu garganta, metiéndola tan rápido que sientes que te partes en dos- decía en mi oído con todas esas palabras ni me di cuenta cuando introdujo dos dedos más, ahora eran tres los que metía y sacaba.
-Por favor, por favor Niall- rogué moviendo mis caderas, en busca de algo de fricción.

-Por favor ¿qué?- sacó sus dedos y los lamió uno por uno, puta madre.

-Méteme la polla hasta la puta garganta, párteme en dos, quiero sentirte ¡ya!- se limitó a sonreírme de lado, agarró mis caderas, abrió mis piernas lo más que pudo y metió todo su pene en mi ano.

-Aaaayyy- dolía, pero era un dolor placentero, empezó a moverse en un ritmo lento, rápido, lento, rápido y muy pronto me vi envuelto en el mayor placer de mi vida. Sus caderas se movían rápidamente sus manos en mis caderas ayudándome a encontrarme con él al mismo tiempo.

-Oh mierda, Payne estás tan putamente apretado, arrrgh- gemíamos como locos, ya no me quedaba mucho tiempo para volver a tener un orgasmo.

-No… ya no aguanto más Niall, me voy a correr, aaaah- sentía mucho, mucho calor. Nuestros cuerpos estaban sudados, resbalosos, el único sonido eran nuestros gemidos y el ruido de nuestras caderas al chocar.

-Venteee, vente junto conmigo, yaaaaaaaaa- llegamos los dos al mismo tiempo, nos besamos para ahogar los gritos de placer. Cuando terminó de llenarme con su semen, se salió lentamente de mí sintiendo como un vacío me envolvía.

Se recostó junto a mí jadeando, yo estaba que no podía creerlo, acababa de perder mi virginidad y junto a qué hombre.

-Oh Dios… Niall yo, mierda, mierda. Yo no quise, yo…-

-Shhh… cállate. No te preocupes por tu prima ella no es mi “novia” solamente soy una tapadera para ocultar su homosexualidad, nos ayudamos mutuamente- ¿QUÉ?

-¿Qué? Mi prima es… lesbiana, oh mierda. Nunca lo hubiera pensado, entonces… ¿eres gay?- mi voz sonaba mucho más alegre.

-No, soy bisexual. Pero… desde que te vi al entrar por esa puerta tuve una conexión contigo. Solamente de verte, no sé si te haya pasado lo mismo…- bajó la mirada avergonzado.

-Sentí exactamente lo mismo, pero… ¿lo de las fotos fue real o era una mentira para verme desnudo?-

-No, no. Eso sí es verdad, enserio. Gracias- me besó apenas juntando los labios con los míos.

-Pero… ¿no tienes que tomar fotos eróticas?-

-Ya no, dejé la cámara grabando y creo que puedo hacer unas muy buenas tomas de ahí- me miró pícaramente mientras se paró de la cama y comenzó a vestirse de nuevo.

-Oh, ¿ya te vas?- no pude evitar sonar triste.

-Sí, lo siento. Se estarán preguntando donde estoy, tengo más de una hora aquí, pero no me arrepiento de nada de lo que hice, ¿vienes?- terminó de cambiarse.

-Eh… no, prefiero quedarme aquí, no soy muy fan de mi familia, ¿sabes?- me puse la bata de baño.

-Oh… está bien. Ehmmm… ¿tienes teléfono o algo?-

-Sí… claro- tomé una pluma y papel del escritorio dándole mi celular – aquí tienes – le entregué el papel en su mano y salió de la habitación.

Fin flashback.

De tan solo recordarlo me pongo mal, van a creer que desde ese día no lo veo y se preguntarán ¿y las demás cenas familiares? No he asistido a ellas desde esa, tuve la esperanza que llamara pero fueron solo eso, ilusiones y aparte que unos meses después perdí ese teléfono y tuve que conseguir otro.

Pero ni yo ni él nos buscamos, sé que terminó sus estudios y ahora trabaja en Londres, es un artista pero hace trabajos para la prensa, revistas, de todo un poco. Tiene galerías y vende sus obras. Nunca supe que pasó con ese video y esas fotos de mi desnudo y la verdad ni quiero saber.

Esta maldita noche, hoy es esa maldita cena del diablo, y no quiero ir porque sé que mis padres le dijeron a todos de mi homosexualidad y gracias a eso mi prima se destapó. Pero no quiero llegar y sentir su lástima o que me digan palabras de apoyo, malditos hipócritas de mierda.

Lo haré, iré a esa cena solo por mamá, ella está muy preocupada por mí, tengo más de dos meses sin verla. Así que me voy a morder la lengua, mi orgullo e iré.

Salí de mi casa y decidí pasar a un Starbucks por un capuccino, hace mucho frío. Estaba atorado en el maldito tráfico asqueroso, volteé mi cabeza hacia la derecha y me encuentro con un letrero que decía:

“Exposición fotográfica a cargo de Niall James Horan”

No, no puede ser, es él. Es Niall, mi Niall. Tengo que entrar y platicar con él, tengo muchas cosas que decirle, lo necesito de regreso en mi vida. Ya no lo dejaré ir jamás. De pronto sus ojos encontraron a los míos me sonrió y yo automáticamente también lo hice.

Esa sonrisa fue lo último que vi.