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Más linda que nunca [Liam Payne]
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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Más linda que nunca [Liam Payne]
Titulo: Más linda que nunca [Liam Payne]
Autora: Norma Huidobro
Adaptación: Si , algunas partes estan cambiadas , el original es de un libro de cuentos de la autora que mencione antes , espero que les guste tanto como a mi.
Género: Romance
Advertencias: Tienen que pensar en un Liam Payne un poco mas peque ... como de secundaria o algo así vale? :)
Otras Páginas: No por el momento
Más linda que nunca
Cada vez que se reía pensaba en las campanitas y en Liam
Es la última hora de clase y la maestra escribe un cuestionario en el pizarrón. Los chicos copian, hablan, se ríen, pelean, comen.
Liam es uno de los pocos que escriben sin hablar; no se ríe, no grita, sólo escribe. Mira el pizarrón y luego la hoja y otra vez el pizarrón y cada tanto, y de reojo, a Zoe.
Zoe copia, se ríe, habla con sus compañeras, come caramelos, se suelta el pelo que cae sobre sus hombros pesado y brillante, se lo vuelve a recoger, se da vuelta, le saca el lápiz a Andy, se ríe, busca la mirada cómplice de las chicas, se da vuelta otra vez y mira a Andy. Le clava los ojos, lo controla, lo domina. Eso quisiera hacer con Liam y eso hará a partir del sábado. Por ahora, él sólo está ahí fingiendo ignorarla, pero mirándola de reojo.
Ella lo descubrió, aunque él no se dio cuenta. “Se hace el interesante”, piensa. “Peor para él, no le voy a hacer caso en toda la semana, y el sábado, ya va a ver lo que le espera”.
La maestra terminó de copiar el cuestionario en el pizarrón y ordenó: –Traigan todas las respuestas para mañana. ¡Sin falta!
Catherine copió la última pregunta y comenzó a guardar sus útiles. Antes de que sonara el timbre, se miró a escondidas en el espejo que llevaba en un bolsillo de la mochila. “Fea”, se dijo. “Fea, fea”.
Después se acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja y miró hacia su derecha.
Liam seguía copiando y mirando disimuladamente a Zoe. Por un segundo, Catherine se imaginó con la hermosa cabellera de Zoe. Se veía sentada junto a Liam, sacándose la liga que le sujetaba el pelo y dejándolo caer sobre los brazos de él.
Sonó el timbre y todos salieron del aula. “Me gusta tu risa de campanitas”, le había dicho un día Liam y ella se emocionó tanto que pensó que se moriría ahí mismo. Pero no se murió, sólo empezó a sentir calor, sobre todo en la cara, y también un temblequeo en las piernas, pero no se murió como había pensado.
Al contrario, ese día se sintió distinta y cada vez que se reía pensaba en las campanitas y en Liam y se olvidaba de todo, especialmente de su cara reflejada en el espejo, que nunca le gustaba. No le gustaba su pelo lleno de rulos y alborotado, no le gustaban sus ojos, ni la nariz, ni la boca, ni las orejas, ni nada.
Pero a él le gustaba su risa…“risa de campanitas”. Claro que la risa no era suficiente para que Liam se enamorara de ella. Para eso había que tener la cara de Zoe; su pelo largo, suave y brillante; los ojos de Zoe, enormes, verdes, con una cortina de pestañas negras que ella sube y baja mareando a quien la mira.
Todos los chicos del grado estaban enamorados de Zoe, todos hacían lo que ella quería. “El único que no le hace caso es Liam”, piensa Catherine. “Hasta ahora…”Liam-Liam, hoy te vi mirando de reojo a Zoe, escribe Catherine en su diario. Y ella se dio cuenta, tonto.
Ahora yo sé lo que va a pasar. Te va a atrapar. Zoe araña prepara su red.
Faltan tres días para el baile que organizaron los de noveno; tres días para que Liam caiga rendido a sus pies. Había valido la pena hacerlo sufrir.
Desde el lunes que la mira de reojo. Ella se dio cuenta enseguida.
Como si quisiera hablarle y no se animara. Siempre la miró con timidez; al principio se entendía porque
Liam era nuevo y no conocía a nadie. Pero después… y ahora… “Ahora lo hace a propósito”, piensa Zoe.
“Se hace el interesante”. Entonces ella se puso un plazo para atraparlo y empezó a darle celos con Andy, el mejor amigo de Liam; por eso él la mira de reojo. “Está celoso”, se repite Zoe. “Mejor, mucho mejor”.Según sus planes, todo debía seguir así hasta el baile del sábado.
Esa noche, ella iba a bailar con él. Zoe y Liam.
La chica más linda con el chico más lindo.
Celos hasta el viernes. Sábado: noche de triunfo. Ella iba a llegar al baile más linda que nunca, se iba a acercar a él y lo iba a llevar a bailar. Y todos mirándolos con la boca abierta y muertos de envidia.
– ¿Y, Catherine? ¿Te decidiste?
–Sí, ma. El vestido celeste.
Catherine se mira en el espejo grande, el que su madre tiene en el dormitorio. El vestido realmente le gusta. Listo, así está bien. Pero…
–No sé qué hacer con el pelo.
–Ya te dije, déjalo suelto. Suelto –remarcó la madre–.
¿Por qué no aprendes a disfrutar de los rulos de tu cabello?
El baile se hace en el gimnasio de la escuela. Catherine llega a las ocho en punto y sus compañeras ya la esperaban en la puerta. Están todas, menos una.
Van directamente al gimnasio, el baile va a empezar. Catherine busca a Liam con la mirada, pero no lo ve. ¿Llegaría con Zoe? ¿Se habrían puesto de acuerdo? Ella misma la escuchó cuando le contaba a Victoria que lo hacía sufrir a propósito, pero nada más que hasta el sábado, porque esa noche iba a bailar únicamente con él.
Catherine entendió por qué coqueteaba tanto con Andy. Y Liam cayó como un tonto, por eso la miraba de reojo. Y esta noche van a bailar juntos y Zoearaña va a ser la reina, como siempre. “Me gusta tu risa de campanitas”. Tonto, tonto.
La música estalla y desparrama alegría. Las chicas y los chicos bailan todos juntos, se ríen, saltan, golpean el piso, estiran los brazos. Catherine y sus compañeras bailan acompañando la música con gritos y carcajadas. Ahora llega Zoe.
Baja la escalera y todos la miran. Decir hermosa es poco. El pelo le brilla furioso, los ojos son más grandes. Baja la escalera buscando disimuladamente a Liam. Pero Liam no está.
Entonces Zoe llega hasta el grupo de las chicas y las saluda con un beso y Catherine huele un perfume exquisito. Zoe baila con ellas y cada tanto mira la escalera. Agita su pelo de un lado a otro, lo deja caer sobre la cara y después lo echa hacia atrás, siempre bailando y controlando la escalera.
Catherine mira deslumbrada la cabellera de Zoe y piensa en la suya. ¿Qué habrá querido decir su madre con eso de disfrutar de los rulos de su cabello? Ojalá pudiera disfrutar de un pelo como el de Zoe y no de esas rulos que le llegan hasta los hombros y que por más que los estire con el peine, siempre terminan enroscándose como un resorte. “¿Por qué no aprendes a disfrutar de tus rulos?”, había dicho su madre, y ella se había sacado la liga que los sujetaba en la nuca y los había dejado libres, libres y ahora se estaba arrepintiendo. Pero ya era tarde, no podía volver a recogerlos, no había llevado una liga.
De golpe subió el volumen de la música y el ritmo se hizo más loco; comenzaron los juegos de luces con cientos de puntitos luminosos destellando en las cabezas, en el techo, en las paredes. Todos bailaban y reían a carcajadas. Catherine sentía que sus rulos subían y bajaban, sueltos, libres de una liga por primera vez y le causó gracia y se rió más y más. En eso, advirtió que Zoe había dejado de bailar; estaba apoyada en la pared, mirando fijamente hacia la escalera.
Una lluvia de lucecitas caía sobre su pelo. Hilos de seda, su pelo. Tela de araña. Y ahí llegaba la presa, su presa. Zoearaña había desplegado sus redes inmensas y lo aguardaba serena porque sabía que él iría directamente hacia ella.
Catherine siguió bailando, con sus rulos agitándose al compás de la música y se rió con más ganas. Liam se detuvo un instante al pie de la escalera y se quedó mirando.
Zoearaña aguardaba, inmóvil en el centro de su red. Liam caminó lento hacia el fondo del gimnasio, esquivando los manotazos de los chicos.
Caminaba y sonreía. Se sentía feliz. La había visto, ahí estaba ella, más linda que nunca. Hoy las cosas iban a ser diferentes.
Hoy se iba a animar y le iba a decir todo eso que tenía guardado desde hacía rato y no se animaba a decirle. Hoy, sí. Por eso, llegó hasta ella y le dijo:
–Tus rulos se parecen a tu risa. Son mil campanitas sonando todas juntas.
Autora: Norma Huidobro
Adaptación: Si , algunas partes estan cambiadas , el original es de un libro de cuentos de la autora que mencione antes , espero que les guste tanto como a mi.
Género: Romance
Advertencias: Tienen que pensar en un Liam Payne un poco mas peque ... como de secundaria o algo así vale? :)
Otras Páginas: No por el momento
“Me gusta tu risa de campanitas”
Más linda que nunca
Cada vez que se reía pensaba en las campanitas y en Liam
Es la última hora de clase y la maestra escribe un cuestionario en el pizarrón. Los chicos copian, hablan, se ríen, pelean, comen.
Liam es uno de los pocos que escriben sin hablar; no se ríe, no grita, sólo escribe. Mira el pizarrón y luego la hoja y otra vez el pizarrón y cada tanto, y de reojo, a Zoe.
Zoe copia, se ríe, habla con sus compañeras, come caramelos, se suelta el pelo que cae sobre sus hombros pesado y brillante, se lo vuelve a recoger, se da vuelta, le saca el lápiz a Andy, se ríe, busca la mirada cómplice de las chicas, se da vuelta otra vez y mira a Andy. Le clava los ojos, lo controla, lo domina. Eso quisiera hacer con Liam y eso hará a partir del sábado. Por ahora, él sólo está ahí fingiendo ignorarla, pero mirándola de reojo.
Ella lo descubrió, aunque él no se dio cuenta. “Se hace el interesante”, piensa. “Peor para él, no le voy a hacer caso en toda la semana, y el sábado, ya va a ver lo que le espera”.
La maestra terminó de copiar el cuestionario en el pizarrón y ordenó: –Traigan todas las respuestas para mañana. ¡Sin falta!
Catherine copió la última pregunta y comenzó a guardar sus útiles. Antes de que sonara el timbre, se miró a escondidas en el espejo que llevaba en un bolsillo de la mochila. “Fea”, se dijo. “Fea, fea”.
Después se acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja y miró hacia su derecha.
Liam seguía copiando y mirando disimuladamente a Zoe. Por un segundo, Catherine se imaginó con la hermosa cabellera de Zoe. Se veía sentada junto a Liam, sacándose la liga que le sujetaba el pelo y dejándolo caer sobre los brazos de él.
Sonó el timbre y todos salieron del aula. “Me gusta tu risa de campanitas”, le había dicho un día Liam y ella se emocionó tanto que pensó que se moriría ahí mismo. Pero no se murió, sólo empezó a sentir calor, sobre todo en la cara, y también un temblequeo en las piernas, pero no se murió como había pensado.
Al contrario, ese día se sintió distinta y cada vez que se reía pensaba en las campanitas y en Liam y se olvidaba de todo, especialmente de su cara reflejada en el espejo, que nunca le gustaba. No le gustaba su pelo lleno de rulos y alborotado, no le gustaban sus ojos, ni la nariz, ni la boca, ni las orejas, ni nada.
Pero a él le gustaba su risa…“risa de campanitas”. Claro que la risa no era suficiente para que Liam se enamorara de ella. Para eso había que tener la cara de Zoe; su pelo largo, suave y brillante; los ojos de Zoe, enormes, verdes, con una cortina de pestañas negras que ella sube y baja mareando a quien la mira.
Todos los chicos del grado estaban enamorados de Zoe, todos hacían lo que ella quería. “El único que no le hace caso es Liam”, piensa Catherine. “Hasta ahora…”Liam-Liam, hoy te vi mirando de reojo a Zoe, escribe Catherine en su diario. Y ella se dio cuenta, tonto.
Ahora yo sé lo que va a pasar. Te va a atrapar. Zoe araña prepara su red.
Faltan tres días para el baile que organizaron los de noveno; tres días para que Liam caiga rendido a sus pies. Había valido la pena hacerlo sufrir.
Desde el lunes que la mira de reojo. Ella se dio cuenta enseguida.
Como si quisiera hablarle y no se animara. Siempre la miró con timidez; al principio se entendía porque
Liam era nuevo y no conocía a nadie. Pero después… y ahora… “Ahora lo hace a propósito”, piensa Zoe.
“Se hace el interesante”. Entonces ella se puso un plazo para atraparlo y empezó a darle celos con Andy, el mejor amigo de Liam; por eso él la mira de reojo. “Está celoso”, se repite Zoe. “Mejor, mucho mejor”.Según sus planes, todo debía seguir así hasta el baile del sábado.
Esa noche, ella iba a bailar con él. Zoe y Liam.
La chica más linda con el chico más lindo.
Celos hasta el viernes. Sábado: noche de triunfo. Ella iba a llegar al baile más linda que nunca, se iba a acercar a él y lo iba a llevar a bailar. Y todos mirándolos con la boca abierta y muertos de envidia.
– ¿Y, Catherine? ¿Te decidiste?
–Sí, ma. El vestido celeste.
Catherine se mira en el espejo grande, el que su madre tiene en el dormitorio. El vestido realmente le gusta. Listo, así está bien. Pero…
–No sé qué hacer con el pelo.
–Ya te dije, déjalo suelto. Suelto –remarcó la madre–.
¿Por qué no aprendes a disfrutar de los rulos de tu cabello?
El baile se hace en el gimnasio de la escuela. Catherine llega a las ocho en punto y sus compañeras ya la esperaban en la puerta. Están todas, menos una.
Van directamente al gimnasio, el baile va a empezar. Catherine busca a Liam con la mirada, pero no lo ve. ¿Llegaría con Zoe? ¿Se habrían puesto de acuerdo? Ella misma la escuchó cuando le contaba a Victoria que lo hacía sufrir a propósito, pero nada más que hasta el sábado, porque esa noche iba a bailar únicamente con él.
Catherine entendió por qué coqueteaba tanto con Andy. Y Liam cayó como un tonto, por eso la miraba de reojo. Y esta noche van a bailar juntos y Zoearaña va a ser la reina, como siempre. “Me gusta tu risa de campanitas”. Tonto, tonto.
La música estalla y desparrama alegría. Las chicas y los chicos bailan todos juntos, se ríen, saltan, golpean el piso, estiran los brazos. Catherine y sus compañeras bailan acompañando la música con gritos y carcajadas. Ahora llega Zoe.
Baja la escalera y todos la miran. Decir hermosa es poco. El pelo le brilla furioso, los ojos son más grandes. Baja la escalera buscando disimuladamente a Liam. Pero Liam no está.
Entonces Zoe llega hasta el grupo de las chicas y las saluda con un beso y Catherine huele un perfume exquisito. Zoe baila con ellas y cada tanto mira la escalera. Agita su pelo de un lado a otro, lo deja caer sobre la cara y después lo echa hacia atrás, siempre bailando y controlando la escalera.
Catherine mira deslumbrada la cabellera de Zoe y piensa en la suya. ¿Qué habrá querido decir su madre con eso de disfrutar de los rulos de su cabello? Ojalá pudiera disfrutar de un pelo como el de Zoe y no de esas rulos que le llegan hasta los hombros y que por más que los estire con el peine, siempre terminan enroscándose como un resorte. “¿Por qué no aprendes a disfrutar de tus rulos?”, había dicho su madre, y ella se había sacado la liga que los sujetaba en la nuca y los había dejado libres, libres y ahora se estaba arrepintiendo. Pero ya era tarde, no podía volver a recogerlos, no había llevado una liga.
De golpe subió el volumen de la música y el ritmo se hizo más loco; comenzaron los juegos de luces con cientos de puntitos luminosos destellando en las cabezas, en el techo, en las paredes. Todos bailaban y reían a carcajadas. Catherine sentía que sus rulos subían y bajaban, sueltos, libres de una liga por primera vez y le causó gracia y se rió más y más. En eso, advirtió que Zoe había dejado de bailar; estaba apoyada en la pared, mirando fijamente hacia la escalera.
Una lluvia de lucecitas caía sobre su pelo. Hilos de seda, su pelo. Tela de araña. Y ahí llegaba la presa, su presa. Zoearaña había desplegado sus redes inmensas y lo aguardaba serena porque sabía que él iría directamente hacia ella.
Catherine siguió bailando, con sus rulos agitándose al compás de la música y se rió con más ganas. Liam se detuvo un instante al pie de la escalera y se quedó mirando.
Zoearaña aguardaba, inmóvil en el centro de su red. Liam caminó lento hacia el fondo del gimnasio, esquivando los manotazos de los chicos.
Caminaba y sonreía. Se sentía feliz. La había visto, ahí estaba ella, más linda que nunca. Hoy las cosas iban a ser diferentes.
Hoy se iba a animar y le iba a decir todo eso que tenía guardado desde hacía rato y no se animaba a decirle. Hoy, sí. Por eso, llegó hasta ella y le dijo:
–Tus rulos se parecen a tu risa. Son mil campanitas sonando todas juntas.
Última edición por Justmarilu el Dom 03 Feb 2013, 2:02 am, editado 2 veces
Justmarilu
Re: Más linda que nunca [Liam Payne]
fansguys escribió:it's beautiful.. is perfect¡¡¡¡¡
little bells.....
Que bueno que te gusto linda ^^
raquel-1D-Justin bieber escribió:Me encnata siguela amore
Que bueno que te gusto linda , pero es solo un One Shot de un capitulo :)
Maite Payne escribió:Ouu que linda :love:
Que bueno que te gusto bella :)
Justmarilu
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