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• The A Team • [Zayn Malik] Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Maratón 2/3
Parte 8
Estaba recostada en el sillón, viendo fijamente la televisión. Tenía una obsesión por las películas que Zayn me había llevado un día anterior y no podía dejar de verlas. Vi una tras o otra, y no me cansaba. Todas tenían una trama diferente, pero con un común denominador, el amor. Y era inevitable no ponerme a llorar cuando acababa la película, simplemente me parecían hermosas las historias. Tal vez pudiera parecer dura y seca por fuera, la calle me había enseñado a parecerlo; pero yo tenía un lado verdaderamente sensible y esas películas lo sacaba a relucir.
Zayn se apareció por el hotel ya tarde, en realidad pensé que no iría ese día, ya no lo estaba esperando. Me sorprendió verlo traspasar el umbral de la puerta pero me alegró verlo.
Se sentó a mi lado, estaba callado. Hice una mueca, algo tenía. Sabía, por todo lo que decían de él, que Zayn era de esos muchachos callados, pero conmigo no era así. Siempre llegaba parloteando acerca de su día, me contaba absolutamente todo. Pero ese día no…
Lo miré con curiosidad, y él me lanzó una sonrisa, tan bella como siempre, solo que no vi felicidad en sus ojos. Me mordí el labio, mientras apretaba el botón de play para seguir viendo la película. Algo le sucedía, pero me daba pena preguntarle sobre algo que seguramente no quería contarme. No lo pondría en una situación incómoda.
Traté de ignorarlo, pero su silencio me estaba frustrando. Zayn no era así, algo grave debió de haberle sucedido aquella tarde para que se encontrara de esa manera, tan callado. Dejé de prestarle atención a la película, mi mente daba vueltas preguntándome la razón de su comportamiento y entonces de reojo pude notar que una lagrima resbalaba por su mejilla. Reaccioné al instante, tomé el control remoto y puse pause; y enseguida me volví a él.
-Zayn, ¿qué tienes? ¿estás bien? – pregunté asustada.
Él me miró, limpiándose aquella lagrima. Se acercó a mí y me envolvió entre sus brazos en un abrazo. Me sorprendí por aquel gesto, pero no pasaron más de cinco segundos cuando yo también lo abracé. No sabía lo que sucedía, pero podía sentir que estaba buscando apoyo, consuelo. Le acaricié la espalda con cariño. No dijimos nada. Podía oler su perfume, un olor esquisto para mí. Podía estar así el resto de la noche y no me molestaría en absoluto. Entonces sentí como comenzaba a separarse de mí, en resistencia dejé mi mano en su cuello y la otra en su pecho, lo miré a los ojos y él a mí. Parecía muy abatido.
-¿Qué pasa? – pregunté, fruncía el ceño ligeramente.
Él agachó la mirada.
-Becca…terminó conmigo – murmuró.
Solté un respingo y me llevé una mano a la boca
-¿Qué? ¿Por qué? – dije rápidamente y volví a abrazarlo.
Sentí como se encogía de hombros mientras se dejaba envolver por mis brazos. No podía creerlo, hace poco acabamos de hablar de su relación y todo parecía ir bien, ¿Qué había pasado?
-¿Qué…? – quería preguntar pero sería inapropiado, tal vez Zayn no quería hablar de eso…
-Me dijo que… - suspiró frustradamente y se pasó una mano por la cara – pasaba mucho tiempo contigo.
Lo miré con los ojos como platos.
-Zayn, ¿terminaron por mí? – dije sorprendida – Eso no puede ser, yo… debes de decirle que yo no tengo nada contigo. Es más, ve y arregla todo con ella yo… me voy ya me has ayudado bastante, ya puedo irme…
-No… - Zayn me tomó de las manos y negaba con su cabeza – No puedo dejarte así nomas, de nuevo a la calle.
-Claro que puedes – le contesté sin alterarme.
-No, tú no tienes la culpa de nada. Tú no eres el problema – afirmó.
-Pero… - acababa de decir que a ella no le gustaba que pasara tiempo conmigo, ¿Cómo estaba eso que yo no era el problema?
-Yo se lo dije desde el principio, yo le dije que quería ayudarte – explicó – pero nunca estuvo del todo de acuerdo.
Fruncí el ceño, confundida.
-Verás ella... –vaciló – es una persona que ve muchos prejuicios en las personas, y obviamente a ti te tenía en un mal concepto.
Eso no me sorprendía, había vivido un par de años sabiendo que la gente tenía malos conceptos de mí solo con verme.
-Traté de involucrarla en esto, quería que te conociera, que hablara contigo, que fueran amigas al igual que tú y yo… - explicó – pero nunca quiso. Me molestaba mucho que no me apoyara en esto, algo que es importante para mí. Discutimos muchas veces…
-Sigo diciendo que es mi culpa…
-No, _______, ella era la del problema – murmuró abatido y dejó caer la cabeza mirando hacia el piso.
Pude notar como otra lagrima resbalaba por su mejilla, mi corazón se estremeció de verlo así. Me acerqué a él y lo tomé del mentón, obligándolo a que levantara la mirada. Limpié su lágrima con mi pulgar.
-Enserio la amaba, ________ -susurró.
No podía quitarme de la mente que de alguna forma era mi culpa, si Zayn no me hubiera ayudado y me hubiera dado todo lo que tenía en ese lugar, tal vez las cosas estarían bien. ¿Pero era yo tan importante como para dejar a alguien que de verdad amaba? ¿Yo valía la pena? Yo no lo creía, no era la mejor persona por la que Zayn debía dejarlo todo.
-Yo… debería… lo siento
-No – susurró él – todo va estar bien, aun te tengo a ti… y te pido que te quedes…
Me miró, no podía decirle que no a esa mirada, que aun triste era realmente hermosa. Suspiré y tomé su mano, apretándola con fuerza. Él me sonrió
Nos quedamos de aquella forma durante un rato, un muy largo rato. Yo ya no sabía que decir y al parecer él tampoco. El silencio era bastante cómodo. Por mi mente cruzó un pensamiento…, tenía que decirle algo a Zayn, algo que por miedo no se lo había dicho días atrás. Estaba aterrada pero era necesario hacerlo, así arreglaría algunas cosas, tal vez. Si yo de verdad valía la pena para él, debía de hacer un esfuerzo de hacer lo mejor para mí. Me di cuenta que yo no había sido del todo buena para él, mis actitudes, mis evasiones sobre mi vida pasada, mis mentiras, y aun así me tenía en un altar. ¿Qué veía en mi que los demás no? ¿Qué era lo que hacía que yo valiera tanto para él?
-Zayn… - susurré interrumpiendo el silencio.
-Dime – contestó él también en un susurro.
-Tengo que decirte algo – me volví a él, quien me miraba con duda.
Me quedé un poco más en silencio, mi corazón latía a mil por hora y la mirada penetrante de Zayn estaba sobre mí. Mojé mis labios con delicadeza y exhalé.
-Ven… - dije parándome, sin soltar su mano.
-¿A dónde vamos?
-Tú solo sígueme – murmuré, dirigiéndome a la puerta.
Era ilógico decirle que me siguiera, porque mi mano entrelazaba la suya y no iba a soltarla.
Parte 8
Estaba recostada en el sillón, viendo fijamente la televisión. Tenía una obsesión por las películas que Zayn me había llevado un día anterior y no podía dejar de verlas. Vi una tras o otra, y no me cansaba. Todas tenían una trama diferente, pero con un común denominador, el amor. Y era inevitable no ponerme a llorar cuando acababa la película, simplemente me parecían hermosas las historias. Tal vez pudiera parecer dura y seca por fuera, la calle me había enseñado a parecerlo; pero yo tenía un lado verdaderamente sensible y esas películas lo sacaba a relucir.
Zayn se apareció por el hotel ya tarde, en realidad pensé que no iría ese día, ya no lo estaba esperando. Me sorprendió verlo traspasar el umbral de la puerta pero me alegró verlo.
Se sentó a mi lado, estaba callado. Hice una mueca, algo tenía. Sabía, por todo lo que decían de él, que Zayn era de esos muchachos callados, pero conmigo no era así. Siempre llegaba parloteando acerca de su día, me contaba absolutamente todo. Pero ese día no…
Lo miré con curiosidad, y él me lanzó una sonrisa, tan bella como siempre, solo que no vi felicidad en sus ojos. Me mordí el labio, mientras apretaba el botón de play para seguir viendo la película. Algo le sucedía, pero me daba pena preguntarle sobre algo que seguramente no quería contarme. No lo pondría en una situación incómoda.
Traté de ignorarlo, pero su silencio me estaba frustrando. Zayn no era así, algo grave debió de haberle sucedido aquella tarde para que se encontrara de esa manera, tan callado. Dejé de prestarle atención a la película, mi mente daba vueltas preguntándome la razón de su comportamiento y entonces de reojo pude notar que una lagrima resbalaba por su mejilla. Reaccioné al instante, tomé el control remoto y puse pause; y enseguida me volví a él.
-Zayn, ¿qué tienes? ¿estás bien? – pregunté asustada.
Él me miró, limpiándose aquella lagrima. Se acercó a mí y me envolvió entre sus brazos en un abrazo. Me sorprendí por aquel gesto, pero no pasaron más de cinco segundos cuando yo también lo abracé. No sabía lo que sucedía, pero podía sentir que estaba buscando apoyo, consuelo. Le acaricié la espalda con cariño. No dijimos nada. Podía oler su perfume, un olor esquisto para mí. Podía estar así el resto de la noche y no me molestaría en absoluto. Entonces sentí como comenzaba a separarse de mí, en resistencia dejé mi mano en su cuello y la otra en su pecho, lo miré a los ojos y él a mí. Parecía muy abatido.
-¿Qué pasa? – pregunté, fruncía el ceño ligeramente.
Él agachó la mirada.
-Becca…terminó conmigo – murmuró.
Solté un respingo y me llevé una mano a la boca
-¿Qué? ¿Por qué? – dije rápidamente y volví a abrazarlo.
Sentí como se encogía de hombros mientras se dejaba envolver por mis brazos. No podía creerlo, hace poco acabamos de hablar de su relación y todo parecía ir bien, ¿Qué había pasado?
-¿Qué…? – quería preguntar pero sería inapropiado, tal vez Zayn no quería hablar de eso…
-Me dijo que… - suspiró frustradamente y se pasó una mano por la cara – pasaba mucho tiempo contigo.
Lo miré con los ojos como platos.
-Zayn, ¿terminaron por mí? – dije sorprendida – Eso no puede ser, yo… debes de decirle que yo no tengo nada contigo. Es más, ve y arregla todo con ella yo… me voy ya me has ayudado bastante, ya puedo irme…
-No… - Zayn me tomó de las manos y negaba con su cabeza – No puedo dejarte así nomas, de nuevo a la calle.
-Claro que puedes – le contesté sin alterarme.
-No, tú no tienes la culpa de nada. Tú no eres el problema – afirmó.
-Pero… - acababa de decir que a ella no le gustaba que pasara tiempo conmigo, ¿Cómo estaba eso que yo no era el problema?
-Yo se lo dije desde el principio, yo le dije que quería ayudarte – explicó – pero nunca estuvo del todo de acuerdo.
Fruncí el ceño, confundida.
-Verás ella... –vaciló – es una persona que ve muchos prejuicios en las personas, y obviamente a ti te tenía en un mal concepto.
Eso no me sorprendía, había vivido un par de años sabiendo que la gente tenía malos conceptos de mí solo con verme.
-Traté de involucrarla en esto, quería que te conociera, que hablara contigo, que fueran amigas al igual que tú y yo… - explicó – pero nunca quiso. Me molestaba mucho que no me apoyara en esto, algo que es importante para mí. Discutimos muchas veces…
-Sigo diciendo que es mi culpa…
-No, _______, ella era la del problema – murmuró abatido y dejó caer la cabeza mirando hacia el piso.
Pude notar como otra lagrima resbalaba por su mejilla, mi corazón se estremeció de verlo así. Me acerqué a él y lo tomé del mentón, obligándolo a que levantara la mirada. Limpié su lágrima con mi pulgar.
-Enserio la amaba, ________ -susurró.
No podía quitarme de la mente que de alguna forma era mi culpa, si Zayn no me hubiera ayudado y me hubiera dado todo lo que tenía en ese lugar, tal vez las cosas estarían bien. ¿Pero era yo tan importante como para dejar a alguien que de verdad amaba? ¿Yo valía la pena? Yo no lo creía, no era la mejor persona por la que Zayn debía dejarlo todo.
-Yo… debería… lo siento
-No – susurró él – todo va estar bien, aun te tengo a ti… y te pido que te quedes…
Me miró, no podía decirle que no a esa mirada, que aun triste era realmente hermosa. Suspiré y tomé su mano, apretándola con fuerza. Él me sonrió
Nos quedamos de aquella forma durante un rato, un muy largo rato. Yo ya no sabía que decir y al parecer él tampoco. El silencio era bastante cómodo. Por mi mente cruzó un pensamiento…, tenía que decirle algo a Zayn, algo que por miedo no se lo había dicho días atrás. Estaba aterrada pero era necesario hacerlo, así arreglaría algunas cosas, tal vez. Si yo de verdad valía la pena para él, debía de hacer un esfuerzo de hacer lo mejor para mí. Me di cuenta que yo no había sido del todo buena para él, mis actitudes, mis evasiones sobre mi vida pasada, mis mentiras, y aun así me tenía en un altar. ¿Qué veía en mi que los demás no? ¿Qué era lo que hacía que yo valiera tanto para él?
-Zayn… - susurré interrumpiendo el silencio.
-Dime – contestó él también en un susurro.
-Tengo que decirte algo – me volví a él, quien me miraba con duda.
Me quedé un poco más en silencio, mi corazón latía a mil por hora y la mirada penetrante de Zayn estaba sobre mí. Mojé mis labios con delicadeza y exhalé.
-Ven… - dije parándome, sin soltar su mano.
-¿A dónde vamos?
-Tú solo sígueme – murmuré, dirigiéndome a la puerta.
Era ilógico decirle que me siguiera, porque mi mano entrelazaba la suya y no iba a soltarla.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
-¿Por qué me has traído hasta aquí? – preguntó Zayn cuando salimos al aire frio.
Nos encontrábamos en la azotea del hotel, había quince pisos por debajo de nosotros y la ciudad se veía espectacular desde esa altura.
No contesté a su pregunta, me abracé a mí misma, ya que el frio viento me puso la piel de gallina. Luego me acosté en el piso, mirando las estrellas. La presencia de Zayn se sintió a mi lado unos segundos después, se había acostado también y cuando me volví respingué al ver su cara a solo unos centímetros de la mía. Él se rió y lo imité.
-¿Qué quieres decirme? –preguntó aun con esa sonrisa que me dejaba sin aliento.
Suspiré y volví la mirada de nuevo al cielo.
-Hay cosas de mí que debes saber – musité y tomé aire - Yo… soy de un pueblo que esta a unas horas de Londres, se llama Reading, ahí solía vivir. Mi familia siempre fue un caos. Mi padre era un loco desquiciado, que golpeaba a mi mamá cada vez que se le antojaba, la trataba como la mier*da. A mí y a mi hermana, nos aterraba esa situación, nos daba mucho miedo. Y claro, cuando queríamos defender a mi mamá, también recibíamos golpes. No podíamos hacer nada.
“Cuando crecí, cada vez me daba más cuenta de la gravedad del problema – al recordar, sentí un nudo en la garganta y mi vista comenzó a nublarse - Comencé a defender a mi mamá más, y los golpes fueron más fuertes y con más frecuencia. Yo le dije a mi madre muchas veces que nos fuéramos, que esa situación era insoportable. Prefería vivir en la calle a estar así en un hogar donde solo había violencia. Y ella no quiso – se me quebró la voz cuando lo dije - no me hizo caso, y no entiendo por qué demonios se quedó. Yo no aguanté más, no podía quedarme ni un segundo más en esa casa. Era lo bastante grande como para valerme por mi misma, así que me fui, abandoné mi casa, abandoné a mi escuela y a mi familia. Me alejé sin mirara atrás. Con tan solo unos meses para cumplir dieciocho años.
Sentí como una lágrima se resbalaba por mi mejilla, pero la limpié rápidamente.
-Llegué a la ciudad y no perdí el tiempo, comencé a trabajar. Como era menor de edad solo me contrataron en empleos que no eran muy mal pagados, pero yo de alguna manera tenía que sobrevivir, tenía que salir adelante por mi cuenta. Trabajaba todo el día, por las mañanas en un restaurant de comida rápida, por las noches en un bar. En ese bar me tocó conocer a personas… no malas… simplemente con problemas, al igual que los míos. Leslie, también trabajaba ahí, era dos años más grande que yo y la diferencia de edad no nos impidió llevarnos tan bien. Le conté mis problemas, en mi familia y sobre la falta de dinero. Entonces me contó lo que ella hacía para ganarse mucho más dinero que en ese bar de mala muerte.
-Prostitución – interrumpió él y yo asentí.
-Sí, ella me dijo que vendía su cuerpo a desconocidos ricos. Era algo que no la enorgullecía pero que no podía dejar de hacerlo. La paga era increíblemente mayor que lo que ganaba en un día en ese bar. Y claro yo…necesitaba más dinero, no tardó en convencerme. La necesidad me llevó a hacer lo que… hago ahora o hacía antes que tu aparecieras – sonreí y lo miré, el estaba mirando al cielo – Y en ese ambiente conocí a más chicas, con hábitos malos que me arrastraron a ellos – una vez más la voz se me quebró.
“La primera vez que… - esta vez no pude contener mis lagrimas, era un momento que quería olvidar y contarlo me daba escalofríos – que… me vendí, fue la peor experiencia que haya vivido en toda mi existencia. Lo peor. Pero eso sí, por mi virginidad me pagaron muy bien – sollocé – no me podía quejar. Aun así no podía sacar de mi mente a esa tipo recorriendo mi cuerpo con sus asquerosas manos, haciéndome cosas que yo ni squiera sabía que se podía hacer, y parecía que entre más gritaba de dolor, más le gustaba al *beep* – dije y me limpié las lagrimas –Lo peor. Cuando regresé con las chicas y me vieron de aquella manera me ofrecieron un escape a todo eso, a todo es sufrimiento que sentía. Cocaína y créeme, que después de todo lo que pasé, eso fue lo mejor que me pudieron haber dado.
Me callé y mi mente pensaba en esos recuerdos que ya hace tiempo los había enterrado. Suspiré y continué.
-Se me hizo una costumbre drogarme después de estar con alguien, así me olvidaba de todo. Y esa costumbre se volvió cada vez más insistente, ya no era solo una vez por día sino que eran varias veces al día- tragué con dificultad, porque aun sentía un nudo en la garganta – Pero a mí no me importaba, a mi me gustaba hacerlo, y entonces el dinero que ganaba se fue convirtiendo poco a poco en el dinero de la droga. Y seguía sin importarme. Me despidieron del trabajo, y tampoco me importó. Sabía que con lo que hacía tendría más que suficiente.
“Recuerdo que algunas veces estaban tan colocada que despertaba en lugares públicos, donde no recordaba cómo había llegado a ese lugar. Igual, no me importaba nada. No tenía nada porque preocuparme, nadie me estaba esperando en casa, nada estaba al cuidado de mí. ¿Para qué preocuparse?
Las lágrimas caían desde mis ojos empapando mis mejillas una vez más, ya no pude contenerlas.
-Y así fue mi vida durante un par de años, sexo y drogas, sexo y drogas, cada noche, cada día…- murmuré – y me arrepiento de tantas cosas. Yo no quería una vida como esta pero… la necesidad me había llevado a todo esos ambientes malos, a la perdición. Tal vez de la única cosa que no me arrepiento es de haber dejado mi casa, cualquier cosa era mejor que estar ahí.
“Perdí el contacto con las chicas, mis compañeras, por llamarlas de alguna forma. No sé a dónde se fueron, un día despertaba y había un menos. Hasta que me quedé completamente sola… – me sorbí la nariz – Y esa es mi triste historia, la que no quería contarte, porque es triste y fea… – me encogí de hombros.
Zayn no dijo nada, siguió mirando el cielo.
“Hace un par de días, me encontraba en la habitación, soñando despierta… - comencé a explicarle a Zayn lo que tenía que decirle – y me drogué… No recuerdo nada después de aspirar la coca, no sé cuánto tiempo estuve así ni cómo llegué hasta aquí arriba. Cuando reaccioné me encontraba a un paso de caerme del techo – murmuré y solté unas lagrimas más –Me asusté horriblemente, Zayn. Pude haber caído y… pude haber muerto – solté en un sollozo- trataba de recordar, desesperadamente, porque estaba ahí, porque había estado a punto de tirarme. Pero no podía, la droga me había dejado muy mal, sin recordar nada. Y el saber que pude haber muerto en solo un instante, me dio a entender que realmente le temo a la muerte. Tal vez mi vida sea una *beep*, sea una total *beep*, pero yo no me quiero morir, y no de esa forma –comencé a llorar audiblemente – Las malditas drogas me tienen muy mal Zayn, las malditas drogas – me reincorporé y me agarré la cabeza – yo ya no quiero vivir así, Zayn. Tengo problemas y no sé cómo pararlo, pensé que podía hacerlo sola, pensé que esto no me dominaba, pero no, estaba muy equivocada- Zayn se sentó a mi lado y me miró con preocupación, pude notar que también sus ojos tenían lagrimas –Estoy aterrada por lo que sucederá ahora, tengo a miedo a no poder. Ayúdame Zayn. Tengo problemas y ya no quiero estar así, ya no quiero ser una adicta, ya no quiero.
Zayn enseguida me abrazó y yo comencé a sollozar aun más. El acarició mi cabeza, pasando sus dedos por mi cabello, acariciando mi espalda con cariño, con consuelo. Yo me aferré a su cuello y a su pecho, empapándolo todo en lagrimas. Yo ya no podía con esto, todo se estaba volviendo cada vez más duro. Yo no quería terminar de aquella forma, yo quería seguir viviendo, y no me había dado cuenta que Zayn había aparecido en mi camino por esa razón, para salvarme de toda la *beep* que había tenido en mi vida. Para ayudarme.
-Vas a estar bien – me dijo tomando mi cara entre sus manos - ¿ok? No voy a dejar que te pase nada malo, vas a ver que todo va estar bien. Yo te voy a ayudar y vas vivir, feliz – aseguró, besó mi frente con dulzura y volvió a abrazarme.
Al fin había sacado todo lo que había tenido guardado durante mucho tiempo, algo que no me gustaba recordar pero haberlo sacado todo me había hecho sentir mejor. Al igual que aceptar que no estaba bien, que necesitaba ayuda, que tenía problemas y quería salir de ellos. Había sido un paso muy grande, y todo se lo debía a Zayn por demostrarme que yo si valía la pena. Por darme esperanza.
Nos encontrábamos en la azotea del hotel, había quince pisos por debajo de nosotros y la ciudad se veía espectacular desde esa altura.
No contesté a su pregunta, me abracé a mí misma, ya que el frio viento me puso la piel de gallina. Luego me acosté en el piso, mirando las estrellas. La presencia de Zayn se sintió a mi lado unos segundos después, se había acostado también y cuando me volví respingué al ver su cara a solo unos centímetros de la mía. Él se rió y lo imité.
-¿Qué quieres decirme? –preguntó aun con esa sonrisa que me dejaba sin aliento.
Suspiré y volví la mirada de nuevo al cielo.
-Hay cosas de mí que debes saber – musité y tomé aire - Yo… soy de un pueblo que esta a unas horas de Londres, se llama Reading, ahí solía vivir. Mi familia siempre fue un caos. Mi padre era un loco desquiciado, que golpeaba a mi mamá cada vez que se le antojaba, la trataba como la mier*da. A mí y a mi hermana, nos aterraba esa situación, nos daba mucho miedo. Y claro, cuando queríamos defender a mi mamá, también recibíamos golpes. No podíamos hacer nada.
“Cuando crecí, cada vez me daba más cuenta de la gravedad del problema – al recordar, sentí un nudo en la garganta y mi vista comenzó a nublarse - Comencé a defender a mi mamá más, y los golpes fueron más fuertes y con más frecuencia. Yo le dije a mi madre muchas veces que nos fuéramos, que esa situación era insoportable. Prefería vivir en la calle a estar así en un hogar donde solo había violencia. Y ella no quiso – se me quebró la voz cuando lo dije - no me hizo caso, y no entiendo por qué demonios se quedó. Yo no aguanté más, no podía quedarme ni un segundo más en esa casa. Era lo bastante grande como para valerme por mi misma, así que me fui, abandoné mi casa, abandoné a mi escuela y a mi familia. Me alejé sin mirara atrás. Con tan solo unos meses para cumplir dieciocho años.
Sentí como una lágrima se resbalaba por mi mejilla, pero la limpié rápidamente.
-Llegué a la ciudad y no perdí el tiempo, comencé a trabajar. Como era menor de edad solo me contrataron en empleos que no eran muy mal pagados, pero yo de alguna manera tenía que sobrevivir, tenía que salir adelante por mi cuenta. Trabajaba todo el día, por las mañanas en un restaurant de comida rápida, por las noches en un bar. En ese bar me tocó conocer a personas… no malas… simplemente con problemas, al igual que los míos. Leslie, también trabajaba ahí, era dos años más grande que yo y la diferencia de edad no nos impidió llevarnos tan bien. Le conté mis problemas, en mi familia y sobre la falta de dinero. Entonces me contó lo que ella hacía para ganarse mucho más dinero que en ese bar de mala muerte.
-Prostitución – interrumpió él y yo asentí.
-Sí, ella me dijo que vendía su cuerpo a desconocidos ricos. Era algo que no la enorgullecía pero que no podía dejar de hacerlo. La paga era increíblemente mayor que lo que ganaba en un día en ese bar. Y claro yo…necesitaba más dinero, no tardó en convencerme. La necesidad me llevó a hacer lo que… hago ahora o hacía antes que tu aparecieras – sonreí y lo miré, el estaba mirando al cielo – Y en ese ambiente conocí a más chicas, con hábitos malos que me arrastraron a ellos – una vez más la voz se me quebró.
“La primera vez que… - esta vez no pude contener mis lagrimas, era un momento que quería olvidar y contarlo me daba escalofríos – que… me vendí, fue la peor experiencia que haya vivido en toda mi existencia. Lo peor. Pero eso sí, por mi virginidad me pagaron muy bien – sollocé – no me podía quejar. Aun así no podía sacar de mi mente a esa tipo recorriendo mi cuerpo con sus asquerosas manos, haciéndome cosas que yo ni squiera sabía que se podía hacer, y parecía que entre más gritaba de dolor, más le gustaba al *beep* – dije y me limpié las lagrimas –Lo peor. Cuando regresé con las chicas y me vieron de aquella manera me ofrecieron un escape a todo eso, a todo es sufrimiento que sentía. Cocaína y créeme, que después de todo lo que pasé, eso fue lo mejor que me pudieron haber dado.
Me callé y mi mente pensaba en esos recuerdos que ya hace tiempo los había enterrado. Suspiré y continué.
-Se me hizo una costumbre drogarme después de estar con alguien, así me olvidaba de todo. Y esa costumbre se volvió cada vez más insistente, ya no era solo una vez por día sino que eran varias veces al día- tragué con dificultad, porque aun sentía un nudo en la garganta – Pero a mí no me importaba, a mi me gustaba hacerlo, y entonces el dinero que ganaba se fue convirtiendo poco a poco en el dinero de la droga. Y seguía sin importarme. Me despidieron del trabajo, y tampoco me importó. Sabía que con lo que hacía tendría más que suficiente.
“Recuerdo que algunas veces estaban tan colocada que despertaba en lugares públicos, donde no recordaba cómo había llegado a ese lugar. Igual, no me importaba nada. No tenía nada porque preocuparme, nadie me estaba esperando en casa, nada estaba al cuidado de mí. ¿Para qué preocuparse?
Las lágrimas caían desde mis ojos empapando mis mejillas una vez más, ya no pude contenerlas.
-Y así fue mi vida durante un par de años, sexo y drogas, sexo y drogas, cada noche, cada día…- murmuré – y me arrepiento de tantas cosas. Yo no quería una vida como esta pero… la necesidad me había llevado a todo esos ambientes malos, a la perdición. Tal vez de la única cosa que no me arrepiento es de haber dejado mi casa, cualquier cosa era mejor que estar ahí.
“Perdí el contacto con las chicas, mis compañeras, por llamarlas de alguna forma. No sé a dónde se fueron, un día despertaba y había un menos. Hasta que me quedé completamente sola… – me sorbí la nariz – Y esa es mi triste historia, la que no quería contarte, porque es triste y fea… – me encogí de hombros.
Zayn no dijo nada, siguió mirando el cielo.
“Hace un par de días, me encontraba en la habitación, soñando despierta… - comencé a explicarle a Zayn lo que tenía que decirle – y me drogué… No recuerdo nada después de aspirar la coca, no sé cuánto tiempo estuve así ni cómo llegué hasta aquí arriba. Cuando reaccioné me encontraba a un paso de caerme del techo – murmuré y solté unas lagrimas más –Me asusté horriblemente, Zayn. Pude haber caído y… pude haber muerto – solté en un sollozo- trataba de recordar, desesperadamente, porque estaba ahí, porque había estado a punto de tirarme. Pero no podía, la droga me había dejado muy mal, sin recordar nada. Y el saber que pude haber muerto en solo un instante, me dio a entender que realmente le temo a la muerte. Tal vez mi vida sea una *beep*, sea una total *beep*, pero yo no me quiero morir, y no de esa forma –comencé a llorar audiblemente – Las malditas drogas me tienen muy mal Zayn, las malditas drogas – me reincorporé y me agarré la cabeza – yo ya no quiero vivir así, Zayn. Tengo problemas y no sé cómo pararlo, pensé que podía hacerlo sola, pensé que esto no me dominaba, pero no, estaba muy equivocada- Zayn se sentó a mi lado y me miró con preocupación, pude notar que también sus ojos tenían lagrimas –Estoy aterrada por lo que sucederá ahora, tengo a miedo a no poder. Ayúdame Zayn. Tengo problemas y ya no quiero estar así, ya no quiero ser una adicta, ya no quiero.
Zayn enseguida me abrazó y yo comencé a sollozar aun más. El acarició mi cabeza, pasando sus dedos por mi cabello, acariciando mi espalda con cariño, con consuelo. Yo me aferré a su cuello y a su pecho, empapándolo todo en lagrimas. Yo ya no podía con esto, todo se estaba volviendo cada vez más duro. Yo no quería terminar de aquella forma, yo quería seguir viviendo, y no me había dado cuenta que Zayn había aparecido en mi camino por esa razón, para salvarme de toda la *beep* que había tenido en mi vida. Para ayudarme.
-Vas a estar bien – me dijo tomando mi cara entre sus manos - ¿ok? No voy a dejar que te pase nada malo, vas a ver que todo va estar bien. Yo te voy a ayudar y vas vivir, feliz – aseguró, besó mi frente con dulzura y volvió a abrazarme.
Al fin había sacado todo lo que había tenido guardado durante mucho tiempo, algo que no me gustaba recordar pero haberlo sacado todo me había hecho sentir mejor. Al igual que aceptar que no estaba bien, que necesitaba ayuda, que tenía problemas y quería salir de ellos. Había sido un paso muy grande, y todo se lo debía a Zayn por demostrarme que yo si valía la pena. Por darme esperanza.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
-¿Por qué me has traído hasta aquí? – preguntó Zayn cuando salimos al aire frio.
Nos encontrábamos en la azotea del hotel, había quince pisos por debajo de nosotros y la ciudad se veía espectacular desde esa altura.
No contesté a su pregunta, me abracé a mí misma, ya que el frio viento me puso la piel de gallina. Luego me acosté en el piso, mirando las estrellas. La presencia de Zayn se sintió a mi lado unos segundos después, se había acostado también y cuando me volví respingué al ver su cara a solo unos centímetros de la mía. Él se rió y lo imité.
-¿Qué quieres decirme? –preguntó aun con esa sonrisa que me dejaba sin aliento.
Suspiré y volví la mirada de nuevo al cielo.
-Hay cosas de mí que debes saber – musité y tomé aire - Yo… soy de un pueblo que esta a unas horas de Londres, se llama Reading, ahí solía vivir. Mi familia siempre fue un caos. Mi padre era un loco desquiciado, que golpeaba a mi mamá cada vez que se le antojaba, la trataba como la mier*da. A mí y a mi hermana, nos aterraba esa situación, nos daba mucho miedo. Y claro, cuando queríamos defender a mi mamá, también recibíamos golpes. No podíamos hacer nada.
“Cuando crecí, cada vez me daba más cuenta de la gravedad del problema – al recordar, sentí un nudo en la garganta y mi vista comenzó a nublarse - Comencé a defender a mi mamá más, y los golpes fueron más fuertes y con más frecuencia. Yo le dije a mi madre muchas veces que nos fuéramos, que esa situación era insoportable. Prefería vivir en la calle a estar así en un hogar donde solo había violencia. Y ella no quiso – se me quebró la voz cuando lo dije - no me hizo caso, y no entiendo por qué demonios se quedó. Yo no aguanté más, no podía quedarme ni un segundo más en esa casa. Era lo bastante grande como para valerme por mi misma, así que me fui, abandoné mi casa, abandoné a mi escuela y a mi familia. Me alejé sin mirara atrás. Con tan solo unos meses para cumplir dieciocho años.
Sentí como una lágrima se resbalaba por mi mejilla, pero la limpié rápidamente.
-Llegué a la ciudad y no perdí el tiempo, comencé a trabajar. Como era menor de edad solo me contrataron en empleos que no eran muy mal pagados, pero yo de alguna manera tenía que sobrevivir, tenía que salir adelante por mi cuenta. Trabajaba todo el día, por las mañanas en un restaurant de comida rápida, por las noches en un bar. En ese bar me tocó conocer a personas… no malas… simplemente con problemas, al igual que los míos. Leslie, también trabajaba ahí, era dos años más grande que yo y la diferencia de edad no nos impidió llevarnos tan bien. Le conté mis problemas, en mi familia y sobre la falta de dinero. Entonces me contó lo que ella hacía para ganarse mucho más dinero que en ese bar de mala muerte.
-Prostitución – interrumpió él y yo asentí.
-Sí, ella me dijo que vendía su cuerpo a desconocidos ricos. Era algo que no la enorgullecía pero que no podía dejar de hacerlo. La paga era increíblemente mayor que lo que ganaba en un día en ese bar. Y claro yo…necesitaba más dinero, no tardó en convencerme. La necesidad me llevó a hacer lo que… hago ahora o hacía antes que tu aparecieras – sonreí y lo miré, el estaba mirando al cielo – Y en ese ambiente conocí a más chicas, con hábitos malos que me arrastraron a ellos – una vez más la voz se me quebró.
“La primera vez que… - esta vez no pude contener mis lagrimas, era un momento que quería olvidar y contarlo me daba escalofríos – que… me vendí, fue la peor experiencia que haya vivido en toda mi existencia. Lo peor. Pero eso sí, por mi virginidad me pagaron muy bien – sollocé – no me podía quejar. Aun así no podía sacar de mi mente a esa tipo recorriendo mi cuerpo con sus asquerosas manos, haciéndome cosas que yo ni squiera sabía que se podía hacer, y parecía que entre más gritaba de dolor, más le gustaba al *beep* – dije y me limpié las lagrimas –Lo peor. Cuando regresé con las chicas y me vieron de aquella manera me ofrecieron un escape a todo eso, a todo es sufrimiento que sentía. Cocaína y créeme, que después de todo lo que pasé, eso fue lo mejor que me pudieron haber dado.
Me callé y mi mente pensaba en esos recuerdos que ya hace tiempo los había enterrado. Suspiré y continué.
-Se me hizo una costumbre drogarme después de estar con alguien, así me olvidaba de todo. Y esa costumbre se volvió cada vez más insistente, ya no era solo una vez por día sino que eran varias veces al día- tragué con dificultad, porque aun sentía un nudo en la garganta – Pero a mí no me importaba, a mi me gustaba hacerlo, y entonces el dinero que ganaba se fue convirtiendo poco a poco en el dinero de la droga. Y seguía sin importarme. Me despidieron del trabajo, y tampoco me importó. Sabía que con lo que hacía tendría más que suficiente.
“Recuerdo que algunas veces estaban tan colocada que despertaba en lugares públicos, donde no recordaba cómo había llegado a ese lugar. Igual, no me importaba nada. No tenía nada porque preocuparme, nadie me estaba esperando en casa, nada estaba al cuidado de mí. ¿Para qué preocuparse?
Las lágrimas caían desde mis ojos empapando mis mejillas una vez más, ya no pude contenerlas.
-Y así fue mi vida durante un par de años, sexo y drogas, sexo y drogas, cada noche, cada día…- murmuré – y me arrepiento de tantas cosas. Yo no quería una vida como esta pero… la necesidad me había llevado a todo esos ambientes malos, a la perdición. Tal vez de la única cosa que no me arrepiento es de haber dejado mi casa, cualquier cosa era mejor que estar ahí.
“Perdí el contacto con las chicas, mis compañeras, por llamarlas de alguna forma. No sé a dónde se fueron, un día despertaba y había un menos. Hasta que me quedé completamente sola… – me sorbí la nariz – Y esa es mi triste historia, la que no quería contarte, porque es triste y fea… – me encogí de hombros.
Zayn no dijo nada, siguió mirando el cielo.
“Hace un par de días, me encontraba en la habitación, soñando despierta… - comencé a explicarle a Zayn lo que tenía que decirle – y me drogué… No recuerdo nada después de aspirar la coca, no sé cuánto tiempo estuve así ni cómo llegué hasta aquí arriba. Cuando reaccioné me encontraba a un paso de caerme del techo – murmuré y solté unas lagrimas más –Me asusté horriblemente, Zayn. Pude haber caído y… pude haber muerto – solté en un sollozo- trataba de recordar, desesperadamente, porque estaba ahí, porque había estado a punto de tirarme. Pero no podía, la droga me había dejado muy mal, sin recordar nada. Y el saber que pude haber muerto en solo un instante, me dio a entender que realmente le temo a la muerte. Tal vez mi vida sea una *beep*, sea una total *beep*, pero yo no me quiero morir, y no de esa forma –comencé a llorar audiblemente – Las malditas drogas me tienen muy mal Zayn, las malditas drogas – me reincorporé y me agarré la cabeza – yo ya no quiero vivir así, Zayn. Tengo problemas y no sé cómo pararlo, pensé que podía hacerlo sola, pensé que esto no me dominaba, pero no, estaba muy equivocada- Zayn se sentó a mi lado y me miró con preocupación, pude notar que también sus ojos tenían lagrimas –Estoy aterrada por lo que sucederá ahora, tengo a miedo a no poder. Ayúdame Zayn. Tengo problemas y ya no quiero estar así, ya no quiero ser una adicta, ya no quiero.
Zayn enseguida me abrazó y yo comencé a sollozar aun más. El acarició mi cabeza, pasando sus dedos por mi cabello, acariciando mi espalda con cariño, con consuelo. Yo me aferré a su cuello y a su pecho, empapándolo todo en lagrimas. Yo ya no podía con esto, todo se estaba volviendo cada vez más duro. Yo no quería terminar de aquella forma, yo quería seguir viviendo, y no me había dado cuenta que Zayn había aparecido en mi camino por esa razón, para salvarme de toda la *beep* que había tenido en mi vida. Para ayudarme.
-Vas a estar bien – me dijo tomando mi cara entre sus manos - ¿ok? No voy a dejar que te pase nada malo, vas a ver que todo va estar bien. Yo te voy a ayudar y vas vivir, feliz – aseguró, besó mi frente con dulzura y volvió a abrazarme.
Al fin había sacado todo lo que había tenido guardado durante mucho tiempo, algo que no me gustaba recordar pero haberlo sacado todo me había hecho sentir mejor. Al igual que aceptar que no estaba bien, que necesitaba ayuda, que tenía problemas y quería salir de ellos. Había sido un paso muy grande, y todo se lo debía a Zayn por demostrarme que yo si valía la pena. Por darme esperanza.
Nos encontrábamos en la azotea del hotel, había quince pisos por debajo de nosotros y la ciudad se veía espectacular desde esa altura.
No contesté a su pregunta, me abracé a mí misma, ya que el frio viento me puso la piel de gallina. Luego me acosté en el piso, mirando las estrellas. La presencia de Zayn se sintió a mi lado unos segundos después, se había acostado también y cuando me volví respingué al ver su cara a solo unos centímetros de la mía. Él se rió y lo imité.
-¿Qué quieres decirme? –preguntó aun con esa sonrisa que me dejaba sin aliento.
Suspiré y volví la mirada de nuevo al cielo.
-Hay cosas de mí que debes saber – musité y tomé aire - Yo… soy de un pueblo que esta a unas horas de Londres, se llama Reading, ahí solía vivir. Mi familia siempre fue un caos. Mi padre era un loco desquiciado, que golpeaba a mi mamá cada vez que se le antojaba, la trataba como la mier*da. A mí y a mi hermana, nos aterraba esa situación, nos daba mucho miedo. Y claro, cuando queríamos defender a mi mamá, también recibíamos golpes. No podíamos hacer nada.
“Cuando crecí, cada vez me daba más cuenta de la gravedad del problema – al recordar, sentí un nudo en la garganta y mi vista comenzó a nublarse - Comencé a defender a mi mamá más, y los golpes fueron más fuertes y con más frecuencia. Yo le dije a mi madre muchas veces que nos fuéramos, que esa situación era insoportable. Prefería vivir en la calle a estar así en un hogar donde solo había violencia. Y ella no quiso – se me quebró la voz cuando lo dije - no me hizo caso, y no entiendo por qué demonios se quedó. Yo no aguanté más, no podía quedarme ni un segundo más en esa casa. Era lo bastante grande como para valerme por mi misma, así que me fui, abandoné mi casa, abandoné a mi escuela y a mi familia. Me alejé sin mirara atrás. Con tan solo unos meses para cumplir dieciocho años.
Sentí como una lágrima se resbalaba por mi mejilla, pero la limpié rápidamente.
-Llegué a la ciudad y no perdí el tiempo, comencé a trabajar. Como era menor de edad solo me contrataron en empleos que no eran muy mal pagados, pero yo de alguna manera tenía que sobrevivir, tenía que salir adelante por mi cuenta. Trabajaba todo el día, por las mañanas en un restaurant de comida rápida, por las noches en un bar. En ese bar me tocó conocer a personas… no malas… simplemente con problemas, al igual que los míos. Leslie, también trabajaba ahí, era dos años más grande que yo y la diferencia de edad no nos impidió llevarnos tan bien. Le conté mis problemas, en mi familia y sobre la falta de dinero. Entonces me contó lo que ella hacía para ganarse mucho más dinero que en ese bar de mala muerte.
-Prostitución – interrumpió él y yo asentí.
-Sí, ella me dijo que vendía su cuerpo a desconocidos ricos. Era algo que no la enorgullecía pero que no podía dejar de hacerlo. La paga era increíblemente mayor que lo que ganaba en un día en ese bar. Y claro yo…necesitaba más dinero, no tardó en convencerme. La necesidad me llevó a hacer lo que… hago ahora o hacía antes que tu aparecieras – sonreí y lo miré, el estaba mirando al cielo – Y en ese ambiente conocí a más chicas, con hábitos malos que me arrastraron a ellos – una vez más la voz se me quebró.
“La primera vez que… - esta vez no pude contener mis lagrimas, era un momento que quería olvidar y contarlo me daba escalofríos – que… me vendí, fue la peor experiencia que haya vivido en toda mi existencia. Lo peor. Pero eso sí, por mi virginidad me pagaron muy bien – sollocé – no me podía quejar. Aun así no podía sacar de mi mente a esa tipo recorriendo mi cuerpo con sus asquerosas manos, haciéndome cosas que yo ni squiera sabía que se podía hacer, y parecía que entre más gritaba de dolor, más le gustaba al *beep* – dije y me limpié las lagrimas –Lo peor. Cuando regresé con las chicas y me vieron de aquella manera me ofrecieron un escape a todo eso, a todo es sufrimiento que sentía. Cocaína y créeme, que después de todo lo que pasé, eso fue lo mejor que me pudieron haber dado.
Me callé y mi mente pensaba en esos recuerdos que ya hace tiempo los había enterrado. Suspiré y continué.
-Se me hizo una costumbre drogarme después de estar con alguien, así me olvidaba de todo. Y esa costumbre se volvió cada vez más insistente, ya no era solo una vez por día sino que eran varias veces al día- tragué con dificultad, porque aun sentía un nudo en la garganta – Pero a mí no me importaba, a mi me gustaba hacerlo, y entonces el dinero que ganaba se fue convirtiendo poco a poco en el dinero de la droga. Y seguía sin importarme. Me despidieron del trabajo, y tampoco me importó. Sabía que con lo que hacía tendría más que suficiente.
“Recuerdo que algunas veces estaban tan colocada que despertaba en lugares públicos, donde no recordaba cómo había llegado a ese lugar. Igual, no me importaba nada. No tenía nada porque preocuparme, nadie me estaba esperando en casa, nada estaba al cuidado de mí. ¿Para qué preocuparse?
Las lágrimas caían desde mis ojos empapando mis mejillas una vez más, ya no pude contenerlas.
-Y así fue mi vida durante un par de años, sexo y drogas, sexo y drogas, cada noche, cada día…- murmuré – y me arrepiento de tantas cosas. Yo no quería una vida como esta pero… la necesidad me había llevado a todo esos ambientes malos, a la perdición. Tal vez de la única cosa que no me arrepiento es de haber dejado mi casa, cualquier cosa era mejor que estar ahí.
“Perdí el contacto con las chicas, mis compañeras, por llamarlas de alguna forma. No sé a dónde se fueron, un día despertaba y había un menos. Hasta que me quedé completamente sola… – me sorbí la nariz – Y esa es mi triste historia, la que no quería contarte, porque es triste y fea… – me encogí de hombros.
Zayn no dijo nada, siguió mirando el cielo.
“Hace un par de días, me encontraba en la habitación, soñando despierta… - comencé a explicarle a Zayn lo que tenía que decirle – y me drogué… No recuerdo nada después de aspirar la coca, no sé cuánto tiempo estuve así ni cómo llegué hasta aquí arriba. Cuando reaccioné me encontraba a un paso de caerme del techo – murmuré y solté unas lagrimas más –Me asusté horriblemente, Zayn. Pude haber caído y… pude haber muerto – solté en un sollozo- trataba de recordar, desesperadamente, porque estaba ahí, porque había estado a punto de tirarme. Pero no podía, la droga me había dejado muy mal, sin recordar nada. Y el saber que pude haber muerto en solo un instante, me dio a entender que realmente le temo a la muerte. Tal vez mi vida sea una *beep*, sea una total *beep*, pero yo no me quiero morir, y no de esa forma –comencé a llorar audiblemente – Las malditas drogas me tienen muy mal Zayn, las malditas drogas – me reincorporé y me agarré la cabeza – yo ya no quiero vivir así, Zayn. Tengo problemas y no sé cómo pararlo, pensé que podía hacerlo sola, pensé que esto no me dominaba, pero no, estaba muy equivocada- Zayn se sentó a mi lado y me miró con preocupación, pude notar que también sus ojos tenían lagrimas –Estoy aterrada por lo que sucederá ahora, tengo a miedo a no poder. Ayúdame Zayn. Tengo problemas y ya no quiero estar así, ya no quiero ser una adicta, ya no quiero.
Zayn enseguida me abrazó y yo comencé a sollozar aun más. El acarició mi cabeza, pasando sus dedos por mi cabello, acariciando mi espalda con cariño, con consuelo. Yo me aferré a su cuello y a su pecho, empapándolo todo en lagrimas. Yo ya no podía con esto, todo se estaba volviendo cada vez más duro. Yo no quería terminar de aquella forma, yo quería seguir viviendo, y no me había dado cuenta que Zayn había aparecido en mi camino por esa razón, para salvarme de toda la *beep* que había tenido en mi vida. Para ayudarme.
-Vas a estar bien – me dijo tomando mi cara entre sus manos - ¿ok? No voy a dejar que te pase nada malo, vas a ver que todo va estar bien. Yo te voy a ayudar y vas vivir, feliz – aseguró, besó mi frente con dulzura y volvió a abrazarme.
Al fin había sacado todo lo que había tenido guardado durante mucho tiempo, algo que no me gustaba recordar pero haberlo sacado todo me había hecho sentir mejor. Al igual que aceptar que no estaba bien, que necesitaba ayuda, que tenía problemas y quería salir de ellos. Había sido un paso muy grande, y todo se lo debía a Zayn por demostrarme que yo si valía la pena. Por darme esperanza.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Maratón 3/3
Parte 9
La habitación era pequeña, a comparación de donde había pasado las últimas semanas, había solo una cama individual, un escritorio bajo una ventana que daba al pasillo, un pequeño baño y un armario pegado a la pared. Los cobertores se encontraban bien doblados sobre la cama.
Zayn puso mi maleta sobre la cama y yo me senté en la silla del escritorio, soltando un suspiro. El lugar no me agradaba para nada, pero si quería salir de esta situación debía soportarlo.
-No está mal – murmuré paseando la vista por la recamara.
-No – musitó él, quien me imitaba.
Nos quedamos en silencio, podía sentir que Zayn no estaba muy cómodo con el lugar. Era obvio que una clínica de rehabilitación no era cómoda para nadie y eso era lo que yo había tratado de evitar, finalmente Zayn me comprendía y notaba que se sentía un poco culpable de llevarme a aquel lugar tan a disgusto.
La directora llegó a la habitación sosteniendo un sobre amarillo en su mano. Había una falsa sonrisa en su cara, podía notar cómo se esforzaba de más para parecer feliz, tal vez deseando estar en otro lugar en ese momento. Zayn se levantó de la cama.
-Señor Malik, señorita _________ - nos llamó – Me alegra informarles que los resultados de los análisis hechos a ________, dan todos negativos.
Sonreí a medias, Zayn se alegró y fue hasta a mí para darme un cálido abrazo. Antes de entrar a la clínica debía de tener todo un historial médico, y con respecto a mi pasado deberían de hacer todas las pruebas de ITS para descartar cualquiera. Hasta eso, fui lo bastante inteligente para no dejar que ningún hombre me infectara, si es que tenían algo; fui muy cuidadosa con eso y con los embarazos.
-De verdad me alegra mucho que estés sana, _______ - dijo la directora, de quien no recordaba su nombre, y me dio la mano.
Le sonreí.
-Entonces, ¿hoy se empieza? – preguntó Zayn.
-Así es, y mañana comienza todo. Tendrás terapias grupales e individuales. Te sugiero que asistas a todas, vas a ver que aquí encontrarás mucho apoyo. Lo más difícil, _______, es aceptar que estas mal, y ya lo has hecho, así que solo hace falta unos cuantos empujones más – puso una mano en mi hombro mientras me sonreía y entonces me extendió un pequeño libro – Lee esto, son algunas reglas que tienes que recordar.
-¿Y podre visitarla?
-Los jueves son días de visitas – contestó la mujer.
Eso no me gustaba, estaba acostumbrada a ver a Zayn diario y que de un de repente solo lo pudiera ver una vez a la semana no sabía si me afectaría mucho.
-Los dejaré para que se despidan, con permiso – y la mujer salió de la habitación.
-Parece un poco hipócrita – susurré.
Zayn soltó una carcajada con mi comentario.
-Tal vez, pero tiene buenas intenciones – dijo acercándose un poco más y tomándome la mano - ¿Vas a estar bien?
-No sé, tengo miedo – hice una mueca.
Entonces el chico me abrazó, pasó sus manos por mi cintura y yo por su espalda, recargué mi cabeza en su pecho escuchando el sonido de su corazón.
-Tienes que echarle ganas, ________ - me dijo Zayn en el oído – Yo se que puedes salir de esta, yo se que eres fuerte y que puedes hacerlo. Yo estaré apoyándote, estaré contigo siempre.
Aquellas palabras hicieron que mis ojos se humedecieran un poco. No quería dejarlo.
-No quiero fallarte – le dije.
-No lo harás, si te caes yo estaré para levantarte, si pierdes la fe en ti misma yo te daré esa fuerza que te hace falta para creer en ti – puso sus manos alrededor de mi rostro y me miró fijamente – Que te quede claro eso.
-Te extrañaré - le dije con un hilo de voz.
-Y yo a ti, babe – volvió a envolverme con sus brazos y yo dejé que me estrujara fuertemente – Te quiero mucho, hermosa.
-Y yo a ti – le dije con una sonrisa.
Por una vez más lo apreté con fuerza, dejando que su olor se quedara impregnado en mi ropa por lo menos por ese día.
Nos separamos, y él con su pulgar limpió una de mis lágrimas.
-Cuídate – le dije.
-Tú también – besó mi frente.
Me soltó y miré como se alejaba. Sabía que iba a ser difícil seguir sin él a mi lado, pero haría un esfuerzo.
Me tumbé en la cama y lloré en silencio. Hasta que de mis ojos ya no salían lagrimas. Perdí la noción del tiempo al estar así, mirando al techo, con la vista nublada. La cabeza me dolía y podía sentir mis ojos hinchados. Decidí dejar mi depresión, ya que no me llevaría a ningún lado, con llorar no me sacarían de ahí.
Tomé el pequeño libro que la directora me había dado y comencé a ojearlo. Luego le puse atención a lo que decía. Lo principal era no tener ningún narcótico en mis posesiones, ni nada punzocortante; luego las reglas básicas, horarios de las terapias tanto grupales como individuales, horarios de desayuno, comida y cena, tiempo libre sin salir de la clínica, entre otras cosas.
Entonces comencé a sentir una sensación extraña en mi interior. Respingué y me reincorporé. Llevaba casi veinticuatro horas sin consumir droga, no sé porque no lo supe antes, la ansiedad no iba a tardar en llegar y crecer. Apreté los puños y me hice un ovillo en la cama, tratando de soportar todo lo que se vendría en unos momentos. No había nada con que distraerse en ese *beep* cuarto, no había nada que llamara mi atención. La hora de la cena ya había pasado y ya no podía salir. Suspiré con miedo. Tenía que ser fuerte y soportarlo.
__________________________________________________________________________________________
Los días fueron pasando y la verdad es que estaba viviendo lo peor de toda mi vida. Por las noches la ansiedad crecía a un grado máximo, no me dejaba dormir y tenía tantas ganas de arrancarme la piel y el cabello de la desesperación. Cuando se lo comenté a mi doctor me dijo que era normal que me sintiera así, pero que poco a poco iba a disminuir. Yo no lo sentía así. El doctor me permitió fumar, ya que decía que quitarle a un adicto inesperadamente su droga no era lo mejor y podía causar más daño, paulatinamente tenía que ir reduciendo mi dosis.
Las terapias grupales eran inspiradoras, los encargados de hablarnos y platicarnos nos motivaban de una manera un tanto exagerada, pero estaba bien. Conocí muchas historias que tocaron mi corazón.
Sin embargo, cuando no había terapias y llegaba la hora del tiempo libre, no hablaba con nadie. Yo no me acerqué a nadie y ninguna persona se acercó a entablar una conversación conmigo. El rumor de que yo había llegado ahí por Zayn Malik ya se había esparcido y entonces comenzaron a correr chismes de esa situación. “Se cree mejor porque un famoso la está apoyando” “Es una sangrona, nomas se codea con los artistas” “Le damos asco, como nosotros no somos famosos…” “Mejor la debieron haber llevado a una de esas clínicas caras y que de las que ocultan la identidad de las personas” Todo eso se decía entre las personas. Yo no opinaba nada, mientras las cosas no pasaran a mayores insultos todo estaba bien. Sabía que tenían una percepción errónea de cómo era, pero yo no tenía porque darle el gusto a alguien. Una vez más comprobaba que el mundo estaba lleno de prejuicios y eso era lo que me molestaba.
Cuando Zayn me visitaba, todo era mucho mejor, hablaba con él por horas. Él contándome de todos los proyectos que tenía con los chicos y yo hablándole de mis avances. Podía sentir que se llenaba de orgullo cuando le comentaba todo lo bueno que me había pasado. La ansiedad había disminuido, podía dormir mejor, comía saludablemente y había aprendido mucho de las historias que se contaban.
-Lo vez, lo estás haciendo ________ - me dijo él con emoción.
Y yo asentí sonriente.
Un día en que fue a visitarme, llevó a sus amigos. A los chicos de One Direction. Se metieron en mi habitación, y nos encontramos un poco apretados, ya que la habitación era muy pequeña para seis personas.
Zayn tenía razón sobre sus amigos, eran geniales. Y ellos habían estado deseosos de conocerme desde hacía mucho tiempo.
Esa tarde todos hablaron conmigo y a pesar de que no me conocía del todo me motivaron a seguir adelante, a que siguiera luchando por mi recuperación.
Louis y Niall me hicieron reír hasta que el estomago me dolió. Liam me pareció una persona realmente tierna; y Harry una persona con bellos sentimientos. Cuando estaban a punto de irse, les dije que tenían que visitarme más seguido, ya que no me la había pasado tan bien en tanto tiempo. Ellos estuvieron de acuerdo en regresar lo más pronto posible.
La semana siguiente, cuando Zayn fue a visitarme, como siempre me alegré al recibirlo. Podía notar una ligera emoción en su rostro, eran buenas noticias o algo por estilo, no me resistí a preguntarle.
-¿Traes buenas noticias? – pregunté curiosa.
-Bueno, algo así – dijo él poniendo su mano en su nuca.
-¡Qué esperas, dime! – solté y me senté en la cama dando saltitos.
Él se sentó a mi lado y me miró con esa sonrisa tan suya, la que me dejaba sin aliento.
-Mañana por la noche habrá una ceremonia, a donde asistirán muchos artistas, figuras públicas, entre otras cosas, y bueno… quiero que me acompañes – dijo mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
Abrí los ojos como platos.
¿Enserio quieres que te acompañe a esa elegante ceremonia? – pregunté con emoción.
-Sí, quiero que vayas, te quiero ahí a mi lado – me dijo sonriente.
-Espera – la lucecita de felicidad se apagó al instante – Yo no puedo salir de aquí, esta contra las reglas – le expliqué.
-Eso ya lo tengo arreglado – me guiñó un ojo y yo lo miré confundida – Hable con la directora Macy, le comenté lo que quería hacer, y gracias a tu buen comportamiento y tus avances positivos te ha dado el permiso…
Solté un grito de emoción.
-Quería que te quedaras conmigo todo el día, pero eso no me ha permitido, solo será esa noche y te traeré de vuelta aquí antes de que amanezca ¿te parece?
-Está más que bien, no podría pedir algo mejor – le dije sonriente.
-Bien, entonces ya es oficial, serás mi acompañante en la fiesta – me dijo.
Sonreí.
-Oye Zayn, ¿y qué debo usar? ¿Hay algo en mi armario que se vea bien? – pregunté dudosa, mientras me dirigía al armario.
-Es otra cosa que ya arreglé, babe – se paró de la cama y fue hacia la puerta, salió unos momentos.
Me quedé con una expresión de confusión en mi rostro y luego Zayn entró. Abrí la boca con sorpresa al ver lo que llevaba.
Era un vestido color blanco, con un escote en cuello V y en los costados tenía unas aberturas decorados con piedras brillantes. Podía notar que la tela era suave y fina con tan solo mirarlo. Era precioso.
-Y también traje esto - y me enseñó una caja de zapatos – Danielle y Eleonor fueron la que escogieron todo. Ellas saben de estas cosas – dijo encogiéndose de hombros – Por cierto, están ansiosas por conocerte.
Solté otro grito de emoción y me abalancé sobre Zayn para darle un fuerte abrazo. Fue tanta la emoción que hice que Zayn tirara las cosas.
-Gracias, gracias, gracias – repetí y lo besé en la mejilla repetidamente.
-Me alegra haberte hecho feliz – y entonces tomó mi cara en sus manos y besó mi frente.
Luego lo abracé. No sabía cómo agradecerle a este hombre por todo lo que había hecho por mí. Le debía tanto.
Parte 9
La habitación era pequeña, a comparación de donde había pasado las últimas semanas, había solo una cama individual, un escritorio bajo una ventana que daba al pasillo, un pequeño baño y un armario pegado a la pared. Los cobertores se encontraban bien doblados sobre la cama.
Zayn puso mi maleta sobre la cama y yo me senté en la silla del escritorio, soltando un suspiro. El lugar no me agradaba para nada, pero si quería salir de esta situación debía soportarlo.
-No está mal – murmuré paseando la vista por la recamara.
-No – musitó él, quien me imitaba.
Nos quedamos en silencio, podía sentir que Zayn no estaba muy cómodo con el lugar. Era obvio que una clínica de rehabilitación no era cómoda para nadie y eso era lo que yo había tratado de evitar, finalmente Zayn me comprendía y notaba que se sentía un poco culpable de llevarme a aquel lugar tan a disgusto.
La directora llegó a la habitación sosteniendo un sobre amarillo en su mano. Había una falsa sonrisa en su cara, podía notar cómo se esforzaba de más para parecer feliz, tal vez deseando estar en otro lugar en ese momento. Zayn se levantó de la cama.
-Señor Malik, señorita _________ - nos llamó – Me alegra informarles que los resultados de los análisis hechos a ________, dan todos negativos.
Sonreí a medias, Zayn se alegró y fue hasta a mí para darme un cálido abrazo. Antes de entrar a la clínica debía de tener todo un historial médico, y con respecto a mi pasado deberían de hacer todas las pruebas de ITS para descartar cualquiera. Hasta eso, fui lo bastante inteligente para no dejar que ningún hombre me infectara, si es que tenían algo; fui muy cuidadosa con eso y con los embarazos.
-De verdad me alegra mucho que estés sana, _______ - dijo la directora, de quien no recordaba su nombre, y me dio la mano.
Le sonreí.
-Entonces, ¿hoy se empieza? – preguntó Zayn.
-Así es, y mañana comienza todo. Tendrás terapias grupales e individuales. Te sugiero que asistas a todas, vas a ver que aquí encontrarás mucho apoyo. Lo más difícil, _______, es aceptar que estas mal, y ya lo has hecho, así que solo hace falta unos cuantos empujones más – puso una mano en mi hombro mientras me sonreía y entonces me extendió un pequeño libro – Lee esto, son algunas reglas que tienes que recordar.
-¿Y podre visitarla?
-Los jueves son días de visitas – contestó la mujer.
Eso no me gustaba, estaba acostumbrada a ver a Zayn diario y que de un de repente solo lo pudiera ver una vez a la semana no sabía si me afectaría mucho.
-Los dejaré para que se despidan, con permiso – y la mujer salió de la habitación.
-Parece un poco hipócrita – susurré.
Zayn soltó una carcajada con mi comentario.
-Tal vez, pero tiene buenas intenciones – dijo acercándose un poco más y tomándome la mano - ¿Vas a estar bien?
-No sé, tengo miedo – hice una mueca.
Entonces el chico me abrazó, pasó sus manos por mi cintura y yo por su espalda, recargué mi cabeza en su pecho escuchando el sonido de su corazón.
-Tienes que echarle ganas, ________ - me dijo Zayn en el oído – Yo se que puedes salir de esta, yo se que eres fuerte y que puedes hacerlo. Yo estaré apoyándote, estaré contigo siempre.
Aquellas palabras hicieron que mis ojos se humedecieran un poco. No quería dejarlo.
-No quiero fallarte – le dije.
-No lo harás, si te caes yo estaré para levantarte, si pierdes la fe en ti misma yo te daré esa fuerza que te hace falta para creer en ti – puso sus manos alrededor de mi rostro y me miró fijamente – Que te quede claro eso.
-Te extrañaré - le dije con un hilo de voz.
-Y yo a ti, babe – volvió a envolverme con sus brazos y yo dejé que me estrujara fuertemente – Te quiero mucho, hermosa.
-Y yo a ti – le dije con una sonrisa.
Por una vez más lo apreté con fuerza, dejando que su olor se quedara impregnado en mi ropa por lo menos por ese día.
Nos separamos, y él con su pulgar limpió una de mis lágrimas.
-Cuídate – le dije.
-Tú también – besó mi frente.
Me soltó y miré como se alejaba. Sabía que iba a ser difícil seguir sin él a mi lado, pero haría un esfuerzo.
Me tumbé en la cama y lloré en silencio. Hasta que de mis ojos ya no salían lagrimas. Perdí la noción del tiempo al estar así, mirando al techo, con la vista nublada. La cabeza me dolía y podía sentir mis ojos hinchados. Decidí dejar mi depresión, ya que no me llevaría a ningún lado, con llorar no me sacarían de ahí.
Tomé el pequeño libro que la directora me había dado y comencé a ojearlo. Luego le puse atención a lo que decía. Lo principal era no tener ningún narcótico en mis posesiones, ni nada punzocortante; luego las reglas básicas, horarios de las terapias tanto grupales como individuales, horarios de desayuno, comida y cena, tiempo libre sin salir de la clínica, entre otras cosas.
Entonces comencé a sentir una sensación extraña en mi interior. Respingué y me reincorporé. Llevaba casi veinticuatro horas sin consumir droga, no sé porque no lo supe antes, la ansiedad no iba a tardar en llegar y crecer. Apreté los puños y me hice un ovillo en la cama, tratando de soportar todo lo que se vendría en unos momentos. No había nada con que distraerse en ese *beep* cuarto, no había nada que llamara mi atención. La hora de la cena ya había pasado y ya no podía salir. Suspiré con miedo. Tenía que ser fuerte y soportarlo.
__________________________________________________________________________________________
Los días fueron pasando y la verdad es que estaba viviendo lo peor de toda mi vida. Por las noches la ansiedad crecía a un grado máximo, no me dejaba dormir y tenía tantas ganas de arrancarme la piel y el cabello de la desesperación. Cuando se lo comenté a mi doctor me dijo que era normal que me sintiera así, pero que poco a poco iba a disminuir. Yo no lo sentía así. El doctor me permitió fumar, ya que decía que quitarle a un adicto inesperadamente su droga no era lo mejor y podía causar más daño, paulatinamente tenía que ir reduciendo mi dosis.
Las terapias grupales eran inspiradoras, los encargados de hablarnos y platicarnos nos motivaban de una manera un tanto exagerada, pero estaba bien. Conocí muchas historias que tocaron mi corazón.
Sin embargo, cuando no había terapias y llegaba la hora del tiempo libre, no hablaba con nadie. Yo no me acerqué a nadie y ninguna persona se acercó a entablar una conversación conmigo. El rumor de que yo había llegado ahí por Zayn Malik ya se había esparcido y entonces comenzaron a correr chismes de esa situación. “Se cree mejor porque un famoso la está apoyando” “Es una sangrona, nomas se codea con los artistas” “Le damos asco, como nosotros no somos famosos…” “Mejor la debieron haber llevado a una de esas clínicas caras y que de las que ocultan la identidad de las personas” Todo eso se decía entre las personas. Yo no opinaba nada, mientras las cosas no pasaran a mayores insultos todo estaba bien. Sabía que tenían una percepción errónea de cómo era, pero yo no tenía porque darle el gusto a alguien. Una vez más comprobaba que el mundo estaba lleno de prejuicios y eso era lo que me molestaba.
Cuando Zayn me visitaba, todo era mucho mejor, hablaba con él por horas. Él contándome de todos los proyectos que tenía con los chicos y yo hablándole de mis avances. Podía sentir que se llenaba de orgullo cuando le comentaba todo lo bueno que me había pasado. La ansiedad había disminuido, podía dormir mejor, comía saludablemente y había aprendido mucho de las historias que se contaban.
-Lo vez, lo estás haciendo ________ - me dijo él con emoción.
Y yo asentí sonriente.
Un día en que fue a visitarme, llevó a sus amigos. A los chicos de One Direction. Se metieron en mi habitación, y nos encontramos un poco apretados, ya que la habitación era muy pequeña para seis personas.
Zayn tenía razón sobre sus amigos, eran geniales. Y ellos habían estado deseosos de conocerme desde hacía mucho tiempo.
Esa tarde todos hablaron conmigo y a pesar de que no me conocía del todo me motivaron a seguir adelante, a que siguiera luchando por mi recuperación.
Louis y Niall me hicieron reír hasta que el estomago me dolió. Liam me pareció una persona realmente tierna; y Harry una persona con bellos sentimientos. Cuando estaban a punto de irse, les dije que tenían que visitarme más seguido, ya que no me la había pasado tan bien en tanto tiempo. Ellos estuvieron de acuerdo en regresar lo más pronto posible.
La semana siguiente, cuando Zayn fue a visitarme, como siempre me alegré al recibirlo. Podía notar una ligera emoción en su rostro, eran buenas noticias o algo por estilo, no me resistí a preguntarle.
-¿Traes buenas noticias? – pregunté curiosa.
-Bueno, algo así – dijo él poniendo su mano en su nuca.
-¡Qué esperas, dime! – solté y me senté en la cama dando saltitos.
Él se sentó a mi lado y me miró con esa sonrisa tan suya, la que me dejaba sin aliento.
-Mañana por la noche habrá una ceremonia, a donde asistirán muchos artistas, figuras públicas, entre otras cosas, y bueno… quiero que me acompañes – dijo mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
Abrí los ojos como platos.
¿Enserio quieres que te acompañe a esa elegante ceremonia? – pregunté con emoción.
-Sí, quiero que vayas, te quiero ahí a mi lado – me dijo sonriente.
-Espera – la lucecita de felicidad se apagó al instante – Yo no puedo salir de aquí, esta contra las reglas – le expliqué.
-Eso ya lo tengo arreglado – me guiñó un ojo y yo lo miré confundida – Hable con la directora Macy, le comenté lo que quería hacer, y gracias a tu buen comportamiento y tus avances positivos te ha dado el permiso…
Solté un grito de emoción.
-Quería que te quedaras conmigo todo el día, pero eso no me ha permitido, solo será esa noche y te traeré de vuelta aquí antes de que amanezca ¿te parece?
-Está más que bien, no podría pedir algo mejor – le dije sonriente.
-Bien, entonces ya es oficial, serás mi acompañante en la fiesta – me dijo.
Sonreí.
-Oye Zayn, ¿y qué debo usar? ¿Hay algo en mi armario que se vea bien? – pregunté dudosa, mientras me dirigía al armario.
-Es otra cosa que ya arreglé, babe – se paró de la cama y fue hacia la puerta, salió unos momentos.
Me quedé con una expresión de confusión en mi rostro y luego Zayn entró. Abrí la boca con sorpresa al ver lo que llevaba.
Era un vestido color blanco, con un escote en cuello V y en los costados tenía unas aberturas decorados con piedras brillantes. Podía notar que la tela era suave y fina con tan solo mirarlo. Era precioso.
-Y también traje esto - y me enseñó una caja de zapatos – Danielle y Eleonor fueron la que escogieron todo. Ellas saben de estas cosas – dijo encogiéndose de hombros – Por cierto, están ansiosas por conocerte.
Solté otro grito de emoción y me abalancé sobre Zayn para darle un fuerte abrazo. Fue tanta la emoción que hice que Zayn tirara las cosas.
-Gracias, gracias, gracias – repetí y lo besé en la mejilla repetidamente.
-Me alegra haberte hecho feliz – y entonces tomó mi cara en sus manos y besó mi frente.
Luego lo abracé. No sabía cómo agradecerle a este hombre por todo lo que había hecho por mí. Le debía tanto.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Ok, espero y les halla gustado! :DD
¡Las quiero! :) <3
¡Las quiero! :) <3
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Yo... no puedo describir todo lo que senti :')
Agaksgfklasgfklasf con solo decirte que lloré en la parte 8 ya te digo todo.
MIERDAAAAA ZAYN SALVAMEEE. ASKFLGASFKLGASLF al fin la rayis lo admitio c: amo que todo esté mejorando de a poco . *suspiro*
Ya quiero que aparezcan Eleanor y Danielle :D siento que va a ser las re amigas :3
Por favooor seguila cuando puedas. I need cap :c
Atte.Juli
Agaksgfklasgfklasf con solo decirte que lloré en la parte 8 ya te digo todo.
MIERDAAAAA ZAYN SALVAMEEE. ASKFLGASFKLGASLF al fin la rayis lo admitio c: amo que todo esté mejorando de a poco . *suspiro*
Ya quiero que aparezcan Eleanor y Danielle :D siento que va a ser las re amigas :3
Por favooor seguila cuando puedas. I need cap :c
Atte.Juli
Wallflower
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Siguela ya por favor! Amo tu nove.
Un beso xx :(L):
Un beso xx :(L):
Sophie_Directioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Wallflower escribió:Yo... no puedo describir todo lo que senti :')
Agaksgfklasgfklasf con solo decirte que lloré en la parte 8 ya te digo todo.
MIERDAAAAA ZAYN SALVAMEEE. ASKFLGASFKLGASLF al fin la rayis lo admitio c: amo que todo esté mejorando de a poco . *suspiro*
Ya quiero que aparezcan Eleanor y Danielle :D siento que va a ser las re amigas :3
Por favooor seguila cuando puedas. I need cap :c
Atte.Juli
lkcxzxzc, sí *-* ese es el poder de esta novela c':
Sí, ya era hora de que lo dijiera xd
Ahora subo cap! :D ¡Gracias por comentar! c:
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Sophie_Directioner escribió:Siguela ya por favor! Amo tu nove.
Un beso xx :(L):
klasd Me alegro que te guste! n-n
Ahora subo cap! :D
¡Muchos más para vos! <3
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Parte 10
Macy estaba trenzándome el cabello en un bonito peinado. “Algo sencillo pero bonito” fue lo que dijo cuando se lo pedí, y emocionada comenzó a peinarme. También me había maquillado, había puesto un poco de maquillaje, unas sombras que combinaron perfecto con mi vestido blanco, delineador para enmarcar mis ojos y rímel para que mis pestañas lucieran más grandes.
Cuando terminó de peinarme, llegó la hora de usar el vestido. Sentí la fina tela resbalando por mi piel. Era una prenda hermosa y no podía creer que en eso estaría metida esa noche.
Me miré al espejo y me asombre. No era yo, aquella chica en el espejo no era la prostituta que dormía en las calles, vendía revistas, y se drogaba; que usaba ropa demasiado provocativa e inapropiada. Esa chica en el espejo era una nueva yo, una que había necesitado toda la ayuda de una persona especial para poder salir de sus problemas, una que se había estado recuperando durante varias semanas, una que tenía ganas de vivir. Ya no parecía triste, todo lo que podía notar en mi semblante era felicidad. Y debía admitirlo, me enorgullecía de mi misma.
Suspiré y sonreí complacida por la imagen en el espejo.
-Te ves hermosa, cariño – dijo Macy con ternura – Espera a que Zayn te vea, quedará asombrado.
Solté una risita. Me emocionaba la idea de que Zayn me viera así, hermosa, sonriente, feliz.
-No debe de tardar, espera aquí, voy a comprobar si no ha llegado – dijo para después darse media vuelta y salir del cuarto.
No pude quitar mi vista del espejo, seguí parada frente a el y me miré desde todos los ángulos posibles. Incluso hasta hice algunas poses por si me tomaban algunas fotos.
Golpearon la puerta levemente y sin quitar la mirada del espejo dije:
-Adelante.
Escuché como se abría la puerta y lentamente me giré. Y ahí estaba él, extremadamente guapo como siempre. Su cabello negro bien peinado, esas largas pestañas que hacían que sus ojos brillaran más de lo que ya eran, y esa boca tan deseable que estaba ligeramente abierta. Llevaba un traje de gala de color negro, con un moño rojo en su cuello. Se pasó la lengua por sus labios, humedeciéndolos y luego me sonrió. Sin quitar la vista de mí comenzó a caminar hasta donde estaba.
No pude moverme, pero sentí como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo. Él era extremadamente guapo y sexy. Me había quedado sin aliento.
Sonrió y tomó mis manos. Tratando de disimularlo, me miró de abajo hacia arriba, pero no le salió tan bien. Posó su hermosa mirada en mi rostro.
-Te ves… - suspiró sin quitar su mirada y rió – bellísima.
Me reí, sentí un rubor en mis mejillas.
-Gracias – murmuré mirando al piso y él posó su dedo en mi barbilla con delicadeza y volvió a alzar mi mirada. Me lanzó una sonrisa que para mí fue más que perfecta – Tu te ves muy guapo – dije sintiendo como me sonrojaba un poco más.
Él soltó mis manos y se agarró su moño, sonrió con ganas ante mi inocente elogio y dijo:
-Gracias – con su acento tan único.
Los dos nos reímos y él volvió a tomar mis manos, nos miramos fijamente. Podía sentir que mi corazón latía apresuradamente y que la respiración se me entrecortaba. Podía entender a lo que se referían con las mariposas en el estomago, porque las estaba sintiendo al estar así con Zayn. No podía apartar la mirada de esos ojos tan bellos, parecía hipnotizada; podía quedarme así, viéndolo, para siempre
Una luz inesperada hizo que reaccionáramos, había sido el flash de una cámara. Nos volvimos para ver de dónde provenía el flash.
-Lo siento, es que quise capturar ese momento – dijo Macy que estaba en el umbral de la puerta – Los dos se ven hermosas, dejen tomarles otra fotografía.
-Con gusto – dijo Zayn sonriente y pasando su brazo por mi cintura.
Me atrajo hacia él y yo intenté posar adecuadamente, como lo había practicado frente al espejo.
-Bien, debemos irnos, no están esperando – dijo Zayn después de la foto.
Me ofreció su brazo y yo no dude en tomarlo.
-Recuerden ser discretos, no quiero que se haga un escándalo – nos advirtió Macy y los dos asentimos al mismo tiempo.
Camine tomada del brazo de Zayn hacia fuera de la clínica. Estando afuera me sentí diferente, habían pasado semanas en las que había estado encerrada ahí, y salir era un gran alivio. La limosina estaba estacionada justo en la entrada. Un elegante chofer nos abrió la puerta y Zayn me hizo un ademán para que entrara.
Al entrar en la limosina me encontré con los chicos. Quienes me saludaron ruidosamente.
-¡_________! – gritaron emocionados.
No pude evitar reírme con ganas y emoción. También ahí estaban Danielle y Eleonor, quienes me sonrieron. Después de saludar a cada uno de los chicos, Liam y Louis me presentaron a sus novias. Liam me presentó a Danielle, una hermosa chica de cabello rizado de un color castaño muy claro; su piel morena y delgada figura. Llevaba un vestido largo color negro. Por otra parte, Louis me presentó a Eleonor, una chica muy hermosa, de finas facciones, cabello ondulado y de color castaño, y su piel morena clara. Ella llevaba un vestido color dorado.
-Te ves hermosa ________ - me dijo Eleonor con ternura.
-Zayn te describió muy bien y pudimos escogerte el atuendo perfecto – dijo Danielle – No nos equivocamos.
-Gracias – dije ensanchando mi sonrisa.
Comenzamos a movernos en dirección hacia donde sería la tan importante ceremonia. Había olvidado mencionar que los chicos lucían sus trajes elegantes y se veían guapísimos.
Me senté junto a Zayn y disimuladamente él tomó mi mano. Cuando hizo ese gesto sentí que mi corazón daba un brinco emocionado.
El recorrido fue muy divertido, me encantaba la forma de ser de aquellos chicos. Estaban locos, eran graciosísimos y sabían cómo poner el buen ambiente. A pesar de ser tan famosos todos demostraban ser muy sencillos, además de que siempre me trataron de la mejor manera. Eleonor y Danielle eran muy agradables, estuvieron hablando conmigo, platicándome todo lo que habían hecho para conseguir mi vestido y lo contentas que estaban de que me hubiera encantado.
-Es que enserio, te ves divina – dijo Danielle con emoción - ¿Quién te hizo el maquillaje y el peinado?
-La directora de la clínica – dije encogiéndome de hombros.
-Pues debería dedicarse a esto porque te dejó muy bella – comentó Eleonor.
Después de recorrer varias calles de la ciudad, llegamos a nuestro destino. Los chicos iban a bajar primero, para entrar por la alfombra roja y nosotras entraríamos por otro lado, lejos de las cámaras.
Cuando nos quedamos solas en la limusina, ellas volvieron a prestar toda su atención en mí.
-Teníamos muchas ganas de conocerte ________ - dijo Danielle – Desde que Zayn nos habló de ti.
-¿Enserio? – dije con una sonrisa, me agradaba eso que Zayn hablara de mi.
-Si – confirmó de nuevo ella.
-No sé porque sentía que no… iba a encajar con ustedes – murmuré mirando al piso. Es que vamos, ellas son hermosas y yo…
-¿Por qué? – preguntó preocupada Eleonor.
-Por… lo que soy… - dije en voz baja, sin quitar la mirada del piso.
De reojo pude notar como las dos se volteaban a ver.
-Oye, no seas tan mala contigo misma – comentó Danielle – Las personas tiene esa mala costumbre de tener prejuicios sobre la gente, cuando no debería de pasar eso.
-Yo creo… - comenzó a decir Eleonor –La verdad es que conocemos muy poco tu historia, no nos hemos metido en muchos detalles; es muy fácil criticar a alguien por sus acciones, cuando no sabemos cuáles son las razones que te llevan a hacerlo. Tú debes tener tus propias razones y ni siquiera nosotras podemos juzgarlas, ni criticar y lo mejor es comprender.
-Tu historia es admirable, después de todo por lo que has pasado tienes esas ganas de recuperarte, estás haciendo un gran esfuerzo, aprovechando esta segunda oportunidad que la vida te está dando. Eso es lo que me encanta, esas ganas de vivir – finalizó Danielle.
Sentí que un nudo en la garganta se me estaba formando, esas palabras me confortaron mucho. Ellas, con apenas conocerme, se habían portado de una manera admirable, que jamás imaginé.
-Te mereces estar aquí, preciosa – dijo Eleonor tomándome del brazo – Disfrutando esto.
Sonreí.
-Me estoy poniendo sentimental – dije con una risita.
-No, no se te ocurra llorar – dijo Danielle, yendo hasta a mí y abrazándome – Vamos, dejemos este tema.
Me reí. Entonces la limusina se paró y nos abrieron la puerta. Las tres salimos y nos encaminaron por una entrada lateral de un edificio.
-Los chicos se encontraran con nosotras en el salón – dijo Danielle mientras nos encaminábamos por un largo pasillo.
Eleonor y yo asentimos.
-¿Ustedes se llevaban bien con Becca? – pregunté inesperadamente y ellas se pararon en seco. Las había sorprendido con eso.
-Sí, nos llevábamos muy bien – contestó Eleonor volviendo a retomar el camino – es muy amable y teníamos una buen relación. Pero…
-Pero es…mmm… como decirlo – Danielle vaciló un poco – algo… especial. Debes de saber tratarla.
-Mmm… a veces siento que… fue mi culpa que Zayn y ella terminaran – comenté.
Ellas volvieron a pararse en seco y se pusieron frente a mí.
-Eso no es cierto – dijo Danielle.
-No, no fue tu culpa – dijo Eleonor frunciendo el ceño.
-Pero…
-No, es que como te decimos es muy especial – dijo Eleonor – Se crió en una familia que se caracteriza por ser muy elitista, y para nada humilde. Es obvio que lo que hacía Zayn por ti le desagradara tanto.
-De hecho nos molestamos mucho cuando nos enteramos que no quiso ir a visitarte, ni ha concerté, ni tratar de ser tu amiga. A pesar de que Zayn se lo insistió millones de veces – dijo Danielle un poco exasperada - Como hace rato te decíamos, las personas juzgan sin saber, sin conocer.
-Fue algo que le dolió mucho a Zayn – murmuré, mirándola fijamente – Eres importante para a él, y quería que también fueras importante para sus seres queridos.
-Sí, es comprensible, porque cuando consideras a alguien especial e importante para ti necesitas de su apoyo y Becca no lo apoyó – dijo de nuevo la chica de cabello rizado.
-Si Louis hubiera hecho todo esto por ti, ten por segura que yo lo hubiera apoyado incondicionalmente – comentó Eleonor.
Sonreí, las dos chicas eran tan buenas. Mejores novias no pudieron conseguirse Liam y Louis.
-Créenos, fue mejor que hubieran terminado – dijo Danielle con una media sonrisa.
-Hasta me agradas más que ella – dijo con una risita Eleonor.
Las tres reímos, las acaba de conocer y también me caían tan bien. Supe que sería el comienzo de una gran amistad.
Seguimos caminando por aquel gran pasillo, hasta que por fin llegamos al salón. El lugar estaba lleno de gente. Se escuchaba el murmullo de las diferentes pláticas, la música no era moderna, más bien era música tranquila. Pude notar que al fondo había un escenario donde estaba un pianista. Las mesas estaban decoradas con manteles de color dorado, y hacían juego con la decoración del lugar.
Sabía que había mucha gente importante ahí, desde artistas, empresarios y hasta políticos. Eso me hizo preguntarme de que se trataría aquél evento.
-Vamos por unas bebidas mientras esperamos – me dijo Eleonor tomándome del brazo.
El segundo piso también estaba lleno de mesas, pero al borde de las escaleras se encontraba la barra de botanas y de bebidas. Tomé una copa de licor, sin saber en realidad que era. Di un sorbo y me supo bien. Danielle y Eleonor se encontraron con una conocida, y se quedaron hablando. Les di un poco de espacio y me dirigí a las escaleras.
Me pegué al barandal de las escalares y desde ahí me puse a observar todo el salón. Paseé la mirada en las personas que se encontraban ahí, sus atuendos, la forma en la que hablaban, sus leves movimientos al ritmo de la música. Era interesante estar en una fiesta como la de aquellas. Aun seguía diciendo que yo no encajaba en ese mundo.
Entonces miré hacia abajo y me topé con la mirada brillante de Zayn. Al mirarlo él sonrió y sacudió su cabeza de un lado a otro. ¿Por cuánto tiempo había estado así, mirándome? Sonreí con emoción. Comenzó a caminar en mi dirección, sin apartar su mirada de mí. Yo tampoco dejé de mirarlo, es que se me hacía imposible. Se paró frente a mí unos escalones más abajo. Hizo una reverencia y luego tomó mi mano para besar el dorso. Sentí una descarga eléctrica, con ese roce de sus labios sobre mi piel. Pude sentir que mis mejillas se encendían.
-Luces muy hermosa esta noche, no me casaré de repetirlo – me susurró parándose frente a mí.
Macy estaba trenzándome el cabello en un bonito peinado. “Algo sencillo pero bonito” fue lo que dijo cuando se lo pedí, y emocionada comenzó a peinarme. También me había maquillado, había puesto un poco de maquillaje, unas sombras que combinaron perfecto con mi vestido blanco, delineador para enmarcar mis ojos y rímel para que mis pestañas lucieran más grandes.
Cuando terminó de peinarme, llegó la hora de usar el vestido. Sentí la fina tela resbalando por mi piel. Era una prenda hermosa y no podía creer que en eso estaría metida esa noche.
Me miré al espejo y me asombre. No era yo, aquella chica en el espejo no era la prostituta que dormía en las calles, vendía revistas, y se drogaba; que usaba ropa demasiado provocativa e inapropiada. Esa chica en el espejo era una nueva yo, una que había necesitado toda la ayuda de una persona especial para poder salir de sus problemas, una que se había estado recuperando durante varias semanas, una que tenía ganas de vivir. Ya no parecía triste, todo lo que podía notar en mi semblante era felicidad. Y debía admitirlo, me enorgullecía de mi misma.
Suspiré y sonreí complacida por la imagen en el espejo.
-Te ves hermosa, cariño – dijo Macy con ternura – Espera a que Zayn te vea, quedará asombrado.
Solté una risita. Me emocionaba la idea de que Zayn me viera así, hermosa, sonriente, feliz.
-No debe de tardar, espera aquí, voy a comprobar si no ha llegado – dijo para después darse media vuelta y salir del cuarto.
No pude quitar mi vista del espejo, seguí parada frente a el y me miré desde todos los ángulos posibles. Incluso hasta hice algunas poses por si me tomaban algunas fotos.
Golpearon la puerta levemente y sin quitar la mirada del espejo dije:
-Adelante.
Escuché como se abría la puerta y lentamente me giré. Y ahí estaba él, extremadamente guapo como siempre. Su cabello negro bien peinado, esas largas pestañas que hacían que sus ojos brillaran más de lo que ya eran, y esa boca tan deseable que estaba ligeramente abierta. Llevaba un traje de gala de color negro, con un moño rojo en su cuello. Se pasó la lengua por sus labios, humedeciéndolos y luego me sonrió. Sin quitar la vista de mí comenzó a caminar hasta donde estaba.
No pude moverme, pero sentí como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo. Él era extremadamente guapo y sexy. Me había quedado sin aliento.
Sonrió y tomó mis manos. Tratando de disimularlo, me miró de abajo hacia arriba, pero no le salió tan bien. Posó su hermosa mirada en mi rostro.
-Te ves… - suspiró sin quitar su mirada y rió – bellísima.
Me reí, sentí un rubor en mis mejillas.
-Gracias – murmuré mirando al piso y él posó su dedo en mi barbilla con delicadeza y volvió a alzar mi mirada. Me lanzó una sonrisa que para mí fue más que perfecta – Tu te ves muy guapo – dije sintiendo como me sonrojaba un poco más.
Él soltó mis manos y se agarró su moño, sonrió con ganas ante mi inocente elogio y dijo:
-Gracias – con su acento tan único.
Los dos nos reímos y él volvió a tomar mis manos, nos miramos fijamente. Podía sentir que mi corazón latía apresuradamente y que la respiración se me entrecortaba. Podía entender a lo que se referían con las mariposas en el estomago, porque las estaba sintiendo al estar así con Zayn. No podía apartar la mirada de esos ojos tan bellos, parecía hipnotizada; podía quedarme así, viéndolo, para siempre
Una luz inesperada hizo que reaccionáramos, había sido el flash de una cámara. Nos volvimos para ver de dónde provenía el flash.
-Lo siento, es que quise capturar ese momento – dijo Macy que estaba en el umbral de la puerta – Los dos se ven hermosas, dejen tomarles otra fotografía.
-Con gusto – dijo Zayn sonriente y pasando su brazo por mi cintura.
Me atrajo hacia él y yo intenté posar adecuadamente, como lo había practicado frente al espejo.
-Bien, debemos irnos, no están esperando – dijo Zayn después de la foto.
Me ofreció su brazo y yo no dude en tomarlo.
-Recuerden ser discretos, no quiero que se haga un escándalo – nos advirtió Macy y los dos asentimos al mismo tiempo.
Camine tomada del brazo de Zayn hacia fuera de la clínica. Estando afuera me sentí diferente, habían pasado semanas en las que había estado encerrada ahí, y salir era un gran alivio. La limosina estaba estacionada justo en la entrada. Un elegante chofer nos abrió la puerta y Zayn me hizo un ademán para que entrara.
Al entrar en la limosina me encontré con los chicos. Quienes me saludaron ruidosamente.
-¡_________! – gritaron emocionados.
No pude evitar reírme con ganas y emoción. También ahí estaban Danielle y Eleonor, quienes me sonrieron. Después de saludar a cada uno de los chicos, Liam y Louis me presentaron a sus novias. Liam me presentó a Danielle, una hermosa chica de cabello rizado de un color castaño muy claro; su piel morena y delgada figura. Llevaba un vestido largo color negro. Por otra parte, Louis me presentó a Eleonor, una chica muy hermosa, de finas facciones, cabello ondulado y de color castaño, y su piel morena clara. Ella llevaba un vestido color dorado.
-Te ves hermosa ________ - me dijo Eleonor con ternura.
-Zayn te describió muy bien y pudimos escogerte el atuendo perfecto – dijo Danielle – No nos equivocamos.
-Gracias – dije ensanchando mi sonrisa.
Comenzamos a movernos en dirección hacia donde sería la tan importante ceremonia. Había olvidado mencionar que los chicos lucían sus trajes elegantes y se veían guapísimos.
Me senté junto a Zayn y disimuladamente él tomó mi mano. Cuando hizo ese gesto sentí que mi corazón daba un brinco emocionado.
El recorrido fue muy divertido, me encantaba la forma de ser de aquellos chicos. Estaban locos, eran graciosísimos y sabían cómo poner el buen ambiente. A pesar de ser tan famosos todos demostraban ser muy sencillos, además de que siempre me trataron de la mejor manera. Eleonor y Danielle eran muy agradables, estuvieron hablando conmigo, platicándome todo lo que habían hecho para conseguir mi vestido y lo contentas que estaban de que me hubiera encantado.
-Es que enserio, te ves divina – dijo Danielle con emoción - ¿Quién te hizo el maquillaje y el peinado?
-La directora de la clínica – dije encogiéndome de hombros.
-Pues debería dedicarse a esto porque te dejó muy bella – comentó Eleonor.
Después de recorrer varias calles de la ciudad, llegamos a nuestro destino. Los chicos iban a bajar primero, para entrar por la alfombra roja y nosotras entraríamos por otro lado, lejos de las cámaras.
Cuando nos quedamos solas en la limusina, ellas volvieron a prestar toda su atención en mí.
-Teníamos muchas ganas de conocerte ________ - dijo Danielle – Desde que Zayn nos habló de ti.
-¿Enserio? – dije con una sonrisa, me agradaba eso que Zayn hablara de mi.
-Si – confirmó de nuevo ella.
-No sé porque sentía que no… iba a encajar con ustedes – murmuré mirando al piso. Es que vamos, ellas son hermosas y yo…
-¿Por qué? – preguntó preocupada Eleonor.
-Por… lo que soy… - dije en voz baja, sin quitar la mirada del piso.
De reojo pude notar como las dos se volteaban a ver.
-Oye, no seas tan mala contigo misma – comentó Danielle – Las personas tiene esa mala costumbre de tener prejuicios sobre la gente, cuando no debería de pasar eso.
-Yo creo… - comenzó a decir Eleonor –La verdad es que conocemos muy poco tu historia, no nos hemos metido en muchos detalles; es muy fácil criticar a alguien por sus acciones, cuando no sabemos cuáles son las razones que te llevan a hacerlo. Tú debes tener tus propias razones y ni siquiera nosotras podemos juzgarlas, ni criticar y lo mejor es comprender.
-Tu historia es admirable, después de todo por lo que has pasado tienes esas ganas de recuperarte, estás haciendo un gran esfuerzo, aprovechando esta segunda oportunidad que la vida te está dando. Eso es lo que me encanta, esas ganas de vivir – finalizó Danielle.
Sentí que un nudo en la garganta se me estaba formando, esas palabras me confortaron mucho. Ellas, con apenas conocerme, se habían portado de una manera admirable, que jamás imaginé.
-Te mereces estar aquí, preciosa – dijo Eleonor tomándome del brazo – Disfrutando esto.
Sonreí.
-Me estoy poniendo sentimental – dije con una risita.
-No, no se te ocurra llorar – dijo Danielle, yendo hasta a mí y abrazándome – Vamos, dejemos este tema.
Me reí. Entonces la limusina se paró y nos abrieron la puerta. Las tres salimos y nos encaminaron por una entrada lateral de un edificio.
-Los chicos se encontraran con nosotras en el salón – dijo Danielle mientras nos encaminábamos por un largo pasillo.
Eleonor y yo asentimos.
-¿Ustedes se llevaban bien con Becca? – pregunté inesperadamente y ellas se pararon en seco. Las había sorprendido con eso.
-Sí, nos llevábamos muy bien – contestó Eleonor volviendo a retomar el camino – es muy amable y teníamos una buen relación. Pero…
-Pero es…mmm… como decirlo – Danielle vaciló un poco – algo… especial. Debes de saber tratarla.
-Mmm… a veces siento que… fue mi culpa que Zayn y ella terminaran – comenté.
Ellas volvieron a pararse en seco y se pusieron frente a mí.
-Eso no es cierto – dijo Danielle.
-No, no fue tu culpa – dijo Eleonor frunciendo el ceño.
-Pero…
-No, es que como te decimos es muy especial – dijo Eleonor – Se crió en una familia que se caracteriza por ser muy elitista, y para nada humilde. Es obvio que lo que hacía Zayn por ti le desagradara tanto.
-De hecho nos molestamos mucho cuando nos enteramos que no quiso ir a visitarte, ni ha concerté, ni tratar de ser tu amiga. A pesar de que Zayn se lo insistió millones de veces – dijo Danielle un poco exasperada - Como hace rato te decíamos, las personas juzgan sin saber, sin conocer.
-Fue algo que le dolió mucho a Zayn – murmuré, mirándola fijamente – Eres importante para a él, y quería que también fueras importante para sus seres queridos.
-Sí, es comprensible, porque cuando consideras a alguien especial e importante para ti necesitas de su apoyo y Becca no lo apoyó – dijo de nuevo la chica de cabello rizado.
-Si Louis hubiera hecho todo esto por ti, ten por segura que yo lo hubiera apoyado incondicionalmente – comentó Eleonor.
Sonreí, las dos chicas eran tan buenas. Mejores novias no pudieron conseguirse Liam y Louis.
-Créenos, fue mejor que hubieran terminado – dijo Danielle con una media sonrisa.
-Hasta me agradas más que ella – dijo con una risita Eleonor.
Las tres reímos, las acaba de conocer y también me caían tan bien. Supe que sería el comienzo de una gran amistad.
Seguimos caminando por aquel gran pasillo, hasta que por fin llegamos al salón. El lugar estaba lleno de gente. Se escuchaba el murmullo de las diferentes pláticas, la música no era moderna, más bien era música tranquila. Pude notar que al fondo había un escenario donde estaba un pianista. Las mesas estaban decoradas con manteles de color dorado, y hacían juego con la decoración del lugar.
Sabía que había mucha gente importante ahí, desde artistas, empresarios y hasta políticos. Eso me hizo preguntarme de que se trataría aquél evento.
-Vamos por unas bebidas mientras esperamos – me dijo Eleonor tomándome del brazo.
El segundo piso también estaba lleno de mesas, pero al borde de las escaleras se encontraba la barra de botanas y de bebidas. Tomé una copa de licor, sin saber en realidad que era. Di un sorbo y me supo bien. Danielle y Eleonor se encontraron con una conocida, y se quedaron hablando. Les di un poco de espacio y me dirigí a las escaleras.
Me pegué al barandal de las escalares y desde ahí me puse a observar todo el salón. Paseé la mirada en las personas que se encontraban ahí, sus atuendos, la forma en la que hablaban, sus leves movimientos al ritmo de la música. Era interesante estar en una fiesta como la de aquellas. Aun seguía diciendo que yo no encajaba en ese mundo.
Entonces miré hacia abajo y me topé con la mirada brillante de Zayn. Al mirarlo él sonrió y sacudió su cabeza de un lado a otro. ¿Por cuánto tiempo había estado así, mirándome? Sonreí con emoción. Comenzó a caminar en mi dirección, sin apartar su mirada de mí. Yo tampoco dejé de mirarlo, es que se me hacía imposible. Se paró frente a mí unos escalones más abajo. Hizo una reverencia y luego tomó mi mano para besar el dorso. Sentí una descarga eléctrica, con ese roce de sus labios sobre mi piel. Pude sentir que mis mejillas se encendían.
-Luces muy hermosa esta noche, no me casaré de repetirlo – me susurró parándose frente a mí.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Solté una risita, me gustaba que me dijera que lucía hermosa, aunque no podía creerlo.
Alguien habló por el micrófono, haciendo que su voz resonara por todo el lugar. Anunció que la ceremonia estaba por comenzar, y que tomáramos asiento en nuestros respectivos lugares.
Zayn tomó mi mano y me encaminó a una mesa que se encontraba en el piso de abajo.
-A todo esto – comencé a decir - ¿de qué es este evento? – dije mientras me sentaba. Los demás iban llegando para tomar su lugar.
-Es para entregar reconocimientos a diferentes figuras públicas por trabajos de altruismo – me susurró.
-¿Cómo lo que hiciste por mi? – pregunté enarcando una ceja.
Zayn se rió entre dientes y negó.
-Eso no lo hice para que me reconocieran, eso fue por mi cuenta. One Direction, como grupo ha hecho otras cosas – me guiñó un ojo.
Abrí los ojos con sorpresa, pero ya no pude preguntarle más cosas ya que el anfitrión de esa noche comenzó a dar la bienvenida.
Conforme la ceremonia avanzó me di cuenta de las cosas que esas personas hacían por ayudar; donaciones, creación de fundaciones, ayuda comunitaria, entre muchas otras cosas. No pude dejar de sonreír en toda la ceremonia, ya que me emocionaba de verdad que hubiera gente que se preocupaba por los demás, y que a pesar de su fama daban un poco de lo que les sobraba para buenas obras.
-Daremos un reconocimiento especial para los chicos de One Direction – anunció el anfitrión – el reconocimiento “Jóvenes en búsqueda del cambio”.
Detrás del anfitrión apareció una pantalla, y comenzaron a pasar un video donde se veía a los chicos como voluntarios de la Cruz Roja, así como dando donaciones para diferentes instituciones, conviviendo con niños enfermos de cáncer… Simplemente me había quedado sorprendida por todas las cosas que habían hecho los chicos. Era de admirarse.
Cuando el video terminó, invitaron a los chicos a recoger su reconocimiento. Todo el salón se puso de pie y aplaudió.
-Gracias – dijo Liam – Este premio va dedicado a cada una de esas personas que hemos ayudado – dijo con una sonrisa- Muchas veces, cada uno de nosotros, piensa que estas cosas no hacen la diferencia, pero estamos equivocados. Cualquier cosa que hagamos, ya sea individualmente o en grupo, – y señalo a sus compañeros – hace una diferencia, mucha o poca, pero la hace. Desde algo tan pequeño como ayudar a alguien en la calle, hasta hacer una donación en una fundación. Y de lo único que se trata es de hacer un mundo mejor. Gracias.
Una ola de aplausos inundó el salón. Danielle, Eleonor y yo nos paramos sintiéndonos orgullosas de los chicos.
La ceremonia continuo, pero de una forma más tranquila, se sirvió la cena y nuevamente el pianista comenzó a tocar.
-Chicos, enserio que me sorprendieron. No sabía de todo las cosas que habían hecho – dije con alegría.
-Eso se lo debemos a Zayn, él nos inspiró – dijo Harry sonriéndome.
Abrí los ojos con sorpresa y miré a Zayn que tenía una sonrisa inocente. Eso me hizo recordar algo, una duda que siempre había tenido y que no había tenido respuesta. No pude preguntárselo a Zayn ya que la conversación se desvió a otro tema.
Cuando la cena terminó llegó la hora del baile, Louis tomó a Eleonor y Liam a Danielle. Los demás y yo nos quedamos en la mesa, hablando. Empezamos a observar a la personas bailar y Niall hacía comentarios y se reía de algunos bailes ridículos. Yo me la estaba pasando realmente bien, no tenía ganas de regresar a la clínica.
Hubo un momento en que nos quedamos en silencio, con timidez miré a Zayn, él ya me estaba mirando. Eso hizo que me sonrojara un poco. Me hizo una seña con la cabeza y yo lo miré confundida. Él se acercó a mí.
-Sígueme – susurró en mi oído.
Yo me mordí el labio inferior y no dudé en levantarme. Zayn les dijo a Harry y a Niall que regresábamos en un rato. Él tomó mi mano y comenzó a llevarme fuera del salón.
-¿A dónde vamos? – pregunté divertida.
-Ya lo veras – dijo con una sonrisa.
Alguien habló por el micrófono, haciendo que su voz resonara por todo el lugar. Anunció que la ceremonia estaba por comenzar, y que tomáramos asiento en nuestros respectivos lugares.
Zayn tomó mi mano y me encaminó a una mesa que se encontraba en el piso de abajo.
-A todo esto – comencé a decir - ¿de qué es este evento? – dije mientras me sentaba. Los demás iban llegando para tomar su lugar.
-Es para entregar reconocimientos a diferentes figuras públicas por trabajos de altruismo – me susurró.
-¿Cómo lo que hiciste por mi? – pregunté enarcando una ceja.
Zayn se rió entre dientes y negó.
-Eso no lo hice para que me reconocieran, eso fue por mi cuenta. One Direction, como grupo ha hecho otras cosas – me guiñó un ojo.
Abrí los ojos con sorpresa, pero ya no pude preguntarle más cosas ya que el anfitrión de esa noche comenzó a dar la bienvenida.
Conforme la ceremonia avanzó me di cuenta de las cosas que esas personas hacían por ayudar; donaciones, creación de fundaciones, ayuda comunitaria, entre muchas otras cosas. No pude dejar de sonreír en toda la ceremonia, ya que me emocionaba de verdad que hubiera gente que se preocupaba por los demás, y que a pesar de su fama daban un poco de lo que les sobraba para buenas obras.
-Daremos un reconocimiento especial para los chicos de One Direction – anunció el anfitrión – el reconocimiento “Jóvenes en búsqueda del cambio”.
Detrás del anfitrión apareció una pantalla, y comenzaron a pasar un video donde se veía a los chicos como voluntarios de la Cruz Roja, así como dando donaciones para diferentes instituciones, conviviendo con niños enfermos de cáncer… Simplemente me había quedado sorprendida por todas las cosas que habían hecho los chicos. Era de admirarse.
Cuando el video terminó, invitaron a los chicos a recoger su reconocimiento. Todo el salón se puso de pie y aplaudió.
-Gracias – dijo Liam – Este premio va dedicado a cada una de esas personas que hemos ayudado – dijo con una sonrisa- Muchas veces, cada uno de nosotros, piensa que estas cosas no hacen la diferencia, pero estamos equivocados. Cualquier cosa que hagamos, ya sea individualmente o en grupo, – y señalo a sus compañeros – hace una diferencia, mucha o poca, pero la hace. Desde algo tan pequeño como ayudar a alguien en la calle, hasta hacer una donación en una fundación. Y de lo único que se trata es de hacer un mundo mejor. Gracias.
Una ola de aplausos inundó el salón. Danielle, Eleonor y yo nos paramos sintiéndonos orgullosas de los chicos.
La ceremonia continuo, pero de una forma más tranquila, se sirvió la cena y nuevamente el pianista comenzó a tocar.
-Chicos, enserio que me sorprendieron. No sabía de todo las cosas que habían hecho – dije con alegría.
-Eso se lo debemos a Zayn, él nos inspiró – dijo Harry sonriéndome.
Abrí los ojos con sorpresa y miré a Zayn que tenía una sonrisa inocente. Eso me hizo recordar algo, una duda que siempre había tenido y que no había tenido respuesta. No pude preguntárselo a Zayn ya que la conversación se desvió a otro tema.
Cuando la cena terminó llegó la hora del baile, Louis tomó a Eleonor y Liam a Danielle. Los demás y yo nos quedamos en la mesa, hablando. Empezamos a observar a la personas bailar y Niall hacía comentarios y se reía de algunos bailes ridículos. Yo me la estaba pasando realmente bien, no tenía ganas de regresar a la clínica.
Hubo un momento en que nos quedamos en silencio, con timidez miré a Zayn, él ya me estaba mirando. Eso hizo que me sonrojara un poco. Me hizo una seña con la cabeza y yo lo miré confundida. Él se acercó a mí.
-Sígueme – susurró en mi oído.
Yo me mordí el labio inferior y no dudé en levantarme. Zayn les dijo a Harry y a Niall que regresábamos en un rato. Él tomó mi mano y comenzó a llevarme fuera del salón.
-¿A dónde vamos? – pregunté divertida.
-Ya lo veras – dijo con una sonrisa.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Salimos del salón y fuimos directo a una especie de elevador. Me intrigaba el no saber a donde nos dirigíamos, pero aun así me emocionaba. Tenía como un buen presentimiento.
El elevador se detuvo y al salir había unas escaleras. Hice una mueca y miré mis zapatos.
-Creo que no son muchas – me dijo jalándome del brazo.
-Mas te vale- le advertí con diversión.
Subimos por las escaleras, y Zayn había tenido razón no eran tantas. Pronto llegamos a una puerta de madera y al abrirla el aire frio entró. Traspasamos la puerta, tomados de la mano y entonces pude ver el oscuro cielo. Londres, se veía impresionante desde ahí, una maravillosa vista.
-¡Respira ________! – dijo Zayn riéndose – Eres libre por unas cuantas horas, aprovecha el aire – dijo con diversión y abriendo los brazos.
Yo me reí, pero lo obedecí, cerré mis ojos y dejé que el viento pegara en mi rostro, haciendo que unos cuantos cabellos rebeldes que se habían salido se movieran. Respiré el aire puro y fresco de la noche. La piel se me puso de gallina, por el frio, pero no me importó. Esa frescura me agradaba.
-Cuanto daría por no regresar a la clínica – dije abriendo mis ojos y suspiré.
Caminé en línea recta hasta llegar cerca del borde de la azotea. Miré hacia abajo e hice una mueca, recordando el incidente del hotel a causa de las drogas. No debía dejar que eso me volviera a pasar.
-¿Estás bien? – me preguntó Zayn poniéndose a mi lado.
-Si – contesté al instante y sonreí – Más que bien. ¿Y sabes por qué? Gracias a ti - le dije con sinceridad.
-_________, no hay nada que agradecer – dijo acariciando mi mejilla, con un poco de duda.
-De no haber sido por ti, Zayn, no sé qué sería de mi en estos momentos – dije tomando la mano que había posado en mi mejilla – Me has dado esperanza, ahora sé que puedo tener una vida mejor, una nueva oportunidad para hacerlo bien.
-Y eso es lo que más me da alegría – dijo con los ojos un poco vidriosos.
-Pero aun sigo preguntándome algo – le dije con una sonrisa -¿Por qué lo hiciste, Zayn? No todos los días te encuentras con alguien que con solo comprarte un poco de comida te cambia la vida.
Él se rió.
-¿Puedo saberlo? – le dije mirándolo fijamente.
Zayn asintió y suspiró. Esa mano que había estado en mi mejilla la movió, per tomó mi mano y me encaminó lejos del borde. Pasó ese brazo por detrás de su cuello y luego tomó mi otro brazo, imitando lo que había hecho con el otro. Mi corazón comenzó a latir más rápido. Él me tomó por la cintura y me atrajo a él. Clavó su mirada en mí y sonrió.
-Estaba yo un día, en mi casa, sin nada que hacer… - comenzó a explicar - Recuerdo que estaban pasando en la televisión un programa interesante, sobre las personas que entregan sus vidas por ayudar a los demás, me llamó la atención y lo vi. Al terminar sentí un gran vacío, esas personas muchas veces no tienen nada y lo poco lo dan por los demás. Y yo, con todas las cosas materiales que tengo, ¿no podía hacer nada? Me sentí en la necesidad de ayudar a alguien, de cambiarle totalmente la vida, de salvarlo. Pero no quería dar un centavo a una fundación o darle una moneda a cualquiera en la calle, quería hacer algo que realmente cambiara la vida de alguien – suspiró – Estaba tratando de encontrar algo adecuado para hacer, y entonces te vi – sonrió, parecía que había recordado algo divertido cuando me vio.
-Yo, muriendo de hambre – me reí y miré mies pies.
-Sí, y no sé, en ese momento supe que tenía que ayudarte. Y no solo dándote de comer, sino, tenía que salvarte de verdad – buscó mi mirada con la suya, al pegar su frente con la mía, yo levanté la mirada y sus ojos me hipnotizaron – Tu alguna vez me dijiste que existían miles de chicas como tú, que no iba a hacer una diferencia ayudante. Pero yo no quería hacer un cambio tan grande, solo bastaba con salvar a una persona, y cuidarla de verdad.
-Fui afortunada – dije mirándolo, cada una de aquellas palabras me había hecho sentir tan feliz, y podía sentir que las lagrimas de felicidad se avecinaban.
-El destino quiso que me encontrara contigo ese día – dijo él, sus manos fueron de mi cintura a mi rostro, donde lo acunó en sus manos – Y no solo me permitió hacer algo bueno por alguien; me permitió darme cuenta de muchas cosas, conocerte, conocer a esa gran persona detrás de todos aquellos problemas que enfrentabas y aprender mucho de ti.
Lo miré fijamente, ahora fui yo la que llevó mis manos a su rostro. Su frente chocaba con la mía y podía sentir su aliento cerca de mí. Después de aquello me había quedado sin palabras y tenerlo tan cerca de mí hacía más difícil que me concentrara. No dijimos nada, cerré mis ojos y me dispuse a disfrutar de esa cercanía. Bajé de nuevo mis manos a su cuello y luego él besó mi frente. Ese beso lo sentí con más dulzura, con más cariño, un beso que duró más de lo normal. Después oí que suspiró y bajó sus manos por mi cuello, pasando por mi espalda hasta llegar de nuevo a mi cintura. Me atrajo más a él y yo me dejé llevar. Comenzó a moverse en un leve balanceo de lado a lado. Estábamos bailando, torpemente, sin música, pero para mí era el mejor baile. Se rió entre dientes y yo lo imité, dejé que mi cabeza descansara en su pecho y pude escuchar los latidos de su corazón.
-¿Sabes? – dije en voz baja.
-¿Uhm?
-En estos momentos no hay nadie más con quien quisiera estar, me agrada tenerte cerca – me atreví a decirle – me agrada sentirse así.
Pude sentir un calor en mis mejillas, pero probablemente la oscuridad no dejaría que se me notara. Mi pulso se había disparado, no sabía que reacción tendría por aquella confesión un poco indirecta. No sabía si la captaría.
-________ - oí como pronunciaba mi nombre, amaba que lo dijera con su hermosa acento, y entonces se rió. Noté como la risa le había temblado un poco, como si estuviera nervioso, y entonces puse atención a su corazón, me di cuenta que latía rápidamente. Sentí como mi estomago se llenaba de “mariposas” – no sé cómo decirte esto… - abrí los ojos de golpe, él me miraba. Sentí que el mundo se detenía, el mundo dejó de girara para mí, solo importaba lo que iba a decir. Incluso me estaba olvidando de respirar. Él se mordió su labio y sonrió – todo este tiempo que he pasado contigo ha sido muy bueno, como te digo… te he conocido y he aprendido de ti, y espero que también tu hayas aprendido de mí – arrugó la nariz, una expresión tan tierna en él – Pero a pesar que en un principio no te abriste completamente conmigo, pude conocerte bien. ________..., tienes una actitud tan admirable, eres inteligente, astuta, pero lamentablemente enfocaste esas cualidades en hábitos malos… pero al mismo tiempo eres la persona más tierna, dulce e inocente que conozco;… eres una gran persona… tienes un gran corazón, y creo… que con esos pequeños detalles, que están muy por encima de lo que eres por fuera…tu… pues… me… me enamoraste…
En ese momento sentí que las piernas me temblaban, mi corazón dio un vuelco emocionado y un estremecimiento me recorrió el cuerpo. ¿Estaba escuchando con claridad? ¿Él lo había dicho de verdad?
-¿Enserio? – dije con un hilo de voz.
Él soltó una risita y asintió.
-Estoy loco y perdidamente enamorado de ti, __________ - dijo mirándome fijo – Y sabes que… yo creo que tú serás esa persona que me querrá más allá de lo que soy, más allá de mi éxito, me querrás por ser yo mismo. Por favor, dime que no me equivoco – suplicó.
-Zayn… esto es- solté una risa nerviosa – es increíble – sin perder tiempo me atrajo más a su cuerpo, pegó su frente con la mía y me miró más de cerca.
-¿Acaso crees que te mentiría?
-No – susurré muy cerca de sus labios – me siento como en una película – dije con una risita.
Él se rió al igual que yo, pero no me despegó de su cuerpo.
-¿Sabes desde cuando me di cuenta que te amaba? – suspiró – Desde que entraste a la clínica, y te separaron de mí. Estaba tan acostumbrado a ti, a tu presencia, tus abrazos y esos leves roces de nuestra piel. Y que de un de repente te fueras… fue un golpe en la cabeza que me dijo “Hey, tú la amas”.
Suspiré mirándolo, no podía creer todo lo que estaba diciendo.
-Dame esa oportunidad de enseñarte lo que es el amor de verdad, date la oportunidad a ti de ser feliz – murmuró – Estoy dispuesto a darlo todo por ti. Creerás que estoy loco, pero tú me has hecho así. Dime...
Le tapé su boca con un dedo y sonreí.
-Yo me siento igual Zayn, de la misma manera, loca y perdidamente enamorada de ti… solo que… - pero no pude terminar la frase porque sus labios presionaron los míos.
Fue la sensación más hermosa que en mi vida había sentido, sus finos labios sobre los míos. Podía sentir como mis terminaciones nerviosas comenzaban a cobrar vida, como electricidad. Él acarició mis labios con dulzura, con cuidado, con amor. ¿Cuánto había deseado este momento? Y ahora simplemente parecía lo mejor. Atrapó mi labio inferior, entre caricias, mientras yo atrapaba el suyo. Abrí ligeramente mi boca, tratando de profundizar el beso, pero era él quien me llevaba así que decidí dejarme llevar. Delineó cuidadosamente mis labios con su lengua, para después volver a presionar sus labios contra los míos. Mis manos se movían torpemente por su cuello y su mentón, así que decidí dejarlas en su cuello, mientras él acunaba mi rostro en sus manos. Podía estar así para siempre y sería feliz. Nuestro cuerpo ya no pudo soportar otro momento sin aire, así que nos obligó a separarnos, pero solo un poco. Abrí los ojos, y él ya estaba mirándome con un brillo especial en ellos. Podía sentir un ligero roce de nuestros labios, y nuestro aliento seguía combinándose. Respiraba entrecortadamente al igual que él.
-Te amo – dijo temeroso.
Una lágrima resbaló por mi mejilla, pero era pura felicidad. Nunca pensé que esto me pudiera haber pasado a mí.
-Te amo – contesté en un susurro y con una sonrisa.
Zayn me limpió la lágrima con un beso y sentí que mis mejillas se encendían. Las sensaciones que estaba teniendo eran muy nuevas para mí.
-¿Siempre? – pregunté.
-Siempre – aseguró.
Ahora sí, mi felicidad estaba en el grado más alto. Nunca en mi vida me había sentido tan feliz, tan amada por alguien. Y finalmente había llegado alguien.
-Si pudiera llevarte conmigo, para que no regreses a la clínica. Quiero que te quedes conmigo - me susurró e hizo un puchero.
Cerré mis ojos y sentí como él me besaba mi frente, mi nariz, mis pómulos y finalmente mi boca. Se sentía tan bien, esos pequeños y ligeros roces.
-Si pudiera, pero tengo que estar bien – suspiré y abrí mis ojos para toparme con su hermoso rostro –Tengo que ponerme bien por ti.
Él sonrió con ternura y me abrazó.
-Vas a estar bien, yo lo sé – aseguró.
-Por ti – repetí.
El elevador se detuvo y al salir había unas escaleras. Hice una mueca y miré mis zapatos.
-Creo que no son muchas – me dijo jalándome del brazo.
-Mas te vale- le advertí con diversión.
Subimos por las escaleras, y Zayn había tenido razón no eran tantas. Pronto llegamos a una puerta de madera y al abrirla el aire frio entró. Traspasamos la puerta, tomados de la mano y entonces pude ver el oscuro cielo. Londres, se veía impresionante desde ahí, una maravillosa vista.
-¡Respira ________! – dijo Zayn riéndose – Eres libre por unas cuantas horas, aprovecha el aire – dijo con diversión y abriendo los brazos.
Yo me reí, pero lo obedecí, cerré mis ojos y dejé que el viento pegara en mi rostro, haciendo que unos cuantos cabellos rebeldes que se habían salido se movieran. Respiré el aire puro y fresco de la noche. La piel se me puso de gallina, por el frio, pero no me importó. Esa frescura me agradaba.
-Cuanto daría por no regresar a la clínica – dije abriendo mis ojos y suspiré.
Caminé en línea recta hasta llegar cerca del borde de la azotea. Miré hacia abajo e hice una mueca, recordando el incidente del hotel a causa de las drogas. No debía dejar que eso me volviera a pasar.
-¿Estás bien? – me preguntó Zayn poniéndose a mi lado.
-Si – contesté al instante y sonreí – Más que bien. ¿Y sabes por qué? Gracias a ti - le dije con sinceridad.
-_________, no hay nada que agradecer – dijo acariciando mi mejilla, con un poco de duda.
-De no haber sido por ti, Zayn, no sé qué sería de mi en estos momentos – dije tomando la mano que había posado en mi mejilla – Me has dado esperanza, ahora sé que puedo tener una vida mejor, una nueva oportunidad para hacerlo bien.
-Y eso es lo que más me da alegría – dijo con los ojos un poco vidriosos.
-Pero aun sigo preguntándome algo – le dije con una sonrisa -¿Por qué lo hiciste, Zayn? No todos los días te encuentras con alguien que con solo comprarte un poco de comida te cambia la vida.
Él se rió.
-¿Puedo saberlo? – le dije mirándolo fijamente.
Zayn asintió y suspiró. Esa mano que había estado en mi mejilla la movió, per tomó mi mano y me encaminó lejos del borde. Pasó ese brazo por detrás de su cuello y luego tomó mi otro brazo, imitando lo que había hecho con el otro. Mi corazón comenzó a latir más rápido. Él me tomó por la cintura y me atrajo a él. Clavó su mirada en mí y sonrió.
-Estaba yo un día, en mi casa, sin nada que hacer… - comenzó a explicar - Recuerdo que estaban pasando en la televisión un programa interesante, sobre las personas que entregan sus vidas por ayudar a los demás, me llamó la atención y lo vi. Al terminar sentí un gran vacío, esas personas muchas veces no tienen nada y lo poco lo dan por los demás. Y yo, con todas las cosas materiales que tengo, ¿no podía hacer nada? Me sentí en la necesidad de ayudar a alguien, de cambiarle totalmente la vida, de salvarlo. Pero no quería dar un centavo a una fundación o darle una moneda a cualquiera en la calle, quería hacer algo que realmente cambiara la vida de alguien – suspiró – Estaba tratando de encontrar algo adecuado para hacer, y entonces te vi – sonrió, parecía que había recordado algo divertido cuando me vio.
-Yo, muriendo de hambre – me reí y miré mies pies.
-Sí, y no sé, en ese momento supe que tenía que ayudarte. Y no solo dándote de comer, sino, tenía que salvarte de verdad – buscó mi mirada con la suya, al pegar su frente con la mía, yo levanté la mirada y sus ojos me hipnotizaron – Tu alguna vez me dijiste que existían miles de chicas como tú, que no iba a hacer una diferencia ayudante. Pero yo no quería hacer un cambio tan grande, solo bastaba con salvar a una persona, y cuidarla de verdad.
-Fui afortunada – dije mirándolo, cada una de aquellas palabras me había hecho sentir tan feliz, y podía sentir que las lagrimas de felicidad se avecinaban.
-El destino quiso que me encontrara contigo ese día – dijo él, sus manos fueron de mi cintura a mi rostro, donde lo acunó en sus manos – Y no solo me permitió hacer algo bueno por alguien; me permitió darme cuenta de muchas cosas, conocerte, conocer a esa gran persona detrás de todos aquellos problemas que enfrentabas y aprender mucho de ti.
Lo miré fijamente, ahora fui yo la que llevó mis manos a su rostro. Su frente chocaba con la mía y podía sentir su aliento cerca de mí. Después de aquello me había quedado sin palabras y tenerlo tan cerca de mí hacía más difícil que me concentrara. No dijimos nada, cerré mis ojos y me dispuse a disfrutar de esa cercanía. Bajé de nuevo mis manos a su cuello y luego él besó mi frente. Ese beso lo sentí con más dulzura, con más cariño, un beso que duró más de lo normal. Después oí que suspiró y bajó sus manos por mi cuello, pasando por mi espalda hasta llegar de nuevo a mi cintura. Me atrajo más a él y yo me dejé llevar. Comenzó a moverse en un leve balanceo de lado a lado. Estábamos bailando, torpemente, sin música, pero para mí era el mejor baile. Se rió entre dientes y yo lo imité, dejé que mi cabeza descansara en su pecho y pude escuchar los latidos de su corazón.
-¿Sabes? – dije en voz baja.
-¿Uhm?
-En estos momentos no hay nadie más con quien quisiera estar, me agrada tenerte cerca – me atreví a decirle – me agrada sentirse así.
Pude sentir un calor en mis mejillas, pero probablemente la oscuridad no dejaría que se me notara. Mi pulso se había disparado, no sabía que reacción tendría por aquella confesión un poco indirecta. No sabía si la captaría.
-________ - oí como pronunciaba mi nombre, amaba que lo dijera con su hermosa acento, y entonces se rió. Noté como la risa le había temblado un poco, como si estuviera nervioso, y entonces puse atención a su corazón, me di cuenta que latía rápidamente. Sentí como mi estomago se llenaba de “mariposas” – no sé cómo decirte esto… - abrí los ojos de golpe, él me miraba. Sentí que el mundo se detenía, el mundo dejó de girara para mí, solo importaba lo que iba a decir. Incluso me estaba olvidando de respirar. Él se mordió su labio y sonrió – todo este tiempo que he pasado contigo ha sido muy bueno, como te digo… te he conocido y he aprendido de ti, y espero que también tu hayas aprendido de mí – arrugó la nariz, una expresión tan tierna en él – Pero a pesar que en un principio no te abriste completamente conmigo, pude conocerte bien. ________..., tienes una actitud tan admirable, eres inteligente, astuta, pero lamentablemente enfocaste esas cualidades en hábitos malos… pero al mismo tiempo eres la persona más tierna, dulce e inocente que conozco;… eres una gran persona… tienes un gran corazón, y creo… que con esos pequeños detalles, que están muy por encima de lo que eres por fuera…tu… pues… me… me enamoraste…
En ese momento sentí que las piernas me temblaban, mi corazón dio un vuelco emocionado y un estremecimiento me recorrió el cuerpo. ¿Estaba escuchando con claridad? ¿Él lo había dicho de verdad?
-¿Enserio? – dije con un hilo de voz.
Él soltó una risita y asintió.
-Estoy loco y perdidamente enamorado de ti, __________ - dijo mirándome fijo – Y sabes que… yo creo que tú serás esa persona que me querrá más allá de lo que soy, más allá de mi éxito, me querrás por ser yo mismo. Por favor, dime que no me equivoco – suplicó.
-Zayn… esto es- solté una risa nerviosa – es increíble – sin perder tiempo me atrajo más a su cuerpo, pegó su frente con la mía y me miró más de cerca.
-¿Acaso crees que te mentiría?
-No – susurré muy cerca de sus labios – me siento como en una película – dije con una risita.
Él se rió al igual que yo, pero no me despegó de su cuerpo.
-¿Sabes desde cuando me di cuenta que te amaba? – suspiró – Desde que entraste a la clínica, y te separaron de mí. Estaba tan acostumbrado a ti, a tu presencia, tus abrazos y esos leves roces de nuestra piel. Y que de un de repente te fueras… fue un golpe en la cabeza que me dijo “Hey, tú la amas”.
Suspiré mirándolo, no podía creer todo lo que estaba diciendo.
-Dame esa oportunidad de enseñarte lo que es el amor de verdad, date la oportunidad a ti de ser feliz – murmuró – Estoy dispuesto a darlo todo por ti. Creerás que estoy loco, pero tú me has hecho así. Dime...
Le tapé su boca con un dedo y sonreí.
-Yo me siento igual Zayn, de la misma manera, loca y perdidamente enamorada de ti… solo que… - pero no pude terminar la frase porque sus labios presionaron los míos.
Fue la sensación más hermosa que en mi vida había sentido, sus finos labios sobre los míos. Podía sentir como mis terminaciones nerviosas comenzaban a cobrar vida, como electricidad. Él acarició mis labios con dulzura, con cuidado, con amor. ¿Cuánto había deseado este momento? Y ahora simplemente parecía lo mejor. Atrapó mi labio inferior, entre caricias, mientras yo atrapaba el suyo. Abrí ligeramente mi boca, tratando de profundizar el beso, pero era él quien me llevaba así que decidí dejarme llevar. Delineó cuidadosamente mis labios con su lengua, para después volver a presionar sus labios contra los míos. Mis manos se movían torpemente por su cuello y su mentón, así que decidí dejarlas en su cuello, mientras él acunaba mi rostro en sus manos. Podía estar así para siempre y sería feliz. Nuestro cuerpo ya no pudo soportar otro momento sin aire, así que nos obligó a separarnos, pero solo un poco. Abrí los ojos, y él ya estaba mirándome con un brillo especial en ellos. Podía sentir un ligero roce de nuestros labios, y nuestro aliento seguía combinándose. Respiraba entrecortadamente al igual que él.
-Te amo – dijo temeroso.
Una lágrima resbaló por mi mejilla, pero era pura felicidad. Nunca pensé que esto me pudiera haber pasado a mí.
-Te amo – contesté en un susurro y con una sonrisa.
Zayn me limpió la lágrima con un beso y sentí que mis mejillas se encendían. Las sensaciones que estaba teniendo eran muy nuevas para mí.
-¿Siempre? – pregunté.
-Siempre – aseguró.
Ahora sí, mi felicidad estaba en el grado más alto. Nunca en mi vida me había sentido tan feliz, tan amada por alguien. Y finalmente había llegado alguien.
-Si pudiera llevarte conmigo, para que no regreses a la clínica. Quiero que te quedes conmigo - me susurró e hizo un puchero.
Cerré mis ojos y sentí como él me besaba mi frente, mi nariz, mis pómulos y finalmente mi boca. Se sentía tan bien, esos pequeños y ligeros roces.
-Si pudiera, pero tengo que estar bien – suspiré y abrí mis ojos para toparme con su hermoso rostro –Tengo que ponerme bien por ti.
Él sonrió con ternura y me abrazó.
-Vas a estar bien, yo lo sé – aseguró.
-Por ti – repetí.
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
Bueno, esa fue la parte 9 :D Fue hermosa, verdad? c':
Espero que les haya gustado tanto como a mí! n-n
Chicas, sé que hay varías leyendo esto pero no comentan :c Apreciaría que aunque sea con un 'Siguela' comentaran c: Sería maravilloso! n-n pero bueno, eso es decisión de ustedes :)
Bueno, nada más ¡Las quiero! <3
Espero que les haya gustado tanto como a mí! n-n
Chicas, sé que hay varías leyendo esto pero no comentan :c Apreciaría que aunque sea con un 'Siguela' comentaran c: Sería maravilloso! n-n pero bueno, eso es decisión de ustedes :)
Bueno, nada más ¡Las quiero! <3
MaiJonactioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
AAASSSSAJAKDJSDDSNF :lloro:
Me encantaron los capituloos!
Siguela en cuanto puedas!
Besos preciosa :(L):
Me encantaron los capituloos!
Siguela en cuanto puedas!
Besos preciosa :(L):
Sophie_Directioner
Re: • The A Team • [Zayn Malik] Terminada
siento una felicidad plena cada vez que subes, perdoname por no haber subido antes, pero estaba leyendo desde el celular. seria hermoso que nos subieras mas capitulos esta noche y que le dejaras el el recado al la escritora original, que su novela es hermosa y me llego al corazon. Muchas gracias a ti por darte el tiempo de subirla y con el entuciasmo que lo das. Encerio, me gustaria que la siguieras esta noche o mañana.
tenia una pregunta. La nove continua? o ya esta terminada y tu la estas subiendo terminada??? me gustaria saber, de antemano gracias por subir ;) me llamo Esmeralda y soy de Isla de Pascua, Chile. Saludos xd
tenia una pregunta. La nove continua? o ya esta terminada y tu la estas subiendo terminada??? me gustaria saber, de antemano gracias por subir ;) me llamo Esmeralda y soy de Isla de Pascua, Chile. Saludos xd
Epica
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