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Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Nombre : Broken wows
Autor : Evangeline Anderson
Adaptación : Si.
Género : Romance.
Advertencias : Contenido homosexual, smut.
Otras páginas : Wattpad.
Broken wows
Sinopsis: Harry va en busca de respuestas sobre su sexualidad. Está seguro de que sólo una noche con un hombre mayor y experimentado por fin responderá a las preguntas que lo han estado atormentando durante tantos años. Pero él no esperaba que el hombre mayor fuera un hermoso vampiro llamado Louis. Es amor a primera vista para Harry, pero Louis ha hecho una promesa de no interferir en los asuntos humanos.
Autor : Evangeline Anderson
Adaptación : Si.
Género : Romance.
Advertencias : Contenido homosexual, smut.
Otras páginas : Wattpad.
Broken wows
Sinopsis: Harry va en busca de respuestas sobre su sexualidad. Está seguro de que sólo una noche con un hombre mayor y experimentado por fin responderá a las preguntas que lo han estado atormentando durante tantos años. Pero él no esperaba que el hombre mayor fuera un hermoso vampiro llamado Louis. Es amor a primera vista para Harry, pero Louis ha hecho una promesa de no interferir en los asuntos humanos.
Última edición por Debby el Lun 17 Mar 2014, 6:05 pm, editado 2 veces
Invitado
Invitado
Capítulo I
─Calle Sexta con la principal. ─Dijo el conductor del autobús.
Harry estaba contemplando la oscuridad que había fuera de la sucia ventana. A su alrededor los otros pasajeros estaban congelados en sus asientos como ovejas aterradas que no quieren ser llevadas a un destino concreto. Todo el mundo sabía que la Sexta era donde iban todos los desviados. Era donde
podías conseguir una mamada si ibas al baño correcto del local correcto. Donde los hombres iban vestidos con cuero negro y cadenas, esperando a chuparte o follarte, o a ser follados. Cualquiera que fuera la preferencia, lo retorcidos que fueran los deseos, lo podías encontrar en la Sexta, o eso es lo que Harry había escuchado.
Cobardes, pensó contemplativo, mirando a su alrededor las caras ansiosas.
Pero sabía que no era el elemento gay lo que mantenía a los pasajeros pegados a sus asientos. Había otras cosas que rondaban por esta parte de la ciudad – a una parada más de bus, para ser precisos. La Séptima con la principal – el barrio carmesí, como le llamaban.
Vampiros. El simple pensamiento le producía una ola incómoda de adrenalina y miró de nuevo a través de las ventanas, como si pensara que uno de Los Perdidos pudiera aparecer bajo las luces de neón. Los vampiros se mantenían siempre en el barrio de la calle Séptima. Mientras te mantuvieras alejado de esa zona, no te molestarían. Era el mejor compromiso al que habían llegado con el alcalde, y para darles algo de crédito, todavía no habían cruzado el límite. Demasiados humanos curiosos estaban dispuestos a convertirse en presas, así que los vampiros nunca tenían sed.
Y de todas maneras, se recordó a sí mismo, no eran los vampiros lo que le interesaba. Se había subido al bus que iba hasta la Sexta por un motivo. Para descubrir si era… Marica. ¿Eres marica, chico? ¿Eres un mariquita? Las bruscas palabras de su padre resonaban en la cabeza de Harry como campanas y su mandíbula se tensó.
Si hubiera escondido su libro de bocetos mejor. Si el viejo no hubiera rebuscado en su habitación, buscando Dios sabe qué. Quizás pruebas de que su hijo fuera gay, o quizás algo que lo refutara. Si esperaba encontrar ejemplares de Playboy o Hustler escondidos bajo la cama, se había decepcionado. Todo lo que encontró fueron dibujos con desnudos – desnudos de hombres – todos hechos por su hijo.
Sensible, artístico, creativo. ¿No eran esas palabras sinónimos de marica?
Harry sabía que su padre estaba decepcionado porque no estaba en el equipo de fútbol de la universidad como él había estado en su juventud. Pero midiendo metro ochenta, no podría ser un delantero, y aunque su cuerpo estaba hecho para los deportes, su cara le hubiera descartado de inmediato. Pelo rizado, castaño oscuro, ojos verdes y una boca rosada era lo que reflejaba el cristal del autobús. Guapo no era la palabra que le describía, más bien era hermoso. Había llevado ese peso toda su vida.
Pero hermoso o no, había salido con chicas, incluso había besado a algunas.
Demonios, una chica de un curso más, Prissy Rogers, la puta de la clase, había estado con él una vez detrás de las gradas. Había sido una experiencia decepcionante, pero al menos una heterosexual, y Harry no tenía ganas de repetirlo. Le gustaban las chicas. Podían ser muy buenas amigas, sus confidentes, y era más fácil estar con ellas que con los machos llenos de testosterona que había en los pasillos del instituto.
Pero… no servían para mucho más, en su opinión.
Aun así, solo porque tuviera poco interés en el sexo opuesto no quería decir que fuera gay, ¿Verdad? Lo que necesitaba era un viaje al lado salvaje – solo una experiencia con otro tipo – un hombre, esperaba. Alguien más mayor, con más experiencia. Alguien que le pudiera mostrar cómo hacerlo. Entonces lo sabía.
Saberlo era mejor que no saber nada, o eso se decía a sí mismo.
¿Eres marica? Las palabras de su padre le golpearon de nuevo, como una aguja caliente en su cerebro. ¿Bueno, lo eres?
─No lo sé, papá. ─Murmuró bajo su aliento, mirando las luces de neón de la calle Sexta por la ventana. ─Pero supongo que lo averiguaré.
─Calle Séptima con la principal. Todo el mundo que vaya a la Séptima con la principal que se baje ahora. ─La voz del conductor interrumpió sus pensamientos.
Séptima con la principal, ¡el barrio carmesí! Había pasado tanto tiempo sentado auto-compadeciéndose que se había saltado la parada de autobús. Ahora había ido demasiado lejos.
Un hombre de pelo gris sentado frente a él quitó su vista del periódico y le miró con sorpresa bajo sus gafas. ─¿Te vas a bajar aquí? ─Le preguntó a Harry, quién se levantó.
Harry juró de nuevo, en voz alta. ¿Bajarse o quedarse? ¿Arriesgarme con los peligros de la Séptima para volver a la Sexta o sentarme como un buen cordero hasta el final de línea para coger el bus que me lleve a casa? Casa, donde su padre estaba esperando para preguntar donde había estado. Y no lo olvidemos, y con quién.
La imagen decidió por él. Un montón de vampiros no dan tanto miedo como la cara de su padre, medio decepcionado, medio furioso mientras preguntaba, tratando de averiguar dónde, por qué, con quién y cuándo.
─¿Séptima con la principal? ¿Alguien? ─dijo el conductor, un hombre negro viejo con ojos amarillos, le miraba desde el retrovisor.
─Sí. –Dijo Harry, moviéndose hacia la parte delantera del bus─ Yo. Me bajo aquí.
─Es un suicidio. ─Dijo el conductor, con nada de excitación en su voz─ ¿Estás seguro?
─ Lo estoy. ─Harry se acercó a las puertas y esperó a que se abrieran.
─Como quieras. ─Dijo el conductor, y antes de que pudiera darse cuenta, Harry estaba en la esquina de la Séptima con la principal, mirando como desaparecía el bus en la distancia.
La Séptima no estaba tan iluminada como la Sexta, notó, metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta y temblando cuando el frío aire le golpeó. De hecho, estaba muy oscura, incluso las farolas estaban apagadas o quemadas. La ciudad no les pagaba a los trabajadores para venir al barrio carmesí a cambiarlas y a los vampiros no les importaba. ¿Por qué deberían? Se rumoreaba que podían ver igual de
bien con luz que en plena oscuridad.
Las luces de neón de la Sexta estaban ante él, a solo una manzana. Las luces de la experiencia, de la sabiduría.
Harry movió los hombros, metió hasta el fondo sus manos en los bolsillos de su chaqueta vaquera y anduvo rápido. Al otro lado de la oscura calle, veía carteles de color rojo brillante. Barrio Carmesí, Casa del Dolor, Bajo el Colmillo, y Deseo de Sangre, pasó de largo ante todos. Estaba más interesado en los clubs de baile y de juego de la Sexta que en los oscuros y peligrosos bares de sangre de la Séptima.
No me incumben, Harry se dijo a sí mismo manteniendo la barbilla alta. Solo aléjate de los bares y sigue andando. La señal verde que indicaba la calle Sexta apareció ante él y sintió una ola de alivio y confianza. Después de todo, no era como si los vampiros pudieran aparecer en mitad del aire ¿Verdad?
─Hola, pequeño. ─Una profunda voz que parecía venir de todas y de ninguna parte a la vez. Harry se detuvo en seco, lo tuvo que hacer para no tropezarse con el alto, cadavérico y delgado hombre que apareció de pronto ante él. ─¿Vas a alguna parte? ─Preguntó el hombre, sonriendo ampliamente dejando ver un par de colmillos amarillentos, largos y afilados. Un vampiro, uno de Los Perdidos. Harry nunca había visto uno antes y parecía justo como se lo había imaginado. Oscuro, extraño, maligno.
Tragó saliva y escuchó un crujido en su cuello. Su boca estaba seca y su corazón latía tan fuerte que sentía como su cuerpo entero se estremecía. El delgado y alto vampiro iba vestido de negro y tenía el pelo largo, negro, grasiento que le caía sobre los hombros esqueléticos. Parecía un superviviente de un campo de
concentración, pero había algo en su cara que mostraba una fuerza malvada y brutal.
Tranquilo, se dijo Harry a sí mismo. Dile que no estás interesado y márchate. ─Voy a la Sexta ─dijo, moviéndose para rodear al alto vampiro─.Discúlpeme, por favor. ─Sonaba ridículamente educado, pero no había que hacer enfadar a las criaturas que sabías que podían cenarte si querían.
─No lo creo. ─El vampiro se movió para bloquearle el paso antes de que pudiera avanzar en esa dirección─. Eres un trozo de carne demasiado blando para la calle Sexta, querido. Tus gustos pertenecen a la Séptima – aquí con nosotros – en el barrio carmesí.
─Por favor ─Harry retrocedió, casi tropezándose─. Me... me bajé en la parada de bus equivocada. No quería venir hasta aquí.
─Qué lástima. Ahora estás aquí. ─El vampiro sonrió más y se inclinó hacia el cuello de Harry. Su aliento era frío y aterrador – un olor de sangre y podrido – como huele la carne que se ha estropeado en el frigorífico.
Harry trató de apartarse pero el vampiro lo tenía sujeto por el brazo y era terriblemente fuerte, y parecía estar por todas partes. No importaba hacia donde se moviera Harry, no podía escaparse. Iba a morir ahí, con las luces de la calle Sexta riéndose de él, sin siquiera averiguar la verdad sobre él mismo.
─Tan dulce, querido. ─Siseó el vampiro. Los afilados colmillos rozaron la carne de su cuello, haciendo brotar gotas de sangre y notó el terror, cálido y pegajoso, en el fondo de su garganta. Desaparecía de la faz de la tierra sin dejar rastro. Su padre probablemente se alegraría de ello.
─Deja que el chico se marche, Baird. ─Una profunda voz sonó por encima de los latidos de su corazón en sus oídos. Bruscamente, el aliento de la criatura fue reemplazado por aire frio sobre su cuello. Harry suspiró aliviado, sintiendo que estaba a punto de hiperventilar.
─Esto no es asunto tuyo, Louis. ─El delgado vampiro todavía le estaba sujetando, con un brazo rodeando su cuello, pero había una innegable tensión en su tono de voz.
─Ahora sí. –El que había hablado se hizo visible: un hombre de estatura promedio con pelo castaño y ojos azules apareció en la oscuridad. Iba vestido con unos vaqueros desgastados y un jersey de color crema que enfatizaba el ancho de sus hombros. Su expresión era firme, determinada─ El chico ha dicho que no quería venir aquí, no es juego limpio. Deja que se vaya.
─Demasiado tarde. ─Una fría lengua pasó por encima de las heridas de su cuello y Harry se estremeció de asco─ Ya le he probado. ─Dijo el vampiro llamado Baird. ─Le he marcado como víctima, es mío.
─ ¿Quieres ir con él?
Le tomó a Harry un minuto darse cuenta de que el hombre de pelo castaño y anchos hombros hablaba con él. Sin decir palabra, sacudió negativamente la cabeza.
Quería decir algo más definitivo, quería gritar NO a pleno pulmón, pero su lengua estaba congelada en su boca.
─No te quiere, Baird. No te ha escogido. ─Dijo el hombre llamado Louis. ─Suéltale o tendrás que sufrir las consecuencias.
─Te mostraré tus consecuencias. ─Gruñó Baird. Soltó a Harry y se tiró a por el hombre. Hubo una mancha borrosa mientras Louis se apartó. Harry miró, con los ojos abiertos e incapaz de moverse, una pelea tan rápida que casi era imposible de seguir con la mirada. Casi no tuvo tiempo de caerse antes de que terminara.
─Ya está. ─Louis apareció ante él, quitándose el polvo del jersey y respirando normalmente. No había señales de Baird. Tan pronto como había aparecido, se había marchado, ante el gran alivio de Harry.
─Yo… tú… gracias. ─Consiguió decir, mirando la cara de su salvador.
─De nada, pequeño. ─Louis le sonrió─. Ahora voy a mirarte el cuello.
Antes de que Harry pudiera protestar, unas fuertes manos inclinaron su cabeza hacia un lado dejando expuestos los arañazos que había hecho el vampiro. Le hacía sentirse vulnerable mostrar su cuello así, pero no de la horrible forma que había sentido con el asqueroso toque de Baird.
─Esto no es bueno. ─Louis fruncía el ceño─. Baird realmente te ha marcado.
─No sé lo que eso quiere decir. Solo quiero ir a la calle Sexta. ─Harry le miró rogante─. Quiero olvidar lo que ha sucedido. Juro por Dios que nunca más pasaré por aquí.
─No importa si pasas o no, la marca de Baird atraerá a otros vampiros hacia ti. No estarás a salvo en ningún lugar de la ciudad. ─Louis sacudió la cabeza─ No puedo arreglar esto aquí. Tendrás que venir a casa conmigo.
Harry le miró. Ser invitado a casa de un hermoso hombre desconocido era exactamente lo que esperaba, pero no de esta manera.
Quería adquirir algo de experiencia, algo de conocimiento propio, no primeros auxilios de un buen samaritano - y probablemente heterosexual –hombre que pasaba por el barrio Carmesí en el momento justo para rescatarle. Además, ¿Qué sabía realmente sobre este tipo? Louis no le dejó tiempo para decidir. Cogiendo a Harry de la mano, le llevó hasta una calle lateral y se adentraron en el barrio. Antes de que pudiera protestar, estaban delante de unas escaleras que bajaban hasta una puerta.
─Espera un minuto. ─Soltó su mano de la de Louis, mirando el subterráneo lugar─. ¿Qué es este lugar?
─Mi casa. ─Louis se giró para hacerle frente─. Me estoy arriesgando al traerte aquí, sabes… ─Frunció el ceño─. ¿Cuál es tu nombre, a todo esto?
─Harry. Pero no quiero…
─No es lo que quieres o no, es sobre limpiar la marca y ponerte a salvo. ─Louis le empujó por las escaleras. Y antes de que pudiera darse cuenta, Harry atravesó una puerta hacia una pequeña, cálida e iluminada habitación.
No era un apartamento muy estilado o caro, pero los muebles y las llamas que lo iluminaban desde la chimenea lo hacían parecer acogedor. Las paredes, de color amarillo dorado, estaban llenas de estanterías. Vio que había una alfombra roja desgastada, pero limpia en el suelo de madera. Un gato persa blanco se acercó hasta Louis y se refrotó en sus tobillos, ronroneando.
─Mi gata, Isabel. ─Dijo Louis a modo de disculpa─. Espera un momento mientras le doy de comer ¿Vale?
─Uh, claro. ─Harry sintió el nudo de tensión en su pecho relajarse un poco. Él era un amante de los animales. Seguramente un tipo que tenía un gato y que lo trataba bien no podía ser malo. Se acomodó en el sillón que era algo más oscuro que la alfombra y se quitó la chaqueta vaquera.
─Ahora que está contenta, tendremos algo de tranquilidad. ─Louis giró una esquina, asombrando a Harry. ¿Cómo podía moverse tan rápida y ágilmente? Por primera vez, Harry se preguntó cómo había podido vencer tan fácilmente al vampiro.
Todo había pasado tan deprisa. ¿Los vampiros no tenían fuerza sobrehumana? ¿Entonces cómo…?
─Espero que no te importe, pero hace mucho calor aquí. ─Louis interrumpió sus pensamientos quitándose el jersey, mostrando su pecho desnudo. También se quitó los zapatos, así que ahora solo llevaba puestos los ajustados y desgastados vaqueros. La luz de la chimenea se reflejaba en su cuerpo, haciendo que su piel pareciera dorada y añadiendo reflejos rojos en su pelo.
─Yo... um…─Harry trató de no mirarle fijamente. Fuera lo que fuera Louis, si era heterosexual, y decidía que Harry no lo era, y él le pillaba mirando… bueno, ya le habían dado suficientes palizas en la clase de gimnasia para saber cómo terminaría.
─Es solo que la temperatura de mi cuerpo es algo más baja que la tuya – que la de un humano. ─Explicó Louis a Harry─. Así que tiendo a tener calor más rápidamente.
─Que un…─Harry levantó la cabeza y miró al hombre que estaba a su lado en el sillón con horror─. ¿Entonces eres…?
─Un vampiro. ─Louis lo dijo como si fuera la cosa más natural del mundo. Sonrió, mostrando los colmillos tan afilados como los de Baird, aunque considerablemente más blancos. Brillaban como perlas bajo la luz del fuego.
Harry se levantó, con pánico, pero los dedos largos y fuertes de Louis le cogieron de la muñeca. El vampiro no estaba apretando ni haciéndole daño, pero estaba claro que no podría irse.
─Siéntate ─dijo con voz amable─, no quería asustarte. ¿Qué pensabas que era, de todas formas?
─No lo sé. ─Harry se sentó en el sofá poniendo la máxima distancia entre ellos como le era posible. ─Pero no… no pareces un vampiro.
─¿De verdad? ─Louis sonrió de nuevo, una expresión que iluminaba sus ojos de color azul─. ¿Y cómo son los vampiros, Harry?
─Como… como él. El que me atacó. El que llamaste Baird.
─Oh, ¿Así que todos los Perdidos somos malvados y feos? ¿Seres delgados que atacamos a chicos humanos inocentes que encontramos tratando de escapar de nuestro territorio? ─La voz de Louis no sonaba molesta si no triste.
Un rastro de pena en su voz hizo que Harry tragara saliva.
─No, yo… no quería decirlo así. ─Protestó─. Siento si lo he dicho mal. Solo…
Louis le soltó. ─No te disculpes. Para ser sinceros, hay muchos más vampiros como Baird que como yo. Soy un Guardián, he jurado proteger a los inocentes de los de mi especie. Tuviste suerte de que decidiera salir esta noche en vez de quedarme en casa junto al fuego con un libro. ─Suspiró─. Pero me siento solo aquí con nadie excepto Isabel como compañía, así que aparecí justo a tiempo para salvarte.
─… Sí… Um, gracias. ─Harry se lamió sus secos labios─. ¿Así que no vas a hacerme daño? ¿No me morderás?
─No he dicho eso. ─Dijo Louis suavemente. Se acercó de nuevo, tomando a Harry de la muñeca antes de que pudiera levantarse del sillón─. Tranquilo, no voy a desangrarte. Pero tendré que limpiar la herida que te hizo Baird y ponerte mi propia marca para mantenerte a salvo. Entonces te dejaré ir. ─Tiró de los brazos de Harry, acerándolos a su amplio pecho─. Acércate un poco más y podremos comenzar.
Harry estaba contemplando la oscuridad que había fuera de la sucia ventana. A su alrededor los otros pasajeros estaban congelados en sus asientos como ovejas aterradas que no quieren ser llevadas a un destino concreto. Todo el mundo sabía que la Sexta era donde iban todos los desviados. Era donde
podías conseguir una mamada si ibas al baño correcto del local correcto. Donde los hombres iban vestidos con cuero negro y cadenas, esperando a chuparte o follarte, o a ser follados. Cualquiera que fuera la preferencia, lo retorcidos que fueran los deseos, lo podías encontrar en la Sexta, o eso es lo que Harry había escuchado.
Cobardes, pensó contemplativo, mirando a su alrededor las caras ansiosas.
Pero sabía que no era el elemento gay lo que mantenía a los pasajeros pegados a sus asientos. Había otras cosas que rondaban por esta parte de la ciudad – a una parada más de bus, para ser precisos. La Séptima con la principal – el barrio carmesí, como le llamaban.
Vampiros. El simple pensamiento le producía una ola incómoda de adrenalina y miró de nuevo a través de las ventanas, como si pensara que uno de Los Perdidos pudiera aparecer bajo las luces de neón. Los vampiros se mantenían siempre en el barrio de la calle Séptima. Mientras te mantuvieras alejado de esa zona, no te molestarían. Era el mejor compromiso al que habían llegado con el alcalde, y para darles algo de crédito, todavía no habían cruzado el límite. Demasiados humanos curiosos estaban dispuestos a convertirse en presas, así que los vampiros nunca tenían sed.
Y de todas maneras, se recordó a sí mismo, no eran los vampiros lo que le interesaba. Se había subido al bus que iba hasta la Sexta por un motivo. Para descubrir si era… Marica. ¿Eres marica, chico? ¿Eres un mariquita? Las bruscas palabras de su padre resonaban en la cabeza de Harry como campanas y su mandíbula se tensó.
Si hubiera escondido su libro de bocetos mejor. Si el viejo no hubiera rebuscado en su habitación, buscando Dios sabe qué. Quizás pruebas de que su hijo fuera gay, o quizás algo que lo refutara. Si esperaba encontrar ejemplares de Playboy o Hustler escondidos bajo la cama, se había decepcionado. Todo lo que encontró fueron dibujos con desnudos – desnudos de hombres – todos hechos por su hijo.
Sensible, artístico, creativo. ¿No eran esas palabras sinónimos de marica?
Harry sabía que su padre estaba decepcionado porque no estaba en el equipo de fútbol de la universidad como él había estado en su juventud. Pero midiendo metro ochenta, no podría ser un delantero, y aunque su cuerpo estaba hecho para los deportes, su cara le hubiera descartado de inmediato. Pelo rizado, castaño oscuro, ojos verdes y una boca rosada era lo que reflejaba el cristal del autobús. Guapo no era la palabra que le describía, más bien era hermoso. Había llevado ese peso toda su vida.
Pero hermoso o no, había salido con chicas, incluso había besado a algunas.
Demonios, una chica de un curso más, Prissy Rogers, la puta de la clase, había estado con él una vez detrás de las gradas. Había sido una experiencia decepcionante, pero al menos una heterosexual, y Harry no tenía ganas de repetirlo. Le gustaban las chicas. Podían ser muy buenas amigas, sus confidentes, y era más fácil estar con ellas que con los machos llenos de testosterona que había en los pasillos del instituto.
Pero… no servían para mucho más, en su opinión.
Aun así, solo porque tuviera poco interés en el sexo opuesto no quería decir que fuera gay, ¿Verdad? Lo que necesitaba era un viaje al lado salvaje – solo una experiencia con otro tipo – un hombre, esperaba. Alguien más mayor, con más experiencia. Alguien que le pudiera mostrar cómo hacerlo. Entonces lo sabía.
Saberlo era mejor que no saber nada, o eso se decía a sí mismo.
¿Eres marica? Las palabras de su padre le golpearon de nuevo, como una aguja caliente en su cerebro. ¿Bueno, lo eres?
─No lo sé, papá. ─Murmuró bajo su aliento, mirando las luces de neón de la calle Sexta por la ventana. ─Pero supongo que lo averiguaré.
─Calle Séptima con la principal. Todo el mundo que vaya a la Séptima con la principal que se baje ahora. ─La voz del conductor interrumpió sus pensamientos.
Séptima con la principal, ¡el barrio carmesí! Había pasado tanto tiempo sentado auto-compadeciéndose que se había saltado la parada de autobús. Ahora había ido demasiado lejos.
Un hombre de pelo gris sentado frente a él quitó su vista del periódico y le miró con sorpresa bajo sus gafas. ─¿Te vas a bajar aquí? ─Le preguntó a Harry, quién se levantó.
Harry juró de nuevo, en voz alta. ¿Bajarse o quedarse? ¿Arriesgarme con los peligros de la Séptima para volver a la Sexta o sentarme como un buen cordero hasta el final de línea para coger el bus que me lleve a casa? Casa, donde su padre estaba esperando para preguntar donde había estado. Y no lo olvidemos, y con quién.
La imagen decidió por él. Un montón de vampiros no dan tanto miedo como la cara de su padre, medio decepcionado, medio furioso mientras preguntaba, tratando de averiguar dónde, por qué, con quién y cuándo.
─¿Séptima con la principal? ¿Alguien? ─dijo el conductor, un hombre negro viejo con ojos amarillos, le miraba desde el retrovisor.
─Sí. –Dijo Harry, moviéndose hacia la parte delantera del bus─ Yo. Me bajo aquí.
─Es un suicidio. ─Dijo el conductor, con nada de excitación en su voz─ ¿Estás seguro?
─ Lo estoy. ─Harry se acercó a las puertas y esperó a que se abrieran.
─Como quieras. ─Dijo el conductor, y antes de que pudiera darse cuenta, Harry estaba en la esquina de la Séptima con la principal, mirando como desaparecía el bus en la distancia.
La Séptima no estaba tan iluminada como la Sexta, notó, metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta y temblando cuando el frío aire le golpeó. De hecho, estaba muy oscura, incluso las farolas estaban apagadas o quemadas. La ciudad no les pagaba a los trabajadores para venir al barrio carmesí a cambiarlas y a los vampiros no les importaba. ¿Por qué deberían? Se rumoreaba que podían ver igual de
bien con luz que en plena oscuridad.
Las luces de neón de la Sexta estaban ante él, a solo una manzana. Las luces de la experiencia, de la sabiduría.
Harry movió los hombros, metió hasta el fondo sus manos en los bolsillos de su chaqueta vaquera y anduvo rápido. Al otro lado de la oscura calle, veía carteles de color rojo brillante. Barrio Carmesí, Casa del Dolor, Bajo el Colmillo, y Deseo de Sangre, pasó de largo ante todos. Estaba más interesado en los clubs de baile y de juego de la Sexta que en los oscuros y peligrosos bares de sangre de la Séptima.
No me incumben, Harry se dijo a sí mismo manteniendo la barbilla alta. Solo aléjate de los bares y sigue andando. La señal verde que indicaba la calle Sexta apareció ante él y sintió una ola de alivio y confianza. Después de todo, no era como si los vampiros pudieran aparecer en mitad del aire ¿Verdad?
─Hola, pequeño. ─Una profunda voz que parecía venir de todas y de ninguna parte a la vez. Harry se detuvo en seco, lo tuvo que hacer para no tropezarse con el alto, cadavérico y delgado hombre que apareció de pronto ante él. ─¿Vas a alguna parte? ─Preguntó el hombre, sonriendo ampliamente dejando ver un par de colmillos amarillentos, largos y afilados. Un vampiro, uno de Los Perdidos. Harry nunca había visto uno antes y parecía justo como se lo había imaginado. Oscuro, extraño, maligno.
Tragó saliva y escuchó un crujido en su cuello. Su boca estaba seca y su corazón latía tan fuerte que sentía como su cuerpo entero se estremecía. El delgado y alto vampiro iba vestido de negro y tenía el pelo largo, negro, grasiento que le caía sobre los hombros esqueléticos. Parecía un superviviente de un campo de
concentración, pero había algo en su cara que mostraba una fuerza malvada y brutal.
Tranquilo, se dijo Harry a sí mismo. Dile que no estás interesado y márchate. ─Voy a la Sexta ─dijo, moviéndose para rodear al alto vampiro─.Discúlpeme, por favor. ─Sonaba ridículamente educado, pero no había que hacer enfadar a las criaturas que sabías que podían cenarte si querían.
─No lo creo. ─El vampiro se movió para bloquearle el paso antes de que pudiera avanzar en esa dirección─. Eres un trozo de carne demasiado blando para la calle Sexta, querido. Tus gustos pertenecen a la Séptima – aquí con nosotros – en el barrio carmesí.
─Por favor ─Harry retrocedió, casi tropezándose─. Me... me bajé en la parada de bus equivocada. No quería venir hasta aquí.
─Qué lástima. Ahora estás aquí. ─El vampiro sonrió más y se inclinó hacia el cuello de Harry. Su aliento era frío y aterrador – un olor de sangre y podrido – como huele la carne que se ha estropeado en el frigorífico.
Harry trató de apartarse pero el vampiro lo tenía sujeto por el brazo y era terriblemente fuerte, y parecía estar por todas partes. No importaba hacia donde se moviera Harry, no podía escaparse. Iba a morir ahí, con las luces de la calle Sexta riéndose de él, sin siquiera averiguar la verdad sobre él mismo.
─Tan dulce, querido. ─Siseó el vampiro. Los afilados colmillos rozaron la carne de su cuello, haciendo brotar gotas de sangre y notó el terror, cálido y pegajoso, en el fondo de su garganta. Desaparecía de la faz de la tierra sin dejar rastro. Su padre probablemente se alegraría de ello.
─Deja que el chico se marche, Baird. ─Una profunda voz sonó por encima de los latidos de su corazón en sus oídos. Bruscamente, el aliento de la criatura fue reemplazado por aire frio sobre su cuello. Harry suspiró aliviado, sintiendo que estaba a punto de hiperventilar.
─Esto no es asunto tuyo, Louis. ─El delgado vampiro todavía le estaba sujetando, con un brazo rodeando su cuello, pero había una innegable tensión en su tono de voz.
─Ahora sí. –El que había hablado se hizo visible: un hombre de estatura promedio con pelo castaño y ojos azules apareció en la oscuridad. Iba vestido con unos vaqueros desgastados y un jersey de color crema que enfatizaba el ancho de sus hombros. Su expresión era firme, determinada─ El chico ha dicho que no quería venir aquí, no es juego limpio. Deja que se vaya.
─Demasiado tarde. ─Una fría lengua pasó por encima de las heridas de su cuello y Harry se estremeció de asco─ Ya le he probado. ─Dijo el vampiro llamado Baird. ─Le he marcado como víctima, es mío.
─ ¿Quieres ir con él?
Le tomó a Harry un minuto darse cuenta de que el hombre de pelo castaño y anchos hombros hablaba con él. Sin decir palabra, sacudió negativamente la cabeza.
Quería decir algo más definitivo, quería gritar NO a pleno pulmón, pero su lengua estaba congelada en su boca.
─No te quiere, Baird. No te ha escogido. ─Dijo el hombre llamado Louis. ─Suéltale o tendrás que sufrir las consecuencias.
─Te mostraré tus consecuencias. ─Gruñó Baird. Soltó a Harry y se tiró a por el hombre. Hubo una mancha borrosa mientras Louis se apartó. Harry miró, con los ojos abiertos e incapaz de moverse, una pelea tan rápida que casi era imposible de seguir con la mirada. Casi no tuvo tiempo de caerse antes de que terminara.
─Ya está. ─Louis apareció ante él, quitándose el polvo del jersey y respirando normalmente. No había señales de Baird. Tan pronto como había aparecido, se había marchado, ante el gran alivio de Harry.
─Yo… tú… gracias. ─Consiguió decir, mirando la cara de su salvador.
─De nada, pequeño. ─Louis le sonrió─. Ahora voy a mirarte el cuello.
Antes de que Harry pudiera protestar, unas fuertes manos inclinaron su cabeza hacia un lado dejando expuestos los arañazos que había hecho el vampiro. Le hacía sentirse vulnerable mostrar su cuello así, pero no de la horrible forma que había sentido con el asqueroso toque de Baird.
─Esto no es bueno. ─Louis fruncía el ceño─. Baird realmente te ha marcado.
─No sé lo que eso quiere decir. Solo quiero ir a la calle Sexta. ─Harry le miró rogante─. Quiero olvidar lo que ha sucedido. Juro por Dios que nunca más pasaré por aquí.
─No importa si pasas o no, la marca de Baird atraerá a otros vampiros hacia ti. No estarás a salvo en ningún lugar de la ciudad. ─Louis sacudió la cabeza─ No puedo arreglar esto aquí. Tendrás que venir a casa conmigo.
Harry le miró. Ser invitado a casa de un hermoso hombre desconocido era exactamente lo que esperaba, pero no de esta manera.
Quería adquirir algo de experiencia, algo de conocimiento propio, no primeros auxilios de un buen samaritano - y probablemente heterosexual –hombre que pasaba por el barrio Carmesí en el momento justo para rescatarle. Además, ¿Qué sabía realmente sobre este tipo? Louis no le dejó tiempo para decidir. Cogiendo a Harry de la mano, le llevó hasta una calle lateral y se adentraron en el barrio. Antes de que pudiera protestar, estaban delante de unas escaleras que bajaban hasta una puerta.
─Espera un minuto. ─Soltó su mano de la de Louis, mirando el subterráneo lugar─. ¿Qué es este lugar?
─Mi casa. ─Louis se giró para hacerle frente─. Me estoy arriesgando al traerte aquí, sabes… ─Frunció el ceño─. ¿Cuál es tu nombre, a todo esto?
─Harry. Pero no quiero…
─No es lo que quieres o no, es sobre limpiar la marca y ponerte a salvo. ─Louis le empujó por las escaleras. Y antes de que pudiera darse cuenta, Harry atravesó una puerta hacia una pequeña, cálida e iluminada habitación.
No era un apartamento muy estilado o caro, pero los muebles y las llamas que lo iluminaban desde la chimenea lo hacían parecer acogedor. Las paredes, de color amarillo dorado, estaban llenas de estanterías. Vio que había una alfombra roja desgastada, pero limpia en el suelo de madera. Un gato persa blanco se acercó hasta Louis y se refrotó en sus tobillos, ronroneando.
─Mi gata, Isabel. ─Dijo Louis a modo de disculpa─. Espera un momento mientras le doy de comer ¿Vale?
─Uh, claro. ─Harry sintió el nudo de tensión en su pecho relajarse un poco. Él era un amante de los animales. Seguramente un tipo que tenía un gato y que lo trataba bien no podía ser malo. Se acomodó en el sillón que era algo más oscuro que la alfombra y se quitó la chaqueta vaquera.
─Ahora que está contenta, tendremos algo de tranquilidad. ─Louis giró una esquina, asombrando a Harry. ¿Cómo podía moverse tan rápida y ágilmente? Por primera vez, Harry se preguntó cómo había podido vencer tan fácilmente al vampiro.
Todo había pasado tan deprisa. ¿Los vampiros no tenían fuerza sobrehumana? ¿Entonces cómo…?
─Espero que no te importe, pero hace mucho calor aquí. ─Louis interrumpió sus pensamientos quitándose el jersey, mostrando su pecho desnudo. También se quitó los zapatos, así que ahora solo llevaba puestos los ajustados y desgastados vaqueros. La luz de la chimenea se reflejaba en su cuerpo, haciendo que su piel pareciera dorada y añadiendo reflejos rojos en su pelo.
─Yo... um…─Harry trató de no mirarle fijamente. Fuera lo que fuera Louis, si era heterosexual, y decidía que Harry no lo era, y él le pillaba mirando… bueno, ya le habían dado suficientes palizas en la clase de gimnasia para saber cómo terminaría.
─Es solo que la temperatura de mi cuerpo es algo más baja que la tuya – que la de un humano. ─Explicó Louis a Harry─. Así que tiendo a tener calor más rápidamente.
─Que un…─Harry levantó la cabeza y miró al hombre que estaba a su lado en el sillón con horror─. ¿Entonces eres…?
─Un vampiro. ─Louis lo dijo como si fuera la cosa más natural del mundo. Sonrió, mostrando los colmillos tan afilados como los de Baird, aunque considerablemente más blancos. Brillaban como perlas bajo la luz del fuego.
Harry se levantó, con pánico, pero los dedos largos y fuertes de Louis le cogieron de la muñeca. El vampiro no estaba apretando ni haciéndole daño, pero estaba claro que no podría irse.
─Siéntate ─dijo con voz amable─, no quería asustarte. ¿Qué pensabas que era, de todas formas?
─No lo sé. ─Harry se sentó en el sofá poniendo la máxima distancia entre ellos como le era posible. ─Pero no… no pareces un vampiro.
─¿De verdad? ─Louis sonrió de nuevo, una expresión que iluminaba sus ojos de color azul─. ¿Y cómo son los vampiros, Harry?
─Como… como él. El que me atacó. El que llamaste Baird.
─Oh, ¿Así que todos los Perdidos somos malvados y feos? ¿Seres delgados que atacamos a chicos humanos inocentes que encontramos tratando de escapar de nuestro territorio? ─La voz de Louis no sonaba molesta si no triste.
Un rastro de pena en su voz hizo que Harry tragara saliva.
─No, yo… no quería decirlo así. ─Protestó─. Siento si lo he dicho mal. Solo…
Louis le soltó. ─No te disculpes. Para ser sinceros, hay muchos más vampiros como Baird que como yo. Soy un Guardián, he jurado proteger a los inocentes de los de mi especie. Tuviste suerte de que decidiera salir esta noche en vez de quedarme en casa junto al fuego con un libro. ─Suspiró─. Pero me siento solo aquí con nadie excepto Isabel como compañía, así que aparecí justo a tiempo para salvarte.
─… Sí… Um, gracias. ─Harry se lamió sus secos labios─. ¿Así que no vas a hacerme daño? ¿No me morderás?
─No he dicho eso. ─Dijo Louis suavemente. Se acercó de nuevo, tomando a Harry de la muñeca antes de que pudiera levantarse del sillón─. Tranquilo, no voy a desangrarte. Pero tendré que limpiar la herida que te hizo Baird y ponerte mi propia marca para mantenerte a salvo. Entonces te dejaré ir. ─Tiró de los brazos de Harry, acerándolos a su amplio pecho─. Acércate un poco más y podremos comenzar.
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
¡Nueva lectora!
¡Siguela! *O* Me encantó.
Louis tendrá que ponerle su marca a Harry 7u7 Pensamientos pervertidos vienen a mi D:
Los dos solos, Louis sin polera*-* ¿que pueden hacer?
¡COMER PIZZA! :D
Siguelaaaa
•DarkHorse•
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Deboraaaaaaaaaaaaa!! Es Evangeline omg
Me has atraído (? Lo que se necesita para atraerme de una a mi se necesita: Harry como bottoms, Louis como vampiro, y Evangeline.
Y esto tiene todo eso ah jajaja
He leído solo un fic con Louis como vampiro, los otros siempre son one shots, y sigo firme con mi opinión de que necesitamos más fics como este.
En fin, seguilaaaaa! Porque tiene pinta de estar buena :)
Me has atraído (? Lo que se necesita para atraerme de una a mi se necesita: Harry como bottoms, Louis como vampiro, y Evangeline.
Y esto tiene todo eso ah jajaja
He leído solo un fic con Louis como vampiro, los otros siempre son one shots, y sigo firme con mi opinión de que necesitamos más fics como este.
En fin, seguilaaaaa! Porque tiene pinta de estar buena :)
BlahBlahBlah
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Hola :)SomethingGreat escribió: ¡Nueva lectora!¡Siguela! *O* Me encantó.Louis tendrá que ponerle su marca a Harry 7u7 Pensamientos pervertidos vienen a mi D:Los dos solos, Louis sin polera*-* ¿que pueden hacer?¡COMER PIZZA! :DSé que lo malpensaste a mi no me engañas 7u7Siguelaaaa
Bueno.. tus pensamientos probablemente sean correctos, ah.
En un rato sigo, bye !
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Hola, si, si es, ah.BlahBlahBlah escribió:Deboraaaaaaaaaaaaa!! Es Evangeline omg
Me has atraído (? Lo que se necesita para atraerme de una a mi se necesita: Harry como bottoms, Louis como vampiro, y Evangeline.
Y esto tiene todo eso ah jajaja
He leído solo un fic con Louis como vampiro, los otros siempre son one shots, y sigo firme con mi opinión de que necesitamos más fics como este.
En fin, seguilaaaaa! Porque tiene pinta de estar buena :)
Reune las condiciones, si, y no tiene watersports, quedate tranquila, ah.
Yo lei algunos, son como re lo mejor de la vida, ah.
En un rato sigo :)
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Hola, en un rato sigo :).KittyJSM. escribió:Nueva lectora!!
Seguila pronto!!
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
hola! nueva y fiel lectora. oh dios louis vampiro djkhjsdkfh esto se pone bueno
en fin, siguela cuando puedas :) un beso!
en fin, siguela cuando puedas :) un beso!
CapitanNiallHoran
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Hola, ya la sigo! bye :)CapitanNiallHoran escribió:hola! nueva y fiel lectora. oh dios louis vampiro djkhjsdkfh esto se pone bueno
en fin, siguela cuando puedas :) un beso!
Invitado
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
─Pero…─Harry sintió como su cabeza le daba vueltas.
Todo se movía tan rápido. Louis le había capturado de alguna forma en sus musculosos brazos y ahora estaba sobre su cuello expuesto.
─Quítate la camiseta, pequeño, hará las cosas más fáciles. ─El vampiro dijo en su oído. De cerca, Harry no pudo evitar sentir que la dorada piel de Louis tenía un olor cálido y picante. Pero por muy secretamente que hubiera deseado esta seducción, no estaba acostumbrado a ser manejado por otro hombre.
─… espera un minuto. ─Trató de liberarse del agarre de Louis y el vampiro le soltó─. ¿Qué estás haciendo? Cuando dijiste que ibas a limpiar las heridas, pensé que querías decir con algún tipo de kit de primeros auxilios o algo.
Louis inclinó su cabeza hacia detrás y se rió, un caliente sonido que atravesó el cuerpo entero de Harry. ─No te preocupes, pequeño, no estoy tratando de seducirte. Pero ningún kit de primeros auxilios podría librarte del veneno de un vampiro hostil. Solo el toque de un Guardián puede hacer eso.
─¿El toque? ─Harry le miró dubitativo─. Pero estabas…–─gesticuló hacia la boca roja de Louis─. Quiero decir, pensé que ibas a, eh, besarme o algo así. ─Se sonrojó como un idiota. Maldición, nadie que le estuviera viendo podría saber si se había subido al estúpido bus para buscar un encuentro con otro hombre. No por la forma en que estaba actuando.
─No lo iba a hacer. ─Negó Louis suavemente. Se acercó y rozó la sonrosada mejilla de Harry con un dedo─. Iba a lamer tu cuello y chupar el veneno. ─Su voz se puso más seria─. Tengo que hacerlo. Si no las heridas se cerraran y tu sangre se envenenará. Venga. ─Trató de acercarse de nuevo a Harry pero éste se resistió.
─Espera… prometes… ¿Prometes que no me vas a morder? ─Harry miró los brillantes colmillos dudoso, con el corazón agitado.
Tenía la oportunidad de estar cerca de otro hombre, lo más cerca que deseaba. Pero bajo circunstancias que nunca había imaginado. Tenía miedo, admitió, miedo de dejar que el desconocido y hermoso Louis le tocara de nuevo, sin importar lo mucho que lo quisiera y las ganas que tuviera de seguir sus órdenes.
─Harry. ─Louis acarició su mejilla de nuevo, con una sonrisa amable en su cara─. Juro sobre el alma que perdí cuando me convertí en lo que soy, que no te morderé en el cuello. ¿Te sirve?
─Su… supongo. ─Harry fijo─. ¿Perdiste el alma?
Louis se encogió de hombros, sin importarle mucho. ─¿Por qué crees que nos llaman los Perdidos? Cuando mi cuerpo sea destruido no iré ni al cielo ni al infierno. Simplemente dejaré de existir. Pero para eso quedan milenios enteros y tengo que limpiar la herida antes de que se cierre. ─Se inclinó hacia delante, mirándole a los ojos─. Quítate la camiseta, Harry, y acércate.
Sintiéndose mareado, Harry hizo lo que le pidió el vampiro, quitándose su camiseta azul pálido y acercándose a los brazos de Louis. En vez de ir directo a su cuello, Louis le abrazó cálidamente. Su piel era algo más fría de lo normal, pero se sentía bien sobre la piel sobrecalentada de Harry.
─Venga ─murmuró el vampiro suavemente en su oído─, relájate, pequeño. No tienes nada que temer de mí.
Harry no sabía si creerle al vampiro o no, pero se relajó en ese instante, cayendo sobre el cuerpo musculoso de Louis aunque su corazón seguía latiendo en su pecho.
Ante la petición de Louis, puso la cabeza sobre el brazo derecho del vampiro, el bíceps contra su cuello, mientras mostraba el lado herido de su garganta.
─Así está bien. ─Susurró Louis, su frío aliento le produjo escalofríos a Harry.
Entonces su cálida y húmeda lengua comenzó a moverse sensualmente sobre las heridas de su cuello.
Harry se quedó sin aliento y tuvo una erección inmediata. ¡Maldición! Si esto estuviera pasando en otras circunstancias hubiera sido perfecto.
Tal y como estaban las cosas, no sabía la orientación de Louis, ni la suya propia, y cada minuto que pasaba las cosas eran mas raras. Por un lado, el vampiro le había dicho que estaba limpiando las heridas para evitar una infección.
Por otro lado, la forma en que le lamía y chupaba el cuello de Harry era terriblemente sensual – demonios, sexual.
Se movió incómodo bajo el abrazo del vampiro, cientos de preguntas corrían por su mente. ¿Me gusta esto porque es un hombre o porque se siente bien? ¿Quiere decir algo? ¿Será hetero? ¿Gay? ¿Y si se da cuenta de que la tengo dura? La última pregunta le hizo sentirse tan consciente de su cuerpo que no pensaba poder aguantarlo. Su pene latía como una barra de acero fundido bajo sus pantalones y deseó tener una manta o algo para taparlo. Su chaqueta estaba fuera de su alcance, sobre el brazo del sillón.
─Casi he terminado, Harry. ─La profunda voz en su oreja le hizo aterrarse todavía más, ¿y si el vampiro notaba el estado en el que estaba? Entonces una grande y caliente mano se puso sobre la tienda de campaña de sus pantalones. El gesto no era sucio ni seductor, era más como reconfortante─. No te preocupes por esto ─murmuró Louis en su oreja─. Soy incapaz de curar sin dar placer. No importa cuáles sean tus preferencias, tu cuerpo reacciona igual.
─Oh. ─La boca de Harry estaba tan seca como una tormenta de arena─ No… no quería… ─Su pene le dolía al latir contra la mano que la rozaba pero no se atrevió a moverse. Cuando el vampiro quitó la mano y se centró en el cuello de Harry, Harry deseó que no lo hubiera hecho.
Pero pronto la sensación de la boca de Harry sobre su cuello eliminó cualquier otro pensamiento de su mente. La lengua del vampiro estaba caliente y húmeda, lamiendo su cuello, y de vez en cuando se paraba a chupar sobre su piel. Harry sintió los afilados colmillos rozar su cuello, pero nunca le hirieron.
Incapaz de evitarlo, Harry gimió. Una chica le había hecho un chupetón una vez, en una apuesta, cuando estaba en el instituto, pero no había sido nada comparada con la ola de placer sensual que sentía bajo el amable roce del vampiro. ¡Dios, le estaba volviendo loco! Estaba seguro de que si Louis no hubiera parado, se hubiera corrido sólo con que le chupara el cuello.
Justo cuando sentía que estaba a punto de explotar, las sensaciones se detuvieron.
Harry no sabía si sentirse aliviado o frustrado. Su pene latía en sus pantalones y sus testículos le dolían por la tensión.
─¿Estás bien? ─Louis le miró, con preocupación en sus ojos azules.
─Claro. ─Harry trató de incorporarse en el sillón y respiró profundamente─ ¿Has, eh, terminado ya? ─Esperaba no sonar demasiado decepcionado.
─Todavía no. ─Louis sonrió y se levantó ágilmente, como un gato que se estira─. Pero has perdido algo de sangre y perderás un poco más cuando termine. ¿Quieres algo para beber?
─Yo, eh…─Harry se lamió los labios─. ¿Qué quieres decir sobre perder sangre? ─preguntó sospechosamente.
Louis suspiró y pasó una mano por su pelo. ─Baird puso su marca en ti, una marca de aceptación. Es como… como si fueras un cebo para otros vampiros. Les llevará a ti estés donde estés a no ser que yo haga algo para anularla.
─¿Y qué vas a hacer? ─Harry se inclinó hacia atrás con las manos en forma de puños a los lados.
─¿Todavía no confías en mí, verdad? ─Louis le miró triste y sacudió la cabeza─. Es igual, no importa. Pondré una marca más fuerte, mi propia marca, en ti. De esa forma si te cruzas con alguno de los Perdidos, sabrán que estas bajo mi protección y te dejarán tranquilo.
─Pero… ─Harry puso una mano sobre las heridas de su cuello─. Me has prometido que no me ibas a morder. ─Protestó. Era justo lo que necesitaba, volver a casa con marcas de dientes en su cuello para que su padre las viera. No tendría sentido tratar de convencer a su padre de que las marchas las había hecho una mujer con la que había pasado la noche. ¿Además, no sería él, Harry, el que tendría que dejarle marcas a la chica si se diera el caso? Dejar que otro hombre le marcara parecía extraño… casi incorrecto, aunque le excitara. Sumiso – esa era la palabra que buscaba.
─No voy a morderte en el cuello ─dijo Louis interrumpiendo los pensamientos confusos de Harry─. Para poder anular la marca de Baird, la mía debe de ser en un lugar más íntimo.
─¿Más… intimo? ─Harry notó como se le secaba la boca.
Louis asintió. ─La arteria femoral debería valer.
─Femoral… ─Harry frunció el ceño, tratando de recordar el gato que habían diseccionado en biología el semestre pasado. Siendo un artista, le interesaban más los músculos y las formas que la función de las estructuras que estudiaba.
El vampiro suspiró. ─En la parte interna del muslo. ─Hizo un gesto hacia el pantalón de Harry donde, por suerte, la vergonzosa erección había bajado al fin─. Vas a tener que quitarte los pantalones.
─… Yo… yo… ─Harry estaba de pie y retrocediendo. Esta vez Louis no trató de detenerle.
─Sé que no es fácil ─dijo el vampiro─, especialmente si no tienes interés en los hombres. Pero tienes que confiar en mí, Harry. Es necesario. ─Estaba entre Harry y la puerta con un movimiento tan veloz que casi no lo vio─. Vuelve al sillón ─ dijo, poniendo una mano sobre el hombro de Harry─. Hablaremos un poco hasta que te acostumbres a la idea.
Parecía que no tenía elección, Harry volvió a recostarse sobre el sofá.
─¿Quieres algo para beber? ─preguntó Louis de nuevo─. Lo siento, no tengo nada para comer excepto atún y es de Isabel. Los vampiros no pueden digerir comida sólida.
─¿No lo echas de menos? ¿Comer? ─Harry se sorprendió de que la pregunta le saliera de forma tan natural y notó que estaba realmente interesado en la respuesta. ¿Cómo sería ser uno de los Perdidos?
─A veces. ─Admitió─. Aunque probablemente no echo de menos la misma comida que querrías tú. La cocina era muy diferente cuando perdí mi alma. ─ Puso una mano sobre la parte trasera del sillón, detrás de la cabeza de Harry, pero sin llegar a tocarle─. Supongo que lo que te gusta comer a ti son los filetes de carne picada y las bebidas chocolateadas.
─¿Hamburguesas y batidos? ─Harry no pudo evitar sonreír─. O te hicieron vampiro en los cincuenta o has visto demasiados anuncios de McDonalds. A mí me gusta más el Red Bull y el tofu.
Louis se encogió de hombros. ─Tofu, carne, todo es lo mismo para mí. No puedo tomar nada, así que va todo junto. ─Sonrió─. Entonces dime, ¿Cómo terminaste en el barrio Carmesí hoy?
─Como le dije al otro vampiro… eh, tipo. Me bajé en la parada de bus equivocada. ─Harry miró al fuego, pero mantuvo su expresión inmóvil.
─Dijiste que ibas a la calle Sexta. ─La profunda voz de Louis era suave─. ¿Por algún motivo en especial?
─No, yo sólo… ─Harry se secó las manos en sus vaqueros─. Sólo quería ir a ver. Mis… mis amigos hicieron una apuesta. Ir a ver lo que… lo que hacían allí. ─La mentira salió de sus labios poco convencidos ante las vibrantes llamas, sintiéndose miserable. Si hubiera estado seguro de la orientación sexual del vampiro… pero no, no lo podía saber. No iba a arriesgarse a salir del armario ante alguien que podría matarle si le apetecía. Ni siquiera estaba seguro de querer salir del armario, si lo era.
─Una apuesta, ¿Eh? ¿Eso es verdad? ─Louis parecía divertido.
─Sí, así es ─asintió Harry, sin apartar su mirada del fuego.
─Bueno, entonces no te retendré más de lo necesario. Podrías ganar la apuesta si te das prisa. ─Louis se acercó más a él para moverle la cabeza, así que no tuvo otra opción que mirarle. Los ojos azules de Louis parecían de oro bajo las llamas del fuego─. Tenemos que hacer esto, Harry. Quítate los pantalones. Tengo que marcarte.
Había una orden en su profunda y cálida voz que Harry no pudo evitar estremecerse. Se puso de pie, quitándose los pantalones y la ropa interior, junto con zapatos y calcetines antes de poder pararse a pensarlo. Entonces se sentó de
nuevo en el sillón, notando como el sillón se amoldaba a su piel. Al menos no la tenía dura, podía dar las gracias por ello.
─Muy bien. ─Louis se arrodilló en el suelo frente a él, poniendo sus calientes manos sobre sus rodillas. El fuego brillaba en su espalda, llenando su cara de sombras.─¿Estás listo, Harry? ─preguntó─. Trataré de hacerlo rápido e indoloro.
Harry asintió. No estaba seguro si todo este proceso era como ser seducido o como tener una operación quirúrgica, pero nunca había tenido un médico tan hermoso o gentil como Louis.
─Si te hace sentir mejor, puedes cerrar los ojos. –─Louis estaba separando sus piernas, amable pero sin detenerse, y avanzando hacia sus caderas. Harry no sabía si le haría sentir mejor o no, pero era un punto de no retorno. No podía haber apartado los ojos de Louis acercándose a sus caderas aunque supiera que se volvería ciego.
Su cálido aliento le rozó los testículos, haciendo que su pene temblara según se acercaba Louis. De nuevo se preguntó sobre la orientación sexual de Louis. Si era hetero, ¿Podría acercarse tanto a los genitales de otro hombre sin sentir molestia alguna? ¿O solo eran negocios para él? Harry estaba dispuesto a apostar que un hetero hubiera vomitado a estas alturas, pero Louis seguía acercándose, buscando el lugar perfecto para morder.
Harry le miró fascinado mientras su mejilla se rozó casualmente contra su pene. Entonces, ante su horror, sintió como se endurecía de nuevo. Ahora no… ¡ahora no! Entonces una caliente sensación apareció en donde sus caderas se unían con su torso y notó que Louis le estaba lamiendo ahí – chupando la piel de la misma forma que le había chupado el cuello y él con el mismo resultado – se le estaba poniendo tan dura como una roca.
─¿Qué… qué estás haciendo? ─dijo Harry. Quería apartarse pero estaba congelado en el sitio. Aunque las largas manos de Louis no le hubieran estado sujetando no pensaba que hubiera podido moverse mucho más de un centímetro.
El vampiro miró hacia arriba. ─Estoy haciendo que la arteria se dilate. Trato de darte placer en vez de dolor mientras te marco, muerdo. ─Dijo, como si fuera la cosa más natural del mundo.
─No tienes que hacer eso ─dijo Harry bruscamente. Estaba medio erecto ya y se endurecía cada vez más. Era la situación más embarazosa en la que se había visto jamás.
─No te preocupes por esto. ─Louis pasó uno de sus largos dedos por toda la largura de su pene. El simple roce hizo que los huesos de Harry prendieran fuego y se le puso completamente dura─. Es perfectamente natural y ─Louis continuó─ debería avisarte de que cuando te muerda probablemente te correrás. Los componentes químicos inyectados cuando un Guardián muerte hacen que los humanos tengan esa inevitable reacción.
─Yo… tú… ─Harry sacudió la cabeza, ante la falta de palabras. ¿Cómo podía el vampiro parecer tan casual con todo esto? Como podía…
Louis inclinó de nuevo su cabeza y notó una punzante sensación que solo duró un segundo. Muerde, Harry tuvo el tiempo de pensar, y entonces hubo una ola que le atravesó el cuerpo entero, ahogando sus pensamientos en puro placer.
¡Dios, oh Dios, oh Dios! Las manos de Harry estaban a los lados, tratando de evitar hundirlas en el sedoso pelo del vampiro. Su pene se estremecía con fuerza cada vez que la mejilla de Louis rozaba su largura y sintió como se acercaba al límite rápidamente. Louis tenía razón, iba a correrse y mucho. No había nada que pudiera hacer al respecto. Sintió una mano invisible cogerle la polla, llevándole hasta el orgasmo. ¡Voy a correrme!
Lo pensó al mismo tiempo que sucedió. Sintió como la presión que sentía en los testículos se liberaba y entonces se corrió, sobre su plano estómago mientras el vampiro seguía apretando sus labios entre sus piernas. Fue el orgasmo más intenso que había experimentado en su vida y Harry no pudo respirar por un momento.
Reclinó la cabeza, jadeando, con las manos agitadas por espasmos.
─Está bien, está bien, pequeño. ─Fuertes manos acariciaban sus laterales y Harry casi no notó que el vampiro había dejado de chuparle. Louis estaba todavía entre sus piernas, pero ahora hablaba amablemente, tratando de hacer que Harry regresara del elevado plano de placer al que había saltado durante su intenso orgasmo.
─ Respira profundamente ─murmuró Louis, todavía tocando sus muslos─. Te has corrido mucho, eh, ¿Harry?
Todo se movía tan rápido. Louis le había capturado de alguna forma en sus musculosos brazos y ahora estaba sobre su cuello expuesto.
─Quítate la camiseta, pequeño, hará las cosas más fáciles. ─El vampiro dijo en su oído. De cerca, Harry no pudo evitar sentir que la dorada piel de Louis tenía un olor cálido y picante. Pero por muy secretamente que hubiera deseado esta seducción, no estaba acostumbrado a ser manejado por otro hombre.
─… espera un minuto. ─Trató de liberarse del agarre de Louis y el vampiro le soltó─. ¿Qué estás haciendo? Cuando dijiste que ibas a limpiar las heridas, pensé que querías decir con algún tipo de kit de primeros auxilios o algo.
Louis inclinó su cabeza hacia detrás y se rió, un caliente sonido que atravesó el cuerpo entero de Harry. ─No te preocupes, pequeño, no estoy tratando de seducirte. Pero ningún kit de primeros auxilios podría librarte del veneno de un vampiro hostil. Solo el toque de un Guardián puede hacer eso.
─¿El toque? ─Harry le miró dubitativo─. Pero estabas…–─gesticuló hacia la boca roja de Louis─. Quiero decir, pensé que ibas a, eh, besarme o algo así. ─Se sonrojó como un idiota. Maldición, nadie que le estuviera viendo podría saber si se había subido al estúpido bus para buscar un encuentro con otro hombre. No por la forma en que estaba actuando.
─No lo iba a hacer. ─Negó Louis suavemente. Se acercó y rozó la sonrosada mejilla de Harry con un dedo─. Iba a lamer tu cuello y chupar el veneno. ─Su voz se puso más seria─. Tengo que hacerlo. Si no las heridas se cerraran y tu sangre se envenenará. Venga. ─Trató de acercarse de nuevo a Harry pero éste se resistió.
─Espera… prometes… ¿Prometes que no me vas a morder? ─Harry miró los brillantes colmillos dudoso, con el corazón agitado.
Tenía la oportunidad de estar cerca de otro hombre, lo más cerca que deseaba. Pero bajo circunstancias que nunca había imaginado. Tenía miedo, admitió, miedo de dejar que el desconocido y hermoso Louis le tocara de nuevo, sin importar lo mucho que lo quisiera y las ganas que tuviera de seguir sus órdenes.
─Harry. ─Louis acarició su mejilla de nuevo, con una sonrisa amable en su cara─. Juro sobre el alma que perdí cuando me convertí en lo que soy, que no te morderé en el cuello. ¿Te sirve?
─Su… supongo. ─Harry fijo─. ¿Perdiste el alma?
Louis se encogió de hombros, sin importarle mucho. ─¿Por qué crees que nos llaman los Perdidos? Cuando mi cuerpo sea destruido no iré ni al cielo ni al infierno. Simplemente dejaré de existir. Pero para eso quedan milenios enteros y tengo que limpiar la herida antes de que se cierre. ─Se inclinó hacia delante, mirándole a los ojos─. Quítate la camiseta, Harry, y acércate.
Sintiéndose mareado, Harry hizo lo que le pidió el vampiro, quitándose su camiseta azul pálido y acercándose a los brazos de Louis. En vez de ir directo a su cuello, Louis le abrazó cálidamente. Su piel era algo más fría de lo normal, pero se sentía bien sobre la piel sobrecalentada de Harry.
─Venga ─murmuró el vampiro suavemente en su oído─, relájate, pequeño. No tienes nada que temer de mí.
Harry no sabía si creerle al vampiro o no, pero se relajó en ese instante, cayendo sobre el cuerpo musculoso de Louis aunque su corazón seguía latiendo en su pecho.
Ante la petición de Louis, puso la cabeza sobre el brazo derecho del vampiro, el bíceps contra su cuello, mientras mostraba el lado herido de su garganta.
─Así está bien. ─Susurró Louis, su frío aliento le produjo escalofríos a Harry.
Entonces su cálida y húmeda lengua comenzó a moverse sensualmente sobre las heridas de su cuello.
Harry se quedó sin aliento y tuvo una erección inmediata. ¡Maldición! Si esto estuviera pasando en otras circunstancias hubiera sido perfecto.
Tal y como estaban las cosas, no sabía la orientación de Louis, ni la suya propia, y cada minuto que pasaba las cosas eran mas raras. Por un lado, el vampiro le había dicho que estaba limpiando las heridas para evitar una infección.
Por otro lado, la forma en que le lamía y chupaba el cuello de Harry era terriblemente sensual – demonios, sexual.
Se movió incómodo bajo el abrazo del vampiro, cientos de preguntas corrían por su mente. ¿Me gusta esto porque es un hombre o porque se siente bien? ¿Quiere decir algo? ¿Será hetero? ¿Gay? ¿Y si se da cuenta de que la tengo dura? La última pregunta le hizo sentirse tan consciente de su cuerpo que no pensaba poder aguantarlo. Su pene latía como una barra de acero fundido bajo sus pantalones y deseó tener una manta o algo para taparlo. Su chaqueta estaba fuera de su alcance, sobre el brazo del sillón.
─Casi he terminado, Harry. ─La profunda voz en su oreja le hizo aterrarse todavía más, ¿y si el vampiro notaba el estado en el que estaba? Entonces una grande y caliente mano se puso sobre la tienda de campaña de sus pantalones. El gesto no era sucio ni seductor, era más como reconfortante─. No te preocupes por esto ─murmuró Louis en su oreja─. Soy incapaz de curar sin dar placer. No importa cuáles sean tus preferencias, tu cuerpo reacciona igual.
─Oh. ─La boca de Harry estaba tan seca como una tormenta de arena─ No… no quería… ─Su pene le dolía al latir contra la mano que la rozaba pero no se atrevió a moverse. Cuando el vampiro quitó la mano y se centró en el cuello de Harry, Harry deseó que no lo hubiera hecho.
Pero pronto la sensación de la boca de Harry sobre su cuello eliminó cualquier otro pensamiento de su mente. La lengua del vampiro estaba caliente y húmeda, lamiendo su cuello, y de vez en cuando se paraba a chupar sobre su piel. Harry sintió los afilados colmillos rozar su cuello, pero nunca le hirieron.
Incapaz de evitarlo, Harry gimió. Una chica le había hecho un chupetón una vez, en una apuesta, cuando estaba en el instituto, pero no había sido nada comparada con la ola de placer sensual que sentía bajo el amable roce del vampiro. ¡Dios, le estaba volviendo loco! Estaba seguro de que si Louis no hubiera parado, se hubiera corrido sólo con que le chupara el cuello.
Justo cuando sentía que estaba a punto de explotar, las sensaciones se detuvieron.
Harry no sabía si sentirse aliviado o frustrado. Su pene latía en sus pantalones y sus testículos le dolían por la tensión.
─¿Estás bien? ─Louis le miró, con preocupación en sus ojos azules.
─Claro. ─Harry trató de incorporarse en el sillón y respiró profundamente─ ¿Has, eh, terminado ya? ─Esperaba no sonar demasiado decepcionado.
─Todavía no. ─Louis sonrió y se levantó ágilmente, como un gato que se estira─. Pero has perdido algo de sangre y perderás un poco más cuando termine. ¿Quieres algo para beber?
─Yo, eh…─Harry se lamió los labios─. ¿Qué quieres decir sobre perder sangre? ─preguntó sospechosamente.
Louis suspiró y pasó una mano por su pelo. ─Baird puso su marca en ti, una marca de aceptación. Es como… como si fueras un cebo para otros vampiros. Les llevará a ti estés donde estés a no ser que yo haga algo para anularla.
─¿Y qué vas a hacer? ─Harry se inclinó hacia atrás con las manos en forma de puños a los lados.
─¿Todavía no confías en mí, verdad? ─Louis le miró triste y sacudió la cabeza─. Es igual, no importa. Pondré una marca más fuerte, mi propia marca, en ti. De esa forma si te cruzas con alguno de los Perdidos, sabrán que estas bajo mi protección y te dejarán tranquilo.
─Pero… ─Harry puso una mano sobre las heridas de su cuello─. Me has prometido que no me ibas a morder. ─Protestó. Era justo lo que necesitaba, volver a casa con marcas de dientes en su cuello para que su padre las viera. No tendría sentido tratar de convencer a su padre de que las marchas las había hecho una mujer con la que había pasado la noche. ¿Además, no sería él, Harry, el que tendría que dejarle marcas a la chica si se diera el caso? Dejar que otro hombre le marcara parecía extraño… casi incorrecto, aunque le excitara. Sumiso – esa era la palabra que buscaba.
─No voy a morderte en el cuello ─dijo Louis interrumpiendo los pensamientos confusos de Harry─. Para poder anular la marca de Baird, la mía debe de ser en un lugar más íntimo.
─¿Más… intimo? ─Harry notó como se le secaba la boca.
Louis asintió. ─La arteria femoral debería valer.
─Femoral… ─Harry frunció el ceño, tratando de recordar el gato que habían diseccionado en biología el semestre pasado. Siendo un artista, le interesaban más los músculos y las formas que la función de las estructuras que estudiaba.
El vampiro suspiró. ─En la parte interna del muslo. ─Hizo un gesto hacia el pantalón de Harry donde, por suerte, la vergonzosa erección había bajado al fin─. Vas a tener que quitarte los pantalones.
─… Yo… yo… ─Harry estaba de pie y retrocediendo. Esta vez Louis no trató de detenerle.
─Sé que no es fácil ─dijo el vampiro─, especialmente si no tienes interés en los hombres. Pero tienes que confiar en mí, Harry. Es necesario. ─Estaba entre Harry y la puerta con un movimiento tan veloz que casi no lo vio─. Vuelve al sillón ─ dijo, poniendo una mano sobre el hombro de Harry─. Hablaremos un poco hasta que te acostumbres a la idea.
Parecía que no tenía elección, Harry volvió a recostarse sobre el sofá.
─¿Quieres algo para beber? ─preguntó Louis de nuevo─. Lo siento, no tengo nada para comer excepto atún y es de Isabel. Los vampiros no pueden digerir comida sólida.
─¿No lo echas de menos? ¿Comer? ─Harry se sorprendió de que la pregunta le saliera de forma tan natural y notó que estaba realmente interesado en la respuesta. ¿Cómo sería ser uno de los Perdidos?
─A veces. ─Admitió─. Aunque probablemente no echo de menos la misma comida que querrías tú. La cocina era muy diferente cuando perdí mi alma. ─ Puso una mano sobre la parte trasera del sillón, detrás de la cabeza de Harry, pero sin llegar a tocarle─. Supongo que lo que te gusta comer a ti son los filetes de carne picada y las bebidas chocolateadas.
─¿Hamburguesas y batidos? ─Harry no pudo evitar sonreír─. O te hicieron vampiro en los cincuenta o has visto demasiados anuncios de McDonalds. A mí me gusta más el Red Bull y el tofu.
Louis se encogió de hombros. ─Tofu, carne, todo es lo mismo para mí. No puedo tomar nada, así que va todo junto. ─Sonrió─. Entonces dime, ¿Cómo terminaste en el barrio Carmesí hoy?
─Como le dije al otro vampiro… eh, tipo. Me bajé en la parada de bus equivocada. ─Harry miró al fuego, pero mantuvo su expresión inmóvil.
─Dijiste que ibas a la calle Sexta. ─La profunda voz de Louis era suave─. ¿Por algún motivo en especial?
─No, yo sólo… ─Harry se secó las manos en sus vaqueros─. Sólo quería ir a ver. Mis… mis amigos hicieron una apuesta. Ir a ver lo que… lo que hacían allí. ─La mentira salió de sus labios poco convencidos ante las vibrantes llamas, sintiéndose miserable. Si hubiera estado seguro de la orientación sexual del vampiro… pero no, no lo podía saber. No iba a arriesgarse a salir del armario ante alguien que podría matarle si le apetecía. Ni siquiera estaba seguro de querer salir del armario, si lo era.
─Una apuesta, ¿Eh? ¿Eso es verdad? ─Louis parecía divertido.
─Sí, así es ─asintió Harry, sin apartar su mirada del fuego.
─Bueno, entonces no te retendré más de lo necesario. Podrías ganar la apuesta si te das prisa. ─Louis se acercó más a él para moverle la cabeza, así que no tuvo otra opción que mirarle. Los ojos azules de Louis parecían de oro bajo las llamas del fuego─. Tenemos que hacer esto, Harry. Quítate los pantalones. Tengo que marcarte.
Había una orden en su profunda y cálida voz que Harry no pudo evitar estremecerse. Se puso de pie, quitándose los pantalones y la ropa interior, junto con zapatos y calcetines antes de poder pararse a pensarlo. Entonces se sentó de
nuevo en el sillón, notando como el sillón se amoldaba a su piel. Al menos no la tenía dura, podía dar las gracias por ello.
─Muy bien. ─Louis se arrodilló en el suelo frente a él, poniendo sus calientes manos sobre sus rodillas. El fuego brillaba en su espalda, llenando su cara de sombras.─¿Estás listo, Harry? ─preguntó─. Trataré de hacerlo rápido e indoloro.
Harry asintió. No estaba seguro si todo este proceso era como ser seducido o como tener una operación quirúrgica, pero nunca había tenido un médico tan hermoso o gentil como Louis.
─Si te hace sentir mejor, puedes cerrar los ojos. –─Louis estaba separando sus piernas, amable pero sin detenerse, y avanzando hacia sus caderas. Harry no sabía si le haría sentir mejor o no, pero era un punto de no retorno. No podía haber apartado los ojos de Louis acercándose a sus caderas aunque supiera que se volvería ciego.
Su cálido aliento le rozó los testículos, haciendo que su pene temblara según se acercaba Louis. De nuevo se preguntó sobre la orientación sexual de Louis. Si era hetero, ¿Podría acercarse tanto a los genitales de otro hombre sin sentir molestia alguna? ¿O solo eran negocios para él? Harry estaba dispuesto a apostar que un hetero hubiera vomitado a estas alturas, pero Louis seguía acercándose, buscando el lugar perfecto para morder.
Harry le miró fascinado mientras su mejilla se rozó casualmente contra su pene. Entonces, ante su horror, sintió como se endurecía de nuevo. Ahora no… ¡ahora no! Entonces una caliente sensación apareció en donde sus caderas se unían con su torso y notó que Louis le estaba lamiendo ahí – chupando la piel de la misma forma que le había chupado el cuello y él con el mismo resultado – se le estaba poniendo tan dura como una roca.
─¿Qué… qué estás haciendo? ─dijo Harry. Quería apartarse pero estaba congelado en el sitio. Aunque las largas manos de Louis no le hubieran estado sujetando no pensaba que hubiera podido moverse mucho más de un centímetro.
El vampiro miró hacia arriba. ─Estoy haciendo que la arteria se dilate. Trato de darte placer en vez de dolor mientras te marco, muerdo. ─Dijo, como si fuera la cosa más natural del mundo.
─No tienes que hacer eso ─dijo Harry bruscamente. Estaba medio erecto ya y se endurecía cada vez más. Era la situación más embarazosa en la que se había visto jamás.
─No te preocupes por esto. ─Louis pasó uno de sus largos dedos por toda la largura de su pene. El simple roce hizo que los huesos de Harry prendieran fuego y se le puso completamente dura─. Es perfectamente natural y ─Louis continuó─ debería avisarte de que cuando te muerda probablemente te correrás. Los componentes químicos inyectados cuando un Guardián muerte hacen que los humanos tengan esa inevitable reacción.
─Yo… tú… ─Harry sacudió la cabeza, ante la falta de palabras. ¿Cómo podía el vampiro parecer tan casual con todo esto? Como podía…
Louis inclinó de nuevo su cabeza y notó una punzante sensación que solo duró un segundo. Muerde, Harry tuvo el tiempo de pensar, y entonces hubo una ola que le atravesó el cuerpo entero, ahogando sus pensamientos en puro placer.
¡Dios, oh Dios, oh Dios! Las manos de Harry estaban a los lados, tratando de evitar hundirlas en el sedoso pelo del vampiro. Su pene se estremecía con fuerza cada vez que la mejilla de Louis rozaba su largura y sintió como se acercaba al límite rápidamente. Louis tenía razón, iba a correrse y mucho. No había nada que pudiera hacer al respecto. Sintió una mano invisible cogerle la polla, llevándole hasta el orgasmo. ¡Voy a correrme!
Lo pensó al mismo tiempo que sucedió. Sintió como la presión que sentía en los testículos se liberaba y entonces se corrió, sobre su plano estómago mientras el vampiro seguía apretando sus labios entre sus piernas. Fue el orgasmo más intenso que había experimentado en su vida y Harry no pudo respirar por un momento.
Reclinó la cabeza, jadeando, con las manos agitadas por espasmos.
─Está bien, está bien, pequeño. ─Fuertes manos acariciaban sus laterales y Harry casi no notó que el vampiro había dejado de chuparle. Louis estaba todavía entre sus piernas, pero ahora hablaba amablemente, tratando de hacer que Harry regresara del elevado plano de placer al que había saltado durante su intenso orgasmo.
─ Respira profundamente ─murmuró Louis, todavía tocando sus muslos─. Te has corrido mucho, eh, ¿Harry?
Invitado
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Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Debby!!!!!
Aqui vamos otra vez xD
Hoy no hay mas excusas de que mis noches seran aburridas xD
Enserio... tienes que seguirla mujer!
¿Que haran? ah
Espero con ansias un capitulo Debby!
PD: Estaba leyendo esto con mi papá cerca, si se pasaba por la pantalla... no se... mañana seguro aparecería en el centro de monjas .-.
Rebe se despide.
Aqui vamos otra vez xD
Hoy no hay mas excusas de que mis noches seran aburridas xD
Enserio... tienes que seguirla mujer!
¿Que haran? ah
Espero con ansias un capitulo Debby!
PD: Estaba leyendo esto con mi papá cerca, si se pasaba por la pantalla... no se... mañana seguro aparecería en el centro de monjas .-.
Rebe se despide.
Rebeca.
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
!Joder!
Eso fue intenso para el Harreh JAJAJA
A mi Lou no me engaña... si como no... yo se que el quería xD
Aunque me da un no se que... eso de que extraña un poco la comida xD
Solo espero que pase algo mas que un orgasmo xD
Rebe se despide.
Eso fue intenso para el Harreh JAJAJA
A mi Lou no me engaña... si como no... yo se que el quería xD
Aunque me da un no se que... eso de que extraña un poco la comida xD
Solo espero que pase algo mas que un orgasmo xD
Rebe se despide.
Rebeca.
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
No, No, No!!!!
Necesito lo demas!!! Ahhhhh!! No me puedes dejar así, yo quería smut shaaa!! Okno!! Pero siii, tienes que seguirla por favoooooorrrrr!!! *-*
Hoy vi Magic Mike y me traume con esos cuerpos y me imagine a Louis con un abdomen de esos en la parte donde se quito la camisa y babeo o.o'
Como seaaa!! Gracias por subirlo, y siguelo cuando puedas <3
Necesito lo demas!!! Ahhhhh!! No me puedes dejar así, yo quería smut shaaa!! Okno!! Pero siii, tienes que seguirla por favoooooorrrrr!!! *-*
Hoy vi Magic Mike y me traume con esos cuerpos y me imagine a Louis con un abdomen de esos en la parte donde se quito la camisa y babeo o.o'
Como seaaa!! Gracias por subirlo, y siguelo cuando puedas <3
MyKryptonitLarry
Re: Broken wows {Larry Stylinson} TERMINADA
Esto fue una absoluta excepción, es una historia corta que nadie se digno a adaptar y tenia que hacerlo porque el mundo la necesita (?)Rebeca. escribió:Debby!!!!!
Aqui vamos otra vez xD
Hoy no hay mas excusas de que mis noches seran aburridas xD
Enserio... tienes que seguirla mujer!
¿Que haran? ah
Espero con ansias un capitulo Debby!
PD: Estaba leyendo esto con mi papá cerca, si se pasaba por la pantalla... no se... mañana seguro aparecería en el centro de monjas .-.
Rebe se despide.
JAJAJAJAJAJAJA te van a meter en un convento? ah.
Invitado
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