Never Gonna Be Alone.

por **Arkasia.** Dom 06 Ene 2013, 11:31 am

Las lágrimas caían incesantes por sus mejillas, aunque ya confundía cada lágrima con cada gota de lluvia que caía sobre ella. Su ropa, empapada. Su corazón, lastimado. Y su ausencia, a nadie le importaba. Aquella escena no salía de su mente y el árbol contra el que se apoyaba se ponía cada vez más frío y resbaladizo, haciendo que sus zapatillas se llenaran más de lodo y tierra sucia. No lograba comprender como podía haberle hecho aquello, como la había engañado así, pero más que nada no podía entender por qué confió en él. Sabía que jamás tendría una oportunidad real, que estaba metiéndose a un juego sucio y peligroso del que saldría lastimada, pero cuando estaba con él… Oh, cuando estaba con él todas esas cosas se desvanecían como vapor en el aire. Todo lo olvidaba y nada de lo que dijeran le importaba. Por unos breves momentos creyó que iba a ser diferente, que enverdad iba a cambiar.

-Fui una estúpida. Soy una completa imbécil.
-No, no lo eres.

Su voz penetro hasta lo más profundo de su ser, haciéndola estremecer. ¿Cómo la había encontrado? ¡Oh, claro! Le había confiado todo. Hasta sus más profundos y vergonzosos secretos. Pero nada de eso importaba ahora.

-Vete.
-No lo haré, no te dejaré sola.

Sus ojos claros miraban hacía los suyos, verdes como siempre, tristes como nunca. El arrepentimiento emanaba de cada lágrima que dejaba soltar.

-No tuviste problema con hacerlo hace unas horas. Cuando me abandonaste. Me abandonaste estando con alguien más.
-Si tan solo me…
-¿Qué, Drew? ¿Escucharte? Con haberte visto con ella… Me basta.
-Katie, por favor, solo…
-¡Te confíe todo! Mis secretos, mis miedos, mis inseguridades. Sabes todo de mí. Conoces todo de mí. A nadie le había tenido tanta confianza como a ti, en nadie había confiado de esta forma. Conoces cada parte de mi, tanto de mente como de cuerpo. Y aun así… Dejaste que la impotencia se llevara todo… Solo dime algo… ¿Por qué?

El trataba de encontrar las palabras adecuadas, perfectas. No lo conseguía. Sabía que como pronunciara palabra alguna las dudas crecerían en su mente. Aunque, de cualquier forma, cualquier cosa que dijera la haría dudar. Era cierto, ella le había confesado y confiado todo lo que ella era, todo lo que había vivido. Le había mostrado su vida y todo lo que había aprendido. Fotos de sus antiguos amigos, o en algún viaje a algún país extranjero. Pero no encontraba las palabras correctas para decir, que todo el tiempo estuvo protegiéndola. Aunque, se dijo, cualquier cosa que diga ahora… Ya la he perdido.

-¿Sabes lo difícil que fue para mí, ir por los pasillos de esa maldita universidad en la que no conozco a nadie más que a ti, porque eres el único que se digno a hablarme y encontrarme contigo engañándome? ¿¡Lo sabes!? ¡Entonces no te quedes callado, maldita sea! Al menos di algo… Así tendré por lo menos una razón, para llorar hasta quedarme dormida esta noche…
-No te estaba engañando, Katie, yo…
-Sí, claro.
-¡Pero al menos déjame hablar! ¿No? ¿Quieres una razón? Bien. No te estaba engañando, Katie, te estaba protegiendo. Eres preciosa. ¿Entiendes eso? ¡Todas esas chicas en la universidad, no te odian! Hay incluso, algunos chicos, que quisieran tener tus ojos. Tu cabello, tu sonrisa. ¿Y qué harían esas chicas para conseguirlo? Envenenarte.
-Oh, vamos… Como si un instituto completo pudiese odiar a una chica por una razón como esa. Drew, sí ya no querías estar conmigo… Tan solo tenías que hacer lo que todos hacen, alejarse…
-Si no le crees a él, entonces créeme a mi…

Una voz aguda y suave apareció desde otro árbol del parque. Su cabellera rubia estaba mojada por la lluvia al igual que su ropa. Quién sabe cuando tiempo tenía de estar allí, quizás también había estado llorando. Quizás había estado espiando. Pero, de cualquier modo, decidió salir en el momento más oportuno.

-¿La trajiste a ella también para corroborar tu maravilloso plan? –Bufó-. Creo que no tendré una buena razón. Yo me largo.
-¡Espera! Si no me crees a mí, ni a él… ¿Por qué no miras esto?

En sus manos sostenía una bolsa, cuyo contenido no podía ver desde la distancia a la que se mantenía. No confiaba en ella antes, y no confiaría en ella ahora.

-En esta bolsa estaba el frasco de veneno que Tracy pensaba darte en el almuerzo… Luego llego Drew, fingiendo estar de acuerdo con todo lo que estaba haciendo, la beso y luego arrebató el frasco hacía el suelo donde se hizo pedazos. Pero tú ya te habías ido y… No viste nada… Más que lo malo.
-¿Y tú por qué estarías ayudándome a mí y no a tus clones?
-La verdad es que… Siempre me agradaste. –Se encogió de hombros-. Nunca quise ser parte de esto, trate de mantenerme lo más lejos que se me permitía. Me parecías una persona… Extraña, pero fascinante. Sin dejar de lado que eres muy linda. Y… Tracy no soporta que alguien sea mejor que ella, ha sido así desde secundaria. Pero Drew, él te ama Kate… Y tú a él… No dejes que una rubia envidiosa acabe con eso…

Ambos miraban sorprendidos hacía las palabras y gestos de la chica. No podían entender como un ser tan sensible y con tanto razonamiento podía estar junto a una chica sin corazón ni sentido de la razón como Tracy.
Por más que la hubiese odiado, despreciado y repugnado completamente los últimos dos años desde que inició su carrera en medicina, ahora no podía hacer nada más que culparse por haberlo hecho. Acababa de salvar su relación de las manos de la ceguedad. Si hubiera estado dos minutos más viendo esa escena que tanto la había lastimado, hubiese comprendido todo. Y lo único que pudo hacer para enmendarlo, fue acercarse hasta la chica. Y abrazarla. Abrazarla a la vez que las lágrimas caían por sus ojos una vez más.

-Gracias. –Susurró.
-No te preocupes por mí, ve con él. –Sonrió, a la vez que se separaba de su abrazo apartando el cabello oscuro de la chica.

Corrió a los brazos del chico, que se encontraba llorando de la misma manera, sin importarle llenar sus zapatos o pantalones de lodo. Nada le importaba ya, más que ellos dos. Juntos. Felices. Una vez más.

-Lo siento tanto… Si tan solo… Hubiera creído en ti desde un principio…
-Tenías razones de más para no hacerlo. Ahora cállate. –Sonrió-.

La besó. Dejando que el resto del mundo desapareciera. Los árboles, el parque, la chica rubia, no existían. Solo estaban ellos, mientras el tiempo no avanzaba y la lluvia que los inundaba seguía cayendo sobre ellos. Y no les importaba.
Desde el otro lado, la chica sonreía. Había hecho algo bueno en mucho, mucho tiempo y se sentía bien. Mejor que haber sido una de las chicas más lindas pero crueles desde la secundaria. Oh, vaya que esto era mucho mejor. Se estaba retirando ya, dejando que sus costosos zapatos rosas se llenaran de lodo y hojas aunque poco le importaba ya, cuando escuchó un silbido. Y volteó. Era Drew, junto a Kate, ambos sonreían.

-Gracias, Alice. –Sonrió él, abrazando a Kate contra sí-. Por todo. –Ella sonrió-.
-Nunca la dejes sola. Ya sabes, una foto es mejor con dos caras felices.
-Jamás lo haré.

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.