Una co-escritora? Solo una chica. [CERRADO]

-No puedo creer que esto sea verdad – El chico con los ojos más hermosos que ella nunca antes había visto, trataba de no llorar, ella lo sabía… Su voz se quebraba…

La castaña se encontraba terminado de empacar sus pertenencias, no se atrevía a mirar a Harry a los ojos, sabía que eso los derrumbaría, tanto a ella como a él.

A pesar de haberse conocido tan solo dos meses atrás Lucy & Harry se habían enamorado completamente, en esos cortos meses aprendieron lo que es el verdadero significado del amor, en esos dos meses aprendieron lo que es un amor de verano.

Cuando termino de acomodar su equipaje, volteo hacia la puerta y ahí estaba el… Tan lindo, tan tierno, tan Harry.

-¿Por qué a nosotros pequeña? – Harry al terminar de pronunciar aquellas palabras, sus ojos comenzaron a cristalizarse al igual que los de Lucy.

-Tengo que volver con mi familia, no podemos hacer nada en contra de ello – La castaña se soltó en un mar de lágrimas, haciendo que Harry se sintieran impotente ¿Qué podía hacer él?, Liam así lo había decidido, enviaría a su hermana de vuelta a casa al terminar el verano, sin saber que le arruinaría la vida a ella como a Harry.

-¡Huyamos! Vámonos de aquí, a un lugar donde nadie nos encuentre – Hablaba Harry sin poder contener más las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, estos ya estaban rojizos por la fuerza que hacia al tratar de reprimirlas.

-Te llamaré todos los días - Lucy se quebró en llanto, se nublaba su vista por la cantidad de lágrimas que lloraba.

Harry la abrazo. La abrazo como nunca lo había hecho, como nunca lo haría de nuevo; un abrazo lleno de amor. Después de Varios minutos así, Harry se soltó de aquel abrazo, tomando con sus dos manos el rostro de Lucy, mirándola a los ojos, esos ojos color miel que lo habían hechizado por completo, que lo habían enamorado.

-Prométeme que no olvidaras todo lo que pasamos, todo lo que tuvimos – La castaña hablo casi en susurró, el nudo que tenía en la garganta no le permitía para más.

-Nos volveremos a ver, Lucy. – No separaban sus miradas, sus ojos estaban conectados al igual que sus corazones. Los dos sabían perfectamente que no se volverían a ver, no tenían esperanzas, no tenían sueños, no tenían mucho más por lo cual luchar, ese era el Adiós.

-Solo prométeme que nunca olvidaras lo que pasamos Harry, solo… promételo – El nudo en la garganta hacia que todo resultara peor, no podía…

-Lo prometo pequeña, lo prometo.

Como si hubiese sido por arte de magia, Harry la tomo de la cintura, rozando sus labios los dos convirtieron la poca distancia que había en un beso. Un beso lleno de emociones, un beso con suma delicadeza y lentitud, un beso que recordarían siempre.

-¡Lucy, ya es hora! – Un grito proveniente del primer piso hizo que ambos reaccionaran y se detuvieran, aun sin dejar de mirarse a los ojos.

La castaña tomo su equipaje, era hora, era el adiós.

-No digas la palabra que tienes en los labios- Suplico Harry, con los ojos aun cristalizados y con más ganas de llorar.

-Adiós.- Susurró la castaña antes de desaparecer por la puerta, antes de mirar por última vez a la persona que amaba.

¿Es así como terminaba?

Es ahí cuando Harry pensó, de todo lo que acababa de suceder, el amor de su vida se iba, y nunca le había pronunciado la palabra que ella más anhelaba, la palabra que marcaría su amor, como ese Verano de Amor.

-Te Amo...