Re: [Terminada] // ~ Cuando nos volvimos a encontrar. (Louis T. & Lía)

por **LalaHoran** Sáb 26 Ene 2013, 10:10 am

jhgdjkash mee daa muchaa nostalgiaa que esteen asii... ella está diciendo cosas que realmente no sientee, ellaa lo amaa... él solo necesita darse cuenta que aún la sigue amandoo... jdkhgasjkhas mee cae tan maal Ian grrrr espero ansiosaa el próximo capituloo, cuidate lindaa xx

por **Mslistie** Dom 27 Ene 2013, 4:09 pm

Capítulo 16.

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Sorprendido ante las palabras de la muchacha, carraspeó, llevándose la mano hasta la nuca. Tomó aire y lo soltó con fuerza por la nariz. Ese ataque le pilló desprevenido y no supo cómo actuar, por lo que Lía se dio cuenta de su victoria.

-¿Realmente quieres eso? ¿No quieres volver a verme?-Su voz no sonaba tan alegre como hace unos instantes.

Ella se mordió el labio inferior y profundizó la calada hasta el interior de sus pulmones. Deslizó sus zapatillas entre el césped y suspiró.

-Ese es el problema. Querer. Ya no es cuestión de querer verte. Es más bien que estoy empezando a necesitar verte. Y antes de que se convierta en una necesidad rotunda, prefiero no saber nada más de ti.

Lo dijo arrastrando cada sílaba como si el hecho de pronunciarlas le anudase las entrañas y le apuñalase la respiración. Sabía que iba a derrumbarse, nunca pudo imaginar que su mayor debilidad se encontraba a metros de distancia. Louis se acercó en silencio y se sentó al lado de Lía, apoyando la cabeza contra el árbol.

-No me hagas esto más difícil. –Suspiró cerrando los ojos.

-¿Dificil, Louis? ¿DIFICIL?-Se giró bruscamente para mirarle.- Desde que llegaste siendo el desconocido capitán de Doncaster has provocado un caos emocional en mi vida. Desapareciste y ahora vuelves de la nada haciéndome sentir que el tiempo no avanzó entre nosotros. Esta tarde me sueltas lo más hermoso que me han dicho en la vida y me rechazas. –Su voz volvía a quebrarse, y esta vez dejó de controlarse.-No quiero enamorarme de ti, no quiero. Pero ¿sabes cuál es el problema? Que es tarde, es jodidamente tarde para no quererlo ¡Eso sí que es difícil! –Sus lágrimas caían débiles sobre sus mejillas y para intentar esconderlas, tapó su rostro con las manos. –Vete de una jodida vez, Louis. VETE.

Escuchó como el muchacho se levantaba y resoplaba temblorosamente dando varios pasos de un lado a otro sin decir nada. Lía pudo ver a través de los recovecos de sus dedos como Louis pasaba sus manos sobre su cabeza insistentemente, maldiciendo por lo bajo con cierta rabia. Ella intentó tranquilizarse y su frágil llanto se tornó a un debilitado gimoteo. Los silencios con Louis eran insoportables y eso le frustraba hasta el punto de cabrearse con ella misma. Se secó las lágrimas con el reverso de la mano y se levantó como si nada hubiera pasado, dispuesta a marcharse. Se giró dándole la espalda al castaño y adelantó un par de pasos, esperando impacientemente que la voz de Louis la detuviera, sin embargo no escuchó nada. Era el momento de rendirse, dentro de dos días, él se marcharía para siempre.

-Adiós Louis. –Su respiración se entrecortaba cada vez que el pensamiento de no volver a verle se le cruzaba por la cabeza, pero era el destino ¿no? Abatida, volvió a caminar esta vez con decisión y ligereza ya que necesitaba llegar lo más antes posible a casa para desahogarse con su almohada, pero antes de dar otro paso, una mano sujetó con fuerza su muñeca.

-No te vayas. –Sus palabras eran débiles pero a la vez sonaban concluyentes.- He perdido.

Lía no entendió su contestación, así que se dio la vuelta incrédula y se encontró a Louis lo bastante cerca como para poder oler el perfume que llevaba. La miraba con firmeza advirtiendo que la decisión estaba tomada. Dio un tirón suave de la muñeca de Lía posándola sobre su hombro y colocó sus manos sobre el aún húmedo rostro de la muchacha.

-Perdóname. –Musitó esbozando lo que parecía ser una de sus medias sonrisas. Lía abrió la boca para atacar pero antes de que pudiera decir nada los labios de Louis estaban presionando con fuerza sobre los suyos. Se quedó sorprendida y por un momento no supo si proseguir el beso o rechazarle como él hizo hace unas horas. En escasas mílesimas de segundos se le pasaron miles de posibilidades, pero ella era demasiado débil ante Louis, no, no lo era, quería que así fuera, por lo que decidió aprovechar el momento que jamás volvería a tener. Cerró los ojos y entreabrió sus labios lentamente mientras iba deslizando la mano que tenía sobre su hombro hasta su cuello, acariciándole hasta acabar en la nuca. Louis deshizo poco a poco del agarre que había formado en las mejillas de Lía y deslizó sus manos en busca de su cintura, atrayéndola a él con decisión. Empujó suavemente el frágil cuerpo de la muchacha obligándola a dar unos pasos hacia atrás para intentar toparse con el tronco de un árbol, pero en lugar de eso se encontraron con uno de los numerosos setos. Antes de que Louis se diera cuenta, Lía tropezó y cayó hacia atrás y como consecuencia del agarre que habían formado, él también.

-Eres idiota hasta para esto. –Dijo Lía entre risas mientras intentaba acomodar su cuerpo al inestable matorral.

Louis rió y volvió a besarla, mordiendo sus labios con suavidad para evitar algún tipo de herida malintencionada. Lía sin embargo subió su mano hasta el cabello castaño del muchacho y lo enredó entre sus dedos a la vez que le propició un fuerte mordisco con la intención de dejarle una pequeña marca en el labio inferior.

-No seas bruta. –Sonrió apartándose ligeramente mientras repasaba la herida con la punta de la lengua esbozando una mueca de asco tras degustar su sangre. La chica volvió a reír y acercó sus labios hasta su herida, dándole un suave beso.

-Te aguantas. –Juntó su nariz junto a la de Louis y cerró los ojos lentamente, a la vez que murmuraba.- Te odio, ¿lo sabías?

-Yo también te quiero, ¿lo sabías? –Besó la nariz de la muchacha y colocó la mano sobre el seto para tomar impulsó y así poder incorporarse más fácilmente. Cogió la mano de Lía ayudándola a levantarse y ésta refunfuñó.

-No, no lo sabía. Por eso te odio. –Resopló y frunció el ceño.- No hay quién entienda a los hombres.

-Con el tiempo quizás me entiendas. –Entrelazaron sus dedos y apretó con fuerza mientras tiraba de ella hasta la explanada que estaba a escasos metros de distancia.- Mira, está amaneciendo.

Louis volvía a tener la mirada de un niño, pero con la diferencia de que en apariencia era todo un hombre.

-¿Recuerdas cuando te desperté para ver el amanecer juntos?-Exclamó el castaño.- Y tú cabreada me tiraste la almohada en la cara. –Rió y desvió la mirada a Lía contemplando sus ojeras.

-Tienes suerte de que esta ocasión sea diferente. –Hizo memoria y encontró el momento en el que Louis entró a su habitación de la cabaña para despertarla el mismo día en que ambos partían cada uno a su lugar. A pesar del sueño que tenía Lía, aceptó ver el amanecer con Louis cerca de los establos.

-Tengo la suerte de que se vuelva a repetir. –Volvió a mirar hacia el horizonte y los rayos de sol que fueron haciendo acto de presencia, bañaron a ambos con su luz iluminando los sentimientos que tanto tiempo escondieron por miedo a la tormenta.

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Ofú, no tengo palabras para agradeceros las que os dedicáis a leerme. De verdad, así da gusto seguir escribiendo.
Pero me he planteado finalizar pronto la novela, quién sabe, tres, cuatro capítulos más y ya terminar con ésto, que tengo la sensación de que se está haciendo demasiado pesado. :/
Gracias de nuevo, lindas.
Muá. <3

por **LalaHoran** Dom 27 Ene 2013, 4:50 pm

hdfskjahdsgkja me encantoo asi completamente el capitulo... no me esperaba para nada la reacción de Louis pero fuee un poco romantico lo del amanecer y todoo esoo mee daa un poco de nostalgia quee pienses en terminarla tan prontooo... me encanta la historiaaa, pero estare encanta de leeer hasta el ultimo capituloo, cuidate lindaa xx

por **NotesOfLove~** Dom 27 Ene 2013, 6:17 pm

Seguila!

por **tanieseDirectioner:)** Mar 29 Ene 2013, 8:46 pm

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO! No es pesada cariño besho, es hermosa y perfecta, y romántica, y y y..... muchas cosas mas, me da el soponcio *muere y revive* hay me encantó, es tan kasdsñl.

por **Mslistie** Dom 03 Feb 2013, 1:51 pm

Capítulo 17

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Lía entró a hurtadillas por la puerta de su casa con los cinco sentidos al límite por miedo de que la descubrieran. Nunca se fue de casa sin dar un aviso, y ni mucho menos llegó a las 9 de la mañana sin una buena excusa. Cerró la puerta con éxito sin emanar ningún tipo de ruido, y se dirigió hacia la cocina para “desayunar”. Cogió unos snacks y al cerrar el cajón escuchó una voz proveniente del salón.

-¿Cuál es la excusa de esta mañana, Lía?

Encogió los hombros y se giró cautelosa para ver el rostro enfadado y soñoliento de su madre.

-Si la excusa es Louis, no me vale. –Cruzó sus brazos y alzó una de sus cejas, esperando la reacción de su hija.

Lía dibujó en su rostro una enorme sonrisa y se acercó a su madre dando pequeños brincos.

-Que lista eres, mamá. –Se alzó ligeramente y besó su mejilla.- Voy a arreglarme. Los entrenamientos empiezan en una hora.

-Esta vez lo dejaré pasar, pero no te acostumbres. –Suzanne rodó los ojos y se encaminó a prepararse el desayuno mientras oía como Lía tarareaba feliz mientras subía las escaleras.

Entró a su habitación y se abalanzó sobre su cama, atrapando aquella almohada que hace unas horas la había visto llorar. La estrujó entre sus brazos y rió. Se sentía estúpida, más bien estúpidamente enamorada. Sabía que sería temporal, un amor a corto plazo, pero se sentía tan llena que no le importaron las consecuencias que ello conllevaba. De repente su móvil vibró, y automáticamente supo de quién sería el mensaje.

“Estoy en la puerta de tu casa. ¿Vienes?”

Suspiró y se acercó a la ventana para comprobar que realmente estaba ahí; el descapotable rojo le disipó las dudas. Lía tenía la sensación de que Ian cada vez la atosigaba más, era demasiado insistente y estaba todo el día detrás de ella. Quizás siempre fue así y simplemente tenía una venda en los ojos que no le permitía ver el agobio que era estar con el moreno. Bueno, eso es lo que solían llamarle “estar enamorada”

“Acabo de levantarme, así que llegaré más tarde.”

“Está bien, no tardes. Te quiero”

No respondió al último mensaje, pues si lo hacía podría estropear lo que quedaba con Ian, aunque en ese momento poco le importaba. Oyó como el descapotable inició su marcha y se esfumó en segundos. Suspiró y se acercó a su armario en busca de algo para ponerse y estar más o menos aceptable para después ir al baño y esconder esas ojeras de no dormir con mucho maquillaje. Bajó y se despidió de su madre mientras ésta seguía con su rostro de advertencia.

No tardó en llegar a los pabellones nuevamente, ya que vivía relativamente cerca y su paso era bastante acelerado mientras escuchaba sus canciones favoritas desde el móvil. Se fumó un cigarrillo antes de entrar y se encontró con la mirada de Ian en el mostrador.

-Buenos días, dormilona. –Sonrió y se acercó hasta a ella para abrazarla y a continuación besarla. Lía le correspondió el beso a desgana, y él lo notó. -¿Estás bien?

-Sí, lo siento Ian, es que he pasado una mala noche. –Se inclinó de puntillas para ver quienes estaban en el mostrador ya que divisó una cabellera despeinada y castaña. Louis sonrió mientras la miraba de reojo y firmó los papeles que había en la mesa. Ian se extrañó de la sonrisa que se dibujó inconscientemente en el rostro de Lía y se giró frunciendo el ceño, observando quiénes estaban detrás suya.

-¿De qué te ríes? –Volvió a mirarla con gesto cansado mientras pasaba su brazo por el hombro.
-Nada Ian, algo que recordé.

-¿Y lo que recordaste estaba detrás mía o qué? –La muchacha resopló y pasó de responder a su comentario. Cada vez Ian era más molesto, por lo que se fue a las gradas dejándolo indignado y farfullando palabras que no llegaron a su oído y tomó asiento estratégicamente para poder ver ambos entrenamientos, para que así el moreno no sospechara nada.

Lía pasaba más tiempo observando al equipo contrario que al de Irlanda, siendo claros, solo miraba a Louis que en cada momento que pillaba al entrenador distraído aprovechaba para hacer cualquier tontería consiguiendo que ella riera. En uno de esos momentos Liam le propició un codazo a Louis entre risas, a lo que el castaño se sonrojaba levemente.

La mañana pasó rápidamente, ya que los entrenamientos fueron cortos pero intensos. Lía aprovechó para mandarle un mensaje a Louis antes de encontrarse nuevamente con el rostro enfadado de Ian.

-¿Qué tiene el otro equipo que no dejabas de mirarles?

-¿Ya empiezas?

-Olvídalo. No quiero pelear otra vez. ¿A dónde quieres ir? –Colocó su mochila sobre sus hombros besando la frente de Lía. Ese instante le incomodó ya que recordó como Louis lo hacía constantemente, pero mantuvo la compostura.

-A casa. –El rostro de desaprobación de Ian hizo que Lía prosiguiese.- Te dije que dormí fatal, necesito descansar.

Viajaron en silencio, pero Lía podía notar el mal humor de su novio por como sujetaba el volante y por cada una de las miradas que le dedicaba. Él sabía que algo no iba bien y no podía encontrar el camino para arreglar las cosas, los suspiros delataban la falta de confianza. Paró en frente de la casa de Lía, y ésta se bajó, “olvidándose” del beso de despedida.

- No sé lo que está pasando. Quizás estoy ciego o no veo lo que tengo que ver. –Exclamó cuando la chica se bajó del coche.

-No te entiendo.

-¿Qué he hecho mal? Cada vez te noto más distante y ni si quiera sé el por qué.

Llegaba la fase de autoculpa y esta vez Lía sintió remordimientos. Estaba mal lo que había hecho y sintió la necesidad de contárselo. Ella sabía que Ian la amaba por encima de cualquier cosa y estaba siendo cortante, por cada paso que él daba ella le devolvía dos pasos hacia atrás.

-Ya hablamos. Descansa para el partido de mañana. –Sonrió forzosamente mientras se mordía la lengua para no hablar más de la cuenta. Ian dijo algo, pero Lía estaba lo suficientemente alejada del coche como para oírlo, o más bien hizo oídos sordos ya que no quería hablar más del tema.

Entró en casa y se quedó expectante tras la puerta esperando a que Ian se marchara. Pero se quedó parado unos instantes mientras le daba vueltas a la cabeza, o eso supuso Lía. Su móvil volvió a vibrar y al leerlo, no pudo evitar sonreír.

“Me estoy congelando de frío. ¿No piensa moverse de ahí?”

Volvió a correr la cortinilla y examinó los arbustos del vecindario, en busca de Louis, pero no le divisó. Sabía dónde esconderse bien.
Finalmente Ian arrancó el motor y se fue con la misma rapidez que esta mañana, por lo que Louis no tardó demasiado en llamar a la puerta con tres suaves toques.

-¿Y tus padres?

-Trabajan, no llegaran hasta la noche. –Lía se encogió de hombros y fue a la cocina, sintiendo como Louis la seguía.- ¿Qué quieres para comer?

Se paró en frente de la nevera mientras intentaba encontrar la pizza que su madre compró el otro día cuando sintió como los brazos de Louis rodeaban su cintura a la vez que le daba un beso en la mejilla. Ella sonrió y suspiró, girándose para quedarse en frente de Louis, apoyándose en la nevera una vez cerrada mientras colocaba sus manos sobre los hombros del muchacho, alzándose de puntillas para llegar a rozar sus labios.

-Aún recuerdo eso de la cajita –Se separó sonriendo ampliamente y se dio la vuelta sosteniendo la mano de Lía. –Tendrás que enseñármela, ¿no?

-Y yo que confiaba en que se te había olvidado. –Soltó su mano y le dio un pellizco en la nariz, de esos que odiaba tanto Louis mientras ella reía sin parar conforme subía las escaleras corriendo, siendo perseguida por el mismo niño que corría en el campo como un loco cada vez que jugaban al pilla pilla.
Llegaron algo exhaustos a la habitación, sobre todo Lía debido a su adicción al tabaco y se dejó caer en la cama mientras Louis se quedaba apoyado en la puerta.

-En una carrera no me duras ni dos segundos. –Dijo entre risas mientras se acercaba a la cama de la muchacha, contemplando desde el borde de ésta el decorado de las paredes. – Sigues siendo una niña. Todo de color de rosa…

-Cállate, idiota. –Le sacó la lengua y alzó la mano para intentar atrapar entre sus dedos un mechón del cabello de Louis, tirando de éste con fuerza logrando que se le escapara un leve gemido de dolor.- Nenaza.

-¿Nenaza yo? Ahora verás, pequeñaja. –Lía abrió demasiado los ojos cuando notó las manos de Louis atravesar sus costados, dándole suaves pellizcos entre éstos provocándole un ataque de risa. Agarró sus brazos con fuerza intentando pararle sin obtener éxito alguno, así que finalmente no le quedó otra que suplicarle.

-Odio que me hagas cosquillas. –Refunfuñó intentando recuperar la respiración. Louis sin embargo no paraba de reír.- Ogh, deja de reírte.

-Eres realmente adorable cuando te pones así. –A Lía se le ruborizaron las mejillas y cogió su almohada para colocársela sobre el rostro, escondiéndose. El castaño se tumbó cerca de ella, acomodando su cuerpo hacia un lado para observarla, quitándole el cojín que cubría su rostro.- Nunca te lo he dicho, pero eres preciosa.

-Te quiero.

Sonrió sintiendo el calor en sus mejillas aún más intenso que antes. Se sintió extraña pronunciando esas palabras a otro chico que no fuera Ian y se preocupó de la facilidad con la que salieron. Colocó su mano sobre la cara de Louis y apreció las pequeñas pecas que cubrían su nariz.

-Vaya, no soy la única pecosa. – Louis esbozó una mueca de asco fingido torciendo el labio superior hacia arriba a lo que Lía volvió a reír.

-Nunca podré superarte, por mucho que las intentes esconder con maquillaje.

-“Nunca podré superarte, mimimimi”-Burló a Louis intentando imitar su tono de voz y se levantó de la cama, cogiendo la pequeña cajita que se encontraba a un lado de ésta. Volvió a sentarse ante la mirada curiosa del muchacho y se cruzó de piernas, abriéndola lentamente. Louis metió la mano en su interior, palpando lo que había, a lo que Lía le dio un manotazo.

-No seas impaciente. –Resopló como un niño pequeño y esperó a que la chica sacará el primer contenido.- Mira, aquí tengo varias fotos.

Se las tendió a Louis y éste las observó asombrado. En una de ellas salían subidos a un árbol, en otra estaban a lomos de un caballo con un sombrero de paja y en otra salían tirándose la comida.

-Esta es mi favorita.

Lía sonrió mostrándole la última foto que guardaba de ellos. La pequeña sonrojada y de puntillas besaba la mejilla del castaño, mientras él guiñaba a la cámara con una sonrisa mellada. Louis sonrió nostálgico y se quedó varios instantes observando la foto, analizando cada detalle.

-¿Quieres quedártela? –Él la miró sorprendido y negó con la cabeza no muy convencido.- No me seas idiota, ya me mandarás una copia.

En ese momento la alegría que tenía mostrándole las fotografías se disipó al pensar que al día siguiente Louis se marcharía otra vez a Doncaster, olvidando lo ocurrido en sus tres días en Irlanda. Él se percató de la tristeza repentina de Lía y se acercó besándola suavemente en los labios.

-Volveremos a vernos, y muy pronto. –La miró sosteniendo su barbilla entre sus dedos.- Lo juro.

-No prometas en vano. –Suspiró y guardó las fotos en la caja nuevamente, dejando su favorita en manos de Louis.

-Eh, las cosas son diferentes a cuando teníamos diez años. –Intentó convencerla, pero la negatividad característica de Lía le impedía imaginar tanta fantasía.

-Quién sabe Louis. –El muchacho volvió a refunfuñar.

-Vendré a verte. Lo haré. –Su mirada parecía sincera así que Lía se dejó llevar por la “mentira” y asintió volviendo a sonreír.

por **tanieseDirectioner:)** Lun 04 Feb 2013, 5:36 pm

Me morí de la ternura, ah.
Quiero un novio, así tan Louis.
Que bellos ellos,ah.
Lloraré.
Tienes que seguirla.

por **khloe** Mar 05 Feb 2013, 9:23 am

Que bueno que entre Louis y Lia este todo bien.
Síguela pronto.

por Invitado Dom 10 Feb 2013, 1:51 pm

por favor siguela esta emocionante la cuando nos volvimos a encontrar - [Terminada] // ~ Cuando nos volvimos a encontrar. (Louis T. & Lía) - Página 3 3613480495

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y

como escribes

por **LalaHoran** Dom 10 Feb 2013, 1:55 pm

jhdskjaghkjas siguee lindaa amoo a esos dooos, lastima que pronto vendrá la despedidaa jagdsahsjgkhas necesito capituloooooooo xx

por **Mslistie** Mar 12 Feb 2013, 5:04 pm

Capítulo 18.

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El móvil de Louis sonó, y tras ver el nombre y la foto de quién llamaba un atisbo fugaz de ilusión y decepción a la vez aparecieron en su rostro. Sonrió a Lía mientras se levantaba de la cama, y con un gesto le indicó que volvería en unos minutos, por lo que salió por la puerta de la habitación hasta llegar al pasillo.

Lía supo con certeza de quien se trataba con solo observar los gestos y la reacción de Louis; suspiró y volvió a tenderse en la cama mirando hacia el techo, volviendo a pensar en cómo había llegado a esa situación tan estúpida y fantasiosa.

Al castaño le llevó casi una interminable hora con la oreja puesta al teléfono, por lo que al entrar nuevamente en el cuarto, se percató de que Lía se había quedado profundamente dormida. No quiso despertarla así que pensó en irse, pero conociendo a la muchacha sabría que se enfadaría y volverían al mismo retorno. Se acercó hasta el borde de la cama y se sentó, cogiendo en sus manos la cajita que Lía había dejado a un lado suyo de la cama. Abriéndola con cuidado sonrió sin ganas al ver el contenido tan perfectamente cuidado que se encontraba en su interior. Aparte de las fotos que Lía le mostró momentos antes, se encontró alguna piedra, un trébol de la suerte completamente seco y la pulsera de cuero. Recordó cuando se la regaló el último día y como ella, con los ojos brillosos, le regalaba su collar. Louis era un chico muy descuidado, por lo que no poseía ningún recuerdo de ella excepto ese collar. Lo tenía guardado en una cajita junto con otros objetos sin valor que se compraba o le regalaban. Al principio lo usó durante un tiempo, pero cuando la cuerda se desgastó decidió guardarlo y no arriesgarse a perderlo, era el único recuerdo que podía poseer de su amiga. Siguió rebuscando en la cajita, y encontró en ella una nota escrita con una letra apenas legible. Abrió los ojos y se sorprendió gratamente cuando reconoció la caligrafía. Era suya, de cuando tenía unos 7 u 8 años, declarándole lo que parecía siendo un sentimiento de amor por Lía. A esa edad todo era más fácil y un simple “¿quieres ser mi novia?” lo solucionaba todo. Sonrió para sus adentros intentando recordar ese momento, pero todo fue en vano. No tenía tan buena memoria como creía.

-¿Qué haces?-Lía estaba sentada detrás de Louis observándolo con una ceja enarcada.-Nadie te ha dado permiso para cotillear.

-Lo siento, no pude resistirme. –Rió y se dio la vuelta, cruzando las piernas para estar más cómodo.- ¿Esto lo escribí yo?-Sostuvo el papel entre sus dedos, moviéndolo suavemente por el rostro de Lía.

-Si no lo hubieras escrito tú, no estaría ahí guardado. –Respondió con obviedad alzando su mano para atrapar la nota. Cogió la caja que se encontraba en el lado de Louis y la dejó detrás de ella. -¿Y bien?

-¿Eh?

-¿Quién llamó? –Aún guardaba una pequeña esperanza.

-Ah. Eleanor. –Arrugó su nariz y desvió la vista algo preocupado.- Mi novia.

-Lo imaginaba. –Lía intentó que su tono fuera lo más formal posible, pero a veces le era difícil.- ¿Y qué tal? ¿Te echa mucho de menos y esas cosas?

-Evidentemente. ¿Tú no lo harías? –La miró sonriendo, restando importancia al tema que se había iniciado.- Todo el mundo me echa de menos.

El ambiente se encontraba tenso, en especial por parte de Lía. En esa hora en la que había podido pensar y a la vez dormirse cayó en la conclusión de que esa historia que estaban teniendo no iba a parar a ningún sitio, y si lo hiciera, no acabaría bien.

-¿Y tú? ¿La extrañas?

Louis tragó saliva y dudó realmente en responder, o eso le dio a entender a Lía su prolongado silencio.

-Sí, Lía, la extraño.-Dejó caer las palabras como suspiros, y supo que al decirlas, lo que tan bien iba un par de horas atrás, se tornaría a una pelea.

-Es normal. ¿Puedo ver alguna foto suya?-Restarle importancia a lo que en esos momentos era el centro de su vida, estaba siendo muy fácil para Lía. Más de una vez se cuestionó si podría dedicarse a la interpretación. Louis asintió extrañado y rebuscó en su móvil alguna foto, mostrando a su paso sin querer, las que salían ambos sonriendo o simplemente besándose. Lía se mordía el labio con cierta fuerza para no dejar que el malestar aflorara, ya tendría tiempo para lamentarse.

-Vaya, es muy guapa.

-Lo es. –El castaño volvió a sonreír y seguidamente guardó el móvil en el bolsillo. Miró fijamente a Lía a los ojos y susurró.- Esto no está bien.

Esas palabras no le sorprendieron, pues supo que realmente lo que hacían no estaba bien para sus parejas y mucho menos para ellos mismos. Lía asintió y sonrió forzosamente. No sabía por cuanto tiempo podría seguir fingiendo, la incomodidad estaba haciendo acto de presencia.

-Lou, creo que es mejor que te vayas. –Frunció el ceño haciendo el amago de levantarse.

-Lía… Yo… Déjame explicarte -Mantuvo su posición intentando encontrar las palabras exactas.

-No importa, Louis. Esto lo sabíamos ¿no?-Guardar la compostura siempre fue uno de sus fuertes, que mejor momento para aprovecharlo.-Tengo cosas que hacer, como hablar con Ian y que todo esto se arregle.

-¿Te importa si me paso esta noche?

-En absoluto. Pásate y te invito a cenar. Como Jesús con sus discípulos, esta será la última cena. –Ambos rieron con cierta tristeza, pues efectivamente sería el último momento en intimidad que podrían pasar a solas.

-Está bien. Determinaré las estrategias para el partido de mañana con Liam y me pasaré.

-Puedes decirle que venga. Se le ve un buen chico.

-Esta noche hay cena con el equipo, no creo que venga. –Antes de que Lía pudiera formular otra de sus preguntas, el muchacho se le adelantó haciendo un gesto con la mano.- Ellos no cuentan conmigo. Han perdido el respeto a su capitán.

Volvieron a reír y se incorporaron, compartiendo algunas palabras un tanto forzadas por el recorrido de las escaleras. Llegaron a la puerta y Louis tomó su abrigo, saliendo hacia el jardín.

-Nos vemos en unas horas.

-Hasta luego, pequeño Boo.

Tras cerrar la puerta, la sonrisa de Lía se desvaneció y esas ganas de llorar que estuvo reprimiéndose en todo momento, comenzaron a aparecer de manera silenciosa mediante lágrimas que ella misma sabía que no tenían sentido. Subió hasta su habitación y se tiró en la cama volviendo a estrujar la almohada entre sus dedos.

No llamaría a Ian, no había nada que arreglar.

Volvió a perderse entre sus propios sentimientos.

Apretó sus labios para evitar emanar algún gemido de dolor.

Y entonces comenzó a llover.

por **khloe** Miér 13 Feb 2013, 2:08 pm

Me encantó, me da pena Lia. Síguela pronto.
Besos.

por **LalaHoran** Miér 13 Feb 2013, 3:46 pm

jhdsgkjsdhdas otro cap que me hizo llorar... es demaciado para Lia... pobrecita me dio mucha pena :misery: última noche juntoos espero ansiosa el próximo capitulo... xx

por **Mslistie** Vie 01 Mar 2013, 5:09 pm

Capítulo 19

cuando nos volvimos a encontrar - [Terminada] // ~ Cuando nos volvimos a encontrar. (Louis T. & Lía) - Página 3 Boys-cute-liam-louis-Favim.com-498286

Sin quererlo volvió a quedarse dormida. Su sueño estaba empezando a descontrolarse, pero no importaba, ya tendría tiempo para volver a calibrarlo. Algo la despertó, fue la insoportable vibración de una llamada perdida y seguidamente un mensaje. Lo leyó con los ojos entrecerrados y lo dejó a un lado. Su madre volvería esta noche muy tarde, pues aprovecharía las horas de después del trabajo para reunirse con los padres de Louis. Observó el reloj y se percató de que apenas habían pasado 45 minutos desde que se durmió así que decidió tomarse un baño y relajar las emociones.

Quizás Louis no estaba destinado directamente para que se encontraran, fue tan solo una llamada de atención para recordarle a Lía de que ahí estaba, que el tiempo pasaba y las personas rehacían su vida dejando atrás el pasado. El problema de Lía es que a pesar de los años, creyó haber dejado el pasado atrás, pero tan solo se quedó guardado en una cajita dispuesta a abrirse cuando menos se lo esperaba.

Tras salir de la ducha, el móvil volvió a vibrar y esta vez no era ni su madre, ni Louis ni por su puesto Ian. Era un número desconocido.

“¡Hey, hola! Soy Liam, me gustaría hablar contigo. A las 6 en Garden :)”

Lía se sorprendió y miró la hora que marcaba su teléfono. Faltaban 20 minutos para las 6, y el Garden estaba a unos 15 minutos a pie. Se vistió rápidamente y esta vez evitó maquillarse, pues si no, hubiera tardado una hora más de lo previsto. El frío que inundaba la ciudad congeló sus pestañas y la lluvia le hacía ralentizarse en cada paso que daba. Algo le decía que esa misma noche acabaría en cama y con 40 de fiebre, no sería la primera vez que le pasaba. Suspiró y se encapuchó con el chubasquero, así caminaría más rápidamente a su destino. Como era de esperar, llegaría tarde, el reloj digital de la farmacia de la ciudad le indicaba que habían pasado diez minutos de las 6, así que aceleró el paso lo máximo que pudo hasta llegar al parque. Se quedó parada en uno de los bancos principales mientras examinaba la zona con la esperanza de encontrarse a Liam, pero no había nadie, tan solo unos críos pequeños corriendo como si les fuera la vida en ello. Cada vez llovía con más intensidad y Lía sentía que su cuerpo pesaba demasiado. Miró nuevamente su reloj y se percató de que eran casi las 6 y media, por lo que Liam se había ido.

Suspiró y maldijo para sus adentros el haber caminado con este tiempo para nada, pero cuando iba a darse la vuelta para marcharse, alguien le tapó los ojos.

-Adivina quién soy. –Su voz ronca fingida no consiguió despistar a Lía.

-Hola pequeño Boo.

-Maldición. Debí decirle a Liam que hablara él.

Lía se dio la vuelta y contempló a Louis completamente mojado y con el cabello revuelto, a unos pasos más atrás, Liam con un gracioso chubasquero verde. Sonreía como era de costumbre en él y agitó la mano mientras hablaba.

-Será mejor que nos vayamos, o acabaremos peor de lo que ya estamos.

Lía se dejó llevar aunque estaba confundida y a la vez disgustada, pues no deseaba ver a Louis, no al menos hasta la hora de la cena.

Caminaron deprisa hasta llegar al hotel donde ambos se hospedaban y tras una leve sacudida de sus cabezas, entraron sonrientes, saludando a la recepcionista. Lía se deshizo de su chubasquero y lo colocó en el paragüero que se encontraba justo en la puerta. Durante el recorrido del ascensor hasta la planta séptima, todos guardaron silencio, un silencio que se hizo realmente incómodo.

-Uff, es increíble cómo me he puesto. Quizás mañana no pueda ni jugar. –Bromeó Louis mientras se pasaba los dedos por su despeinada melena.- Mi visión es una pulmonía.

-Te dije que usaras uno de los chubasqueros que nos dieron.

-Es horrible, Liam. No se lo pondría ni un mendigo. –De pronto Liam le dio un codazo, mirándolo seriamente.

-No digas tonterías.

El silencio volvió a reinar en los pocos segundos que quedaban para llegar a la planta en donde estaban sus habitaciones y Liam de vez en cuando miraba a la chica de reojo mientras intercambiaba algunas miradas con Louis. Éste agitaba la cabeza restándole importancia.

-Bienvenida a la suit. –Rió el castaño conforme abría la habitación.- Voy a darme una ducha, que estoy hecho un asco. –Se miró en el espejo mientras pasaba una de sus manos por la cara esbozando una mueca. – No hagáis nada malo sin mi presencia, eh Liam. –Achinó los ojos y lo señaló con el dedo mientras iba alejándose, hasta llegar finalmente al baño, cerrando la puerta con pestillo.

Lía no sabía bien que decir, tan solo se miraba las manos y las apretaba entre sí varias veces, haciendo el efecto de pelota anti estrés.

-¿Nerviosa?- Liam tomó asiento en la enorme cama, y con un leve toque le indicó a Lía que se sentara junto a él.

-¿Nerviosa? ¿Por qué? No, no estoy nerviosa Liam.

-Tu voz te delata.

-¿A qué viene esto? – La chica bufó y se sentó a su lado, fijando la vista en una zapatilla.- Quiero decir, quedé con él para cenar, y de repente me mandas un mensaje, vengo pensando que quizás quieres decirme algo, y me encuentro que estás con él.

-¿No quieres verle?

-No, no es eso. Solo que quería estar sola.

-Efectivamente quería decirte algo, pero él fue el que quería verte para, ya sabes, darte una sorpresa. –Sonrió haciendo comillas con los dedos.

-¿Tú sabes algo?

-Algo como qué. –Miró desinteresado hacia la ventana.

-No estoy para juegos, Liam. ¿Sabes algo?

-Algo sé, sí. –La miró fijamente una vez que ella levantó la vista para hablarle en tono cansado.- Es complicado.

-¿El qué es complicado?-Ambos sintieron el agua caer proveniente del baño, por lo que el chico se tranquilizó.

-Su relación. La que tiene con ella y contigo. –Frunció el ceño y buscó las palabras exactas.- Le gustas, Lía, le gustas demasiado. Su cabeza está hecha un lío. No para de hablarme de ti, o lo que puede sentir cuando está contigo.-Hizo una larga pausa antes de continuar.- Han pasado muchos años, y créeme que cuando hace dos días volvió a verte, sus sentimientos cambiaron. Es un pesado.

Liam rió y una sonrisa interna brotó en el corazón de la chica. Eso si que era una sorpresa, pero quizás un tanto amarga.

-¿Y el problema es…? –No quería escuchar nada más, prefería quedarse con aquello y olvidar todo lo demás, pero las palabras salieron solas.

- El caso es que tiene una vida en Doncaster. Su familia, sus estudios, sus amigos y Eleanor. –Colocó la mano en el hombro de Lía y dijo.- Pero el problema es que ha llegado a replantearse su vida, por una nueva. –Volvió hacer una pausa, pero esta vez más corta.- Sin embargo, él quiere a su novia, pero como ya te he dicho no se aclara. Las relaciones a distancia y además a dos bandos no acaban bien.

-¿Y qué se supone que tengo que hacer? –Intentó que su voz no quebrase, pero su corazón dio un vuelco a su favor. “Se replanteó cambiar su vida, por una nueva aquí” pensó Lía. Pero antes de que Liam pudiera responder, la puerta del baño se abrió.

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Siento la tardanza, chicas. El siguiente capítulo lo tengo ya escrito. Quizás lo suba mañana o dentro de unos días.
Muá. <3

por **Mslistie** Sáb 09 Mar 2013, 8:26 am

Capítulo 21

cuando nos volvimos a encontrar - [Terminada] // ~ Cuando nos volvimos a encontrar. (Louis T. & Lía) - Página 3 Tumblr_mfjaqjAVCQ1rl80x4o3_500_large

-Bueno, será mejor que me vaya ya. –Liam se levantó y sonrió abiertamente a la chica, que sentía como sus ojos iban a comenzar a brillar en cualquier momento.- El equipo me espera.

Se marchó dejando a ambos en la habitación, susurrándole antes algunas palabras al castaño. Lía aún no tuvo el valor de girarse y mirar a Louis, pues aún estaba en su momento de reflexión, por lo que volvió a cogerse las manos esperando a que sucediera algo. Y sucedió. De pronto sintió como alguien tocaba a la puerta y el muchacho alegre, fue dispuesto a abrir. Ahí fue cuando Lía le observó y se quedó embobada mirando el nuevo atuendo que llevaba. Era parecido al de la cena que tuvieron hace dos días atrás, pero esta vez iba con una americana gris y una camisa azul cielo, unos pantalones beige y unos mocasines. Estaba realmente atractivo, y ella hecha un asco.

-Muchas gracias. Pasen por aquí.- Sostuvo la puerta y unos camareros entraron a la habitación con un carrito con una suculenta comida, una botella de champán y algunos pétalos esparcidos por el mantel. Lo dejaron en medio de una alfombra realmente preciosa y colocaron dos sillas para que todo estuviera perfecto para el momento. Louis les dio una propina y se fueron.

-Espero que tengas hambre. –Se giró hacia Lía y se acercó sigilosamente tomando su mano para levantarla.- Creo recordar que la pasta era uno de tus platos favoritos ¿no? Te puedo asegurar que ni en Italia encontrarás unos macarrones como estos. –Rió y la fue conduciendo hasta una de las sillas. Ella solo calló y observó la escena sin entender que pretendía Louis, pero algo en su interior gritaba emocionada. Se sentía como una princesa, aunque en esos momentos tuviera las pintas de una bruja. Se sentó sin poder contener una tierna sonrisa y tuvo el valor de mirar a Louis, sintiendo como sus mejillas volvían a colorearse.

-Bonito detalle, Boo. –Logró decir notando como su tono de voz era constante. –Pero podrías haberme avisado. No vengo vestida para la ocasión.

-Sé que suena a tópico, pero estás preciosa.

Tomó asiento y sirvió ambos platos. Él estaba nervioso, y eso Lía lo pudo notar en cómo le temblaban las manos cuando tomaba el cucharón para echar la pasta en su plato. Le parecía una reacción adorable, y por un momento quiso cogerle la mano y susurrarle un “todo está bien”, pero no lo hizo. Tras servir la comida, destapó el cava torpemente consiguiendo que el tapón volara por la habitación. Ambos rieron y con ello descargaron tensiones.

En la cena no surgió ningún imprevisto. Hablaron como hacían normalmente, comentando lo que habían hecho a lo largo de sus vidas desde la última vez y lo que querían dedicarse en un futuro. Louis tenía esperanzas en llegar a ser un jugador de fútbol profesional, aunque le apasionaba el teatro, y por ello estudiaba interpretación. Lía en cambio, adoraba la fotografía como hobby, pero estudiaba comercio. Su padre podía colocarla en una empresa de prestigio si conseguía sus objetivos.

-Ven, seguro que desde un séptimo piso no has visto Irlanda en todo su esplendor. –Dijo Louis tras finalizar de cenar. Ella se levantó arqueando una ceja, y se acercó hasta el ventanal de la habitación. Salieron y se asomaron desde el gran balcón, observando efectivamente la ciudad iluminada. La lluvia había cesado, por lo que el olor a hierba mojada se hizo más presente, indagando en sus sentidos. Ella quedó maravillada ante el paisaje que tenía en frente. Nunca vio su ciudad desde las alturas y le pareció una de las imágenes más bellas que podía almacenar en su cabeza, metiendo en el mismo recuerdo a Louis a su lado.

-Lía, quería comentarte algo. –Lo susurró tan bajo que la chica tuvo que agudizar el oído al máximo para entender sus palabras. Su rostro se tornó serio, mientras que el de Louis mantenía la misma sonrisa de siempre, esta vez con algo de nerviosismo en ella. Asintió y dejó que prosiguiera.

-Aunque no lo creas, lo llevo pensando desde el primer día. –Mantenía sus ojos fijos en el horizonte, desviando la mirada hacia las personas que caminaban bajo las aceras a la vez que deslizaba sus dedos para tocar el reverso de la mano de Lía que quedaba apoyada en la barandilla.- Y conforme he pasado tiempo contigo, lo he tenido relativamente más claro. No sé si será una buena decisión, pero es la que quiero tomar. –Tomó aire y se giró hacia ella, manteniendo la misma sonrisa.- Quiero comenzar una vida nueva, aquí. –Vaciló por unos instantes, antes de poder finalizar.- Contigo.

-¿Y qué pasa con Eleanor? Eh... ella te espera, yo... -Divagó entre tartamudeos, pues aquella declaración le pilló de improviso, y más aún cuando horas antes hablaron de que no habría nada más entre ellos.

-Sí, bueno. Esa es mi duda, no sé qué pasará con ella. –Frunció el ceño intentando pensar.- Quizás vuelva a Doncaster, lo aclare todo con ella y vuelva. Me tomaría una semana, dos quizás.

Comenzaba hacer frío por lo que volvieron a entrar a la habitación, aprovechando la calefacción que caldeaba el lugar. La cabeza de Lía no estaba tan desastrosa como hace unos momentos, quizás las palabras de Louis la tranquilizaron y pensó que lo pasado no importaba con respecto al tiempo transcurrido, sus peleas y dudas en esos dos días, y sobre todo Ian. Ella quería ser feliz y con la persona de la que realmente había estado enamorada desde el primer día, más bien de su primer amor que quedó escondido esperando a ser descubierto.

-¿Quieres quedarte a dormir? –Preguntó Louis mientras se lanzaba en la ancha cama, dando pequeños saltitos en ella.

-Deja que me lo piense. –Bromeó la chica.- Solo si me das el lado derecho de la cama.-Louis bufó con desgana y se acurrucó precisamente en el lado derecho.

-Solo si eres capaz de conseguirlo.

-¿Me tientas? Ahora verás, idiota.

Dio un salto en la cama, y se puso de pie al lado de Louis, comenzando a dar saltos haciendo que la cama temblara y por su consiguiente, el muchacho también. Cada vez intentaba dar los saltos con más intensidad, consiguiendo que Louis riera sin parar, al igual que ella, pero en un momento de descuido, el castaño tomó su tobillo y dio un leve tirón de él, por lo que Lía cayó justamente encima de Louis. Este se quejó fingiendo un dolor inexistente, por lo que Lía rió con más intensidad e inconscientemente se acomodó en el cuerpo de Louis, colocando las piernas a ambos lados del cuerpo del chico.

-Te voy arrugar la ropa.-Sonrió haciendo el amago de levantarse.- Me conformaré con el lado izquierdo.

Pero antes de elevar una de sus piernas, Louis clavó sus manos en la cintura de la chica y negó lentamente con la cabeza.

-Luego podrás plancharme la camisa. –Bromeó mientras deslizaba una de sus manos por la curva de la chica, subiendo y bajando lentamente. Esto la puso extremadamente nerviosa, por lo que se mordió los labios e intento pensar en la calidez de las playas de Irlanda en verano, pero de pronto se le aparecía el cuerpo de Louis, con el torso desnudo y eso le sacó de su trance, dejando escapar una leve risa.

-Eres un idiota.

-Un idiota al que quieres.

Lía bajó su cuerpo hasta pegarlo completamente a Louis, y escondió su rostro en el cuello del chico, rodeando su cintura con los brazos para fundirse en un abrazo.

-Un poco solo.- Susurró contra su oreja y besó su mejilla. Junto su frente con la suya, y se mordió el labio inferior, dejando que el control fuera desvaneciendo, pero antes de que ella tomara la decisión, Louis ya había enredado su mano entre su pelo y la acercó hasta sus labios, presionando con fuerza y profundizando con su lengua. No tenían que esperar más.
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