~*Amor Inesperado*~ (Zayn Malik y Tu/ Original, escrita por Valeria MG)

~Cambio Inesperado~

~*Narra Niall*~
Lleve a Eliza a su dormitorio, ya cuando se había calmado un poco. Me dirigí nuevamente al dormitorio de aquel patán que se hacía llamar mi amigo, estaba lleno de coraje por lo que le había hecho a Elizabeth. Me puse de pie frente a la puerta y di fuertes golpes en ella, hasta que Harry abrió.

-Niall, ¿Qué paso?- pregunto algo adormecido.

-¿Dónde está Zayn?- pregunte con voz molesta.

-El… no está. Acaba de salir, no me quiso decir a donde iba- dijo mientras se tallaba los ojos. -¿Qué paso?- pregunto un poco más despierto.

-Tengo que hablar con el de un asunto importante- dije molesto, me di la media vuelta y fui a buscarlo, dejando a Harry con cara de confusión.

~*Narra Elizabeth*~
Aún seguía algo confundida por lo que había pasado, no podía creer lo cruel que había sido conmigo, pero claro ¡¿Cómo pude ser tan estúpida?! Fui capaz de poderle creer su teatrito de niño bueno. Seguía sin poder creer como después de un momento tan especial para mí, el solo se había burlado de mis sentimientos. Ya había terminado de bañarme, me estaba cepillando el cabello.

-¡Eliza!- escuche el grito de Jade, que estaba en la planta baja.

-¿Qué necesitas?- respondí con tono de fastidio.

-Baja, es algo importante- contesto. Mis ojos estaban hinchados de tanto haber llorado y mi cabeza dolía intensamente. Iba bajando las escaleras cuando escuche que la puerta principal se cerró.

-¿Jade?- pregunte, deteniéndome en uno de los blancos escalones. –Jade… ¿Estás ahí?- pregunte preocupada, ya que nadie respondía a mi pregunta. Llegue al final de las escaleras, no esperaba encontrarme a esa persona ahí, sentí como si mi corazón se oprimiera fuertemente y una lagrima comenzó a rodar por mi mejilla.

~*Narra Zayn*~


Deje a Elizabeth llorando al borde de la puerta, jamás había logrado poder ver llorar a una chica; así que subí a mi habitación. Había sido muy cruel con ella, pero tenía que hacerlo para complacer a mi padre. Escuche a Harry entrar por la puerta principal y baje inmediatamente, era el momento perfecto para atacar de nuevo.

-¡Harry! Vuelvo en un momento… no tardare mucho- dije mientras tomaba mi abrigo del perchero que se encontraba al lado de la puerta.

-¿A dónde vas a esta hora?- pregunto mientras se deshacía del gorro café que traía en la cabeza.

-Ya dije que no tardare- Salí del dormitorio dando un fuerte golpe en la puerta al cerrarla. Sentía el aire frio en mi rostro, corrí lo más rápido que pude hacia mi destino. Toque la puerta levemente.

-¿Tu?- pregunto algo sorprendida aquella chica.

-¿Puedo pasar?- pregunte amablemente.

-Sabes que está prohibido entrar al dormitorio de una chica- dijo la rubia.

-Jade ¿cierto? Creo que ese era tu nombre, necesito hablar con Elizabeth- dije ya algo fastidiado.

-Sí, mi nombre es Jade y se perfectamente quien eres y… no creo que te quiera ver- dijo aun negándome el paso.

-Por favor, es urgente, es sobre su tía- mentí. Eso le hizo cambiar de expresión y me dejo pasar inmediatamente. –Llámala, pero no le digas que yo la busco… dile que es urgente. Y cuando salga de su habitación, quiero que salgas de aquí, necesito estar a solas con ella- ella solo asintió con la cabeza.

-¡Eliza!- grito la rubia. -¿Qué necesitas?- contesto ella inmediatamente. –Baja, es algo importante- volteo su mirada hacia mí.

-Gracias- dije casi en un susurro. Entonces se escuchó la puerta de la habitación de Elizabeth. Jade salió inmediatamente del dormitorio.

-¿Jade?- escuche su voz, iba bajando por las largas escaleras. –Jade… ¿Estás ahí?- pregunto con tono de preocupación. Llego al pie de las escaleras, ya traía su pijama puesta, dirigió su mirada hacia mí, pude ver lo hinchados que estaban sus grandes ojos. Una lágrima comenzó a rodar por su mejilla. Subió a su habitación rápidamente, yo la seguí lo más rápido que pude, pero alcanzo a cerrar la puerta.

Continuara…

Chicas! tuve un problema con mi computadora y a ahora no puedo sacar el capitulo de office, intentare solucionar este problema lo mas pronto posible, lo prometo! en cuanto lo haga subiré 2 capítulos de cada novela :) gracias y perdón :/ las quiero :)

~Arrepentimiento~

-Elizabeth… ábreme por favor- pedí con tono de súplica. No conseguí respuesta. –Tenemos que hablar de lo que paso, fui cruel, lose pero tuve miedo de… comenzar a sentir cosas que no podía sentir, cosas que… tengo miedo de sentir. Lo…lo siento, abre la puerta y te explicare- entonces, la puerta ya no tenía candado y al entrar, me topé con Elizabeth parada a unos pasos de mí, completamente inundada en lágrimas. Trate de no sentir ninguna clase de remordimiento, pero no sé qué tenía esta chica… era diferente con ella.

-No… te acerques más- dijo ella en tono firme.

-Escúchame, solo eso te pido- suplique. –No llores más, por favor. No puedo verte así- confesé.

-¿Y cómo quieres verme? ¿Feliz, por lo que me dijiste?- pregunto sarcástica.

-No, claro que no. Es solo que… dije esas cosas, porque tenía que hacerlo para no sentir algo por ti ¿entiendes?- me fui acercando más a ella. –Es solo que… me da miedo admitir, que cuando estoy contigo, me siento diferente. Sé que jamás te trate bien, pero este año… ¡no sé qué paso!- por un lado, me sentía mal de ocultarle la verdadera razón por la cual me vi obligado a acercarme a ella, pero parte de lo que decía era cierto, ella es especial.

-¿De qué tienes miedo? ¿De enamorarte de mí acaso?-pregunto más calmada.

-Si.- conteste con toda la simplicidad del mundo. –Te pido perdón, por cómo te he tratado todos estos años, y quiero que lo intentemos- acaricie su mejilla, ella cerro sus grandes ojos y tomo mi mano. -De acuerdo, sin mentiras.- dijo sonriente. Tome su rostro entre mis manos con delicadeza y la bese nuevamente, esta vez fue algo distinto.

Después de hablar sobre la graduación y sobre nosotros, nos quedamos dormidos.

~*Narra Elizabeth*~
No tenía idea de que era lo que sentía por Zayn, hacia tan confusas las cosas. Estuvimos platicando un poco, pero yo ya no podía soportar el sueño; y al parecer Zayn sufría lo mismo, así que nos quedamos profundamente dormidos en mi habitación.

Al despertar, Zayn seguía a mi lado, no pude evitar sonreír al ver su rostro, parecía un ángel dormido. -¿Por qué tan sonriente?- pregunto dándome una sonrisa con los ojos entrecerrados.

-Porque soy feliz- conteste brevemente. -¿Listo para ir de compras hoy?- pregunte levantándome de la cama.

-¡Claro que sí!- dijo sonriente. Se levantó de la cama, yo comencé a cepillar mi largo cabello. Zayn comenzó a dar vueltas en la habitación, observando cuidadosamente cada una de mis pertenencias. – ¿Buscas algo?- pregunte confusa.

-No, es solo que… olvídalo ¿Si?- dijo en tono dulce. Yo asentí con la cabeza. Lo acompañe hasta la puerta principal del dormitorio que compartía con Jade. Me dio un beso de despedida, después salió de ahí cuidando que nadie lo viera salir de mis aposentos, ya que si alguien se enteraba de que habíamos dormido juntos, harían un completo escándalo y tal vez provocaría la anulación de nuestros certificados.



Me puse mi uniforme, sin dejar de sonreír un solo momento. Extrañaba a mi tía Caroline, no había recibido carta alguna; comenzaba a preocuparme, ya que hace una semana viajaría a Italia para inaugurar una empresa nueva. Baje al comedor, Jade y las chicas ya estaba sentadas en el lugar donde solemos sentarnos.

-¿Y, como te fue?- pregunto Jade con discreción para evitar que Susan y Karen hicieran un interrogatorio.

-Solo diré que soy muy feliz- ella inmediatamente interpreto la respuesta, dándome una gran sonrisa.

-Iremos de compras juntas ¿Cierto?- interrumpió Susan.

-¡Claro! Es la graduación, tenemos que lucir perfectas- comento Karen.

-Pensé que ya lo éramos- dijo Jade, a lo que todas comenzamos a reír.

Intente ver de reojo a Zayn, pero no estaba sentado con sus amigos como siempre lo hace. Intente evitar pensar que lo habían sorprendido escapando de mi dormitorio, pero aun así la idea paso por mi mente. Terminamos de desayunar, tomamos nuestras cosas y salimos del comedor en camino a nuestras clases. Íbamos atravesando el jardín, para llegar a clase de historia, cuando de pronto se comenzaron a escuchar voces a lo lejos. Todo el grupo lo noto, así que fuimos en la dirección de aquellas voces.

Continuara…

~Pelea~

Llegamos al frente del círculo que habían formado los demás estudiantes. Me sorprendí al ver quiénes eran los que estaban causando tanto relajo. Eran Zayn y Niall peleando.

-¡La lastimaste!- grito Niall furioso.

-¡Entiende que estaba confundido!- contesto Zayn.

-¡Solo sufrirá a tu lado, te conozco! Te encanta echar todo a perder.- dijo Niall.

-¿Echarlo a perder? ¡Tú eres el que arruina todo siempre!- Zayn se acercó a él, retándolo.

-¡Eres un maldito idiota!- Niall golpeo a Zayn en el rostro. Decidí interferir antes de que pasara a mayores, todo esto era mi culpa.

-¡Ya basta!- grite interponiéndome entre los dos. –Son amigos, no hagan esto- me puse enfrente de Zayn, sosteniendo sus manos para evitar que golpeara a Niall, pude sentir como se tranquilizó inmediatamente al sentir mi contacto.

-¿Por qué lo defiendes a él después de lo que te hizo?- pregunto confundido.

-Porque lo quiero- conteste honesta. Niall solo se quedó callado y se alejó. Me sentí mal por no haberle dado una mejor explicación, pero no quería que mitad de escuela se enterara de mis problemas personales. Tendría que hablar con el mas tarde. Abrace a Zayn.

-¿Estas bien?- pregunte preocupada mientras todos se alejaban, incluyendo a mis amigas.

-Si mi pequeña, estoy bien. Tengo que hablar con él, es como mi hermano- dijo mientras tomaba mi mano, yo solo sonreí. –Ve, tienes que hacerlo- conteste.

Regrese con el grupo. Todos se secreteaban y preguntaban porque peleaban. Mis amigas me devoraban con preguntas que no quise contestar. Tome mi lugar y pase el resto de la clase esperando ver a Zayn.

-¿Qué fue lo que paso afuera?- pregunto Jade en un pequeño pedazo de papel.

-Zayn y Niall peleaban por mí. Te explico todo después.- escribí.

Sonó el timbre. Todos nos dirigíamos a nuestras habitaciones para cambiarnos y después ir a la ciudad a comprar las cosas de nuestra graduación. Tome mi bolso e intente salir antes para buscar a Niall y hablar con él. Caminaba por los pasillos del colegio sin perder de vista el reloj.

-¿Me buscabas?- sonreí al reconocer la voz.

-Tenemos que hablar Niall- dije volteándolo a ver.

-No tienes nada que explicarme linda, Zayn ya lo hizo por ti. No hay rencores- dijo sonriendo.

-Perdóname, no quise lastimarte- dije abrazándolo. El acariciaba mi cabello.

-No, fui yo quien se ilusiono contigo- dijo el rubio.

-¿Amigos otra vez?- pregunte sonriendo y extendiendo la mano.

-¡Amigos!- contesto el estrechando mi mano. –Vamos linda, sé que mueres por ir con Zayn- yo solo sonreí. –Estará esperándote en la entrada principal- dijo sonriente.

~*Narra Zayn*~
Había ido a hablar con Niall y le dije que le dijera a Elizabeth que la estaría esperando en la entrada principal. Terminaba de cambiarme, cuando sonó mi celular. -¿Padre? ¿Por qué llamas? Pensé que estarías en Rusia- conteste.

-No uses tus comentarios inútiles ahora ¿de acuerdo?- hizo una pausa. –Estoy en la entrada principal, ven de inmediato que tengo que partir en unos minutos- colgó.

Termine de cambiarme y me dirigí rápidamente a la entrada. Ahí estaba el, con uno de sus trajes mas costosos y sus gafas favoritas; estaba observando la estructura de la escuela. –Por fin llegas- dijo sarcástico al verme.



-También me da gusto verte- conteste de la misma forma. -¿Qué haces aquí?-

–Escucha con atención… tengo algo planeado en contra de los Holland. Quiero que sigas con el plan y en la graduación te enteraras de todo, no quiero que lo tomes por sorpresa- tome un poco de aire, no quería imaginar su brillante plan.

-Padre, ella no tiene por qué salir afectada en todo esto. ¿Porque no simplemente mandas a buscar el chip?- pregunte.

-¿Qué no salga afectada? ¡No me digas que ya te enamoraste!- dijo burlón. Yo solo desvié la mirada, aun no estaba enamorado; pero la quería demasiado, de eso estaba seguro. –Y no lo mando buscar porque contiene información muy importante, nadie más debe tener acceso a ella ¿entendido?- me miro a los ojos. –Entendido- conteste.

Continuara…

~*Narra Elizabeth*~
Abrí los ojos y no había nadie a mi lado. Estaba sola y me dolía horrorosamente la cabeza. -¡Doctor!- grito una enfermera al ver que había despertado. –Señorita Holland ¿Cómo se siente?


-¿Dónde está mi novio?


-La dejo en el hospital y no ha vuelto en toda la semana. Lo siento- dijo apenada.


-Buenos días, soy el doctor Twain, estas a mi cargo- dijo con una sonrisa. -¿Cómo te sientes?


-La cabeza me va a explotar- dije poniendo mi mano en la frente.


-Es normal. Recibiste un fuerte golpe ¿Tienes alguien a quien llamar? Necesitamos hablar con tus padres.


-No…- la nostalgia llego y lleno todo mi interior. –No tengo a nadie- intente fingir una sonrisa pero el mundo se vino abajo y comencé a llorar. ¿Por qué Zayn me había dejado? Él sabía que yo no tenía a nadie más que a él. –Lo siento, es solo que… amm… no importa, tengo el número de mi casa. Un chofer vendrá por mí.- dije limpiando mis lágrimas.


-Necesitamos que se comunique lo antes posible.- dijo el médico, intentando no demostrar la lástima que sentía por mí.


-¿Quiere que le ayude a alcanzar el teléfono?- pregunto la enfermera.


-Yo puedo sola, gracias.- dije algo molesta. Tome el teléfono a pesar del dolor que sentía en mi costado. Marque el número de la casa e inmediatamente contesto mi mayordomo.-Residencia Holland, ¿En qué puedo servirle?


-Gustavo, soy yo, Elizabeth


-Señorita Eliza ¿Qué pasa? Todos estamos preocupados por usted. ¿Se encuentra bien?


-Sí, ya estoy bien. Necesito que mandes a un chofer por mí al hospital que se encuentra en el centro de la ciudad.


-Enseguida, señorita. Yo mismo iré por usted.


-Gracias, Gustavo- termine la llamada. -¿Cuánto será por mi hospitalización?


-Ya está pagada- sonrió el médico.


-¿Quién pago?- pregunte interesada.


-El joven que la trajo aquí.- no quise preguntar nada mas.-Mande traer una silla de ruedas. Aun no puedes esforzarte en lo absoluto. Te daremos de alta, pero aun necesitas reposo y medicamentos, Eliza.- asentí con la cabeza y permanecí callada hasta que Gustavo llego por mí. -¡Señorita! ¿Qué fue lo que le paso?- pregunto mientras empujaba mi silla de ruedas hacia la salida.




-Ya no importa. Llévame a casa- me ayudo a subir al auto y condujo en silencio hasta haber llegado. Me sentía inútil estando en una silla de ruedas, así que me rehusé a usarla. Subí las escaleras con gran esfuerzo, en realidad me dolía la herida. –Zalma, ¿Podrías prepararme un baño de burbujas, por favor? Quiero descansar.


-Ahorita mismo, señorita.- mi vista se enfocó en un sobre que estaba sobre mi cama. Lo abrí rápidamente. Era una carta.


“Elizabeth…
Amor, Siento mucho el que mi padre te haya hecho esto. Espero que entiendas el motivo por el cual hoy me despido de ti. No quiero perderte… hoy estuve a punto de verte morir, no quiero que eso vuelva a suceder. Me acerque a ti con mentiras, sin llegarme a imaginar lo que me harías sentir. Solo comencé a hablarte para conseguir algo que mi padre quería. No sabes cuánto me arrepiento de haber seguido su juego. Siento no poder decirte esto a la cara, pero… sé que si me despido en persona sé que no podre dejarte. Quiero que sepas que te amo como jamás pude llegar a imaginar y que sé que después de esto tu amor por mi acabara poco a poco.
Quiero que hagas una vida sin mí. Quiero que encuentres a alguien que te merezca en realidad y que no te ponga en peligro. Siempre te amare, princesa. Espero y me puedas perdonar algún día.
                                                                                        Zayn.”



Rompí la carta en pedazos. No podía creer lo que estaba pasando. Busque desesperadamente las llaves del coche de mi tía, ya que le mío estaba en casa de Zayn. Baje las escaleras lo más rápido que pude. -¡Señorita!- gritaba Gustavo. –No puede salir en su estado- yo hice caso omiso y seguí mi camino. Encendí el auto y arranque a toda velocidad. La casa de Zayn no quedaba tan lejos de la mía, así que no tarde mucho en llegar. -¡YASER!- grite desesperada golpeando la puerta. -¡Sé que estás ahí! ¡Abre la maldita puerta!- la perilla comenzó a girar, eso hizo que mi corazón se acelerara. Ahora no sabía si en realidad quería tener respuestas.


Continuara...