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Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
*MafeDirectioner<3 escribió:LiloMarket escribió:yoo, yo quiero a Zayn *w*
necesitas la descripcion?
sisi pofis enviamela :) ya estas para Zayn <3
ya te lo eh enviado por MP, si necesitas mas informacion, me dices :)
LiloMarket
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Hellooo!!!!!
New reader me llamo camila, si queres dime cami mila o como quieras
Me ha encantado tu novela es perfecta, la forma como trata louis a su hermana es simplemete yuAIjvndsikjbs
siguela prnto
bye bye :D
New reader me llamo camila, si queres dime cami mila o como quieras
Me ha encantado tu novela es perfecta, la forma como trata louis a su hermana es simplemete yuAIjvndsikjbs
siguela prnto
bye bye :D
CAMILA STYPAYRANLIKTOM
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Gracias por todo su apoyo chicas y bienvenidas a las nuevas lectoras. Ahora les subo un nuevo capitulo (tarde pero se los subire)
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Capítulo 4
Cuando me levanté eran las cinco de la mañana; eran pocas las ocasiones que me levantaba tan temprano y dichas ocasiones era cuando estaba nerviosa por algún motivo. Por más que traté, no logré conciliar el sueño otra vez. Me di por vencida y entré a mi baño para tomar una ducha. Cuando terminé, salí para cambiarme; observe el estado del clima a través de mi ventana para de esa forma elegir mis prendas. Era un frío día de abril en Doncaster, así que me puse un jean, botines y una polera azul. Salí al pasillo y camine a través de él con lentitud, reinaba un silencio sepulcral y era de esperarse: todo el mundo estaba durmiendo ¿quién se levanta a esa hora un domingo? Estaba a punto de bajar las escaleras cuando algo me detuvo, el cuarto que estaba cerca de ellas, era el cuarto de Louis, estaba un poco abierto; y pude ver algo raro con mi vista periférica. Me asomé con cuidado y tuve que taparme la boca para no reír a carcajadas ante tal cuadro.
Louis estaba durmiendo a lo ancho de la cama en forma de “L”, a su costado estaba Liam…bueno, no a su costado: dormía diagonalmente—sí, en diagonal…raro—. Niall se encontraba encima de estos dos, horizontalmente, durmiendo como un tronco. Harry estaba en el suelo acostado sobre una colcha, tapado por solo un delgada manta, un brazo estaba por encima de su cabeza y el otro totalmente extendido hacia la derecha; y Zayn estaba encima de la alfombra, tenía su celular en la mano… bueno, supuse que era Zayn porque era el que faltaba, y digo supuse porque el libro de álgebra de mi hermano de su último año estaba abierto encima de su rostro. Y eso no era todo: habían palomitas de maíz y latas vacías de gaseosas regadas por todo el piso, también habían almohadas por donde mirase. Juró que daban ganas de echarles a los cinco baldes de agua fría para que se despierten; me pregunté cómo esos chicos habían sobrevivido más de un año viviendo juntos con, felizmente, una buena convivencia; dejarían la casa hecha una desgracia. Ahora se les veía bien, en estado de reposo…no parecían ser tan dementes. Agradecí el hecho que llevara la ropa del día anterior ya que, por lo que sabía, solían dormir sin nada puesto; deduje que se habían quedado dormidos mientras realizaban sus locuras.
Bajé las escaleras todavía aguantándome la risa de haberlos visto en posiciones para dormir tan poco normales. Salí de la casa y caminé lentamente por mi vecindario. Toda mi vida había vivido ahí y ahora esa mañana había sido la última vez que despertaría en Doncaster.
De acuerdo, estaba siendo un poco dramática; posiblemente iba a volver para Navidad o Año Nuevo… ¿pero y si no? ¿Y si los chicos tenían que hacer cosas en el estudio por esas fechas? Ya una vez había pasado, hace un par de años no pasamos las fiestas con Louis por la grabación de su disco. Además, siempre me había levantado en la tranquila ciudad de Doncaster, y el hecho de mudarme a la monótona Londres cambiaba toda la rutina, todos mis hábitos. Me pregunté si me iría sola a la Universidad en el bus o Louis me llevaría en su auto…o, quien sabe, trabajando me podría comprar un auto…ahorrando durante meses de meses, claro.
Llegué un parque que había por la zona. Recordé las innumerables veces que yo con mis hermanas y Louis jugábamos allí—a pesar de que este último ya no estaba para jugar como un niño, solo lo hacía para complacernos—, antes del asunto de su gran fama y todo eso, cuando teníamos una vida normal y simplemente éramos los niños Tomlinson. El parque estaba vacío y silencioso pero se podía escuchar cantar a los pajaritos, la melodía era muy tranquilizadora. Me trepé a un árbol y me senté en una de las ramas, contemplé todo lo que veía intentado guardarlo todo en mi memoria. No sé cuánto tiempo estuve allí sentada, solo sé que apenas vi caminando por la calle a dos personas y un carro entrando por una calle, me bajé del árbol y me encaminé a la casa.
Cuando entré pude escuchar el ruido de la televisión procedente de alguno de los cuartos, y otro ruido, pero esta vez de ducha, de otro cuarto. Me encaminé a la cocina, al escuchar otro ruido, y me di cuenta que era mamá.
—Cielo, ¿de dónde vienes?—me preguntó con curiosidad mientras preparaba los panqueques para el desayuno.
—Estuve un rato en el parque, me levanté temprano—respondí.
— ¿Te sientes nerviosa?—preguntó. Sí que me conocía…
—Un poco…—dije mientras sacaba los platos de la repisa.
—¿Nerviosa o triste?—preguntó mamá mirándome fijamente.
—No lo sé…
Ella se acercó para abrazarme y besarme la frente.
—No te sientas así, estarás bien, tienes a Louis…ahora, borra esa expresión de tu cara y sonríe que preparé tu desayuno favorito.
— ¿A modo de despedida?—aventuré.
—No es una despedida, cielo, estaremos en contacto…—dijo mamá sonriendo—Ahora sube a tu cuarto y termina de acomodar tus cosas ¿de acuerdo? Yo iré a comprar algunas cosas a la tienda.
Yo asentí y me encaminé a las escaleras, mientras mamá salía por la puerta. Sí, estaba siendo muy dramática y sentimental, los iba a volver a ver…no muy a menudo pero lo haría; no era un adiós, era un hasta luego. Pasé por el cuarto de mi hermano y escuché unas voces y risas bajas. Me acerqué a la puerta.
— ¿Se puede?—pregunté.
—Claro, ______, pasa…—me respondió mi hermano con una voz divertida. Abrí la puerta y vi a Louis, Niall y Liam despiertos, arrodillados en el suelo, haciendo algo a Zayn y Harry.
—Buenos días—me dijeron los tres sonriendo.
—Buenos días—respondí— ¿Qué hacen?
—Una pequeña broma a Zayn y Harry, para empezar bien el día…—dijo Niall aguantándose la risa.
— ¿Qué les van a hacer?—dije acercándome. Pero no hizo falta que me explicaran: Liam tenía marcadores de colores en las manos, y Louis y Niall tenían uno. Estos dos últimos estaban dibujando formas en los rostros de Harry y Zayn respectivamente, las caras de ambos estaban repletas de colores como si fueran payasos. Me reí.
—Gracioso ¿no?—me dijo Liam.
—De hecho, sí… ¿no se molestaran con ustedes por…?
—No lo creo…—dijo mi hermano restándole importancia—Nos hacemos cosas peores…
—Lo único que harán es corretearnos por todo el cuarto…o toda la casa, no lo sé…tratando de pintarnos las caras. Y luego van a estar varios minutos en el baño tratando de sacar la pintura del rostro—dijo Niall riéndose.
—Cállate, deja de reírte o si no se van a despertar…—le reprochó Liam.
—Bueno, voy a acomodar mis cosas…—dije saliendo del cuarto.
— ¿No quieres estar acá cuando despierten?—me preguntó Liam.
—Sí, ______, será divertido…—dijo Niall sonriendo.
—Créanme, si sus reacciones serán como yo espero, los gritos me alertarán…
—Bueno…sí, sí tienes razón—dijo mi hermano con una sonrisa.
Salí de la habitación de Louis meneando la cabeza; esos chicos sí que estaban locos. Entré a mi cuarto y me dispuse a guardar todo lo que faltaba, guardaba fotos, pequeños adornos, mis discos…guardaba recuerdos y memorias. Mientras acomodaba mis cosas, sostuve en mis manos una foto donde aparecíamos yo, Andrea y Mahia, recordé que debía llamarlas. Agarré mi celular y marqué el número de una, se escucharon cinco pitidos.
— ¿Hola?—dijo una voz cansada del otro lado del teléfono.
—Andy… ¿te desperté?
—Emmmm, en realidad sí, ______… ¿Quién llama a las siete y media de la mañana de un domingo?
En ese momento recordé que mi amiga solía dormir hasta las nueve y media de la mañana cuando no había colegio.
—Lo siento, en serio…
—No te preocupes, tampoco es bueno dormir hasta tan tarde ¿estás bien?
—Sí…bueno, en realidad…no lo sé….
— ¿Qué ha pasado, ______?—preguntó Andy alarmada.
— ¿Te parece si nos reunimos con Mahia a las once en la cafetería? Debo decirles algo…
— ¿Es grave?
—Depende de cómo lo tomen…
—Bueno, estaré allí ¿vale? Adiós, ______.
—Adiós.
Colgué y sin pausa alguna, llamé a Mahia.
— Hola, ______ —dijo una voz después de dos pitidos.
—Mahia, hola ¿Cómo estás?
— Bien ¿y tú?
—Bien…bueno, más o menos.
— ¿Por qué? No me asustes, ______ ¿Pasó algo malo?
—No…es solo que…Mahia ¿puedes ir a la cafetería a las once? Andy y yo iremos, debo decirles algo…
—Bueno…está bien, ______. Nos vemos, adiós. Y cuídate ¿sí?
—Sí, Mahia, no te preocupes; gracias. Adiós.
Volví a colgar y suspiré mirando la calle desde mi ventana. Acto seguido, se escucharon unos gritos acompañados de sonoras risas y la que más se escuchaba, como era de esperarse, era de Niall.
Fui a toda carrera al cuarto de mi hermano. Pude ver a un Zayn y un Harry con las caras totalmente de colores lanzándoles almohadas a los demás chicos quienes se partían de risa en el suelo. Zayn agarró un marcador verde y se acercó a ellos amenazantemente, los demás chicos huyeron despavoridos de la habitación. Harry agarró otro marcador y se unió a Zayn.
—Buenos días, ______—me dijeron los dos totalmente irritados.
—Buenos días—respondí aguantándome la risa.
—Muy gracioso, en verdad muy gracioso…—dijo Zayn lentamente para sí mismo.
—Nos la van a pagar…—dijo Harry.
—Bueno, ______, si nos disculpas haremos venganza—dijo Zayn bajando las escaleras y buscando a los chicos, Harry lo siguió. Puse los ojos en blanco ante la idea que debía convivir con ese tipo de cosas.
Me eché en mi cama ya tendida y revisé por mi celular mi cuenta de Twitter. En mis menciones había varias chicas que me preguntaban por mi hermano y por los demás chicos, la gran mayoría de las directioners eran chicas realmente dulces y tiernas, me agradaban en realidad…para ser sincera, yo también era una de ellas: amaba las canciones de la banda; pero había unas “directioners” que se dedicaban a insultar a Eleanor y Perrie, esta última era la novia de Zayn y cantante del famoso grupo femenino Little Mix, la conocía: era una chica realmente divertida y extrovertida sin dejar de ser dulce, Zayn y ella realmente se amaban y no podía entender como unas chicas que se hacían llamar “fans” podían tener tales actitudes e insultarla sin siquiera conocerla. También estaban las “directionators”, denominadas así por las directioners, quienes solo querían a algunos integrantes de la banda y al resto lo insultaba horriblemente; al inicio de todo, el más afectado había sido Niall quien por los comentarios se deprimía terriblemente, él era un chico sensible y frágil y con solo verlo llorar, podía romperte el corazón el pedazos, odiaba terriblemente verlo así; felizmente con el tiempo los chicos habían aprendido a vivir con los comentarios y los haters y evitaban leer lo que decían, ellos siempre estaban para sus fans.
Leí algunos tweets, ya que tenía demasiados, y respondí los que me parecían más relevantes. Luego publiqué uno puesto a que no había tweeteado nada desde hace un mes.
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
Nerviosa por mudarme a Londres con @Louis_Tomlinson Te extrañaré, Doncaster :(
Era increíble el poder del Internet: en cuestión de segundos tenía cientos de menciones de chicas que me preguntaban por mí repentina mudanza a Londres. Les respondí que me habían aceptado en la Universidad de aquella ciudad y por lo tanto debía ir. Miles de felicitaciones llovieron a mi cuenta por mi logro obtenido. Agradecida, publiqué otro tweet:
______ Tomlinson@_____Lottie_Tomlinson
Muchas gracias por las felicitaciones, chicas #LoveAllTheDirectioners
Seguí estando en dicha red social por unos minutos más hasta que un tweet publicado hace tan solo cinco segundos llamó mi atención.
Niall Horan @NiallOfficial
Con @Louis_Tomlinson y @Real_Liam_Payne escondidos. Hicimos una broma a @Harry_Styles y @zaynmalik ahahaha ¡Parecen payasos! #Hilarious
Puse los ojos en blanco: Niall publicaba en el Twitter todo lo que le pasaba, siempre llevaba consigo su celular, técnicamente publicaba diez o más tweets diarios. Tuve una repentina necesidad de responderle y eso fue lo que hice a continuación:
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
@NiallOfficial Debo felicitarlos, buena broma. Estoy preocupada que vayan a romper los adornos de mamá al intentar atraparlos a ustedes.
Otro arte de magia gracias al Internet: treinta segundos después recibí una mención de Niall
Niall Horan @NiallOfficial
@_____Lottie_TomlinsonNo te preocupes, estamos escondidos en el baño de la planta baja, no nos encontraran; pero no se lo digas a nadie.
Me llevé la mano en la cabeza en un gesto de desesperación.
Ay, Nialler…
Rápidamente le envié un tweet expresando mi lógica.
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
@NiallOfficial Decirme que no se lo diga a nadie, es contradictorio: es una red social donde todo el mundo lee lo que escribes TODO EL MUNDO
Escuché unas rápidas pisadas por la planta baja de la casa; segundos después vi que alguien había dado retweet a mi última publicación: ese alguien era Zayn.
Están fritos…
Un par de segundos después pude notar que había recibido una mención.
Niall Horan @NiallOfficial
@_____Lottie_Tomlinson Rayos…
Ese fue todo el tweet de Niall y acto seguido se escucharon fuertes golpes provenientes de la planta baja.
— ¡Chicos!—se escuchó la voz de Zayn—¡Sabemos que están allí en el baño! ¡Abran la puerta ahora!
—Tenemos una cuenta pendiente con ustedes…la cual incluye marcadores en sus rostros ¡Abran la puerta!—se escuchó decir a Harry.
Unos segundos después otro tweet llamó mi atención.
Louis Tomlinson @Louis_Tomlinson
@NiallOfficial Eres un idiota
Quise reír; pobre Niall, las cosas que le deben estar diciendo, técnicamente él los vendió delante de todo el mundo, literalmente. Cuando volví la vista a mi celular Liam, Zayn y Harry habían dado retweet a la última publicación de Louis, también había otro tweet.
Niall Horan @NiallOfficial
@Louis_Tomlinson ¡¿Por qué me insultas también por Twitter también si estoy al lado tuyo?!
¡Wow! Las directioners deben estar teniendo un momento divertido al ver esos tweets e imaginar lo que sucedía…claro, yo también me divertía igual o hasta más al tenerlo en vivo y en directo. Otro tweet de Louis apareció en la pantalla de mi celular.
@Louis_Tomlinson
@NiallOfficial ¿Por qué tú me respondes por Twitter si estoy a tu costado? Para empezar, ¿por qué estamos en Twitter todos ahora? #Weird
Se escucharon otro golpes y gritos de parte de Zayn y Harry, al parecer hicieron caso al tweet de Louis; felizmente que papá solía tomar la ducha en un baño grande escuchando música por lo cual el alboroto de los chicos pasaba inadvertido; y las gemelas y Félicité…bueno, a ellas debería llegarles lo que ellos hacían; total, siempre se comportaban de esa manera ¿no?
El siguiente sonido fue el tintineo de unas llaves; sí, habían hallado la manera de entrar con las llaves que mamá había hecho de todos los ambientes de la casa. Se oyó como abrían la puerta rápidamente y las pisadas rápidas del quinteto contra el piso. Temerosa por los adornos que mamá amaba con su vida, bajé las escaleras a toda carrera. Se estaban persiguiendo por la sala de la casa, tirándose de los sofás y tropezando, a veces Zayn y Harry agarraban a uno de los demás chicos y les pintaban un poco la cara pero luego se zafaban y seguían corriendo; en una de esas corridas Liam hizo tambalear el jarrón francés predilecto de mamá, me acerqué a ellos corriendo, aferrando el jarrón prontamente contra mi pecho.
— ¡Basta!—grité cerrando los ojos, pensando que probablemente me harían caer al correr pero nada pasó. Abrí los ojos y los cinco se encontraban quietos. Vaya, y ni siquiera había alzado mucho la voz…
—Harán todo un desastre acá, casi se cae el jarrón y mamá y yo nos esforzamos mucho limpiando la casa; dejen de jugar como niños…
Los cinco bajaron levemente la mirada, como si fueran niños pequeños siendo reprochados por su maestra en el kindergarten. Wow… ¿en serio tenía tanta autoridad?
—Ellos empezaron con todo—defendió Zayn.
—Además, a ti te gustó la broma…—dijo mi hermano mirándome y cruzando los brazos.
—Sí, pero ya basta…Ahora, por favor, ayúdenme a ordenar todo antes que mamá llegue ¿vale?
Todos los chicos al instante empezaron a acomodar y arreglar las cosas, de vez en cuando se empujaban o hacían que el otro tropiece al propósito; no dije nada porque sinceramente dudaba que esta vez me hicieran caso.
—Oye, Louis ¿quisieras dejar de golpearme con tu codo?
Mi hermano lo miro por unos segundos con los ojos en blanco.
—No te estoy haciendo nada…
—Claro que sí…—dijo Zayn mirándonos a todos, como si fuera un niño acusando a otro.
—Vete a la...—empezó mi hermano entre divertido e irritado.
—Louis, basta ¿sí?—reprochó Liam. Gracias a Dios estaba él allí, debía haber un cuerdo en el grupo por lo menos ¿no?
Liam volteó para seguir ordenando; y Zayn, de manera infantil, le sacó la lengua a mi hermano; y este como respuesta le devolvió el insulto pero con mayor intensidad y usando su mano derecha. Cómicamente, apenas Louis volteó pude oír cómo se sorprendía lanzando un grito ahogado. Cuando me volví pude ver a mi madre viéndolo. Vaya, no la había oído entrar…
—Louis William Tomlinson, vuelves a hacer eso y, no me importa que ya seas grande y famoso, te corto ese dedo, no me interesa que ya no puedas manejar el micrófono…—amenazó mamá seriamente.
Pude ver a mi hermano un poco avergonzado por eso…al igual que pude notar como los demás chicos se aguantaban la risa.
Mamá entró a la cocina para realizar el desayuno y Louis dirigió a sus mejores amigos una mirada asesina, mientras estos estallaban en carcajadas.
— ¡Cállense!—los amenazó.
—Es que fue tan… —empezó a decir Harry mientras reía— ¡Debiste haber visto tu cara! Todavía mami sigue regañando al pequeño Lou…
—Cierra la boca, Harold —respondió mi hermano— ¿No te acuerdas la vez en la que tu mamá te castigo cuando fuimos un día a tu casa por una palabra muy mala que dijiste?
Harry se puso un poco rojo y los demás estallaron en carcajadas más fuertes que las anteriores, sobre todo Niall; Louis tenía una mirada única de satisfacción.
—En mi defensa—comenzó el ruloso—en esa época tenía diecisiete años y era menor de edad, en cambio tú ¿Cuántos tienes, Lou? ¡Veintitrés años! Además…yo no me refería a…eso; si ustedes malpensaron lo que dije no es mi problema…
—Por supuesto, Harry. Todo el mundo te creyó que no te referías a eso…—empezó a decir Zayn con un sarcasmo evidente.
—Oigan, oigan—dijo Liam más serio—Ya dejen de hablar de esas cosas: hay mujeres presentes…
Los cinco posaron sus miradas en mí, recién percatándose de mi presencia.
— ¡Oh, no! No se preocupen, chicos, sigan; prefiero escuchar todo ahorita y no en Londres cuando sea ya tarde para dar marcha atrás…—dije mientras colocaba en jarrón en la mesa y acomodaba las almohadas en el sofá.
— De acuerdo; si vas a vivir conmigo entonces ustedes—dijo Louis mirando a sus mejores amigos, mientras me pasaba en brazo por los hombros—van a tener que evitar decir y hacer ciertas cosas. No quiero que corrompan a mi hermanita…
Los cuatro chicos asintieron mientras sonreían. Puse los ojos en blanco devolviéndoles la sonrisa me encaminé a la cocina para ayudar a mi mamá con el desayuno.
Son unos niños.
Tendría que convivir casi con ellos, ya que si vivía con Louis, vivía con toda la banda puesto a que ellos pasaban casi 95% del tiempo juntos. Tendría que aguantarlos…pero no era un castigo, eran chicos muy divertidos y locos sin dejar de tener la típica caballerosidad inglesa.
Eran como todas las directioners imaginaban: simplemente geniales.
Cuando me levanté eran las cinco de la mañana; eran pocas las ocasiones que me levantaba tan temprano y dichas ocasiones era cuando estaba nerviosa por algún motivo. Por más que traté, no logré conciliar el sueño otra vez. Me di por vencida y entré a mi baño para tomar una ducha. Cuando terminé, salí para cambiarme; observe el estado del clima a través de mi ventana para de esa forma elegir mis prendas. Era un frío día de abril en Doncaster, así que me puse un jean, botines y una polera azul. Salí al pasillo y camine a través de él con lentitud, reinaba un silencio sepulcral y era de esperarse: todo el mundo estaba durmiendo ¿quién se levanta a esa hora un domingo? Estaba a punto de bajar las escaleras cuando algo me detuvo, el cuarto que estaba cerca de ellas, era el cuarto de Louis, estaba un poco abierto; y pude ver algo raro con mi vista periférica. Me asomé con cuidado y tuve que taparme la boca para no reír a carcajadas ante tal cuadro.
Louis estaba durmiendo a lo ancho de la cama en forma de “L”, a su costado estaba Liam…bueno, no a su costado: dormía diagonalmente—sí, en diagonal…raro—. Niall se encontraba encima de estos dos, horizontalmente, durmiendo como un tronco. Harry estaba en el suelo acostado sobre una colcha, tapado por solo un delgada manta, un brazo estaba por encima de su cabeza y el otro totalmente extendido hacia la derecha; y Zayn estaba encima de la alfombra, tenía su celular en la mano… bueno, supuse que era Zayn porque era el que faltaba, y digo supuse porque el libro de álgebra de mi hermano de su último año estaba abierto encima de su rostro. Y eso no era todo: habían palomitas de maíz y latas vacías de gaseosas regadas por todo el piso, también habían almohadas por donde mirase. Juró que daban ganas de echarles a los cinco baldes de agua fría para que se despierten; me pregunté cómo esos chicos habían sobrevivido más de un año viviendo juntos con, felizmente, una buena convivencia; dejarían la casa hecha una desgracia. Ahora se les veía bien, en estado de reposo…no parecían ser tan dementes. Agradecí el hecho que llevara la ropa del día anterior ya que, por lo que sabía, solían dormir sin nada puesto; deduje que se habían quedado dormidos mientras realizaban sus locuras.
Bajé las escaleras todavía aguantándome la risa de haberlos visto en posiciones para dormir tan poco normales. Salí de la casa y caminé lentamente por mi vecindario. Toda mi vida había vivido ahí y ahora esa mañana había sido la última vez que despertaría en Doncaster.
De acuerdo, estaba siendo un poco dramática; posiblemente iba a volver para Navidad o Año Nuevo… ¿pero y si no? ¿Y si los chicos tenían que hacer cosas en el estudio por esas fechas? Ya una vez había pasado, hace un par de años no pasamos las fiestas con Louis por la grabación de su disco. Además, siempre me había levantado en la tranquila ciudad de Doncaster, y el hecho de mudarme a la monótona Londres cambiaba toda la rutina, todos mis hábitos. Me pregunté si me iría sola a la Universidad en el bus o Louis me llevaría en su auto…o, quien sabe, trabajando me podría comprar un auto…ahorrando durante meses de meses, claro.
Llegué un parque que había por la zona. Recordé las innumerables veces que yo con mis hermanas y Louis jugábamos allí—a pesar de que este último ya no estaba para jugar como un niño, solo lo hacía para complacernos—, antes del asunto de su gran fama y todo eso, cuando teníamos una vida normal y simplemente éramos los niños Tomlinson. El parque estaba vacío y silencioso pero se podía escuchar cantar a los pajaritos, la melodía era muy tranquilizadora. Me trepé a un árbol y me senté en una de las ramas, contemplé todo lo que veía intentado guardarlo todo en mi memoria. No sé cuánto tiempo estuve allí sentada, solo sé que apenas vi caminando por la calle a dos personas y un carro entrando por una calle, me bajé del árbol y me encaminé a la casa.
Cuando entré pude escuchar el ruido de la televisión procedente de alguno de los cuartos, y otro ruido, pero esta vez de ducha, de otro cuarto. Me encaminé a la cocina, al escuchar otro ruido, y me di cuenta que era mamá.
—Cielo, ¿de dónde vienes?—me preguntó con curiosidad mientras preparaba los panqueques para el desayuno.
—Estuve un rato en el parque, me levanté temprano—respondí.
— ¿Te sientes nerviosa?—preguntó. Sí que me conocía…
—Un poco…—dije mientras sacaba los platos de la repisa.
—¿Nerviosa o triste?—preguntó mamá mirándome fijamente.
—No lo sé…
Ella se acercó para abrazarme y besarme la frente.
—No te sientas así, estarás bien, tienes a Louis…ahora, borra esa expresión de tu cara y sonríe que preparé tu desayuno favorito.
— ¿A modo de despedida?—aventuré.
—No es una despedida, cielo, estaremos en contacto…—dijo mamá sonriendo—Ahora sube a tu cuarto y termina de acomodar tus cosas ¿de acuerdo? Yo iré a comprar algunas cosas a la tienda.
Yo asentí y me encaminé a las escaleras, mientras mamá salía por la puerta. Sí, estaba siendo muy dramática y sentimental, los iba a volver a ver…no muy a menudo pero lo haría; no era un adiós, era un hasta luego. Pasé por el cuarto de mi hermano y escuché unas voces y risas bajas. Me acerqué a la puerta.
— ¿Se puede?—pregunté.
—Claro, ______, pasa…—me respondió mi hermano con una voz divertida. Abrí la puerta y vi a Louis, Niall y Liam despiertos, arrodillados en el suelo, haciendo algo a Zayn y Harry.
—Buenos días—me dijeron los tres sonriendo.
—Buenos días—respondí— ¿Qué hacen?
—Una pequeña broma a Zayn y Harry, para empezar bien el día…—dijo Niall aguantándose la risa.
— ¿Qué les van a hacer?—dije acercándome. Pero no hizo falta que me explicaran: Liam tenía marcadores de colores en las manos, y Louis y Niall tenían uno. Estos dos últimos estaban dibujando formas en los rostros de Harry y Zayn respectivamente, las caras de ambos estaban repletas de colores como si fueran payasos. Me reí.
—Gracioso ¿no?—me dijo Liam.
—De hecho, sí… ¿no se molestaran con ustedes por…?
—No lo creo…—dijo mi hermano restándole importancia—Nos hacemos cosas peores…
—Lo único que harán es corretearnos por todo el cuarto…o toda la casa, no lo sé…tratando de pintarnos las caras. Y luego van a estar varios minutos en el baño tratando de sacar la pintura del rostro—dijo Niall riéndose.
—Cállate, deja de reírte o si no se van a despertar…—le reprochó Liam.
—Bueno, voy a acomodar mis cosas…—dije saliendo del cuarto.
— ¿No quieres estar acá cuando despierten?—me preguntó Liam.
—Sí, ______, será divertido…—dijo Niall sonriendo.
—Créanme, si sus reacciones serán como yo espero, los gritos me alertarán…
—Bueno…sí, sí tienes razón—dijo mi hermano con una sonrisa.
Salí de la habitación de Louis meneando la cabeza; esos chicos sí que estaban locos. Entré a mi cuarto y me dispuse a guardar todo lo que faltaba, guardaba fotos, pequeños adornos, mis discos…guardaba recuerdos y memorias. Mientras acomodaba mis cosas, sostuve en mis manos una foto donde aparecíamos yo, Andrea y Mahia, recordé que debía llamarlas. Agarré mi celular y marqué el número de una, se escucharon cinco pitidos.
— ¿Hola?—dijo una voz cansada del otro lado del teléfono.
—Andy… ¿te desperté?
—Emmmm, en realidad sí, ______… ¿Quién llama a las siete y media de la mañana de un domingo?
En ese momento recordé que mi amiga solía dormir hasta las nueve y media de la mañana cuando no había colegio.
—Lo siento, en serio…
—No te preocupes, tampoco es bueno dormir hasta tan tarde ¿estás bien?
—Sí…bueno, en realidad…no lo sé….
— ¿Qué ha pasado, ______?—preguntó Andy alarmada.
— ¿Te parece si nos reunimos con Mahia a las once en la cafetería? Debo decirles algo…
— ¿Es grave?
—Depende de cómo lo tomen…
—Bueno, estaré allí ¿vale? Adiós, ______.
—Adiós.
Colgué y sin pausa alguna, llamé a Mahia.
— Hola, ______ —dijo una voz después de dos pitidos.
—Mahia, hola ¿Cómo estás?
— Bien ¿y tú?
—Bien…bueno, más o menos.
— ¿Por qué? No me asustes, ______ ¿Pasó algo malo?
—No…es solo que…Mahia ¿puedes ir a la cafetería a las once? Andy y yo iremos, debo decirles algo…
—Bueno…está bien, ______. Nos vemos, adiós. Y cuídate ¿sí?
—Sí, Mahia, no te preocupes; gracias. Adiós.
Volví a colgar y suspiré mirando la calle desde mi ventana. Acto seguido, se escucharon unos gritos acompañados de sonoras risas y la que más se escuchaba, como era de esperarse, era de Niall.
Fui a toda carrera al cuarto de mi hermano. Pude ver a un Zayn y un Harry con las caras totalmente de colores lanzándoles almohadas a los demás chicos quienes se partían de risa en el suelo. Zayn agarró un marcador verde y se acercó a ellos amenazantemente, los demás chicos huyeron despavoridos de la habitación. Harry agarró otro marcador y se unió a Zayn.
—Buenos días, ______—me dijeron los dos totalmente irritados.
—Buenos días—respondí aguantándome la risa.
—Muy gracioso, en verdad muy gracioso…—dijo Zayn lentamente para sí mismo.
—Nos la van a pagar…—dijo Harry.
—Bueno, ______, si nos disculpas haremos venganza—dijo Zayn bajando las escaleras y buscando a los chicos, Harry lo siguió. Puse los ojos en blanco ante la idea que debía convivir con ese tipo de cosas.
Me eché en mi cama ya tendida y revisé por mi celular mi cuenta de Twitter. En mis menciones había varias chicas que me preguntaban por mi hermano y por los demás chicos, la gran mayoría de las directioners eran chicas realmente dulces y tiernas, me agradaban en realidad…para ser sincera, yo también era una de ellas: amaba las canciones de la banda; pero había unas “directioners” que se dedicaban a insultar a Eleanor y Perrie, esta última era la novia de Zayn y cantante del famoso grupo femenino Little Mix, la conocía: era una chica realmente divertida y extrovertida sin dejar de ser dulce, Zayn y ella realmente se amaban y no podía entender como unas chicas que se hacían llamar “fans” podían tener tales actitudes e insultarla sin siquiera conocerla. También estaban las “directionators”, denominadas así por las directioners, quienes solo querían a algunos integrantes de la banda y al resto lo insultaba horriblemente; al inicio de todo, el más afectado había sido Niall quien por los comentarios se deprimía terriblemente, él era un chico sensible y frágil y con solo verlo llorar, podía romperte el corazón el pedazos, odiaba terriblemente verlo así; felizmente con el tiempo los chicos habían aprendido a vivir con los comentarios y los haters y evitaban leer lo que decían, ellos siempre estaban para sus fans.
Leí algunos tweets, ya que tenía demasiados, y respondí los que me parecían más relevantes. Luego publiqué uno puesto a que no había tweeteado nada desde hace un mes.
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
Nerviosa por mudarme a Londres con @Louis_Tomlinson Te extrañaré, Doncaster :(
Era increíble el poder del Internet: en cuestión de segundos tenía cientos de menciones de chicas que me preguntaban por mí repentina mudanza a Londres. Les respondí que me habían aceptado en la Universidad de aquella ciudad y por lo tanto debía ir. Miles de felicitaciones llovieron a mi cuenta por mi logro obtenido. Agradecida, publiqué otro tweet:
______ Tomlinson@_____Lottie_Tomlinson
Muchas gracias por las felicitaciones, chicas #LoveAllTheDirectioners
Seguí estando en dicha red social por unos minutos más hasta que un tweet publicado hace tan solo cinco segundos llamó mi atención.
Niall Horan @NiallOfficial
Con @Louis_Tomlinson y @Real_Liam_Payne escondidos. Hicimos una broma a @Harry_Styles y @zaynmalik ahahaha ¡Parecen payasos! #Hilarious
Puse los ojos en blanco: Niall publicaba en el Twitter todo lo que le pasaba, siempre llevaba consigo su celular, técnicamente publicaba diez o más tweets diarios. Tuve una repentina necesidad de responderle y eso fue lo que hice a continuación:
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
@NiallOfficial Debo felicitarlos, buena broma. Estoy preocupada que vayan a romper los adornos de mamá al intentar atraparlos a ustedes.
Otro arte de magia gracias al Internet: treinta segundos después recibí una mención de Niall
Niall Horan @NiallOfficial
@_____Lottie_TomlinsonNo te preocupes, estamos escondidos en el baño de la planta baja, no nos encontraran; pero no se lo digas a nadie.
Me llevé la mano en la cabeza en un gesto de desesperación.
Ay, Nialler…
Rápidamente le envié un tweet expresando mi lógica.
______ Tomlinson @_____Lottie_Tomlinson
@NiallOfficial Decirme que no se lo diga a nadie, es contradictorio: es una red social donde todo el mundo lee lo que escribes TODO EL MUNDO
Escuché unas rápidas pisadas por la planta baja de la casa; segundos después vi que alguien había dado retweet a mi última publicación: ese alguien era Zayn.
Están fritos…
Un par de segundos después pude notar que había recibido una mención.
Niall Horan @NiallOfficial
@_____Lottie_Tomlinson Rayos…
Ese fue todo el tweet de Niall y acto seguido se escucharon fuertes golpes provenientes de la planta baja.
— ¡Chicos!—se escuchó la voz de Zayn—¡Sabemos que están allí en el baño! ¡Abran la puerta ahora!
—Tenemos una cuenta pendiente con ustedes…la cual incluye marcadores en sus rostros ¡Abran la puerta!—se escuchó decir a Harry.
Unos segundos después otro tweet llamó mi atención.
Louis Tomlinson @Louis_Tomlinson
@NiallOfficial Eres un idiota
Quise reír; pobre Niall, las cosas que le deben estar diciendo, técnicamente él los vendió delante de todo el mundo, literalmente. Cuando volví la vista a mi celular Liam, Zayn y Harry habían dado retweet a la última publicación de Louis, también había otro tweet.
Niall Horan @NiallOfficial
@Louis_Tomlinson ¡¿Por qué me insultas también por Twitter también si estoy al lado tuyo?!
¡Wow! Las directioners deben estar teniendo un momento divertido al ver esos tweets e imaginar lo que sucedía…claro, yo también me divertía igual o hasta más al tenerlo en vivo y en directo. Otro tweet de Louis apareció en la pantalla de mi celular.
@Louis_Tomlinson
@NiallOfficial ¿Por qué tú me respondes por Twitter si estoy a tu costado? Para empezar, ¿por qué estamos en Twitter todos ahora? #Weird
Se escucharon otro golpes y gritos de parte de Zayn y Harry, al parecer hicieron caso al tweet de Louis; felizmente que papá solía tomar la ducha en un baño grande escuchando música por lo cual el alboroto de los chicos pasaba inadvertido; y las gemelas y Félicité…bueno, a ellas debería llegarles lo que ellos hacían; total, siempre se comportaban de esa manera ¿no?
El siguiente sonido fue el tintineo de unas llaves; sí, habían hallado la manera de entrar con las llaves que mamá había hecho de todos los ambientes de la casa. Se oyó como abrían la puerta rápidamente y las pisadas rápidas del quinteto contra el piso. Temerosa por los adornos que mamá amaba con su vida, bajé las escaleras a toda carrera. Se estaban persiguiendo por la sala de la casa, tirándose de los sofás y tropezando, a veces Zayn y Harry agarraban a uno de los demás chicos y les pintaban un poco la cara pero luego se zafaban y seguían corriendo; en una de esas corridas Liam hizo tambalear el jarrón francés predilecto de mamá, me acerqué a ellos corriendo, aferrando el jarrón prontamente contra mi pecho.
— ¡Basta!—grité cerrando los ojos, pensando que probablemente me harían caer al correr pero nada pasó. Abrí los ojos y los cinco se encontraban quietos. Vaya, y ni siquiera había alzado mucho la voz…
—Harán todo un desastre acá, casi se cae el jarrón y mamá y yo nos esforzamos mucho limpiando la casa; dejen de jugar como niños…
Los cinco bajaron levemente la mirada, como si fueran niños pequeños siendo reprochados por su maestra en el kindergarten. Wow… ¿en serio tenía tanta autoridad?
—Ellos empezaron con todo—defendió Zayn.
—Además, a ti te gustó la broma…—dijo mi hermano mirándome y cruzando los brazos.
—Sí, pero ya basta…Ahora, por favor, ayúdenme a ordenar todo antes que mamá llegue ¿vale?
Todos los chicos al instante empezaron a acomodar y arreglar las cosas, de vez en cuando se empujaban o hacían que el otro tropiece al propósito; no dije nada porque sinceramente dudaba que esta vez me hicieran caso.
—Oye, Louis ¿quisieras dejar de golpearme con tu codo?
Mi hermano lo miro por unos segundos con los ojos en blanco.
—No te estoy haciendo nada…
—Claro que sí…—dijo Zayn mirándonos a todos, como si fuera un niño acusando a otro.
—Vete a la...—empezó mi hermano entre divertido e irritado.
—Louis, basta ¿sí?—reprochó Liam. Gracias a Dios estaba él allí, debía haber un cuerdo en el grupo por lo menos ¿no?
Liam volteó para seguir ordenando; y Zayn, de manera infantil, le sacó la lengua a mi hermano; y este como respuesta le devolvió el insulto pero con mayor intensidad y usando su mano derecha. Cómicamente, apenas Louis volteó pude oír cómo se sorprendía lanzando un grito ahogado. Cuando me volví pude ver a mi madre viéndolo. Vaya, no la había oído entrar…
—Louis William Tomlinson, vuelves a hacer eso y, no me importa que ya seas grande y famoso, te corto ese dedo, no me interesa que ya no puedas manejar el micrófono…—amenazó mamá seriamente.
Pude ver a mi hermano un poco avergonzado por eso…al igual que pude notar como los demás chicos se aguantaban la risa.
Mamá entró a la cocina para realizar el desayuno y Louis dirigió a sus mejores amigos una mirada asesina, mientras estos estallaban en carcajadas.
— ¡Cállense!—los amenazó.
—Es que fue tan… —empezó a decir Harry mientras reía— ¡Debiste haber visto tu cara! Todavía mami sigue regañando al pequeño Lou…
—Cierra la boca, Harold —respondió mi hermano— ¿No te acuerdas la vez en la que tu mamá te castigo cuando fuimos un día a tu casa por una palabra muy mala que dijiste?
Harry se puso un poco rojo y los demás estallaron en carcajadas más fuertes que las anteriores, sobre todo Niall; Louis tenía una mirada única de satisfacción.
—En mi defensa—comenzó el ruloso—en esa época tenía diecisiete años y era menor de edad, en cambio tú ¿Cuántos tienes, Lou? ¡Veintitrés años! Además…yo no me refería a…eso; si ustedes malpensaron lo que dije no es mi problema…
—Por supuesto, Harry. Todo el mundo te creyó que no te referías a eso…—empezó a decir Zayn con un sarcasmo evidente.
—Oigan, oigan—dijo Liam más serio—Ya dejen de hablar de esas cosas: hay mujeres presentes…
Los cinco posaron sus miradas en mí, recién percatándose de mi presencia.
— ¡Oh, no! No se preocupen, chicos, sigan; prefiero escuchar todo ahorita y no en Londres cuando sea ya tarde para dar marcha atrás…—dije mientras colocaba en jarrón en la mesa y acomodaba las almohadas en el sofá.
— De acuerdo; si vas a vivir conmigo entonces ustedes—dijo Louis mirando a sus mejores amigos, mientras me pasaba en brazo por los hombros—van a tener que evitar decir y hacer ciertas cosas. No quiero que corrompan a mi hermanita…
Los cuatro chicos asintieron mientras sonreían. Puse los ojos en blanco devolviéndoles la sonrisa me encaminé a la cocina para ayudar a mi mamá con el desayuno.
Son unos niños.
Tendría que convivir casi con ellos, ya que si vivía con Louis, vivía con toda la banda puesto a que ellos pasaban casi 95% del tiempo juntos. Tendría que aguantarlos…pero no era un castigo, eran chicos muy divertidos y locos sin dejar de tener la típica caballerosidad inglesa.
Eran como todas las directioners imaginaban: simplemente geniales.
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
hola nueva lectora siguela pronto
Caroline Owen
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
ifihfiewhfiewhi me encanto este cap.... fue tan dewbgbwigiw
Andhy:3
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
me encanto el capitulo xd
me hiciste reir mucho!
enserio seria GENIAL! vivir con ellos *w*
me hiciste reir mucho!
enserio seria GENIAL! vivir con ellos *w*
LiloMarket
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Chicas, hoy día es el cumple de Louis y mañana es navidad. Asì que a modo de regalo les subire dos capitulos!!
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Capítulo 5
—Bueno, aquí te dejamos—dijo Louis estacionándose al frente de la cafetería donde trabajaba—Mamá y Max ya hablaron con la señora Jenkins acerca de tu mudanza a Londres; seguro te van a dar algo gratis a modo de despedida. Me dijeron que eras una empleada modelo—dijo apretando mis mejillas como si fuera un niña, me zafé divertida mientras los chicos reían en la parte trasera del auto.
— ¿A qué hora pasamos por ti?—me preguntó Niall.
—Chicos, no se preocupen, diviértanse por Doncaster que no van a tener mucho tiempo. Puedo volverme sola en el bus, siempre lo he hecho…
—Pero esta vez yo estoy acá—objetó mi hermano—y no voy a dejarte ¿a qué hora y dónde paso por ti?
Puse mis ojos en blanco sabiendo lo testarudo que era, algo en lo que ambos nos parecíamos: no lo iba a poder desistir de su idea.
—Te llamó y te digo todo ¿vale?
—Vale… ¿segura que no te vas a encontrarte con…?—empezó Louis con un tono de reproche.
— ¡Louis, por enésima vez en el día, no tengo enamorado!—exclamé irritada.
Apenas había comentado a mi hermano mayor sobre la salida que haría con Andy y Mahia, sospechó que tenía un enamorado secreto y que eso era excusa, por esa razón me había ido a dejar con todos los chicos. Sí, lo que me faltaba: un Louis Tomlinson multiplicado por cinco.
— Esta bien, te creemos—dijo Zayn—Pero si nos enteramos que nos estás mintiendo…
—Nada de salidas cuando estés en Londres y te iremos a dejar y recoger de la Universidad todos juntos—dijo Liam mientras sonreía.
—Así que, por si acaso, te estaremos llamando cada…treinta minutos—advirtió Niall.
—Y recuerda, te recogemos antes de las ocho de la noche, salimos de Doncaster a las diez; además no es apropiado para tu edad estar en la calle más tarde…—dijo Harry.
—Ya, ya, ya; ya entendí—dije mientras me bajaba—Con razón se entienden tan bien: son irritantes…
Antes que cerrara la puerta de la minivan pude escuchar unas carcajadas provenientes del vehículo. Genial, se divertían a costa mía. Entré al negocio; la cafetería en la que trabajaba era mediana y se llenaba en la hora de almuerzo de los días de semana puesto a que cerca habían negocios u oficinas y la comida que preparaban allí era deliciosa, gracias a mi empleo allí habías aprendido a cocinar muchísimas cosas.
— ¡______!—escuché una voz proveniente de una mesa cerca a la entrada. Me acerqué jovialmente a mi amiga. Tenía mi estatura y su cabello castaño oscuro caía por su espalda mientras me miraba sonriendo con esos ojos azules tan preciosos, mi amiga era muy hermosa.
— ¡Mahia!—dije abrazándola— ¿Hace cuánto llegaste?
—Hace solo unos cinco minutos, no te preocupes…
— ¿Y Andy?
—Sabes cómo es Andy, se demora siempre en todo…—me recordó mi amiga sonriendo—Tu hermano y sus amigos están aquí ¿no?
—Sí ¿Cómo sabes?—pregunté con curiosidad.
— ¿Ese de allá no es su camioneta?—preguntó mientras me señalaba la entrada, y ante mis ojos apareció la minivan de los chicos, los cuales apenas posé mis ojos en ellos me saludaron inocentemente con la mano. Sí, realmente eran cinco Louis Tomlinson. Gesticulé lárguense lo más lento que pude para que me entendieran, mientras podía sentir como mi cara ardía roja de rabia y vergüenza: una chica de diecisiete años siendo vigilada y controlada por cinco chicos grandes como si fueran sus matones. Perfecto.
Pude ver como los cinco reían y Louis encendía el motor sin quitar esa sonrisa de sus labios, el quinteto me despidió con la mano mientras se perdían por las calles de Doncaster
—Son muy raros…—comentó Mahia.
—Están locos de atar…—comenté. Ella rió.
—Es genial pensar que son famosos; felizmente casi nadie viene por acá un domingo a estas horas porque si no ahorita estarían miles de chicas histéricas en la entrada gritando.
—Oye, tú eres parte de esas chicas. Los amas…
—Cállate…—me dijo Mahia sonrojándose.
—Y por si te lo preguntabas, Liam está bien…—dije mirándola con complicidad.
— ¡Cállate!—exclamó ella tiñendo sus mejillas de color carmesí, y enterrando su rostro en la mesa. Yo reí.
Ha Mahia le había gustado Liam desde que veíamos The X Factor y cuando se enteró que iba a formar un grupo con mi hermano dio un grito al cielo de la emoción. Las veces en las que Liam anteriormente venía a la casa, Mahia se quedaba muda y casi embobada viéndolo; cuando Liam estuvo con la bailarina Danielle Peazer, a Mahia se le rompió el corazón aunque tan solo tenía ella doce años en ese entonces; y cuando rompieron dos años después, Mahia estuvo inmensamente preocupada por Liam y me hacía preguntar a Louis todos los días como estaba él, estando yo también así muy angustiada por él. No experimentó alegría al estar Liam soltero como seguro varias lo habían hecho, mostró mucha preocupación por él y así me pude convencer de los sentimientos de mi amiga hacia Liam.
— ¡Hola, chicas!—nos saludó una voz desde la entrada. Cuando me volví pude verla; su cabello rojizo completamente lacio que caía en sus hombros y sus ojos casi verdes se posaron con una sonrisa en las dos.
—Hola, Andy—saludamos.
—Disculpen la tardanza pero mi madre me dijo que debía arreglar mi cuarto… ¿Qué le pasa a Mahia?
Andy posó sus ojos en mi otra amiga que seguía ruborizada aunque sonriendo levemente con la mirada perdida.
—Apuesto cien libras esterlinas que está pensando en Liam…—comentó Andy con una sonrisa mientras se sentaba.
— ¡Agh! ¡Tú también!—exclamó Mahia tratando de mantener la compostura.
—Los chicos están acá en Doncaster—dije con una sonrisa cómplice a Andy— Y cuando digo todos son todos, Andy, incluyendo al irlandés…
La pelirroja se ruborizó, ahora eran dos chicas que estaban rojas como un tomate. Andy sonrió un poco y enterró su rostro entre las manos. Le había gustado Niall desde siempre, solía decir que era un chico lindo y sensible, totalmente diferente al resto. Siempre hablaba de lo hermosos que eran sus ojos azules y las veces ya pasadas que lo veía cuando venía a mi casa, se volvía tímida y buscaba estar sutilmente cerca de él, podía ver como brillaban sus ojos cada vez que Niall tocaba la guitarra.
—No creas que no nos hemos dado cuenta, Charlotte—me dijo Mahia con una sonrisa llamándome por mi segundo nombre.
— ¿Darse cuenta de qué?—pregunté aunque sospechaba la respuesta.
—Que te mueres por Harry tanto o incluso más de lo que nosotras nos morimos por Liam y Niall…—explicó Andy.
—Claro que no…—defendí rápidamente.
—Oye, somos amigas, tennos confianza. Además te conocemos, Lottie—dijo Mahia abreviando mi segundo nombre—Cada vez que mencionamos a Harry o cuando hablas de él, tus ojos parecen brillar…
—Eso no es cierto…—mentí rápidamente. Mis amigas me miraron acusadoramente, sabiendo que mentía…
—Es lindo, lo admito…—dije—Pero solo eso, no confundan…
—Puedes negarlo, Lottie, pero sabemos la verdad…aunque no lo quieras admitir al no tener la suficiente confianza en nosotras—comentó Andy fingiendo exageradamente indignación.
—Admítelo, ______…—dijo Mahia.
¿Debía hacerlo? ¿En serio se notaba tanto que me gustaba? ¿O es que ellas me conocían lo suficiente para saberlo? Porque felizmente nadie lo había notado, ni siquiera Félicité que era muy observadora en esas cosas y, felizmente, tampoco Louis aunque él me conocía mejor que nadie…
—Bueno… ¡ya fue! Está bien, si me gusta…—dije mirando al suelo.
—No solo te gusta… ¡Lo amas, lo amas, lo amas…!—cantó Andy mientras aplaudía.
— ¡Cállate!—dije sintiendo como la sangre corría por mis mejillas.
—Es la verdad—dijo Mahia riendo—Lo que sientes por él, no es lo que siente cualquier directioner por Harry; tú lo conoces mucho más, eso ya no se llama “ tener un crush” sino “enamorarse”…
—Bueno, sí…creo que tienes razón…—comenté aún apenada. Ellas se rieron y emitieron un sonido de besos hacia mi dirección. No tuve otra opción más que reír.
—Hola, chicas—escuché una voz atrás mío—Veo que la están pasando bien…
—Hola, Karen—saludamos nosotras.
Karen era una chica de veinte años que trabajaba en la cafetería desde antes que yo y mis amigas hayamos entrado, trabajaba como mesera por las mañanas de los fines de semana y dos horas en los días de semana. Era una chica muy hermosa, con el cabello más rubio que el de mis hermanas y sus ojos eran azules como el cielo; siempre le decía que debía trabajar en una agencia de modelos que en una cafetería, comentario antes le cual ella se ruborizaba: no era una chica presumida, sino más bien dulce y reservada.
—Bueno, ahora me toca atenderlas—dijo riendo— ¿Qué les traigo?
—Una malteada de fresa—dijo Andy.
—Yo una de chocolate, por favor—dije.
—A mí una de lúcuma, Karen—dijo Mahia.
—Vale, tres malteadas…—dijo la rubia anotando en su libreta—Y, como cortesía de la casa, ¿les parece bien tres triples?
—Wow; sí, claro, Karen… ¿pero por qué la cortesía?—preguntó Andy.
—A modo de despedida—respondió mirándome—Te extrañaremos, ______…
Me abrazó fuertemente y me dedicó una sonrisa.
—Yo también a ustedes…—comenté ya con cierta nostalgia.
Karen me miró con ternura y se retiró.
— ¿A modo de despedida? ¿A qué se refiere?—preguntó Mahia. Yo suspiré y fijé mi vista en la mea; ambas me miraron con curiosidad.
—Chicas, yo las he llamado porque quería pasar…este día con ustedes…—dije lentamente. Ellas se quedaron en silencio, expectantes.
—Me aceptaron en la Universidad de Londres—dije—Ayer, Louis me entregó el sobre, él se encargó de todos los trámites…, fue una gran sorpresa.
Ellas se me quedaron mirando asombradas; luego empezaron a reír y felicitarme muy emocionadas.
—Pero…—dijo al fin Mahia—entonces ¿te vas a Londres…?
Yo me las quedé mirando con gran tristeza, al igual que ellas. Habíamos sido amigas desde kindergarten, nos conocíamos mucho, sabíamos todo de una y de la otra. Realmente dejaría muchas cosas en Doncaster…
—Pasémosla bien hoy día ¿sí?—dije esbozando una leve sonrisa.
—Te vamos a extrañar…—dijo Andy mirando hacia la mesa, como si quisiera llorar.
— ¿Cuándo te vas?—preguntó Mahia.
—Hoy en la noche.
— ¡¿Hoy en la noche?!—repitieron ellas con exclamaciones.
—Los chicos deben hacer unas cosas mañana en el estudio y, bueno, voy a irme con ellos a Londres…
Ellas apenas me dejaron terminar ya que se acercaron a mí y me aferraron fuertemente. ¿Por qué debía haber un lado negativo de las cosas positivas? No era justo.
Nada es justo en la vida.
—Te prometo que voy a hacer lo posible para irme a la Universidad de Londres y estar juntas ¿vale?—me dijo Mahia.
—También yo. Prometimos estar siempre juntas ¿no?—nos recordó Andy aferrando su pulsera con un dije de estrella, la cual poseímos de manera idéntica las tres. Nos la dimos en tercer año de primaria cuando juramos ser mejores amigas por siempre. Vaya tiempo…
— En ese caso, debes ser más responsable y mejorar en tus calificaciones, Andy—dije lanzando una risa débil sabiendo lo distraída y alocada que era mi amiga.
— ¿Ahora quien me explicará los ejercicios de matemática? Mahia no tiene mucha paciencia…—dijo Andy; las tres reímos.
— ¡Es que eres sumamente distraída e irritante!—defendió ella.
—Y Mahia, creo que si presentas tus papeles en la Universidad, podrías ingresar. Siempre has sido buena alumna—dije con sinceridad.
—No lo sé, ______…pero le diré a una tía mía que vive en Londres que presente mis papeles. Aunque no sé si pasé, esa universidad es muy exigente ¡era obvio que tú pasarías!
—Pero tú también puedes…—alenté.
—Haré lo posible para ser aún mejor; estarán orgullosas de mí…—dijo Mahia segura.
—Ustedes son unas genios—dijo Andy—yo no pasaré nunca…
—No digas eso—dijo Mahia—por lo menos debes pasar con una C, Andy…
—Tienes que intentarlo. Siempre juntas ¿verdad?—dije mostrando mi pulsera. Andy me miró pensativa y con una leve sonrisa.
—Está bien. Todo el mundo se sorprenderá, me quemaré las pestañas estudiando—prometió. Las tres nos carcajeamos.
—Sus malteadas—anunció Karen mientras se acercaba a nosotras con los tres vasos—y sus triples—dijo colocando en nuestra mesa tres deliciosos sándwiches. Amaba la comida de la cafetería.
—Gracias, Karen—dijimos las tres al unísono. Ella nos dedicó una sonrisa y se alejó.
—Entonces—dijo al fin Andy después de darle un sorbo a su malteada— ¿vivirás con Louis o en el campus?
—Con Louis, será genial vivir de nuevo con él después de más de cinco años…
—Entonces, también estarás con los chicos ¿no?—dijo Mahia.
—Sí, obvio. Siempre paran juntos.
—Entonces, suerte con Harry—dijo Andy guiñándome un ojo. Las dos rieron y yo sentí mis mejillas teñirse de carmesí.
— ¿Saben? Algo me dice que ustedes quieren estar en Londres, no solo por mí, sino por dos chicos cuyo segundo nombre es James…—defendí. Ellas sonrieron tímidamente y también se ruborizaron.
Conversamos de varias cosas en la cafetería como el colegio y, por qué no decirlo, de Harry, Liam y Niall, siendo estos temas los principales. Platicábamos y reíamos de cada cosa; también recordamos nuestras anécdotas chistosísimas de todos los años juntas, es decir de toda la vida. Pronto terminamos nuestra comida y optamos por ir al centro comercial. Me despedí de Karen una vez más y de todo el personal que se encontraba adentro; me alegraba y enternecía ver cuánto me estimaban y apreciaban todos; no por ser la hermana menor de Louis Tomlinson, sino por ser yo misma, ______ Charlotte Tomlinson. Dejé la cafetería con gran pesar; sonará raro, pero me gustaba trabajar allí.
Nos dirigimos al centro comercial de Doncaster, y Andy se abalanzó a la primera tienda que vio, la cual era Guess. Las tres entramos y nos dedicamos a probarnos ropa y elegir que prenda sería mejor para cada una, y así fue en cada tienda que veíamos. El shopping no era un hobbie que solía practicar, no me fascinaba pero tampoco me disgustaba, a veces podía resultar divertido y otras veces cansado. Ahora resultaba entretenido.
No compramos nada, porque no traíamos el dinero suficiente para comprar esas cosas de marca. Así nos dirigimos al centro de comidas, vi la hora y eran las tres de la tarde.
Qué raro. Pensé que los chicos me llamarían para molestarme y controlarme…Se deben estar divirtiendo realmente.
Miré a mi alrededor de la plaza y me sentí cómoda por el hecho que no había mucha gente a comparación con otros días; en Doncaster no solía haber mucha gente los fines de semana, era una costumbre salir a un pueblo de alrededor, mi familia y yo solíamos hacerlo pero con la llegada de Louis y los chicos no se pudo. Fuimos a el puesto de McDonald’s y pedimos tres hamburguesas; y al ser comida rápida solo demoró unos minutos. Nos sentamos en una de las mesas y empezamos a comer y hablar de cosas de poca relevancia y superficiales. En eso, sonó mi teléfono; puse los ojos en blanco al ver quien era.
—Hola, Lou—saludé.
—Hola, ______—dijo mi hermano del otro lado del teléfono— ¿Cómo están?
—Bien, estamos en el centro comercial,
— ¡Genial! ¿Podemos ir para allá? Estamos aburridos…
—No, por favor, no…—supliqué mientras mis amigas de reían levemente. ¿Se reían de mí y de la sobreprotección de mi hermano? ¿Tan patética parecía?
—Pues qué pena, porque ya estamos acá—dijo una voz pero esta vez ya no por el teléfono, sino que escuchaba claramente la voz atrás mío, me volví y pude ver al quinteto quienes, liderados por mi hermano, me dedicaban una sonrisa.
—Hola, hermanita…—dijo Louis apretando levemente mis mejillas, yo arrugué la nariz.
— ¿Qué hacen aquí?—pregunté un poco irritada.
—Wow, hola a ti también, ______. Estamos muy bien, gracias por tu preocupación…—dijo Liam con sarcasmo divertido. Puse los ojos en blanco.
—Lo siento, chicos. Hola. Ahora sí ¿Qué hacen aquí?
—Estábamos en el centro comercial viendo algunas cosas, y desde hace una hora Niall estaba que se moría de hambre…lo cual es lo usual pero esta vez fue más desesperado—dijo mi hermano—Como sea, técnicamente hizo una pataleta para venir a comer: se sentó en suelo en posición fetal cantando una canción de comida que creo que me enseñaron en el kindergarten…y, bueno, accedimos más por vergüenza ajena que por pena, debo admitir; no te ofendas, Niall…no me sorprendería que mañana salieran fotos de Nialler haciendo el papelón de su vida…—el interpelado lo miró mal—Bueno, acabamos de llegar, las encontramos, te llamé y ¡henos aquí! Ahora, hermanita linda y hermosa, ¿podrías dejarnos sentar acá?
—Solo si prometen todos ustedes, porque eso va para ustedes cinco, no molestarme ni nada parecido…
—Prometido—dijeron los cinco al unísono con la mano derecha levantada. Mis amigas y yo reímos.
—Iremos a comprar las hamburguesas—anunció Liam dirigiéndose con Zayn al puesto de McDonald’s. Los otros tres chicos se sentaron con nosotras.
— ¿Alguna de ustedes puede apiadarse de este pobre irlandés hambriento y darle unas papas fritas?—dijo Niall mirándonos con ojos tristes.
— ¡Diablos!—exclamé— ¿Por qué eres tan tierno?—Niall rio y todos nos unimos a sus risas—Ten, no como mucho a comparación tuya…pero no te acabes todo…
—Si deseas aquí también tienes—dijo Andy tendiéndole su paquete—Me uno a la causa…
—Gracias, Andy. Que linda eres…—dijo Niall mirándola fijamente. Pude ver como mi amiga intentaba mantener la compostura devolviéndole la sonrisa y noté un leve rubor en sus mejillas. Mahia y yo nos miramos y sonreímos sutilmente. Louis y Harry miraron a Niall con un poco de complicidad.
—Tú también eres lindo…—comentó Andy haciendo que las mejillas de Niall tomaran color. Algo que adoraba de mi amiga era el control que tomaba de las cosas.
— ¡Qué tierno!—comentó mi hermano con exagerada euforia—Niall está rojo…
— Ahora es un duende con la cara roja como un tomate…—comentó Harry riendo.
— ¿Se pueden callar?—dijo Niall mientras metía tres papas fritas a su boca. Tanto a Harry como a Louis les llegó altamente lo que decía el irlandés así que estuvieron fastidiándolo por un buen rato; hasta que llegaron Liam y Zayn con la comida. No fue tan malo como esperaba almorzar con los chicos y mis amigas: se llevaban mejor de lo que pensaban y resultó muy divertido ya que los cinco eran terriblemente bromistas y divertidos, nos hacían reír a carcajadas a mí y a mis amigas.
Pude notar como algunas chicas que se encontraban en otras mesas miraban hacia nuestra dirección boquiabiertas y entusiasmadas; esperé que se acercaran para pedirle autógrafos a los chicos o alguna foto, pero simplemente se nos quedaban mirando con curiosidad ¿qué pensaran? ¿Qué Andy o Mahia es novia de alguno de los chicos? Y para las que no me conocían ¿Qué yo también lo era? Solamente esperaba que no se filtrara por la red fotos de nosotros tituladas ¿Serán las nuevas novias de One Direction? No me gustaba tener fama por mi hermano.
Salimos del centro comercial y fuimos a dejar a Mahia y Andy a sus respectivas casas ¿Hubieron lágrimas al despedirme de mis mejores amigas? Sí, las hubo para mi desgracia. Maldita sensibilidad. Si era horrible que Louis me viera llorar era aún peor que cuatro chicos más me vieran llorar; y no por vergüenza, sino porque sabía que ellos se preocupaban; que a pesar de lo que molestaban, me querían. Eso era lo malo.
Me despedí de mi familia…donde también hubieron lágrimas ¡Dios! ¿No iba a parar nunca? Me conmovió mucho como mis gemelas me abrazaban y puedo jurar que vi a los chicos derramando algunas lágrimas.
— ¿Están llorando?—les pregunté aún con Daisy y Phoebe aferradas a mi cuello
—No—dijo rápidamente Zayn—es que paso un viento fuerte y como estamos en el jardín, se me metió un poco de tierra a los ojos…
—Yo tengo un poco de alergia…—dijo Harry.
—Claro…—dije con sarcasmo.
Los únicos que admitieron sus sentimientos fueron Liam, Louis y Niall; el segundo no tuvo opción ya que lo conocía como la palma de mi mano y otros dos era de esperarse.
—No estés así, y tampoco ustedes—nos dijo mi hermano—me harán arrepentir el haberla metido a la Universidad si siguen así.
—No—dijo mamá—Eso es lo mejor para mi pequeña.
Los chicos metieron todas las maletas a la minivan; sus maletas eran cinco pequeñas ya que solo habían estado en Doncaster menos de dos días, pero las mías eran dos medianas y dos grandes donde estaba toda mi vida en este lugar. Después de un abrazo más a mi familia, subí al automóvil; los chicos se despidieron y subieron también. Yo estaba en el tercer asiento con Niall, adelante nuestro estaban Zayn y Liam, Louis manejaba y Harry era el copiloto. Los chicos bromeaban e intentaban hacerme sonreír y, debo admitirlo, lo lograron. Algunos chicos se quedaron dormidos en cuestión de minutos, así que yo también intenté dormir viendo las calles de algunos pueblos cercanos; el viaje duraría unas pocas horas y no tenía nada que hacer por lo que cerré los ojos con fuerza y así poco a poco caí en la inconciencia.
—Bueno, aquí te dejamos—dijo Louis estacionándose al frente de la cafetería donde trabajaba—Mamá y Max ya hablaron con la señora Jenkins acerca de tu mudanza a Londres; seguro te van a dar algo gratis a modo de despedida. Me dijeron que eras una empleada modelo—dijo apretando mis mejillas como si fuera un niña, me zafé divertida mientras los chicos reían en la parte trasera del auto.
— ¿A qué hora pasamos por ti?—me preguntó Niall.
—Chicos, no se preocupen, diviértanse por Doncaster que no van a tener mucho tiempo. Puedo volverme sola en el bus, siempre lo he hecho…
—Pero esta vez yo estoy acá—objetó mi hermano—y no voy a dejarte ¿a qué hora y dónde paso por ti?
Puse mis ojos en blanco sabiendo lo testarudo que era, algo en lo que ambos nos parecíamos: no lo iba a poder desistir de su idea.
—Te llamó y te digo todo ¿vale?
—Vale… ¿segura que no te vas a encontrarte con…?—empezó Louis con un tono de reproche.
— ¡Louis, por enésima vez en el día, no tengo enamorado!—exclamé irritada.
Apenas había comentado a mi hermano mayor sobre la salida que haría con Andy y Mahia, sospechó que tenía un enamorado secreto y que eso era excusa, por esa razón me había ido a dejar con todos los chicos. Sí, lo que me faltaba: un Louis Tomlinson multiplicado por cinco.
— Esta bien, te creemos—dijo Zayn—Pero si nos enteramos que nos estás mintiendo…
—Nada de salidas cuando estés en Londres y te iremos a dejar y recoger de la Universidad todos juntos—dijo Liam mientras sonreía.
—Así que, por si acaso, te estaremos llamando cada…treinta minutos—advirtió Niall.
—Y recuerda, te recogemos antes de las ocho de la noche, salimos de Doncaster a las diez; además no es apropiado para tu edad estar en la calle más tarde…—dijo Harry.
—Ya, ya, ya; ya entendí—dije mientras me bajaba—Con razón se entienden tan bien: son irritantes…
Antes que cerrara la puerta de la minivan pude escuchar unas carcajadas provenientes del vehículo. Genial, se divertían a costa mía. Entré al negocio; la cafetería en la que trabajaba era mediana y se llenaba en la hora de almuerzo de los días de semana puesto a que cerca habían negocios u oficinas y la comida que preparaban allí era deliciosa, gracias a mi empleo allí habías aprendido a cocinar muchísimas cosas.
— ¡______!—escuché una voz proveniente de una mesa cerca a la entrada. Me acerqué jovialmente a mi amiga. Tenía mi estatura y su cabello castaño oscuro caía por su espalda mientras me miraba sonriendo con esos ojos azules tan preciosos, mi amiga era muy hermosa.
— ¡Mahia!—dije abrazándola— ¿Hace cuánto llegaste?
—Hace solo unos cinco minutos, no te preocupes…
— ¿Y Andy?
—Sabes cómo es Andy, se demora siempre en todo…—me recordó mi amiga sonriendo—Tu hermano y sus amigos están aquí ¿no?
—Sí ¿Cómo sabes?—pregunté con curiosidad.
— ¿Ese de allá no es su camioneta?—preguntó mientras me señalaba la entrada, y ante mis ojos apareció la minivan de los chicos, los cuales apenas posé mis ojos en ellos me saludaron inocentemente con la mano. Sí, realmente eran cinco Louis Tomlinson. Gesticulé lárguense lo más lento que pude para que me entendieran, mientras podía sentir como mi cara ardía roja de rabia y vergüenza: una chica de diecisiete años siendo vigilada y controlada por cinco chicos grandes como si fueran sus matones. Perfecto.
Pude ver como los cinco reían y Louis encendía el motor sin quitar esa sonrisa de sus labios, el quinteto me despidió con la mano mientras se perdían por las calles de Doncaster
—Son muy raros…—comentó Mahia.
—Están locos de atar…—comenté. Ella rió.
—Es genial pensar que son famosos; felizmente casi nadie viene por acá un domingo a estas horas porque si no ahorita estarían miles de chicas histéricas en la entrada gritando.
—Oye, tú eres parte de esas chicas. Los amas…
—Cállate…—me dijo Mahia sonrojándose.
—Y por si te lo preguntabas, Liam está bien…—dije mirándola con complicidad.
— ¡Cállate!—exclamó ella tiñendo sus mejillas de color carmesí, y enterrando su rostro en la mesa. Yo reí.
Ha Mahia le había gustado Liam desde que veíamos The X Factor y cuando se enteró que iba a formar un grupo con mi hermano dio un grito al cielo de la emoción. Las veces en las que Liam anteriormente venía a la casa, Mahia se quedaba muda y casi embobada viéndolo; cuando Liam estuvo con la bailarina Danielle Peazer, a Mahia se le rompió el corazón aunque tan solo tenía ella doce años en ese entonces; y cuando rompieron dos años después, Mahia estuvo inmensamente preocupada por Liam y me hacía preguntar a Louis todos los días como estaba él, estando yo también así muy angustiada por él. No experimentó alegría al estar Liam soltero como seguro varias lo habían hecho, mostró mucha preocupación por él y así me pude convencer de los sentimientos de mi amiga hacia Liam.
— ¡Hola, chicas!—nos saludó una voz desde la entrada. Cuando me volví pude verla; su cabello rojizo completamente lacio que caía en sus hombros y sus ojos casi verdes se posaron con una sonrisa en las dos.
—Hola, Andy—saludamos.
—Disculpen la tardanza pero mi madre me dijo que debía arreglar mi cuarto… ¿Qué le pasa a Mahia?
Andy posó sus ojos en mi otra amiga que seguía ruborizada aunque sonriendo levemente con la mirada perdida.
—Apuesto cien libras esterlinas que está pensando en Liam…—comentó Andy con una sonrisa mientras se sentaba.
— ¡Agh! ¡Tú también!—exclamó Mahia tratando de mantener la compostura.
—Los chicos están acá en Doncaster—dije con una sonrisa cómplice a Andy— Y cuando digo todos son todos, Andy, incluyendo al irlandés…
La pelirroja se ruborizó, ahora eran dos chicas que estaban rojas como un tomate. Andy sonrió un poco y enterró su rostro entre las manos. Le había gustado Niall desde siempre, solía decir que era un chico lindo y sensible, totalmente diferente al resto. Siempre hablaba de lo hermosos que eran sus ojos azules y las veces ya pasadas que lo veía cuando venía a mi casa, se volvía tímida y buscaba estar sutilmente cerca de él, podía ver como brillaban sus ojos cada vez que Niall tocaba la guitarra.
—No creas que no nos hemos dado cuenta, Charlotte—me dijo Mahia con una sonrisa llamándome por mi segundo nombre.
— ¿Darse cuenta de qué?—pregunté aunque sospechaba la respuesta.
—Que te mueres por Harry tanto o incluso más de lo que nosotras nos morimos por Liam y Niall…—explicó Andy.
—Claro que no…—defendí rápidamente.
—Oye, somos amigas, tennos confianza. Además te conocemos, Lottie—dijo Mahia abreviando mi segundo nombre—Cada vez que mencionamos a Harry o cuando hablas de él, tus ojos parecen brillar…
—Eso no es cierto…—mentí rápidamente. Mis amigas me miraron acusadoramente, sabiendo que mentía…
—Es lindo, lo admito…—dije—Pero solo eso, no confundan…
—Puedes negarlo, Lottie, pero sabemos la verdad…aunque no lo quieras admitir al no tener la suficiente confianza en nosotras—comentó Andy fingiendo exageradamente indignación.
—Admítelo, ______…—dijo Mahia.
¿Debía hacerlo? ¿En serio se notaba tanto que me gustaba? ¿O es que ellas me conocían lo suficiente para saberlo? Porque felizmente nadie lo había notado, ni siquiera Félicité que era muy observadora en esas cosas y, felizmente, tampoco Louis aunque él me conocía mejor que nadie…
—Bueno… ¡ya fue! Está bien, si me gusta…—dije mirando al suelo.
—No solo te gusta… ¡Lo amas, lo amas, lo amas…!—cantó Andy mientras aplaudía.
— ¡Cállate!—dije sintiendo como la sangre corría por mis mejillas.
—Es la verdad—dijo Mahia riendo—Lo que sientes por él, no es lo que siente cualquier directioner por Harry; tú lo conoces mucho más, eso ya no se llama “ tener un crush” sino “enamorarse”…
—Bueno, sí…creo que tienes razón…—comenté aún apenada. Ellas se rieron y emitieron un sonido de besos hacia mi dirección. No tuve otra opción más que reír.
—Hola, chicas—escuché una voz atrás mío—Veo que la están pasando bien…
—Hola, Karen—saludamos nosotras.
Karen era una chica de veinte años que trabajaba en la cafetería desde antes que yo y mis amigas hayamos entrado, trabajaba como mesera por las mañanas de los fines de semana y dos horas en los días de semana. Era una chica muy hermosa, con el cabello más rubio que el de mis hermanas y sus ojos eran azules como el cielo; siempre le decía que debía trabajar en una agencia de modelos que en una cafetería, comentario antes le cual ella se ruborizaba: no era una chica presumida, sino más bien dulce y reservada.
—Bueno, ahora me toca atenderlas—dijo riendo— ¿Qué les traigo?
—Una malteada de fresa—dijo Andy.
—Yo una de chocolate, por favor—dije.
—A mí una de lúcuma, Karen—dijo Mahia.
—Vale, tres malteadas…—dijo la rubia anotando en su libreta—Y, como cortesía de la casa, ¿les parece bien tres triples?
—Wow; sí, claro, Karen… ¿pero por qué la cortesía?—preguntó Andy.
—A modo de despedida—respondió mirándome—Te extrañaremos, ______…
Me abrazó fuertemente y me dedicó una sonrisa.
—Yo también a ustedes…—comenté ya con cierta nostalgia.
Karen me miró con ternura y se retiró.
— ¿A modo de despedida? ¿A qué se refiere?—preguntó Mahia. Yo suspiré y fijé mi vista en la mea; ambas me miraron con curiosidad.
—Chicas, yo las he llamado porque quería pasar…este día con ustedes…—dije lentamente. Ellas se quedaron en silencio, expectantes.
—Me aceptaron en la Universidad de Londres—dije—Ayer, Louis me entregó el sobre, él se encargó de todos los trámites…, fue una gran sorpresa.
Ellas se me quedaron mirando asombradas; luego empezaron a reír y felicitarme muy emocionadas.
—Pero…—dijo al fin Mahia—entonces ¿te vas a Londres…?
Yo me las quedé mirando con gran tristeza, al igual que ellas. Habíamos sido amigas desde kindergarten, nos conocíamos mucho, sabíamos todo de una y de la otra. Realmente dejaría muchas cosas en Doncaster…
—Pasémosla bien hoy día ¿sí?—dije esbozando una leve sonrisa.
—Te vamos a extrañar…—dijo Andy mirando hacia la mesa, como si quisiera llorar.
— ¿Cuándo te vas?—preguntó Mahia.
—Hoy en la noche.
— ¡¿Hoy en la noche?!—repitieron ellas con exclamaciones.
—Los chicos deben hacer unas cosas mañana en el estudio y, bueno, voy a irme con ellos a Londres…
Ellas apenas me dejaron terminar ya que se acercaron a mí y me aferraron fuertemente. ¿Por qué debía haber un lado negativo de las cosas positivas? No era justo.
Nada es justo en la vida.
—Te prometo que voy a hacer lo posible para irme a la Universidad de Londres y estar juntas ¿vale?—me dijo Mahia.
—También yo. Prometimos estar siempre juntas ¿no?—nos recordó Andy aferrando su pulsera con un dije de estrella, la cual poseímos de manera idéntica las tres. Nos la dimos en tercer año de primaria cuando juramos ser mejores amigas por siempre. Vaya tiempo…
— En ese caso, debes ser más responsable y mejorar en tus calificaciones, Andy—dije lanzando una risa débil sabiendo lo distraída y alocada que era mi amiga.
— ¿Ahora quien me explicará los ejercicios de matemática? Mahia no tiene mucha paciencia…—dijo Andy; las tres reímos.
— ¡Es que eres sumamente distraída e irritante!—defendió ella.
—Y Mahia, creo que si presentas tus papeles en la Universidad, podrías ingresar. Siempre has sido buena alumna—dije con sinceridad.
—No lo sé, ______…pero le diré a una tía mía que vive en Londres que presente mis papeles. Aunque no sé si pasé, esa universidad es muy exigente ¡era obvio que tú pasarías!
—Pero tú también puedes…—alenté.
—Haré lo posible para ser aún mejor; estarán orgullosas de mí…—dijo Mahia segura.
—Ustedes son unas genios—dijo Andy—yo no pasaré nunca…
—No digas eso—dijo Mahia—por lo menos debes pasar con una C, Andy…
—Tienes que intentarlo. Siempre juntas ¿verdad?—dije mostrando mi pulsera. Andy me miró pensativa y con una leve sonrisa.
—Está bien. Todo el mundo se sorprenderá, me quemaré las pestañas estudiando—prometió. Las tres nos carcajeamos.
—Sus malteadas—anunció Karen mientras se acercaba a nosotras con los tres vasos—y sus triples—dijo colocando en nuestra mesa tres deliciosos sándwiches. Amaba la comida de la cafetería.
—Gracias, Karen—dijimos las tres al unísono. Ella nos dedicó una sonrisa y se alejó.
—Entonces—dijo al fin Andy después de darle un sorbo a su malteada— ¿vivirás con Louis o en el campus?
—Con Louis, será genial vivir de nuevo con él después de más de cinco años…
—Entonces, también estarás con los chicos ¿no?—dijo Mahia.
—Sí, obvio. Siempre paran juntos.
—Entonces, suerte con Harry—dijo Andy guiñándome un ojo. Las dos rieron y yo sentí mis mejillas teñirse de carmesí.
— ¿Saben? Algo me dice que ustedes quieren estar en Londres, no solo por mí, sino por dos chicos cuyo segundo nombre es James…—defendí. Ellas sonrieron tímidamente y también se ruborizaron.
Conversamos de varias cosas en la cafetería como el colegio y, por qué no decirlo, de Harry, Liam y Niall, siendo estos temas los principales. Platicábamos y reíamos de cada cosa; también recordamos nuestras anécdotas chistosísimas de todos los años juntas, es decir de toda la vida. Pronto terminamos nuestra comida y optamos por ir al centro comercial. Me despedí de Karen una vez más y de todo el personal que se encontraba adentro; me alegraba y enternecía ver cuánto me estimaban y apreciaban todos; no por ser la hermana menor de Louis Tomlinson, sino por ser yo misma, ______ Charlotte Tomlinson. Dejé la cafetería con gran pesar; sonará raro, pero me gustaba trabajar allí.
Nos dirigimos al centro comercial de Doncaster, y Andy se abalanzó a la primera tienda que vio, la cual era Guess. Las tres entramos y nos dedicamos a probarnos ropa y elegir que prenda sería mejor para cada una, y así fue en cada tienda que veíamos. El shopping no era un hobbie que solía practicar, no me fascinaba pero tampoco me disgustaba, a veces podía resultar divertido y otras veces cansado. Ahora resultaba entretenido.
No compramos nada, porque no traíamos el dinero suficiente para comprar esas cosas de marca. Así nos dirigimos al centro de comidas, vi la hora y eran las tres de la tarde.
Qué raro. Pensé que los chicos me llamarían para molestarme y controlarme…Se deben estar divirtiendo realmente.
Miré a mi alrededor de la plaza y me sentí cómoda por el hecho que no había mucha gente a comparación con otros días; en Doncaster no solía haber mucha gente los fines de semana, era una costumbre salir a un pueblo de alrededor, mi familia y yo solíamos hacerlo pero con la llegada de Louis y los chicos no se pudo. Fuimos a el puesto de McDonald’s y pedimos tres hamburguesas; y al ser comida rápida solo demoró unos minutos. Nos sentamos en una de las mesas y empezamos a comer y hablar de cosas de poca relevancia y superficiales. En eso, sonó mi teléfono; puse los ojos en blanco al ver quien era.
—Hola, Lou—saludé.
—Hola, ______—dijo mi hermano del otro lado del teléfono— ¿Cómo están?
—Bien, estamos en el centro comercial,
— ¡Genial! ¿Podemos ir para allá? Estamos aburridos…
—No, por favor, no…—supliqué mientras mis amigas de reían levemente. ¿Se reían de mí y de la sobreprotección de mi hermano? ¿Tan patética parecía?
—Pues qué pena, porque ya estamos acá—dijo una voz pero esta vez ya no por el teléfono, sino que escuchaba claramente la voz atrás mío, me volví y pude ver al quinteto quienes, liderados por mi hermano, me dedicaban una sonrisa.
—Hola, hermanita…—dijo Louis apretando levemente mis mejillas, yo arrugué la nariz.
— ¿Qué hacen aquí?—pregunté un poco irritada.
—Wow, hola a ti también, ______. Estamos muy bien, gracias por tu preocupación…—dijo Liam con sarcasmo divertido. Puse los ojos en blanco.
—Lo siento, chicos. Hola. Ahora sí ¿Qué hacen aquí?
—Estábamos en el centro comercial viendo algunas cosas, y desde hace una hora Niall estaba que se moría de hambre…lo cual es lo usual pero esta vez fue más desesperado—dijo mi hermano—Como sea, técnicamente hizo una pataleta para venir a comer: se sentó en suelo en posición fetal cantando una canción de comida que creo que me enseñaron en el kindergarten…y, bueno, accedimos más por vergüenza ajena que por pena, debo admitir; no te ofendas, Niall…no me sorprendería que mañana salieran fotos de Nialler haciendo el papelón de su vida…—el interpelado lo miró mal—Bueno, acabamos de llegar, las encontramos, te llamé y ¡henos aquí! Ahora, hermanita linda y hermosa, ¿podrías dejarnos sentar acá?
—Solo si prometen todos ustedes, porque eso va para ustedes cinco, no molestarme ni nada parecido…
—Prometido—dijeron los cinco al unísono con la mano derecha levantada. Mis amigas y yo reímos.
—Iremos a comprar las hamburguesas—anunció Liam dirigiéndose con Zayn al puesto de McDonald’s. Los otros tres chicos se sentaron con nosotras.
— ¿Alguna de ustedes puede apiadarse de este pobre irlandés hambriento y darle unas papas fritas?—dijo Niall mirándonos con ojos tristes.
— ¡Diablos!—exclamé— ¿Por qué eres tan tierno?—Niall rio y todos nos unimos a sus risas—Ten, no como mucho a comparación tuya…pero no te acabes todo…
—Si deseas aquí también tienes—dijo Andy tendiéndole su paquete—Me uno a la causa…
—Gracias, Andy. Que linda eres…—dijo Niall mirándola fijamente. Pude ver como mi amiga intentaba mantener la compostura devolviéndole la sonrisa y noté un leve rubor en sus mejillas. Mahia y yo nos miramos y sonreímos sutilmente. Louis y Harry miraron a Niall con un poco de complicidad.
—Tú también eres lindo…—comentó Andy haciendo que las mejillas de Niall tomaran color. Algo que adoraba de mi amiga era el control que tomaba de las cosas.
— ¡Qué tierno!—comentó mi hermano con exagerada euforia—Niall está rojo…
— Ahora es un duende con la cara roja como un tomate…—comentó Harry riendo.
— ¿Se pueden callar?—dijo Niall mientras metía tres papas fritas a su boca. Tanto a Harry como a Louis les llegó altamente lo que decía el irlandés así que estuvieron fastidiándolo por un buen rato; hasta que llegaron Liam y Zayn con la comida. No fue tan malo como esperaba almorzar con los chicos y mis amigas: se llevaban mejor de lo que pensaban y resultó muy divertido ya que los cinco eran terriblemente bromistas y divertidos, nos hacían reír a carcajadas a mí y a mis amigas.
Pude notar como algunas chicas que se encontraban en otras mesas miraban hacia nuestra dirección boquiabiertas y entusiasmadas; esperé que se acercaran para pedirle autógrafos a los chicos o alguna foto, pero simplemente se nos quedaban mirando con curiosidad ¿qué pensaran? ¿Qué Andy o Mahia es novia de alguno de los chicos? Y para las que no me conocían ¿Qué yo también lo era? Solamente esperaba que no se filtrara por la red fotos de nosotros tituladas ¿Serán las nuevas novias de One Direction? No me gustaba tener fama por mi hermano.
Salimos del centro comercial y fuimos a dejar a Mahia y Andy a sus respectivas casas ¿Hubieron lágrimas al despedirme de mis mejores amigas? Sí, las hubo para mi desgracia. Maldita sensibilidad. Si era horrible que Louis me viera llorar era aún peor que cuatro chicos más me vieran llorar; y no por vergüenza, sino porque sabía que ellos se preocupaban; que a pesar de lo que molestaban, me querían. Eso era lo malo.
Me despedí de mi familia…donde también hubieron lágrimas ¡Dios! ¿No iba a parar nunca? Me conmovió mucho como mis gemelas me abrazaban y puedo jurar que vi a los chicos derramando algunas lágrimas.
— ¿Están llorando?—les pregunté aún con Daisy y Phoebe aferradas a mi cuello
—No—dijo rápidamente Zayn—es que paso un viento fuerte y como estamos en el jardín, se me metió un poco de tierra a los ojos…
—Yo tengo un poco de alergia…—dijo Harry.
—Claro…—dije con sarcasmo.
Los únicos que admitieron sus sentimientos fueron Liam, Louis y Niall; el segundo no tuvo opción ya que lo conocía como la palma de mi mano y otros dos era de esperarse.
—No estés así, y tampoco ustedes—nos dijo mi hermano—me harán arrepentir el haberla metido a la Universidad si siguen así.
—No—dijo mamá—Eso es lo mejor para mi pequeña.
Los chicos metieron todas las maletas a la minivan; sus maletas eran cinco pequeñas ya que solo habían estado en Doncaster menos de dos días, pero las mías eran dos medianas y dos grandes donde estaba toda mi vida en este lugar. Después de un abrazo más a mi familia, subí al automóvil; los chicos se despidieron y subieron también. Yo estaba en el tercer asiento con Niall, adelante nuestro estaban Zayn y Liam, Louis manejaba y Harry era el copiloto. Los chicos bromeaban e intentaban hacerme sonreír y, debo admitirlo, lo lograron. Algunos chicos se quedaron dormidos en cuestión de minutos, así que yo también intenté dormir viendo las calles de algunos pueblos cercanos; el viaje duraría unas pocas horas y no tenía nada que hacer por lo que cerré los ojos con fuerza y así poco a poco caí en la inconciencia.
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Disculpen por la letra pequeña (no se que tiene esta maquina) ahora les subo el otro capitulo :)
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
Capítulo 6
Cuando desperté no estaba en mi cuarto de Doncaster; no, el colchón nunca había sido tan grande y suave como ahora. Recordé que me había quedado dormida en la minivan de los chicos, pero no estaba sentada, estaba acostada y el sillón no lo recordaba tan cómodo, además a mi lado se encontraba Niall y si hubiera estado acostada lo hubiera pateado o algo parecido, y no sentía ningún otro cuerpo al lado mío.
Abrí los ojos y me incorporé en mi cama viendo todo a mí alrededor. No lo podía creer. Mi cuarto aquí en Londres era el doble de mi cuarto en Doncaster, y eso que este último era grande. Había un escritorio con una computadora y una silla redonda, otro escritorio grande son estantes, cajones y compartimientos para poner mis cosas de la universidad y trabajar allí, cuatro felpudos chiquitos donde había al centro una silla para una pequeña reunión informal con amigas, un gran estante para poner todos mis libros, un televisor pantalla plana de cuarenta pulgadas empotrado a una de las paredes, unas pequeñas repisas donde podía poner fotos u adornos, un gran espejo redondo en una pared, un sillón mediano el cual se veía cómodo; al lado mío había una mesita de noche—en realidad era una mesa de noche, no era chica—la cual tenía una pequeña y bonita lámpara y una foto de toda la familia cuando yo tenía cinco años de edad. Me levanté y me encaminé a gran mampara con balcón que había la cual estaba cubierta por cortinas blancas, por lo que pude ver, debían ser las ocho de la mañana; salí al balcón y me quedé boquiabierta. Por lo que recordaba Louis había dicho que se había comprado una casa, no una mansión, porque eso era lo que era. El jardín delantero era un poco más grande que toda la casa de Doncaster, incluía una pileta, un camino para que pasaran los vehículos y pude divisar a lo lejos una alberca, y eso que no estaba contando al jardín trasero y el de los laterales ya que algo me decía que la casa estaba rodeada de áreas verdes, la entrada estaba restringida por muros y había una reja para el acceso de vehículos y personas. Medí las dimensiones de la casa desde mi balcón y superaba al doble de mi casa en Doncaster.
Estuve maravillada ¿Cuánto le debió haber costado esa mansión a mi hermano? Seguro que millones de libras; ahora entendía porque hace años nos había ofrecido a toda la familia comprarnos una casa allá en Doncaster, pero mamá y papá se negaron ya que en esa casa tenían los mejores recuerdos de sus vidas, me alegraba pensar que mi hermano siempre había sido agradecido con mamá e incluso con papá aunque no llevara la sangre de este último.
Cuando me volví, vi una puerta blanca en una pared. La abrí y mis ojos se abrieron aún más; era todo un pasillo lleno de estantes y percheros: mi closet, no tenía tanta ropa por lo que consideré que tanto espacio sería innecesario, caminé aún más y había otra puerta al final de mi closet, la abrí y he ahí mi baño. Era grande, con tocador, una tina al parecer moderna ya que tenía algunos cables y duchas diferentes, un lavabo e inodoro relativamente normales pero con formas que se podían considerar modernas. Salí rápidamente y abrí una de mis maletas donde se encontraban mis cosas de aseo, tomé todo lo necesario y me dirigí al baño. Me duché tratando de ni siquiera agarrar los cables, no sabía que podían hacer y no quería generar un desastre en mi baño nuevo. Cuando acabé me lavé los dientes y me retoqué más. Salí del baño con una toalla y desenredando mi oscura melena. Escogí de mi maleta algo que estuviera acorde el clima, pude notar que iba a ser un día templado en Londres lo cual era lo máximo que se podía esperar ya que era una ciudad donde rara vez hacía ese calor. Opté por un skinny jean, un polo blanco manga corta y un par de zapatillas converse negras. Me ví en el espejo de mi cuarto y, satisfecha por cómo me veía, salí de mi cuarto.
Me encontré con un pasillo con varias puertas, supuse que entre ellas estaría el cuarto de mi hermano, baños y otras habitaciones más, vi las paredes y pude ver varias fotos: de toda la familia, de los chicos juntos, de Louis con Eleanor; me gustaba la decoración que Louis había puesto a su casa, era sencilla, elegante y masculina; aunque claro que mi cuarto era lo puramente femenino que se podía encontrar acá. Busqué las escaleras y las encontré al medio del pasillo, bajé con la esperanza de encontrar a los chicos pero no los vi, por el contrario empecé a admirar todo el espacio. La sala tenía cuatro muebles negros elegantes y cómodos, había un televisor de cincuenta pulgadas ultra delgado, un reproductor de DVD, un moderno aparato estéreo y en la mesita de dentro habían pequeños adornos negros y blancos, y en las paredes seguían habiendo fotos; en una de las repisas pude ver algunos premios obtenidos por los chicos, por lo que sabía se repartían equitativamente o al azar, a Louis le había tocado dos premios grammy, dos VMA y un aerodeslizador de Nickelodeon. Me senté en uno de los muebles, segura que si seguía caminando me aturdiría más ante lo nuevo y costoso del lugar; así que marqué el número de Louis desde mi celular. Sonó dos veces.
—Hola, ______—dijo mi hermano desde el otro lado del teléfono—Despertaste.
—Hola, Lou. Yo…
—Espera, espera—me interrumpió—Los chicos quieren saludarte…
— ¡Buenos días, ______!—escuché que gritaron. Reí.
—Buenos días, chicos ¿Dónde están?
—En el spa—dijo mi hermano.
— ¿Spa?—pregunté incrédula ¡Esto era en definitiva más que una mansión!
—Sí, ven; es muy relajante…—dijo Louis.
— ¡No sé dónde está ese bendito spa!—exclamé—Tu casa es enorme, Louis ¿Cómo quieres que me ubiqué? Estoy sentada en uno de los muebles de la sala…si solo tienes una sala…
—En realidad tengo cuatro salas de estar—me explicó mi hermano—pero puedo deducir en cual te ubicas…
¡Wow! ¡¿Cuatro salas?! En definitiva me iba a costar acostumbrarme a esta casa…
—Por favor, chicos, vengan ya, porque si sigo caminando voy a perderme…
—Ya, estamos en camino—dijo Liam—Solamente quédate ahí.
—Si quieres puedes ir viendo televisión…—me dijo Louis.
— No, gracias, tengo miedo de romper tu televisor o de hacerle algo; aunque consideraré tu oferta ya que sabiendo la dimensión de tu casa seguro te tardarás en venir caminado quince minutos—dije, oí risas.
—Estaremos allí en cinco minutos—dijo Louis—Iremos corriendo…
Puse los ojos en blanco con una sonrisa mientras colgaba. Volví a ver mi alrededor, me alegraba el hecho que mi hermano tuviera esa casa, era una recompensa por todo el esfuerzo que había realizado, no solo por sus años de carrera musical, sino por toda su vida, se lo merecía. Agarré una de las fotos en donde aparecía yo con cuatro años y Louis con diez años en una actuación del colegio, yo llevaba un disfraz de ángel y Louis vestía un elegante esmoquin; recordé ese día: los niños del kindergarten debíamos representar el nacimiento en Navidad y los de primaria actuarían; Louis había sido elegido para conducir la actuación debido a su desenvoltura y carisma; a esa edad ya era así. Me alegraba estar con él ahora, volver a vivir con él; era mi hermano mayor el cual siempre estaría conmigo pasara lo que pasara y que siempre querría lo mejor para mí. Debía agradecerle todo lo que había hecho por mí: una vez más lo de la universidad, el soportarme en su casa, mi maravillosa habitación, todos los muebles, cada adorno, el televisor, la computadora. Mi hermano era el mejor, y no lo decía por las cosas que me daba, sino que al ver esas fotos y recordar todo lo que había hecho por mí desde que tenía uso de razón, por todos esos momentos de felicidad…a pesar de que a veces era irritante.
— ¡Llegué primero!—escuché gritar a Zayn mientras entraba a la sala, bailando y agitando los brazos
— ¡Hiciste trampa!—gritó Liam llegando segundo— ¡Me empujaste cuando te estaba ganando!
— ¡Tú también hiciste trampa!—replicó Louis mientras entraba— ¡Acordamos el camino y tú lo cortaste!
— ¡Igual tú eres un tramposo, Lou!— gritó Harry llegando cuarto— ¡Saliste a la cuenta de dos, y dijimos tres!
— ¡Tú también! ¡No hables, Hazza!—dijo Niall llegando cansado y apenas pudiendo hablar—Empezaste a hacer caras graciosas…
—Igual hubieras perdido, Niall, no te ofendas…—dijo Harry. Niall le sacó la lengua.
Me fijé en los cinco chicos; tenían el cabello desordenado y la misma ropa de ayer, por lo cual podía deducir que ni bien llegaron y me llevaron a mi habitación, o se fueron al cuarto de cine o se quedaron dormidos y sin arreglarse se fueron al cuarto de cine.
—Hola, ______—me saludaron los chicos al unísono.
—Hola, chicos.
— ¿Y qué te parece mi casa?—me preguntó Louis.
—Tu mansión—dije dando énfasis en la última palabra—es maravillosa. En serio, Lou, es magnífica. Supiste elegir bien…
—Lo sé—respondió mi hermano con aires de superioridad. Yo reí.
— ¿Quisieras que te demos un tour por la casa? Para que ya no te pierdas…—me propuso Zayn. Yo acepté.
Los chicos me llevaron al jardín y empezamos a caminar mientras que ellos me mostraban todo. Iniciamos con las áreas verdes los cuales rodeaba la casa: en el jardín delantero había una pileta, en el de los laterales habían flores y rosas con árboles frondosos y altos, perfectos para escalar, los cuales formaban unos jardines preciosos, y en el jardín trasero había una gran y amplia alberca la cual la primera parte media metro y medio y la segunda dos metros; Zayn y yo sabíamos que solo podíamos entrar a la primera parte: ambos no sabíamos nadar. El interior era espectacular. La sala ya la había visto, esa era la principal; también había una pequeña sala para tomar el té, era una costumbre inglesa antigua que practicábamos en Yorkshire; la cocina consistía de una barra cerca de la sala donde habían repisas y electrodomésticos, no era una habitación lo cual era ya lo moderno. El spa estaba ubicado en una zona relativamente alejada de la parte baja, era una habitación amplia con varias tinas y camillas las cuales estaba segura eran de alta tecnología y con hidromasajes. En el segundo piso había tres amplios cuartos de baños sin contar el de nuestros cuartos, y seis habitaciones, contando la mía y la de Louis, las demás eran de visita, aunque una era usualmente usada por Eleanor cuando venía.
— ¿Eleanor?—pregunté un poco divertida.
—Sí, suele dormir aquí…—dijo mi hermano señalando una habitación amplia con muebles y estantes.
— Aja, claro, ahí…—dije tratando de aguantar la risa ante la idea que se me había acabado de pasar por mi mente.
Mentiroso…
Había pasado mucho tiempo con los chicos, me estaban empezando a corromper.
— ¿Por qué?—me preguntó Louis con curiosidad.
—Por nada…—dije rápidamente—Entonces… ¿acabamos por fin en tour?
Los chicos se miraron entre sí, puse percibir la complicidad.
—Todavía falta una habitación…—dijo mi hermano—Pero cierra los ojos.
— ¿Por qué?—pregunté curiosa.
—Es una sorpresa…—me dijo.
Amaba las sorpresas, pero al mismo tiempo me daba curiosidad y me impacientaban.
—De acuerdo—dije cerrando los ojos y perdiendo de inmediato la visión.
—No es que desconfiemos de ti, ______…—escuché decir a Niall—pero preferiríamos que tengas puesto esto.
Pude sentir como me vendaban los ojos con un pañuelo; traté de abrir los ojos pero no lo conseguí.
— ¿Qué clase de sorpresa es?—pregunté mientras sentí como varias manos me jalaban del brazo y me guiaban a quien sabe dónde.
—Ya verás…—me dijo Harry. Paramos y pude sentir una puerta abrirse, me condujeron al interior de la habitación y caminamos unos cuantos pasos.
— ¿Me pueden quitar ya la venda?—pregunté— ¿Qué hay aquí?
—Ahora te quito el pañuelo…—me dijo Zayn mientras sentía como sus manos deshacían en nudo de la venda. Cuando abrí los ojos tras quitarme la venda pude ver todo lo que había en mí alrededor.
La habitación era pequeña a comparación de las demás, pero tenía varias cosas; había una guitarra, varios micrófonos y una batería ubicada en una esquina. Pero eso no llamó mi atención al instante, sino fue otra cosa. En el centro había un instrumento enorme, blanco, adornado por una cola, un pequeño pero cómodo banco se encontraba allí para que se pueda sentar y tocar la melodía que reproduciría esas teclas blancas y negras: era un piano, un hermoso piano blanco de cola. Siempre había querido tener uno, y Louis lo sabía. Recordé las veces en las que veíamos tocar en la televisión ese instrumento cuando vivíamos en Doncaster, o cuando mamá iba a las óperas y nos llevaba para escuchar, la mayoría de ellas eran acompañadas por la deliciosa melodía del piano. No sabía tocar mucho, pero sabía lo esencial. Desde que tuve seis años, Louis solía decirme que algún día me compraría el mejor piano de todos, a lo que yo respondía “¿Sabes cuánto cuesta un piano de cola?”. Nunca pensé que lo cumpliría, ni siquiera cuando se volvió famoso y rico al ser tan joven. Y ahora estaba al frente mío ese anhelado instrumento el cual tenía un gran moño rojo en él.
—Siempre cumplo lo que prometo ¿creías que me había olvidado?—escuché decir a mi hermano—Quise comprártelo mucho antes, pero mamá me dijo que no habría espacio en la casa; así que apenas hice los trámites de la Universidad, te lo compré ya que vendrías a vivir conmigo…
— ¿Esto es mío?—dije en un susurro.
—Se supone ¿no?—me dijo Louis con obviedad.
—Louis, yo…te juro que no sé qué decir. No tenías por qué hacerlo Gracias, muchísimas gracias…y ni siquiera eso es suficiente…—dije mientras me volvía y lo abrazaba—Gracias por todo, por todo lo que has hecho desde que era niña, por cada mínima cosa, gracias.
Louis me devolvió fuertemente en abrazo, y rio.
—No tienes que agradecerme, princesa—me dijo mi hermano besándome dulcemente la coronilla —Sabes que te quiero mucho, mucho…y si tú eres feliz, también lo soy yo.
—Yo también te quiero, hermanito. Pero ¿Cuánto te costó?
—Eso no importa…—dijo Louis como si fuera algo irrelevante.
—Me refiero a cuanto te costó todo, Lou. La cama, los muebles, la computadora, el piano, los trámites… ¡todo!
—Te digo que no importa…—me insistió Louis—Tampoco fue tanto…
— ¿Tampoco fue tanto? ¿Qué? ¿Cuánto? ¿Diez mil libras esterlinas?—él se encogió de hombros—Te doy mi palabra que cuando trabajé te devolveré todo…
—Y yo te doy mi palabra que no te lo aceptaré…—me dijo Louis rápidamente.
—Pues lo harás…—dije firmemente. Yo no era exactamente responsabilidad de Louis, él no estaba en la obligación de darme todo eso, por lo menos quería ayudar en los gastos de la casa cuando consiga un part-time job en alguna parte de Londres, no me importaba que mi hermano ganara miles de miles de libras mensuales.
—Toca algo, _______…—me dijo Liam.
—Seremos tus espectadores—me dijo Harry sonriendo divertido.
—No sé tocar muy bien, nunca he tenido un piano, solo practicaba en el colegio—dije mientras pasaba las manos por las teclas y tocaba al azar—Preferiría aprender por mí misma a partir de ahora, o ¿alguien sabe tocar el piano?
—Yo sé, aunque no toco muy a menudo—dijo Liam—Puedo enseñarte.
—Claro. Gracias, Liam—le dije dándole un abrazo el cual el me devolvió.
—También quisiera agradecerles a todos ustedes, chicos—dije mirando a Niall, Liam, Harry y Zayn—Gracias por aceptarme aquí con tan solo conocerme poco, por ser tan divertidos y por ser casi como mis hermanos. Saben que los quiero.
De acuerdo, esta escena se estaba volviendo muy emotiva. Los cuatro chicos se vieron enternecidos por mis palabras.
—También te queremos, ______—me dijo Niall dándome un abrazo.
—Yo también te considero y te quiero como una hermana menor—dijo Liam abrazándome.
— ¡Que linda! También te quiero mucho, enana—me dijo Zayn uniéndose al abrazo.
—Yo igual te quiero mucho…—me dijo Harry abrazándome. Sentí un cosquilleo extraño en cuanto sentí como me abrazaba. Aunque ya tantos abrazos me sofocaban.
—Ya, ya, ya—dijo Louis—Dejen a mi hermanita, porque es mi hermanita.
— ¡Deja de ser celoso, Lou!—dijo Harry, causando la risa de todos.
Nos pusimos a ver una película en el gran televisor que había en la sala principal de Louis, el cual descubrí pronto que era de 3D. Estuvimos toda la mañana allí en la sala; Liam había preparado palomitas de maíz para acompañar la película, lamentablemente la mayoría de ellas fueron devoradas vorazmente por Niall y una gran parte de las demás fueron lanzadas por los chicos por los aires con la intención de golpear al otro; por lo que las palomitas sirvieron para todo menos para ser comidas. Cuando llegó el mediodía, propusieron salir a comer a algún lugar en Londres a lo que yo acepté. Cada uno se metió a un cuarto de baño con el propósito de ducharse y alistarse. Yo por mi cuenta me fui a mi cuarto para acostumbrarme a él, se puede decir. Saqué toda mi ropa de la maleta y la acomodé en mi gran closet. También saqué mis libros, fotos, adornos entre otras cosas, y las coloqué en los lugares que creía correspondiente. Terminé en menos tiempo de lo que pensaba y estaba segura que los chicos aun no salían de su aseo, así que me tiré en mi cama y empecé a escuchar música desde mi reproductor cantando en voz baja todas las letras que me sabía. Después de algunos minutos, tocaron mi puerta.
—Pasa, Lou…—dije mientras me sacaba los audífonos.
—No soy Louis…—dijo una voz masculina, la cual hizo que me pusiera un poco nerviosa. Tomé un poco de aire y felizmente recuperé la compostura.
—Pasa, Harry—dije guardando mi reproductor musical en mi mesita de noche. Sentí como la puerta se abría así que me volví. Harry aún llevaba el pelo húmedo a causa de que se había bañado por lo cual los rulos de su cabello se encontraban un poco más rebeldes de lo acostumbrado; llevaba un jean negro y un polo gris el cual resaltaba su trabajado torso. Me dedicó una sonrisa, la cual yo la devolví.
—Los chicos ya están listos—me dijo entrando—Salimos en unos minutos…
—Ah, ok. Gracias por el aviso.
— ¿Te gusta tu habitación?—me preguntó.
—Sí, es perfecta.
—Me alegro—dijo dándome una sonrisa ladeada—Los cinco nos la pasamos una semana entera, e incluso más, eligiendo cada mueble y cada mínimo adorno. Sabíamos que así te gustaría.
— ¿En serio?—pregunté sorprendida, pensé que solo Louis lo había hecho—Pues, muchísimas gracias, otra vez.
—No hay de que—me dijo sentándose en mi cama—En serio nos alegramos que estés aquí, ______. Estaremos más cerca…
— ¿Vives cerca de aquí?—pregunté. Él asintió.
— Todos vivimos cerca, estamos a pocos metros de distancia. Vivo a dos casas de aquí…los demás igual.
— ¿Casas o mansiones?—pregunté—Porque esto no es una casa, es una mansión.
—Mansión es una palabra muy…ostentosa—me dijo Harry—Pero sí, en realidad, son mansiones.
— ¿Y tu casa es así de grande?—pregunté.
—Más o menos; sí, casi como esta.
— ¿Y de los demás también?
—Sí, son más o menos similares.
—Debe ser muy fuera de lo común que ustedes, siendo tan jóvenes, tengan este tipo de viviendas…—comenté.
—Nos suelen decir eso—me dijo sonriendo. Nos quedamos en silencio por unos segundos.
—Un día ven a mi casa—me ofreció él al fin.
— ¿En serio?
—Sí, para que la conozcas…y no te pierdas—dijo riendo levemente—Ya que vas a vivir aquí en Londres, vas a ir muy a menudo a nuestras casas, así que deberás acostumbrarte a cada una.
—Genial; gracias, Harry.
Él me dio una sonrisa deslumbrante, yo también le sonreí pero aparte la mirada en cuestión de segundos; segura que si lo continuaba observando tendría una cara de tonta única. Otros segundos de silencio se produjeron, pero pude sentir como unas manos tocaban mi cabello y jugaban con él.
— ¿Qué haces?—le pregunté a Harry viendo como este tenía entre sus dedos un mechón de mi cabello. Intenté con todas mis fuerzas no ruborizarme ni ponerme nerviosa, así que sonreí levemente.
—No sé…—me dijo él—Me gusta tu pelo.
—Gracias…—dije con un poco de timidez. Felizmente en ese momento se escuchó la voz de Niall.
— ¡______! ¡Harry! ¡Bajen! ¡Me muero de hambre!—gritó.
—Eso no es raro…—murmuró Harry. Yo reí. Bajamos las escaleras casi corriendo. Los cuatro chicos ya estaban abajo; así que nos encaminamos al garaje que había en la casa. Allí se encontraba el minivan en el cual habíamos ido de Doncaster a Londres, pero nos montamos a una camioneta amplia azul la cual era conducida por Louis.
— ¿A dónde vamos?—pregunté.
—Tu dinos—me dijo Liam—Tómalo como un almuerzo de bienvenida…
No sabía muchos lugares en Londres así que no tenía ni idea de las opciones. Cuando me volví pude ver a Niall mirándome y gesticulando Nando’s con súplica. Se le veía tan tierno…
—Creo que quiero ir a Nando’s…—dije. Pude ver como Louis miraba a Niall por el espejo del retrovisor, a lo que este sonreía con inocencia.
—Niall, no trates de persuadir a mi hermana con ese rostro para ir a ese bendito restaurante…—dijo Louis.
—No, no, no. Niall no hizo nada—defendí—En serio, quiero ir a Nando’s. Siento curiosidad de la comida allí, nunca he ido y Niall siempre la menciona…
— ¿Estás segura?—me preguntó Zayn.
—Sí.
Niall me sonrió y me rodeó su brazo por mis hombros, supuse que en muestra de agradecimiento; yo le devolví la sonrisa.
— ¿Cuántas veces ya hemos ido allí?—preguntó Liam.
—Perdí la cuenta en el número cuarenta…—dijo Harry—Lo cual ocurrió creo que hace ya año y medio….
Así en el corto viaje, los chicos estuvieron culpando a Niall por ir tantas veces a ese restaurante mientras este defendía a este lugar ¿En serio estaban discutiendo por eso?
Quenormales…—nótese mi sarcasmo—.
Los escuché y me reía ante cualquier comentario disparatado y gracioso. Agradecí una vez más por tener a mi lado a tan fantásticos chicos.
clockworkblue.
Re: Beautiful Mistake (Harry Styles y ______ Tomlinson)
¡SIGUELA, SIGUELA, SIGUEEEEEEEEEELA!!.. oejdfl
Travis.
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