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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
Capítulo 10
¿QUÉ podía hacer? Estaba prácticamente obligado a acompañarla. No podía ser grosero sólo porque no quería estar a solas con ella o porque se había pasado toda la velada convenciéndose de que podía dominar la maldita atracción que sentía por ella.
Si no la acompañaba, sería una grosería; resultaría raro; provocaría todas esas preguntas que él quería evitar. Sus padres estaban mirándolo con impaciencia.
El problema era que se temía que ____________ hubiera aceptado sólo porque sabía cómo se sentía él. Seguramente, sabía que le disgustaría su atrevimiento. ¿Disgustarle? Ojalá pudiera contener la ira que sentía.
—Naturalmente —aceptó por fin—. ¿Vamos?
____________ no mostró ningún signo de sorpresa por la reacción de Nick.
—Gracias otra vez —____________ se despidió con la mano y Tomó el camino que rodeaba la casa.
Entraron en el jardín de los Lovell y llegaron hasta el pórtico con columnas que daba paso a la puerta de doble hoja. ____________ sacó las llaves del bolso.
—Bueno, gracias por acompañarme —se despidió con frialdad y casi sin mirarlo.
—De nada —Nick tampoco estaba dispuesto a que se saliera con la suya—. ¿No quieres que mire dentro a ver si ha entrado alguien?
—No hace falta... —de repente, ____________ se quedó sin respiración—. ¡Dios mío!
—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?
—No —____________ tragó saliva y señaló por el cristal emplomado que había alrededor de la puerta—. Hay una luz encendida.
Nick frunció el ceño.
—No la has dejado tú, ¿verdad? —preguntó con delicadeza.
—No.
—Entonces... ¿Hay alarma?
—Sí, pero yo no la pongo —reconoció con un hilo de voz.
—Muy bien... —le quitó la llave y la metió en la cerradura—. Quédate aquí.
—¿Qué? No puedo consentir que entres solo. Puede ser un ladrón armado.
—¿Y qué harás tú? ¿Vas a sacar la pistola y dispararle?
—No tengo... —cayó en la cuenta, se puso muy recta y se acordó de que aquello no era un juego—. Bueno... Ten cuidado, por favor.
—No sabía que te importara...
Giró la llave con cuidado y empujó la puerta. A pesar de las bromas, le habría gustado tener algo que le sirviera de arma. Apartó a ____________ de la puerta.
—Quédate aquí y no te muevas.
—Pero...
—Hazlo —le ordenó mientras cruzaba la puerta.
La luz llegaba del fondo de la casa. Le parecía que llegaba de la cocina y se preguntó qué esperaba encontrar allí un ladrón. Aunque sabía que había gente que escondía cosas en la nevera.
Afortunadamente, el suelo era de mármol y no hacía ningún ruido. Avanzó pegado a la pared. La luz de la luna entraba por un ventanal e iluminaba un amplio salón.
Casi había llegado a la puerta de la cocina cuando se dio cuenta de que estaba entreabierta, pero también se dio cuenta de que la luz no salía de la cocina, sino que llegaba de fuera a través de las ventanas.
Alguien, o quizá un gato, había hecho saltar todas las luces de seguridad de la parte trasera de la casa.
Nick resopló. El intruso, si había habido tal intruso, se había marchado hacía tiempo sin intentar entrar en la casa. Se sintió aliviado de no tener que hacer de héroe.
Empezaba a recuperar el pulso cuando una mano lo agarró del hombro. Sintió tal descarga de adrenalina, que no se paró a pensar. Se giró bruscamente y empujó a la persona contra la pared.
No habría sabido decir cuál de los dos estaba más asustado. ____________, con el brazo de Nick en el cuello, soltó un quejido y el dejó escapar un gruñido.
—Por Dios, ____________... —le quitó el brazo y encendió la lámpara de bronce que iluminaba parte del vestíbulo—. Perdona, creía que eras...
—Ya... Un ladrón. Perdóname tú.
—¿Por qué no te has quedado donde estabas? Podría haberte partido el cuello.
—Lo sé —____________ seguía apoyada contra la pared y pálida como la cera—. Pero me he dado cuenta de dónde venía la luz —se frotó la garganta con una mano—. No quería asustarte.
—¿Asustarme? —Nick no pudo contener una risa forzada—. Casi me da un síncope...
____________ sonrió y pareció darse cuenta de lo cerca que estaban.
—Te lo agradezco mucho.
¿Cuánto se lo agradecería?
Le pareció que la idea era repugnante y le espantó, pero Nick no pudo evitar que sus ojos se dirigieran a la boca de ____________. Se le habían despintado los labios, pero seguían siendo igual de apetecibles que al principio de la noche. Sus dedos, por voluntad propia, los acariciaron. El pulgar, sensual y posesivo,
le recorrió con fuerza la delicada y húmeda superficie.
Ella lo miraba fijamente y él se inclinó para Tomarle el labio inferior entre los dientes. Lo mordió y comprobó que el dolor se reflejaba en los ojos de ella. Entonces, como si ella tampoco pudiera dominarse, ____________ se dejó caer sobre él.
Apoyó las manos sobre su pecho. Si eso era un intento de contenerlo, era un intento muy poco convincente. Cuando él se acercó más, ella lo agarró de la camisa casi compulsivamente.
—¿Quieres que me marche? —le preguntó Nick.
—Quiero que te calles —susurró ella.
Nick se olvido de cualquier intento de dominarse y la besó en la boca.
Notó que los pechos de ____________ se aplastaban contra su pecho y que ella le pasaba los dedos por el pelo de la nuca.
____________ separó los labios para que las lenguas se encontraran en una danza frenética. También le clavó las uñas en el cuello para que no quedara duda de lo receptiva que se sentía. A Nick, el deseo le abrasaba las entrañas. Se sintió abrumado por el anhelo, dobló los brazos y la aprisionó contra la pared.
¿QUÉ podía hacer? Estaba prácticamente obligado a acompañarla. No podía ser grosero sólo porque no quería estar a solas con ella o porque se había pasado toda la velada convenciéndose de que podía dominar la maldita atracción que sentía por ella.
Si no la acompañaba, sería una grosería; resultaría raro; provocaría todas esas preguntas que él quería evitar. Sus padres estaban mirándolo con impaciencia.
El problema era que se temía que ____________ hubiera aceptado sólo porque sabía cómo se sentía él. Seguramente, sabía que le disgustaría su atrevimiento. ¿Disgustarle? Ojalá pudiera contener la ira que sentía.
—Naturalmente —aceptó por fin—. ¿Vamos?
____________ no mostró ningún signo de sorpresa por la reacción de Nick.
—Gracias otra vez —____________ se despidió con la mano y Tomó el camino que rodeaba la casa.
Entraron en el jardín de los Lovell y llegaron hasta el pórtico con columnas que daba paso a la puerta de doble hoja. ____________ sacó las llaves del bolso.
—Bueno, gracias por acompañarme —se despidió con frialdad y casi sin mirarlo.
—De nada —Nick tampoco estaba dispuesto a que se saliera con la suya—. ¿No quieres que mire dentro a ver si ha entrado alguien?
—No hace falta... —de repente, ____________ se quedó sin respiración—. ¡Dios mío!
—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?
—No —____________ tragó saliva y señaló por el cristal emplomado que había alrededor de la puerta—. Hay una luz encendida.
Nick frunció el ceño.
—No la has dejado tú, ¿verdad? —preguntó con delicadeza.
—No.
—Entonces... ¿Hay alarma?
—Sí, pero yo no la pongo —reconoció con un hilo de voz.
—Muy bien... —le quitó la llave y la metió en la cerradura—. Quédate aquí.
—¿Qué? No puedo consentir que entres solo. Puede ser un ladrón armado.
—¿Y qué harás tú? ¿Vas a sacar la pistola y dispararle?
—No tengo... —cayó en la cuenta, se puso muy recta y se acordó de que aquello no era un juego—. Bueno... Ten cuidado, por favor.
—No sabía que te importara...
Giró la llave con cuidado y empujó la puerta. A pesar de las bromas, le habría gustado tener algo que le sirviera de arma. Apartó a ____________ de la puerta.
—Quédate aquí y no te muevas.
—Pero...
—Hazlo —le ordenó mientras cruzaba la puerta.
La luz llegaba del fondo de la casa. Le parecía que llegaba de la cocina y se preguntó qué esperaba encontrar allí un ladrón. Aunque sabía que había gente que escondía cosas en la nevera.
Afortunadamente, el suelo era de mármol y no hacía ningún ruido. Avanzó pegado a la pared. La luz de la luna entraba por un ventanal e iluminaba un amplio salón.
Casi había llegado a la puerta de la cocina cuando se dio cuenta de que estaba entreabierta, pero también se dio cuenta de que la luz no salía de la cocina, sino que llegaba de fuera a través de las ventanas.
Alguien, o quizá un gato, había hecho saltar todas las luces de seguridad de la parte trasera de la casa.
Nick resopló. El intruso, si había habido tal intruso, se había marchado hacía tiempo sin intentar entrar en la casa. Se sintió aliviado de no tener que hacer de héroe.
Empezaba a recuperar el pulso cuando una mano lo agarró del hombro. Sintió tal descarga de adrenalina, que no se paró a pensar. Se giró bruscamente y empujó a la persona contra la pared.
No habría sabido decir cuál de los dos estaba más asustado. ____________, con el brazo de Nick en el cuello, soltó un quejido y el dejó escapar un gruñido.
—Por Dios, ____________... —le quitó el brazo y encendió la lámpara de bronce que iluminaba parte del vestíbulo—. Perdona, creía que eras...
—Ya... Un ladrón. Perdóname tú.
—¿Por qué no te has quedado donde estabas? Podría haberte partido el cuello.
—Lo sé —____________ seguía apoyada contra la pared y pálida como la cera—. Pero me he dado cuenta de dónde venía la luz —se frotó la garganta con una mano—. No quería asustarte.
—¿Asustarme? —Nick no pudo contener una risa forzada—. Casi me da un síncope...
____________ sonrió y pareció darse cuenta de lo cerca que estaban.
—Te lo agradezco mucho.
¿Cuánto se lo agradecería?
Le pareció que la idea era repugnante y le espantó, pero Nick no pudo evitar que sus ojos se dirigieran a la boca de ____________. Se le habían despintado los labios, pero seguían siendo igual de apetecibles que al principio de la noche. Sus dedos, por voluntad propia, los acariciaron. El pulgar, sensual y posesivo,
le recorrió con fuerza la delicada y húmeda superficie.
Ella lo miraba fijamente y él se inclinó para Tomarle el labio inferior entre los dientes. Lo mordió y comprobó que el dolor se reflejaba en los ojos de ella. Entonces, como si ella tampoco pudiera dominarse, ____________ se dejó caer sobre él.
Apoyó las manos sobre su pecho. Si eso era un intento de contenerlo, era un intento muy poco convincente. Cuando él se acercó más, ella lo agarró de la camisa casi compulsivamente.
—¿Quieres que me marche? —le preguntó Nick.
—Quiero que te calles —susurró ella.
Nick se olvido de cualquier intento de dominarse y la besó en la boca.
Notó que los pechos de ____________ se aplastaban contra su pecho y que ella le pasaba los dedos por el pelo de la nuca.
____________ separó los labios para que las lenguas se encontraran en una danza frenética. También le clavó las uñas en el cuello para que no quedara duda de lo receptiva que se sentía. A Nick, el deseo le abrasaba las entrañas. Se sintió abrumado por el anhelo, dobló los brazos y la aprisionó contra la pared.
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
chicas espero y disfruten el cap
las kiero y bienvenidas a las nuevas lectoras
y gracias por sus comentarios
xoxo bye-bye
las kiero y bienvenidas a las nuevas lectoras
y gracias por sus comentarios
xoxo bye-bye
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
OMGG!!
Lo he amadoooo
jajajajja seguiiiilaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Lo he amadoooo
jajajajja seguiiiilaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
maiih* [:
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
me encantó...que susto que le dio xD a mi me hacen eso y me da un infarto al instante xD
siguela pronto Ichell!! no desaparezcas!!!!!!!!!!!!!
siguela pronto Ichell!! no desaparezcas!!!!!!!!!!!!!
NicolleStyles
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
Ohh! ya era hora de que nick se me tirara!! jajaja vamos Nick, sigue asii! :¬w¬:
Invitado
Invitado
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
que bueno que subiste novela! jajaj ya estaba muriendo (?
en fin me la dejaste en un moneto critico y desaesperante qe deja mucho a la imaginacion(? asiqe espero un capitulo IMPACTANTE(? WE jajajaj
besoteee
en fin me la dejaste en un moneto critico y desaesperante qe deja mucho a la imaginacion(? asiqe espero un capitulo IMPACTANTE(? WE jajajaj
besoteee
heynatii
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
heynatii escribió:que bueno que subiste novela! jajaj ya estaba muriendo (?
en fin me la dejaste en un moneto critico y desaesperante qe deja mucho a la imaginacion(? asiqe espero un capitulo IMPACTANTE(? WE jajajaj
besoteee
haha lo mismo digo!!!!!!!!!!!!!!
pero Ichell no desaparezcas!! sube cap!!!!!!!!!!!
NicolleStyles
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
Su erección hizo que ella separara las piernas para que pudiera acomodarse. Encajaban tan bien que parecían hechos el uno para el otro y se olvidó de Joe y de que él ya había estado en esa misma situación. Le Tomó la cara entre las manos y la besó una y otra vez con una pasión que lo llevó al abandono absoluto. Nunca había estado tan excitado y su miembro palpitaba con una intensidad casi dolorosa.
Su anhelo le privaba de cualquier coherencia. Sólo deseaba estar dentro de ella, sentir su humedad, que su calor envolvente aplacara el hambre que había despertado en él. No descansaría hasta satisfacer ese apetito. Lo aceptaba y quería conseguirlo.
Le pasó las manos por los sedosos y sensuales mechones color caoba. Le pasó los labios por la oreja, jugueteó con el lóbulo y siguió por el cuello. Podía notar el pulso desbocado, tanto como el suyo, y el hombro que se movía en una invitación a disfrutar de su delicada piel. Lo hizo, le mordisqueó un trozo de piel y ella dejó escapar un jadeo. Miró hacía el escote, Tomó aliento, y permitió que sus manos siguieran la dirección de su mirada. Tomó los pechos con las manos y notó su calidez a través de las lentejuelas.
Sus pezones se endurecieron cuando los acarició con los pulgares y se inclinó para besar la hendidura que los separaba.
Aquello no era suficiente. Quería tocarla sin lentejuelas por medio. Quería quitarle el top y quería quitarse la camisa, quería notar sus pechos en su pecho, quería restregarse contra ella hasta que estuviera tan excitada y fuera de control como él mismo.
Había un lazo en la nuca de ella. Tiró de uno de los extremos y se deshizo inmediatamente, pero ella se sujetó el top como si hubiera ido demasiado lejos.
—No te eches atrás —la mera idea de renunciar a ella podía enloquecerlo.
—No —replicó agarrándolo de la mano—. Ven conmigo.
Lo llevó hacía el salón que él había visto antes.
Las luces del exterior se habían apagado y sólo llegaba el leve resplandor de la luz del vestíbulo. Dos sofás de terciopelo flanqueaban una chimenea de piedra que tenía el hogar lleno de velas apagadas. El suelo estaba cubierto de alfombras chinas, unas largas cortinas tapaban las ventanas y en una repisa había un equipo de música.
____________ se tumbó en uno de los sofás, arrastró a Nick a su lado y dejó que el top de lentejuelas cayera hasta su cintura. No era fácil interpretar su expresión, pero a él le pareció que estaba un poco sorprendida de su propio comportamiento. Tuvo la absurda sensación de que ella nunca había hecho nada parecido, pero el deseo hizo que se olvidara de cualquier duda. Tenía los pechos firmes y los pezones duros y de un color rosa oscuro. La excitación los dirigía apremiantemente hacia él y los cubrió con las manos mientras dejaba escapar un murmullo de placer.
—Eres... una preciosidad —susurró Nick con un tono vacilante.
Le pasó un dedo por la curva del cuello y la miró con embeleso. Se dio cuenta de que quería mucho de aquella mujer, pero no sabía lo que ella quería de él.
Ella levantó una mano y le acarició la mandíbula. La delicadeza de la mano lo encendió, cada terminación nerviosa se puso en tensión. Le besó la palma de la mano, siguió por el brazo hasta el codo y le pasó la lengua por los puntos más sensibles. Ella se estremeció.
—Quítate la camisa —le pidió ella con una voz áspera—. Quiero verte.
Nick obedeció y ella se apartó hasta donde le permitían los almohadones. Nick se tumbó sobre ella para notar los pezones sobre su pecho. Los notó sobre el triángulo de vello que le bajaba hasta el ombligo y tuvo la necesidad apremiante de sentir cada centímetro de su cuerpo desnudo bajo él en el improvisado
lecho.
Las bocas volvieron a encontrarse. Era como si ella nunca fuera a saciarlo y su lengua participara de su entrega. Se tumbó junto a ella y la acarició desde los hombros hasta las rodillas. La abertura de la falda le permitía acariciar la parte posterior del muslo y las piernas se separaron casi involuntariamente, como si lo invitara a poner una de sus piernas entre ellas. Lo hizo y frotó su muslo contra su intimidad mientras ella emitía un sonido sordo contra su hombro. ____________ volvió a cerrar las piernas y lo atrapó con una oleada de sensaciones.
Nick Tomó uno de los pezones con la boca, lo succionó con ansia y gozó con la reacción de la carne tierna a su lengua.
Ella se arqueó y le agarró del cuello con los brazos desnudos. Nick gimió desde lo más profundo de su garganta. ____________ era receptiva y sensible a sus deseos. El no habría sido humano si no hubiera sentido el apremio que lo llevó a bajar las manos hasta su cintura.
Vacilaron levemente mientras soltaban el botón de la falda v se distrajo ligeramente con el anilla que llevaba en el ombligo, pero cuando introdujo la mano dentro de la prenda de seda y comprobó que ella estaba tan excitada como él, cualquier otro pensamiento abandonó su cabeza. Ella se cimbreó instintivamente contra la mano y sus dedos se abrieron
—¡Nick...!
Dos dedos penetraron en la hendidura y ella se sacudió sin control cuando el pulgar encontró y acarició el
coral de su feminidad.
—No... no deberías... —consiguió decir ____________ entre jadeos.
Nick escondió la cara en la fuente de su placer y se deleitó con el sabor de la pasión.
—¿Por qué...? —balbució Nick cuando consiguió respirar y mientras le bajaba la falda y la ropa interior—. Te gusta, ¿no? Al menos, lo parece.
—Pero tú sigues vestido —le reprochó ella antes de llevar las manos a su cinturón—. Te ayudaré.
A Nick se le paró el pulso cuando ella rozó la palpitante protuberancia de su erección. ____________ dejó de luchar contra el cinturón, Tomó la forma del miembro entre sus dedos y luego le bajó la cremallera.
—Enséñamelo —susurró.
____________ tenía los labios separados y húmedos y Nick no había estado tan excitado nunca en su vida. Casi no había desabrochado el botón de la cintura del pantalón cuando sintió los dedos de ella dentro de los calzoncillos. Cerró la mano alrededor de él y la movió de arriba abajo, observó la punta satinada y
se la llevó a los labios.
—No... —dijo Nick con voz entrecortada.
Se levantó, se quitó los calzoncillos y se deshizo de los zapatos de una patada.
—Déjame a mí...
Se tumbó junto a ella y la cubrió con su cuerpo para que notara las distintas texturas de vello y piel. Le separó las piernas y apoyó su muslo sobre su montículo. Ella se estremeció debajo de él.
Su anhelo le privaba de cualquier coherencia. Sólo deseaba estar dentro de ella, sentir su humedad, que su calor envolvente aplacara el hambre que había despertado en él. No descansaría hasta satisfacer ese apetito. Lo aceptaba y quería conseguirlo.
Le pasó las manos por los sedosos y sensuales mechones color caoba. Le pasó los labios por la oreja, jugueteó con el lóbulo y siguió por el cuello. Podía notar el pulso desbocado, tanto como el suyo, y el hombro que se movía en una invitación a disfrutar de su delicada piel. Lo hizo, le mordisqueó un trozo de piel y ella dejó escapar un jadeo. Miró hacía el escote, Tomó aliento, y permitió que sus manos siguieran la dirección de su mirada. Tomó los pechos con las manos y notó su calidez a través de las lentejuelas.
Sus pezones se endurecieron cuando los acarició con los pulgares y se inclinó para besar la hendidura que los separaba.
Aquello no era suficiente. Quería tocarla sin lentejuelas por medio. Quería quitarle el top y quería quitarse la camisa, quería notar sus pechos en su pecho, quería restregarse contra ella hasta que estuviera tan excitada y fuera de control como él mismo.
Había un lazo en la nuca de ella. Tiró de uno de los extremos y se deshizo inmediatamente, pero ella se sujetó el top como si hubiera ido demasiado lejos.
—No te eches atrás —la mera idea de renunciar a ella podía enloquecerlo.
—No —replicó agarrándolo de la mano—. Ven conmigo.
Lo llevó hacía el salón que él había visto antes.
Las luces del exterior se habían apagado y sólo llegaba el leve resplandor de la luz del vestíbulo. Dos sofás de terciopelo flanqueaban una chimenea de piedra que tenía el hogar lleno de velas apagadas. El suelo estaba cubierto de alfombras chinas, unas largas cortinas tapaban las ventanas y en una repisa había un equipo de música.
____________ se tumbó en uno de los sofás, arrastró a Nick a su lado y dejó que el top de lentejuelas cayera hasta su cintura. No era fácil interpretar su expresión, pero a él le pareció que estaba un poco sorprendida de su propio comportamiento. Tuvo la absurda sensación de que ella nunca había hecho nada parecido, pero el deseo hizo que se olvidara de cualquier duda. Tenía los pechos firmes y los pezones duros y de un color rosa oscuro. La excitación los dirigía apremiantemente hacia él y los cubrió con las manos mientras dejaba escapar un murmullo de placer.
—Eres... una preciosidad —susurró Nick con un tono vacilante.
Le pasó un dedo por la curva del cuello y la miró con embeleso. Se dio cuenta de que quería mucho de aquella mujer, pero no sabía lo que ella quería de él.
Ella levantó una mano y le acarició la mandíbula. La delicadeza de la mano lo encendió, cada terminación nerviosa se puso en tensión. Le besó la palma de la mano, siguió por el brazo hasta el codo y le pasó la lengua por los puntos más sensibles. Ella se estremeció.
—Quítate la camisa —le pidió ella con una voz áspera—. Quiero verte.
Nick obedeció y ella se apartó hasta donde le permitían los almohadones. Nick se tumbó sobre ella para notar los pezones sobre su pecho. Los notó sobre el triángulo de vello que le bajaba hasta el ombligo y tuvo la necesidad apremiante de sentir cada centímetro de su cuerpo desnudo bajo él en el improvisado
lecho.
Las bocas volvieron a encontrarse. Era como si ella nunca fuera a saciarlo y su lengua participara de su entrega. Se tumbó junto a ella y la acarició desde los hombros hasta las rodillas. La abertura de la falda le permitía acariciar la parte posterior del muslo y las piernas se separaron casi involuntariamente, como si lo invitara a poner una de sus piernas entre ellas. Lo hizo y frotó su muslo contra su intimidad mientras ella emitía un sonido sordo contra su hombro. ____________ volvió a cerrar las piernas y lo atrapó con una oleada de sensaciones.
Nick Tomó uno de los pezones con la boca, lo succionó con ansia y gozó con la reacción de la carne tierna a su lengua.
Ella se arqueó y le agarró del cuello con los brazos desnudos. Nick gimió desde lo más profundo de su garganta. ____________ era receptiva y sensible a sus deseos. El no habría sido humano si no hubiera sentido el apremio que lo llevó a bajar las manos hasta su cintura.
Vacilaron levemente mientras soltaban el botón de la falda v se distrajo ligeramente con el anilla que llevaba en el ombligo, pero cuando introdujo la mano dentro de la prenda de seda y comprobó que ella estaba tan excitada como él, cualquier otro pensamiento abandonó su cabeza. Ella se cimbreó instintivamente contra la mano y sus dedos se abrieron
—¡Nick...!
Dos dedos penetraron en la hendidura y ella se sacudió sin control cuando el pulgar encontró y acarició el
coral de su feminidad.
—No... no deberías... —consiguió decir ____________ entre jadeos.
Nick escondió la cara en la fuente de su placer y se deleitó con el sabor de la pasión.
—¿Por qué...? —balbució Nick cuando consiguió respirar y mientras le bajaba la falda y la ropa interior—. Te gusta, ¿no? Al menos, lo parece.
—Pero tú sigues vestido —le reprochó ella antes de llevar las manos a su cinturón—. Te ayudaré.
A Nick se le paró el pulso cuando ella rozó la palpitante protuberancia de su erección. ____________ dejó de luchar contra el cinturón, Tomó la forma del miembro entre sus dedos y luego le bajó la cremallera.
—Enséñamelo —susurró.
____________ tenía los labios separados y húmedos y Nick no había estado tan excitado nunca en su vida. Casi no había desabrochado el botón de la cintura del pantalón cuando sintió los dedos de ella dentro de los calzoncillos. Cerró la mano alrededor de él y la movió de arriba abajo, observó la punta satinada y
se la llevó a los labios.
—No... —dijo Nick con voz entrecortada.
Se levantó, se quitó los calzoncillos y se deshizo de los zapatos de una patada.
—Déjame a mí...
Se tumbó junto a ella y la cubrió con su cuerpo para que notara las distintas texturas de vello y piel. Le separó las piernas y apoyó su muslo sobre su montículo. Ella se estremeció debajo de él.
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
ahi les dejo un capi chicas espero y lo disfruten
y gracias por sus comentarios
las kiero
xoxo
y gracias por sus comentarios
las kiero
xoxo
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
OSEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
TEEEEEEEEE MATOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
OMGG COMO PUEDES HACERME ESTOO????
QUIERES QUE ME DE ALGO VEERDAD??
ACOSO ME ODIAS O QUE???
PORQ DEMONIOS LA DEJASTE JUSTOO HAAY??? AHHHH!!
HAHAHA WOWW... 5COMENTARIOS ME HAS DEJADO SIN HABLA! XD!
LO UNICOQ QUE PUEDO DECIR ES... SIGUELA YAA!!!
TEEEEEEEEE MATOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
OMGG COMO PUEDES HACERME ESTOO????
QUIERES QUE ME DE ALGO VEERDAD??
ACOSO ME ODIAS O QUE???
PORQ DEMONIOS LA DEJASTE JUSTOO HAAY??? AHHHH!!
HAHAHA WOWW... 5COMENTARIOS ME HAS DEJADO SIN HABLA! XD!
LO UNICOQ QUE PUEDO DECIR ES... SIGUELA YAA!!!
maiih* [:
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
NO TE MATO NO ME LA PODES DEJAR AHIII ME VA A DAR UN SINCOPE SUBI YA CAPITULO! JAJAJAJAJA
heynatii
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
Durante unos minutos, le bastó con disfrutar de la intimidad de su cuerpo y de su cálido aliento contra la mejilla. Ella bajó la mano por la espina dorsal hasta Tomarle los poderosos músculos de las nalgas entre las manos. Le clavó las uñas y le despertó sensaciones para él desconocidas. La erección se convirtió en una presencia casi dolorosa.
Ella se movió debajo de él y le pasó el pie por la pantorrilla. El embriagador aroma de su excitación lo enloquecía y todo él se endureció más todavía. Cuando la miró, no encontró temor ni arrepentimiento en su mirada. Independientemente de lo que hubiera hecho antes, en ese momento, era suya.
—Hazlo... —le susurró ella con un hilo de voz.
____________ levantó las rodillas, se expuso completamente y el anhelo superó cualquier posibilidad de retrasar lo inevitable. Nick se arrodilló delante de ella y se abrió paso entre los húmedos rizos. Ofreció cierta resistencia, tanta, que él casi llegó a pensar que era virgen, pero no había ninguna barrera, sólo eran músculos que se tensaban y relajaban para acogerlo entre los gemidos y ligeros gritos de ella.
Le costaba ser paciente y ralentizar su necesidad de estar completamente dentro. Aunque también era un deleite increíble y desconocido alargar el placer de ambos. Sin embargo, al final acabó inmerso en su ardiente hendidura. Por un instante, Nick temió hacerle daño, pero ella lo recibió sin quejas y él tardó un instante en moverse.
____________, como si hubiera captado lo que sentía Nick, rozó sus labios con los de él y le buscó la lengua con la suya. Nick no pudo resistir el deseo de conseguir que ella disfrutara de aquello tanto como él.
Apoyó las manos a cada lado de la cabeza de ____________ y se elevó hasta casi separarse completamente de ella, quien, instintivamente, se arqueó par acompañarlo. Él volvió a embestir para acompasa su ritmo. Pensó que hacían una pareja perfecta notó que ella tensaba los músculos alrededor de é Ella correspondía a cada uno de sus movimientos el deseo de prolongar el placer se vio superado pe el apremio de su avidez.
Aun así estaba decidido a que ella lo acompañar en cada paso del proceso. Aceleró los embates e introdujo una mano entre ellos para acariciarle el lugar palpitante que ya había acariciado antes. Ella respondió inmediatamente. Se aferró a sus hombros dejó escapar un gemido casi imposible por la falta de aliento. El climax de ____________ lo bañaba con s esencia y él perdió todo el control. Empujó una última vez y, en un paroxismo de sensaciones, explotó dentro de ella.
Se derrumbó sobre ____________ entre las convulsione del orgasmo y no se dio cuenta hasta que ella se movió como si se quejara de su peso. Había hecho el amor sin pararse a pensar en la protección y sintió remordimiento. Ella se merecía lo mejor de él y tendría que estar avergonzado. Aunque también con prendía que le habría resultado imposible pararse pensar. Se había sentido dominado por la pasión y deseo y había querido sentirla directamente. Si pero si eso había alguna consecuencia, tendría que cargar con ella, pero en ese momento, le parecía que cualquier precio era pequeño.
Sin embargo, cuando giró la cabeza para besar cuello de ____________, ella hizo un gesto de rechazo cuando se dio la vuelta para ponerse de costado, el se bajó del sofá casi precipitadamente.
Se agachó para recoger la ropa, la estrechó contra ella y lo miró desde arriba. Él se quedó atónito al comprobar que tenía los ojos irritados, como si hubiera llorado.
—Creo que deberías irte —dijo ____________ inflexiblemente.
Nick se dio cuenta de su desnudez y de que su miembro todavía palpitaba en semierección.
—Si es lo que quieres... —replicó sin entender nada.
Se sentó, agarró los pantalones, se los puso, se metió los calzoncillos en un bolsillo y se levantó.
—¿Te pasa... algo?
—¿Qué iba a pasarme? —le preguntó ella a su vez con el mismo tono tenso mientras él se ponía la camisa—. ¿Ya estás?
—____________...
—Vete —insistió ella—. Tus padres estarán preguntándose dónde estás.
—Me dan igual mis padres.
Ella sacudió la cabeza.
—Ya. Seguro... Buenas noches, Nick. Echa el pestillo cuando te vayas.
Ella se movió debajo de él y le pasó el pie por la pantorrilla. El embriagador aroma de su excitación lo enloquecía y todo él se endureció más todavía. Cuando la miró, no encontró temor ni arrepentimiento en su mirada. Independientemente de lo que hubiera hecho antes, en ese momento, era suya.
—Hazlo... —le susurró ella con un hilo de voz.
____________ levantó las rodillas, se expuso completamente y el anhelo superó cualquier posibilidad de retrasar lo inevitable. Nick se arrodilló delante de ella y se abrió paso entre los húmedos rizos. Ofreció cierta resistencia, tanta, que él casi llegó a pensar que era virgen, pero no había ninguna barrera, sólo eran músculos que se tensaban y relajaban para acogerlo entre los gemidos y ligeros gritos de ella.
Le costaba ser paciente y ralentizar su necesidad de estar completamente dentro. Aunque también era un deleite increíble y desconocido alargar el placer de ambos. Sin embargo, al final acabó inmerso en su ardiente hendidura. Por un instante, Nick temió hacerle daño, pero ella lo recibió sin quejas y él tardó un instante en moverse.
____________, como si hubiera captado lo que sentía Nick, rozó sus labios con los de él y le buscó la lengua con la suya. Nick no pudo resistir el deseo de conseguir que ella disfrutara de aquello tanto como él.
Apoyó las manos a cada lado de la cabeza de ____________ y se elevó hasta casi separarse completamente de ella, quien, instintivamente, se arqueó par acompañarlo. Él volvió a embestir para acompasa su ritmo. Pensó que hacían una pareja perfecta notó que ella tensaba los músculos alrededor de é Ella correspondía a cada uno de sus movimientos el deseo de prolongar el placer se vio superado pe el apremio de su avidez.
Aun así estaba decidido a que ella lo acompañar en cada paso del proceso. Aceleró los embates e introdujo una mano entre ellos para acariciarle el lugar palpitante que ya había acariciado antes. Ella respondió inmediatamente. Se aferró a sus hombros dejó escapar un gemido casi imposible por la falta de aliento. El climax de ____________ lo bañaba con s esencia y él perdió todo el control. Empujó una última vez y, en un paroxismo de sensaciones, explotó dentro de ella.
Se derrumbó sobre ____________ entre las convulsione del orgasmo y no se dio cuenta hasta que ella se movió como si se quejara de su peso. Había hecho el amor sin pararse a pensar en la protección y sintió remordimiento. Ella se merecía lo mejor de él y tendría que estar avergonzado. Aunque también con prendía que le habría resultado imposible pararse pensar. Se había sentido dominado por la pasión y deseo y había querido sentirla directamente. Si pero si eso había alguna consecuencia, tendría que cargar con ella, pero en ese momento, le parecía que cualquier precio era pequeño.
Sin embargo, cuando giró la cabeza para besar cuello de ____________, ella hizo un gesto de rechazo cuando se dio la vuelta para ponerse de costado, el se bajó del sofá casi precipitadamente.
Se agachó para recoger la ropa, la estrechó contra ella y lo miró desde arriba. Él se quedó atónito al comprobar que tenía los ojos irritados, como si hubiera llorado.
—Creo que deberías irte —dijo ____________ inflexiblemente.
Nick se dio cuenta de su desnudez y de que su miembro todavía palpitaba en semierección.
—Si es lo que quieres... —replicó sin entender nada.
Se sentó, agarró los pantalones, se los puso, se metió los calzoncillos en un bolsillo y se levantó.
—¿Te pasa... algo?
—¿Qué iba a pasarme? —le preguntó ella a su vez con el mismo tono tenso mientras él se ponía la camisa—. ¿Ya estás?
—____________...
—Vete —insistió ella—. Tus padres estarán preguntándose dónde estás.
—Me dan igual mis padres.
Ella sacudió la cabeza.
—Ya. Seguro... Buenas noches, Nick. Echa el pestillo cuando te vayas.
JOENICKEV
Re: "Amante prohibida" (Nick y tu) Adaptación.
jejejeje sorry por dejarlas en suspenso
bueno espero y disfruten
este cap las kiero
y grax por sus comentarios
xoxo
bueno espero y disfruten
este cap las kiero
y grax por sus comentarios
xoxo
JOENICKEV
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