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Somewhere only we know- Larry Stylinson
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Somewhere only we know- Larry Stylinson
Título: Somewhere only we know. (One Shot)
Autor: Love4Larry
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencias: posiblemente, escenas eróticas.
Autor: Love4Larry
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencias: posiblemente, escenas eróticas.
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
Somewhere only we know.
-Si mamá…llevo todo…- suspiré con cansancio. Llevaba 5 minutos recordándome las cosas que debía llevar para la cena. El semáforo dio rojo y de la nada aparece un hombre, más bien un chico de casi mi edad, subiéndose a mi auto. Lo miro con curiosidad, miedo y sorpresa, palpando con mi mano el cinturón de seguridad para abrir la puerta y correr por mi vida. Pero él me lo impide, poniendo su mano sobre la mía.
-Si yo fuera tú, no lo haría.- asiento con miedo, mientras corto la llamada con mamá sin siquiera despedirme.- Avanza.- me dice cortante. Miro al frente, y el verde ha vuelto. Acelero de a poco, sin atreverme a voltear si quiera. Tenía la mala costumbre de manejar con las puertas del auto sin seguro.
-¿Q…que quieres de…de mi?...- tartamudeo como puedo, mientras no despego mi vista del camino, manejando a ninguna parte.
-¿Dónde ibas antes de que me subiera?, ¿con quien hablabas?.- su voz era bastante fuera de lo común; matices altos y algo agudos para la edad que aparentaba.- Nombre y edad…- volvió a hablar.
-Yo… yo…-
-Responde rápido…se me agota la paciencia.- sacó un arma de su bolsillo y la apuntó en mis costillas. Pegué un leve salto, más mantuve mi vista al frente, cuidando mi vida, aun que no sabía si podía decir que estaría a salvo.
-Iba a casa…con mamá, tengo que llevarle la cena…- tragué saliva sonoramente.- Harry…19…- finalicé. Me aventuré a girar mi rostro para ver al chico y ¡wow!, en mi vida había visto a semejante espécimen. Ojos celestes que se podían fácilmente confundir con el cielo o el mar, cabello caoba revuelto y rasgos totalmente finos. Además, el que me gusten los chicos, incrementa el estado de atracción hacia el desconocido.
-Bien Harry…vamos a hacer algo, ¿si?...- vuelvo mi vista al frente en menos de dos segundos y asiento.- Vamos a ir a dejar las cosas a tu casa y luego tu me vas a acompañar, ¿entendido?.-
-¿Q…que?.- abro los ojos a tope sin verlo.
-Eso…vas a hacer todo lo que te diga…-
-P…pero-
-Sin reclamos…-
-Y…-
-Dije que sin reclamos.- y enterró el arma aún más en mis costado. Asiento rápidamente; no quería morir aún. – Bien…andando…- giro en la esquina y me encamino a casa.
-Pu…¿puedo al menos saber tu nombre?...- susurro entrecortadamente, intentando pasar saliva a través de mi garganta.
-¿Para que quieres saberlo?.-
-No…no lo se…-
-Louis…mi nombre es Louis…no más preguntas…por hoy.- asentí. Se me hizo una costumbre desde hacía 20 minutos. Llegamos a casa y me bofeteé mentalmente al darme cuenta de que acababa de darle el paradero de mi madre y hermana, o sea, si me quería hacer daño, sería el primer lugar donde vendría. Suspiré resignado y me bajé del auto. Se me heló la sangre cuando vi que se bajaba, guardaba el arma en la guantera y tomaba una de las bolsas que iba bajando.
-¿Qué haces?.- había perdido el miedo, o eso era lo que creía.
-Me aseguro de que no llames a la policía…- sonrió de medio lado y mis piernas temblaron. Bajé la mirada ocultando mi seguro sonrojo y saqué el resto de las bolsas. Comencé mi camino hacia la puerta y en dos segundos, mi madre estaba recibiéndonos gratamente.
-¡Harold Edward Styles!.- mierda. Ahora sabía mi nombre completo. Bajé mi sonrojo ante la mirada furiosa de mi madre.- ¡Te dije que quería la cena!, ¡mira la hora que es!... no alcanzaré a prepararla y…oh.- se detuvo.- ¿quién es este jovencito?.-
-Es…es…- dudé en que decir.
-Louis…Louis Tomlinson… un amigo de Harry…- hablaba tan naturalmente que me sorprendía aún más.
-Oh…lo siento…jamás había escuchado de ti, cariño.- mi madre olvidó la reprimenda que me estaba dando y en cierto modo, le agradecí internamente a Louis que la hiciera cambiar de opinión.
-¡No puedo creer que no le hayas hablado a tu madre de mi!.- fingió asombro y fingida tristeza.
-Yo tampoco puedo creerlo…- susurré apenas audible, excepto para el castaño quien soltó una pequeña risita. Tenía una mano libre, por lo que con ella me tomó de la cintura en un claro gesto de apuro; quería salir de ahí. Yo, por muy enfermo que suene, sentí una descarga eléctrica al sentir su calor en mi cuerpo. Mi madre abrió los ojos al ver la acción y sonrió. Sabía de mi preferencia sexual y me apoyaba. Creo que con eso, me molestaría el resto de la vida –si es que me quedaba tiempo-.
-¡Pero pasen!...dejen las cosas en la cocina…ahora el sirvo la cena improvisada que tuve que hacer, ya que alguien…- me miró sin disimulo- no trajo lo necesario a tiempo.- Louis rió a mi lado y puedo jurar que sentí su aliento cerca de mi rostro, pero al girarme para encararlo, me di cuenta de que estaba a varios metros de mi y su mano ya estaba bastante lejos. Tomé las bolsas y las llevé a la cocina. Mi madre estaba tarareando una canción de su época. Volví al living donde Louis miraba las fotos de mi hermana y mías hace miles de años atrás. Me sonrojé increíblemente al imaginar lo que pensaría cuando me viera en mis peores años de secundaria o primaria.
-Eras increíblemente…extremadamente…estupendamente…-
-Deja eso.- dije cortante provocando una risa de parte de él.
-Adorable…- completo la frase girando para mirarme con la sonrisa que ya había visto antes, esa que demostraba sarcasmo, burla, superioridad.
-No es cierto.- le quito el marco de la foto que tenía en las manos. La vi y me di cuenta de que era una de hace aproximadamente 14 años atrás, con mi cabello rubio, afirmado en mis codos mirando a la cámara.
-¿Cómo es que antes eras rubio?.- rió de nuevo.
-¿Por qué quieres saberlo?.- pregunté de vuelta, dejando la foto en su lugar.
-Curiosidad.- se encogió de hombros. Di un suspiro, lanzándome al sillón. Él repitió mi acción y en segundos, volví a hablar.
-Inexplicablemente, a los siete se me empezó a oscurecer el cabello…ya a los doce era totalmente castaño y a los catorce se formaron los rizos…actualmente me lo aliso un poco…detesto los rizos… - era agradable contarle de mi vida, pero en un segundo, recordé de quien se trataba y el por que estaba en mi casa; era un posible asesino, maniaco, ladrón, loco, esquizofrénico o algo parecido que pretendía raptarme luego de la cena y llevarme quizás donde con tal de escapar de quien sabe que.
-Me gusta tu cabello.- interrumpió mis pensamientos con su deslumbrante sonrisa. Lo observé con más detención. Cabello lacio del color que ya había mencionado, piercings adornando su rostro en una de sus cejas, nariz, labio y oreja, tatuajes -según lo que alcanzaba a ver- en los brazos y su vestimenta no era precisamente la de un chico normal. Aún no sabía como fue que mamá lo dejó entrar.- tus ojos también…y si te soy sincero…tu labios me atraen como no te imaginas…- ¡bom!, explosión en mi interior, sonrojo en mi rostro y quizás el resto del cuerpo, y por último, agregándolo al pack de incomodidad, revoloteo en mi estómago.
-Gra…gracias…- reí nerviosamente. Bajé la mirada a mis manos intentando matar el tiempo mientras mamá terminaba la cena. Sin darme cuenta, una de sus manos estaba acariciando mi mejilla, donde más ardía.
-Tu piel es tan suave…- su dedo índice se paseaba por mi mandíbula, pasando por mi oreja. Me hizo girar el rostro y lo hice, pero sin quitar mi vista de mis manos.- tus labios…tus labios son tan rojos…- pasó el dedo por ellos. ¿Desde cuando no me sentía tan atraído a un hombre como él?, ¡¿desde cuando me sentía atraído por extraños?!. Era bastante raro lo que estaba sintiendo en ese momento y esperaba que mamá se apurara con la cena. En cierta manera lo estaba disfrutando; me gustaba su toque, pero por otro lado, lo dejaba por el miedo que causaba en mi. Quizás si no hacía lo que él quería, podría hacerle algo a mi familia y eso era lo que menos quería, menos si su seguridad estaba en mis manos. Su dedo se siguió paseando por mi rostro, por mis parpados, mis mejillas, pero siempre se centraban más en mis labios. Luego fue más abajo; mi cuello. Su mano exploraba mi cuello sin ir más allá, mientras yo me mordía la mejilla por dentro para evitar soltar el gemido atorado en mi garganta. Rogaba por que mamá gritara el “ya está la cena” o un “chicos vengan a cenar”, o cualquier otra cosa. Sólo quería alejarme de él. - ¿Sabes?...nunca me habían gustado tanto unos labios como los tuyos…- levanté la mirada con los ojos abiertos como platos. Él rió ante mi reacción y se acercó unos centímetros más a mí. ¿Qué iba a hacer?. No podía levantarme e irme. Mamá preguntaría el por qué no estoy con él o de lo contrario, él haría algo al respecto. Temblaba, tenía miedo, sentía la adrenalina recorriendo mis venas, mis corazón saltando dentro de mi pecho. – Tranquilo…no te haré nada.- se alejó de mí, dándome el espacio que tanto necesitaba, quitando su tacto de mi y volviendo su mirada a la foto antigua.
-Gracias.- susurré sin motivo. Él me dio un gesto de cabeza y volvió a la foto. No sabía por que cuando se alejó, extrañé su tacto y cercanía. Me encogí de hombros y me levanté al mismo tiempo que mi madre entraba a la sala de estar para avisar sobre la cena. Me sorprendió el hecho de que él no quisiera irse de inmediato a penas dejamos las cosas en la cocina. Quizás al igual que yo, tenía hambre. Nos sentamos en la mesa servida y mi madre nos dejó a solas –otra vez-, con la excusa de que debía arreglar unos asuntos del trabajo para el día siguiente. El golpeteo de los tenedores sobre los platos era lo único que se escuchaba. Miraba fascinado cada uno de los movimientos de Louis. Parecía todo un matón, pero sus modales demostraban lo contrario. Tenía mil preguntas sobre su vida, pero tenía miedo, le tenía terror. Él me había dejado en claro que no quería más preguntas, pero era algo que no podía guardar por más tiempo, al fin y al cabo, no lo volvería a ver después, o eso esperaba.- ¿me…me contarías sobre tu vida?.-
-No es la gran cosa.- murmuró con la boca llena de comida. Sonreí al ver tal acción. Terminó de tragar y continuó.- Nací en Doncaster, mamá murió cuando nací, papá se suicidó por ella, quedé solo…mmm… tengo 21…desde los 13 que me dedico a robar en grandes cantidades y ahora te “rapté”.- hizo comillas con sus dedos.- por que necesito que me lleves lejos de aquí…me sorprendieron de nuevo y no me puedo quedar en la ciudad por más tiempo…digamos que robar un banco a plena luz del día no es buena idea…- terminó de hablar con una mueca en su rostro y continuó con su comida. Yo me quedé sorprendido. ¿No eran gran cosa?. ¡Su vida era una mierda!, y yo me quejaba de la mía. Lo miré por varios segundos hasta que se dio cuenta, levantó la vista y la sonrisa típica volvió a su rostro.- Que…-
-Yo…lo lamento.- no podía despegar mis ojos de los suyos y él al parecer tampoco.
-Nah…no tienes de que lamentar…sólo me verás una vez en tu vida…- sonrió. ¿cómo podía decirle que no quería que fuera de esa forma?. Asentí –nuevamente- y seguí con mi comida.-Tengo un par de millones de dólares en un bolso en tu auto y si quiero mantenerlos como míos sin entrar a la cárcel, tienes que apresurarte…- dijo una vez que terminó la comida. Me levanté de la mesa, dejando ambos platos en el fregadero y corrí escaleras arriba avisando que saldría con mi “amigo” Louis. Mi madre asintió, no sin antes guiñarme un ojo y murmurarme un “buena suerte”.
-Bien…guíame…- le dije a Louis en señal de que era hora de partir. Nos montamos en el auto y partimos. Horas de viaje por carretera para finalmente llegar a una cabaña internada en bosque a varios kilómetros hacia el este de la carretera. Se bajó del auto, sacando una llave de su bolsillo trasero y ¡sorpresa!. Su trasero era gigante, redondo, respingado y ¡wow!, el calor llegó a mi cuerpo. No era fanático de los hombres con gran trasero, pero éste definitivamente, era el mejor que había visto en mi vida. Los pantalones apegados se amoldaban a la perfección y yo desfallecía internamente. Me obligué a mirar a otro lado, pero mi vista no se podía despegar de su anatomía. Reaccioné cuando desapareció de mi vista, internándose en la cabaña, quitándome el privilegio de observar su parte trasera. Vi hacia fuera y los colores del día ya se había ido, la noche estaba en su máximo apogeo. Vi la hora en mi celular y las once cuarenta y siete que anunciaba en el reloj, me alarmaron. Era tarde y era más de una hora de viaje de regreso. Suspiré y encendí el motor del auto dispuesto a irme. Mamá se enojaría y no estaba con ánimos de escuchar sus gritos por quinta vez en un día. Cuando giré, las luces de la cabaña ya estaban encendidas y de ella, salía el marginado. –Es hora de volver…suerte.- susurré cuando llegó a mi lado del auto.
-Ajam…pero…pero tu no te vas sin antes hacer lo que hace horas quiero…- murmuró haciendo que los vellos de mi nuca se erizaran. Me hizo bajar del auto y yo no paraba de temblar. En segundos, su cuerpo me aprisionó contra el metal del auto y los nervios aumentaron. Simplemente pasó. Sus labios colisionaron con los míos, fundiéndose en la danza erótica que yo también esperaba. El aro que tenía en su labio chocaba contra los míos y eso me calentaba de sobremanera. Mis ojos abiertos a tope, siguiéndole el juego en lo que quería que hiciera. Se separó de mí de forma brusca y me miró a los ojos, matándome con ellos.- No puedo dejar que te vayas sin probarte…cariño, ¿podrías hacerme el favor de abrir tu linda boquita para sentirte?- ¿qué podía responder frente a eso?. El calor volvió a mi cuerpo e instintivamente, mis labios se abrieron, no tuve en claro si fue para respirar lo que por la nariz no podía o para recibir la lengua de Louis en mi boca. Su sonrisa volvió a expandirse y eliminó los centímetros restantes, entrando de improviso en mi cavidad bucal. ¡Ops!, ¿eso era otro piercing?. Al parecer tenía más sorpresas de las que esperaba; su aro en la lengua era extremadamente sexy y provocaba oleadas de placer en mi cuerpo. Devoraba mi boca con la de él, mordiendo, succionando y lamiendo mi labio inferior, y ¿yo que podía hacer frente a eso si estaba realmente caliente?. Suspiré en medio del beso, gimiendo en su boca sin poder evitarlo. Se separó cuando el aire se fue los pulmones y se quedó nuevamente mirándome fijo a los ojos.- Ha sido un placer conocerte Harry…- susurró antes de girar y dejarme en medio de la nada, afirmado en auto, con una erección bajo mis pantalones, los labios rojos e hinchados, y unas ganas increíble de follarme lo primero que encontrara. Aun que no me di cuenta, los minutos siguieron avanzando y ya era hora de volver a casa. Mamá me iba a matar definitivamente.
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
siguela por favor!!!esto no puede quedar asi,necesito mas.
FUTURESTYLES
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
Cómo se te ocurre dejarla ahiiiiiiiiiii
no
lo
puedo
creer
77
SIGUELA A-H-O-R-A
te quiero amiga
Alice Carroll
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
I love it! ADSFKDÑL.
Continúa cuando puedas.
Continúa cuando puedas.
Laaau14Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
]size=18][/size]COMO LA DEJAS AHI¡?¡?¡?¡¡ JAJAJAJA ES BUENISIMA!!!!!!!!!!!!!!!!
LittleFlowersLove
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
]size=18][/size]COMO LA DEJAS AHI¡?¡?¡?¡¡ JAJAJAJA ES BUENISIMA!!!!!!!!!!!!!!!!
LittleFlowersLove
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
FUTURESTYLES escribió:siguela por favor!!!esto no puede quedar asi,necesito mas.
:D gracias por leer
ahora subo la segunda parte (:
besos xxx
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
danielabvb escribió:geniaaaaaaaaaaaaaaaaaal! siguela
ahora subo la segunda parte
gracias por leer
besos xxx
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
Alice Carroll escribió:Cómo se te ocurre dejarla ahiiiiiiiiiiinolopuedocreer77SIGUELA A-H-O-R-Ate quiero amiga
jijiji holi ahora la sigo y ni te avise
que malota soy e.e
jajaj
yo igual amiga
besos xxx
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
Laaau14Larry escribió:I love it! ADSFKDÑL.
Continúa cuando puedas.
lajsdkla gracias por leer (: (nuestros nombres se parecen! jajaja nah broma xd)
ahora subo la segunda parte
besos xxx
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
LittleFlowersLove escribió:]size=18][/size]COMO LA DEJAS AHI¡?¡?¡?¡¡ JAJAJAJA ES BUENISIMA!!!!!!!!!!!!!!!!
jijiji por que soy malota xd ahora subo la segunda parte
hope you like it
besos xxx
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
Segunda parte.
(….)
Ya había pasado una semana desde el incidente, de que no veía a mi “amigo” y mamá me preguntaba constantemente por él. Le había caído bien, y quería volver a invitarlo a visitar la casa, pero ¿cómo le decía que era un convicto que tenía problemas con la ley y que había estado en casa para que lo ayudara a escapar?. Definitivamente, no era buena idea. No le había contado a nadie sobre el tema, ni lo mucho que me gustó aquel desconocido. Lo más extraño, era que hace unos días comencé a preocuparme por él. ¿Cómo estaría?, ¿lo habrían atrapado?, ¿aún estaría en la cabaña?. Preguntas que me atormentaron el día completo. Finalmente, había decidido ir a hacer una visita a ese bosque. A eso de las 4:30 pm, tomé mi auto, celular y chaqueta, y partí rumbo a la carretera. Manejé la hora que quedaba por llegar al lugar con un nudo en la garganta, preparándome para lo que vendría. Quizás se reiría de mí –eso era lo más probable- o no ya se había ido del lugar. No quise seguir sacando conclusiones, agregando que ya era tarde para arrepentirse a menos de 5 minutos de verlo de nuevo. Estacioné fuera del lugar y caminé sigilosamente hasta estar frente a la puerta, armarme de valor y tocar para esperar que alguien se dignara a abrir. Cerré los ojos, suspiré y di un par de golpes a la madera frente a mi. Los pasos dirigiéndose a la puerta y dudosos ruidos se escucharon tras la barrera que nos dividía.
-¿Quién anda ahí?.- escuché su voz. Sorpresivamente, la había extrañado.
-S…soy yo…- susurré con los colores subiendo a mi rostro y los nervios a flor de piel.
-¿Quién yo?...-
-Ha…Harry.- volví a hablar, bajando la mirada, escondiéndome tras mi lentes de sol.
-¿Harry?...- preguntó con sorpresa y seguidamente, abrió la puerta.- Cariño, ¿qué haces aquí?...- me hizo entrar a la pequeña cabaña. Lo observé y seguía igual que hace una semana. Ésta vez no vestía tan extraño como esa vez; una camiseta blanca simple y unos jeans oscuros, como siempre, resaltando su trasero. Luego dirigí mi vista alrededor de la estancia y grande fue mi sorpresa al verlo totalmente limpio y ordenado. Me giré y me encontré con él, observándome con una ceja enarcada, esperando mi respuesta.
-Yo…yo…yo quería saber como estabas…- bajé mi mirada de nuevo, procurando mantener mis ojos cubiertos.
-Aw…- escuché que decía para luego levantarme la mirada y quitarme mis lentes de sol y con ellos, lo que me quedaba de dignidad.- Cariño, no tenías que…-
-Lo siento…- mis mejillas ardían –como la vez pasada- y yo quería que me tragara la tierra.
-También te extrañé…- y me estrechó contra sus brazos. Me mordí el labio ante tal acción, mas no respondí de vuelta, la vergüenza me carcomía.- vamos bebé, abrázame por favor…- susurró contra mi cuello. Era raro que pidiera eso, después de todo, él dijo que no iba a volver a verme. Si no fuera por mí, esa promesa aún estaría en pie. Aún así, devolví el gesto, enrollando mis brazos alrededor de su cintura. Se sentía extremadamente bien.- Gracias…- volví a escuchar.
-¿P…por?.- susurré como pude. Las emociones me invadían.
-Hace siglos que no recibía un abrazo.- rió. Sentí su aliento chocar con mi piel y pude jurar que él lo notó cuando apretó más su agarre.- ¿Tienes hambre?.- se separó de mí bruscamente, sin siquiera mirarme a la cara y pasó por mi lado como si nada hubiera pasado.
-U…un poco.- tartamudear, junto con asentir, eran mis nuevas costumbres. Moría de hambre. Había asistido a la universidad en la mañana y no tuve tiempo de volver a casa por comida, por lo que mi estómago exigía ser alimentado.
-Espérame…siéntate si quieres…voy a calentar el almuerzo.- sonrió de nuevo. Esa era una nueva fase que no conocía del chico. Era bastante amable a como se comportó la vez pasada. Sonreía verdaderamente, no era esa sonrisa burlona de hace una semana, ésta era una de verdad, una genuina. La cocina estaba a pocos metros de donde yo estaba y desde mi posición, podía observar cada uno de los movimientos de Louis. Me volví a fijar en su trasero. Imágenes no apropiadas se pasaban como película por mi mente. Trataba de quitarlas de ahí, pero simplemente no podía. Era placentero mirar ese sector. Suspiré sin darme cuenta y él giró con una ceja enarcada, mirándome divertido.- que…-
-Na…nada…- volví a tartamudear. Quería dejar de hacerlo, quería hablar normal frente a él, pero algo me lo impedía; quizás su imponente figura o su fachada de chico malo. No lo sabía bien, pero me prohibía hablar con claridad. Sonrió de nuevo y bajé la mirada, tratando de buscar algo más interesante que su trasero. Me encontré con una foto sobre la mesita de centro. La tomé y me topé con un niño; ojos celestes y cabello castaño. Supe al instante que se trataba de Louis. Era una foto normal, de esas que se toman en las tiendas fotográficas. Sonreí ante la foto. Se notaba pequeño, pero no era feliz, lo podía ver en sus ojos, reflejando tristeza.
-Me la tomé a los once…- escuché a mi lado.- tenía dinero para comer y me sobraba, así que fui a una tienda y le pedí a la señora que me tomara la foto…no tenía ninguna y… y quería una para cuando fuera grande, recordarme…y ahí está.- sonrió nuevamente. Era la misma sonrisa de la foto, expresando tristeza en sus orbes.
-Me gusta…eras… increíblemente…extremadamente…estupendamente…- rió al recordar que él me lo había dicho primero.- adorable…- completé la frase.
-Eso quedó en el pasado…ya vez, cambié…y mucho.- soltó una carcajada.- ya está listo…hazme el favor de sentarte…- asentí y me senté donde me indicó. El olor a lasaña inundó mis fosas nasales y solté un gemido de aprobación. – mmmh…- anunció mirándome de arriba abajo. Lo miré sin entender y él se encogió de hombros a modo de inocencia. Dejó frente a mí una cantidad impresionante de comida y yo gustoso, comencé a comer.- ¿Por qué confías en mí?.- susurró luego de unos minutos de silencio.
-M…me pareces una buena persona…- hablé una vez tragué.
-Sabes que no lo soy…-
-Si…pero no veo le porqué temerte…no me has hecho nada.-
-Pero puedo hacerlo.-
-No te creo.- lo desafié.
-¿A no?, ¿por qué?...- enarcó una ceja. Su piercing en ese lugar se veía demasiado sexy para mi gusto.
-P..por…por que… yo…yo no lo sé…-
-Tienes razón…no te haría daño ni aun que me obligaran…- rió para levantarse y tomar un vaso, para llenarlo de jugo y ponerlo frente a mí.
-¿Por qué?.- ahora fui yo quien pregunté.
-Por que…- meditó por unos segundos.- me pareces buena persona…- repitió mi frase. Sonreí y continué con la comida. El resto de la tarde la pasamos conversando, dándonos cuenta de la infinidad de cosas que teníamos en común. Finalmente, la noche llegó. No quería irme, pero tenía clases en la mañana y no podía faltar. Me despedí de él con un abrazo, prometiendo volver. Él asintió y sin darme cuenta, ya era invadido por su lengua entre mis labios. Cerré los ojos de golpe, recibiendo esa caricia de su lengua con la mía. Sus manos en mis caderas y las mías en su cuello. Encajábamos a la perfección, pero yo sabía que no iba a durar. Lo bueno no dura para siempre.
(….)
Ya había pasado una semana desde el incidente, de que no veía a mi “amigo” y mamá me preguntaba constantemente por él. Le había caído bien, y quería volver a invitarlo a visitar la casa, pero ¿cómo le decía que era un convicto que tenía problemas con la ley y que había estado en casa para que lo ayudara a escapar?. Definitivamente, no era buena idea. No le había contado a nadie sobre el tema, ni lo mucho que me gustó aquel desconocido. Lo más extraño, era que hace unos días comencé a preocuparme por él. ¿Cómo estaría?, ¿lo habrían atrapado?, ¿aún estaría en la cabaña?. Preguntas que me atormentaron el día completo. Finalmente, había decidido ir a hacer una visita a ese bosque. A eso de las 4:30 pm, tomé mi auto, celular y chaqueta, y partí rumbo a la carretera. Manejé la hora que quedaba por llegar al lugar con un nudo en la garganta, preparándome para lo que vendría. Quizás se reiría de mí –eso era lo más probable- o no ya se había ido del lugar. No quise seguir sacando conclusiones, agregando que ya era tarde para arrepentirse a menos de 5 minutos de verlo de nuevo. Estacioné fuera del lugar y caminé sigilosamente hasta estar frente a la puerta, armarme de valor y tocar para esperar que alguien se dignara a abrir. Cerré los ojos, suspiré y di un par de golpes a la madera frente a mi. Los pasos dirigiéndose a la puerta y dudosos ruidos se escucharon tras la barrera que nos dividía.
-¿Quién anda ahí?.- escuché su voz. Sorpresivamente, la había extrañado.
-S…soy yo…- susurré con los colores subiendo a mi rostro y los nervios a flor de piel.
-¿Quién yo?...-
-Ha…Harry.- volví a hablar, bajando la mirada, escondiéndome tras mi lentes de sol.
-¿Harry?...- preguntó con sorpresa y seguidamente, abrió la puerta.- Cariño, ¿qué haces aquí?...- me hizo entrar a la pequeña cabaña. Lo observé y seguía igual que hace una semana. Ésta vez no vestía tan extraño como esa vez; una camiseta blanca simple y unos jeans oscuros, como siempre, resaltando su trasero. Luego dirigí mi vista alrededor de la estancia y grande fue mi sorpresa al verlo totalmente limpio y ordenado. Me giré y me encontré con él, observándome con una ceja enarcada, esperando mi respuesta.
-Yo…yo…yo quería saber como estabas…- bajé mi mirada de nuevo, procurando mantener mis ojos cubiertos.
-Aw…- escuché que decía para luego levantarme la mirada y quitarme mis lentes de sol y con ellos, lo que me quedaba de dignidad.- Cariño, no tenías que…-
-Lo siento…- mis mejillas ardían –como la vez pasada- y yo quería que me tragara la tierra.
-También te extrañé…- y me estrechó contra sus brazos. Me mordí el labio ante tal acción, mas no respondí de vuelta, la vergüenza me carcomía.- vamos bebé, abrázame por favor…- susurró contra mi cuello. Era raro que pidiera eso, después de todo, él dijo que no iba a volver a verme. Si no fuera por mí, esa promesa aún estaría en pie. Aún así, devolví el gesto, enrollando mis brazos alrededor de su cintura. Se sentía extremadamente bien.- Gracias…- volví a escuchar.
-¿P…por?.- susurré como pude. Las emociones me invadían.
-Hace siglos que no recibía un abrazo.- rió. Sentí su aliento chocar con mi piel y pude jurar que él lo notó cuando apretó más su agarre.- ¿Tienes hambre?.- se separó de mí bruscamente, sin siquiera mirarme a la cara y pasó por mi lado como si nada hubiera pasado.
-U…un poco.- tartamudear, junto con asentir, eran mis nuevas costumbres. Moría de hambre. Había asistido a la universidad en la mañana y no tuve tiempo de volver a casa por comida, por lo que mi estómago exigía ser alimentado.
-Espérame…siéntate si quieres…voy a calentar el almuerzo.- sonrió de nuevo. Esa era una nueva fase que no conocía del chico. Era bastante amable a como se comportó la vez pasada. Sonreía verdaderamente, no era esa sonrisa burlona de hace una semana, ésta era una de verdad, una genuina. La cocina estaba a pocos metros de donde yo estaba y desde mi posición, podía observar cada uno de los movimientos de Louis. Me volví a fijar en su trasero. Imágenes no apropiadas se pasaban como película por mi mente. Trataba de quitarlas de ahí, pero simplemente no podía. Era placentero mirar ese sector. Suspiré sin darme cuenta y él giró con una ceja enarcada, mirándome divertido.- que…-
-Na…nada…- volví a tartamudear. Quería dejar de hacerlo, quería hablar normal frente a él, pero algo me lo impedía; quizás su imponente figura o su fachada de chico malo. No lo sabía bien, pero me prohibía hablar con claridad. Sonrió de nuevo y bajé la mirada, tratando de buscar algo más interesante que su trasero. Me encontré con una foto sobre la mesita de centro. La tomé y me topé con un niño; ojos celestes y cabello castaño. Supe al instante que se trataba de Louis. Era una foto normal, de esas que se toman en las tiendas fotográficas. Sonreí ante la foto. Se notaba pequeño, pero no era feliz, lo podía ver en sus ojos, reflejando tristeza.
-Me la tomé a los once…- escuché a mi lado.- tenía dinero para comer y me sobraba, así que fui a una tienda y le pedí a la señora que me tomara la foto…no tenía ninguna y… y quería una para cuando fuera grande, recordarme…y ahí está.- sonrió nuevamente. Era la misma sonrisa de la foto, expresando tristeza en sus orbes.
-Me gusta…eras… increíblemente…extremadamente…estupendamente…- rió al recordar que él me lo había dicho primero.- adorable…- completé la frase.
-Eso quedó en el pasado…ya vez, cambié…y mucho.- soltó una carcajada.- ya está listo…hazme el favor de sentarte…- asentí y me senté donde me indicó. El olor a lasaña inundó mis fosas nasales y solté un gemido de aprobación. – mmmh…- anunció mirándome de arriba abajo. Lo miré sin entender y él se encogió de hombros a modo de inocencia. Dejó frente a mí una cantidad impresionante de comida y yo gustoso, comencé a comer.- ¿Por qué confías en mí?.- susurró luego de unos minutos de silencio.
-M…me pareces una buena persona…- hablé una vez tragué.
-Sabes que no lo soy…-
-Si…pero no veo le porqué temerte…no me has hecho nada.-
-Pero puedo hacerlo.-
-No te creo.- lo desafié.
-¿A no?, ¿por qué?...- enarcó una ceja. Su piercing en ese lugar se veía demasiado sexy para mi gusto.
-P..por…por que… yo…yo no lo sé…-
-Tienes razón…no te haría daño ni aun que me obligaran…- rió para levantarse y tomar un vaso, para llenarlo de jugo y ponerlo frente a mí.
-¿Por qué?.- ahora fui yo quien pregunté.
-Por que…- meditó por unos segundos.- me pareces buena persona…- repitió mi frase. Sonreí y continué con la comida. El resto de la tarde la pasamos conversando, dándonos cuenta de la infinidad de cosas que teníamos en común. Finalmente, la noche llegó. No quería irme, pero tenía clases en la mañana y no podía faltar. Me despedí de él con un abrazo, prometiendo volver. Él asintió y sin darme cuenta, ya era invadido por su lengua entre mis labios. Cerré los ojos de golpe, recibiendo esa caricia de su lengua con la mía. Sus manos en mis caderas y las mías en su cuello. Encajábamos a la perfección, pero yo sabía que no iba a durar. Lo bueno no dura para siempre.
Love4Larry
Re: Somewhere only we know- Larry Stylinson
De verdad, tú fic, me tiene enamorada.
(Pues un poco sí que se parecen los nombres adsfjkl).
Jo, pues yo si que quiero que dure para siempre.
Así Louis, tiene una 'familia' por lo menos.
En fin, continúa cuando puedas.
(Pues un poco sí que se parecen los nombres adsfjkl).
Jo, pues yo si que quiero que dure para siempre.
Así Louis, tiene una 'familia' por lo menos.
En fin, continúa cuando puedas.
Laaau14Larry
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